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PSICOLOGÍA EVOLUTIVA I

ETAPAS DE INTERVENCIÓN COMO PROFESIONALES EN CIENCIAS DEL


DEPORTE Y LA RECREACIÓN
Melissa Osorio Herrera
Andrés Felipe Ramírez Echeverry
Valeria Herrera Pastrana
Juan Pablo Grajales Echeverri

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA


FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
CIENCIAS DEL DEPORTE Y LA RECREACIÓN
PEREIRA/2020
TABLA DE CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………….3
ETAPAS DE INTERVECIÓN COMO PROFESIONALES EN CIENCIAS DEL
DEPORTE Y LA RECREACIÓN
 Embarazo……………………………………………..…………………………..4
 Niñez……………………………………………………………………………….7
 Adolescencia……………………………………………………………………..9
 PRINCIPIOS DE LA
INTERVENCIÓN………………………………….10
 Adultez…………………………………………………………………………..13
 Vejez……………………………………………………………………………..17
CONCLUSIÓN……………………………………………………………………………20

INTRODUCCIÓN
El presente trabajo se realizó con el objetivo de conocer un poco más nuestro campo de
acción como profesionales en Ciencias del Deporte y la Recreación, basados en las etapas
de desarrollo que atraviesa el ser humano a lo largo de su vida (embarazo, niñez,
adolescencia, adultez y vejez). Y cómo nosotros podemos impactar y/o intervenir en dichas
etapas, de forma que favorezca el sano desarrollo de las personas.

ETAPAS DE INTERVENCIÓN COMO PROFESIONALES EN CIENCIAS DEL


DEPORTE Y LA RECREACIÓN
 Embarazo
Como profesionales de la salud, nos vemos en la tarea de enfrentarnos día a día a diversos
pacientes con diferentes cualidades y oportunidades, una población de la que no estamos
exentos son las mujeres en etapa de gestación, las cuales necesitan de nuestro apoyo para
que su embarazo se realice de forma exitosa y su parto culmine según lo previsto.

Es por esto que representa un desafío el encontrar métodos que ayuden a estas mujeres a
llevar su embarazo de mejor manera. Por lo tanto, los siguientes 3 métodos son
oportunidades, tanto de la madre como de nosotros como profesionales, de adentrarse en un
nuevo mundo lleno de cambios y posibilidades para trabajar, las cuales son:

1. EJERCICIO FÍSICO
Inicialmente, se puede trabajar con estas mujeres el ejercicio, que bien sabemos que es
necesario, trae muchos beneficios, entre los cuales se encuentra el sentirse mejor, al lograr
tener control sobre su cuerpo e irse adaptando a los cambios que este proceso conlleva.
Además, por medio del ejercicio físico, entre los cuales se trabaja la movilidad articular, se
evita que las articulaciones se deterioren y se prepara el cuerpo para el nacimiento del bebé,
debido a que los músculos se fortalecen y la respiración (un factor importante durante el
parto) se vuelve más controlada. Cabe aclarar que si el parto se prolonga, la resistencia al
dolor es muy importante, la cual se puede lograr por medio del ejercicio.
El plan adecuado para la realización de los ejercicios, depende de cada mamá, del momento
en el que se inicia con el programa de ejercicios y de si el embarazo presenta algunas
complicaciones. Si la madre ha hecho ejercicios con anterioridad, simplemente se modifica
el programa. Para las madres que apenas van a iniciar con un programa, se recomienda ir
despacio e ir aumentando el nivel poco a poco.
Algunos ejercicios que se pueden realizar son bailar, nadar, realizar ejercicios aeróbicos en
el agua, hacer yoga, pilates, practicar ciclismo o caminar. La natación puede representar un
gran atractivo para ellas debido a que en el agua, su peso no es igual y se sienten livianas,
por lo que su estrés puede disminuir. Se recomienda además realizar ejercicios de
flexibilidad combinado con ejercicios aeróbicos y de fuerza (sin saltos).
Por último, el ejercicio, además de los beneficios ya mencionados, permite que las madres
duerman con más facilidad y por ende, que su estrés y ansiedad disminuya por las noches.

