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Colombia
Maria Paula Mendieta, Dirección de Cambio Climático
Febrero de 2013
Introducción
Aún si los países desarrollados incrementan sus compromisos en reducción de emisiones de gases
efecto invernadero, se requerirá de la acción de los países en desarrollo para mantener los niveles
de emisiones por debajo de los requeridos para alcanzar la meta global de no permitir la
temperatura promedio global incrementar en más de 2°C. Por esta razón, la Conferencia de las
Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en el Plan de Acción de
Bali (2007), hizo un llamado a los países en desarrollo a ahondar esfuerzos mediante la
implementación de Acciones Nacionalmente Apropiadas de Mitigación (NAMAs, por sus siglas en
inglés).
En Bali se definió que las NAMAs además de ser adecuadas a cada país deben ser medibles,
notificables y verificables y deben estar enmarcadas en el contexto del desarrollo sostenible.
También se estableció que las NAMAs deben ser apoyadas y facilitadas mediante la transferencia de
tecnologías, financiamiento y construcción de capacidades. Más adelante, en Copenhague (2009)
algunos países en desarrollo realizaron por primera vez compromisos voluntarios en reducción de
emisiones en forma de NAMAs. Estos compromisos fueron ratificados en Cancún durante la
conferencia de las partes del 2010. Por otra parte, en los Acuerdos de Cancún (2010), la
Conferencia de las Partes añadió que las NAMAs deben desviar las emisiones de gases efecto
invernadero de los escenarios tendenciales o ‘business as usual’ de paises en desarrollo.
Más allá de lo decidido en Bali y en Cancún, no existen acuerdos internacionales que determinen la
definición, el alcance, modo de operación, aplicabilidad o elegibilidad de las NAMAs. Esto por un
lado, da la flexibilidad requerida por los países en desarrollo para adelantar acciones que se ajustan
a las circunstancias nacionales pero por el otro implica grandes retos en términos del nivel de
incertidumbre respecto a sus lineamientos básicos, transparencia y comparabilidad de esfuerzos a
nivel internacional.
Aunque países en desarrollo como Colombia han mostrado un gran interés en contribuir a la
reducción global de emisiones de gases efecto invernadero mediante la implementación de NAMAs,
existen aún interrogantes a nivel doméstico respecto al alcance, requerimientos y fuentes de
financiación para las mismas.
En general, las acciones nacionalmente Figura 1: NAMAs en el Marco del Plan Nacional de
Desarrollo.
apropiadas de mitigación son políticas, Fuente: Elaboración propia basada en UNEP-Risoe
regulaciones, programas u otro tipo de acciones
que reducen las emisiones de Gases Efecto Plan Nacional de
Desarrollo
Invernadero de sus niveles tendenciales o
‘business as usual’ y que, a su vez contribuyen a Estrategia Colombiana
de Desarrollo Bajo en
alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de Carbono
A nivel nacional, las NAMAs deben estar enmarcadas dentro de la política nacional de cambio
climático específicamente dentro de la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono. Esta
Estrategia, se encuentra en implementación desde el año 2011 y tiene como principal objetivo
apoyar a los diferentes sectores en la formulación e implementación de los planes sectoriales de
mitigación de cambio climático y el establecimiento de un sistema de monitoreo y reporte mediante
la elaboración de estudios para la toma de decisiones y el fortalecimiento y la construcción de
capacidades. La Figura 1, explica de manera gráfica el lugar que ocupan las NAMAs dentro de la
política nacional de cambio climático y permite visualizar como las NAMAs deben estar alineadas y
contribuir a los objetivos de gobierno.
NAMAs Unilaterales: Las NAMAs unilaterales son aquellas que son financiadas en su
totalidad con recursos propios del país en el que se pretende implementar la acción. Estos
recursos pueden venir de fuentes públicas o privadas o de una combinación de las dos. El
registrar estas NAMAs permite reconocer el esfuerzo de aquellos países en desarrollo que
voluntariamente se han embarcado en acciones de mitigación, y mas adelante pueden ser
las que constaten el avance de un país en desarrollo hacia su compromiso de mitigación.
