2019 International Conference on Inclusive Technologies and Education (CONTIE)

Ethics, Disability and Society: Reflections

of Inclusion and Social Integration
María de Jesús Antonia Ochoa Oliva Álvaro Reyes Martínez Jesús Andrés Sandoval-Bringas
Facultad de Ciencias Físico Matemáticas Facultad de Ciencias Físico Matemáticas Depto. Sistema Computacionales
Universidad Autónoma de Nuevo León Universidad Autónoma de Nuevo León Universidad Autónoma de Baja California Sur
San Nicolás de los Garza, N.L., México. San Nicolás de los Garza, N.L., México. La Paz, B.C.S., México.
maria.ochoalv@uanl.edu.mx alvaro.reyesmr@uanl.edu.mx sandoval@uabcs.mx
*Corresponding autor

“deficiencia” y lo que se entiende por discapacidad. Como se

Abstract— When the situation of the disabled person is
approached, he is generally treated as a “special person”, who
must actually take the position of treating him as “one more
person”. It is vitally important that the paradigm of believing
that the disabled are a part of our society be changed, when in
reality it is that they make up the society in which they live,
that is, they are society itself. Although people with disabilities
are equal and society must recognize them as such, it separates
them and treats them as "abnormal"; in such a way that,
society does not accept equality to all its members and giving
rise to that people with different abilities must adapt, thus
canceling the inclusion among individuals. There is a strong
debate on the integration of the disabled and in this document
the personal reflections of the authors as well as relevant
collaboratives on this subject are made.
Keywords— Ethics, Disability, Dignity, Compassion, Respect,
Values.
I. INTRODUCCIÓN
Desde el punto de vista de la sociedad mexicana actual aún
se observa evidencia de marginación en las actividades de las
personas que presentan algún tipo de discapacidad, ya que la
discriminación estructural se presenta de acuerdo a las
limitaciones agregadas que disminuyen o anulan las
oportunidades de movilidad, de insertarse en el mundo laboral
o en actividades de estudio, sociales, etc., ya que este tipo de
personas se les dificulta insertarse en la sociedad en sus
diferentes entornos. De tal manera, que este tipo de personas se
convierten en “grupos vulnerables”, siendo así una violencia al
goce pleno de los derechos humanos de las personas, ya que se
presenta la desigualdad debido al reconocimiento de las
“discapacidad” es un concepto que ha evolucionado a la
convivencia e interacción de personas con deficiencias y
obstáculos generados en el entorno social que impiden su
participación plena en la sociedad. [1]
La noción de persona con discapacidad desde este modelo
se basa, más allá de la diversidad funcional de las personas, en
las limitaciones de la propia sociedad. De este modo, se realiza
una distinción entre lo que comúnmente se denomina
ha mencionado, el modelo social nació apuntalando la filosofía
de la vida independiente, pero acompañada de unos Principios
Fundamentales que describen la discapacidad como una forma
específica de opresión social. Estos principios hacen la
distinción entre deficiencia –la condición del cuerpo y la
mente- y discapacidad –las restricciones sociales que se
experimentan. El manifiesto, elaborado por la UPIAS,
afirmaba que la sociedad discapacita a las personas con
discapacidad. La discapacidad “es algo que se emplaza sobre
las deficiencias, por el modo en que las personas con
discapacidad son innecesariamente aisladas y excluidas de una
participación plena en la sociedad. [2]
Las personas con discapacidad ya son reconocidas como
sujetos de “dignidad”, esto a partir de los años setenta del
pasado siglo, “dignidad” indica el respeto y la estima que todos
los seres humanos merecen y se afirma de quien posee un nivel
de calidad humana irreprochable. La dignidad humana es un
valor y un derecho innato, inviolable e intangible de la persona,
es un derecho fundamental y es el valor inherente al ser
humano porque es un ser racional que posee libertad y es capaz
de crear cosas. [3]
Es necesario hacer hincapié al hablar de personas con
discapacidad y no de discapacitados, puesto se tratan de sujetos
que valen por sí mismos, por el simple hecho de ser personas y
deben ser respetados en todos los aspectos de su vida y en su
relación moral plena. Citando al Dr. Xabier Etxeberria de la
Universidad de Deusto y al Dr. Jesús Flórez de la Universidad
de Cantabria, España, dicen que “considerar a las personas con
discapacidad como sujetos de dignidad tiene una consecuencia
específica muy importante, ya que, desde el punto de vista de
los derechos humanos, lo que nos da a toda la igualdad es
precisamente la condición de dignidad”. Lo anterior trae como
consecuencia lógica y fundamental que la acción benefactora y
el principio de autonomía son factores importantes y
determinantes para lograr la integración social, el desarrollo
individual, cultural y espiritual de las personas con
discapacidad. [4]

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DOI 10.1109/CONTIE49246.2019.00016

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A. Discapacidad con propósito ético
El propósito ético se puede explicar como un
movimiento originario de cualquier persona moral, con el
acto determinado y voluntario que un sujeto realiza como
intención que anima a otras personas a generar o cumplir los
anhelos de una vida realizada, favoreciendo a una cadena de
acciones que fortalecen el espíritu o el entendimiento, en
virtud del cual se dirija a un objeto que se desea conocer.
