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Equilibrio intertemporal del consumidor

La microfundamentación del análisis macroeconómico consiste en utilizar herramientas de la microeconomía para explicar fenómenos
macroeconómicos. En este caso, explicaremos el equilibrio macroeconómico partiendo de un consumidor y de una empresa representativa para luego
agregar sus decisiones tantas veces como agentes económicos haya.

Elección de consumo y ahorro en el tiempo

Preferencias de los consumidores

Efectos riqueza y sustitución

Referencias
LECCIÓN 1 de 4

Elección de consumo y ahorro en el tiempo

En esta sección, analizaremos a un individuo representativo. Todo individuo racional persigue maximizar una utilidad o satisfacción que le genera el consumo de bienes, pero la
adquisición de ese bien está restringida por su presupuesto. De ahí que el problema para analizar sea cómo es el comportamiento del individuo para maximizar su utilidad sujeta
a su limitación presupuestaria. Al ser un modelo intertemporal, si no consume todo su ingreso, estará ahorrando.

Decisión individual de consumo en el tiempo

En un primer momento, se estudiará el comportamiento de un consumidor representativo que busca o persigue maximizar su utilidad sujeta a su restricción presupuestaria. De
esa decisión de mejoramiento, surgirán un consumo presente, un consumo futuro y un ahorro óptimos, dada una tasa de interés y los ingresos correspondientes. En este modelo
no interesa cuál es la composición del consumo (qué es lo que compra) en los distintos períodos, sino más bien cómo alcanza el máximo bienestar o utilidad; por ello, siempre
hablaremos de consumo presente sin indicar qué canasta de bienes adquirió. Una vez entendido este problema del individuo, se supondrá que los restantes consumidores de la
economía tienen el mismo objetivo de maximización, con lo cual se sumarán las decisiones tantas veces como individuos haya, obteniendo así variables agregadas o
macroeconómicas. En ese sentido, encontraremos el ahorro agregado sumando los ahorros individuales para cada tasa de interés.

Para analizar el comportamiento de maximización de utilidad del individuo representativo en un contexto intertemporal, se estudiará, en primer lugar, la restricción de
presupuesto que enfrenta en los distintos períodos y luego sus preferencias, para juntar por último ambas partes y determinar la posición de equilibrio del individuo
representativo.

Modelos de dos períodos

Como todo modelo, deberemos realizar algunas simplificaciones denominadas supuestos para evitar ciertos detalles innecesarios. Si estas situaciones que excluimos en los
supuestos se tomaran en cuenta, llegaríamos a la misma conclusión, pero bajo un análisis formal mucho más complejo.

Los supuestos de este modelo son:

El individuo enfrenta dos períodos, el presente y el futuro o, simplemente, el período 1 y el período 2. El individuo ahorra o se endeuda en el período 1,
por lo cual en estas variables no será necesario identificar el período en el que se realizan.

Existe un solo bien cuyo precio es uno y permanece constante en los dos períodos. Por ello, hablaremos de consumo del período 1 y consumo del período
2 sin precisar el bien que se adquiere.

Todas las variables están medidas en términos de ese bien: bien numerario1.

[1] El bien numerario es equivalente al dinero. Por ejemplo, si el bien numerario es el maíz, todas las variables estarán medidas en ese bien. Un televisor equivale a X
kilos de maíz, un automóvil cuesta X kilos de maíz, y así. De esta manera se excluye, por el momento, al dinero del análisis para evitar las consecuencias monetarias
que este trae, como la inflación.

El individuo conoce el ingreso que tiene en ambos períodos.


No hay intervención gubernamental. Este supuesto se levantará en el próximo módulo, pero no afectará la conclusión que obtendremos en este análisis.

