Está en la página 1de 12

EL ROL DE LO POPULAR EN LO NATURAL DE LAS COSAS.

Miradas en la construcción de la subjetividad desde/de la comunicación


popular

THE ROLE OF PEOPLENESS ON NATURENESS OF THINGS.


Perspectives in the construction of subjectivity from/of Comunicación
Popular

Moisés Alberto Rioja - moisesrioja@gmail.com


Integrante de Wayruro Comunicación Popular desde 2007, y Coord. del proyecto “Kallpa
TV: Canal/Escuela”.
Diplomado en Comunicación Comunitaria por el Centro de Comunicación “La Crujía”.
Socio Individual de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC).
Estudiante y adscripto en el Seminario de Comunicación Alternativa, y el Seminario de
Comunicación y Educación, de la Licenciatura en Comunicación Social, Universidad
Nacional de Jujuy. Docente de la Materia Gestión III: Planificación de/desde la
Comunicación de la carrera Licenciatura en Dirección de Organizaciones de la Sociedad
Civil, Universidad Nacional de San Martín. Docente de Comunicación Integral II, Unidad
Académica San Salvador, Universidad Católica de Santiago del Estero.

Resumen:

Se problematizará la construcción de la subjetividad a partir de la noción de Hegemonía


propuesta por Ernesto Laclau, y las consecuencias de ella en la cultura popular.
Pensar que hoy los medios intervienen en la circulación de significados construidos para
legitimar una posición aparentemente natural de las cosas, de la sociedad, de la familia, de
la vida en general, es asumir que nos encontramos inmersos en un escenario de
articulaciones discursivas en donde la batalla se juega en el entramado que llamamos
“Cultura”. Es así que gramscianamente hablamos de una estructura Hegemónica que se
presenta de dos maneras: coerción y consenso. Se hará hincapié en el proceso de consenso
y legitimación, para pensar otra comunicación desde los sectores populares.
Abstract:

This paper will problematize Subjectivity construction based in the notion of Hegemony
suggested by Ernesto Laclau, and its consequences in Popular Communication.

To consider the Media as interveners in the circulation of meanings built to legitimate an


apparently natural position of things, society, family, life itself, implies to asume that we
are submerged in a scenario of discourse articulations in which battle is played within the
net we name Culture. In these terms we may recall Gramsci to mention a Hegemony
structure presented in two ways: coercion and consensus. We will pay special attention to
the process of consensus and legitimacy making, in order to think another communication
from Popular sectors.

Palabras Claves: COMUNICACIÓN POPULAR – CULTURA – EDUCACIÓN


POPULAR – HEGEMONÍA.

Keywords: POPULAR COMMUNICATION – CULTURE – POPULAR EDUCATION –


HEGEMONY.

“Lo hacíamos nosotras” Hebe de Bonafini1

Comenzar con esta frase, es un primer paso en este pequeño recorrido, que de manera
ambiciosa pretende ser una serie de afirmaciones y problematizaciones a la pregunta de
¿de qué hablamos cuando hablamos de lo popular? y de ¿cuál es el rol que la comunicación
popular, alternativa, comunitaria, tiene en la coyuntura actual?.

Para empezar es importante tomar posición sobre que se entiende por “lo popular”, así
como lo que no, y en tal sentido es lícito citar que “el proceso educativo de lo que
denominamos educación popular no está definido por los destinatarios, el pueblo, los
pobres, los marginados, sino por el proyecto transformador que lleva implícito” (Bengoa,
sin fecha citado en Prieto Castillo & Gutierrez Perez, 1994: 140). O sea, ese proyecto
transformador, por un lado es parte de la identificación de los sectores que lo construyen,

1
Dandan, Alejandra: Silbar en una plaza es como discutir en un café, no sirve”. Entrevista con Hebe de
Bonafini. Diario Página 12, 6 de Mayo de 2007
vinculado directamente a una práctica participativa que implica reflexión sobre las
condiciones históricas por un lado, y coyunturales por otro. Por otra parte, ese mismo
proyecto transformador es superador a estos actores, porque refiere a los intereses de
sentido de uno o varios sectores, es un interés compartido. Entiéndase esta visión de lo
popular como el resultado de una relación de participación que los actores sociales tienen,
dentro de esa práctica popular, en un ejercicio de legitimidad que incluye a muchos más
actores no presentes en esa práctica. Tanto con su participación como con su mensaje, el
sentido de que sea o no popular lo marca el grado de legitimidad que el Pueblo le da al
identificarse con el reclamo. “No hay cultura del Pueblo sin política de Pueblo” (Freire,
Paulo, 1972: 27).

