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Análisis de ciclo de vida y estimación de huella ecológica, hídrica y

de carbono para una vivienda

Como continuación a un análisis de flujo de materiales (ver Tabla 1) para la construcción de


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una vivienda de 110 m bajo el sistema de mampostería estructural ubicado en la ciudad de
Medellín, el presente trabajo tiene como finalidad establecer recomendaciones para reducir el
impacto que trae consigo este tipo de procesos de construcción. Esto, a través de un análisis
de ciclo de vida (ACV) y la estimación de la huella ecológica, hídrica y de carbono.

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Tabla 1. Flujos de materiales vivienda de 110m construida en mampostería estructural y
factor de desperdicio de 0.25
Grupo Material Residuos
2 2

Ítem Total (Kg) Kg/m Nombre Kg Kg/m Kg


Cemento blanco 39 0.35 9.63
Cerámicos Arena de rio 45263 411.48 11315.70
(Cementantes, Cemento gris 19635 178.50 4908.75
agregados, ladrillos, 122931 1117.55 Cerámica cocida 56370 512.45 14092.38
cerámicas, tierras y Vidrio 160 1.45 39.88
vidrios) Teja 1234 11.22 308.55
Cal 231 2.10 57.75
Acero 2903 26.39 725.73
Metales 2919 26.54
Aluminio 16.5 0.15 4.125
Madera 29 0.26 7.15
Otros: polímeros y Aditivos 47 0.43 11.83
476.3 4.33
orgánicos Plásticos 237 2.15 59.13
Pinturas 164 1.49 40.98
Totales 126326 1148 - 126326 1148 31582

Análisis de ciclo de vida

El ACV es un proceso objetivo de evaluación de cargas ambientales asociadas a un


producto o proceso que involucre uso de materia y energía y producción de emisiones a
un entorno determinado, con el fin de medir la magnitud del impacto y evaluar estrategias
de mejoras ambientales, toma desde punto de partida la extracción inicial de materias
primas hasta el punto donde los residuos son desechados, normalmente este análisis se
lleva a cabo en procesos donde la actividad productiva pueda tener efectos de
maximización de impactos ambientales de forma negativa. La construcción es uno de
estos sectores, pues se fundamenta en procesos que tienen una influencia por los altos
impactos que producen las demandas de recursos naturales renovables y no renovables y
que, una vez finalizado su uso, emiten una considerable cantidad de desechos.
Para el caso de la edificación en estudio, se partió del diagrama de flujo mostrado en la
Figura 1, del cual se establece como unidad funcional la vivienda per se (calculada por
metro cuadrado) y como límite, la etapa de construcción de su ciclo de vida.

Figura 1. Diagrama de flujo de la construcción de la edificación de interés.

En relación con el inventario de ciclo de vida, se realizó un análisis de entrada y salida (ver
Tabla 2) a partir de los valores reportados en la Tabla 1 y de los indicadores calculados por
(Goedkoop, Effting, & Collignon, 1999) en Eco-indicator ‘99, con los cuales fue posible
tener una medida ponderada de la medición del ciclo de vida a partir de puntos de
impacto ambiental.

Cabe resaltar que, para el caso de los materiales plásticos se tomó un valor promedio de
los eco-indicadores reportados para las diferentes clases de policloruro de vinilo (PVC)
(dado que este es el plástico mayormente usado en el sector constructivo) y para el caso
de pinturas y aditivos, se asoció a los indicadores de productos orgánicos e inorgánicos,
respectivamente.

Por otro lado, para el caso de las salidas del sistema se supuso que, de los flujos
correspondientes a los residuos del proceso un 90% de estos se enviarían a un proceso de
reciclado, mientras que el 10% restante pasarían por un proceso de incineración y
vertimiento, dado que gran parte de los residuos no se generan en un estado que permita
un fácil proceso de reciclado.
Fase
Entrada
Tabla 2. Análisis de entrada-salida del proceso de construcción.
Material o proceso Intensidad Unidades Ecoindicador Unidades Valor (mpia)
Acero 2902.9 86 249649.4
Aluminio 16.5 60 990
Plásticos (PVC) 236.5 263 62199.5
Vidrio 159.5 51 8134.5
770
Cemento Blanco 38.5 20
392700
Cemento Gris 19635.0 20
1578346
Cerámica cocida (ladrillo) 56369.5 28
34557.6
kg mpia/kg
6468
Teja 1234.2 28
37115.496
Salida Cal 231.0 28 188.76
Arena 45262.8 0.82 16226.1
Madera 28.6 6.6 2506.9
Pintura 163.9 99
Aditivos 47.3 53 -9046.1
Agua 8643.8 - -538.3
Reciclado PVC 53.21 -170 -2673
Reciclado vidrio 35.89 -15 -45720.7
kg 1093.8
Reciclado aluminio 3.71 -720 101.7
Reciclado acero 653.15 -70 -227
incineración PVC 29.56 37 -11611.6
incineración vidrio 19.94 5.1 82.8
kg mpia/kg 27.9
incineración aluminio 2.06 -110 3
508.0
incineración acero 362.86 -32
Vertedero PVC 29.56 2.8
Vertedero vidrio 19.94 1.4
kg
Vertedero aluminio 2.06 1.4
Vertedero acero 362.86 1.4

El valor neto de mpia (mili puntos de impacto ambiental) para PVC, vidrio, aluminio y
acero, fue de -7869.5, -408.7, -2897 y -56824.3, respectivamente.

