Universidad de Santiago de Chile

Pedagogía en Educación General Básica

Práctica pedagógica I

BITÁCORA SEMANAL

Estudiante en práctica: Yairo Peñaloza

N° de bitácora: Bitácora 1 Fecha : 30 de Noviembre

Centro de práctica:

Profesor guía:

Curso:

Consigna: Reflexione sobre su práctica pedagógica en el presente contexto sanitario,

mediante la siguiente pregunta orientadora : ¿Qué experiencia pedagógica
significativa observé o vivencié durante esta semana?

Considere:
a) Describa una situación pedagógica significativa, ya sea en el área didáctica y/o
emocional, siendo observada de su profesor/a guía, como también vivenciada
por usted o entre ambas/os , con el grupo-curso, cuerpo docente y/o
apoderados.
b) Reflexione a partir de esa situación, analice por qué contribuye en su
formación profesional, emocional y/o personal. Detalle las emociones que
vivenció, las habilidades, estrategias didácticas y/o psicoemocionales que
aprendió, como también el crecimiento personal que implicó en usted, si es el
caso.
c) Vincule reflexivamente la experiencia pedagógica descrita con el actual
contexto sanitario, mediante la siguiente pregunta orientadora ¿Cómo
educamos en tiempos de crisis? y ¿Cuál es el impacto de la educación en este
contexto?.
d) Respalde su reflexión , con uno o más autores, leídos en el taller de práctica o
bien por otros autores del contexto educativo.
e) Considere la escritura de la bitácora en dos planas. Recuerde que la escritura
es un proceso, por lo tanto debe planificar su escrito, realizar un borrador,
revisarlo y editarlo continuamente.

BITÁCORA N°___
¿Qué experiencia pedagógica significativa observé o vivencié durante esta
semana?

Durante la semana recién transcurrida (del 23 al 27 de Noviembre) me tocó trabajar

junto a mi profesora guía en la corrección de algunas de las pruebas que los
estudiantes rindieron la semana anterior. Resultó una buena ocasión para reafirmar
la buena dinámica que se ha dado en nuestro trabajo conjunto. Ella constantemente
agradece la ayuda que le he prestado, lo que me hace sentir muy satisfecho con los
aportes que he podido entregar, y esto a pesar de la poca participación que he tenido
en sus clases, las que suelen ser bastantes expositivas, aunque también se basan
mucho en la participación de los estudiantes mediante la entrega de respuestas a
preguntas que la profesora hace con respecto a los contenidos que se ven en clase.
Quedo más tranquilo al saber que, antes de que el año escolar acabe para los niños,
tendré la chance de dirigir una clase. Ya pienso en cómo podría estructurarla, y me
parece que la mejor opción es que sea bastante lúdica: que los estudiantes puedan
poner en práctica los aprendizajes esperados a través del juego en grupo. Me queda
aproximadamente una semana para planear las actividades.

Con respecto a mi participación en el taller de reforzamiento matemático de los días

jueves, sólo puedo decir que, a pesar de no haber podido entablar un relación que
me haya permitido planificar de mejor forma las actividades con la profesora, me
siento muy contendo cuando pienso que los días jueves se acercan y que volveré a
ver a los niños que en él participan. La dinámica es extraña: por una parte, casi
nunca hay un orden establecido, primando lo espontáneo; por otra, siento que hay
mucha confianza con los niños, y es que ellos también demuestran ánimo e interés
en las clases. La última, pude dirigirla yo. A través de una pizarra interactiva de
Google, pude realizar un par de actividades que sirivieron mucho a los niños a
entender las transformaciones isométricas, lo que me hizo recordar la importancia
del material concreto para cuajar aprendizajes.

Esos contenidos relacionados a geometría pueden aparecer muchas veces como

difíciles para los estudiantes, e incluso para adultos, dada la abstracción que
requiere pensar en la rotación o la simetría, fenómenos muchas veces
experimentados por los niños pero no conceptualizados. Es por eso que me pareció
muy oportuno usar el popular juego tetris para ejemplificar con un elemento que
muy fácilmente puede o pudo estar presente en la vida cotidiana de los niños y de
sus padres, para señalar la importancia de ambas transformaciones isométricas para
el juego: la traslación se aplica a cada momento que deseamos mover piezas para
que lleguen a un destino que nos convenga, así como rotarlas para hacerlas encajar
en medio de otras.

Como citan Díaz et al. (2011), “las investigaciones señalan que la forma de
presentar la matemática en forma contextualizada es el principal fundamento para la
adquisición de conocimiento, pues despierta en el estudiante el interés y la
motivación hacia su estudio y además contribuyen a desarrollar la competencia
matemática. (D’Amore, 1993; Godino, 2004; Ramos & Font, 2006; Blanco,1993;
Mendible & Ortiz, 2007).
Por la brevedad del taller y también por el hecho de efectuarse tan sólo una vez a la
semana, me cuesta establecer si hay resultados positivos tras las exposiciones, la
reflexión y las actividades realizadas por los niños, por lo tanto, y como me ha
pasado ya más de una vez, no tengo muchas certezas que me ayuden a saber que los
estudiantes están generando aprendizajes significativos. En esta situación, sólo me
puedo contentar con preguntar varias veces, tratando de hacer participar a la mayo
parte del grupo curso que se armó, si han comprendido, utilizando también el
recurso de equivocarme deliveradamente en una respuesta para que ellos mismos
me corrija.

En general, puedo decir que este fin de segundo semestre ha resultado mucho más
llevadero que el primero. Siento que tengo las mismas responsabilidades que antes,
ya que también he tenido que confeccionar las pruebas formativas de los primeros
básico, y que, además, a eso se le ha añadido una mayor participación en las clases
sincrónicas, llegando incluso a dirigir, y además sintiéndome cómodo, algunas
sesiones de taller.

Referencia: Díaz Levicoy, Danilo Antonio; Bazán Vera, Katia Ivette.

ENSEÑANZA DE LAS TRANSFORMACIONES ISOMÉTRICAS EN EL
PRIMER NIVEL DE EDUCACIÓN MEDIA DE ADULTOS: RESULTADOS DE
UNA EXPERIENCIA Horizontes Educacionales, vol. 16, núm. 2, julio-diciembre,
2011, pp. 17-29. Universidad del Bío Bío, Chillán, Chile.
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=97923680003