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a, < ot PM Y iy AS te it SA) NN i /;\ Jot | Se Ty) yt Pea_N NEA ¥ Mey aN fi PAUL SCHMIDT COMO PIENSAN LOS GRANDES MAESTROS El principal objetivo de esta obra es el de analizar una amplia gama de partidas en las que, por diver- sas circunstancias, se pusieron de manifiesto, mas que una técnica depurada, unos razonamientos ca- paces de entroncar con las autén- ticas raices del ajedrez. Al realizarse este estudio jugada a jugada y, especialmente, desde el «interior» de sus protagonistas, se produce un juego de posibilida- des que Pau! Schmidt ha sabido apurar aplicando unos conocimien- tos criticos, en ocasiones sorpren- dentes, y una realidad de la que es totalmente consciente: lo que a no- sotros puede parecernos genial in- tuicién responde a unas premisas légicas que un razonamiento poste- rior puede reflexionar y concretizar de forma coherente. Légicamente, la pretensién de Schmidt no es reproducir textual- mente las ideas que en cada mo- mento de la partida se produjeron en la mente del maestro, sino apor- tar las consideraciones que él, co- mo critico, hubiese hecho ante cada nuevo movimiento y mostrar, mas tarde, lo que para el aficionado pue- de resultar el mds ambicioso de los laboratorios: la mente, como mecanismo creador y analitico, de los Grandes Maestros. Cublerta de Campafid Fatalenatene COMO PIENSAN LOS GRANDES MAESTROS PAUL SCHMIDT COMO PIENSAN LOS GRANDES MAESTROS Z ROCA, S. A. LONA Titulo original: Schachmeister denken Traduccién del alemén por Mariano Orta Revisién técnica de José Luis Brasero © 1970 by Walter Rau Verlag, Diisseldor © 1974, Ediciones Martinez Roca, S. A. Avda. José Antonio, 774, 7." planta, Barcelona - 13 ISBN: 84 - 270-0253. X Depésito Legal: B. 33375-1978 Graficas Diamante) Zamora, 83, Barcelona - 18 Impreso en Espafia'— Printed in Spain INDICE Prélogo El equilibrio en la partida de ajedrez Dr. Euwe - Keres, AVRO 1938 La apertura Dr. Euwe - Alekhine, Match 1937 Una obra de arte estratégica Keres - Dr. Euwe, Match 1940 El ataque {Quién jugd? ;Cudndo? El contraataque Dr. Euwe - Keres, Match 1940 Entre las tablas y la derrota Alekhine - Flohr, AVRO 1938 El final de torres Keres - Eliskases, Noordwijk 1938 Contrajuego desperdiciado Eliskases - Keller, Oyenhausen 1939 El riesgo Dr. Euwe - Eliskases, Noordwijk 1938 11 22 28 37 AT 56 64 TT 83 Optimismo castigado. Botvinnik - Capablanca, AVRO 1938 Tras los bastidores de la apertura Alekhine - Junge, Salzburgo 1942 . Dominio del centro Richter - Eliskases, Nauheim 1936 Tablas indigestas Keres - Alekhine, AVRO 1938 El ejemplo modélico Fine - Botvinnik, AVRO 1938 Historia del nacimiente de una combinacién Schmidt - Willard, Estland 1937 90 97 104 111 sib 123 A la memoria de Klaus Jung PROLOGO Este libro no quiere ser libro de ensefanza de una determi- nada fase de la partida, bien de la apertura, del medio juego o del final. Debe mds bien reflejar, con la mayer facilidad posible, el curso del pensamiento de base ajedrecistica o psicolégica en la partida de torneo. Principalmente se dirige el escrito al jugador principiante de torneos que domina ya los conceptos fundamentales de la lucha ajedrecistica, como, por ejemplo, la debilidad de los peones, el desarrollo retrasado, los alfiles «males» o la «7° linea», pero que aun considera incomprensible el arte del maestro. Y se trata de guiarlo por una partida de ajedrez de un modo tal que forzosa- mente tenga que encontrarse con este elemento necesario