Restricción presupuestaria intertemporal del individuo

Como el análisis es intertemporal, el individuo enfrentará dos restricciones presupuestarias (RP), una para el primer período y otra para el segundo. Como toda limitación, esta
es una igualdad entre usos y fuentes o entre ingresos y gastos. Así, para el primer período, este estará dotado de un ingreso que se denotará y1, que podrá ser aplicado o

destinado a consumirlo (c1) o a ahorrarlo (s). El subíndice indica el período; como existen dos períodos, no hace falta indicar el momento del ahorro, ya que el primero es el

único momento en el que puede transferir ingresos hacia el otro período; no tiene sentido que ahorre en la segunda etapa, ya que acaba su existencia. De esta manera, la
restricción presupuestaria del período 1 es:

y1 = c1 + s.

En el período 2, contará como fuente el ingreso de ese momento más el ahorro que decidió hacer en el primero, sumados a los intereses que generó ese ahorro. Con lo cual, la
restricción presupuestaria del período 2 es:

y2 + s + s × r = c2; siendo r el tipo o tasa de interés. Sacando factor común:

y2 + s (1+ r) = c2.

Ahora bien, es posible deducir una restricción presupuestaria de toda la vida de este individuo representativo, a la que denominaremos restricción presupuestaria intertemporal.
Para hacerlo, se debe identificar la variable en común de ambas restricciones presupuestarias planteadas, que en este caso es el ahorro (s). Despejamos s de la RP del período 2:

Introducimos este resultado en la RP del período 1:

Reordenando, se obtiene la restricción presupuestaria intertemporal:

El lado izquierdo de la ecuación se denomina valor presente del ingreso, que es igual a la suma del ingreso actual más el ingreso futuro actualizado a la tasa de interés. El lado
derecho es el valor presente del consumo, que es igual a la suma del consumo actual más el consumo futuro actualizado a la tasa de interés.
Esta expresión explica que el valor presente del consumo, o el consumo de toda la vida del individuo representativo, está sujeto o es igual al valor presente del ingreso o el
ingreso de toda su vida.

Para representar gráficamente esta expresión en los ejes (c1; c2), es conveniente despejar c2 en función de c1, obteniendo una expresión alternativa a la del recuadro anterior.

c2 = y1 (1+ r) + y2 – (1+ r) c1.

Esta ecuación tiene la forma de una recta con una pendiente negativa, cuyos sus parámetros son los siguientes:

Ordenada al origen = y1 (1 + r) + y2. Si el individuo no consume nada en el presente (c1 = 0) o, lo que es lo mismo, ahorró todo su ingreso presente, podrá
consumir como máximo, en el período 2, esa expresión, que es igual al valor futuro del ingreso.

Pendiente = -(1 + r). Si el individuo reduce en una unidad el consumo presente, podrá consumir en el futuro (1 + r) unidades.

Abscisa al origen = y1 + y2 ÷ (1 + r). Si individuo no consume nada, en el futuro (c2 = 0) podrá consumir como máximo el valor presente de su ingreso.

Figura 1: Restricción presupuestaria intertemporal

Fuente: Elaboración propia.

Veamos un ejemplo: si el individuo tiene un ingreso actual de mil unidades del bien numerario (y1 = 1000) y, en el segundo período, de 550 (y2 = 550), siendo la tasa de interés

del 10 % (r = 0,10), paga impuestos 300 por unidad en cada período. Entonces, si reemplazamos los valores, la restricción presupuestaria intertemporal puede expresarse de la
siguiente manera:
El individuo, a lo largo de su vida, no podrá consumir más de 1500 unidades del bien numerario. La distribución de ese número en cada período dependerá de sus preferencias,
lo que próximamente será desarrollado.

De manera equivalente, expresando c2 en función de c1, la restricción presupuestaria intertemporal también puede escribirse como:

c2 = 1000 (1 + 0,10) + 550 – (1+ 0,10) c1

c2 = 1650 – 1,1 × c1

En esta última expresión se ve claramente que es una recta con pendiente negativa, cuyos parámetros son:

Pendiente: es -1,1. Económicamente, significa que, si el individuo deja de consumir una unidad en el presente (o, lo que es lo mismo, ahorra una
unidad), podrá consumir en el futuro 1,1 unidades.

Ordenada al origen: es 1650. Significa que, si el individuo no consume nada en el presente, podrá consumir como máximo en el futuro 1650 unidades del
bien numerario.

