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Edita: Agradecimientos:
© Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Confederación Hidrográfica del Guadalquivir:
Antonio Carlos Ramón Guinea, Presidente de la CHG.
Autores de la publicación: Juan Saura Martínez, Exdirector Técnico de la CHG.
Antonio Barrionuevo Ferrer y Thilo Gumbsch Enrique Grosso Casalini. Jefe del Servicio de Explotación de la CHG.
José Manuel Marcos Méndez, Jefe de Área Zona IV de la CHG.
Coordinación editorial: José Belloso Reyes, Guarda de la Sección Primera del Canal del Bajo Guadalquivir.
Antonio Barrionuevo Ferrer y Thilo Gumbsch
María del Mar Hernández Carrillo Comunidad de Regantes del Canal del Bajo Guadalquivir:
Diseño Gráfico y Maquetación: José María Bellido González, Director de la Comunidad General de Usuarios del
Armando Jiménez García. Estímulo Creativo Canal del Bajo Guadalquivir.
Benito Bellido Pérez, Director General de la Comunidad de Regantes Sector B-XII
Planimetría: del Bajo Guadalquivir.
Isabel Caperta Maia Caldeira, Arquitecta Juan de Porres Osborne, Presidente de la Junta Central de Regantes Arroceros de la
María del Mar Hernández Carrillo, Arquitecta Margen Izquierda del Guadalquivir.
Planimetría cedida por las siguientes instituciones y referidas en los Universidad de Sevilla:
correspondientes pies de ilustración: Leandro del Moral Ituarte, Catedrático del Departamento de Geografía Humana
Ministerio de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Militar. Archivo General en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla.
Militar de Madrid. Pág 42 Gonzalo Acosta Bono, Geógrafo y Técnico, Urbanista. Exjefe del Servicio de
Ministerio de Defensa. Archivo del Museo Naval. Pág 43. Planificación Regional y Paisaje de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación
Ministerio de Defensa. Centro Geográfico del Ejército. Págs. 49, 56 y 57. del Territorio de la Junta de Andalucía.
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Archivo General de Simancas. Pág 46. Juan José Vázquez Avellaneda, Doctor Arquitecto en la Escuela Técnica Superior
Centro Cartográfico y Fotográfico del Ejército del Aire. Pág 87 de Arquitectura de Sevilla.
Ministerio de Fomento, Archivo General. Pág 52 y 53.
Biblioteca de Humanidades Universidad de Sevilla. Págs. 45, 54 y 57.
Archivo de la Comunidad de Regantes del Valle Inferior. Pág. 73. Todos los derechos están reservados. No se permite la reproducción total o parcial
Archivo Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Caseta Almacén Guadaíra de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión
trasladado. Todos los planos de los proyectos del Canal. en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por
fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso escrito previo y el
reconocimiento por parte del editor y autor del libro.
Imprenta:
CORIA GRÁFICA S.L.
ISBN: 978-84-09-03498-7
NIPO: 018-17-001-0
Depósito Legal: SE-1222-2018
Esta publicación: “El Canal del Guadalquivir. La Fecundación de la Tierra y sus Paisajes”,
desvela con rigor y precisión como se gestó, desde principios del pasado siglo XIX, el canal
que recorre la margen izquierda del Guadalquivir, desde su origen en Peñaflor hasta el
Embalse de Cola de Melendo. Y cómo este Canal se concibió navegable desde Córdoba
–Larramendi, 1819; García Otero, 1844; y en su primera fase desde Lora del Río (Peñaflor)
Cominges, 1933-. Se planteaba así el canal con una triple función: riego, navegación y
Remontar la historia del Canal nos hace comprender que tanto los canales del Genil,
del Valle Inferior, del Bajo Guadalquivir, y más recientemente el Canal del Salado de
Morón, que discurren todos ellos por la margen izquierda, son consecuencia de un mismo
concepto o tronco teórico común: el Canal del Guadalquivir, como se titulaba en los
anteproyectos elaborados desde su concepción originaria y en especial en el redactado por
el Ingeniero de la Confederación Manuel Cominges y Tapias: “Anteproyecto del CANAL
DEL GUADALQUIVIR. MARGEN IZQUIERDA. Ampliación y prolongación del actual
Canal del Valle Inferior del Guadalquivir”.
Aparecen en esta publicación, todos los pasos dados, todos los proyectos y las obras
realizadas; sus elementos singulares, como la toma de origen o los acueductos y Sifones;
las canalizaciones de arroyos y muros de defensa. También la modernización actual de los
sistemas de riego: desde el riego por gravedad mediante canales derivados y acequias o
por elevación con nueva aportación de aguas embalsadas de arroyos que suplementan las
tomadas en origen del canal, a los riegos de presión, por aspersión o goteo. Todo como
resultado de una cuidada investigación llevada a cabo por los autores: Antonio Barrionuevo
Ferrer y Thilo Gumbsch, y emprendida por iniciativa de Juan Saura Martínez, hasta hace
apenas un año Director Técnico de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
En estos momentos el Canal del Guadalquivir, objeto central de este estudio y publicación
aporta agua a 102.716 ha, distribuidas en Comunidades que riegan 78.771 ha, aguas
abajo de Sevilla, incluyendo la Junta Central de los Arroceros de la Margen Izquierda y
23.945 ha de las Comunidades del Valle Inferior y Genil que riegan aguas arriba. Estas
tierras generan hoy más de 30.000 empleos directos, potenciando la importante actividad
económica que la agricultura representa para Andalucía.
Teniendo presente toda esta labor, quiero manifestar, en nombre de toda la Confederación
y en el mío propio, el recuerdo agradecido a todas las personas que participaron desde
esta casa y en todos los tiempos; a su frente, la larga lista de ingenieros autores de los
proyectos o directores de las obras del Canal, por su labor y por seguir vigilantes al impulso
necesario cada día para conseguir el mejor servicio público y contribuir al bienestar de
toda la sociedad.
Así en 1819 José Agustín de Larramendi, recién creado el Cuerpo de Ingenieros de Caminos,
plantea un canal con esa doble finalidad, desde Córdoba hasta Sevilla. Posteriormente en
1842/1844 José García Otero realiza un recorrido detallado del cauce y sus márgenes para
concretar la idea de Larramendi. Estas ideas serían el germen de lo que llamamos Canal
del Guadalquivir, (con tal nombre aparece en el Plan de Obras de Riego redactado en 1900,
por la División de Trabajos Hidráulicos creada al efecto), con origen en un punto del Río
Guadalquivir entre Peñaflor y Lora del Río, y final en Lebrija. En paralelo, la Ley de Aguas
de 1879 supuso un hito importante en la consideración del recurso hídrico como un bien de
dominio público, para dejar de ser de uso prioritario para los ribereños, complementada
en 1883 por la Ley de Regadíos.
Precisamente a principios del siglo XX, fructifica con vigor un impulso en toda España
para desarrollar regadíos en las diferentes cuencas hidrográficas, con intervención
principalmente del Estado, siendo Joaquín Costa el intelectual y político que con más
ahínco defendió esta idea, dentro del movimiento intelectual del “Regeneracionismo”,
nacido a finales del siglo XIX, y es en 1902 cuando se aprueba el primer Plan Nacional de
Canales y Pantanos, el Plan Gasset de 1902, que lleva el nombre del Ministro de Agricultura
que lo impulsa. Se encomiendan inmediatamente las funciones técnicas a las Divisiones
de Trabajos Hidráulicos, con ámbito competencial por cuencas hidrográficas, precedentes
Presa móvil de compuertas de Peñaflor, 1974. Ingeniero Alberto
López con la colaboración del ingeniero Juan Saura Martínez. de las futuras Confederaciones Hidrográficas.
Este definitivo Proyecto de Canal del Bajo Guadalquivir tiene un tramo común con el
Canal del Valle Inferior, ya mencionado, durante 28 km., tramo común con capacidad de
90 m3/seg, que también podía ser navegable y tener un aprovechamiento hidroeléctrico,
como reminiscencia de las ideas primigenias del Canal del Guadalquivir.
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Una labor tan ingente, durante tantos años, completada con la modernización actual de
sus infraestructuras realizada entre los años 2000 y 2016, haciéndolas más eficientes, ha
sido posible por el esfuerzo de los equipos humanos de la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir, que se ha volcado a lo largo de los años en tan ingente tarea. Como es obvio,
en su desarrollo han participado los equipos técnicos de la Confederación Hidrográfica de
una forma generalizada, así como el resto del personal que con ellos colaboraba. Ingenieros
como Florentino Briones (futuro Director General de Obras Hidráulicas en 1957) y Carlos
Conradi, autor de los primeros Proyectos y Jefe después de otros compañeros como Toribio
Villalobos, Antonio Trueba, Blas Caballos, Enrique Velasco, Alberto López, Juan Delgado,
Antonio Sánchez Rico, Antonio Castaño, Alfonso Otero, Luis Rein y Benigno Bayán, son
nombres todos ellos que quedarán vinculados a esta gran obra. Los he conocido y he
convivido con casi todos desde que llegué en 1969 a la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir, intentando asimilar su buen hacer, como personas y como ingenieros,
así como sus experiencias y conocimientos, y he tenido la fortuna de haber participado
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En el Anexo de este libro se relaciona el personal Técnico que a lo largo de los años ha
prestado sus servicios en este Organismo, todos ellos han participado en la gratificante
tarea de hacer llegar el agua, no solamente en el caso que nos ocupa, sino en toda la
cuenca, a los ciudadanos que habitan en la misma, para todos los usos, dentro de un
marco de desarrollo sostenible, con la inestimable ayuda del resto del personal que han
trabajado y trabaja en este Organismo, sin cuya colaboración no habría sido posible tarea
tan amplia durante tantos años y en un territorio tan amplio y tan variado como es la
Cuenca del Guadalquivir. En el caso que nos ocupa debo hacer mención al poeta y guarda
del Canal José Belloso, que además de sus obligaciones laborales durante 40 años, se
ha dedicado a catalogar la valiosa y voluminosa documentación técnica que sobre los
Proyectos originarios del Canal se encontraba depositada en las dependencias anexas del
mismo, lo que ha facilitado el trabajo de investigación que para este libro se ha realizado.
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13 Personal que ha prestado sus servicios en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir 1927 - 2017
25 Introducción.
Proyectos y obras del Canal del Guadalquivir. La Transformación Agraria y el Paisaje creado.
Antonio Barrionuevo y Thilo Gumbsch.
37 CAPÍTULO 1:
PROCESO DE IDEACIÓN Y CONSTRUCCIÓN DEL CANAL DEL GUADALQUIVIR.
59 1.2. Comisión de Estudio de las Obras de Riegos en la Región Inferior del Guadalquivir.
Enrique Martínez y Ruiz de Azúa, 1906.
117 1.6. Modificación del Anteproyecto del Canal del Guadalquivir 1933 y 1941.
129 1.7. Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir. Margen izquierda. Sección VI.
Carlos Conradi Alonso, 1939.
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225 CAPÍTULO 3:
EL CANAL COMO GENERADOR DE LA COLONIZACIÓN AGRARIA:
LOS PUEBLOS DE COLONIZACIÓN
237 3.2 Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir.
Pautas de ordenación y evolución.
344 NOTAS
361 BIBLIOGRAFÍA
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SEPARATA:
PLANO GENERAL DE LA CUENCA BAJA DEL GUADALQUIVIR Y LOS CANALES DE RIEGO
1/200.000. LISTADO DE ELEMENTOS DEL CANAL.
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En este archivo, casi milagrosamente conservado por la labor de uno de los Guardas del
Canal, se encontraban innumerables documentos originales: correspondencias, expedientes
administrativos y, sobre todo, proyectos del Canal incluido documentación del Servicio
Forestal, sección de la Confederación Sindical Hidrográfica del Guadalquivir fundada en
1927.
Contando con esta extensa y rica fuente documental tras numerosas consultas y secciones
de trabajo, surgió la iniciativa tomada por Juan Saura Martínez, en aquel momento Director
Técnico de la Confederación en activo, de realizar la investigación inicial que llevada a cabo
durante un largo periodo de tiempo da como fruto esta publicación.
Desde los inicios se planteó que los canales de riego de la Margen Izquierda de la Cuenca Baja
del Guadalquivir-Canal del Genil, Canal del Valle Inferior, Canal del Bajo Guadalquivir, y
con el más reciente aporte de aguas desde este Canal al Embalse Torre del Águila, el Canal
del Salado de Morón- deberían tener la consideración de “unidad hidrológica”: El Canal
del Guadalquivir.
Esta idea conceptual previa sostenida por Juan Saura ha sido ampliamente corroborada
en el transcurso de la investigación, ya que desde los primeros planes habidos para su
Plano del Canal del Guadalquivir (Valle Inferior y Bajo Gua- ideación y sucesivos proyectos se manifiesta que todos ellos poseen un tronco común a
dalquivir). E. 1:500.000. Planimetría original levantada por los
autores. partir del cual se han desarrollado.
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A los textos le acompañan los planos originales apropiados o nuevos elaborados no como
ilustraciones al margen, sino como “textos visuales” o testimonios que expliquen las formas
grafiándolas, haciéndolas comprensibles allí donde la palabra no alcanza a expresar: formas
expresadas con formas.
Este es el valor de los esquemas realizados para plasmar las particularidades del Canal
del Guadalquivir, sean estas para exponer su realidad física –localizando sus elementos
principales, la procedencia de sus materiales y el asentamiento de la mano de obra,
la procedencia de las aguas de riego, la localización del asentamiento en la población
agricultora, o esquemas de los tipos de riego- que nos hacen comprender a simple vista
la organización de la obra por secciones, autorías y fechas de redacción de los proyectos,
así como las comunidades de regantes, los proyectos de modernización, o aquel otro
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Los planos ayudan a construir la estructura de los lugares y, en nuestro caso, a desvelar la
estructuración física y conceptual del Canal; y por ello son poderosos instrumentos tanto
para su compresión como su proyectación y planificación, reuniendo pasado, presente y
futuro del territorio surcado. Dotan de forma visual el carácter abstraído del Paisaje, con-
virtiendo su experiencia sensible y emocional en un instrumento de carácter objetivo, capaz
de expresar y permitir la planificación razonada. No son bellos dibujos sino necesarios para
expresar con formas, conceptos con el empleo de su mismo lenguaje. Formas dibujadas.
Exponen junto a los trazados del canal los rasgos principales que caracterizan al territorio,
los arroyos que cruza, las tomas de aguas del río principal, de embalses colaterales
alimentados por ríos y arroyos secundarios, los pasos y elementos principales que lo
construye, los encauzamientos y las líneas de ferrocarril que lo acompañan, la red principal
de comunicaciones terrestres, el poblamiento, las áreas dominadas por el riego del Canal.
Otros planos se confeccionan para identificar los tipos diferentes de geometrías de áreas
regadas según la condición topográfica del terreno, sea este llano o con relieve. O en algún
caso inducida por la implantación de una acequia de derivación principal alojada en un
antiguo cauce que fue desviado y canalizado.
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Estos planos, procedentes del archivo del Guadaíra, que en su mayoría ven la luz por
primera vez en una publicación, son tanto del Planeamiento General del Canal, como
Anteproyectos Generales y planos constructivos.
Con respecto al material gráfico expuesto mediante fotografías, cabe distinguir aquellas
originales que recogen las obras, o acontecimientos sociales, de aquellas otras expresamente
realizadas para esta investigación que describen el estado actual de las infraestructuras de
riego y la productividad agraria, los diferentes tipos de riego, la realidad actual de los Pueblos
de Colonización y otras que muestran la belleza de estos paisajes agrícolas transformado por
el Canal del Guadalquivir.
El Capítulo Segundo, “Los Elementos y la Construcción del Canal del Guadalquivir”, estudia
algunos elementos singulares seleccionados por su importancia como el Tramo Origen,
acueductos-sifones, las canalizaciones de arroyos, el riego y el drenaje, así como los
proyectos de modernización del canal, también del Valle Inferior y de la futura ampliación.
El Capítulo Tercero, “El Canal como Generador de la Colonización Agraria: Los Pueblos
de Colonización”, realiza un sintético apunte de la Reforma Agraria en la Zona Regable
del Bajo Guadalquivir, estudiando la labor del Instituto Nacional de Colonización (INC),
heredera tras el periodo de la confrontación bélica española del Instituto de Reforma Agraria
(IRA), para la colonización de las tierras y el asentamiento de la población de colonos,
conformando la urbanización del medio rural, así como la dotación de infraestructuras por
parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el proceso de transformación
de las propiedades agrícolas.
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A mediados del siglo XIX y ante las diversísimas cuestiones a resolver que están presente
en la transformación agraria, aparece la especialización de los anteriores maestros de obras:
Ingenieros de caminos, canales y puertos, ingenieros agrónomos y arquitectos.
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Los propietarios de las tierras a dominar por gravedad por el Canal, entre este y la margen
izquierda del Guadalquivir, auxiliaron las obras a emprender por el Estado con la mitad del
coste estimado. Las obras se inauguran en 1930, por el rey Alfonso XIII, pero se terminarían
realmente mediante Acta Única en 1933, dentro del Primer Bienio Reformista de la II
República Española, presididas por Manuel Azaña. Las obras del Canal del Valle Inferior
quedan expresadas en el plano levantado en 1936, restitución de planos originales.
Continúa la publicación con las “Acciones Previas y coetáneas al Anteproyecto del Canal
del Guadalquivir” refiriendo la creación de la Confederación Sindical Hidrográfica del
Guadalquivir el 22 de septiembre de 1927, origen de la Confederación Hidrográfica,
organismo con competencia sobre el ámbito de influencias de las aguas pertenecientes a
la Cuenca propia del río principal y sus afluentes, y por tanto concebido para llevar a cabo
proyectos y acciones basadas en el propio ámbito topográfico natural.
El primer plan hidrográfico de la cuenca, Plan General de las Obras y Servicios se redacta
siendo presidente el ingeniero Mariano de la Hoz en 1929 para la puesta en riego de zonas
regables y regularización hidrológica de toda la cuenca. Plan que recoge para la Región
Inferior los caudales provenientes del Río Genil, y que se concibe como continuación del
Canal del Valle Inferior, de 1907, y estudia la ampliación de riego de la Vega de Carmona
y de la presa del “Pantano del Águila”, en el Arroyo Salado de Morón. Y las concesiones
a la Compañía de las Marismas del Guadalquivir según la Ley de 1918 para el riego de
30.000 ha de sus tres secciones.
En este periodo se revierte la primacía ostentada por el Puerto de Sevilla que anteponía el
“Caudal de Reserva” para la navegabilidad, que tanto había retrasado la construcción del
Canal de Riego.
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El Canal se proyectaría en 1937, independiente en toda su extensión del llamado Canal del
Valle Inferior, desde la toma de agua en origen, cambiando la denominación anterior de
Canal del Guadalquivir a Canal del Bajo Guadalquivir.
Se decidió que las obras comenzaran por la Sección VI, proyectándose una toma de agua
provisional desde el Guadalquivir a la altura de la Punta del Verde para regar las secciones
ya realizadas por la Compañía de Marismas y para la implantación de los Servicios de
Colonias Penitenciarias Militarizadas, que necesitaban lugares de trabajo para el empleo de
presos, suprimiéndose definitivamente la condición de Canal Navegable.
El siguiente apartado “Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir. Margen Izquierda.
Sección VI. Carlos Conradi Alonso, 1939” se dedica a la definitiva configuración del Canal
del Bajo Guadalquivir con trazado independiente y un desarrollo longitudinal de 156,8 km,
sistematizando su estudio según las pautas de la totalidad; estructurada su construcción en
ocho Secciones subdivididas en trozos, facilitando y agilizando su redacción por proyectos
parciales con independencia de autorías y tiempo, para lo que se presenta una tabla de
estos proyectos redactados ordenados por fechas desde 1939 a 1957 y con indicación de los
ingenieros autores.
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Para el Tramo Origen que en el proyecto de 1933 se contemplaba unificado con el Canal
del Valle Inferior durante 38 km se estudian 6 propuestas alternativas llegándose a la
conclusión que ambos canales discurran unificados solo en sus primeros 14 kilómetros.
Finalmente por intereses de hacerlo navegable este tramo del Canal, en sustitución de un
tramo del cauce fluyente del Guadalquivir para evitar la construcción de costosos saltos, se
decidió unificar los canales en 28 kilómetros.
El Canal del Bajo Guadalquivir poseé en su largo recorrido de ciento cincuenta kilómetros
una extensa obra de nivelación que resuelva las situaciones topográficas del terreno que
cruza, mediante elementos singulares tales como sifones y acueductos.
El Acueducto que salva el Arroyo de San Juan, obra del ingeniero Carlos Conradi
proyectado en 1941, es la obra de fábrica más señalada de la Sección VI, situándose en los
últimos kilómetros.
Y en el Proyecto del año 1947 para el Acueducto-Sifón del Guadaíra, obra del ingeniero
Antonio Trueba, se presenta en unos de sus anejos la construcción de la Caseta-Almacén
Guadaíra, situado en el PKM 77,855 a la altura de las compuertas de embocadura de la obra
de cruce del canal. Caseta que contenía importante archivo que sustenta la investigación y
la presente publicación.
Para el cruce de las depresiones del río Guadaíra se estudiaron tres alternativas: Acueducto
Único a cielo abierto con cajero rectangular; Acueducto Único a cielo abierto “Tipo Tardienta”
con cajero semicircular; y Sifón Entubado compuesto por dos tramos contiguos, sifón ente-
rrado y acueducto-sifón, de dos tubos gemelos, siendo esta última la solución elegida por ser
la más económica pese a ser la más compleja tanto técnicamente como para su puesta en obra.
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La modernización del Canal del Valle Inferior supone una moderna infraestructura en la
cual el Canal pasa a ser la vía de agua para la alimentación de balsas laterales de acumula-
ción a modo de depósitos a cielo abierto.
Otra modernización es la incorporación del Embalse Torre del Águila al régimen de aguas
rodadas del Canal del Bajo Guadalquivir mediante Proyecto de Interconexión. Y actualmente
se desarrollan estudios y proyectos para la modernización de las zonas arroceras ubicados
en ambas márgenes del Río Guadalquivir mediante aportación de aguas rodadas desde el
Canal del Bajo Guadalquivir.
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Esta reforma agraria se basaba en dos consideraciones inseparables: el aporte de agua para
regar y transformar los campos de secano y, al mismo tiempo, asentar debidamente a la
población campesina con un trabajo digno, creando un reforzado paisaje rural dotado de
una nueva dimensión espacial, en la que conjugar estructuras parcelarias e infraestructuras
hidráulicas y de comunicaciones. Se consideraba que progreso y justicia social deberían
formar partes inseparables de la reforma agraria y una actitud regeneracionista afirmaba
que “el alma popular era la auténtica depositaria de la nación.
El segundo apartado de este capítulo “Los Pueblos de Colonización del INC. Pautas
de ordenación y evolución” refiere la obra llevada a cabo por el Instituto Nacional de
Colonización, creado en octubre de 1939, que tuvo como finalidad acometer la reforma
económica y social de la tierra sustituyendo al anterior Instituto de Reforma Agraria, IRA.
Entre uno de sus cometidos fue la repoblación de las tierras agrarias mediante la creación
de Pueblos de Colonización, optándose por un modelo de concentración de la población
frente a modelos anteriores que proponían la ocupación dispersa situando la casa del
trabajador agrícola centrada en su propia parcela.
Se dedica el tercer subcapítulo a “La Dotación de las Infraestructuras” dentro de los Planes
Coordinadores de la Zona Regable del Bajo Guadalquivir, las competencias del Ministerio
de Obras Públicas, a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se
extendían a las obras generales de infraestructuras, acequias y drenajes principales, la red
de caminos de accesos derivados de las vías existentes para el acceso a los pueblos, líneas
de alimentación eléctrica derivada de los tendidos generales de la Compañía Sevillana de
Electricidad, CSE, depósitos para el abastecimiento, red de distribución de agua interior al
núcleo urbano, la red saneamiento y las obras de la red principal de acequias y desagües. Y
al Ministerio de Agricultura a través del Instituto Nacional de Colonización, le correspondía
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Para finalizar con vista a un futuro desarrollo y a modo de Álbum del Paisaje-Epílogo, se
realizan consideraciones sobre el Canal como elemento esencial en la creación de un nuevo
paisaje: Los paisajes del Canal. Formas de la Tierra y el Agua.
Trata de apuntar como este singular elemento que cruza el territorio, desde la Toma Origen
en las fértiles tierras por naturaleza de un Valle en torno al Guadalquivir, hasta las Marismas
desecadas y desalinizadas, transformadas y contenidas entre muros de defensa para el
encauzamiento de arroyos que las atravesaban, contiene un extraordinario potencial para
desarrollar los paisajes de la creciente ciudad-territorio, que se despliega en este excepcional
ámbito espacial que el Canal hilvana, -población y afueras-, lo que caracteriza a la forma de
urbanizar de la ciudad contemporánea, falta de encontrar un nuevo orden para dotarse a la
vez de tejido residencial y productivo, y de lugares públicos del territorio; ya que la ciudad,
como obra cualificada del ser humano se debe caracterizar por la singularidad y armonía
del espacio público, lugar representacional y símbolo de la ciudadanía.
Con todo ello el Canal de Riego como elemento vivo en el tiempo evoluciona adaptándose
y modernizándose, atendiendo a nuevas premisas sociales y culturales de sensibilidad
hacia los elementos naturales, frente a los presupuestos desarrollistas de partida que
determinaron la ideación y construcción de los canales del Guadalquivir. La modernización
del Canal emerge de conceptos tales como sostenibilidad, ecologismo y ambientalismo a
los que responden paulatinamente sus renovadas obras de adaptación.
Nota:
Gracias a José Belloso Reyes, guarda del Trozo II, Sección 1ª del Canal del Bajo Guadalquivir que por su interés, dedicación y afición
ordenó los documentos organizando las 600 cajas del archivo de la Caseta Almacén del Guadaíra, construida en 1947 como obra anexa al
Proyecto del Acueducto Sifón del Guadaíra situada en el Pkm 77, 855 y que en diciembre de 2017 fue trasladado a las instalaciones de la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en calle Elche. Archivo que ha posibilitado entre otras esta investigación.
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El ideal de la transformación agraria de los territorios cultivables ha acompañado desde los tiem-
pos más remotos a la propia humanidad en todas las latitudes y culturas del orbe.
En el propósito de centrar este trabajo de investigación sobre el Canal del Guadalquivir, en su di-
mensión como infraestructura hidráulica que convierte en tierras rodeadas de aguas fertilizantes
a territorios cultivados de secano y de marismas, se nos muestra inseparable la acción ejercida por
la ingeniería hidráulica para la creación del sistema de irrigación, de la acción urbanística y arqui-
tectónica planificadora para poblar el territorio rural implicado.
Es por ello que asumimos una dimensión holística al comprender la transformación agraria, in-
troduciendo en el relato la dimensión espacial de la colonización, contemplando el paisaje rural
creado como resultado de la conjunción de infraestructura hidráulicas, canales y acequias, comu-
nicaciones, redes de abastecimiento, poblamiento y servicios agrícolas, en la que confluye la orde-
nación espacial del territorio colonizado y la agricultura rural.
Determinados estudios sobre la transformación agraria española han fijado el periodo temporal
de la segunda mitad del siglo XIX, como inicio de las políticas colonizadoras modernas, concreta-
mente hacia 1855 con el “Informe sobre la Ley Agraria” de Jovellanos1.
Ante la despoblación de los campos en beneficio de las ciudades surgen los principios para fomen-
tar la población rural, según teorías impulsadas por el geógrafo Fermín Caballero, de distribuir la
población convenientemente en el territorio agrícola mediante casas aisladas, situadas en el lote de
terreno que cultiva, denominado “coto redondo” o “coto acasarado” organizando el espacio rural
Primera casería inaugurada por el Gobernador de la provincia
con un poblamiento disperso, expresión máxima del asentamiento ruralizado2.
de Sevilla, en 11 de octubre de 1877, y habitada por una familia
labradora, el 1º de enero de 1878 -Plano arquitectónico de la pri-
mera casería, -Aspecto de la parcela de 10 hectáreas, correspon- Por lo tanto el entendimiento de colonias agrícolas como suma de caseríos familiares, contrario a
diente a la primera casería, -Plano topográfico general de las
Marismas de Lebrija y lugares adyacentes a ellos -Útiles de la-
la concentración por formación de nuevos pueblos rurales o potenciación de los existentes, que
branza apropiados al cultivo de las tierras desecadas. -Inaugu- suponía una distribución homogénea del poblamiento de bases racionalizadoras para el fomento
ración oficial y colocación de la primera piedra en la Población
rural de Lebrija. -Inauguración oficial de la esclusa del canal de la población rural, inició la ordenación del territorio y el nacimiento de la concepción moderna
central de desagües. -Aspecto de las caserías en construcción y
de las parcelas de terrenos correspondientes a las mismas.
del territorio impulsado por un nuevo capitalismo agrario.
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Con anterioridad, en el siglo XVIII, durante el periodo ilustrado, se señalaba la defectuosa dis-
tribución de la población, con una excesiva concentración urbana, pronunciándose por un ideal
equilibrio territorial en correspondencia con una sociedad justa y armónicamente estructurada.
Concepción propia de los movimientos antiurbanístas y ruralistas, coincidente con los fines pro-
ductivistas alertado por los intereses del nuevo capitalismo para el desarrollo del campo agrario.
La ideación moderna de la ordenación del espacio agrario va mas allá de la reforma de la agri-
cultura, tomando una dimensión más global al plantearse la reflexión sobre las relaciones entre
sociedad y territorio, como muestra el “plano arquitectónico” que ilustra la ordenación del espacio
rural del sector de riego B-XII, transformación de marismas en el Bajo Guadalquivir3.
Aparecen así nuevas formas de representación del paisaje agrario, con la elaboración de docu-
mentos y planimetrías técnicas como las bases catastrales y en general la concepción geométrica,
racional y realista del paisaje, centrada en la observación, la medida y la exploración. Represen-
tación del territorio que tiende a alcanzar la objetividad mediante las nuevas herramientas de la
geometría descriptiva, el dibujo topográfico, delineación… Todo ello para disponer de un dibujo
del Paisaje objetivo, disponiéndose el territorio como base para la intervención mediante el pro-
yecto y obra para su ordenación transformadora.
A mediados del siglo XIX y ante las diversísimas cuestiones a resolver que intervienen en la
transformación agraria, entendida como nueva realidad física material y espacial, aparece la
especialización. Ya se hace insuficiente la labor del ingeniero o del arquitecto polivalente, antes
maestros de obras4.
Surge una división entre los cometidos del creado cuerpo de ingenieros, orientados a la gestión y
producción de obras y construcciones de infraestructuras estatales y el del arquitecto encargado
de obras de particulares.
Sus teorías y obras son quizás el más acabado ejemplo de la integración de la acción de los inge-
nieros y de los arquitectos en definitiva de los ideadores y de los constructores de la realidad física
mediante los proyectos técnicos y la dirección para la construcción de las obras. Propuso la crea-
ción de una Cátedra en las escuelas de ingenieros y de arquitectura: “Cátedra de urbanización y
ruralización territorial” que ahondara en una nueva teoría de la colonización.
Ideación del Canal del Guadalquivir a lo largo del siglo XIX. Una cuestión previa.
Antes de exponer resumidamente los sucesivos estudios y propuestas de proyectos que idearon
inicialmente la realización del Canal del Guadalquivir, secuencia que recorre una extensa acción a
lo largo del siglo XIX, referimos el gran debate habido en paralelo sobre la utilización del agua pro-
veniente del cauce del Guadalquivir. Frente a las iniciativas a favor del uso del agua para diversas
necesidades entre las que se cuentan la propia navegabilidad del río entre Córdoba y Sevilla, el uso
industrial del agua como fuente de energía, y para abastecer los cultivos de una región agrícola, ha
estado presente por un largo periodo la pugna del Puerto de Sevilla planteando prioritariamente
la navegabilidad de Sevilla al mar5.
Desde el siglo XVIII, el ingeniero militar Francisco LLobet, asesor del Intendente para Andalucía
Pablo de Olavide, se planteaba que la merma del caudal del río por derivación de agua influía res-
tando capacidad a la navegación, si bien concebía que la mejora de esta se cifraba en la reducción
del curso meandriforme de la sección marítima del río, mediante cortas que evitarían el sinuoso
trayecto acortando distancia y la notable supresión de numerosos bajos, así como la mejor penetra-
ción de las mareas, aumentando y ampliando el volumen de las aguas provenientes del mar por la
1.1. Primeros planes de la Transformación Agraria Integral. El riego y la ideación del Canal del Guadalquivir.
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Con anterioridad el ingeniero José García Otero en su reconocimiento del Guadalquivir entre
“Mapa del Reynado de Sevilla executado por el Yngeniero en Córdoba y Sevilla, con el propósito de hacerlo navegable mediante su canalización desde Lora del
Gefe Dn. Francisco Llobet baxo la dirección del Marqués de Río, para el aprovechamiento hidroeléctrico y para el regadío, planteó que una derivación de agua
Pozoblanco Yngeniero General de España, dedicado al rey
nuestro Señor Dn. Fernando Sexto. 1748”. España. Ministerio de 12 m3/seg., incluso en época de estiaje, no comprometía la navegabilidad de Sevilla al mar7.
de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Militar. Archivo Ge-
neral Militar de Madrid.
Como consecuencia de la agitación social ante la inseguridad del cultivo de secano y la conocida
revolución de 1868, se vuelve a plantear por José Echegaray desde la Dirección General de Obras
"Plano que manifiesta el Curso del Guadalquivir desde la Punta
del Verde hasta el fondeadero de Coria" de Félix Caraza. Espa- Públicas, y como consecuencia del nuevo marco político la “transición del Monopolio Administra-
ña. Ministerio de Defensa. Archivo del Museo Naval. E-38-20. tivo al Régimen de Libertad”, priorizando los riegos, dejando correr por el cauce natural al menos
Plano que manifiesta el curso del Guadalquivir desde la Punta
del Verde hasta el fondeadero de Coria. Félix Caraza. 1794. 16 m3/seg para asegurar la navegabilidad desde el Puerto de Sevilla al mar.
1.1. Primeros planes de la Transformación Agraria Integral. El riego y la ideación del Canal del Guadalquivir.
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Contrariamente, la conclusión a la que llegaba el proyecto del ingeniero Idelfonso Aragoneses ele-
vando la derivación a 15 m3/seg., según su estudio y plano levantado para la materialización del
canal de riego y abastecimiento derivado Lora del Río de 1870, no afectaría la navegabilidad. Este
estudio hereda la línea de acción concluyente de los trabajos de 1819 de José Agustín Larramendi
y de 1844 de José García Otero9.
Hacia 1892, el ingeniero Pedro Antonio de Mesa planteó que una derivación de 40 m3/seg. de aguas
del cauce para el regadío podría coexistir sin merma para la navegación, siguiendo lo establecido.
Dentro de los trabajos realizados por la Comisión de Estudios de las Obras de Riego del Valle
Inferior del Guadalquivir en 1906, Martínez y Ruiz de Azúa refiere que el Director del Puerto Sr.
Excurdía en la Memoria correspondiente al ejercicio 1891-1892 que en el estaje el Guadalquivir ha
suministrado a la ría un mínimo caudal, sin haberse experimentado prejuicio para la navegabili-
dad; lo que podía contribuir a variar suposiciones o modificar ideas sustentadas por personas de
notoriedad reconocida. El estiaje mínimo en agosto de los años 1897 y 1898 medido en Cantillana,
fueron de 10 y 13 m3/seg. y en 1906 fue de 10 m3/seg. sin afectar la navegación que aprovecha la
pleamar, y el Director del Puerto, el ingeniero Luis María Moliní, expuso que con el progreso de
las obras de la ría en proceso de ejecución, la obra de la Corta de Tablada, un estiaje bajo no altera-
ría las condiciones de navegabilidad.
PLANO DEL RÍO GUADALQUIVIR. OBRAS EJECUTADAS.
SECCIÓN DE LAS PITAS. Obras en las márgenes para regu- Según Leandro del Moral y como se ha demostrado en la práctica la no afección a la navegabili-
larizar el cauce. Puntas de los Remedios y de Tablada y Tramo
de los Gordales. Sevilla, 30 de Enero de 1868. Manuel Pastor y dad de la ría por los caudales de riegos derivados del Guadalquivir, “La Reserva de Caudal ha
Landero.
constituido un enorme equívoco de perniciosas consecuencias para el desarrollo económico de la
región”.
De una atenta lectura del documentado estudio de “Reconocimiento del Río Guadalquivir entre
Córdoba y Sevilla” llevado a cabo por el ingeniero José García Otero extraemos noticias y datos de
la ideación del Canal del Guadalquivir a lo largo del tiempo10.
Las primeras pertenecen a tiempos remotos de los que se supone que ante la evidencia absoluta de
falta de huellas que testen comunicaciones terrestres que articulen los territorios de las vegas en el
Bajo Guadalquivir, tanto los romanos con su intensa actividad entre Córdoba e Itálica, o los árabes,
que durante siete siglos desarrollaron labores agrícolas en estas fértiles tierras, debieron utilizar el
río como medio más eficaz de transporte de mercancías y desplazamientos.
Más cercano en el tiempo se tiene registrado que en el siglo XVII Felipe IV dispone el Estudio
de los grandes ríos de su reinado para hacerlos navegables, encomendando para ello a expertos
ingenieros traídos de Flandes y nombrando al Corregidor de Córdoba, Gaspar Bonifax, Superin-
tendente de ésta posible obra llevarla a cabo en la Región Inferior del Guadalquivir haciéndolo
navegable desde Córdoba.
Hacia 1785 se planteaba un proyecto sobre un canal de navegación entre Sevilla y Madrid, rea-
lizándose una verificación de nivelación general por el ingeniero Carlos Lemaur. Es esta idea la
que posteriormente daría pie al desarrollo de una parte de esta magna empresa, proyectando la
navegabilidad entre Córdoba y Sevilla, sin negar la posibilidad de una prolongación superior11.
1.1. Primeros planes de la Transformación Agraria Integral. El riego y la ideación del Canal del Guadalquivir.
45
Las prácticas de navegabilidad llevadas a cabo por los franceses motivaron un viaje de prueba
realizado por el ingeniero de minas Barón Karwinski, que duró cuatro días en bajar de Córdoba y
diez días en remontar el río de vacío.
En los dos años siguientes se practicaron reconocimientos con planos por los ingenieros del Ejér-
cito Diego Tolosa y Vicente Ortiz; y memorias sobre la navegación por el ingeniero hidráulico
Antonio Prat y Gregorio González de Azaola, sin constituir documentos de mayor proyección y
provecho.
El otro puerto lo situaba en Sevilla en el Prado de Santa Justa o alternativamente en el Prado de San
Sebastián. Entre el inferior y el río deberían constituirse seis esclusas de grandes dimensiones para
que los barcos que provinieran de la ría pudieran subir y bajar hasta Lora. De lo que se deduce que
la entrada en el río debía hacerse rodeando los muros de la ciudad y los jardines y huertas de San
Telmo por el arrecife de Eritaña e ingresar al río por el Paseo de Bellaflor; derivándose la acequia
de riego de las inmediaciones de Sevilla, de las huertas del Ranilla, del Guadaíra y de Tablada,
desde un punto anterior a un puerto a situar en la Cruz del Campo.
Según aparece en plano de la descripción de los trazados generales, en nota destacada, “El
trazado del Canal en las inmediaciones de Sevilla, se hará después de levantar un plano topo-
1.1. Primeros planes de la Transformación Agraria Integral. El riego y la ideación del Canal del Guadalquivir.
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1.1. Primeros planes de la Transformación Agraria Integral. El riego y la ideación del Canal del Guadalquivir.
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DEL THALWEG
SONDAS EN EL
DESCRIPCIÓN
CHORRERAS,
transversales
Numeración
THALWEG
NOMBRES
Longitud
Desnivel
Máxima
Mínima
un seg
Chorreras
Tablas
Presas
Vados
El punto de
partida es el
señalado con A
la letra A, en
el plano
Presa de
255 derec
los Cuatro 1 6,3 Forma de emparrillado y perdida con estacas
90 Id
Molinos
Tabla de los
75 4200 Id 4,02 7,07–11,67–1,67
Piñonates
12,33–11.83–12,33 155. Va próximamente por
La margen derecha es baja con tarajes: la izquierda,
11,50–9,17–10,00 enmedio del cauce, y
un barranco alto al principio con arbolado y después
156 6,83–4,67–8,17 15,33 3.2 concluye el torno que
desnuda.
10,83–3,67–4,50 empezó en la tabla de
Punto B, El fondo es de arena y cascajo con algunas tierras
4,67–4,67–5,33 Villaverde, num 153
principio de 3,17
B
la chorrera de
los Cañuelos
Al proponerse la navegación por un canal, al margen del propio cauce del río, los estudios de
Larramendi sobre el Guadalquivir lo hace “en grande”, esto es de aspectos generales, aunque las
soluciones proyectuales y técnicas constituyen una fuente precursora, base y guía, con correccio-
nes, de estudios y proyectos posteriores como el desarrollado con nuevas técnicas científicas años
más tarde por el ingeniero José García Otero13.
El “Reconocimiento del Guadalquivir entre Córdoba y Sevilla” llevado a cabo por García Otero se
realizó en dos partes: la primera en los meses de septiembre y diciembre de 1842 en el que se esta-
blecieron las 155 marcas a las que deberían referirse los señalamientos de aguas y de las secciones
transversales. Estas estaban distribuidas desde las proximidades del Puente Romano de Córdoba,
punto de partida A, hasta aguas abajo en las proximidades de Alcalá del Río, lugar donde alcan-
zaba el efecto de las mareas vivas en aguas bajas, numeradas siguiendo el flujo corriente, situando
el número uno en Córdoba.
También se señalaron los niveles inalterables en los puntos de salida, Puente de Barcas de Sevilla,
y el de llegada, Puente Romano de Córdoba; para fijar con exactitud el desnivel y la pendiente del
cauce.
Se adoptó un reciente método para el reconocimiento de los cauces fluviales ingeniado por inge-
nieros italianos y extendido a toda Europa, consistente en establecer e identificar las tablas, cho-
rreras, vados y presas mediante sondas tomadas sobre el Thalweg, midiendo la velocidad en la
superficie, la latitud de las secciones, las distancias y el desnivel entre ellas y la descripción de la
geometría del Thalweg, así como la naturaleza y circunstancias de las márgenes y fondos con sus
particularidades características14.
