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       TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA


                                                                             S A L A   C I V I L

Auto Supremo: 317/2018
Sucre: 02 de mayo de 2018
Expediente: LP – 26 – 17 – S
Partes: Edgar Oscar Millares Ardaya. c/Celia Ramos Flores.
Proceso: Cumplimiento de evicción y saneamiento.
Distrito: La Paz.

VISTOS:  El recurso de casación de fs. 146 a 150 interpuesto por Celia Ramos Flores contra el Auto de Vista N° 341/2015 de fecha 14 de
septiembre, que cursa de fs. 142 a 143 vta., pronunciado por la Sala Civil Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, dentro del
proceso de Cumplimiento de evicción y saneamiento seguido por Edgar Oscar Millares Ardaya contra la recurrente, la concesión del recurso de fs.
153, la admisión del recurso cursante de fs. 159 a 160, los antecedentes procesales, y:

CONSIDERANDO I:

ANTECEDENTES DEL PROCESO

El Juez Décimo Quinto de Partido en lo Civil y Comercial de la ciudad de La Paz, pronuncia la Sentencia Nº 218/2010 de fecha 26 de abril de 2010
que cursa de fs. 90 a 91 vta., por la que: “FALLA declarando PROBADA en parte la demanda de fs. 6 a 7, subsanada a fs. 10 a 11 vta., interpuesta
por Edgar Oscar Millares Ardaya contra Celia Ramos Flores sobre cumplimiento de evicción y saneamiento, en su mérito la demandada Celia Ramos
Flores deberá hacer entrega del lote de terreno ubicado en Huancané, ex Fundo Achumani, Cantón Palca, Provincia Murillo del Departamento de La
Paz, con una superficie de 850 Mts.2, para el use, goce y disfrute del comprador y demandante Edgar Oscar Millares Ardaya, en un plazo de 3 días a
partir de la ejecutoria de la presente resolución bajo apercibimiento de recurrir a la fuerza pública.  IMPROBADA respecto a la petición de daños y
perjuicios por no haber sido demostrada la existencia de los mismos por la parte actora en la tramitación del presente proceso. IMPROBADA la
excepción perentoria de prescripción planteada por la parte demandada (fs. 34 y vta.) respondida por parte del actor (fs. 37 a 39)  por su manifiesta
improcedencia al no encuadrarse su petición a lo estipulado por el art. 635 del Código Civil”.

Apelada la Resolución de primera instancia por la demandada Celia Ramos Flores según memorial que cursa de fs. 95 a 96, se pronuncia el Auto de
Vista Nº 341/2015 de fecha 14 de septiembre de 2015, cursante de fs. 142 a 143 vta., que “CONFIRMA la providencia de 22 de mayo de 2009 de fs.
62, la Sentencia Nº 218/2010 de 26 de abril de 2010 de fs. 90-91 vta., de obrados, de conformidad a lo previsto por el art. 237.I-1) del Código de
Procedimiento Civil, con costas”.

Bajo el argumento de que al haberse demandado el cumplimiento la evicción y saneamiento con la posterior entrega del bien inmueble la Sentencia
en consecuencia es congruente al haber considerado las pretensiones deducidas en la demanda y fallado conforme lo alegado y probado; asimismo,
manifiesta que las pruebas han sido valoradas en su conjunto según la normativa correspondiente, por último, afirma que la resolución impugnada
en concordancia con lo señalado efectúa el análisis de la demanda contrastando con los parámetros existentes en la ley que en el caso de autos
viene a tener correspondencia con el art. 625 del Código Civil, más cuando no se habría entregado el objeto del contrato de compra venta;
resultando que la Sentencia fue dictada conforme los datos del proceso.

En contra de la referida resolución Celia Ramos Flores interpone recurso de casación de fs. 146 a 150 que se analiza.

CONSIDERANDO II:

CONTENIDO DEL RECURSO DE CASACIÓN

La recurrente acusa de que la base de la acción de ninguna manera ésta orientada con el cumplimiento de la evicción y saneamiento sino ésta
relacionada con la nulidad del contrato por falta de determinación del objeto del contrato; toda vez que jamás se identificó al tercero que hubo
eviccionado el inmueble objeto de la transferencia, sino que la base de la pretensión radica en que el lote aparentemente pertenece a otra persona o
simplemente no existe.