Abscisa al origen (se calcula haciendo c2 = 0 y luego se despeja): es 1500. Significa que, si el individuo no consume nada en el futuro, podrá consumir
como máximo en el presente 1500 unidades del bien numerario.
LECCIÓN 2 de 4

Preferencias de los consumidores

Las preferencias de los individuos se representan a través de las curvas de indiferencia, concepto que fue introducido y desarrollado en el curso de microeconomía, de modo que
nos centraremos ahora en lo más importante.

Las curvas de indiferencia representan, en este caso, las distintas combinaciones de consumo presente y futuro que mantienen constante su nivel de utilidad. A lo largo de la
curva de indiferencia, el individuo se muestra indiferente entre un punto y otro, ya que cualquiera sea el sitio en el que se encuentra, esto le genera la misma satisfacción. Es
claro que las curvas de indiferencia más altas indican un aumento del nivel de utilidad, porque representan combinaciones con mayor consumo presente y futuro (ver Figura 2).

La pendiente de la curva de indiferencia se denomina relación o tasa marginal de sustitución (RMS), y muestra el grado de sustitución de consumo entre el período presente y el
futuro. Por ejemplo, si el individuo prefiere consumir en el presente, su RMS será alta, dado que estará dispuesto a resignar una gran cantidad de consumo futuro para aumentar
su consumo presente.

Figura 2: Curvas de indiferencias

Fuente: Elaboración propia.

Generalmente, las curvas de indiferencia son convexas, sin embargo, existe un caso de excepción, que es cuando el individuo desea consumir siempre la misma proporción. Es
decir, puede asumirse que los individuos prefieran gastar lo mismo en ambos períodos, lo que se denomina suavización del consumo. En este caso, las curvas de indiferencia
dejan de ser convexas para pasar a tener la forma que se muestra en la Figura 3. Es el denominado caso de los complementarios perfectos: el individuo desea consumir siempre
en la misma proporción, por lo tanto, las curvas de indiferencias pierden el arqueamiento, porque no hay sustitución de consumo y el individuo siempre se ubicará en el vértice.

Figura 3: Curvas de indiferencias. Casos complementarios perfectos


Fuente: Elaboración propia.

Elección óptima

La combinación elegida del consumo presente y futuro estará siempre sobre la recta presupuestaria. Esto se debe a que sus preferencias en cuanto al consumo son tales que más
es mejor que menos. El consumidor elegirá su perfil vital de consumo (y ahorro), de modo tal de agotar totalmente sus posibilidades de consumo intertemporales.

En términos algebraicos, esto implica que el valor presente del consumo será exactamente igual que el valor presente del ingreso. Luego, el lugar donde exactamente se sitúe el
consumidor sobre esta recta presupuestaria dependerá de sus preferencias por el consumo de hoy versus el consumo de mañana.

El individuo buscará adecuarse a lo que marca la curva de indiferencia que está más alejada del origen, ya que esta representa la opción más preferible frente a la restricción
presupuestaria (RP) intertemporal.

En la Figura 3, se observan tres curvas de indiferencia distintas, donde U3 es la más preferible, luego U2 y por último U1.

Figura 3: Elección óptima


Fuente: Elaboración propia.

Si bien U3 es la curva de indiferencia que le genera la mayor satisfacción o utilidad, esta es inalcanzable para la RP intertemporal, con lo cual queda descartada como óptima.

Tanto U2 como U1 son posibles, pero esta última también es rechazada, ya que el individuo puede cambiar la composición de su consumo e incrementar su utilidad. Por

ejemplo, si se encuentra en el punto B, el consumidor podría reducir el gasto presente por más consumo futuro y, de esa manera, aumentar su satisfacción o utilidad a U2.

De ello se desprende que el punto óptimo se encuentra en U2, precisamente en el punto A, donde el individuo consigue la máxima utilidad sujeta a su restricción presupuestaria.

En dicho punto, el individuo se ubica sobre la RP y además se igualan las pendientes de la curva de indiferencia con la de la RP intertemporal.

