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DIALOGO DESCOLONIAL Y LA LUCHA DEL COLONIALISMO

El sociólogo puertorriqueño Ramón Grosfoguel ha enfocado este texto ha planteado el


origen y los cimiento de la colonialidad y la lucha de colonialismo y como tema principal
desarrollo una investigación a cerca del concepto del racismo y su origen en el orden social
del mundo el racismo nace desde el momento en que un ser humano se considera superior
a otro ser humano, a sabiendas que todos somos seres finitos; que tarde o temprano nos
vamos a morir y ahí queda este prejuicio tan irracional que padece el género humano.

La «crítica epistemológica» vinculada a este proyecto comprende la lectura de un texto de


Michel Foucault, a partir de la cual se propone explorar las limitaciones de la «genealogía
del racismo» de Foucault.

Es que según focault su tesis acerca de la cual el racismo no nace de la historia colonial
europea sino de una genealogía discursiva intrínseca a Europa constituye una ceguera
proveniente de una mirada noroccidental-céntrica de la modernidad donde se borra por
completo la colonialidad, las Américas y el siglo XVI español.

Su mirada eurocéntrica asume una concepción intra-europea acerca de cómo el racismo se


moviliza como discurso contra poblaciones internas de Europa y accidentalmente a
poblaciones coloniales.

Para Foucault el racismo surge en el siglo XIX como una apropiación conservadora estatal
del discurso de «guerra de razas», es decir, de la resignificación de este discurso por parte
del estado en discurso de «pureza racial», «pureza de sangre», justo en el momento cuando
el discurso de «lucha de razas» se radicaliza y se transforma en discurso de lucha de clases

Usando el método genealógico, Foucault (1996) identifica en la historia europea un


discurso histórico-político que constituye una contra historia frente al discurso filosófico y
jurídico que privilegia el poder soberano. Mientras este último privilegia el derecho, la paz
y las leyes, el primero ve Ramón Grosfoguel tras ellos las batallas, las masacres, la sangre
vertida constitutivas de los estados, sociedades y las leyes. Este discurso es el de la «guerra
de razas» que nos dice que «la ley no es pacificación», sino que «nace de conflictos», que
«la guerra es la que constituye el motor de las instituciones

La genealogía del racismo no es más que un sistema que deja entrever la relación del
sistema colonial y la práctica del racismo como parte de su propiedad la esclavización de
una raza por parte de otra, se habla de pronto de diferencias étnicas y de lengua; de
diferencias de fuerza, vigor, energía y violencia; de diferencias de ferocidad y barbarie. En
el fondo, el cuerpo social está articulado en dos razas.

Esta idea, según la cual la sociedad es recorrida de un extremo al otro por este
enfrentamiento de razas, la encontramos formulada a partir del siglo XVI y actúa como
matriz de todas las formas en las cuales, en adelante, será investigada los aspectos y
mecanismos de la guerra social (Foucault, 1996: 55). Para Foucault el discurso de la guerra
de razas trata de un discurso subversivo contra el discurso del poder soberano.

El racismo no es patrimonio del desarrollo capitalista, pues no sólo son previos al


capitalismo, sino que tanto los sistemas ‘alternativos’ como los denominados socialismos
de Estado o reales, también desarrollaron toda una variedad de racismos que persisten hasta
la actualidad.
Actualmente los racismos emergen con fuerza en Europa respecto de los migrantes
asiáticos, africanos y latinoamericanos, desarrollándose inclusive grupos y partidos
políticos de corte fascista, que no sólo denuncian la penetración de migrantes, sino que
justifican sus actitudes, aclarando que no apelan a criterios biológicos y sí, a un
etnocentrismo basado en diferencias culturales.
El colonialismo tiene su origen a fines del siglo XV y es el producto de la expansión y
conquista de distintos territorios fuera de los límites europeos. Uno de los principales
objetivos que movilizó a los conquistadores para embarcarse a lo desconocido fue trazar
rutas de comercio para sus reinos; sin embargo, al encontrar nuevas tierras esta práctica
económica se convirtió en el control de territorios costeros a ciudades donde su sistema
económico y la opresión en los pobladores creando ciudades del corte europeo y una
irrupción cultural una posición subordinada en lo político y dependiente en lo económico
respecto de su centro hegemónico.
La Doctrina del Shock.

La Doctrina del Shock. basada en el libro de Naomi klein El Auge del Capitalismo del a
doctrina del shock es la historia no oficial del libre mercado. Desde Chile hasta Rusia,
desde Sudáfrica hasta Canadá la implantación del libre mercado responde a un programa de
ingeniería social y económica que Naomi Klein identifica como «capitalismo del desastre».

A partir de unas siniestras investigaciones clínicas sobre el tratamiento de electroshocks en


víctimas sin nombre y que fueron realizadas a espaldas de la opinión pública, Estados
Unidos decidirá aplicar a sociedades enteras los mecanismos de olvido y represión que
ocurren en la mente humana. La doctrina del Shock explora las décadas de torturas y
dictaduras en América del Sur. De cómo los Estados Unidos - por medio de acciones de la
CIA - desarrollaron la interpretación del economista Milton Friedman sobre el capitalismo
de mercado tratando de “persuadir” a los países en desarrollo de su valía.

Tras una investigación que explora el mito según el cual el mercado libre y global triunfó
democráticamente, y que el capitalismo sin restricciones va de la mano de la democracia.
Por el contrario, Klein sostiene que ese capitalismo utiliza constantemente la violencia, el
choque, y pone al descubierto los hilos que mueven las marionetas tras los acontecimientos
más críticos de las últimas cuatro décadas. Se demuestra también que el capitalismo
emplea constantemente la violencia, el terrorismo contra el individuo y la sociedad. Lejos
de ser el camino hacia la libertad, se aprovecha de las crisis para introducir impopulares
medidas de choque económico, a menudo acompañadas de otras forma de shock no tan
metafóricas: el golpe de los policías, las torturas con electroshocks o la picana en las celdas
de las cárceles. En este relato apasionante, narrado con pulso firme, Klein repasa la historia
mundial reciente (de la dictadura de Pinochet a la reconstrucción de Beirut; del Katrina al
tsunami; del 11-S al 11-M, para dar la palabra a un único protagonista: las diezmadas
poblaciones civiles sometidas a la voracidad despiadada de los nuevos dueños del mundo,
el conglomerado industrial, comercial y gubernamental para quien los desastres, las guerras
y la inseguridad del ciudadano son el siniestro combustible de la economía del shock.

La implementación de este modelo debe su éxito a una estrategia política denominada


como “la doctrina del shock”, la cual orienta los procesos de reconstrucción implementados
como respuesta tanto a los efectos de intervenciones militares como a desastres naturales de
distinto tipo, abriendo “apetitosas oportunidades de negocio” a los agentes, defensores y
promotores del “capitalismo del desastre”.

El documental denuncia la estafa de las políticas económicas de la Escuela de Chicago y su


conexión con el caos y el derramamiento de sangre por todo el mundo. Debido a que los
mercados completamente desregulados tendieron a crear un clima económico
desequilibrado en el que un pequeño grupo se hizo extremadamente rico y el resto se
hundieron en la pobreza, los Estados Unidos solamente tuvieron éxito en vender esta
desregulación del mercado libre a los países en crisis que no tenían más otra opción que
hacer lo que exigió la nación más rica en la tierra. Los resultados llevaron a la extensión de
la privatización y a la violencia en Rusia, Polonia, Chile, Suráfrica y el Oriente Medio.

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