2. LA DIETA
Comer y beber sano también es un factor que como profesionales en la salud, podemos
intervenir con facilidad. La dieta ha de ser variada y equilibrada, teniendo en cuenta que
incluya alimentos ricos en nutrientes y vitaminas como el ácido fólico, hierro, calcio y
yodo. Además, tener en cuenta que debe de ser a base de verduras, frutas, cereales, lácteos
y legumbres, sin olvidar el aporte diario de proteínas de carne y pescado. Tener especial
cuidado con la ingesta de grasas, puesto que puede afectar tanto a la madre como al hijo.
Por otro lado, una dieta sana incluye mantener una hidratación correcta. Beber la suficiente
agua y leche que nos aporte calcio es fundamental. También podemos recomendar a la
madre tomar zumos, mejor naturales y no azucarados. Y por último, tener especial énfasis
en que debe de evitar bebidas alcohólicas y el café.
Se puede crear un plan de alimentación cada mes, teniendo en cuenta los controles con el
médico y qué es lo que necesita la madre, debido a que cada mes sus necesidades pueden
cambiar.
3. HIGIENE PERSONAL
Por último, pero no menos importante, es necesario que tengamos un aporte en la higiene
personal de la madre. Por ejemplo, recomendarle una higiene corporal, en donde incluya un
uso adecuado de la ropa (calzado adecuado para ayudar a una mejor circulación de la
sangre y a que los movimientos sean más fluidos y correctos); una higiene mental, para
evitar acumulación de estrés y ataques de ansiedad; nutricional, para que coma lo que
necesita y lo que le favorece; higiene auditiva, pues se puede recomendar escuchar música
que calme al bebé y lo relaje (incluso a la madre), añadiendo que la música activa
resonancias vibratorias que activan millones de células cerebrales, favoreciendo el
desarrollo del cerebro del bebé; una higiene sexual, puesto que hay que tener en cuenta los
cambios físicos al tener relaciones sexuales; y la higiene postural, la cual puede estar
acompañada del yoga, para evitar dolores de espalda o de las piernas.
Para terminar, podemos decir que algo que nos permite esta carrera es un acercamiento más
ameno con las otras personas, en especial con nuestros pacientes, es por esto que conocerla
mejor, permite que crear un programa de ejercicios y de alimentación se vuelva más
subjetivo, sin dejar de ser objetivo, debido a que puede incluir alimentos o ejercicios que le
gusten a la madre sin dejar de lado sus necesidades, además de que las recomendaciones de
higiene se realicen con más facilidad y más enfocadas, puesto que ya se ha creado un
vínculo con la madre.

 Niñez
En todos los países del mundo, el deporte, la recreación y el juego influyen positivamente
en la salud física y mental. Esas actividades enseñan importantes lecciones sobre el respeto,
la capacidad de liderazgo y la colaboración.
El derecho al deporte, juego y recreación constituye un estímulo para el desarrollo
afectivo, físico, intelectual y social de la niñez, además de ser un factor de equilibrio y
autorrealización.
Se debe tomar en cuenta que el juego, la recreación y el deporte, además de ser un derecho,
son maneras eficaces de acercarse a los menores de edad marginados, discriminados,
huérfanos, a los que tienen limitaciones mentales o físicas, a los que viven o trabajan en la
calle, a los que son víctimas de explotación sexual.
Según la publicación de UNICEF “Deporte, Recreación y Juego”, el deporte, la recreación
y el juego fortalecen el organismo y evitan las enfermedades, preparan a los niños y niñas
desde temprana edad para su futuro aprendizaje, reducen los síntomas del estrés y la
depresión; además mejoran la autoestima, previenen el tabaquismo y el consumo de drogas
ilícitas y reducen la delincuencia.