Sobre la restricción intertemporal primero ubicamos el llamado punto de dotación (D), que es aquel punto donde el consumo de cada período es igual al ingreso respectivo. Es
decir que el individuo consume en cada período exactamente el ingreso que percibe.

Ahora bien, si en el gráfico anterior se incluye el punto de dotación junto con la solución óptima, quedará determinada la situación del individuo como ahorrista o deudor. Será
ahorrista cuando consuma menos que su ingreso presente (izquierda del punto D), mientras que será deudor si en el primer período consume más que su ingreso (derecha del
punto D).

Figura 4: Representación gráfica del óptimo del individuo ahorrista y del individuo deudor
Fuente: Elaboración propia.

De esta manera, se pueden resumir las condiciones de óptimo en dos:

1 Pendiente de la curva de indiferencia = pendiente de la RP intertemporal:

RMS = (1 + r).

2 Se consuma todo el valor presente del ingreso:

Fuente: Elaboración propia.

Sin embargo, es probable que el individuo considere el consumo presente y el consumo futuro como bienes complementarios perfectos. En ese caso, el consumidor
representativo optará por elegir una proporción constante en ambos períodos. Es decir, puede que quiera consumir lo mismo en ambos períodos (c1 = c2), o bien que quiera

consumir en el presente el doble que en el futuro (c1 = 2c2) o cualquier otra proporción fija. La curva de indiferencia dejará de ser convexa para ser dos rectas que forman un

ángulo recto, cambiando la primera condición planteada por la proporción que desea de ambos consumos.

Veamos dos ejemplos.

Ejemplo 1. Piensa en un individuo que tiene como preferencia la siguiente función de utilidad: U = c1 c2. Además, la tasa de interés es del 5 % y cuenta con un ingreso presente

de 80 y un ingreso futuro de 60 unidades del bien numerario. Obtengamos el consumo presente, el futuro y el ahorro.

El individuo maximiza utilidad cuando su RMS se iguala con el precio relativo del consumo presente (1 + r); gráficamente, cuando la pendiente de la curva de indiferencia se
iguale con la pendiente de la restricción presupuestaria.
RMS = (1 + r).

Recordando el curso de microeconomía, sabemos que la RMS se puede calcular como el cociente de las utilidades marginales2:

RMS = UMgC1 ÷ UMgC2.

[2] La utilidad marginal del consumo presente (UMgC1) muestra el cambio en la utilidad cuando cambia el consumo presente. Se calcula haciendo la derivada parcial de la función de utilidad

respecto al consumo presente: dU/dC1. Con un razonamiento análogo, se puede definir la UMgC2.

Dado que las utilidades marginales son las derivadas parciales de la función de utilidad respecto a cada variable, entonces:

UMgC1 = c2 (derivada parcial de la función de utilidad respecto a c1). UMgC2 = c1 (derivada parcial de la función de utilidad respecto a c2).

Reemplazamos en la primera condición:

Despejamos:

c2 = 1,05 c1

Incluyendo esta expresión en la segunda condición o, lo que es lo mismo, en la RP intertemporal:

80 + 60 × (1 + 0,05) = c1 + c2 ÷ (1 + 0,05).

Como c2 = 1,05 c1, entonces:

137,14 = c1 + 1,05 c1 ÷ (1,05).

137,14 = 2c1.

Despejando, se obtiene el consumo presente óptimo: c1 = 68,57

Reemplazando este valor en la primera condición, se obtiene el consumo futuro óptimo:

c2 = 1,05 × c1 = 72.

Mientras que el ahorro es la parte del ingreso presente que no se consume:

s = 80 – 68,57 = 11,43.

Entonces, el individuo maximiza su utilidad gastando en el presente 68,57 unidades del bien numerario, consumiendo en el futuro 72 unidades y ahorrando 11,43 unidades.
Ejemplo 2. Un individuo cuenta con la siguiente información y1 = 1000; y2 = 1100 y r = 10 %. Además, se conoce que siempre desea consumir lo mismo en ambos períodos.

¿Cuál es la combinación de consumo presente y futuro que elegirá? ¿Cuál es el valor del ahorro?

