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1.

Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I Primera Parte


2. PARTE GENERAL 1
3. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I Capítulo Primero DEL
DERECHO PENAL De las distintas ramas del conocimiento humano, el Derecho
es sin duda una de las más antiguas, cuya misión ha sido regular la conducta de
los hombres a través del complicado devenir histórico de la sociedad, tratando de
alcanzar la justicia, la equidad y el bien común, como los valores fundamentales
más altos a los que aspira el Derecho; y de las ciencias eminentemente jurídicas,
es sin lugar a dudas el Derecho Penal la disciplina más vieja, cuya misión siempre
ha sido filosóficamente, proteger valores fundamentales del hombre, tales como:
su patrimonio, su dignidad, su honra, su seguridad, su libertad, y su vida como
presupuesto indispensable para gozar y disfrutar de todos los demás; hasta llegar
a la protección del Estado y de la Sociedad en la medida en que se tutele y se
garantice la convivencia humana. Es el Derecho Penal pues, la melancólica
ciencia del delito y del delincuente, y a decir de Raúl Carrancá y Trujillo [1980:12],
un clásico venerable –Rossi-escribió que el Derecho Penal es la más importante
rama entre todas las ciencias de las leyes, ya por sus relaciones morales, bien por
las políticas, todo progreso de la ciencia penal es un beneficio para la humanidad,
y por ello economiza sufrimientos y, sobre todo, secunda la marcha del hombre
hacia su desenvolvimiento moral. I. DEFINICIÓN Tradicionalmente se ha definido
el Derecho Penal en forma bi- partita, desde el punto de vista subjetivo y desde el
punto de vista objetivo; consideramos que esta división aún sigue siendo válida en
principio para la enseñanza de esta disciplina, ya que ubica al que lo estudia, en
un punto en el que estratégicamente puede darse cuenta como nace y como se
manifiesta el Derecho Penal para regular la conducta humana y mantener el orden
jurídico, 3
4. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. por medio de la protección social
contra el delito. 1. DESDE EL PUNTO DE VISTA SUBJETIVO (JUS PUNIENDI)
Es la facultad de castigar que tiene el Estado como único ente soberano
(Fundamento filosófico del Derecho Penal); es el derecho del Estado a determinar
los delitos, señalar, imponer y ejecutar las penas correspondientes o las medidas
de seguridad en su caso. Si bien es cierto la potestad de “penar” no es un simple
derecho, sino un atributo de la soberanía estatal, ya que es al Estado con
exclusividad a quien corresponde esta tarea, ninguna persona (individual o
jurídica), puede arrogarse dicha actividad que viene a ser un monopolio de la
soberanía de los Estados. 2. DESDE EL PUNTO DE VISTA OBJETIVO (JUS
POENALE) Es el conjunto de normas jurídico-penales que regulan la actividad
punitiva del Estado; que determinan en abstracto los delitos, las penas y las
medidas de seguridad, actuando a su vez como un dispositivo legal que limita la
facultad de castigar del Estado, a través del principio de legalidad, de defensa o de
reserva que contiene nuestro Código Penal en su artículo 1º. (Nullum Crimen,
Nulla Poena sine Lege), y que se complementa con el artículo 7º. Del mismo
Código (Exclusión de Analogía). En suma podemos definir el Derecho Penal
Sustantivo o Material (como también se le llama), como parte del derecho
compuesto por un conjunto de normas establecidas por el Estado que determinan
los delitos, las penas y/o las medidas de seguridad que han de aplicarse a quienes
los cometen. A continuación exponemos algunas definiciones de distintos
tratadistas: Derecho Penal, es la ciencia que determina el contenido de las
facultades que corresponden al Estado como sujeto de la actividad punitiva.
(Berner Brusa. Tratado de Derecho Penal Italiano). 4
5. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I Derecho Penal, es el
conjunto de reglas jurídicas establecidas por el Estado, que asocian al crimen
como hecho, la pena como legítima consecuencia. (Franz Von Liszt. Tratado de
Derecho Penal Alemán). Derecho Penal, es el conjunto de normas jurídicas que
determinan los delitos, las penas que el Estado impone a los delincuentes y las
medidas de seguridad que el mismo establece. (Eugenio Cuello Calón. Derecho
Penal Español). Derecho Penal, es la parte del derecho compuesta por un
conjunto de normas dotadas de sanción retributiva. (Sebastián Soler. Derecho
Penal Argentino). Derecho Penal, es el conjunto de leyes mediante las cuales el
Estado define los delitos, determina las penas imponibles a los delincuentes y
regula la aplicación concreta de las mismas a los casos de incriminación. (Raúl
Carrancá y Trujillo. Derecho Penal Mexicano). Zaffaroni, Alagia y Slokar, estiman
que el Derecho Penal es una rama de saber jurídico que mediante la
interpretación de leyes penales propone a los jueces un sistema orientador de
decisiones que contiene y reduce el poder punitivo, para impulsar el progreso del
Estado Constitucional de Derecho (Derecho Penal, parte general 2,000, pag. 4) II.
NATURALEZA JURÍDICA DEL DERECHO PENAL Cuando inquirimos sobre la
naturaleza jurídica del Derecho Penal, tratamos de averiguar el lugar donde éste
nace y la ubicación que tiene dentro de las distintas disciplinas jurídicas, y así
cabe preguntarnos: si pertenece al Derecho Privado, al Derecho Público o si
pertenece al Derecho Social, que son los tres escaños en que se le ha tratado de
ubicar. 5
6. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. El hecho que algunas normas de
tipo penal o procesal penal, puedan dar cierta intervención a los particulares en la
sustanciación del proceso o en la iniciación del mismo por la clase de delito que se
trate (instancia de parte interesada por ser delito privado, el perdón del ofendido y
el sobreseimiento del proceso en ciertos delitos privados, etc. ), no es ninguna
justificación válida para pretender situar al Derecho Penal dentro del Derecho
Privado (como el Derecho Civil y el Derecho Mercantil); la venganza privada como
forma de reprimir el delito, dejando a los particulares hacer su propia justicia, ha
sido formalmente desterrada del Derecho Penal Moderno, y si bien es cierto que
aún pueden darse algunos casos en nuestro medio, esto no solo es ilegal sino
absurdo en una sociedad civilizada y jurídicamente organizada, donde solamente
al Estado corresponde determinar los delitos y establecer las penas o medidas de
seguridad. La intervención de los particulares en la ejecución de la pena, es en los
libros tan sólo un recuerdo histórico de las formas primitivas de castigar. Algunos
tratadistas, en época reciente y amparados por las novedosas corrientes de la
defensa social contra el delito, han pretendido ubicar al Derecho Penal dentro del
Derecho Social (como el Derecho de Trabajo y el Derecho Agrario), sin embargo
tampoco se ha tenido éxito. El Derecho Penal es una rama del Derecho Público
Interno que tiende a proteger intereses individuales y colectivos (públicos o
sociales); la tarea de penar o imponer una medida de seguridad es una función
típicamente pública que solo corresponde al Estado como expresión de su poder
interno producto de su soberanía, además de que la comisión de cualquier delito
(privado, público o mixto) genera una relación directa entre el infractor y el Estado
que es el único titular del poder punitivo, en tal sentido, consideramos que el
Derecho Penal sigue siendo de naturaleza jurídica pública. Es necesario indicar,
que la relacionada distinción entre Derecho Público y Privado, es en la actualidad,
puramente referencial, pues en la práctica, hay muchas actividades del Derecho
Privado que se ven inmersas en el Derecho Público y viceversa, al extremo que se
piensa que la gran polaridad entre lo público y privado, existente en la época de
filósofos del Derecho como G. Radbruch, se encuentra por lo menos en 6
7. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I crisis. III. CONTENIDO
DEL DERECHO PENAL Es importante observar técnicamente, una diferencia
entre el “Derecho Penal” y la “Ciencia del Derecho Penal”, y se hace precisamente
delimitando su contenido. Mientras que el Derecho Penal se refiere a un conjunto
de normas jurídico-penales creadas por el Estado para determinar los delitos, las
penas y las medidas de seguridad; la Ciencia del Derecho Penal se refiere a un
conjunto sistemático de principios, doctrinas y escuelas, relativas al delito, al
delincuente, a la pena y a las medidas de seguridad. La ciencia del Derecho Penal
(que comprende al Derecho Penal desde el punto de vista filosófico, buscando su
razón de ser) es una disciplina eminentemente jurídica; sin embargo, al estudiar el
delito no debe hacerlo únicamente como “entre jurídico”, como una manifestación
de la personalidad del delincuente; y al estudiar la pena no debe hacerse
únicamente como una sanción retributiva para mantener la tutela jurídica o
restaurar el orden jurídico perturbado (error que también se señala a los clásicos),
sino también como un medio de defensa social, incluyendo el estudio de las
medidas de seguridad para la prevención del delito y la rehabilitación del
delincuente. 1. PARTES DEL DERECHO PENAL El Derecho Penal o la Ciencia
del Derecho Penal, para el estudio de su contenido (el delito, el delincuente, la
pena y las medidas de seguridad), tradicionalmente se ha dividido en dos partes,
que coincide también con la división de la mayor parte de códigos penales del
mundo (entre ellos el nuestro). 1.1. LA PARTE GENERAL DEL DERECHO PENAL
Se ocupa de las distintas instituciones, conceptos, principios, catego- rías y
doctrinas relativas al delito, al delincuente, a las penas y las medidas de 7
8. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. seguridad, tal es el caso del Libro
Primero del Código Penal guatemalteco. 1.2. LA PARTE ESPECIAL DEL
DERECHO PENAL Se ocupa de los ilícitos penales propiamente dichos (delitos y
faltas) y de las penas y las medidas de seguridad que han de aplicarse a quienes
los cometen, tal es el caso del Libro Segundo y Tercero de nuestro Código Penal.
2. RAMAS DEL DERECHO PENAL Desde un punto de vista mucho más amplio
(Lato Sensu), el Derecho Penal se ha dividido para su estudio en tres ramas: 2.1.
EL DERECHO PENAL MATERIAL O SUSTANTIVO Se refiere a la “sustancia”
misma que conforma el objeto de estudio de la Ciencia del Derecho Penal, como
es el delito, el delincuente, la pena y las medidas de seguridad; y que legalmente
se manifiesta contemplado en el Decreto 17-73 del Congreso de la República
( que es el Código Penal Vigente) y otras leyes penales de tipo especial. 2.2. EL
DERECHO PENAL PROCESAL O ADJETIVO Busca la aplicación de las leyes del
Derecho PENAL Sustantivo a través de un proceso, para llegar a la emisión de
una sentencia y consecuentemente a la deducción de la responsabilidad penal
imponiendo una pena o medida de seguridad y ordenando su ejecución. Se refiere
pues, al conjunto de normas y doctrinas que regulan el proceso penal en toda su
sustanciación, convirtiéndose en el vehículo que ha de transportar y aplicar el
Derecho Penal Sustantivo o Material, y que legalmente se manifiesta a través del
Decreto 51-92 del Congreso de la República (que es el Código Procesal Penal
vigente). Confiamos en que la agilización del proceso penal y la aplicación de una
pronta y debida justicia penal, sólo puede intentarse –como ya se hace en 8
9. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I la mayoría de
legislaciones modernas, dentro de las cuales puede colocarse el nuevo Código
Procesal Penal (decreto 51-92)-con un proceso penal oral desprovisto de todo tipo
de burocratización con ayuda de la moderna tecnología científica. 2.3. EL
DERECHO PENAL EJECUTIVO O PENITENCIARIO Se refiere al conjunto de
normas y doctrinas que tienden a regular la ejecución de la pena en los centros
penales o penitenciarios destinados para tal efecto, y que por cierto en nuestro
país no se encuentra codificado ya que lo único que existe son normas
reglamentarias de tipo carcelario. Tanto el Derecho Penal Sustantivo, como el
Derecho Procesal Penal o Adjetivo, gozan de autonomía, como disciplinas
independientes, cada una tiene sus propios principios, métodos y doctrinas, lo cual
no debe entenderse como una separación absoluta entre ambas, ya que una es
indispensable para la aplicación de la otra. En Guatemala contamos con un
Código Penal que además de adolecer de una serie de errores técnico-científicos
(multiplicidad de figuras delictivas, penas mixtas de prisión y multa, etc.), y carecer
de aspectos fundamentales (no define lo que es el delito, ni lo que debe
entenderse por pena, etc.), también hay que decir que hay una serie de
instituciones producto del Derecho Penal Moderno (medidas de seguridad,
suspensión condicional de la pena, perdón judicial, libertad condicional, etc.), que
si se aplicaran debidamente y en el tiempo prudente, contribuirían no sólo a aplicar
la debida justicia, sino a lograr los fines del Derecho Penal. En cuanto al Derecho
Penal Ejecutivo o Penitenciario se refiere, en nuestro país no se ha logrado su
independencia como una disciplina autónoma; no existe una codificación particular
y cuando se estudia, se hace como parte del Derecho Penal o Procesal Penal, en
tanto que, en la práctica depende del Poder Judicial, por cuanto que el Código
Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República, entre innovaciones
jurídicas que contiene, regula la figura del juez de ejecución, que será el
encargado de aplicar la política penitenciaria. El sistema carcelario depende del
Poder Ejecutivo (Ministerio de Gobernación). Hoy día la mayoría de especialistas 9
10. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. propugnan por su legítima
independencia; en ese sentido la separación del Derecho Penitenciario del
Derecho Penal ha sido sostenida insistentemente por Novelli, quien lo considera
como un conjunto de normas jurídicas que regulan la ejecución [Novelli.