para el triunfo. Por eso me he esforzade en hacer visible en los comentarios el curso Idgico del pensamiento que se precisa para poder descu- brir una buena jugada. Aunque este trabajo del pensamiento pa- rezca faltar en muchos casos, y precisamente en los mejores juga- dores, de forma que la jugada elegida parece ser el resuliado de una pura intuicion, sin embargo no cabe duda de que también este pensar inconsciente transcurre de una manera logica y, en un andlisis a posteriori al menos, puede ser aclarado en sus rasgos fundameniales. Pero si yo en las paginas que siguen digo que las blancas o las negras «piensan en voz altay, eso no significa que yo crea poder reproducir con todos sus detalles el curso auténtico de las ideas del maestro en la partida en cuestién. Los comentarios representan 9 mas bien en cada caso sélo aquellas consideraciones que ~o mismo, en una partida de torneo, habria ido haciendo jugada a jegada. La eleccion de los ejemplos se ha hecho en general a favor de aquellas partidas en las que no ha habido un error que permita repentinas dectsiones combinatorias que, por valiosas que puedan ser, sin embargo no estén en relacién intima con la partida, por asi decirlo, ni han brotado orgdnicamente de ella. Perm esto no quiere decir en modo alguno que el lector vaya a encontrarse aqui solo con sécas partidas posicionales. Al contrario: para hacer real- mente visible un pensamiento ajedrecistico, debo elegir aquellas partidas en las que chocan distintas opiniones sobre la misma _posi- cién, esto es, en las que sobresalientes maestros juzean de modo distinto las posibilidades para las blancas y las negras. Ya sédlo por esto han de ser partidas muy interesantes. Tengo que dar gra- cias especiales al maestro Kurt Richter quien me anim& con sus valiosos consejos. PauL SCHmiIpT 10 EL EQUILIBRIO EN LA PARTIDA DE AJEDREZ DEFENSA HOLANDESA (Jugada en Holanda, 1938) Blancas: Dr. Euwe Negras: P. Keres 1. P4D P3R Una respuesta muy eldstica: las negras se reservan la posi- bilidad de pasar a la defensa in- dia 0 a la holandesa, o también al gambito de dama. Pero tam- bién deben estar preparadas a pasar a la defensa francesa si las blancas juegan ahora P4R. 2. P4AD ASC + Las negras: «Voy a proponer- le a mi adversario una pequefia innovacién, porque, después de A2D no tengo por qué temer un cambio forzado, pues aun- que el medio tiempo regalado (DA) represente una ventaja teérica para las blancas, la expe- riencia demuestra que la desapa- ricién de una pareja de alfiles en una fase tan temprana de la partida impide el nacimiento de una tensiédn seria en el centro. Si, por el contrario, las blancas juegan 3. C3A, tengo tres posi- bilidades: primeramente 3. .... P4AD, lo que, después de 4. PXP, AxC+; 5, PXA, DAT es cier- to que lleva a grandes compli- caciones no exentas de posibi- lidades, pero que apenas pue- den ser sdlidas, porque las ca- sillas negras las tengo muy dé- biles. Las blancas conservan la pareja de alfiles y presién en las columnas CD y D, Para ex- plotar estas ventajas, tendrian que jugar duramente al ataque mediante el sacrificio del PAD; o puedo jugar 3. .... CJ3AR con una defensa normal Nimzo-in- dia; o en tercer lugar, y esto es lo que ahora voy a intentar, puedo elegir 3. .... P4AR con ll paso a la defensa holandesa. Con ello tengo la ventaja de que me aseguro el dominio so- bre 5R, porque el C3A con que las blancas podrian luchar por esta casilla, esta clayado,» Critico: Con ello surge tam- bién el