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Facultad de Filosofía y Letras

Cátedra: Introducción a la Psicología - Teorías psicológicas (Plan 2012)


Si hacemos caso a lo que se abre desde una posición como la que hemos
Roberto Follari
brevísimamente delineado (desarrollarla implicaría un trabajo más largo que
Epistemología y Sociedad. Acerca del debate el que cabe a esta publicación), caerían toda una serie de supuestos que
suelen darse por obvios, y pretendidamente “naturales”:
contemporáneo.
1. La ciencia no señala cómo son los hechos; sólo el comportamiento
Rosario, Santa Fe: Homo Sapiens Ediciones, 2000
ideal de leyes que en la realidad fáctica nunca se dan aisladas3. Es decir: la ley
de la gravitación universal se cumple, pero siempre existen resistencias a la
caída de los cuerpos; muy claro resulta el caso de los planos inclinados, o las
CAPÍTULO 1: LA CIENCIA COMO “REAL MARAVILLOSO” variaciones de temperatura de hervor de los líquidos de acuerdo a la altitud,
etc. En una palabra: las leyes científicas nunca surgen de una simple lectura
Nada más exacto y objetivo que el conocimiento científico, según las
inmediata del comportamiento de lo real.
versiones aceptadas por el sentido común de los científicos mismos. Nada
más parecido al “dibujo natural del mundo” que el mapa que ofrece la 2. La ciencia no “dice lo real”, sino que lo explica por medio de teorías.
ciencia, según las difundidas tesis de las epistemologías más anticuadas y – Ello implica que la ciencia no surge de la observación –según a menudo se
sin embargo- más conocidas, al menos en Argentina1. La pereza del cree4- sino que implica siempre la existencia de supuestos previos que son
pensamiento y la apelación a la intuición sensible –lo cual son dos modos de puestos a contrastación por vía de la experiencia. Este es uno de los puntos
decir lo mismo2-, se imponen masivamente para hacernos creer que el que más contradicen la supuesta evidencia: como “lo real no habla”5, sólo se
conocimiento científico es una especie de fotografía de la realidad, una copia hace inteligible en orden a los interrogantes conceptuales que se le
pasiva de sus características intrínsecas. Esto oculta el hecho de que la formulan.
ciencia es una producción, una construcción: por tanto, de ninguna manera 3. en continuidad con el punto anterior, la ciencia implica apelar a
una simple constatación de algo pre-constituido. Y, a partir de allí, que en teorías, y ello a provocar recortes empíricos disímiles. Dicho más fácilmente:
realidad –al decir del filósofo Heidegger- la ciencia es un fruto del la observación no es neutral ni objetiva, se capta diferencialmente de
platonismo. La ciencia sería resultado de las tendencias espiritualizantes acuerdo con cuáles son los supuestos –explícitos o no- que ordenan la
propias del pensamiento occidental postulado por los griegos (tras destronar mirada del observador. De modo que sólo para aquellos que
a los sofistas): de modo que su exactitud, su supuesta certidumbre, no serían convencionalmente se han puesto de acuerdo sobre los criterios y protocolos
otra cosa que la negación cerrada de la falibilidad, la imposibilidad de observacionales, cabe establecer luego bases intersubjetivamente válidas
aseguramiento, y la contingencialidad propias del conocimiento –y el para observaciones en las que pudieran acordar los tipos de descripción
acontecer- humanos. empírica. A teorías (o a “paradigmas”) diferentes, corresponden recortes
La ciencia puede así ser advertida en lo que tiene de “objetivación”, más empíricos diferentes (modalidades disímiles de clasificación, por ej.).
que de “objetividad”; es el fruto de una cierta forma de poner los objetos en 4. Teorías diferentes implican también categorías de análisis disímiles en
perspectiva, de captar sus aspectos legaliformes y repetibles, de modo de relación a “los mismos” objetos del mundo (en realidad, al categorizarlos
hacer desaparecer de la percepción aquello que –visto como desordenado- diferencialmente deja de ser factible tomarlos simplemente por “los
queda fuera de dicho campo de estipulación previa. mismos”)6. Es decir: se plantea la cuestión de la diferencia de lenguaje entre
teorías. Si –como toda la concepción pragmática del lenguaje muestra7- el
Follari, R.: La ciencia como real maravilloso

