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Infod Investigación Aula
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EDUCATIVA EN EL AULA:
CONCEPTOS, METODOLOGÍAS Y
ESTRATEGIAS
James Alexander Melenge-Escudero
Cándida Irene Chévez Reinoza
(Coordinadores)
INVESTIGACIÓN
EDUCATIVA EN EL AULA:
CONCEPTOS, METODOLOGÍAS Y
ESTRATEGIAS
James Alexander Melenge-Escudero
Cándida Irene Chévez Reinoza
(Coordinadores)
Primera edición: INFOD, San Salvador, El Salvador, MINED, 2019
James Alexander Melenge-Escudero & Cándida Irene Chévez-Reinoza
(Coordinadores)
Investigación Educativa en el Aula. Conceptos, Metodologías y Estrategias.
San Salvador: Instituto Nacional de Formación Docente, 2019.
152 pp. 23 x 15.5 cm. – Colección Seminario, n° 3
Editor
Edgar Ventura
Diseño y diagramación
Rocío de los Ángeles Galicia Orellana
Corrección y estilo
Óscar Meléndez
ISBN: 978-99961-89-39-5
EISBN: en trámite.
Presentación
Epílogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
[ 7 ]
Para el INFOD es fundamental sumar esfuerzos en la producción, difusión
y apropiación de los resultados de investigación que generan los diferentes
actores nacionales. El objetivo último de la producción del conocimiento
en el ámbito educativo es que este impacte en la fundamentación y en la
definición de prioridades en materia de política educativa.
[ 8 ]
Los autores formaron parte del equipo que facilitó los primeros dos
diplomados de investigación educativa que se desarrollaron, desde el IN-
FOD, durante 2018 para contribuir a la dinamización y a la generación de
capacidades nacionales en nuestros docentes. Consideramos que estos
textos son de gran utilidad para el docente de aula, así como para los
investigadores de tiempo completo. Esperamos, pues, que contribuyan a
la profundización del debate nacional en este ámbito.
[ 9 ]
PROBLEMATIZANDO LA
INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
EN EL AULA
Jaime A. Saldarriaga Vélez
Mary Luz Marín Posada
PROBLEMATIZANDO LA
INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
EN EL AULA
Jaime A. Saldarriaga Vélez
Mary Luz Marín Posada
Introducción
El presente capítulo tiene por objeto problematizar y aportar a la funda-
mentación epistemológica y teórica de la investigación en el aula, y sus
implicaciones en las prácticas y el saber pedagógico de los educadores. Se
parte de la necesidad de resaltar algunos de los debates que se han gene-
rado en torno a la formación y el ejercicio del maestro como investigador.
[ 13 ]
sido maestros de institución escolar, afirmando que al educador de aula
le corresponde el oficio de enseñar, el oficio de maestro, que requiere de
formación disciplinar, mas no convertirse en investigador. Su labor debería
circunscribirse al ejercicio didáctico, a la enseñanza de saberes que ya
están dados por las comunidades científicas.
[ 14 ]
Quinto eje problematizador: la investigación dentro y fuera del aula. ¿Qué
le aporta la investigación de los contextos de socialización, formación y
de políticas públicas, a la investigación educativa y pedagógica? ¿cómo
se puede articular la investigación de contexto al fortalecimiento de las
prácticas de enseñanza y de formación? ¿esta investigación de contextos
debe articularse a la investigación que hacen los maestros o es asunto de
otros investigadores y disciplinas?
[ 15 ]
educación es un práctica social que de manera espontánea o planificada
tiene como propósito la transmisión de contenidos de la cultura a las
nuevas generaciones, de los valores socialmente aceptados como refe-
rentes morales y de comportamiento, así como los saberes reconocidos
por las comunidades académicas y científicas, y considerados necesarios
para la supervivencia y desarrollo de la sociedad. La educación permite
que una sociedad pueda orientar los modos de vida, los procesos de
desarrollo y la convivencia. Se puede educar sin que para ello se requiera
formación pedagógica por parte de quien educa, como ocurre en las
familias y distintos procesos de socialización.
[ 16 ]
Desde la mirada hermenéutica y su interés en la existencia humana y
social (investigación biográfica, fenomenología, etnografía, etno-metodo-
logía, estudios de caso, teoría fundamentada, hermenéutica crítica entre
otras tradiciones investigativas), la educación va a poner en el centro al
ser humano, a las necesidades, intereses, problemáticas, aspiraciones de
los sujetos, vistos desde su contexto y su mundo histórico y cultural. De
ello derivan pedagogías constructivistas en donde el propósito es com-
prender el ser humano para aportar a la construcción de sí, individual y
colectivamente. Su centro está en la formación (Bildung) por lo cual la
acción del pedagogo se basa en una comunicación intersubjetiva que
permita hacer del acto pedagógico una construcción conjunta y permite
descubrir al educando su propio potencial y aprenda a conducir su propia
vida.
[ 17 ]
II. Investigación educativa y pedagógica:
diferencias y complementariedades
Investigación educativa
[ 18 ]
Una característica especial de la investigación educativa es que se consti-
tuye en uno de los soportes de las decisiones de las políticas educativas
—aunque no siempre son consultadas por los decisores—. Por tanto, se
le exige tener una visión general, explicativa de los procesos y problemá-
ticas educativas, por lo que es frecuente en muchas investigaciones sobre
problemáticas generales o que abarcan amplios grupos de población, to-
mar metodologías y herramientas de la ciencia positiva:
Durante gran parte del siglo XX, la investigación sobre los fenómenos
educativos estuvo delimitada por el enfoque explicativo causal de las
ciencias de la educación. Este enfoque se propone la construcción de
un conocimiento teórico de validez universal. Por ello, apunta a iden-
tificar las regularidades que se encuentran en la base de los fenóme-
nos educativos y a formularlas en términos de modelos explicativos
que encuentran su validez en la evidencia empírica. (Herrera-González,
2010, p. 58)
[ 19 ]
Por tanto, las políticas educativas han sido un objeto privilegiado de la
investigación educativa, que se realiza desde ámbitos e instituciones in-
ternacionales, nacionales y locales, no solo por entidades estatales sino
también por organizaciones sociales (ONGs) y organismos de coopera-
ción pública y privada. Esta producción investigativa ha sido el soporte de
las políticas internacionales, nacionales y locales en relación con la edu-
cación y en la cual se aplican muchas veces profesionales no formados
en educación y en pedagogía como economistas, politólogos, sociólogos,
estadísticos, psicólogos, etcétera. Igualmente se ha ocupado de las lla-
madas «otras educaciones», de las modalidades educativas denominadas
como educación no formal (también llamada educación para el trabajo
y el desarrollo humano), educación informal, especialmente a partir de la
relación entre educación y cultura.
[ 20 ]
los procesos y resultados de aprendizaje, frecuentemente nombrados
con la categoría calidad educativa o calidad de la educación. En este punto
de la reflexión es necesario mostrar que la investigación educativa no es
homogénea ni uniforme, y que aborda sus objetos de indagación a partir
de las distintas perspectivas e intereses del conocimiento en ciencias so-
ciales (Habermas, 1990; Vasco, 1998), arriba señalados, esto es, el interés
tecno-funcional, el interés histórico-hermenéutico (práctico), y el interés
sociocrítico o emancipatorio.
[ 21 ]
Desde otra perspectiva del conocimiento (histórico-hermenéutica) la
investigación educativa ha tenido como punto de partida el reconoci-
miento de la diversidad de sujetos y de las culturas y se ha ocupado
principalmente de comprender la educación desde las comunidades y
los territorios, interpretando sus modos de vida y de educar las nuevas
generaciones, propugnando por políticas educativas construidas desde la
diferencia. Exploran las tensiones entre la estandarización de procesos
y resultados educativos con las formas culturales de comunidades loca-
les, rurales, indígenas, étnicas, populares, de género, de origen; indaga por
los individuos y sus necesidades, intereses, problemáticas y expectativas.
Esta investigación exige incorporar conceptos y metodología de ciencias
sociales y humanas como la antropología, la etnografía, la investigación
biográfica narrativa, la fenomenología, la etnometodología, los estudios
de caso, la teoría fundada, como lo ilustra el siguiente texto investigativo:
[ 22 ]
tativa. Desde esta mirada, la investigación se centra en analizar los modos
en cómo profundizar en las desigualdades sociales desde los sistemas
educativos: tal es el caso de las investigaciones sobre la privatización de la
educación, los efectos sociales de la existencia de educación privada y pú-
blica, la desviación de recursos y presupuestos públicos hacia la educación
privada; la brecha en los resultados educativos (pruebas Pisa y otras), en-
tre estudiantes pertenecientes a estratos sociales con muchos recursos
y con pocos recursos económicos; la brecha entre la educación urbana y
la educación rural; la priorización de recursos públicos para la seguridad,
sobre los de la educación, etcétera, como se puede ilustrar en el siguiente
estudio sobre la privatización de la educación en América Latina:
Investigación pedagógica
[ 23 ]
«dinamizar a la pedagogía como un campo profesional en constante pro-
ducción, transformación y mejoramiento» (Herrera-González, 2010, p.