“Autonomía del Derecho Penitenciario”. Revista Penal y Penitenciaria citada por
Rafael Cuevas del Cid. 1954:45]. Y, para subrayar la importancia de esta disciplina
vale mencionar lo expuesto por el profesor Palacios Motta al decir que en la
ejecución penitenciaria se asienta el éxito o el fracaso de todo sistema penal. Se
sabe que actualmente se encuentra en el Congreso de la República, un proyecto
de Ley Penitenciaria, que puede ser un inicio de la reforma tan necesaria en este
campo. IV. FINES DEL DERECHO PENAL El Derecho Penal o Criminal, que es el
verdadero, auténtico y genuino Derecho Penal (no confundirlo con el Derecho
Penal Disciplinario o Administrativo), ha tenido tradicionalmente como fin el
mantenimiento del orden jurídico previamente establecido y su restauración a
través de la imposición y la ejecución de la pena, cuando es afectado o
menoscabado por la comisión de un delito; en ese orden de ideas corresponde al
Derecho Penal o Criminal castigar los actos delictivos que lesionan o penen en
peligro intereses individuales, sociales o colectivos, de ahí el carácter sancionador
del Derecho Penal; sin embargo el Derecho Penal moderno con aplicación de las
discutidas medidas de seguridad ha tomado otro carácter, el de ser también
preventivo y rehabilitador, incluyendo entonces dentro de sus fines últimos la
objetiva prevención del delito y la efectiva rehabilitación del delincuente para
devolverlo a la sociedad como un ente útil a ella. V. CARACTERÍSTICAS DEL
DERECHO PENAL a) Es una Ciencia Social y Cultural. Atendiendo a que el
campo del 10
11. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I conocimiento científico
aparece dividido en dos clases de ciencias: las ciencias naturales por un lado y las
ciencias sociales o culturales por el otro, se hace necesario ubicar a nuestra
disciplina en uno de ambos campos, ya que los dos tienen características
distintas, así por ejemplo: en las ciencias naturales el objeto de estudio es “psico-
físico; mientras en las ciencias sociales es el producto de la voluntad creadora del
hombre; el método de estudio de las ciencias naturales es “experimental” mientras
en las ciencias sociales o culturales es “racionalista”, “especulativo” o “lógico
abstracto”; en las ciencias naturales la relación entre fenómenos es “causal” (de
causa a efecto); mientras que en las ciencias sociales o culturales es “teleológica”
(de medio a fin); las ciencias naturales son ciencias del “Ser” mientras las ciencias
sociales o culturales son del “Deber Ser”; de tal manera que el Derecho Penal, es
una ciencia social, cultural o del espíritu, debido a que no estudia fenómenos
naturales enlazados por la causalidad, sino regula conductas en atención a un fin
considerado como valioso; es pues, una ciencia del deber ser y no del ser. b) Es
Normativo. El Derecho Penal, como toda rama del Derecho, está compuesto por
normas (jurídico-penales), que son preceptos que contienen mandatos o
prohibiciones encaminadas a regular la conducta humana, es decir, a normar el
“debe ser de las personas dentro de una sociedad jurídicamente organizada. c) Es
de Carácter Positivo. Porque es fundamentalmente jurídico, ya que el Derecho
Penal vigentes es solamente aquél que el Estado ha promulgado con ese carácter.
d) Pertenece al Derecho Público. Porque siendo el Estado único titular del
Derecho Penal, solamente a él corresponde la facultad de establecer delitos y las
penas o medidas de seguridad correspon- dientes. El Derecho Penal es
indiscutiblemente Derecho Público Interno, puesto que el establecimiento de sus
normas y su aplicación, está confiado en forma exclusiva al Estado, investido de
poder público. La represión privada sólo puede considerarse como una 11
12. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. forma histórica definitivamente
superada [Cuevas del Cid, 1954: 34]. e) Es Valorativo. Se ha dicho que toda
norma presupone una valoración (el Derecho Penal es eminentemente valorativo),
y a decir del profesor argentino Sebastián Soler, esta cualidad de toda norma es
particularmente manifiesta en las leyes penales, ya que carecerían de todo sentido
las amenazas penales si no se entendiera que mediante ellas son protegidos
ciertos bienes e intereses jurídicamente apreciados. Es decir, que el Derecho
Penal está subordinado a un orden valorativo en cuanto que califica los actos
humanos con arreglo a una valoración; valorar la conducta de los hombres. f) Es
Finalista. Por que siendo una ciencia teleológica, su fin primordial es resguardar el
orden jurídicamente establecido, a través de la protección contra el crimen. La ley-
dice Soler-regula la conducta que los hombres deberán observar con relación a
esas realidades, en función de un “fin” colectivamente perseguido y de una
valoración de esos hechos. g) Es Fundamentalmente Sancionador. El Derecho
Penal se ha caracterizado, como su nombre lo indica, por castigar, reprimir,
imponer una pena con carácter retributivo a la comisión de un delito, y así se
hablaba de su naturaleza sancionadora, en el entendido que la pena era la única
consecuencia del delito; con la incursión de la Escuela Positiva y sus medidas de
seguridad, el Derecho Penal toma un giro diferente (preventivo y rehabilitador), sin
embargo y a pesar de ello, consideramos que mientras exista el Derecho Penal,
no puede dejar de ser sancionador porque jamás podrá prescindir de la aplicación
de la pena, aún y cuando existan otras consecuencias del delito. h) Debe ser
Preventivo y Rehabilitador. Con el aparecimiento de las aún discutidas “medidas
de Seguridad”, el Derecho Penal deja de ser eminentemente sancionador y da
paso a una nueva característica, la de ser preventivo, rehabilitador, reeducador y
reformador del delincuente. Es decir, que además de sancionar, debe pretender la
12
13. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I prevención del delito y
la rehabilitación del delincuente. En la actualidad se ha determinado por los
penalistas la existencia de tres grandes principios en torno a los cuales se
estructura la intervención penal: los de protección de responsabilidad y de la
sanción . El primero está contenido en tres fundamentales, el de lesividad, el de
neutralización de la víctima, y el dogma del bien jurídico protegido. VI.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL DERECHO PENAL Se ha dicho que el Derecho
Penal es tan antiguo como la humanidad misma, ya que son los hombres los
únicos protagonistas de esta disciplina, de tal manera que las ideas penales han
evolucionado a la par de la sociedad. Todas las expresiones humanas con algún
significado social, surgen en la vida de relación, en la convivencia humana, en el
trato diario de unos con otros; es al entrar en relación unos con otros que se
exterioriza la conducta del ser humano, y es a través de la manifestación de su
conducta que el hombre realiza acciones u omisiones que le permiten expresarse,
es decir, actúa o se abstiene de actuar según su voluntad, estas acciones y
omisiones cuando son ofensivas, cuando no son socialmente relevantes, son
aceptadas y permitidas por el Estado en cuanto que no lesionan ni ponen en
peligro un bien jurídico tutelado; sin embargo, cuando estas acciones u omisiones
dañan o ponen en peligro un interés jurídicamente tutelado, son reprobadas y
reprimidas por el Derecho Penal, en nombre del Estado y de una sociedad
jurídicamente organizada, como la nuestra. El Derecho Penal funciona, en
general, como sistema tutelar de los valores más altos, ello es, interviene
solamente ante la vulneración de valores que una sociedad, en un momento dado,
reputa fundamentales [Soler, 1970: 20]. En el devenir histórico de las ideas
penales, la función de castigar ha tenido diversos fundamentos en diferentes
épocas y la mayor parte de 13
14. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. tratadistas para su análisis las
han planteado de la manera siguiente: 1. ÉPOCA DE LA VENGANZA PRIVADA
Se afirma que en los primeros grupos humanos, cuando el poder público (poder
estatal) no poseía aún el vigor necesario para imponerse a los particulares, la
función penal revestía el aspecto de una venganza; la venganza particular
entonces se ha tomado como el inicio de la retribución penal, aunque no se trate
de un sistema penal en sí, sino de una forma de manifestación individual. Si
pensamos-dice Bernardino Alimena [1915-97]- que el protoplasma irritado
reacciona, si pensamos que todo animal ofendido tiende instintivamente a
reaccionar, nos vemos obligados a pensar que la primera forma y la primera
justificación de aquella función-que hoy llamamos, justicia penal- debe de haber
sido por necesidad de las cosas, la venganza. La época de la venganza privada es
la época bárbara, puesto que se accede al impulso de un instinto de defensa, ante
la reacción provocada por un ataque que se considera injusto. Como en dicha
época no se encontraba organizada jurídicamente la sociedad, es decir, no se
encontraba organizado el Estado, los individuos que se sentían ofendidos en sus
derechos acudían a una defensa individual y cada quien se hacía “justicia” por su
propia mano; esto dio origen-dice Cuello Calón-a graves males, a sangrientas
guerras privadas que produjeron el exterminio de numerosas familias, ya que los
vengadores al ejercitar su derecho no reconocían limitación alguna y causaban al
ofensor o a su familia todo el mal posible. Las perniciosas consecuencias de una
reacción ilimitada, fueron atenuadas por la Ley del Talión, según la cual no podía
devolverse al delincuente un mal mayor que el inferido a su víctima-ojo por ojo,
diente por diente-reconociendo así el grupo o la colectividad que el ofendido sólo
tenía derecho a una venganza de igual magnitud al mal sufrido; de tal manera que
“no toda venganza puede estimarse como antecedente de la represión penal
moderna, solo tiene relevancia como equivalente de la pena actual la actividad
vengadora que contaba con el apoyo de la colectividad misma, mediante la ayuda
material y el respaldo moral hacia el ofendido, reconociendo su derecho a
ejercitarla” [Castellanos Tena, 1981:32]. Además de la Ley del Tailón, aparece
como otra 14
15. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I limitación de la
venganza privada, y también “la composición” a través de la cual el ofensor o su
familia entregaban al ofendido y los suyos cierta cantidad para que éstos no
ejercitaran el derecho de venganza. 2. ÉPOCA DE LA VENGANZA DIVINA Es la
época teocrática, se sustituye la voluntad individual del vengador por una voluntad
divina a la que corresponde la defensa de los interese colectivos lesionados por el
delito. La justicia penal se ejercita en el nombre de Dios, los jueces juzgan en su
nombre (generalmente eran sacerdotes, los que representando a la voluntad
divina administraban justicia), y las penas se imponían para que el delincuente
expíe su delito la divinidad deponga su cólera. Es el espíritu del Derecho Penal del
antiquísimo pueblo hebreo. 3. ÉPOCA DE LA VENGANZA PÚBLICA Se deposita
en el poder público la representación de la vindicta social respecto de la comisión
de un delito. El poder público (representado por el Estado), ejerce la venganza en
nombre de la colectividad o de los individuos cuyos bienes jurídicos han sido
lesionados o puestos en peligro. La represión penal que pretendía mantener a
toda costa la tranquilidad pública, se convirtió en una verdadera venganza pública
que llego a excesos, caracterizándose por la aplicación de penas inhumanas y
totalmente desproporcionadas con relación al daño causado, la pena era sinónimo
de tormento y se castigaba con severidad y crueldad aun hechos que hoy día son
indiferentes como los delitos de "magia y hechicería" que eran juzgados por
"tribunales especiales" con rigor inhumano; esta etapa constituye uno de los
episodios más sangrientos del Derecho Penal europeo, especialmente en los
siglos XV al XVIII [Cuello Calón, 1957: 56]. Comenta al respecto Cuello Calón que
para luchar contra la criminalidad desbordante de aquellos tiempos, el poder
público no vaciló en aplicar las penas más crueles, la muerte acompañada de
formas de agravación espeluznante, las corporales 15
16. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. consistentes en terribles
mutilaciones, las infamantes, las pecuniarias impuestas en forma de confiscación.