Manifiesta que el art. 625 del CC, establece que cuando haya evicción total por parte de un tercero al comprador, el vendedor queda obligado a
resarcir el daño, pero jamás determina que el vendedor en cumplimiento de la obligación de evicción tenga que entregarle la cosa vendida al
comprador como se pretende en la demanda.

Formula su reclamo porque no se puede sostener que exista congruencia entre los hechos alegados y las normas que sustentan la pretensión del
actor sobre el cumplimiento de la evicción y saneamiento, porque los arts. 614 núm. 3), 624 y 625 del CC, solo operan cuando un tercero
debidamente identificado ha planteado una demanda sobre reivindicación, o mejor derecho o una garantía hipotecaria sobre el bien objeto del
contrato y fruto de ello, el comprador ha sufrido una evicción, es decir, la pérdida o extinción del derecho de propiedad a manos del tercero.

Expresa que lo peor está en el argumento que cuando el comprador no ha recibido la cosa de parte del vendedor existe incumplimiento del art. 625
del CC, cuando dicha norma no hace referencia al incumplimiento de la entrega de la cosa vendida sino al hecho que el comprador sufra la pérdida
total de la cosa vendida por efecto del derecho que tenía un tercero sobre ella que no ocurre en el presente caso.

Afirma que existe errónea interpretación del art. 614 num. 3) en relación al art. 624 y 625 del CC, porque la pretensión que erróneamente fue
acogida en la sentencia y confirmada en el Auto de Vista, es que el Juez disponga la entrega de la cosa vendida; mientras que las normas citadas no
hacen relación a ninguna entrega por parte del vendedor de la cosa vendida sino al resarcimiento de daños y perjuicios, cuando un tercero ha
eviccionado la cosa.

Por lo expuesto solicita se case el Auto de Vista.

CONSIDERANDO III:

DOCTRINA APLICABLE AL CASO


En mérito a la resolución a dictarse, corresponde desarrollar la doctrina aplicable.
III.1. En relación a la Evicción y Saneamiento.

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Sobre la temática el tratadista Carlos Morales Guillen, al momento de comentar el art. 624 y 625 del Código Civil concordado y anotado - págs. 736
- 741, señala que: “No basta al vendedor entregar la cosa al comprador.  Debe además asegurar su pacifica posesión, De nada importaría la entrega,
si un tercero, alegando mejor derecho o título, se la disputa legalmente al comprador.  El vendedor tiene que ser llamado a defender el derecho que ha
transmitido porque si evidentemente era propietario de la cosa, nadie mejor que el para repeler la acción del tercero; si no lo era no podía transmitir un
derecho que no tenía y consiguientemente debe reparación al comprador”.
“La evicción puede ser total (art. 625) o parcial (art. 626).  Es total, cuando la evicción supone la privación de la cosa en su integridad como en los
casos de una reivindicación de dominio por alguien que tiene mejor derecho sobre la cosa o la ejecución de un acreedor hipotecario. Es parcial cuando
solamente afecta a una parte de la cosa como la porción de una cosa indivisa, vendida totalmente por un tercero a la que no tenía derecho, perdida de
una servidumbre activa cuya existencia estaba afirmada en el contrato, etc.”.  “De acuerdo a las reglas del cgo. abrg. y las enseñanzas de los
tratadistas (Planiol y Ripert) conforman la evicción tres condiciones: a) perturbación resultante de un derecho alegado judicialmente por un tercero. b) el
derecho judicialmente alegado que causa la perturbación, deber ser anterior a la venta. La tercera, c) se refiere a la tercera categoría, ha de tratarse de
cargas desconocidas por el comprador, al tiempo de la celebración del contrato”.

En cuanto al llamamiento al vendedor o citación de evicción contenida en el art. 627 del CC, el mismo autor señala que: “La regla del art. por el cual
el comprador ésta obligado a llamar al vendedor al juicio para que oponga la defensa conveniente a la evicción judicialmente entablada, tiene una
antigua tradición. A la notificación del vendedor para este fin, se llamaba en el Derecho Romano litem denuntiare auctorem laudere juicio citado,
vendedor llamado.  Si el comprador, falta a esta exigencia de la ley, para salvaguardar sus derechos, ha de suponerse que quiere cargar con las
consecuencias del pleito sin importarle la cooperación del vendedor, quien podría liberarse de la obligación del saneamiento, sí demuestra la falta de
citación al juicio y que tenía razones suficientes para enervar la evicción”.