En el primer reconocimiento, se dividió el cauce en veintiún trozos, numerándolos, así como las
marcas señaladas en las orillas, según el sentido de la corriente estableciendo la primera, como
punto de partida, en la Presa de los Cuatro Molinos en Córdoba y la última en la Tabla de los Pi-
Reconocimiento del Río Guadalquivir entre Córdoba y Sevilla. ñonates, Punto B, principio de la Chorrera de los Cañuelos, en las inmediaciones de Guadajoz, en
Extracto del Thalweg de las marcas numeradas 1, 155 y 184, y
longitud y desnivel entre el Puente Romano de Córdoba y el el límite entre los trozos catorce y quince.
Puente de Barcas de Sevilla.
1.1. Primeros planes de la Transformación Agraria Integral. El riego y la ideación del Canal del Guadalquivir.
51
1.1. Primeros planes de la Transformación Agraria Integral. El riego y la ideación del Canal del Guadalquivir.
53
3.
Se concluye que la longitud del cauce entre Córdoba y Sevilla (Puntos A y C) del plano es de
714.700 pies (aproximadamente 218 Km.) y el desnivel es de 374,01 pies (114 m. aproximadamente),
con una pendiente media de 0,523 m. por 1.000 y por ello el Bajo Guadalquivir se caracteriza por
ser un río-torrente con velocidad máxima en las chorreras y mínimas en las tablas, con régimen
irregular alternando periodos de grandes avenidas con periodos de poco caudal.
García Otero, aún reconociendo la falta de concreción científica del estudio realizado en 1819 lo
consideró y valoró como conocimiento esencial, utilizando su plano general como base de su nue-
va propuesta con modificaciones. Larramendi proponía, como anteriormente se ha descrito, el
Canal navegable Lateral por la margen izquierda, con dos opciones alternativas de derivación de
las aguas; desde Lora del Río o desde Alcolea; realizándose el ingreso al Guadalquivir en el Puerto
de Sevilla por el Paseo de Bellaflor. Las modificaciones del trazado que García Otero realiza vie-
nen justificadas por los cambios producidos en el cauce en los 27 años transcurridos entre ambas
propuestas y, sobre todo, deducidos de las conclusiones de un reconocimiento de la naturaleza del
Cauce de mayor profundidad.
1.1. Primeros planes de la Transformación Agraria Integral. El riego y la ideación del Canal del Guadalquivir.
55
García Otero pone como inconvenientes a esta propuesta de Larramendi para el ingreso del canal
en los alrededores de Sevilla, el elevado coste de las expropiaciones de terrenos muy valiosos y el
cruce de prados de cotas bajas, que harían insalubres los arrabales de sus alrededores: de la Calza-
da, de San Roque y de San Bernardo. Su alternativa propone que el Canal que se deriva a la altura
de Alcolea, en la desembocadura del Guadajoz y la barca de cruce, se una de nuevo al Guadalqui-
vir en San Jerónimo, o si se prefiere que la entrada se aproxime a los muros de la ciudad, se sitúe
en la Puerta de la Barqueta al norte del casco murado de Sevilla. Este ingreso no se hacía directo al
1. Puerto por la existencia del Puente de Barcas, y lo justificaba por el mayor control de la mercancía.
Justo antes del ingreso preveía cinco esclusas, tres enfiladas, seguidas de un tramo menor y otra
dos contiguas en la desembocadura.
Antes de las esclusas de ingreso en el río, deriva la acequia principal para regar las huertas de las
inmediaciones de Sevilla. Esta parte desde la Capilla de San Onofre (Punto E del Plano) atravesan-
do la Hacienda de Miraflores, cortando el arroyo Tagarete, discurriendo por el lateral de la Fábrica
de Santa Teresa y la Cruz del Campo, para cruzar la carretera nacional a Madrid y el acueducto
llamado de los Caños de Carmona por uno de sus arcos, y tomar el camino viejo de Alcalá de Gua-
daíra, de los Teatinos-Fábrica de Fusiles, Casa de la Cera y el Almacén de la Pólvora; llegando al
Camino de Utrera y Llanos de Tablada finalizando en la margen del río. En caso de sobra de aguas
en el Punto G (ver plano) se derivaría la acequia cruzando por acueducto el Río Guadaíra para
2. alcanzar a regar valiosas tierras (Punto N), constituyéndose así el Brazal de Tablada.
Entre el ingreso del Canal en San Jerónimo (Punto C1) o en la Barqueta, (punto D) García Otero
advierte que la segunda opción plantea el inconveniente de que la bifurcación del río existente
frente a la Cartuja, por la Isleta que allí origina el propio cauce, obligaría unirla a la margen más
1. PLANO TAQUIMÉTRICO DE SEVILLA Y SUS AFUERAS. cercana a la ciudad, perdiéndose sección del cauce y capacidad de evacuación de los arrastres del
1890. D. Juan Talavera y de la Vega y Ricardo Mº Vidal y de propio río.
Soto. Fragmento del ingreso del Canal de Larramendi por el
Paseo de Bellaflor.
2. JOSÉ AGUSTÍN DE LARRAMENDI. Plano reducido, forma- Tras una segunda revisión de la propuesta de Larramendi, García Otero vuelve a considerar como
do para manifestar la dirección general de un canal de riego mejor opción que el canal del Guadalquivir se derive entre la barca de cruce de Lora y esta pobla-
y navegación, que debe abrirse desde Sevilla a Córdoba. 1819.
España. Ministerio de Defensa. Archivo Cartográfico y de Estu- ción, lo que mejoraría en gran parte las desventajosas circunstancias de Alcolea como principio
dios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército (Madrid),
Arm. G TBLA. 5ª Carpt. 2ª nº 33. Fragmento del ingreso del del canal y proponiendo la derivación por la margen izquierda como la más ventajosa de las tres
Canal de Larramendi por el Paseo de Bellaflor. estudiadas. Y ello es debido a que con la derivación de Lora el gasto de agua pueda ser de bastante
Finalmente el 28 de febrero de 1846 queda aprobado por la Junta Consultiva el “Plano del Guadal-
quivir entre Lora y Sevilla con el trazado de la derivación de Alcolea y su representación aproxi-
1.
mada de la de Lora”, según el estudio realizado por José García Otero.
Termina su estudio planteando las condiciones que han de regir para los particulares que quieran
optar por las obras, siendo las principales la derivación del Canal del Guadalquivir dejando abier-
ta la opción entre la barca del Guadajoz y la Presa de Lora; la desembocadura, entre San Jerónimo
y la Puerta de la Barqueta; la ubicación del Canal por la margen izquierda con pendientes contro-
ladas y una sección a flor de agua de 40 pies (12,192 m); la inclusión de “puertas de precaución”
distribuidas convenientemente para el vaciado del Canal y limpieza para derivar los excesos de
aguas; Canales de desagües; derivación de acequias de riego en las inmediaciones de Sevilla, así
como otras condiciones sobre la consistencia, seguridad de las obras, condiciones de escalas de
planimetrías, plazos de ejecución y control y vigilancia por parte de la administración.
Estos dos trabajos realizados hasta la mediación del siglo XIX, que deben entenderse concatena-
2.
dos en el tiempo y sobre todo en sus presupuestos y resultados, constituyen los antecedentes más
acabados anteriores al estudio aún más preciso y depurado que le sucederá, redactado a principio
del siglo XX por el ingeniero Enrique Martínez y Ruiz de Azúa de 1906, que analizamos seguida-
mente.
1.1. Primeros planes de la Transformación Agraria Integral. El riego y la ideación del Canal del Guadalquivir.
57
La Comisión de Estudio de las Obras de Riegos del Valle Inferior del Guadalquivir, creada el 9
de febrero de 1906, puso al frente de su jefatura al ingeniero Enrique Martínez y Ruiz de Azúa.
Como primer cometido se examinó el Plan de Riegos del Canal del Guadalquivir y pantanos de
alimentación realizado con anterioridad por la División de Trabajos Hidráulicos del Guadalquivir
que venía trabajando en ello desde su creación en noviembre de 1900 y que había obtenido como
resultado la propuesta de realizar el Canal del Guadalquivir con capacidad para 20 m3/seg deriva-
do en Peñaflor, para regar 56.000 ha y otro canal, el Canal de la Barqueta alimentado por aguas del
Genil para regar las 3.000 ha de los excelentes naranjales de Palma del Río1.
Los datos hidráulicos obtenidos por la División de Trabajos Hidráulicos son considerados inco-
rrectos por Martínez Ruiz de Azúa y establece un cuadro comparativo alternativo para exponer el
nuevo Plan que propone la reciente creada Comisión de Estudios.
Se define que por la margen izquierda, los Canales de Guadalquivir y del Genil dispusieran de
agua provenientes de los pantanos alimentadores de Charco del Fraile, La Breña, El Burcio de
Valquemado, El Salto del Fraile, Escuderos y Puente Quebrada, calculando a su vez el número de
hectáreas totales de la zona regable, las capacidades útiles de los embalses citados y el presupuesto
total de las obras2.
Por la margen derecha se proponen los Canales de Retortillo, alimentado por el Pantano de Mala-
pié; Canal de Ribera de Huelva y del Biar, por los Pantanos de Unión y Puente Quebrada; Canal de
Guadiamar, Pantano de Cuervo; y el Canal del Parroso alimentado por el Pantano de Encarnación.
Estos canales con sus pantanos alimentadores regarían la Región Inferior del Guadalquivir. “Abor-
dar el problema agrario de Andalucía solo con el Guadalquivir y Genil puede transformar el se-
cano de una gran extensión situada en la margen izquierda de 85.000 ha que empieza en Palma
del Río, regando también las tierras de los términos municipales de Lora, Carmona, Villanueva
del Río, Tocina, Cantillana, Brenes, La Rinconada, Alcalá del Río, Sevilla, Alcalá de Guadaíra, Dos
Hermanas, Utrera, Villafranca y Los Palacios, Coria del Río y Cabezas de San Juan, extendiéndose
así por la Región Inferior y Marítima hasta Lebrija; y por la margen derecha 10.080 ha desde Peña-
Plano General de la Cuenca del Guadalquivir con las parciales flor hasta Triana”, lo que haría un total de 95.080 ha puestas en regadío3.
de cada uno de los afluentes principales.
59
En aguas ordinarias la influencia de las mareas llega hasta las inmediaciones de Alcalá del Río,
conteniendo el cauce aguas dulces hasta la boca sur de la Corta de los Jerónimos siendo todavía
agua potable. Desde allí hasta Tarfia mezclada dulce y salada, y completamente salada hasta la
desembocadura en Bonanza.
El origen de la zona regable en la margen izquierda se estableció en los campos de cultivo de Pal-
ma del Río con una sola derivación. La Comisión de Estudio advertía que para surtir efecto la gran
transformación agraria, consecuente de convertir el secano en regadío, se hacía necesario prescin-
dir de las prácticas habituales llevadas a cabo por los terratenientes que solo atendían al cultivo
extensivo de sus propiedades con grandes latifundios sin producción, sin alcanzar a proporcionar
al obrero agrícola ni tan siquiera reservas fisiológicas, por lo que se precisaba distribuir las tierras
mediante una reparcelación familiar.
Además, la formación sobre los temas agrarios era muy deficiente y bastaba la perfección de las
labores, el empleo de abonos convenientes y una cuidadosa selección de las semillas, para mejorar
la producción con cosechas abundantes. Los terratenientes se resistían a la instalación del riego
por considerarlo gastos onerosos, pese al auxilio del Estado que abonada el 50 % de las obras re-
cogido en el Real Decreto de 10 de enero de 1906, y por preveer el Plan una distribución en lotes
cultivables por familias agrarias mediante una nueva reparcelación de las tierras. La eficacia de la
Reforma Agraria consistía en pasar de cultivos extensivos a intensivos y la introducción de nuevos
más rentables.
Para salvar esta situación los riegos se declararon de utilidad pública en la Región Inferior del
Cuadro Comparativo de los canales de riego y pantanos ali- Guadalquivir con la expropiación forzosa de los terrenos de propietarios que se opusieran al em-
mentadores de las propuestas de la División de Riego del Gua-
dalquivir y de la Comisión de Estudio de las Obras de Riego del
pleo del agua, resolución tomada en Sevilla el 15 de octubre de 1906.
Valle Inferior del Guadalquivir.
1.2. Comisión de Estudio de las Obras de Riegos en la Región Inferior del Guadalquivir. Ingeniero Enrique Martínez y Ruiz de Azúa, 1906.
61
El triple auxilio generado por el obrero inteligente, el agua fecunda y el abono, sobre una parce-
lación extensa donde el obrero tenga su casa en el centro de la parcela, serían las claves para una
eficiente transformación agraria.
Estos principios de ordenación del espacio agrícola habitándolo en extensión, coincidían con las
propuestas del geógrafo Fermín Caballero sobre cómo organizar el campo mediante “cotos redon-
dos” o “cotos acasarados”, considerándose al “bracero, parte de la zona regable”.
Por el Instituto Agrónomo se ensayaron introducir nuevos cultivos frente a los tradicionales de
huertas, naranjales, cereales y arboladas predominantes en la provincia de Sevilla. Se introdujo el
cultivo del algodón por ser una materia prima en auge en los mercados internacionales de países
que tenían explotaciones en Iberoamérica, en África y en Asia. Para ello se eligieron 59 ha, de seca-
no en los terrenos de Tablada, en las huertas existentes4.
El frío primaveral del año 1905 y la sequía hicieron fracasar la prueba, pero en los meses de junio
y julio, 15 de éstas hectáreas se regaron con agua del freático y se obtuvo finalmente, y pese a la
tardanza del riego, una espléndida cosecha, otros cultivos a introducir que se propusieron fueron
las moreras y el tabaco.
Según recoge Martínez y Ruiz de Azúa la mayor parte de los ríos que vierten sin obstáculos sus
aguas al mar en medio de un amplio y dilatado valle lo hacen abriendo multitud de brazos for-
mando un delta, como lo hizo el Guadalquivir en épocas remotas en la Isla Mayor y el Coto de
Doñana cuando su vaguada no había llegado a la actual Broa de Sanlúcar de Barrameda5.
Convertida una gran extensión de la región marítima del Guadalquivir en terrenos marismeños
era prioritario proceder al desalobramiento de las tierras que contenían un exceso de sales per-
niciosas para el cultivo, con una superficie de 20.000 ha en el municipio de Lebrija, a la que no
Gráfico de distribución de cultivos y gastos de agua en me-
tros cúbicos para riego de una zona de 100 hectáreas. Op. Cit. llegaba el agua suficiente para inundarla con aguas dulces y producirse el entarquinamiento por
IMG_4013-6E3.1.
Además en este área de marismas existían grandes caños de caudal variable con las subidas y
bajadas de las mareas; caños en los que desembocaban los arroyos de la margen izquierda del
Guadalquivir. Los caños principales eran el Caño de la Albina y el Caño Gordo, conectados entre
sí por uno intermedio, Caño de Mancone. A estos iban a desaguar los Arroyos de Hornillo y Villa-
franca (Caño Gordo) y previo pantano los Arroyos del Tablón Real y de las Piedras y el Arroyo de
Salado de Morón, mientras que los arroyos de la Pájara, Salado de Lebrija y del Paraíso lo hacían
en el Caño de Mancone. Además al sur de esta área aún aparecía la zona concedida en 1870 a la
Compañía de Marismas para la desecación y saneamiento de estos territorios en el entorno de
Lebrija, recorridos por el Caño de la Albina6.
Los planos de base empleados para el Plan de Riego y las propuestas de canales fueron los del Ins-
tituto Geográfico y Estadístico, con curvas de nivel cada 10 m, que se consideraron precisos para
el estudio de las pendientes. Los trazados propuestos obedecían a una ley de mínimo recorrido y
máxima zona dominada para el riego, procediendo las aguas de los recursos fluviales, suplemen-
tadas o no con la de los pantanos alimentadores, evitándose en todo lo posible los terraplenes para
mayor estabilidad del vaso del Canal.
Las acequias principales de derivación del canal se contemplaban como parte de las obras defini-
das por el Plan, ya que no se debería penalizar con un exceso del coste repercutido a los últimos
regantes, con terrenos en los extremos más alejados y cercanos al cauce del río. Y se procuraba que
las pendientes tanto del Canal como de las acequias principales fueran aceptables para controlar
la velocidad alcanzable por el agua. Pendientes admisibles obligadas por la disposición de los te-
rrenos y que oscilaban entre desniveles de 0,115 hasta 1,40 m por kilómetro.
La primera solución idea una serie de canales concatenados formando un vaso continuo que rie-
gan fundamentalmente por gravedad, los terrenos de la margen izquierda comprendidos entre el
curso del Canal y el Río, comprendiendo los Canales del Guadalquivir y del Genil7.
En la solución dibujada se contemplaba la mayoría de los riegos por gravedad. Pero también se
hacían por elevación de las aguas desde una Estación Elevatoria, mediante bombas eléctricas
1.2. Comisión de Estudio de las Obras de Riegos en la Región Inferior del Guadalquivir. Ingeniero Enrique Martínez y Ruiz de Azúa, 1906.
63
1.2. Comisión de Estudio de las Obras de Riegos en la Región Inferior del Guadalquivir. Ingeniero Enrique Martínez y Ruiz de Azúa, 1906.
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El Canal del Genil riega los campos cultivados de Palma del Río, y lo hace mediante la toma de
aguas del Genil a través de una estación elevatoria alimentada por una central hidroeléctrica que
aproveche el salto de la presa de Peñaflor -Canal 1- y de aguas derivadas del río -Canal 2- donde
se sitúa una segunda estación elevatoria.
La Presa de Derivación de Peñaflor se situaría aguas abajo de la confluencia del Genil y por enci-
ma de otra presa muy antigua que utilizaba la Fábrica de Harinas y la Sociedad Minera de Coto
Cobrizo. Presa de tipo vertedero de perfil macizo, de entre 3,50 y 4,00 m de altura, 8 m de espesor
y 125 m de longitud. Se eligió esta tipología de presa ya que las de tipo compuertas debían alzarse
mucho para elevar las compuertas por encima del perfil mojado en avenidas de hasta 13.00 m de
altura. Advirtiendo que si fuera posible una presa en el Genil, esta sería origen de los dos canales
que por una y otra margen fertilizarían los terrenos de Palma del Río.
En las inmediaciones de la citada Estación Elevatoria y comienzo del Trozo 8, el Canal se deriva
en sus dos ramas. Una que cruza el Caño Gordo en las marismas de Villafranca y los Palacios
desembocando en el Brazo del Este; y otra rama, Trozo 8 y 9, que desemboca con “reproducción de
aguas sobrantes” reintegrándolas al Caño de desagüe de la Laguna y, por medio de este, al brazo
del Guadalquivir en su último punto antes de ingresar en su cauce principal navegable. Punto de
confluencia con la incorporación de aguas sobrantes del séptimo Trozo.
Por estos dos canales de la margen izquierda, Canales del Guadalquivir y del Genil, el Plan prevé
regar 85.000 ha.
Por la margen derecha riegan: el Canal del Retortillo alimentado por el Pantano de Malapiés re-
gando 900 ha y desembocando en el Arroyo del Término; el Canal del Parroso alimentado por el
La capacidad de embalse de agua por todos los pantanos se elevaría a 810,90 millones de m3.
1.2. Comisión de Estudio de las Obras de Riegos en la Región Inferior del Guadalquivir. Ingeniero Enrique Martínez y Ruiz de Azúa, 1906.
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Este sistema necesitaba de una Estación Elevatoria a situar en el punto medio de cada tramo del
canal, y todas ellas mediante bombas alimentadas desde una central hidroeléctrica que se dis-
pondría en Brenes, por ser el punto central de todos los canales reunidos y contar con la estación
de ferrocarril de la Línea Córdoba-Sevilla de la Compañía MZA, establecida a mediado del siglo
XIX. Desde esta central eléctrica partía un tendido aéreo de líneas de electricidad que suministra
la fuerza motriz a todas las instalaciones de las numerosas estaciones de bombeo.
El Canal del Guadalquivir compone un sistema de riego mediante un canal continuo que toma
agua en Cantillana y posee una estación elevatoria con Toma del Río Guadaíra o del Río Guadal-
quivir en la Punta del Verde, desaguando en el Caño de desagüe de la Laguna, donde devuelve
el agua sobrante al Guadalquivir en el último torno del Brazo del Este. La sucesión de tramos
de este Canal, recorrido desde aguas arriba son: Caño de Brenes, que toma en las inmediaciones
del arroyo Garcipérez; Canal de Sevilla, Canal de Tablada que recibe agua por elevación del Río
Guadaíra o alternativamente del Guadalquivir en la Punta del Verde, final de la Corta de Tabla-
da en construcción; Canal de Dos Hermanas, Canal de Villafranca y Canal de las Cabezas que
desemboca en el Caño de desagüe de la Laguna, que a su vez lo hará en el último torno del Brazo
del Este y, por este curso, al Guadalquivir navegable, aguas debajo de la Corta de los Jerónimos.
Además del canal continuo se proyectaron un conjunto de ramales de igual importancia para
el riego de zonas más altas10. El Canal de Tocina que toma aguas de Alcolea (Peñaflor) y que
continúa por el Canal de Alcalá de Guadaíra, situándose una estación elevatoria entre ambos
canales en la cercanía del arroyo La Bodega y que desagua en el Arroyo Tamarguillo. Y desde
el cruce del Arroyo de Villafranca, donde se sitúa una nueva estación elevatoria se deriva el Ca-
nal de Utrera que desaguaría en el Salado de Morón. En el punto de derivación de los canales
de Villafranca y Utrera surge el canal de las Marismas que bifurcado a su vez desaguaría en el
Brazo del Este.
El Canal del Genil, el más alto de todos de la Región Inferior, provincia de Córdoba, se compone
de dos ramas: la más alta es el Canal 1 de Palma del Río, que toma agua del Guadalquivir me-
diante una estación elevatoria en origen y que desagua en el Genil; y el Canal 2 de Palma del Río,
que toma agua del Genil mediante estación elevatoria en origen y que desagua en el Arroyo de La
Muela.
El Plan de Riegos estimaba que se comenzaran las obras atendiendo en primer lugar los campos de
naranjos cultivados en Palma del Río, mediante riegos por elevación alimentados por una Central
hidroeléctrica en Peñaflor.
Una vez obtenido el presupuesto total de ejecución de las obras de las dos soluciones estudiadas,
solución mixta y solución por elevación total, se decidió que el mayor costo de la segunda la hacía
inviable, además del gasto de energía necesaria a lo largo del tiempo, optándose por la primera
opción.
El plazo de ejecución estimado fue de treinta años finalizando en 1936. Diversas circunstancias,
no ajenas de los acontecimientos políticos habidos desde aquellas fechas alargaron extraordina-
riamente los plazos, no llegándose a finalizar el Canal del Bajo Guadalquivir, ya sin ser navegable
y dividido en dos – Canal del valle Inferior y Canal del Bajo Guadalquivir – terminándose este
último hacia mil novecientos setenta y cuatro, treinta y cuatro años más tarde de lo previsto.
La memoria del Plan de Riegos de 1906 finalizaba con esta recomendación del Ingeniero Jefe de
la Comisión de Estudio, Enrique Martínez y Ruiz de Azúa: “No debe perderse ni un solo día para
realizar las obras comprendidas en este Plan de Riegos, que afectando a la vida de una región,
constituye un problema de interés nacional”.
1.2. Comisión de Estudio de las Obras de Riegos en la Región Inferior del Guadalquivir. Ingeniero Enrique Martínez y Ruiz de Azúa, 1906.
69
Uno de los antecedentes del canal que por la margen izquierda riega las tierras de la Región In-
ferior del Guadalquivir, podemos encontrarlo en el Plan General de Obras Hidráulicas conocido
como “Plan Gasset” aprobado el 25 de abril de 19021.
El punto de partida para los riegos del Valle Inferior del Guadalquivir son los estudios que realiza-
ron en 1906 los ingenieros ingleses Mr. Buckey y Mr. Hanbury Brown que antes habían realizado
trabajos sobre riegos en el Valle del Nilo, encomendándoseles que estudiaran su posible aplicación
en el Valle inferior del Guadalquivir. Pocos meses antes se crea la Comisión de Estudios de los Rie-
gos del Valle Inferior nombrándose para la jefatura de la misma al Ingeniero Enrique Martínez y
Ruiz de Azúa y como resultado de los nuevos estudios se redacta el Proyecto del Plan de Obras de
Riegos en la Región Inferior del Guadalquivir aprobado en mayo de 1907. Días después un grupo
de propietarios de la mayoría de las tierras del Valle Inferior, se comprometían a la constitución
de un Sindicato de Auxilio para cofinanciar las obras de este Plan de Riegos, ayuda económica
cifrada en el 50% del total correspondiente a las tierras rodadas, previéndose un presupuesto de
12.031.484 pesetas para las obras de construcción del pantano alimentador de La Breña de 115 hm3,
de la Presa de Derivación de Peñaflor y de los Trozos I, II, III y IV del Canal, con las correspondien-
tes acequias principales y desagües secundarios, las casillas de los guardas y la casa de dirección,
con un plazo de ejecución de nueve años2.
En marzo de 1908 se aprueba definitivamente el Plan de los Riegos contemplando una superficie
de 21.270 ha de tierras de labor situadas en la margen izquierda del Guadalquivir, entre Peñaflor
y Sevilla, y desde entonces denominadas del Valle Inferior, con el compromiso firme del Auxilio
Construcción de la toma mediante encofrados de madera. aportado por los propietarios según las hectáreas que poseían cada uno de ellos. Y la autorización
Fuente: Archivo Guadaíra de la Confederación Hidrográfica al Ministerio de Fomento para dar comienzo las obras, estableciéndose las citadas condiciones de
del Guadalquivir. (AG.CHG)
71
Presa de derivación del Canal del Bajo Guadalquivir y Obras de Toma en Peñaflor.
Ambos estudios ubicaban la Presa aguas abajo de la confluencia del Guadalquivir con el Río Genil.
Se consideraba de gran economía y conveniencia la aportación de aguas de este caudaloso afluen-
te y pese a esta consideración, el nuevo proyecto vuelve a estudiar una ubicación más definitiva,
proponiendo varias alternativas de emplazamiento. Una de ellas sitúa la presa aguas arriba de
la desembocadura del Río Genil, lo que posibilita el aumento de superficies dominadas por el
riego; sin embargo la consecuente prolongación del canal aguas arriba generaría elevados costes
económicos por las obras para el encauzamiento del afluente y obras de cruce, que no pueden ser
compensados por los posibles beneficios derivados de la fertilización de dichas tierras. Se estimó
una segunda opción, más ventajosa, para la prolongación de la cola del Canal del Guadalquivir,
dominándose las Llanuras de Lebrija, aunque se partía de unos limitados recursos hidrológicos de
la Cuenca del Guadalquivir; lo que impedía el aumento de superficies a regar. Más valorada esta
segunda opción, se desechó la ubicación aguas arriba analizándose su localización más próxima
a la confluencia del Río Genil.
Por regla general la desembocadura de afluentes importantes, y en especial en este caso debido
a la escasa pendiente del río principal de menos de 0,0005 m, causan geometrías inestables en el
curso del río. Esta tendencia de divagación constante del río, abriéndose sinuosos cauces nuevos,
resulta antieconómica para la introducción de un elemento estático, como es una presa de azud de
labio fijo y necesariamente de gran longitud, que trate de regular los comportamientos naturales
del río. Además, para ambas ubicaciones en la margen izquierda a 1.800 m de la unión de ambos
A unos 4,5 km aguas abajo de la confluencia se encuentra la presa de la Fábrica de Harina de Peña-
flor, lo que limitaba la zona de posibles emplazamientos convenientes para la derivación. Se con-
sideró inadmisible situar la nueva presa aguas abajo de la de la fábrica para evitar que el remanso
creado interfiriera en el funcionamiento de la fábrica, debiéndose alejarse del azud existente lo
que, por pérdida de cota, reduciría de modo prohibitivo las superficies de tierras a transformar.
Determinado el emplazamiento se proyecta una presa tipo azud de labio fijo, de 99,25 m de longi-
tud, con obra de portillos de limpia de 12,75 m de longitud en su lado izquierdo; lo que configura
una longitud total de 112 m fijándose la cota de coronación de la presa en 43,00 m sobre nivel
de mar, frente al nivel de estiaje de cota 39,96 m aguas abajo de la Presa. El azud de labio fijo de
mampostería que se eleva 3,00 m de altura revestido de sillarejos en el talud de su cara posterior,
se asienta sobre fondo de arcilla azul mediante cimentación de hormigón hidráulico de 8,00 m de
anchura y cota superior de basamento de 40,00 m sobre mar.
Entre los años 1907 y 1913 se modifica la Obra de Toma por la reducción de sección útil de lo
que será el Canal del Valle Inferior del Guadalquivir. La anchura de la lámina a pie de salida de
la Toma pasa de 36,50 m a 17,00 m y los 8 vanos de pasos a la mitad. Las obras de Presa y Toma
fueron ejecutadas en la segunda década del siglo XX inaugurándose oficialmente el 23 de mayo
de 1921 por el Rey Alfonso XIII y el entonces Ministro de Fomento Juan de la Cierva y Peñafiel.
dras para mampostería y sillarejos, fueron extraídos de lugares próximos a la obra. Se genera un
2. Proyecto modificado de toma del canal del Valle Inferior. Al-
zado posterior. paisaje paralelo, el de los lugares de la extracción, que aún podemos observar y experimentar.
Planos del Proyecto Modificado de Toma del Canal del Valle Inferior. Fuente: Archivo Guadaíra de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Son las canteras de Cabeza del Pino y de La Vega, situadas a unos 3,5 km de la obra, en las estri-
baciones de la Sierra Morena, las que dibujan en el territorio este relato. De la primera se obtienen
las piedras para mampostería y sillarejo; y de la segunda la escollera. Sus ubicaciones en cotas más
elevadas que la Presa, de 50 m y 110 m, su proximidad y la ausencia de vegetación arbórea, son
condiciones que favorecen el dialogo visual expuesto, tanto conceptual y didáctico como plástico:
en resumen paisajístico.
Son paisajes que no están valorados, ni por su posición relativa ni por su razón de origen, como
lugares potenciales y de interés para instalar lugares públicos de la ciudad actual extendida en
el territorio y que, mediante la activación de sus potencialidades señaladas, desarrollar espacios
que “infiltran”6 lo público en el territorio y su paisaje; una dinámica que forma parte de la actual
transformación territorial y paisajística7.
El Trozo 2º del entonces denominado Canal del Guadalquivir, tiene una longitud total 18.400 m,
desarrollándose desde el Pkm 13,400 hasta el Pkm 31,800. Su inicio se sitúa a unos 5 km aguas
arriba del cruce del Arroyo Agualora con el canal, finalizando tras su cruce con el Río Corbones.
Los cruces con afluentes menores se salvan mediante grupos de alcantarillas, como los dispuestos
en el Arroyo de la Trinidad, así como en otras cinco depresiones del terreno. Se proyectan obras
sumergibles para los cruces de los arroyos Agualora y Cascajosa, y para los cruces con el Arroyo
Azanaque y el Río Corbones se proyectaron dos acueductos de obra de fábrica a cielo abierto de
72 m y 296 m de longitud respectivamente. Este Trozo 2º dispone de cuatro Casillas de Guarda8.
Las acequias derivadas del canal según el plano general del proyecto de liquidación provisional de
las obras de revestimiento son10:
Nombre de acequia Pkm. del canal (CVI) (*) Finalizan y/o desaguan en:
1-A 15,1 Río Guadalquivir
2-B 20,7 Río Guadalquivir
3-D Río Guadalquivir
7-D en Arroyo Cascajosa
27,5 4-D en río Corbones
Y ESTRUCTURA ARBÓREA: 4,5,6,7-D
5 y 6-d en confluencia de Corbones y madre
(vieja) del Río Guadalquivir
9-H en Arroyo Garci-Pérez
ESTRUCTURA ARBÓREA: 8,9,10,11,12,13 - H 38,2
resto en Río Guadalquivir
14-J 41,8 -
(17-J en ningún arroyo)
ESTRUCTURA ARBÓREA: 15,16,17-J 45,1
resto en Río Guadalquivir
18-K 47,5 Arroyo de Tomizas
19-K 49,5 Arroyo de las culebras
20 Río Guadalquivir
ESTRUCTURA ARBÓREA: 20,21,22-L 51,7 21 Arroyo de los Parrones
22 Arroyo Bodegón de las Cañas
-
23-L 54,9
(próximo a Arroyo Bodegón de las Cañas)
ESTRUCTURA ARBÓREA: 24,25-M 57,9 Río Guadalquivir
26 Arroyo Almonazar
ESTRUCTURA ARBÓREA: 26,27,28-M 60,1
27+28 Río Guadalquivir
29-N 65,5 Río Guadalquivir
30 Río Guadalquivir
ESTRUCTURA ARBÓREA: 30,31-N 68,1
31 Arroyo Miraflores
32-N
ACEQUIA 32-N, ÚNICA ACEQUIA QUE ES
70,0 Arroyo Miraflores
DERIVADA HACIA LA MARGEN IZQUIERDA
DEL CANAL
ACEQUIA ÚNICA EN DOS TRAMOS: 33,34-O 71,6 Arroyo Miraflores
35-P 74,7 Arroyo de Ranilla
-
36-P 77,2
(Prox. Río Guadaíra)
(*) Medidas aproximadas – tomadas de plano general. FINAL DEL CANAL 79,4
Nota: Las estructuras arbóreas son acequias con una única
toma y tramo inicial común que se bifurcan.
1. La Junta Social de los regantes del Valle Inferior y el director de las obras Eusebio Rojas Marcos
preocupados por la falta de medios para la educación de los hijos de los trabajadores del campo,
concretaron los proyectos de dos escuelas: la primera en la Estación de ferrocarriles de Los Ro-
sales, junto a la Azucarera; y la segunda en el Cortijo del Álamo. También requirieron al Estado
medidas contra la insalubridad que producían las tierras encharcadas por un ineficiente sistema
de drenaje.
Sin alcanzar situaciones de total riesgo, la menor consideración que se presta a la hora de con-
feccionar los presupuestos y los correspondientes convenios entre el Estado y las asociaciones de
agricultores en el caso del Canal del Valle Inferior, al sistema de evacuación de aguas sobrantes
acarrea consecuencias nocivas mediante encharcamientos de las tierras dominadas por el canal,
1. Toma fotográfica del Canal del Valle Inferior del Guadalqui- que no solo adquieren una dimensión adversa respecto a la productividad agronómica y conse-
vir. Trozo 2º. Desmonte de salida de ¨Agualora¨. 1915-16”.
Fuente: Archivo Guadaíra de la Confederación Hidrográfica cuentemente a la rentabilidad económica, sino también en lo referente a la salubridad, con la con-
del Guadalquivir.
siguiente grave merma de las condiciones de habitabilidad de las tierras transformadas aumentan-
2. Toma fotográfica del rebosadero del Corbones. Se puede ob- do el índice de mortandad producido por un importante foco de endémica palúdica, que tiene su
servar el Canal del Valle Inferior del Guadalquivir después de
la construcción. Fuente: Archivo Guadaíra de la Confederación origen en el agua estancada. La insuficiencia y precariedad de la infraestructura de evacuación se
Hidrográfica del Guadalquivir. (AG.CHG)
subsanaron en la década de los años 4012.
Con posterioridad, la Comunidad de Regantes del Valle Inferior constituida, que celebró su
primera Junta en 1934 creando el Sindicato y Jurado de Riego, ha venido potenciando todas sus
actividades competenciales, aprobando las incorporaciones de regantes de las zonas de Tocina,
de Alcolea del Río, de Palma del Río, alcanzado en 1949 unas 16.000 hectáreas regadas de las
18.272 sindicadas. Además siempre se ha conducido por un impulso modernizador mejorando
las obras iniciales del propio Canal, que se reviste de hormigón para disminuir la pérdidas de
aguas por filtración, el enterramiento por tubería de las acequias en tierra, la defensa del agua
procedentes del Pantano alimentador de La Breña, incluida la iniciativa de construcción de La
Breña II ante la escasez de agua motivada por la drástica sequía de los año 1981-83. Pero sobre
todo por el mayor proyecto y obra llevada a cabo en el periodo 1996-2010 que por su importancia
y carácter absolutamente renovador se describe en el apartado correspondiente al Proyecto de
Modernización del Canal13.
Estando en construcción muy avanzada el Canal del Valle Inferior y la transformación de sus áreas
dominadas la idea de la fertilización de la margen izquierda del Río Guadalquivir entra en una
cuarta fase, consistente en las actuaciones como la creación de la Confederación Sindical Hidro-
gráfica del Guadalquivir, la formulación del primer Plan Hidrográfico de la Cuenca y proyectos de
puesta en riego de zonas regables de la margen izquierda1.
Esta cuarta fase antecede, y es coetánea, al Anteproyecto del Canal del Guadalquivir del ingeniero
Manuel Cominges y Tapias, de 1933, que recoge partes de lo establecido en proyecto de 1907 de
la Comisión de Estudio para el Plan de Obras de Riegos en la Región Inferior del Guadalquivir.
La Cuenca, como ámbito topológico y natural, fija sus límites independientemente de divisiones
políticas territoriales, tales como términos municipales, provinciales o autonómicos. Y con inde-
pendencia de la propiedad del suelo. Las Confederaciones Hidrográficas son organismos admi-
nistrativos, de “suprema inteligencia”, que sigue hoy en vigor, y de concepción muy distinta a las
administraciones centroeuropeas, que anteponen los límites territoriales políticos a los naturales,
observándose la arraigada problemática derivada de la gestión del agua por imposiciones políti-
cas administrativas2.
85
Cada Sección se conforma mediante malecones de tierra que la rodea, coronándose a la máxima
altura que alcanzan las crecidas del Guadalquivir que discurre tangencialmente a ellas.
De las 30.000 hectáreas, 26.550 corresponden a la suma de las superficies de las tres secciones, sien-
do las 3.450 hectáreas restantes las que se emplean para los diques, fajas laterales al río y cauces
para el desagüe entre los malecones. Las secciones se ejecutaron escalonadamente: la 1ª Sección de
Marisma obtiene la concesión de elevar aguas desde el río Guadalquivir el 25 de abril de 1929; la
segunda la obtiene el 5 de mayo de 1931; y la tercera finaliza su ejecución a mediados de los años
304.
Cada una de estas Secciones se dotó para su riego y desagüe, de forma independiente, de una red
de canales principales y secundarios. Una configuración geométrica de esta transformación de
las marismas que se aprecia en el vuelo americano de 1945 con precisión, previo al suministro y
transformación definitiva por la aportación de aguas del Canal del Bajo Guadalquivir5.
Las obras de defensa mediante malecones elevados crean una nueva topografía artificial que ro-
dea y encierra grandes superficies, aislándolas de las influencias naturales; por un lado las tierras
se protegen de los niveles máximos que alcanza la lámina de agua del Río Guadalquivir, y por
otro de las distintas crecidas de los arroyos, ahora encauzados, que atraviesan este territorio. Las
nuevas Secciones de Marismas reciben agua para su fertilización exclusivamente tras el control
planificado generándose una realidad artificial en lo que respecta al agua. Es esta la finalidad del
Plan General de Obras y Servicios de la Confederación Sindical Hidrográfica del Guadalquivir de
1929, priorizando para ello la construcción del Canal del Guadalquivir.
La creación de un recinto por las obras de defensa es una acción ancestral, que construye un en-
torno dispuesto para la habitabilidad. En los desiertos, ante la escasez del agua, el ser humano
Insignia de la Confederación Sindical Hidrográfica del Guadal- manipula el entorno aportando la materia que configure un límite espacial, generando así un cli-
quivir creada el 22 de septiembre de 1927.
Organismo autónomo creado para la regulación de la Cuenca
ma interior protegido, fértil y habitable mediante la introducción de la sombra y el agua. Infinitos
del Guadalquivir y entre otras actividades, dotar a los campos ejemplos a lo largo de la historia manifiestan la trascendencia cultural de este hecho.
de regadío y establecer en ellos los colonos que lo cultivaran.
Un interior aislado y cultivado suele denominarse “Hortus conclusum”. Asentado sobre las mis-
mas bases proyectivas y espaciales, del “Paraíso” también configura el elemento constituyente de
la casa meridional: el “Patio”.
Como se ha indicado, transformar un territorio de nula fertilidad, para fines agronómicos mo-
dificando sus aguas salinas propias de unas marismas mediante la aportación de aguas dulces y
desalando las tierras con apoyo de un imprescindible drenaje de las mismas, da como resultado
un paisaje de recintos de secuencias espaciales oscilantes, “estrechos y anchos”, que transforma la
inmensa llanura de las Marismas del Guadalquivir. Una lección ejemplar de lo que es la irrigación
y la implantación de los sistemas hídricos para el cultivo reglado mediante presa, dique, embalse,
canal, derivaciones, acequias y drenajes que transforma el espacio natural generando un paisaje
interior de líneas rectas y mallas ortogonales.
En la 2ª Sección de Marismas, próximo al meandro del Brazo del Este en los Hatos Altos, el Ser-
vicio Agronómico de la Confederación instaló un campo de experimentación lográndose buenos
resultados respecto a la desalación de las tierras en “(…) uno de los puntos de Marismas en que
la salinidad era mayor se ha logrado en un solo año, bajar la proporción de sal de 16 a 4 (…) obte-
niendo al mismo tiempo un completo éxito, tanto en la calidad como en la cantidad de la cosecha”.
Mientras que la Compañía por carecer de aportación de aguas dulces estaba “(…) explotando en
cultivos de secano las dos secciones primeras…”6.
Se hace patente la necesidad de fecundar las tierras con aguas rodadas procedentes de un canal,
mediante un proyecto de ampliación del Canal del Valle Inferior, cuyo resultado fue el Antepro-
yecto del Canal del Guadalquivir, tal como se contempla en el Plan de Obras y Servicios de la
Confederación de 1929.
A principios de los años 30, de la alta concurrencia de proyectos que se desarrollan algunos de
ellos alcanzan una rápida puesta en obra. Leandro del Moral Ituarte anotó: “El esfuerzo republi-
cano en materia de hidráulica agraria queda simbolizado por la ingente labor desarrollado entre
1931 y 1936 por el ingeniero Manuel Cominges ”7.
Subrayando lo expuesto sobre la importancia concebida a las obras públicas hidráulicas, enume-
ramos los proyectos de canales de riego de la margen izquierda del Guadalquivir: proyectos de
Canales de Riego del Río Genil de su margen izquierda y derecha; los proyectos del Canal de Rie-
1.
go del Arroyo del Salado de Morón; el proyecto de Canales de Riego de la Vega de Carmona; y, el
ya nombrado, Anteproyecto del Canal del Guadalquivir. Todos ellos redactados por el ingeniero
Manuel Cominges y Tapias, y con fechas de presentación entre 1931 y 1933.
