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A la hora de recibir una ambulancia lo primero que se debe hacer es revisar los

niveles de agua, aceite y líquido de freno. Se revisa el nivel del agua en el radiador
y luego se revisa en el reservorio para determinar que esté en el nivel apropiado.
Luego se debe revisar el nivel de aceite, es recomendable que esté en la segunda
línea del medidor. Recuerde que el nivel de aceite se debe revisar cuando esté frío
el motor para que el aceite baje y marque bien. También se revisa el líquido de
freno, se recomienda que no esté menos de la mitad, sino que se mantenga
estable.

Es primordial revisar el estado de todas las luces. Es un delito que los vehículos
posean luces quemadas. Así que es necesario que estas estén en óptimas
condiciones para evitar inconvenientes legales y operar con la mayor eficacia
posible.

Entre las luces a revisar están las luces direccionales, las de parqueo y las de
freno. Las ambulancias poseen unas luces de sirena con las que los autos
convencionales no cuentan, por lo que son sus luces más distintivas o insignia y
se deben revisar para evitar inconvenientes operacionales.

Una vez revisadas las luces, hay que comprobar el labrado y la presión de las
llantas. Entiéndase labrado como la condición de las llantas, es decir si están lisas
o no. Es un delito que los autos transiten con llantas lisas. Imagine una
ambulancia con llantas lisas, eso implicaría que las vidas de los conductores, del
paciente, de los peatones y los otros conductores estarían en riesgo inminente.

En cuanto a la presión de aire en las llantas es importante evitar que una llanta se
desinfle en medio de una operación. Eso, más que causar inconvenientes a los
operadores de la unidad, pondría en riesgo la vida del paciente al retrasar su
ingreso al instituto de salud a donde se tenga que transportar.

Al Inicio de cualquier servicio, la dotación asignada a una ambulancia ha de


revisar tanto los sistemas de la misma como el material de Soporte Vital Básico
que contiene. A parte de que es una responsabilidad nuestra también evitaremos
sorpresas desagradables cuando estemos inmersos en una asistencia. Al abrir la
puerta lateral de la ambulancia, a la derecha, encontramos un pequeño interruptor
que acciona el escalón de la misma. Este escalón nos ayuda a acceder de forma
más segura tanto a nosotros, como a las personas a las que tengamos que asistir.
Se repliega automáticamente cuando se cierra la puerta. Antes de iniciar la
revisión interior de la ambulancia hay que ponerse guantes. Aunque las
ambulancias se limpian y desinfectan, no sabemos qué servicio ha dado antes del
nuestro: prevenir es la clave para nuestra propia seguridad.

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