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El diseño como disciplina para generar planes estratégicos de desarrollo


nov 19, 2014 // POR Gerardo Alesci // NOTICIAS // No Comments

La Maestría en Gestión del Diseño para los Desarrollos Regionales que se dicta en la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo está significando un
verdadero cambio de visión del profesional del diseño de Mendoza y de todo Cuyo. Conversamos con Laura Braconi y Luis Sarale, los directores de esta
nueva carrera de posgrado.

La Maestría en Gestión del Diseño para los Desarrollos Regionales, que se dicta desde septiembre en la FAD UNCuyo, es el resultado de interesantes aportes de
nuevas miradas de profesionales de otras universidades argentinas y de un largo proceso de planificación y gestión de mucha gente para concretarla en las aulas.
Luis Sarale y Laura Braconi, director y co- directora de la Maestría, nos contaron de los detalles de este logro.

¿Cómo surge la Maestría? Luis Sarale nos comenta: “La idea se empieza a formular hace 8 años con el entonces vice-decano Andrés Asarchuk, y la secretaria de
posgrado Silvia Persia. Todo se movilizó en función de un equipo de profesionales que supieron interpretar lo que estaba pasando con la demanda del diseño en
Mendoza. Se conformó un comité académico para armar el primer formato de Maestría que se presentó ante la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria). El programa volvió con algunas correcciones, que las realizamos en la gestión posterior y finalmente fue aprobado. Todo el discurso
mencionado de Diseño y Territorio nos sirvió a para mejorar y enriquecer la mirada de la Maestría.”

“La idea era que la Maestría viniese a cubrir la vacancia de dejaban los nuevos discursos del diseño, y que se estaban viendo en la demanda real de la
comunidad. En general, el formato de enseñanza está basado en la escuela de Bauhaus y de Ulm que se basan en el concepto de ‘forma-función’ y que
después -con el devenir de la historia y con el diseño como disciplina sustancial en el mercado- se empieza a transformar en el concepto del diseño
como valor agregado”, explica Sarale.

Respecto al cambio de paradigma que se da en el rubro, Sarale argumenta: “Nosotros empezamos a interpretar al diseño como un valor intrínseco, que es
distinto al valor agregado. El criterio nuestro se funda más en un principio de involucrar diseño a partir de la aparición de la necesidad, que esté presente
desde el inicio de la problemática. La intervención del diseño debería estar presente en todo el sistema de producción, en toda la cadena de valores. En
ese marco aparece la interpretación de qué diseño, en qué escenario y para qué sujetos, entonces surge el concepto de territorio involucrado con las
problemáticas de diseño”.

El director explica cómo trabajan institucionalmente en la Facultad de Artes y Diseño: “Nosotros habíamos trabajado en la creación de la red DiSUR, que es la red
latinoamericanas de carreras de diseño. De allí se empieza a considerar esta necesidad de dar respuesta a la demanda real de diseño en el territorio, y se legitima el
tema de abordar el diseño en el territorio. Luego nos convoca el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva para que hagamos aportes y armamos
una comisión de cinco personas: María Sánchez, María Ledesma, Beatriz Galán, Mónica Pujol y yo. Redactamos el “Penit”, un programa estratégico de innovación,
considerando el diseño como la primera herramienta de gestión del Estado para empezar a intervenir. Eso quedó como un antecedente que lo toma el MinCyT para
avanzar en el tema del diseño como herramienta estratégica para el desarrollo, y luego comenzaron a aparecer herramientas de financiamiento”.

En relación a la aplicación de esta nueva visión Luis recuerda: “Junto con Laura se nos ocurrió armar la cátedra de Diseño y Territorio como optativa y fusionar el
diseño gráfico y el diseño industrial, desde el área de Vinculación y Extensión de la UNCuyo. Este marco es meramente académico pero lo bueno es que nos
permite visualizar y poner en práctica herramientas de gestión de diseño en muchos espacios, y las adecuamos para poder armar un modelo local que hasta el
momento funciona bastante bien”.