La diferencia que tiene este ejercicio con el anterior es que no posee como dato una función de utilidad, sino que más bien explicita las preferencias mediante una proporción
del consumo presente respecto al futuro. Cuando sucede esto, estamos en la presencia del caso de complementarios perfectos, donde, como dijimos, no se cumple la relación de
tangencia que mencionamos en la primera condición.

Para resolver este ejercicio, simplemente se incluyen las preferencias en la RP. Entonces, como el individuo prefiere consumir lo mismo en ambos periodos, la expresión
algebraica de dicha preferencia es: c1 = c2.

La RP intertemporal es:

1000 + 1100 ÷ (1 + 0,10) = c1 + c2 ÷ (1 + 0,10).

2000 = c1 + c2 ÷ (1,1).

Dado que c1 = c2:

2000 = c1 + c1 ÷ (1,1).

Sacando factor común y despejando:

2000 = c1 (1 + 1 ÷ 1,1).

c1 = 1047,62.

Dado que prefiere consumir lo mismo en ambos períodos: c2 = 1047,62.

El ahorro privado es la parte del ingreso presente que no se consume: s = y1 – c1 = 1000 – 1047,62 = –47,62

Como el resultado es negativo, se trata de un individuo que se está endeudando.

El punto óptimo podrá cambiar cuando cambien algunos parámetros del análisis, como, por ejemplo: que cambie el ingreso de algún período o bien la tasa de interés. En la
sección siguiente, nos centraremos en el estudio del cambio en la tasa de interés, por lo cual examinaremos también las modificaciones en el ingreso.

Un aumento en el ingreso de cualquier período produce un traslado de la RP intertemporal hacia la derecha, aumentando así las posibilidades de consumo de ambos períodos, ya
que el punto de dotación se modifica (ver Figura 5).

Figura 5: Cambios en el ingreso


Fuente: Elaboración propia.

Al considerar ambos consumos como normales, se tendrá que: para cualquier tipo de preferencias, ante un aumento en el ingreso de cualquier período, aumentará el consumo
tanto del período 1 como del período 2; situándose la nueva combinación de consumo sobre la nueva recta presupuestaria. El consumo en ambos períodos aumentará
independientemente del período en el que se produce el aumento del ingreso.

En cambio, no sucederá lo mismo con el ahorro. En este caso, el cambio en este obedece a la etapa en la que se produce el aumento del ingreso. Por ejemplo, para facilitar el
análisis, se supone que el individuo prefiere consumir lo mismo en ambos períodos. Si el ingreso aumenta en el primero, pero se mantiene inalterado en el segundo, entonces el
ahorro aumentará con seguridad, ya que traspasará al futuro parte de ese mayor ingreso (ahorra) para mantener constante su consumo. El caso contrario ocurre cuando aumenta
el ingreso del segundo período: el ahorro disminuye, ya que no tiene necesidad de dejar de consumir en el presente o de ahorrar, porque cuenta con un aumento en el futuro.
LECCIÓN 3 de 4

Efectos riqueza y sustitución

El efecto riqueza (o ingreso) y el efecto sustitución surgen de la descomposición de un cambio en la tasa de interés.

Una variación en la tasa de interés, manteniendo constante el ingreso de ambos períodos, tendrá como consecuencia una rotación de la recta presupuestaria por el punto de
dotación, alterando las posibilidades de consumo.

Independientemente del valor que tome dicha tasa, la nueva recta presupuestaria tiene que pasar por el punto D, ya que este se constituye por los ingresos del individuo que no
han cambiado.

En la figura 6, se observa un aumento en la tasa de interés (mayor pendiente), con lo cual las posibilidades de consumo aumentan para aquellos que ahorran y disminuyen para
aquellos que piden prestado, como es obvio, ya que, en el primer caso, para un mismo ahorro, la ganancia en intereses es mayor o igual que el consumo futuro; mientras que, en
el segundo caso, los costos por intereses son más altos y, por lo tanto, lo que queda para consumo en el segundo período, luego de la devolución del préstamo y del pago de
intereses, es menor.