El Autor del texto “Venta de Cosa Ajena y Evicción” Federico Rodríguez Morata, cita en la pág. 175 – 184 al tratadista Hugo Donello quien expone
sobre los presupuestos esenciales de la responsabilidad por evicción, bajo los siguientes términos: “1ro. La desposesión jurídica del comprador, como
primer requisito básico de la evicción, viene determinada por un requisito previo: la traditio, esto es, la efectividad de la transmisión de la res que ha de
resultar evicta.  2do. De carácter formal, se centra en la victoria judicial del verus dominus.  La importancia de su cumplimiento deriva de ser el cauce
adecuado para que, una vez confrontados judicialmente los legítimos derechos de las partes sobre la cosa vendida y declarado por la autoridad
judicial la preferencia del derecho del tercero, la privación del derecho del comprador pueda calificarse de evicción y consecuentemente nazca en la
esfera del vendedor la obligación legal de responder del daño causado por aquel hecho jurídico.  3ro. El defecto del derecho del vendedor o
transmitente, es por tanto, de naturaleza distinta respecto a los vicios o defectos ocultos de la cosa vendida; de ahí pues, que la responsabilidad
resultante sea distinta en uno u otro caso.  Además, en la evicción, el vicio no recae tanto en la utilidad de la cosa, sino en el derecho que liga a esta
cosa con la persona.”.   “La intervención del vendedor en el proceso de evicción aparece más como una carga para el comprador, como una facultad o
posibilidad jurídica derivada de la especial declaración de garantía prestada por el vendedor o garante del contrato.  En todo caso, la carga de
defensa la soportará el propio vendedor que asumió en el contrato la garantía de sostener la legal y pacifica posesión de la cosa adquirida por el
comprador”.

El tratadista Alberto G. Spota en su libro “Instituciones de Derecho Civil – Contratos – Volumen IX – Evicción, págs. 2 – 5, concuerda con los
elementos de la Evicción y Saneamiento, expuestos supra, no obstante, señala que debe entenderse por Evicción (“toda especie de pérdida, de
turbación o de perjuicio que sufre el que adquirió la cosa”) y por Saneamiento (“lleva consigo la idea del resarcimiento por el causante al evicto
causahabiente). En cuanto a la citación de evicción señala que: “La citación en garantía atañe al adquirente o causahabiente del derecho frente al
trasmitente o causante, o aun al enajenante originario o adquirentes intermediarios, hace surgir en estos últimos el deber de ocurrir en defensa del
primero frente a la demanda judicial que ha interpuesto un tercero que requiere la propiedad o posesión de la cosa, o cualquier otro derecho real sobre
la cosa trasmitida u otro derecho sobre el bien de que se trata como en materia de créditos cedido o de derecho intelectuales trasmitidos.    Esa
citación en garantía es, además, el hecho impeditivo de la caducidad de la obligación que sobre el trasmitente resulta de la evicción, en cuanto esa
citación haya sido efectuada en tiempo procesalmente propio…”.

III.2. Del principio de razonabilidad.

