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Informe Especial

DEBATES
LAS UNIVERSIDADES
NACIONALES
Y EL ESTADO
SUSANA B. DECIBE*

El discurso que alimenta la idea de que la nencia, en un contexto general de políticas


relación entre las universidades y el Estado que dotó, igual que en otras áreas, de mayor
está signado por el enfrentamiento, como con- responsabilidad a las mismas instituciones uni-
secuencia de sus intereses contrapuestos, me- versitarias.
rece abrirse para la reflexión y discusión.
Debemos reubicar la relación universi-
Les toca a las universidades nacionales dad-Estado en un contexto más amplio que
un papel central como instituciones respon- vincule a la universidad con la sociedad. A
sables del Estado, encargadas de producir y nadie ajeno a esta discusión se le ocurriría
distribuir conocimientos. Es cada vez mayor desvincular a la universidad del Estado. Para
el aporte del saber a las grandes transforma- la sociedad en general las universidades na-
ciones y será sin duda un factor preponde- cionales son el Estado mismo en su función
rante en la conformación de la estructura so- de crear y distribuir conocimientos. Algunos
cial futura. Es por eso que en todo el mundo autores señalan que la tensión en la relación
el debate sobre la educación superior adquiere entre universidades y Estado involucra en rea-
un interés mayor en la opinión pública en lidad no a dos sino a tres actores: universida-
general y es oportuno esclarecer la discusión des, Estado y sociedad.
sobre el vínculo entre éstas y el Estado.
LA AUTONOMÍA DE LAS UNIVERSIDADES
En primer lugar debiéramos admitir que
algunas cuestiones que fueron ciertas o tuvie- Este tema nos lleva sin duda a revisar el con-
ron razón de ser en épocas marcadas por el cepto de autonomía. Siguiendo con el pen-
autoritarismo estatal, hoy están totalmente samiento anterior diría que la dicotomía en-
perimidas. Cuando el poder del Estado es le- tre autonomía universitaria e intervención del
gítimo, cuando emana de la voluntad popu- Estado en la actualidad es falsa. Con ella se
lar, la perspectiva desde la cual debe organi- intenta preservar el principio de autonomía
zarse la universidad es diferente. Por eso de- frente a cualquier supuesta injerencia del Es-
bemos situarnos históricamente y revisar nues- tado basándose en justificaciones solo apli-
tras posturas en atención a la dinámica social cables al pasado. Lo llamativo es que se sus-
y los cambios que ésta produce. Recupera- tenta y promueve un discurso autonómico ex-
mos la democracia y desde l993 el gobierno tremo cuando no se justifica. Sólo las dicta-
jerarquizó el tratamiento de las políticas uni- duras, los gobiernos ilegítimos, vulneraron la
versitarias creando una Secretaría de Estado y autonomía. No las democracias. (Más aún,
comenzó a promover un proceso de transfor- fue en un contexto democrático ampliado
mación de la educación superior teniendo cuando nació la reforma universitaria que
como objetivo prioritario la ampliación, cali- tenía entre sus banderas la autonomía). El dis-
dad y equidad del sistema, así como su perti- curso autonomista corre el riesgo, en el mar-

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Ministerio de Cultura y Educación
Informe Especial

co de democracias plenas como la que vivi- ¿Hablaríamos de un Estado ausente? Más bien
mos, de cristalizar intereses más corporativos diríamos que existe un ejercicio débil de al-
que generales, aislándose de las demandas gunas funciones del Estado, aquellas que es-
sociales. Una lógica común debiera unir a la tán en manos de los responsables directos de
Universidad y el Estado para servir a la socie- asumirlas.
dad que los organiza y sustenta.
Escuchando también las voces y argu-
Nuestra sociedad ha madurado, hemos mentos de muchos rectores y en beneficio de
crecido, la democracia se afianza y el tema su difícil situación -deben tomar medidas an-
de la autonomía ya no puede ser vinculado tipáticas o impopulares que pueden afectar a
como en el pasado con la lucha contra el quienes los votan y de quienes depende su
control ideológico de las universidades. Tal propia situación de mando en un espacio don-
vez hoy debiéramos revisar si no existe una de las relaciones son cara a cara-, tal vez
peligrosa tendencia al pensamiento único pero sería hora de discutir cómo debiera confor-
al revés, autogenerado en las mismas institu- marse el gobierno de las universidades, pre-
ciones. Más bien estaríamos ahora frente a servando la riqueza de la representación in-
otra tensión, aquella que enfrenta una lógica terna y autonomía que hoy tiene para el des-
en defensa de los intereses generales contra empeño académico pero asegurando que la
otra vinculada a intereses particulares en la administración de los recursos financieros, fí-
producción y distribución de conocimientos, sicos y humanos, las decisiones que tienen
como bien lo señala Juan Carlos Tedesco. que ver con el cierre o la apertura de carre-
ras, las políticas de ingreso y otras se tomen
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO con mayor independencia de las lógicas e in-
tereses particulares y tengan más vinculación
Me es muy difícil hablar de las responsabili- con el interés común.
dades del Estado y no incluir dentro de la
categoría Estado a las universidades. Por lo Volviendo al rol del Estado en la edu-
tanto conviene discriminar las políticas de Es- cación superior, ahora sí hablando del Estado
tado, los diferentes gobiernos y actores que en sentido de organización política de la so-
las diseñan y ejecutan, las instituciones del ciedad que le da sustento, éste tiene respon-
Estado, como las universidades y sus respon- sabilidades ineludibles. Debe desarrollar la in-
sables de gobernarlas y administrarlas como versión, promover la formación de recursos
actores e instancias de organización diferen- humanos en función de estrategias de desa-
ciados en sus funciones y responsabilidades rrollo, impulsar la investigación y sus aplica-
dentro del Estado. Hago esta salvedad porque ciones, promover políticas de vinculación en-
siempre recuerdo un episodio vivido en el tre empresas, mundo de la producción y es-
transcurso de este año en las negociaciones pacio académico. Le compete al Estado velar
colectivas abiertas en el ámbito universitario. por el bien común, cuidar los intereses gene-
Se supone que en dichas paritarias rectores rales. Desde esa perspectiva es que debe mar-
versus docentes y no docentes eran las partes car el rumbo para que con el norte puesto en
que negociaban nuevas condiciones labora- el bienestar de la sociedad y el crecimiento
les y salarios. Sin embargo los funcionarios para todos, cada institución del Estado reali-
veedores del Ministerio de Educación no per- ce su proyecto con libertad pero también con
cibían la diferencia de rol entre rectores y responsabilidad, desarrollando en forma
docentes, más aún, el argumento de muchos creativa sus estrategias.
rectores que se excusaban era: “nosotros no
somos empleadores”. El Estado en general y las universidades
como una de sus instituciones clave, y éstas
Si los rectores no son quienes en nom- en nombre del Estado, tienen una misión cla-
bre del Estado emplean personal docente y ra respecto al futuro de nuestra sociedad. Para
no docente, administran los recursos y rigen cumplirla en cada espacio de gestión debe-
en general las políticas de la institución, mos ser cada vez más exigentes con nosotros
¿quién tiene esa responsabilidad?, porque está mismos.
claro que no es el Ministerio de Educación.
* Ministra de Cultura y Educación

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La niversidad

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