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Astrología: Los planetas,

por Madame Lourdes


La posición que ocupaban los planetas cuando nacimos determina de forma única nuestra
personalidad y carácter. Los planetas ejercen una influencia determinada sobre nosotros que afecta a
la forma en que pensamos, respondemos, reaccionamos y nos comportamos.

Los planetas, además de jugar un papel importante en nuestra personalidad, continúan ejerciendo su
efecto a lo largo de nuestras vidas a medida que cambian de posición a través del zodíaco . La
magnitud del efecto que cada planeta tiene sobre nosotros depende de la posición que ocupa en la
carta natal y de su posición transitoria.

En el estudio de la astrología tenemos en cuenta 10 cuerpos celestes. Comenzaremos por el Sol y


laLuna, las Luminarias, que aunque son mal llamados planetas, son en realidad la estrella alrededor
de la que giran los planetas de nuestra galaxia y el satélite de la Tierra . Seguidamente pasaremos a
estudiar los planetas, propiamente dichos; estos
son Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano,Neptuno y Plutón. La energía de estos planetas
afecta continuadamente nuestra vida, pero lo que hacemos con esta energía es lo que verdaderamente
importa.

Los planetas descubiertos más recientemente (Urano, Neptuno y Plutón) no debilitan el mensaje de
los otros planetas, simplemente aportan su poderosa y transformadora energía a nuestro espectro de
experiencia. Muchos consideran Júpiter el planeta más beneficioso, seguido por Venus. El Sol,
la Luna y Mercurio también tienen un efecto positivo. Al otro lado de la moneda encontramos
la difícil energía de Saturno, seguida por la actividad de Marte, y por último el inexorable
poder de Urano, Neptuno y Plutón.

Los planetas se mueven a diferentes velocidades, algunos más rápido (la Luna) y otros más despacio
(Plutón), dependiendo de su distancia del sol. Los planetas más rápidos ( Mercurio, Venus y Marte)
se denominan los planetas interiores y su esfera de influencia se centra en yo interior consciente Los
planetas sociales son Júpiter y Saturno, mientras que los planetas exteriores (Urano, Neptuno y
Plutón) actúan de forma inconsciente y son causantes de nuestros procesos de transformación más
dolorosos.

Los planetas ejercen su energía que forma más intensa sobre el signo que rigen. A este se llama el
signo de su dignidad. Existe un segundo signo con el cual el planeta se lleva especialmente bien, a
este se llama el signo de exaltación. Directamente opuesto al signo de su dignidad se encuentra el
signo de su detrimento; en este signo el planeta no puede ejercer su energía de forma favorable.
Opuesto al signo de exaltación se encuentra el signo de caída; aquí el planeta ejerce su energía de
forma debilitada. Un planeta en su casa natural (como un Marte en Aries) se encuentra dignificado y
reforzado. Quizás el planeta más importante sea el regente del Ascendente. Por ejemplo, para los que
tienen a Virgo como ascendente el planeta Mercurio ejerce una influencia considerable sobre su
carta.

El movimiento de los planetas se clasifica como estacionario, directo o retrógrado.

Un planeta estacionario (el que pronto iniciará movimiento directo o retrógrado) emite una energía
muy concentrada. Los planetas directos también ejercen una considerable influencia. Los planetas
retrógrados, como ya vimos en el artículo anterior, son los que generan una energía más difusa, que
puede dar lugar a confusiones.

Las Luminarias no son planetas en sí mismos. Por un lado, el Sol es la central energética de nuestro
sistema Solar, y por el otro, la Luna es el satélite de la tierra, que de noche nos ilumina con su tenue
halo, reflejando de manera misteriosa la luz del Sol.

Las Luminarias son los cuerpos celestes más importantes que representan a la energía masculina y a
la energía femenina.

EL SOL: el planeta del Yo

El Sol emite luz, y es el dador de vida del universo. Este cuerpo celeste representa al yo interior, a
nuestra personalidad y al ego, en definitiva, a nuestro espíritu, a lo que nos hace brillar y ser únicos
como individuos. Nos hace seres conscientes de nuestros actos y de nuestro lugar en el mundo. El
Sol nos otorga la energía creativa y el poder para enfrentarnos a los retos .

El Sol representa a la figura del padre, el marido y el general, a todas las figuras masculinas.
Representa tambien a los niños, en cuanto tienen que ver con nuestra creatividad. La energía del Sol
es poderosa y cuando se activa, conectamos con nuestra autoridad, con la habilidad de dirigir nuestro
rumbo y con la esencia del individuo, con el núcleo mismo de persona. A través de la voluntad, que
es otra característica de este planeta, aprendemos a manifestarnos en el mundo y a conseguir
nuestros objetivos.

El Sol es majestuoso, y siendo el astro real, también rige la realeza y el gobierno. El Sol se ocupa de
nuestra salud y de nuestro bienestar. El aura dorada del Sol representa la fuerza vital que nos infunde
fuerza, energía y la voluntad para triunfar. Es el Sol quien aporta su energía a los otros planetas, por
eso ocupa un lugar clave en la astrología.
El Sol necesita un mes para transitar cada signo del zodíaco y su transito alrededor de los doce
signos del zodíaco dura un año. Es la energía masculina y rige a Leo y a la casa 5.

LA LUNA: La señora de las emociones

La Luna es el cuerpo celeste más cercano a la tierra, girando alrededor de esta, a la vez que transita
por el zodíaco en algo menos de un mes. Debido a esto nos afecta más profundamente que la
mayoría de los planetas.

La Luna rige las mareas y todos los líquidos por eso también rige nuestras emociones. Si, nuestras
emociones han sido siempre descritas utilizando metáforas relacionadas con el mar: profundas,
agitadas, tormentosas. Los cambios de humor, nuestro lado más instintivo, nuestros sentimientos y
emociones más íntimas están influidas por la Luna.

La Luna, entendida como diosa que tiene su representación en la región católica a través de la figura
de la Virgen, simboliza a la madre y a la relación de esta con su hijo. Esta luminaria representa a las
figuras femeninas y a nuestro propio rol como dadoras y sustentadores de vida. La fertilidad, el
embarazo, el nacimiento y la infancia también están regidos por la Luna. Desde los primeros
momentos de nuestra vida vemos a la Luna proyectando su halo plateado, cuando sentimos las
caricias y cuidados de la madre. Además de esto la Luna simboliza nuestro subconsciente, la parte
más animal e instintiva de cada uno.

Las emociones juegan un papel muy importante en nuestra vida cotidiana, son cambiantes como la
Luna y pasamos de la alegría a la tristeza en un tris. La Luna nos indica como reaccionamos a las
circunstancias que nos presenta la vida; si deforma estable y equilibrada o de forma emocional.

A la Luna pasa dos días y medio en cada signo y necesita 28 días para completar el zodíaco. Su
energía femenina rige el signo de cáncer y la casa 4.

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