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contra el medio ambiente, el hombre comenzó a influir en el cambio climático sin darse cuenta,
mediante los desechos de fábricas y automóviles. En lo que va del nuevo milenio, cada año, más de
6 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, llegan a nuestra atmosfera, producto de la
emisión gases por las industrias, mientras tanto, los expertos afirman, un leve aumento de la
temperatura puede llegar a derretir las capas de hielo polares, existen películas sobre cataclismos y
el fin de un mundo arrasado por la naturaleza sin tener conciencia de lo cercanos que estamos a esa
realidad.
Las obras, son indispensables para el desarrollo de la sociedad, siendo también uno de los
principales responsables de la generación de residuos, contaminación, transformación del entorno y
uso considerable de energía. Para su elaboración es necesario:
2 toneladas de materias primas por cada m2 de vivienda que se construye.
La cantidad de energía usada en la fabricación de los materiales que componen una
vivienda puede ascender a un tercio del consumo energético de una familia durante un periodo de
50 años.
La producción de residuos de construcción y demolición supera la tonelada anual
por habitante.
En este punto es importante mencionar que, por ejemplo, el consumo de electricidad por un
norteamericano en casa, es equivalente a 1.5 ciudadanos, en Francia 2.2 ciudadanos, en Japón 10
ciudadanos y en Nigeria 61 ciudadanos, la razón es la misma del porqué sus construcciones son más
grandes y más ambiciosas en la actualidad, para dar una solución estable a esta problemática se
debe sobreponer el estilo de vida y el consumo en el centro de las negociaciones climáticas.
En cuanto al segundo interrogante, primero hay que saber que la construcción coligada al
desarrollo de los países, mejora y transforma, además, busca satisfacer las necesidades de la
sociedad e impulsa la economía.
Una de las actividades más perjudiciales para los ecosistemas es la perforación para pilotes
cuando se hace con lodos bentoníticos, este material se vuelve desecho por completo y en la
mayoría de los casos termina en el mar, siendo este incapaz de degradarlo a largo plazo. Las
excavaciones, por su parte, afectan las cubiertas vegetales, mientras que las construcciones aledañas
a riveras y cuerpos de agua generalmente crea una alteración de los mismos y en consecuencia, se
presenta la modificación de los flujos y calidad del agua. En la ciudad, el agua de lavado de las
obras de construcción contiene una cantidad considerable de sólidos suspendidos, hecho que altera
los sistemas de alcantarillado y plantas de tratamiento, sin mencionar el polvo que se genera y
contamina el aire.
En los años recientes se ha venido instaurando y optimizando la gestión ambiental según las
normas ISO, que tienen como fin dar tratamiento a los impactos o cambios, ya sean adversos o
beneficiosos, derivados de las diferentes prácticas en las distintas etapas del desarrollo de una
construcción.
Finalmente, todos los procesos de vida como individuos y como sociedad, los modos de
transporte (barcos, trenes, aviones, autos), la forma en que producimos comida, el cómo
construimos ciudades, casi todo libera dióxido de carbono y eso lleva al cambio climático. Hace
más de 20 años se dice que es necesario hacer algo para detener estas consecuencias, pero solo
algunos países del primer mundo trabajan en remediarlo, desde una perspectiva ingenieril, este
aporte está en aplicar los conocimientos apoyados en las nuevas tecnologías para preservar el
entorno sin frenar el desarrollo.