Figura 6: Aumento en la tasa de interés

Fuente: Elaboración propia.

Como la tasa de interés es el precio del consumo presente y, como toda variación en un precio, puede descomponerse en dos efectos: un efecto sustitución y un efecto ingreso (o
efecto riqueza o renta).

El efecto sustitución mide el cambio en el nivel de c1 y c2 deseado por el individuo cuando varía la tasa de interés, suponiendo que el individuo permanece constante sobre su

curva de indiferencia original, es decir, mide cómo sustituye consumo presente por consumo futuro cuando cambia esta tasa.
El efecto ingreso evalúa el hecho de que el individuo se enriquece o empobrece a causa de la variación de la tasa de interés. Si el individuo parte siendo ahorrista, un aumento
en la tasa de interés lo enriquece, porque, con un consumo presente constante, podrá sin lugar a dudas tener un mayor consumo futuro. Por otro lado, si inicialmente es deudor,
el aumento en la tasa de interés lo hará más pobre, porque, con un c1 constante, ya no podrá solventar el nivel original de c2.

Supongamos la situación de una persona que es ahorrista. Si aumenta la tasa de interés, por efecto sustitución aumenta el ahorro, ya que este se hace más atractivo; de este
modo, sustituirá consumo presente (lo reducirá) para incrementar el consumo futuro. Por efecto ingreso, el individuo se enriquece, con lo cual aumentará el consumo en ambos
períodos reduciendo el ahorro. Este último se hace menos necesario. Es decir, si la tasa de interés era del 10 % y contaba con un ahorro de $100, obtenía $110 (100 × 1,1).
Ahora, si la tasa sube al 20 %, puede obtener esos $110 en el futuro con un ahorro menor, en este caso $91,67 (110/1,2). Entonces, para un ahorrista, el aumento en la tasa de
interés incentiva a ahorrar más por el efecto sustitución, pero el efecto ingreso impulsa a economizar menos. El efecto de la tasa de interés es ambiguo, sin embargo, se supondrá
que el efecto sustitución es mayor que el efecto ingreso, con lo cual un aumento en la tasa de interés siempre terminará aumentando el ahorro.

En la figura 7, se observa la situación de un individuo ahorrista que tiene una dotación de ingresos dada por el punto D, un consumo óptimo inicial dado por el punto A y un
ahorro dado por la diferencia entre y1 y c11 (consumo del período 1 y de la situación 1 o inicial). Ahora bien, si aumenta la tasa de interés, dijimos que la restricción

presupuestaria intertemporal rota alrededor del punto de dotación en sentido horario. Al cambiar sus posibilidades de gasto, el individuo elegirá un nuevo consumo;
supongamos que escoge el punto B, donde una nueva curva de indiferencia es tangente a la nueva restricción presupuestaria.

Figura 7: Efecto ingreso y sustitución de un cambio en la tasa de interés

Fuente: Elaboración propia.

El efecto total es el paso del punto A al punto B, donde el consumo presente disminuye y, por consiguiente, el ahorro aumenta, dado que el ingreso presente no cambia (y1 – c11

> y1 – c12).

Este movimiento se puede descomponer en los dos efectos mencionados. Para encontrar el efecto sustitución, se debe eliminar el efecto riqueza. Entonces, para ello, se traslada
paralelamente la nueva RP hasta que encuentre un nuevo óptimo en la curva de indiferencia inicial (punto C). El paso de A a C constituye el efecto sustitución, donde el
individuo reduce el consumo presente por más consumo futuro, ahorrando mayores unidades. Devolviéndole el ingreso que se le quitó, se obtiene el efecto riqueza (paso de B a
C). Como se trata siempre de bienes normales, el consumo presente aumenta o, lo que es lo mismo, el ahorro disminuye. En este caso graficado, el efecto sustitución que
incentiva a ahorrar es mayor al efecto ingreso, por consiguiente, en el efecto total, un aumento en la tasa de interés acrecienta el ahorro y reduce el consume presente.
Si aumenta (o disminuye) la tasa de interés y el ahorro aumenta (o disminuye), está implícito que el efecto
sustitución es mayor al efecto riqueza.