La co- directora, Laura Braconi, analiza la relación actual entre el diseño y la actividad productiva en Mendoza: “En la formación académica que normalmente existe
en el país se nota una distancia con el territorio y con las necesidades del mismo. Si uno mira el sector productivo de la provincia, en los diferentes sectores
(metalmecánico, madera y mueble, TICs, calzado, textil, vitivinicultura, turismo, etc.) el diseño aparece como transversal a todos, pero cuando uno va a la realidad e
indaga se ve que esos sectores tienen fallas por todos lados, no se ve la conexión del diseño con cada uno de ellos, sólo en algunos.”

Braconi nos comenta cómo se gestó el nuevo espacio para lograr una vinculación: “Hay un desfasaje muy grande entre la teoría y la realidad. Ya en 2008, los
mismos alumnos se empezaban a dar cuenta de la necesidad de articular la academia con la realidad y se demandan esta posibilidad de vincularse con el
medio. Así surgió en la UNCuyo el espacio que le llamamos Vinculación que depende de la Secretaría de Extensión de la misma Facultad.”

Y nos da más detalles acerca de cómo el diseño viene a dar soluciones integrales a los actores de nuestra provincia: “La idea es intervenir en el mismo territorio.
Cuando vamos avanzando nos damos cuenta de que hay diferentes emprendimientos que necesitan del diseño, entonces a partir del área de Vinculación lo que
hacemos es tratar de proponer mejoramientos del producto o servicio. Esa articulación concreta se hace sólo con aquellos emprendedores que necesitan del
servicio del diseño pero que no pueden pagarlo, para evitar la competencia desleal con los colegas que ya están en el mercado. Por ejemplo empresas recuperadas,
cooperativas de productores, artesanos, etc. Esto nos ha permitido articular con otros actores del territorio, como los municipios o el Ministerio de Desarrollo Social
del Gobierno de Mendoza, y que son claves porque realmente conocen a los productores y se dan cuenta de las falencias que tienen.”

Para finalizar la diseñadora Laura Braconi remarca: “En este nuevo esquema aparece y empieza a cobrar más cuerpo la figura del Estado y se da la trilogía “Sector
Productivo + Universidad + Estado”, cada uno con un rol clave. La Maestría propone la articulación de este modelo llamado “El triángulo de Sábato” y podemos
hablar de un sistema regional de innovación donde cada sector articula sus conocimientos específicos, es decir, emprendimiento, conocimiento y gestión.”

A esto, Luis Sarale agrega que “el profesional que egrese de la Maestría no sólo saldrá capacitado para aportar soluciones a problemas de empresas o de mercados,
sino también tendrá una visión holística del diseño para operar en cualquier tipo de organización”.

Sobre la actual salida laboral de los profesionales del diseño, Laura reflexionó: “La salida laboral está muy limitada por el escaso conocimiento que tiene el
empresario acerca del aporte que puede llegar a hacer el diseño, y el diseñador -al carecer de algunas herramientas- no logra insertarse como corresponde y en este
sentido se le da otra posibilidad para que amplie su conocimiento y pueda actuar de gestor, usando el diseño como una herramienta de innovación. Este es el salto
que queremos dar con la propuesta de la Maestría. Desde una mirada general, abordamos el territorio y luego hacemos un foco más particular”.

Por último, el diseñador Luis Sarale comentó: “Nunca hubo una mirada crítica de adecuación del diseño a las problemáticas locales. En las circunstancias
actuales lo que nosotros estamos observando es que hay un ‘se puede’. Podemos adoptar herramientas, modos, medios, tecnologías blandas y duras para adecuar
nuestra profesión a lo que se necesita. No es lo mismo el modelo de desarrollo europeo de la década del ’60 y ’70 que los modelos actuales de desarrollo locales.
Tenemos otra conformación, otros componentes y por consiguiente las herramientas de aplicación no deberían ser las mismas. Nuestro objetivo es que con esta
Maestría se pueda conformar una masa crítica que reformule las condicionantes de este paradigma nuevo de diseño”.

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