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Propiedades físicas y químicas de la materia

Las propiedades físicas de la materia son aquellas características que se pueden medir sin que por
ello se altere la estructura atómica, mientras que las propiedades químicas de la materia son
aquellas características que resultan en un cambio en la estructura atómica.

Propiedades físicas de la materia


Las propiedades físicas de la materia son aquellas características que pueden ser medidas y
observadas sin que la sustancia cambie su fórmula química.

Ejemplos de propiedades físicas


A continuación mencionamos algunas propiedades físicas de la materia con ejemplos.

Masa: La masa es la propiedad física que expresa la cantidad de materia que contiene un cuerpo. En física, la masa se define
como la medida de la resistencia de un objeto a la aceleración. Las unidades de medida son el gramo y sus múltiplos. Por
ejemplo, 1 kilogramo de hierro, 10 gramos de oro o 0,1 miligramos de glucosa.

Volumen: El volumen es la medida del espacio que ocupa una sustancia o cuerpo. Las unidades de medida son el litro y sus
múltiplos. Por ejemplo, 1 litro de leche, 500 mililitros de agua o 5 microlitros de mercurio.

Densidad: La densidad es la relación de la masa y el volumen de un cuerpo. Por ejemplo, el aluminio tiene una densidad de
2,7 gr/ml, esto es, 1 ml de aluminio tiene una masa de 2,7 gramos.

Temperatura: La temperatura es la medida de la agitación interna de un sistema. Se mide con ayuda de un termómetro y se
usan diferentes escalas: Celsius, Kelvin o Farenheit.

Resistencia eléctrica: La resistencia eléctrica es una propiedad física eléctrica que determina la dificultad del flujo de la
corriente por un material. Por ejemplo, la plata, el cobre y el aluminio tienen una baja resistencia eléctrica, mientras el
vidrio, la goma y la madera tienen una alta resistencia a la corriente.

Punto de ebullición: El punto de ebullición es la temperatura a la que una sustancia pasa del estado líquido al estado
gaseoso. Por ejemplo, el etanol (alcohol etílico) pasa de su estado líquido a gaseoso a una temperatura de 78,37 ºC.

Propiedades químicas de la materia


Las propiedades químicas de la materia son aquellas características que se manifiestan cuando
se produce un cambio en la estructura química de la materia. Es decir, para poder medir dicha
propiedad, la sustancia reacciona y cambia su constitución química.

Ejemplos de propiedades químicas


A continuación mencionamos algunas propiedades químicas de la materia con ejemplos.

Calor de combustión: El calor de combustión es la energía que se libera cuando una sustancia
se quema. La combustión es la reacción de una sustancia con el oxígeno. Por ejemplo, en la
combustión de un mol de metano (CH4) se libera 213 kcal.

Reactividad: La reactividad es la propiedad de una sustancia para reaccionar con otra sustancia. Por ejemplo, el oxígeno es
uno de los elementos más reactivos en el universo, mientras el neón es uno de los elementos menos reactivos.

Afinidad por electrones: La afinidad por electrones de un átomo o molécula es la propiedad de ganar electrones. Por
ejemplo, el cloro Cl tiene más afinidad por ganar un electrón que el sodio Na.

Ionización: La ionización es la propiedad de un átomo o molécula de formar iones, una especie con carga eléctrica por la
ganancia o pérdida de electrones. Por ejemplo, el ácido clorhídrico HCl en solución acuosa se ioniza para formar el anión
cloruro Cl- y el catión hidronio H3O+.
LOS ESTADOS DE LA MATERIA
El estado sólido: La materia en estado sólido tiene sus partículas muy juntas, unidas por fuerzas de
atracción de gran magnitud. Debido a esto, los sólidos tienen forma definida, alta cohesión,
elevada densidad y gran resistencia a la fragmentación. A la vez, los sólidos tienen baja o nula fluidez,
no pueden comprimirse, y cuando se los rompe o fragmenta, se obtiene de ellos otros sólidos más
pequeños.
Existen dos tipos de sólidos, de acuerdo a su forma:
Cristalinos. Sus partículas se ordenan en celdas de forma geométrica, así que suelen tener una forma regular.
Amorfos o vítreos. Sus partículas no se juntan en una estructura ordenada, por lo que su forma puede ser irregular y
variada.

Ejemplos de sólidos son: los minerales, los metales, la piedra, los huesos, la madera.

El estado líquido: Las partículas de los líquidos siguen estando unidas por fuerzas de atracción, pero
mucho más débiles y menos ordenadas que en el caso de los sólidos. Por eso, los líquidos no tienen una
forma fija y estable, ni presentan alta cohesión y resistencia. De hecho, los líquidos adquieren la forma del
envase que los contenga, tienen una gran fluidez (pueden introducirse por espacios pequeños) y una
tensión superficial que hace que se adhieran a los objetos.
Los líquidos son poco compresibles y con la excepción del agua suelen contraerse en presencia de frío.
Ejemplos de líquidos son: el agua, el mercurio (a pesar de ser un metal), la sangre.

El estado gaseoso: En el caso de los gases, las partículas se encuentran en un estado de dispersión y de


alejamiento tal que apenas logran mantenerse juntas. La fuerza de atracción entre ellas es tan débil que
se encuentran en un estado desordenado, que responde muy poco a la gravedad y ocupan un volumen
mucho mayor que los líquidos y los sólidos, por lo que un gas tenderá a expandirse hasta ocupar la
totalidad del espacio en el que se lo contenga. Los gases no tienen forma fija ni volumen fijo y en muchas ocasiones son
incoloros y/o inodoros. En comparación con otros estados de agregación de la materia, son poco reactivos químicamente.
Ejemplos de gases son: el aire, el dióxido de carbono, el nitrógeno, el helio.