Los regadíos de ambas márgenes del Río Genil, riegos contemplados por el ingeniero Enrique
Martínez y Ruiz de Azúa e incluidos en el plan de la Confederación de 1929, forman parte del
Canal del Guadalquivir, entendido como concepto unitario. En 1906 se contemplaban estas áreas
de riego por elevación, pero Cominges las concibe y realiza por gravedad, con toma de aguas en
el Azud del Judío, en el propio Río Genil, aguas arriba de la localidad Palma del Río. Las más de
7.000 hectáreas comprendidas entre su Toma, el Azud del Judío, y la desembocadura del Río
Genil, son dominadas mediante dos canales independientes. El Canal de la margen derecha
desemboca en el propio Río Guadalquivir aguas arriba de la confluencia del Genil. El Canal de
2. la margen izquierda avanza en paralelo al curso del Río hasta su desagüe en el Arroyo Agualora,
aguas abajo de la Presa de Peñaflor. Estas áreas dominadas por riego por gravedad, hoy día se
alimentan desde el Canal del Bajo Guadalquivir mediante elevación como se estableció por Enri-
que Martínez y Ruiz de Azúa en 1906, lo que permite entender que estas áreas forman parte de
los riegos del Canal del Guadalquivir.
Se desarrollan con cierta rapidez los diversos proyectos así como su ejecución. En los años 1931
y 1932 se presentan tres proyectos de ejecución del Canal de la Margen Izquierda del Río Genil
(Toma y Trozo 1º, Tramos 2º y 4º, y Trozo 3º) con una longitud total aproximada de 29 km y el
proyecto único del Canal de la margen Derecha del Genil (Toma y Trozo único). Todos estos pro-
1. Paso superior de la obra de la Toma, Peñaflor. Mayo 1931. yectos fueron redactados por el ingeniero Manuel Cominges y Tapias. La ejecución de las obras
Fuente: CHG
se iniciaron inmediatamente, tal como queda reflejada por el mismo ingeniero en su memoria del
2. Casa Dirección, Peñaflor, Mayo 1931. Fuente: CHG
Este canal domina las 300 hectáreas de riegos ya existentes y una zona de nuevo regadío de otras
5.000 hectáreas. Nace en la Presa del Judío en el Río Genil, a unos 500 m al Este del Cortijo del
Judío, aguas arriba de la desembocadura del Arroyo del Judío, afluente del Río Genil. El proyecto
del Canal se concibe organizado en cuatro trozos que se desarrollan en tres proyectos contiguos.
En el primero de ellos, Toma y Trozo 1ª, el canal recorre sus primeros 9 km en paralelo al Genil
atendiendo a los riegos existentes. A la altura de la localidad de Palma del Río, donde termina el
Trozo 1º, entre el Pkm 9 y 10, y la traza del Canal se desvincula del río Genil, acomodando su curso
en paralelo al canal del Valle Inferior, ya construido.
El Canal, en su continuidad, determinado por el Proyecto Trozo 2º y 4º, y por el Proyecto Trozo
3º, domina una zona de nuevos regadíos de 5.000 hectáreas comprendida entre él mismo y el Río
Guadalquivir, desaguando en el Arroyo Agualora tras recorrer 29 km desde su Toma.
El Proyecto del Trozo 3º, por razones topológicas, se redacta en documento independiente para
dar solución técnica al complejo encuentro y cruce, entre los Pkm 19 y 23, con el meandro de la
Madre Vieja del Guadalquivir y los incidentes topográficos de la Barranca de los Ciegos que la
acompaña por su flanco sur.
El Proyecto de los Trozos 2º y 4º aúnan las alineaciones anteriores y posteriores del Trozo 3º, com-
pletando el desarrollo longitudinal del Canal cuya área de dominio se prolonga unos 5 km más
allá del Arroyo Agualora, mediante la Acequia Nº 5. Estos últimos kilómetros dominan el área
comprendido entre el Canal del Genil, la Acequia y el Canal del Valle Inferior, si bien los anterio-
res kilómetros del Canal, Pkm 12 hasta 28, dominan también las superficies comprendidas entre el
Canal del Valle Inferior y el Río Guadalquivir, que por su mayor altura no podrían ser dominadas
sin elevación, cruzando las acequias principales nº 2, 3 y 4 mediante sifones9.
Los regadíos de este canal se originan para aprovechamiento de las aguas embalsadas por la
construcción de la Presa “Torre del Águila” en el Arroyo Salado de Morón. Este arroyo causa
inundaciones devastadoras, debido a su característica torrencial y avenidas caudalosas, agrava-
das por falta de anchura de cauce y falta de pendiente en su último tramo, alcanzando calificación
de catástrofe, poniendo en peligro las cosechas de las explotaciones agrícolas a los pies de las
estribaciones de la Sierra de Montellano.
“Una de éstas, ocurrida en los primeros días del mes de Junio de 1930, arrasó 7.000 m² de terreno,
matando ganados y destruyendo totalmente las cosechas, además de producir el corte en el fe-
rrocarril de Sevilla a Cádiz y de las dos carreteras que por Los Palacios y por Utrera, unen a estas
poblaciones, motivó el que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a instancia de los
propietarios afectados, decidiera la regularización del río, encargando su estudio al ingeniero de
caminos Manuel Cominges y Tapias”10.
Leandro del Moral ha observado que “Los problemas de salinización de las aguas embalsadas, que
más adelante se manifestarían, escaparon inicialmente a los estudios realizados”11. Para mejorar la
calidad de las aguas de riego, a principios del siglo XXI, se ejecutarán una serie de proyectos para
la interconexión y trasvase de las aguas entre el Canal del Bajo Guadalquivir y el Pantano de Torre
del Águila. Entendiéndose hoy día los regadíos del Salado de Morón como parte integrada en la
concepción unitaria del Canal del Guadalquivir.
El Proyecto del Canal de Riego del Salado de Morón se presenta el 23 de Junio de 1932, redactado
por el mismo ingeniero que suscribió el proyecto de la Presa, Manuel Cominges y Tapias, aproba-
do en Julio del año 1933, y tras su autorización comienza su ejecución en Noviembre del mismo
año. Las obras del Pantano y Canal del Salado obtienen una asignación presupuestaria de tres
millones de pesetas en el Plan de Obras y Presupuestos para el Ejercicio de 193412.
Una nueva avenida a principios de 1936, puso a prueba el planteamiento y ejecución de la presa.
1.
Carlos Conradi Alonso anota a este respecto: “En Febrero de ese año (1936) y estando aún el ma-
cizo por bajo del umbral del aliviadero, embalsó una avenida extraordinaria que hizo las veces de
prueba de presa y, que al regularizar la avenida por los abiertos conductos de fondo, evitó inun-
daciones que hubieran producido daños superiores al coste de las obras”14.
El Canal nace a pie de la Presa de la Torre del Águila y discurre por la margen izquierda del Arro-
yo Salado de Morón, para desaguar en el Arroyo de Las Pájaras. Tras recorrer algo más de 13 kms
con una pendiente de 0,0005, el Canal dispone de dos saltos en su Pkm 4 y 5 respectivamente, sien-
do su capacidad en origen es de 2,5 m³ por segundo y 1,5 m³ por segundo en su final. Revestido de
hormigón en todo su recorrido poseé una sección trasversal de forma trapecial, con taludes de 1/1,
exceptuando los tramos en túnel.
2.
A principios de los años 30 otro gran proyecto de riego de territorios situados en la margen iz-
quierda de la Cuenca Baja del Guadalquivir, se identifica por envergadura. Su trazado y sus áreas
a transformar se disponen con independencia y en paralelo a las del Canal del Guadalquivir. Es el
ambicioso Proyecto de Riego de la Vega de Carmona, de 1932, también redactado por el ingeniero
Manuel Cominges y Tapias.
Los riegos de la Vega de Carmona obedecen a un sistema de riego por elevación. El canal nace en
el Río Genil a altura de la localidad de Écija y se bifurca en dos canales antes del cruce con el Río
Corbones. Ambos dominan un área de 40.000 hectáreas comprendida desde esta bifurcación hasta
alcanzar el municipio de Utrera. Tras el cruce del Río Corbones, el brazo norte del canal se vuelve a
dividir en dos: uno de ellos configura el área ya descrita y el otro se desarrolla en paralelo al Canal
del Guadalquivir para dominar otra superficie de 35.000 hectáreas hasta el Arroyo del Salado de
Morón. Entendemos que el alto coste energético necesario para la elevación de las aguas impidiera
su desarrollo, aunque en los años 50 consta un nuevo intento, que tampoco llegó a realizarse. Pue-
de consignarse este proyecto, no solo por visualizar la dinámica transformadora de los años 30,
sino también porque hoy día partes del área de 35.000 hectáreas están dominadas por elevaciones
desde el actual Canal del Bajo Guadalquivir.
Es destacable el cambio de prioridad que asienta la política republicana respecto a gestión del
agua para riego, potenciando éste frente a la “Reserva de Caudal” para la navegación reclamada
por el Puerto de Sevilla, tal como expresa Leandro del Moral “… a raíz de la gestión ministerial de
Indalecio Prieto, se produce un cambio decisivo en el orden de prioridades de la política hidráu-
lica del Estado en la cuenca baja del Guadalquivir: la paralización del Plan General de Obras del
Puerto de Manuel Delgado Brakenbury y la paralela promulgación de la Ley de Obras de Puesta
en Riego urgente (O.P.E.R., 1932)”16.
Así, por ley, se reducía la hegemonía del Puerto de Sevilla que tanto ha influido en el retraso de la im-
plantación de la transformación agraria a lo largo del siglo XIX; y a su vez se subrayaba la indispen-
sable convivencia de las políticas hidráulicas y de colonización. Por otro lado las estrategias conteni-
das en el Plan Nacional de Obras Hidráulicas de 1933 plantearon el riego como cuestión prioritaria
dentro de los cometidos de las Confederaciones en la regularización de las cuencas hidrográficas17.
El Anteproyecto del Canal del Guadalquivir, que el mismo ingeniero Manuel Cominges y Tapias
redacta en estos años, se incluye tanto en el Plan General de 1933 como en el Plan de Obras y Presu-
puestos para el Ejercicio de 1934. Proyecto que, debido a su importancia, se expone en el siguiente
apartado.
Tras un largo proceso de 111 años, la idea de un canal que fertiliza la margen izquierda del Bajo
Guadalquivir, inicia su andadura hacia una realidad física en el verano de 1930, cuando el enton-
ces Director Técnico de la Confederación Sindical Hidrográfica del Guadalquivir, D. Mariano de la
Hoz, encomienda al ingeniero D. Manuel de Cominges y Tapias la realización de unos detenidos
estudios, tanteos y nivelaciones de precisión para determinar, de una manera completa, la zona
que se podía dominar mediante riego. El proceso, de más de un siglo de ideación, fue largo, con-
flictivo, a veces interrumpido, y con consecuencias negativas para la sociedad y en particular para
los trabajadores del campo andaluz. Cominges describe este momento histórico:
“Estamos, puede decirse, en la hora crítica en que todas las oportunidades se han dado cita para
terminado el periodo de gestación, necesario en este como en todos los fenómenos naturales, ya
madurado y cernido por el tiempo y contrastado por la experiencia, el problema de los riegos y
de la intensa explotación del fértil suelo de Andalucía deje de ser un proyecto para convertirse en
una fecunda realidad”.
Por tanto, a mediados de la breve “Dictablanda” del General Dámaso Berenguer, los anteriores
estudios y planes toman una nueva dimensión para el proyecto de ejecución del Canal.
El documento, recibe la denominación de Anteproyecto del Canal del Guadalquivir. Margen iz-
quierda. (Ampliación y prolongación del actual Canal del Valle Inferior del Guadalquivir) alu-
diendo así a la concepción de un área de entidad única de la margen izquierda del Bajo Guadalqui-
vir, una unidad territorial, concebida por los diversos planes anteriores y en especial en el Plan de
Obras de Riegos en la Región Inferior del Guadalquivir, en el año 1906; manteniéndose por tanto
la margen izquierda como unidad territorial en el tiempo. El Anteproyecto concibe el Canal del
Guadalquivir como el sistema vertebrador de la totalidad de los riegos, incorporando como parte
de ello el ya ejecutado Canal del Valle Inferior.
97
El Plan de Obras de Riegos en la Región Inferior del Guadalquivir de 1906 estableció un área a
transformar de 85.000 hectáreas netas en la margen izquierda del Bajo Guadalquivir. Cominges
segrega de las áreas a dominar las 20.000 hectáreas ya transformadas, por el Canal de Riego del
Valle Inferior que la iniciativa privada anticipó su construcción y puesta en riego.
Así mismo descontó 4.350 ha, las de la margen derecha e izquierda de la desembocadura del Río
Genil incluidas en aquel plan mediante riegos por elevación. A principios de los años 30 los pro-
yectos redactados por Cominges contemplan el riego de estas áreas por gravedad con Toma de
Aguas del Genil, cuyas obras estaban ejecutándose. También quedan sin contemplarse otras 5.885
hectáreas de transformación por riego por elevación sitas en el Término de Utrera2.
En resumen Cominges en la memoria del Anteproyecto expresa: “Quedaba así la total dominable
con agua rodada, por un canal que partiría de Peñaflor y alcanzaría hasta Lebrija, reducida a unas
75.000 hectáreas.”
Las principales áreas de aumento son: la 4ª Sección de Marismas, Isla Menor del Guadalquivir, te-
Portada del documento original del Anteproyecto del Canal del rrenos de Marismas no incluidas en las concesiones de 1929, la parte más baja del Valle, de Lebrija
Guadalquivir. Margen izquierda. Ampliación y prolongación y Trebujena, y el ensanchamiento de las áreas previstas por un más preciso ceñimiento del canal a
del actual Canal del Valle inferior del Guadalquivir, ingeniero
D. Manuel de Cominges y Tapias, 1933. las condiciones naturales del territorio.
Fuente: CHG
Como consecuencia se proyecta para el cruce del Canal una presa de tierra en el Corbones asentán-
dolo en bancada en su talud. Presa que embalsa y regula las aguas del río disponiendo una reserva
anexa al Canal para el riego.
1.5. Anteproyecto del Canal del Guadalquivir. Margen izquierda. Ingeniero Manuel Cominges y Tapias, 1933.
99
Cominges traza un canal de unos 196 km de longitud desde Peñaflor hasta el Puerto de Bonanza
en Sanlúcar de Barrameda. Parte del mismo punto de origen aguas abajo de la desembocadura del
Río Genil y aguas arriba de Los Arenales, frente a Peñaflor en proximidad del Cortijo de la Verdu-
ga, ya definido en 1906 y en 1907 trazado con precisión4.
Este punto, también origen del Canal del Valle Inferior, es asumido por Cominges y señala a este
respecto: “partiendo del punto de origen, con supremo acierto elegido por D. Enrique Martínez”.
Los primeros 35 km del Canal se proyectan con sección única, tanto para el ya existente canal del
Valle Inferior como para el nuevo, salvando el cruce con el Río Corbones mediante una presa de
tierra, que genera un embalse lateral de unos 85.000.000 m³ de capacidad útil. Este primer tramo
termina en otro embalse, de menor dimensión, mediante una obra cerrada de tierra, en el barran-
co del arroyo Adelfa, permitiendo la separación de los vasos de los dos canales, y desplazando el
nacimiento del nuevo canal convenientemente para su cruce con la línea férrea de Carmona. Para
mantener la misma pendiente en el nuevo canal, ambos vasos, hasta el Pkm 53, en paralelo solo
separados por un malecón central.
La diferencia de altura de rasantes de las láminas de agua alcanzadas y la topografía del terre-
no obliga la separación de ambos trazados. El nuevo Canal sigue ganando altura consiguiendo
dominar terreno propio, hasta alcanzar el cruce con el Río Guadaira en su Pkm 79. Este cruce se
salva por una obra especial, un salto doble con esclusas que capacita el enlace con el Puerto de
Sevilla. Tras cruzar el Río Guadaira el canal se asienta al pie de las estribaciones que corren desde
Alcalá de Guadaira hasta Dos Hermanas y atraviesa en su Pkm 119 el Arroyo Salado de Morón
deslizándose por el pie de Las Cabezas de San Juan, Lebrija y Trebujena, para desembocar en el
Guadalquivir, en Bonanza.
Fragmento del Plano del Canal y de la Zona Regable, Antepro-
yecto del Canal del Guadalquivir, ingeniero D. Manuel de Co- Además de los tres cruces considerados por Cominges “importantes”, Corbones, Guadaíra y el
minges y Tapias, 1933.Fuente: CHG
Arroyo de Salado de Morón, el Canal salvará otros 20 arroyos y barrancos menores y muchos otros
Fragmento del Plano Perfil Longitudinal, Anteproyecto del
Canal del Guadalquivir, ingeniero D. Manuel de Cominges y aún menos importantes y vaguadas, que no se enumeran5.
Tapias, 1933.Fuente: CHG
El Canal se divide en 4 Secciones; la primera sección desde su origen hasta el cruce con el Río
Guadaira con una longitud de 79 km; la segunda sección del canal hasta la altura de Las Cabezas
de San Juan con 69 km; la tercera sección hasta la altura de Lebrija con 16 km y la cuarta sección
con 32 km de longitud hasta su desembocadura en el Río Guadalquivir. Estas 4 Secciones fijadas
en los puntos kilométricos, 79, 148, 164 y 196, coinciden con la topografía y las condiciones propias
de una canal de riego de características navegables. La depresión topográfica del valle Guadaira
en Pkm 79 pauta el final de la primera sección. La proximidad de las estribaciones de la divisoria
entre los ríos Guadalquivir y Guadalete en el Pkm 148, define el final de la segunda. La conve-
niencia geométrica de la ubicación de una derivación caudalosa de alimentación de la 3ª Sección
de Marisma en el Pkm 164 limita la tercera sección, para finalizar la cuarta en el río Guadalquivir
aguas arriba del puerto de Bonanza en el Pkm 196. Origen, Guadaira, Las Cabezas, Lebrija y Bo-
nanza también son las ubicaciones precisas de las cinco esclusas que son los elementos principales
de compatibilidad naviera del canal de riego.
El Canal se proyecta con una pendiente que disminuye con el factor 0,5 por tramos coincidentes con
las secciones anteriormente descritas. La sección primera se proyecta con la pendiente de 0,0002;
la segunda con 0,0001; la tercera con 0,00005; y la última de nuevo a la mitad de la anterior con
0,000025. Cominges razona esta secuencia de pendientes para el perfil longitudinal del canal con
argumentos adaptados a cada uno de sus tramos: Su primera parte adopta la pendiente de 0,0002
por ser la existente del Canal del Valle Inferior, que comparte sección común hasta el Pkm 35. Esta
pendiente se considera la mas adaptada a las condiciones topográficos del terreno, dado por fijo
el punto de arranque. Se conserva esta pendiente por conveniencia de la navegabilidad del canal,
hasta el Río Guadaira. Las pendientes de las tres siguientes secciones disminuyen siempre a la
mitad de la anterior, por razones topográficas y cada vez ser más favorable para la navegación. En
cada una de las secciones se consideró las velocidades del agua para la navegabilidad y el riego7.
La cantidad de agua que debe ser transportada por el canal se estudia en varios apartados de la
Memoria pero al ser un anteproyecto se establecen de manera genérica los volúmenes necesarios
1.5. Anteproyecto del Canal del Guadalquivir. Margen izquierda. Ingeniero Manuel Cominges y Tapias, 1933.
103
Para el cálculo del volumen de agua necesario para transformar una superficie bruta de 116.000
hectáreas se aplicó un coeficiente de reducción de superficie para establecer la neta aprovechable
para el riego, restándose los cauces de arroyos, ríos, caminos y viviendas. La experiencia deduci-
da del Valle Inferior arroja un coeficiente de reducción de 0,83, aplicable, por analogía, a toda la
superficie, exceptuando las de las Sección de Marisma e Isla Menor que, por conocimiento directo,
pudo fijarse un coeficiente más favorable para la explotación de 0,91. Así, la superficie neta que ha
de recibir agua quedó determinada en unas 100.000 hectáreas.
El Servicio Agronómico estableció unos 8.215 m³ por año de agua por hectárea, lo que suponía
821.500.000 m³ por año para la transformación completa. De estos cálculos aumentados en un 20%
por pérdidas, se estableció la necesidad de un embalse de 1.000.000.000 m³ anuales.
Perfil Longitudinal, Anteproyecto del Canal del Guadalquivir, Siendo desigual a lo largo del año el consumo de agua para la irrigación para los meses de mayo
Ingeniero D. Manuel de Cominges y Tapias, 1933. [Escalas: Ver-
tical 1: 400, Horizontal 1:100.000] y agosto se calculó el caudal máximo de 0,573 litros por segundo y hectárea, aumentándolo en un
Fuente: CHG
Antes de proceder a pormenorizar la procedencia del agua para la alimentación del canal convie-
ne introducir una breve reseña del principio ancestral de irrigación. Este se basa en la conversión
de aguas que discurren libremente por los ríos, aguas salvajes, en aguas domesticadas mediante
obras hidráulicas de presas. Una presa que embalsa agua cuantificable en m³ permite su desembal-
se controlado y su precisa conducción y reparto para fertilizar un territorio determinado. De este
modo se establece una relación matemática entre volumen de agua y superficie de terreno; Una
relación directa entre m³ y m²; entre lo natural y lo dominado. Son múltiples los vestigios históri-
cos que hacen pensar que de esta relación nacen aspectos culturales tan transcendentales como la
escritura o la matemática10.
A principios de los años 30, la cuenca del Guadalquivir, se encontraba en pleno desarrollo de su
regularización, habiéndose establecido un caudal mínimo de paso en Peñaflor de 9 m³ por segun-
do, caudal que requiere ser garantizado, mediante las presas contempladas del “Salto de Jándula”
ya finalizada su construcción, la de “La Breña” en proceso de construcción, y las de “Iznajar”,
“Valdeinfierno” y “La Perrera” en fase de proyecto o estudio avanzado.
1.5. Anteproyecto del Canal del Guadalquivir. Margen izquierda. Ingeniero Manuel Cominges y Tapias, 1933.
105
“Pantano de La Breña” de 115.000.000 m³, en el río Guadiato, asignado por el plan de 1906
íntegramente al riego de las áreas del Valle Inferior con capacidad de aporte interanual
de 80.000.000 m³;
Siendo insuficientes estas aportaciones se contemplaban otros dos pantanos en avanzado estudio:
Con la suma de estos cinco pantanos Cominges obtiene una aportación anual prácticamente per-
manente de 930.000.000 m³, la cual sería complementada con la del embalse propio del Canal
del Guadalquivir, que se proyectó en el Río Corbones. Este embalse tendría una capacidad de
85.000.000 m³, con 70.000.000 m³ para fines de riego.
Una vez garantizada la procedencia y volumen del agua necesario de 1.000.000.000 m³ y estableci-
do el caudal máximo de 70 m³ por segundo en origen del canal, fue necesario el estudio de las cotas
de la lámina de agua para determinar su perfil longitudinal, siendo la ordenada de la coronación de
la Presa de Peñaflor de 43,00 m sobre nivel de mar el nuevo canal nace respetando la cota de la lá-
mina de agua del canal existente de 42,80 m, una vez pasado el abocinamiento de la Obra de Toma.
Tras un recorrido de 79 km, al llegar al cruce del Guadaira, dada la pendiente de 0,0002 adoptada,
la ordenada de la lámina de agua será 27,00 m y pasado este río era necesario dar un salto de 7,00
m por situarse el trazado a pie de las estribaciones existentes y por ello debiéndose fijar la ordena-
da de salida del cruce en 20,00 m.
La tercera sección del canal con la pendiente de 0,00005 recorre 16 km y termina con la ordenada
de 7,20 m, y para alimentar un canal derivado que ha de fertilizar la 3ª Sección de Marismas se pro-
duce el tercer salto de 3,20 m que establece la cota de 4,00 m como arranque de la cuarta y última
sección. Tras recorrer 32 km con la pendiente mínima de 0,000025 finaliza con la cota 3,20 m en la
margen izquierda del Guadalquivir.
Un aspecto de suma importancia es la adopción, como solución más económica, de la Sección Tipo
para el vaso del canal constituido por cajeado trapezoidal del terreno moldeado y coronado con un
revestimiento parcial de hormigón, a la altura de la lámina de agua, formando una banqueta en L
anclada mediante estacas al terreno11.
De nuevo es la experiencia del Canal del Valle Inferior la que proporcionó la solución técnica pre-
cisa para esta determinación, observándose que la erosión se produce en sus taludes laterales a la
altura de la lámina de agua, siendo la altura de 1 m propuesta para revestimiento de coronación
la de la variación del nivel de agua y del oleaje que produciría la navegación. Si bien inicialmente
estaba previsto el revestimiento total del canal los detenidos estudios realizados desvelaron mayor
economía con la referida solución proyectada, considerándose un ahorro entre el revestimiento
total del vaso de 37 millones de pesetas.
El canal en su sección transversal consta de dos taludes laterales de uno y medio de base por uno
de altura, la misma inclinación del Canal del Valle Inferior y su solera se proyectaba con una incli-
nación hacia el centro alcanzado la lámina de agua los 3,00 m máximos. Sí bien el Canal del Valle
Inferior contaba con solera horizontal, la inclinación proyectada permite, como ventaja, conservar,
Fragmentos de Plano Secciones del Canal, Anteproyecto del en el tramo compartido, el revestimiento de uno de los taludes laterales. La solución adoptada
Canal del Guadalquivir, Ingeniero D. Manuel de Cominges y
Tapias, 1933. [Escala 1:100]
para la sección del nuevo canal y su coincidencia con la sección del ya construido Canal del Valle
Sección nº 2 es Sección tipo en trinchera, para tramo continuo Inferior, permitía el aprovechamiento de uno de los taludes de este último para desarrollar, agran-
a Pkm. 38.
Sección nº 9 es Sección Tipo sobre terraplén para tramo de los dando el vaso, el tramo común de ambos canales. Esta sección transversal trapezoidal, análoga a
últimos 32 km.
Fuente: CHG
los cauces de aguas naturales produce un conveniente equilibrio en “las tierras bajo el agua”.
1.5. Anteproyecto del Canal del Guadalquivir. Margen izquierda. Ingeniero Manuel Cominges y Tapias, 1933.
107
Respecto a las secciones mínimas del Canal para la navegación se contemplaba en el caso más
desfavorable como sería el paso mediante puente de cruce sobre el canal, tipo con pilar central. La
lámina medida a flor de agua se estima en 19.00 m y el gálibo en 3.50 m por encima de la altura del
agua. Banquetas a los lados del canal para dos pasos de 4,00 m de ancho x 3.30 m de alto. La luz de
cada uno de sus ojos, medida desde un estribo a la pila central, 14.70 m. Canto de la viga y tablero
1.20 m y gálibo total desde el fondo del canal a la viga, en el lateral de la pilastra central 7.20 m.
Así se reserva el espacio para el paso de una barcaza de transporte cuya sección total ocuparía una
envolvente de 5.00 m de ancho por 6.30 de alto, a cada lado de la pila para los cruces de las embar-
caciones de transportes.
La navegabilidad.
1.5. Anteproyecto del Canal del Guadalquivir. Margen izquierda. Ingeniero Manuel Cominges y Tapias, 1933.
109
• La Esclusa Nº 2, de 7,00 m, se ubica en el Valle del Guadaíra, conectando las Secciones 1ª y 2ª.
Esta obra se acompaña de otra esclusa de 5,00 m, que conecta el Canal con el Río Guadaíra,
proponiéndose su canalización, y establecer así un enlace navegable con el Puerto de Sevilla.
• La Esclusa Nº 5 situada aguas arriba del Puerto de Bonanza, configura la desembocadura del
Canal en el Río Guadalquivir, resolviendo el salto máximo de 3,20 m; salto condicionado por
las carreras de mares.
Sobre el Canal, que prioritariamente se concebía para el riego, pero que por su magnitud ofrecía
un holgado marco geométrico que permitía su navegabilidad, Cominges insiste en su viabilidad,
facilidad y conveniencia de esta adaptación, al ser el transporte de mercancías por embarcaciones
la más económica, y para ello calcula la posible demanda. Una región agrícola de más de 200.000
hectáreas, que generará más de 4.000.000 de toneladas anuales de productos, necesitaría una sali-
da para su importación y exportación directa hacia el Puerto de Sevilla12.
Por otro lado también estima los efectos indiscutibles para un desarrollo industrial que conllevaría
la navegabilidad del Canal que, además de la transformación por riego del territorio, dotaría de
grandes aéreas industrializadas y en especial a las vinculadas a Sevilla y su Puerto, al Puerto de
Bonanza, al del Embalse de Adelfa con su cruce estratégico de las líneas ferroviarias en Guadajoz,
y al situado en las inmediaciones de la Presa de Peñaflor. Lo que alumbraría un mayor beneficio y
bienestar para toda esta región del Bajo Guadalquivir.
1.5. Anteproyecto del Canal del Guadalquivir. Margen izquierda. Ingeniero Manuel Cominges y Tapias, 1933.
111
Definidos los plazos de ejecución y transformación en 40 años como base para el cálculo del gasto
y del beneficio, teniendo presente sus desfases en tiempo, y ello con arreglo a la Ley de 7 de Julio
de 1911 en vigor que establece que el Estado debe contribuir con un auxilio del 50% del importe,
se desglosan las diversas cargas económicas, previéndose el plan de financiación por importe,
intereses y plazos mediante la emisión de empréstitos para la carga que al Estado corresponde,
según los siguiente conceptos:
El presupuesto de las obras del Canal y la parte alícuota de los embalses alimentadores, alcanza
la cifra de 180.000.000 pts.
Aumentando las partidas correspondientes a las obras de distribución del agua, nivelación y aban-
calamiento de las tierras, utillaje de la zona, equipo hidroeléctrico y obras complementarias de la
navegación, se llega a la cifra total de desembolso necesario para la explotación racional de la obra
de 300.000.000 pts.
Claro está que esta última cifra no mide más que la riqueza contabilizable, parte ínfima de la
producción, pues la inmensa, pero difícilmente traducible en números, radica en el paulatino en-
riquecimiento de la tierra a medida que se va acumulando trabajo sobre ella y en el intensísimo
desarrollo que al amparo de estos regadíos, y favorecido por circunstancias extraordinariamente
favorables, tendrá la industrialización de los productos de la zona. Esta riqueza valorada grosso
modo se ha encontrado ser del orden de los 5.000.000.000 pts.
En la hipótesis de ejecución de la obra por medio de un empréstito que proporcione los necesarios
recursos financieros, puede el Estado quedar libre totalmente de la carga que le corresponde, con
el pago durante veinticinco años de una anualidad de 4.200.000 pts.
(Hay que tener en cuenta que solo el aumento de contribución del riego sobre secano asciende en
la totalidad de la zona a 6.400.000 pesetas anuales).
Durante los 15 años de la construcción del canal se produciría, por la generación de puestos de
trabajo y, más aún, los que se generarían para la transformación de las tierras alcanzándose 40
años de empleos en la región, arrojarían beneficios muy considerables. Pero el mayor beneficio res-
pecto a la transformación se espera “de los que de una manera permanente queden fijos al suelo,
terminada esta”. Partiendo de estas estimaciones, se calcula el importe del aumento de la cuantía
total de los jornales a emplear en la explotación de las tierras transformadas en 40.000.000 pesetas
anuales (50.000.000 pts. contando con la zona del actual canal C.V.I.), estimando en 50.000 familias
las que podrían alcanzar un digno estado de bienestar, sin contar los beneficios que supondría la
industrialización inducida.
Como corresponde a un proyecto de estas magnitudes su ingeniero autor Manuel Cominges y Ta-
pias, valora “(…) los beneficios sociales tanto o más importantes que los beneficios económicos.”.
1.5. Anteproyecto del Canal del Guadalquivir. Margen izquierda. Ingeniero Manuel Cominges y Tapias, 1933.
113
Arroyo Salado de Morón, Arroyo de las Culebras, Arroyo de Bodegón de las Cañas, Arroyo Almo-
nazar, Arroyo de Culebras, Arroyo de San Juan, Arroyo Mascardo y Caño de Trebujena, de 200 m
de longitud cada uno.
Arroyo Madre Vieja, Arroyo Madre Fuentes, Arroyo Aguadora, Arroyo Azanaque, Arroyo Guada-
joz y Arroyo de la Pájara, de 150,00 m de longitud cada uno.
Arroyo Garci-Pérez, Arroyo del Ciervo, Arroyo Espartales, Barranco del Hornillo, Barranco del
Puerco, Barranco Tablón Real y Barranco de las Piedras, de 100,00 m de longitud cada uno.
200 obras de desagüe. 5 cruces con líneas férreas. 12 cruces con carreteras. 170 pasos de servidumbre.
Secciones del Canal, Hoja Nº3 del Anteproyecto del Canal del Embalses alimentadores:
Guadalquivir, ampliación y prolongación del actual Canal del 6 embalses alimentadores: Presa de Jándula, Presa de Iznajar*, Presa del Guadalmena, Presa del
Valle Inferior del Guadalquivir. Ingeniero Manuel Cominges y
Tapias. 1933. Guadalen, Presa del Guaridas y la ya nombrada Presa del Corbones. Total de aguas en embalse
Uso:
Canal de riego, de navegación y de explotación hidroeléctrica.
Superficie de transformación:
116.000 hectáreas (bruto).
100.000 hectáreas (neto) por gravedad.
Posibles 15.000 hectáreas por elevación.
Costes:
Canal y la parte alícuota del de los embalses alimentadores: 180.000.000 pts.
Total incl. transformación, navegabilidad y equipamiento hidroeléctrico: 300.000.000 pts.
1.5. Anteproyecto del Canal del Guadalquivir. Margen izquierda. Ingeniero Manuel Cominges y Tapias, 1933.
115
El Anteproyecto del Canal del Guadalquivir redactado por el ingeniero Manuel Cominges y
Tapias, expuesto en el capítulo anterior, y firmado el 31 de marzo de 1933, fue aprobado por la
Dirección General de Obras Hidráulicas mediante Orden Ministerial de 11 de enero de 1935.
Esta aprobación autorizaba a la Delegación de los Servicios Hidráulicos de la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir a disponer los presupuestos para los estudios necesarios y pro-
yectos parciales de las distintas partes de la obra con las siguientes prescripciones:
b. Simultáneamente se estudiarán los límites de la zona a que pueda afectar este regadío teniendo
en cuenta las acequias altas que puedan derivarse antes de los saltos en cada zona.
c. El canal una vez conocido el caudal necesario se proyectará independiente en toda su exten-
sión del llamado Canal del Valle Inferior del Guadalquivir.
d. Se estudiarán las pendientes, velocidades y obras de fábrica teniendo en cuenta las necesida-
des del riego en primer término, pero acomodándolas a la de navegación con barcaza de 300
a 500 toneladas como máximo y con el carácter de navegación intermitente, o sea en la época
conveniente para el riego.
Por lo tanto, se consideraba la triple función del Canal proyectado en este Anteproyecto y por
interés de los desarrollos futuros, haciendo mención a la navegación, aunque esta función estaría
limitada a los tiempos de riego. Lo que afectaría exclusivamente a la gestión de agua y no a las
infraestructuras a ejecutar, las cuales permitirían una navegación continúa si en un futuro así
Boletín Oficial de la Provincia de Sevilla de 1937 y 1941.
precisara.
117
A principios de diciembre del año 1937 se publica el Anteproyecto para su Información Pública en
los Boletines Oficiales de las provincias por las cuales discurre el trazado del Canal del Guadalqui-
vir; Córdoba, Sevilla y Cádiz.
• Ampliación de la Toma de Agua del actual Canal del Valle Inferior del Guadalquivir.
• Conserva la misma altura de presa, aumentando la capacidad de la Toma en 70 metros cúbi-
cos /s.
• Nuevo Canal adosado y con vaso independiente discurriendo en paralelo al canal existente en
su comienzo.
Se anuncian las diversas soluciones técnicas proyectadas como la presa de tierra con pantano en el
Río Corbones, la presa de tierra en el Arroyo Adelfa, los cruces con el ferrocarril y los cruces con
las principales carreteras, describiéndose el nuevo canal con su longitud de 196 kilómetros com-
prendidos entre la Toma, aguas arriba de la Presa de Peñaflor, y su desembocadura, próximo a
Bonanza del término municipal de Sanlúcar de Barrameda. Termina la nota publicada subrayando
la condición de navegabilidad:
“El Canal ha de ser navegable para barcazas de 300 a 500 toneladas como máximo desde la Presa
de derivación hasta Bonanza con puerto fluvial en el Guadaira, que se canalizará hasta unirlo con
el Puerto de Sevilla en la Corta de Tablada y para ello se disponen esclusas a lo largo del Canal y
en el Guadaira.”3.
Año y medio después, estando en ejecución en su tramo intermedio, Sección VI del Canal del Bajo
Guadalquivir se abre un nuevo periodo de Información Pública al no incluirse en el proyecto la
condición navegable del canal, sin tampoco recibirse alegaciones5.
En cumplimiento de estas imposiciones el ingeniero Carlos Conradi Alonso proyecta el Canal del
Bajo Guadalquivir, aludiendo a dos mejoras al suprimir su condición navegable:
Como primera mejora destaca la fertilización de la tierra: “… nos permite conservar la pendiente
de todo el trazado que nos da velocidades en el canal… que oscilan entre 1,37 m/s y 1,00 m/s con lo
cual habrá que tener sedimentaciones de limo que arrastran las aguas y que irán integro a regar las
tierras regadas. Para el canal navegable en cambio las velocidades variaban de 0,97 a 0,25 m/s, lo
que daría lugar a sedimentaciones, que además de restar limo a las tierras daría origen a depósitos
en el canal que dificultarían la explotación y encarecería su sostenimiento.”
Como segunda ventaja enumera la economía: “… el coste de la ejecución material por kilómetro de
canal no navegable será inferior a 700.000 pesetas… el coste total del canal resulta 109.200.000 pe-
setas. Ahora bien, en el canal navegable anteproyectado… el coste del Canal Principal escuetamen-
1.6. Modificación del Anteproyecto del Canal del Guadalquivir 1933 y 1941.
119
Pese a las decisiones tomadas en firme por la Superioridad, aceptadas y justificadas como mejo-
ras por Conradi años más tarde consideró: “Pero al desecharse definitivamente el Anteproyecto
de Canal navegable de Cominges se perdió a mi juicio la mejor oportunidad para la navegación
fluvial”7.
La decisión de canal no navegable, la cual no se ha podido documentar, impidió otro orden terri-
torial, otro paisaje y otro desarrollo socioeconómico de la región, sin poder valorar hoy con justa
precisión la decisión tomada. Resulta evidente que las riquezas creadas por un canal navegable
hubieran generado otro orden económico y social, pero también es evidente que la realidad del
conflicto bélico que asoló España y sus consecuencias devastadoras hacen entendible, por errónea
que nos pueda resultar, una actuación hacia una economía de resultados inmediatos y tangibles,
como los obtenidos por el canal de riego del Valle Inferior.
A pocos días de la publicación de la Información Pública del Anteproyecto, el Presidente del Con-
sejo de Administración de la Compañía de las Marismas del Guadalquivir, S.A., Don José de Ho-
yos y Vinent, Marqués de Hoyos, se dirige mediante carta a la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir exponiendo el “gran interés de su pronta ejecución”, por estar “preparada para el
riego las secciones, primera, segunda y tercera, con una cabida total de veinticinco mil hectáreas
… habiendo realizado … obras costosísimas para su desecación, saneamiento y puesto en riego
… vea si hay forma de construir el canal en su tramo inferior, con sección para las necesidades
inmediatas…”.
Sin exponer alegaciones al Anteproyecto sugiere, por un lado, que se inicie la construcción del ca-
nal por un tramo, futura Sección VI, proponiéndose su alimentación por la elevación de aguas del
Guadalquivir, proyecto que se redactará a principios de los años 40 y cuyas obras no se ejecutaron
y por otro lado no contempla necesaria la navegabilidad.
La Compañía propone adelantar los gastos para redacción del proyecto de construcción del tramo
inferior del Canal no navegable y asumir los gastos de Estudio y Proyecto de Obras de Elevación
de Aguas, subrayando su interés de la rápida construcción para el riego de las tierras concedidas
y ya preparadas de la Compañía, y así expone:
Lo que pone de relieve la falta de recursos económicos de la Confederación Hidrográfica del Gua-
dalquivir en estos precisos momentos, que contesta a la Compañía, con inmediatez, mediante un
extenso informe que expone con claridad el anteproyecto del canal navegable, adjuntando plano a
escala 1:200.000; pero también se cuestiona la conveniencia de mantener la navegabilidad al con-
siderar: economía, mantenimiento del canal por depósitos debidos a la reducida pendiente en su
tramo final, disposición de vía navegable en paralelo a la ría del Guadalquivir e infraestructuras
existentes de carreteras de firmes especiales y líneas ferroviarias9.
Queda por referir las concesiones dadas por Real Decreto de 29 de abril de 1925 a la Sociedad
Anónima “Canalización y Fuerzas del Guadalquivir”, basadas en el proyecto del ingeniero Car-
los Mendoza y Sáez de Argandeña, de 14 de marzo de 1919. Esta concesión se extendía a lo largo
del Río entre Córdoba y Sevilla y su regularización y explotación contemplaba la construcción
de 11 saltos con esclusas que nivelan el Guadalquivir con el aprovechamiento para la producción
hidroeléctrica y de riego. Unas concesiones que por su naturaleza pudieran generar un conflicto
de intereses respecto a la navegabilidad del canal, ya que formulaba también la regularización del
propio Río Guadalquivir para ser navegable10.
A principios de los años 50, dicho conflicto queda consignado en un informe del Ingeniero Jefe de
la Sección de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, exponiendo que aquella Concesión
tuvo considerable influencia sobre la decisión de la monofuncionalidad del nuevo Canal11.
Estando en la antesala de la construcción del Canal y para mejor comprensión de los desarrollos
de la misma, aflora otro aspecto de interés, como es la urgencia y prisas para el desarrollo de los
proyectos y su ejecución, que manifiestan documentos de los últimos años de la década de los
30. Al pujante interés de la Compañía de las Marismas del Guadalquivir S.A. se suman intereses
superiores relacionados con la implantación de los Servicios de Colonias Penitenciarias Militari-
zadas, que necesita lugares de trabajo para el empleo de presos. Esta urgencia queda manifestada
en documentos vinculados al proyecto de ejecución, como secuencia de comunicados por parte de
la Confederación y del ingeniero autor del proyecto Carlos Conradi, que informan del desarrollo
del proyecto.
