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Departamento Judicial San Cristóbal

A la:

CÁMARA PENAL DE LA CORTE DE APELACIÓN DEL DEPARTAMENTO


JUDICIAL DE SAN CRISTOBAL.

Vía:

SECRETARIA DE LA OFICINA DE ATENCION PERMANENTE DEL DISTRITO


JUDICIAL DE SAN CRISTOBAL.

Asunto:

INTERPOSICIÓN DE RECURSO DE APELACIÓN CONTRA RESOLUCIÓN QUE


IMPONE PRISIÓN PREVENTIVA . 1)

Recurrente:

Daniel Antonio Jiménez Cuello


(Recluido en Najayo Hombres)

Resolución recurrida:

Resolución Núm. 01078-2020-SRES-00674, de fecha 13 de junio del año 2020 dictada


por la Oficina de Atención Permanente del Juzgado de la Instrucción del Distrito Judicial de San
Cristóbal.

Defensores Técnicos:

Richard Reyes Sepúlveda


Aspirante a Defensor Público

Jarolin Romero
Abogada Adscrita

Anexos:
Solicitud de evaluación médica.
2 fotos del imputado ingresado.
Foto de Citicol 500
Foto de referimiento a neumología

“La independencia judicial es una garantía jurídica y política de los ciudadanos, que consiste en que la personas que tienen el poder de dirimir los conflictos
jurídicos en los que aquellos se encuentren involucrados, lo hagan independientemente de todo poder o influencia basándose exclusivamente en la
1)
Constitución, la ley y en los hechos comprobados” .
Honorables Magistrados:

Quienes suscriben, Richard Reyes Sepúlveda, Aspirante a Defensor Público en Periodo de


pasantía y Jarolin Romero, Abogada Adscrita, ambos con domicilio abierto en la Oficina de la
Defensa Pública de San Cristóbal, ubicada en la Calle Padre Borbón esquina General Cabral
No.15, Palacio de Justicia Máximo Puello Renville, tercer nivel, Provincia San Cristóbal,
asistiendo en sus medios de defensa técnica al ciudadano Daniel Antonio Jiménez Cuello,
dominicano, mayor de edad, 44 años, portador de la cédula de identidad y electoral No. 023-
0037348-8, domiciliado y residente en la calle Lorenzo Despradel, casa No. 4, cerca del taller
Rivera, Villa Penca, Bajos de Haina, San Cristóbal. Tel.: 829-931-3392, por conducto de sus
abogados, tiene a bien interponer recurso de apelación contra la presente decisión por los
motivos siguientes:
I.-Antecedentes procesales.

1. El Licdo. Jhon Richard Suncar Castillo, por sí y por la Licda. Fanny Garabitos Guerrero, ambos
procuradores fiscales del Distrito Judicial de San Cristóbal, solicitaron imposición de medida de
coerción en contra del Sr. Daniel Antonio Jiménez Cuello, cuyas generales constan más arriba,
imputándole la presunta violación de las disposiciones del artículo 309 del Código Penal
Dominicano, en perjuicio del Sr. Primitivo Mesa Ramírez.

2. La Oficina de Servicios de Atención Permanente Adscrita al Segundo Juzgado de la Instrucción


del Distrito Judicial de San Cristóbal, conoció sobre la solicitud e/f 13 de junio de 2020,
imponiendo en contra del referido ciudadano la medida de coerción consistente en prisión
preventiva a ser cumplida en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres.

II.- Resumen de los hechos.

3. Según la fiscalía, los hechos atribuidos al Sr. Daniel Antonio Jiménez Cuello se originan en
fecha 9 de junio del 2020 previo a la medianoche, cuando este supuestamente se presentó a la
residencia del señor Primitivo Mesa Ramírez ubicada en calle Lorenzo Desprandel No. 17, Villa
Penga, Bajos de Haina, San Cristóbal procurando al hijo del señor Primitivo, reclamando el pago
de un dinero, que al no recibir respuesta Daniel se enfurece y agrede físicamente con bate al
señor Primitivo Mesa Ramírez, ocasionándole heridas en diferentes partes del cuerpo, siendo
arrestado en flagrante delito por miembros de la Policía Nacional a las 12:00 a.m.