interesante problema de si en la defensa holandesa es de mds yalor el CD o el AR negro, 3. CIA P4AR Blancas: «Naturalmente no me dejo doblar un peén en 3AD; en la holandesa, donde el adversario domina mi casilla 4R, eso seria casi un suicidio, Pero, con qué pieza cubro aho- ra al C3A: con la dama o con el AD? ;Cudi de los dos que- dard mas eldstico después del cambio en 3AD? Desde luego la dama; con el alfil tendria que tener siempre en cuenta el cambio mediante C5R, que yuel- ve a colocar todo en el proble- ma de la apertura: AD con- tra CR.» 4. D3C Negras: «No quiero cambiar inmediatamente, sino que pre- fiero cubrir A5C con una juga- da util. Entonces, después del casi seguro P3TD, habré gana- do casi medio tiempo; porque 12 las jugadas de las piezas me- mores son mas eficaces en la apertura que las jugadas de los peones. Claro que tampoco seria inttil P3TD, sino una buena preparacién para P4CD, inician- do un ataque en el ala de dama, y mientras las blancas no quie- ran luchar por 4R sus perspec- tivas de ataque en la holandesa radican exclusivamente en el ala de dama. No debo cubrirme con C3AD, porque se sigue 5. PSD, y la cosa se pone mal: 9. ..., AXC+; 6. DXA segui- do de DX P65) 23) GSD 6. DID, y el caballo no tiene ya ninguna casilla adonde retirar- se, Queda también 4. ..., D2R, lo que prepara la usual P4R o que moleste al adversario por la amenaza de Mevarlo a cabo. La moda de otros tiempos de desarrollar la dama a 4T pasan- do por IR esta superada hace muchos afios.» Pe Oke D2R Blancas: «Desde luego quiero colocar el AR en la gran dia- gonal, por tanto P3C. Pero no puedo hacerlo inmediatamente: tras 5. P3C hay la mala inten- cién C3AD, y yo no puedo cu- brir simultaneamente los peo- nes 4D y 4AD (existe la ame- naza C4T), tampoco con 6. P3TD?7, CXP, étc. Queda tam- bién la eléccién entre P3TD y C3AR, lo que practicamente lleva a los mismos resultados, porque después de 5. C3A, C3AR, tendria yo que jugar P3TD para impedir C5R.» 5,, PSTD AxC+ 6 DXA C3AR 7. P3CR Las negras: «No quiero dejar- les a las blancas la gran diago- nal, porque entonces se produ- cirfa la usual posicién restrin- gida; no me agrada jugar P4D, con la molesta obligacién de defender 4R. Por tanto, debo obligar a las blancas a un re- traso en la colocacién del’ alfil en la diagonal blanca, para po- der jugar P3CD y esto puedo alcanzarlo amenazando P4R, porque entonces las blancas tie- nen que jugar C3A.» 7. ae P3D 8 CIA Las negras: «Pero ya no se puede pensar en P4R: C3AD re- trasaria el PAD, asi como tam- bién un futuro A2CD; después de CD2D; 9. A2C, probable- mente yo no podria jugar ya P3CD.» Boe P3CD 9. AIC A2C 10. 0-0 CD2D Las negras: «Desde luego, no quiero jugar P4R antes de en- rocarme, pero quizds el adver- sario emprenda algo contra eso, entonces la inversion de juga- das ha aleanzado su fin.» Las blancas; «E] sdélo debe jugar tranquilamente P4R. Des- pués de 11. P4CD, P4R; 12. Px PI, las negras no tienen nin- guna eleccién agradable: 12. ..., CxP; 13. A2C y el orgulloso centro esta perdido; 6 12. ..., PXP; 13. C4T, C5R (No 13. ..., AXxOAS TG XP Ds Rey ia: CxPC+); 14 AXC, PX A; 15. A3R y la amenazadora P5AD naturalmente no se puede impe- dir con P4A, a causa de la te- mible debilidad en la colum- na D.» il. P4CD 0-0 12. AZC Las blancas: «Con esto por lo pronto impido P4R, y prepa- ro P5A.» Las negras: «Ahora estoy ante una eleccién que sera decisiva para esta partida: ;Debo jugar P4R o resistir en el ala de dama con P4A? La tercera