En el caso de un individuo deudor, el efecto de un cambio en la tasa de interés es claro. Si se produce un crecimiento de esta variable, por efecto sustitución aumentará el ahorro,
ya que querrá sustituir consumo presente por consumo futuro; mientras que, por efecto ingreso, el individuo se empobrece ante la suba del interés, con lo cual reducirá el

consumo de ambos períodos, reforzando el ahorro3. Así, en este caso, tanto el efecto sustitución como el efecto ingreso van en la misma dirección.

[3] Cabe recordar que los consumos de ambos períodos son bienes normales, es decir, que, ante variación en el poder adquisitivo, el consumo varía en la misma dirección.

Figura 8: Derivación de la función de ahorro de un individuo

Fuente: Elaboración propia.

Si ahora se modifica la tasa de interés, por ejemplo, a r1 = 12 %, sus combinaciones de consumo y ahorro se modificarán. En este caso, nos interesa el ahorro. Ante un aumento

en la tasa de interés, se dijo que el individuo estará incentivado a ahorrar más si el efecto sustitución es mayor al efecto ingreso, con lo cual podríamos suponer que el nuevo
ahorro es sB = 60, ubicándose en el punto B. Nuevamente, extraemos esos valores y los plasmamos en el nuevo gráfico; simplemente ubicamos r1 en un lugar superior a r0 y sB,

dado que es mayor a sA, en un lugar a la derecha. De esta manera, podríamos seguir cambiando la tasa de interés y obtener distintos valores de consumo, pero con dos alcanza

para trazar la recta que representa la función de ahorro individual. Cabe notar que cada punto de esta función es un óptimo, es decir, que para cada tasa de interés se elige el
nivel de ahorro que generó la maximización de utilidad del individuo. Tanto A’ como B’ corresponden a situaciones donde el individuo maximizó su utilidad sujeta a su
restricción presupuestaria.

Como resultado, tenemos que la función de ahorro de un individuo representativo tiene pendiente positiva, porque el efecto sustitución es mayor al efecto ingreso; asimismo,
cada punto de la función es un punto óptimo, pues representa la máxima utilidad para cada tasa de interés posible.

La función de ahorro agregado tendrá las mismas características que la función de ahorro de un individuo, ya que se conforma de la suma de los ahorros óptimos de todos los
individuos que componen la economía. Por lo que se puede decir que la función de ahorro agregado muestra las combinaciones óptimas de ahorro para cada una de las tasas de
interés.

Como se partió del supuesto de que todas las personas actuaban de la misma manera que el individuo representativo estudiado, para encontrar el ahorro agregado para una tasa
de interés simplemente se multiplica el número de individuos por el monto del ahorro individual, que es igual para todos. Por ejemplo, si existen 100 individuos que, a una tasa
de interés del 10 % cada uno ahorra $50, el ahorro agregado para esa tasa será de $5000 (50 × 100).
En la figura 9, se observa la función de ahorro agregado (S) como la suma de los ahorros óptimos de los n individuos para cada una de las tasas de interés.

Figura 9: Función de ahorro agregado

Fuente: Elaboración propia.

La función de ahorro agregado se desplazará cuando cambien ciertos parámetros. Por ejemplo, si aumenta el ingreso presente para todos los individuos, en la economía, se
estará dispuesto a ahorrar una mayor cantidad para cada tasa de interés, con lo cual la función de ahorro agregado aumentará desplazándose hacia la derecha. También la
movería una variación en el ingreso futuro, pues, si este aumenta, los individuos ahorrarán menos para cada tasa de interés, con lo cual la función de ahorro agregado
disminuiría trasladándose hacia la izquierda.

Para ampliar lo desarrollado hasta aquí se recomienda la lectura del siguiente paper de A. Argandoña (1990) "El pensamiento económico de Milton Friedman"

El pensamiento económico de Milton Friedman.pdf


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LECCIÓN 4 de 4

Referencias

Sachs, J. D., y Larraín, B. F. (2013). Macroeconomía en la economía global (3.a ed.). CL: Pearson.

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