Si se parte del concepto “anhelo de una vida realizada”,
habría que hablar también de la “felicidad” como parte
intrínseca de dicho anhelo. Se remonta a la antigua Grecia, al
384 – 322 antes de Cristo, cuando Aristóteles identifica la
noción de bien y de fin, en donde el Hombre busca como fin
último su propio bien, es decir, su felicidad, o, en otras
palabras, su propia perfección a través de explotar la
realización de sus potencialidades. Estas potencialidades no
tienen nada que ver con aspectos tales como placer, fama o
riquezas, sino en su propia actuación, su propio gobierno a
través de la razón y de los propios valores morales.
En el caso de la discapacidad, la vida realizada y feliz se
apoya en la autoestima y en el deseo de vivir una vida
deseada, lograda y realizada para el individuo. La estima se
debe entender como la interpretación de uno mismo con
realismo, siendo conscientes de las propias capacidades y
limitaciones.
Es de vital importancia apoyar a las personas con
discapacidad para que interpreten sus capacidades y
potenciales desarrollos, siendo conscientes de que cada uno
de ellos es único e irrepetible y que sus proyectos puedan ser
alcanzables, en la medida en que éstos sean viables y
realistas; disfrutando de sus habilidades sin que extrañen lo
que no tienen, elaborando su proyecto de vida con un sentido
de logro individual.
Definitivamente, las personas con discapacidad deben
estar también sujetos a lo que la profes marca como
comportamientos sanos, sujetos a responsabilidades y
enfrentando las consecuencias de sus actos, dentro de la
sociedad en la que conviven. Todos los miembros de la
sociedad deben estar abiertos en sus criterios y
comportamientos hacia las personas con discapacidad, ya
que éstos muy frecuentemente presentan casos de
aislamiento o se agrupan en miembros que tienen su misma
condición. Cuando se habla de construir y conformar una
sociedad inclusiva para personas con discapacidad se refiere,
más que todo, a espacios accesibles de tipo educativo,
laboral, recreativo, entre otros, para que puedan alcanzar una
posibilidad de vida digna y bien lograda para todos.
En muchos casos, por no decir una amplia mayoría, a la
gente con discapacidad es vista como una carga, no sólo para
la sociedad, sino para su propia familia, esto es, si lo
incluyen como sujeto de dignidad que tiene derechos de
atención especial, pero no como una persona con autoestima
que debe interactuar con los demás. Sería de crucial
importancia ese proceso de inclusión para que estas personas
se sientan que forman parte del proyecto de felicidad, dentro
de su entorno personal y la sociedad en general.
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B. Discapacidad y compasión
El sentir compasión tanto para la filosofía oriental, judeo-
cristiana, como para la filosofía budista está ligado a “sentir
pena” por alguien que sufre, lo cual presupone una
reciprocidad y el expresar algo al otro y casi conlleva a un
intercambio equitativo; yo doy y espero algo a cambio, un
reconocimiento de lo que entrego, de lo que aporto. Para la
Inteligencia Emocional se entiende que “compasión” se
aproxima más a la definición que hace de ella Confucio,
como “la preocupación respecto a alguien sintiéndose
solidario” y en este caso sentir compasión no requiere sentir
pena o que el otro esté sufriendo y no presupone o espera
algo a cambio. Se entiende por compasión la “empatía en
acción” y se basa en un pleno deseo de conectar con otros y
responder a sus necesidades.