La pena para ciertos delitos trascendía a los descendientes del reo y ni la
tranquilidad de las tumbas se respetaba, pues se desenterraban los cadáveres y
se les procesaba; reinaba en la administración de justicia una completa
desigualdad, mientras a los nobles y a los poderosos se les imponían las penas
más suaves y eran objeto de una protección eficaz, para los plebeyos y los siervos
se reservaban los castigos más duros y su protección era en muchos casos tan
sólo una caricatura de la justicia, y por último, dominaba una completa
arbitrariedad, los jueces y tribunales tenían la facultad de imponer penas no
previstas en la ley, incluso podían incriminar hechos no penados como delitos. 4.
PERÍODO HUMANITARIO La excesiva crueldad de la época de la venganza
pública dio como resultado un movimiento a favor de la humanización no sólo de
las penas sino del procedimiento penal, toda vez que en la época de la venganza
pública se iniciaron las torturas, los calabozos y toda clase de tormentos con la
finalidad de castigar y obtener confesiones. La etapa humanitaria del Derecho
Penal comienza a fines del siglo XVIII con la corriente intelectual del “Iluminismo” y
los escritos de Montesquieu, D. Alambert, Voltaire y Rousseau, pero es
indiscutible y aceptado unánimemente que su precursor fue el milanés César
Bonnesana, el Marqués de Beccaria, que en el año 1764 (a la par de que se
gestaba la Revolución Francesa con la Filosofía Iluminista), público su famosa
obra denominada Dei Delliti e Delle Pene (De los Delitos y de las Penas), en la
cual se pronunció abiertamente contra el tormento de la pena para castigar los
delitos cometidos; el fin de las penas dijo, no es atormentar y afligir a un ente
sensible, ni deshacer un delito ya cometido, el fin no es otro que impedir al reo
causar nuevos daños a sus ciudadanos, y retraer a los demás de la comisión de
otros iguales, luego deberán ser escogidas aquellas penas y aquel método de
imponerlas que guardada la proporción hagan una impresión más eficaz y más
durable sobre los ánimos de los hombres y la menos dolorosa sobre el cuerpo del
reo. El tormento resulta el medio más eficaz para absolver a los robustos
malvados y 16
17. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I condenar a los flacos
inocentes. Beccaria, se ha dicho, escribió en aquella época un alegato en
definitiva contra el tormento de las penas, aún se recuerdan sus palabras: "Qué
derecho sino el de la fuerza será el que da potestad al Estado para imponer pena
a un ciudadano mientras se duda si es reo o es inocente", consideró que la pena
es tanto más justa y útil cuanto más pronta y más vecina al delito cometido se
encuentre; es más justa porque evita en el reo los inútiles y fieros tormentos de la
incertidumbre que crece con el vigor de la imaginación y la propia flaqueza, y es
más útil porque cuando es menor la distancia de tiempo que pasa entre la pena el
delito, tanto es más fuerte y durable en el ánimo la asociación de las ideas, delito y
pena, de tal modo que funcionan el uno como causa la otra como efecto
consiguiente y necesario. Desde que Beccaria pronunció su primera palabra
humanitaria-dice Guillermo Cabanellas-, han transcurrido más de dos siglos y, sin
embargo, sus ecos permanecen aún vibrando, quizá ahora con acentos más
firmes como si desde entonces no hubiera habido otro grito más fuerte en la
etapas frías en las que hasta entonces militaban las sanciones contra el delito
[Cuevas Del Cid, 1954: 160]. De esta manera pues, la brillante obra del noble
milanés de Beccaria, se ha dicho, tiene mérito de haber cerrado un capítulo del
Derecho Penal, que podríamos pensar fue el primero y que le han llamado
"antiguo", y de abrir otro que los especialistas han denominado "Edad de Oro del
Derecho Penal", a esto hay que agregar que Eugenio Florián dio a Beccaria la
gloria de haber elevado a la dignidad de Ciencia al Derecho Penal, ya que hasta
esa época aún no podía hablarse de un verdadero Derecho Penal Científico. 5.
ETAPA CIENTÍFICA Podemos decir que se inicia con la obra de César
Bonnesana, el Márques de Beccaria, y subsiste hasta la crisis del Derecho Penal
Clásico con el aparecimiento de la Escuela Positivista. Según expresa Palacios
Motta [1980: 17]: La labor de sistematización que realizaron Francesco Carrara y
los demás protagonistas de la Escuela Clásica, llevaron a considerar al Derecho
17
18. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. Penal como una disciplina única,
general e independiente, cuyo objetivo era el estudio del delito y de la pena desde
el punto de vista estrictamente jurídico. Luego de la Escuela Clásica aparece la
Escuela Positiva del Derecho Penal, con ideas totalmente opuestas, al extremo de
que Enrico Ferri (uno de sus precursores), consideró que el Derecho Penal debía
desaparecer totalmente como ciencia autónoma para convertirse en una rama de
la Sociología Criminal, auxiliándose, para su estudio, del método positivista o
experimental, contrapuesto al lógico abstracto de la Escuela Clásica. En este
período del Derecho Penal sufre una profunda transformación a causa de la
irrupción de las ciencias penales. Enrico Ferri [Sociología Criminale: 297], estudia
la etiología de la delincuencia y pone de relieve el influjo de los factores
individuales, antropológicos, físicos y sociales en los que se condensa la etiología
de la criminalidad; de esta manera se deja de considerar el delito como una
entidad jurídica, para convertirse en una manifestación de la personalidad del
delincuente; la pena deja de tener un fin puramente retributivo y se convierte en un
medio de corrección social o de defensa social. Luego de esta etapa, Eugenio
Cuello Calón, considera que surge el llamado "Derecho Penal Autoritario" producto
de la aparición de regímenes políticos totalitarios, con rasgos netamente
peculiares que por su espíritu y orientación presentaba un vivo contraste con el
Derecho Penal Liberal-Individualista proveniente de las ideas del "siglo de las
luces" y de la Revolución Francesa. Su principal característica era proteger al
Estado, por lo cual los delitos de tipo político, que en regímenes democráticos
tuvieron trato benévolo en grado sumo, fueron considerados como infracciones de
especial gravedad y castigados severamente. 6. ÉPOCA MODERNA Actualmente
existe unidad de criterio en toda la doctrina en cuanto a que el Derecho Penal es
una ciencia eminentemente jurídica, para tratar los problemas relativos al delito, al
delincuente, a la pena y a las medidas de seguridad; mientras que las ciencias
penales o criminológicas, que tienen el 18
19. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I mismo objeto de
estudio, lo deben hacer desde el punto de vista antropológico y sociológico. Es
más, algunos especialistas sostienen que el Derecho Penal debe circunscribirse
con alguna exclusividad a lo que se denomina “Dogmática Jurídica Penal” que
consiste en la reconstrucción del Derecho Penal vigente con base científica
[Cuevas Del Cid, 1954:73], alejándolo, incluso, de las consideraciones filosóficas y
críticas. (“La dogmática se edifica sobre el derecho que existe y que cambia al
adaptarse progresivamente en las conductas de hoy”) [Jiménez de Asúa,
1960:25]. 7. CRISIS DEL DERECHO PENAL GUATEMALTECO La crisis del
Derecho Penal guatemalteco, es al final producto inevitable de la crisis del
Derecho Penal contemporáneo; pero, en principio es consecuencia de situaciones
jurídicas propias que se han resuelto inadecuadamente y que muchas veces ni
siquiera se han intentado resolver. En la historia jurídica de Guatemala, se puede
contar la promulgación de cinco Códigos Penales hasta la presente fecha: El
primero se promulgó en el año 1834 durante el Gobierno del Dr. Mariano Gálvez;
el segundo en el año de 1877 durante el gobierno del General Justo Rufino
Barrios; el tercero en el año 1889 durante el gobierno del General Manuel Lisandro
Barrillas; el cuarto en el año 1936 durante el gobierno del General Jorge Ubico; y
el quinto que es el que actualmente nos rige, entró en vigencia el día 1 de enero
de 1974 durante el gobierno del General Carlos Arana Osorio. Se tiene
conocimiento que recientemente ha sido entregado en el Congreso de la
República un proyecto de Código Penal a discutirse en el presente 2,002. Si dicho
en buen chapín, “echamos un vistazo” a los dos últimos cuerpos penales, fácil es
evidenciar en el Código Penal abrogado, que si bien es cierto introdujo algunos
avances técnicos como: El Principio de Legalidad, el Principio de Retroactividad
de la Ley Penal favorable al reo y otros, también es cierto que refleja las
influencias de la corriente clásica del Derecho Penal. EL Código Penal
actualmente en vigencia, indiscutiblemente presenta una estructura institucional y
delictiva mucho más técnicamente acabada que el anterior, sin embargo no se ha
hecho más que introducir 19
20. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. sendos postulados de la Escuela
Positiva, muchas veces sobre bases y principios de la Escuela Clásica que aún
conserva. Se dejan ver en él muy pocos avances del "tecnicismo jurídico",
corriente que para su tiempo de creación ya había dominado todo el ámbito
jurídico-penal de aquella época. Entre los más sobresalientes indicios que revelan
crisis en nuestro ordenamiento penal, podemos mencionar con relación a su parte
general: la falta de definiciones respecto de los institutos más importantes como
son el delito y la pena; justificados quizás en que es difícil asentar una buena
definición con validez general, o bien atendiendo a la opinión que ya hace muchos
años vertiera el penalista español Luis Jiménez de Asúa: "Las definiciones en los
Códigos son un precepto inútil, pues nada enseñan a los doctos, ni nada aclaran a
los profanos". Tales justificaciones consideramos que actualmente son
equivocadas, pues resulta ilógico que siendo el delito la razón de existencia de un
Código Penal, no se defina en él lo que debe entenderse por delito, de igual
manera resulta incomprensible la existencia de diversas clases de pena, sin una
previa explicación sobre lo que debe entenderse por ella. Desde otro punto de
vista, parece extraño que nuestro Código Penal no contemple estas definiciones,
cuando otros ordenamientos jurídicos guatemaltecos, como el laboral y el civil, sí
definen lo que debemos entender por trabajador, patrono, contrato, persona, etc.