El estado plasmático: Se llama plasma a un estado de agregación de la materia particular, que puede


comprenderse como un gas ionizado, es decir, compuesto por átomos a los que les han sido retirados o
sumado electrones y, por ende, tienen una carga eléctrica fija (aniones (-) y cationes (+). Esto convierte
el plasma en un excelente transmisor de la electricidad. Por otra parte, las partículas plasmáticas
interactúan muy fuertemente con los campos electromagnéticos. Debido a que el plasma tiene
características propias (que no se corresponden ni con los sólidos, ni con los gases, ni con los líquidos) se dice que es el
cuarto estado de la materia.
Existen dos tipos de plasmas:

 Plasma frío. Es el plasma en el cual la temperatura de los electrones es superior a la de las partículas más pesadas,
como los iones.
 Plasma caliente. Es el plasma cuyos átomos ionizados se calientan enormemente debido a que están chocando
continuamente y esto genera luz y calor.

Ejemplos de plasma son: el Sol, las pantallas electrónicas, o el interior de los tubos fluorescentes.

El estado coloidal de la materia: es la condición que tiene una mezcla cuando uno de sus elementos,
en estado sólido, se encuentra disperso en otro que se halla en estado líquido o gaseoso. Por esta razón,
suele afirmarse que una mezcla se encuentra en estado o suspensión coloidal cuando en su interior hay
2 fases químicas al mismo tiempo. Cuando un sistema se encuentra en estado coloidal, se le llama
coloide.

Un coloide está formado por 2 fases, estas se conocen como fase dispersa y fase fluida. La fase dispersa
corresponde a un sólido, disperso en partículas muy pequeñas (Entre 1 y mil nanómetros).
El Universo y su Estructura
La materia del Universo está ordenada. La fuerza de gravedad hace que la materia se agrupe formando estructuras. Desde
las más simples, como las estrellas o los sistemas solares, hasta las gigantescas murallas de galaxias.

Las estructuras más distantes son las más grandes y antiguas. Se formaron cuando el Universo aún era muy joven, y ayudan
a conocer su evolución.

Jerarquía de estructuras
Estructuras menores: son los cuerpos celestes, como los planetas y las estrellas, y las pequeñas
agrupaciones, como nuestro Sistema Solar.

Galaxias: son estructuras intermedias. Agrupan familias de estrellas, gas, polvo y materia oscura. Sólo
en el universo visible hay más de 100.000 millones, y pueden agrupar billones de estrellas. Muchas
tienen un agujero negro en su centro. Nuestra galaxia es la Vía Láctea.

Cúmulos de galaxias: son conjuntos de galaxias envueltos en gas caliente. Su diámetro alcanza varios millones de años luz.

Las galaxias giran unas en torno a otras, unidas por la gravedad. A veces chocan o se absorben unas a otras. La Vía Láctea
pertenece a un cúmulo llamado Grupo Local, formado por 25 galaxias.

Supercúmulos de galaxias: Son conjuntos de cúmulos de galaxias. Miden cientos de millones de años luz. Forman grandes
capas por todo el Universo visible. El Grupo Local forma parte del Supercúmulo de Virgo.

Murallas: estas son las últimas estructuras descubiertas, las más antiguas y grandes del Universo. Forman enormes franjas
de supercúmulos de galaxias.
EL SISTEMA SOLAR
Nuestro sistema solar consiste en una estrella mediana que llamamos el Sol y los planetas Mercurio,
Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Incluye: los satélites de los planetas,
numerosos cometas, asteroides, y meteoroides y el medio interplanetario. El Sol es la fuente más rica de
energía electromagnética (principalmente en forma de luz y calor) en el
sistema solar. El vecino estelar conocido más cercano al Sol es una estrella
enana roja llamada Proxima Centauri, y está a una distancia de 4.3 años luz. El sistema solar
entero, junto con las estrellas locales visibles en una noche clara, orbita en el centro de nuestra
galaxia hogar, que es un disco espiral de 200 billones de estrellas al cual llamamos la Vía Láctea. La
Vía Láctea tiene dos pequeñas galaxias orbitándose cercanamente, las cuales son visibles desde el
hemisferio sureste. Éstas son llamadas la Nube Magallánica Mayor y la Nube Magallánica Menor. La galaxia grande más
cercana es la Galaxia Andrómeda. Es una galaxia en espiral como la Vía Láctea pero es 4 veces más densa y está a 2 millones
de años luz de distancia. Nuestra galaxia, una de los billones de galaxias conocidas, está viajando a través del espacio
intergaláctico.
Los planetas, muchos de los satélites de los planetas y los asteroides giran alrededor del Sol en la misma dirección, en
órbitas casi circulares. Cuando se observa desde lo alto del polo norte del Sol, los planetas orbitan en una dirección
contraria al movimiento de las manecillas del reloj. Los planetas orbitan al Sol en o cerca del mismo plano, llamado
el eclíptico. El planeta enano Plutón es un caso especial ya que su órbita es la más inclinada (18 grados) y la más elíptica de
todos los planetas. Por esto, por parte de su órbita, Plutón es más cercano al Sol que Neptuno. El eje de rotación de muchos
de los planetas es casi perpendicular al eclíptico. Con excepción de Urano el cual está inclinado hacia uno de sus lados.

El Sol contiene el 99.85% de toda la materia en el Sistema Solar. Los planetas, los cuales están condensados del mismo
material del que está formado el Sol, contienen sólo el 0.135% de la masa del sistema solar. Júpiter contiene más de dos
veces la materia de todos los otros planetas juntos. Los satélites de los planetas, cometas, asteroides, meteoroides, y el
medio interplanetario constituyen el restante 0.015%. La siguiente tabla es una lista de la distribución de la masa dentro de
nuestro Sistema Solar.

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