Está en la página 1de 4

Cartaphilus 5 (2009), 200-203

Revista de Investigación y Crítica Estética. ISSN: 1887-5238


 
 
 
 
RESEÑA

LOS ABUSOS DE LA MEMORIA


Tzvetan Todorov
Barcelona: Paidós, 2000.

En todas las épocas los poderosos han trata-


do de reescribir la historia a su medida1, sin em-
bargo, al no ser regímenes totalitarios, sólo se
ocupaban de “los sedimentos oficiales de la
memoria, permitiendo a ésta su supervivencia
bajo otras formas; por ejemplo, los relatos orales
o la poesía.” (11)
Fue en el siglo XX, con el nacimiento del to-
talitarismo, cuando se sistematizó la apropiación
de la memoria y se empezó a controlarla hasta
en sus rincones más recónditos. (12)
Si bien los casos de eliminación perfecta de
la historia son, por definición, imposibles de
enumerar; son abundantes los casos de elimina-
ción imperfecta. Recordemos, por ejemplo, la
“guerra contra la memoria” que, según Primo
Levi, el régimen nazi llevó a cabo, y cuya “solu-
ción final” Himmler caracterizó como “una pági-
na gloriosa de nuestra historia que nunca ha sido
escrita y que jamás lo será”.
Precisamente porque los regímenes totalita-
brevivir al campo de concentración no es sólo
rios fundan su poder en el control de la informa-
una cuestión existencial, sino también política,
ción, sus enemigos se esfuerzan en dar a conocer
ya que esa información puede ayudar a luchar
lo que éstos quieren acallar. De este modo, so-
contra el régimen nazi, a salvar a otras personas
o a evitar que en un futuro se repita un régimen
1
En el siglo XVI los conquistadores españoles destruye- parecido. Así, gracias a que Urba y Wetzler logra-
ron los vestigios de las culturas precolombinas; un ron escapar de Auschwitz y pudieron informar
siglo antes Itzcoatl ordenó acabar con las estelas y de lo que estaba pasando allí, la deportación de
códices anteriores a su reinado; dieciocho siglos an- los judíos de Hungría cesó. Con una intención
tes Shih Huang Ti mandó quemar todos aquellos li- informativa análoga, los condenados a trabajos
bros que hablasen de monarcas precedentes.

- 200 -
BERNAT CASTANY PRADO

forzados en Siberia se cortaban un dedo y lo del pasado2. Asimismo, en el ámbito existencial,


