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Antecedentes históricos:

Históricamente el Derecho civil y el derecho mercantil forman un solo derecho,


posteriormente por la necesidad de independencia surgió la separación. Debido a
que posteriormente el derecho mercantil adquirió su propia autonomía y con eso
un aporte importante al comercio. El jurista argentino Mario Raviola, citado por el
autor Pedro Astudillo Ursúa, establece: “Las leyes comerciales especiales que en
un principio constituyeron el conjunto de normas especiales aplicables las
vinculaciones jurídicas entre las personas que se dedicaban al comercio, han
sufrido una evolución paralela a la que se ha operado en el aspecto económico de
las actividades comerciales. Así, la ley aplicada a las personas por razón de su
profesión, ha pasado a ser la ley aplicable los actos, cualquiera que sea la
profesión, ha pasado a ser la ley aplicable a los actos, cualquiera que sea la
profesión de quienes los realizan
Los títulos de crédito vienen de la doctrina Italiana, y es un invento italiano de los
comerciantes de la Edad Media y el Renacimiento, ya que son usados en esa
época, como documentos- valor, que representan dinero y protegidos por firmas
personales de los que los usan. Sirvieron para trasladar cantidades de dinero, por
Europa, sin necesidad de portar monedas metálicas de oro o plata. Los asaltantes
de los caminos de Europa, se vieron burlados, por los comerciantes italianos que
solamente portaban papeles escritos, como fue el uso de la letra de cambio y más
adelante el cheque, ya que fueron documentos- valores o títulos valores, los que
circularon, y hoy siguen circulando en el comercio.
Dado que la evolución de los títulos de crédito carece de un rigor histórico, deseo
destacar los datos más relevantes, los cuales, no siempre se producen en todas
partes de igual forma ni en el mismo momento
Inicialmente, las personas realizaban el trueque, como un medio para transferir a
otra persona la propiedad de una cosa, a cambio de que la primera le diera la
propiedad de otra con el objeto de satisfacer sus necesidades básicas. Con el
nacimiento del comercio y por ende del comerciante, quien actúa inicialmente sin
salir de su ciudad de origen, nace también la moneda como medio para el
intercambio de mercancías, la cual se acuñaba dentro de las fronteras de cada
ciudad. Posteriormente nacen las ferias o mercados, que eran reuniones
periódicas de mercaderes o comerciantes de distintas ciudades, las cuales eran
destinadas al intercambio de productos, ropas, ganados frutos y otros géneros o
mercaderías. Nace el problema de los mercaderes debido a la diversidad, peso y
volumen de las monedas, agregado el traslado de los mercaderes con fuertes
sumas de moneda; volviéndose difícil, arriesgado y costoso por la inseguridad de
los caminos por donde transitaban. Al incrementarse el intercambio de productos y
mercancías, entre comerciantes de distintas ciudades, surge la necesidad de
solucionar los problemas que se dan por el intercambio y traslado de la moneda
Denominaciones de los tirulos de crédito
Los títulos de crédito tienen varias denominaciones entre las que podemos
mencionar títulos valores y títulos circulatorios. Nuestra legislación mercantil los
designa como títulos de crédito, aunque cabe mencionar que dicha expresión para
algunos autores es incorrecta ya que constriñe el ámbito de la categoría de cosas
mercantiles a una sola de sus variedades, es decir, títulos que imponen una
obligación que da derecho a una prestación en dinero u otra cosa cierta. Al
respecto, el autor mexicano Gómez Gordoa, citado por el autor guatemalteco
Mauro Chacón expresa que: “…no es partidario de la denominación de títulos de
crédito, ya que en el caso del cheque no puede ser un título a plazo, es un
Instrumento de pago y por lo tanto, en términos formalmente literales, no cabe
dentro del concepto genérico de títulos de crédito.” 3 El maestro mexicano Carlos
Felipe Dávalos Mejía acertadamente expresa en lo referente a la denominación de
los títulos de crédito: “cualquiera que sea su denominación siempre implicaran
confianza de que el título representa un valor, y de que el deudor lo va a pagar,
restituir o respetar, y si hay convicción hay crédito, y entonces estos términos
implican, de origen, una institución crediticia, lo que justifica, en todos los casos, la
denominación de título de crédito.”4 En nuestra legislación guatemalteca la
denominación títulos valor o títulos de crédito se toman como sinónimos, tal y
como lo enmarca el Artículo 1 de la Ley de Almacenes Generales de Depósito,
Decreto número 1746 del Congreso de la República de Guatemala y el Artículo 2
inciso a) de la Ley del Mercado de Valores y Mercancías, Decreto número 34-96
del Congreso de la República

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