En definitiva pues, no hay razón para que se siga manteniendo como una
incógnita a los más relevantes institutos penales, cuando hoy día, los Códigos
Penales más aventajados como el suizo, por ejemplo, dedican incluso capítulos
enteros para la definición y explicación de los mismos. También es indicio de crisis
en esta parte, la enumeración de una serie de medidas de seguridad
(reeducadoras y curativas principalmente), que sólo sirven de ornamento, ya que
por lo general nunca se aplican, por un lado porque no existen establecimientos
adecuados para ello, y por otro porque la práctica criminológica brilla por su
ausencia. Con relación a la parte especial, unicamente nos limitaremos a decir que
nuestro ordenamiento penal, presenta un sin número de figuras delictivas, que si
bien es cierto son vigentes, no son positivas, por cuanto que su tipificación es
completamente adversa a nuestra realidad social; aparte de ello existe un
incongruente sistema de penas mixtas (prisión y multa), para 20
21. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I determinados delitos,
que desde ningún punto de vista pueden ser conformes con los fines asignados
modernamente a la pena, como consecuencia del delito. En suma, la crisis de
nuestro Derecho Penal está determinada por la desmedida importación que
generalmente se ha hecho de una dogmática jurídico-penal, que no corresponde
muchas veces a la interpretación, sistematización y aplicación de nuestro Derecho
Penal positivo, ya que siendo propia de legislaciones que regulan la idiosincrasia
de países más o menos avanzados, no es posible que se ajuste adecuadamente
al nuestro, que como cualquiera tiene características de vida muy peculiares. Por
otra parte es evidente la falta de estudios criminológicos que puedan auxiliar a
nuestro Derecho Penal en la lucha contra el delito. Con respecto a esta disciplina,
a pesar de haber alcanzado notables progresos en muchas partes del mundo, tal
es el caso de Estados Unidos, México, Argentina, Chile, Perú, Venezuela, Costa
Rica, Inglaterra. Alemania. Italia, etc., en nuestro país podemos decir que
lamentablemente no existe, ya que no podemos denominar criminología a la
simple publicación de trabajos o tratados puramente compilatorios, producto de la
investigación criminológica de los países mencionados. La causa fundamental
quizás más importante de nuestra crítica situación jurídica-penal y criminológica,
es la escasez de valores humanos en la investigación de las Ciencias Penales.
Actualmente bastarían los dedos de la manos para contar a los juristas
guatemaltecos que se dedican al estudio del Derecho Penal puro, es decir
penalistas, entendiendo como tal, a los que con calidad de investigadores se
consagran de por vida al estudio del delito, ya que no se puede dar el apelativo de
penalistas, a los que después de su paso por las aulas universitarias, no hacen
más que dedicarse a la práctica procesal penal, y de vez en cuando por curiosidad
profesional, si no por intereses personales, de detienen a estudiar o criticar un
artículo de nuestra ciencia. Es más que necesario, urgente en nuestro país, la
creación de un "Instituto de Ciencias Penales y Criminológicas"; para que
sustentando un criterio eminentemente científico, podamos construir nuestra
propia doctrina, nuestra propia técnica y nuestro propio sistema jurídico-penal;
sólo 21
22. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. en estas condiciones podremos
aspirar a una verdadera "justicia", virtud inquebrantable que suele ser la única que
puede dar valor a la existencia humana sobre la faz de la tierra. VII. DIVERSAS
DENOMINACIONES DEL DERECHO PENAL A través de la evolución histórica de
las ideas penales, y producto de esa discordancia que ha existido entre los
diferentes tratadistas de la materia en todos los tiempos, es la multiplicidad de
denominaciones que se han dado a nuestra disciplina, así el penalista chileno
Raymundo del Río menciona las siguientes: Derecho Penal, Derecho Criminal,
Derecho de Castigar, Derecho Represivo, Derecho Sancionador, Derecho
Determinador, Derecho Reformador, Derecho de Prevención, Derecho Protector
de los Criminales, Derecho de Defensa Social.1 Muchas de esas denominaciones
se han descartado (Derecho de castigar, Sancionador o Represivo), porque no
responden a la concepción actual del derecho que denominan, hoy, antes de
castigar se pretende reformar y reeducar al delincuente; muchas otras (Derecho
Determinador, Reformador o Prevención, casi no se han usado, ya que si bien es
cierto reflejan en parte el fin de la disciplina, suelen ser términos muy imprecisos.
En nuestro país fue propuesto el nombre de "Derecho de Defensa contra el Delito"
por los penalistas Benjamín Lemus Morán y Gonzalo Menéndez de la Riva, y
luego después Rafael Cuevas del Cid (penalista nacional), adopta el nombre de
"Derecho de Defensa Social contra el Delito" por considerarlo menos confuso que
el anterior, sin embargo ninguno de los dos tuvo el éxito deseado. Las
denominaciones de abolengo que más acogida han tenido para identificar a
nuestra disciplina son las de: "Derecho Penal" y "Derecho Criminal", la primera
hace alusión a la pena (Derecho Penal), y a pesar de ser la más usada y por lo
mismo más conocida en nuestro medio de cultura jurídica, consideramos que cada
día puede ir siendo la menos indicada, si tomamos en cuenta que la disciplina
actualmente ya no tiene como único fin 1 En Cuba, por ejemplo. 22
23. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I castigar, sino reeducar,
regenerar o rehabilitar al delincuente para devolverlo a la sociedad como un ente
útil a ella. El juspenalista hispano y eminente profesor de Derecho Penal de la
Universidad de Salamanca, (año de 1900), Pedro Dorado Montero, con una
tendencia excepcionalmente humanitaria, se pronunció contra la pena convencido
que ésta en lugar de reformar al hombre lo hace peor y pensaba que la sanción
sería un día "auxilio" y "favor" para el criminal, porque protegiendo al delincuente
se defiende también a la sociedad. No es castigo lo que el delincuente merece
sino cuidados y remedios. La segunda denominación hace alusión al crimen
(Derecho Criminal), terminología usada con mayor frecuencia en Europa,
especialmente en Francia (Droit Criminel) y en Italia (Diritto Criminale), que si bien
nos puede parecer anticuada, no es errada por cuanto crimen es sinónimo de
delito, y en tal sentido responde en mejor forma a la concepción de nuestra
ciencia, si tomamos en cuenta que el delito es, sin duda, la razón de ser del
Derecho Penal [Fontán Balestra, 1957: 21]; en ese sentido el presupuesto
imprescindible para la existencia y funcionamiento de los demás institutos penales,
es el delito, de tal manera que sin la existencia de éste, los demás no tendrían
razón de existir, así el delito resulta ser el eje fundamental del Derecho Penal y el
más popularizado nombre de nuestra disciplina (Derecho Penal), está en
decadencia y resulta cada vez más, ser el menos adecuado al no estar construido
sobre el instituto fundamental de nuestra ciencia que indiscutiblemente es el delito
y no la pena.2 VIII. CLASES DE DERECHO PENAL El Derecho Penal por
excelencia es el "Derecho Penal Criminal" que hemos definido anteriormente, y
que guarda íntima relación con el Derecho Procesal Penal (Adjetivo), y el Derecho
Penitenciario (Ejecutivo), a que también ya nos referimos, sin embargo en la
doctrina se ha discutido la 2 Es un criterio muy particular sustentado por De Mata
Vela y sostenido desde su tesis de graduación como Abogado. 23
24. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. autonomía de una serie de
derechos penales de tipo particular tales como: el Derecho Penal Administrativo, el
Derecho Penal Disciplinario, el Derecho Penal Financiero, el Derecho Penal
Fiscal, etc., que hasta la fecha no han logrado su independencia del DERECHO
Penal común o material. 1. DERECHO PENAL ADMINISTRATIVO Está
compuesto por un conjunto de normas o disposiciones (administrativas), que bajo
la amenaza de una sanción tratan de garantizar el cumplimiento de un deber de
los particulares frente a la administración pública. Dentro de esta disciplina
algunos autores incluyen también el Derecho Contravencional o Derecho de
Policía, sin embargo, las contravenciones de policía constituyen verdaderos delitos
por lo que pertenecen estrictamente al Derecho Penal Común. Si bien es cierto
que ambos derechos (Penal Administrativo y Penal Común), coinciden en
sancionar o castigar una conducta, la diferencia estriba en que el Derecho Penal
Material protege valores como la vida, la libertad, la seguridad, el patrimonio, etc.,
mientras que el Derecho Penal Administrativo protege interese puramente
administrativos. 2. DERECHO PENAL DISCIPLINARIO Está compuesto por un
conjunto de disposiciones que bajo amenaza de una sanción regulan el
comportamiento de los empleados de la adminis- tración pública en el
desenvolvimiento de sus funciones. Tiene su funda- mento en la organización
jerárquica de la propia administración pública, no tiene por finalidad ni la
prevención, ni la reprensión de la delincuencia, sino la vigilancia de la disciplina
que debe guardarse en la función administrativa. El Derecho Penal Administrativo
se distingue al Derecho Penal Disciplinario, por cuanto que este último tiene como
destinatarios únicamente a los empleados de la administración pública, mientras
que el primero se refiere a los habitantes en general. En cuanto a las sanciones
establecidas por entidades eminentemente privadas para regular el 24
25. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I comportamiento de sus
empleados, no tiene absolutamente nada que ver con el Derecho Penal
Disciplinario por cuanto que dichas correcciones no asumen el carácter de penas y
en la mayoría de los actos que se castiga no existe la esencia de lo injusto (así lo
considera Luis Jiménez de Asúa). 3. DERECHO PENAL FISCAL O TRIBUTARIO
Está compuesto por un conjunto de disposiciones que bajo amenaza de una pena
(sanción), protege intereses puramente fiscales, hacendarios o tributarios.
Realmente resulta difícil hablar de un Derecho Penal Financiero y diferenciarlo del
Derecho Penal Fiscal, ya que prácticamente ambos protegen intereses
hacendarios. Así como los anteriores, se mencionan algunos otros tipos de
Derecho Penal, tales como: el Derecho Penal Económico, el Derecho Penal
Corporativo, el Derecho Penal Industrial e Intelectual y el Derecho Penal de
Imprenta, empero es evidente que el radio de acción de tales disciplinas debe
quedar incluido dentro del Derecho Penal Común, pues el solo hecho de que sus
preceptos sancionan la infracción de normas especiales, no es razón suficiente (ni
legal ni doctrinariamente), para concederles la autonomía que reclaman, ya que
debe recordarse que el Derecho Penal, por su carácter sancionatorio se preocupa
de asociar penas a aquellas conductas que lesionan intereses jurídicos protegidos
por el ordenamiento jurídico extra-penal [Palacios Motta, 1980:16 y 17]. IX.
RELACIÓN DEL DERECHO PENAL CON OTRAS DISCIPLINAS JURIDICAS 1.