55). Y en ello destacar el conocimiento que produce el mismo educador
en el acto pedagógico, esto es, su saber pedagógico. Se trata de saberes
sobre los sujetos que participan e intervienen en el acto educativo y que
se salen de toda posibilidad de generalización y estandarización, lo que
no implica que su investigación no sea rigurosa y tenga que acogerse a
criterios de validez:
[ 24 ]
modificación de conducta. Deriva sus aplicaciones de la psicología ope-
rante, el sistema psicológico desarrollado principalmente por B. F. Skin-
ner y sus seguidores. Las múltiples aplicaciones del análisis conductual al
campo educativo han ido desde la enseñanza pre-escolar hasta la en-
señanza universitaria, desde la intervención en problemas disciplinarios
hasta la intervención en problemas de aprendizaje complejo, y desde la
solución de problemas individuales aislados hasta los re-diseños curri-
culares complejos. (Escala y Sánchez, 1977, p. 397)
[ 25 ]
En los 70 y 80, y como clara resistencia a las ciencias de la educación
y la despedagogización de la escuela, en medio de las tensiones polí-
ticas producidas por regímenes políticos autoritarios en toda América
Latina, emerge la educación popular y las pedagogías críticas, y con ellas,
la investigación-acción-participativa, la investigación acción-educativa y la
sistematización de experiencias. La investigación pedagógica sociocrítica
parte del siguiente principio:
[ 26 ]
Investigación educativa e investigación Pedagógica:
necesidad y complementariedad
[ 27 ]
• Las políticas educativas y sus decisores han tomado cada vez mayor
distancia de la pedagogía y de las comunidades educativas, introdu-
ciendo disciplinas económicas y administrativas para dirigir y plani-
ficar los procesos educativos, restringiendo el saber pedagógico al
ámbito de las aulas. Por ello, resienten y demandan la guía de la pe-
dagogía en la configuración de las políticas educativas.Tanto la inves-
tigación educativa como la investigación pedagógica deben confluir
en la defensa de la pedagogía como disciplina que fundamenta la
educación y cuya razón de ser es la reflexión sistemática sobre esta,
y a partir de la cual se configuren las políticas educativas.
[ 28 ]
En primer lugar, los educadores señalan como inmediato lugar de indaga-
ción la presencia de niños, niñas o jóvenes y su interacción constante con
ellos: ¿quiénes son los niños? Se trata de un ejercicio hermenéutico que
desde distintos lugares se ha intentado opacar o sustituir por discursos
provenientes de las ciencias positivas (como la psicología de la conducta,
la psicopedagogía, la sociología educativa de corte funcionalista, entre
otras), excluyendo el saber del educador que se ha construido desde la
relación intersubjetiva con el mundo de vida de sus estudiantes y con
el propósito de crear mundos comunes desde el interés por el conoci-
miento y la participación mutua en la formación de niños, niñas y jóvenes.
Por tanto, se puede afirmar que el acto educativo requiere del desarro-
llo de capacidades de un investigador hermeneuta, insustituibles por el
discurso de otros profesionales por cuanto son los educadores quienes
interactúan mediados por el saber pedagógico que solo se constituye en
el acto de educar. No obstante, muchos de los procesos formativos que
el educador tiene que acompañar van a requerir de otras disciplinas que
permiten una mayor comprensión de lo que acontece en el niño o joven,
en un trabajo e investigación interdisciplinar.
[ 29 ]
formación. Se parte de reconocer que como educador se es parte de un
sistema social y político del cual es necesario ser agente y no solo pacien-
te. Igualmente se es ejecutor de políticas, con o sin conciencia de ello, por
lo que se requiere explorarlas y formarse críticamente en ellas. Se valora
que hoy la escuela es un lugar donde muchos de los derechos de los
niños y las niñas se realizan y pasan por el compromiso de la institución y
de los docentes. Pero con el predominio de las Ciencias de la Educación
ha producido como efecto que «el saber pedagógico sea despojado de
la posibilidad de pensar el eje maestro-escuela-sociedad-Estado-cultura»
(Zuluaga, 2011, p. 26).
[ 30 ]
se empobrece y es autoexcluye cuando no busca retroalimentarse en el
diálogo con otros actores del conocimiento. La investigación permite a
los educadores conectarse con los aprendizajes sobre la educación y la
formación provenientes de otros campos de conocimiento. Así lo mani-
fiesta un grupo de maestros:
[ 31 ]
Un punto de tensión que se convierte a su vez en exigencia de investiga-
ción para los maestros es la imposición de categorías y enfoques relacio-
nadas con la enseñanza y el aprendizaje y que desconocen la pedagogía
como saber disciplinar. De este modo se obliga a los educadores a asumir
categorías que no provienen de su saber, a planear con estas categorías,
perdiendo paulatinamente el control y la orientación sobre su saber y los
procesos educativos que lideran. La expropiación se hace en el discurso
por lo que urge la investigación crítica sobre estas categorías «foráneas»,
«extrañas», a la pedagogía.
Si bien este ámbito del aula y de la enseñanza apareciera como el más fa-
miliar para los educadores, la generalización de rutinas y la naturalización
de políticas y enfoques pedagógicos y didácticos estandarizados desde
aquellas, ha llevado desde tiempo atrás a la pérdida de poder-saber peda-
gógico en muchos docentes. Vale precisar, como lo afirma el grupo, que
la forma cotidiana de investigación no necesariamente tiene que estar es-
tructurada desde las formas y rituales de la investigación académica, y que
es necesario mantener unas prácticas cotidianas de indagación que vayan
configurando y fortaleciendo el «saber pedagógico» de los estudiantes.
[ 32 ]
No obstante, la apropiación e inmersión en espacios y equipos de inves-
tigación educativa y pedagógica son, a la luz de las dinámicas educativas
globalizadas, un modo necesario de resistencia y de recuperación de la
pedagogía como el saber fundamental de los procesos de formación en
el ámbito escolar.
[ 33 ]
Referencias bibliográficas
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[ 37 ]
EDUCAR E INVESTIGAR, CARA Y
SELLO DEL MISMO PROCESO
Carlos Calvo Muñoz
EDUCAR E INVESTIGAR, CARA Y
SELLO DEL MISMO PROCESO1
Carlos Calvo Muñoz
Introducción 1
En este capítulo planteamos que la educación que tiene lugar en las es-
cuelas no es la misma educación que fluye naturalmente en los seres
humanos y que la observamos nítidamente en la primera infancia y que
continua toda la vida. En atención a ello, señalamos que la educación con-
siste en un proceso de creación de relaciones que puede ir de lo posible
a lo probable y a lo realizable; mientras que la escolarización se trata de
un proceso de repetición de relaciones preestablecidas. Dado lo anterior,
educar e investigar constituyen expresiones del mismo proceso, mientras
que en la escuela coexisten en ámbitos separados. Finalmente afirmamos
que educar es asombrar con un misterio, en tanto que investigar consiste
en intentar develar ese misterio.
1
Algunas de las ideas desarrolladas en este capítulo han sido trabajadas en «La
formación del educador investigador» (Calvo, 2002), y han sido complementadas
con las ideas emergentes del Proyecto FONDECYT 1110577 (2011-2014), titu-
lado «Asombros educativos informales y propensión a aprender».
[ 41 ]
entre ellas existe una relación de continua recursividad, gracias a la cual
educar e investigar conforman una trama compleja donde se retroali-
mentan mutuamente. Se trata de una «causalidad circular de naturaleza
recursiva o retroactiva que desafía las nociones de causa/efecto de la
ciencia tradicional» (Moraes, 2015, p. 35), que son las nociones con las
cuales se sustentan la formación de los educadores.
[ 42 ]
Educar e investigar son aventura pura, desafiante e inspiradora. Una con-
dición primordial de toda aventura es que quienes participan en ella no
pueden tener certeza de cómo fluirá el proceso ni mucho menos de cuál
será el desenlace final, aunque puedan suponer algunos resultados con
distintos grados de certeza.
También se teme el hecho que todos los actores de los procesos de en-
señanza y de aprendizaje sean subjetivos y no haya manera de volverlos
objetivos como si fueran una roca. Las pruebas estandarizadas, funcio-
nales para el poco tiempo que tienen los profesores para escuchar con
calma cuáles han sido los descubrimientos que han hecho sus alumnos,
las relaciones inéditas que han creado y las reflexiones que los animan
para continuar, se vuelven atractivas porque todos son evaluados, califi-
cados, medidos del mismo modo, arguyendo objetividad, pero ocultando
las injusticias que se comenten en su nombre y la superficialidad del pro-
cedimiento al excluir a la incertidumbre y la paradoja para dar lugar a la
certeza, la coherencia y simetría.