posibili- dad: el ataque en el flanco de rey con C5R seguido de P4CR es, teniendo en cuenta la dia- gonal 1TD-8TR, demasiado sal- vajemente romantica, y no vale la pena perder el tiempo pen- 13 sando en eso. Por tanto: ;P4R o P4A? Si juego TLR, enton- ces... jAlto! ~Qué torre debo mover a 1R para hacer posible P4R? Si empleo la torre D, toda mi ala de dama queda expuesta sin defensa al ataque blanco. Por tanto no hay que pensar en eso sin inmediatas posibili- dades de ataque después de P4R, .Resistirlos? De ninguna manera; el dominio de la dia- gonal ITR-8TD arrebatarfa la posibilidad de penetracién me- diante el ataque Hevado a cabo con P5R y P5AR; el ataque blanco en el ala de dama, con P5AD, después de TIAD, se desarrollaria mds raépidamente, y después de P4R una jugada como P3AD seria ya el princi- pio del fin. Queda por tanto por investigar TRIR. Pero entonces no tengo propiamente ninguna perspectiva de ataque al rey después de P4R. Veamos, por tanto, lo que consigo con P4AD. Nota principal: el peén 4AD blanco est4 sélido y se convier- te en un ligero objetivo de ata- que. Por eso el ataque blanco tiene que desviarse a la colum- na de dama o, después de P5C, al borde del ala de dama, En la columna de dama seré bas- tante fuerte, a causa del mara- villoso CSR. Mas arriesgado parece en el ala de dama. Re- sistir alli con las torres seria 14 demasiado pasivo; debo colocar mis torres en las columnas AD y D, jugar P4AD, las blancas cambiardn con PDP y enton- ces jadelante con P4D!» Lhe TDIA Critico: Digna de considera- cién es la propuesta moderna ee COR a eat C4) 13. TRID Las blancas: «Naturalmente tengo que considerar el pedn 3D, porque ahora es seguro que jugara P4A.» Las negras: «;Debo jugar in- mediatamente P4A o prepararla primero con TRID? Y atin ten- go que considerar la posibilidad 13. ..., TRID; 14. P5DI?, PxP; 15. C4D; un trabajo mental muy Diagrama nitm, I complicado e intitil si las blan- cas no juegan P5D, Como una amenaza directa a 3D no parece nada peligrosa, jugaré inmedia- tamente P4A.» Isis P4A (Ver diagrama mim. 1.) Las blaneas: «Aqu{ debo to- mar con el PD; como PDxP no es yiable a causa de la de- bilidad en 4R, es obligada PCXP, tras lo cual puedo ya contabilizar las debilidades P3D y P2TD. Pero debo tener mu- cho cuidado de que las negras no me obstruyan la diagonal de importancia vital 1TD-8TR con P4D-5D,a : Nota: El Dr. Euwe recomien- da 14. D3C. 14. PDXP PCXP Las blaneas: «Ahora ataco con D3D el PD negro. Si las negras lo cubren con C5R, en- tonces después de 16. PSC, P4D; 17, PXP, PP, posible- mente con 18. TDLA quedarian peones colgantes que sdlo difi- cilmente pueden avanzar. Tam- bién es muy de tener en cuen- ta 15, D3D, C5R; 16. C2D, por- que el final de juego después de 16, %.., P4D; 17. (PAXP, PRX Pras e XG yer ey) 19: AXPR!, PAXA; 20. DXC, T2A!; 21. DxD, TxD apenas puede proporcionar la victoria a causa de los alfiles de distin- to color, pero mi adversario apenas podria jugar; tampoco 16 e210) PRR NT Ge, PxC es satisfactorio para las negras; con 18. DXPD, Dx D; 19) ToD) C3 G20" PCP Gack. 21. T7D!, quedo con ventaja, pero no debo volverme loco de alegria y jugar 17. CXC, PxC; 18. AXPR. Porque en- tonces las negras después de 18. veep CAA? 19. AXP +, RIT; 20; DxPD, DxD; 21. TxD, no sélo me arrebatarian mi yenta- ja con 21, ./:, RX Ay 22: PX FP, sino que me ganarian con 21. PRPS 15. D3D Diagrama nitm. 2 15 Critico: Una mala jugada, que empuja con pérdida de tiempo a una pieza enemiga a una casilla