1. LA PRIMERA INFANCIA
Desde el momento en que nacen, y antes de empezar a hacer gorgoritos y a balbucear, los
bebés comienzan a explorar. Estiran las manos, tocan los objetos, los agarran, los sacuden y
se los llevan a la boca; en otras palabras, descubren poco a poco el mundo no solo con los
ojos y los oídos, sino también con las manos, los pies y la boca. Los bebés juegan.
Cuando juega, el niño permanece activo. Todo el tiempo hace nuevas observaciones,
pregunta y responde, hace elecciones y amplía su imaginación y su creatividad. El juego
proporciona al pequeño la estimulación y la actividad física que su cerebro necesita para
desarrollarse y poder aprender en el futuro. A través del juego, el infante explora, inventa,
crea, desarrolla habilidades sociales y formas de pensar; aprende a confrontar sus
emociones, mejora sus aptitudes físicas y se descubre a sí mismo y sus propias capacidades.
En la infancia, el juego constituye una sólida base para toda una vida de aprendizaje.

2. EL NIÑO EN EDAD ESCOLAR


Al ir creciendo, el niño adquiere nuevas habilidades y perfecciona las que ya tiene. Trepar,
correr, saltar, brincar, son actividades que, entre muchas otras, desarrollan y fortalecen su
cuerpo. Y el proceso de socialización le ayuda a dominar las habilidades de índole más
formal.
Los juegos basados en reglas y el trabajo formal en equipo desempeñan un papel crucial en
el desarrollo de las habilidades físicas, el sentido de la colaboración, la empatía y el
pensamiento lógico del pequeño, que aprende a observar las reglas, a compartir, a respetar a
sus compañeros y a esperar su turno.

Para que este proceso se dé de manera satisfactoria y sana, es importante el


acompañamiento del profesional CDR ya que, mediante el deporte, la recreación y el juego,
los niños de ambos sexos aprenden a pensar críticamente y a emplear su criterio para
solucionar problemas. Esas actividades promueven el sentido de la amistad, la solidaridad y
el juego limpio. También enseñan autodisciplina y respeto por los demás, fortalecen la
autoconfianza, propician el liderazgo y desarrollan habilidades de afrontamiento y la
capacidad de trabajar en equipo. No menos importante, el deporte, la recreación y el juego
enseñan a los niños y niñas a hacer frente a las dificultades, y los preparan para asumir
papeles de liderazgo y convertirse en individuos responsables y útiles a su comunidad.
Los niños y niñas juegan en cualquier parte y con cualquier cosa: en ambientes
organizados, en el jardín infantil y en el hogar. Los materiales más sencillos –agua, arena,
cartón, bloques de madera, ollas y tapas– sirven para desarrollar el lenguaje y la capacidad
de análisis y la toma de decisiones. Nosotros como profesionales CDR debemos convertir
el juego en un aspecto central del proceso de desarrollo y aprendizaje de los niños.
“Una de las máximas del deporte y el juego es que no hay diferencias entre los niños.
Todos aprenden cómo ganar y perder de manera honorable.”

 Adolescencia
Un profesional en ciencias del deporte y la recreación es una persona capaz de intervenir en
diferentes etapas de la vida, ya sea identificando factores de riesgo o realizando un
acompañamiento en las diferentes necesidades que una persona puede llegar a tener. En
este caso se va a hablar de la adolescencia que es una etapa especial para la mayoría de
personas ya que allí se pueden experimentar diferentes cambios que pueden generar
consecuencias muy graves, además que es una de las etapas con más riesgo.
La adolescencia se puede dividir en tres etapas:
- Adolescencia temprana o pre adolescencia. De los 11 a los 13 años.
- Adolescencia media. De los 14 a los 16 años.
- Adolescencia tardía. De los 16 a los 20 años.
Los principales factores de riesgo para los adolescentes son la depresión y los desórdenes
alimenticios, drogadicción, entre otros. Un profesional en ciencias del deporte y la
recreación cuenta con los recursos académicos suficientes como para generar planes que
puedan prevenir o controlar estos dos factores, ya sea generando planes de alimentación
mezclados con recreación o ejercicio físico, también puede generar ideas más específicas
de diagnóstico o tratamiento como baterías, test, pruebas, etc. así como un profesional CDR
es capaz de detectar problemas y solucionarlos también es capaz de prevenirlos por medio
de charlas, talleres o ejercicio físico con un objetivo específico, una sola intervención no es
suficiente para impactar en estos aspecto pero para eso un profesional CDR es capaz de
realizar seguimientos verticales y horizontales a grupos poblacionales con el fin de medir
su impacto en estas personas.

