SINTESIS: INNOVACIÓN PEDAGÓGICA EN BASE A LA APLICACIÓN DEL ABP
Existen varios factores que fundamentan la adopción de la metodología de Enseñanza
Basada en Problemas (ABP) en los procesos de enseñanza-aprendizaje en la actualidad. Zygmunt Bauman conceptualiza los aspectos del comportamiento social e individual contemporáneo en lo que llama la “Modernidad Liquida”, en la que lo efímero, lo cambiante, la falta de compromiso o la falta de interés caracteriza sobre todo a las nuevas generaciones en su actuar en el mundo. El momento actual esta signado por la aceleración en los cambios, y estos cambios también hacen referencia a la validez del conocimiento, a la hiper-abundancia del mismo y a su accesibilidad universal con las nuevas tecnologías y el Internet. En ese contexto, la modernidad liquida plantea una crisis y un reto en los modelos de educación tradicionales, ya que “la educación tenía valor en la medida en que ofreciera conocimiento de valor duradero” (Bauman, 2005). Uno de los objetivos centrales que plantea el ABP como respuesta a este reto es el de habilitar a los estudiantes universitarios en la capacidad de aprender a aprender de forma independiente, autónoma y critica para poder orientarse en este mundo extremadamente cambiante (Vizcarro, Juarez, 2008). El ABP se puede definir como una metodología de aprendizaje basada en una colección de problemas presentados a grupos pequeños de estudiantes a fin de que estos lo analicen, reflexionen sobre lo que plantea, integren sus conocimientos previos con los nuevos conocimientos que vayan a investigar, para finalmente proponer soluciones de forma grupal. De esta manera se promueve el aprendizaje significativo (Barrows, 1986) a través de una metodología eficaz y flexible capaz de mejorar significativamente el aprendizaje universitario (Prieto, 2006) desarrollando, además, capacidades de trabajo en equipo (Biggs, 2005) tan necesarias en tiempos de conectividad y de complejidad en los entornos laborales actuales. El proceso de trabajo básico del ABP para resolver los problemas se lo desarrolla en 7 pasos (UPM, 2008), a saber: 1. Aclaración de conceptos, 2. Definición del problema, 3. Análisis del problema, 4. Sistematización del problema, 5. Formulación de objetivos de aprendizaje, 6. Investigación individual, y 7. Síntesis y presentación de lo aprendido. Los problemas pueden generar tareas de discusión, estratégicas, de estudio o de aplicación, pero será fundamental que la elaboración del problema sea efectuado por un equipo de docentes interdisciplinarios que definan los objetivos de aprendizaje deseados, las formas en los que los estudiantes puedan resolverlo y presentarlo; y por sobre todo, que el problema guarde relación tanto con los contenidos y asignaturas previas como con las actuales que están cursando, que el problema represente un reto acorde a las capacidades de los estudiantes, que sea relevante, pertinente y de interés para ellos, por lo que deberán tener un nivel de naturalidad estrecho con los problemas laborales que afrontaran como profesionales. Finalmente, el problema debe estar mal estructurado, a fin de que éste abra múltiples formas de ser abordado, fomente la capacidad de análisis, reflexión e investigación del estudiante y promueva capacidades de crítica, autocrítica y de construcción conjunta del conocimiento cuando se trabaja en equipo. Ahondando sobre la característica inherente de transdiciplinariedad metodológica del ABP, se puede decir que está responde a la demanda del mundo laboral actual, en la que es fundamental que el profesional sepa relacionar con facilidad, destreza y eficacia conocimientos ajenos a su área de experticia, y que, dado el caso, sepa trabajar sinérgicamente en equipos multidisciplinares en los que la complementación y el pensamiento crítico y complejo son fundamentales para las exigencias en mundo extremadamente competitivo. Por otro lado, al poner al estudiante en escenarios en los que necesite recurrir a otras áreas de conocimiento se lo ejercita en la habilidad de la relacionar de forma coherente, estructurada y dinámica dicha información, siendo esta la mejor manera de aprender de forma integral y holística la complejidad de los fenómenos en la vida real. Esto último, es clave fundamental del objetivo