CON EL DERECHO CONSTITUCIONAL El Derecho Penal como cualquier
institución en un Estado de Derecho, debe tener su fundamento en la Constitución
Política, que señala generalmente las bases y establece las garantías a que debe
sujetarse el 25
26. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. Derecho Penal y éste debe
ajustar sus preceptos al marco constitucional del Estado; en ese orden de ideas, la
abrogación, la derogación y la creación de leyes penales, responde de alguna
manera a la organización y a la filosofía de un Estado en un momento
determinado , plasmada en su ley fundamental, tal es la Constitución de la
República. El gran cambio en el Derecho Constitucional contemporáneo ha sido
en la mayoría de países la constitucionalización de todas las ramas del Derecho,
entre ellas obviamente el Derecho Penal. Todas las ramas del derecho deben
verse a partir de la óptica constitucional. 2. CON EL DERECHO CIVIL Ambos
tienden a regular las relaciones de los hombres en la vida social y a proteger sus
intereses, estableciendo sanciones para asegurar su respeto. Las establecidas por
el Derecho Civil son de carácter reparatorio, aspiran a destruir el estado
antijurídico creado, a anular los actos antijurídicos y a reparar los daños causados
por estos actos [Cuello Calón, 1957:13]. La sanción penal es retributiva
atendiendo a la magnitud del daño causado y a la peligrosidad social del sujeto
activo. Prueba de la íntima relación entre ambos derechos la constituyen aquellos
hechos indecisos, librados muchas veces al criterio de los juzgadores, que
fluctúan entre ambos campos, considerados algunas veces como delitos y otras
veces como infracciones de tipo civil, (el daño civil y el daño penal, por ejemplo),
nuestro Código Penal en su título IX, del Libro I se refiere a la Responsabilidad
Civil, partiendo de un delito o falta, lo es también civilmente (véanse los artículos
del 112 al 122 de Código Penal) 3. CON EL DERECHO INTERNACIONAL En la
época contemporánea la facilidad de comunicación entre los diferentes países y
las crecientes relaciones internacionales, son propicias para la comisión de delitos
que revisten características de tipo internacional, como la trata de personas, la
falsificación de moneda, el terrorismo, etc., todo lo 26
27. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I cual hace
indispensable una mancomunada acción de diversos Estados para la prevención y
el castigo de estos delitos, surgiendo así una legislación penal, creada por
acuerdos y tratados internacionales, cuyos preceptos son comunes en las distintas
legislaciones, dando paso a lo que se ha dado en llamar “Derecho Penal
Internacional”, que tiene estrecha relación con el Derecho Penal Interno de cada
país, en temas y problemas que les son propios como el conflicto de leyes en el
espacio, la extradición, la reincidencia internacional, el reconocimiento de
sentencias dictadas en el extranjero, etc. La idea de constituir un Tribunal Penal
Internacional con jurisdicción sobre toda la comunidad internacional ha sido muy
antigua, y algunos esfuerzos por instaurarlo se han realizado en la época
contemporánea, en parte, por los esfuerzos del aún presidente de la Asociación
Internacional del Derecho Penal Cherif Bassiouni, quien formulo un proyecto de
estatuto Penal Internacional, se ha logrado la firma del Estatuto de Roma de la
Corte Penal Internacional, al que poco a poco se han ido adhiriendo los países al
grado que en la actualidad ya se han utilizado algunas de sus normas. Se han
incluido en el estatuto delitos como el genocidio crímenes de lesa humanidad,
crímenes de guerra, crimen de agresión y delitos contra la administración de
justicia. 4. CON LA LEGISLACION COMPARADA Se refiere al estudio, análisis y
comparación de las legislaciones de diversos países que se ha convertido en un
medio importante para la reforma de la legislación penal de otros países
adoptando aquellas leyes e instituciones que mayor éxito han alcanzado en la
lucha contra la criminalidad. Esto se debe al hecho de que hombres de estudio
nacidos en aquellas tierras viajan por el mundo, y después vueltos a su patria,
introducen las nuevas ideas (producto de la comparación de legislaciones de
distintos países), de modo que como observa Bernardino Alimena, algunos
pueblos comienzan la elaboración de su legislación en el mismo punto al que otros
llegaron [Cuello Calón, 1957:15]. 27
28. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. X. ENCICLOPEDIA DE LAS
CIENCIAS PENALES 1. DEFINICIÓN Se considera que con la introducción de la
"Dogmática Jurídica" quedó plenamente definido el campo del Derecho Penal y el
campo de las Ciencias Penales o Criminológicas. Se atribuye a Isaac Roviera
Carrero el nominativo de "Enciclopedia de las Ciencias Penales" (año de 1915) y a
Alfredo Molinario el de "Enciclopedia de las Ciencias Criminológicas" se le llama
"Enciclopedia" por cuanto que identifica a "Un conjunto de ciencias que se
consagran al estudio del delito, del delincuente, de las penas y las medidas de
seguridad, desde distintos puntos de vista, en forma multidisciplinaria" a la que
Enrico Ferri llamara "Sociología Criminal" y que más tarde el argentino José
Ingenieros resumiera con el nombre de "Criminología" desligando de su conjunto
al Derecho Penal. Con el fin de incluir en su contenido tanto al Derecho Penal,
como al Derecho Penitenciario; Rafael Cuevas del Cid se inclina por la
denominación de "Enciclopedia de las Ciencias Penales". 2. SU CLASIFICACIÓN
El contenido de la mencionada enciclopedia, ha sido también motivo de mucha
discusión, no hay acuerdo entre los diversos autores sobre el mismo, sin embargo
las clasificaciones que más acogida han tenido en nuestro medio son las del
profesor italiano Filippo Grispigni y el profesor español Luis Jiménez de Asúa, las
cuales planteamos así: Enciclopedia de las Ciencias Penales de Filippo Grispigni
a) Ciencias que se ocupan del estudio de las normas jurídicas: 1. Dogmática
Jurídico-Penal 2. Historia del Derecho Penal 28
29. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I 3. Sociología Jurídico
Penal 4. Filosofía del Derecho Penal 5. Política Criminal (a la que denomina
Criminología) b) Ciencias que estudian los delitos y los delincuentes: 1.
Antropología Criminal 2. Sociología Criminal c) Ciencias Auxiliares: 1. Medicina
Legal (Forense) 2. Psiquiatría Forense 3. Psiquiatría Judicial 4. Técnica de las
Investigaciones o Policía Científica Enciclopedia de las Ciencias Penales de Luis
Jiménez de Asúa a) Filosofía del Derecho e Historia, que comprende: 1. Filosofía
del Derecho Penal 2. Historia del Derecho Penal 3. Legislación Penal Comparada
b) Ciencias Causal-Explicativas (que llama Criminología), y comprende: 1.
Antropología Criminal 2. Biología Criminal 3. Psicología Criminal (que incluye el
Psicoanálisis Criminal). 4. Sociología Criminal 5. Penalogía c) Ciencias Jurídico-
Represivas que comprenden: 29
30. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. 1. Derecho Penal (Dogmática
Jurídica) 2. Derecho Procesal Penal 3. Derecho Penitenciario 4. Política Criminal
d) Ciencias de la Pesquisa: 1. Criminalística 2. Policía Científica o Judicial e)
Ciencias Auxiliares, que comprende: 1. Estadística Criminal 2. Medicina Forense o
Legal 3. Psiquiatría Forense Posteriormente el eminente profesor de Medicina
Forense de la UNAM, Alfonso Quiroz Cuarón (fallecido el 16 de noviembre de
1978), modificó la clasificación del Doctor Luis Jiménez de Asúa; y en la actualidad
su discípulo Luis Rodríguez Manzanera (profesor titular de Criminología en la
UNAM y expresidente de la Sociedad Mexicana de Criminología), haciéndole
varias modificaciones a la clasificación de su maestro, la presenta de la siguiente
manera [Rodríguez Manzanera, 1984: 84]. Enciclopedia de las Ciencias Penales
de Luis Rodríguez Manzanera a) Ciencias Criminológicas que comprenden: 1.
Antropología Criminológica 2. Psicología Criminológica 3. Biología Criminológica 4.
Sociología Criminológica 30
31. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I 5. Criminalística 6.
Victimología 7. Penología b) Ciencias Históricas y Filosóficas, que comprenden: 1.
Historia de las Ciencias Penales 2. Ciencias Penales Comparadas 3. Filosofía de
las Ciencias Penales c) Ciencias Jurídico-Penales, que comprenden 1. Derecho
Penal (Dogmática Penal) 2. Derecho Procesal Penal 3. Derecho Ejecutivo Penal 4.
Derecho de Policía d) Ciencias Médicas, que comprenden: 1. Medicina Forense 2.
Psiquiatría Forense e) Ciencias Básicas, Esenciales o Fundamentales: 1.
Metodología 2. Política Criminológica Las Ciencias Criminológicas, son ciencias
del mundo del "Ser" mientras que las Ciencias Jurídico-Penales, son ciencias del
mundo del "Deber Ser", de tal manera que la Criminología (Ciencias
Criminológicas), se dedica al estudio tanto del criminal, como de su víctima, así
como del crimen y la criminalidad; mientras que el Derecho Penal (Ciencias
Jurídico-Penales), se dedica al estudio de las normas que nos dicen cómo debe
ser el hombre, qué es lo que debe hacer y qué es lo que debe omitir; es decir,
estamos frente 31
32. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. a dos clases de ciencias, las del
mundo natural y las del mundo normativo, y ambas integran la denominada:
"Enciclopedia de las Ciencias Penales o Criminológicas". 3. SU CONTENIDO De
manera somera y concreta, el contenido y qué hacer de las disciplinas que
conforman la Enciclopedia de las Ciencias Penales o Criminológicas, es el
siguiente: 3.1. FILOSOFÍA DEL DERECHO PENAL Es una rama de la Filosofía
del Derecho que se ocupa del estudio de las cuestiones penales desde el punto de
vista filosófico, conectando las normas penales con el orden universal, indicando
en qué medida el fenómeno de la pena y el delito tiene carácter universal,
buscando su legitimación sobre la base de la naturaleza y de los fines del Estado y
del valor moral y legal de la personalidad del individuo. Aún hoy se reconoce por
algunos autores la necesidad de deslindar con precisión el campo de la Filosofía
del Derecho y el de la Dogmática Jurídica Penal, ya que esta última como ciencia,
se ocupa exclusivamente del estudio de las normas, excluyendo las
consideraciones filosóficas que van más allá de su campo de estudio. 3.2.
HISTORIA DEL DERECHO PENAL Es una rama de la Historia del Derecho, que
se ocupa del estudio de la evolución en el tiempo de las ideas e instituciones
penales y sus resultados prácticos ayudando a evitar abstracciones alejadas de la
realidad social concreta de la cual -según Grispigni- "El Derecho nace y toma
vida". La Dogmática Jurídica Penal se ocupa del estudio de las normas penales
desde el punto de vista estático; mientras la Historia del Derecho Penal lo hace
desde el punto de vista dinámico, y puede aportar al dogmático "El conocimiento
de la precedente evolución de las instituciones particulares". 32
33. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I 3.3. LA LEGISLACIÓN
PENAL COMPARADA Es una rama de la legislación comparada en general,
consiste en un método encaminado, entre otras cosas, a mejorar la propia
legislación (con ideas e instituciones importadas de otras legislaciones), y busca la
uniformidad del ordenamiento jurídico en la medida de lo posible entre los distintos
países del mundo. 3.4. LA ANTROPOLOGÍA CRIMINAL Filippo Grispigni
considera que la Antropología Criminal es la ciencia que estudia los caracteres
fisiopsíquicos del hombre delincuente, y, sobre la base de éstos, juntamente con
las influencias del ambiente y de las circunstancias, apunta a explicar la génesis
de los hechos criminosos particulares y añade que, así como la antropología
general es el estudio del hombre en su unidad de espíritu y cuerpo, así, también la
Antropología Criminal estudia ambos aspectos de la personalidad del delincuente
en sus relaciones recíprocas. Se atribuye a Cesare Lombroso el nacimiento de la
Antropología Criminal quien consideraba que el hombre delincuente es una
especie particular de hombre dotado de peculiares características somáticas
funcionales y psíquicas que constituyen el "tipo delincuente" o "delincuente nato"
que -según Lombroso- es idéntico al loco moral, con base epiléptica, explicable
principalmente por atavismos y un tipo biológico y anatómico particular: escasez
de cabellos, frente fugitiva, mandíbula bien desarrollada, reducida capacidad
craneal, senos frontales desarrollados, espesor mayor de los huesos del cráneo,
gran agilidad, insensibilidad moral, ausencia de remordimiento, la pereza, la
pobreza de afectos, la inclinación a los placeres venéreos, la superstición, etc.;
Carlos Fontán Balestra dice que la Antropología Criminal estudia al delincuente en
su totalidad psico-física. 3.5. LA PSICOLOGÍA CRIMINAL El penalista argentino
Carlos Fontán Balestra, considera que la Antropología Criminal comprende la
Psicología y la Psiquiatría Criminales, ya 33
34. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. que estudia al delincuente en su
totalidad psicofísica. Sin embargo, la Psicología Criminal se ocupa del estudio del
delito como un acto en el estado normal del hombre dentro de las regularidades de
su vida psíquica, dejando el estudio de lo anormal y de los anormales para el
campo de la Psiquiatría. Filippo Grispigni considera que para cometer un delito es
necesario que el delincuente esté en condiciones psiquiátricas defectuosas o
irregulares, sean permanentes, transitorias o excepcionales (el individuo normal
psíquicamente no delinque). Por defecto psíquico no sólo se entiende la locura
sino cualquier imperfección por leve que sea, como la deficiencia del sentimiento
moral. El defecto psíquico incide en la esfera intelectual, en la esfera sentimental y
en la esfera volitiva, que es lo que denomina "Poligénesis Psíquica del Delito". 3.6.