NAMAs con Apoyo: Las NAMAs apoyadas cuentan con apoyo internacional bien sea
financiero, técnico y/o en forma de construcción de capacidades. El apoyo puede venir de
países desarrollados, fondos privados, fondos multilaterales o bancos de desarrollo.
NAMAs Acreditables: Las NAMAs acreditables serían aquellas que generan ingresos por la
venta de créditos de carbono asociados a la cantidad de emisiones reducidas. Aunque existe
la visión que algunas de las NAMAs deben apuntarle a generar créditos para nuevos
mercados de carbono, este mecanismo aún no ha sido acordado a nivel internacional por lo
cual aún no existe un mercado global que garantice una demanda de este tipo.
Una de las ventajas de la flexibilidad que permiten las NAMAs es que los mecanismos financieros se
pueden definir según las necesidades específicas de cada acción. Esto hace que para la elaboración
del plan financiero de una NAMA la agencia pueda utilizar las fuentes mencionadas anteriormente
de manera complementaria y no excluyente
acorde al diseño y los requerimientos de la
actividad.
En otras palabras, en algunos casos una Fuentes de información sobre NAMAs:
NAMA puede ser en parte financiada
unilateralmente, en parte apoyada y podría Organizaciones como el Centro de Política para al Aire
Limpio (CCAP), UNEP-Risoe y Ecofys han desarrollado
llegar a recibir ingresos por la venta de documentos y herramientas con información sobre
créditos. Lo importante en este tipo de criterios y principios para las NAMAs que, aunque no
unificados pueden servir de guía para aquellos
acciones es que exista claridad respecto a las tomadores de decisiones y agencias en países en
fuentes y usos de los recursos utilizados y/o desarrollo que buscan implementarlas.
solicitados. Center for Clean Air Policy (CCAP)
http://namapipeline.org/
Página Web: http://ccap.org/
NAMAs según tipo de acción: UNEP-Risoe- NAMA Pipeline
Página Web: http://namapipeline.org/
Ecofys:
Existen varios enfoques o aproximaciones Página web: http://www.ecofys.com/
que los países o sectores pueden tomar para Ecofys NAMA-Database
Página Web: http://www.nama-database.org/
reducir sus emisiones de GEI. Algunos de
ellos pueden escoger un enfoque de ‘arriba
hacia abajo’ donde las instituciones públicas
juegan un papel importante en la creación
NAMAs de proyecto: este tipo de NAMAs son acciones de mitigación a nivel sectorial o sub-
sectorial replicables y escalables a nivel nacional. Aunque inicialmente pueden ser
formuladas e implementadas a través de proyectos piloto, la NAMA se debe formular para
ser una acción sectorial o sub-sectorial y sus fronteras deben ser más amplias que las de un
proyecto.
Una de las preguntas más frecuentes por los desarrolladores de proyectos de reducción de
emisiones es cuando una acción de mitigación constituye una NAMA y cuando un Proyecto de
Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL).
Aunque las NAMAs pueden constituir una vía alterna para dar viabilidad a los proyectos de
reducción de emisiones, especialmente ante la escaza demanda y los bajos precios de los
Certificados de Reducción de Emisiones, es importante saber que un proyecto MDL no es una
NAMA.
Las NAMAs, se diferencian del MDL en sus objetivos y alcance. La primera y fundamental diferencia
es que las NAMAs contrario al MDL, no tienen como objetivo la emisión y venta de Certificados de
Reducción de Emisiones (CERs). Las reducciones de emisiones derivadas de los proyectos MDL son
utilizadas para el cumplimiento de las metas de los países Anexo I mientras que aquellas
provenientes de la implementación de NAMAs constituyen contribuciones de los países en
desarrollo donde la acción es implementada. Aunque como se mencionó anteriormente, existe la
posibilidad de que en el futuro las NAMAs puedan ser acreditables y emitir certificados, este
mecanismo de mercado no ha sido establecido y está siendo negociado actualmente bajo la
Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Adicionalmente, se espera que las NAMAs tengan un mayor alcance que el MDL en términos de su
escala de implementación, y/o de sus impactos para el desarrollo sostenible. Las NAMAs deben ir
alineadas con las prioridades de desarrollo y deben procurar ser replicables o escalables a niveles
nacionales, regionales o sectoriales. En este sentido, las NAMAs deben apoyar la acción de un grupo
de participantes más amplio. Las NAMAs no deben venir necesariamente del sector privado y
deben promover, en lo posible, alianzas entre organizaciones nacionales, sectoriales, regionales,
públicas y privadas.