1.6. Modificación del Anteproyecto del Canal del Guadalquivir 1933 y 1941.
121
1.6. Modificación del Anteproyecto del Canal del Guadalquivir 1933 y 1941.
123
El 20 de julio de 1939, Carlos Conradi reclama el estudio agronómico comunicando que los es-
tudios preparatorios para la confección del Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir en el trozo
encomendado se encuentran terminados y “… siendo particularmente urgente la determinación
por el Servicio Agronómico de los caudales y volúmenes necesarios para el riego, pues sin dichos
datos es imposible fijar la sección trasversal del Canal”13.
Este servicio, prácticamente desmantelado a causa de la guerra civil, como manifiesta en carta
de contestación al día siguiente, no ha podido atender este estudio “… tan reiteradamente solici-
tado…”, y realiza el 11 de agosto de 1939 la entrega de los datos para el cálculo del canal en un
Avance del Informe Agronómico14.
En diciembre del mismo año, se entrega el primer Proyecto de Ejecución de la Sección VI, aten-
diendo a la posibilidad de la pronta aportación de aguas a las tierras de las Secciones de Marisma
y esta será ejecutada mediante la contratación de los Servicios de Colonias Militarizadas Peniten-
ciarias, con su primer Campo en la finca de La Corchuela, en el Término Municipal de Dos Herma-
nas. Finca situada próxima al inicio de la Sección y de las obras del Canal del Bajo Guadalquivir.
El propio ingeniero Carlos Conradi recoge en la memoria su proyecto para la Sección VI, la urgen-
cia de estas obras:
“… la Superioridad estimó que por razones de urgencia debía presentarse primeramente el Pro-
yecto de la parte de la obra, cuya ejecución podría permitir poner en muy breve plazo en riego
grandes zonas, de las que la mayor parte, como son las dos primeras secciones de Marismas, están
ya en condiciones de recibir agua, es decir la Sección VI de las ocho…”
“… que atendiendo a las razones de urgencia de presentación del proyecto hemos desglosado de
él el Acueducto con que atraviesa el Canal el Arroyo de San Juan y sus tramos de acceso… exige
un detenido estudio y será objeto de proyecto aparte”17.
Y en carta de 29 de mayo de 1940 en la que comunica las modificaciones en obras de cruce del
canal escribe:
“La urgencia con que se redactó el Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir, Sección VI no per-
mitió un estudio detallado de las cuencas y aportaciones de todos los arroyos y vaguadas que el
Canal cruzaba en su trazado. Aprobado el Proyecto y en ejecución las obras se estudian con más
detenimiento… con objeto de comprobar si la capacidad de desagüe de la obra de cruce proyecta-
da se amolda a las necesidades del arroyo o si por el contrario es desproporcionada por exceso o
defecto”18.
Tanto las circunstancias históricas del momento y los cambios del poder político y su intereses,
modificaron sustancialmente el Anteproyecto del Canal del Guadalquivir de 1933, que fue fruto
1.6. Modificación del Anteproyecto del Canal del Guadalquivir 1933 y 1941.
125
En sus apreciaciones técnicas de los proyectos iniciales sus autores expresaron, que deberían con-
tarse con contratas cualificadas, prescindiendo del empleo del sistema de rendición de pena para
la ejecución de las obras, si bien partes de estas fueron ejecutadas por este sistema de contratación,
por orden de la superioridad, que además de la incuestionable inmoralidad intrínseca, fue causa
de aumentos de presupuestos y de plazos desorbitados. A pesar de modificaciones técnicas de
poco impacto, el presupuesto de la Sección VI prácticamente se duplicó y el plazo de ejecución de
la misma se quintuplicó21.
La ejecución de partes del Canal mediante el empleo de presos ideológicos o políticos, y el trabajo
forzado en concepto de “rendición de pena”, arroja una oscura sombra sobre todas aquellas obras
que fueron ejecutadas de este modo y en aquella época. Teniendo al alcance la cualificada investi-
gación interdisciplinar publicada, El Canal de los Presos (1940-1962), remitimos a ella, en la que se
exponen, con detallada profundidad, los hechos y olvidos referentes a las diversas circunstancias
que rodean este periodo22.
1.6. Modificación del Anteproyecto del Canal del Guadalquivir 1933 y 1941.
127
En 1939 el ingeniero Carlos Conradi Alonso redacta el primer proyecto de ejecución, la Sección VI,
y el trazado del Canal del Bajo Guadalquivir en toda su longitud. Los antecedentes principales,
expuestos en capítulos anteriores son: el Proyecto de Transformación de la Cuenca Baja del Gua-
dalquivir en su margen izquierda, mediante canal de riego del Plan de Obras de Riego, de 1906,
ingeniero Enrique Martínez y Ruiz de Azúa; las segregaciones del mismo del Canal del Valle Infe-
rior con 20.000 hectáreas de superficie transformada; y los de los Canales de las márgenes del río
Genil con 8.000 hectáreas, ingeniero Manuel Cominges y Tapias en 1931 y 1932; el Anteproyecto
del Canal del Guadalquivir de 1933 del mismo ingeniero, con su triple función de riego, navega-
ción e recurso hidroeléctrico y las decisiones tomadas respecto a este último2.
Con el nuevo proyecto la Confederación consigue iniciar la obra “… a nuestro juicio la más impor-
tante de las que debe realizar la Confederación” que por su importancia, se ha tenido en cuenta en
todos los Planes Hidráulicos de España.
Se redacta un canal de riego con trazado independiente que comprende un desarrollo longitudi-
nal de 156,8 km, por tanto 40 km menos que el anteproyecto anteriormente aprobado. El Canal
discurre desde la Toma, aguas arriba de la Presa de Peñaflor, hasta su terminación próxima a la
carretera de Lebrija a Trebujena, donde bifurcan las dos acequias principales que han de transfor-
mar las Marismas en las inmediaciones del Caño de Trebujena. El proyecto predefine las obras de
14 acueductos, 10 sifones y 1 presa de tierra, y un presupuesto de 109.200.000 pesetas, dividiendo
el canal en ocho Secciones, y la zona dominada y transformada es de 65.355 hectáreas netas son
agrupada inicialmente en tres áreas: zona superior, zona de marismas y apéndice o marismas aún
no defendidas3.
El documento redactado es el Proyecto Ejecución de la Sección VI, tramo intermedio capaz de dar
servicio de riego a las primeras dos Secciones de Marismas, alimentado mediante la elevación de
aguas del Guadalquivir a la altura de la Punta del Verde. También establece, tanto gráficamente
como en la memoria de un modo genérico, las pautas de la totalidad del Canal.
129
Frente a la pendiente variable que definía el canal navegable, de 0,0002 que disminuye hasta
0,000025, la nueva pendiente elegida es constante, de 0,0002, por ser la pendiente óptima para un
canal de riego, y coincídente con la del Valle Inferior. En las fábricas de cruce, como acueductos o
sifones, se fuerza la pendiente a 0,0004, para poder reducir así la sección de las mismas, generán-
dose velocidades de aguas rodadas que oscilan entre 1,37 y 1,00 m/s, frente a las del canal nave-
gable que oscilarían entre 0,97 y 0,28 m/s, evitándose sedimentaciones en el canal y arrastrando el
limo a las tierras, reduciendo costes de mantenimiento y de fertilizantes artificiales.
Las alineaciones curvas se fijan con radio mínimo de 200 m, siendo de 300 m la del canal navega-
ble, lo que permite una acomodación del trazado con mayor flexibilidad y proximidad al terreno
natural, optimizando el desarrollo longitudinal.
El vaso del canal se proyecta revestido de hormigón, solución constructiva que asegura la durabi-
lidad evitando el desgaste por rozamiento, el buen funcionamiento general y ser económica en el
tiempo: solución ya experimentada en los canales del Genil o del Salado.
Los primeros 38,1 km del Canal se proyectan independientes y en paralelo al Canal del Valle Infe-
rior, perteneciendo 24,5 km a la Sección I, desde la Toma hasta el cruce con el Arroyo Azanaque, y
los 13,6 km restantes a la Sección II, que finaliza entre los cruces de los Arroyos Guadajoz y Garcí-
Pérez. A partir de este último punto el canal se separa pausadamente hasta alcanzar el Pkm 57,5 en
el que ya varía su trazado para poder dominar una zona regable propia. La Sección III de 18,5 km
finaliza en el cruce del Canal con el Arroyo del Bodegón de las Cañas y la Sección IV de 20,6 km
Las obras de fábrica de importancia de las cuatro primeras secciones son acueductos sobre: la Ma-
dre Vieja del Guadalquivir de 180 m; el Arroyo Madre Fuentes de Andalucía de 315 m; el Arroyo
de Azanaque (sin especificación); el Arroyo la Adelfa de 254 m; el Arroyo Guadajoz de 185 m; el
Arroyo las Tomizas de 447 m; el Arroyo las Culebras de 549 m; el Arroyo Bodegón de las Cañas
de 150 m; el Arroyo Almonazar de 700 m; el Arroyo Miraflores de 380 m y el acueducto de 312 m
sobre la Vaguada de Guadaira.
Para el cruce del Canal con el Río Corbones se conserva la misma solución técnica del Anteproyecto,
alojando el canal en una banqueta en talud aguas abajo de la presa de tierra, que se proyecta en este
punto. La banqueta cuenta con una longitud de 840 m y fuerza ligeramente la pendiente a 0,00026.
El proyecto propone que el Canal cruce el Arroyo Garcí-Pérez con obra de sifón de tres tubos de
3,40 m de diámetro interior con una longitud de 86 m, forzando la pendiente a 0,0032, siendo las
características del terreno la causa que impide salvar este arroyo con un acueducto.
La cota en origen de la superficie de agua es 42,80 m.s.m, coincidente con la ordenada de la del
Valle Inferior, descendiendo a 25,93 al finalizar la Sección IV, lo que supone un desnivel de 16,87 m
en las cuatro primeras secciones del Canal.
El caudal de 54,72 m³/s en origen se conserva a lo largo de las tres primeras secciones, ya que este
tramo del canal no tiene zona propia de riego. Las áreas comprendidas entre el Canal y el Río
Guadalquivir son dominadas en sus primeros kilómetros por el Canal de la margen izquierda del
Genil, seguidas por las dominadas por el Canal del Valle Inferior. En la Sección IV comienza la
disminución del caudal, para dominar las áreas, en el proyecto “zona superior”, las cuales poste-
riormente formarán el Sector B-I, finalizando con un caudal de 53 m³/s la Sección IV6.
1.7. Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir. Margen izquierda. Sección VI. Ingeniero Carlos Conradi Alonso, 1939.
131
La Sección VI, objeto de este estudio del treinta y nueve comienza en el Pkm 91.687 y con una
ordenada de lámina de agua de 21. 44 m.s.m., iniciando su trazado en el emplazamiento de la
posible conexión con la obra de elevación de aguas desde el Río Guadalquivir, que se ideaba para
la pronta alimentación con aguas rodadas de las primeras Secciones de Marismas, ya desecadas y
preparadas, presentándose el Proyecto de Elevación de Aguas en 1941, redactado por el ingeniero
José Brugarolas Albadalejo. La no ejecución de las obras correspondientes puede derivarse de la
falta de suministro eléctrico para las centrales de bombeo, en el marco de la profunda crisis ener-
gética que sufre España y en especial Andalucía7.
La Sección VI tiene una longitud de 17.208 m y discurre por los Términos Municipales de Dos
Hermanas y de Los Palacios, en “las laderas onduladas que miran al Río Guadalquivir”. El Canal
cruza el Arroyo de San Juan mediante un acueducto de 632 m de longitud, que es la única obra
de importancia de esta Sección, derivándose una gran acequia, hoy denominado CD-1, que ha de
regar la 1ª Sección de Marismas así como la Isla Menor. Tras cruzar la carretera de Sevilla a Cádiz
la Sección VI, con la cota de lámina de agua de 17,52 y un caudal de 43,48 m³/s, finaliza en las
proximidades del Arroyo del Puerco.
La Sección VII empieza con la obra de cruce de acueducto de 344 m de longitud sobre el Arroyo
del Puerco, continuando el Canal hasta el Arroyo de Conejo que se salva mediante otro acueducto
de 220 m, y cruzando el Arroyo de las Piedras con un sifón de 100 m de longitud con dos tubos de
3,30 m de diámetro interior. El cruce con el ferrocarril Sevilla a Cádiz es salvado mediante paso
inferior. A continuación atraviesa las dos Madres del Arroyo del Salado de Morón, con dos sifo-
nes contiguos de dos tubos de 3,30 m de diámetro interior y longitud de 150 m cada uno de ellos.
Cruza el Canal la carretera Sevilla a Cádiz, de nuevo, con un paso inferior para a 500 m situar
un partidor que deriva la segunda gran acequia, hoy denominado CD-3, destinada a irrigar la 2ª
Sección de Marismas. Finaliza esta Sección VII, con un desarrollo longitudinal de 19.240 m y con
Termina el Canal del Bajo Guadalquivir con la Sección VIII, de 28.700 m de longitud, que cruza
tres carreteras mediante pasos inferiores y salvando el Arroyo del Paraíso y tres grandes lucios
de las marismas con cuatro sifones de 266, 408, 647 y 1.105 metros de longitud. La Sección VIII
termina con una altura de agua de 4,65 m.s.m. y un caudal de 12,9 m/s, conservando la pendiente
constante con altura suficiente para permitir la adecuada distribución de aguas rodadas por las
superficies a transformar, mediante la irrigación de las tierras por gravedad. Finaliza la Sección
VIII y por consiguiente el Canal del Bajo Guadalquivir tras recorrer 156,8 km en las inmediaciones
de la carretera de Lebrija a Trebujena, punto de bifurcación de dos acequias que han de regar las
Marismas del Cuervo y Trebujena.
El Proyecto contempla, para salvar los desniveles topográficos del territorio que cruza, vaguadas,
arroyos y ríos, obras de fábricas entre las cuales destacan 14 acueductos, 10 sifones y una presa de
tierra, distribuidos según sus diferentes secciones planificadas:
1.7. Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir. Margen izquierda. Sección VI. Ingeniero Carlos Conradi Alonso, 1939.
133
Para el cruce del Canal con el Río Corbones se proyecta una Presa de Tierra, alojando el canal en
una banqueta en su talud.
• Sifón 1: Las características del terreno impiden cruzar el Arroyo Garcí-Pérez con un acueducto
proyectándose un sifón de tres tubos de 3,40 m de diámetro interior con una longitud de 86 m
forzando la pendiente a 0,0032.
Sección V:
• Sifón 2: El río Guadaira se cruza mediante un sifón de dos tubos de 3,80 m de diámetro interior
con una longitud de 1.300 m.
• Sifón 3: Para el cruce del Canal con el Arroyo del Copero y el ferrocarril de Sevilla a Cádiz se
propone una obra única, por medio de un sifón de tres tubos de 3,60 m de diámetro interior
con una longitud de 728 m.
Sección VII:
Sección VIII:
• Sifones 7, 8, 9 y 10: El Arroyo del Paraíso y tres lucios grandes de las marismas son salvados
mediante cuatro sifones de longitudes de 266, 408, 647 y 1.105 metros.
Para la economía y optimización del Canal se redujeron sus obras principales de cruce a 5 acue-
ductos, 17 pasos apantallados o de alcantarilla y 4 sifones.
El Proyecto del Canal de 1939 se limita a cuantificar la totalidad de las áreas a dominar y la obten-
ción de datos fiables para su definición técnica, como es la masa de agua que ha de desplazarse,
sin tomar posición sobre lo que cultivar. De la coincidencia de la cantidad de agua a emplear por
hectárea con el Anteproyecto de 1933 se deduce que, como este, se concibe para la transformación
agraria integral, introduciendo el cultivo intensivo de riego en las de secano y en las no cultivadas,
no tratándose de un canal para aportar agua al secano en periodo de sequía8.
1.7. Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir. Margen izquierda. Sección VI. Ingeniero Carlos Conradi Alonso, 1939.
135
1.7. Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir. Margen izquierda. Sección VI. Ingeniero Carlos Conradi Alonso, 1939.
137
El Proyecto de la Sección VI es el primero de los del Canal del Bajo Guadalquivir, entregado el 12
de diciembre de 1939, y para su inminente puesta en obra se aprueba el 16 de diciembre de 1939,
declarándose urgente la ejecución mediante Decreto de 26 de Enero de 1940, firmándose el Acta
de Replanteo el 28 de enero de 1940. Se observa la escasez de días laborables que trascurren entre
la entrega del proyecto y el inicio de las obras mostrando de nuevo la urgencia en comenzar estas
obras aplazadas9.
La Sección VI discurre por un terreno de suaves colinas onduladas con multitud de cortos espo-
lones, que mayoritariamente salva el trazado del Canal que, a pesar de ello, no evita desmontes
hasta 8 m de altura referenciada a la banqueta del Canal, ya que la economía de la obra antepone
la reducción de la longitud del Canal a la reducción de excavaciones y movimientos de tierra, pres-
cindiendo por ello de alineaciones que rodeen los promontorios naturales del terreno. Así detalla
Conradi en el documento “se ha procurado dar el menor desarrollo posible al trazado para aten-
der la economía” ejemplificándose ello: “…como evitar con un trazado de 500 metros de fuertes
desmontes, un rodeo que alargaría el trazado en 2,5 kilómetros… “.
El canal discurre mayoritariamente por terrenos compuestos de arena y arcilla de grano fino, ma-
terial no apto para su empleo en construcciones, pero excelentes para el cultivo existente del olivar
y viñedos, propios del secano, constatándose en la memoria: “…los mejores que para aceituna de
mesa existe en la provincia de Sevilla” y en las proximidades de Los Palacios “… algunas peque-
ñas y excelentes viñas.”.
La Sección VI inicia su trazado muy próximo al actual cruce del Canal con la Autovía de Andalucía
A-4, atravesando la finca de la Corchuela y rodeando por el norte el municipio de Los Palacios,
salvando el Arroyo San Juan mediante un acueducto a “cielo abierto” y dispone la derivación de
la acequia principal, que ha de alimentar la 1ª Sección de Marismas, finalizando antes de cruzar el
Arroyo del Puerco. Las alineaciones curvas oscilan entre radios de 200 y 600 m, y las alineaciones
rectas, mayoritariamente de considerables longitudes, siendo la mínima de 100 m y la máxima
de 1.492 m, disponiéndose aliviaderos y desagües cada 4 km al menos en las principales obras de
fábrica, pautando los 17.208 m de longitud de esta Sección.
La sección transversal tipo es simétrica y está compuesta de solera y dos taludes superpuestos late-
rales que forman los lados del vaso: El talud inferior se configura por la hipotenusa de un triángulo
La geometría de la sección viene justificada por el equilibrio entre el mayor radio hidráulico com-
patible con la altura de la lámina de agua, y para que su velocidad en los meses de los caudales me-
nores no sea inferior a 0,80 m/s. La formalización del vaso no obedece hacer una expresión plástica
sino ser traducción directa de su funcionalidad y optimización de su dimensionado10.
La Sección VI no cuenta con obras de fábrica de importancia excepto el Acueducto de San Juan que,
por la urgencia en la redacción del proyecto se trata como proyecto independiente, resolviéndose
los demás cruces con los arroyos o vaguadas, encauzándolos mediante obras menores con caños
SECCIÓN VI. 18-11-1941. La imagen muestra los desmontes
para el paso del agua de 0,80 m de diámetro11.
considerables que han de realizarse. Fuente: CHG
Casillas de Guarda, almacenes y talleres se proyectaron análogos a otros construidos por la Confe-
SECCIÓN VI - TROZO 2º. 25-08-1943. Construcción de deri-
vación del CD-1, que ha de regar la 1º Sección de Marismas.
deración, ubicándose las casillas cada 6 kilómetros y los pasos superiores al canal cada kilómetro,
Fuente: CHG tal como se determinaba por el Anteproyecto de 1933.
1.7. Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir. Margen izquierda. Sección VI. Ingeniero Carlos Conradi Alonso, 1939.
139
1.7. Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir. Margen izquierda. Sección VI. Ingeniero Carlos Conradi Alonso, 1939.
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Los materiales empleados son los habituales en estas obras: Cemento Portland, de lento fraguado,
excluyéndose el uso de piedras y sillares por no disponer de canteras próximas a la obra. Y la gra-
va, obtenida de las graveras de la Dehesa de Coria y la de la Cascajera. El hormigón, dosificado en
200, 250 y 300 kg de cemento, considerado como material de construcción mejor para la construcción
del canal, se empleó tanto para el vaso como para las diferentes obras de fábrica. Por último, la
arena, próxima a la Sección VI, por ser de grano demasiado fino no es apta para la construcción,
como se afirma en la memoria: “… toda la que existe en la región próxima al canal es completa-
mente inadmisible y ni siquiera se usa en las construcciones rústicas que en dicha zona se efectúa”.
Para hallar una solución alternativa económica, se realizaron ensayos en el laboratorio de la Con-
federación, mediante de machaqueo de la grava existente consiguiéndose solo un 10% utilizable
como arena, decidiéndose su obtención aportándola de la extraída con dragas de succión de los
mantos de arena del Río Guadalquivir. El precio final fue elaborado conjuntamente con la entidad
proveedora: la Junta de Obras del Puerto de Sevilla.
Por el alto precio de la arena, la Sección VI se consideró la de mayor cuantía económica, y extrapo-
lando este precio se calculaba en 700.000 pesetas el kilómetro de Canal12.
La memoria del proyecto incluye un estudio económico muy detallado, calculando los precios ele-
mentales de la mano de la obra según los aprobados en 1934. Entre otras consideraciones se estimó
el precio de la adquisición de excavadoras y su amortización, así como el coste de combustibles,
reparaciones y personal especializado y auxiliar. Las faltas en la adquisición de maquinaria idónea
para su empleo en obra, que constaba en el proyecto, como se observa en las mediciones valoradas,
fue entre otras razones causa de modificaciones del coste material de la obra y del plazo de ejecu-
ción estimado para la Sección VI, de 18 meses13.
También los ingenieros de la Confederación recomendaron que la ejecución de las obras se lle-
varán a cabo por empresas constructoras con capacidad técnica e económica para la adquisición
de medios auxiliares, excavadoras, grúas, etc., para la solvencia y garantía de buena ejecución de
lo proyectado. Así se expresó: “Dadas las condiciones de la obra, los medios auxiliares que exige
PASO SUPERIOR DE LA CARRETERA A DOS HERMANAS. y la organización de esta Confederación, creemos que deberá realizarse por contrata.” Ante la
Sección V - Trozo 2º. 1942. Fuente: CHG.
eminente imposición estatal del empleo de penados para la ejecución de las obras sigue en mismo
PASO SUPERIOR DE LA CARRETERA DE CÁDIZ.
Sección V - Trozo 2º. 1950. Fuente: CHG. apartado: “Sin embargo si al Estado conviniera emplear en esta obra al personal penado para la
A este proyecto le siguieron 12 proyectos parciales, según la siguiente tabla ordenados secuencial-
mente según sus fechas de entrega.
1.7. Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir. Margen izquierda. Sección VI. Ingeniero Carlos Conradi Alonso, 1939.
143
A continuación se encargaron los proyectos de las Secciones I y II, retomándose el estudio de al-
ternativas de trazado, paralelo o unificado, de estos primeros treinta y un kilómetros de Canal. Si
tras el Anteproyecto de 1933 se planteó que los canales del Valle Inferior y del Bajo Guadalquivir
fueran independientes y separados desde la Toma Origen, la urgencia de redactar el Proyecto del
1939, hizo que se considerará esta solución, que fue posteriormente modificada, trazando sólo el
Trozo 1º de la Sección I como tramo común. Con posterioridad el interés del aprovechamiento
del Canal como alternativa a la navegabilidad del Guadalquivir, por uno de sus tramos, y para
el aprovechamiento hidroeléctrico, planteó la unificación de los Canales hasta el Trozo 2º de la
Sección II, solución que retrasó ejecución de casi una década
En la segunda mitad de los años 50, se redactaron las últimas dos Secciones, VII y VIII, concluyen-
do la definición de los 150 km del Canal del Bajo Guadalquivir. Casi 30 años después del inicio de
las obras, en 1967, los primeros ciento veinte kilómetros regaron 1.000 hectáreas y un año después
4.000 hectáreas, con la puesta en servicio de la totalidad del Canal.
ESQUEMA.
ORGANIZACIÓN DE LOS PROYECTOS, DE CONSTRUCCIÓN DEL CANAL. 1/400.000
ESQUEMA 1.
ORGANIZACIÓN DE LOS PROYECTOS, DE LA CONSTRUCCIÓN DEL CANAL
Y ELEMENTOS PRINCIPALES. 1/650.000
ESQUEMA 2.
PRODUCCIÓN DE LA OBRA. 1/650.000
ESQUEMA 3.
HIDROLOGÍA. 1/650.000
ESQUEMA 4.
ORGANIZACIÓN DE LOS PROYECTOS Y DE LA CONSTRUCCIÓN
PARA LA TRANSFORMACIÓN AGRARIA. 1/650.000
ESQUEMA 5.
PUEBLOS DE COLONIZACIÓN Y RADIOS DE INFLUENCIA DEL MÓDULO CARRO.
1/650.000
ESQUEMA 6.
PROCEDENCIA DE LAS AGUAS DE RIEGO. 1/650.000
ESQUEMA 7.
EXPLOTACIÓN DEL RIEGO. COMUNIDADES DE REGANTES. 1/650.000
ESQUEMA 8.
NAVEGABILIDAD. 1/650.000
1.7. Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir. Margen izquierda. Sección VI. Ingeniero Carlos Conradi Alonso, 1939.
145
153
El Canal del Bajo Guadalquivir poseé en su largo recorrido de ciento cincuenta kilómetros una
extendida obra que para su nivelación resuelve las situaciones topográficas del terreno que cruza,
mediante elementos singulares tales como sifones y acueductos. De entre estos elementos cons-
tructivos principales del Canal se han elegido por su singularidad técnica y expresión paisajística,
para una precisa descripción, el Tramo de Origen y los Acueductos que salvan el Arroyo San Juan,
proyectado en 1941 por el Ingeniero Carlos Conradi y el Río Guadaira, en 1947 por el Ingeniero
Antonio Trueba.
Tramo de Origen
Se denomina Tramo de Origen a los primeros kilómetros del Canal, cuyas aguas son compartidas
por las del Valle Inferior y las del Bajo Guadalquivir. Nace tras la toma común de aguas del Gua-
dalquivir situada en el remanso de la Presa de Peñaflor poseyendo 27 km de longitud y finalizan-
do en El Cuenco, obra hidráulica del partidor que da comienzo al trazado independiente de cada
uno de los Canales. Mediante compuertas, rebosadero y canal de descarga laterales, las aguas so-
brantes son devueltas al Río Guadalquivir. El Cuenco, equipado con preinstalación para un futuro
aprovechamiento hidroeléctrico, suministra agua a la Toma VI del Canal del Valle Inferior para el
riego de las tierras localizadas entre canal y río. El Tramo de Origen, potencialmente navegable,
cuenta con sección transversal, lámina de agua, camino de sirga y pasos superiores dimensionados
en función de las diversas prescripciones para la navegabilidad, aunando las condiciones de la
triple función de riego, navegación y producción de energía eléctrica, que imprime una particula-
ridad funcional inconexa en el territorio.
Valoró que la construcción del nuevo Canal en disposición paralela al existente, debería contar con
un malecón de tierra medianero de anchura suficiente, para evitar filtraciones o sopladuras por el
Acueducto-Sifón sobre el Río Guadaíra empuje del agua. Este malecón introduce la estabilidad necesaria, tanto para la construcción del
155
Sin embargo, como argumento a favor de la disposición unificada, frente a la excesiva anchura que
supone el trazado en paralelo, ya que en estos primeros kilómetros el Canal debe disponerse en
trinchera con desmontes considerables y consecuentemente movimientos de tierra antieconómi-
cos, estimó que la sección transversal única permitía el aprovechamiento del vaciado del existente
y parte del revestimiento de su talud lateral. Así la sección transversal tipo del nuevo Canal de
Guadalquivir se formalizó con esta premisa heredando parte de la configuración del vaso exis-
tente a modo de palimpsesto. El estudio determina que el ahorro de excavación y movimiento de
tierra es de tal magnitud que los inconvenientes para la normal explotación existente sean enten-
didos como “una simple incomodidad”.
En el “anteproyecto” de 1939 Conradi traza el nuevo Canal del Bajo Guadalquivir con Toma
independiente y con sus Secciones primera, hasta Pkm 24,5, y segunda, hasta Pkm 38,1, en pa-
ralelo al Canal del Valle Inferior, según se dispone en la O.M. de 11 de enero de1935: “El Canal
una vez conocido el caudal necesario se proyectará independientemente en toda su extensión del
llamado Canal del Valle Inferior del Guadalquivir”2. Orden ratificada en 1937 tras Información
Pública3.
En 1946 se realizaron los encargos de los proyectos parciales de las dos primeras Secciones del
Canal encargándose al ingeniero Carlos Conradi la Sección I – Trozo 1º, al ingeniero Blas Caballos
la Sección I – Trozo 2º, al ingeniero Toribio Villalobos la Sección II – Trozo 1º y la Sección II – Trozo
Construcción del cuenco: excavación de la cuneta correspon- 2º al ingeniero Juan Delgado. En primer lugar consideraron la necesidad de redactar un estudio
diente al CBG y construcción de los cimientos de las obras para
la acomodación de central hidroeléctrica. Archivo Guadaira preliminar específico, debido a que el anteproyecto del 39 por su urgente redacción no abordó con
CHG. (sin fecha).
La falta de unanimidad se hizo bien patente, al informar el Ingeniero Jefe de la Sección de Sevilla
Eusebio Rojas Marcos, el Anteproyecto de Cominges, defendiendo con ímpetu la solución del
trazado en paralelo; sin embargo el Ingeniero Director de la Confederación, Vicente de la Puente,
informó considerando correcta la solución unificada, declinándose finalmente el Consejo de Obras
Pública por O.M. de 1935 a favor de los criterios expuestos por Rojas Marcos4.
Desde los primeros años treinta, hasta la redacción de los nuevos proyectos, han cambiado las con-
diciones para el trazado del Nuevo Canal, al haberse aprobado un canal de riego prescindiendo
de la navegabilidad. Por otro lado se adoptó el revestimiento de hormigón para la construcción
del nuevo canal, reafirmándose al comprobar el deterioro del Canal del Valle Inferior de tierra
compactada.
Las del primer grupo contemplan que el caudal total de ambos canales discurre por dos canales
independientes y con trazado en paralelo.
El segundo grupo unifica el cauce mediante ampliación de la sección transversal actual del Canal
del Valle Inferior, aprovechando los acueductos de este y construyendo nuevos en paralelo. La
primera ventaja de estas soluciones es el menor cubicaje de tierra, pero su limitación reside en la
necesidad de realizar la obra sin interrumpir los riegos existentes, supeditándose la ejecución de la
obra al rendimiento económico de la agricultura intensiva, contemplando además el perjuicio para
la obra del nuevo canal que debe ejecutarse por fases y sin actividad en los periodos estacionales
de riego.
El tercer grupo de soluciones parte de la ejecución de un nuevo Canal en paralelo y separado del
existente, capaz de ser dotado del caudal de la suma del de ambos canales. Estas soluciones exigen
el mayor cubicaje de tierras de todas las propuestas siendo, además, sus obras de fábrica de ma-
yor envergadura, desechando las existentes. Pero son las soluciones que permitirían optimizar la
Para todas las soluciones se contempla el calado mínimo de 3,00 m por la magnitud del caudal del
nuevo canal, desechando a priori el de 2,30 m del existente Canal del Valle Inferior, por justificarse
antieconómico e “hidrológicamente detestable”.
Cada solución es estudiada desde los aspectos técnicos, económicos y las características constructi-
vas y de ejecución que precisan, siendo clasificadas en los siguiente grupos:
Tras la evaluación de las alternativas estudiadas resultó como la más apropiada una solución mix-
ta adaptada topológicamente en sus diversos tramos:
Para los primeros 14,5 kilómetros, desde la Toma única y ampliada y hasta el cruce con el Arroyo
Agualora, se consideró la más favorable la solución tercera, consistente en canal único superpues-
to sobre la cubeta del existente por el aprovechamiento de su vaso, ya que ofrecía ventajas econó-
micas al ser menor el cubicaje de tierras a extraer en este tramo, de topografía más adversa para el
encaje territorial del Nuevo Canal, siendo también el único tramo en el que ambos canales discu-
rren sin fertilizar, y cuyas áreas circundantes riega el Canal de la Margen Izquierda del Río Genil.
Como resultado de este estudio se documenta con precisión la conveniencia de Canal unificado
para el tramo identificado como Sección I Trozo 1º apoyándose en el Anteproyecto redactado por
Cominges en 1933 y verificándose lo proyectado en 1939 por Conradi de canales independizados
para los tres restantes trozos identificados como Sección I Trozo 2º y Sección II completa.
El Proyecto general presentado por la Concesionaria Mengemor, redactado por los ingenieros José
Luis Mendoza y Gregorio Valero, el 16 de abril de 1949, supone la definición del Canal del Bajo
Guadalquivir en su primer tramo, como canal unificado navegable, y consecuentemente la modi-
ficación del plan que sustenta las concesiones.
El proyecto contempló la modificación de la Presa de Peñaflor, azud de labio fijo, en presa móvil
con compuertas deslizantes y aumento de 4 m de la cota del agua embalsada, alcanzando la orde-
nada 47 m.s.m. En la margen izquierda se proyecta el bocal con esclusa de 96,6 m³/s, capacitando
Se proyectan tres saltos regulados por esclusas y en paralelo saltos para producción de energía
eléctrica; el primero se situa en la Toma, el segundo al final del Canal Común y el tercero al final
del Canal de Escape en la margen del río, salvándose 4,20 m, 2,90 m y 17,41 m respectivamente y
estimándose las velocidades de las barcazas de 4 km/h contra corriente y 5 km/h a su favor.
Las obras de Toma y canal común, Tramo de Origen, que finalmente resultó de 27.680 m, asume
las condiciones impuestas por el Canal proyectado por Mengemor, de una milésima de pendiente
y una sección adaptada, e incluye tres acueductos para cruzar el Arroyo de Madre Fuentes, Arro-
yo de Agualora y el Arroyo Azanaque así como nueve obras menores, manteniendo todas ellas la
sección de canal unificado apto para la navegación.
Para salvar las acequias de la red de riegos del Canal de la Margen Izquierda del Genil se dispusie-
ron cruces tipo sifón y, también, se incluyeron seis pasos sobre el canal según las necesidades de la
“navegación a la sirga”, situándose un puerto fluvial en el Pkm 27,680, mediante el ensanchamien-
to del vaso del canal.
Contiguo a este puerto interior se dispone el salto nº 2, provisto de las obras de fábrica necesarias
para la posterior instalación de central hidroeléctrica y esclusa, así como las compuertas de entra-
Construcción de las alineaciones curvas 11 y 12 con radios de
300m y 400m respectivamente. Tramo Origen Pkm 18,5 hasta da a “El Cuenco”, gran cubeta previa al partidor, que distribuye las aguas dando origen a los dos
Pkm 19,5. 1961. Archivo Guadaira de la CHG.
canales de trazados y vasos independientes.
Vista del Canal en tramo origen con camino de sirga y puente
con medidas adaptadas para la navegabilidad. 1968. Archivo
Guadaira de la CHG. “El Cuenco” está dotado de un sistema de aliviaderos laterales, uno el rebosadero de labio fijo y otro
de compuertas, que alimentan el Canal de Descarga de aguas ganadas devueltas al Guadalquivir.
Las acciones llevadas a cabo, anteriormente expuestas y sus vestigios, como los primitivos acue-
ductos del Valle Inferior sobre los arroyos Agualora y Azanaque, las suaves depresiones topo-
gráficas producidas por las cubetas abandonadas del canal de tierra que conducían las aguas, las
Casillas de Guarda, que los vigilaban… al hallarse sus trazas presentes en el paisaje, imprimen la
actual fisionomía de este tramo del Canal.
Los radios para las alineaciones curvas de 300 m exigidos para su navegabilidad, impiden al Nue-
vo Canal amoldarse a la topografía del terreno, lo que hizo el Canal del Valle Inferior, acortando
su desarrollo, al tiempo que desplaza y hace obsoletas las obras de fábrica del canal existente,
construidos a principios del Siglo XX. Elementos sueltos en la distancia que reclaman conviven-
cia y diálogo con el territorio. Micro-paisajes, de atmósferas específicas, que paulatinamente se
adueñan de las fábricas en desuso. Lugares en espera de ser descubiertos y activados, con poten-
cialidad espacial y portadores de una historia particular que son merecedores de ser debidamente
atendidos.
Proyectos que son redactados referente a los primeros kilómetros del Canal, hoy denominado
Tramo Origen:
Ingeniero
Año Título del Proyecto Características Usos
autor
Toma única (caudal 70m³/s)
Riego
ANTEPROYECTO DEL CANAL DEL GUADAL- Traza unificada hasta Pkm 38
COMINGES Navegación
QUIVIR – MARGEN IZQUIERDA. AMPLIACIÓN Acueductos en paralelo
1933 Y TAPIAS, Producción hidroeléc-
Y PROLONGACIÓN DEL ACTUAL CANAL DEL Presa de tierra: Río Corbones
MANUEL trica
VALLE INFERIOR DEL GUADALQUIVIR Presa de tierra: Adelfas con puerto interior
Esclusa nº1 en Toma
Tomas independientes (caudal 55m³/s)
CONRADI
PROYECTO DEL CANAL DEL BAJO GUADALQUI- Traza en paralelo
1939 ALONSO, Riego
VIR – MARGEN IZQUIERDA. SECCIÓN VI Acueductos independientes y paralelos
CARLOS
Presa de tierra: Río Corbones
CANAL DEL BAJO GUADALQUIVIR. ESTUDIO CONRADI Toma única o en paralelo
1946 DE LAS SOLUCIONES POSIBLES EN LAS ALONSO, Traza unificada hasta Pkm 14,5 Riego
SECCIONES I Y II. CARLOS Traza independiente y en paralelo hasta Pkm 38.
Toma única ( caudal 90m³/s)
MENDOZA, Riego
Traza unificada hasta Pkm 28
JOSÉ LUIS Navegación
1949 PROYECTO GENERAL 3 Esclusas con central hidroelectrica: Toma,
VALERO, Producción hidroeléc-
Pkm28 y confluencia con Río Guadalquivir.
GREGORIO trica
Puerto interior
Toma única (caudal 90m³/s)
Paisaje de superposiciones y herencias. Las huellas de la cuneta Traza unificada hasta Pkm 27,8 Riego
CONRADI
y del acueducto del antiguo Canal del Valle Inferior conviven PROYECTO DE LAS OBRAS DE TOMA Y TRAMO Acueductos nuevos e independientes (con capacidad de na-
1954 ALONSO,
con el nuevo trazado del Tramo Origen en el territorio. Obras ORIGEN DEL CANAL DEL BAJO GUADALQUIVIR Preconfiguración de Puerto Interior y Esclusas con vegación y aprovecha-
CARLOS
Central Hidroeléctrica Nº1 (en toma) y Nº2 (en miento hidroeléctrico)
de cruce de los canales con el Arroyo Guadalora. entrada de cuenco)
El Acueducto que salva el Arroyo de San Juan, se localiza al norte del Municipio de Los Palacios
y Villafranca, a la altura del pueblo de colonización Adriano y próximo a la Hacienda El Arenoso,
que en su momento fue el “Campamento El Arenoso”, encontrándose inmerso en áreas domina-
das por las aguas del Canal. Es la obra de fábrica más señalada de la Sección VI.
El Arroyo de San Juan, de corto recorrido y poco caudaloso, nace al sur de Dos Hermanas y
desemboca en el Encauzamiento del Caño de la Vera y su curso, una vez encauzado, define las
lindes de los Sectores de Riego B-IV y B-V.
El Acueducto dispone de un sistema de doble descarga en ambas márgenes del Canal que llegan a
ser torrenciales, lo que exige una especial consideración técnica a la hora de concebir su proyecto,
redactado por el ingeniero Carlos Conradi Alonso independientemente del Proyecto de la Sección
VI, en la cual se ubica.
El denominado “Proyecto de Acueducto sobre el Arroyo de San Juan y sus obras accesorias” se
presentó el 8 de septiembre de 1941 y se aprobó por O. M. de 8 de junio de 1942, declarándose
urgente su ejecución mediante Decreto de 15 de junio de 1942 (B.O. del E. nº 185); y se adjudicó
al Servicio de Colonias Militarizadas Penitenciarias. La Orden Ministerial disponía entre otras
consideraciones ensayos en modelos reducidos, para comprobar el funcionamiento de los dispo-
sitivos hidráulicos proyectados, aprobándose correspondiente presupuesto de 7.417,27 pesetas en
noviembre de 1942.
Los objetivos de los ensayos fueron determinar la capacidad de desagüe de los aliviaderos y com-
puertas de fondo, la circulación en los tramos de acuerdo, la forma y dimensiones que han de
darse a los canales de descarga y los dispositivos de amortiguamiento del pie de dichos canales,
realizándose los referidos ensayos y experimentos en el Laboratorio de Hidráulica de la Con-
federación Hidrográfica del Guadalquivir, efectuándose con modelos reducidos, para lo que se
construyó una maqueta de escayola endurecida con pintura de esmalte a escala 1:40. La maqueta
reproduce un tramo del canal aguas arriba del acuerdo, los aliviaderos, el tramo de compuertas, el
comienzo del acueducto y los dos canales de descarga.
Modelo reducido de las fá bricas de entrada, descarga y cana- En primer lugar se verificó el buen funcionamiento de lo proyectado, salvo para circunstancias
les de descarga a escala 1:40. Laboratorio de hidráulica. Confe-
deración Hidrográfica del Guadalquivir. Entre 1942 y 1947 extremas e específicas, comprobándose la necesidad de introducir mejoras puntuales como el au-
La magnitud de estos caudales de descargas que, aunque por poco tiempo, son necesarios de
verter al Arroyo de San Juan, obligan al encauzamiento del mismo; y la doble descarga en ambas
márgenes del Canal afecta al paso del arroyo bajo el acueducto, optándose para la protección de
las cimentaciones por el hormigonado del cauce del arroyo en este tramo de cruce.
También la proximidad a dos kilómetros aguas abajo de las Compuertas de Cisman y de la Toma
del Canal Derivado CD-1, que ha de regar la 1ª Sección de las Marismas, generará caudales desfa-
vorables, al cerrarse el paso a la derivación, y por ello se proyectó descargar mediante rebosadero
y salida de fondo en ambas márgenes del Canal.