[ 43 ]
transformarán en germen de otras secuelas a lo largo de un complejísimo
bucle recursivo. Esto marea a quien se mueve en el paradigma cartesiano
y es una de las principales razones por la que no cualquier persona puede
enseñar e investigar en educación.
2. Cegueras investigativas
Taleb (2009) en El cisne negro nos advierte sobre «nuestra ceguera res-
pecto a lo aleatorio, en particular las grandes desviaciones» (p. 25) que
intervienen en todos los procesos generando bifurcaciones que debe-
mos atender y que, según cuál sea la elección, originará un curso de ac-
ción u otro, sin vuelta atrás porque no existe la reversibilidad del tiempo.
Aunque no nos debería sorprender, igual nos deja pasmados conocer la
poca fiabilidad de las predicciones en algunas áreas disciplinarias.
[ 44 ]
«predecían nada» […] «los analistas predicen peor al tiempo que tienen
más fe en sus propias destreza» (Taleb, 2009, p. 222-223).
[ 45 ]
cerlo público y, ciertamente, no quieren que el Estado le de dinero a
nadie para que lo ‘descubra’. … En la práctica, el derecho a aprender es
de acceso restringido. (Laughlin, 2010, p. 7)
3. Educación y escolarización
Para entender las complejas implicancias de lo precedente es imperativo
diferenciar categóricamente los procesos educativos de los escolarizados.
En algún momento, que puede ser imperceptible para el mismo niño y
niña, la curiosidad les lleva a dar un paso extraordinario cuando, al consi-
derar todo lo que ha imaginado como posible, pondere cuáles de todas
[ 46 ]
esas posibilidades tienen alguna probabilidad de suceder. Entremedio de
confusiones descubrirá que lo posible tal vez jamás acontezca, pero que
lo probable es aquello que tiene oportunidad de ocurrir, que es viable
o factible bajo ciertas condiciones que tratará de identificar y estable-
cer como causas o efectos; al continuar trabajando sobre aquello la idea
podría ser realizable, solo si continúa dedicándole atención y esfuerzo, si
bien, jamás contará con la certeza de que lo logrará, pues la incertidum-
bre siempre será omnipresente e inevitable (Calvo 2015, p. 26).
[ 47 ]
Con frecuencia los aportes de la investigación de punta, por ejemplo, en
neurociencia deben ser descodificados atendiendo al impacto que ejerce
en ellos la cotidianeidad de los procesos de enseñanza y de aprendizaje
en la subjetividad de los diferentes actores. Si esto no se hace se corren
serios riesgos de errar en lo que podría haberse convertido en un aporte
significativo y medular, tal como ha sucedido cuando se imponen modas
que no se sustentan en las prácticas educativas.
[ 48 ]
5. Formación de un educador
investigador
La formación de un educador investigador es un asunto simple y com-
plejo, pero no superficial ni complicado. Es simple porque se trata de
recuperar la inocencia, la curiosidad sin límites y el infatigable anhelo por
experimentar todo que hemos gozado en nuestra infancia.
2
Si el niño es inhibido de estas actividades lúdicas corre el riesgo de convertirse
en «deprivado cultural».
3
A pesar que lo que sigue expresará situaciones extremas, aparentemente dico-
tómicas, no es mi intención; al contrario, solo pretendo resaltar rasgos distintivos
que no se encuentran de forma pura en nadie.
[ 49 ]
Al educador investigador le apasiona aprender y no oculta la ignorancia
porque le ayuda a comprobar la validez de sus conocimientos. No teme
equivocarse, pero toma medidas para evitar el error. Entienden que la re-
lación que une al saber con la ignorancia es paradojal4 y que cada nuevo
aprendizaje provoca preguntas inéditas5, algunas de las cuales madurarán
en hipótesis.
4
La relación saber-ignorancia puede graficarse como un iceberg, correspondien-
do la parte superior al saber y la sumergida a la ignorancia. Por más que nieve
jamás el saber superará a la ignorancia. Aunque esta imagen es buena, puede
sugerir que la proporción saber/ignorancia se mantendrá constante. Esto es falso,
pues la ignorancia aumenta en la medida que se aprende. Evidentemente, se
trata de una ignorancia diferente a la de quien ni siquiera es consciente de ella.
5
Son inéditas porque son nuevas para el sujeto. No importa si son antiguas en
la ciencia.
6
Sin duda que la docencia también se nutre del arte y otras fuentes.
7
No deja de ser una coincidencia curiosa que grandes científicos han sido mú-
sicos.
8
Esto es particularmente serio hoy en día con los softwares de apoyo a la
docencia e investigación (SPSS, Atlas/Ti, etcétera), cuya ayuda instrumental es
valiosa solo para el que comprende el sentido de su uso.
[ 50 ]
aumentan el deseo por comprender las relaciones que se insinúan. El
entusiasmo le hará soñar con el tema, de día y de noche, favoreciendo la
intuición9, que irrumpirá repentinamente disfrazada como imagen onírica
o poética10. Será capaz de reconocerla si está completamente imbuido en
el tema; en caso contrario, no lo hará.
9
La intuición no es la conclusión de razonamientos deductivos o inductivos, sino
abductivos.
10
A este fenómeno le han denominado «serendipia» y tiene lugar a condición
del trabajo riguroso, sistemático y exigente, tal como reconocen connotados
investigadores.
11
Se atribuye a Einstein haber afirmado que su trabajo tenía un 1% de inspira-
ción y un 99% de transpiración.
[ 51 ]
lizar y dicotomizar actividades. Argumentan que se puede investigar sin
docencia y que muchos docentes no investigan. Esto es correcto en el
contexto de las limitaciones epistemológicas y funcionales de la escuela
contemporánea, pero no en una escuela «desescolarizada», que ha recu-
perado sus cualidades educacionales12, donde es inconcebible un docente
que no investigue, pues la investigación fluye del preguntar inherente al
ser humano ante lo novedoso. Entre los que no preguntan se encuentra
el fanático, que cree saber todo, el reprimido, que teme hacerlo, y el es-
colar, que ha aprendido a responder con estereotipos13.
[ 52 ]
tes con la comunidad científica, que reacciona celosa ante lo que concibe
como amenaza. Toma tiempo poder demostrar y mostrar la validez de
los nuevos planteamientos14. Lamentablemente, no habrá un solo Galileo
en la ciencia, la investigación y la enseñanza15.
14
Llama la atención que el tiempo que requiere una idea novedosa para ser
acogida por la comunidad científica sobrepasa los 15 años. Esto es mucho tiem-
po, especialmente si se trata de científicos que están al día en sus disciplinas y
que someten a comprobación todo cuanto llega a sus manos. Al parecer, no
bastan los procedimientos científicos para validar una idea, sino que se requieren
de pruebas ajenas a la ciencia. Esto recuerda al astrónomo turco de El Principito
que se le cree solo cuando explica la existencia del asteroide B 612 vestido con
corbata.
15
En cualquier libro sobre Historia de la Educación e Historia de la Ciencia se
encontrarán ejemplos de las dificultades padecidas por los innovadores para
que sus ideas fuesen aceptadas por la comunidad de pares, para quienes no ha
sido suficiente la evidencia acumulada. Muchas comunidades de docentes y de
científicos actúan como guetos, excluyendo y castigando a los que piensan distin-
to. Es conocida la dificultad para conseguir financiamiento de los investigadores
que rompen con el establishment, a pesar de la calidad y consistencia de sus
proyectos, que los presiona a investigar lo que promueven las agencias, laborato-
rios comerciales, industria de la guerra, transnacionales o bancos internacionales,
etcétera.
16
Esto afecta a toda investigación, aun cuando es evidente en las Ciencias Socia-
les porque se trabaja directamente con las subjetividades de los seres humanos.
En las ciencias «duras» –nombre extraño y curioso– pareciera que la subje-
tividad del investigador no perturba; sin embargo, la evidencia al respecto es
contundente. Si bien la subjetividad se puede minimizar, no es posible eliminarla.
[ 53 ]
Desde el punto de vista del colonizado, posición desde la cual escribo y
por la que opto, el término ‘investigación’ está intrínsecamente ligado al
imperialismo y colonialismo europeos. La palabra misma, ‘investigación’,
es quizás una de las más sucias en el vocabulario del mundo indígena.
