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FUNDAMENTOS Y APLICACIONES
Eduardo de Bustos
ÍNDICE
reglas para combinar esos elementos. Por otro lado, esa realidad abstracta que
efectiva por parte de un emisor de ese signo, utilización única aunque repetible
a las diversas utilizaciones de un mismo signo. Esa realidad concreta del signo,
1
Para las diversas concepciones sobre el signo lingüístico véase U. Eco (1973) o J.
Hierro Sánchez Pescador (1980). Aquí emplearemos signo en un sentido que abarca tanto las
palabras como las oraciones y que es equivalente a lo que otros (H. Clark, 1996) han
denominado señal.
resultado de la acción de un usuario, ha sido denominada de diferentes
realidades físicas que son el residuo perceptible de tal uso. En el caso del
Por otro lado, están las características no individuales de los signos, las
lengua es una realidad abstracta, así lo son también sus elementos, los signos-
tipo. Además, las relaciones que se dan entre los ejemplares de una secuencia
2
V.J.J. Acero, E. de Bustos y D. Quesada, 1982, M. García Carpintero (1996, I,1).
pájaro, por poner un ejemplo de sistema semiótico no humano, es una realidad
espacio y un momento del tiempo (este canto de este pájaro), es una colección
ejemplar del canto. Pues lo mismo sucede con las lenguas humanas. Nuestra
esto es, a ocurrencias concretas de esa clase de signos-tipo. Pero nada excluye
que la distinción entre tipo y ejemplar sea una distinción aplicable en realidad a
ámbito más reducido que ésta. En efecto, la diferencia entre tipo y ejemplar de
y los prolata hacen referencia al ámbito específico del lenguaje humano. Dicho
3
Cfr. C.M. Hutton (1990), Abstraction and instance: the type/token relation in language
4
El término `proferencia´ pretende traducir el inglés utterance, pero no existe en esa
lengua otro término que traslade la oposición proferencias/prolata. En cambio, sí sucede esto
5
Aunque no es necesario que esto sea así, puesto que a menudo aparecen
saludos (¡Hola!), las exclamaciones (¡Maldición!), etc. H.P. Grice incluía también dentro de la
categoría de las proferencias los gestos que acompañan en muchas ocasiones la conducta
lingüística y que pueden tener autonomía significativa, como, por ejemplo, cuando, en vez de
son los ejemplares lingüísticos resultantes de tales actos. Así explicada, la
acción. De este modo quedan excluidas muchas otras acciones, humanas o no,
racionalidad.
no constituyen mas que una parte de un acto de habla. Para que tal acto se
describir y cuente como un acto de tal o cual clase, es necesario además que se
que tendrá sentido aplicar a los actos de habla mismos y otras propiedades que
creencias, los deseos y los fines que dotan a tales acciones de pleno significado
el agente ese mismo conjunto de reglas y principios, y, por otra parte, 2) los
objetivos cuya consecución persigue la acción en particular, que son los que
Tales objetivos, hacia cuya prosecución está dirigida la acción están, en el caso
mantenidos por quien realiza la acción. En efecto, son tales creencias y deseos
dichos objetivos con las acciones que se realizan para su consecución. Como la
debe dar cuenta de estos dos aspectos de toda acción comunicativa, sin
renunciar a ninguno de ellos y sin otorgar primacía a uno sobre el otro. Esta es
estudio, las expresiones tipo en cuanto componente del sistema constituido por
permite depurar los factores ajenos al interés puramente lingüístico que, para
6
Esta concepción general coincide en buena medida con la que ha expuesto J. Nuyts
7
H.Schnelle, 1973; J. Lyons, 1977; D.Wunderlich, 1979.
8
Por ejemplo, H. Schnelle (1973) llegó a distinguir al menos cinco pasos en ese proceso
nivel a otro estaba determinado por la construcción de una clase de equivalencia o de una
9
N. Chomsky (1968,1975, 1980, 1985).
pueden, a pesar de su interés intrínseco, ser extraídos del comportamiento
comunicativos reducidos).
explicación corre a cargo de estas dos disciplinas. Como tanto una como otra,
lingüísticas. Ahora bien, ¿qué son las oraciones? Aunque hay muchas
sitúe (sintáctico, semántico...), nos basta con establecer por ahora que las
oraciones, se caractericen como se caractericen, son tipos de expresiones
lingüísticas, esto es, entidades lingüísticas de carácter teórico o abstracto 10. Las
tipos. Por supuesto, tanto el lingüista como el filósofo del lenguaje están
que son las proferencias. El olvido de esta verdad elemental del análisis
por este defecto. Y es preciso reconocer que fue un filósofo, P.F. Strawson 11,
10
Sobre la noción de oración, son sumamente interesantes las observaciones de R.
Harris en "Scriptism", en The Foundations of linguistic theory, N. Love, ed., Londres: Routledge,
1990.
11
P.F. Strawson, 1950, 1963.
semántica12. P.F. Strawson ya advirtió que, si bien la distinción entre la
Strawson, si los enunciados eran una u otra cosa. El mismo Strawson, a medida
que su enfoque analítico iba inclinándose cada vez más del lado de la
12
El progreso filosófico en el ámbito del análisis lingüístico refleja en realidad una
creciente conciencia de que las relaciones entre los niveles concreto y abstracto del análisis del
lenguaje no son tan "mecánicas" como G. Frege y B. Russell las concibieron a comienzos de
siglo. Por ejemplo, para estos autores, no existían problemas a la hora de asignar valores
veritativos a las oraciones, puesto que no distinguían estas entidades de sus proferencias
efectuadas en contextos y condiciones normales (lo cual era una idealización con escaso
sentido de la realidad).
13
Véase A. García Suárez (1997, 1.3)
identificó Strawson con una oración declarativa o en modo indicativo, o con una
ideas son los significados de los enunciados, que los enunciados expresan
identifican entre sí. En primer lugar, hay oraciones que no constituyen, cuando
aplican los predicados veritativos. Son las ideas y no los enunciados, según
parafrasea Lyons (1977), los que son verdaderos o falsos. En tercer lugar, lo
14
J. Lyons, 1977, I, 6.2.
15
Idea, en el sentido que se emplea generalmente en filosofía del lenguaje, no es
de imagen o representación.
16
E.J.Lemmon, 1966.
contextuales, como por ejemplo la referencialidad de las (proferencias de las)
Por nuestra parte, de acuerdo con argumentos expuestos en otro lugar 17,
enunciado con el correspondiente acto de habla con el cual suele estar y ser
tales entidades primitivas, para explicar los fenómenos lingüísticos que caen
bajo su ámbito. En cierto modo, pues, nuestra postura puede ser calificada de
17
V. J.J. Acero, E. de Bustos y D. Quesada, l982.
18
En nuestra opinión, los argumentos de W.O. Quine (1953, 1960) son lo
suficientemente contundentes como para justificar esa exclusión, por lo menos desde un punto
esas tres nociones básicas, junto con otras generales procedentes de la teoría
las proferencias o sus productos, los prolata. Son esas entidades las unidades
generalizaciones que pongan en relación los fenómenos que estudia con las
19
Existen otras ramas de la pragmática que no tienen que ver con la comunicación
20
Dejando pues de lado las acciones lingüísticas que no son comunicativas, desde las
utilizaciones ritualizadas del lenguaje a las que carecen, por una u otra razón, de destinatario
de tal comunicación (el soliloquio, etc.). V.J.W. Du Bois, "Meaning without intention", Papers in
21
V. J. Elster, Explaining technical change, Cambridge: Cambridge U. Press, 1983, I,
3.
1) la acción lingüística comunicativa es intencional, esto es, se trata de una
las ciencias sociales22: consiste en remitir las acciones de los individuos a las
conducta23.
individuo quisiera hacer un uso irracional del lenguaje, esto es, al margen de
las normas o convenciones que rigen su uso, estaría excluyéndose con ello de
otros hablantes.
22
V. J. Elster, op. cit., I,3.
23
V. D. Davidson, Essays on actions and events, Oxford: Oxford U. Press, 1980,
cap.4.
El reconocimiento de la conducta lingüística comunicativa como conducta
mínima. Para que una acción sea calificada de racional es preciso que tal acción
sea consistente con los objetivos que persigue quien la ejecuta: las
Definen los criterios mediante los cuáles juzgamos una acción lingüística como
quien la realiza.
24
Por supuesto, ni es ésta la única acepción de explicación funcional ni la única
1983, cap. 3; M. Dascal, Pragmatics and the philosophy of mind, Amsterdam: J. Benjamins,
Del mismo modo, cuando en pragmática se trata de explicar propiedades
25
La equiparación de ambas dicotomías es insostenible: por una parte, existen
influyentes teorías gramaticales que se autocalifican de funcionales (p.ej. S.C. Dik, Functional
Grammar, Amsterdam: North Holland, 1978) y, por otra, las explicaciones formales no siempre
explicaciones funcionales.
como un sistema en el que los elementos y las relaciones que mantienen entre
representaciones lingüísticas.
mente de J. Fodor27.
funcionales en este sentido son las que considera el uso del lenguaje como uno
las entidades lingüísticas con los fines, intenciones y creencias de una forma
Capítulo II:
26
Como ha mantenido J.Newmeyer, Grammatical Theory, Chicago: Chicago U. Press,
1983.
27
J. Fodor, The modularity of mind, Cambridge, Mass.: M.I.T Press, 1983;
Psychosemantics, Cambridge, Mass.: M.I.T. Press, 1988; para una exposición general, véase K.
28
Cfr. G.N. Leech, Principles of pragmatics, Londres: Longman, 1983, cap. 3.
II.1 : La concepción semiótica de la comunicación lingüística
acciones, cuáles son las características especiales que tienen esas acciones que
artificial.
I. Diagrama clásico del proceso de comunicación
mensaje mensaje
CÓDIGO CÓDIGO
ruido
mensaje mensaje
codificado codificado
CANAL
EMISOR RECEPTOR
telegráfico lo único que viaja son señales eléctricas, pero no significados. Para
descodificador que puede tener poco que ver con los corrientes, hasta el punto
saber cuáles son los límites de la metáfora, hasta qué punto resulta útil en la
29
Algo parecido ha sucedido con la metáfora raíz de las ciencias cognitivas: la mente
es un ordenador.
del lenguaje, incluso hasta el punto de constituir campos de expresiones
tal.
(los significados) de tal modo que fueran descifrables por un destinatario que
sería el siguiente:
30
En la medida en que un código es una especie de cálculo ,se puede considerar que la
lenguaje (v. S. Stendlund, 1990, Language and Philosophical Problems, Londres: Routledge)
II. Conducta lingüística verbal
Señal
acústica
emitida
Ruido
producir una entidad que, de algún modo, contiene la información que contiene
gramática"33. De tal modo que no existe, ni puede existir, una gramática Morse
31
J. Fodor, The language of thought, Nueva York: Crowell, 1975.
32
Aquí emplearemos `gramática' en un sentido sumamente general, que no se
corresponde con las acepciones técnicas de la lingüística generativa, en que las reglas
33
R. Harris, "The Grammar in your head", en C. Blakemore y R.S. Greenfield, eds.,
que puedo utilizarlo sin tener ni idea de la lengua en que están escritos los
comunicación, que no obstante pueden no tener nada que ver entre sí: 1) en
34
Quizás se puede mantener que el único aspecto en que sucede algo
lingüístico es un sistema periférico, al mismo nivel que los sistemas que procesan los inputs
perceptivos, entonces se puede mantener que ese sistema lingüístico está sintonizado de tal
Dicho de otro modo, la sintonización innata de nuestro sistema perceptivo del lenguaje excluye
la necesidad de que intervenga en ese proceso de traslado información procedente del sistema
tipo. Esa sintonización de nuestro módulo perceptual lingüístico consistiría en una disposición al
universales) Además, tal disposición siempre se encuentra `enchufada', por decirlo así. No es
podemos dejar de oir expresiones lingüísticas (de nuestra lengua natal) como tales expresiones
lingüísticas y no como mero ruido. En este sentido, también contrasta con los procesos
inferenciales centrales, que suponen un esfuerzo procesador que es optativo para el individuo.
Como se verá, la asignación de significado parece caer del lado de estos procesos inferenciales,
físicas.
mensajes, en los que tales mensajes son cifrados, esto es, reescritos de
conocimiento del significado (sea esto lo que sea) de los mensajes transmitidos,
información que éste adquiere en virtud de una relación causal con la expresión
comunicada no está dentro del mensaje, sino que, por decirlo así, el mensaje
35
Cfr. M.J. Reddy, "The conduit metaphor", en A. Ortony, ed., Metaphor and
36
Para simplificar, se mencionan aquí las oraciones como las entidades lingüísticas
que se utilizan en la comunicación, aunque a nadie se le esconde el hecho de que las oraciones,
realizadas por los hablantes de una lengua cuando la utilizan. Como tales
acciones y las segundas no. Es decir, que las oraciones no son el mero
más que eso, puesto que sólo a las proferencias, en cuanto acciones
37
`Oración’ y `proferencia´ son los términos equivalentes, en español, a los términos
lingüística y en filosofía del lenguaje, como criterio para distinguir entre los
38
Para darse cuenta de ello, basta considerar cualquier expresión que remita a
características extralingüísticas (en realidad, en un sentido u otro, todas las expresiones remiten
entidad lingüística, tiene una representación semántica que contiene la información de que
refiere al día en que se profiera la expresión. Pero en cuanto ejemplar i-ésimo de esa expresión
tipo puede contener la información de que refiere al 11 de Julio de 1993. Quien profiera (a)
puede transmitir la información de que ese día en particular es miércoles, lo cual forma parte
del significado de la proferencia de (a), aunque no de la expresión-tipo. Véase más adelante III,
3.
significado oracional del significado proferencial o significado del hablante39.
bien los significados de `llegar' e `irse'. Dice entonces: `Juan ha llegado', pero
lo que realmente quiere decir es que se ha ido. Sin embargo, podríamos desear
decir que la oración que profiere, a pesar de sus deseos, no significa que Juan
se ha ido, sino que realmente significa que Juan ha llegado. Lo que aquí
dice significa que Juan se ha ido y, en otro, que Juan ha llegado. Más
precisamente, podemos afirmar que lo que Pepita quiso decir con su oración es
que Juan se había ido, pero que lo que la oración realmente significa en
español es que Juan ha llegado /.../ Distingo estas dos clases de significado
expresión oracional - que se aplica tanto a las oraciones como a otras clases de
Por una parte, parece evidente que no es que Juan ha llegado, puesto que
39
Estas expresiones traducen las correspondientes del inglés sentence meaning y
utterance meaning.
40
R.M. Martin, The meaning of language, M.I.T, 1987, pág. 19.
destinatario capte esa intención, sabiendo que Pepita tiende a trabucar los
coincidiría en este caso con el significado que Pepita pretende dar a su uso de
la oración, coincidiría con su significado del hablante. Pero, por otro lado,
lingüística de Pepita: entonces puede interpretar que Pepita quiere decir lo que
realmente dice, esto es, que Juan ha llegado. En este caso, la información que
distinguir entre las tres clases de significado y, sobre todo, captar las (posibles)
relaciones causales entre ellos. Desde el punto de vista del analista, exterior al
con un auditorio.
Debe quedar claro cuáles son las posibilidades de relación entre estas
clases de significado. A veces sucede que las tres coinciden: que el hablante
pretende decir el significado sistémico oracional (esto es, ‘lo que las palabras
algo más allá (o más acá) del significado sistémico oracional, y ello es algo no
algo diferente tanto del significado sistémico como del significado del hablante.
