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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO  

     
    (UTESA)

ASIGNATURA:

Introducción a la filosofía 

TEMA:

Edad clásica 

NOMBRE:

Ámbar Tais Cleto Pérez  

MATRICULA:

1-21-6126

PRESENTO A:

Prof. Reyita Pinales

SANTO DOMINGO. REP. DOM.


28-02-2021
La metafísica.

La metafísica es una rama de la filosofía que estudia los problemas centrales del
pensamiento filosófico: el ser en cuanto tal, el absoluto, Dios, el mundo, el alma. En
esa línea, intenta describir las propiedades, fundamentos, condiciones y causas primeras
de la realidad, así como su sentido y finalidad.

Su objeto de estudio es lo inmaterial, de allí su pugna con los positivistas, quienes


consideran que sus fundamentos escapan a la objetividad empírica.

El origen de este vocablo se atribuye a Adónico de Rodas (siglo I), quien, al ordenar los
libros de Aristóteles, no consiguió clasificar los que componen la Metafísica dentro de
la lógica, la moral o la física, de modo que resolvió ponerlos después de aquellos que
trataban de física.
No obstante, la metafísica como tal es anterior a Aristóteles, y ya aparece en filósofos
presocráticos o en el mismo Plató Para Aristóteles, la metafísica es la filosofía primera,
la que trata de las causas primeras, del ser en cuanto tal, de lo cual se desprende la
vertiente que va a dar en la ontología.

Causas.

Causas materia:
Aristóteles considera la causa material (ὓλη, 'hyle') de un objeto como la materia del que
está hecho. La materia es una condición pasiva pero no menos necesaria, ya que es la
base que recibe la forma y además, la que se va a mantener en todo cambio o
movimiento. Equivale a la naturaleza de la materia prima de la que está compuesto el
objeto. (La palabra "naturaleza" para Aristóteles se aplica tanto a su potencial en la
materia prima como a su forma final terminada. En cierto sentido, esta forma ya existía
en el material: ver acto y potencia). La materia se diferencia de una materia prima sin
forma, incognoscible y eterna que constituye toda realidad, de una segunda determinada
(como la madera o el bronce), que subyace a la primera por analogía.

Causa formal:
Aristóteles considera que la "causa" formal (εἶδος, eîdos) describe el patrón o la
estructura que, cuando está presente, convierte la materia en un ser particular que
reconocemos como de ese tipo particular, y que por tanto, sólo existe potencialmente.
Corresponde a la respuesta de la pregunta "¿Qué es?". La forma específica del individuo
del que se trate. Por ejemplo, la forma o idea de mesa es la causa formal de esta mesa.
Según el propio Aristóteles cuenta, este es un concepto difícil y controvertido. Se
vincula con la teoría de las formas de su maestro Platón, pero en la propia cuenta de
Aristóteles, tiene en cuenta muchos escritores anteriores que habían expresado
opiniones sobre formas e ideas, pero muestra cómo sus propios puntos de vista difieren
de ellos. Para Aristóteles, ninguno de sus predecesores realmente entendió la causa
formal. Según el aristotelismo, la forma sería una esencia de las cosas, aquello que hace
que una cosa sea eso y no otra cosa, la sustancia segunda (la especie o genos), de una
sustancia primera (individuo concreto)
Causa eficiente:
Aristóteles define el agente, motor o la "causa" efficiente (κινοῦν, kinoun) como la
fuente o aquello que causa el cambio e impulsa el movimiento transitorio (arche
kinesias) de un objeto. En muchos casos, esto es simplemente lo que produce algo, un
agente que desencadena el proceso de desarrollo. Por ejemplo, en el caso de una mesa,
es el carpintero que corta la madera para construir una mesa. Si bien Aristóteles
distingue el cambio (μεταβολή) del movimiento (κίνησις), con frecuencia este término
se refiere en general a todo cambio.
El movimiento resulta en algo "hecho", en cuyo caso la causa móvil también es una
causa "creadora",, mientras que si surge una nueva entidad, la fuente de su origen es una
politikon. Entonces, en los comentarios latinos medievales, el sentido general es causa
movens causa efficiens. Efficiens es latín para politikon. En Tomás de Aquino, por
ejemplo, la existencia de Dios se demuestra tanto como causa de cualquier cambio y
como primera causa "eficiente" de las entidades (Primer motor inmóvil).

