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Pablo Uribe
Factores geométricos:
o La Altura será un factor desencadenante geométrico ya que a mayor altura, un talud
presentará mayor inestabilidad, menor control de fragmentación de elementos, reducción en
la cohesión, mayores probabilidades de fluencia y estados tensionales.
o En cuanto a la Inclinación, un talud más tendido significara mayor seguridad y menor
probabilidad de desprendimientos y desprendimientos, pero no será tan rentable; es por eso
que se debe encontrar un ángulo optimo que garantice un equilibrio entre la seguridad y la
economía.
Factores geológicos:
o La Litología y la estratigrafía son componentes desencadenantes, ya que según la
composición del suelo o roca, se presentará una mayor sensibilidad ante factores
desencadenantes. Esto se debe a que existe un amplio rango de propiedades físicas y
mecánicas según el tipo de terreno. Por ejemplo, ante la presencia de agua, el
comportamiento de un suelo granular será diferente al de un suelo cohesivo.
o Estructura geológica y discontinuidades: La distribución espacial de las discontinuidades
en macizos rocosos dará lugar a una individualización de los bloques de la matriz rocosa.
Dichos bloques tendrán características resistentes independientes, que los harán más o menos
propensos a presentar planos preferentes de rotura, que podrán desencadenar inestabilidades y
desprendimientos.
Factores hidrogeológicos:
o El Agua es el factor de mayor incidencia y contrario a la estabilidad de los taludes. Su
presencia causará efectos como el aumento de presiones intersticiales, generando un
incremento en el estado tensional del suelo o roca; erosión y arrastre tanto superficial como
internamente; meteorización y cambios en la composición mineralógica que pueden venir
acompañados de una reducción en la resistencia; cambios de volumen con su consiguiente
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aumento de presiones en suelos arcillosos; aparición de grietas de tracción que con el tiempo
pueden volverse en superficies de rotura; reducción en la resistencia al corte y aumento del
peso del material a soportar.
Factores geotécnicos
o Los parámetros resistentes de la roca condicionaran la dirección de la rotura. Esta puede
presentarse en contra o a favor de la discontinuidad según la cohesión o ángulo de
rozamiento que presente el suelo. En los macizos rocosos, la resistencia de la matriz
rocosa y la presencia de discontinuidades harán más o menos competente a la roca ante
inestabilidad.
Hielo y nieve
o Dichos factores producirán disgregaciones mecánicas en el macizo cuando hay presencia de
agua intersticial. Al congelarse, las presiones internas de la roca aumentarán, incrementando
del mismo modo el volumen que dará lugar a una meteorización interna tanto física como
química. Del mismo modo, el hielo y la nieve dificultaran el drenaje de un talud,
condicionante clave para lograr una estabilidad prolongada. Por último, la presencia de nieve
en la superficie puede considerarse como una carga adicional sobre el terreno, afectando su
estabilidad.
Cargas dinámicas
o Los sismos y vibraciones externas pueden causar aperturas en las discontinuidades
existentes, por lo que la resistencia al corte se verá reducida, siendo más factible la caída de
material. Igualmente, las aceleraciones verticales y horizontales que ocurren durante un sismo
pueden dar lugar a fluctuaciones en las tensiones que pueden desencadenar en deformaciones
considerables del terreno (licuefacción).
Tensiones naturales
o La liberación de tensiones ante la excavación de un talud generaran un cambio en el estado
natural de tensiones. Si estas variaciones son repentinas, se presentaran grietas y aperturas
de discontinuidades que comprometerán la resistencia al corte del macizo.
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Meteorización
o El proceso de meteorización causara una pérdida progresiva del material que reducirá las
propiedades resistentes del macizo.
Actividad biológica
o Los factores negativos de la presencia de vegetación consisten en una constante
disgregación del terreno ante el crecimiento de la raíces. Cuando esto sucede, es común que
se presenten grietas y fisuras en el terreno.
Actividad humana
o Procesos constructivos como excavaciones, voladuras y sobrecargas del terreno generan
un cambio en el estado de equilibrio tensional del suelo, que si no son realizados
controladamente, pueden dar lugar a movimientos del terreno.
Para concluir, a la hora de analizar la estabilidad de un talud, es recomendable que se realice un estudio
previo de calidad, que permita evaluar los factores mencionados previamente en su totalidad. Para esto, es
esencial la comunicación entre los distintos actores que intervienen en esta fase previa. Desde el ingeniero
geotecnista, como el geólogo y la empresa encargada de la excavación; deberán de estar en constante
comunicación y armonía para un desarrollo adecuado del proyecto.
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Los métodos Determinísticos están subdivididos en dos grandes grupos a su vez: métodos de equilibrio
límite y métodos tenso-deformacionales.
Métodos de equilibrio límite: se fundamentan en las leyes de la estática para determinar el estado de
equilibrio de una masa rígida (talud + superficies de deslizamiento) potencialmente inestable, sin
considerar las deformaciones. Estos métodos son los más comunes en el ámbito ingenieril ya que son
aplicables para distintos casos, a pesar de que su análisis no es tan completo como los tenso-
deformacionales, y se basa en un numero de hipótesis para garantizar facilidad:
o superficie de rotura con geometría que facilita el deslizamiento
o distribución de fuerzas en las que se considera el peso específico del material y la presión del
agua
o la resistencia es total y simultánea en el plano de rotura
o el criterio de rotura se basa en el criterio Mohr-Coulomb
o el Factor de Seguridad es constante a lo largo de la falla
A su vez, los métodos de equilibrio límite se dividen en dos subgrupos según la exactitud del valor del
Factor de Seguridad obtenido:
1. Métodos exactos: se obtiene una solución exacta para el problema tras una serie de
simplificaciones. Se emplean en Rotura Planar y Rotura en Cuña.
2. Métodos no exactos: se emplean en problemas hiperestáticos. Se clasifican en:
a. Masa total deslizante (Taylor y Hoek & Bray). . Se considera el equilibrio global del
terreno.
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Como se puede observar, los métodos de cálculos de estabilidad en taludes son muy variados. Es clave
una adecuada elección para el proyecto a trabajar, ya que si se encuentra un terreno homogéneo, o un tipo
de rotura sencillo, se deberá de emplear un método que no dificulte en exceso el cálculo de su estado. Por
el contrario, proyectos de alta importancia y de gran sensibilidad, requerirán metodologías que están más
apoyadas en la tecnología y que garanticen una mayor precisión en los resultados.