En muchos contextos indígenas, cuando se menciona esta palabra, inci-
ta silencio, conjura malos recuerdos, provoca una sonrisa que proviene
del conocimiento y la desconfianza. […] El solo hecho de saber que
alguien midió nuestras ‘facultades’ llenando el cráneo de nuestros an-
cestros con semillas de mijo y que comparó dicha cantidad de semillas
con la capacidad mental de pensar, ofende nuestro sentido de quiénes
y qué somos. (p.1).
[ 54 ]
6. ¿Qué hacer para formar al educador
investigador?
El proceso de formación de un educador investigador puede partir de
cualquier asunto, a condición que sea simple, puesto que lo simple es
expresión paradojal de lo complejo; por ejemplo, ninguna investigación
puede evitar la observación.
6.1 Observar
Observar no es más que mirar, oler, palpar, saborear, etcétera. con aten-
ción. Evitar la distracción es difícil y requiere mucho tiempo de práctica17.
Quien no quiera dedicarle tiempo no aprenderá a observar, aunque pue-
da explicar en qué consiste. Los niños son buenos ejemplos de observa-
dores atentos y concentrados, además de recordarnos cuán fácilmente
se puede perder dicha capacidad. Se puede observar el vuelo de una
mosca, el susurro del viento, los movimientos de los alumnos cuando
están distraídos, la invisibilidad de algunos estudiantes, el uso de la pi-
zarra, etcétera. Lo importante es que la observación sea dinámica y no
se quede atrapada en la apariencia a que nos acostumbra la rutina. Se
trata de observar lo extraordinario en lo ordinario. Observar sin preten-
der explicar; simplemente la persona se encuentra mirando, escuchando,
palpando, tal como lo hace un niño al jugar en que se fija en todo, pero
sin detenerse en nada específico. Observa sin pretender encontrar nada
específico; lentamente emergerán regularidades de las que tomará nota.
Nada más. Una buena observación, sostenida y relajada, además de en-
tretener, sorprende por las regularidades que manifiesta y que se hallaban
ocultas. Después el educador investigador podrá orientar la observación
hacia aquellos aspectos que le interesen.
17
Quienes meditan practicando yoga saben lo difícil que resulta mantener la
atención no forzada en la propia respiración o en la llama de una vela, sin dejar
que otros pensamientos perturben y, si lo hacen, dejar que se vayan sin alterar
la meditación. Meditar no es pensar en «algo» sino dejarse fluir en la respiración
o la vela.
[ 55 ]
6.2 Describir
6.3 Comparar
6.4 Analizar
[ 56 ]
tica tanto como fortalecer los aspectos epistemológicos, metodológicos
y técnicos necesarios. El analista siempre corre el riesgo de no poder
integrarlos nuevamente si ha perdido el sentido de la totalidad. Además,
que nada garantiza que el conocimiento de las especificidades permita la
comprensión de la totalidad19.
6.5 Sintetizar
19
Las características del agua (H2O) no se pueden inferir de las propiedades del
hidrógeno y del oxígeno, sino que emergen de la sinergia entre ellas.
20
Es complicado cuando no se tiene buenos criterios para iniciar la investiga-
ción; en cambio, es compleja cuando se cuenta con los criterios, aunque después
resulten erróneos.
[ 57 ]
literatura especializada para saber qué se ha investigado y cómo se ha
hecho, y evaluar el sentido y alcance de las concepciones, metodologías y
técnicas de investigación en boga, gracias a lo cual estará en condiciones
idóneas para diseñar una buena docencia e investigación, aunque nada le
liberará del riesgo de equivocarse, que le acompañará siempre. Nada de
esto es extraordinario, pues ninguna de estas exigencias es ajena al buen
desempeño profesional.
[ 58 ]
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[ 60 ]
LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
EN EL AULA: UNA APUESTA
PARA LA INNOVACIÓN Y LA
TRANSFORMACIÓN
James Alexander Melenge-Escudero
LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
EN EL AULA: UNA APUESTA
PARA LA INNOVACIÓN Y LA
TRANSFORMACIÓN
James Alexander Melenge-Escudero
Introducción
Plantearse la investigación como estrategia pedagógica significa recuperar
los discursos sobre la ciencia, sus impactos y sus modelos desarrollados
durante el siglo XX, que inciden profundamente en los procesos educa-
tivos y escolares.
[ 63 ]
La Escuela de Fráncfort, con Adorno, demostró que el científico no era
tan objetivo como planteaban algunos… Habermas, manifestó que la
producción de conocimiento y los «métodos» para hacer ciencia estaban
construidos desde intereses que inciden sobre los resultados.
[ 64 ]
Es necesario cuestionar la manera como esa concepción de racionalidad
de la ciencia ha marcado el sistema educativo. Han aparecido infinidad
de estudios, grupos y programas que replantean la enseñanza de la física,
la química, la matemática y las disciplinas sociales. Estos proponían un
quehacer que trabajará más los procesos que la transmisión de conoci-
mientos descriptivos. Se busca dar más importancia a las relaciones entre
la teoría, la vida cotidiana y los hechos. Lo que ha generado un tipo de
trabajo escolar mucho más experimental.
Con relación a este último punto desde el siglo XVIII hasta mediados del
presente siglo, se mantuvo como válido un solo método de construcción
científica que era aquel que identificaba a las ciencias naturales y que
correspondía al método experimental. Sin embargo, a partir de la se-
gunda mitad del siglo XX, y quizá un poco antes, se ha roto la aspiración
hegemónica del método experimental como único método científico,
dando paso a una apertura metodológica y de concepciones donde se
reconoce la necesidad de adecuar las aproximaciones metodológicas a
las características de los objetos de estudio correspondientes, a condición
de mantener unas exigencias de rigor y sistematicidad que garanticen la
validez del conocimiento obtenido por esos nuevos caminos metodoló-
gicos.
[ 65 ]
los métodos, dos de los cuales corresponden a la última etapa del trabajo
científico. El primero de dichos momentos, señalaba como criterio de
objetividad la concordancia entre los juicios emitidos sobre la realidad,
por quienes procuran un conocimiento científico de ella, y de sus carac-
terísticas materiales, evitando a toda costa una valoración de esta. En este
sentido se planteaba una concepción realista de la objetividad. Para lograr
este cometido se propuso la necesidad de un lenguaje objetivo que evi-
tara las distorsiones y ambigüedades del lenguaje común y sobre todo
que obviara los matices valorativos del lenguaje corriente. A esta línea
de pensamiento se han adherido todos los autores de corte positivista
y neopositivista.
[ 66 ]
mediante el recurso al método; y, finalmente, una opción que res-
cata el valor del saber común como fuente de conocimiento válido
científicamente en los órdenes de la realidad material y cultural.
[ 67 ]
limitado de tiempo y que sean la base de proyectos de desarrollo. Esto
sólo es posible si el proceso de identificación y precisión de un problema
de investigación está acompañado permanentemente de una reflexión
en torno a su naturaleza y a su relevancia social en un contexto histórico
determinado.
[ 68 ]
prensión de ciertos procesos o situaciones de la vida humana y social,
la constatación de situaciones sociales enajenantes para el ser humano.
Todo ello puede constituirse en problemas de investigación relevantes
teóricamente en el contexto de una disciplina específica y relevante so-
cialmente en un contexto histórico determinado.
[ 69 ]
Enfoque de la investigación. Proceso
general de la investigación
No existe una forma de investigar. Hay diferentes maneras de hacerlo y
por esto siempre nos encontramos con expresiones que intentan califi-
car el concepto de investigación desde diversas perspectivas.
[ 70 ]
e. Según el lugar específico de aplicación de los procesos de recolec-
ción de información, se califica la investigación como de «campo» o
de «laboratorio».
[ 71 ]
Podemos enunciar estos grandes momentos como:
Fundamentos epistemológicos de la
investigación empírico-analítica
Este apartado se dedicará al examen de los fundamentos epistemológi-
cos de la investigación empírico-analítica. Para ello nos detendremos pri-
mero en la génesis histórica de la ciencia moderna, analizaremos ensegui-
da algunas interpretaciones epistemológicas de la ciencia que privilegian
su dimensión explicativa y estableceremos las posibilidades y los límites
del análisis explicativo en la investigación tanto en el ámbito educativo
como en el ámbito social.
[ 72 ]
ciencia que se opone a la visión clásica, tanto desde el punto de vista del
método como de la finalidad.
[ 73 ]
A pesar del profundo impacto que en la imagen de la ciencia de la natura-
leza provocaron las discusiones acerca del indeterminismo, la relatividad
y la teoría cuántica, así como las nuevas concepciones lógicas y mate-
máticas, la ciencia contemporánea conserva aún los rasgos antes men-
cionados. Ladriére (1977) concibe a la ciencia como un procedimiento
que combina un componente de razonamiento y un componente de
experiencia. Desde el punto de vista de su contenido, proporciona saber
sobre lo real y desde el punto de vista de su método, hace posible un
conocimiento ordenado y creciente de ese saber.