Pensar que hoy los medios intervienen en la circulación de significados construidos para
legitimar una posición aparentemente natural de las cosas, de la sociedad, de la familia, de
la vida en general, es asumir que nos encontramos inmersos en un escenario de
articulaciones discursivas en donde la batalla se juega en el entramado que llamamos
cultura. Es así que gramscianamente hablamos de una estructura hegemónica que se
presenta de dos maneras, coerción y consenso.

Para él (Gramsci), una clase ejerce su supremacía mediante el dominio sobre los grupos
antagonistas, a través de la coerción de aparatos propios de la “sociedad política”. Pero también
la ejerce mediante la hegemonía, en cuanto articula y dirige a los grupos sociales aliados o
neutrales, a través de los aparatos hegemónicos de la “sociedad civil” (…) la dominación, lejos
de ser un proceso de imposición desde el “exterior” de lo social y de la cultura, es un proceso
en el que una clase se hace hegemónica en la medida en que logra representar intereses
diferentes de las clases populares y, además, en la medida en que los sectores populares se
reconocen “adentro” del proceso hegemónico, lo asumen, lo hacen propio, son conformistas
con él (Huergo, 2000).

Gramsci rompía con una con una concepción según la cual existían leyes apriorísticas del
capitalismo que imponían y dictaban un curso necesario a los sucesos históricos. En contra de
ella, defendió aquello que se ha dado en llamar la primacía de la política: la formación
pragmática de voluntades colectivas a través de articulaciones contingentes cuyo éxito depende
enteramente del contexto (Laclau, en Mouffe comp. 1998:129)

Usando como guía el texto de Ernesto Laclau (Laclau & Mouffe, 2006), haremos hincapié
en el proceso de consenso y legitimación, que utilizan los grupos de poder para
naturalizarse en los espacios sociales, transformando estos en espacios de dominio en la
vida cotidiana, regulando aquello que somos y que deseamos, siendo parte de la
construcción de nuestra subjetividad

La condición de una buena representación es, aparentemente, que el representante transmita de


forma perfecta o transparente la voluntad de aquellos a quienes representa. Una buena
representación sería aquella en la cual la voluntad se moviera en una sola dirección. Esto
presupone, por supuesto, que en el punto en que comienza la relación de representación hay
una identificación completa del representado con su voluntad. La transparencia de la relación
de representación estaría amenazada si la voluntad del representante afectara las voluntades de
aquellos a quienes se supone debe representar (Laclau, en Mouffe comp., 1998:101)

COHERCION

HEGEMONIA

CONSENSO FORMA DE
COMUNICACIÓN

ARTICULACIÓN NATURAL Y
SIMBÓLICA FUNCIONAL

EQUIVALENCIAS IMAGINARIOS DE
DISCURSIVAS CULTURA
ORDEN

NO NATURAL Y
DISFUNCIONAL

Así, el consenso se transforma en una forma de comunicar lo que los sectores dominantes
requieren para legitimar su permanencia en el poder. Esta forma de comunicar, es
configurada en forma de discursos, que crean y circulan sentidos, y que mediante una
articulación simbólica, equiparan a estos construyendo por un lado, un imaginario de orden
(de naturalidad de las cosas, incluyendo lo “bueno” para ellos, y excluyendo a lo que no lo
es), y unas equivalencias discursivas que trabajan en la significación del signo por otro3,
por ejemplo:

2
Cuadro realizado en base al texto de Huego, Jorge (2000).

3
Para esta afirmación se toma el concepto de signo de Ferdinand de Saussure quien define tal
como la relación mental entre un concepto (significado) y su imagen acústica (significante)
Pueblos Indígenas = Retraso = Marginación = etc.