Puede observarse que todos los productos entrantes al ACV como materias primas, son
fósiles o no renovables, provenientes de procesos industriales que a partir de recursos
renovables se realizan transformaciones físico-químicas para que se puedan desempeñar
en su respectivo rol, esta explotación de materias primas aporta significativamente un
impacto ambiental, debido a que los principales productos usados en este tipo de
procesos e industria (madera, tierra, vidrio, acero o aluminio) constituyen dificultades y
altos impactos en el entorno (por ejemplo la indiscriminada y no controlada tala de
madera). Asimismo, otro material que se encuentra en el ACV cuya extracción y
explotación resulta significativa es el concreto, el cual presenta la debilidad ambiental,
que requiere un setenta por ciento de materias primas no renovables y la extracción de
estas en el caso colombiano, se realiza a cielo abierto, lo cual deteriora el ambiente
debido al desplazamiento de flora y fauna, alteración de paisajes, esterilización de suelos y
emisiones de dióxido de carbono (CO2) al ambiente (Cuevas Melo, 2012).
Además de los procesos de tratamiento del vidrio y cerámica que involucran previo
tratamiento térmico con alto consumo de electricidad, se encuentra también que el PVC
contamina en todo su ciclo de vida (durante su producción, su utilización y como residuo),
además de liberar ácido clorhídrico y otros gases tóxicos en caso de incendio. Finalmente,
también se evidencia que los residuos representan una alta fuente de contaminación
debido a sus características físicas y sus implicaciones de tratamiento para el reciclado de
estos.

Huella ecológica

La huella ecológica se define según sus propios autores como el “área de territorio
ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistema acuático) necesaria
para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una
población definida con un nivel de vida específico indefinidamente, donde sea que se
encuentre esta área” (Susunaga Monroy, 2014), y puede calcularse como una magnitud
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total por m /año la cual, se subdivide en diferentes factores en los cuales se incluyen los
diferentes aportes a las afectaciones ambientales, tal como se muestra en la siguiente
expresión (Cadavid Restrepo, 2021).

Atot = AR + AE + AI + AP + (AST)

Para el análisis realizado, los requisitos de infraestructura y el área para configurar la


infraestructura para el proceso (AI), el área necesaria para asimilar los productos, residuos
y emisiones del proceso (AP) y en los casos en que se investiguen procesos intensivos en
mano de obra, un área para el personal también se puede asignar como aporte (A ST) son
significativamente despreciables en comparación a los valores reportados por los factores
de consumo y tratamiento de materiales (A R) y los de energía consumida (A E), por lo que
sólo se analizaron efectos por consumo de materiales y energía. Sin embargo, se analizó
que, los materiales necesarios para el proceso son principalmente materiales fósiles no
renovables, los cuales se obtienen por medio de un sistema productivo industrial y
cuentan con un rendimiento muy alto que satisfacen los flujos establecidos debido a los
procesos industriales a los que se someten, lo que hace que su presión ecológica sea
despreciable (AR igual aproximadamente igual a cero), por lo que puede concluirse que
esta huella solo tiene atribuciones a la energía embebida de los materiales sometidos a
transformaciones físico-químicas para cumplir su rol en el proceso, entendiéndose energía
embebida como la necesaria para la extracción el procesamiento y la elaboración de estos
materiales y siendo esta, la principal y única emisión importante de CO 2 al ambiente. Los
resultados de la huella ecológica se muestran en la Tabla 3.

Es importante aclarar que, a partir de los análisis hechos, el valor de rendimiento fue de 0.002
2
kg/m /año para los recursos mostrados, ya que este corresponde al rendimiento de
sedimentación de carbono en los océanos, el cual se basa en que mientras no se emita más
carbono que los océanos pueden fijar, el ciclo global del carbono no cambia de manera
relevante y se garantiza la sostenibilidad (Cadavid Restrepo, 2021).

Tabla 3. Resultados obtenidos de la huella ecológica.