[ 74 ]
En efecto, la ciencia debe ocuparse de los «hechos reales» y no de las
quimeras de la metafísica, su fundamento se apoya en la observación sis-
temática y en el manejo de las reglas del método positivo; su utilidad tie-
ne que ver con la posibilidad de dominio tanto de los procesos naturales
como sociales y su naturaleza relativa asegura una definitiva separación
entre el mundo de las esencialidades metafísicas y el de los fenómenos
variables y contingentes.
[ 75 ]
Fundamentos metodológicos de la
investigación empírico-analítica
Para el desarrollo de la temática correspondiente la investigación empí-
rico-analítica, contemplaremos los siguientes aspectos: concepción de la
relación sujeto-objeto en el proceso de elaboración del conocimiento
científico, lógica de la construcción teórica, finalidades del conocimiento
científico y, por último, la articulación y secuencia de los momentos in-
vestigativos.
[ 76 ]
lítica; esto es, de una independencia absoluta entre el sujeto y objeto y el
de la necesidad de lograr la mayor coincidencia entre las proposiciones
que enuncian de los juicios del investigador y las características sensibles
del objeto de estudio.
[ 77 ]
Articulación y secuencia de los
momentos investigativos
Una de las características fundamentales que definen las particularidades
de las distintas aproximaciones metodológicas investigativas, se relacionan
con la forma como cada una organiza el proceso general de investigación.
Además, el grado de elaboración y flexibilidad del mismo también cons-
tituye otro elemento de diferenciación.
[ 78 ]
existencia simultánea de las tres fuentes de problematización; por el con-
trario, reivindica la necesidad de las tres a condición de un proceso de sis-
tematización rigurosa donde el mayor peso se le concede a las pautas de
referencia definidas y aceptadas por una comunidad científica particular.
Participación Construcción
en actividades del marco
profesionales conceptual (4)
Revisión de
literatura
especializada
Construcción
Analisis e Tabulación y Aplicación de de
Confrontación interpretación sistematización instrumentos instrumentos
de hipótesis de de información (8) de recolección
Reconstrucción información (9) de información
Teórica. (1) (10) (7)
[ 79 ]
Continuando el examen de la figura 1, se puede observar que a partir del
mantenimiento de las premisas anteriores se construye un marco con-
ceptual o de referencia, desde cuyo interior se define en todo momento
tanto el contenido de la tarea investigativa, como los mecanismos y re-
cursos para adelantar la misma; y, por supuesto, también la óptica desde
la cual se interpretan los resultados de todo ese quehacer en cuestión.
MOMENTO
MOMENTO
METODOLÓGICO
TEÓRICO INTERPRETACIÓN
APROXIMACIÓN
“A” DE RESULTADOS
METODOLÓGICA
(1-2-3-4)
(5-6-7-8-9)
[ 80 ]
La investigación educativa vista desde
una perspectiva cualitativa
La investigación cualitativa aparece como una forma de crítica al positivis-
mo empirista que trasladó, sin una mirada crítica, el modelo de las ciencias
básicas a las ciencias sociales, desconociendo su naturaleza y sus niveles
de dificultad. En este capítulo no se trata de contraponer lo cualitativo a
lo cuantitativo, como lo bueno y lo malo, o como lo nuevo y lo viejo. De
hecho, toda investigación cuantitativa parte de un proceso de concep-
tualización y teorización que son eminentemente cualitativos, necesita un
primer análisis cualitativo de los datos y termina con apreciaciones cuali-
tativas sobre los resultados del análisis cuantitativo, para generar nuevas
hipótesis, conceptos y teorías.
[ 81 ]
de rigor que hacen de una investigación cualitativa seria, un trabajo tan
complejo y difícil, que ante él palidecen los más intrincados análisis cuan-
titativos.
Fundamentos epistemológicos,
investigación histórico-hermenéutica
En el apartado anterior hicimos un análisis del modelo de investigación
empírico-analítico, prestando una atención especial a su génesis, a su es-
tructura lógica y a sus posibilidades de aplicación al conocimiento de los
hechos sociales.
[ 82 ]
Para Dilthey, la hermenéutica no es sólo una técnica auxiliar para el estu-
dio de la historia de la literatura y de las ciencias del espíritu, sino que es
un método que permite fundamentar la validez universal de la interpre-
tación histórica.
[ 83 ]
reproductiva; aquí se funden experiencia y aprehensión teórica en
cuanto se mueven siempre ya en el interior de un contexto objeti-
vamente dado.
[ 84 ]
El auténtico conocimiento sociológico se nos revela a través de la expe-
riencia inmediata, en las interacciones de todos los días. En primer lugar,
hay que tener en cuenta el punto de vista de los actores, sea cual sea el
objeto de estudio, porque precisamente a través del sentido que dan a
los objetos, a las personas, los actores fabrican su mundo social. En esta
corriente de pensamiento, la interacción social se define como un orden
negociado, temporal, frágil, que debe ser reconstruido permanentemente
con el fin de interpretar el mundo. Este constructivismo encontrará tam-
bién sus raíces en el pensamiento de Marx y en la fenomenología.
[ 85 ]
como dando impulso a métodos y técnicas de investigación novedosos
que han enriquecido en las últimas décadas notablemente el acervo de
las ciencias del hombre.
[ 86 ]
hermenéutica es capaz de poner en cuestión estos dos enfoques, en el
marco de una dialéctica dentro de la cual, comprensión y explicación,
aparecen como momentos relativos de un proceso complejo llamado
interpretación.
[ 87 ]
Fundamentos metodológicos de la
investigación histórico-hermenéutica
En el apartado anterior se examinó detalladamente el proceso general
de la investigación, tal y como se concibe dentro de la perspectiva em-
pírico-analítica. Ahora se revisarán los supuestos, características, intereses
y procesos de construcción de la investigación de corte histórico-her-
menéutico que incluyen las diversas modalidades de trabajo etnográfico.
[ 88 ]
Escapa a la denominación anterior pero no al objeto de la misma, la
investigación de tipo etnográfico, situada en un plano de necesaria com-
plementariedad e interacción con la historia, en un esfuerzo conjunto por
captar el sentido de las diferentes expresiones de la vida humana en el
orden de lo socio cultural cotidiano.
La relación sujeto-objeto en la
reconstrucción de sentido
Dentro de la perspectiva de la investigación histórico-hermenéutica, el
objeto genérico de comprensión es la experiencia humana. Sus medios
de contacto con ella lo constituyen los testimonios directos o indirectos,
representados según sea el caso, por la tradición oral, la tradición escrita
y/o las diferentes expresiones de la cultura material (tecnología, técnicas)
y la cultura simbólica (mitología, lenguaje, arte).
El proceso anterior tiene lugar bajo dos premisas que Wilcox (1980)
sintetiza de la manera siguiente:
[ 89 ]
Sin embargo, una lectura apresurada de las premisas enunciadas llevaría
una identificación con las propuestas de la investigación empírico-ana-
lítica, que sólo es cierta de manera aparente. Para evitar ese equívoco,
se plantea un juego actitudinal, donde el investigador busca acercarse a
la comprensión y manera de ver el mundo que tienen los protagonis-
tas de la realidad estudiada; mientras de manera recíproca, esos mismos
protagonistas buscan «tomar distancia» de eso que les es familiar, ordi-
nariamente, en un proceso calificado por algunos de extrañamiento y de
autorreflexión o de autoconciencia por otros.
[ 90 ]
o la época de los protagonistas, de los fenómenos, realidades y experien-
cias objeto de estudio.
[ 91 ]
De acuerdo con lo anterior, el punto de arranque del proceso investiga-
tivo lo constituye la catalogación y definición de esos eventos significati-
vos, mediante el concurso simultáneo de las categorías ordenadoras de
hechos e ideas que traen consigo el historiador o el etnógrafo y aquellos
que aporta el sentido común de las personas de los diferentes grupos
involucrados.