Siendo esta práctica la aparente representación de nuestras cotidianidades, en la que


legitimamos como válidas esas representaciones, sintiéndonos representados e incluidos en
estas prácticas discursivas. “El discurso social, entonces, construye equivalencias entre
determinados significantes y sus significados. Y esto lo hace con la totalidad de los
significantes que proliferan en las relaciones sociales, permitiendo una percepción
“adecuada” de lo que es el mundo social” (Huergo, 2000:6)

Para nosotros el ser humano es un ser de necesidades, que sólo se satisfacen socialmente en
relaciones que lo determinan. El sujeto no es sólo un sujeto relacionado, es un sujeto producido
en una praxis. No hay nada en él que no sea la resultante de la interacción entre individuo,
grupos y clases. (Pichón Rieviere & Quiroga, 1972).

Entonces, y vinculando ambos conceptos, como sujetos de una sociedad construida dentro
de un proceso hegemónico de consenso, nos transformamos en reproductores de un modelo
que nos es ajeno, y en donde nuestra existencia es recluida a la mínima expresión, o a la
expresión de aquellos que nos representan, en el caso que nos convoca, los medios de
comunicación como actores protagónicos de la construcción, conformación, circulación y
representatividad de la hegemonía.

Nuestras vinculaciones con el mundo nos determinan en lo más interno de nuestras


relaciones cotidianas, son nuestras relaciones cotidianas las que construyen el mundo junto
a/de los otros:

- Esta juventud está toda perdida…4

- El problema de la violencia en los niños es culpa de los Padres…

- La pobreza existió siempre…

- Los indios son todos ignorantes…

- La sociedad no es solidaria…

- Tengo más de treinta y todavía no tuve hijos…

4
Frases dichas por distintos participantes, al inicio de los talleres de comunicación popular "Contalo Vos",
organizadas por Wayruro Comunicación Popular durante los meses de Marzo a Julio de 2009.
Y otras más coyunturales como:

- Ese es de la villa, seguro es chorro…

- Todos los piqueteros son unos vagos…

- Viste como roban en los countries?5

Nuestras nociones de qué es la comunicación y la educación popular, han ido sufriendo no


solo a través del tiempo, pero especialmenta a través de cada actividad realizada,
importantes discusiones que por momento modifican y por otros no, la noción del de qué
hablamos cuando hablamos de lo Popular. Pero en especial, cual es el rol de las
organizaciones y de la construcción de lo popular desde el accionar cotidiano en las
distintas coyunturas y procesos políticos, particularmente en este momento histórico en el
que existe una Ley de Medios que reconoce como actores “válidos y legítimos” a las
organizaciones y proyectos colectivos con más de 20 años, como aquellos que están en
proceso de surgir6. En este sentido el Estado los ha institucionalizado, reconociendo su
existencia, rompiendo esa articulación impuesta por los medios comerciales:

Comunitaria = improvisada = trucha = fuera de la ley = ilegal

La reacción conservadora tiene, pues un carácter claramente hegemónico. Ella intenta


transformar profundamente los términos del discurso político, y crear una nueva “definición de
la realidad”, que bajo la cobertura de la defensa de la “libertad individual” legitime las
desigualdades y restaure las relaciones jerárquicas (…) Lo que aquí está en juego es, en verdad,
la creación de un nuevo bloque histórico (Laclau & Mouffe, 2006: 221).

En el proceso de pensar la acción de lo popular en lo natural de las cosas, es importante


pensar ésta en dos dimensiones estratégicas, 1) la conformación de una agenda propia, con
temas propios a los sectores populares del que forman parte los actores productores, pero
más importante aún 2) la desconstrucción de los discursos hegemónicos, cargándolos de un
sentido propio, de una perspectiva que por un lado denuncie esa falta representatividad, y
que por otro se legitime en la cotidianidad de estos actores. O sea, no es solo importante
crear una agenda con perspectiva de género, en la que las mujeres muestren aquello que no
se visibiliza en los medios masivos de comunicación, sino igual o más importante, que se
5
En San Salvador de Jujuy hasta hace un par de años no existían countries (barrios privados).