El Acueducto situado en los últimos kilómetros de la Sección VI, en el Pkm 103, cruza el territorio
sin apenas relieves del Arroyo de San Juan que, debido a ello, se difumina en la gran llanura por
la cual discurre siendo la escasa vegetación arbórea de rivera la que permite su visualización y
reconocimiento en el paisaje. La débil depresión vertical del Arroyo frente a su amplia extensión
horizontal precisa de largos terraplenes y de un largo acueducto.
De hormigón armado y cajero a cielo abierto descansa sobre dos pórticos paralelos de arquería
semicircular dispuestos longitudinalmente, creándose un espacio lineal de “densidad espacial la-
teral” que se aproxima al concepto definido como “Espacio Recipiente”.
El encofrado del cajero en continuidad con el de sus apoyos forma un único cuerpo, análogo a la
figura seccionada de una copa cuya sección se extiende a lo largo de su desarrollo longitudinal,
lo que genera una figura ininterrumpida que transita sinuosamente de lo convexo del recipiente
del cajero a los planos verticales de los pórticos longitudinales, sin discontinuidades, creando una
bella expresión plástica al tiempo sutil y robusta.
Esta significativa obra del Canal se localiza en el Término Municipal de Alcalá de Guadaíra en las
proximidades de Sevilla y en tierras no regadas, al no desarrollarse el inicialmente programado
Sector B-I.
Proyectado por el ingeniero Antonio Trueba Gómez, que presenta un primer proyecto en el año
1947, para salvar la depresión del Valle del Río Guadaíra, constituyendo un proyecto específico de-
nominado “Sección V – Trozo del Guadaíra”, considerado como proyecto independizado debido
a su complejidad técnica.
Las obras definidas en este proyecto se inician tras el cruce del Canal con la carretera de Sevilla a
Alcalá de Guadaira y Málaga, en las inmediaciones del caserío de Torreblanca, finalizando en la
margen izquierda del Río Guadaira, en los altos de El Garrotal Grande; donde comienzan las del
Trozo 1º de la misma sección V completándose esta con las correspondientes al Trozo 2º.
También el Canal ha de salvar el ferrocarril de Sevilla a Alcalá y Carmona, “Tren de los Panade-
ros”, alojado en la misma depresión del Guadaíra y en el segundo proyecto reformado, de 1954,
aparece en unos de sus anejos la construcción de la Caseta-Almacén Guadaíra, situado en el PKM
77,855 a altura de las compuertas de embocadura del canal a la obra de cruce.
En este punto de cruce el valle presenta una doble depresión, al situarse entre ambas los altos del
Cerrado de Candón. Con anterioridad, el proyecto general redactado en 1939 por Carlos Conradi
salvaba ambas depresiones mediante un acueducto de traza rectilínea, que se apoyaba en el re-
ferido alto intermedio, alcanzando los altos de El Garrotal Grande, con una obra aérea única de
1.300 m longitud7.
El proyecto “Sección V – Trozo del Guadaíra” desarrolló estudios previos para tres alternativas
de este cruce del Canal:
Alternativa A: Acueducto Único, a cielo abierto, de hormigón en masa con cajero rectangular de
medidas interiores de 5,00 m de ancho x 3,60 m de alto. El cajero se asienta sobre bóvedas de cañón
de 4 m de diámetro dispuestas en perpendicular y apoyadas en muros apantallados de 9,40 m con
1,40 m de espesor y separados 5,40 m entre ejes. Propuesta valorada en 9.557.833,01 pesetas.
Planta General, Hoja Nº 1, Proyecto de la Sección V - Trozo
Guadaíra. Ingeniero Antonio Trueba Gómez. 1947
Alternativa C: Sifón Entubado, compuesto por dos tramos contiguos, sifón enterrado y acueducto-si-
fón, de dos tubos gemelos de hormigón armado de 3,10 m de diámetro interior. Se emplea el sifón
enterrado adaptado a la topografía, para salvar la línea ferroviaria alojada en la primera depresión,
descendiendo hasta cruzarla por paso inferior para posteriormente ascender a la cota superior del
Cerrado de Candón. Para cruzar la segunda depresión más pronunciada, que aloja el cauce del río, la
solución toma forma de acueducto-sifón, alcanzando las cotas altas de El Garrotal Grande, margen
izquierda del Guadaira. Propuesta valorada en 7.070.132,42 pesetas.
Las alternativas A y B resuelven el doble incidente topográfico mediante un gesto único: un acue-
ducto a cielo abierto. La alternativa C opta por un sifón de dos tramos con técnicas constructivas
distintas, amoldándose al contexto topográfico. La solución C elegida viene determinada por ser
la más económica pese a ser la más compleja tanto técnicamente como para su puesta en obra8.
Al comienzo de la obra del sifón se encauzan las aguas provenientes del Canal para su entubación,
dividiéndolas en dos secciones independientes por medio de un tajamar controlando el paso por
compuertas. La transición de la sección trapezoidal del canal hacia las dos secciones circulares del
sifón, disminuyendo la sección de los vasos contenedores, produce el aumento de presión y veloci-
dad de las aguas por el descenso determinado en la propia Obra de Acuerdo, como por el desnivel
producido por la adaptación del sifón a la topografía.
Con anterioridad a esta embocadura, el Canal en su margen derecha posee un rebosadero y com-
puerta lateral para la evacuación de aguas sobrantes mediante un Canal de Descarga, situado en
paralelo y que desemboca en el tramo final de un pequeño afluente del Río Guadaira.
La salida del sifón realiza un acuerdo a la inversa, pasando el agua entubada a su canalización a
cielo abierto, controlando el circunstancial vaciado de sifón y evitando retornos por compuertas.
Acueducto Sifón, Hoja Nº 11. Proyecto de la Sección V - Trozo Guadaíra. Ingeniero Antonio Trueba Gómez. 1947.
Esta estructura elevada de cruce, Acueducto-Sifón, consta de dos cajeros circulares gemelos e in-
dependientes dispuestos en paralelo y compuesto cada uno de ellos por 36 vanos de 8,5 metros
unidos mediante abrazaderas y sellado de juntas.
Cada trozo de cajero es autoportante y se apoya en una pareja de pilares arriostrados en cabeza por
un capitel que los unifica y que se desarrolla formando las mencionadas abrazaderas.
El conjunto de pilares compone una malla rectangular de 37 unidades, de 4 pilares en hilera, for-
mando un “Campo Espacial” de 336 m de longitud, a modo de bosque de 148 pies, que modulan
el cruce del valle permitiendo su percepción a través.
Cada hilera de estos pilares rectangulares nace sobre pilas de hormigón, de 1,50 m de espesor,
cimentadas sobre pilotes de 0,45 m de diámetro. Las pilas de las 6 hileras que salvan el cauce del
Guadaíra alcanzan la altura de las mayores avenidas constituyendo tajamares.
Los cajeros circulares, de hormigón armado, poseen un grueso de pared variable entre los 40 cm en
su tangente del apoyo articulado, y los 30 cm de su cenit, obteniendo así su condición de elemento
autoportante. Esta variación del espesor de su pared se consigue por el adecuado desplazamiento
de los encofrados circulares interiores y exteriores.
La armadura de los conductos circulares se conformó en situ. De esta labor aún perduran vestigios
de su producción, como son los dos bancos de doblado de los aros circulares que se encuentran en
cada margen del río; uno junto a la entrada de la Caseta-Almacén Guadaira y otro en la margen
izquierda a pie del acueducto sifón.
El material constructivo de esta obra de cruce fue principalmente el hormigón armado, para el cual
se suministró el cemento desde el Puerto de Sevilla y arenas y gravas extraídas del propio lecho
del Río Guadaira, próximo a la obra y de buena calidad lo que facilitó el rendimiento económico
del Trozo del Guadaíra, advirtiéndose la necesidad del suministro de hierros y cemento, que “…
hasta la fecha no se ha podido observar su puntual suministro en las secciones que se están cons-
truyendo…” calculándose un suministro anual de 25.000 toneladas de cemento10.
El plazo de ejecución de las obras se estipuló en 30 meses, tiempo programado para hacer coincidir
su finalización con las obras las otras Secciones, y la puesta en riego de miles de hectáreas, median-
te el traspaso de aguas del Canal de Valle Inferior11.
Una vez proyectado el Canal, la distribución de las aguas se realiza por Canales Derivados, Ace-
quias Principales y Secundarias, dispuestas para llevar las aguas a las tierras que fertilizarán y
transformarán su biomasa. La fisionomía del territorio y su perceptible paisaje resultan evocados
por la topología del terreno existente y la agrología e hidrología inducida. El territorio queda or-
denado a partir del equilibrio ponderado de este trinomio –topología, agrología, hidrología- que
es previo y prioriza la acción proyectiva.
Las formas, ocultas o visibles, tales como canales y acequias conducidos en trinchera, por sifones,
sobre terraplenes, por acueductos elevados, así como otros elementos, partidores o tomas, son
también resultado del proceso de optimización tecnológica y constructiva del momento.
Frente a este tejido de elementos implantados, la fertilización concluye con el sistema de drenaje
y desagüe obtenido por extracción y desplazamiento de las tierras; surcos arañados en la corteza
terrestre. Aportación y drenaje de la tierra discurren desplazados, tanto en el plano horizontal
como en el plano vertical.
Para recibir el agua, las tierras tienen que ser preparadas adaptando su topografía -abancamien-
tos y nivelaciones- garantizando la irrigación al controlar las diferentes velocidades del agua: en
la captación, en embalses, se retienen las aguas; en la aportación se desplazan en menor tiempo
posible; en las tierras cultivadas se detienen para fertilizar; y termina el proceso elevado las velo-
cidades en su drenaje.
La irrigación por gravedad necesita la nivelación para que el desagüe se sitúe a menor altura, ple-
gándose para ello los lotes de tierra como una sucesión de cuencas yuxtapuestas. Este esquema
ideal se acomoda a la topografía introduciendo las variaciones geométricas del territorio agrícola.
179
Se genera así el control y dominio del Ser Humano sobre el proceso del cultivo; una antropización
del territorio y de las tierras sembradas que componen este paisaje.
Los primitivos caños -Caño Gordo, Caño Mancones, Caño del Hambre y Caño de la Albina- que
conformaban la Marisma y en los que desembocaban los arroyos, fueron desecados una vez esta-
blecidos los definidos tres recintos estancos que desalaron sus tierras con agua dulce procedente
del Canal del Guadalquivir.2
En febrero de 1955 se declara por Decreto el alto interés nacional la colonización de la Zona Rega-
ble del Canal del Bajo Guadalquivir, redactándose el Plan General de Colonización de esta zona,
aprobado en septiembre de 1960. Para su realización se constituyó la Comisión Técnica Mixta
nombrada por el Ministerio de Agricultura y el de Obras Públicas, que redactaron los Planes Coor-
Encauzamiento del Caño de la Vera con diques de defensa dinados de Obras.4
1ª FASE 2ª FASE
Superficies en hectáreas Superficies en hectáreas
Sector Sector
Totales Regables % Totales Regables %
B-IV 1.450 1.010 69,60 B-I 1.150 834 72,52
B-V 2.440 1.970 80,70 B-II 3.520 1.817 51,62
B-VI 9.463 7.470 78,90 B-III 6.364 3.577 56,20
B-VII 5.077 4.886 96,20 B-XI 1.120 842 75,10
B-VIII 4.007 3.830 95,50 B-XII 15.420 14.493 93,90
B-IX 8.009 6.400 79,90
B-X 3.125 2.495 79,80
Nota: esta primera fase contempla la construcción de 10 pueblos Nota: esta fase prescinde de la construcción de pueblos son
de financiación pública y dos de iniciativa privada dispuestos viviendas en núcleos existente
Los cursos de agua, como el Río Guadalquivir y sus afluentes, el Canal y los muros de defensa
existentes delimitan los Sectores de Riego siguiendo la lógica topográfica del territorio. Sectoriza-
ción que organiza los diversos proyectos parciales considerando las trazas topológicas heredadas,
dibujándose paisajes identitarios.
La Comisión Mixta proyecta tanto la parcelación de la tierra y los caminos principales como los
sistemas generales de aportación y de evacuación de las aguas y establece tres categorías agrológi-
cas: Tierras Arenosas, Francas y Arcillosas; así como los caudales correspondientes, que varían en
función de estas. La Confederación es el órgano encargado de redactar los proyectos para dar solu-
ciones técnicas, adaptando los trazados a la topografía del terreno y a su conveniencia económica.7
Proyectos de las Redes Principales de Acequias, Desagües y Caminos; y otros proyectos de obras
de defensa y encauzamientos.8 Estos fueron trazados con sección menor para el paso de las aguas
de los consideradas y construidas en la década de los treinta, desplazándose para ello los maleco-
nes a efecto de aumentar las superficies de las tierras dominadas para su cultivo.
Puede citarse como el ejemplo que una vez regularizado la cuenca del Arroyo del Salado de Mo-
rón, pudiendo por ello disminuirse la sección de su encauzamiento, su primitivo muro de defensa
sur -Dique Transversal nº 3- se desplazó para ganar superficie en la 2ª Sección de Marismas, per-
durando aún en el parcelario del Sector de Riego IX su huella.
No es redactado ningún proyecto definitivo referente al Sector B-I por parte del M.O.P., ya que se encuentra
interconectado con las zonas de riego del Canal del Valle Inferior y mediante las obras que realizaron los
propietarios se encuentra dominados sus superficies.
NOTA: B–I
En 1951 es redactado proyecto de RED PRINCIPAL DE DISTRIBUCIÓN Y SANEAMIENTO DE LA ZONA
REGABLE COMPRENDIDA ENTRE EL ARROYO ALMONAZAR Y EL RÍO GUADAIRA por el Ingeniero
Carlos Conradi Alonso. (no ejecutado). Esta zona posteriormente es denominada Sector de Riego B-I.
Es suprimido por Real Decreto 1496/1977 la redacción y establecimiento de redes de riego por “… la convenien-
NOTA B – III
cia de atemperar las inversiones…” y sigue regándose desde el Río Guadalquivir mediante elevación de aguas.
(*) Número de registro del Archivo Guadaira, del Servicio de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir
Al disponerse el Canal del Bajo Guadalquivir como portador de aguas dulces se invirtió el régi-
men de aportación en las Secciones de Marisma anteriormente regadas desde el río. En las dos
primeras Secciones, hoy Sectores B-VI y B-IX, se han establecidos sistemas diferenciados de apor-
taciones: uno que aporta aguas exclusivamente desde el Canal y otro, para las tablas de arroz, con
aportación mixta alimentada tanto desde el Guadalquivir como desde el Canal.
La 3ª Sección de Marisma, hoy Sector B-XII, antes regadas desde su límite este por aguas del río y
hoy alimentada íntegramente por su flanco oeste desde el Canal, necesitó cambiar la orientación
de sus parcelas para adecuarse a la nueva dirección de riego y drenaje.
Las extensas superficies de las Marismas del Guadalquivir y la distancia, entre el Canal y las par-
celas, justifican la necesidad de Canales Derivados que alimenten las acequias, derivándose, para
atender la primera fase de transformación, tres canales segundarios: CD-1, CD-2 y CD-3.10
El Canal Derivado, CD-1, desde el Pkm 105 al norte del municipio de Los Palacios y Villafranca,
atraviesa el Sector de Riego B-V y salva el Encauzamiento del Caño de la Vera mediante una Obra
de Sifón, bifurcándose tras este cruce en dos canales: CD-1 y CD-1-2.
El CD-1, a partir de esta bifurcación se asienta sobre el antiguo muro de defensa de la 1ª Sección
de Marismas, para finalizar en proximidad del Brazo del Este.
El CD-1-2, discurre a pie de la cara interior del muro de defensa Norte -Dique transversal nº 1- y
muro de defensa Oeste de la 1ª Sección de Marismas, conocido como “Canal de Arroz”, capaz de
conducir aguas del Canal del Bajo Guadalquivir o, mediante bombeo, del río.
Canal del Bajo Guadalquivir, vista del partidor para derivar el
tramo común de los canales derivados CD-2 Y CD–3. Los otros dos Canales Derivados, CD-2 y CD-3, con tramo común de poco desarrollo longitudinal,
Salida del CD–2 del partidor CD-2 Y CD–3. Vista hacia tramo tienen su Toma en el Pkm 124, en Las Alcantarillas al sur de Los Palacios y Villafranca, entre el
común de los canales derivados.
sifón del Arroyo Salado de Morón y el sifón que salva la línea ferroviaria de Sevilla a Cádiz.
Canal derivado CD-3. Canal que alimenta Sector B-VIII y B-IX
(Antigua sección de las Marismas nº 2)
Como se observó con anterioridad, en la 3ª Sección de Marismas se invirtió el sistema de riego que
originariamente se alimentaba del río, por aguas dulces procedentes del Canal, sirviendo ahora de
colectores de desagüe los primitivos de aportación -Colector Norte y Colector Sur- que subdividen
el actual Sector de Riego B-XII en tres subsectores, con un canal principal transversal cada uno de
ellos, y que toman agua desde el tramo final del Canal del Bajo Guadalquivir, transformado hoy
en canal derivado CD-B-XII, tras la modernización introducida por la construcción del embalse de
cola: “La Balsa de Melendo”. Este canal discurre por la cara interior del Muro Este de defensa y
sobre este se desarrolla una vía rodada.
Frente a los muros y canales que no poseen presencia significativa en esta inmensa llanura, son
las acequias distanciadas entre sí un kilómetro, las que pautan este ámbito territorial al ser reco-
nocidas como elementos elevados y delimitadores espaciales. La verticalidad de estos elementos
contrasta con el carácter horizontal genérico, y ello nos posibilita un “Espacio de Experiencia”
basado en la dualidad perceptiva de la continuidad que ofrecen el apoyo puntual del cajero de las
acequias, y al tiempo identificar y reconocer la delimitación que estructura el territorio.
Acequia parabólica, canal derivado CD-3 Y colector de CO-
TEMSA
Vista del Sector B-XII desde el escarpe de Lebrija.
Sus parcelas, de geometría rectangular -250 m x 500 m y 12,5 ha- se alimentan por su lado largo
con pendientes de 1% a 2%, encontrándose en el lado opuesto los colectores de desagüe. Este re-
parto geométrico regular sobre un terreno de carácter horizontal permite el trazado rectilíneo de
acequias y azarbes.
Lo rectilíneo es la óptima distribución de las aguas rodadas, ya que obedece al discurrir natural
del agua bajo la única influencia de la gravedad. Es la distribución que permite manipular las ve-
locidades del agua con un único vector, el de la pendiente, generándose un paisaje de elementos
lineales continuos y ángulos rectos.
En función de las siembras, la tierra obtiene su propia fisionomía: las tablas de arroz de horizonta-
lidad casi absoluta, dibuja la parcela como unidad geométrica mínima territorial y paisajística. Las
tierras de horticultura roturan y modulan el paisaje mediante sus surcos obedeciendo a la misma
lógica hídrica. Un paisaje esculpido y profundamente antropizado; una “tierra de los humanos”. 11
La irrigación como proceso ancestral y génesis del paisaje encuentra en estas tierras llanas su es-
tado óptimo: artificial y natural, tangible y abstracto, como es representado en la obra paisajística
de Paul Klee realizadas en la distancia de su Centroeuropa natal, tras el célebre viaje a Egipto del
artista suizo.12
En los Sectores de Riego más próximos al Canal del Bajo Guadalquivir, B-IV, V, VII, VIII y X,
encontramos unas tierras de topografía más pronunciada. Terrenos ligeramente ondulados por
vaguadas convergentes en los arroyos, suaves depresiones colectoras naturales de desagüe de las
tierras. A esta condición natural del territorio se pliega el esquema de riego ideal sin nivelar en
exceso, por economía de medios, las tierras a fertilizar.
Las trazas rectilíneas quebradas y plegadas se adaptan al medio natural, alejándose de la configu-
ración rectangular pura siguiendo las cotas de vaguadas y crestas. Es la morfología del terreno que
dicta las pautas básicas de la geometría de los trazados: Las acequias se asientan sobre las eleva-
ciones, siendo las vaguadas las que acogen los colectores de desagüe. Geometrías que las obras de
Pablo Palazuelo nos hacen recordar.13
Las cotas altimétricas por donde discurre la acequia es en el punto más elevado, de la toma, de
17,00 m; y en el punto más bajo de los dos colectores de desagüe, de 7,00 m. La disposición quebra-
da de las parcelas resultantes por razón de la topografía construye espacios de menor dimensión.
Los tramos rectilíneos de la acequia, de 120 m y 500 m de longitud, y su posición quebrada, con
ángulos de 120º y 170º, producen diferentes figuraciones de sombras y luces; el espacio se ensan-
cha y se comprime con este movimiento oscilante de sus trazas.
La acequia A2-VIII-1, del Sector de Riego B-VIII, se ubica sobre un tramo del cauce natural del
Arroyo de Salado de Morón sustituido por el encauzamiento que desplazó su curso. Entre el an-
tiguo y el nuevo cauce son ganadas tierras a transformar. La acequia que nace del Canal Derivado
CD-2 y riega por su margen derecha las citadas tierras, dispone para su trazado del antiguo cauce
rectificándolo mediante cortas rectilíneas que racionalizan riego y parcelario. Su posición elevada
y su traza quebrada conserva en cierto modo la memoria perceptible del cauce perdido; una me-
moria activa que a modo de palimsesto aún mantiene rasgos del curso natural perdido. 14
Frente a los presupuestos de una política desarrollista que inspiró y determinó la ideación y
construcción del Canal del Guadalquivir, su naturaleza evoluciona modernizándose para adap-
tarse a una nueva sensibilidad social y cultural que emerge de conceptos tales como sostenibilidad,
ecología y equilibrio medioambiental, respondiendo a ello sus renovadas obras:
Nueva Presa de Derivación del Canal del Bajo Guadalquivir en Peñaflor (Sevilla).
El diseño hidrodinámico.
El Proyecto de la nueva Presa de Peñaflor, redactado en 1974 por el ingeniero Alberto López García,
con la colaboración del ingeniero Juan Saura Martínez, sustituye el azud de principios del siglo XX.
El mal estado del azud y su limitado funcionamiento eran patente décadas atrás pero las obras de
su sustitución, que estaban previstas en el concierto de las concesiones a la Sociedad de Canali-
zación y Fuerza del Guadalquivir de 1925, no toman realidad hasta los años 70, lo que supuso un
retraso muy considerable.
Concesión que aunaba los aprovechamientos hidroeléctricos y navieros del caudal fluyente del
Río Guadalquivir, entre Córdoba y Sevilla, y que contemplaba la construcción de 11 saltos con
esclusas para la navegación y puentes entre las márgenes del río.
De estos saltos se realizaron el número 1 en Alcalá del Río (1931) y el número 2 en Cantillana
(1956), con considerable retraso; no llegándose a ejecutar los saltos 3 y 4, en Alcolea del Río y Lora
Construcción de la nueva presa de 14 vanos a 150 m del azud
del Río respectivamente, debido a ser suprimidos por proponerse la modificación del Tramo Ori-
de labio fijo en Peñaflor. Fotografía sin fecha. Fuente: Archivo gen para hacerlo navegable, alternativa al tramo correspondiente del Cauce Corriente del Guadal-
de la Comunidad General de Usuarios del Bajo Guadalquivir
quivir, modificación promovida por la Sociedad Anónima Mengemor1.
191
El mencionado Azud fue proyectado por el ingeniero Manuel Rodríguez López como Presa de Labio
Fijo y de derivación para la Toma del Canal del Valle Inferior, en coordinación con el Plan de Obras
de Riego del ingeniero Enrique Martinez y Ruiz de Azúa. La presa azud se ubicó aguas abajo de la
confluencia del Río Genil, para recibir las aguas de este importante afluente; y aguas arriba de la aceña
y azud de la Fábrica de Harina de Peñaflor, evitando su remanso e interferencia en su funcionamiento.
La ubicación se alejó de la desembocadura del Río Genil ya que los depósitos de arrastres al encon-
trarse las aguas de ambos ríos, producen conos de deyección que causan constantes divagaciones del
Río Guadalquivir; e inestabilidad del lecho que imposibilita la ubicación de una presa o, al menos, la
convierte en antieconómica por su necesaria obra mayor de contención.
La margen izquierda, a pocos metros del Cortijo de la Verduga en el vértice de un meandro, posee una
mayor altura, 11 m sobre estiaje, y presenta un macizo resistente, lugar idóneo para la Toma del Canal
y ladera de apoyo del estribo izquierdo de la presa que, con el tiempo, resultó de escasa longitud, fren-
te a la inestabilidad del cauce del río, redactándose posteriormente un Proyecto de Ampliación de la
Presa Azud de Peñaflor en 1921 por el ingeniero Eusebio Rojas Marcos, modificando el estribo derecho
y obras de defensa y consolidación de las márgenes del río; obras que resultaron insuficientes ya que
en las grandes avenidas las aguas alcanzan alturas excesivas y corren por una madre vieja situada a la
derecha del azud, erosionándola y tendiendo a circular cada vez más por esta margen, lo que compro-
mete la Toma del Canal2.
A principios de los años 70 atendiendo a las deficiencias del azud existente se realizaron ensayos con
dos modelos reducidos de una nueva presa que se sometieron a caudales muy diferenciados en el La-
boratorio de Hidráulica de la Confederación, bajo la dirección del ingeniero Jaime Arráez Fernández.
Se estudió con el modelo de menor escala la influencia, comportamiento y consecuencias de la nueva
Presa sobre el tramo del río próximo a ella. Y con el modelo de mayor escala, se analizó en detalle el
comportamiento de la Presa, las Compuertas y la Toma.
Se ubicó la Nueva Presa a 150 m aguas abajo del antiguo azud, demoliéndose éste al finalizar la obra,
proyectándose la nueva como un azud de hormigón en masa, con 14 módulos de 15 m de ancho - 3 m
de altura y 28 m de longitud cada uno - con trece pilas separadas 17 m entre ejes soportes de las torretas
de maniobras de compuertas y del tablero del puente. Así la presa posee 14 vanos de 15 m de luz libre,
configuración que supone un 82% de vano para el paso del agua frente a un 18% de macizo de las pilas.
Las pilas, de 15 m de longitud y 2 m de anchura máxima, se proyectaron con formas que aminoran su
resistencia al caudal fluyente, mediante un perfil hidrodinámico Joukowski; perfiles aerodinámicos e
hidrodinámicos que toman forma análoga a modelos de la propia naturaleza3.
Los catorce vanos de paso, provistos de compuertas, y las esbeltas pilas con forma de aletas de avión,
mejoran la fluencia natural del río y permiten una regulada gestión del agua. Los ensayos en modelos
reducidos del comportamiento del río y la elección de un perfil hidrodinámico de figuración natural
Presa azud de labio fijo y su remanso. 1968. Fuente: Archivo
CHG reflejan una nueva sensibilidad del proyectista hacia las formas vivenciales de la naturaleza.
Presa azud de labio fijo vista hacia estribo de margen derecha.
consolidación del Lecho aguas abajo. 1968. Fuente: Archivo La prolongación hasta la Obra de la Toma del muro de hormigón del estribo izquierdo de la nueva pre-
CHG
sa, desplazada 150 m, vuelve a unir ambos elementos restableciendo la unidad funcional y figurativa
Visita de las obras de reparación y mantenimiento de la presa
azud. Se puede apreciar aún sopladuras en el repie. 1968. Fuen- primigenia. Y el camino a la antigua presa-azud se desvía para conectarse con el puente sobre la nueva,
te: Archivo CHG. permaneciendo su huella como herencia de la ubicación del azud de 1907 reemplazado.
En la última década del siglo XX se han llevado a cabo proyectos de modernización del Canal del
Bajo Guadalquivir y del Canal del Valle Inferior.
Ambos proyectos reflejan el cambio experimentado en las décadas de los 60-70 sobre el uso del
agua y especialmente en el ahorro de este preciado bien; y el nacimiento y fortalecimiento de
principios de sostenibilidad, modificando el comportamiento del ser humano hacia los bienes y
recursos naturales y su propia supervivencia en la Naturaleza. Sólo cabe mencionar al respecto lo
enunciado por The Club of Rome en 1972 “The limits to growth”.
Un Canal de riego de unos 150 km de longitud no presenta flexibilidad para responder a las va-
riables demandas de agua en tiempo y en volumen. Un caudal introducido en la cabecera tarda 24
horas en llegar a la cola. Teniendo en cuenta la dependencia de los cultivos de la gestión del agua,
rentabilizarla como recurso exigiría mayor flexibilidad e instantaneidad.
La localización de la mayor parte de las tierras cultivadas hacia el final del canal y alejadas de los
embalses de alimentación agrava la situación, generando sustanciosas pérdidas e incrementando
el consumo bruto del recurso hídrico y el comprometido equilibrio de la Cuenca4.
Para solventar estos desajustes se han proyectado y realizado un conjunto de mejoras tales como:
la regularización del agua contenida en el propio canal, aprovechando su capacidad volumétrica
como embalse; la creación de balsas laterales próximas de reserva y alimentación; y la modifica-
ción de sistemas de riego.
Compuertas Palmilla, Pkm 140,800 del Canal del Bajo Guadal- Fuente: Comunidad General de Usuarios del Bajo Guadalquivir
quivir. Vista de las compuertas laterales y salida de las aguas.
El embalse de Melendo configura hoy día un nuevo hábitat para la flora y la fauna y en especial
para aves, creando un nuevo entorno paisajístico pintoresco generado por la acción antropizante
del Canal. Lo que fue una suave depresión topográfica entre colinas sinuosas cultivadas, se ha con-
vertido en una extensa lámina reflectante de aguas embalsadas, márgenes regularmente plantadas
con especies de pequeño porte, sin explotación agrícola o forestal, de carácter natural y espontá-
neo sin el intensivo control propio de las plantaciones agrícolas; creando un entorno paisajístico
menos intervenido, debido a la fertilización de las aguas procedentes del Canal. Se crea así un
“paisaje naturalizado” dentro del “paisaje agrícola” dominante5.
Otra obra de modernización para la eficiencia hídrica y análogas modificaciones del paisaje, en sus
entornos, han supuesto la dotación de tres embalses situados en el tramo cabecero del Canal del
Bajo Guadalquivir:
• La Balsa de la Gitana, de 9,77 hm³, ubicada en la cuenca del Arroyo de Azanaque; está forma-
da por un único dique de tierra coronado a la cota 26,6 m, impermeabilizado en su interior,
embalsa las aguas provenientes del propio arroyo y las de las precipitaciones invernales. El
caudal de agua del Canal no necesitado se eleva, para su reserva, a la balsa mediante el bom-
beo, situado en el kilómetro veinticinco del Tramo de Origen y viceversa: La Gitana abastece
al Canal aportándole agua según demanda.
• La Balsa de la Restinga, de 2,7 hm³, emplazada en el Arroyo de Guadajoz, corona su dique a
23,0 m, cuenta igualmente con el sistema de doble llenado; aguas del arroyo y aguas del Canal,
con estación de bombeo en el kilómetro treinta y seis.
• La Balsa del Rosario, de 2,12 hm³, formada en la cuenca del Arroyo de la Fuente de la Parra,
cuyo dique de cierre se eleva a 17 m, posee análogo sistema de doble llenado, aguas de arroyo
y aguas del caudal, con estación de bombeo en el kilómetro cuarenta, se sitúa en las proximi-
dades del Acueducto que salva el Arroyo Garci-Pérez y, a unos kilómetros aguas arriba, de un
sistema de compuertas “Taintor” que proporciona una mejor regulación de los caudales circu-
lantes, así como posibilitar caudal con cota favorable para la estación de bombeo.
Los diques que forman las balsas están construidos básicamente con materiales procedentes de las
margas extraídas en la excavación del propio vaso, minorando el coste económico de la obra y, a
la vez, con menos impacto ecológico sin generación de vertidos o canteras que alteren sustancial-
mente el paisaje.
Las unidades paisajísticas presentes en el lugar a transformar por la instalación de las balsas -ve-
getación de ribera de los arroyos y cultivos herbáceos y olivar- fueron ampliamente restituidas
por la restauración medioambiental compensatoria revegetando sus entornos, creándose con ello
y con la extensa lámina de agua aparecida, un nuevo paisaje observable desde los altos diques y
registrables por el camino de vigilancia que circunscriben cada una de ellas6.
Las obras que comenzaron en la última década del pasado siglo XX, también tuvieron como obje-
tivo la gestión eficiente adaptada al ahorro de tiempos, caudales y economía, y consistieron en una
renovación sustancial y profunda del primigenio sistema de riego por gravedad.
El ahorro de agua proviene de la eficiencia del nuevo sistema de riego presurizado y su auto-
matización permite el telecontrol de apertura y cierre del consumo de cada propietario lo que,
además de confort, posibilita el riego en horas valles, reduciendo también el necesario consumo
energético7.
Las balsas conformadas mediante diques circundantes elevados sobre el terreno protegen sus va-
sos con láminas impermeabilizantes, coronándose sus hombros terraplenados con el camino de
servicio que posibilita su mantenimiento; y en su recorrido se alcanza a comprender, además de
su funcionalidad, el grado de artificialidad del paisaje creado: planos horizontales y elevados que
pautan el territorio a modo de túmulos.
CAPACIDAD DE
SECTOR SUPERFICIE DE SECTOR RED HÍDRICA HIDRANTES
BALSA
1 551 ha 138.274 m³ 18.247 m 178
2 658 ha 146.758 m³ 24.090 m 166
3 1.943 ha 423.698 m³ 45.104 m 238
4 3.405 ha 930.219 m³ 100.329 m 703
5 2.526 ha 1.071.991 m³ 74.589 m 457
6 1.821 ha 322.303 m³ 64.009 m 489
7 1.487 ha 459.999 m³ 23.744 m 89
8 1.886 ha 433.323 m³ 48.965 m 308
9 3.073 ha 621.445 m³ 66.392 m 342
Estas formas elevadas e introducidas de nuevo establecen un contrapunto y contraste con el terri-
torio circundante, recordando la topografía de estas tierras que fueron allanadas para el cultivo
Lámina de la Balsa nº 3 y caseta de guarda próximo al elemento
intensivo de irrigación por gravedad: nuevas experiencias plásticas de lugares pautados que de-
hidráulico El Cuenco en el territorio. Del canal del Valle Infe- rivan de una lectura metódica, plástica y poética del paisaje, aunando huellas antiguas y nuevas
rior; antigua zona de regadío c y d.
depositadas en el tiempo que, aunque surgidas por necesidades puro-funcionales, albergan un
Terraplén y estación de bombeo de la balsa nº 3. Canal del Valle
Inferior.
potencial espacial y paisajístico aún por explorar.
El nuevo sistema de riego de los Sectores de las Marismas transformadas presenta característi-
cas similares al adoptado en el Valle Inferior, mediante 10 balsas de dimensiones diferenciadas,
construidas por las siguientes Comunidades de Regantes:
La incorporación del Embalse Torre del Águila al régimen de aguas rodadas del Canal del Bajo
Guadalquivir, se llevó a cabo mediante Proyecto de Interconexión. Además de la optimización del
recurso del agua y de la incorporación del embalse para la regularización de riego de las superfi-
cies dominadas por el Canal del Bajo Guadalquivir, son objeto de esta obra tanto la mejora de ca-
lidad de las aguas rebajando su salinidad que riegan las zonas dominadas por el Canal del Salado
de Morón, como paliar su irregular y deficiente balance hidráulico.
Para ello se ha dispuesto una conducción enterrada de 13 km de longitud que discurre en paralelo
por la margen derecha del Salado de Morón, interconectando el Canal del Bajo Guadalquivir con
el embalse de Torre del Águila, alimentador del Canal del Salado de Morón.
A pie de Canal del Bajo Guadalquivir, en el kilómetro ciento veinticuatro, tras el sifón de cruce con
el citado arroyo, se ubicó la estación elevadora para el bombeo de un caudal de 4 m³/s, equiparán-
dose la interconexión para el aprovechamiento hidroeléctrico de la energía potencial liberada por
el desembalse y retorno de las aguas; proyecto que activa la preexistencia del embalse regulador
del Arroyo Salado del Morón y del mantenimiento de su paisaje.
De las 35.000 hectáreas de las zonas arroceras, las situadas en la margen derecha, Isla Menor, to-
man las aguas directamente bombeándola del río; y las situadas en la margen izquierda, sectores
B-VI y B-IX, herederos de las 1º y 2º Secciones de Marismas, que aún conservan la alimentación
que se estableció en los años 30 del siglo XX, posee un régimen mixto de aportación de agua, ya
que a la par recibe aguas del río y aguas desde el Canal de Riego del Bajo Guadalquivir.
Para el sector agroindustrial arrocero la salinidad de las aguas que se introduce en el estuario con
la onda de marea, hasta la Presa de Alcalá del Río a 110 km tierra adentro, constituye una grave
amenaza. Contrarrestar este negativo efecto implica desembalsar en el Cauce fluente del río im-
portantes caudales de aguas dulces embalsadas, para la contención de la intrusión de aguas sali-
nas, no progresando el denominado “tapón salino”. Caudales de aguas reguladas que se disipan
en el mar sin previo aprovechamiento y que alteran el desarrollo natural del estuario al disminuir
la salinidad inherente a las marismas del Guadalquivir, hábitat de flora y fauna de especial cuali-
ficación biótica y microcosmos medioambiental muy sensible.
Estos proyectos atienden, en su concepción hidrológica, a las prescripciones técnicas de los Planes
Hidrológicos y Planes de Obras de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de la primera
década tras su creación, en la que se prescribía que las áreas de las marismas como “Zona baja
que se ha de regar con los embalses de cabecera”9, aunque cada margen sea dominada por canales
inconexos entre sí.
Invertir el sistema hídrico de las áreas de marismas transformadas, mediante aporte de aguas
rodadas por gravedad desde el Canal del Bajo Guadalquivir, constituye el ideario y el desarrollo
técnico de la modernización de la zona arrocera, consistente en el recrecido en medio metro del
cajeado del Canal, aumentando la altura máxima de la lámina de agua en una longitud de 69 km
-desde el Cuenco, Pkm 27,887, hasta las proximidades del Cortijo de la Corchuela, Pkm 96,904-
bifurcándose en este punto un nuevo canal de sección trapezoidal, de capacidad de 47 m³/s, con
pendiente de una diezmilésima y 4 m de calado máximo.
Este primer tramo del nuevo canal, de 4,55 km, se desarrolla a cielo abierto hasta “Las Cascajeras”,
punto próximo a las antiguas canteras de grava empleadas en la construcción de la Sección VI.
Desde este enclave se deriva un nuevo tramo entubado, de 7,2 km, de doble tubo de 3,00 m de diá-
metro, con sifones para salvar el encauzamiento del Guadaira y posteriormente del Guadalquivir,
alcanzando la margen derecha al sur del Municipio de La Puebla del Río10.
Continúa esta rama del nuevo canal a cielo abierto en paralelo a la margen derecha del río para
girar y discurrir junto al Canal Principal de alimentación de las tablas de arroz de Isla Mínima,
en dirección al Municipio de Isla Mayor, acomodándose en el trazado de la Acequia de San Fer-
Plano del Proyecto de Ampliación del Canal del Bajo Guadal- nando, al sur de este municipio, para buscar el Canal del Sur, conectándose con la actual red de
quivir para la puesta en riego por gravedad de la Zona Arroce-
ra de las Marismas del Bajo Guadalquivir. Restitución y elabo- distribución.
ración de los autores: A. Barrionuevo y T. Gumbsch.
Así, el nuevo Canal, en su doble desarrollo, sigue asentándose sobre trazados ya existentes; y
seguirá dibujando las transformaciones territoriales y paisajísticas que caracterizan estas tierras
desde hace más de un siglo. La ampliación y modernización del Canal del Bajo Guadalquivir res-
ponde, por primera vez, a lo proyectado y aprobado en 1906, hace ya 112 años, en lo que respecta
a la transformación agraria de la margen izquierda con aguas rodadas y tomadas en Peñaflor11.
Una modernización puntual del Canal puede considerarse la cubrición de un tramo a su paso por
la barriada de Torreblanca de los Caños.
La expansión de esta barriada sevillana de apenas dos docenas de edificaciones residenciales si-
tuadas en la margen derecha del Canal y al sur de la carretera Sevilla - Alcalá de Guadaira, se inicia
con la construcción de alojamientos espontáneos de familiares de presos del Servicio de Colonias
Penitenciarias Militarizadas o de “libertos” que trabajaban forzadamente en la construcción del
canal, procurando cercanías12,13.
Tras el crecimiento y la consolidación de Torreblanca de los Caños, la barriada quedó dividida por
el Canal, sin apenas contar con espacios públicos en su casco urbano por lo que la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir, a petición de sus pobladores, promovió un proyecto para implan-
tar tres amplias superficies a modo de plataformas que sirvieran de puentes de unión de ambas
márgenes, y de espacios públicos de estancia, recreo, ocio, campo de juego y deportivo.
Para generar una lámina de agua constante bajo estas tres plataformas-puentes separadas entre
sí, con independencia de los periodos de riego, se instaló un sistema de compuertas, aguas arriba
y aguas abajo de la población. Presencia del agua, de velocidades lentas o paradas, propias de un
lago, o rápidas de un cauce fluyente, colaborando a la mejora climática y presentado una cierta
Canal del Bajo Guadalquivir a su paso por la Barriada Torre- dimensión de dignidad poética a lo que surgió del dolor.
blanca de Sevilla. Vista al puente de la calle Ronquillo con pista
deportiva asociada.
225
La situación del campo andaluz en el último tercio del siglo XIX viene descrita con precisión por
las crónicas que se recogieron en diferentes publicaciones periódicas y entre ellas la titulada “El
hambre en Andalucía”1.
En esta serie de artículos aparecidos, se describe que la causa de la crisis económica de Andalucía
radica en la excesiva centralización administrativa propia de un gobierno central que no se preocu-
paba por el estado social.
Un pueblo pacífico, una clase jornalera agrícola que para mitigar el hambre hace cola ante los
ayuntamientos para recibir un jornal exiguo ante la falta de salario corriente. En Córdoba, en Gra-
nada y en toda Andalucía se vive el atraso, y en todas partes los mismos problemas. Una economía
dependiente en gran medida de una agricultura de secano. Se decía que “no se puede modificar
radicalmente la situación económica de todo un país dependiendo de un poco de agua que caiga
de las nubes”
Una agricultura tradicional, predominante y consagrada, heredaba con exclusivismo los productos
que daba la tierra con mayor facilidad, que se cultivaban con monótona insistencia dependiendo,
fatalmente, de las influencias atmosféricas.
Entre las diversas causas se señalaba la irresponsabilidad del sistema político del gobierno, la or-
ganización de la propiedad concentrada y de mezquinas miras, así como la influencia del clima y
las propias condiciones geológicas del terreno.