Aunque los pasos a seguir para la formulación e implementación de una NAMA pueden variar de
una NAMA a otra, a continuación se presentan algunos elementos que se pueden tener en cuenta
para el desarrollo de una NAMA en Colombia.
Como se mencionó anteriormente, las NAMAs deben estar alineadas con los objetivos nacionales y
aquellos de la Estrategia de Desarrollo Bajo en Carbono por lo tanto, es deseable que las NAMAs
hagan parte de proyectos, políticas o acciones más amplias con objetivos adicionales a la reducción
de Gases Efecto Invernadero. Más aún, es posible identificar y definir una NAMA mediante dos
enfoques: el primero es identificar una acción/práctica/política o tecnología de reducción de Gases
Efecto Invernadero que pueda apoyar o sea consistente con los objetivos nacionales o incluso
encajar dentro de otros planes y políticas existentes. El segundo, es identificar elementos de las
acciones/políticas/acción/prácticas que tienen efectos positivos en la reducción de emisiones de tal
manera que puedan ser formulados como una NAMA.
En cualquiera de los casos, es importante definir cuál va a ser el alcance de la NAMA e identificar
claramente sus componentes. Para esto, es posible desagregar la NAMA en acciones por etapas,
actividades o regiones. Esto puede ayudar a dar viabilidad y a fijar objetivos pragmáticos de corto,
mediano y largo plazo. Esto también puede facilitar la definición de los requerimientos financieros,
los arreglos institucionales, y los proceso de monitoreo y reporte. Una forma de lograr este objetivo,
es la definición de proyectos piloto dentro de la NAMA sin embargo, es muy importante mostrar
que estos estén enmarcados en una visión y objetivos más amplios y que contribuyen a la
construcción de capacidades, experiencia e información requerida.
Un requisito indispensable para garantizar el éxito de una NAMA es que exista una agencia
implementadora que se haga responsable de su coordinación e implementación. Esta agencia puede
ser privada o pública pero debe representar a un grupo de agentes del sector o sub-sector o
territorio en cuestión. Aunque no es lo deseable, algunas NAMAs pueden requerir de más de una
agencia implementadora, en cuyo caso se deben definir claramente las responsabilidades.
Cualquiera que sea la situacion, se debe tener en cuenta que este rol de implementacion y
coodrinacion será de largo plazo.
La coordinación de muchas instituciones puede llegar a ser uno de los mayores retos que se pueden
presentar de tal manera que la definición de roles y programas de trabajo puede facilitar, acelerar y
hacer la diferencia para el éxito de una NAMA.
El establecimiento de comités para la toma de decisiones y de grupos técnicos de trabajo pueden
ser algunos de los arreglos institucionales a establecer para la implementación y formulación de las
NAMAs. También es posible la creación de agencias y/o alianzas que faciliten esta labor.
A pesar de ser más flexible que el Mecanismo de Desarrollo Limpio, cada NAMA debe presentar de
manera clara y explícita la metodología para el cálculo de la línea base y el potencial de reducción
de emisiones. Algunas NAMAs pueden requerir apoyo internacional para el desarrollo de una línea
base y del potencial de abatimiento. En estos casos, una estimación gruesa de estos elementos
puede ser suficiente para atraer la financiación o el apoyo técnico requerido. Tanto para los NAMAs
que buscan financiamiento internacional como para aquellos unilaterales las metodologías de línea
base y de cálculo de emisiones son las que al final determinan la capacidad del NAMA para generar
reducción de emisiones y la credibilidad del mismo.
Tiempo de implementación
Aunque ell tiempo de implementación de las NAMAs depende de las características de cada una, en
muchos casos el horizonte de tiempo en el que las inversiones y acciones emprendidas generan
reducción de emisiones es de mediano y largo plazo (entre 10 y 20 años).
Debido a los amplios horizontes de tiempo de implementación en la formulación de un NAMA
puede ser de gran utilidad definir fases de implementación.