6
Las modificaciones realizadas a la ley 26522, por el decreto 267/15 no modificaron los artículos
que reconocen a los medios de comunicación sin fines de lucro.
problematice sobre la circulación de significados en esos medios hegemónicos: belleza,
ama de casa, violencia, sexo débil, etc.

Para esto es que este trabajo propone una serie de planteos que reflexionan sobre la
práctica concreta en el proceso de resignificación, y en la elaboración de una estrategia
participativa desde/de los medios comunitarios, alternativos y populares.

Porque la estrategia está en el centro de toda acción política. La estrategia implica en una
síntesis indisociable, un momento de articulación – la institución de los social - ; un momento
de contingencia, en la medida en que ese acto instituyente particular es solo uno entre
aquellos que resultan posibles en un contexto dado, y un momento de antagonismo, puesto
que la institución resulta posible tan sólo a través de una victoria hegemónica sobre
voluntades en conflicto. (Laclau, en Mouffe comp., 1998: 135).

Para esto, desarrollaré algunos conceptos que desglosen el proceso buscado en la


problematización del rol de la comunicación popular, y que nos permiten diferenciarnos de
lo que no lo es: “… sigo pensando lo popular como un término diferencial que solo puede
leerse en relación con lo no popular” (Alabarces, 2004), a saber: Participativa, Política,
Contra hegemónica, Liberadora.

El proyecto encarado busca poner en relación cuatro ejes desde la construcción colectiva
de sentido, en los espacios públicos y privados, en los que habitualmente las
organizaciones se desenvuelven, que si bien se presentan organizados de manera
esquemática, buscan ser parte de una reflexión integral.

1- Participativa

Algo que nadie podrá discutirle a la comunicación popular, es que su matriz básica se
encuentra en la participación. No nos sirve de nada algún discurso armado desde lo que se
cree que piensan aquellos a quien decimos representar. Es necesario no ser espectadores
de escenarios y problemáticas, sino ser parte de ellas. Plantear que la comunicación
popular es participativa, hace referencia a la intervención comprometida de todos los que
formamos parte de ese proceso.

Reconocemos que la comunicación que hacemos no es un hecho o actividad aislada, sino


que hablamos de procesos de largo tiempo, que implican desde el mismo reconocimiento
de quienes somos, hasta el replanteamiento de si queremos seguir así como somos.
Es en esta reflexión, en donde la participación se construye, no por invitación,
incorporación o afiliación, sino por reconocimiento e identidad.

Poder “tomar la palabra” (De Certau, 1995) por sí solos, se convierte en la expresión más
acabada de sentirse identificado con una causa, con “mi causa”. Es esa la participación de
la que hablamos. Es en este concepto en donde “ser la voz de los sin voz” pierde sentido,
para transformarse en “mi voz, nuestra voz”.

En nuestro proceso, la participación tiene una doble función teórica y práctica, y su trabajo
reside en la desconstrucción de los discursos hegemónicos presentes en esta cotidianidad
colonizada y en permanente disputa:

Pueblos Indígenas = Ignorancia = Retraso = Desaparición

Mujer = Madre = Sensibilidad = Sexo débil = Ama de Casa

Campo = Chacarero = Alimentos = Argentinidad = Somos todos7

Y por otra parte, esta participación como herramienta de construcción del segundo eje.

2- Política

“El proceso educativo de lo que denominamos educación popular no está definido por los
destinatarios, el pueblo, los pobres, los marginados, sino por el proyecto transformador que
lleva implícito” (Bengoa, sin fecha citado en Prieto Castillo & Gutierrez Perez, 1994: 140).
Sin embargo, “Lo popular permite abarcar sintéticamente todas estas situaciones de
subordinación y dar una identidad compartida a los grupos que coinciden en ese proyecto
solidario. Por eso, el término popular se ha extendido como nombre de partidos políticos,
revoluciones y movimientos sociales. En esta polisemia reside también su debilidad”
(Garcia Canclini, 1987). Es desde este conflicto Proyecto Político – Medio (radio,
colectivo, organización, movimiento) – Comunidad en donde los procesos de formación
deben lograr, en una primera instancia el diálogo que permita dar los primeros pasos de
reconocimiento, y posterior adhesión.