Asimilando de esta forma la emoción de la compasión,
permite ponerse en el lugar de los demás, detectando sus
necesidades y hacer todo lo posible por ayudarle a
satisfacerlas o por lo menos no perjudicarle en el logro de las
mismas. La compasión invita a mirar la sociedad como
fuerza de transformación, desde dentro del interior hacia el
exterior, permitiendo a las personas ser benevolentes,
mientras que el sufrimiento en vez de alejarlas de la
humanidad, las une a ellas.
En el caso de las personas con discapacidad, si se vive
correctamente la compasión, es cierto que surge desde la
situación de desgracia de otro, pero se siente a esa persona
como un igual, tan sujeto de dignidad como cualquier otra
persona.
C. Discapacidad y respeto
Las personas con discapacidad, a menudo sienten una
carencia de un reconocimiento adecuado y ven mermado el
respeto que se les debe de tener. La convención de Naciones
Unidas sobre los derechos de las Personas con Discapacidad
y su Protocolo Facultativo determina en el artículo 3 sus
Principios Generales, el primero de los cuales rescata: “El
respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual,
incluida la libertad de tomar las propias decisiones, y la
independencia de las personas”. Es decir, que se propone
claramente un cambio de paradigma desde la dependencia
hacia la auto-conducción para asumir que la persona con
discapacidad es un sujeto de derechos y obligaciones y no un
objeto de asistencialismo y beneficencia; tomando en
consideración que la práctica de los derechos y las
obligaciones ciudadanas es la única manera de evitar toda
forma de discriminación y, por tanto, es también la mejor
forma de preservar la dignidad humana durante todo el ciclo
de la vida.
Por lo tanto, el llamado “paternalismo”, que se refiere a
la decisión efectiva por parte de una persona sobre lo que es
bueno para otra, puede estar justificado, siempre y cuando
responda a aquellas carencias reales de autonomía y libre
elección de la persona con discapacidad, sin mermar su
respeto y reconocimiento como individuo.
D. Discapacidad y valores
Es de suma importancia reconocer que el don de la vida,
independientemente de su condición, es de un valor
incalculable. Cada ser humano posee un valor excepcional
que lo distingue como persona. Algunas personas vienen al
mundo con necesidades particulares, con vulnerabilidad o
discapacidad. Muy frecuentemente se piensa que la vida sólo
merece respeto cuando se encuentra dentro de un nivel de
“calidad de vida”, por lo que se muestra la incapacidad de
aprecio del valor y la dignidad de toda vida humana, más allá
de sus condiciones.
En este sentido, las personas con discapacidad muestran
la grandeza de su corazón y de su existencia; reflejando los
valores más genuinos del ser humano, más allá de
condicionamientos físicos, psíquicos, sociales o de cualquier
otra índole, siendo personas que saben enriquecer la vida de
los demás a través de la constancia, empatía, afán de
superación, lealtad, amor, etc., las personas con
discapacidad aportan muchos valores a quienes les rodean.
Día a día, familiares y amigos descubren características poco
comunes, que de manera natural van expresando con talentos
poco convencionales, puesto poseen capacidades diferentes,
por ejemplo: saben cómo extraer una carcajada, una sonrisa,
o hasta una lágrima, casi sin pensarlo o sugerirlo. Se limitan
a ser ellas mismas, ya que demuestran una gran fortaleza y
entereza en su actuar, todos estos factores son determinantes
para las personas que conviven o se encuentran a su
alrededor, alcanzando una mejor convivencia y
enriqueciendo a los seres humanos en su felicidad.
E. Inclusión e integración social
Los términos de inclusión e integración social no son
palabras sinónimas, ya que representan filosofías diferentes,
en ocasiones se usan como conceptos iguales, sobre todo en
el ámbito educativo, si bien es cierto, pasar de la exclusión a
la Inclusión supone un proceso largo de cambio y evolución.