El acompañamiento debe darse desde el inicio de esta etapa puesto que muchas de las
personas que se encuentran en estado de drogadicción tienen su inicio a edades como los 12
a los 14 años y el objetivo es evitar este primer contacto o por lo menos que no sea a edades
tan tempranas con el fin de evitar ciertas dependencias, lo mejor es la prevención por lo
tanto se pueden idear estrategias como son las escuelas de formación que pueden brindarle
a estos jóvenes un espacio donde puedan divertirse pero también se puede transmitir un
mensaje de vida saludable, se puede también mantener sus mentes centradas en algún
objetivo o propósito lo que va a disminuir muchos de los riesgos.
Para trabajar con los adolescentes también hay que fortalecer otros factores como son las
relaciones con sus familiares puesto que son ellos quienes realizan el acompañamiento
principal, un profesional CDR por medio de talleres puede fortalecer estos vínculos con el
fin de que el adolescente se sienta a gusto con su familia, de esta forma estamos
disminuyendo posibles riesgos.

PRINCIPIOS DE LA INTERVENCIÓN
Los principios que a continuación referimos deben ser los prioritarios y fundamentales en
cualquier tipo de intervención asistencial o de corte preventivo (selectiva o indicada) con
menores y adolescentes.
Reducción de los factores de riesgo y potenciación de los de protección
Prestando una mayor atención a estos últimos. Debemos provechar las potencialidades
personales y los recursos familiares y sociales con los que cuenta el joven para solucionar
sus problemas.
Intervención individualizada
Atendiendo a las características individuales y sociales de cada menor y adolescente así
como a su entorno familiar.
Intervención flexible y dinámica
Tenemos que huir y evitar las intervenciones rígidas y moralistas y adaptarlas al proceso
que vaya realizando el menor y su familia. Para ello, constantemente, el equipo debe
adaptarse tanto en la forma como en los procedimientos a seguir.
Diferenciar la etapa evolutiva de la adolescencia
Dependiendo de la etapa en la que se encuentre el joven, adaptaremos los objetivos y
metodología a utilizar. Como señala Funes, el principio de la espera y actuar en clave
adolescente, son dos de las premisas fundamentales para la intervención con menores y
adolescentes.
Evitar etiquetas
Como la mayoría de los consumos son experimentales, hay que evitar calificarlos de
drogodependientes. Es importante transmitírselo así a la familia y a los adultos próximos ya
que a veces, los adolescentes actúan como se espera de ellos (principio de la profecía auto
cumplida). También es importante que la familia entienda las fases en el consumo hasta
llegar a una adicción. Así evitaremos que se pongan etiquetas que van a dificultar el
proceso de cambio en el adolescente.
Globalidad
Las intervenciones no deben centrarse únicamente en el problema principal. Como hemos
señalado antes, éste guarda una relación directa con su estilo de vida y su entorno y se
abordar de forma indirecta, dentro de una intervención más global. “Los programas mejores
son los que orientan la intervención de forma que permitan optimizar el estilo de vida
global del adolescente” (Díaz Aguado, 1998)
Primacía de la intervención educativa
Fomentar habilidades y ofrecer recursos para conseguir el cambio e ir disminuyendo así
factores de riesgo en sus comportamientos. Deben primar las intervenciones educativas
sobre las terapéuticas y se le debe dar importancia a la alianza que establezcamos con ellos,
ya sea con la familia como con el adolescente.