SOCIOLOGÍA CRIMINAL Fue creada por el sociólogo Enrico Ferri durante la
época de la Escuela Positiva del Derecho Penal, a pesar de que Rousseau ya
había hablado del factor social sobre el crimen, y se ocupa del estudio del delito, la
pena y la criminalidad como un fenómeno puramente social. En principio Ferri
planteó la desaparición del Derecho Penal como una ciencia autónoma y propuso
pasara a ser una rama de la denominada "Sociología Criminal"; sin embargo, eso
no llegó a suceder; y actualmente el Derecho Penal es una ciencia eminentemente
normativa, mientras la Sociología Criminal es una ciencia eminentemente causal-
explicativa, que tienen el mismo objeto de estudio desde distintos puntos de vista.
3.7. LA PENOLOGÍA Se ha discutido largamente la independencia de esta
disciplina del Derecho Penal; uno de los más decididos defensores fue Cuello
Calón, para quien la Penología se ocupa del estudio de las penas y las medidas
de seguridad, así como de las instituciones poscarcelarias. Hay quienes hablan de
Penología como sinónimo de Derecho Penitenciario o Derecho de Ejecución
Penal, por cuanto que su objeto de estudio es el mismo, todo 34
35. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I régimen de la
aplicación de las penas y medidas de seguridad, empero, la diferencia radica en
que el Derecho Penitenciario es una ciencia jurídica y la Penología es causal-
explicativa o naturalista. 3.8. EL DERECHO PENITENCIARIO Es una ciencia
jurídica compuesta por un conjunto de normas que tienden a regular la aplicación
de las penas y medidas de seguridad y velar por la vida del reo dentro y muchas
veces fuera de la prisión. Su autonomía es ya innegable en la doctrina y en la
mayoría de países del mundo. 3.9. EL DERECHO PENAL Es una ciencia
eminentemente jurídica, que regula el deber ser de las personas en la sociedad, y
cuando se reduce al campo de la Dogmática Jurídica Penal, no es más que la
reconstrucción del Derecho Vigente con base científica, desprovisto de su aspecto
filosófico, histórico, crítico, etc. Sin embargo como bien lo explica Rafael Cuevas
del Cid [1954: 74 y 75], el "Dogmatismo Penal" resulta ser demasiado estrecho
para incluir todos los aspectos que abarca la ciencia del Derecho Penal y, que los
dogmáticos pretenden excluir, razón por la cual muchos especialistas admiten que
debe ampliarse mucho más la cobertura de la Dogmática Jurídica Penal; así, por
ejemplo: en América uno de los primeros más grandes autores técnico- jurídicos,
que enfocó el Derecho Penal como Dogmático, es Sebastián Soler, y no obstante
ello, en su Derecho Penal Argentino, encontramos extensos capítulos dedicados a
la Historia del Derecho Penal, aspectos que no cabrían dentro de un tratado
meramente dogmático; de igual manera, Filippo Grispigni quien también explica
cuestiones históricas siendo partícipe de un sistema estrictamente dogmático.
3.10. LA POLÍTICA CRIMINAL Encuentra sus antecedentes más remotos en
César Bonnesana, el Marqués de Beccaria, y alcanza su más alta expresión con el
penalista alemán 35
36. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. Franz Von Liszt. Basada en la
Antropología Criminal, en la Sociología Criminal y en la Ciencia Penitenciaria, la
Política Criminal se encamina hacia su fin, que es la lucha y prevención consciente
contra el delito; ella debe ser la maestra y la guía del legislador en la lucha contra
el delito. La Política es pues, la doctrina que estudia la actividad que debe ser
desarrollada por el Estado a los fines de prevención y represión del delito
(Grispigni). Luis Jiménez de Asúa considera que la Política Criminal no es más
que una parte del Derecho Penal, "como corolario de la dogmática: crítica y
reforma", opinión que comparte Cuevas del Cid porque además -dice- viene a
confirmar que la crítica no puede quedar afuera del campo del Derecho Penal
Dogmático, es necesario que el realice criticas para lograr un mejoramiento del
Derecho vigente. 3.11. LA CRIMINALÍSTICA Es una disciplina esencialmente
práctica, cuya finalidad, es obtener una mayor eficiencia en el descubrimiento del
delincuente y en la investigación del delito. En el II Congreso Nacional de
Criminología, celebrado en febrero de 1986 en la ciudad de Colima de la
República Mexicana (al cual tuvimos la oportunidad de asistir), se expuso que la
criminalística es la ciencia que con su método de estudio nos garantiza la
resolución de muchos casos en los que se aplique independientemente de la
naturaleza del hecho, ya que estudiando la escena o lugar, buscando y
relacionando las evidencias encontradas en el lugar, en la víctima, en el victimario
o sospechoso, podrá asegurarse la participación de este, su culpabilidad o
inocencia, la participación de uno o más sujetos en un hecho, etc. El Crimen
perfecto no existe, y puede serlo porque no se investigue o porque las
investigaciones no se concluyan; es función de la criminalística investigar y
determinar, quién o quiénes, cómo, cuándo, dónde, por qué, a quién o a quiénes;
nos permite llegar a la reconstrucción de los hechos, y demostrar la verdad
objetiva. La Criminalística o Policía Científica resulta ser un necesario auxiliar en la
administración de justicia para el verdadero esclarecimiento de los delitos. 36
37. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I XI. CIENCIAS
AUXILIARES DEL DERECHO PENAL Son aquellas que cooperan para regular la
aplicación y ejecución de los preceptos penales [Cuello Calón, 1957: 37]. La
verdad es que como su nombre lo indica son todas aquellas disciplinas que de una
o otra forma ayudan a resolver los problemas que el Derecho Penal plantea, en
ese sentido consideramos que en un momento dado pueden constituirse en
auxiliares del Derecho Penal todas o casi todas las disciplinas que comprende la
Enciclopedia de las Ciencias Penales o Crimanológicas, que tratamos
anteriormente; sin embargo y según la clasificación que hemos seguido que es la
de Jiménez de Asúa, las ciencias auxiliares son: 1. ESTADÍSTICA CRIMINAL Que
es un método para las investigaciones sociológico-criminales, y sirve para revelar
la influencia de los factores externos, físicos y sociales, sobre el aumento o
disminución de la delincuencia; Para lograr estos fines -como dice Cuevas del
Cid-, no debe tomarse a ésta como una simple recopilación de datos y de cifras, si
no como el fundamento para que un claro criterio sean interpretados estos datos y
cifras para obtener de ellos conclusiones generales para que sirvan de base a una
política bien caminada. 2. LA MEDICINA LEGAL O FORENSE Es la disciplina que
nos permite utilizar los conocimientos de las Ciencias Médicas en la solución de
algunos problemas del Derecho Penal. Para el juez Penal, que debe juzgar en
muchas ocasiones tomando en cuenta circunstancias cuyo verdadero alcance sólo
puede ser revelado por las Ciencias Médicas, es constantemente necesario el
Dictamen del perito médico-forense. Al decir del ex-profesor de Medicina Forense
de nuestra Facultad, Doctor Carlos Federico Mora [Manual de Medicina Forense:
47], la medicina legal pone al jurista en condiciones de aprovechar el contingente
científico aportado por el experto, para interpretar o solucionar las cuestiones 37
38. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. de esa índole que se le
presentan. El fallo judicial es respaldado por un veredicto emanado de una fuente
idónea; el alegato, la controversia, se apoyan también en argumentos presentados
de la ciencia médica; la conjetura empírica, intuitiva, indocumentada, del profano,
es sustituida por la voz autorizada del entendido, en la calificación de los hechos.
La Medicina Forense (que es objeto de un curso dentro de nuestro curriculum en
la Facultad), comprende, entre otras cosas, el estudio de: a) La Tanatología
Forense, que estudia las causas que produjeron la muerte de una persona. b) La
Traumatología Forense, que estudia las diferentes clases de lesiones que existen.
c) La Toxicología Forense, que se ocupa del estudio de las lesiones o muertes
producidas por envenenamientos. d) La Sexología Forense, que estudia los
aspectos médicos relacionados con los delitos de tipo sexual, además del aborto y
el infanticidio. 3. LA PSIQUIATRÍA FORENSE Como auxiliar del Derecho Penal, al
igual que la Psicología Forense, tiene por objeto establecer el estado de salud
mental del procesado o reo. Al respecto -dice Cuevas del Cid [1954: 81], hay
casos en que la situación mental del sujeto activo no cae propiamente dentro del
campo de una neurosis, pero que tampoco puede decirse que sea un ser normal
(personalidades psicopáticas), en cuyo caso, el Juez Penal se ve en un grave
problema pues no puede internar al sujeto en un centro penal ya que tal
internamiento agravaría su dolencia, ni tampoco puede hacerlo ingresar a un
Hospital Neuropsiquiátrico, y por otra parte tampoco puede dejarlo en libertad por
la peligrosidad que representa. Sigue siendo (hoy quizás más que nunca), de
urgencia en Guatemala, la creación de instituciones adecuadas para la aplicación
de las medidas de seguridad que presenta nuestro Código Penal y 38
39. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I las penas de prisión
respectivas, de otra manera es imposible que la justicia penal se pueda
administrar y ejecutar debidamente para la prevención del delito y la rehabilitación
del delincuente. XII. LA CRIMINOLOGÍA COMO CIENCIA Etimológicamente
"criminología" se deriva del latín "criminis" que significa crimen; y, del griego
"logos" que significa tratado, por lo que podríamos decir "tratado del crimen". Se
atribuye al antropólogo francés Pablo Topinard (1830-1911), haber sido el primero
en utilizar el término criminología, sin embargo -dice Rodríguez Manzanera- quien
acuñó el término para que llegara a ser verdaderamente internacional y aceptado
por todos fue el jurista italiano Rafael Garófalo, quien junto con sus compartriotas
Cesare Lombroso (Antropología Criminal) y Enrico Ferri (Sociología Criminal),
pueden considerarse los tres grandes que fundan la "Criminología", llamándoseles
por esto "evangelistas" de esta ciencia. No es pues la criminología el estudio de
los criminales tomando como criminal al asesino, sino que es el estudio de los
criminales, tomando como tales a todos aquellos que cometen alguna conducta
antisocial. 1. DEFINICIÓN DE CRIMINOLOGÍA En los planes y programas
oficiales de estudios superiores en la Facultad de Derecho de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), se define a la Criminología como una
ciencia sintética, causal explicativa, natural y cultural de las conductas
antisociales. Procurando unificar criterios sobre la enseñanza de la criminología,
en el año de 1955, se reunieron un grupo de eminentes criminólogos en el
"Bedford College de Londres" y en esta reunión patrocinada por la UNESCO y
organizada por la Sociedad Internacional de Criminología, la mayoría de
participantes se adhirieron al concepto de Criminología propuesto por Benigno Di
Tullio, que siguiendo la línea positivista de Enrico Ferri, expresó que la
Criminología debe ser una Ciencia Sintética que se basa en la Antropología y en la
Sociología Criminales. Sin embargo, -dice Rodríguez Manzanera- el maestro 39
40. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. italiano don Benigno Di Tullio no
se preocupa por definir nuestra ciencia (refiriéndose a la Criminología), y cuando
se le preguntó qué era para él la Criminología expresó: "Criminología es la ciencia
de la generosidad", concepto que distingue a uno de los mejores criminólogos del
mundo [Rodríguez Manzanera, 1984: 8]. 2. CONTENIDO Y FINES DE LA
CRIMINOLOGÍA El profesor hispano, otrora radicado en México, Constancio
Bernaldo de Quirós (eminente criminólogo y maestro de Quiroz Cuarón) define a la
criminología como la ciencia que se ocupa de estudiar al delincuente en todos sus
aspectos, expresando que son tres grandes ciencias las constitutivas: la ciencia
del delito o sea el Derecho Penal; la ciencia del delincuente, llamada Criminología
y la ciencia de la pena denominada Penología; y es uno de los pocos autores que
establece la diferencia entre "Criminología" y "Criminalogía", aclarando que
Criminología es singular y se refiere al estudio del delito en particular: y,
Criminalogía es plural y se refiere a todo el conjunto de disciplinas [Quirós,
Constancio Bernaldo De, Criminología: 13]. En la reunión de Londres, mencionada
anteriormente, se concluyó: "Esta ciencia sintética (la criminología), se propone,
hoy como ayer, la disminución de la criminalidad, y en el terreno teórico que debe
permitir llegar a este fin práctico, propone el estudio completo del criminal y del
crimen, considerado este último como un hecho natural y social. El método
utilizado por la Criminología es el de observación y de experimentación empleado
en el marco de una verdadera clínica social". [UNESCO, Las Ciencias Sociales en
la Enseñanza Superior. "Criminología": 13]. 3. CRIMINOLOGÍA Y DERECHO
PENAL EN EL ESQUEMA DE LAS CIENCIAS CRIMINOLÓGICAS Autor y víctima
son la realidad que encara el derecho penal, realidad 40
41. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I ante la cual se
presenta como solución, la norma penal. El Derecho Penal ofrece la descripción
de lo que es un hurto, un robo, una violación. Posteriormente ofrece para ellos, y
para los otros actores, papeles normativos, como denunciantes, o como testigos.