41
Como ha insistido H. Clark, 1996.
II.3: Teoría de la acción y teoría del significado: la función de la
no, que coincide con el significado del hablante, o con otras cosas. Aunque en
realidad su ámbito va más allá del que estos casos determinan. Para empezar,
Por otro lado, la pragmática es una disciplina cuyos análisis cubren en realidad
oración:
III. Intervención de la pragmática en la computación del significado
representación lógico-semántica
pragmática
(teoría de la deixis)
pragmática
(teoría intencional del
significado)
significado comunicativo.
que las acciones tengan un significado previo, como acciones-tipo, que sea el
ese esquema: damos la mano al alguien, y ese gesto resulta ser un saludo en
ninguna relación entre una cosa y la otra: sólo que tal relación no es una
Los actos-tipo o actos genéricos no están en una relación tal con los
X estrechó la mano a Y
_________________________________
X saludó a Y
esquema
X estrechó la mano a Y
______________________
enunciado particular.
tiene una alta probabilidad de constituir un saludo. ¿Pero era eso lo que
convención i-ésima de nuestra cultura. Esto es, dando por sentado que X elige
X estrechó la mano a Y
____________________
X saludó a Y
con las intenciones que guían al agente al ejecutar una acción. En particular, las
el significado natural de ésta. Las huellas frescas del animal sobre la arena
significan que éste ha pasado por allí recientemente, el rastro baboso del
todos estos hechos naturales en términos de otros hechos naturales que son su
propiamente hace, sino algo que le sucede (podemos decir tanto `x palideció´
entre esas acciones y las intenciones que les dan sentido. Es el hecho de que
podrían inferir éstas a partir de aquéllas en virtud de leyes similares a las que
con investigar los mecanismos físicos que llevan unívocamente de las acciones
acción misma.
Pero, por lo que sabemos, las cosas no suceden así con nuestras
natural.
no natural. Por otro lado, hemos insistido en que las acciones a las cuales es
convenciones sociales a las que se atengan dichas acciones. Las acciones con
42
Lo que es la información en sentido objetivo, v. J. Mosterín , F. Dretske
determinación de su significado es necesario, por tanto, no sólo la apelación a
concretas. Esas intenciones son las que, en última instancia, determinan cuál
explicación.
teoría de la cultura
Teoría de la acción
comunicativa
proferencias. Del mismo modo que, para entender éstas, es necesario ser capaz
comprensión de las acciones requiere una similar elucidación. Del mismo modo
cognitivos:
43
Según D. Sperber y D. Wilson, autores de una de las versiones más completas y
pensamientos". D. Sperber y D. Wilson, Relevance, Oxford: B. Blackwell, 1986, pág. 32. Sin
embargo, Sperber y Wilson reconocen un cierto papel al modelo semiótico, en combinación con
44
J. Fodor, op. cit., 1975; Representations, Hassocks: Harvester Press, 1981.
Descrito en una forma macroscópica, el modelo suscrito por la
interesa.
llevada a cabo. La forma general que tendría la inferencia llevada a cabo por el
45
Según Sperber y Wilson, es preciso diferenciar entre esta intención puramente
ignorará.
Si quiero decir (significar, transmitir, hacer saber...) x, entonces, dado C, he de
hacer z
el medio apropiado tanto para su expresión como para que el auditorio capte x
esto es, acerca del significado del hablante, el significado que el hablante
una función de probabilidad, de tal modo que el resultado fuera obtenido con
sucede más bien es que, independientemente de que exista algo así como un
expliquen desde el punto de vista cognitivo, esta familiaridad y rapidez con que
46
Por eso, es errado concebir el conocimiento mutuo (S. Shiffer, 1972, N. Smith,
1982) como una precondición de la comunicación. Véase D. Blakemore (1992, pág. 21: "El
47
H. Levesque, "Logic and the complexity of reasoning", en R.H. Thomason, ed.,
48
Para que se comprenda mejor la naturaleza formal del problema, consideremos
inferencia lógica, esto es, demostrativa. Nada indica ni nos autoriza a pensar
trasladáramos esto a un plano psicológico o lingüístico, querría decir que el conjunto de las
premisas de que se sigue el significado es potencialmente infinito, esto es, que la información
que el sujeto podría manejar para la resolución de esa inferencia sería ilimitada. Igualmente se
proponemos un modelo de una actividad cognitiva en términos de una tarea computatoria con
un límite exponencial mínimo, y el modelo no puede limitar el tamaño del input, tal modelo no
nos dice nada acerca de cómo es físicamente posible esa actividad" (se entiende que
físicamente se refiere tanto al cerebro humano como a cualquier otro sistema computatorio; H.
Levesque, op. cit. pág. 77). Esta es la razón de que D. Sperber y D. Wilson (1986) excluyan del
mecanismo inferencial que postulan para la comprensión lingüística las reglas de introducción
información -las únicas reglas que en un sentido interesante forman parte del bagaje deductivo
básico de los humanos- son reglas de eliminación" (Sperber y Wilson, op. cit., pág. 96).
producción como en la comprensión del significado, tal tarea cognitiva sería innacesible para el
significado ha de ser no trivial, incluso en el caso de que parte de esa inferencia sea lógica - cfr.
de mecanismos que limiten el tamaño del input es, si cabe, aún más perentoria.
sistemas de lógica estándar que conocemos, dos son las fuentes de tales
`si...entonces', `y', `no', `todos'. Ese contenido lógico nos permite efectuar
49
V. N. Chomsky, Knowledge of language, Nueva York: Praeger, 1986, para una
exposición general.
contextos de la comunicación lingüística (por ejemplo, en el razonamiento
científico).
más bien escaso50. Supóngase que alguien significa algo que no coincide con lo
que hemos denominado significado sistémico, sino que más bien se identifica
con un cierto significado del hablante. Las relaciones entre los significados de
uno y otro tipo son de tal naturaleza que nada obliga a que el significado
Existe otro tipo de inferencias que comparten ciertas propiedades con las
50
Dejando de lado el diferente contenido semántico de las expresiones de la lengua
natural y las contrapartes lógicas. Piénsese que la mayoría de los sistemas lógicos estándar son
expresión `todos'.
inferencias basadas en el conocimiento de la estructura conceptual designada
lógicos, tal tipo de inferencias se pueden reducir a las inferencias lógicas y, por
demostrativo utilizado por los humanos (o por cualquier otro sistema que
51
Para poner este punto de relieve, bastan dos ejemplos sencillos. En primer lugar,
completiva. A todos nos parece natural el hecho de que la verdad de (a) se siga de la de (b)
lógica de (b) de modo que implique la de (a). Este tipo de fenómenos se han agrupado bajo el
rótulo de implicaturas convencionales(véase infra Cap. 4.5), para indicar que no son idénticas a
las implicaciones lógicas, pero que no obstante están asimiladas al sistema de la lengua. De tal
modo que resulta preciso representar de una forma u otra la información lógica o léxica que da
expresión `y', pero con unas condiciones de uso diferentes. `Pero' expresa una contraposición
entre la información conllevada por dos expresiones lingüísticas entre las que se coloca. Su uso
está indiciado cuando se da tal contraposición y , de su uso, se puede inferir que, quien la
utiliza, establece esa contraposición. El hecho de que entre dos informaciones exista o se
conciba una contraposición es extralingüístico, psicológico si se quiere. Pero el hecho de que tal
De todos modos, existe una característica general de la forma en que se
lengua52.
la luz de lo expuesto habría que matizar esa opinión, pero quizás eso nos
52
Si se quiere traducir esto a una terminología más familiar en Inteligencia Artificial,
53
Opinión que comparten, entre otros, G. Brown y G. Yule (1983), para los cuales la
inferencia comunicativa es más bien una forma relajada (loose) de inferencia. Véase también D.
aunque pueda existir una comprobación a posteriori, esto es, una confirmación
impenetrable a información procedente del sistema central (esto es, lo que los
cognitiva del cerebro humano, no es preciso suponer que ésta sea la única
central del módulo lingüístico. Los que han argumentado en contra de esta
información del sistema central. Esto es aun más cierto a medida que se
54
D. Sperber y D. Wilson, op. cit., págs. 65-66.
morfosintáctica parece menos influida por información ajena al módulo
55
Por ejemplo, considérese el problema de escoger entre dos posibles
interpretaciones lógicas de
La elección entre una y otra forma lógica depende del conocimiento de la situación a
que se puede referir el enunciado: o bien `un alumno' tiene una acepción inespecífica, con lo
cual la forma lógica más adecuada es (a'), o se refiere a un alumno concreto, con lo cual la
forma lógica más representativa es (a''). Este tipo de ejemplos, y otros similares, relativos a
identificación anafórica, alcance de los cuantificadores, etc., hacen plausible la idea de que, o
bien el módulo lingüístico no está encapsulado, o bien la forma lógica se asigna en forma
significado comunicativo:
el de diluir ese carácter discreto y convertirlo en gradual. Así, por ejemplo, los
una escala pragmáticamente determinada, esto es, función del contexto en que
se desarrolla el discurso.
56
D.Sperber y D. Wilson, op. cit. pág. 67.
III. LA PRAGMÁTICA Y SU OBJETO
son el resultado de esos actos. Ahora bien, ésta es una tesis que no es
pragmática57. En primer lugar, por orden histórico, estuvo vigente la teoría que
57
Véase, para las concepciones vigentes en la década de los 70, P. Sayward, 1974; K.
Lieb, 1976, 1979 y G. Gazdar, 1979. Para la década de los 80, véanse G. Leech, y, sobre todo,
S. Levinson, 1983. Para la década de los 90, cfr. J. Mey, 1993, G. Green, 1996, D. Grundy,
58
El origen de esta teoría se puede localizar en la obra de R. Carnap (1947) y Y. Bar-
Hillel (1954), pero su desarrollo pleno fue llevado a cabo por teóricos logicistas radicales, como
P.Kalish (1967), R. Montague (1974), M.J. Creswell (1973), D. Lewis (1970) y otros.
Denominamos logicistas radicales a los teóricos que mantienen que no existen diferencias
59
P. Kalish, 1967, pág. 356.
60
La expresión es de G. Lakoff, 1970.
La otra concepción filosófica tradicional de la pragmática era mucho
menos restrictiva, pero era en cambio mucho más vaga. Se trataba de la clásica
relaciones de los signos linguísticos con sus usuarios. En esta concepción, como
ya puso de relieve G. Gazdar62, habría que incluir todos los aspectos biológicos,
significado que quedan fuera o no pueden ser manejados por una teoría de la
verdad para una lengua natural. Tal como Gazdar lo expresó: " PRAGMATICA =
pragmática hizo que no coincidiera por una parte con el ámbito definido por
61
En realidad, se trata de una interpretación simplista de tesis de Ch. S. Peirce. V. Ch.
62
G. Gazdar, 1979, págs. 1-2.
63
Esta concepción de la pragmática subyace en la obra de importantes sociolingüístas
64
G. Gazdar, 1979, pág. 2.
Montague de los elementos indéxicos. En efecto, si los elementos indéxicos son
eran esos aspectos del significado que no podían ser manejados por una teoría
oración y que, por tanto, varían o pueden variar de una ocasión a otra. Pero,
bajo esta tesis general, se han dado amplias divergencias acerca del alcance
concebida ésta como una teoría de la verdad. Para empezar, recuérdese que,
propiedad que, en forma estricta, sólo tiene sentido atribuir o predicar de las
entidades concretas que son las proferencias verbales (se entiende que de un
contexto nulo66.
65
En un proceso al que W.O Quine (1960) denominó "eternización" de los
enunciados.
66
Con un ejemplo, quizás resulte más clara esta diferencia. Considérense las
siguientes oraciones:
encuentra en presente "atemporal"), mientras que son patentes en la segunda (el adjetivo
(proferencia) tiene un carácter diferente. Mientras que en el caso de (a) podemos prescindir
casi completamente del contexto de emisión o de uso para afirmar que es verdadera, esto es,
podemos estar relativamente seguros de que, sea cual sea la ocasión en que se emplee, será
utilizada para hacer una afirmación verdadera, en el caso de (b) la asignación de valor de
hacer una afirmación verdadera y en ocasiones haciendo una afirmación falsa. Diríamos pues
Entre las propuestas avanzadas en la década de los setenta, una de las más
segunda es pleno o igual a uno. Pero de ello no se puede concluir que la asignación de valor de
verdad a (a) sea asunto de la semántica y a (b) de la pragmática. Más bien es preciso concluir
pragmática, es decir, que la semántica ha de asignar un valor de verdad a los tipos de los
cuales las proferencias son diferentes muestras o ejemplares (verdaderos o falsos). En el caso
de (a) esta asignación plantea menos problemas que en (b), pero ambas oraciones, en cuanto
comunicación.
que computan información, también los seres humanos están limitados por
exigencias internas de ese proceso, de tal modo que la forma de las reglas
sociales que utilizan está en algún sentido restringida para satisfacer esas
necesidades internas.
una oposición que es claramente compatible con la tesis de que todos o casi
67
Precisamente esto es lo que mantienen D. Sperber y D. Wilson(1986), como se
que depende del contexto, esto es, para cuya comprensión es preciso atender a
las expresiones lingüísticas. Desde este punto de vista, los elementos deícticos
las circunstancias en que son empleados, proferidos. Por tanto, una oración
68
Véase J. Searle, "Literal meaning", en Expression and meaning, págs. 117-136. En
los años 80 se produjo una interesante polémica sobre la noción de significado literal: v. R.
Gibbs (1984), "Literal meaning and psychological theory", Cognitive Science, 8, 1984, págs.
275-304, "Understanding and literal meaning", Cognitive science, 13, 1989, págs. 243-251, M.
Dascal, "Defending literal meaning", Cognitive science, 11, 1987, págs. 259-281, "On the roles
of context and literal meaning in understanding", Cognitive science, 13, 1989, págs. 253-257 y
R. Wilensky, "Primal content and actual content", Journal of Pragmatics, 13, 1989, págs. 163-
186.
69
Por ejemplo, considérese como una oración de esta clase
(a) Hoy hace cincuenta años que murió José Ortega y Gasset
elementos deícticos determinan, según las circunstancias de la proferencia,
las ideas que la oración expresa y su valor de verdad. De acuerdo con esta
determinar esas ideas. Para hacer honor a esta tesis, hay que advertir que no
sólo son los elementos deícticos los factores de esa determinación, sino que
también hay otros, como la fuerza ilocutiva. Aunque más adelante nos
extenderemos sobre esta noción, basta en este punto advertir que una oración
puede ser empleada para hacer una afirmación, como es el que caso de
agotaría todo su significado; en los demás casos, ese contenido ideacional sólo
sería parte del significado de la oración, siendo preciso tener en cuenta también
pragmática fue la esbozada, por ejemplo, por R. Stalnaker en los años setenta:
Como hay elementos deícticos en esta frase, como los adverbios temporales, el tiempo
contexto que ayudan a determinar qué idea es la expresada por una oración
casos con la idea expresada y, en otros, con el acto realizado con ocasión de la
70
R. Stalnaker, 1970, pág. 385.
Por el contrario, si se adopta un punto de vista radicalmente diferente,
prácticamente a cero. Ahora bien, por muy radicalmente partidario que se sea
intencional del significado basada en la obra de H.P. Grice otorga una primacía
expresiones, en función de sus intenciones y de los medios por los cuales éstas
Pero, aparte de la lengua o junto a ella, existen además otros medios, otras
información por medio del lenguaje. Es posible que estas reglas no formen
para captar los rasgos pertinentes de los contextos y manejarlos de una forma
creativa, algo que sin duda no puede relegarse a una teoría de la actuación en
la acepción chomskiana.