En cuanto a la aplicación del referido principio, la SCP 0617/2015-S1 de fecha 15 de junio de 2015 ha señalado: “El principio de razonabilidad y su
vinculación con la aplicación directa y eficaz de los derechos fundamentales. La SCP 0121/2012 de 2 de mayo, indico que: “Como ya se puntualizó, el
valor axiomático y dogmático-garantista de la nueva Constitución Política del Estado está íntimamente ligado al principio de aplicación directa y eficaz
de los derechos fundamentales plasmado en el art. 109.I de la CPE, en ese orden de ideas, debe precisarse que el estándar axiomático, destinado a
materializar por parte de las autoridades jurisdiccionales los valores de igualdad y justicia, es el principio de razonabilidad. Cabe precisar que los
valores de justicia e igualdad constituyen el estándar axiomático y presupuesto para el ejercicio de los roles jurisdiccionales con la misión específica de
asegurar la eficacia de los derechos fundamentales. Estos estándares axiomáticos, en el orden constitucional imperante en el Estado Plurinacional de
Bolivia, tienen génesis directa en el valor supremo del Estado, que es el ‘vivir bien’, valor inserto en el preámbulo de la Norma Fundamental, a partir
del cual deben ser entendidos los valores ético-morales de la sociedad plural, plasmados en los dos parágrafos del art. 8 de la CPE. En ese orden,
estos parámetros axiomáticos, es decir, el valor justicia e igualdad que son consustanciales al valor vivir bien, forman parte del contenido esencial de
todos los derechos fundamentales, por lo que las autoridades jurisdiccionales en el ejercicio de sus competencias, deben emitir decisiones
razonables y acordes con estos principios, asegurando así una verdadera y real materialización del principio de aplicación directa de
los derechos fundamentales”.

De la jurisprudencia extractada se puede advertir que a la luz del nuevo Modelo Constitucional, el principio de razonabilidad está orientado a que
toda autoridad que ha de asumir una decisión, la haga de forma armonizada y razonada, dentro de un equilibrio normativo con el bloque de
constitucionalidad imperante,  acorde con valores plurales supremos como ser la justicia e igualdad, presupuesto esencial, para evitar asumir
decisiones arbitrarias contrarias a un Estado Constitucional de Derecho, o sea, es la búsqueda de una razonable relación entre la aplicación
normativa y el bloque de constitucionalidad.

CONSIDERANDO IV:

FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN
De la revisión del recurso de casación se advierte que el punto neurálgico de los reclamos planteados por la recurrente radican en la errónea
interpretación del art. 614 num. 1) y 3), en relación al art. 624 y 625 del Código Civil, realizada por los jueces de instancia, por cuanto se ha
considerado que en la evicción y saneamiento lo que garantiza por parte del vendedor es la entrega de la cosa vendida.
A los efectos de una argumentación jurídica clara, conviene destacar que la demanda sobre cumplimiento de evicción y saneamiento de fs. 6 a 7,
subsanada a fs. 10 a 11 vta., da cuenta dentro de sus fundamentos de hecho, que la propiedad adquirida sobre el lote de terreno de 850 Mts.2,
ubicado en Huancané, ex fundo Achumani, ha sido registrada en la Oficina de Derechos Reales bajo la matricula 2.01.1.01.0000065, empero no ha
logrado la posesión física sobre el mismo en razón a que la ubicación del mencionado inmueble no ha sido posible identificar, y entre los
fundamentos de derecho señala que el Código Civil prevé la responsabilidad del vendedor para con la evicción y los vicios de la cosa en relación al