lenguaje no refiere inmediatamente a lo real, sino lo hace por mediación de funcione como supuesto “experimento crucial” definitorio, como se pensaba
condiciones socioculturales específicas, cabe establecer que no existe un desde el Círculo de Viena (fundador del positivismo lógico).
lenguaje neutro interteórico que pudiera remitir directamente a lo real para
7. La ciencia no progresa linealmente, sino por rupturas. Es decir: una
resolver diferencias, o para permitir comunicación fluida. Ello lleva al tema
nueva teoría habitualmente plantea corte, no continuidad con la anterior.
de la “inconmensurabilidad” entre teorías8 o paradigmas, que planteara
Así, la ciencia no devela gradualmente una realidad pre-dada cuyas
Kuhn: dos teorías diferentes se sostienen en supuestos diferentes, y ello
características van apareciendo cada vez más, sino define tal realidad en
implica –por ej.- diferencia en cuanto a qué se entiende por ejemplo
cada caso diferencialmente según el tipo de aproximación teórica13.
relevante, qué por prueba empírica suficiente, etc. La consecuencia es
evidente: dos teorías no pueden resolver argumentativamente sus 8. Una teoría científica no se cae por un contraejemplo. Lejos de la
diferencias, ni tampoco empíricamente, dado que sus protocolos de validez imaginería experimentalista, se ha mostrado que una teoría resiste casos
son no/homologables. La ciencia crecerá –muestra Kuhn- en razón de su adversos, hasta tanto exista otra mejor que sea capaz de resolverlos.
posibilidad de resolver problemas, no de su mayor racionalidad en función de Ninguna teoría cae hasta que exista otra que la reemplace, por lo cual una
algún supuesto patrón neutro de lo que se pudiera entender por esta9. teoría se sostiene mientas sus contraejemplos sean escasos, y resulte
heurísticamente útil en la resolución de problemas de investigación.
5. No existe “el” método científico, fetiche preferido de la mitología
científica. El método depende del específico objeto, y por ello es variable en 9. Los científicos no son grandes racionalistas dedicados a la cuestión de
cada caso. Imposible practicar con el experimentalismo en Antropología, o confirmar o refutar teorías, sino hombres ligados a la resolución de
para realizar el análisis clínico en Psicología o Medicina. Las ciencias no problemas concretos de investigación, que suelen ser inconcientes de los
comparten un método –como machaconamente insiste el positivismo en supuestos teóricos de su actividad. Es esto lo aportado por la noción
retirada10-, sino la rigurosidad metódica (respecto de la coherencia interna, la kuhniana de “paradigma”, y ayuda a demitificar la noción de lo que son los
postulación de teorías públicamente expuestas, la contrastación empírica, el científicos, su actividad y sus productos. La mayoría de los científicos cree
alcance del contenido empírico, etc.). Como bien se ha señalado, la habérselas directamente con la realidad, no asume estar mediado por
insistencia en la cuestión del método suele esconder la incapacidad para supuestos conceptos específicos.
advertir los problemas epistemológicos de fondo en la construcción de la 10. El científico –en consonancia con lo anterior, y en contra de
ciencia11. posiciones como la de Popper- no es un desinteresado buscador de
6. Las teorías científicas no están comprobadas, en tanto son imposibles verdades, sino un sujeto socialmente condicionado que busca, en primer
de comprobar. Ya lo mostró sobradamente Popper12: en tanto los casos lugar, legitimarse dentro de la comunidad científica. El elemento objetivo de
nunca pueden agotarse, siempre una teoría podría hallar un futuro su posición no es la referencia a una realidad incontaminada, sino a una
contraejemplo. Podría establecerse una teoría como falsa, pero es imposible situación social objetiva dentro de un campo de relaciones de poder en el
demostrarla verdadera. De modo que someter las teorías a contrastación aparato institucional de los científicos, el “campo” (Bourdieu). Los científicos
empírica es sin duda necesario, pero no permite asumir como válida la teoría no buscan abstracto conocimiento, sino concreto reconocimiento14.
que pase positivamente la prueba. Es más: varias teorías pueden resistir las 11. Las posiciones que se tome en las querellas de interpretación
mismas pruebas empíricas positivamente, ser coherentes con ellas, sin ser científica, están condicionadas por el lugar relativo que se ocupa dentro del
teorías equivalentes o coextensivas. Esto haría que hubiera “más de una espacio social global, y también en el espacio de las jerarquías científicas. Las
teoría verdadera sobre el mismo objeto”, y que la prueba empírica no tomas de posición en el campo del conocimiento están afectadas por