mejor. Lo correcto era inmediatamente P5C, lo que ademas habrfa correspondido al avance blanco en el ala de dama, asf como también habria puesto a la dama fuera del al- cance de la TIAD negra, Habia la posible amenaza de PP se- guido de C3C. Las negras: «Comparto la pro- bable manera de pensar de mi adversario con relacién a 15. ..., CSR; si fuese favorable para mf las blaneas no habrian jugado desde luego D3D, Pero, jcémo cubro ahora 3D? Cierto que CIR parece ser una jugada muy buena, porque protege también 2CR; pero sdlo sirve para la de- fensa, zPasar con 15, ..., €3C al contraataque? Cierto que las blancas podrian finalmente to- mar en 3D, porque después de 16.) De RD. Bbc Ee ie TLAR 3/4 » (desvaloriza- do porClR) P5D 1 > P4AD) 1 > P3CR 1/2 ‘tiempo menos (por debilidad) AIAD 1/4 tiempo (preparado para el asalto) Total: 4 1/2 tiempos 22 Negras: DLAD— Tiempo (desfavorable posicidn, pero cubre 3R) TIAR 1 Tiempo C4AD 1 D A2CD 1 > A3JAR 1 > TITD 1/4 tiempo (dispuesto al asalto) P3D 1 D P3CD 1/4 » P3R — (objeto de disputa) Total: 5 1/2 tiempos. Las negras tienen por tanto un tiempo mas, y ademas les toca mover. A esto se afade que todas las piezas negras es- tan muy bien (dominio de las grandes diagonales y columnas abiertas), en tanto que las blan- cas sdlo estan capacitadas para un Unico objetivo, esto es, el ataque contra 3R. Para poder llevar a cabo un ataque no justificado por cir- cunstancias especiales como la desamparada posicién del rey enemigo o la acumulacién de piezas en bandas distintas del tablero, se necesita, con arre- glo a la experiencia, una yven- taja de, por lo menos, 2 o 3 tiempos en el desarrollo. Aquf las negras van por delante en el desarrollo. Pero las blancas se han afirmado totalmente en su ataque contra 3R de las negras. \ Es de extraflar que las negras, aunque sea con gran trabajo, consigan rechazar el ataque? Pero es natural que las ne- gras, inmediatamente después de rechazar el ataque, estén mu- cho mejor y puedan pasar al contraatague, En todos estos casos en que sin alteraciones significativas del equilibrio posicional una de las dos partes juega al ataque, puede decirse por lo general, en vista de los tiempos de ataque o de desarrollo, si el ataque es teéricamente correcto. Debe decirse, ademas, que las blancas habrian hecho mejor emprendiendo la retirada con 16. PP, TIR; 17. A3R. Cier- to que entonces estan muy mal sus piezas menores, pero, al no haber debilidades en sus peo- nes, habria sido posible un len- to alivio mediante los cambios. Las negras: «Con 16, ..., TIR cubro P3R y amenazo al mis- mo tiempo PP. Si las blancas vuelyen a no decidirse por PP, jugaran entonces 17. A3R con lo que impediran PxXP y amenazaran 18. AXC. Si tras A3R, mueyo la dama, por ejem- plo a 1D, entonces las blancas tienen que cambiar o en 5A (de las blancas) o en 6R. Si toman en 6R, entonces no hay ningu- na diferencia especial entre 16. o I7. PXP. Pero si toman en 5A, tcémo cubro yo entonces 6R? Cierto que tengo una juga- da intermedia que suprime al mismo tiempo 6R, a saber, 18. oe EXP Pero: entonces) las blancas pueden retirar su A5A a 3R para cubrir la dama tras lo cual juego, naturalmente, P5D con reeuperacién de la pie- za menor y entonces a las blan- cas, después de 19. A3R, P5D; 20. C2C, PX A; 21, CXP, ASD, seguido de la captura en 6R atin les cuelga una debilidad del peon aislado en 3R. Desgracia- damente las blancas encuén- tran tiempo tras 22, A2CR para cambiar mi alfil bueno, Por eso es entonces algo cuestionable si este peén aislado en 6R me bastard para la victoria, porque precisamente la presencia de un pedén blanco en la columna R dificulta la explotacién de mi superioridad de peones en el ala de dama, Pero no me parece que haya algo mejor.» 