¿Cuáles son las propiedades y los hechos lingüísticos que una teoría
71
V. Sánchez de Zavala, 1973, J. Hierro, 1976, R. Harris, 1987.
menos en este estadio, en la determinación y clasificación de los fenómenos
hace una proferencia. Ese significado es, por supuesto, una entidad teórica
hemos dicho que, por una parte, a veces queremos decir lo que literalmente
proferencias coincide punto por punto con su significado literal. Por otro lado, a
veces queremos comunicar algo más de lo que decimos, y nuestro auditorio así
72
Como se ha visto en el anterior capítulo, existen razones para diferenciar entre
irrelevante. Pero siempre habrá un hilo conductor, un nexo causal que lleve del
b. P significa no sistémicamente...
b.1. P presupone...
2. P implica no lógicamente...73
competencia del hablante para utilizar la lengua de una forma coherente con la
73
La distinción entre implicaciones lógicas y no lógicas se suele marcar
74
V. D. Hymes, 1971.
modo análogo a cómo la sintaxis especifica el conjunto de oraciones que, desde
I. c. P es un acto de habla
1. directo...
2. indirecto...
I. d. P
principales propiedades que caracterizan a ésta. Con ello se quiere decir que la
teoría pragmática del significado, una teoría de los actos de habla y un marco
75
Por lexicalizar se entiende el proceso de asimilación al sistema de la lengua, a un
Aunque S. Levinson (1983) prefiere el término codificar para designar la relación entre los
rasgos deícticos de las expresiones y los aspectos de la situación a que refieren, las
consideraciones generales anteriores (v. supra II.1) hacen preferible el término `lexicalizar'.
formalistas o estructuralistas.
2) porque, sin saber a qué se refieren los hablantes con las expresiones
comunicación:
76
Esto no implica que todas nuestras expresiones tengan como función enunciar
77
Esta consideración se basa en la misma simplificación que la anterior.
indicadoras cuya referencia puede variar de ocasión en ocasión, como los
margen de las creencias e intenciones de quienes los usan. Esto es, lo referido
contextuales.
78
La dificultad se intentó obviar haciendo depender la asignación referencial de dos
variable pertinente. Así, el pronombre `yo' en `yo tuve clase de inglés el viernes' se
interpretaba de acuerdo con la determinación /el hablante/ y con la especificación /28 de Abril
del año 2000, a las 17.45/ para determinar el referente de `yo' en la proferencia en cuestión. P.
Segerdahl (1996, 2.2) contiene un interesante y radical crítica de esta clase de enfoques, que
se resume en la observación de que las expresiones ‘el hablante’ o ‘ el interlocutor’ son tan
deícticas o indicadoras como ‘yo’ o ‘tu’: “la noción de significado gramaticalizado de las
expresiones deícticas consiste en una traducción de una forma de expresión deíctica a otra
forma de expresión deíctica, y presupone el uso concreto de éstas últimas” ( op. cit. pág. 30)
inversamente proporcional a la convencionalidad de las expresiones. Resulta
difícil imaginar situaciones en las que el pronombre `yo', por ejemplo, refiera a
algo diferente que el hablante mismo. Pero considérese que esa aparente
hablante en diferentes grados. Una vez más, las intenciones del hablante han
tp = momento de la proferencia79.
79
V. G. Green (1989), cap. 2.2.
80
Véase G. Green, 1989, 2.2.
que ver, fundamentalmente, con la expresión de creencias e intenciones del
(c) en que ahora puede equivaler a lo que puede referir la expresión "en
usos no espaciales.
81
Sobre la función de la metáfora como recurso general para la ampliación del léxico
se puede consultar R. Divren (1985), "Metaphor as a basic mean for extending the lexicon" y,
contexto. Igualmente, se puede afirmar que tal relación está más o menos
PRAGMÁTICA
general, como la disciplina que estudia y describe los principios que regulan la
proferencias verbales son actos comunicativos - o por lo menos casi todas, pues
puede concebir como una sucesión de actos efectuados por hablantes que
conocimiento del uso de esas expresiones para transmitir con éxito información,
82
Véase la nota 13, Capítulo 1.
práctica reglas sociales que rigen la interacción comunicativa en una comunidad
que literalmente dicen84, que las expresiones lingüísticas pueden ser utilizadas
83
Esta observación no tiene nada que ver con la doble articulación lingüística tal
84
La distinción entre lo que los hablantes dicen y lo que significan fue trazada en primer
forma parte de una concepción general filosófica que implica tesis lógicas,
85
Expuesta principalmente en sus artículos "Meaning", The Philosophical Review, 66,
págs. 377-88, 1957, "Utterer's meaning, sentence meaning and word-meaning", Foundations
of language, 4, págs. 225-242, 1968, "Utterer's meaning and intentions", The Philosophical
Review, 78, págs. 147-177, 1969, "Logic and conversation", en D. Davidson y G. Harman, eds.
The logic of grammar, Encino: Dickenson, 1975. Todos ellos se recogen en H. P. Grice, Studies
86
Véase R. Grandy y R. Warner, eds. (1986), Philosophical Grounds of rationality
Meaning and mind. An examination of a gricean account of language, Cambridge, Mass.: MIT,
significado.
caracterización de la noción significado del hablante. Desde un cierto punto
más abstractas. Desde otro punto de vista, cuando se consideran esas nociones
tesis básica sobre esta noción: H.P. Grice parte del rechazo de L. Wittgenstein88
que una proferencia o acto verbal efectuado por el hablante sea considerado
87
Entre los que mejor han expresado la generalidad y significación de este
88
V. L. Wittgenstein (1953).
significativa' (donde designa una proferencia) a través de `Hi , al proferir , en
llevar a cabo esas intenciones, sean éstas las que fueren, las que hacen
escoger al hablante tal o cual proferencia para significar tal o cual cosa. Es la
pretensión de realizar esas intenciones las que explican89 los medios que
escoge para ello, esto es, sus proferencias lingüísticas. Sin embargo, como
lingüística del hablante sea una conducta intencionada para que ésta sea
es, es necesario que se atenga a ciertas restricciones que permita que ese
89
Sobre el tipo de explicación intencional del significado, véase P. Yu (1979), D.
Wilson y D. Sperber (1981). Sobre el tipo de explicación intencional en general, véase J. Elster
90
Por ejemplo, P. Ziff (1967) o J. Searle (1969).
91
Se suele distinguir, para mayor precisión, entre auditorio e interlocutor, identificando
éste con la parte del auditorio intencionalmente acotado por el hablante, esto es el auditorio al
que se dirige explícitamente el hablante. El resto del auditorio lo pueden formar hablantes
presentes a quien no se dirige la conversación (v. Clark y Carlson, 1982). En lo sucesivo, sin
embargo, no distinguiremos entre una y otra clase de oyentes, dando por sentado que el
otro modo, sólo son actos comunicativos aquellos actos que, implícitamente,
Definición de significatividad
así lo hiciese.
definitorias.
La definición de significadoh ocasional sólo requiere dos conceptos
Según Grice, con ellos se puede analizar lo que en cada ocasión el hablante
significa con sus palabras. Sin embargo, esto no quiere decir que el significado
semántica. Para realizar este paso, se utilizan dos nociones auxiliares, derivadas
compartida por los miembros de una comunidad para los cuales tiene un
que tienen una misma significación. Con ayuda de estas nociones, se puede
92
El análisis clásico de la noción de convención es el de D. Lewis, 1969.
93
J. Acero, E. Bustos y D. Quesada, Introducción a la filosofía del lenguaje, 1982.
Definición de significado atemporal aplicado
94
Acero, Bustos y Quesada, op. cit. pág. .
De este modo se efectúa en la teoría intencional del significado el paso
segundo lugar, hay que analizar en qué consisten esas prácticas lingüísticas
compartido por los hablantes de esa lengua; por otra, el comunicativo, que se
95
En R. Kempson (1975, pág. 141).
términos en ciertos contextos, las palabras que hay que emplear para efectuar
un juramento, etc. De tal modo que puede que las nociones gramaticales sobre
(determinados, dice ella) por las convenciones lingüísticas que definen la lengua
parte del auditorio de las intenciones del hablante se basa en la corrección del
procedimiento que emplee éste para expresarlas. Parte de esa corrección reside
96
R. Kempson, op. cit. pág. 141.
IV.2. La teoría de los actos de habla
siempre resultan claras, o son claramente expuestas, las relaciones entre una y
sino que se deriva de nociones más básicas. De acuerdo con la teoría de los
complejos99. En primer lugar, una proferencia es, ante todo, un acto locutivo,
97
Por ejemplo, en Akmajian, Delmers y Harnish, 1979.
98
Como por ejemplo en R. Kempson (1977).
99
La complejidad reside en la existencia de diferente niveles en el acto, según se tomen
en consideración unas u otras propiedades del acto, incluyendo los efectos que causa el acto
lingüístico.
un acto consistente en la emisión de determinados sonidos. Este acto se puede
exposición101.
hablantes de una lengua pueden realizar una gran cantidad de actos diferentes
lenguaje. Mientras que H.P. Grice dividía las proferencias en dos grandes
100
Lo que se denominan actos fonético, fático y rético, v. Acero, Bustos y Quesada,
1982; K. Allan, 1986, Linguistic Meaning, Londres: Routledge; Natural Language Semantics,
101
Igualmente irrelevante es la distinción establecida por E. Bach y R. Harnish, 1979,
proporciona, por una parte, la lengua y, por otra, las convenciones sociales de
tipo comunicativo. Desde este punto de vista, la teoría de los actos de habla es
perlocutivos, que son los actos que el hablante pretende realizar mediante
Ahora bien, aunque el hablante puede intentar realizar esos actos perlocutivos,
Evidentemente, el acto perlocutivo que pretendo causar depende ante todo del
reconocimiento, por parte del interlocutor, del acto ilocutivo que estoy
que tal reconocimiento sea una razón suficiente para el acto perlocutivo. Pero
puede suceder o bien que mi acto ilocutivo no sea comprendido, o bien que,
para el interlocutor, no sea una razón suficiente para el acto perlocutivo. En ese
puede haber una relación de coincidencia entre los actos perlocutivos y los
perlocutivos y rara vez se les concede mucha atención102. Ahora bien, aunque el
hablante puede intentar realizar esos actos perlocutivos, puede que el resultado
consigo. Ciertamente, puede haber una relación de coincidencia entre los actos
102
Cfr. no obstante, S. Davis, 1979. Los actos perlocutivos, y su relación con los
han sido agudamente analizadas. Entre otros, por M. Dascal y A.G. Gross (1999), "The marriage
supra 4.1).
oraciones:
oración principal, a saber, con la fuerza de una promesa, una advertencia y una
información.
por una parte, y, por otra, todas las oraciones que, a pesar de ser indicativas,
utiliza pues los valores semánticos en sus explicaciones, sino que pretende
establecer las condiciones de descripción correcta y realización adecuada de
habla, es decir, conocen las condiciones a las que deben atenerse para
clase, conocen las restricciones a que se deben someter para que los actos
Definición de fuerza
ilocutiva
actos de habla con la teoría pragmática del significado, existen sin embargo
103
En estas definiciones los subíndices i representan en realidad tipos de fuerzas y
actos ilocutivos, como los que se han esforzado en clasificar numerosos autores, por ejemplo
J.Searle, 1969, 1975; A. Ross, 1968, S. Schiffer, 1972, E. Bach y R. Harnish, 1979.
proferencias o, más precisamente, para los correspondientes prolata; en
contenido, pero que "decir algo queriendo decir lo que significa consiste en
que Grice concibió los efectos de las proferencias sobre los hablantes como
que admitía un componente fijo, gramatical si se quiere, pero, por otro lado, no
hecho de que ésta sea un acto ilocutivo y, quizás, porque produzca un efecto
104
J. Searle, 1969, parágrafo 2.6.
105
J. Searle, op. cit. pág. 54.
106
J. Searle, op. cit., pág. 58.
representación de la fuerza ilocutiva a la descripción estructural de las
popular fue la segunda, que suponía una cierta indistinción entre semántica y
embargo, fue duramente criticada a finales de los años setenta108 con diversos
de actos de habla. Resulta por tanto confuso afirmar que esa fuerza ilocutiva ha
probable que las proferencias de esa oración tengan la fuerza ilocutiva que
107
Véase J. Ross, 1970, G. Lakoff, 1969 o J. Sadock, 1977.
108
Véase especialmente G. Gazdar, 1979.
ilocutiva no sólo es una función de factores gramaticales, sino también, por su
lingüísticas.
Los actos de habla indirectos son actos ilocutivos que se realizan mediante
entre lo que se denomina fuerza ilocutiva primaria, que está en relación con
109
J. Searle, 1975.
una oración cuyo verbo principal es `prometo' es razonable suponer que se
utilizará para efectuar una promesa, etc. Pero siempre habrá que tener en
una oración.
proferencia?. La respuesta a estas preguntas nos remite una vez más al marco
está utilizando ese acto de habla indirecto. Ahora bien, ¿qué principios permiten
al hablante expresar sus intenciones de tal modo que sean reconocibles por un
significan sus palabras? La respuesta de Grice es: los principios y las reglas que
se puede considerar como una teoría sobre el modo en que los hablantes de
transmisión de información del uno al otro. Esto no quiere decir que el hablante
110
Por ejemplo, A. Kasher (1977ª), "Foundations of Philosophical Pragmatics", en R.E.
Butts y J. Hintikka, eds., Basic Problems in Methodology and Linguistics, Dordrecht: Reidel,
tener la conducta lingüística de dos hablantes que se comunican entre sí. Si uno
de ellos viola este principio, el que ejerce de interlocutor puede extraer una de
siguiente manera111:
Máxima de modo
4) sea ordenado
111
Véanse R.Kempson, 1975, G. Gazdar, 1979, J.J. Acero, E. Bustos y D. Quesada,
lingüístico, lo cual quiere decir no sólo que utilicen la misma lengua, sino
su distribución.114
112
Para la noción de norma, véase E. Coseriu, 1962.
113
G. Gazdar, 1979, pág. 44.
114
Por ejemplo, un hablante de español no interpreta del mismo modo
ni (c) y (d)
Máxima de cualidad
condiciones de verdad de esas oraciones. Aunque tal tipo de enunciados se han analizado como
realidad parte del contenido del enunciado, una parte pragmáticamente determinada. Véase D.
Sperber y D. Wilson "Pragmatics and modularity", CLS, 22, parte 2, págs. 67-84.
1) no diga lo que cree que es falso
virtud de esta máxima, puede el auditorio inferir que el hablante manifiesta sus
aplicación a los actos de enunciación o aserción, puesto que son los únicos
buena voluntad, que asegure que los hablantes realizan actos de habla cuyas
condiciones creen que se dan. Esa sustitución incluiría por tanto el caso en que
propuesta decía:
115
D. Lewis, 1969.
116
G. Gazdar, 1979, pág. 48.
Máxima de cualidad
1) no trate de realizar un acto de habla del cual sabe que no se cumplen las
condiciones de realización
positivamente que falta una de las condiciones para la realización del acto de
o pretende realizarlos cree que se dan las condiciones necesarias para que se
lleven a efecto.
