“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo,
más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta”. Romanos 12:2 (NTV)
Si quieres tener un cambio duradero en tu vida,
necesitas reenfocar tu mente.
Específicamente, debes cambiar tus patrones de
pensamiento de aquellos en los que no quieres enfocarte, hacia los que deseas enfocarte.
Porque en lo que sea que te centres es hacia donde te
mueves.
El versículo de hoy nos da el modelo para cambiar nuestros
patrones de pensamiento:
“No imiten”. ¿Con qué frecuencia permitimos que otras
personas moldeen nuestras vidas? Dios no quiere que seas como alguien más; Él quiere que seas la persona que Él hizo. Así que no imites, no te conformes, no intentes ser como nadie más. “Las conductas ni las costumbres de este mundo”. Conducta significa el modelo de todo lo que has aprendido en la vida. Si deseas cambiar, debes cambiar tu conducta o costumbres que has aprendido en tu vida. Necesitas reemplazar la vieja conducta malsana por una nueva, la que es modelada según la vida de Cristo. “Dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar”
Transformar es la misma palabra que usamos para
metamorfosis, el proceso que atraviesa una oruga para convertirse en mariposa. De la misma manera, Dios quiere transformarte en una persona completamente nueva al renovar tu mente. ¿Cómo sucede esto? La Biblia nos dice en Efesios 4:22-24 “Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad”. (NVI).
Esto significa que vas a tener que quitarte un poco y
ponerte otro poco y el quitarte tiene que pasar antes del ponerte. Es como probarse ropa en una tienda. Antes de que puedas probar las cosas nuevas, tienes que quitarte las cosas viejas. Tendrás que dejar atrás las viejas actitudes, los viejos patrones de pensamiento, las viejas imágenes con las que has estado viviendo para poder ponerte las nuevas prendas que Dios tiene para ti.
Reflexiona sobre esto:
¿Qué “cosas viejas” necesitas quitar para que Dios pueda renovar tu mente?