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PIENSA DE MANERA

INDEPENDIENTE
La libertad es uno de los objetivos que persigue
un emprendedor revolucionario. Pero la libertad
empieza dentro de ti, en tu cabeza. Quizá no eres
libre porque tienes creencias que te autolimitan.
En la mayoría de casos son restricciones
artificiales impuestas por la sociedad o por ti
mismo.
Cuestiona todo. La tecnología y los cambios
socioeconómicos de las últimas décadas han
multiplicado las opciones que tienes, y han vuelto
obsoletas muchas tradiciones. A pesar de esto, la
receta social sigue siendo la misma: estudia una
carrera con salidas, busca un buen trabajo y
asegúrate una pensión del estado. Este modelo
está roto, debes crear tu propia fórmula.
Hablaremos sobre cómo “reprogramar” tu cerebro
con nuevos modelos mentales para aprovechar
las nuevas oportunidades. Veamos algunos
ejemplos.
REDEFINE EL ÉXITO
Es un caso particular del punto anterior:
pensamiento independiente. Cuando hablamos de
éxito, la mayoría adoptan la definición social:
dinero, fama, poder, prestigio… Y sin embargo es
fácil encontrar personas que han alcanzado estos
símbolos externos de éxito y que aun así son
tremendamente infelices por dentro.
El motivo es que nuestros genes no responden a
cosas abstractas como dinero en el banco (que
hoy se limita a bits en una base de datos).
Nuestros genes entienden libertad, aventura,
contribución a la tribu… si tu definición de éxito no
incluye estos elementos, perderás gran parte de
tu vida persiguiendo una ilusión.
Define qué quieres lograr con tu vida. Un ejemplo:
impacto positivo en el mundo haciendo algo que
te apasiona.
No hay nada malo en el dinero o el prestigio, pero
deberían ser una consecuencia del impacto que
tienes en el mundo, y no el objetivo principal de
tus acciones. Y paradójicamente, si sigues tu
propósito y ayudas a mucha gente es más posible
que logres dinero y prestigio.
TOMA RESPONSABILIDAD
POR TU SITUACIÓN
La mayoría de personas tiene actitud de víctima.
Esperan que los cambios vengan de fuera.
Piensan que la culpa es de los banqueros, de los
políticos, de los empresarios, de los padres, del
jefe… Seguro que todos ellos podrían haber hecho
las cosas mejor, pero al final tú eres el responsable
de tu situación. Culpar a los demás es sólo una
excusa, una forma de justificar tu falta de resultados.
La realidad es que nada va a cambiar hasta que tú
cambies, y a nadie le importa tu futuro más que a ti
mismo. Deja de quejarte y empieza a actuar.
TEN CORAJE
El principal enemigo de tus sueños es el miedo.
Puro y simple miedo. Es el miedo el que nos
mantiene en el rebaño. Como todas nuestras
emociones, el miedo tiene su función. Cuando
vivíamos en la naturaleza, el miedo nos ayudaba a
sobrevivir. Un ruido en la maleza podía ser un
enemigo, la oscuridad limitaba la visibilidad, el
rechazo de la tribu significaba la muerte… Era
bueno temer a los ruidos, a la oscuridad o al
rechazo. Pero estos miedos innatos son ahora
irracionales: no te ayudan a preservar la vida, sino
que limitan tu vida. Identificar estos miedos
limitantes y actuar a pesar de ellos es fundamental
para lograr tus objetivos.
Coraje no es ausencia de miedo, sino voluntad de
hacer lo correcto a pesar del miedo. Necesitas
coraje para actuar sobre tus ideas. Coraje para
desafiar la presión social. Coraje para empezar
antes de estar preparado. Coraje para enfrentar las
críticas, el fracaso, el rechazo. Tu vida se expande o
se contrae en proporción a tu coraje.
Cuenta una historia de los indios cherokee que un
niño asustado fue a pedir auxilio a su abuelo.
- Dentro de cada uno de nosotros hay una dura
batalla entre dos lobos - dijo el abuelo. Uno es el
lobo del miedo, que quiere mantenerte inmóvil en
una esquina. El otro es el lobo del coraje, que quiere
ayudarte a lograr grandes cosas.
- ¿Y qué lobo gana?, preguntó el niño.
- El que alimentes.
Cada día debes alimentar el lobo del coraje. Cada
día debes hacer una pequeña cosa que te de
miedo. El coraje es una elección.

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