Máxima de cantidad
117
Véase R. Kempson, 1975 o G. Gazdar, 1979.
formulación ha de incluir una cuantificación sobre la información, para
118
A pesar de los valiosos intentos de F. Dretske, Knowledge and the flow of
119
R. Kempson, 1975, pág. 162.
un hablante dijera a un auditorio una información que aquél sabe que éste
3) no afirme ninguna oración que sea un miembro del universo pragmático del
discurso.
actos de habla y excluir, por ejemplo, que se formulen preguntas de las que el
conoce, etc.
suponer que las máximas son algo así como reglas normativas que definen lo
entender por qué y cómo los actos verbales pueden ser dotados de significado
pueden estar desatentos, pueden entender mal, etc. En todas esas ocasiones,
hacernos pensar que pretende insinuar o implicar algo más de lo que las
palabras dicen. Otra cosa diferente es que los hablantes dejen de observar una
Cuando el testigo de un juicio, sin mentir, hace una declaración que aporta
parte de lo que afirma, etc. Un caso similar a este tipo de violación es cuando el
hablante, por razones externas, a veces de fuerza mayor, opta por la
cooperativo, lo que dice, que incumple la máxima X, no puede ser lo que quiere
hablante pretende decir, el significado que adscribe a sus palabras que, ese sí,
lingüística.
cuando, ante el posible conflicto entre dos o más máximas el hablante otorga
primacía a una sobre otra. Por ejemplo, en muchas ocasiones los hablantes
ser objeto de variación transcultural. Esto quiere decir que es posible que exista
las máximas. Incluso en el caso de una misma cultura, son frecuentes los casos
primer lugar, porque existen factores sociales, como la cortesía, que modulan la
cree falso), sin que ello afecte al juicio social de la conducta comunicativa. Por
120
Cfr. E.O. Keenan (1976), "The Universality of Conversational Postulates", Linguistics, 5,
67-80 y E. Bustos (1996), "Las críticas antropológicas a la teoría intencional del significado",
Endoxa, 7.
producen dentro de un determinado contexto y dependen parcialmente de él.
que una proferencia de un enunciado implica tiene por tanto dos aspectos: 1) lo
para la pragmática.
de que p , incluso aunque la proposición p sea algo por encima o por debajo de
121
Véase Acero, Bustos y Quesada, 1982 , S. Levinson, 1986(1990). En inglés se suele
reflejar la distinción con el uso de entail para la implicación logico-semántica e imply para la
pragmática.
122
L. Karttunen y S. Peters, 1979, pág. 2.
tiene lugar en contextos concretos. Mientras que en el caso de las implicaciones
las proferencias efectuadas por un hablante las que son el sujeto de las
pragmáticamente p'.
condicional. Es decir, dadas dos oraciones que tienen las mismas condiciones
de verdad, han de tener las mismas implicaciones, aunque puede suceder que
que son desmontables (detachable), es decir, que, dada una oración portadora
123
Considérense las siguientes oraciones:
(a) Irak retiró los misiles y los EEUU no cumplieron las condiciones
(b) Irak retiró los misiles, pero los EEUU no cumplieron las condiciones
presencia de pero introduce una implicación convencional: la expresión, por parte de quien la
usa, de una cierta contraposición entre los hechos enunciados por las dos oraciones,
cierto tipo de inferencias, para recoger la parte de significado que deja fuera la
concretas de expresiones. Así, se puede afirmar que quien usa el enunciado (c)
124
Por ejemplo, considérese la oración (c), que es portadora de una implicación
pragmática convencional:
cancelar:
(e) También los americanos cometen errores, y nadie más comete errores
125
L. Karttunen y S. Peters, 1979.
de la nota anterior está implicando con toda probabilidad (d), sea cual sea el
semántico veritativo de (c), de tal modo que (c) puede ser verdadero sin que lo
sea (d). Para que (c) sea verdadero, de acuerdo con la general opinión, basta
entre lo que (c) implica convencionalmente, esto es, (d), y (g): ambas
de que un auditorio que oiga proferir (c) esté autorizado a inferir que quien lo
hace cree (d)? ¿Qué es lo que le permite atribuir esa creencia? El principio de
afirmación, que cree que se dan las condiciones para hacer esa afirmación,
asegura que (c) es tan informativa como quiere y cree necesario el hablante (y
no más), etc. Son estas máximas, estas reglas para el intercambio verbal
126
Véase E. Bustos, Pragmática del español, Madrid: UNED, 1986, para un análisis
desarrollo histórico de la lengua, esto es, han pasado a formar parte del
caracterizan por una conexión más estrecha con el contexto y una relación más
siguiente modo127 :
127
Véase Acero, Bustos y Quesada, 1982.
2) A no tiene razón alguna para suponer que H no está observando el
5) el hablante no hará nada para evitar que A piense que (o que A tiene
que B).
mencionadas por H.P. Grice128 para diferenciar entre una y otra clase de
implicaciones:
significado de (la proferencia de) la expresión que las produce. Esto significa
128
H.P. Grice, 1975, Logic and conversation; veáse también R. Kempson, 1975, G.
Gazdar, 1979.
2) las implicaciones conversatorias son sensibles al contexto y por esa
desaparezca.130
129
Por ejemplo, se suele considerar que
implica conversatoriamente
(c) mi mujer me criticó por haberme mostrado grosero con su amiga y, sin
130
Por ejemplo, si en (a) se sustituye el predicado `criticar' por `reprochar',
resulta ser falsa, (la proferencia de) la oración que la produce no tiene por qué
ser falsa o carente de valor de verdad. Este criterio no sólo tiene utilidad para
Esto es, dada una determinada proferencia que produzca una implicación
Gazdar131, el propio H.P. Grice no dio con una definición explícita de implicación
131
G. Gazdar, 1979.
Lo que se ha dicho hasta ahora es útil para distinguir la noción de
particulares. Esa distinción no puede trazarse con criterios muy rígidos, si nos
atenemos a lo que sobre ellas dijo Grice. Para él, las implicaciones
132
H. P. Grice, 1975, pág. 73.
133
Como ejemplo de este tipo de implicaciones, Karttunen y Peters (1979)
conversación:
correctamente la intención de H2, ha de concluir, entre otras cosas posiblemente, que H2 ensa
En contraste con las implicaciones conversatorias particulares, las
generalizadas se dan cuando "se puede decir que el uso de ciertas formas de
que no es aún el momento adecuado para realizar esa propuesta, y ello a través de la
expresión, esto es, como respuesta a una pregunta alternativa, y 3) la suposición de que se
está ateniendo al principio de cooperación. Una sugerencia inmediata es la de que todas las
conversatorias, en la medida que indican o sugieren más, o algo diferente de, lo que dicen,
pero esta consideración no es sino una corroboración del análisis de Grice. La expresión
ser considerada como una expresión metafórica o literal dependiendo del contexto. Por
ejemplo, en
Hay casos en los que determinadas expresiones tienen sólo un sentido figurado o
metafórico, por lo que se puede afirmar que se han de utilizar para introducir implicaciones
conversatorias. En esos casos, en la medida en que el contexto sea más o menos importante
134
H.P. Grice, op. cit. pág. 73.
generalizadas es que se pueden confundir fácilmente con las convencionales -
135
Por ejemplo, afirmaba que la expresión
"la esposa, madre o hermana de x, ni siquiera una amiga platónica". R. Kempson, en cambio,
disyuntivas :
en que, según ella, se implica de forma general que quien la profiere no sabe si la carta
llegará en una fecha o en otra, porque, si lo suera, en virtud de la observancia del principio de
(c) la carta de x llegará hoy o mañana, y no estoy dispuesto a decir nada más que
eso
La oración (c) deja abierta la posibilidad de que quien la profiere sepa o no cuándo
llega la carta. Así, en general, quien profiere (b) hace una implicatura conversatoria de tipo
típica relación de implicatura. Quien profiera (a) sugerirá generalmente (b), sea
consistencia de
evaluativos. Considérese
Ch. Fillmore137 pensaba que la relación entre (a) y (b) era de presuposición,
pero Karttunen y Peters indicaron que tal presuposición era cancelable, como
en
(c) el jurado condenó al acusado por homicidio y, sin embargo, éste no lo había
cometido
de tal modo que la relación entre las dos oraciones era más bien de implicación
136
G. Gazdar, 1979, pág. 41.
137
Ch. Fillmore, 1972.
y, como era relativamente independiente del contexto, se trataba de una
importantes.
que enmarcan ese uso del lenguaje. Además, la teoría de la relevancia pretende
engranar, por una parte, con la teoría chomskiana de la gramática y, por otra,
humano, que postula una tajante separación entre sistema central y módulos
mentales..
entorno que rodea al individuo está constituido por un conjunto de hechos que
inferencia...). Se trata por tanto de una noción aparentemente más débil que la
hecho del entorno cognitivo de un individuo puede serle manifiesto sin que sea
138
Con el debilitamiento de la noción de creencia, S & W pretenden obviar las críticas
captar una generalización de los análisis de H.P. Grice sobre los efectos de la
relación causal con la dinámica de los entornos cognitivos mutuos de los que en
ella participan. Cada una de las modificaciones que experimenta ese entorno
contraerlo, esto es, eliminar ciertos supuestos de ese entorno (v. infra V.2).
auditorio no sabe `a qué viene´ la acción comunicativa del hablante, esto es,
algo patente, ya sabido o que `se da por descontado´ por el auditorio. Esto es,
cuando lo que se comunica forma ya parte del contexto (de la base común de
enmarca la acción.
Por otro lado, puede ser que el esfuerzo requerido para la comprensión
de los efectos contextuales sea máximo, esto es, que los procesos inferenciales
hermética: que concluya que el trabajo necesario para llegar a una adecuada
relevancia.
actuación. Que ha sido entendida como una ley científica que había de
139
La noción de contexto puede ser entendida de una forma amplia como una noción
acontecimiento focal, esto es, a la acción, lingüística o no, que requiere del contexto para
ha de adoptar la forma de una teoría formal que diera cuenta de los aspectos
indéxicos de las expresiones lingüísticas, esto es, que había de ser una teoría
que ampliara la teoría de la verdad para una lengua permitiendo asignar valores
140
P.Kalish, 1967; D. Lewis, 1970; D. Cresswell, 1973; R. Montague, 1974.
adverbios de lugar y tiempo, el tiempo verbal, etc. Para dar adecuada cuenta
definitiva estos investigadores era rellenar el vacío que media entre lo que es
141
Como J. Katz: cfr. su Language and other abstract objects , Totowa: Rowman y
Litlefield, 1981.
de oraciones como `yo soy Porky' ; una coordenada de auditorio, en vista
`hoy', tendría que existir una función que le asignara a ese adverbio una fecha,
en la teoría lingüística. Por lo menos en el caso de D. Lewis, tal noción era muy
precisa, lo cual era un mérito, pero al mismo tiempo demasiado restringida, por
142
D. Lewis, "General semantics", Synthese, 22, 1-2, 1970. Hay traducción al español
expresiones lingüísticas como proferencias, como actos de una cierta clase que
143
T. Van Dijk, Text and Context, Londres: Longman, 1977. Hay traducción al español
144
T. Van Dijk, op. cit., pág. 273. Esta definición se puede considerar el núcleo
las nociones de marco (frame) o guión (scrip) no son sino descripciones estereotipadas o
situación comunicativa. Por otro lado, forman parte del contexto expresiones-
tipo, de las que, en ese contexto, puede haber muestras reales o ejemplares.
únicas, que pueden ser juzgadas como apropiadas a un contexto. Esta es una
corresponde con los procesos psicológicos o los juicios que los hablantes de una
lengua hacen con respecto a sus proferencias? ¿o es, por el contrario, una
145
Sobre la perspectiva pragmática, v. J. Verschueren y M. Bertucelli-Papi, eds., The
implica claramente que esa noción abstracta sólo pueda ser una generalización
contexto que, como la de Van Dijk, están concebidas desde una perspectiva
objetivista, esto es, que están constituidas por rasgos no cognitivos de los
intenciones, etc. Esto excluye aquellas nociones que tratan de aislar las
situaciones, etc.
146
Aunque la noción de entorno cognitivo, en la que se basa, no está exenta de
supuestos del hablante sobre el mundo. Por supuesto son estas creencias, antes que el estado
teóricamente parsimoniosa, esto es, progresivamente enriquecida por la
más amplio.
Cada uno de estos actos verbales pertenecerá a un tipo de actos de habla, que
español. Por supuesto, ese conjunto Ah constituye una partición de los actos de
ejemplos relevantes.
real del mundo, los que inciden en la interpretación de una proferencia" (op. cit., pág. 18). Es
147
No se usa la noción de creencia tanto en el sentido epistémico como en el
cognitivo. Esto es, en una acepción más débil en la cual se engloban tanto las creencias
sentido de hecho o supuesto manifiesto para un individuo, tal como lo han caracterizado D.
Sperber y D. Wilson, esto es, como hecho o supuesto cuya representación es posible
es que, como se ha mantenido, las creencias y las intenciones de los hablantes
de una lengua son las que conforman el auténtico contexto de los actos de
general que pueda definir una teoría semántica basada en las nociones de
148
Esta caracterización es coherente pues con la proporcionada por D. Sperber y D.
149
Con un ejemplo sencillo resultará más claro este importante punto metodológico:
supóngase que un hablante pretende impartir una orden a un oyente. Uno de los requisitos
indispensables (condición preparatoria) para impartir una orden es que aquél que la imparte
esté en una relación de autoridad sobre aquél a quien la imparte. Pero la cuestión importante
es que no es necesario que tal relación se dé objetivamente entre los participantes, sino
simplemente que éstos crean que se da. ¿deja de producirse una orden cuando, desde un
punto de vista externo, no existe relación de autoridad entre quien la imparte y la recibe? No, lo
fundamental para que el acto de habla tenga una fuerza ilocutiva y, por tanto, un efecto
perlocutivo, es que los agentes se crean en tal relación. Lo importante es que el oyente crea
que se ha producido una orden y que quien la ha producido está habilitado para ello; sólo si
150
Por insistir con otro ejemplo similar: imagínese una situación en que un
individuo ha ordenado a otro que, en cuanto diga `me duele la cabeza', esto significa que éste
expresión, aunque no sea un procedimiento convencional para ello? Poco importa lo que piense
el resto de los participantes, o un observador tan ignorante como imparcial. Para ellos, la
proferencia tendrá un significado más o menos convencional, pero para los pertinentes desde
el punto de vista de la situación comunicativa, esa proferencia constituirá una orden y no otro
acto de habla.
El ejemplo de la nota anterior pone igualmente de relieve que el juicio
contexto epistémico en que se produce el acto de habla, esto es, sólo ellos
saben o creen saber cuáles son las creencias pertinentes para la realización de
ese juicio, creencias que constituyen el núcleo del contexto. Ahora bien, una
epistémica subjetiva para efectuar tales juicios. Como más adelante se verá, la
contexto en que se desenvuelve ese acto, por lo que sus elementos han de
delimitan el contexto de las interacciones verbales. Hay que precisar cuáles son
lengua española.
por la teoría intencional del significado, integrada con la teoría de los actos de
su expresión lingüística151.
151
En este sentido, existe una diferencia de énfasis en la concepción que se expone y
la Sperber y Wilson, puesto que, para estos autores, el contexto no es algo de lo que se parte,
Entre esas creencias desempeñan un papel importante las creencias
esta base común se puede distinguir - por razones que más adelante se verán -
problema central de la teoría pragmática es decubrir cómo, para cualquier proferencia concreta,
auditorio: lo que el hablante sabe acerca de las creencias del auditorio puede
no ser lo mismo que lo que éste cree acerca de las de aquél. Pero, con respecto
del hablante y le hace saber que tal creencia era compartida. Entonces, el
son, por ejemplo, las creencias que justifican su primera manifestación: estos
las conversaciones y resulta difícil dar cuenta de ese carácter dinámico sin
la comunicación lingüística. Todo ello es, por supuesto, una idealización de las
comunicación lingüística.
contexto.
