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El orgasmo

Un orgasmo es el clímax explosivo de una relación sexual. Es la liberación


repentina, placentera hasta un punto casi insoportable, de tensión sexual
que se va acumulando de manera continua desde que se inicia la
excitación. El orgasmo es la experiencia más sensacional que puede tener
un ser humano. Gracias a ella, todas las personas muestran un interés
continuo en el sexo.
Aunque el orgasmo, idealmente, se alcanza durante el coito o cópula, esto
es, durante la relación íntima entre un hombre y una mujer, también se
puede alcanzar a través de la masturbación. Y eso, también, hace que la
masturbación sea una actividad tan popular y tan universal. Los orgasmos
masculino y femenino son diferentes en muchos sentidos importantes. El
primero suele ser repentino, drástico y concentrado principalmente en el
pene, El orgasmo femenino se extiende por todo el clítoris, los labios
genitales y el área pélvica. Por lo regular, dura un poco más que el
orgasmo masculino.

La mayoría de las mujeres está lista para otro orgasmo en cuanto acaba de
tener uno; en cambio, la mayor parte de los hombres tienen que esperar un
buen rato para que se recuperen sus reflejos sexuales y estar nuevamente
en condiciones. Finalmente, y no es lo menos importante, el orgasmo del
hombre es un proceso más complejo que el de la mujer, La erección es el
primer evento del ciclo sexual masculino... la eyaculación es el último, en
respuesta a estímulos físicos o mentales (o de ambos tipos), el pene se llena
rápidamente de sangre y se convierte, de un flácido conducto para expulsar
la orina, en un órgano rígido, listo para expulsar esperma en la vagina.
La erección hace al pene más largo, más grueso y mucho más sensitivo.
Cuando sus terminales nerviosas han recibido suficiente estimulación al
frotarse contra el forro de la vagina -por lo regular durante un periodo de
10 a 20 minutos- ocurre la eyaculación.

A decir verdad, la primera parte de la eyaculación se produce de manera


casi completamente mecánica. El líquido espermático es arrojado del pene
en cinco o seis chorros, como si fueran disparos de una pistola de agua. La
segunda parte de la eyaculación es la que constituye realmente el orgasmo
masculino.
La mujer, por su parte, llega casi siempre al clímax mediante la
manipulación del clítoris, que es donde se concentran sus terminales
nerviosas. 
¿Hay algún estimulante sexual que sea confiable y seguro, y que funcione
tanto en hombres como en mujeres? ¿No sería más fácil para todos si
pudieran usarlo juntos?  
O más difícil, dependiendo de quién usara qué en quién. Como si no
tuviéramos ya suficientes problemas, imagínense el pandemónium que se
armaría si millones de personas pusieran todos los días un potente
estimulante sexual en el café de la cena, compartida con algún miembro del
sexo opuesto, cuidadosamente seleccionado.
En realidad, existen numerosos estimulantes sexuales que casi cualquier
persona puede llegar a utilizar. Básicamente pertenecen a dos categorías:
los afrodisíacos exógenos y los afrodisíacos endógenos. Los del tipo
exógeno suponen que usted y su pareja quieren hacer el amor, pero algo se
interpone en su propósito. Puede ser temor, timidez, fatiga o escrúpulos
morales.

Los estimulantes exógenos destruyen la inhibición y permiten que los


impulsos sexuales contenidos se liberen, puedan expresarse y se hagan
cargo de la situación. Incluyen cosas tales como un martini doble, un buen
perfume o un “caballito” de tequila. Son los más frecuentemente usados
por personas de menos de 40 años.
Los afrodisíacos endógenos en cambio, se utilizan en los casos en que el
deseo está ahí, pero la capacidad necesita, sin embargo, un ligero empujón.
Estos estimulantes trabajan directamente sobre los órganos sexuales o
sobre los centros del cerebro que controlan la sexualidad. Incluyen
sustancias químicas tan exóticas como el yohimbine, la estricnina, el
ginseng y, desde luego, la hormona masculina testosterona.
La testosterona funciona, pero puede llegar a producir muy malos efectos
tanto en hombres como en mujeres, a menos que sea administrada con gran
cuidado, por un doctor que haya tenido amplia experiencia en ello.

Aunque la estricnina es un veneno mortal, hace más de cien años que se la


usa, en dosis mínimas, para estimular los centros sexuales del sistema
nervioso. El único problema es que un ligero error de cálculo en la dosis
puede mandarlo rápidamente al otro mundo, donde se supone que el sexo
es sustituido por solos de arpa.
El yohimbine puede ayudar, como también puede llegar a hacerlo el
ginseng, aunque probablemente el efecto de ambos es en gran parte
psicológico. (Desde luego, un efecto psicológico es magnífico... si
funciona.) 

Tipos
Dependiendo de su origen y naturaleza, podemos distinguir tres tipos, tanto
en hombres como mujeres: [cita requerida]

 Peneano (masculino) o clitoriano (femenino): es producido desde las


terminaciones nerviosas del glande en el hombre y en el clítoris en la
mujer. Poseen la misma naturaleza evolutiva, ya que en el feto, la
misma zona sexual evoluciona en el macho hacia el pene y en la
hembra hacia el clítoris.
 Prostático (masculino) o vaginal (femenino): se puede producir
también desde el glande o clítoris, aunque por sí solo también puede
desarrollar un estilo de placer propio con unas características más o
menos distintas (dependen de cada persona). Éste gozo tiende a
proporcionar una curva de placer distinta, más intensa y en menos
tiempo, y con mayor control. Ambos sexos pueden llegar al orgasmo
sin estimular su pene o clítoris, con práctica y autoconocimiento.
Presentación

Nombre:
Pedro Julio Santana V.

Nùmero:
23

Curso:
4toB
Profesora:
Agustina Medina

Materia:
Orientación

Tema:
Orgasmo
Introducción

El orgasmo (del idioma griego ὀργασμός) o clímax (del griego κλίμαξ,


«escalera» o «subida») es el momento culminante del placer sexual.

Aparte de las reacciones corporales, el orgasmo se hace notar por una


sensación que casi siempre es sentida como placentera. Algunas culturas
dividen los orgasmos en niveles que llegan hasta un estado de éxtasis que
perdura por un largo periodo de tiempo y puede ser alcanzado por ciertas
prácticas sexuales y prácticas de meditación.
Conclusión

El orgasmo siendo parte de lo que es el placer sexual, el punto más alto de


excitación y dando paso a lo que es la eyaculación forma parte tanto como
del fin de un acto sexual como de la liberación de toda esa energía
almacenada durante el acto sexual.
Bibliografía

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