Procesos de:
Experiencias Categorización y selección de las
• Demarcación espacio-
humanas colectivas experiencias como hechos históricos
temporal
o individuales con y/o fenómenos, procesos o aspectos
• Sistematización y
repercusiones socioculturalmente significativos y
encuadre.
grupales (1) relevantes (3)
• Interpretación inicial
Explicitación de las
Categorías hipótesis subyacentes Contrastación de las
teóricas en los dos procesos hipótesis (8)
Atinentes o anteriores (7)
relacionadas
Categorías con las ex-
sociales. periencias en
Provenientes cuestión (2)
del sentido
común de dife-
rentes grupos
de personas
protagonistas Autorreflexión Verificación de Reformu-
Selección Procesos de:
directos o preliminar de la autencticidad • Concientización lación del
de fuentes y los actores de las fuentes encuadre, la
indirectos de las • Contrastacióncon
recolección - fuentes documentales sistemati-
experiencias (3) otros hallazgos de
preliminar personales de o materiales zación y la
la historia de la
de datos. los eventos (5b) interpreta-
teoría general
(Procesos de bajo estudio • Ampliación de los ción (9)
familiarización o procesos de lindes originales
del investiga- extrañamiento. de demarcación
dor) (4) (5a.) espacio - temporal
[ 92 ]
Un paso siguiente lo constituye la explicitación de las hipótesis que están
orientando los procesos anteriores, para luego someterlas al contraste
de consistencia con los elementos y/o juicios aportados por las fuentes. A
continuación, y tras esa confrontación que hemos denominado dialógica
o comunicativa, se reformulan tanto la contextualización y la sistemati-
zación como la interpretación preliminar, a la luz de nuevos elementos
recogidos.
[ 93 ]
conjunto de relaciones personales y colectivas en torno a unas finalida-
des concretas y comunes; por ejemplo, la práctica educativa, la práctica
política etcétera, y de la que intentamos dar razón, bien sea para escribir-
la, explicarla, interpretarla y/o transformarla; en segundo término, por la
tradición teórica que se constituye desde la sedimentación de conceptos
relacionados que han sido construidos por la comunidad de científicos de
una disciplina específica y, finalmente, por los determinantes histórico-so-
ciales, tanto de la práctica social como de la producción del conocimiento
en un contexto determinado.
Dos de las tres realidades antes enunciadas, la práctica social y las de-
terminantes histórico-sociales, están imbuidas del conocimiento cons-
truido desde el sentido común en la vida cotidiana; dado que este tipo
de conocimiento tiene sus raíces en instancias sociales que representan
poder y que han legitimado su validez en función de la experiencia, el co-
nocimiento científico debe recuperar y trascender las representaciones,
comprensiones y explicaciones así gestadas, para que éstas no se erijan
en barreras al desarrollo de la investigación social o a la implementación
de sus resultados.
[ 94 ]
tales como la reflexión, la inducción, la deducción, la interpretación y la
crítica.
[ 95 ]
real, sin referentes teóricos explícitos o implícitos literalmente es imposi-
ble ver algo como significativo para el investigador.
[ 96 ]
Figura 4. Proceso de construcción teórica en los modelos
positivistas
MARCO TEÓRICO
APROXIMACIÓN
EXPLÍCITO INTERPRETACIÓN DE
METODOLÓGICA AL
RESULTADOS
OBJETO DE ESTUDIO
HIPÓTESIS
CONFIRMA O FALSEA
(1) (2)
APROXIMACIÓN AL
REFERENTE TEÓRICO
OBJETO DE ESTUDIO DESCRIPCIÓN E
IMPLÍCITO O EXPLÍCITO
(EXPRESIONES DEL INTERPRETACIÓN DE
OBJETO - EXPLICACIONES RESULTADOS
PREGUNTAS
DE LA POBLACIÓN)
(3)
[ 97 ]
Aunque los criterios de validación y los niveles de generación espe-
rados para la teoría son diferentes según el enfoque que se trate, existe
un proceso de interacción permanente entre teoría y praxis.
PRAXIS
TEORÍA
FENÓMENOS
Mediciones Simbólicas
Conceptos
[ 98 ]
Crear referentes teóricos implica no sólo crear conceptos, sino estable-
cer relaciones tanto con los componentes del concepto, como con el
contexto más amplio que lo determina.
Esta es una apuesta por hacer visibles múltiples maneras de ser maestro
y hacer escuela haciendo real un maestro que pasa de ser portador a
productor de saber.
[ 99 ]
Pedagogías centradas en la investigación
La ciencia y su incidencia en la educación implica usar la investigación para
dinamizar procesos escolares y generar alternativas metodológicas para
construir una escuela cercana a la configuración de un espíritu científico.
[ 100 ]
• La formulación de la pregunta como punto de partida
• La determinación del conflicto en el conocimiento
• La indagación, a través de la colaboración grupal
• La organización de los métodos apropiados
• La generación de resultados
[ 101 ]
• En el curso de sus investigaciones, los niños argumentan y razonan,
exponen y discuten sus ideas y resultados, construyen sus conoci-
mientos, ya que una actividad meramente manual no basta
• Las actividades propuestas a los alumnos por el maestro están or-
ganizadas en secuencias con miras a una progresión de los apren-
dizajes. Reflejan programas y dejan una amplia participación a la
autonomía de los alumnos
• Un volumen mínimo de dos horas por semana está dedicado al
mismo tema, durante varias semanas. Se garantiza una continuidad
de las actividades y los métodos pedagógicos sobre el conjunto de
la escolaridad
• Los niños llevan cada uno un cuaderno de experiencia con sus pro-
pias palabras
• El objetivo mayor es una apropiación progresiva, por los alumnos,
de conceptos científicos y de técnicas operatorias acompañada por
una consolidación de la expresión escrita y oral
• Tanto las familias como, a veces, los barrios son solicitados para el
trabajo realizado en clases
• Localmente algunos colaboradores científicos (universitarios y gran-
des escuelas) acompañan el trabajo de la clase, poniendo a disposi-
ción sus habilidades
• Localmente los institutos universitarios de formación de los
maestros ponen su experiencia pedagógica y didáctica al servicio
docente
• En el sitio de internet, el docente puede obtener módulos para
poner en práctica ideas y actividades, y respuestas a sus preguntas.
También puede participar en un trabajo cooperativo dialogado con
colegas formadores y científicos
La IEP, está comprometida con tres causas: la apropiación social del cono-
cimiento, la formación de una cultura ciudadana (y democrática) en CT+I
y la construcción de un espíritu crítico y científico en los niños, niñas y
jóvenes.
[ 102 ]
En esta manera de acercarse al conocimiento, funda su proceso desde
la pedagogía crítica freiriana, en el sentido en que todas y todos los par-
ticipantes nos consideremos aprendices del conocimiento, dispuestos a
aprender en un ejercicio colectivo, colaborativo y social de diálogo de
saberes permanente.
Fundamentando la IEP
A través de la IEP, se da una nueva constitución de subjetividad en estos
tiempos en los cuales las culturas juveniles en ese sentido de ser nativos
digitales no solamente hacen su uso sino que impugnan a la desigualdad
desde su práctica pedagógica.
Van surgiendo los gérmenes de las nuevas colectividades que dan forma
a la utopía de estos tiempos en educación.
[ 103 ]
En esta perspectiva, se requiere reconocer la importancia de la investi-
gación en la sociedad, a la vez que se develan los intereses presentes, en
su práctica, forja una mirada crítica, la cual en coherencia con los tiempos
presentes se ve obligada no sólo a la denuncia, sino también a apropiarse
de ella como una realidad muy importante en esta época para construir
propuestas que a la vez promuevan su apropiación práctica crítica.
[ 104 ]
proceso de aprendizaje y de construcción de capacidades de los sujetos
participantes de la actividad investigadora.
[ 105 ]
de investigación, y la formulación de éste los ubica en una línea temática
como equipo. Ligados a los procesos de su territorio, o temáticos, les dan
forma a las redes que les da una identidad y los hace pertenecer a un
lugar específico.
[ 106 ]
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[ 108 ]
LA SISTEMATIZACIÓN:
UNA ESTRATEGIA INVESTIGATIVA
DE EDUCADORES QUE, CON
IMAGINACIÓN Y CORAJE, DECIDEN
REINVENTARSE CRÍTICAMENTE
Alfredo Manuel Ghiso
[ 110 ]
LA SISTEMATIZACIÓN:
UNA ESTRATEGIA
INVESTIGATIVA DE EDUCADORES
QUE, CON IMAGINACIÓN
Y CORAJE, DECIDEN
REINVENTARSE CRÍTICAMENTE
Alfredo Manuel Ghiso
Introducción
Las personas que llevamos algunos años en el oficio de docentes, sabe-
mos que la tarea no es fácil; pero, además, nos damos cuenta, con el paso
del tiempo, que no es el mismo quehacer de años anteriores, porque
vivimos exigidos por nuevos desafíos y retos. Es por eso que nos vemos
obligados a responder a sucesos que generan demandas extrañas a las
rutinas a las que estábamos acostumbrados. No somos pocos los educa-
dores que vemos que las condiciones en las que realizamos nuestro ofi-
cio han cambiado; y lo preocupante, es que en los diagnósticos que se hacen,
se percibe que la velocidad de los cambios, a veces, no nos obliga a cambiar1.