Otras creencias compartidas por hablante y auditorio son menos
referentes.
hablante al auditorio, esto es, el conjunto de las creencias que el hablante cree
que el auditorio mantiene. Ese conjunto engloba, claro está, el conjunto Bhc, el
del auditorio, por muy anónimo o desconocido que éste pueda ser, consistente
auditorio:
interpretar la conducta lingüística del hablante del modo que esa conducta o
Wilson) y se puede expresar de una forma general del modo siguiente: una
152
Esa tendencia a la coherencia es la misma, en definitiva, que la que sustenta la
cuanto proceso, hayan de satisfacer exigencias bien diferentes. Véase M.A.K. Halliday y R.
Hasan, Cohesion in English, Londres: Longman, 1976 y G. Brown y G. Yule, Discourse analysis,
para que un acto ilocutivo cuente como un acto de tal o cual clase ante el
hablante y el auditorio, es preciso que tanto uno como otro mantengan ciertas
punto, una vez más, es preciso insistir en la separación entre el punto de vista
neutral, por decirlo así, pero producir no obstante una expresión con la
habla, que tienen una misma o parecida estructura, pero que es preciso
153
Véase O. Ducrot, "Esquisse d´une théorie polyphonique de l´énonciation", en O.
lo mismo con (b). Con una pproferencia de (b) lo normal es que se haga una
hablante. Esa aserción, para ser un acto de habla correcto, esta sujeta a
condiciones que no son las de la censura que se describe, sino las propias de
actos de habla, esto es, como operadores que toman como argumentos actos
acto de habla y la descripción del acto de habla por parte de quien lo realiza.
sucede desde el punto de vista del hablante. Esta variación en el tipo de fuerzas
ilocutivas expresadas por las diferentes personas es una de las razones que
actos de habla que forman parte de su intención comunicativa. Unas veces esa
creencia formará parte del contexto, tal como ha sido definido, cuando el
dan las condiciones para la realización de actos de habla por parte del hablante.
En ese caso, la creencia puede formar parte de las creencias atribuidas por el
154
Para la distinción entre creer y saber, v. J. Hintikka, 1962 y J. Mosterín, 1978. No
habilidades cognitivas.
afirmaba155 que un hablante se compromete, mediante la afirmación de p, con
H.P. Grice, sin duda se refería al compromiso con la creencia de que p, puesto
que sólo ésta es una condición necesaria para la realización de una aserción.
habla: tal creencia forma parte del contexto y en ese sentido se puede
impartir una orden mediante una proferencia, éste puede hacer la inferencia
forman parte entonces del contexto del auditorio, puesto que son creencias que
éste atribuye al hablante, y como tal contexto es inconsistente con las propias
155
En G. Gazdar, 1979, pág. 131.
creencias del oyente, éste querrá eliminar esa inconsistencia, cuestionando la
condición para un acto de habla no forme parte del contexto, sino sólo del
156
Piénsese la situación en que un nuevo profesor se presenta ante una clase de
alumnos. Sin conocerle éstos, puede proferir la expresión "Siéntense, por favor. La clase va a
comporta del mismo modo que la negación lógica, como una pura inversión del
artificios para explicar las patentes disparidades entre una y otra. Una de las
Ante tal presunta ambigüedad, la actitud de los lógicos fue la de considerar que
se trataba de un problema insoluble, debidos a la `imperfección' del lenguaje
natural157.
157
Una de las muchas formas que ha adoptado este escepticismo es la renuncia a
utilizar el lenguaje formal de la lógica para la representación semántica. Por ejemplo, J.D. Atlas
(1975, 1977, 1979) arguyó contra una teoría veritativo condicional del significado basándose
justamente en la incapacidad de los análisis formales para dar cuenta de nuestras intuiciones
acerca de la negación. De acuerdo con su tesis, las expresiones negativas no son ambiguas,
se apoyaba en ideas de W.O. Quine (1960) y J. D. Atlas la utilizó para sostener la tesis de que
158
Por ejemplo, T. Givon (1978, ampliado en 1989). Para una revisión exhaustiva de
los problemas del análisis de la negación, tanto lógicos coo psicolingüísticos y pragmáticos,
p, el hablante debe creer que el auditorio no cree que p160. Esta condición
esto es, cuando piensa que el auditorio cree que él no cree que x. En ese caso,
159
T. Givon, 1978, pág. 70.
160
Por supuesto, se trata de una idealización de la conducta verbal que excluye, nada
161
Para aclarar la situación, considérese el siguiente ejemplo: un hablante dice a un
oyente
(a) los socialistas han ganado las elecciones
sabiendo que el auditorio conoce la verdad de lo que enuncia (a), pero que tal auditorio
atribuye al hablante el desconocimiento de (a). Su proferencia de (a) puede estar dirigida a
eliminar esta creencia en el auditorio: resulta una forma abreviada de transmitir una
información como la que transmite (b)
(b) Sé que piensa que yo no creo que los socialistas hayan ganado las elecciones, pero
estás equivocado, porque así lo creo
Se trata por tanto de un caso especial de aserción en que el hablante pretende lograr
un efecto perlocutivo que no es el de la aserción directa, puesto que la que se pretende es
negar que no tenga una determinada creencia.
como elemento del conocimiento atribuido. El auditorio se comportará en la
sea relevante. Esto es, mientras que la aserción de x da por sentado que x no
lo que forma parte del contexto para que las proferencias de H constituyan
oyenta no ha hecho lo que se le pide, mientras que (c.2) tiene sentido cuando
evitar.
solo tipo, sino que parece que atraviesa longitudinalmente todos los tipos de
162
Como I. Bosque (1980) para el español.
actos de habla positivos y negativos no son sino el reflejo de las diferencias
eliminar las que son inconsistentes con las propias. Esta posibilidad es la que
explotan en parte los actos de habla afirmativos. Por otro lado, podrá utilizar los
los medios por los que se eliminan inconsistencias, bien en el propio contexto,
ejemplos esclarecedores:
otros más matizados y complejos de los que citaremos, por la apelación que
auditorio, no con sus propias creencias. Esto es, lo que sucede en este caso es
contracción
5) como parte del contexto, existe una creencia x, atribuida por el hablante al
y
explicitando la conexión argumentativa entre una y otra. Este es también un
negando que x sea verdadera. Pero, por otro lado, puede que y no sea una
funciones que cumplen en las interacciones verbales. Mientras que los actos de
del contexto, los actos de habla negativos desempeñan más bien la función de
de realización.
compartidas por hablante y auditorio y por las atribuidas por aquél a éste.
referente en el discurso, sin que antes se haya hecho mención expresa de él:
acuerdo con la cual sólo puede haber un objeto al cual se aplique la proferencia
auditorio puede captar tal intención y, por tanto, identificar con éxito al
referente164
163
J. Searle, 1969, pág. 82.
164
En filosofía del lenguaje se solía distinguir entre referencia correcta y
referencia con éxito, para diferenciar entre la corrección de la expresión y el éxito de su uso
principio de relevancia, también es necesario que forme parte del contexto que
modo
165
Para la distinción entre denotación y referencia, v. J. Lyons, 1977. Una vez más,
la primera.
utilizada por el hablante y el auditorio para identificar el referente denotado por
a.
identificar el referente, puede no obstante hacer una referencia con exito, una
formal postula para ellas, lo cual no es un "defecto" del lenguaje natural, sino en
166
Esta situación es básicamente la misma a la que se refirió R. Kempson (1975, 5.4)
es una unicidad absoluta, con respecto a cualquier modelo, sino una unicidad
las diferencias en el uso comunicativo de uno y otro tipo de expresiones, esto es,
167
J. McCawley, 1979, págs. 377 passim.
168
Como ya hizo R. Kempson, 1975 y viene siendo habitual desde entonces, véase P.
nominal definido está en una función anafórica cuando aquello a lo que refiere ha
exigir más bien su ausencia. En efecto, constituiría una violación de las máximas
perteneciente ya al contexto169.
169
Por supuesto, la violación de la máxima de relevancia es explotada por los hablantes
para lograr efectos estilísticos. Cfr. "me lo dijo un pajarito" en que no sólo la cuantificación, sino la
la lógica y el uso real que hacen los hablantes atañe una vez más al dominio de
referir a todos los miembros de una colectividad o dominio, puesto que existen
(a) Según el resto de los europeos, los españoles son poco trabajadores
Del mismo modo que en el caso de las descripciones definidas, el uso del
multiplicidades dentro del discurso -pero hay que tener en cuenta que ésa no es
Del mismo modo que en el caso del artículo definido, el pronombre puede tener
una doble función anafórica: 1) discursiva, cuando el elemento pronominalizado
del compromiso por parte del hablante con respecto a la correferencialidad del
Sin embargo, las condiciones de uso de los pronombres son los mismos en
tiempo, con la categoría lógica de las variables. De acuerdo con esta tesis, como
170
Respetando las mínimas condiciones cognitivas referentes a la recuperación de
como las formulas abiertas de la lógica de primer orden. Sin embargo, nada
estructurales172
171
En una extendida confusión de la noción de ambigüedad con la de indeterminación. V.
172
Por ejemplo, D' Introno (1979, pág. 67) afirmaba: "La oración siguiente
lingüísticas de análisis, por muchas ventajas que pueda suponer, tampoco nos da
anáfora en general. Tal concepción global no puede ser sino la que proporciona la
pragmática, pues sólo ella permite formular los principios que se encuentran en su
como Strawson discutieron sólo sobre este tipo de expresiones y además sobre
en cuestión. Ahora bien, no todos los sintagmas nominales que empiezan por el
error afirmar que esa es su forma lógica. Son expresiones que no denotan a un
Se puede afirmar que todas las expresiones que tienen una forma lógica
(7) Me tropecé con un chico y una chica en la calle, y el chico cayó al suelo
(8) Si un perro y un gato están juntos, seguro que el perro busca pelea
(9) Un coche slempre será más seguro que una moto, aunque el coche sea
malo
en los casos más paradigmáticos, de tal modo que el uso de estas expresiones
Del mismo modo que en el caso de los definidos los sintagmas nominales
menos parcialmente, por quien los usa. ¿Qué relación semántica da cuenta de
en que sería absurdo darle la representación lógica habitual. Por lo tanto, una
dos clases de sintagmas nominales indefinidos, los que tienen una referencia
genérica y los que la tienen específica (Lyons, 1977; Acero, Bustos y Quesada,
particularmente.
referido por ella no puede ser concebida como una mera implicación.
como
lo cual, prejuicios filosóficos aparte, resulta anti-intuitivo, sino que quiere decir
algo más neutro, algo así como ‘carecer de interpretación en el universo del
discurso’, noción que, desde luego, es necesario precisar. Desde este punto de
vista, sólo los nombres que no refieren a nada dentro del universo del discurso
en una oración. Para alguien que mantiene que los nombres son puramente
significado y que, por lo tanto, las oraciones en que entran a formar parte son
Hemos señalado un cierto uso anafórico del artículo definido. En este uso, el
uso del artículo definido y, para el caso, de los pronombres, remite a un objeto
hecho, para R. Kempson l1975, 5.4), el uso del artículo definido siempre tiene
uno de los dos aspectos anafóricos: o bien remite a un elemento previo del
(8) Si un perro y un gato están juntos, seguro que el perro busca pelea
mismo individuo. Tanto unas como otras han de tener una misma
que los individuos designados por estas expresiones existen (en el sentido
mencionado anteriormente).
(32) Los libros que tenían tapas azules estaban sobre la mesa
(33) Hacía tiempo que no veía a la chica que tiene los zapatos morados
oraciones son de tipo referencial. La verdad de (34), (35) y (36) constituye una
(37) Los libros, que tenían tapas azules, estaban sobre la mesa
parece existir la presuposición expresada por (35). Las diferencias entre (32 y
reside en el hecho de que ‘los libros que tenían tapas azules’ refiere
posiblemente a un conjunto diferente del designado por ‘los libros, que tienen
tapas azules’. Y esto por lo que respecta a las diferencias semánticas, pues es
claro que, desde un punto de vista sintáctico, (32) y (37) son productos de
REFERENCIALES
esta tesis viene a decir que quien utiliza SSNN referenciales en sus proferencias
particular tipo de SSNN definidos hay que decir que la utilización en ellos del
recoger lo que cree que es el caso común de las expresiones lingüísticas, pero
expresiones en todos los contextos sería ingenuo incluso para el más radical de
casos: 1) porque, dentro del contexto oracional, la utilización del artículo tenga
sobre éste (v. infra los comentarios sobre las presuposiciones de la utilización
función reside justamente en que impide generalizar sobre la forma lógica que
ejemplos:
En estos tres casos, sería desproporcionado mantener que quien profiere estas
Más bien, con lo que se comprometería quien profiriera estas oraciones es con
que sería capaz de identificar para el oyente lo referido por la descripción. Pero
esa unicidad. No obstante, ei uso del artículo definido por parte de un hablante
a un oyente y que forma parte del conocimiento que comparten las siguientes
oraciones:
(52) Los dos hijos han suspendido algunas asignaturas, de cursos diferentes
permita al oyente identificar al referente de ‘el hijo de Juan’ (es la primera vez
(53) O.- ¿Cuál de los dos hijos de Juan? Juan tiene dos hijos y ambos han
suspendido asignaturas
El hablante por su parte puede responder, o bien reconociendo que ha
base común que el oyente puede haber pasado por alto. Por ejemplo
(54) Creí que sabías que sólo el hermano mayor cursaba matemáticas
formaba parte de él, la expresión ‘el hijo de Juan’, identifica tanto para el
expresión encabezada por el artículo definido puede concebirse bien como una
condición del acto de habla en que consiste el referirse a algo mediante tal
expresión (Searle, 1968), o bien como una implicatura conversatoria, algo que
de los SSNN definidos, estos resultan tener la misma que los SSNN indefinidos,
la que casi todos los autores que han tratado de presuposiciones referenciales
Si (57) y (58) son falsas, también lo han de ser (55) y (56). Pero en este
margen hay que hacer notar que quien mantiene que la relación entre (55) y
subrayar es que quien afirma (55) o (56), pero niega (57) o (58), está
(57) como (58) son condiciones necesarias para la verdad de (55) y (56), por lo
propósito) a
hablante cree que el oyente tiene motivos para creer lo contrario, es natural
y R. Kempson (1975).
determinados contextos
ningún satélite
satélites
sostener que hay algo referido por ese SN, a saber, en los casos en que
sabe, y sabe que su oyente sabe, que existe un campeón del mundo de
(68) se interprete, tanto por el hablante como por el oyente, como implicando
presuposición es, en esos casos en que no forma parte del contexto, una
que el oyente puede inferir la mayor parte de las veces (por lo que es
hablante proferir
del término o bien constituye una implicatura conversatoria; para decidir entre
uno y otro caso hay que acudir a la noción de contexto o base común
concretas.
haya dos SSNN que sean equivalentes desde un punto de vista referencial, esto
contexto discursivo, esto es, que haya que acudir a una unidad más amplia de
pragmático, como la identificación por parte del hablante, y del oyente, de ese
explícitamente, etc. Por todo ello, tal suposición se podría explicar quizá como
ha de suponer que ese referente es un elemento que, o bien forma parte del
con el hablante.
una cierta analogía con el de la anáfora, que acabamos de comentar, y por eso
las hemos agrupado en una sola sección. Como en el caso de la anáfora, las
restrictivas y no restrictivas. Con respecto a las primeras hay que decir que,
(70)
en que SN2 y SN son correferenciales, de tal modo que SN puede ser sustituido
Hay que complicar un poco más la estructura si se quiere que abarque a las
como
corresponde a SN2 sino también la que está formulada por O2 . Por decirlo de
otro modo, la O2 introduce una condición adicional que restringe la clase de los
adicional de que Vx (AxAPx), esto es, de que hay alumnos que han aprobado.