Otras de las crónicas aparecidas titulada “La Andalucía Trágica” es el resultado de un viaje rea-
lizado a Sevilla y a Lebrija a principios del siglo XX. En ella se describe desde el viaje en tren, los
paisajes luminosos y amables de Lora del Río y del Valle del Bajo Guadalquivir en contraste con el
árido paisaje manchego. La elegancia del paisanaje popular sevillano y, en contraste, la situación
de hambre de los jornaleros y las dificultades que padecían los arrendatarios de tierras que se
Guarda manipulando compuerta del CD1 a la altura de El Tro- apreciaba en Lebrija2.
bal. Carretera SE-9017.
227
El problema del latifundio se planteaba en todo el sur del país. Municipios ricos como Carmona,
Écija, Utrera, Sevilla, poseen grandes fincas, tierras sin cultivar, de caza, de cría de toros bravos,
encinares, olivares, trigo de secano. Una gran población de braceros agrícolas sin trabajo una gran
parte del año en estas tierras que fueron antaño un hermoso vergel. Tras negarse durante mucho
tiempo la existencia de esta situación social extrema y de su cada día más precaria y conflictiva se
creó en 1902 el Instituto de Reformas Agraria (IRA) que no pasó de ser un organismo de estudios
experimentales de reformas sin pasar a tener efectos reales3.
Al mismo tiempo los proyectos de canales de riego, navegación y para la creación de energía hi-
droeléctrica, cuajaban en un nuevo Plan Nacional de Aprovechamiento Hidráulico de 1902 para
la creación de una red de pantanos y canales conocido como el Plan Gasset, que seguía aquellas
teorías de Joaquín Costa de Nacionalización de las aguas fluviales: “Conquistemos las aguas que
es tanto como conquistar las tierras”4.
Una dimensión más ajustada a la realidad económica del país se procuraba con la atención al pe-
queño regadío, ley de 1905, pero será dos años más tarde, en 1907 cuando se promulga la Ley de
Colonización y Repoblación Interior, cuya finalidad consistía en poner fin a la emigración campe-
sina y poblar de nuevo las tierras abandonadas5.
De esta ley se deriva la creación de la “Junta Central de Colonización y Repoblación Interior”, por
sus siglas JCCRI, cuyo modelo de colonización cuestiona el anterior disperso y de aislamiento,
mediante “cotos acasarados”, para plantear la idea de concentración a través del “poblado de co-
lonos”; pero no sólo como conjunto de viviendas familiares reunidas, sino como un ente urbano
dotado de servicios que favorezcan la “sociabilidad” en la vida campesina.
Esta reforma agraria planteaba como cuestiones inseparables el aporte de agua para regar y
transformar los campos de secano y, al mismo tiempo, asentar debidamente a la población cam-
pesina con un trabajo digno, creando un reforzado paisaje rural dotado de una nueva dimensión
espacial, en la que conjugar estructuras parcelaria e infraestructuras hidráulicas y de comunicacio-
nes, abastecimientos a los pueblos de colonización con sus servicios, almacenes y maquinarias… En
Para esta gran empresa concebida en los periodos liberales, el estado, consciente de la dificultad
que implicaba un necesario cambio de hábitos y actitudes de los poseedores de las fincas en el
sur, reunidas en latifundios mayores de 250 ha por propietarios, y de la dificultad económica de
acometer las obras de puesta en riego, planteaba la participación de la iniciativa de particulares me-
diante la aportación de auxilios económicos, fijando en el año de 1911 la puesta en regadío de todas
las tierras con aportación de aguas en 20 años, mediante una ley de auxilios de obras hidráulicas,
durante el período de los liberales en el poder6.
Se consideraba que progreso y justicia social deberían formar partes inseparables de la reforma
agraria y una actitud regeneracionista afirmaba que “el alma popular era la auténtica depositaria
de la nación”7
Durante los períodos de la monarquía española y la alternancia de los gobiernos de turno, libera-
les y conservadores, de 1909 a 1913 (período liberal) se potenció el Institutos de Reformas Sociales,
que había sido creado en 1903 por Francisco Silvela, en el que se regulaba el contrato colectivo del
trabajador, sin llegarse a su aprobación. Fue un período convulso con la participación de repu-
blicanos socialistas, congresos del PSOE y el sindicato de UGT, así como el nacimiento de la CNT
“Confederación Nacional de Trabajadores”, 1910, que sería abolida en 1911 tras la huelga general
revolucionaria.
En la zona regable del Guadalquivir predominaban las grandes propiedades agrícolas y el ritmo
de la puesta en riego era lento, con excepciones de algunos propietarios de la burguesía agrícola.
Uno de ellos, Miguel Sánchez Dalp, de la Comunidad de Regantes del Valle Inferior, dinámico y
emprendedor, trajo a Sevilla y fue director, en 1918, del II Congreso de Riegos. Estos congresos
planteaban, entre otras cuestiones, las formas de explotación social de la agricultura con terrenos
de propiedad estatal o de carácter comunal en zonas regables, estableciendo acuerdos entre Ayun-
tamientos y Estado a través de Juntas de Colonización Interior.
La reforma agraria del primer tercio del siglo XX oscilaba entre dos polos: la reforma social, con-
sistente en el reparto de tierras, alimentada por la creciente presión campesina sobre la tierra y,
por otro lado, la reforma técnica y financiera, cuyo fin era la rentabilidad basada en una política
Los proyectos colonizadores de las décadas 20 y 30 fueron guiados por una reforma agraria mode-
rada, en las que no se cuestionaba esencialmente las estructuras de la propiedad, contestada por la
crisis social agraria habida en las primeras décadas del siglo XX.
Para llevar a cabo la colonización agraria, era necesario dotar los campos de regadíos y establecer
en ellos a los colonos que lo cultivaran y para agilizar este propósito, se fundan en 1926 la Pri-
mera Confederación Hidrográfica, del Ebro, y un año más tarde el 22 de septiembre de 1927 la
Confederación Sindical Hidrográfica del Guadalquivir. Organismos autónomos con personalidad
jurídica propia, para la descentralización de funciones y evitar procesos burocráticos y retrasos
en las gestiones, con competencias en la repoblación forestal, industrias subsidiarias, mejoras de
comunicaciones, regulación hidrológica y organización e incremento de la producción agraria en
sus respectivas cuencas.
Las Confederaciones Hidrográficas ideadas por el ingeniero de Caminos, Manuel Lorenzo Pardo
suponen unas acertadísimas instituciones al reconocer su ámbito de competencia sobre el espacio
físico determinado por la completa vertiente de los ríos con todos sus afluentes, entendida como
unidad de actuación de la política hidrológica del país y sus proyectos.
Como antecedente internacional de esta nueva concepción y ordenación del territorio por cauces
fluviales cabría citar la experiencia italiana, ley Baccarini de 1882, o la que años más tarde se llevó a
cabo en Tenesse Valley Authority, organizando los riegos y la agricultura de ese extenso territorio
norteamericano.
El modelo representado por la Confederación Hidrográfica para el fomento de la ordenación del te-
rritorio ligado a las cuencas fluviales, concretaba los debates iniciales sobre el poblamiento racional
de la población rural, introduciendo la dimensión espacial del proyecto de reforma de la agricultu-
ra, dotándolo de sentido geográfico regional presente en los estudios de Fermín Caballero para la
planificación rural.
Otra de las referencias internacionales que inspiraban políticas a seguir en la ordenación agraria
fue el modelo italiano de la “bonifica integrale”, cuyo objetivo era elevar la agricultura a un nivel
El ideario de la “colonización integral” que reunía la política hidráulica de las nuevas confedera-
ciones hidrográficas con las políticas de colonización interior, quedó recogida en la OPER de 19328,
Ley de Obras de Puesta en Riego, promulgada en el primer bienio de la II República Española,
conocido por sus medidas sociales como Bienio Reformista o Transformador. Y en paralelo, la ley
de Reforma Agraria de España LRAE, 1932, que plantea la expropiación de las tierras latifundistas
no cultivadas directamente por sus propietarios y las de regadíos no regadas o las incultas. Para tal
fin se creó el Instituto de Reforma Agraria, IRA, al objeto de repartir las tierras entre familias cam-
pesinas o los colectivos de agricultores. La lentitud y fracaso de esta reforma agraria no cumplió
las expectativas de las organizaciones obreristas, que no aceptaban un modelo capitalista para el
desarrollo del medio rural sino que proponían una verdadera revolución social.
Con la llegada al poder del Partido Agrario y la entrada de la Confederación Española de Derechos
Autónomos, CEDA, en 1934, durante el II Bienio de la República conocido como Bienio Rectifica-
dor o Conservador, se planteó el fin de las políticas reformistas derogando las leyes anteriores,
mediante La Ley para la Reforma Agraria aprobada el 1 de agosto de 1935, que supuso la conge-
lación definitiva de la reforma, desmantelando las Comisiones Agrarias de Jornaleros, los Jura-
dos Mixtos, ayuntamientos socialistas o republicanos de izquierda, sustituidos por Comisiones
Gestoras nombradas por el gobierno, suprimiendo la expropiación sin indemnización, y además
otorgando la potestad a los dueños de las fincas expropiables de intervenir en la tasación oficial de
sus propiedades, negociando cada caso con el Instituto de Reforma Agraria, planteándose salarios
aún más bajos si se quería trabajar.
Una vez en el poder la coalición de partidos del Frente Popular, tras las elecciones del 16 de febre-
ro de 1936, se vuelva a instaurar la LRAE, de 1932, asentándose de nuevo una gran cantidad de
campesinos. En el período de la Guerra Civil, en el año 1938, el primer paso del Gobierno Nacional
fue la creación del Servicio Nacional de Reforma Económica y Social de la Tierra, SNREST, que
lleva a cabo una contra reforma agraria anulando las medidas contenidas en las leyes del ámbito
agrario en el período de 1931 al 1936, especialmente las de 1932 y 1935 programadas por los perío-
dos republicano-socialistas y en contra de todo lo actuado por el IRA, devolviendo a los antiguos
propietarios las fincas expropiadas.
El INC es, en definitiva, la continuación del IRA del cual hereda tierras, infraestructuras, colonos
y referencias, tratando de resolver la falta de capital para completar la redes de regadíos, iniciadas
por la Dirección General de Obras Hidráulicas, a través de las Confederaciones Hidrográficas,
embalses y canales realizados que aún no llevaban agua a las parcelas ante la carencia de capital
para la explotación de los regadíos y la falta de cualificación de los agricultores de secano para las
nuevas formas de cultivos regados.
Las diferentes etapas del INC se pueden catalogar mediante diferentes leyes que se proclaman y
que sirven de marco competencial para su desarrollo:
La primera de ellas, Ley de Base para la Colonización de Grandes Zonas Agrarias del 26 de di-
ciembre de 1939, determinó la actuación del primer periodo 1939-1946 del INC. La ley definía el
apoyo técnico, financiero y jurídico del Estado para las obras que se realizarán en grandes zonas
de secano, transformando el sistema productivo en las que se lleven a cabo importantes obras de
regadío, o transformación de marismas como terrenos defendidos y saneados. Era competencia
del Instituto y, en determinados casos, de las Sociedades de Colonización y Asociaciones de Susti-
tución, la ordenación, dirección y ejecución de la colonización completa de las zonas de alto interés
nacional. En este período, la reforma agraria, apenas tuvo resultados al devolverse a sus antiguos
propietarios las tierras que poseía el IRA y confiar la reforma a la iniciativa privada9.
Complementariamente, la Ley de Auxilios para Riegos, de junio de 1939, introduce una mayor
intervención del Estado que las anteriores en las que se establecía el 30% para las empresas o el
50% para las comunidades regantes, proponiendo que el Estado realice la totalidad de las obras
de puesta en riego iniciadas por regantes, sindicatos, comunidades o propietarios particulares que
no las hayan terminado por falta de recursos económicos, siempre que se haya invertido ya, o se
comprometan a invertir, el 20% de las obras necesarias.
En la segunda etapa, 1946-1949, para corregir la inoperancia del período anterior se promulgó la
ley de Expropiación de Fincas Rústicas por Causas de Interés Social, de 27 de abril de 1946, en
virtud de la cual se puso en práctica el principio de expropiación forzosa por causa de utilidad
La tercera etapa, comienza con la Ley de Colonización y Distribución de las Propiedades Regables
de 21 de abril de 1949 y finaliza en 1971. Se regulaba la totalidad de las acciones a llevar a cabo
por el Instituto para la colonización de nuevos regadíos, cuyas obras iban a ser realizadas por el
Estado, delimitando y coordinando las competencias de los Ministerio de Obras Públicas a través
de la Dirección General de Obras Hidráulicas y el de Agricultura a través del INC.
Se determinan las “tierras en exceso” para el establecimiento de nuevos cultivadores que habrían
de ser objetos de expropiación por el Instituto: “Huertos familiares”, “Unidades de explotación de
tipo medio” de 18 ha de extensión máxima y “Unidades superiores” en ningún caso mayor de 125
ha. Las “tierras en reserva” son aquellas que quedan en poder de sus propietarios y las “tierras
exceptuadas” son las que permanecen en sus propietarios y no declaradas en exceso por disponer
ya de riego o cultivos intensivos. Los instrumentos de planificación para la colonización, a través
de los planes, se fijaban las obras a ejecutar en una primera etapa, se expresaba la voluntad política
e ideológica de actuar en las diferentes zonas regables; los referidos instrumentos conformaban
un proceso con las siguientes etapas: a) Estudio de viabilidad que determinaba la rentabilidad ge-
neral de la planificación; b) Declaración de zonas de interés nacional, que suponía la congelación
de la compraventa de las tierras para evitar la especulación; c) Plan General de Colonización en el
que se delimitaban las áreas y las infraestructuras; d) Plan Coordinado de Obras, concretándose
las competencias de la Dirección General Hidráulica y del INC: el primero hacer correr el agua y
el segundo la puesta en riego, siendo de mayor rango el Instituto, e) Plan de Parcelación en el que
se fijaban la forma de adquisición de los terrenos y lotes y f) Decreto de Puesta en Riego10.
En este período comienza a ser prioritaria la Planificación Integral para dar la mayor rentabilidad
a la producción, prevaleciendo este criterio sobre los anteriores planteamientos que primaban los
aspectos sociales de la reforma agraria. Con los Planes Generales de Colonización y, entre otros,
los de la cuenca del Guadalquivir, desde su nacimiento en Jaén hasta las marismas de Lebrija, los
objetivos eran establecer al mayor número de colonos en las tierras que recibían a explotaciones
de rentabilidad aprobada, creando colonos empresarios y para ello aumentando el tamaño de los
lotes de tierras concedidas.
Nº n. pueblo Nºviv. Nºhb. Nombres de Arquitectos El Instituto Nacional de Colonización creado en octubre de 1939 tuvo como finalidad acometer
01 Adriano
(PTA)
28 86
50
Luis Marín de Terán (PI)
Rafael Olalquiaga (PI)
la reforma económica y social de la tierra sustituyendo al anterior Instituto de Reforma Agraria,
02 Chapatales 180 580 Agustín Delgado de Robles (PI) IRA. Entre uno de sus cometidos fue la repoblación de las tierras agrarias mediante la creación
(PTA) 364 Pablo Arias García(PI)
Alberto Balbortín Polledo (PI) de pueblos de colonización, optándose por un modelo de concentración de la población frente a
03 Pinzón (PTA) 111 760 Pablo Arias García (PI) modelos anteriores que proponían la ocupación dispersa situando la casa del trabajador agrícola
422 Alberto Balbortín Polledo (PI)
Antonio Delgado Roig(PI) centrada en su propia parcela. Esta forma de urbanizar y ordenar el territorio rural adoptada por
04 El Trobal 256 1770 José Luis Fernández del Amo (PI) el INC planteaba una “dispersión concentrada” ya que la población estaría reunida en pueblos de
(PC) 1071 Jesús Ayuso Tejerízo (PI)
05 Maribáñez 293 1365 Antonio de la Peña Neila (PI) diversos tamaños aislados pero situados uno de los otros a menos de 3/4 de hora con un carro de
(PTE) 1027 Daniel Carreras Matas (A)
labranza.
06 Trajano (PTA) 223 2000 Alberto Balbortín Polledo (PI)
854
07 Vetaherrado 52 80 Jesús Cagigal Gutiérrez (PI) Se estableció dos tipologías de pueblos: “los pueblos estabilizados” adscritos a fincas particulares
(PTA) 88 Daniel Carreras Matas (PI)
08 San Leandro 56 265 Jesús Ayuso Tejerízo (PI)
aisladas para albergar a los obreros temporeros necesarios y con una densidad máxima de 50 ve-
(PC) 68
cinos; y “los pueblos en evolución” con previsión de ensanches y extensiones para su crecimiento
09 Sacramento 47 285 Fernando Terán Troyano (PI)
(PTA) 164 futuro adscritos a grandes zonas regables, en el que se proyectaban su 1ª y 2ª fase.
10 Marismillas 505 470 Jesús Hernández del Arco (PI)
(PC) 1575 Daniel Carreras Matas (A)
Estos pueblos de evolución, como todas las empresas que se realizaron desde el INC, estaban
definidos en normas precisas para sus realizaciones, planteándose los programas funcionales de
estos asentamientos según sus tamaños. Así para un poblado con capacidad para 100 o 200 vecinos
Pueblos que no se realizaron debería contener: a) la iglesia con su sacristía; b) el edificio de administración con locales, correos,
A El Copero
B-II
G Murillo
juzgados y calabozo situados en planta baja, y salón de sesiones y despachos en planta alta, así
B Jaraquemada H La Señuela
como la vivienda del funcionario; c) escuelas unitarias; d) 6 viviendas de comerciantes y en su
C Isla Menor I Villafranca de la Marisma
D Margazuela B-III J Tarfia
B-XII planta baja locales, panadería, abacería, cantina, barbería…; e) vivienda del médico con planta
E S. Isidoro K Marzorque baja para despacho, botiquín y sala de curas; f) carpintería o herrería situadas preferentemente en
F Llano de S. Juan B-IX L Tartesos los limites periféricos. En los pueblos mayores de 200 vecinos el programa podría completarse con
fonda, casino, cine y mayor número de tiendas.
También se planteaba como una norma principal la composición representativa e imagen del pue-
LISTADOS DE PUEBLOS DE COLONIZACIÓN SITUADOS blo planteándose que ésta recayera sobre la planta principal, centro urbano, en la que sería priori-
EN ZONAS REGABLES Y FINCAS DISTRIBUIDOS POR
CUENCAS HIDROGRÁFICAS tario la imagen icónica de la iglesia y su torre campanario, que a ser posible estuviera situada con
Regional del Guadalquivir. Zona 5. Zona: Bajo Guadalquivir.
perspectiva de su eje principal, usualmente calle mayor de articulación y entrada.
Plano restituido por los autores. A. Barrionuevo y T. Gumbsch.
237
Los pueblos se construyeron en las décadas de los años 50 y 60, proyectándose el último de ellos
en 1967 aunque luego se continuó con edificaciones de segundas fases y los edificios públicos, de-
jándose de construir muchos de ellos, una vez creado el IRYDA, que a lo sumo, amplió alguno de
ellos o planteó el crecimiento de urbanizaciones periféricas en los pueblos cercanos.
a) La planta general se acomoda a las formas adaptadas por el parcelario de los lotes de tierras cul-
tivables, y las infraestructuras del regadío; o a la orientación solar; o bien al acceso a través de los
caminos que los vinculan a la red de carreteras del territorio y a los pueblos circundantes existentes.
b) El ingreso está separado-derivado de los caminos de paso y están emplazados en una gran
parcela rodeando su perímetro un amplio bosquete que cumple la función de crear un microclima
saludable que lo protege de un extenso territorio de agua rodada, húmedo y con máximas tem-
peraturas y soleado, necesario para el cultivo. Estos bosquetes cumplen idéntica misión que las
plantaciones, muchos de ellos palmerales de los oasis en zonas desérticas y es también habitual
envolver a los cortijos y haciendas con una gran arboleda, incluso marcar su camino de acceso con
una alameda o la simple casa rural aislada con una palmera.
Estos bosquetes desafortunadamente han ido desapareciendo a medida que se han edificado en
parte de su ámbito nuevas naves agrícolas y aún más lamentable nuevas urbanizaciones de man-
zanas edificatorias que si bien han servido para el crecimiento del pueblo, éste ha perdido esta
cultura verde de protección climática.
c) La separación de tránsitos creando calles peatonales de acceso a las viviendas de los colonos o
“calles salones” para facilitar la cultura de convivencia utilizando la calle como lugar de encuentro
y estancia tradicional de los pueblos andaluces meridionales. Y calle de tránsito rodado, de ani-
males y maquinaria agrícola originariamente denominadas “calles de carros” de acceso mediante
portalón al patio-corral trasero de la casa agrícola.
Las primeras discurren a veces no en línea recta sino con forma de arcos o incorporando una se-
cuencia de retranqueos laterales creándose pequeñas placitas o rincones junto a la casa puerta, con
o sin porche, que permiten en las estaciones estivales sentarse en la noche en la calle a conversar,
siendo su latitud estrecha pero con la sucesión de casas y tapias entre ellas suficientemente abier-
tas para su ventilación y asoleo. En los mejores ejemplos se disponen las calles huyendo la línea
recta, rompiendo las perspectivas directas al campo, para obtener el recogimiento de la trama
interna de los pueblos tradicionales, ofreciendo lugares de convivencia.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
239
Esta separación de vías por su función respondía a los principios del urbanismo moderno en su
época cuyos principios se fijaran en la Carta de Atenas. En realidad, solo en contados casos la se-
paración era total.
Caben distinguir tres tipos de calles de Ronda “que bordean el pueblo en el límite urbano del bos-
quete; las calles interiores “sean calles de carros” y “calles-salones”; y “calles mayores o principales”.
Si la Calle de Ronda coincide con ser una “Calle-Salón” o de acceso a las viviendas, el pueblo
presenta, contemplado desde el exterior, una imagen de pueblo tradicional. Si estas son “calles de
carros” con sus tapias, corralones y portalones el pueblo queda caracterizado por ser imagen de
pueblo agrícola industrial.
d) Las calles mayores suelen cruzarse formando una glorieta en el punto neurálgico donde lateral-
mente se ubica la Plaza del Pueblo: la calle principal de todas ellas, que suele ser la del ingreso a
la población, tiene como fondo de perspectiva la iglesia y más concretamente la torre campanario
que asume el carácter de hito simbólico y representacional no sólo de estos Pueblos de Coloni-
zación sino del urbanismo español de la época por ser arquitectura eclesiástica pieza escultórica
y singular. La circulación de los ejes mayores suelen ser también mixta, siendo a la vez calle de
circulación rodada, no de carros, y “calles-salones”, si bien su mayor anchura permitían acerados
amplios y ajardinados-arbolados separativos de las calzadas. En los mejores ejemplos son calles
con galerías soportales1.
Esta Plaza Mayor contiene todos los elementos de un centro cívico urbano y asume la máxima
representación social, y poseen soportales como elemento acondicionador de las plazas mayores.
Otras plazas y placitas, o calles ensanchadas y ajardinadas se incluyen entre el tejido urbano para
dar lugares de estancia a zonas vecinales y suelen ser puntos de sutura o encuentro entre distintas
fases de ampliaciones de los pueblos.
f) Las manzanas edificatorias se conciben como unidades formadas por dos hileras de casas con
sus patios corrales, separadas y servidas por una “calle-salón” peatonal de ingreso central, delimi-
tados por dos “calles de carros” en paralelo que presten el paso y el acceso rodado a los patios-co-
rrales de labor.
Con estas unidades de manzanas dispuestas en paralelo se confeccionan las distintas áreas habi-
tacionales del pueblo. A veces las “calles de carros” se disponen en perpendicular a las “calles de
Rondas” y otras veces en paralelo coincidiendo con estas.
Se procura la asociación de la edificación de las casas, que a veces se parean en medianera y sepa-
radas de las otras asociadas por tapias para constituir alineaciones urbanas de fachadas continuas,
al mismo tiempo que singularizando cada casa para mayor identificación de su propietario. Pro-
ceso de singularización de la casas y continuidad urbana.
g) La Casa de la Cooperativa o el Hogar Rural suele disponerse en la periferia del pueblo accedién-
dose desde la “Calle de Ronda” y consta de un amplio patio de labor, con naves edificadas en su
perímetro cercado por una tapia protectora, inmersa en el bosquete del entorno.
En algunos ejemplos las escuelas ocupan también un lugar periférico, así como el campo de depor-
te, por lo general un campo para la práctica del fútbol.
h) La Casa del Colono, posee dos partes bien diferenciadas y asociadas: la casa-vivienda familiar,
con un programa para seis miembros, de tres dormitorios a las que se accede por las “calles-sa-
lones” peatonales y el Patio-Corral con las dependencias agrícolas y ganaderas cercadas por una
tapia de protección y accesible desde el portalón abierto a la “calle de carros”. Estas dos partes
quedan relacionadas al poseer una puerta trasera la casa-habitación abierta al corral posterior.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
241
Son muy funcionales y económicas con balcones embutidos en planta superior dando a la calle o
con terraza superior dando al patio corral.
Otro tipo es la casa de una sola planta, más pequeña, sobre todo para los obreros agrícolas, o ca-
sas de dos plantas compactas. Esta diferenciación de los tipos de viviendas tiene como finalidad,
además de adaptarse al programa de necesidades de los tipos de colonos, singularizarlas para dar
mayor atractivo formal al paisaje interior del poblado y el reconocimiento más individualizado de
la propiedad de los colonos. Así y todo suelen presentarse como series repetitivas ingeniosamente
conjugadas2.
Los materiales de las edificaciones suelen ser fábricas de ladrillo y estructura de viguetas auto re-
sistente de hormigón y bovedillas cerámicas. También se emplean pilares metálicos para galerías
y soportes de vuelos de las entradas.
Las cubiertas son inclinadas de teja árabe y en algún caso prefabricadas de fibrocemento de canal
ancho, revoco de cal y pintura de cal y plásticas3.
Por lo general las formas son básicas y sencillas sin pretender estilos tradicionales sino deducidos
del lenguaje directo de la arquitectura funcional, lo que presta al Pueblo una imagen de contem-
poraneidad propia de los años 50 o 60.
POBLACIÓN (2016)
50 habitantes empadronados.
LEYENDA DE USOS
a. IGLESIA
b. EDIFICIO ADMINISTRATIVO
c. COOPERATIVA
d. DEPÓSITOS
2
CAMINOS DE ACCESO DE CHG 1
a
CAMINO 06 (SE-9024-9023) P2 2
2
CALLES 3
P1. Plaza Mayor a1 P1
1 1 b
P2. Plaza de la Iglesia c
1. Calle Ronda Pte. a1 d
2. Calle Ronda de Coria 1
3. Calle Principal
TRANSFORMACIONES ACTUALES
a1. Nuevas naves
E. 1/6.000
De formato casi cuadrado, el poblado presenta una ronda perimetral constituida por la mencio-
nada Ronda de Poniente y Ronda de Coria, siendo su forma urbana básica la de una calle central
porticada -Calle Principal- en cuyo inicio se sitúa lateralmente la Plaza de la Iglesia y la escuela,
desembocando en una plaza cuadrada también porticada, -Plaza Mayor- donde se localiza su cen-
tro cívico.
Los accesos a las viviendas de los colonos se establecen bien desde la Calle Principal o bien desde
los espacios ajardinados separados de las rondas perimetrales exteriores que rodean el poblado,
creándose un frente de casas hacia el exterior con jardines comunes delanteros.
Las rondas de Coria y de Poniente, se introducen plegándose como vía de carros para dar acceso
a los patios agrícolas tanto de las casas situadas en el borde del poblado como a los de la Calle
Principal.
En el ángulo Sur Este, opuesto a la entrada se sitúa, en posición trasera, el depósito elevado de
aguas primitivo, cuyo diseño, como en todos los poblados, es en hormigón armado: una columna
cilíndrica esbelta, que se corona con una plataforma circular sustentada por una ménsula cilíndrica
a modo de ábaco que contiene el depósito elevado del agua; la losa de mayor diámetro aún que el
depósito, posee una pasarela de borde perimetral protegida con barandilla creando todo ello un
armónico conjunto y afinada obra de ingeniería.
También en el recinto cercado se encuentra el actual depósito de Aguas de Huesna, con formato ci-
líndrico rematado por una cúpula semiesférica. La torreta terminal de la red de suministro eléctrico,
con el transformador de baja completan las instalaciones que se repiten en cada poblado.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
245
Este poblado fue construido en 1964 según Proyecto Inicial de los arquitectos Luis Marín de Terán
y Rafael Olalquiaga y consta de 48 casas de colonos, por lo que es un núcleo pequeño. Se conserva
en bastante buen estado, no así su iglesia que presenta completamente destruido su interior. La
1. Vista del Pueblo de Adriano desde los campos de cultivo.
2. La Iglesia. evolución habida ha sido la genérica en todos los poblados, edificándose ampliaciones de la vi-
3. La plaza con soportales. vienda y construcciones de naves de mayor porte en el espacio agrícola o patio trasero de la casa
Arquitectos: Luis Marín de Terán y Rafael Olalquiaga, 1964. vivienda.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
247
POBLACIÓN (2016)
364 habitantes empadronados.
LEYENDA DE USOS
a. IGLESIA
b. ESCUELAS
c. VIVIENDAS DE MAESTROS
d. EDIFICIO ADMINISTRATIVO
e. CASA HERMANDAD SINDICAL
f. HOGAR RURAL
g. ARTESANÍAS
h. DEPÓSITOS
i. ESTACIÓN DEPURADORA
CALLES a1
1. Calle Ansares 9
8
2. Calle Ronda de Dentro
5
3. Calle Azul 10
10
6. Calle Campaneda 4 d b
c 2
7. Calle Pan - Calle Escuelas 10
10
f e
8. Calle Corta - Calle Codo a4
9. Calle Chica - Calle Tordo 4 1
i
h
10. Calle Sgto Mayor - Calle Larga 3
TRANSFORMACIONES ACTUALES
a1. Cooperativa Naturplant -
Fertilizantes Orgánicos Melguizo SL
a2. Viprelospa Empresa de
Hormigonado
a3. Nueva Zona Residencial
a4. Nuevas Industrias
E. 1/6.000
Al comienzo de la carretera, desde Los Palacios y una vez pasado el encauzamiento del caño de la
Vera se localiza una Planta Devastadora de Algodón ALGOSUR y justo antes del ingreso en Cha-
patales se sitúa una planta de fertilizantes orgánicos, Naturplant.
Este sistema de introducir la circulación agraria en los ejes interiores divide al núcleo urbano en
tres zonas o manzanas residenciales que se articulan cada una de ellas por las calles peatonales
de acceso a las viviendas centrales: la calle del Pan y su continuación por la calle Escuelas; la calle
Campanera y las calles en T, Calle Codo -Calle Corta y Calle Chica- Calle Tordo.
El acceso principal se realiza por una derivación perpendicular del camino que acomete a la Calle
Ancha que tiene como fondo de perspectiva al campanario de la iglesia.
El centro cívico, situado en una plaza lateral a la rotonda central, donde se sitúa la iglesia, el edifi-
cio administrativo, el dispensario -edificación elevada con una segunda planta- y las escuelas hoy
renovadas con mayor dotación edificatoria y campos deportivos.
En la Calle Ronda de Dentro se abre una plaza en la que se sitúan edificaciones con galerías porti-
cadas, posiblemente los locales de la cooperativa.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
249
En la actualidad se está llevando a cabo una promoción de viviendas adosadas con jardín delante-
ro y patio trasero con forma de manzana alargada de dos hileras paralelas que ocupan el bosque-
te-jardín comunitario que separaba el poblado de la carretera de acceso.
Con mayor acierto, en paralelo a la ronda trasera Calle Patio Real se lleva a cabo la construcción de
una batería de naves industriales modulares y seriadas que dan mayor capacidad a la labor de los
colonos y empresarios agrícolas.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
251
POBLACIÓN (2016)
422 habitantes empadronados.
LEYENDA DE USOS
a. IGLESIA
b. ESCUELAS
c. VIVIENDA DEL MAESTRO
a1
d. EDIFICIO ADMINISTRATIVO
e. CASA HERMANDAD SINDICAL
f. EDIFICIO SOCIAL
g. HOGAR RURAL
h. ARTESANÍAS
i. DEPÓSITOS
j. ESTACIÓN DEPURADORA
CAMINO 03 (SE-9020)
CALLES
1. Calle Ronda Sur
2. Calle Ronda Norte
3. Calle Ronda Oeste
4. Calle Ronda Este j
5. Calle La Rambla
6. Calle de la Marisma
7. Calle Pájaro de Fuego 3 2
TRANSFORMACIONES ACTUALES
a1. Algosur y Alpin sur
a2. Nueva zona Industrial
a3. Nuevas naves
E. 1/6.000
Se organiza como un poblado tangencial al Camino de acceso originario 03 de la CHG, hoy SE-
9020. Posee una organización urbana en damero, con zonas peatonales ubicadas en la malla.
Queda así Pinzón estructurado en tres cuadrantes delimitados por red principal dispuesta en for-
ma de T, dos de ellos situados a ambas márgenes de la calle de La Rambla, y un tercero tras la calle
del Andén. Cada uno de estos cuadrantes completa su configuración con tramos de las rondas
exteriores y calles interiores de carros, separativa de manzanas, cuyos interiores se articulan por
calles peatonales de acceso a las viviendas. Estas últimas, al cruzarse, formalizan placitas ajardina-
das o dotaciones de espacios públicos recreándose una malla tupida de lugares de vecindad, que
reproducen la complejidad de un verdadero pueblo rural de acertada escala, con dilatada ampli-
tud en las calles de carros y estrechas en los accesos a las viviendas en sintonía con los pueblos
andaluces meridionales.
Al exterior del conjunto edificado en una gran parcela anexa a la calle Ronda Norte, donde se sitúa
la depuradora y los depósitos de abastecimiento de agua potable, se ha desarrollado un parque de
considerable extensión que alberga un estanque, eligiéndose para su entrada apergolada la pro-
longación de la calle Solitaria. En el resto de la banda disponible y anexo a la calle Ronda Norte y
el camino de acceso 03 también se ubica un campo de fútbol.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
253
3. 4.
La estructura general dispone las rondas exteriores y las vías centrales principales al desenvolvi-
miento de la maquinaria agrícola, figurando su carácter de pueblo agrario e industrial, disponien-
do los espacios habitables en el interior de las manzanas con escala humana.
En una de sus numerosas plazas abierta entre la calle Esperanza y la calle de La Rambla, se ha eri-
gido un simbólico monolito cuya base posee un mosaico en conmemoración de los primeros habi-
tantes de Pinzón, procedentes de los municipios de Utrera, Los Palacios y Villafranca, Montellano,
Sevilla, Alcalá del Río, Benacazón, Burguillos, Cazalla de la Sierra, Carmona, Espera, Guillena,
Herrera, La Lentejuela, La Rinconada, Santipone y Umbrete.
El nomenclátor de sus calles y plazas es muy evocador y bien elegido, contándose además de las
calles de carros, Ronda Oeste, Ronda Norte y Ronda Sur, con las interiores divisoras de grandes
manzanas, calles de La Rambla y del Andén; y con otras más de zona como Anochecida, Los Lea-
les, de la Marisma. O las peatonales, calle Amanecida de la Esperanza, de Los Niños, Solitaria,
Mediodía, Chistera, del Peine, Pájaro Azul, Pájaro del Alba, Pájaro del Fuego. Finalmente cuenta
5.
con plazas principales, de los Colonos, de los Obreros y con placitas anexas a las calles peatonales.
El pueblo de Pinzón cuenta con 111 viviendas de tamaño medio y fue construido en la década
de los 60 del pasado siglo según proyecto inicial de los arquitectos Pablo Arias García, Alberto
Balbontín Polledo y Antonio Delgado Roig.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
255
POBLACIÓN (2016)
1071 habitantes empadronados.
LEYENDA DE USOS h
a. IGLESIA a2
b. EDIFICIO SOCIAL
c. ESCUELAS
d. HOGARES RURALES
e. COOPERATIVA
f. COMERCIOS 6
g. DEPÓSITOS
h. ESTACIÓN DEPURADORA
a3 8
CAMINO 23 (SE-9017)
CALLES 4
5
1. Calle Sierra
2. Calle Madera
3. Calle Cortijo El Trobal a1
4. Calle Goles
5. Ronda del Oriente e 7
6. Calle Hierbabuena c
9
7. Calle San José * b
8. Calle Pastores
a
9. Calle Vida
10. Calle Canales 2 f
d
TRANSFORMACIONES ACTUALES
a1. Cooperativa Desmontadora 1
10
E. 1/6.000
El pueblo se inscribe en una macro parcela, casi cuadrada, delimitada por acequias, colectores de
drenajes y caminos a las parcelas agrícolas, que se extienden campo a través organizando los lotes
de tierras de cultivo de los colonos, dispuesto como un extenso tapiz que cuadricula el territorio.
Uno de sus lados desde el que se produce su acceso es el Camino 01 originariamente construido
por la CHG, que parte de Los Palacios y Villafranca, y el Camino 02, hacia Las Cabezas de San
Juan; ambos tienen principio y fin justo en el punto de entrada al poblado. Hoy este camino se
ha convertido en la carretera autonómica de segundo nivel SE-9017 que serpentea, los campos
uniendo Los Palacios y Villafranca con Las Cabezas de San Juan, y en su recorrido sirve de acceso,
además de a El Trobal, al poblado de Vetaherrado. Nace esta carretera en un nudo de conexión con
la circunvalación de la N-IV paralela al encauzamiento del Caño de la Vera y termina enlazándose
con el antiguo Camino 12, pista de acceso a San Leandro por el bancal de la margen izquierda del
Colector General de COTENSA y, saltando la línea férrea en la proximidad de la Estación Ferro-
viaria de las Cabezas de San Juan accede al poblado de Sacramento.
Este acceso original a El Trobal desde Los Palacios y Villafranca, Camino 01, es el camino de ser-
vicio que acompaña por la margen derecha al Canal de Derivación Principal CD-1, que se deriva
del Canal del Bajo Guadalquivir antes de regresar por el norte de la población de Los Palacios.
También va acompañando a un canal de drenaje de las parcelas cultivadas de la margen izquier-
da del Canal, habiéndose hoy constituido por este margen una carretera autonómica de segundo
nivel SE-9017.
El conjunto presenta una arbolada lineal, planteada en el talud del canal de drenaje excavado que
protege con la fijación de su ataluzada margen, la cimentación del Canal de Derivación CD-1, lo
que constituye uno de los pasos de registro de estos paisajes roturados por el agua rodada y los
campos estructurados, llanos y extendidos en amplios horizontes.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
257
Desde las rondas, que rodean al poblado, parten calles de carros perpendiculares que penetran
entre las manzanas edificatorias en fondo de saco lo que permiten la completa separación de las
calles de acceso a las viviendas; estas dispuestas como pequeñas casas individualizadas con entra-
das desde las vías principales y con salidas a las rondas.
Para acortar en sectores el crecimiento norte guiado por la calle San José, se introduce una placita
ajardinada, Plaza de la Luna, que permite el quiebro de la calle que recibe un nuevo nombre -calle
Pastores-. De igual manera hacia el sur la calle Vida se quiebra mediante una placita que le da
continuidad con la calle Madera.
Se identifican en el poblado dos tipologías de casas. Unas exentas con un cuerpo principal de
dos alturas y cuyo ingreso se resuelve mediante un singular porche cubierto, conseguido por el
retranqueo de la fachada de la planta baja para acomodar la puerta de ingreso a resguardo de la
lluvia. El otro tipo es de una casa de planta baja con ventana en esquina, correspondiente a la sala
principal y porche cubierto.
El Trobal fue construido hacia 1962 según proyecto inicial de los arquitectos José Luis Fernández
del Amo y Jesús Ayuso Tejerizo, contando con 256 casas-viviendas.
La sistemática recurrencia adoptada para su trazado urbanizador, hace que el poblado tenga su
vida social volcada hacia adentro y la periferia reproduzca con nitidez su carácter de poblado
Calle Águilas "calle Salón". Ingreso a la casa tipo. industrial agrario de colonos con su perfil de tapias y portalones para el ingreso a los patios de
Arquitectos José Luis Fernández del Amo labor.
y Jesús Ayuso Tejerizo.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
259
POBLACIÓN (2016)
1027 habitantes empadronados.
LEYENDA DE USOS
a. IGLESIA
b. AYUNTAMIENTO
c. ESCUELAS
d. COOPERATIVA j
e. PARQUE MUNICIPAL
f. BOSQUETE
g. CAMPO DE DEPORTE i
h. DISPENSARIO MÉDICO
i. DEPÓSITOS
j. ESTACIÓN DEPURADORA c
9
CALLES g
b
h 7
1. Rotonda Sur Maribáñez 10
e
2. Calle Río Clamores a
3. Calle Ronda de las Letras
4. Calle Hermandad
5. Calle Piquio 3 5
2
6. Calle Sta María del Valle 6
7. Calle Flores 12
8
d
8. Calle Lotería 4
9. Calle Niño
10. Calle Millón
11. Calle Peniche 1
1
f
12. Calle Ronda Bonanza
TRANSFORMACIONES ACTUALES
a1. Señal-trafic Maribañez SLL
a2. Nueva Zona Industrial
a3. Nueva Zona Residencial
E. 1/6.000
Este poblado está situado en las cercanías de Los Palacios, accediéndose originariamente por cami-
nos realizados por la Confederación, denominado Camino 16, dispuesto desde la N-IV tras cruzar,
el encauzamiento del Caño de la Vera, y discurrir por su margen izquierda hasta la desviación al
camino 21 que da acceso al poblado a través de su eje mayor, calle de los Pares, disponiéndose
en su mediación el cruce con la calle Santa María del Valle, el Centro Cívico personalizado por el
campanario de su iglesia.
Hoy el acceso se ha simplificado ingresándose por el otro eje central y perpendicular al anterior,
calle Santa María del Valle, que se prolonga por el bosquete al sur de la población, Ronda Sur de
Maribáñez y mediante una vía de servicio se conecta con la N-IV por un enlace de ramales y puen-
te elevado de cruce.
Su extensión total es de 49,2 ha de las cuales 13,6 ha las ocupan un bosquete lateral convertido en
parque forestal, permaneciendo además un extenso palmeral al exterior de la Ronda Maribáñez
Sur.
Construido en 1965 mediante proyecto inicial de los arquitectos Daniel Carreras Mata y Antonio
de la Peña Neila, se realizó en dos fases, como la totalidad de los pueblos de colonización realiza-
dos por la INC situados en el Bajo Guadalquivir. En la primera se edificaron 210 viviendas y en la
segunda 63, lo que hace un total de 273 viviendas para alojar a una población de colonos y familia
de 1365 habitantes, estando censados en la actualidad 1027, perteneciendo al municipio de Los
Palacios.