En medio de esta transición podemos situar la integración.
Ahora bien, debemos ir más allá, paso a paso sin olvidar que
el último fin siempre es la inclusión. [5]
Fig. 1 Esquema de diferencias: exclusión, segregación,
inclusión e integración. [6]
La maestra Iris Canrceller en su artículo ¿Integración o
Inclusión? menciona que, de acuerdo al desarrollo de las
escuelas inclusivas, UNICEF, UNESCO, Fundación Hineni
“El concepto de educación inclusiva es más amplio que el de
integración y parte de un supuesto distinto, porque está
relacionado con la naturaleza misma de la educación regular
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y de la escuela común. La educación inclusiva implica que
todos los niños y niñas de una determinada comunidad
aprendan juntos independientemente de sus condiciones
personales, sociales o culturales, incluidos aquellos que
presentan una discapacidad. Se trata de un modelo de escuela
en la que no existen “requisitos de entrada” ni mecanismos
de selección o discriminación de ningún tipo, para hacer
realmente efectivos los derechos a la educación, a la
igualdad de oportunidades y a la participación.”
Entonces se puede entender que la “integración
educativa” es el proceso en el que los alumnos con
discapacidad se adaptan a la comunidad educativa. En
cambio, la “la inclusión educativa” implica el derecho a ser
comprendido en su singularidad y es la comunidad educativa
la que se adapta al alumnado. [7]
Lo importante es eliminar los obstáculos que limitan a las
personas con discapacidad en su desarrollo social, integral,
educativo, laboral, etc., e ir buscando la inclusión en la
sociedad ya que se debe expresar como un derecho y así
generar el crecimiento personal y social en los diferentes
contextos que se encuentre el individuo. La “integración”
solo trata las individualidades personales sin formar parte de
un ser social y la “inclusión” valora las diferencias como una
oportunidad de enriquecer a una sociedad, se conoce que es
una tarea compleja más no imposible, se entiende que toda
sociedad está compuesta por diferencias individuales en las
personas que ayudan a solidarizarse, enriquecerse, aprender
y sobre todo a convivir entre ellas.
II. METODOLOGÍA
Las reflexiones presentadas en este trabajo se centran en
la participación activa de uno de los autores, siendo docente
de la Unidad de Aprendizaje “Ética y cultura de la legalidad”
en diferentes licenciaturas que se imparten en la Facultad de
Ciencias Físico Matemáticas de la Universidad Autónoma de
Nuevo León, y además a través de la Coordinación de
Desarrollo Humano, se generan talleres y cursos como parte
de la formación del personal administrativo en el Centro de
Capacitación y Adiestramiento donde se generan estrategias
de enseñanza, colaboración, cooperación en diferentes
rubros, mismos que acceden personas con discapacidad y
participan en forma activa en los mismos. Por otro lado,
mediante los cursos propuestos para el desarrollo humano
está basado en valores éticos, estrategias de manejo de
tiempo, liderazgo, solución de conflictos, comunicación
efectiva, entre otros; trabajando en sinergia en grupos de 20
personas creando retroalimentaciones de sensibilización,
comprensión, respeto, integración e inclusión.
Se aplican diferentes medios de investigación, mediante
entrevistas a los actores que conllevan estos procesos de
enseñanza-aprendizaje, visitas de campo, retroalimentación y
colaboración en cursos y talleres, observaciones de
comportamientos de las personas con discapacidad y la
interacción de la sociedad entre la comunidad escolar como
lo son los estudiantes, profesores y administrativos, así
mismo, se cuenta con diferentes colaboraciones y
cooperaciones de UNIDEA (Universitarios con
Discapacidad en Acción, Federación de la UANL), mediante
la impartición de deferentes talleres donde se desarrollan
técnicas y recomendaciones generadas para la sensibilización
de los programas incluyentes de la universidad, de tal
manera, se establecen consideraciones particulares a este tipo
de mecanismos, mismas que ayudan como retroalimentación
a la integración e inclusión de personas que cuentan con una
discapacidad. Otro medio de investigación de gran
aportación fue el libro Ética profesional del autor Aquiles
Menéndez, quien explica los principales conceptos que
deberán ponerse en práctica en la vida profesional. [8]
Este tipo de investigación se desarrolla con un enfoque
de paradigma cualitativo, expresando los factores sociales
que conllevan este tipo de procesos, según Ruíz Olabuenaga,
J.I. “el análisis cualitativo surge de aplicar una metodología
específica orientada a captar el origen, el proceso y la
naturaleza de estos significados que brotan de la interacción
simbólica entre los individuos” [9]. La fundamentación por
medio de entrevistas es para documentar las manifestaciones
que se enfrentan las personas que cuentan con una
discapacidad y expresan los diferentes contextos que se
encuentran los programas de estudios, así mismo aportan
conocimientos aplicados y generan una sensibilización hacia
los individuos dando una convivencia más incluyente y
solidaria ante toda la comunidad.