Es decir, el hablante, al proferir (74), implica de un modo u otro que, por una
parte, hay alumnos, por otra, que algunos de esas alumnos han aprobado y
tratada de otro modo que como una consecuencia lógica de la estructura formal
diferentes, una representada por SN2 y otra por 02. Por su parte, las oraciones
1971; D’lntrono, 1979) de una estructura sintática en que hay dos oraciones
sería Ax (Ax@ Fx) A Ax (Ax @ Px), con el mismo supuesto existencial de Vx Ax,
La tesis presuposicionalista ortodoxa sobre los verbos factivos era que dichos
positivas como negativas. Sin embargo, como los críticos de las presuposiciones
difícil imaginar contextos en los que oraciones negativas, con verbos factivos,
(76) Mi amigo no lamenta que Carter haya perdido las elecciones, porque de
(77) El hecho de que los alumnos lleguen tarde a clase no es raro; en realidad
es infiel.
Todas estas oraciones tienen cláusulas cancelatorias, que niegan la
pasar por alto: para que una presunta presuposición sea cancelable por (tenga
derivan de él. Este era el núcleo de la crítica de Gazdar (1979, pág. 106) a las
enunciados implicados por esa base común) y,por lo tanto, no consiguen dar
cuenta del hecho, muy común, de que las presuposiciones pragmáticas
que las presuntas presuposiciones que introducen éstas son paralelas a las
oraciones afirmativas
siempre es realizable.
hablante y el oyente.
admitida, que abarca no sólo a las oraciones factivas sino a cualquier otro tipo
siempre que un hablante utiliza una oración negativa es porque supone que su
interlocutor tiene motivos para creer lo contrario, bien porque lo haya afirmado
explícitamente con anterioridad, lo haya implicado de algún modo o pertenezca
pero, según Givon, quien profiere las negaciones más bien está presuponiendo
sabe que lo hace, que éste cree en la falsedad del complemento. Dicho más
El hablante profiere una oración negativa justamente para suprimir esa falsedad
«No tendrá lugar una oración negativa a menos que se piense que hay una
1974).
oraciones como
presuposiciones que lleva la elección de (89). Para que un hablante elija (89),
camino más corto y directo para hacerle saber que (el hablante cree) es
que, por una parte, le obligan a ser relevante y, por otra, a ser breve. En
relación con este análisis, también se podría decir, como afirma Givon [1978, en
Cole, ed. (1978), pág. 70], que las condiciones que regulan la efectuación de
actos de habla negativos son diferentes de las de los actos de habla positivos.
Considérense por ejemplo dos actos de habla, uno positivo y otro negativo,
Reagan, en cambio parece necesario que quien profiere (91) crea: 1) o bien
que su auditorio cree que el hablante tenía motivos para lamentarlo; 2) o bien
desviaría. Basta recordar que, en todo caso y sean cuales fueren esas
particulares. Esta conclusión contrasta hasta cierto punto con las de las dos
primero prefiere tratar los predicados factivos en oraciones negativas como una
cuenta, advertir, caen en, etc. (1979, pág. 11). Ya que, por lo que se refiere al
negativas:
(92) El guardabarrera no olvidó que el tren pasara a las ocho porque, de hecho,
10 minutos.
(94) No me di cuenta de que tu amigo había dejado la fiesta a las 10, de hecho
En todas estas oraciones con predicados factivos de los que Karttunen y Peters
como un criterio decisorio a este respecto, las implicaturas producidas por los
complementación
por el hecho de que el valor de verdad cie la oración compuesta está en una
siguiente:
toro le embestía.
verdad de las oraciones de las que forman parte y, a éstas, como condición
estrictamente semántica.
en’, ‘acceder’, etc. (ver Demonte, 1977). Veamos algunos ejemplos que se
puntuación mínima
(98) Si el alumno no superó la puntuación mínima, el alumno no consiguió
departamento
su departamento.
temporal y modal, pero ello nos llevaría demasiado lejos de nuestro objetivo,
Para que, desde un punto de vista semántico, las oraciones con predicados
(102)
tratara de esa relación lógica, seria una condición indispensable que se diera la
que diferencia a los predicados implicativos de los factivos es que mientras que
éstos sólo tienen las caracteristicas 1) y 4), los implicativos también tienen 2) y
estos verbos hace que las oraciones en que intervienen sean sólo
aparentemente afirmativas o negativas, de tal modo que (107) fuera una frase
lógicamente negativa y (108) una frase con una doble negación y, por tanto,
afirmativa
de ‘triunfar en’, con todos los matices extra-lógicos que se quiera, pero con un
1971) que, como en el caso de los implicativos, tienen dos clases, la positiva o
ocasionales, que formulen una relación causal entre una acción realizada por el
‘causar’, etc. (Demonte, 1977). Desde el punto de vista formal que hemos
afirmativos se caracterizan por satisfacer 1), esto es, por acarrear la verdad del
complemento
(111)(112].
propuesta
sino también 4), como en el caso de los verbos factivos. Ahora bien, ¿en qué se
diferencian estos predicados de los factivos? Los criterios de distinción hay que
buscarlos en las oraciones negativas: mientras que, según nuestro análisis, las
ninguna implicatura:
en el asunto.
la verdad de
condiciones inversas a las que satisfacen los factivos, 1) y 4). Esta clase de
las condiciones 2) y 3), esto es, sólo mantienen una relación lógica con sus
de acuerdo con la condición formal 2). Del mismo modo, son verdaderos los
al comienzo de la representación
TABLAS
permitiendo diferenciar entre una clase y otra por el número y naturaleza de las
implicación.
que dan lugar en oraciones negativas. El resto de los predicados no parecen ser
contexto, las oraciones negativas que las originen recibirán una interpretación u
gramatical estricta, sino una competencia comunicativa más amplia, que incluye
contexto que suponen inconsistencias, internas o con las propias creencias del
relaciones que permiten a una auditorio inferir creencias del hablante a partir
conversatorias.
Un punto clave de las teorías clásicas sobre la presuposición era que tanto una
presuposición, esto viene a significar que tanto una oración como su negación
negativas son ambiguas desde el punto de vista semántico, puesto que pueden
la negación es interna a la oración, esto es, afectando sólo a una parte de ella,
interpretación externa o interna dependiendo del estado del contexto, esto es,
oyente.
ejemplo, en el caso clásico de las oraciones de la forma ‘el x no es @’, tal regla
determinaría lo siguiente:
RIN: Las oraciones del tipo ‘el x no es ’ tienen la forma lógica si
alternativas: que el enunciado existencial forme parte del contexto o que no. En
existencial. Esto quiere decir que el hablante cree que el enunciado existencial
forma parte de la base común, aunque en realidad no es así, y que atribuye por
de la negación.
¿Por qué no puede H1 dar una interpretación externa a su proferencia? Por dos
comparten que H1 profiera una oración con la forma lógica, puesto que esto es
Por otra parte, si Hl diera una interpretación externa a su oración negativa sin
cierto modo invitando al auditorio (a H2 en este caso) a que incluya dentro del
lingüística en consecuencia.
Como tal elemento contextual, de las creencias atribuidas al interlocutor, es
que en todo caso de las creencias que aquél atribuye a éste. El análisis
tiene existencia.
(131) Tu amigo y su novia son vecinos míos, pero no veo a ésta casi nunca
(132) Aunque tu primo llegue tarde, él no se disculpará
referido por los nombres propios. Como señalamos, el uso por parte de un
negativas complejas que tienen como uno de sus elementos una oración de
normal que la negación sólo afecte a una de ellas, la principal, dejando libre a
meta.
alcanzar la meta
recordar cuáles son las funciones pragmáticas respectivas de los dos tipos de
oraciones:
restrictivas. Es más fácil por lo tanto que una oración negativa, con una oración
porque no exista el referente por ejemplo, y entonces queda vía libre para la
interpretación externa.
en el apartado anterior. Así pues, como se desprende del análisis que allí
trata del mismo caso, aunque con características particulares, que las
SN, con referencia específica, se tratara. Tal fue la tesis de R. Kempson (1975)
oyente tiene que asignar una interpretación a tal negación, pues tal
subordinada.
desde un punto de vista semántico) la verdad de las oraciones que toman como
sea de carácter semántico. Así pues, tal relación sólo puede ser caracterizada
De modo estrictamente similar a lo que ocurre con las oraciones que dan lugar
conversatoria.
introducir dentro del contexto tanto esa propia oración como su implicatura
H2.-¿Pero ha dimitido?
(137) H1.-No lamento que el ministro haya dimitido porque, según creo,
no ha dimitido
hace H2 es negar que tal cancelación sea correcta, cosa que admite H1,
negativas tienen por qué desempeñan esa función. Del mismo modo que las
que quedan fuera de esa regla, que sólo especifica una condición suficiente
hablante a poner todos los medios necesarios para que sus proferencias sean
suya de una oración negativa sea interpretada incorrectamente, debe poner los
forman ya parte del contexto, pero lo es menos en caso contrario. Cuando las
esto es, el hecho de que el ministro haya dimitido, sólo tiene sentido si se
obrando en consecuencia.
CAPITULO VII : Análisis pragmático de la cuantificación
CONVENCIONAL
semántica de una lengua con su teoría de la verdad, como Levinson (1983). Sin
convencioneles del significado de una pieza léxica o una oración, porque parte
aspectos convencionales hay que distinguir entre dos clases, no porque haya
forma lógica representa un esquema formal de aquello que el hablante dice con
verdad o falsedad al proferir una oración. Ahora bien, lo que dicha forma lógica
empleado. Cuanto más expresivo sea el lenguaje en que se expresa una forma
Para decirlo con palabras de Moravcsik (19761:”La forma lógica de una oración
de los lenguajes de primer orden, en que las categorías que se manejan son
Por otro lado, aunque es cierto que el lenguaje lógico está diseñado pensando
Para incluirlas, hay que introducir los postulados de significado que expresan
léxicas, convenciones que han alcanzado tal grado de fijación sistémica que han
lógicos, las implicaciones léxicas de una oración o fórmula forman parte de las
sistema.
aspectualmente diferentes:
habitualmente por los lenguajes formales estándar puesto que esos lenguajes
han ideado medios para recoger las relaciones temporales sistemáticas entre
oraciones del lenguaje natural. Uno de estos medios es, por ejemplo, asociar a
temporales.
Es claro que cualquiera que profiera (3) está implicando la verdad de (4), esto
mismo tiempo la verdad de (41. Esto es lo que permite decir en definitiva que
la onción (3) implica la oración (4) o, lo que es lo mismo, que la forma lógica
(4). El problema aquí reside en que los lógicos y lingüistas no han encontrado la
forma de expresar la forma lógica de (3) de tal modo que implique la de (4).
significado, que no está aún recogido por la forma lógica estándar que se
atribuye a (3).
equivaler a las de
Otro caso claro en que existen componentes convencionales del significado que
también otras conectivas como aunque, porque, como, etcétera. Sin embargo,
porque dan lugar a inferencias diferentes. Por ejemplo, considérense las dos
condicional
mismo: (6) engloba toda la información que puede transmitir (5) o, si se quiere
oración (7) no da lugar, cuando se profiere, a las mismas inferencias que la (6):
contraposición, indicando que el primero suele estar en una relación causal con
la negación del segundo, mientras que en (7) no sucede esto último. Forma
contraposición entre oraciones, mientras que no sucede lo mismo con ‘y’. ¿Por
sea cual sea el que profiere ‘aunque’ para conectar dos oraciones, y sea cual
con la creencia en lo que expresa, esa contraposición, del mismo modo que la
proferencia de ‘a y b’ compromete al hablante en cualquier ocasión con la
Es posible que a través de los ejemplos haya quedado más claro lo que son los
aspectos convencionales del significado y las inferencias a que dan lugar. Pero
éstas por pura incapacidad del lenguaje formal en que se expresa su forma
lógica. Es decir, puede suceder que, una vez que se enriquezca de modo
adecuado el lenguaje formal, ese lenguaje sea capaz de captar más condiciones
veritativas de una oración de las que hasta entonces capta. Un lenguaje pobre,
también en el segundo.
2) Otro defecto del criterio negativo es que, para quien identifique la semántica
autores piensan que las implicaciones convencionales son un fenómeno del que
con la teoría de la verdad, sino con la teoría que proporciona los principios de
factores contextuales. Siendo esto así, no tenemos más remedio que reconocer
diferentes efectos. Si hubiera que utilizar algún criterio para clasificarlas sería
siguen.
En realidad, se puede afirmar que toda relación inferencial, toda relación que
permite a una audiencia inferir una oración (la creencia en la verdad de esa
una implicación conversacional particularizada, por citar los dos extremos del
en que se basan. En el caso de la implicación lógica, por ser una relación que
hablante y el auditorio.
comparten con las lógicas y las léxicas. Del mismo modo que un hablante no
puede desligarse de lo implicado léxica o lógicamente por sus proferencias, lo
puramente lógica, se acerca mucho a ella. Hay que advertir, además, que las
interpreta «Pedro no suspendió otra vez. como “No es cierto que Pedro
cierto que Pedro suspendiera otra vez, porque de hecho Pedro no había
negación puede afectar a las implicaciones lógicas o léxicas, con mayor razón
contexto.
por H. P. Grice (1975) son utilizados por los dos teóricos más sobresalientes de
vista, son meras implicaciones. Por ejemplo, Karttunen y Peters creen que
sostener, como su postura obliga a hacer, que las relaciones que se dan
entre
aquéllas.
menos controvertidas son las de la base común, que todos los participantes
cometió un asesinato, pero que el reo no admite haberlo cometido. Este fiscal
cierta.
notar que una de las diferencias fundamentales que separa nuestra concepción
común a ambos. Aunque la noción de base común es fructífera para explicar los
inconsistencias entre el contexto y (parte de) las creencias del hablante. Por
H2.!También ellos...!
implicación convencional hecha por H no tiene por qué formar parte del
comentario de la proferencia.
una lengua natural. Esa posibilidad ha ido ganando adeptos a lo largo de los
encuentra aún lejos de su efectiva realización. Los lenguajes lógicos se han ido
lógica tradicional se bastaba con una semántica extensional, pero tal enfoque
existente entre (11) y (12):(12) sería entonces juzgada como una implicación
de las oraciones factivas: para algunos verbos factivos como ‘saber’ hay
epistémica sabe que la forma lógica de (17) se puede reflejar en tal lenguaje, y
que igualmente tal forma lógica implica la de (18) en ese lenguaje. En este
conexión entre
El caso de los verbos factivos clama al cielo, porque es evidente que entre las
y Gazdar, 1979), pero existen otros casos que son casi igualmente claros. Por
existe una relación semántica veritativa tal que si (21) es verdadera también lo
embargo, a pesar de valiosos intentos por formular una teoría semántica formal
de los adverbios (Davidson, 1967; Montague, 1974, Creswell, 1976, 1979) tal
orden.
haber sido juzgadas veritativo condicionales, ello se debe al estado actual del
desarrollo del lenguaje teórico formal utilizado para explicarlas. En todo caso,
no hay que confundir las limitaciones de nuestra propia teoría, lo que se puede
semántico.