Del trazado en planta de la primera fase, los perfiles de las calles perimetrales en arcos formando
una figura análoga a un paréntesis que contiene a los interiores rectos, parecen estar inspirado
curiosamente en un bombo del sorteo de la lotería. Y esta observación se confirma al examinar el
nombre que reciben sus calles: calle del Millón, calle del Niño, calle Pares, de la Abundancia y calle
Lotería. Las calles de los extremos, río Clamores y Hermandad, son calles de acceso a las viviendas.
Las interiores peatonales, calle Piquio y su prolongación calle Niño, calle Lotería y su prolongación
calle Flores poseen dilataciones laterales en zigzag que se convierten en placitas de estancia veci-
nal, alternándose entre estas las calles de carro o de circulación, calle Ronda de las Letras y otras,
que permiten el acceso al patio agrícola de la casa, como callejones de tapias y portalones que se-
gregan el tráfico rodado del peatonal.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
261
Por lo general se ha densificado el poblado, construyéndose una segunda planta que amplía la
casa, así como se ha edificado en el patio de labor, a medida de la construcción de nuevas naves
agrícolas exteriores, para absorber al propio crecimiento familiar de nuevas generaciones de colo-
nos.
En el centro de la composición se dispone el equipamiento cívico mediante una plaza jardín ane-
xo a la calle Pares, delimitado por una edificación semicircular que dispone una galería-soportal
en la que se ubica el edificio Administrativo y el Dispensario. Al otro lado de la calle se sitúa el
comercio, casa de los obreros y de la Hermandad Sindical, en una edificación lineal con galería;
cerrando la plaza, la Iglesia y las dependencias parroquiales formando un claustro abierto a ésta; y
el campanario exento compuesto por volúmenes prismáticos con chapitel o aguja muy estilizada,
interpretación cubista de los campanarios barrocos andaluces que cristianizaron los minaretes
mudéjares.
Las Escuelas se sitúan en el extremo norte rodeado por el bosquete perimetral y centrado respecto
a la calle Niño y la Cooperativa o casa rural en el extremo sureste entre la margen exterior de la
calle Hermandad y el Bosquete convertido en Parque Municipal.
El proyecto de segunda fase contemplaba ocupar el cuadrante noroeste del bosquete perimetral
con un grupo de almacenes con igual disposición parcelaria que el cuadrante de la ampliación
Otra intervención más reciente ha sido la edificación de cinco nuevas manzanas, adaptados sus
perímetros a la franja del primitivo bosquete lateral al exterior de la ronda de Bonanza; casas que
disponen de un exiguo patio trasero.
El depósito regulador para el abastecimiento de aguas, como en todos los poblados, lo compo-
ne el conjunto del Depósito Alto, elevado sobre una fuente de hormigón armado que lo alza 14
m de altura para procurar la presión necesaria de suministro con una capacidad de 24 m3. Y un
segundo depósito semienterrado de mayor volumen y capacidad en consonancia con el tamaño
del poblado, en el caso de Maribáñez con 355 m3. Se sitúan en un recinto de seguridad cercado
recientemente, al noroeste y al exterior de la Ronda de las Letras. El proyecto de los Depósitos, red
de distribución de agua y saneamiento y estación depuradora fueron redactados hacia 1967 por el
ingeniero Alberto López García4.
Según los proyectos analizados en un principio el agua provenía de pozos con estación de bom-
beo, que se conducían a los depósitos de regulación de la población. Hoy en día el agua proviene
de la Compañía Aguas del Huesna.
Respecto a la red de suministro eléctrico, la Confederación derivaba una línea de media tensión
de las líneas generales de alta de la Compañía Sevillana de Electricidad. En este caso de una prin-
cipal que cruza la N-IV a unos 5 km del poblado accediendo mediante torretas y tendido aéreo al
ángulo sureste donde también se localiza una estación de servicio.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
263
POBLACIÓN (2016)
854 habitantes empadronados.
LEYENDA DE USOS
a. IGLESIA a1
b. EDIFICIO ADMINISTRATIVO
c. ESCUELAS a1
d. VIVIENDAS DE MAESTROS
e. COOPERATIVA e
4. Calle Aguas 10
11
5 .Calle San Ignacio Obispo - Calle Juan Apóstol
6. Calle San Pablo f
TRANSFORMACIONES ACTUALES
a1. Nuevas Naves
E. 1/6.000
Se accede al poblado desde la SE-428. Se organiza mediante retícula ortogonal de calles, algo de-
formada por su encaje en una parcela rectangular levente trapezoidal.
Las calles largas se interseccionan con dos calles principales dispuestas a modo de cruceros. Una
de ellas, de mayor importancia, calle San Pablo, es uno de sus ingresos y finaliza en el centro urba-
no focalizando, como es habitual en todos los poblados, la torre campanario de la iglesia, que en
este caso reproduce la versión de la iglesia mudéjar. En este lugar se agrupan las edificaciones de
carácter público: El Edificio Administrativo, el Centro Parroquial y el Dispensario Médico. En sus
extremos, prolongado por calles de menor rango, se sitúa a un lado las escuelas y al otro el cine.
Las calles alargadas están rotuladas, por lo general, con nombre de emperadores romanos y las
travesías con nombre de santos discípulos, San Pablo y San Pedro, que se alternan para servir
como calle de carros y calles salones, casi callejones por su estrechez, de acceso a las viviendas.
Ello permite una organización muy bien resuelta funcionalmente, solo encontrándose ambas cir-
culaciones en las travesías.
Una particularidad de Trajano es el empleo en las calles de ronda, calle Aguas, calle de los Espe-
jos, calle Abraza Moza y ronda de los Jinetes, de frentes ajardinados de las casas con sus entradas
a las viviendas presentando, un paisaje de villa más que de pueblo rural industrializado, al no
presentar portalones y tapias desde su visión exterior; Además está profusamente envuelto en un
denso arbolado, en parte convertido en parque, extendido por la calle Aguas y por un palmeral,
hoy ocupado en uno de sus extremos por una gasolinera y estación de servicios.
La organización genérica de Trajano es la de manzanas alargadas definidas entre dos calles de ca-
rros, mediadas por una callecita peatonal de entrada a las viviendas, disponiendo sólo de medias
manzanas en los perímetros longitudinales, con su frente a las rondas ajardinados separando las
casas de la circulación rodada.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
265
Existen dos tipos fundamentales de casas: en uno de ellos las viviendas, de dos plantas, están pa-
readas y poseen porches laterales cubiertos por donde se ingresan retirando la puerta del propio
plano de fachada; en el otro, la casa es más lineal y las entradas a las dos viviendas se producen
desde la propia calle.
El poblado de Trajano es de tamaño grande, contiene 223 viviendas y fue construido en 1964 por
1. Calle Triana – Calle Emperadora. Calle Salón dimensionada el arquitecto Alberto Balbontín Polledo y en la actualidad se conserva en buen estado, habiéndose
para su acondicionamiento climático.
2. Calle Tito Livio- Calle Dicleciano. Calle de carros. modificado básicamente por la densificación de los patios de labor para su mayor capacitación
funcional, así como las extensiones puntuales de las viviendas.
Arquitecto: Alberto Balbontín Polledo, 1964.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
267
POBLACIÓN (2016)
88 habitantes empadronados.
LEYENDA DE USOS
a. CENTRO RELIGIOSO
b. EDIFICIO ADMINISTRATIVO
c. DISPENSARIO MÉDICO
d. COMERCIOS
e. ESCUELAS
f. DEPÓSITOS
g. ESTACIÓN DEPURADORA
CALLES 3
g
1. Calle Ronda Sur 10 8
6. Calle Pimiento c
7. Calle El Vino 7 d
8. Calle Soledad
9. Calle Juan y Medio a1
1
10. Calle Juan Barriguita e
11. Calle Tomatera 12
TRANSFORMACIONES ACTUALES
a1. Nueva Zona Industrial
a2. Nuevas Viviendas
E. 1/6.000
Vetaherrado es un poblado de tamaño pequeño de 27, 4 ha de superficie total, de las cuales 9,6
ha están edificadas perteneciendo vacías 5,8 ha de sus parcelas y 12 ha al Bosquete de su entrono
perimetral.
Se accede desde el camino realizado por la Confederación, número 02, hoy convertido en una ca-
rretera de red provincial SE-9017, que lo conecta con el poblado de El Trobal, y con el Camino 12
que lo hace con San Leandro y Sacramento, estando este poblado situado en el sector de riego B-IX.
Su forma rectangular alargada posee un eje central desde el que se ingresa continuado por la
calle “Amazonas”. En posición central se dispone el centro cívico constituido por la iglesia y las
dependencias parroquiales formando un claustro abierto a la plaza-ajardinada, definiéndose sus
laterales por una edificación en rediente y otra lineal con galerías soportales donde se ubican el
Edificio Administrativo, el Dispensario Médico, la Casa de la Hermandad Sindical y el comercio.
Plaza delimitada al noroeste por la calle Amazonas y al sureste por la calle del Vino.
Tanto la Cooperativa Agrícola como las escuelas se sitúan en posición periférica, en la calle Ronda
Sur, la primera lindante con la calle Juan y Medio y la segunda con la calle Ajos.
En cuanto a su entramado urbano presenta cierta superposición de las calles de accesos a las vi-
viendas y de las calles de carros, aunque por lo general el ingreso a los patios de labores rurales
se registra desde las calles perimetrales, Rondas Sur, Este, Norte y Oeste, y unas penetraciones
mediante callejones en forma de saco que se bifurcan en forma de T.
El campanario de la Iglesia posee composición muy elemental, situado a eje con la calle mayor de
ingreso, calle Todos los Santos. Un prisma plano estilizado que abre huecos en las cuatro caras y
un enrejado metálico sobresaliente que lo corona a modo de guarda campanas, obteniéndose una
figura no muy agraciada plásticamente.
La construcción de Vetaherrado se realizó según el proyecto inicial redactado por los arquitectos
Jesús Cagigal Gutiérrez y Daniel Carreras Matas de 1964, y entre su primera y segunda fase se
levantaron 52 casas para una población de 260 habitantes.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
269
POBLACIÓN (2016)
68 habitantes empadronados.
LEYENDA DE USOS
a. CENTRO RELIGIOSO
b. EDIFICIO ADMINISTRATIVO
c. COMERCIOS
d. ESCUELAS
e. VIVIENDAS DE MAESTROS
f. COOPERATIVA
g. DEPÓSITOS
h. ESTACIÓN DEPURADORA
CALLES
1. Calle Agua 3
2. Calle Bailaora d
3. Calle Cardo d
9
c
4. Calle Cal 3 a 2
5. Calle Luna a1 8
9
9. Plaza Mayor II
4 1 1
a1 f g
TRANSFORMACIONES ACTUALES
a1. Nuevas naves h
E. 1/6.000
San Leandro es un poblado que surge tangente al Camino 12 de la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir, de traza paralela al colector de Cotensa y al Canal de Derivación Principal CD-3.
Su estructura es demasiado elemental ya que las calles son compartidas tanto para carros como
para el acceso a las viviendas. En una cuadrícula hipotética de manzanas rectangulares que poseen
medianeras centrales para que cada casa-hogar agrícola de fachada a cada calle, estas poseen una
gran latitud impuesta para el desenvolvimiento de la maquinaria, sin adecuarse a las condiciones
climatológicas del lugar.
El eje principal y de ingreso, calle San Leandro accede al espacio central en el que se sitúan los
edificios públicos, también ubicados sistemáticamente en cuadrícula, siendo el primero de estos
cuadrantes el espacio libre de la Plaza Mayor. Tras esta se localizan la Iglesia y Centro Religioso,
el Edificio de la Administración, el Dispensario, la Panadería y el pequeño comercio y el Edificio
Social, así como las viviendas de obreros temporeros.
En una tercera banda de este espacio público se situó, según proyecto, el Hogar Rural de la Sección
Femenina, el Hogar Rural del Frente de Juventudes, las Escuelas y las Viviendas de los Maestros.
No se llegó a construir una segunda fase prevista, tras este centro urbano que hubiera duplicado
el poblado.
Construido en 1965 según proyecto inicial del arquitecto Jesús Agudo Tejerizo denota una especial
falta de riqueza urbanística y habitacional, y ser un resultado muy directo de aplicar el programa
funcional acorde con las directrices políticas de la postguerra, estando muy dimensionado de do-
taciones públicas para un poblado de colonización que sólo se llevó a cabo su primera fase de 56
viviendas.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
271
POBLACIÓN (2016)
164 habitantes empadronados.
LEYENDA DE USOS
a. CENTRO RELIGIOSO
b. EDIFICIO ADMINISTRATIVO
c. COMERCIOS
d. EDIFICIO SOCIAL
e. ESCUELAS
f. VIVIENDAS DE MAESTROS
g. CASA HERMANDAD SINDICAL
h. DEPÓSITOS
i. ESTACIÓN DEPURADORA 7
c
CAMINOS DE ACCESO DE CHG b
f
CAMINO 12 (SE-9021) e P2
6 a
P3 5
CALLES 1 d
P4
TRANSFORMACIONES ACTUALES
a1. Nuevas Naves
E. 1/6.000
La composición urbano arquitectónica adoptada parte de una doble consideración: Por un lado
crear un mallado de plazas ajardinadas, dos centrales -la Plaza de la Iglesia y la Plaza del Cine- re-
lacionadas entre sí por el eje mayor -calle Amor de Dios- con soportales, conteniendo el programa
de los edificios públicos singulares; y por otro, otras dos menores -Plaza del Mar Menor y la Plaza
de Oriente- con carácter de espacios vecinales que se comunican con las anteriores mediante pasa-
dizos abiertos a través de callejones flanqueados por tapias laterales de las casas de los patios de
labores, sin entradas. El hecho de haberse concebido las casas no aisladas sino formando hileras
lineales de dos plantas, permite construir las fachadas de las plazas, con un marcado carácter ur-
bano, no rural, al conjunto.
La trama peatonal se completa con más calles que extienden el interior al exterior circundante me-
diante una prolongación de los frentes edificados de las plazas y tapias laterales que en la mayoría
de los casos terminan con una sencilla portada que marca su condición de calle-puerta al campo;
calle Puerta Lluviosa, calle Puerta de Verano y calle Puerta del Camino. Y otras sin portada como
calle Puerta del Grillo y calle Jardín Puerta del Paso.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
273
3. 4.
Las casas se resuelven en dos tipologías diferentes. Los frentes mayores son casas de dos plantas
adosadas en hilera que es de un pequeño porche de entrada rehundido para albergar la puerta
y una planta alta con ventanas de pequeño formato y un balcón rehundido también en fachada,
creando una sencilla y bella composición por la alternancia de los volúmenes descritos. La otra
tipología de casas cuenta con una sola planta y también posee un porche de ingreso rehundido
y una ventana principal en un paño levemente retranqueado para colocar en su pie un macetero
corrido.
Finalmente las vías para la circulación rodada de acceso a los patios agrícolas de cada casa, calle de
carros, son completamente independiente de las de acceso a las viviendas y conforman un anillo
perimetral exterior desde las rondas, con dos adarves que penetran perpendicularmente a fondos
de saco: uno desde la Calle Ronda Puerta Lluviosa y otro desde la Calle Ronda de la Juventud.
Este poblado de Sacramento fue construido hacia el año 1965 según el Proyecto Inicial del arqui-
tecto Fernando Terán Troyano, destacado urbanista en el panorama español, y es un bello ejemplo
de organización racional pleno de sutilezas que logran la buena convivencia de los espacios públi-
cos vecinales y los espacios de trabajo.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
275
POBLACIÓN (2016)
1575 habitantes empadronados.
LEYENDA DE USOS a1
a. CENTRO RELIGIOSO
b. EDIFICIO ADMINISTRATIVO a2
c. DISPENSARIO MÉDICO
d. COMERCIOS
k
e. ARTESANÍAS
f. ESCUELAS
g. VIVIENDAS DE MAESTROS 1
h. CASA HERMANDAD SINDICAL d
I. CAMPO DE DEPORTE
J. DEPÓSITOS
K. ESTACIÓN DEPURADORA
20
21
c
CALLES a
b
1. Ronda Este e d
2
2. Ronda Nueva
d
3. Calle Ferrocarril h
4. Calle Torrecilla 11
5. Calle Laguna
6. Calle Acequia 9
TRANSFORMACIONES ACTUALES
E. 1/6.000
a1. Gasolinera
a2. Nuevas Naves 0 50 100 200 300 400 500 m
Localizada en zona de marisma, entre las poblaciones de Las Cabezas de San Juan y Lebrija, el acce-
so al poblado de Marismillas se realiza desde el antiguo camino 4 actualmente SE-9021, ubicándose
en el sector B-XII de 14.000 ha puestas en regadío y con 1.740 lotes de terrenos de 12,5 ha cada uno.
Por la presión de los sindicatos agrarios, se concedieron mediante concurso en 1977 entre los 5000
colonos solicitantes, sin estar construidas las viviendas y los almacenes necesarios.
Inicialmente el poblado se configuraba en forma de Y articulado por los tres ejes centrales, calles
Caballeros, San Gil y Doña Sol que confluyen en el centro cívico, con sus respectivas manzanas
delimitadas por calles de carros y mediadas por calles peatonales de acceso a la parte habitacional
de la casa rural. Esta primera configuración del poblado, contaba con un extenso derredor dedica-
do a un bosquete que lo envolviera, creando un entorno bien aclimatado frente al fuerte asoleo de
los campos de cultivo de su derredor. Un símil al oasis en el desierto, que consiguiera un entorno
fresco y saludable; medida adoptada de forma genérica en la implantación de los pueblos de colo-
nización del Bajo Guadalquivir realizados por el INC.
El núcleo originario se extendió en sus periferias laterales sobre este territorio: hacia la calle Ronda
Este incorporando la SE-9021 y creando una nueva extensión de manzanas hacia la calle Ronda
Nueva; manzanas a ambos lados de la calle Doña Sol; y extendiendo el núcleo original por una ca-
lle central de carros, calle Avenida, situando manzanas a uno y otro lado de esta vía. Para la nueva
ampliación se introdujeron plazas y plazoletas en los encuentros de los viarios principales y secun-
dario; la más significativa de ellas es la Plaza de Ricardo Grande establecida como comienzo de la
ampliación. Por ello el Depósito de Aguas y la Depuradora, en la calle Industria antes en extremo
del caserío, se localiza hoy en posición central de la nueva extensión.
La Escuela también fue desplazada hacia la calle Ronda Norte para permitir una manzana más por
encima del eje de la calle Doña Sol.
El trazado general del poblado de Marismillas está muy bien concebido. Destaca la organización
de su eje de ingreso Calle Caballeros, que es un vial ancho con soportales corridos en todo su fren-
te. Este poblado se ubicó allanando un antiguo promontorio y se eligió su emplazamiento para no
mermar superficies llanas aptas para la plantación. Por ello los soportales están resueltos con nive-
les que ascienden desde el ingreso hacia el espacio central. Con la iglesia y el campanario exento
como fondos de perspectiva, solución común en casi todos los poblados.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
277
3. 4.
Las casas se resuelven como hileras en medianeras, como una tira continúa creando largos bloques
lineales y estrechos, conformando una fachada continua en las calles.
Las casas, poseen dos plantas, incorporan un patio centrado y abierto a fachada que organiza el
recinto de entrada, a modo de casa-puerta, y a él dan las ventanas de las dependencias contiguas,
evitando los huecos directos a la calle, al soportal o al jardín comunitario delantero.
Por lo general el patio abierto a fachada de la casa ha sido cubierto, lo que resta la luz natural en
los laterales de los pasajes y también el interior de las habitaciones de la casa, por lo que algunas
han abierto ventanas en fachada, ignorando la bondad y exquisitez de la solución arquitectónica
originaria. Así y todo es tan certera y conceptualmente clara la ordenación general que este cambio
introducido genéricamente no desfigura en demasía el paisaje urbano creado.
Calles traseras habilitan la entrada al sector agrícola de estas casas vecinales accediéndose me-
diante calles de carros a los patios traseros, conformando un escenario de tapias y portalones
muchas veces sustituidos por auténticas naves industriales techadas, donde guardar la renovada
maquinaria de mayor envergadura para las labores agrícolas cada día más mecanizada e indus-
trializada.
Ese espacio central está concebido como un Centro Cívico en el que destaca la Iglesia, de una sola
1. La iglesia y el campanario exento, y la Plaza Chica vista des-
de la Calle Doña Sol. nave, cuya cubierta alterna tramos de planos inclinados contrapeados, lo que posibilita una entra-
2. Compás de la iglesia. Frente y lateral a la Plaza Mayor y a la
Plaza Chica. da de luz natural por vidrieras laterales, que se introduce en cada uno de los casetones abocinados
3. Comienzo de Calle Caballeros. Casa tipo de patio en fachada. formados secuencialmente en cada uno sus pórticos estructurales. El primero de ellos resuelve en
4. Soportales de la Plaza Mayor convertida en jardín. Fachada
del Ayuntamiento. su nivel interior, a modo de soportal, el ingreso como atrio cubierto. En el nivel superior se ubica
Arquitectos: Jesús Hernández del Arco y Daniel Carreras Mata. el coro, extendiéndose una galería a cielo abierto para el acceso a la torre campanario, cuyo volu-
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
279
Tras la iglesia, se sitúa el Hogar de la Cooperativa, integrado al conjunto por ser fondo de perspec-
tiva del Parque-Plaza-Jardín Central a través de su soportal exento. Y en una parcela adyacente a
este centro de los colonos, dejando una explanada triangular de por medio, hoy dedicada a área al
aire libre para ejercicios físicos, se situó la Casa Hermandad y el Frente de Juventudes.
Las escuelas se emplazan en un lateral trasero del eje de entrada, calle Caballeros y posee un espa-
cio ajardinado de ingreso, un verdadero parque de mediana dimensión, que se relaciona también
con el Parque Central. En su ámbito interior las escuelas cuentan con un amplio patio de juego,
anexo a la rotonda norte, dotándola con posterioridad de Polideportivo cubierto.
El poblado de Marismillas contó con un proyecto inicial redactado por el arquitecto Jesús Her-
nández del Arco para un número menor de viviendas que se llevó a cabo en 1965, básicamente
descrito con anterioridad.
Recientemente, Marismillas cuenta con un área ajardinada con piscina, campo deportivo y una
nueva hilera de casas adosadas en la Ronda Nueva. A la entrada, una gasolinera y estación de
servicios y un depósito de ALPIN han ocupado una extensa parcela.
El instituto de Reforma y Desarrollo Agrario, IRYDA, distribuyó las 14.000 ha, todas ellas compren-
didas en el término municipal de Lebrija, en 1100 lotes de tierras de 12,5 ha cada una, mediante
A pesar del interés de la Jefatura Provincial del IRYDA de que los colonos se agruparan mediante
criterios de cultivo en común, lo que se consideraba de suma importancia para el mayor y más
rápido éxito de la explotación de las nuevas tierras puestas en cultivo, no se crearon las consi-
guientes cooperativa7.
Hacia 1978 se habían finalizado la gran obra de colonización de las marismas habiendo ascendido a
la calidad de propietarios colonos a unas 2.000 familias. El IRYDA tenía como norma adjudicar los
lotes de tierras una vez construidos los pueblos de colonización y el asentamiento de los colonos.
Al final de la década de los 70 el Instituto Nacional de Colonización dejó de construir una serie de
pueblos de colonización compensando ello con el incremento en segunda fase de los ya existentes.
Entre los pueblos previstos que se suprimieron en las zonas regables del Bajo Guadalquivir pueden
citarse los siguientes: en el Sector B-II Jaraquemada y el Copero; en el B-III San Isidoro, Marga-
zuela e Isla Menor y en el Sector B-IX Llano de San Juan. En el sector B-VIII ,los pueblos previstos,
Torresalor posiblemente sea el denominado Trajano y en el B-X Quitapesares, que bien pudiera
ser Sacramento, por situarse ambos en análogos lugares que ocupaban aquellos en el plano “Zona
regable del Bajo Guadalquivir, División en sectores, nuevo pueblos y comunicaciones” que ilustra
la estructuración de los pueblos en base al radio de influencia del módulo carro8.
En el sector B-XII último en organizar su regadío y adjudicación de los lotes de tierras a los colo-
nos, también estaban previsto los pueblos Tartesos, Tarfia, La Señuela, Murillo y Villafranca de la
Marisma, que se desestimaron realizar.
Ante la presión de las centrales obreras exigiendo las últimas 14.000 ha de tierras puestas en rega-
dío pertenecientes al Sector B-XII, se repartieron sin el complemento de las viviendas y almacenes
necesarios para el alojamiento de las familias, y pese a los auxilios financieros otorgados, el asen-
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
281
La carencia de locales para atender la exigencia de los servicios se resolvió mediante un concurso
convocado por el IRYDA para la construcción de 848 albergues individuales, como de almacenes
de los enseres para la explotación agrícola. Además de otros albergues de la utilización comunita-
ria correspondiente a las cooperativas de Cultivo en Común, Las Terceras, Coveinco, Burtosi y La
Señuela. Más dotadas al haberse integrado los colonos en entidades cooperativas. Así el poblado
de Marismillas tuvo una segunda y tercera fase de crecimiento, participando en ellas el arquitecto
Daniel Carreras Matas.
Tras la crisis habida en el sector de la construcción, numerosos familiares jóvenes de los primiti-
vos colonos, que abandonaron las labores agrícolas han vuelto a ellas, revitalizando la población
y los propios pueblos de colonización, que en casi su totalidad se encuentran en buen estado de
conservación y vitalidad, a excepción de los pueblos de San Leandro y, sobre todo, Vetaherrado,
por causa de ser de muy pequeño tamaño.
Camino Inicio Final Longitud Hacia 1955 se declara de Alto Interés Nacional la zona del Bajo Guadalquivir, y años más tarde,
01 Ctra Nacional N-IV Entrada Trobal 5950 m en 1960, se aprueba el Plan General de Obras de Transformación, PGOT, dividido en 2 fases en las
02 Camino nº1 Camino nº12 10410 m
que se aprueban los sucesivos Planes Coordinadores de Obras de 1964 y 1973.
03 Ctra Norte (Pinzón) Canal Derivado CD-1 9850 m
04 Camino nº9 Camino nº4 24540 m
Ctra Comarcal Dentro de estos Planes Coordinadores de la Zona Regable del Bajo Guadalquivir, a la Confede-
05 Camino nº13 3910 m
C-411
ración Hidrográfica del Guadalquivir le correspondían las obras generales de infraestructuras,
Los Palacios y
06 Ctra Local SE-687 12570 m
Villafranca acequias y drenajes principales, la red de caminos de accesos derivados de las vías existentes para
07
Nuevo Cauce Río
Guadaíra
Canal Derivado CD-II-1 3800 m el acceso a los poblados, líneas de alimentación eléctrica derivada de los tendidos generales de la
08 Ctra Nacional N-IV Camino nº6 3550 m Compañía Sevillana de Electricidad, CSE, depósitos para el abastecimiento, red de distribución
09 Camino nº4 Ctra Oeste 6950 m de agua interior al núcleo urbano, la red saneamiento y las obras de la red principal de acequias
10 Camino nº4 Ctra Oeste 8350 m
y desagües. Y al Ministerio de Agricultura a través del Instituto Nacional de Colonización, INC,
11 Camino nº4 Ctra Oeste 9600 m
le correspondía realizar, además de los poblados y obras de asentamientos de los colonos, la red
Carretera Comarcal
12 San Leandro 9850 m
C-441 secundaria de acequias y desagües.
13 Camino nº2 Camino nº18 9280 m
14 Camino nº13 Aliviadero del CD-3 7510 m
Camino CHG Inicio LLegada
15 Ctra Nacional N-IV Caño de la Vera 3500 m
03 (SE-9020) Caño de la Vera (Los Palacios) Chapatales
16 Ctra Local SE-427 Camino servicio A-4 7860 m
17 Ctra Local SE-427 Camino servicio A-4 7300 m
03 (SE-9020) Caño de la Vera (Los Palacios) Pinzón
18 Camino nº13 Camino servicio A-4 7200 m 01 (SE-9017) N-IV (Los Palacios) El Trobal
Camino nº27 (Banqueta 16 Encauzamiento N-IV(Los Palacios)
19 Camino nº1 9820 m Maribáñez
CBG) del Caño de la Vera N-IV, P.K 572
20 Ctra Local SE-422 Camino nº16 7500 m 06 (SE-9023) Los Palacios Adriano
21 Camino nº16 Camino nº20 3250 m
13 (SE-428) Los Palacios 01-02-13
22 Camino nº4 Subestación C.S.E 5950 m Trajano
14 (SE-428) Los Palacios 18-13-14-05
Camino nº2 (El
23
Trobal)
Desagüe D-3-VI-1-14 4600 m 01-02 (SE-9017) Los Palacios Vetaherrados
24 Camino nº4 Ferrocarril Madrid - Cádiz 1300m 12 (A-9021) Los Palacios 01-02-12 San Leandro
Encauzamiento A-471 (Torbiscal-Lebrija)
25 Paraje la Mejora 2600 m 12 (A-9021) Sacramento
Brazo del Este Los Palacios 01-02-12
Muro defensa Desagüe 04 (SE-9021) Los Palacios 18-14-04 Marismillas
26 Camino nº12 3100 m
Salado de Lebrija
Arroyo de las TABLA DE LA RED DE CAMINOS DE ACCESOS A LOS PUEBLOS REALIZADOS POR LA CHG 1
27 Sector B-XII 56770 m
Culebras
La llegada de las acometidas de agua a los pueblos, se realizaba mediante una red de distribución
que conecta todos los pueblos de colonización. En la primera fase, derivada del Plan Coordinador
RED DE ABASTECIMIENTO
DE AGUA Y ENERGÍA ELÉCTRICA aprobado en 1964, el agua se captaba de un pozo situado en las proximidades de la población de
Los Palacios, desde allí se conducía a un depósito general en el entorno de esta población, del que
PLAN COORDINADO CHG - ING
partían los ramales que alimentaban a los depósitos de regulación de consumo diario de cada uno
PRIMERA FASE 1964
PROYECTO DE ABASTECIMIENTO 1967 de los 10 pueblos2.
CHAPATELES
PÍNZON
TROBAL Hacia 1985, la red general de abastecimiento experimentó una variación, al separarse en dos siste-
MARIBÁÑEZ
mas independizados por suprimir el ramal de conexión entre los poblados situados en la margen
PROYECTO DE ABASTECIMIENTO 1969-70 derecha del encauzamiento del Salado de Morón, sectores de riego B-IV, B-V y BVI y B-VII, de los
ADRIANO
TRAJANO pueblos situados en la margen izquierda, sectores B_VIII, B_IX y B-X. Para el abastecimiento de
PROYECTO DE ABASTECIMIENTO 1971 estos pueblos, su fuente de alimentación en un pozo de captación y bombeo situado en las inme-
VETAHERRADO diaciones del Canal de Derivación CD-2, próximo a su toma del Canal Principal.
SAN LEANDRO
SACRAMENTO
MARISMILLAS
Desde este pozo partía un ramal común, siguiendo las trazas del CD-2, con una tubería de con-
CORTA DEL ABASTECIMIENTO ducción que se bifurcaba en 1 ramal para llevar el agua a los depósitos del pueblo de Trajano y
PROYECTO MODIFICADO 1985: cruzando bajo el ferrocarril, abastecer al pueblo de Sacramento. El ramal principal continuaba
INDEPENDENCIA DEL SISTEMA DE
ABASTECIMIENTO. para abastecer a los pueblos de Vetaherrado, San Leandro y, una derivación de éste a Marismillas3.
Estos proyectos fueron redactados, con la mayor celeridad posible, ya que los pueblos se encontra-
ban construidos en su primera fase, o en avanzado proceso de construcción y parte de sus vivien-
das ocupadas por los colonos, por lo que se hacía forzoso dotarlos urgentemente de suministros
para su correcta habitabilidad. En algunos casos sin saber aún los puntos de acometida del agua,
procedentes del freático con extracciones mediante pozos y estaciones de bombeo.
El primer grupo de proyectos se redactaron, dentro del Plan Coordinador de Obras de primera
fase, tras la reunión de la Comisión Técnica, en mayo de 1967 dándose la orden de realizarlos ur-
gentemente los proyectos de los pueblos de Adriano, Chapatales, Pinzón, El Trobal y Maribañez,
entregándose en el mes de septiembre del mismo año5.
En la memoria de los citados documentos se incluía la pertenencia de los pueblos a los sectores
B-IV, B-V, B-VI y B-VII que se planteaba su puesta en riego y la entrada de los primeros colonos en
otoño de 1968, además de la necesidad de llevar a cabo las obras programadas, pese a no conocer
aún la procedencia y toma del agua, por lo que los proyectos solo contemplaban la instalación de
los depósitos de abastecimiento y la red de distribución interior de los poblados y su depuradora.
Con posterioridad, se redactó el proyecto de abastecimiento del pueblo de Trajano, perteneciente
al sector B-VIII, redactado en 1970, en el que se incluye un plano general de las zonas regables
desarrollando el ámbito desde Sevilla. Un año más tarde, en 1971 se redactaron los proyectos con-
juntos para los pueblos de Marismillas, San Leandro, Sacramento y Vetaherrado, pertenecientes
a la puesta en regadío derivadas del Plan Coordinador de segunda fase y que riegan los sectores
B-VIII, B-IX y B-X.
En sus anejos se plasmaban las características del proyecto, el plano de situación general de los
ramales de la conducción del agua a los pueblos, de la red interior, los diagramas de circulación
de las aguas y los proyectos constructivos de los depósitos acumulador y elevado; los proyectos
incluían también la depuradora de agua; advirtiéndose que el único pueblo que se resolvería con
Una vez contabilizada la excavación necesaria, la obra auxiliar y la longitud de tuberías, aplican-
do el cuadro de precios en vigor, se hallaba el presupuesto de ejecución material de las obras,
*Nº de habitantes: 5 por viviendas. deduciéndose el de administración y el de contrata. En alguna ocasión había que incluir precio
*Nº de habitantes: 6 por viviendas. (Adriano)
adicional para levantado y reposición de acerados y calzadas realizadas con anterioridad ante la
*Dotación de abastecimiento 100 l/h/d. (Pinzón y Chapatales)
*Dotación de abastecimiento 150 l/h/d. (Adriano, Trajano, Vetaherrado, premura y falta de coordinación. Para evitar ello, además de los respectivos representantes, uno
S. Leandro, Sacramento, Marismillas) de la Dirección General de Obras Hidráulicas y otro del Instituto Nacional de Colonización, el
*Dotación de abastecimiento 200 l/h/d. (El Trobal y Maribañez)
gobierno nombró un tercero del Ministerio de Hacienda.
4.
3.
0 1 5 10 Km 0 5 10 15 20 Km
E. 1/200 E. 1/500
Para el Depósito Elevado, con forma de columna de hormigón, coronadas por contenedores metá-
licos cilíndricos que garantizaba la presión en la red, se proyectaron dos alternativas.
En la primera, la altura total del depósito era de 18,50 m y el diámetro de 4,60 m, siendo el fuste de
15 m y su coronación para alojar el depósito metálico cilíndrico de 3,40 m de diámetro por 2,80 m
de altura. El mayor porte del fuste permitía que la escalera de ascensión y el acceso al depósito se
desarrollara circularmente adosada a sus parámetros interiores en forma de caracol, con mayor am-
plitud y comodidad y ventilado e iluminado mediante ventanas. Su cimentación consistía en una
losa armada de 1 metro de espesor sobre una sub-base de piedraplén y anclado al terreno mediante
pilotes de hormigón de 60 cm de diámetro.
En la segunda versión, la columna de igual altura poseía un diámetro inferior de 2,60m, lo cual
obligaba a que el acceso al depósito elevado se realizara mediante una escalera lineal de pates,
poseyendo su coronación una galería perimetral exterior de registro del contenedor metálico, que
también poseía el mismo sistema de cimentación. Siendo esta versión menos funcional pero más
económica y, de ello, fue la elegida para su construcción a pesar de que en los proyectos de Chapa-
1. Depósito Regulador Elevado. Capacidad 24 m3. Escalera inte- tales, Maribañez, Pinzón y El Trobal se incluía como solución los depósitos de mayores diámetros.
rior de pates. Fuste de hormigón armado. Versión simplificada
y adoptada.
La red de saneamiento conducía el agua a la depuradora de cada pueblo. La depuradora de aguas
2. Depósito Regulador Elevado. Escalera interior helicoidal.
Versión no empleada. son decantadoras primarias de fangos y restos del saneamiento del pueblo que se elevan y se in-
troducen en el núcleo central para el llenado de su vaso recipiente que tenía un diámetro de 10m.
3. Depósito Acumulador semienterrado. Capacidad variable
según tamaño del Pueblo de Colonización. Tras la decantación, unas raquetas de fondo conducen el fango hacia una cazoleta de recogida y
4. Depuradora de aguas y decantadora primaria de fangos y expulsión del mismo al terreno, siendo el agua depurada introducida por la parte superior por re-
restos del saneamiento del pueblo. bosado en la cámara lateral y desde ésta el llenado de la tubería que la conduce como agua efluente
Planos restituidos por los autores. a una de las líneas de drenajes de las parcelas cercanas.
Las 65.300 hectáreas dominadas por el Canal del Bajo Guadalquivir se agruparon en 12 sectores de
riegos, de tierras delimitadas entre sí por los muros de defensa de las tres Secciones de Marismas
existentes, así como las comprendidas tras estos muros y limítrofes con la margen derecha del
canal, acotadas entre los encauzamientos de los afluentes que las atraviesan.
Los sectores de riego B-VI, B-IX y B-XII corresponden respectivamente a las primitivas secciones de
marismas 1ª, 2º y 3ª, concepciones de 1929, que se pusieron en riego según los proyectos primitivos
de la Zona Regable del Bajo Guadalquivir y Proyecto de Red Principal de Acequias, Desagües y
Caminos en los años 1962 (B-VI), 1967 (B-IX), 1973 (B-XII a) y 1974 (B-XII b).
Los sectores B-II, B-IV, B-V, B-VII, B-VIII y B-X son los correspondientes a las zonas de riegos
situadas entre los muros de defensa de las secciones de marismas 1ª y 2ª, los encauzamientos del
Caño de la Vera y del Arroyo de las Pájaras, y la margen derecha del Canal de Bajo Guadalquivir.
Por orden cronológico, los proyectos primitivos de riego de estos sectores se redactaron en los
siguiente años: 1963, B-VII; 1966, B-V; 1967, B-IV, B-VIII; 1973 , B-X; 1979, B-II; 1981, B-XI. Y el
sector B-I no fue objeto de ningún proyecto.
El sector de Riego BXII es parte de la antigua sección III de los terrenos propiedad de la Compañía
de Marismas y declara su comunidad de regantes el 22 de Julio 1980. Caracterizado por su hori-
zontalidad, salinidad y abundancia de elementos finos, suelos arcillosos, limosos y arenosos, que
para conseguir que fueran tierras cultivables se llevó a cabo una operación de defensa de inunda-
ciones proveniente de los arroyos principales -encauzamiento del Salado de Morón y del arroyo
del Yeso- así como la elevación de muros de 5 m/s.n.m. en todo su contorno y frente al cauce del
Guadalquivir que impidiera la inundación de los caños naturales, caño de la Alvinas y caño Gor-
Esquema de los primitivos Sectores de Riego y organización de do, al subir la marea cercando el terreno cuya cota oscila entre 2,75 m y 3.25 m sobre el nivel del
los Proyectos Coordinadores. mar1.
293
Uno de los problemas que se presentaban era que al estar situado este sector al final del canal,
tardaba una semana en la llegada del agua, incluyendo los seis días de gestión, y a veces desde las
peticiones hasta la puesta efectiva en riego podía llover no haciendo necesario su consumo, per-
diéndose al devolverla íntegramente al río. Al estar en cola del canal los altibajos que se producían
por las aguas arriba situadas, hacían inviable su explotación racional; una vez faltaba y otra vez
sobraba agua.
Ello motivó que para el ahorro de agua se construyera una balsa -Balsa de Melendo- que alimen-
tada por el Canal del Bajo Guadalquivir constituyera un gran reservorio para mayor racionalidad
del sistema de riegos. Cuya finalidad es la regulación de caudales, evitar las pérdidas por cola del
canal, mejor aprovechamiento de los recursos, atender las puntas de demanda de los regantes con
elasticidad y, especialmente, al ahorro de aguas.
Un largo periodo de sequía que duró desde enero de 1991 hasta el otoño de 1995, motivó que los
colonos ante la falta de agua comenzaran a regar con aguas provenientes del río, pese al riesgo que
ello suponía. En principio solo con agua con 2,5 gr/l de sal, que progresivamente fueron aumen-
tando a 5 y a 17 y finalmente libre sin control. Preferían perder las propiedades de las tierras antes
que no poder cosechar nada con la ruina consecuente en toda la población de Lebrija. La situación
creada, pese a las abundantes lluvias otoño de 1995, acrecentó la necesidad de construir la balsa
proyectada, cuyo estudio inicial se remontaba a 1983, según proyecto de 1992, del ingeniero Agus-
tín Arguelle, comenzando las obras en el año 2000, modificándose en 2001 el proyecto inicial por la
consultoría Ayesa y llenándose definitivamente en 2003, tres años más tarde2.
A partir de esa fecha, los colonos que en un principio no podían vender los lotes de tierras de 12
hectáreas, ni acumularlas según la normativa del IRYDA, paulatinamente fueron consiguiendo
agruparlas hasta la situación actual en la que están tituladas por 850 propietarios, aunque en rea-
lidad son 450 el número aproximado de explotaciones.
Estas mejoras en la garantía de la dotación del agua y la calidad de la misma que introdujo la mo-
dernización del sistema de riego, 100% por goteo frente al tradicional de acequias, ha posibilitado
que unas 4.000 ha estén dedicadas a la plantación de tomates para el prensado industrial, sustitu-
yendo a los antiguos cultivos de remolachas para azucareras3.
Todas estas mejoras han supuesto mayor rentabilidad de las explotaciones agrícolas lo que se pue-
de constatar por el alza de los precios experimentados en la compra-venta de las parcelas4.
De los primitivos riegos de superficie por gravedad en las tierras dominadas de la margen derecha
del canal paulatinamente y ante su mayor cauce de agua, los riegos se han extendido a otras tie-
rras de labor de cota superior a la del canal, según concursos para la concesión de agua a nuevos
propietarios. El primer concurso se adjudicó el 24 de enero de 1979 para el riego de 15.750 ha en la
margen izquierda. El segundo concurso el 30 de julio de 1981 para riego de 2.750 ha situada en la
margen derecha. Y el tercer concurso el 26 de octubre de 1982 para riego de 2.510 ha ubicadas en
ambas márgenes.
