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Hola, hola a todos los que escucha..

hoy como en otras ocasiones vengo a contarles sobre mi


experiencia y sensaciones que pude percibir al ver la película Ya no estoy aquí de ……. Una novela
ambientada y descrita con personajes de la vida cotidiana enfrentados a la cruda y excluyente
realidad, esta es una novela que indaga, cuestiona y nos presenta sin ningún otra intensión que la
de hacer ver lo que esta y pocos ven, nos dota de un sentimiento que aflora dentro de nosotros,
por su muestra de tradiciones y culturas, con las mismas que nos hemos criado y vamos olvidando
con el pasar del tiempo, esta película es la celebración de la vida y las raíces a través del baile.

El relato nos muestra la contraposición del modo de vida mexicano junto al norteamericano, nos
hace percibir estos dos escenarios como mundos totalmente distintos, es un relato construido
desde dos perspectivas que nos permiten conocer los lados, los extremos, una es conocer de
antemano una cultura urbana que ha sido marginada, la misma que tiene desventaja económica,
profesional, políticas y sociales, las cuales son el resultado explicito de discriminación, la cual nos
mostra en cada gesto del personaje una gota de desarraigo y nostalgia que lo acompaña, la
segunda es la pérdida de identidad personal y un extrañamiento de su sentido vital,
convirtiéndose en un instrumento de adaptación y de supervivencia de su cultura y del organismo
social, en el otro extremo como lo es Norteamérica, en este relato nos muestra y nos recuerda lo
difícil que puede ser desprenderse de lo que te define, o casi todo y empezar en otro lugar, con
caracterizaciones de trabajadores y actores que no eran profesionales, sino el protagonista propio
de esta realidad, esto hace que se llene la trama de partes de diálogos auténticos, movimientos y
ritmo a la vez.

La música, la cumbia son la línea que mantiene conectada sus partes, es tanta la música que
sienten que parece que habitaran en ella o viceversa, volviéndola física ya sea en fiestas o en el
edificio donde explotaban su libertad que consigan a ras de piso.

Ulises dota de una oportunidad al cine mexicano, principalmente otorga a las clases media y alta:
el derecho a exaltar su identidad a través de su gusto musical, de su baile, de su ropa. Esta
secuencia soluciona, aunque sea por un momento, la inferioridad con que el cine representa a los
pobres, al criminalizarlos sin ningún otro rasgo distintivo. En ningún punto de su arco dramático
Ulises se ve orillado a delinquir. De hecho, él no se va de Monterrey por ser delincuente; se va por
ser víctima de la delincuencia, por pertenecer y arraigarse a lo que es y no dejara de ser.

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