CUANTIFICACION
Ante todo, hay que advertir que, en el análisis de los aspectos convencionales y
español.
nueva planta una teoría lógica de la cuantificación con base en el análisis de las
para aquellos que deseen construir o utilizar un lenguaje formal más rico del
cuando se utiliza para los propósitos para los que fue originalmente concebida.
ellos se encuentran en esa zona de nadie que está ocupada por las
también que una teoría semántica formal del castellano debe reflejarlos.
semántica formal es incapaz de ello, el deber del lingüista, del lógico o del
español sí que tienen ese supuesto. En particular, ese supuesto constituye una
expresiones equivalentes .
Sobre esta conclusión hay que hacer varias matizaciones importantes
especificación del dominio suele ser mayor: se dice que está formado por
para sus objetivos comunicativos. Sería absurdo por lo tanto pensar que sus
universo pragmático del discurso si esta noción no hubiera sido introducida por
ligan fueran todos los elementos de la realidad. Por ejemplo, sería absurdo
(26)
refleja la forma lógica de (24), significando a lo referido por la expresión ‘tu
cuyos límites son conocidos por el hablante y el oyente. Todos, en todas estas
oraciones como
(27) Nos encontramos con las chicas y todos fuimos juntos al cine
hablante y el oyente.
En otras oraciones, en cambio, el aspecto anafórico del cuantificador se diluye
antemano a la proferencia.
carece de ella cuando es un adjetivo. Es trivial, sin embargo, suponer que con
primer caso que en el segundo. En las oraciones (27) y (28), al ser la expresión
observar la diferencia de trato que por la lógica y la gramática reciben tal tipo
parafrasear por lo tanto como ‘para cualquier individuo que sea elemento del
de ese SN. Como se recordará, las propiedades referenciales de los SSNN son
del mismo modo ‘los’, por ejemplo, que la expresión cuantificacional ‘todos’.
referenciales, entre «Los hijos de Juan” y «Todos los hijos de Juan”. Si las
sólo son un caso más de las propiedades referenciales de los SSNN, ¿por qué
afirmar que en general todos los SSNN que cumplen la condición de tener una
produce, como muy bien ha observado Rivero (1977). Pues bien, la lógica
nuestra hipótesis es que todos los SSNN con referencia específica, incluidos los
que están determinados por la expresión todos y expresiones afines, son el
natural.
En primer lugar, hay que anotar que la expresión cuantificacional tiene una
variante, todo, con valor neutro, que puede desempeñar una función
típico comentado. Lo que sucede es que lo aludido por todo en estos casos,
de (31). Seguramente ningún hablante que profiriera (31) querría decir que
cualquier acción cometida por x tiene la característica de salirle bien, sino que
más bien querría decir algo así como «toda acción que cuenta, que
sin que tal conjunto de acciones constituya un conjunto bien perfilado, sino un
hablante o el oyente.
y en plural.
Así, compárese
Entre las expresiones que sí se suelen reflejar mediante el uso del cuantificador
gramatical, la primera tiene una función adjetiva y las otras pronominal. Hay
que advertir que, aunque compuestos con el verbo querer, los relativos no
cuantificador universal.
Por ejemplo, son afirmaciones universalizadas
puesto que forman parte de SSNN, de oraciones con función sustantiva, que
referencia específica con los relativos compuestos con querer, aunque tampoco
Que en (38) cual quiera tenga o no referencia específica depende del contexto.
(40) Tus hermanos también han saltado y cualquiera lo ha hecho mejor que
tú
(42) Todos los miembros del pelotón nos desplegaremos y cada cual ha de
no a otros.
(43) equivale a la expresión ‘al menos un’, en (44) el empleo del plural lo hace
En tercer lugar, tanto las formas afirmativas como las negativas de oraciones
de tal modo que una proferencia de (45) introduce dicha relación pragmática
con (44).
Respecto a nuestra primera conclusión hay que decir que se encuentra sujeta a
verdad) adecuada para el español. Puesto que en teoría lógica estándar tal
teoría no puede ser aplicada tal cual al español, sino que ha de ser modificada y
enriquecida.
Hay que notar que la implicación a que hacemos referencia entre oraciones
cuantificadas.
justificar el empleo del plural en vez del singular, no es menos cierto que tal
se trata de una apelación de tipo general que también se podría invocar en los
como todas las máximas, subyace de una forma general a todo el proceso
es un caso especial del significado general que tiene el uso del plural en
del plural que éste sirva para la designación de un referente no individual. Por
Una vez más, en este caso se puede plantear la necesaria incorporación de las
semántica del español. Es muy razonable mantener que (44) implica (43), pero
que lo contrario no sucede, esto es, sostener que (44) y (43) no tienen las
menos un alumno suspendió” sino que requiere algo más, una condición
veritativa adicional que incluya la expresión ‘al menos más de un’. No creo que
Sin dicha máxima no se podría entender por qué el hablante profiere (44) en
vez de otra oración que carezca de tal implicatura o que constituya una
cabe clasificarla entre las generalizadas. Ello quiere decir que, dada una
siguiente:
afirmación. Esa asimetría consiste en este caso en que las oraciones negativas
eliminar del contexto oraciones que son inconsistentes con ellas. Así, la
del contexto una oración, introducida por H1, e inconsistente con las propias
C si y sólo si
, en particular
origen de inconsistencias.
Como se habrá observado, en las oraciones cuantificadas explícitamente, bien
puede interpretarse tanto con una negación externa como interna, no sucede lo
como ningún o nadie y de otras expresiones que han sido calificadas dentro de
Los obreros en paro que no perciben el subsidio podrían ser cien mil y, no
obstante, no hacer este hecho verdadero a (53), por ejemplo, porque tal
cantidad no supusiera más que el 1 por 100 de los obreros en paro, lo supieran
mayor parte, cuyo significado convencional está fijado en ‘la mitad más uno’, la
otro lado, de expresiones como muy, mucho, bastante, etc. Son los
que les permitirá asignar un valor veritativo a las oraciones con expresiones
de los contextos, más preciso que muchos o pocos, de tal modo que (53), por
pragmático. Desde este enfoque, hay que considerar dos aspectos: las
condicional. Por lo que respecta al primer punto, nuestra tesis es: las oraclones
‘algunos x, a’. Como hemos señalado, estas implicaciones son por su parte
a restricciones contextuales del mismo tipo que ‘algunos’ y ‘todos’. Puesto que
alternativas. De ahí que el auditorio pueda considerar que quien profiere (53),
Por lo que respecta al segundo punto los equivalencias pragmáticas, hay que
Esta diferencia consiste en que mientras poco tiene un aspecto gradual, según
Muchos Pocos
La mayoría
Bastantes
interpretarse como equivalente a otro término del otro extremo. Pero, según
Bosque, mientras algunos términos que no tienen una negación explícita tienen
un aspecto gradacional, no sucede lo mismo con los que lo poseen. Por nuestra
parte, sin rechazar la tesis de Bosque (1980), pensamos que es preciso hacer
tienden a interpretarse como afirmaciones, las que están acompañadas por una
negación explícita son empleadas para efectuar actos negativos. Así, se puede
que no tiene ese aspecto negativo explicito. Podríamos decir que (56) encarna
contexto.
(1970, 1972) para el francés y por Bosque (1980) para el español, no hay
cuantitativa, mientras que un poco tiene muchas veces una función moderadora
de poco(s):
Quizás esto último se deba al aspecto convencional del significado del plural,
la verdad de una oración, es decir, que el operador indica que ia verdad de una
oración, está a punto de no serlo, como en el ejemplo de Bosque (op. cit., pág.
105)
en que se implica
(61) con
(63) Fue (muy posible) probable que no tuviera tiempo, pero tuve tiempo
de casi ningún, casi nadie, etc. En el primer caso, suele equivaler a só1o,
como en
lenguaje natural.
que se formula una conexión causal entre sus elementos, y una interpretación
que forma parte más la implicación existencial de ‘todos’. 3) Lo que separa a los
presuposición:
conversatoria de (70).
con las expresiones ‘todos... excepto’, en las que se excluye del universo de
‘todos... excepto’
oración
expresa una valoración por parte de un hablante que es relativa a una escala,
En estos casos, sólo forma parte de una familia de expresiones como incluso,
nada menos que, como mucho, todo lo más, cuya interpretación es similar a la
ocasiones la presunción de que una oración inconsistente con lo que solo afirma
como según las tesis presuposicionalistas deberían hacer, del mismo modo que
Es decir, las condiciones de verdad de (80) y (81) están formadas por las
íntegra en los lenguajes formales. Desde nuestro punto de vista, (80) y (81)
Una vez dicho esto, ¿qué sucede con la presunta relación entre (76) y (77), y
aprobado
aprobado
(86) No es cierto que también Juan haya aprobado, porque sólo Juan ha
aprobado
(87) No es cierto que tampoco Juan haya aprobado, porque sólo Juan no
ha aprobado
Bien es cierto que las dos interpretaciones (84) y (85) son las más frecuentes
en español, pero esto no es porque constituyan las únicas posibles, sino por la
constituye un elemento de la base común, pero puede suceder que sea parte
hubiese hecho
de (78) y (82), sin que ninguna de las dos oraciones forme parte del contexto
que maneja.
también y tampoco son ambos posibles, esto es, oraciones en las que no se
b. No pienso ir yo tampoco
este hecho puede formar parte del contexto o no, aunque lo más probable es lo
aparte de él, no piensa ir, lo cual puede ser igualmente un elemento del
contexto o no.
(93) Aunque sólo existen éstos, éstos sí que son fenómenos presuposicionales
mismo con el adverbio sí. Como numerosos filósofos del lenguaje, entre ellos P.
similar a las locuciones ‘es verdad que’ o ‘de verdad que’, a las que puede
adjuntarse, como en ‘sí es verdad que’. Es decir, sí no tiene un componente
pragmáticas.
veritativo condicional, sino de índole pragmática. Del mismo modo que también,
más, tal componente convencional es idéntico en los dos casos, como sucede
puede ser compartida o no por el auditorio: en el primer caso formará parte del
profiere (95), por ejemplo, el auditorio, si no lo sabe ya, puede inferir que el
locuciones como
mantienen con otras expresiones como al menos, ya, todavía, etc. Lo que en
todo caso hay que retener es que en español tales expresiones requieren para
inferior de una escala (de cantidad, de probabilidad, etc.), escala relativa a las
comunicativo:
condicional.
En entornos negativos, las principales expresiones cuantificaciones clásicas
vista de la interacción comunicativa. Con este enfoque, lo primero que hay que
que las correspondientes negaciones internas. Las razones son simétricas a las
cuantificacionales clásicas, hay que volver, aunque sea brevemente, sobre las
Por otro lado, por lo que respecta a la negación externa, hay que recordar que,
dan lugar son los mismos tanto en lo que respecta a las relaciones de
Del mismo modo que la oración ‘no muchos x son ’ implica semánticamente
‘hay x que no son ’ y conversatoriamente ‘hay x que son ’, también tiene las
mismas relaciones con estas oraciones ‘muchos x no son ’. Algo similar sucede
con pocos y pocos... no: ambos tipos de negación, en oraciones como ‘no
uso de una u otra negación parecen ser más bien retóricas o estilísticas que de
negación interna de ‘muchos’ puede coincidir tanto con ‘casi ninguno’ como con
que inducen.
en principio la misma clara distinción entre una negación externa no sólo y una
negación interna sólo... no, pero sin la indefinición de muchos y pocos. Es decir,
desde el punto de vista semántico. Las oraciones del tipo ‘no sólo los que
son (x)’ se distinguen de las del tipo ‘sólo los que no son (x)’ en que las
Por otro lado, por lo que respecta al análisis de las implicaturas conversatorias
decir, que
(113) Sólo los mamíferos no son animales terrestres
o su equivalente:
implicarían conversatoriamente
pero esto no es así para la mayoría de los hablantes del español. Aunque (115)
la mayoría de los casos como de exclusión. Ello es así, en nuestra opinión, por
(115).
por las relaciones de implicatura conversatoria a que dan lugar. Mientras que la
con las expresiones también y tampoco es de esperar que estas últimas tengan
implica conversatoriamente
está en una relación mucho más estrecha con (117). La oración (117) forma
(118) implica semánticamente (117), por lo que su relación con ella no puede
anteriores (118) y (l19), las únicas posibles oraciones que podrían estar con
aunque hay que tener en cuenta que no siempre se da esta equivalencia, como
susceptibles del mismo análisis que también y tampoco por lo que respecta a la
que nos referimos en el capítulo anterior, hay que decir que la alternancia entre
incluso o ni siquiera. Sea uno u otro tipo de negación del que se trate, esta
ejemplo, Alcina y B!ecua (1975) afirman que «la forma del subjuntivo expone la
(pág. 68).
esperar, estar de acuerdo en, negar, etc. (M.L. Rivero, 1971, 1977). Lo
creer, contar, explicar, relatar, opinar, etc. (M. Rivero, 1971, 1977), siendo su
(1) Mi madre admite que Juan tiene menos años que mi padre
presuponen respectivamente
como parece probar el hecho de que la verdad de dichas oraciones siga siendo
(7) Mi madre no admite que Juan tiene menos años que mi padre
(13) Mi madre admite que Juan tenga menos años que mi padre
negaciones.
Estas serían las oraciones presupuestas por las oraciones (13)-(15). Nótese
en subjuntivo, sino que sólo los permite cuando se trata de una oración
supone la verdad de
mientras que
oraciones consistentes con (25) y (26) y cuya negación en conjunción con estas
del indicativo y el subjuntivo por parte del hablante supone una diferencia
(39) El profesor de lógica sólo aprobará a los alumnos que saben deducir
(40) De esos números hay que eliminar los que son impares
comprometen a quien las emite por una parte con la verdad de las
En los tres casos hay que contar con que el uso del artículo definido como
(45) El profesor de lógica sólo aprobará a los alumnos que sepan deducir
(46) De esos números hay que eliminar los que sean impares
tienen una referencia específica fijada por el contexto de las oraciones en que
ocurren.
en subjuntivo
(52) Nadie que suspenda dejará la carrera
Sin embargo, hay que matizar este punto puesto que, aparte de que puedan
o, especialmente,
Ahora bien, si esto fuera así, (55) y (57) serían inconsistentes en el sentido de
podemos advertir claramente que las presuposiciones (58) y (59) son una
conjunción por una parte de las presuposiciones de (60) y (61), que son:
y, por otra parte, de las presuposiciones aportadas por el uso del modo
hemos visto, pueden ser también portadoras de ellas: ni (60) ni (61) niegan la
presuposiciones.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que ningún sólo aparentemente es
difícil de determinar. Con todo, hay oraciones en que el uso de nadie admite
correspondientes.
actitud neutral del hablante sobre la verdad de la oración en dicho modo, hay
que tener muy en cuenta que, en español, esa presuposición sólo tiene
oraciones como
hacia ese valor veritativo del complemento. Por tanto, la diferencia entre las
oraciones
reside en que mientras quien profiere (69) supone la verdad del complemento,
quien profiere (70) no efectúa suposición alguna respecto a ese valor veritativo.
Desde el punto de vista pragmático lo que supone esta elección es que bajo el
conversatorias, el oyente puede inferir cuáles son las creencias del hablante (y
subjuntivo, que no tiene motivo para mantenerla. Desde este punto de vista,
un oyente, en el primer caso, que ese hablante cree (71), y en el segundo, que
no sabe (71) [o, lo que es lo mismo, que cree posible tanto (71) como su
negación] .