III. RESULTADOS
De acuerdo a las retroalimentaciones de las personas
involucradas y con el apoyo de los programas que se
desarrollan en UNIDEA se conforman acciones de inclusión
dentro de las aulas, se presentan servicios de atención a las
personas con discapacidad motriz, intelectual, auditiva o
visual, ya que se han producido cambios en la enseñanza de
los modelos tradicionales a la ejecución de nuevas
estrategias en donde se fortalecen las acciones dinámicas
para la generación del conocimiento y los diferentes
procedimientos utilizados en personas con alguna
discapacidad.
UNIDEA es una federación universitaria que surge de la
inquietud por integrar a universitarios y gente con alguna
discapacidad en pro de la inclusión e igualdad. Se pretende
lograr cambios significativos dentro de la Universidad
desarrollando un proceso de organización orientado a
mejorar la calidad de vida y el desarrollo social y de esta
manera integrar en todos los aspectos a los universitarios con
discapacidad, que enfrentan un reto mayor al resto de la
comunidad universitaria. Lleva a cabo diversas actividades
entre las cuales destacan, eventos culturales, gestión de
recursos para las personas con discapacidad, talleres de
sensibilización, explorar y abordar temas de infraestructura
en las diferentes áreas de servicio.
Los cambios sociales que se han observado, es la
solidaridad entre toda la comunidad universitaria eliminando
la ignorancia en el trato de las personas con discapacidades y
potenciando la convivencia entre los actores de la enseñanza-
aprendizaje, creando entornos incluyentes y más personales,
ya que entre compañeros se apoyan a los que carecen de
movilidad, o bien una discapacidad auditiva, visual o
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intelectual, ayudando al crecimiento personal de los
individuos, como el enriquecimiento de seres humanos e
integrales, fomentando la responsabilidad social mediante
los hábitos, costumbres y convivencia; generando valores
sociales, éticos, morales y personales que ayudan a cualquier
individuo en su crecimiento personal.
La institución universitaria lleva varios años trabajando
en la inclusión mediante la creación, instalación y
adecuación de diferentes infraestructuras físicas incorporadas
en las instalaciones de los campus, se ha aumentado la
construcción de rampas, algunas señaléticas expresadas en
código braille, instalación de elevadores para la fácil y
oportuna movilidad de personas con sillas de ruedas o con
muletas, con el fin de ir eliminando la vulnerabilidad de este
grupo de personas y las brechas de protección física, traslado
y dependencia.
IV. CONCLUSIONES
En la actualidad, las sociedades han producido
discursos y realidades sobre la discapacidad basados en
una visión de responsabilidad individual y del ámbito
privado, fundamentados en una visión predominantemente
médica, y asistencial, así como en el supuesto erróneo de
que hay personas “normales” y “anormales”. Todo esto
legitima la segregación, el etiquetamiento, la exclusión y
la desacreditación de un grupo particular de la población
que lejos de ser homogéneo se caracteriza por su enorme
diversidad. [10]
Hay que crear conciencia y hacer un llamado para que
todos se involucren más en la defensa de la vida,
especialmente de la más vulnerable e indefensa. Se debe
construir una verdadera comunidad humana capaz de
reconocer la necesidad de crear asociaciones civiles y
gubernamentales que trabajen con constancia y
creatividad, en busca de un equilibrio entre las
necesidades de las personas con discapacidad y lo que se
esté en condiciones de ofrecerles.