ataban a los troncos que enviaban flotando por a partir del Renacimiento e Ilustración se consi-
el río. derará que “el rasgo distintivo del género huma-
Por todo ello, la memoria se ha visto revesti- no” reside en su “capacidad de desprenderse de
da de tanto prestigio a ojos de los enemigos del la cultura de origen”. (23) Y en nuestros días,
totalitarismo y la reconstrucción del pasado ha aunque ya no creamos que el espíritu del hom-
pasado a ser concebida como un acto de oposi- bre sea una tabla rasa, independiente de su cul-
ción al poder. (14) tura de origen, “seguimos anteponiendo la liber-
tad a la memoria.” (23)
Sin embargo, “el aprecio por la memoria y la
recriminación del olvido se han extendido estos ¿Cuáles pueden ser las causas de este culto a
últimos años más allá de su contexto original.” la memoria? En primer lugar, el hecho de que el
(14) Ciertamente, en nuestros días es posible mundo contemporáneo evolucione “hacia una
hablar de un verdadero culto a la memoria, co- mayor homogeneidad y uniformidad”, parece
mo si los europeos “estuviesen embargados por perjudicar “a las identidades y pertenencias tra-
la nostalgia de un pasado que se aleja inevita- dicionales”, lo que llevará a muchos a buscar en
blemente” y se entregasen “con fervor a ritos de el pasado común una identidad, colectiva o indi-
conjuración con la intención de conservarlo vi- vidual, estable. En segundo lugar, ocuparnos del
vo.” (49) Prueba de ello son, por ejemplo, la mu- pasado nos permite desentendernos del presen-
seificación intensiva de la realidad (museos de la te, procurándonos además los beneficios de la
crêpe, del oro, de los zapatos, de las muñecas, buena conciencia. Ciertamente, señala Todorov,
etc.), el “delirio conmemorativo” o los llama- conmemorar a las víctimas del pasado es gratifi-
mientos constantes a la “vigilancia” y al “deber cador; mientras que resulta incómodo ocuparse
de guardar memoria”. de las de hoy en día. En tercer lugar, el nuevo
culto a la memoria sirve para que “sus practican-
Este culto al pasado amenaza una de las
tes se aseguren algunos privilegios en el seno de
principales conquistas de la era moderna: la au-
la sociedad.” (53) Esto explicaría que en nuestros
tonomía del presente respecto a un pasado
días, todos, individuos y colectivos, “aspiran al
prescriptivo al que debamos someternos. Así,
estatuto de víctima”. Al fin y al cabo, “si se consi-
frente al poder subyugante de la autoridad y la
gue establecer de manera convincente que un
tradición en la Edad Media, en la era moderna, la
grupo fue víctima de la injusticia en el pasado,
política sustituyó el pasado por los principios
esto le abre en el presente una línea de crédito
universales y la “voluntad general” constituida
inagotable.” (54) De ahí la desenfrenada compe-
por el debate público y la elección de la mayoría;
tición para lograr la cláusula de grupo más des-
la ciencia rechazó como fuente de legitimidad la
favorecido.
antigua autoridad (aunque exista una tradición
científica con la que todo investigador siempre Este culto a la memoria nos repite constan-
dialoga) y erigió como criterio fundamental la temente que el olvido nos embrutece y amenaza
observación y la razón; y el arte pasó a reservarle con llevarnos de nuevo “al reino de la barbarie.”
un lugar tan importante a la innovación, a la (15) Existen, sin embargo, dos argumentos que
invención y a la originalidad, que en el siglo XIX invalidan esta oposición maniquea entre olvido
surgirá la idea de vanguardia artística como mo-
vimiento que se articula en torno al futuro en vez 2
Con todo, en nuestros días, avanza Todorov, “el viento
ya no sopla a favor de las vanguardias, y se prefiere
la estética llamada posmoderna, que exhibe por el
contrario su conexión, a veces lúdica, con el pasado
y la tradición.” (22)

- 201 -
LOS ABUSOS DE LA MEMORIA. TZVETAN TODOROV

y barbarie. En primer lugar, la memoria no se defender sus intereses políticos y económicos.