Factor Energía
Unidades
Recursos Flujo emisión CO2 Unidades embebida Unidades Rendimiento Unidades Indicador Unidades
Plásticos (PVC) 236.5 7.6592 1.81 0.002 905.70
Arena de río 45262.8 0.0097 0.44 0.002 219.52
Acero 2902.9 2.7045 7.85 0.002 3925.45
Tejas 1234.2 0.2428 0.30 0.002 149.83
2 2
kg ton CO2/ton ton kg/m /año m /año
Pinturas 163.9 0.4079 pdto 0.07 0.002 33.43
Vidrio 159.5 1.8591 0.30 0.002 148.26
Cemento 19673.5 2.2803 44.86 0.002 22430.74
Madera 28.6 0 0.00 0.002 0

Huella hídrica

Se realizó el cálculo de la huella hídrica determinando como nulos los aportes de huella
hídrica azul o verde, debido a que toda el agua involucrada en el proceso se ve reflejada
en los procesos de mezclado y preparación de materiales, lo cual a su vez corresponde a la
huella hídrica gris que hace referencia a la contaminación que a lo largo de un proceso
productivo se genera sobre los recursos hídricos utilizados. Se define como el volumen
total de agua necesario para asimilar la concentración de contaminantes vertidos al medio
receptor, en función de la calidad intrínseca de dicho medio, a partir de un límite
ambiental máximo preestablecido. Partiendo de esto y de los valores reportados en el
informe hecho por (Salazar Jaramillo, 2012) para el caso del agua consumida en la
preparación de mezclas utilizadas en la construcción, se obtuvieron resultados de la huella
2
hídrica de la vivienda de 110 m del presente trabajo (ver Tabla 4).

Tabla 4. Resultados obtenidos de la huella hídrica.


Agua consumida en mezclas
2 3
kg/m kg m
Cantidades
78.58 8643.8 8.6438

MJ/ton MJ kWh
Energía
5 43.219 12.0052778

ton CO2/ton ton CO2 kg CO2

CO2
0.0089 0.077 76.930

Huella de carbono
Para el estudio realizado sólo se tuvo en cuenta la huella de carbono hasta el alcance uno, la
cual se refiere a las emisiones dadas en el proceso por fuentes fijas, móviles y fugitivas. Para el
proceso de construcción, el alcance y límites seleccionados y las áreas del proceso, se
concluyó que no existen fuentes fijas o fugitivas que aporten de forma importante a la huella
de carbono, por otro lado, para las fuentes fijas, el tema de transporte no es un factor que se
controle o que entre dentro del flujo de materiales de la construcción o que esté
dentro del límite del alcance seleccionado, por esto, se concluye que la huella de carbono
en su primer alcance será nula.

Recomendaciones

De los resultado obtenidos tanto en el ACV como en las huellas mencionadas, se puede
decir que, dado que el impacto ambiental que se genera por parte de la cerámica cocida
(ladrillo) es el más alto, se recomienda el reemplazo de estos por materiales tales como
bloques y ladrillos ecológicos, también se plantea el reemplazo del uso de pvc como
principales estructuras plásticas que hacen parte del desarrollo de la tubería de la vivienda
por otro tipo de material que no presente corrosión o residuos altamente contaminantes
a la hora de reciclar o en caso de accidentes como incendios, es preferible realizar la
edificación a partir de plásticos derivados del polietileno. Análogamente, cemento gris y el
acero son los materiales que, a pesar no tener un impacto tan alto como el del ladrillo,
también es necesario tomar medidas que permitan reducir el impacto que estos generan
el la fase de construcción por lo que se recomienda incluir a esta fase eco-cemento y
materiales alternativos que el comercio actual ofrece al sector de la construcción, que si
bien no es posible reemplazar en su totalidad, sí que se evalué el caso de destinar un
porcentaje del total a este tipo de materiales que permiten tener una edificación
construida en pro de la sostenibilidad.

Por otro lado, las propuestas hechas en relación con el reciclado, incineración y
vertimiento de los residuos generados para el caso en cuestión son apropiadas, ya que se
observó en el ACV la reducción del impacto ambiental que se puede obtener al aplicar
estos procesos a dichos materiales, es significativamente buena.

Referencias

Cadavid Restrepo, C. (2021). Industrial Ecology: Sustainable process index (footprint).


Medellín: Material de clase. Curso de sistemas de producción y consumo.

Cuevas Melo, A. V. (2012). Estado del arte sobre el análisis de ciclo de vida en la
construcción de viviendo potencial de aplicación en Colombia. Bogotá: Universidad
Piloto de Colombia.
Goedkoop, M., Effting, S., & Collignon, M. (1999). Anexo Eco-indicador '99: Método para
evaluar el impacto ambiental a lo largo del Ciclo de Vida. Plotterweg: Pré
Consultants B.V. Obtenido de
https://proyectaryproducir.com.ar/public_html/Seminarios_Posgrado/Herramient
as/Eco%20indicador%2099%20ca.pdf

Salazar Jaramillo, A. (2012). Determinación de propiedades físicas y, estimación del


consumo energético en la producción, de acero, concreto, vidrio, ladrillo y otros
materiales,
entre ellos los alternativos y otros de uso no tradicional, utilizados en la
construcción de edificaciones. Santiago de Cali: Eco ingeniería SAS.

Susunaga Monroy, J. (2014). Construcción sostenible, una alternativa para la edificación de


viviendas de interés social y prioirtario. Bogotá: Universidad Católica de Colombia.

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