fundamental antes mencionado de aprender a aprender. Por último, en este punto, el ABP promueve la gestión del conocimiento autónomo, puesto que en sus distintas fases del proceso de trabajo los estudiantes identifican, siempre con la guía del tutor, sus propios objetivos de aprendizaje, sus estrategias de investigación y la sistematización del nuevo conocimiento a fin de resolver el problema. Para un buen desarrollo del ABP los roles tanto del docente como del estudiante deben estar claros y bien presentes. Los estudiantes deberán organizarse con un coordinador que vele por el correcto avance del trabajo grupal y la participación de sus integrantes, y un secretario que facilite la sistematización del intercambio de ideas en el grupo. El docente, por su parte, deja de ser el que transmite el conocimiento, y se convierte en tutor (generando un nuevo espacio de aprendizaje llamado tutorías) que básicamente se enfoca en guiar el proceso de trabajo de grupos pequeños de estudiantes, animando, aclarando y reorientando el trabajo de los grupos, de forma sincrónica y asincrónica, a fin de garantizar el éxito en la consecución de los objetivos fijados en su materia, módulo o bloque de aprendizaje, según sea el caso del diseño curricular que sea tenga en la universidad, facultad o carrera (UPM, 2008). Es necesario notar que existen variantes del ABP, que dependen del contexto cultural y de la cantidad de estudiantes con los que cuente el tutor. Por ejemplo, está el método tradicional de Maastricht, con los 7 pasos mencionados, dividido en 3 fases (discusión previa, estudio e informe) para grupos de entre 20 y 40 alumnos. Existe una variante de 4 fases estilo Hong Kong, para grupos de hasta 60 alumnos, que desarrolla los 3 primeros pasos tradicionales de forma conjunta en clases, y los pasos 3 y 4 en grupos tutoriales. Y finalmente la variante ABP 4x4, con su procedimiento AIRE (Análisis, Investigación, Resolución y Evaluación) para grupos de hasta 130 estudiantes, que condiciona momentos tutoriales en base a la consecución de avances de cada grupo. El proceso evaluativo en el ABP es fundamental y amplio. Este no se centra en la sola evaluación del producto final, puesto que además este puede ser muy diverso, sino sobre todo en el proceso de aprendizaje, tanto individual como grupal. Se evalúan también las sesiones del ABP, en cuanto a su efectividad, el tiempo empleado, la accesibilidad de los medios didácticos, la idoneidad de los recursos usados, la estructuración de las sesiones y por ultimo también se evalúa al tutor encargado, evaluando de esta forma a todos los actores del proceso de enseñanza-aprendizaje. Los métodos de evaluación son integrales. Se evalúan conocimientos, habilidades, capacidades, actitudes y valores y no solo los resultados del proceso. Son formativos y también cualitativos; utilizando instrumentos de coevaluación, autoevaluación, métodos de tradicionales y un gran recurso que son los Portafolios de Evidencia, permitiendo de esta forma evaluar y retroalimentar de forma continua y de forma integral todos los factores del proceso. Finalmente, podemos mencionar que las ventajas del ABP son muchas, y que en general responden a la necesidad de habilitar profesionales y seres humanos capaces de actuar de forma coherente ante las dificultades, no sólo en el ámbito laboral sino en la vida en general, garantizando en ellos competencias que les permitan adaptarse de forma creciente en un mundo tan cambiante y dinámico como el que vivos hoy en día sin importar donde se esté. Referencias bibliográficas: Barrows, H.S., 1986. A taxonomy of problem-based learning methods. Medical Education, 20, p 481-486 Bauman, Zygmunt, 2005. Los retos de la educación en la modernidad liquida. Editorial Gedisa, Argentina. p26. Biggs, J.B. (2005). Calidad del aprendizaje universitario. Madrid: Narcea Prieto Navarro, 2006. Aprendizaje activo en el aula universitaria: el caso del aprendizaje basado en problemas. Revista de Ciencias Humanas y Sociales. Vol 64. Dialnet Metricas. P 13. UPM, Servicio de Innovación Educativa, 2008. Aprendizaje basado en problemas. Vizcarro C., Juarez E, 2008. ¿Qué es y cómo funciona el aprendizaje basado en problemas?. La metodología del Aprendizaje Basado en Problemas. Universidad Autónoma de Madrid. p9.