7
Análisis de equivalencia discursiva utilizada en el conflicto entre el gobierno argentino, y la
construcción que los medios realizaron en la identidad de los empresarios de los comodities: granos de soja
puestos en el mercado de valores.
Muchos de los movimientos, colectivos, radios, organizaciones, han dedicado mucho de
sus esfuerzos solamente en puntualizar el “enfrentamiento político” hacia aquellos planes,
programas y políticas públicas y privadas que de alguna manera movilizaban resultados
negativos para la comunidad a quien defendían, tomando la posta de ser los “voceros” en
ese combate.

Reconocer que nuestro rol, además de la denuncia y defensa, también significa ser
movilizadores de procesos políticos que busquen construir una realidad distinta, representa
un nuevo replanteo del protagonismo que como sociedad tenemos. Se trata de generar
significados propios y reinvindicativos creados desde el ejercicio de la participación.

Hemos crecido creyendo que la política solo se hace desde un estrado, y por personas
“elegidas, formadas, profesionales, de dinero”. Es el momento de que nuestros procesos
de formación estén dirigidos a romper con los límites de la sola protesta, y comencemos a
apuntar al protagonismo inherente a nuestra dignidad. Superar el binomio
Dignidad=Enfrentamiento y resistencia, por Dignidad=Construcción Política, para poder
definir nuestro propio proyecto político liberador.

3- Contra Hegemónica

Sin embargo no hay que olvidar una de las tareas principales de la comunicación de
nuestros colectivos, y que se da naturalmente desde la desconstrucción de los discursos
naturalizados. Las relaciones de poder, tras el ejercicio de lectura y comprensión, se
encuentran en una posición imposible de seguir reproduciendo, y con el deber de denunciar
las situaciones que de ella se derivaban: la opresión y la violencia simbólica de los
discursos del poder.

Nuestros intentos de comunicación popular, comunitaria, alternativa, alterativa,


contrainformativa, deben en su rol de lucha y denuncia de los discursos del poder un lugar
común y transversal de su naturaleza de ser. Así como Freire denunció la educación
bancaria como una estructura opresiva, el ejercicio de desconstrucción de los discursos, y
posterior generación de discursos propios, exige abandonar y denunciar aquellas prácticas
opresivas de nuestra comunidad inmediata.

4- Liberadora
Retomando la noción de hegemonía, hemos crecido y vivimos sin darnos cuenta que
muchas de las cosas en que creemos no son más que afirmaciones que no nos pertenecen ni
nos representan. El imaginario de orden en el que las equivalencias discursivas fueron
configurando nuestras vidas, han logrado crear límites opresores defendidos por nosotros
mismos: “la pobreza existió siempre”, “no se puede hacer nada contra los poderosos”, “los
que desaparecieron seguro andaban en algo8”.

Así reconocernos en lo que decimos es el proceso de liberación más importante que


podemos construir desde el proceso de comunicación encarado. La comunicación, de esta
manera, no solo interviene en el escenario de medios, sino en especial, interviene en
nuestras subjetividades, en nuestras vidas. Lo nuevo que decimos, que es nuestro, nos
redefine, nos posiciona, nos construye como protagonistas de una identidad colectiva. Nos
reconocemos en lo que ayer fuimos, pero más importante aún, nos valoramos en lo que hoy
somos.

“Está claro, por tanto, que una alternativa de izquierda sólo puede consistir en la construcción
de un sistema de equivalencias distintas, que establezca la división social sobre una base
diferente. Frente al proyecto de reconstrucción de una sociedad jerárquica, la alternativa de la
izquierda debe consistir en ubicarse plenamente en el campo de la revolución democrática y
expandir las cadenas de equivalencias entre las distintas luchas contra la opresión” (Laclau &
Mouffe, 2006: 221).