4. Para sustentar su solicitud el M.P. presentó como elementos de prueba: A.- Acta de registro de
persona de fecha 10/06/2020. B.- Acta de arresto en flagrante delito de fecha 10/06/2020. C-.
Acta de entrega voluntaria de fecha 10/06/2020. D.- Acta de denuncia de fecha 10/06/2020. E.-
Dos (02) Certificados médicos legales de fecha 10/06/2020.

III.- Teoría caso desarrollada durante la vista.

5.- Durante el desarrollo de la vista de medida de coerción, se presentó como teoría de caso de la
defensa que no existía el peligro de fuga, razón por la que a la persona imputada no se le debía
imponer la prisión preventiva, máxime cuando el imputado ha manifestado tener problemas de
salud, solicitando como medida la imposición de la presentación periódica y subsidiariamente el
arresto domiciliario.

6.- No obstante, a lo antes expuesto el tribunal tuvo a bien rechazar las conclusiones de la
defensa técnica, procediendo a imponer como medida de coerción, la consistente en prisión
preventiva por un periodo de tres meses.

IV.- Sobre la admisibilidad del recurso.

7.- En cuanto al modo de presentación del recurso, el mismo lo estamos presentando a través de
un escrito conforme a las exigencias del artículo 411 del Código Procesal Penal. En cuanto al
lugar de depósito, el presente recurso está siendo depositado por ante la secretaria del tribunal
que dictó la decisión, en este caso, la secretaria de la Oficina Judicial de Servicios de Atención
Permanente del Distrito Judicial de San Cristóbal.

8.- Con relación al plazo, el citado el artículo 411 señala que “


La apelación se formaliza
presentando un escrito motivado en la secretaría del juez que dictó la decisión, en el término de
diez días a partir de su notificación”
.
9.- Que en el caso de la especie, la resolución de referencia no le ha sido notificada al imputado,
razon por la que el plazo antes mencionado para la interposicion del recurso de apelacion, no ha
empezado a computar, razon por la que el presente recurso está siendo depositado en tiempo
hábil.

10.- Conclusiones en cuanto a la admisibilidad formal del recurso:

ÚNICO: Que el presente recurso de apelación de medida de coerción presentado por el


ciudadano Daniel Antonio Jiménez Cuello, vía su defensa técnica, en contra de la Resolución
Núm. 01078-2020-SRES-00674, de fecha 13 de junio del año 2020 dictada por la Oficina de
Atención Permanente del Juzgado de la Instrucción del Distrito Judicial de San Cristóbal, sea
acogido por haber sido interpuesto en la forma, en el modo y en el tiempo exigido por el artículo
411 del Código Procesal Penal, y que proceda la Corte a fijar una audiencia para conocer del
fondo del mismo.

V.- Fundamentos del Recurso de Apelación.

Único motivo:
Violación de la ley por errónea interpretación de los artículos 14, 227.2, 229
del Código Procesal Penal y 69.3 de la Constitución de la República
Dominicana, relativos al peligro de fuga y la presunción de inocencia. (Art.
417.4 del CPP)

11.- En el transcurso de la audiencia de solicitud de imposición de medida de coerción, la


defensa técnica del imputado sostuvo que a la luz de lo que expresa el articulo 227 del CPP, se
requeria la existencia de tres requisitos basicos para que proceda validamente imponer una
medida de coercion, y en el caso de la especie el segundo de esos requsitos no existia, razon por
la que no se le debia imponer una medida de coercion y mucho menos la solicitada por la fiscalia
por ser esta la mas grave de las contenidas en el Codigo Procesal Penal.

12.- Precisábamos esto, debido a que la fiscalia solicitante de la referida medida de coercion, no
habia aportado elementos de prueba a los fines de establecer la existencia del peligro de fuga que
alegadamente pesa en perjuicio de la persona imputada. Al sostener esto, lo haciamos sobre la
base de lo que se desprende de los articulos 14 del CPP y 69.4 de la Constitución Dominicana,
pues al referirse a la presunción de inocencia, pone en manos de la fiscalia el deber probar la
intencion disuasiva del imputado, con documentacion cierta, que lejos de dejar en presunciones
que perjudican al imputado -contrariando las dispocisiones relativas a la interpretacion favorable
de la norma- la supuesta intencion de sustraerse del proceso, aseguren al tribunal lo alegado por
ellos.