Como se mencionó anteriormente, uno de los enfoques de los NAMAs es que debe haber una
contribución al desarrollo sostenible. Para un país como Colombia cuya contribución a las
Monitoreo y Reporte
El sistema de monitoreo y reporte de una NAMA debe ser sencillo en la medida de lo posible y claro.
Debe intentar construir sobre sistemas ya existentes. Dentro de la formulación de una NAMA es
importante contar con una propuesta de seguimiento a los resultados de la misma. Este
seguimiento puede tener dos componentes: un seguimiento cuantitativo en el que se definan
indicadores de seguimiento. Dentro de estos indicadores es claro que para el caso de una NAMA las
emisiones de gases efecto invernadero son un indicador básico sin embargo, es recomendable
utilizar también otras medidas de desempeño relacionadas con los avances en implementación
como por ejemplo: número de proyectos, número de participantes, recursos utilizados, población
atendida. También se pueden incluir dentro del sistema de monitoreo indicadores cuantitativos y
cualitativos sobre los impactos y beneficios ambientales, sociales y económicos que demuestren la
contribución del NAMA al desarrollo sostenible.
La rigurosidad del sistema de monitoreo y reporte es el mecanismo mediante el cual una NAMA
evidencia la solidez de sus resultados. En el caso de las NAMAs que buscan apoyo para
implementación, el diseño de un buen sistema de monitoreo y reporte constituye un elemento
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esencial para garantizar un nivel de emisiones significativas y transparentes atractivas para el
inversionista o cooperante internacional.
Al ser programas, política o proyectos de gran escala es deseable que las NAMAs cuenten con el
apoyo del gobierno nacional y/o de los gobiernos locales. En algunos casos incluso la NAMAs vienen
del gobierno mismo pero en el caso de NAMAs formulados por el sector privado es recomendable
involucrar a las entidades públicas relevantes. Por ejemplo, además de ser la autoridad designada
para el registro de NAMAs ante la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio, el
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible apoya y hace parte de los grupos de trabajo y
comités de NAMAs en formulación. Su papel, es el de apoyar técnicamente la etapa de formulación
de la NAMA así como, en algunos casos asegurarse que la NAMA también maximiza otros beneficios
ambientales. En el caso de los NAMAs de transporte, por ejemplo, también puede ser relevante
hacer participes tanto al Ministerio de Transporte como a las secretarías de movilidad y de
ambiente de las ciudades. Otras entidades gubernamentales que pueden ser relevantes dentro del
equipo de trabajo de una NAMA son el Departamento Nacional de Planeación, el Ministerio de
Minas y Energía, las Alcaldías y las Corporaciones Autónomas Regionales. El rol que cumplen las
entidades de gobierno dentro de una NAMA puede variar de ser la cabeza y agencia
implementadora hasta dar asesoría o acompañamiento.
Debido a su amplio alcance y a su tiempo de implementación es normal que una NAMA se enfrente
a grandes retos y barreras. Es por esta razón que en la formulación de una NAMA se deben
identificar riesgos con el fin de establecer estrategias que los minimicen. Expertos sectoriales en
Colombia han señalado que algunas de las barreras de implementación pueden ser los
requerimientos financieros, adecuación regulatoria, prácticas culturales, construcción de
capacidades, disponibilidad y penetración tecnológica, prioridades sectoriales (Uniandes, 2012).
Como en la formulación de cualquier proyecto, los costos de la NAMAs deben ser calculados. Y
debidamente específicados. Debido a que la NAMA puede tener diversos componentes y beneficios
los costos de la NAMA no deben ser necesariamente atribuidos en su totalidad a la reducción de
emisiones de gases efecto invernadero. Las NAMAs pueden ser iniciativas con diversos elementos y
fuentes de financiación debido a que tienen la capacidad de reunir intereses de diversos tipos y
distintos a la mitigación de cambio climático. Debido a lo anterior y aunque es importante conocer
los costos totales de la NAMA se debe tener en cuenta que estos no determinan necesariamente el
costo por tonelada reducida.
Asi mismo, diversos estudios han realizado no solo una cuantificación de los costos de
implementación y preparación de una NAMA pero han realizado análisis costo beneficio. Aunque no
es necesaria, la evaluación costo-beneficio puede ser una herramienta útil para establecer la
viabilidad y la priorización de acciones de mitigación a nivel nacional.