A modo de Conclusión

Vivimos en un escenario de confrontación permanente por la lucha de sentido, muchas


comunicadoras y comunicadores entienden que la batalla es cultural, y que el desafío se
encuentra en la creación de formatos que respondan a otra forma de pensar la
comunicación y las identidades. No solo se trata de armar trinchera en los medios
comunitarios, alternativos, populares, o de la circulación de contenidos entre los
convencidos de una forma de pensar o de entender o de combatir el modelo económo-
socio-cultural con quien convivimos. Hemos intentado argumentar una forma con la que el
sistema ha construido una estructura cultural de circulación y reproducción cotidiana que
ha mercantilizado todo a nuestro alrededor, ya no hablamos de alimentos sino de

8
Frase utilizada frecuentemente para referirse al por qué de los desaparecidos de la última Dictadura
Militar en Argentina, 1976 – 1983.
commodities, no hablamos de mujeres sino de objetos, no hablamos de salud sino de
estética, etc. Hablamos definitivamente de una reproducción dogmática: hemos crecido
creyendo que las cosas son así, y como son parte de nuestra cotidianidad no hay
cuestionamientos del por qué. Y para esto las publicidades y el resto de los contenidos en
los medios masivos: noticieros, novelas, reality shows, etc., terminan siendo el reproductor
de ese sentir. Por lo antes mencionado, la estrategia se da en los mismos términos y
escenarios; seguramente y de manera conclusiva, nuestros sentidos no encuentren lugares
de disputa en estos medios masivos, sino todo lo contrario, por lo que el desafío es crear
canales y espacios de disputa, sin abandonar la masividad o el ritmo o la estética, no se
trata de copiar modelos, sino de reinventarlos. Se trata pues no solo de instalar temas en
agenda, sino de desconstrucción-resignificación de aquellos que existen y que por el poder
de estos monopolios informativos, son impuestos.

Por esto es que la propuesta no solo busca reflexionar y discutir sobre otra forma de pensar
la comunicación, de pensar los sentidos, sino principalmente, el lugar desde el que
pensamos esa comunicación, y las formas en que la construimos sostenida en el vínculo
creado en esa práctica, quizá, el desafío más difícil. Con esto nos referimos a la
construcción de legitimidad a partir de nuestra idea de consenso, de las consecuencias
lógicas de una forma de pensar y hacer comunicación asentada desde la participación,
consientes que es una posición política de resultados contrahegemónicos y liberadores. El
objetivo final de la propuesta es pensar una comunicación que legitime otras miradas ante
las identidades estigmatizadas desde el discurso hegemónico, pero desde un lugar concreto:
desde nosotros.
Bibliografía

Alabarces, Pablo. (2004). “La leyenda continúa”. Revista Anclajes. Argentina: Ediciones
de la Universidad Nacional de la Plata.

De Certeau, Michel. (1995). La toma de la palabra y otros escritos políticos. México:


UIA-Iteso.

Freire, Paulo. (1972). Pedagogía del Oprimido. BsAs, Argentina: Siglo XXI Argentina
Editores.

García Canclini, Nestor. Ni folcklorico ni masivo ¿Qué es lo popular?.


www.infoamerica.org/documentos_pdf/garcia_canclini1.pdf

Huergo, Jorge. (2000). Hegemonía: un concepto clave para entender la comunicación. La


Plata: Ediciones de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social.

Laclau, Ernesto; Mouffe, Chantal. (2006). Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una
radicalización de la democracia. 2da. Edición en español. Buenos Aires: Fondo de Cultura
Económica

Laclau, E. (1998). “Desconstrucción, pragmatismo, hegemonía”. En C. Mouffe (Comp.).


Desconstrucción y pragmatismo. (97 – 136). Argentina: Editorial Paidos

Prieto Castillo, Daniel y Gutierrez Perez, Francisco. (1994). Mediación Pedagógica para
la Educación Popular. Quito: División de Radio Nederland Internacional.

Pichon-Rivière, Enrique y P. de QUIROGA, Ana. (1985). Psicología de la vida cotidiana.


Buenos Aires: ed. Nueva Visión.

También podría gustarte