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Análisis Caso Shuar - Ecuador
Análisis Caso Shuar - Ecuador
Dentro del análisis a realizar del caso sobre el conflicto entre la población
Shuar y el Estado de Ecuador, es tomar y hacer notar los mecanismos nacionales e
internacionales con los que cuentan las comunidades indígenas en Ecuador y latino-
américa para defender todos aquellos derechos que les afecten como comunidades y
en materia de territorios y deforestación de recursos naturales.
En hechos más recientes esta la ampliación del estado de excepción que decreto el
gobierno en la provincia de Morona Santiago, justificando la suspensión de varios
derechos constitucionales de los habitantes, en consecuencia de que las supuestas
agresiones a miembros de la Policía Nacional y Fuerzas Armadas por parte de grupos
ilegalmente armados, atentando contra la seguridad ciudadana, la integridad de las
personas, la paz y la convivencia social. Pues se han generado acusaciones mutuas
entre el Presidente de Ecuador, y los habitantes de la región, aduciendo el Presidente
que responsabiliza a los dirigentes indígenas de respaldar a grupos violentos
“paramilitares y semi-delincuenciales” supuestamente atemorizando a la población, así
mismo mencionó que no es cierto que las tierras fuesen ancestrales y agregó que la
empresa china EXSA las adquirió de una pareja de colonos, que a su vez las
compraron de otra pareja que las obtuvo del antiguo Instituto Ecuatoriano de Reforma
Agraria y Colonización –IERAC-. Pese a todo esto los indígenas se han mantenido en
el territorio que forma parte de la jurisdicción Shuar-Arutam.
Ante esto, se tiene que la mayoría de los Estados dentro de su normativa interna, han
establecido normas constitucionales que protegen los derechos de pueblos o
comunidades indígenas, territorios ancestrales o indígenas, por lo que cuando un
Estado concesiona a una empresa transnacional, a extraer recursos naturales,
prácticamente atenta contra su propia constitución, ya que contradice con acciones lo
que en normas jurídicas protege. En el caso de Ecuador se han analizado el mismo
desde su normativa interna e internacional.
En el artículo 3 menciona que como parte de los deberes del Estado ecuatoriano está
el de garantizar sin discriminación el efectivo goce de los derechos establecidos en la
Constitución y en los instrumentos internacionales.
Por lo que en relación con el artículo 10 se establece que, “las personas, “Las
personas, comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos son titulares y gozarán
de los derechos garantizados en la Constitución y en los instrumentos internacionales.
La naturaleza será́ sujeto de aquellos derechos que le reconozca la Constitución.” Por
lo que al tenor de los principios fundamentales en el ejercicio de los derechos
reconocidos por la Constitución es imperativa la prohibición de discriminación por
cualquier razón, bien sea por etnia, género, identidad cultural, etc.
Es fundamental la protección que da la Constitución ecuatoriana, en cuanto a la
protección y reconocimiento que hace el Estado a los pueblos y comunidades
indígenas, con el fin de recuperar y conservar la identidad cultural de los mismos.
Pues en el artículo 57, reconoce a las colectividades indígenas, los siguientes
derechos:
Así también en el artículo 60, dispone que el Estado reconoce a las comunas que
tienen propiedad colectiva de la tierra como una forma ancestral de organización
territorial.
Ante las circunstancias del caso se encuentra también el artículo 87 que indica como
objetivo el uso del amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la
Constitución, cuando existan casos tales como:
Esto indica que constitucionalmente Ecuador cuenta con una normativa que permite
exigir el cumplimiento de derechos comunales, como los de población, y naturaleza
que se están viendo afectados por la concesión minera otorgada.
Legislación Internacional.
Tomando en cuenta la ratificación por parte del Estado ecuatoriano del Convenio 169
de la OIT y las normas de interpretación aplicables, se prohíbe la interpretación
restrictiva de los derechos, se debería entonces apreciar lo que estable el artículo 13
del Convenio, que protege el derecho a la propiedad en sentido que indica que al
aplicar el Convenio, los gobiernos deberán respetar la importancia especial que para
las culturas y valores espirituales de los pueblos interesados reviste su relación con las
tierras o territorios, así como que ocupan o utilizan de alguna otra manera, y en
particular los aspectos colectivos de esa relación. Así como que la utilización del
término “tierras” que se encuentran en los artículos 15 y 16 del mismo Convenio,
deberá incluir el concepto de territorios, entendiéndose que cubre la totalidad del
hábitat de las regiones que los pueblos interesados ocupan o utilizan de alguna
manera.
Por ello en base al artículo 14 del mismo cuerpo legal, se entiende que deberá
entonces reconocerse a los pueblos interesados el derecho de propiedad y de
posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan. Tomando así las medidas
apropiadas para salvaguardar el derecho de los pueblos interesados en utilizar tierras
que no estén exclusivamente ocupadas por ellos, dado que los gobiernos deberán
tomar las medidas que sean necesarias para determinar las tierras que los pueblos
interesados ocupan “tradicionalmente”, garantizando la protección efectiva de sus
derechos de propiedad y posesión.
Tal como lo indica el Convenio 169 de la OIT, en el artículo 15 indica que en “caso de
que pertenezca al Estado la propiedad de los minerales o de los recursos del
subsuelo, o tengan derechos sobre otros recursos existentes en las tierras, los
gobiernos deberán establecer o mantener procedimientos con miras a consultar a los
pueblos interesados, a fin de determinar si los intereses de esos pueblos serían
perjudicados, en qué medida, antes de emprender o autorizar cualquier programa de
prospección o explotación de los recursos existentes en sus tierras”, indemnizar y
reubicar a los pobladores de las comunidades que se verán afectadas.
De acuerdo con el artículo 7 del Convenio 169 de la OIT, se interpreta que los pueblos
interesados deberán tener el derecho a decidir sobre sus propias prioridades en
relación al proceso de desarrollo, es por ello que los gobiernos deberán velar siempre
que se dé lugar a concesiones, entiéndase explotación, extracción, etc., se efectúen
estudios, en cooperación con los pueblos interesados, a fin de evaluar la incidencia
social, espiritual, cultural y sobre el medio ambiente que las actividades de desarrollo
previstas pueden tener sobre esos pueblos.
Al tenor de lo que se analiza del conflicto, la población Shuar, ayudada por una
ONG, Acción Ecológica, está intentando que paren las obras y extracciones por
parte de la empresa china EXSA, sin embargo hay una discrepancia entre el
gobierno y la empresa china, ya que no se puede rescindir dicho contrato, ya
que habría al parecer una penalización al Estado por ello. A parte de la falta de
voluntad política, y social al respecto.