La discapacidad está en los ojos del que mira, ya sea
desde uno mismo, en su propia percepción de la realidad y
del mundo o desde la mirada de personas externas. Pero
¿qué pasa cuando la vida te pone obstáculos que debes de
superar?, partiendo de su etimología, el término
discapacidad proviene del latín, está formado por el
prefijo dis- (no) más el sustantivo capacitas, capacitatis
cuyo significado es capacidad o cualidad de lo capaz; se
puede considerar como su concepto original la cualidad de
no ser capaz o no estar preparado. Partiendo del origen de
la palabra, ¿quién podría decir que no tiene una
discapacidad?
Una sociedad que reconoce a todos y cada uno y una de
sus miembros la misma dignidad, igualdad y derechos es
una sociedad más equitativa y más justa, una sociedad que
respeta y valora las diferencias en una sociedad más rica,
más plural y libre, fomentando la solidaridad y la cohesión
social, articulando proyectos y programas dirigidos a
todas las personas con discapacidad y por último, recabar
la cooperación, la colaboración y el compromiso de todas
 las instituciones, públicas o privadas, para que exista una
plena integración de las personas con discapacidad. [11]
La construcción de sociedades inclusivas potencializan
el desarrollo social, productivo y dinamismo económico
entre los diferentes sectores y así mismo se empieza a
erradicar la discriminación en las desigualdades físicas de
los individuos que limitan al crecimiento de cualquier
individuo y sociedad, el trabajo constante en cualquier
contexto social hará la generación de un funcionamiento
humano, creando mejores apoyos para establecer
comportamientos adaptativos, habilidades intelectuales,
salud, participación, contextuales entre otros, alineando
conceptos de calidad de vida con los paradigmas de
apoyos en pro de la independencia que todo ser humano
busca.
El fomento del desarrollo humano significa el proceso
integral de las personas, es decir, comprende la
adquisición del conocimiento, el fortalecimiento de la
voluntad, la disciplina del carácter y la adquisición de
todas las habilidades y destrezas requeridas para alcanzar
la eficacia en la realización de sus funciones y
responsabilidades en un campo laboral, si se concibe la
idea de inclusión de personas con discapacidad, es estar
siempre comprometidos que su crecimiento personal e
integral en este mundo globalizado en los diferentes
entornos sociales y así mismo se genera convivencia con
conocimiento y solidaridad.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a la colaboración de los diferentes
investigadores de los Cuerpos Académico UANL-CA351
Enseñanza de la Seguridad en Tecnologías de la
Información y su Vinculación” y al UABCS-CA56
“Desarrollo Tecnológico e Innovación”, mediante la
Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la Universidad
Autónoma de Nuevo León y el Departamento de Sistemas
Computacionales de la Universidad Autónoma de Baja
California Sur, así como a UNIDEA por su generoso
tiempo y disponibilidad en el transcurso de esta
investigación; contando con la solidaridad y entusiasmo
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entre ambas universidades, brindando los recursos y apoyo
para continuar con las diferentes líneas de investigación.
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ilustrativos para jóvenes indígenas, mujeres y personas con
discapacidad. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación
Dante 14. ISBN: 978-607-8418-31-2. 2017.
[2] Palacios, A. El modelo social de la discapacidad: orígenes,
caracterización y plasmación en la Convención Internacional sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad. Grupo Editorial
CINCA. ISBN: 978-84-96889-33-0. Julio, 2008.
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Disponible en: https://losojosdehipatia.com.es/educacion/integracion-
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[8] Menéndez, A. Ética Profesional, México, Herrero Hermanos. 1973.
[9] Ruiz O. J.I. 2003. Metodología de la investigación cualitativa. 3ª
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[10] ENADIS 2010, Encuesta Nacional sobre Discrimanción en México
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[11] Muñoz-P. B, Barrantes A.2016. Equidad e Inclusión Social:
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Edición. Departamento de Inclusión Social, Secretaría de Acceso a
Derechos y Equidad. Publicación de la Secretaría General de la
Organización de los Estados Americanos. ISBN: 978-0-8270-6593-2