¿De qué tipo es la relación en que están (69) y (70) con (71)? Para responder
a la pregunta hay que advertir en primer lugar que la verdad de (69) y (70) es
independiente de la verdad de (71). Esta oración puede ser verdadera sin que
lo sean (69) y (70), o inversamente éstas puedan ser ciertas sin que lo sea
(71). Queda por lo tanto descartado que se trate de una relación semántica, en
su
semántica. Ello es así a pesar de que la relación parezca inalterable cuando (69)
inferencias, con base en sus proferencias por parte de un hablante, sobre las
creencias de éste.
En segundo lugar, hay que observar que la relación entre (69), (70) y (71)
tiene otro polo, el hablante. Lo que permite inferir (69) y (70) no es (71), sino
ésta
¿Es esta peculiar relación cancelable? Creo que, en este caso, se dan grados
desde este punto de vista. Mientras que la relación (74) con la creencia en la
inconsistencia de
suficiente comida
no sea tan evidente o patente a los hablantes de español. Desde luego, con
(78) Mi mujer se teme que la comida sea insuficiente, aunque de hecho hay
suficiente comida
inadmisible.
indicativo y subjuntivo
temo)
Ello es así porque, en el caso de una proferencia de (74), el compromiso de
Nuestra conclusión es que la relación entre (74) y la creencia por parte del
esto es, una relación que se basa en el significado convencional de los modos
Por lo que respecta al uso del subjuntivo, nuestra tesis es que su elección
conversatoria
insuficiente
cuyo origen es el uso por parte del hablante de los modos indicativo o
(85) * Los que alcanzan una puntuación superior a cinco pueden pasar al
siguiente ejercicio, aunque yo, por mi parte, no creo que haya nadie que
siguiente ejercicio, aunque yo, por mi parte, no creo que haya nadie que
diferentes modos hay que sumar las que tienen su origen en las propiedades
pragmático.
Otros casos en los que se admite la alternancia entre los modos indicativo y
podemos afirmar, aunque sólo sea a título de hipótesis, que también en estos
consecuencias desde
que haya casos claros que se ajustan a ella, como por ejemplo
con sintácticos, sino distinguir entre aquéllos y los pragmáticos, y dar cuenta
del doble
contexto, que la auditorio debe tener en cuenta para orientar de acuerdo con
ello su propia conducta, mientras que la elección del subjuntivo deja el contexto
contexto (del hablante), pues introduce en éste una nueva oración que es
consistente con las demás, mientras que el uso del subjuntivo no supone un
ahora cómo se aplica tal explicación a los diferentes aspectos que tal
sintáctico.
clase porque
cuales expresa la actitud del hablante hacia el valor veritativo del complemento:
perfectamente compatibles, como lo son por otro lado las expresadas por
(96) Creo que los alumnos admiten a y no sé si a
creo que no a
que son las que pueden corresponder al uso del subjuntivo en la oración
parecer, etc., operan como agujeros (en el sentido de L.Karttunen), puesto que
negativas (1977, pág. 41), de tal modo que ella encontraba irregular la
alternancia
entre
persona, esto es, cuando describe su propla actitud ante determinados hechos,
puede dar una incompatibilidad entre la creencia introducida por el uso del
del predicado principal por parte del hablante. De ahí la inconsistencia que se
Rivero (1971, 1977) hace referencia en una nota a pie de página (1977, pág.
que nos hemos referido hace un momento, hay que estar de acuerdo con
hecho que el hablante no cree que se haya producido. En este caso, el empleo
negativas, como creer, contar, explicar, opinar, etc. Compárense, si no, los
principal
predicados que solo permiten tal dualidad en oraciones negativas, parece que
el factor decisivo, que limita la elección por parte del hablante de uno de los
inconsistencias en el contexto.
hablante del modo indicativo o subjuntivo. Ello es así porque, en el resto de los
otros tipos de subordinación. En estos casos, de los cuales son ejemplos las
oraciones
suficiente
razones que tiene el hablante para dudar de su verdad. Tal ambigüedad queda
relieve por qué en español la utilización del subjuntivo en una oración a, cuya
hecho futuro, de tal manera que el empleo de tal modo se opone en (119) no
mantiene una cierta actitud epistémica hacia la oración en modo indicativo. Hay
propias, que pueden entrar en conflicto con las expresadas por el uso del
Esto es lo que sucede en el tipo de predicados que sólo admiten como modo de
empleo del indicativo por parte del hablante en las oraciones de relativo o
tanto con creo que a (pero no estoy seguro de ello) como con no creo que a.
partir de la elección del modo subjuntivo por parte del hablante, ni que
mantiene una creencia ni su contraria, a pesar de que en realidad suceda una
obligatorio que en ocasiones tiene la opción entre uno de los dos modos se
la apódosis.
una relación unívoca - una función - que tiene como argumentos dos oraciones,
Sin embargo, más que decantarnos por una u otra teoría sobre la estructura
Lo primero, y más evidente, que hay que advertir es que las oraciones
que los diferencia. Mientras que los verbos creadores de mundo parecen con
presuponen las oraciones con operadores epistémicos que expresan esa actitud
subjuntivo. Esto produce una oposición con las formas de indicativo en que el si
es compatible con todas, excepto con las del potencial que son sustituibles por
del uso de la partícula si con algunas formas del indicativo y del subjuntivo. Hay
que tener en cuenta que el uso de las formas del potencial y del subjuntivo
oraciones en que ocurren, por lo que el uso del si condicional con estas formas
produciría una redundancia innecesaria en la lengua. Sea como sea, hay que
creencia en un hecho futuro y, por otra parte, la neutralidad sobre esa creencia
introducida por el condicional. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la
son gramaticales.
de (140) y (141). La causa de esta incompatibilidad hay que buscarla una vez
Porque, como hemos visto, la alternancia de estos modos está regida en parte
por la actitud del hablante hacia la verdad de lo que enuncia: en el caso del
indicativo una actitud positiva y en el caso del subjuntivo una actitud neutral.
mientras que con el presente de subjuntivo esa función está de más, puesto
oraciones como
(130) y (131) y
las cuales, aspectos connotativos aparte, parecen tener las mismas condiciones
de verdad.
por parte del hablante indican que éste concibe la (posible) acción como
acabada. En la mayoría de los casos no cabría, por tanto, una actitud neutral
Sin embargo, una vez más, hay que tener en cuenta la dimensión temporal que
penetra todo el sistema verbal: hay que distinguir el caso en que el hablante
Tanto (152) como (153) tienen una interpretación en que quien las utiliza ha
terminado
ejemplo, la oración
o implica que Juan Pedro no ha aprobado y que por tanto tiene que volver a
como
(157) Juan Pedro no ha aprobado y por tanto tiene que volver a examinarse
o como
(158) Yo no sé si Juan Pedro ha aprobado, pero si en realidad no lo ha hecho,
Las dos interpretaciones son claramente incompatibles entre sí, así que ¿cuál
Teniendo en cuenta todas estas matizaciones sobre los usos del pretérito
más débil que afirma (Karttunen, 1971 a) que sólo presuponen la falsedad del
mientras que (160) no tiene que ver con ninguna ley. De la oración (161)
podernos deducir, con ayuda de la generalización que dice que ningún vivíparo
Lewis, 1973) implica la falsedad del antecedente de (159) y por tanto la verdad
de toda la oración. Sin embargo, tiene que haber un punto equivocado en ese
análisis puesto que predice el valor verdadero para todo condicional
(162) Si los mamíferos fueran ovíparos, los hombres tendrían un solo ojo
sería tan verdadera como (159), lo cual iguala dos oraciones que desde el
punto de vista de nuestra intuición semántica son verdaderas, si las dos lo son,
(163) Si Franco hubiera nombrado sucesor a Juan Carlos, España sería una
democracia
democracia
En general, hay que decir que los análisis filosóficos de los condicionales
los subjuntivos, han tenido siempre una ambición "reduccionista", que han
subjuntivo.
En primer lugar, por lo que atañe a la tesis fuerte de Lakoff (1970), que
(167) Si el jefe del Gobierno hubiera dimitido, también habrían dimitido sus
ministros
Estas dos oraciones parecen tener las mismas presuposiciones: del mismo
Si el jefe del Gobierno hubiera dimitido, también habrían dimitido sus ministros
---------------------------------------------------------------------
Este principio tiene, dicho sea de paso, el inconveniente de que las tautologías
son presuposiciones de cualquier oración, pero este hecho es un defecto
(171) Si tu mujer se separase de ti, sería otra vez una buena amiga mía
presupondrían
pueden constituir sus negaciones. Sin embargo, hay casos dudosos o confusos
como el de
(176) Si S. Coe fuera negro, seguiría siendo un buen corredor
Todos los ejemplos que hemos propuesto hasta ahora tienen el antecedente
para esta cláusula es raro. Conviene por tanto que veamos si oraciones
presuposicional:
oraciones encabezadas por el operador modal ‘es posible que’, cuya función
verdad del complemento oracional. Incluso con las piezas léxicas perturbadoras
presumir que las presuposiciones de los dos tipos de oraciones son semejantes.
compatibles tanto con las oraciones que presuntamente presuponen como con
semánticamente anómalas.
señalado repetidas veces (Gazdar, 1979). En este caso, las causas de esa
asignado.
Si las oraciones potenciales por sÍ solas no presuponen ni la verdad ni la
semántica, esto es, necesaria para la verdad o falsedad del esquema (188).
Para que una oración sea considerada una condición necesaria para la verdad
sería/habría sido b
condicional entre dos hechos que son posibles para el hablante en un tiempo
lo que sus funciones han sido asumidas por el imperfecto. La diferencia entre la
que esta oración también es, en última instancia, una presuposición de {190).
(198)
oraciones
(199) Aún no has acertado, pero (y) no es cierto que si acertadas ganarías un
premio
(200) No has acertado, pero (y) no es cierto que si hubieras acertado, habrías
ganado un premio
un premio
parece que se cumple en castellano: tanto todas estas oraciones como sus
presuposiciones. Más bien sucede que, cuando los consecuentes de una oración
de proferencia.
valor de verdad del antecedente. En todo caso, queda excluido que el hablante
(como sugieren para el inglés Karttunen y Peters (1979, pág. 41). Dichos
(203) Si María fuera alérgica a la penicilina, tendría los mismos síntomas que
tiene
dudamos mucho de que (203) fuera interpretado como sugiriendo la verdad del
(205) Si el proyectil hubiera salido con una inclinación de 45º, habría caído
sostendría
(207) Si Banzer hubiera ganado las elecciones, y a estas horas ya debe saberse,
y el oyente, pues si dicho hecho forma parte de esa base común, (207) queda
discurso, con lo que él cree (sabe) y cree (sabe) que el hablante cree (sabe).
más probable cuando la falsedad del antecedente forma parte del universo
verdadero o falso. Podríamos matizar más este análisis indicando los factores
una u otra interpretación en casos determinados, pero ello nos llevaria lejos del
desarrollando.
Esta hipótesis general enlaza con las consideraciones que sobre la alternancia
de tal modo que se puede considerar como parte de una solución teórica más
Mientras que el uso del modo indicativo abarca una parte del espectro de la
está asociado con actitudes epistémicas positivas del hablante hacia el valor de
ligada al uso del subjuntivo, abarca actitudes epistémicas que van desde la
es el de falsedad.
anterior
ejemplo anterior, para expresar una relación causal entre los dos hechos
expresados por las oraciones principal y subordinada. Del mismo modo, algunas
oraciones consecutivas.
(210) Si tienen dinero (y sé/creo que lo tienen) podrán esperar otro año
prótasis en indicativo las actitudes epistémicas del hablante no creo que a, creo
condicionales en indicativo? ¿Cuáles son los criterios que sigue tal audiencia en
epistémicas del hablante, los principios que permiten inferir a el auditorio tales
forma parte del contexto anterior a dicha proferencia. Pero si a no forma parte
comparten esa creencia, de tal modo que pertenece a la base común del
(212) H1.Si los Pérez tienen dinero, podrán esperar otro año
éste una actitud epistémica neutral, pues no forma parte del contexto que
creo que a son también compatibles con el uso del indicativo en la prótasis de
pregunta de H2 diciendo
oraciones, es: el hablante cree que a o sabe que a si a forma parte del contexto
va desde sé que a a sé que no , esto es, es compatible tanto con creo que a,
como con creo que no a, aunque esta última actitud epistémica sea menos
Por decirlo de otro modo, el hecho de que se asigne al hablante una actitud
tal modo. Sin embargo, cuando el indicativo es usado en una prótasis, ese
del modo indicativo y, por otro, con la naturaleza del contexto, tal como ella lo
que en las oraciones condicionales tal significado está bloqueado por la propia
asienta la interpretación, de tal modo que sin él, en cuanto estructura oracional
pueden hacer consideraciones parecidas a las que hemos hecho respecto a las
hablante la actitud epistémica h Ka. Se trata de un caso que las oraciones con
prótasis subjuntivas comparten con las indicativas, es decir, un punto de
atribución:
pues la primera oración que H1 profiere se supone en relación causal con ese
hubiera aprobado, ...’ y ‘si Juan Pedro aprobara, ...’está en el modo en que
Ahora bien, bajo la actitud epistémica general h Ka, hay dos actitudes
razonan. Por ejemplo, un matemático que intenta probar que no hay dos
viene marcado por una diferente actitud epistémica por parte de quien profiere
uno u otro tipo de oración. No obstante, sería difícil establecer una conclusión
el auditorio se incline por hCa o h¬Ca, hay que tener en cuenta el hecho de
inversa.
la atribución de hC¬a. Por decirlo de otro modo, hC¬a supone una actitud
auditorio al hablante.
Tres son las situaciones básicas en las que el auditorio puede atribuir al
hablante la actitud hCK¬ a, es decir, que piense que el hablante cree que sabe
buenas razones para dudar de tal falsedad, por ejemplo, porque sabe que tal
falsedad no se da
(218) H1.Si Juan Pedro hubiera aprobado, no tendría que volver a examinarse,
H2. Sí, pero se trataba de un error que más tarde fue rectificado.
En tercer lugar hay que tener en cuenta que la actitud epistémica hC¬a no
compatible con hCa, sino también con h¬Ca. Además, también es consistente
para mantener una creencia, ¬a, por ejemplo, la creencia en que se sabe ¬a.
falsedad.
Sin embargo, sus palabras (`me temo’, el uso del potencial simple) no permiten
Hay que señalar que tal atribución exige como condición la coparticipación, por
hK¬a, ¬a forma parte previa de, o pasa inmediatamente a formar parte de, la
punto de vista del auditorio. Esta última salvedad es importante porque pone
que el hablante no tenga tal actitud epistémica, es decir, que h ¬K ¬a, sino que
atribución epistemica sea errónea, pero desde un punto de vista objetivo, ajeno
de tal error. Sucede que, por una parte, es verdad que a, que oCK¬a, que oChK
modo subjuntivo) tanto del hablante como el posterior del auditorio. Lo que en
definitiva cuenta para tal explicación son las creencias subjetivas de hablante y
etc.
epistémica hC¬a. Por otro lado, el auditorio está autorizado a asignar la actitud
parte del hablante. Las implicaturas son en realidad fruto de dos factores
resultado evidente que tal uso está ligado a la expresión por parte del hablante
epistémicas entre estos dos extremos pueden ser expresadas por el hablante, o
asignadas a
regulan tal alternancia tienen que ver con el segmento del continuo epistémico
h C ¬a. El uso del subjuntivo, por su parte, ocupa el resto del continuo
modos, sino que está en estrecha relación con el estado del contexto que
comunicativa conversatoria.
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