Acompañamiento del adolescente y la familia


La base de este principio es la utilización de un modelo no directivo en el que se les resta
importancia a los profesionales. ¿Qué entendemos por acompañamiento? Orientar al
adolescente y a su familia en su proceso para conseguir una mejora en su calidad de vida.
Se trata de que recuperen los roles y que la familia sea el agente educativo del menor.
Debemos mantenernos al margen.
Compromiso activo
Para lograr este compromiso activo por parte del menor y su familia se les debe mantener
informados de todo el proceso y de su evolución, hasta el final de la intervención. Es de
vital importancia el consenso para conseguir objetivos e implicarles en las tareas a
desarrollar.
Normalización
Sólo en casos excepcionales, cuando las circunstancias personales y de su entorno sean un
peligro para su salud y desarrollo personal, se separará la adolescente de su medio y se
derivará a un recurso más adecuado. También debemos tener en cuenta sus horarios,
recursos en los que se mueve....para interferir lo menos posible en su vida diaria. Así,
debemos adecuar nuestra intervención. Se trata de utilizar los recursos más normalizados en
su entorno para evitar el etiquetamiento.
Importancia de la familia
La familia tiene un papel fundamental en el desarrollo del adolescente. Por eso y siempre
que sea posible, debemos implicarla y contar con su apoyo ya sea como objeto de
intervención y/o como agente terapéutico.
Coordinación y trabajo en red
Debemos completar, coordinar e implementar nuestra actuación con los demás agentes que
están interviniendo con el menor.

 Adultez
Especialmente en un ser humano se dice que es adulto cuando ya ha dejado
la infancia y adolescencia por alcanzar su completo desarrollo físico. Es una etapa de
estabilidad relativa y de vigor físico.
Desde un punto de vista jurídico y en el caso de las personas la edad adulta supone el
momento en que la ley establece que se tiene plena capacidad de obrar. Eso supone un
incremento tanto en los derechos de la persona como en sus responsabilidades. En esta
etapa de la vida el individuo normalmente alcanza la plenitud de su desarrollo biológico y
psíquico. Su personalidad y su carácter se presentan relativamente firmes y seguros, con
todas las diferencias individuales que pueden darse en la realidad.

Para los adultos de este grupo de edades, la actividad física consiste en actividades
recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos a pie o en bicicleta),
actividades ocupacionales (es decir, trabajo), tareas domésticas, juegos, deportes o
ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias.
Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y de
reducir el riesgo de ENT y depresión, se recomienda que:
Los adultos de 18 a 64 años dediquen como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de
actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física
aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades
moderadas y vigorosas.
La actividad aeróbica se practicará en sesiones de 10 minutos de duración, como mínimo.
Que, a fin de obtener aún mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de
edades aumenten hasta 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada
aeróbica, o bien hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa aeróbica, o una
combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
Dos veces o más por semana, realicen actividades de fortalecimiento de los grandes grupos
musculares.
Desde nuestro campo y conocimiento tenemos variedad de propósitos para las personas de
todo tipo de condición, siempre nos ingeniamos la manera de ser inclusivos con aquellas
personas que quizás no posean de una buena salud.
Nombraremos algunas que son nuestro propósito:
 Reducir a la mitad el riesgo de padecer diabetes de tipo 2
 Ayudar a controlar la diabetes y evitar complicaciones a largo plazo si ya padece la
enfermedad
 Reducir a la mitad el riesgo de padecer una enfermedad coronaria
 Aumentar los niveles de HDL (colesterol “bueno”)
 Reducir la hipertensión
 Desarrollar densidad ósea para estar protegido contra la osteoporosis
 Tener los efectos beneficiosos si sufre artritis y dolores lumbares
 Reducir el riesgo general de padecer cáncer, evitar el cáncer colon y reducir el
riesgo de cáncer de mama en las mujeres después de la menopausia.
 Ayudar a mantener un peso saludable en combinación con una dieta equilibrada
 Reducir el riesgo de muerte o de mala salud si ya padece sobrepeso u obesidad
 Reducir el riesgo de depresión y demencia en la vejez
 Tratar la depresión;
 Ayudarle a sentirse mejor consigo mismo y reducir el estrés;
 Ayudarle a dormir mejor
Tenemos que ser creativos e ir más allá de lo simple, que siendo emprendedores podemos
hacer cumplir lo necesario para cada persona.
A estas personas podemos hacerles análisis y seguimiento de su vida, ver qué necesitan que
soluciones han tenido y que problemas siguen teniendo, podemos llegar a un trasfondo de
sus historias clínicas personales, familiares y psicológicas para así tener la suficiente
información.

SALUD
 Prevenir y fomentar la información exacta para tener una vida saludable.
 Llevar a cabo actividades las cuales aseguramos la actividad diaria.
 Analizar biomecánica del cuerpo.
 Mejorar la alimentación.
 Planes de desarrollo Físico.
 Análisis corporal.
 Patrones básicos de movimiento.