opone al olvido, sino que lo implica, ya que re- Todos tienen derecho a recuperar su pasado,
cordar es forzosamente hacer una selección que mas no a erigir un culto a la memoria por la me-
deje de lado algunos rasgos del suceso recorda- moria.
do. Como es imposible conservarlo todo en la La memoria ejemplar, en cambio, sin negar
memoria, recordar es decidir qué merece ser la propia singularidad del suceso histórico en
olvidado. En segundo lugar, hay usos enfermizos cuestión, lo utiliza como una manifestación en-
de la memoria (Jacques Le Goff señalará que “la tre otras de una categoría más general, y se sirve
conmemoración del pasado conoce un punto de él como modelo para comprender situacio-
culminante en la Alemania nazi y la Italia fascis- nes nuevas, con agentes diferentes. Con la me-
ta”) y usos saludables del olvido (en la supera- moria ejemplar, el recuerdo se abre a la analogía
ción de los traumas individuales o colectivos). y a la generalización y se convierte en un exem-
No se trata, claro está, de olvidarlo todo, sino plum del que podemos extraer una lección. De
de superar una concepción prescriptiva o esen- este modo, “el pasado se convierte en principio
cialista del pasado, con el objetivo de convertirlo de acción para el presente.” (31)
en un medio para un mejor presente3. A pesar de que la memoria ejemplar es po-
Una vez aceptado esto, cabe preguntarse si tencialmente liberadora, muchos la rechazan
existe un criterio fiable para distinguir los bue- argumentando que un suceso como el Holo-
nos y los malos usos del pasado. Un primer crite- causto, por ejemplo, “es absolutamente singular,
rio podría ser, dice Todorov, “preguntarnos por perfectamente único” y consideran que todos
sus resultados” y preferir aquellos usos de la los que intentan compararlo con otro sucesos
memoria que fomentan la paz antes que la gue- buscan “profanarlo” o “atenuar su gravedad.”
rra. Sin embargo, el autor preferirá un segundo (34) Sin embargo, considerar que ésa es y debe
criterio, consistente en distinguir entre diversas ser una experiencia “inefable e irrepresentable,
formas de reminiscencia y, fundamentalmente, incomprensible e incognoscible, por ser sagra-
entre lo que da en llamar memoria literal y me- da” (35) es respetable en el discurso individual,
moria ejemplar. (30) pero no en el discurso público, porque la con-
La memoria literal preserva el hecho históri- vierte en una experiencia “ajena al debate racio-
co, normalmente traumático, “en su literalidad nal.” (37) Ciertamente, resulta absurdo afirmar
(lo que no significa su verdad), permaneciendo que el pasado debe servirnos de lección y soste-
intransitivo y no conduciendo más allá de sí ner, al mismo tiempo, que ciertos sucesos histó-
mismo.” (30) Ahora bien, señala Todorov, si bien ricos son incomparables con cualquier otro su-
es cierto que debemos compadecer y ayudar al ceso pasado, presente o futuro.
individuo que no logra completar el período de Para acabar, Todorov enumera algunos casos
duelo, merece menos consideración “el grupo de memoria ejemplar. Así, David Rousset, super-
que no consigue desligarse de la conmemora- viviente de Buchenwald, que en 1949 llamó a los
ción obsesiva del pasado”, ya que lo más proba- antiguos deportados de los campos nazis para
ble es que esté utilizándolo para reprimir el pre- que investigasen los campos soviéticos, todavía
sente, convertirse en un inocente absoluto y en actividad, razón por la cual sería duramente
atacado por la prensa comunista, llegándosele,
incluso, a abrir un proceso por difamación. A
3
Esto no quiere decir, claro está, “que el individuo pueda pesar del acoso, Rousset dedicó muchos años a
llegar a ser completamente independiente de su luchar contra los campos de concentración co-
pasado y disponer de éste a su antojo, con toda li- munistas. Habiéndose podido inclinar por la
bertad.” (25)

- 202 -
BERNAT CASTANY PRADO

memoria literal y haberse pasado “el resto de su Paul Teitgen, deportado de Dachau, tortura-
vida sumergiéndose en su pasado”, Rousset se do por la Gestapo, que dimitirá, en 1957, de su
inclinó por la memoria ejemplar y escogió “utili- puesto de secretario de la prefectura de Argel
zar la lección del pasado para actuar en el pre- por la semajanza de las señales de tortura que
sente, dentro de una situación en la que él no es observaba en el cuerpo de los prisioneros argeli-
actor, y que no conoce más que por analogía o nos y las de las torturas que él mismo sufrió a
desde el exterior.” (43) Para ello debió aceptar la manos de la Gestapo.
comparación entre los campos nazis y los cam-
André Schwarz-Bart, autor de Le dernier de
pos soviéticos. Aun sabiendo que hay diferencias
justes, cuya condición de judío y perseguido le
(en la URSS no hubo campos de exterminio),
llevó a interesarse por el mundo de los esclavos
prefirió fijarse en los elementos comunes en aras
negros.
de extraer una lección4.
Parece, pues, que si tenemos que conservar
Vassily Grossman, cuya madre murió a ma-
viva la memoria del pasado no es para pedir una
nos de los Einsatzkommandos, que conoció Tre-
reparación por el daño sufrido, sino para estar
blinka, y aun así optará, en Vida y destino, por
alerta frente a situaciones nuevas y sin embargo
comparar el sistema concentracionario nazi y
análogas. De este modo, lejos de seguir siendo
soviético para, años más tarde, implicarse tam-
prisioneros del pasado, pondremos el pasado al
bién en el genocidio armenio.
servicio del presente y la memoria al servicio de
la justicia.

BERNAT CASTANY PRADO


Universitat de Barcelona (España)

4
Ciertamente, advierte Todorov, existe “el peligro para la
memoria ejemplar de quedar diluida en la analogía
universal” y asimilar Auschwitz al “universal lamento
secular de los pueblos.” (44) Sin embargo, “la me-
moria ejemplar generaliza pero de manera limitada:
no hace desaparecer la identidad de los hechos, so-
lamente los relaciona entre sí.” (45)

- 203 -

También podría gustarte