Causa final:
Aristóteles define el fin, el propósito o la "causa" final (τέλος, télos) como aquello
por lo que se hace algo. Al igual que la forma, este es un tipo controvertido de
explicación en la ciencia moderna; algunos la han defendido como supervivencia en
biología evolutiva, mientras que Ernst Mayr negó que continúa desempeñando un
papel. Se reconoce comúnmente que la concepción de Aristóteles de la naturaleza es
teleológica en el sentido de que la naturaleza exhibe funcionalidad en un sentido más
general del que se ejemplifica en los propósitos que tienen los humanos. Aristóteles
reconoce que se puede explicar los procesos naturales por casualidad sin apelar a una
finalidad, pero argumenta que un fin natural es la explicación más probable
(razonamiento abductivo)
La causa final ya se encuentra en el diálogo platónico del Fedón, donde Sócrates critica
el mecanicismo de Anaxágoras.
Causas de la metafísica
El tema de lo suprasensible entre Platón y Aristóteles.

Lo suprasensible para platón:


Platón al “separar” las Ideas del mundo físico y situarlas en un mundo suprasensible abrió un
abismo entre ambos mundos. Ya hemos caracterizado al mundo de las Ideas. El mundo sensible,
por su parte, es una realidad de rango inferior a aquel, es el mundo visible que percibimos a través
de los sentidos, es engendrado y está en continuo devenir. Y , si las Ideas no dependían en su ser
de los seres físicos, éstos, y por lo tanto el mundo sensible, físico, sí que dependen de ellas: por
ejemplo, una figura es un triángulo en la medida en que en ella se realiza la idea de triángulo, una
acción es justa si en ella se da la Idea de Justicia, etc.
El mundo de las ideas aloja “las esencias” que existen aunque no sean percibidas por las personas.
Las esencias son parte del conocimiento abstracto y no pueden ser objeto del conocimiento sensible,
no pueden materializarse, solo se puede acceder a ellas a través de la razón. Por su naturaleza, son
entidades independientes y puras.

Lo suprasensible para Aristóteles:


Aristóteles considera que la teoría de las Ideas es imposible, ya que establece una separación
entre el mundo visible y el mundo inteligible, es decir, entre la sustancia y aquello por lo que una
sustancia es, su forma o esencia. Las Ideas, en efecto, representan la esencia de las cosas, es
decir, aquello por lo que las cosas son lo que son. ¿Cómo es posible que aquello por lo que algo
es lo que es no resida en el objeto, sino fuera de él? ¿Cómo es posible que aquello que hace que
el hombre sea hombre, su esencia, la Idea de hombre, no resida en el hombre, sino que exista
independientemente de él?. Las formulaciones de Platón para tratar de explicar la relación entre
las Ideas y las cosas, las teorías de la participación y la imitación, por lo demás, lejos de explicar
dicha relación no son más que metáforas.

Ya el mismo Platón había criticado dichas teorías en el Parménides; Aristóteles insistirá en sus
carencias con el argumento del "tercer hombre": si el hombre es el resultado de la imitación de la
Idea de hombre, y tal Idea es entendida como una entidad de carácter individual, ¿A qué otra
realidad imita la Idea de hombre? Debe existir un tercer modelo de hombre para explicar la
similitud entre el hombre concreto y la Idea de hombre, del mismo modo que se postula la Idea
de hombre para explicar la similitud entre los hombres concretos. De ese modo encadenaríamos
hasta el infinito la exigencia de un modelo del modelo, lo que nos llevaría al absurdo. Por otra
parte, las cosas no pueden provenir de las Ideas; sin embargo, es esa una afirmación crucial de la
teoría de las Ideas, al concebir que las Ideas son causa de las cosas; no obstante, es el mismo
Platón en el Timeo quien explica que las ideas son sólo el modelo en el que se inspira el
Demiurgo para modelar las cosas, es decir, las causas ejemplares de las cosas, pero no sus causas
eficientes. ("Metafísica", libro 1,7).
Mundo de lo suprasensible

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