16... TIR 17. A3R Ahora era ya poco recomen- dable 17. PXP, porque después de 17. ..., CXP, el cambio pos- terior 18. AXC+, TXA es cla- ramente obligado, y la dama ne- gra puede Ilegar facilmente a 6TR. 53 Ln an DID 18. AXC PXP 19, AOR+ Véase el comentario a la 16.* jugada de las blancas. Estas no encuentran ya el momento pro- picio para acabar la aventura iniciada alrededor de la casilla 6R. Lo correcto aqui era la po- sibilidad arriba mencionada de 19. A3R, P5D; 20. C2C, Px A; 21. CXP, A5D; 22. A2C, con buenas posibilidades de salva- . cién para las blancas. La juga- da del texto es completamente desatinada, porque las blancas se colocan voluntariamente en una peligrosa clavada. Diagrama nim. 15 19. RIT 20. TID Una confesién de inapotencia. 54 Tras 20. A3TD, D2R; 21. PXP,, las negras recobran su pieza con AXPD. 20 ey PDXA Alin mas simple era 20. ..., PCXA, por ejemplo 21. PXP, AXPD; 22. TxA, D2R o 21. C2C, PXP; 22. C4A, AARI, etc. 21. C2C Tan sin esperanzas habria sida 21s JP Py AX PG 22: DxA, TxA (ahora se venga la defectuosa posicién de la pri- mera fila) y también cae el PD. Las blancas atin esperan poder jugar C4A seguido de D5T. Bhat oe, P5D Ahora el que fue peén débil en 3R se ha convertido en un peén libre ‘cubierto en 5D, Como después de C4A, posible- mente P4CR, hay la amenaza AIAD, por eso intentan las blaneas cubrit el alfil 6R con el PAR. Pero respecto al domi- nio de 6R, las blancas no tie- nen ninguna suerte en esta par- tida. 22, P4A Objetivamente, lo mejor se- guia siendo 22. TRIR, AlAD; 23. D4C, AXA; 24. TXA, EXT; 125. DX, DIR: 26: DxXD, TxD; 27. TER, TXT+; 28. CXT con un final inferior y pobre en material. Mae has P6D! Esto ha sido posible gracias a la ultima jugada del adversa- rio, flameando de pronto un ma- ravilloso ataque al rey. Para uno de esos trabajos como el que despliegan aqui los alfiles ne- - gros, la posicién exige precisa- mente sacrificios de gran efecto. 23. TXP DxT! La aparentemente mds obliga- toria atin 23. .... ASD+; 24. RIT permite la buena defensa 25. P3TR seguida de R2T. 24. DXD ASD+. 25. T2A Necesario, ya que después de RIT, TxA, decide la duplica- cién de las torres y T7R. Natu- ralmente las negras ni siquiera miraron el sacrificio de calidad; han cedido la dama para hacer valer la pareja de alfiles. Por eso no pueden renunciar a esa pareja aunque se les ofrezca una ganancia de calidad. Ovels eke TXA 26. RIA 27. PSA TI-IR Crea espacio para el C2C. Pas TAR Las blancas: «La torre debo conservarla en la 2.* fila, ya que de otro modo me aniquila con T7R. Esto mismo yale para 28. T4A, como también para 28. P6A, PXP; 29. TXP, T7R. Sin embargo, es aconsejable antes de que yo traslade la torre a 2D, intercalar las jugadas 28. P6A, PXP, ya que de ese modo la columna AR quedara blo- queada para el ataque contra mi rey. Ademds el PAR se per- deria de todos modos con 28. T2D, ASR.» Critico: la columna AR que- da bloqueada con este sacrificio de pedn, pero con ello la colum- na CR se despierta a una vida muy incémoda. 28. P6A PXP 29. T2D AIA Amenaza decisivamente A6T. 30. C4A T6R ]--¥ ganan! Como 31. D2A fracasa ante 31. ..., T8R+; 32. R2C, T8C+; 33. R3A, T6R+; 34. R2A, T64D+, es obligada 55

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