13.- A los señalamientos antes expresados, el tribunal aquo responde diciendo que:


‘7. La defensa técnica no presentó presupuestos para demostrar el arraigo de su
representado, de tal modo que no se destruye el peligro de fuga latente en el presente
proceso, dada la gravedad del caso; todo lo cual se valora para apreciar el peligro de
fuga conforme al Art. 229 del Código Procesal Penal, además la falta de garantía para
mantener la integridad física de la víctima.

8. Así, es criterio de este tribunal que el peligro de fuga no necesariamente se


destruye con el hecho de que el imputado tenga domicilio conocido, asiento familiar,
negocios o un trabajo estable, sino que es necesario también tomar en cuenta la
magnitud del hecho investigado, la pena a imponer en caso de condena y la
importancia del daño a resarcir. Cuando se habla del peligro de fuga se está haciendo
referencia a la probabilidad de que el imputado, en caso de obtener su libertad, vaya a
sustraerse de la acción de la Justicia, evitando ser Juzgado o bien se vaya a sustraer
de la pena que se le podría imponer (Llobet Rodríguez, Javier. Proceso Penal
’(Pág. 5, numerales 8).
Comentado. Año 1998. Pág. 533).’

14.- Como sabemos la presunción de inocencia es una garantía de trato, es decir constituye la
forma en que el sistema de justicia debe manejarse en relación a una persona acusada de la
comisión de un ilícito penal en cuyo perjuicio no se ha dictado sentencia condenatoria firme. En
ese orden, se entiende que el tribunal no debe emitir decisiones que constituyan una pena
anticipada, ni mucho menos presumir de forma infundada que la persona imputada tendría
intención de sustraerse del proceso, máxime cuando cimenta su errada posición en una posición
contraria a la establecida por la ley.
15.- Lo que estamos sosteniendo, es que el fardo probatorio en relación al peligro de fuga, no se
fundamenta en una presunción de fuga, sino en una presunción de buena fe y de permanencia que
se desprende del principio de presunción de inocencia, correspondiendo a la fiscalía romper con
dicha presunción de permanencia, no al imputado, pues de ser como hemos señalado en el último
de los casos, la presunción de inocencia está siendo violentada como garantía.

16.- Es conveniente destacar, que el principio de presunción de inocencia está consagrado en el


artículo 11.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos 1948, ONU, que dice
textualmente: 'Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia,
mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan
asegurado todas las garantías necesarias para su defensa". También en el artículo 9 de la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, del 26 de agosto de 1789, en Francia;
el artículo 14.2 del PIDCP; el artículo 8.2 de la CADH; el artículo 96.3 de la Constitución de la
República y el artículo 14 del CPP.

El Tribunal Constitucional Dominicano, también se ha referido a este, en la medida en que ha


expresado:

9.13.(…) conviene precisar que el principio de presunción de inocencia, no sólo implica que el
imputado será considerado inocente durante el proceso, más allá de las limitaciones cautelares
que puedan imponerse a su libertad física o a la disposición de sus bienes, sino también que si el
proceso concluye favorablemente, regresará a la comunidad libre de toda sospecha, de toda culpa,
ya que jurídicamente no llegó a perder su inocencia. Este principio se complementa con el
Estatuto de Libertad toda vez que si el imputado es presumido inocente, sólo de manera
excepcional puede ser restringido en su libertad y demás derechos, por resolución motivada de
autoridad judicial competente e imparcial. 2)

17.- Otro elemento en el cual el tribunal aquo fundamentó su decisión, es: la magnitud del hecho
investigado, la pena a imponer en caso de condena y la importancia del daño a resarcir, tal y
como señala en la página 5, numeral 8 de la decisión recurrida. Lo importante de esto, es que el
tribunal aquo parece confundir lo que se asemeja a criterios para determinar la pena a imponer,
con la finalidad de la medida de coerción, las cuales con bastante claridad se encuentran
consignadas en el artículo 222 del Código Procesal Penal, y son: a). Asegurar la presencia del
imputado en el procedimiento; b). Evitar la destrucción de prueba relevante para la
investigación y c). Proteger a víctima y a los testigos del proceso.

