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FICHA 5

TEMA: LA FORMA COMO


ENSEÑAMOS TIENE LA
MISMA IMPORTANCIA
QUE LOS CONTENIDOS

SUBTEMA: CÓMO NACE


UN PROYECTO
INTERDISCIPLINARIO:
EL CURRÍCULO
DIALOGADO

REFERENCIAS: Masferrer
M., Baquero M. (2014). 8 ideas clave Los proyectos interdisciplinarios. Barcelona: Editorial
GRAÓ. Pág.34-44.

En cualquier centro educativo, un proyecto interdisciplinario puede nacer, básicamente, de


dos formas distintas:

• A partir de una propuesta externa al alumnado y, por lo tanto, hecha por el equipo docente
del centro o por algunas personas o entidades foráneas al centro educativo.

• A partir de una propuesta del mismo alumnado.

El diálogo en el aula debe estar presente y usarse como instrumento de comunicación para
conversar y poder decidir qué y cómo aprender, concretándolo en el planteamiento de un
trabajo por proyectos. De este modo podremos implicar al alumnado en su proceso de
aprendizaje y democratizar el currículo, hecho que sucede cuando se potencian
fundamentalmente estas temáticas de diálogo en el aula.

Las decisiones democráticas y grupales enseñan a los estudiantes a reflexionar sobre los
intereses individuales y los grupales, llevándolos a tomar conciencia del territorio colectivo del
aprendizaje. A lo largo de este proceso se evidencia que los contenidos del currículo deben ser
el instrumento para alcanzar los objetivos educativos. Éstos dan sentido al proyecto
interdisciplinario y contribuyen a desarrollar las cualidades humanas del alumnado, porque la
finalidad clave será que los alumnos puedan comprender e interpretar el mundo que los rodea.
En realidad, estamos abogando por un currículo dialogado, flexible, dinámico y en
construcción permanente que pretende dar respuesta a las necesidades educativas de los
estudiantes y en el que debe confluir aquello que desean aprender con lo que creemos, los
profesionales de la educación, que deben saber.

Una forma de escoger algunos proyectos que desarrollaremos surge de la pregunta a principio
de curso: ¿qué creéis que debemos investigar o estudiar este año? Después de una reflexión
individual sobre intereses y preferencias, surge un diálogo sobre lo que creen que es posible
afrontar, lo que es de interés común, aquello con lo que están dispuestos a comprometerse. En
esta conversación se traslucen pensamientos que hacen referencia a la idea que tienen sobre lo
que creen sus padres que deben aprender, sobre sus deseos, pero sobre todo tiene un poder de
seducción para aquellos alumnos menos interesados, que observan a sus compañeros absortos
argumentando qué es lo más conveniente para estudiar.

La orientación de la curiosidad del alumnado.

Como aspecto esencial en esta primera fase de un proyecto interdisciplinario, debemos


orientar la curiosidad del alumnado hacia la pasión por aprender de los demás y con los demás.

No siempre podemos pensar que el interés de nuestros alumnos sea el motor suficiente para
construir los conocimientos necesarios, a menudo el profesorado, con un bagaje y unas
expectativas de construcción del grupo-clase, tiene que plantear retos, provocar intereses que
los lleven a explorar realidades muchas veces cercanas, pero que no son percibidas.

Debemos resaltar la importancia de lo cotidiano como eje que estimula la curiosidad. En el día
a día vivimos situaciones relevantes que nos ayudan a comprender el mundo que nos rodea,
pero también nos sirven para narrarnos nuestra existencia.

Centrar el motivo de estudio.

El eje central del trabajo que se desarrolla durante el proyecto se basa en experiencias
contextualizadas, planteadas a partir de evidencias que se extraerán de entornos donde
necesariamente se pueda experimentar o indagar.
A menudo, las preguntas que los alumnos se formulan están relacionadas con situaciones
prácticas próximas a sus experiencias, ya sean de juego, de vivencias personales o de
observaciones de fenómenos que ocurren a su alrededor, difícilmente su indagación está
vinculada a los saberes propios de una disciplina, más bien siempre son complejos y
poliédricos; requieren una extensa preparación por parte del docente para guiar el proceso.

Valores que nutren las cualidades humanas.

El pensamiento se acompaña de las emociones y se influencian mutuamente, sabiendo también


que estas emociones actúan sobre las acciones que llevan a término las personas.

Las relaciones interpersonales están tejidas de emociones y no puede haber aprendizaje sin
esta interacción.

En realidad, hablar de la importancia de las emociones en el aprendizaje indica que estamos


afirmando la trascendencia de las vivencias para avanzar en el pleno desarrollo de la
personalidad de la persona y sus cualidades humanas, y de esta manera alcanzar una serie de
capacidades y competencias que le permiten vivir responsablemente en el entorno social actual
y del futuro inmediato.

Otro aspecto fundamental es la construcción de aspectos cognitivos como el interés por los
saberes y la indagación. En definitiva, integrar conocimientos que nos servirán para cimentar
el pensamiento crítico, imprescindible para manejar el exceso de información del que
disponemos. Y, finalmente, trabajar proyectos interdisciplinarios requiere potenciar en nuestro
alumnado un alto grado de autonomía personal que les facilite la acción.

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