De los primitivos riegos de superficie por gravedad mediante la aportación del agua del canal
principal por colectores, acequias principales y secundarias, paulatinamente se han ido sustitu-
yendo, a partir de la década de los 90, por otro riegos más idóneos según los tipos de cultivos: el
algodón por aspersión y la arboleda y el tomate por goteo, manteniéndose aún cultivos regados
por gravedad; lo que suponen mayor eficacia para la producción al mismo tiempo que un consi-
derable ahorro de agua e incluso en las plantaciones de arroz, que se realizan por inundación, se
ha adoptado un sistema de reutilización del agua empleada que disminuye el gasto de la misma.
La Comunidad de Regantes “Las Marismas del Guadalquivir” se fundó en el año 1999, por esci-
sión de la del “Bajo Guadalquivir”, así como la del “Toril Quincena”; por ser esta última pequeña
suele considerarse sumada a la BXII, aunque de hecho es una comunidad diferenciada pertene-
ciente al BXI.
En el año 2004 se dió un gran paso al crearse mediante la participación de las cinco comunidades
de regantes existente, la “Comunidad General de Usuarios del Bajo Guadalquivir” entidad encar-
gada de la gestión integral del Canal, del reparto de las aguas y de su conservación, exceptuando
la reposición de obras de infraestructuras de mayor calado que siguen corriendo a cargo de la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, entidad pública estatal propietaria del Canal.
Otras comunidades de regantes de tierras dominadas por el Canal del Guadalquivir, comprendi-
do en su verdadera dimensión conceptual son:
El primer esbozo para definir la Zona Regable del Bajo Guadalquivir fue realizado en 1904 y cono-
cedores los propietarios de la mayoría de los terrenos de la zona del Valle Inferior de estas futuras
obras, se comprometieron a auxiliar estas obras en mayo de 1907. La comunidad de Regantes del
Valle Inferior, una vez recepcionadas definitivamente las obras en 1933 quedó constituida el 30
de junio de 1934. Organizada mediante un régimen de comunidad con los órganos colegiados: la
Junta General, el Sindicato de Riegos y el Jurado de Riegos, regulados por sus propias ordenanzas
adaptadas por la vigente Ley de Aguas y aprobada en 2002 por la Confederación del Guadalquivir.
En la actualidad, el número total de comuneros asciende a casi 2.000 por lo que la superficie media
ronda las nueve hectáreas y media. Aproximadamente, la mitad de la superficie cultivable está
ocupada por cultivos permanentes, fundamentalmente CÍTRICOS, 6.300 ha y FRUTALES, 1700
ha; OLIVAR y ALMENDROS, 700 ha; y complementan este tipo de cultivo las HORTALIZAS, los
VIVEROS, las HABAS, 600 ha; cultivos herbáceos de temporada, MAÍZ ,2.600 ha; ALGODÓN
2.100 ha; y PATATAS 1.500 ha; girasol, 800 ha; TOMATES 500 ha; TRIGO, 500 ha; y MELÓN y
SANDÍA 200 ha.
La zona dominada por el Canal de la Margen Izquierda del Río Genil entre las provincias de
Córdoba y Sevilla riega 5.000 ha. Originariamente el agua se derivaba desde el Río Genil hacia el
Canal en la Presa del Judío, en el Término Municipal de Écija, a través de una red de acequias y
canales a cielo abierto.
El aporte de agua a las infraestructuras se complementaba con una estación de bombeo situada en
el paraje de la Ramblilla, Lora del Río, que captaba agua desde el Tramo Origen del Canal del Bajo
Guadalquivir. Desde hace doce años la zona regable está dotada de unas nuevas infraestructuras
consecuencia de las obras de modernización que se realizaron por la Confederación Hidrográfica
del Guadalquivir, Acuavir y la Junta de Andalucía. Actualmente se capta el agua del Tramo Ori-
gen mediante dos estaciones de bombeo con una potencia instalada de 10.000 kw entre ambas. El
agua captada alimenta unas balsas de decantación y almacenamiento con capacidad total de regu-
lación de 1,5 hm3, agua filtrada y llevada a los hidrantes mediante una red de tuberías de presión.
Las parcelas de la Comunidad de Regantes del Canal de la Margen Izquierda del Genil oscilan
entre 15 y 20 ha. Los cultivos principales son: maíz, cítricos y algodón, pero desde hace unos años
y debido a la modernización que proporciona riego a la demanda, la producción hortícola de in-
vierno a crecido con cultivos como cebollas, ajos, patatas, espinacas; y otros productos de verano
como el tomate para su envasado industrial. También ha aumentado la superficie de cítrico, olivar
y frutales, y las nuevas plantaciones de cultivos de almendro y nogal6.
La Comunidad de Regantes del Embalse de Torre del Águila se riega en la actualidad con dos
fuentes de agua: la originaria se alimenta mediante un canal que toma el agua del propio embal-
La Comunidad cuenta con una superficie de 2.240,69 ha del municipio de Utrera distribuida en
243 parcelas de muy diferentes tamaños, predominando más de la mitad con una superficie menor
de 10 ha: 184 parcelas hasta 10 ha; 52 hasta 50 ha y 7 hasta 100 ha. Es, por tanto, una comunidad
que posee parcelas pequeñas, la menor de 0,14 ha y la mayor de 102 ha, siendo la parcela media de
8,86 ha. Comunidad que pertenece al Sector de Riego B-XI.7
Se han organizado cooperativas para facilitar demandas empresariales tales como el Insumo para
la compra de los productos agrícolas, la ayuda a la gestión empresarial con las administraciones,
la modernización y recursos para una producción agroalimentaria saludable, que apoyan a los
colonos y sus organizaciones, entre los que debe destacar la Cooperativa Desmontadora “Las
Palmeras” con residencia en El Trobal y las Marismas de Lebrija.
Dejamos constancia que en el transcurso de esta investigación sobre el canal del Guadalquivir se
está atravesando un duro período de sequía, que dura ya cuatro años, habiéndose comenzado en
el año hidrológico 2013-2014, según se observa en los datos consignados en el informe Hidrológico
y Compañía de Riego elaborado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, habiéndose
registrado una precipitación media, en el año hidrológico 2016-2017, de 499 mm, un 14% inferior
a la media anual de los últimos 25 años fijada en 583 mm. Resultando las aportaciones, de ese año
El sector agrario, principal motor económico de Andalucía junto con el turismo, es en estos
momentos el más perjudicado por la falta de agua habiéndose pasado de una dotación de riego de
6.000 a 10.000 m3 por hectárea, estando previsto el abastecimiento de agua a la población de Sevilla
por cuatro años, debido a la entrada en uso de la traída del agua del embalse Melonares.
Las comunidades regantes vienen reorganizando las redes y sistemas de riego, desde el riego por
gravedad a por presión y goteo, incorporando las técnicas más innovadoras en la gestión del agua,
para conseguir mayor eficiencia en su uso y economizar disminuyendo su gasto, por su manejo
con nuevas tecnologías de distribución justo suelo-planta. Se necesita que las administraciones
competentes se dediquen proactivamente a tomas medidas de gobierno contra la sequía, y sus
nocivos efectos sobre la agricultura y la economía andaluza.
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La propuesta permite la transmisión de la labor medioambiental, técnica, cultural y económica que desarrolla la Confederación para la regulación de la Cuenca del Guadal-
quivir y el beneficio social de sus recursos. Supone la rehabilitación integral de la “Caseta-Almacén Guadaíra” situada en el Pkm 77,855 del Canal del Bajo Guadalquivir,
junto a las compuertas que inician el acueducto-sifón que salva el cruce de la vaguada del Río Guadaíra y de la línea ferroviaria Sevilla-Carmona, el desaparecido “Tren de
los Panaderos”, actualmente en transformación para convertirse en la línea de metro que unirá Alcalá de Guadaíra con Sevilla, con nueva estación “Canal” en su proximi-
dad; lo que le proporcionará una gran accesibilidad al CENTRO DE INTERPRETACIÓN de la CHG.
La referida Caseta-Almacén Guadaíra se ubica en una parcela rectangular de 12.220 m2, destinada a la horticultura, que linda al Este con el camino de servicio de la margen
derecha del Canal de Riego del Bajo Guadalquivir, contando con un amplio patio de labor y dos alas perpendiculares entre sí que se desarrollan en sus lados Sur y Oeste;
y un cuerpo alzado para torreón y terraza mirador.
340
La Banda Sur de 38,00 x 38,00 m.l. y de superficie de de 1.444,00 m2 incorpora una porción de huerto segregado del resto y regado por la acequia. Este huerto está especial-
mente dedicado a la didáctica de los visitantes del Centro de Interpretación especialmente para grupos escolares y que muestra, a escala reducida, la labor que desempeña la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir poniendo en regadío 60.000 ha productivas. En ella se desarrolla un mirador elevado desde el que divisar el nacimiento del sifón
enterrado y todo el sistema de compuertas, el canal de descarga, y el acueducto del cruce del valle del Guadaíra.
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La actuación consiste en la rehabilitación integral de la edificación existente ampliándola con una nueva ala-pabellón para sala de actos, dotándola de nuevos espacios públicos
al aire libre que complementen la labor didáctica del Centro de Interpretación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y en especial del Canal de riego del Bajo
Guadalquivir. Además de ubicar de nuevo la casa del guarda necesaria para la vigilancia y mantenimiento de tan singular equipamiento localizado en zona asilada.
Básicamente los espacios originados son salas longitudinales exentas de particiones para salas de exposiciones temporales y para exposición del Canal del Bajo Guadalquivir y
para la exposición mediante maquetas, planos, infografías del Canal del Bajo Guadalquivir, su construcción y actualidad.
El Nuevo Pabellón de unos 12 x 6 m de base y 3 m de altura libre cuenta con una superficie de 72 m2 con una capacidad para 50 espectadores es un espacio espacialmente acon-
dicionado como sala multiuso para talleres, encuentros, conferencias o actos.
Proyecto Básico y de Ejecución: CENTRO DE INTERPRETACIÓN DE LA CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL GUADALQUIVIR y del Canal del Bajo Guadalquivir.
Rehabilitación de la Caseta Almacén Guadaíra. Fecha del Proyecto: Septiembre 2016
Promotor: CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL GUADALQUIVIR. Dirección Técnica.
Autores del Proyecto: Antonio Barrionuevo Ferrer (Antonio Barrionuevo Arquitectos, SL.P.)/ Thilo Gumbsch
343
2
“Fomento de la población rural” 1868. Fermín Caballero. Los modelos adopta- 11
“Mapa General del curso del Río Guadalquivir desde su salida de Sierra Mo-
dos para los cotos redondos o cotos acasarados fueron inspirados por el caserío rena hasta Sevilla.”, con la demarcación de un canal proyectado en el valle de él. Y
vasco o las masías catalanas. del Camino Real desde la Carolina hasta la misma ciudad de Sevilla por el Arrecif o Vía
Militar Romana desde Anduxar. Carlos Lemaur. 1777. Archivo General de Siman-
3
Plano arquitecónico de la primera casería inaugurada del 11 de octubre de cas. MPD. 11.141.
1877 (…). Fuente: Archivo de la Comunidad de Regantes del Sector BXII.
12
Nota que aparece en el Plano Compañía de las Empresas del Guadalquivir.
4
El Cuerpo de Ingeniero Civiles fue creado en 1799 y la Escuela de Caminos en Canal Sevilla a Córdoba. Canal derivación de Alcolea entrando en Sevilla por el
1802. La Real Academia de las Tres Nobles Artes (Pintura, Escultura y Arqui- Paseo de Bellaflor. Canal derivación de Lora. 1819.
tectura) se funda en 1744, y en 1757 se crea el título de Arquitecto, separándose
de los estudios de las Nobles Artes como propios y específicos de Arquitectura 13
Memoria de la Comisión de Caminos y Canales de 30 de Setiembre de 1820.
en 1844. José Agustín Larramendi y los ingenieros Felipe Bouza, Manuel Martínez Ro-
dríguez y Antonio Gutiérrez. Por basarse el trazado del canal y acequias de
5
Para la elaboración de esta parte del texto se ha basado en las aportaciones de riego de las inmediaciones de Sevilla propuestas por José García Otero en 1846,
Leandro del Moral: “Riego o navegación: La cuestión de la reserva del caudal en la de José Agustín de Larramendi de 1820, con modificaciones del ingreso
en el Río Guadalquivir”. Revista de Obras Públicas. 1990. del canal en los alrededores de Sevilla se opta por describirlas conjunta y com-
plementariamente con posterioridad al “Reconocimiento del Río Guadalquivir
6
Corta de la Merlina. Frente a Coria del Río de 600 m. evitó un torno de 10 Km. entre Córdoba y Sevilla”, verificado en los años de 1842 y 1844. Por orden del
Plano de Félix Caraza, 22 de julio de 1792. “Curso del Guadalquivir desde la Ministerio de la Gobernación de la península con arreglo a las instrucciones
Punta del Verde al fondeadero de Coria”. Corta del Borrego o Fernandina 1816 que en su cumplimiento extendió la Dirección General de Caminos, Canales y
aguas arriba de la Isla Menor con un trazado de 1,6 km. Evitó 16 km. de cauce puertos. Estudio redactado con el auxilio de los ingenieros Joaquín Núñez del
natural; y Corta de los Jerónimos (1860-1888) de 6,6 km ahorrando 13 km. y Prado, Alejandro Olavarría y Valentín Rojo.
produciendo la Isla Mínima.
14
Thalweg. Expresión alemana para significar la línea de mayor fondo del álveo
7
“Trabajo realizado entre los años 1842 y 1844.” Reconocimiento del Río Gua- o tiempo de concentración necesario para que el caudal saliente se estabilice. El
dalquivir entre Córdoba y Sevilla verificado en los años 1842-1844” por Orden Thalweg permite comprender el total estado del cauce sin necesidad de planos
del Ministerio de Gobernación de la Península. Dirección General de Caminos, detallados con el empleo de grandes escalas, reconociendo las características
344
4
Las huertas en Tablada son: Huerta de la Plata, Huerta de Punta, Huerta de la
2
El trozo I corresponde al Canal entre la Presa de Derivación de Peñaflor y el
Cándida, y en la margen derecha Huerta de Nayas y Huerta de los Gordales. kilómetro 13; el trozo II desde el kilómetro 13 hasta el 31 donde se sitúa la Casa
Éstas aparecen en el plano de 1868 de Pastor y Landero, 1ª fase de los diques en de Guarda nº 7, en las inmediaciones pasado el Río Corbones; el trozo III llega
los Bajos de las Pitas y de los Gordales. Afianzamientos de márgenes. Sección hasta el kilómetro 50 donde se sitúa el cruce con el Arroyo de las Culebras y se
de Las Pitas. Obras Ejecutadas. Escala de 1/5.000. H0JA Nº 1. sitúa la Casa del Guarda nº 12; y el trozo IV llega hasta la desembocadura del
Guadaíra una vez cruzado el antiguo ferrocarril de Sevilla, Alcalá y Carmona,
5
Martínez y Ruiz de Azúa hace una sintética descripción del largo proceso de Km 50 donde se sitúa la Casa del Guarda nº 19.
conversión de golfo a lago y a tierras marismeña retrasándose la desemboca-
dura del Guadalquivir desde Puebla del Río a Sanlúcar de Barrameda. Antiguo
3
En el orden de prelación que en el Plan de Obras de Riego se detalla, figu-
delta del Guadalquivir. Parte Tercera, Pág. 78. Op. cit. ra en primer lugar la Presa de Derivación en el Guadalquivir y los primeros
trozos de un canal en la margen izquierda del Río Guadalquivir. Se entiende
6
Aún estos caños son observables en los planos de las soluciones para el Plan que para las primeras transformaciones mediante la irrigación no es necesario
de Riego de Martínez y Ruiz de Azúa, cuya solución primera aparece ilustrada recurrir de inmediato “al auxilio de pantanos alimentadores, cuya necesidad se hará
en la presente publicación. sentir a medida que los riegos se vayan generalizando”. Justificación técnica para
345
cimiento del terreno para la propuesta de ubicación y construcción de la Presa. London, 2016. ISBN 978-0-500-34297-8. (pág. 45 y siguientes)
5
Dom Hans van der Laan en Der architektonische Raum, E.J. Brill, Leiden, 12
MORAL ITUARTE, Leandro del. La obra hidráulica en la cuenca baja del
ISBN 90 04 09639 6, establece para el proceso de construcción la conjugación de Guadalquivir (siglos XVII-XX), Colección KORA, Universidad de Sevilla, Sevi-
cuatro términos: la naturaleza, los materiales, la construcción y el ser humano. lla, 1991. ISBN 84-7405-799-X. (pág. 485 y siguientes)
Los materiales son tomados de la naturaleza, la construcción ensambla en otro
lugar, los materiales extraídos y el ser humano los habita. Por ello son las tres 13
Llevado a cabo en el periodo de la Comunidad de Regantes presidido por
funciones, habitar, técnica y preparación de materiales, las que relacionan a tra- Margarita Bustamante Sainz y como Director Técnico Antonio Morales Medi-
vés de ellas los términos citados. Es esta, la inevitable relación, la que no suele na, que comenzó en 1997 con la redacción de las normas de construcción de las
darse en un mismo sitio y es ella la que imprime la “memoria constructiva”. Balsas depósitos y finalizó en 2010 con las pruebas de las nuevas infraestruc-
turas que han supuesto el paso del primitivo sistema de riego por gravedad al
6
Infiltraciones: término propuesto por E. Bru en Eduard Bru. Nuevos Paisajes riego automatizado por presión. Según se describe sintéticamente en el capítulo
New Landscapes, Editorial Actar, Barcelona. 1998. ISBN 978-8489698406. 2 apartado 2.3 Proyectos de Modernización del Canal, parte dedicada al Valle
Inferior.
7
Los datos que figuran en este apartado son del: PROYECTO DE PRESA DE
DERIVACIÓN Y OBRA DE TOMA DEL CANAL DEL GUADALQUIVIR del 1.4. Acciones previas y coetáneas al Anteproyecto
Ingeniero MANUEL RODRÍGUEZ LÓPEZ, 30 de diciembre de 1907 para CO- del Canal del Guadalquivir
MISIÓN DE ESTUDIO DE LAS OBRAS PARA RIEGOS DE LA REGIÓN INFE-
RIOR DEL GUADALQUIVIR. Referencia documental: Archivo Guadaira, del 1
Estimamos conveniente, para mejor comprensión, dividir el proceso de idea-
Servicio de Explotación de la CHG. Número de registro 331.
ción y construcción del Canal del Guadalquivir, de dos siglos, en 9 fases, orga-
nizando estas por criterios cronológicos y temáticos:
8
Casillas de Guarda distribuidas en el Pkm 16,200 al inicio del Trozo; en el Pkm
1ª Fase: Ideación y primeros planes de transformación en el siglo XIX.
18,600 junto al Arroyo Agualora; en el Pkm 25,200 junto al Arroyo Azanaque; y
2ª Fase: Plan de Obras de Riegos en la Región Inferior del Guadalquivir, del
en el Pkm 31.400 junto al Río Corbones.
ingeniero Enrique Martínez y Ruiz de Azúa, Presidente de la Comisión de Es-
tudio, presentado en el año 1907.
9
PROYECTO DE REFORMADO DEL TROZO SEGUNDO DEL CANAL DEL
3ª Fase: Proyectos y la construcción del Canal del Valle Inferior y la transforma-
GUADALQUIVIR. Ingeniero: Antonio Hernández y Bayarri Parala.
ción de sus áreas dominadas.
JUNTA DE OBRAS DEL RIEGO DEL VALLE INFERIOR DEL GUADALQUI-
4ª Fase: Actuaciones previas y coetáneas al Anteproyecto del Canal del Guadal-
VIR. 1918. Referencia documental: Archivo Guadaíra, del Servicio de Explota-
quivir de 1933.
ción de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Número de registro
5ª Fase: Anteproyecto del Canal del Guadalquivir. Margen izquierda. Amplia-
339.
ción y prolongación del actual Canal del Valle Inferior del Guadalquivir del
ingeniero Manuel Cominges y Tapias de 1933.
346
347
10
Página 1 de la Memoria del ingeniero Carlos Conradi Alonso, del Proyecto DEL MORAL ITUARTE, Leandro, en artículo Riego o navegación: la cuestión
16
de la Red Principal de distribución y desagüe de la Zona Regable del Salado de de la reserva del caudal en el Río Guadalquivir. En Canales y Navegación, Junta
Morón presentado en el año 1944. Referencia documental: Archivo Guadaíra, de Andalucía, 2008. p. 286.
del Servicio de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Sin Nº. 17
Vea DEL MORAL ITUARTE, Leandro, op. cit., pp. 498 -499.
11
DEL MORAL ITUARTE, Leandro, op. cit., p. 500.
1.5. Anteproyecto del Canal del Guadalquivir.
12
Página 12 del Plan de Obras y Presupuestos para el Ejercicio de 1934 redacta- Margen izquierda. Ingeniero Manuel Cominges y Tapias, 1933.
do por la Delegación de los Servicios Hidráulicos del Guadalquivir. Referencia
documental: Archivo Guadaíra, del Servicio de Explotación de la Confedera- Nota: Las citas y los datos que figuran en este capitulo, sin la enumeración es-
ción Hidrográfica del Guadalquivir. Documento sin Nº. pecífica, corresponden íntegramente al Anteproyecto del Canal del Guadalqui-
vir – Margen Izquierda. Ampliación y Prolongación del Actual Canal del Valle
13
Los proyectos son: Pantano de la Torre del Águila en el Arroyo Salado de Mo- Inferior del Guadalquivir del ingeniero Manuel Cominges y Tapias entregado a
rón – 2º Proyecto Reformado, del ingeniero Carlos Conradi Alonso, 1937. (Nº la Mancomunidad Hidrográfica del Guadalquivir en el año 1933.
281). Torre de Maniobras y Elementos de Toma y Desagüe, del ingeniero Carlos
Referencia documental: Archivo Guadaíra, del Servicio de Explotación de la
Conradi Alonso, 1942. (Nº 283) y proyectos que complementan el proyecto de Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Con número de registro interno
las edificaciones del poblado del pantano: Pantano del Salado - Edificaciones de 344.
del ingeniero Carlos Conradi Alonso, 1932. (Nº 280). como Capilla Escuela –
Pantano Torre del Águila, 1950. (Nº 286). y Vivienda – Escuela del Pantano de 1
GUMBSCH, Thilo “Un país talado. Los pueblos agrícolas de Südmähren” en
Torre del Águila, 1954. (Nº 290) ambas del ingeniero Carlos Conradi Alonso. IdPA-nº 3, Departamento de Proyectos Arquitectónicos, Universidad de Sevilla,
Referencia documental con Nº de registro del Archivo Guadaíra, del Servicio Sevilla, 2017. ISBN: 978-84-944786-5-9. Se describe la colonización del siglo X
de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir trasladado y XI del Gran Bosque Norte y su transformación territorial y paisajística, en
al Archivo del propio pantano. función de la unidad familiar. El claro del bosque, como acción proyectual, es
Se deje constancia, que el ingeniero Carlos Conradi Alonso ingresó en la Man- un concepto paisajístico universal.
comunidad Hidrográfica del Guadalquivir el día 02 de Febrero de 1931 y per-
maneció en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir hasta su jubilación 2
Los proyectos correspondientes son:
el 27 de Octubre de 1977. Regadíos del Bajo Guadalquivir. Canal del Genil – Margen Izquierda. Proyecto
de la Presa de Derivación y del Trozo 1º. 1931
14
Página 3 de la Memoria del ingeniero Carlos Conradi Alonso del Proyecto de Regadíos del Bajo Guadalquivir. Canal del Genil – Margen Izquierda. Proyecto
la Red Principal de distribución y desagüe de la Zona Regable del Salado de de los Tramos 2º Y 4º. 1932
348
349
9
Informe, de la Confederación Hidrográfica a petición de la Compañía de Ma-
1.6. Desarrollo administrativo y modificación del rismas S.A. 04 de enero de 1938. Archivo Guadaíra, CHG. Sin nº de registro.
Anteproyecto del Canal del Guadalquivir. 1933 - 1941.
10
Conradi Alonso, Carlos, (Véase nota 7), pp. 13 - 22 y Anexo nº 2.
1
Página 3 de la Memoria del Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir. Margen 11
Conradi Alonso, Carlos, (Véase nota 7), p. 47, reproduce el contenido princi-
izquierda. Sección VI. Redactado por el ingeniero D. Carlos Conradi Alonso
pal del informe del Ingeniero Jefe de la Sección, que es emitido referente a la
para el inicio de la construcción del canal en el año 1939. Archivo Guadaira,
modificación de Tramo Origen y Obra de Toma y las modificaciones pertinen-
CHG. Registrado con Nº 51 (Documento incompleto)
tes a la concesión dada en 1925 promovido por Mengemor (concesionaria en
este momento): “…hay que responder, que el Bajo Guadalquivir, según los anteceden-
2
Página 3 de documento denominado Ampliación de los riegos del Valle Infe-
tes que se hacen figurar, fue concebido con el triple aprovechamiento de riegos, energía
rior del Guadalquivir. Petición de Marismas S.A. Informe, de la Confederación
y navegación, y así se redactó su primer anteproyecto. Fue precisamente la existencia de
Hidrográfica del Guadalquivir firmado por el Ingeniero Director (firma no legi-
una concesión, con su primera instalación ya construida en el río, la que tuvo influencia
ble) en Sevilla, 04 de enero de 1938. Archivo Guadaira, CHG. Sin nº de registro.
considerable en la decisión de darle el carácter único para riegos…“.
3
Carta original de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para Infor- 12
Correspondencia interna de la C.H.G. Carta del Ingeniero Encargado (firma
mación Pública del 27 de noviembre de 1937 firmado por el ingeniero Gragera,
no legible pudiendo tratarse de D. Alberto Laffos) a Sr. Ingeniero Jefe de la 3ª
Jefe de la Sección de Sevilla, en cumplimiento de lo dispuesto en la orden de 11
Sección. 9 de febrero de 1939. Archivo Guadaíra, CHG. Sin nº de registro.
de enero de 1935. Archivo Guadaira, CHG. Sin nº de registro.
13
Correspondencia interna de la C.H.G. Carta del Ingeniero Encargado (firma
4
Correspondencias y comunicados oficiales entre los diversos Ayuntamientos
de D. Carlos Conradi) a Sr. Ingeniero Jefe de la Sección de Sevilla. 20 de julio de
y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Informe de la CHG a este
1939. Archivo Guadaíra, CHG. Sin nº de registro.
respecto. Correspondencia entre 1937 y 1940. Archivo Guadaira, CHG. Sin nº
de registro. 14
Carta del Servicio Agronómico de la C.H.G. al Ingeniero Jefe de la Sección de
Sevilla. 21 de julio de 1939, y datos para el Cálculo del Canal del Servicio Agro-
5
Según comunicado de la CHG del 29 de agosto de 1941 firmado por D. Floren-
nómico. Anteproyecto de Ampliación del Valle Inferior. Avance del Informe
tino Briones Blanco, Ingeniero Jefe de la Sección de Sevilla, se certifica que no se
Agronómico. 11 de agosto de 1939. Archivo Guadaira, CHG. Sin nº de registro.
han presentado reclamaciones en contra tras haber estado sometido el proyecto
del Canal del Bajo Guadalquivir a Información pública en el plazo reglamenta- 15
Correspondencia interna de la C.H.G. Carta del Ingeniero Director (firma no
rio de treinta días. Archivo Guadaíra, CHG. Sin nº de registro.
legible pudiendo tratarse de D. J. García López) a Sr. Ingeniero Jefe de la Sección
de Sevilla. 29 de mayo de 1939. Archivo Guadaíra, CHG. Sin nº de registro.
6
Conradi Alonso, Carlos (Véase nota 1), pp. 10 y 11 de la Memoria.
350
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353
Referencia documental: Archivo Guadaira, del Servicio de Explotación de la (*) pagina 38 de la memoria del proyecto primitivo de la Sección V – Trozo del
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Con números de registro inter- Guadaira: Canal del Bajo Guadalquivir. Margen izquierda. Sección V – Trozo
nos respectivamente de 52 y 53. del Guadaira. Ingeniero Antonio Trueba Gómez. 1947. Referencia documental:
Archivo Guadaira, del Servicio de Explotación de la Confederación Hidrográ-
Proyectos redactados para el Acueducto sobre el Arroyo San Juan: fica del Guadalquivir. Nº 38.
Número de
Año Título del Proyecto Ingeniero autor
registro (*)
(**) la Confederación continúa solicitando la ejecución mediante contrata, tal
CANAL DEL BAJO GUADALQUIVIR.
como viene haciendo desde 1939 (recomienda ejecución mediante contrata, Me-
SECCIÓN VI.
CONRADI ALON-
1941 PROYECTO DE ACUEDUCTO SOBRE EL 52 moria del Proyecto de la Sección VI, 1939 ((doc. nº 51)) o en caso de contratar el
SO, CARLOS
ARROYO DE SAN JUAN Y SUS OBRAS SCPM que sea ejecutado por obreros libres, Memoria del Proyecto de la Sección
ACCESORIAS.
V – Trozo 1º, 1945 ((doc. Nº 43)) etc.)
CANAL DEL BAJO GUADALQUIVIR.
SECCIÓN VI.
CONRADI ALON-
1947 PROYECTO DE ACUEDUCTO SOBRE EL 53 9
Segundo Proyecto Reformado de la Sección V – Trozo del Guadaira del Inge-
SO, CARLOS
ARROYO DE SAN JUAN Y SUS OBRAS
ACCESORIAS. PROYECTO REFORMADO niero Antonio Trueba Gómez, 1954. Referencia documental: Archivo Guadaira,
(*) Número de registro del Archivo Guadaira, del Servicio de Explotación de la del Servicio de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir Con número de registro interno de 40.
7
Proyecto del Canal del Bajo Guadalquivir – Margen izquierda. Sección VI del
10
Para la mejora del suministro de cemento, la Confederación Hidrográfica del
ingeniero Carlos Conradi Alonso entregado a la Confederación Hidrográfica Guadalquivir decide instalar una fábrica de cemento en Andalucía. Se entre-
del Guadalquivir en el año 1939. ga el proyecto ejecutivo a finales del año 1947, iniciándose su construcción a
principios del año 1948 y consta su inauguración el 14 de abril de 1953. Tanto
Referencia documental: Archivo Guadaira, del Servicio de Explotación de la la fábrica de Cementos Guadalquivir, su poblado y las canteras se ubican en el
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Con número de registro interno término municipal de Villanueva del Río y Minas en la margen derecha del río,
de 51. (Documento incompleto) junto a la vía ferroviaria a la Sierra Norte.
8
Obsérvese que en esta como en tantas otras obras del Canal se antepone la re-
11
Datos que figuran en el apartado "El Sifón, Acueducto-Sifón del Guadaira",
ducción del presupuesto económico a otras consideraciones, como la de mayor sin la enumeración específica, corresponden íntegramente a Canal del Bajo
dificultad de su ejecución. Sin embargo la complejidad de ejecución inherente a Guadalquivir – Margen izquierda. Proyecto de la Sección V – Trozo del Gua-
las mismas no se tienen en cuenta a la hora de considerar su realización por per- daira, del ingeniero Antonio Trueba Gómez entregado a la Confederación Hi-
sonal no especializado, expresando los ingenieros autores de los proyectos la drográfica del Guadalquivir en el año 1954.
siguiente recomendación que incluso cabe interpretarse como advertencia: “El
considerable volumen de las obras, su especial naturaleza, y la rapidez con que deben lle- Referencia documental: Archivo Guadaira, del Servicio de Explotación de la
varse a cabo, requieren que sea una entidad de suficiente capacidad técnica y experiencia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Con número de registro interno
probada, la que se encargue de los trabajos. Proponemos la celebración de un concurso, de 38.
354
355
(*) Número de registro del Archivo Guadaira, del Servicio de Explotación de la mlung Nordrhein-Westfalen, Düsseldorf)
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir
Entre otras obras mencionar: Palazuelo, Pablo. Virtus Marin II ,1995. (Centro
13
9
Los Canales Derivados, con abreviatura CD, tienen una longitud total de 51 Andaluz de Arte Contemporáneo, Sevilla)
km: los de sección trapecial 2.2 km (tramos de origen), los de sección rectangu-
lar 47.4 km (resto de tramos) y un total de 1,4 km de obras de sifón. El Canal
derivado CD-1 domina y riega la totalidad del Sector de Riego B-VI, arranca 2.3. Obras de Modernización del Canal
con capacidad de 7,5 m³/s y se bifurca en dos con capacidades de 3,8 m³/s y 3,7 y Proyecto de Ampliación.
m³/s. Los Canales Derivados CD-2 y CD-3 arrancan con un tramo común deno-
minado "Canal Trapezoidal" de 700 m de longitud con capacidad de 9,5 m³/s 1
La Sociedad Anónima Mengemor es la concesionaria tras fusión empresarial
para bifurcarse en dos canales independientes de 6,2 m³/s y 3.3 m³/s. Ambos con la Sociedad de Canalización y Fuerza del Guadalquivir. Sociedad Anónima
dominan y riegan los Sectores de Riego B-VIII y B-IX. que posteriormente fue absorbido por la Compañía Sevillana de Electricidad.
10
El Proyecto del Canal Sevilla - Bonanza contemplaba la navegabilidad por el 2
Proyecto Definitivo de la Ampliación de la Presa de Derivación de su Estribo
Guadalquivir entre el Puerto de Sevilla y el de Bonanza situado éste próximo de la Orilla Derecha y de la Defensa y Consolidación de las Márgenes del Río.
a la desembocadura del Río. De 68 kilómetros de longitud y 120 m de latitud Ingeniero Eusebio Rojas Marcos, para la Junta de Obras de Riego del Valle In-
incluía zonas industriales a ambas margenes. (Proyecto redactado por el Inge- ferior del Guadalquivir. 1921. Referencia documental: Archivo Guadaíra, del
niero Director del Puerto José Eulogio Prieto Moresi.): Servicio de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Número de registro 342 (documento incompleto)
356
357
14
El concepto del crecimiento urbano vinculado a la construcción del canal es 8
Esta Ley determinaba cinco zonas regables en Andalucía: Valle Inferior del
resultado de la investigación multidisciplinar presentado en la publicación: Guadalquivir, Canal del Guadalmellato, Canal del Genil, Pantano del Chorro
Acosta Bono, Gonzalo. Gutiérrez Molina, José Luis. Martínez Macías, Lola. Río y Guadalcacín.
Sánchez, Ángel del. El Canal de los Presos (1940-1962) Trabajos forzados: de
la represión política a la explotación económica. Crítica S.L., Barcelona, 2004. 9
Boletín Oficial del Estado, 25 de enero de 1940.
ISBN: 84-8432-537-7.
10
Todas estas acciones instrumentales giraban en torno al documento clave y
determinante de todo el proceso: El Plan General de Colonización que con pos-
Capítulo 3: terioridad a 1973, con la transformación del INC en el IRYDA, pasaría a denomi-
EL CANAL COMO GENERADOR narse Plan General de Transformación. Avance del Plan Integral de Riegos en la
DE LA COLONIZACIÓN AGRARIA: Cuenca del Guadalquivir formulado por el INC en el mes de Mayo de 1956. Villa-
LOS POBLADOS DE COLONIZACIÓN nueva Paredes, Alfredo, Leal Maldonado, Jesús. “La Planificación del Regadío y
los Pueblos de Colonización.” Tomo III, pg. 59. ISBN 84-7433-703-8. Madrid 1991.
3.1. La Reforma Agraria y la zona regable
del Bajo Guadalquivir.
3.2. Los Pueblos de Colonización del INC de las zonas regadas
1
Leopoldo García-Alas y Ureña, Clarín. “El hambre en Andalucía”. Publicación del Bajo Guadalquivir. Pautas de ordenación y evolución.
periódica 31 diciembre de 1882 - 21 julio 1883. El Guadalete de Jerez; El Porve-
nir de Sevilla y La Andalucía. 1
El mejor ejemplo de ello es la solución adoptada en el Pueblo de Marismillas
que se describe en su apartado correspondiente. (págs. 269 a 275).
2
José Martínez Ruiz “Azorín”. “Andalucía trágica” El Imparcial. 24 de abril de
1905. Recogido del libro “Andalucía: cinco miradas críticas y una divagación”. 2
Para mayor concreción las tipologías se explican en cada uno de los textos
descriptivos de los poblados.
3
Vilar, P. Historia de España. Biblioteca de Bolsillo 1847. Prosses Universitaries
de France. Paris. Edición española 1978. ISBN 84-7423-910-1999. 3
Caso de Marismillas.
4
Joaquín Costa, "Nacionalización de las Aguas Fluviales", discurso 1893. 4
Por ser los proyectos de depósitos y red de distribución de agua, saneamiento
y estación depuradora de todos los poblados similares, en cuanto al sistema
358
5
Todas las carreteras que se citarán están referidas según la red principal de 5
Todos estos proyectos de abastecimiento fueron realizados por el ingeniero
caminos que se construyeron en la década de los años 1960-70 por el ingeniero autor Alberto López García, en las que colaboraron los ayudantes de obras pú-
Carlos Conradi Alonso, al estar terminado el Cuerpo Principal del Canal y se blicas Sebastián Miranda Román y Lázaro García Soto. Proyectos consultados
llevaba a cabo las redes de acequias y desagües primarias, secundarias y tercia- en archivos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para la con-
rias, la desalinización de las tierras, la formación de los sectores de riego y la fección de esta investigación.
red de accesos a las parcelas, la red de abastecimiento de agua potable, la red
principal eléctrica y los caminos de acceso a los poblados de colonización. (ver 6
El Plano de Situación del Pueblo fechado 21, junio de 1969,señalaba los ca-
punto 3.3 de esta publicación) minos de acceso, la situación de los pueblos dentro de los sectores de riego y
las secciones, los encauzamientos y la traza del futuro proyecto del Canal de
6
COTENSA. Control Técnico para la Mejora al Servicio de las Administracio- navegación Sevilla-Bonanza.
nes, S.L.
7
ABC domingo 18 de diciembre de 1977. Pág. 17. “La adjudicación de tierras del 3.4. De los Primitivos Sectores de Riego
Bajo Guadalquivir se hará con intervención de las Centrales Obreras y Asociaciones a las Comunidades de Regantes.
Patronales. El IRYDA distribuye 14.000 ha en 1.100 lotes de 12 ha de cultivo de riego“
en el Sector B-XII. 1
Aún, cuando llueve con intensidad afloran los antiguos caños marismeños –
de La Alvinas y Caño Gordo - humedeciendo más el terreno saneado y vertido
8
Plano que aparece en la publicación “Historia y Evolución de la Colonización
sobre sus cauces, siendo las tierras más fértiles. En el “Plano de los canales del
Agraria de España”, Volumen III. La Planificación del regadío y los Pueblos de
Guadalquivir y Genil y de las zonas regables con la elevación de las aguas,
Colonización” La relación del pueblo con su entorno Pág. 131. Ministerio de
segunda solución”, se observa la traza de estos caños en el área del actual BXII
Agricultura, Pesca y Alimentación y otro. ISBN: 84-7433-703-8. Tomo III
“zona comprendida en la concepción del 17 de Mayo de 1870 para la desecación
y saneamiento de las marismas de Lebrija”. Y aparece una de las zonas aislada
mediante una línea que encierra un perímetro que puede corresponder con el
3.3. La dotación de las infraestructuras actual sector C del BXII. Plan de Obras de Riego, Región Inferior del Guadal-
quivir, Comisión Especial nombrada para su estudio. Ingeniero jefe Enrique
1
En plano adjunto se dibujan en rojo la red de caminos y un inventario de Martínez y Ruiz de Azúa. Madrid 1907. Biblioteca Central. Universidad de Se-
los mismos originalmente de Titularidad de la Confederación Hidrográfica del villa. (págs. 66-67).
Guadalquivir que en total suman 194 km aproximadamente.
2
El Proyecto fue redactado por AYESA para un embalsamiento de aguas de
2
Folleto Informativo de La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Sis- 6 Hm3. Durante las obras el ingeniero director José Manuel Marcos elevó su
tema de Riego del Bajo Guadalquivir. capacidad a 8,2 Hm3 con una profundidad máxima 6.05 m y una superficie de
240 ha.
3
Información recogida del Plano del MOPU, Red Actual de Plan General, Zona
Regable de Bajo Guadalquivir, diciembre 1985. 3
En una primera etapa se constituyeron las cooperativas del Pinzón y de El
Trobal para la explotación de los productos agrarios como el arroz, el tomate y
359
5
Fecha de constitución de las Comunidades de Regantes del Canal del Bajo 10
El Real Decreto de Sequía.
Guadalquivir. Planes Especiales ante situación de alerta y eventual sequía, orden de 21 de
mayo de 2007. Modificado por Real Decreto de 8 de enero de 2016. Aprobación
La Comunidad de Regantes del Bajo Guadalquivir se constituye el 8 de Marzo de los Planes Hidrológicos de las Demarcaciones Hidrográficas, entre otros del
de 1957, al amparo de la Orden Ministerial de 17 de Enero de 1957 y el Decreto Guadalquivir. Artículo 58 del Texto Refundido de la Ley de Aguas, permitien-
de Constitución de la C.H.G. de 30 de Enero de 1957 que aprueban el expedien- do la modificación temporal de las condiciones de uso del dominio público
te de Constitución de la Comunidad de Regantes y su proyecto de Ordenanzas hidráulico, atendiendo a usos prioritarios previstos en los Planes Hidrológicos
y Reglamentos por las que ha de regirse. de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir. Fuente: Diario de Sevilla. 2
de diciembre de 2017.
Las restantes se constituyeron: Comunidad de regantes del sector BXII, 22 de
Julio de 1980; Marismas del Guadalquivir y Toril Quincena, 1991; Comunidad
de regantes Valdeojos-Hornillos 18 de abril de 2002. Comunidad de Regantes
del Genil, 12 de enero 1956; Comunidad de Regantes del Valle Inferior, 30 de
julio 1934; Comunidad de Regantes del Embalse Torres del Águila 2004.
6
La Comunidad de Regantes del Canal de la Margen Izquierda del Genil se
funda el 12 de enero de 1956 y declarada de Interés Nacional el 25 de noviembre
de 1940. Integra a 680 comuneros y la producción agraria actual se eleva a 28
millones de euros.
7
Las obras de la interconexión del Bajo Guadalquivir y el Embalse de Torre
del Águila situado en el término municipal de Utrera, se autorizaron en 2007,
360
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