Taller Grupo Formativo II Reconocimiento de La Sombra (2614940)

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Taller Grupo Formativo II

Reconocimiento de la sombra

1. ¿Cuáles son los aspectos que considera más positivos de usted mismo y que por lo tanto
quisiera que los demás le reconocieran?
 Flexibilidad de genero
 Selectivo en amistades y relaciones
 Sexualmente abierto

2. ¿Cuáles son las características más positivas que los demás recalcan en usted y por las cuáles
“cae bien” a los otros?
 Inteligencia
 Sociabilidad
 cómico

3. ¿Cuáles son las características o los rasgos contrarios que ha tenido que rechazar para poner
de manifiesto sus aspectos positivos?
 Comentarios salidos de tono
 Criticas constantes
 Asco constante

4. ¿Qué temas le generan malestar y tiende a evitar en sus conversaciones?


 Construcciones de género y preferencias sexuales
 Estereotipos corporales

5. Dé cuenta de aquellas facetas, rasgos o comportamientos de su personalidad que usted


considera como extrañas y ajenas.
 Aceptación a toda persona
 Amabilidad excesiva
 Constante búsqueda de aceptación

6. ¿Cuáles son sus prejuicios más arraigados?


 Personas de color
 Hombres heterosexuales
 Personas excesivamente perfectas

7. ¿Con qué grupo de personas se siente menos identificado?


 Personas con personalidades muy superficiales
 Hombres en general

8. ¿Con qué grupo de personas se siente más identificado?


 Comunidad LGBTI
 Marihuaneros
 Mujeres

9. ¿Qué tipo de personas generalmente le ofenden, le aterran, le encolerizan o considera


indignas de usted?
 Personas muy banales
 Personas exageradamente preocupadas por el que dirán

10. ¿Qué tipo de personas generalmente le atraen, admira, le generan envidia o considera como
muy superiores a usted?
 Personas empoderadas de su identidad
 Gente con mucho criterio

11. ¿Cuál es el miedo que le resulta más intolerable?


 La soledad absoluta

12. Dé cuenta de las resistencias que pudo reconocer durante el desarrollo de la actividad

Es complicado enfrentar aquellas preguntas que cuestionan por lo que uno en realidad considera
parte de su personalidad, de su identidad, y que suelen ir en contra de lo que se establece como
correcto o lo que se exterioriza constantemente. Considero que se torna complejo porque implica
ir contra corriente con los demás, e incluso con uno mismo al tratar de sobrepasar los límites que
nos autoimponemos para ser más agradables al otro.

13. A partir de las respuestas a las preguntas ubicar aquellas características personales que
logren reconocer en ustedes, a nivel tanto de la máscara como de la sombra. Una vez
realizado este ejercicio plasmar, simbólicamente, es decir utilizar imágenes que
representen la dicotomía o conflicto entre la persona y sombra personales a partir de un
dibujo, video, escrito o cualquier recurso creativo que prefieran.
Siempre le dijeron que mirarse en el espejo era complicado, implicaba reconocer los aspectos que
nunca se ven porque están ocultos a la limitada capacidad visual, sin embargo ese día la cosa era
diferente. Cuando entro al baño y se paró frente a este noto que no era como todos los días, el
reflejo no era el que siempre esperaba y al que tanto se había acostumbrado; ante él no se
encontraba el mismo.

Primero considero estar loco, siempre veía los mismos detalles al mirar el reflejo, y aunque
algunos no le gustaran, estaba muy acostumbrado a encontrar ahí a otro hombre, algo gordo, con
la cara redonda y algunas imperfecciones, un ser alegre y jovial que siempre estaba dispuesto a
entablar conversaciones y relaciones con los otros, que estaba dispuesto a aceptar a quien fuera
porque consideraba que la aceptación por la diversidad y el respeto absoluto por la diferencia del
otro eran la clave de un sano convivir. Ese día la cosa pintaba muy distinto.

Lo primero que no to era que en el espejo, quien lo miraba acusadoramente, efectivamente era el,
pero no el completamente, había algo nuevo, la sonrisa que lo caracterizaba no se encortaba en
ese otro, no había un rostro que incitara a acercarse para relacionarse; por lo contrario su reflejo
mostraba un rostro serio e incluso intimidador que llamaba a la precaución y a al lejanía. El otro no
se movía, por mucho que él se moviera en el aquí, y se quedó estético un tiempo considerable,
pasado un tiempo aquel individuo de la mirada fría comenzó a moverse y esto solo aumento la
extrañeza de la situación.

Tomo una peluca y lentamente la coloco en su cabeza, seguido de esto tomo una bolsa e inicio a
maquillar la mitad de su rostro, los colores iban y venían y ante la atónita mirada del “dueño” de
aquel cuerpo el reflejo se fue transformando progresivamente en un ser hibrido, entre ambos
sexos, que mostraba características tanto femeninas como masculina. Terminada la
transformación, y ante la extraña mirada de él, el reflejo se alejó y luego volvió sobre sus propios
pasos vestido completamente de mujer, usando prendas fuera de moda y que no encajaban para
nada en la ideal actual de in, tomo lo que logro identificar como un porro y lo encendió, tomo
varias caldas, y luego hablo.