Sin embargo, el penalista no se acerca al conocimiento de la personalidad del
ladrón, de la víctima del hurto, de la mujer violada. El ámbito de la realidad del
derecho penal, es mayor que el simple conocimiento normativo. El fenómeno
criminal necesita de otras disciplinas que, más allá del saber normativo, expliquen,
critiquen y formulen propuestas, desde otros ángulos del saber humano, para su
detección. Es necesario pues, que a la par de ese fragmentado, que es el saber
normativo, se utilice el saber empírico sobre los actores del hecho criminal. En la
hora actual, los estudios en cuanto al tema, están en la posición de afirmar que el
conocimiento empírico sobre el autor y la víctima sólo es merecedor de interés
cuando el derecho penal está orientado hacía sus consecuencias, esto es, cuando
se prescinde del concepto de la retribución y expiación, caracterizando el punto
final del sistema penal. Un derecho penal proyectado a sus consecuencias
persigue la meta de mejorar en lo posible la deteriorada personalidad del autor del
delito y contener la delincuencia en su conjunto. En otras palabras, un Derecho
Penal orientado a las consecuencias de realizaciones curativas tanto para el
delincuente como para la propia sociedad. Ese moderno Derecho Penal orientado
a las consecuencias, tiene en cuenta, como es obvio, el conocimiento empírico.3
Esta concepción, es fruto de una larga elaboración, los protagonistas tomados en
cuenta, más que todo por el aparecimiento del concepto de bien jurídico, a la
manera en que fue enunciado por Paul Johan Anselm Feuerbach (a quien se
atribuye también la fórmula nullum crimen...etc.), como arma contra una
concepción moralizante del Derecho Penal. Dentro de ese criterio, para considerar
una conducta como delito, no debería bastar la infracción de una norma ética, sino
que además debe probarse que esa conducta lesiona 3 Seguimos aquí al maestro
Hassemer. 41
42. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. intereses materiales (bienes
jurídicos) de otras personas. Es en ese punto que aparece la víctima. Como
fundamento de merecimiento del castigo penal de una conducta, al legislador no
puede bastarle la referencia a la vulneración de una norma ética o divina, antes
bien, tiene que demostrar, la lesión de un bien jurídico, es decir, que tiene que
presentar una víctima y mostrar que la misma le han sido lesionados bienes o
intereses [Hassemer, Fundamentos de Derecho Penal: 38]. Una modificación
posterior permite asegurar que no toda lesión a bienes jurídicos exige una
reacción a través del sistema penal, sino tan sólo aquella amenaza o lesión que
represente la posibilidad del daño dentro de las relaciones sociales, es decir, que
trasciende más allá del conflicto entre autor y víctima. Ello exige, al legislador
penal, que disponga de suficientes conocimientos empíricos para aplicarlos, tanto
en la formulación o descripción de la conducta como en la prevención de sus
consecuencias jurídicas. Así, mientras no se haya demostrado que una conducta
humana produce efectos socialmente dañosos, no puede conminarse con una
pena. Sin embargo, la legislación penal actual en general (la de nuestro país es un
claro ejemplo) no se ajusta a este principio. Se sigue persiguiendo p. e., el aborto,
hecho socialmente no relevante, desde luego que sus autores se procuran
soluciones distintas al ámbito jurídico. En la actualidad, el conocimiento de los
implicados en el hecho delictivo, tiene lugar tanto por la vía del incremento de
conocimientos sobre el delincuente como por la vía de ampliación de su objeto
hacia el conocimiento de la víctima. Los primeros estudios sobre autor del delito,
son los que en general se conocen como criminología. Lombroso en L-Uomo
delincuente, realizó los estudios a partir de los cuales, en la actualidad se
condensa ya una disciplina, que hace aparecer las referencias al delincuente nato,
como una mera anécdota. El error según los expertos, de las teorías biológicas del
delito, es querer hacer de sus descubrimientos un sistema en vez de tomarlos
como lo 42
43. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I que realmente son, un
elemento parcial dentro del amplio sistema explicativo de la criminalidad. Las
teorías contemporáneas que tienen mejores perspectivas son las que localizan la
aparición y desarrollo de la conducta delictiva en factores que actúan en una zona
intermedia entre lo individual y lo social. Para éstas, denominadas en general, de
la socialización deficiente, la conducta criminal es aprendida en el proceso de
socialización. Las instituciones sociales que pueden sembrar tempranamente el
germen de la desviación delictiva son la familia, la escuela (o su falta), compañías,
vecindario, entorno laboral, etc. 3.1. TEORÍA DE LA SOCIALIZACIÓN
DEFICIENTE Hay gran cantidad de teorías y subteorías dentro de la concepción
de la socialización deficiente. Por ejemplo las siguientes: 3.1.1. Los broken home,
de los glueck, referente a la mutación práctica de la delincuencia juvenil La crítica
indica que esta teoría opera desde un punto de vista limi- tado. Sin embargo su
aporte para la Criminología ha de considerarse desde el punto de vista de que la
delincuencia no puede seguir viéndose como resultado de hechos y procesos en
el interior de un individuo desviado, sino como resultado de interacción de
influencias recíprocas entre los hombres. 3.1.2. Teoría de los contactos
diferenciales, (E. Sutherland) En términos muy concretos esta teoría, expresa que
la oportunidad para que la persona se convierta en delincuente depende del modo,
la intensidad y duración de los contactos del individuo con otras personas. Lleva a
la conclusión que la conducta delictiva es aprendida. Podemos decir, que son
producto de las teorías de la socialización las medidas consideradas como
verdadera palanca de transformación de la política criminal, como asistencia
educativa voluntaria, imposición de reglas 43
44. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. de conducta en los supuestos de
suspensión a prueba, probation, asistencia a inmigrantes, etc. 3.1.3. Teoría de la
estructura social defectuosa Fundamenta las condiciones de desviación del autor
en las deficiencias socioestructurales. Indica que la estructura social actúa o
favoreciendo o reteniendo la realización de las expectativas culturales. Cuando la
estructura cultural y la social están mal acompasadas, cuando la primera exige
comportamiento y actitudes que la segunda impide se produce una tendencia a la
ruptura a la carencia de normas [Mertón Anomie, 292, cit. por Hassermer, id. 61]
concluye en que el sujeto no se convierte en delincuente en tanto que participe
activo en procesos de interacción social sino producto o víctima de la estructura
sociocultural. 3.1.4. Teorías que critican el modo tradicional de la investigación
criminal a) Labelling approach. La criminalidad es una etiqueta que se aplica por la
policía, los fiscales y los tribunales penales, es decir, por las instancias formales
de control social. b) La Criminología Crítica. Con el movimiento del labelling
approach tiene lugar en la sociología criminal contemporánea el paso de la
Criminología Liberal a la Criminología Crítica. Constituye esta Criminología, el
trabajo que se está haciendo para la construcción de una teoría materialista, es
decir, económico política, de la desviación, de los comportamientos socialmente
negativos y de la criminalización... La plataforma teórica obtenida por la
Criminología Crítica y preparada por las corrientes avanzadas de la Sociología
Criminal Liberal, puede sintetizarse en una doble contraposición a la vieja
Criminología Positivista, que usaba el enfoque biosicológico, como se recordará,
ésta buscaba la explicación de los comportamientos criminalizados partiendo de la
criminalidad como dato ontológico preconstituido a la reacción social y al derecho
penal. 44
45. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I Se recordará,
asimismo, que tal criminología... pretendía estudiar en sus causas tal dato,
independientemente del estudio de la reacción social y del Derecho Penal
[Baratta, 1986: 166]. Han sido dos las vías que han llevado a los umbrales de la
Criminología Crítica: a) El desplazamiento del enfoque teórico del autor a las
condiciones objetivas, estructurales y funcionales que se hallan en el origen de los
fenómenos de la desviación. b) El desplazamiento del interés cognoscitivo desde
las causas de la desviación criminal hasta los mecanismos sociales e
institucionales mediante los cuales se crean y aplican definiciones de desviación y
de criminalidad y se realizan procesos de criminalización. Llega a su punto
culminante en la actualidad, en que se transforma cada vez más en una Crítica del
Derecho Penal. 3.1.5. La victimología Esta teoría criminológica sobre la víctima del
delito ha venido elaborándose a partir de la Segunda Guerra Mundial. Los estudios
se han desarrollado paralelamente en cuanto a las teorías relativas al delincuente
y a su amplia temática se refiere especialmente a las siguientes cuestiones:
aptitud y propensión de los sujetos para convertirse en víctima del delito,
relaciones entre delincuente y víctima, daños y su reparación, profilaxis criminal
por parte de la víctima, influencias sociales en el proceso de victimización
específicos de víctimas, etc. La posición de la víctima en el Derecho Penal se ha
caracterizado por una participación muy reducida y de poca trascendencia, en ese
orden se aprecia que la cuestión de la reparación de los daños, si bien, se
encuentra en el Código Penal, es de una manera accesoria. En la actualidad la
reparación civil, puede decirse que es , en general simbólica, ante todo en los
casos de condenas largas de prisión. El denominado querellante adhesivo, en el
nuevo 45
46. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. Código Procesal Penal, no
parece tener caracteres especiales o de mayor relevancia que los que el código
abrogado Dto. 52-73 asignaba al acusador particular. Dto. 51-92, es importante
avance, en nuestro criterio, el establecimiento de centros de atención de
agraviados (art. 545), en el Código Procesal Penal. XIII. ESCUELAS DEL
DERECHO PENAL 1. DEFINICIÓN La Escuela del Derecho Penal son un conjunto
de doctrinas y principios que a través de un método tienen por objeto investigar la
filosofía del Derecho de penar, la legitimidad del Jus Puniendi la naturaleza del
delito y los fines de la pena. 2. ESCUELA CLÁSICA DEL DERECHO PENAL Es
evidente aún en nuestros días, que la obra de Beccaria suele ser el antecedente
inmediato más importante que impulsó a la corriente clásica del Derecho Penal,
esta corriente de pensamiento auténticamente jurídico-penal, se inicia a principios
del siglo XIX en la "Escuela de Juristas" como originalmente se denominó a la
Escuela Clásica de nuestra ciencia, siendo sus más connotados representantes:
Giandoménico Romagnosi, Luigi Luchini, Enrico Pessina y Francesco Carrara. Es
sin duda la Escuela Clásica la que en aquella época subrayó el carácter
eminentemente científico de nuestra ciencia, cuya idea fundamental era la tutela