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comprador y la cosa vendida, aunque no se lo haya expresado en el contrato, asimismo, prevé entre las obligaciones principales del vendedor,
aquella contenida en su art. 614 inciso 1) entrega de la cosa vendida y alega de que en la relación contractual de compra-venta del lote de terreno
en cuestión, se ocultó los vicios de la cosa al no señalar la demandada con precisión la ubicación exacta del bien y su estado o situación legal,
hecho que hace posible una inminente amenaza y limitación a su derecho propietario.     
En tal sentido, para acreditar lo señalado en la demanda se han presentado en calidad de prueba documental, la Escritura Pública No. 302/2000
de fecha 29 de noviembre de 2000, cursante de fs. 2 a 4, que ha protocolizado la minuta suscrita entre la vendedora Celia Ramos Flores y el
comprador Edgar Oscar Millares Ardaya sobre el inmueble de 850 Mts.2, ubicado en Huancané, ex fundo Achumani, del Cantón Murillo del
departamento de La Paz, por la suma de $us. 24.680.-, con reserva de pacto de rescate;  fue adjunto el Folio Real correspondiente, así como el
Informe 0050/08 emitido por el Director de Catastro Municipal y Administración Territorial del Gobierno Municipal de Palca, cursante a fs. 5, que
indica, el lote no guarda relación con el sitio que se encuentra urbanizado.
En base a lo señalado podemos ingresar al análisis de la institución jurídica de la evicción y saneamiento con relación a los datos del proceso; tal
como se ha expuesto en la doctrina aplicable punto III.1, para que se produzca la evicción y surtan sus efectos se requiere fundamentalmente que
intervenga un tercero que dispute judicialmente - en este caso - el derecho propietario del comprador que le fue transmitido por la vendedora; es
decir, que una vez que la vendedora le ha transmitido su derecho propietario, al comprador y este se vea perturbado vía judicial por un tercero,
corresponde citar o llamar al vendedor para defender la venta realizada tal como determina el art. 627 del CC.
En tales circunstancias hay que puntualizar que ha de ser el propietario (sobre quien pesa la carga) el encargado de requerir la citación de evicción
o el llamamiento de garantía al vendedor para que este pueda salir en defensa del derecho que ha transmitido en favor de su comprador.  Partiendo
de todo lo anotado cabe referir que estos supuestos no se han dado en el caso de autos, como para solicitar la evicción o saneamiento debido a que
el demandante propietario en ningún momento se ha visto perjudicado vía judicial por un tercero en el ejercicio de su derecho propietario, como
para convocar a la vendedora dentro de un llamamiento acorde al art. 627 del CC, desglosado supra;  es decir, no se encuadran los hechos al
instituto jurídico en cuestión. Asimismo, resulta necesario hacer notar que cuando se trata de una imposibilidad física del objeto de la venta por su
inexistencia o pérdida o destrucción, las partes pueden solicitar a través de otras vías la invalidez del acto jurídico sí advierten que no existe uno de
los requisitos de formación del contrato o caso contrario sí solo advierten la ausencia e incumplimiento de una prestación pueden solicitar la
disolución o cumplimiento de la misma.
Ahora bien, de la revisión de los fallos judiciales emitidos por los jueces de instancia se puede advertir que el error se ha extendido desde la
Sentencia donde no obstante, lo que hemos señalado se concluye que “…procede el fundamento del saneamiento por evicción en la no conseguida
finalidad (causa)  de la compraventa que es el use, goce y disfrute de la cosa por parte del comprador, esto es en la falta de adquisición de la
titularidad del dominio por efecto del incumplimiento de la obligación del vendedor dentro de las reglas generales de la resolución de contratos”; 
vislumbrándose similar fenómeno en el contenido del Auto de Vista impugnado donde no hubo aporte de contenido doctrinal que pueda sustentar
la pretensión demandada como el fallo de primera instancia, por el contrario de manera incongruente a lo ya señalado agrega que: “Por
consiguiente, en concordancia con lo argumentado en la sentencia apelada, considerando además que no se habría entregado el objeto del contrato de
compra venta, corresponde hacer el análisis señalado y observado por la parte apelante, el mismo que es correcto, así como los efectos que provienen
de su incumplimiento. No evidenciándose la existencia del agravio que refiere la parte apelante”. 
Argumentos que denotan evidente contradicción en los fundamentos del Auto de Vista, advirtiéndose una errónea aplicación de la norma invocada
en la demanda, pues, no se reúnen los presupuestos para la evicción solicitada conforme a lo expuesto en el punto III. 1.- de la doctrina aplicable,
implicando forzados los fundamentos sustentados supra por los jueces de grado, por lo que resulta inviable la pretensión invocada, no habiéndose
contestado al recurso de casación no corresponde realizar mayor análisis de orden legal.
Por lo expuesto, corresponde emitir fallo en aplicación del art. 220.IV del Código Procesal Civil.

POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de Bolivia, con la facultad conferida por los  arts. 41 y 42. I
num. 1) de la Ley del Órgano Judicial de 24 de junio de 2010 y en aplicación del art. 220.IV del Código Procesal Civil, CASA el Auto de Vista Nº
341/2015 de fecha 14 de septiembre, cursante de fs. 142 a 143 vta., y deliberando en el fondo declara Improbada la demanda cursante de fs. 6 a 7
subsanada a fs. 10 a 11 vta., de obrados, manteniéndose incólume las demás determinaciones asumidas en la sentencia. Sin costas.
Sin responsabilidad, por ser excusable.
Regístrese, comuníquese y devuélvase.
Relator: Mgdo. Dr. Juan Carlos Berrios Albizú.

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