18.- Es así, que al emitir su decisión aplica erróneamente las disposiciones señaladas en el
motivo de este recurso, así como a lo establecido en la parte infine del art. 14 del CPP, al señalar:
En la aplicación de la ley penal son inadmisibles las presunciones de culpabilidad. En ese orden
de ideas, debemos precisar que sobre el particular, el TC también ha manifestado criterios claros,
puesto que el mismo ha señalado:

Es importante distinguir claramente los fines que se persiguen con las medidas de coerción, de
aquellos que son propios de la pena. Las medidas de coerción (…) tienen por finalidad evitar que
el procesado se sustraiga al proceso que se le sigue mediante la fuga. Por otro lado, la pena,
cumple entre otras funciones de prevención general y especial, destinadas a evitar que el
condenado vuelva a cometer el hecho por el cual se le procesó y para que la sociedad y los
terceros se vean disuadidos de cometer delitos ante la amenaza de la aplicación de una sanción
penal a quienes así se comporten. 3).

19.- Como esta Corte puede observar, este supuesto peligro de fuga existentes en el caso, no
obedece a demostraciones de la fiscalía, ni mucho menos a hechos ciertos considerados por el
tribunal para el caso de la especie, sino más bien a un acostumbrado criterio del tribunal de que
el mismo debe ser destruido por el imputado, de lo cual se deduce que como antes dijimos, el
tribunal aquo considera que la intención de fuga es la regla y la intención de permanencia en el
proceso es la excepción, posición por demás contraria al reiterado principio de presunción de
inocencia.

20.- Para (Ortega Polanco, 2006), el propósito de la norma penal no es imponer a la ligera
castigos, estigmas y sanciones; mucho menos detener, someter o maltratar a una persona (…),
cual si el objetivo fuera validar un estereotipo del infractor4) (…). Es por todo lo antes señalado,
que entendemos a lugar la configuración del vicio señalado, lo cual permite que la corte admita el
mismo y falle conforme las conclusiones que al final del presente escrito haremos constar.
VI.- Agravio:

21.- El Sr. Daniel Antonio Jiménez Cuello está guardando prisión preventiva producto de una
decisión ilegal, puesto que el tribunal que la dictó le ha violentado su derecho a ser juzgado con
estricto apego a la garantía de la presunción de inocencia (art. 69.3 CRD), violentando con esto el
debido proceso de ley y desembocando en el estado de prisión actual del imputado. Es así, que
esta situación de cautiverio ha complicado la delicada situación de salud del imputado, alegada
en el conocimiento de la vista y de cuya complicación reciente aportamos documentación médica
suficiente como para evidenciar lo antedicho. (Ver certificaciones medicas anexas).

VII.- Solución pretendida.


Por tales motivos tenemos a bien solicitar lo siguiente:

Primero Sobre la base de los medios del recurso, tenga a bien esta Corte a DECLARAR CON
LUGAR EL PRESENTE RECURSO DE APELACION contra resolución que impone la
prisión preventiva como medida de coerción presentado por el ciudadano Daniel Antonio
Jiménez Cuello, y en tal virtud, REVOCAR en todas sus partes la resolución impugnada, y
sobre la base de la comprobación de la existencia del vicio alegado esta honorable Corte dicte
sentencia propia, procediendo en consecuencia a rechazar la solicitud de imposición de medida
de coerción, ordenando la libertad sin medida de coerción, por no acreditarse la existencia del
peligro de fuga, así como por haberse registrado violaciones sustanciales al debido proceso de ley
por medio al irrespeto a la garantía de la presunción de inocencia, en los términos en que fueron
detallados en el cuerpo de esta instancia.

Segundo: Que subsidiariamente, para el caso de que esta corte entienda procedente la imposición
de medida de coerción, considerando el delicado estado de salud del imputado, de lo cual se ha
aportado documentación suficiente, ordene al imputado Daniel Antonio Jiménez Cuello
permanecer en arresto domiciliario, en la calle Lorenzo Despradel, casa No. 4, cerca del taller
Rivera, Villa Penca, Bajos de Haina, San Cristóbal. Tel.: 829-931-3392, lugar de su residencia,
donde estará al cuidado de su familia.
Tercero: Que declare las costas de oficio por estar asistido el imputado por abogados de la
defensa pública.

En la Provincia San Cristóbal, República Dominicana, a los 20 días del mes de agosto del año
2020.

Richard Reyes Sepúlveda


Aspirante a Defensor Público en Periodo de Pasantía

Licda. Jarolin Romero


Abogada Adscrita

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