2
Follari, R.: La ciencia como real maravilloso

situaciones contextuales ajenas a lo científico mismo, de las cuales a menudo


el científico no es conciente15. diferentes”; contra esta posición se ubicó H.Putnam con su “teoría causal de la re-
ferencia”, por ej. En su El significado de significado, Cuadernos de Crítica, UNAM,
En fin, podríamos continuar atentando contra los prejuicios constituidos México, 1984. Putnam ha atenuado su posición inicial sin haberla abandonado, ver
sobre la ciencia. Advertir su relación con la dominación y el poder (Foucault, su Las mil caras del realismo, Paidós, Barcelona, 1994
Escuela de Frankfurt), enmarcarla en relación a intereses específicos que 7
Esta teoría va desde lo aportado por J.Austin en su clásico Cómo hacer cosas con
condicionan su tipo de perspectiva (Habermas), insistir en su actual creciente
palabras (Paidós, Barcelona, 1988), a lo retomado en las conocidas obras de Um-
y peligrosa puesta al servicio de necesidades pragmáticas del aparato político berto Eco.
y económico (Lyotard). O adentrarnos por la ruta que muestra que los 8
sistemas físiconaturales también son productivos, y por ello no limitables a la KUHN, T. La estructura… op.cit., cap. 10
9
explicación causalista clásica (Prigogyne): lo cierto es que los caminos están GÓMEZ, R. Kuhn y la racionalidad científica. ¿Hacia un kantianismo posdarwinia-
lejos del bostezo positivista que aún habita la mentalidad de un amplio no?, en O.Nudler et al: La racionalidad en debate, Centro Editor de A.Latina, tomo
campo de los científicos prácticos. A estos, les cabe todavía a pleno la frase I, BsAs, 1993
que –en un ámbito de influencia- sostenía C.Marx: “lo hacen, pero no lo 10
Esta insistencia en EL método aparece en las obras de Bunge, incluso una de las
saben”. primeras lleva ese nombre
11
P.Bourdieu et al., op.cit.
12
QUINE, W. Teorías y cosas, UNAM, México, 1986; B.Magee: Popper, Grijalbo, Bar-
celona, 1974
13
Esto es lo que sostiene Kuhn, a partir de la obra citada y también –con matices
específicos- en sus trabajos posteriores. Su posición tuvo el importante apoyo de la
“concepción no-enunciativa de las teorías” de W.Stegmüller, basada en la lógica y
Notas la teoría matemática de conjuntos, lo que desmintió la supuesta “irracionalidad”
1
Estas posiciones las defienden autores como Mario Bunge o G. Klimovski, ambos atribuida por los logicistas a la posición kuhniana. Ver Stegmüller, Estructura y di-
con fuerte peso en nuestro país, aún cuando muy diferente calidad en sus aportes námica de teorías, Ariel, Barcelona, 1983
(el primero es autor de más de treinta libros internacionalmente reconocidos, 14
WOOLGAR, S. Ciencia: abriendo la caja negra, Anthropos, Madrid, 1994. Este autor
mientras el segundo tiene una limitada obra escrita) –junto a Latour- ha abierto una decisiva veta de análisis concreto de lo que los
2
BACHELARD, G. La formación del espíritu científico, Siglo XXI, México, 1979 científicos realmente hacen (no lo que “creen hacer”), aún casi desconocida en Ar-
3
gentina, a pesar de que ya cuenta con más de una década de vigencia.
OLIVÉ, L. Conocimiento, sociedad y realidad (problemas del análisis del conocimien- 15
to y el realismo científico), F.C.E., México, 1988 BARNES, B. Kuhn y las ciencias sociales, F.C.E., México, 1986; C.Prego, Las bases
4
sociales del conocimiento científico (la revolución cognitiva en sociología de la cien-
CHALMERS, A. Qué es esa cosa llamada ciencia, Siglo XXI, Madrid, 1987, el capítulo cia), Centro Editor de A.Latina, BsAs, 1992
sobre “el inductivismo ingenuo”
5
BOURDIEU, P. et al: El oficio del sociólogo, Siglo XXI, Buenos Aires, 1975
6
KUHN, T. La estructura de las revoluciones científicas, F.C.E., México, cap. 10, donde
sostiene que científicos que están en paradigmas diferentes se ubican en “mundos

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