-Y vos de que te extrañas, este sos vos, no te engañes, a vos no te encanta del todo ser hombre, te
encanta el maquillaje y los tacones. Por qué seguir viviendo un reflejo auto impuesto.

-Yo no soy esto- respondió el algo alterado

-Y me vas a venir a mentir a mí, yo soy vos y vos sos yo, no nos interesa ser tan amigables,
tampoco le queremos caer bien todo el mundo. Porque ocultas que te gustan los porritos, la
manera en la que se desliza el humo por tu garganta y la manera en la que te desinhibe y te lleva a
buscar del otro y lo que tiene entre las piernas, porque ocultar que vivís para lo carnal y que no te
vasta con uno o con dos, que quieres muchos y no lo podes ocultar fácilmente. Lo de los baños no
fue un experimento, era tu manera inconsciente de revelarte contra el velo que te impones, te
gustan todos y lo que todos te ofrecen. No te engañes, no te cae bien todo el mundo y sos
prejuicioso, no te gustan los negros, ni la gente rara, mucho menos las personas superficiales que
no van más allá de un conjunto.

-Cállate!- grito el, mientras las lágrimas rodaban por sus ojos- yo no soy como vos me pintas.

El reflejo se silenció por un momento y luego con una sonrisa socarrona prosiguió.
-detestas los estándares sociales de genero pero te quedas con lo que te asignan porque de cierta
manera temes no encajar en la idea de perfección del otro, temes lo que puedan decir de vos,
porque eso es lo correcto no, llevas 19 años esperando que los demás te acepten a costa de tu
aceptación propia. La perfección no existe gran guevon, y vos sos el menos ideal para hablar de
ella. Tenes temor de aceptar tu cuerpo como es y aunque te mueres de ganas por criticar al otro te
mordes la lengua porque eso no lo hacen los niños bien. Reprimís tu lengua para expulsar tus
opiniones verdaderas sobre los demás porque te asusta que eso te alejo de los otros, la soldada te
aterra y puede que de ahí venga tu miedo a la oscuridad, porque en ella la nada es lo imperante y
en la nada solo estas vos y lo de adentro.

Que te calles hijueputa, que te calles. Yo soy yo, lo que la gente ve.- las lágrimas ya eran
incontrolables y era incapaz de seguir mirando el reflejo que le devolvía el espejo, porque de cierta
manera el sabia que eso era cierto, aunque se negaba a aceptarlo porque a Ana, juan, Santiago,
mateo y los demás, eso que lo miraba de manera burlesca en el espejo, les daría el mayor de los
ascos.

-sigamos pues con las mentiras, lo de cristal te aterró, pero no porque fuera tu ex, sino porque te
encanto, pero tenías que decirle al mundo que te sentías mal, la gente normal no se acuesta con
su ex y luego con el mejor amigo de este, mucho menos se sienten bien de ver mal al otro y de
haber disfrutado del sexo como nunca, deja de engañarte, como es que te decían los amigos del
colegio “la que no es puta no disfruta”, perfecto para nosotros- el otro tomo otra calada del porro
y se quedó analizando a la imagen patética y desmoronada que tenía en frente.

El estaba en silencio, no era capaz de alzar la vista porque no quería, o más bien no podía,
enfrentarse a lo que el espejo contenía. No quería admitir que amaba salir de fiesta y estar con 1 o
dos o tres y que de nada le importaba lo que los demás dijeran. Que los ideales de belleza y moda
no le importaban y que su cuerpo siempre fue una amalgama de fragmentos identitarios que le
pertenecía a hombres y mujeres por igual. No quería admitir que le falta criterio para asumir lo
que era y que, por mucho que tratara de repararlo, el velo que lo cubría se rasgaba
constantemente y cada vez era más complejo remendarlo.

-quieres que siga?- pregunto el otro mientras apagaba el porro y se queda estático esperando una
respuesta.

-para por favor- pidió el tomando algo de valor y alzando los ojos inyectados en sangre- déjame
ser.

-yo te estoy dejando ser, no lo has entendido, detrás de esa mascarita que tenes estoy yo y a la
larga yo soy lo que sos y lo que eventualmente vas a tener que ser.

La voz se silenció y el bajo la mirada, esperanzado de que al levantarla el otro se fuera y volviera el
reflejo que siempre había visto. Se quedó así por unos minutos y finalmente, tomando los últimos
remanentes de valor que tenía, volvió a levantar el rostro, pero en el espejo no había nada. No
estaba el otro y tampoco el. Le habían dicho que mirarse al espejo no era fácil, que implicaba
afrontar lo que nuca se ve porque está fuera de las capacidades del campo visual, pero nunca le
dijeron que enfrentarse al otro, que te bombardeaba con verdades incesantes para hacerte ver lo
que realmente interesa, y carecer de reflejo, que representaba la usencia de una máscara y el
rechazo de lo que se esconde adentro, eran peor. Se tomó unos minutos más para analizar el
espejo vacío y finalmente salió de aquel lugar totalmente desmoronado.

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