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Aparato Psíquico Yo Superyo Ello
Aparato Psíquico Yo Superyo Ello
PERSONALIDAD E IDENTIFICACION
CUARTO SEMESTRE
Fernando Ossa R.
ELLO, YO Y SUPERYO
EL ELLO (eso)
Concepto inventado por Nietzsche, en 1886, en “Mas allá del bien y del
mal” (Buenos Aires Alianza, 1986) y retomado por Groddeck quien se lo
propuso a Freud entre 1920 y 1923; en dicha época el ello designaba al
inconsciente, que en la primera tópica de 1900 convivía junto a lo
conciente y lo preconciente. El ello parece equivaler a las pulsiones en su
estado puro como la energía matriz del yo y del superyo.
EL YO
Inicialmente, en la primera tópica (1900), Freud vio en el yo el lugar de la
conciencia coherente y del sistema de la percepción, en cierto aspecto
como el equivalente a la persona coherente, razonable y conciente de si
misma (en oposición a un “ello” lleno de pasiones); en tanto el yo es el
mediador protector entre el ello y la realidad, inicialmente se le asignó al
yo la función de adaptar al sujeto a la realidad mediante mecanismos
defensivos que neutralizaran los excesos de excitaciones (de placer o
sufrimiento), instaurando un principio de realidad y controlando el
pensamiento y la movilidad corporal.
En tanto la imagen, que “yo creo mía”, viene de los otros, hay algo de
engaño, máscara y desconocimiento en nuestro yo. El yo es imaginario
en tanto es una ilusión, una mera creencia narcisista: ¡¡vivimos de
apariencias¡¡ Realmente un sujeto no sabe del todo “quien soy yo”, y solo
se conforma creyendo ser la imagen que ve en el espejo o la que algunos
amigos le devuelven. Las imágenes y discursos que aparecen en
nuestros sueños, aunque extrañas, también nos pertenecen, como la
certera opinión que podría tener de nosotros algún enemigo; de hecho,
sin darnos cuenta, lo que mas detestamos de las otras personas, son las
propias tendencias, actitudes y comportamientos velados de nuestro
propio yo. Por esto Lacan, irónicamente ve el yo como una especie de
“síntoma defensivo”.
EL SUPER YO.
Se le considera un despiadado juez vigilante que despliega una censura
moral interior contra el deseo, visible en auto-reproches, auto-críticas,
culpa o remordimientos o la necesidad de ser castigados por cosas que
se hicieron o por cosas que simplemente se desearon hacer. Nace de las
identificaciones inconscientes con las figuras parentales que nos obligan
Material elaborado por Fernando Ossa para sus estudiantes de la USB 5
SUPERYO Y PATOLOGIA.
El superyo puede desarrollar una conciencia moral de auto-observación
casi hasta volverse delirante y persecutorio. Cuando el niño enfrenta
experiencias traumáticas (por ejemplo, situaciones vividas como
imposiciones o privaciones brutales y desgarradoras, o por el contrario
en forma de satisfacciones, fantasías desbordantes desequilibrantes), el
papel organizador del superyo en el psiquismo, adquiere una dirección
patológica o enfermiza, es decir, el superyo se convierte en un tirano
(cercano al sadomasoquismo) que empuja a buscar el goce por otros
caminos, incluso al precio del dolor. El superyo puede ser patológico:
1- Prohibiendo todo, o casi todo.
2- Empujandonos a romper límites (mandato o imperativo: ¡¡goza¡¡).
3- Protegiéndonos del riesgo o el peligro hasta conducirnos a la
inhibición.
IDEAL DEL YO
Aunque Freud finalmente lo equivalía al superyo, en tanto ambos son
herederos de la identificación con el padre, otros autores, como Lacan, se
ven obligados a diferenciarlo del superyo, planteado que el ideal del yo
enfatiza, entre todos los valores morales y éticos impuestos por el
superyo, en aquellos que corresponden a los ideales sociales, búsquedas
y aspiraciones sublimes de un sujeto (ejemplo tratar de perfeccionarse de
acuerdo a las cualidades de un modelo o líder idealizado).
ADVERTENCIA
Sin embargo autores como Michel de M’Uzan (“Del arte a la muerte”,
Icaria, 1977) cuestionan dichos supuestos ideales de madurez y
perfección a los cuales aspira el ideal del yo, planteando que no están
exentos de problemas y de críticas. M’Uzan nos advierte que ningún ideal
social, ni ningún orden simbólico por mas que sea compartido por un
gran grupo de sujetos, está libre de promover proyectos omnipotentes e
ideales a veces nefastos para los sujetos y los grupos (por ejemplo, el
culto exagerado al trabajo y el exceso de bondad y pasiva en situaciones
crueles).
Hoy día se sostiene que el yo ideal, al igual que el Estadio del espejo no
son meras “etapas históricas” iniciales en el desarrollo de un bebe, sino
una experiencia que se vive permanentemente incluso en la edad adulta;
de allí que se diga que un enamorado (y en general un sujeto preso de
una relación pasional como el adicto y el jugador) parezca un ser
“capturado en un espejismo” o cautivado hipnóticamente, casi sin
voluntad propia y sin mayor valoración autónoma frente al objeto de su
pasión o de su adicción.
(YO IDEAL)
El yo ideal según Lacan, en el Estadio del Espejo
caracterizada por ser una vivencia por la cual se ve al otro y a
sí mismo como un todo unificado y omnipotente (hay una
ilusión de dominio total de los eventos de la realidad). Es la
imagen reflejada de uno mismo, precisamente es cuando el
niño se mira al espejo y se ver por sí mismo. El yo ideal es el
sustento de las imágenes secundarias imaginarias o ilusorias.
Estas imágenes en el propio cuerpo a partir de los 6 meses de
vida.
El yo ideal y el estadio del espejo son realmente experiencias
de alienación inevitables y necesarias para que el niño ingrese
al orden simbólico de los adultos.
“yo ideal” aparece por primera vez en 1914 en “Introducción
al narcisismo” para hablar del niño como resultado de la
proyección del propio narcisismo de los padres.
Como conclusión el sujeto intenta identificarse con alguna de
las imágenes idealizada prestadas por los otros, asumiendo
dichas imágenes como si fueran su propia realidad,
produciendo el denominado “yo ideal”.
EL PSICONANLISIS: ES LA IDENTIFICACION DE LA
METAFORA Y EL SIMBOLISMO QUE EL INDIVIDUO
EXPRESA EN SU CONVERSACION EN LA
COTIDIANIDAD