En otro orden de cosas, hay profesores que se inquietan por la era digital
y los avances tecnológicos que entran al aula con los estudiantes y que
[ 111 ]
ponen en duda la suficiencia y el papel que vienen desempeñando como
seleccionadores, censuradores y transmisores de contenidos. La incer-
tidumbre e intranquilidad se genera al reconocer que los estudiantes
disponen de los datos que necesitan para hacer sus tareas sin interme-
diarios, al instante y sin mucho esfuerzo en las consultas y, lo más descon-
certante, es que la información está más actualizada que la que maneja
el docente. Además, muchos chicos y chicas se rehúsan a desplazarse y
desempolvar viejos libros en las bibliotecas.
2
Contexto de la frase ubicarla en «Las universidades sufren vértigo de adap-
tación». Publicado el martes 27 de mayo de 2014 en http://www.udea.edu.
co/por tal/page/por tal/bActualidad/Principal_UdeA/UdeANoticias/FA6DA-
9720BE2415EE04018C83D1F4E3C
[ 112 ]
a los educadores en situación de reinventarse permanentemente como
sujetos generadores de cambio, de transformaciones en su campo de ac-
tuación y contextos y, no sólo, como lo esperan empresarios y dirigentes
políticos, que promueven proyectos para que los maestros y las maestras
sean innovadores.
[ 113 ]
Es claro que, para el modelo hegemónico, no son necesarias propuestas
de formación e investigación que permitan, a los profesores, construir un
paradigma alterno, complejo y pertinente que los orientes en el estudio
y la acción pedagógica más allá de las innovaciones. Por ello es que no se
desarrollan ambientes y espacios en los que las y los educadores puedan
pensarse críticamente, superar frustraciones y curar la parálisis mental y
emocional que parecen tener ante los problemas sociopedagógicos que
enfrentan pero que no indagan.
3
Estas ideas generadoras son de Orlando Fals Borda, sociólogo colombiano,
promotor de la IAP y pertenecen a las notas del Congreso Mundial de Conver-
gencia en Investigación Participativa, Cartagena 1997.
[ 114 ]
él con quiénes, pero las respuestas a estas inquietudes se responden en-
cadenadas a las primeras.
Hay otros que frente a los contextos y desafíos que presentan las prác-
ticas educativas se inquietan por comprender la experiencia, saber cómo
se la percibe y vivencia, describir y explicar cómo las múltiples y dinámicas
socioculturales y económicas llevan a que los sujetos valoren, signifiquen
y den sentido a determinadas cosas y no a otras.
[ 115 ]
Hay otros educadores y educadoras que tienen intereses y opciones, que
los llevan a conocer sus prácticas y contextos de una manera diferente.
Además de explicar cómo funcionan y cómo se construyen sentidos y
significados en el desarrollo de los procesos formativos, se preguntan a
qué y a quiénes le sirven, se interrogan por las condiciones que man-
tienen los obstáculos, se inquietan por los efectos y proyecciones del
quehacer en los sujetos individuales, los grupos, las comunidades y se
interrogan, también, por los aportes que, a lo largo de la historia, los edu-
cadores del pasado y del presente han hecho para que las interacciones
políticas, económicas, sociales y culturales sean más justas, democráticas
y solidarias4. Es claro que a estos profesores, además de los aprendizajes
elementales les importan los aprendizajes sociales, aquellos que hacen a
las personas más humanas.
4
Estos párrafos se pueden enriquecer con la lectura del libro de Carlos Vasco
«Tres estilos de hacer ciencias sociales”, publicado por el Cinep en Bogotá.
[ 116 ]
lógica de nuestras acciones, lo que en ellas aprendemos solemos sentir
un tremendo vacio y nos sentimos incapaces de responder. Situaciones
como esas caracterizan nuestra cotidianidad y la forma que tenemos de
operar en ella (Schön, 1998). Actuamos, como lo señalara Paulo Freire
(1997) con una serie de saberes que al haber sido aprendidos a lo largo
de nuestra socialización como educadores, se convirtieron en hábitos
automatizados; y por actuar así, nuestra mente, nuestras formas de ex-
presarnos, de sentir y de desear algo distinto no se activan; suspendiendo
la búsqueda de las razones de ser de nuestras prácticas y de lo que en el
contexto de ellas sucede. Por ello es que comúnmente, no convertimos
el quehacer docente, la práctica pedagógica, en una experiencia vital, por-
que no indagamos las razones por las que lo hacemos.
[ 117 ]
todológico y operativo de nuestra experiencia como educadores; po-
tenciándonos como sujetos activos en la búsqueda de respuestas a los
problemas e interrogantes que surgen en nuestra práctica y que nos van
a permitir construir un conocimiento que nos muestre posibilidades de
reinventarnos.
[ 118 ]
Para que esto sea posible se necesitan momentos y ambientes en los que
cada educador pueda construir la singularidad de su práctica, la pueda re-
conocer y nombrar en sus múltiples dimensiones y dinámicas5 y también
se necesitan ambientes y momentos de encuentros en donde se tejan
confianzas y complicidades, que permitan levantar puentes que faciliten
la construcción de ese nosotros que quiere conocerse en su hacer. Así se
cimienta y levanta el conocimiento compartido que permitirá una rein-
vención solidaria, entendida como transformación propia y apropiada de
la práctica, y no como simple innovación o renovación.
5
Para ello desarrollamos una técnica interactiva que denominamos «el cubo»,
en donde en cada cara, interior y exterior, el educador o la educadora recono-
cen aspectos o dimensiones de su quehacer, lo que facilita que los nombren e
inicien relatos sobre los mismos.
[ 119 ]
La sistematización, entonces, es una invitación a contextualizar, a tematizar
la realidad en la que actuamos y el quehacer en su cotidianidad. Al escribir
nuestros relatos también expresamos la visión y percepción que tenemos
de la práctica y su contexto. Nuestros relatos siempre tendrán reflejos
de nuestra presencia y de nuestras trayectorias como docentes, en los
planos de lo individual, lo grupal –grupos de aula, colectivos docentes– y
de lo institucional (Fores y Novella, 2013).
[ 120 ]
el quehacer educativo. El desafío es no quedarse en esa enumeración y
descripción, y avanzar sobre los relatos superando y recreando las per-
cepciones, representaciones y saberes que los sujetos poseen de sus
prácticas pedagógicas. Esto pasa por reconocer las diferentes ecologías
de la acción y la complejidad relacional que en ellas se expresa, dado que
son ámbitos en donde se constituyen y generan los diversos sentidos de
la experiencia.
[ 121 ]
Para ello, las y los educadores reflexivos, que nos involucramos en pro-
cesos de sistematización, tendremos que estar alertas de las dimensiones
de nuestra práctica abordadas, de la densidad y contextualización de los
relatos que generemos y de las conceptualizaciones con las que describi-
mos, explicamos comprendemos y proyectamos nuestro quehacer, todo
ello para no incurrir en la ambigüedades, simplezas o silenciamientos que
nos impidan reinventarnos. Es por esto que tenemos que asumir la siste-
matización como un proceso de construcción de conocimientos que se
detiene a reflexionar, cuestionar y re-elaborar decisiones tomadas, así a
como se interesa en identificar los aspectos relevantes que fueron teni-
dos en cuenta, en la realización de la práctica educativa.
Epílogo
La frase inspiradora de la reflexión que comparto con ustedes y que
pertenece al maestro Paulo Freire (1997):
[ 122 ]
Cuanto más pienso críticamente, rigurosamente, la práctica de la que
participo o la práctica de otros, tanto más tengo la posibilidad primero
de comprender la razón de ser de la propia práctica, segundo por eso
mismo, me voy volviendo capaz de tener una práctica mejor. (p. 122)
[ 123 ]
Referencias bibliográficas
Freire, P. (1997). Educación y ciudad. México: Siglo XXI Editores.
Fores A. & Novella A. (2013). Siete retos para la educación social. Barcelo-
na, España: Gedisa.
Ghiso, A. (2006). Prácticas generadoras de saber. La Piragua, 23(1).
Ghiso, A. (2013). Sistematización de prácticas educativas. Seminarios.
Perrenoud, P. (2004). Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar.
Barcelona, España: Grao.
Schön, D. (1998). El profesional reflexivo. Cómo piensan los profesionales
cuando actúan. Barcelona, España: Paidós.
Usher, R. y Bryant, I. (1992). La educación de adultos como teoría, práctica e
investigación. El triángulo cautivo. Madrid, España: Morata.
[ 125 ]
LOS PASOS EN EL CAMINO DE LA
SISTEMATIZACIÓN
Diana María Londoño Uribe
Gabriel Jaime Atehortúa
[ 128 ]
LOS PASOS EN EL CAMINO DE LA
SISTEMATIZACIÓN
Introducción
En este capítulo se pretende dar cuenta de los diversos momentos que
configuran un proceso de sistematización, sus objetivos y algunas técnicas
acordes a cada una de las fases. Está dirigido a todas las personas que se
enfrenten a la construcción del diseño metodológico o que se encuen-
tren implementado esta propuesta y desee algunas instrucciones sobre
la ruta.