RECREACIÓN
 Inclusión en cualquier dinámica.
 Fomentar la actividad física por medio de juegos y dinámicas.
 Fortalecer valores.
 Trabajar el respeto y la sinceridad.
 Llevar una realidad distinta a casa persona.
 Darles una forma de diversión para cualquier situación.
 Educar.
 Fortalecer el liderazgo.

FAMILIA
 Arreglar lazos familiares.
 Aceptación.
 Evitar problemas.
 Perdonar.
 Elevar autoestima.
 Control ante las situaciones.
 Aprendizaje y madures.

PSICOLÓGICO
 Aumentar autoestima.
 Fortalecer valores.
 Intervenir trastornos.
 Agilizar aprendizaje.
 Ayudar a la ansiedad.
 Socializar.
 Mejorar el estrés.
 Subir el estado de ánimo.

En esta linda carrera tenemos la capacidad de actuar en diferentes ámbitos.

 Vejez
El ejercicio mejora la calidad de vida de esta población y les permite ser más
independientes. Es importante destacar que para el adulto mayor, la actividad física consiste
en actividades recreativas o de desplazamientos, como excursiones caminando o en
bicicleta, tareas domésticas como la jardinería, juegos, deportes o ejercicios programados.
Existen cuatro tipos de ejercicios que son importantes en los adultos mayores:
Actividades de resistencia: Caminar, nadar o andar en bicicleta desarrollan resistencia y
mejoran la salud del corazón y el sistema circulatorio.
Ejercicios de fortalecimiento: Desarrollan tejido muscular y reducen la pérdida del mismo,
lo cual está relacionado con la edad.
Ejercicios para estirar los músculos: Para mantener el cuerpo ágil y flexible.
Ejercicios de equilibrio: Para reducir las posibilidades de sufrir una caída.
Conforme avanza la edad, muchos procesos metabólicos y físicos cambian, por lo cual, el
adulto mayor debe modificar la intensidad, frecuencia y el tipo de ejercicio que realiza. Se
recomienda que los adultos de 65 años en adelante dediquen 150 minutos semanales para
realizar alguna actividad física. Esto de acuerdo a su estado físico y a las recomendaciones
de un profesional.
Estos 150 minutos, se pueden lograr a base de intervalos de ejercicios de al menos 10
minutos cada uno a lo largo de la semana. Esto se conoce como acumulación.
Algunos beneficios que se obtienen de tener este hábito como parte del estilo de vida de
esta población, tanto a nivel físico como a nivel mental son:
 Fortalece el sistema cardiovascular e inmunológico.
 Fortalece la masa muscular y el tejido óseo.
 Reduce los niveles de depresión.
 Mejora los hábitos de sueño.
 Aumenta la autoestima y autocontrol.
 Mejora las relaciones sociales.
 Promueve y mejora las funciones cognitivas e intelectuales.
 Disminuye la tasa de mortalidad.
También es importante que los adultos mayores puedan practicar el tipo de ejercicio que
sea de su agrado para que se motiven a realizarlo con la frecuencia adecuada, destacando
que el ejercicio puede aumentar de 1 a 2 años la esperanza de vida del adulto mayor.
RECREACIÓN

Para ellos es tan importante la recreación como para nosotros, hacer ameno un instante es
una gratitud gigante con nosotros y un recuerdo bonito.
 Bienestar físico: Refiriéndose a la comodidad en términos materiales, de higiene,
salud y seguridad.
 Relaciones interpersonales: En cuanto a las relaciones familiares, y el
envolvimiento comunal.
 Desarrollo personal: Relacionado con las oportunidades de desarrollo intelectual,
autoexpresión, actividad lucrativa y autoconciencia.
 Actividades recreativas: Para socializar y buscar una recreación pasiva y activa.
 Actividades espirituales.
CONCLUSIÓN

Podemos decir que nuestro programa cuenta con un amplio campo de acción y que nuestra
principal labor es ayudar a las personas a tener hábitos y estilos de vida saludable para un
sano desarrollo. Además de implementar en todas las etapas del ser humano la recreación
como factor beneficioso para un aprendizaje más significativo.

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