jurídica. Sin embargo, no se puede hablar de un Derecho Penal Clásico, sin
exaltar la personalidad de su más grande, prodigioso y genuino representante,
cual fue el maestro de la Real Universidad de Pisa, Francesco Carrara, a quien
pueden resumirse los más importantes logros de aquella escuela. Según lo explica
el Doctor Sebastián Soler [Prólogo a la traducción de la obra Programa del Curso
de Derecho Criminal de Francesco Carrara (Parte General)], con la doctrina de
Carrara alcanza el 46
47. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I Derecho Penal un
punto en el cual ya no solamente el juez, sino el legislador mismo no puede
apartarse sin incurrir en tiranía, es decir, en la negación misma del Derecho. Con
la construcción de Carrara quedan separadas las esferas de responsabilidad
tradicionalmente confundidas por la religión, por la moral y por el Derecho; éste es
talvez, el significado histórico-político más importante de la obra Carrariana, pues
si bien, el movimiento de liberación del Derecho Penal comienza con la obra del
Marqués de Beccaria, la total construcción de un sistema completo no fue
realizada sino por Carrara, recogiendo la doctrina de las fuerzas del delito,
enunciada por Carmignani, su maestro inmediato, en quien faltó talvez, esa
solidez de pensamiento y firmeza de ideas que caracteriza la grandeza del
discípulo. Lo decisivo para el acierto de la construcción fue el hecho de que
Carrara situara al delito en la esfera ontológica correcta, como un ente jurídico, y
no como un puro hecho natural. La circunstancia de que se manejen como ideales
los objetos jurídicos, reconociendo en ellos la preexistencia de ciertas cualidades,
independientemente del hecho de que ellas sean o no, efectivamente pensadas
por quien las considera, eleva el pensamiento Carrariano al nivel de una ontología
jurídica ideal, dotándola de las más insospechadas conexiones con puntos de
vista jurídicos modernísimamente alcanzados por la aplicación del método
fenómeno-lógico al estudio de los conceptos jurídicos. Para la Escuela Clásica y la
doctrina Carrariana, el fundamento del Jus Puniendi es la sola justicia. Se
equivoca, dice: El que ve el origen del derecho de castigar en la sola necesidad de
la defensa, desconociendo el primer origen de ella en la justicia. Yerra, quien ve el
fundamento del derecho de castigar tan sólo en el principio de justicia, sin
restringirlo a los límites de la necesidad de la defensa. De ahí, pues, que tal
fundamento debe buscarse en la justicia, pero restringido por la necesidad de la
defensa. La Ley Penal no puede entrar a considerar sino aquellos hechos que se
han realizado por un hombre, en violación de la ley, con plena conciencia. Es
decir, con pleno discernimiento, voluntad y libertad. Para que una acción pueda
por la autoridad social, ser legítimamente declarada imputable a su autor como
delito son indispensablemente necesarios: que le sea imputable moralmente, que
pueda imputarse como acto reprochable; que sea dañosa a la sociedad; y,
precisamente que esté promulgada la ley que los prohibe. 47
48. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. 2.1. POSTULADOS DE LA
ESCUELA CLÁSICA Con los criterios planteados, la corriente clásica del Derecho
Penal, sentó las bases para construir un colosal monumento jurídico que
resplandeció sobre todas las construcciones penales alcanzadas hasta esa época,
cuyos postulados más importantes podemos resumirlos de la manera siguiente: a)
Respecto del Derecho Penal. Se consideró como una ciencia jurídica que debía
estar incluida dentro de los límites que marca la ley, sin dejar nada al arbitrio del
juez, cuyo fundamento debía ser la justicia limitada a las necesidades de defensa,
buscando con ello la tutela jurídica, a través del estudio de tres temas
fundamentales: el delito, la pena y el juicio penal. b) Respecto al Método.
Consideraron que el método más apropiado para el estudio de su construcción
jurídica era el "Racionalista o Especulativo" del cual se sirven las ciencias jurídico-
sociales. c) Respecto del Delito. Sostuvieron que no era un ente de hecho, sino un
"Ente Jurídico", una infracción a la ley del Estado; considerando que al definir el
delito como un ente jurídico, quedaba establecido, de una vez para siempre, el
límite perpetuo de lo prohibido, distinguiéndolo, además, de lo que podía ser una
infracción a la ley moral o a la ley divina, que no son delito. d) Respecto de la
Pena. La consideraron como un mal, a través del cual, se realiza la tutela jurídica,
siendo la única consecuencia del delito. e) Respecto del Delincuente. No
profundizaron en el estudio del delincuente, más que como autor del delito,
afirmando que la imputabilidad moral y el libre albedrío son la base de su
responsabilidad penal. A decir del penalista Juan P. Ramos, la Escuela Clásica no
ignoraba al delincuente sino que lo excluía porque 48
49. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I no lo necesitaba para
su construcción jurídica. Al Derecho Penal Clásico le interesa el acto del
delincuente mismo. Y ni siquiera el acto sólo del delincuente, sino el acto
relacionado con una violación al Derecho, que lo convierta en ente jurídico [Ramos
P., Juan. Curso del Derecho Penal dictado en la Facultad de Derecho de la
Universidad de Buenos Aires]. Luego de haber desarrollado un exhaustivo estudio
de los postulados anteriormente enunciados, dándole así un carácter puramente
científico al Derecho Penal, el célebre maestro pisano, padre de la Escuela
Clásica, Francesco Carrara, consideró que nuestra ciencia (el Derecho Penal)
había alcanzado su más alto grado de perfeccionamiento al extremo que
aconsejaba a sus discípulos dedicaran sus investigaciones al juicio penal
(Derecho Procesal Penal). Ciertamente para esa época (año de 1850), la
construcción Carrariana había establecido las estructuras para un nuevo Derecho
Penal, cuyas semillas germinaron y florecían felizmente por toda Europa, haciendo
alarde de su nombre “Derecho Penal Clásico”, que según interpretación de
Cuevas Del Cid, el nombre “Clásico” se ha reservado siempre para aquellas
actividades del hombre que aparecen ya como definitivamente consagradas y que
pueden servir como arquetipo para nuevas realizaciones. 3. ESCUELA POSITIVA
DEL DERECHO PENAL A mediados del siglo XIX, cuando la corriente clásica del
Derecho Penal, consideraba haber alcanzado su más alto grado de
perfeccionamiento, en relación a la majestuosa construcción Jurídica Carrariana,
que ya brillaba deslumbrantemente por toda Europa, aparece en Italia una nueva
corriente de pensamiento en la ciencia del Derecho Penal, que aportándose
radicalmente de los principios y postulados clásicos hasta entonces aceptados,
provocó una verdadera revolución en el campo jurídico penal, minando su
estructura desde los cimientos hasta sus niveles más elevados; tal es el
surgimiento de la Escuela Positiva del Derecho Penal, que atacando 49
50. De Mata Vela, J. F. y De León Velasco, H.A. impetuosamente los más
consagrados principios de la Escuela Clásica, creó una profunda confusión en las
ideas penales de esa época que no podemos más que denominarle "La crisis del
Derecho Penal Clásico", por cuanto que hicieron caer a nuestra ciencia en una
desubicación que duró casi más de medio siglo. La corriente positiva del Derecho
Penal, representada por Cesare Lombroso, Rafael Garófalo y Enrico Ferri,
justificados por haber comprobado la inutilidad de los principios clásicos para la
reforma del delincuente, la ineficacia de las penas para contener la delincuencia,
el aumento de la criminalidad, de la reincidencia y la delincuencia infantil y
advirtiendo el peligrosos contraste entre los datos psiquiátricos y las "teorías
místicas de la imputabilidad moral del hombre", plantearon una nueva corriente
conformada de investigaciones antropológicas, psíquicas, sociales y estadísticas
que apartaron a la disciplina penal del carácter especulativo que había tenido en la
corriente Clásica convirtiéndola en una disciplina experimental que formaba parte
de las ciencias naturales o fenómeno- lógicas. Según explicaciones del profesor
argentino Juan Ramos, la Escuela Positiva del Derecho Penal evolucionó en tres
etapas: La primera etapa "Antropológica", está representada por Cesare
Lombroso, y, dentro de ella, la preocupación dominante es el estudio del
delincuente en sus particularidades anatómicas, o morfológicas. Pero, en tal época
se ignoraba al Derecho Penal, puesto que Lombroso era Médico y sentía por el
Derecho "el desapego habitual de quien no lo entiende". La segunda etapa
"Jurídica" está representada por Rafael Garófalo quien, como jurista y magistrado,
se preocupó de injertar en el Derecho las teorías anatómicas lombrosianas. La
tercera se preocupó de hacer notar la influencia del medio social sobre el
delincuente apartándose ya de la tesis del "Delincuente Nato" creada por
Lombroso [Ramos P., 1942:172]. El notable jurisconsulto y remembrado profesor
de nuestra Carolingia, don Rafael Cuevas del Cid, al analizar las bases generales
del 50
51. Derecho Penal Guatemalteco Parte General, Capítulo I Derecho Penal en la
Escuela Positiva, explica que mientras la Escuela Clásica había excluido al
delincuente de su construcción sistemática, la Escuela Positiva lo colocó en primer
lugar y estableció respecto a él nuevas y revolucionarias teorías. El Derecho Penal
en esta nueva escuela no se asienta ya sobre la responsabilidad moral, sino es
predominantemente determinista y se asienta sobre la responsabilidad social. Por
otra parte, la razón de la existencia del Derecho Penal ya no se busca en la tutela
jurídica, sino en la defensa social indirecta. De acuerdo con la responsabilidad
social, el hombre es imputable, no porque sea un ser consciente, inteligente y
libre, sino sencillamente por la razón de que vive en sociedad y ésta debe
defenderse contra los que la atacan, sean éstos normales o anormales. El delito
deja de ser un "ente jurídico" para convertirse en una realidad humana constituida
por toda acción contrapuesta a las exigencias de la seguridad social. El fin
principal de las penas deja de ser el restablecimiento del derecho violado y pasa a
ser el de la prevención y, en esa virtud, las penas ya no son determinadas y
proporcionales al daño causado por el delito, sino más bien indeterminadas y
proporcionadas a la temibilidad del delincuente. La pena era la sanción única que
admitía el Derecho Penal Clásico; la Escuela Positiva cree haber comprobado la
inutilidad de la pena, que no puede reformar al delincuente, y propone una serie
de medidas de seguridad que llevan por fin principal la reforma del delincuente (o
su curación), para devolver a la sociedad a un miembro no peligroso. La Escuela
Clásica no dejaba librado absolutamente nada al arbitrio del juzgador; por el
contrario los positivistas dejan un amplio arbitrio al juez para que pueda ajustar la
pena a la personalidad del delincuente. Por otra parte, la pena siendo
indeterminada, cesará cuando así lo exija la conducta del delincuente, es decir,
cuando su reforma y su falta de peligrosidad sean evidentes.

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