[ 129 ]
dades del grupo o del profesional y a los objetivos de cada propuesta; se
contemplan tres momentos: el primero es de la preparación; el segundo
momento es la ejecución del proyecto; y el tercer momento es el de la
divulgación de los resultados.
CI
ACIÓ • PREP
• Conformar equipo ÓN
• PREPARA
N
• Definir preguntas
• Elaborar proyecto
AR
CI
EP
Ó
R N
•P
• EJECUCIÓN
•
IÓ N • CO
AC MU
IC •
N
UN
EJE
IC
N • COM
AC
CU
• Reconstrucción de
JECUCIÓN
IÓN • COM
• Socialización
CIÓN • EJ
la experiencia
• Validación • Análisis
• Interpretación
IÓ
AC
•E
EC
U
IC
N UC
N
IC
UN AC IÓ IÓN
N • C OM IÓ • EJ E C UC
• Recursos necesarios
• Haber vivido la experiencia • Práctica intencionada
[ 130 ]
La reflexión se inicia desde las necesidades e intereses de varios sujetos
e instituciones, quienes deciden qué sistematizar, es decir una parte de
la experiencia o toda; situados en un contexto complejo y conflictivo,
donde se conforma un equipo coordinador o asesor, se definen los ejes
y se acuerda un concepto de sistematización; esto implica tomar una se-
rie de decisiones políticas, administrativas, teóricas y metodológicas que
orientarán el proceso.
[ 131 ]
2. Ejecución del proyecto de
sistematización
Busca reconstruir la experiencia con el fin de tener una visión general y
ordenada de ella, interpretarla y generar nuevos conocimientos.
[ 132 ]
y cambios generados en la experiencia realizada; y un final que me ubica
en el cierre. A lo largo del proceso de sistematización es necesario hacer
visibles los aspectos significativos de la experiencia, para esto se elaboran
microrrelatos en los cuales se busca ampliar y profundizar hechos rele-
vantes.
COMPONENTES DE LA MICRORELATOS
PRÁCTICA SOCIAL HITOS, CAMBIOS, ANTES
RELATOS DE LOS
NAL) CONFLICTOS,
• SUJETOS TENSIONES, DURANTE
• METODOLOGÍAS AVANCES,
• INTENCIONALIDADES/ LÓGICAS, DESPUES
PROPÓSITOS DINÁMICAS,
• ÁMBITOS DE RESULTA- PROCESOS FINAL
DOS
MEMORIAS DE LA
EXPERIENCIA
RELATO EXTENSO
EXPERIENCIA
[ 133 ]
2.2 Interpretación de la experiencia y generación de
nuevos conocimientos
[ 134 ]
2.4 Estrategias de determinación (Ruiz, 2000)
Las estrategias intertextuales relacionan los relatos entre sí, para esto
cuenta con dos métodos el agregativo, que permite unificar los relatos
en una sola categoría con el fin de señalar aspectos comunes y el discri-
minativo donde se organiza la información por categorías diferentes con
el fin de establecer comparaciones entre ellas. Y las extratextuales dan
sentido al testimonio en relación a elementos que no están presentes en
él, pueden ser de dos tipos: de contexto inmediato, en él se produ-
ce el testimonio, implica las diferentes condiciones por las que atraviesa
las personas al momento de contar su experiencia y características
especiales del informante, tiene en cuenta las particularidades de las
personas y la diversidad de sus relatos (Ruiz, 2000).
[ 135 ]
2.5 Socialización y comunicación de los resultados
[ 136 ]
el proceso están interesadas en él. Dentro de estas se pueden ubicar
las páginas web como espacios para compartir opiniones que posibili-
tan discusiones interactivas, en ellas se pueden publicar imágenes de la
experiencia, videos, animaciones, proponer foros de discusión y textos
digitalizados, estas herramientas posibilitan que la experiencia pueda ser
problematizada por los mismos actores y pueda ser leída y resignificada
por sujetos más allá de la localidad.
3. El taller en la sistematización
La sistematización como práctica investigativa que reconoce las potencia-
lidades de las personas involucradas en el proceso, recrea las capacidades
de las actores, asume la complejidad de la realidad social, la diversidad
subjetiva y contextual, los distintos ámbitos, momentos e intereses en los
que se construyen, socializan y apropian conocimientos, ya que permiten
modificar las formas de comprender, expresar, sentir y actuar sobre la
realidad personal y social (Ghiso, 1999).
[ 137 ]
El taller es transversal en todos los momentos de la sistematización,
posibilita la utilización de técnicas interactivas entendidas estas como
construcciones que buscan interpretar, comprender, ubicar, orientar y
explicar las acciones y las prácticas sociales, las experiencias vitales de
las personas, el significado de los hechos; recuperando los saberes y las
experiencias que están detrás de los actos y de las interacciones sociales.
Estas pueden ser:
[ 138 ]
Figura 3. Técnicas por momentos de la sistematización
EL TALLER
ANÁLISIS E SOCIALIZACIÓN Y
RECONSTRUCCIÓN
INTERPRETACIÓN COMUNICACIÓN
• La colcha de retazos
• Mural de situaciones • El sociodrama
• El sociodrama
• Cartografía • El árbol de problemas
• Tertulias
• Entrevista • El juicio
• Grupos de discusión
• Siluetas • Tertulias
• Mesas redondas
• Lluvia de ideas • Grupos de discusión
• Foros
• Líneas de tendencia • Mesa redonda
• La línea de tiempo
TÉCNICAS INTERACTIVAS
[ 139 ]
Referencias bibliográficas
Barnechea, M. y Morgan, M. (2008). El conocimiento desde la práctica y
una propuesta de método de sistematización de experiencias. Re-
cuperado de http://www.alforja.or.cr/sistem/documentos/Cono-
cimiento_desde_practica.pdf.
Betancourt, D. (1999). Memoria individual, memoria colectiva y memoria
histórica. Lo secreto y lo escondido en la narración y el recuerdo.
Recuperado de http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/co-
lombia/dcsupn/pracinve.pdf
Freire, P. (1968). Cambio. Liberaría y Editorial América Latina.
García, B., González S., Quiroz, A. y Velásquez, Á. (2002). Recuperado de
http://aprendeenlinea.udea.edu.co/lms/moodle/file.php/563/Tec-
nicas_interactivas_completo.pdf
Ghiso, A. (1999). Acercamiento: El taller. Recuperado de http://redalyc.uae-
mex.mx/redalyc/pdf/316/31600907.pdf
Ghiso, A. (2008). Análisis e interpretación de datos cualitativos. Recuperado
de http://aprendeenlinea.udea.edu.co/lms/moodle/file.php/563/
Enfoques_de_Investigacion_Cualitativa.pdf
Hleap, J. (1998).Sistematizando experiencias educativas. Recuperado de
http://www.alforja.or.cr/sistem/Hleap.doc
Rodríguez, G., Gil, J., García, E. (1996). Metodología de la investigación cua-
litativa. Recuperado de http://tecnoeduka.110mb.com/documen-
tos/investiga/articulos/rodriguez%20gil%20garcia%20cap3.pdf
Ruiz, A. (2000).Texto, testimonio y metatexto. El análisis de contenido en la
investigación en educación. Recuperado de http://bibliotecavirtual.
clacso.org.ar/ar/libros/colombia/dcsupn/pracinve.pdf
[ 141 ]
EPÍLOGO
EPÍLOGO
[ 145 ]
Asumir este reto de manera responsable con las exigencias históricas y
contextuales de la sociedad actual, implicó construir una apuesta peda-
gógica diferente, que hizo uso de la presencialidad, pero también de la
mediación virtual como una plataforma para el diálogo, la articulación y
el reconocimiento de los actores participantes, permitiendo la consolida-
ción de una comunidad académica que comparte las mismas preocupa-
ciones y que está dispuesta a actuar y a transformar desde la investigación
en los escenarios educativos.
Tenemos la gran esperanza de que este texto sea de gran utilidad para
los lectores puedan encontrar pistas contundentes para iniciar con pro-
cesos de investigación educativa en el aula.
[ 146 ]
SOBRE LOS AUTORES
[ 148 ]
RESEÑA DE LOS AUTORES
[ 149 ]
Coordinador de la Red de Educación y Desarrollo Humano. Investigador
del Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud (CINDE-Univer-
sidad de Manizales)
[ 150 ]
Primera impresión, INFOD, 2019
Investigación educativa en el aula: conceptos, metodologías
y estrategias.
Esta edición consta de 1,350 ejemplares,
enero de 2019
RED DE EDUCACIÓN Y
DESARROLLO HUMANO