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EL CEREBRO MILAGROSO

Aprendizaje y desarrollo

Beto tiene cinco años. Su hermana mayor va la escuela


con otros “niños grandes” y él no aguanta las ganas de
ser grande para subirse con ellos al camión escolar. Le
encantan sus libros, ya sabe las letras y números y puede
escribir su propio nombre y el de su perro, Cometa. Beto
está impaciente por su próxima etapa de vida. La mamá
de Beto, sin embargo, tiene emociones encontradas. Sabe
que será difícil dejar ir a su bebé. Y aunque Beto disfruta
leer y muestra una curiosidad ávida acerca del mundo a
su alrededor, también es tímido y a veces tiene problemas
para relacionarse con otros niños de su edad. Se aferra a
su mamá en lugares públicos. Y a veces escribe algunas
letras que ya sabe al revés. A la mamá de Beto le preocupa
que aún no esté listo para ir a la escuela.
“¿Qué debo hacer?” le pregunta a su vecina, cuyos hijos
ya van a una primaria cercana. “¿Debería meterlo en un
programa de pre-jardín de niños para prepararlo? Tal vez
podría conseguir unas tarjetas y enseñarle a leer. O tal
vez debería retenerlo por otro año. No quiero que Beto
fracase, pero tampoco quiero decepcionarlo o desalen-
tarlo.” La mamá de Beto niega con su cabeza confundida
y preocupada.

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DISCIPLINA POSITIVA PARA PREESCOLARES

EL CÓMO, CUÁNDO Y POR QUÉ DEL


APRENDIZAJE

Los últimos años de preescolar son tiempos difíciles para cualquier


padre y para sus hijos. Mientras los preescolares se aproximan a la
edad de cinco o seis años, el prospecto de escuela y el aprendizaje
formal se ven en el horizonte. El mundo yace más allá de la casa
y la familia para comenzar a incluir a maestros y amigos, quienes
tendrán un gran significado en la vida del niño al pasar los años.
Ésta no siempre es una transición fácil para los padres o los niños.
Muchos padres se dan cuenta de que nuestro mundo se ha
vuelto muy competitivo. Muchos de nosotros ha leído las noticias
de los periódicos, detallando la renuncia académica de los niños.
Y porque amamos a nuestros niños y queremos que triunfen en lo
que hagan, nos hacemos muchas preguntas. ¿Qué debemos en-
señarles y cuando deberíamos empezar? ¿Qué tanto deben saber
los niños acerca de leer, escribir y aritmética antes de entrar a la
escuela? ¿Qué tan bien desarrolladas deberían estar sus habilidades
sociales? ¿Cómo aprenden los niños al fin y al cabo? ¿Qué pasa
en sus cerebros en desarrollo que les permite adquirir y usar sus
conocimientos y habilidades de aprendizaje? ¿Por qué hay niños
que lo hacen mejor que otros?
En los últimos años, nuestra comprensión acerca del creci-
miento y desarrollo del cerebro, ha cambiado drásticamente. Ahora
entendemos que los primeros años de vida son crucialmente im-
portantes en la formación del pensamiento y habilidades cogniti-
vas, y en la formación de la programación del cerebro. El cerebro
continúa creciendo y aprendiendo durante los años preescolares y
adolescencia. De hecho, la corteza prefrontal del cerebro, que es
responsable de la regulación emocional, el control de los impulsos
y formas cognitivas más adultas, no se desarrolla por completo sino
hasta los veinticinco años de edad. La manera en la que los padres

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El cerebro milagroso

y cuidadores interactúan con los niños es crucial para el desarrollo


del cerebro y aprendizaje.

EL INICIO EL CEREBRO

No hace muchos años, creíamos que los bebés nacían con cerebros
que estaban más o menos desarrollados, todo lo que quedaba por
hacer era llenar sus cerebros expectantes con la información ne-
cesaria. Sin embargo, hoy en día somos más sensatos. Escaneos
sofisticados han permitido a los investigadores mirar de cerca al
interior del cerebro vivo del niño para observar su estructura y des-
cubrir cómo usa la energía, flujo sanguíneo y sustancias especiales
llamadas neurotransmisores para pensar, percibir y aprender. Lo que
esos investigadores han descubierto es extraordinario.
El cerebro humano comienza su vida como un pequeño grupo
de células en el feto. Para la cuarta semana de embarazo, estas
células han comenzado a juntarse de acuerdo a la función que algún
día llevarán a cabo y comienzan a “migrar” a la parte del cerebro a las
que están destinadas a ocupar. La naturaleza provee al feto con más
células de las que necesita, algunas no sobreviven a la migración
pero otras se juntan en una red de conexiones llamada sinapsis.
El cerebro humano está en construcción durante los primeros tres
años de vida y lo que un niño aprende, decide acerca de sí mismo
y el mundo a su alrededor, se vuelve parte de la programación de
su cerebro.
La estimulación del mundo exterior, experimentado por medio
de los sentidos del niño (oído, vista, olfato y tacto), le permite al
cerebro crear o cambiar las conexiones y prioriza el aprendizaje.
A pesar que el cerebro es asombrosamente flexible y capaz de
adaptarse a cambios o lesiones, hay oportunidades, muy temprano
en la vida del niño, en las cuales existen aprendizajes importantes
(como el desarrollo de la vista y el lenguaje). Si esas oportunidades

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DISCIPLINA POSITIVA PARA PREESCOLARES

se pierden, puede ser más difícil que los niños las adquieran. Para
la edad de diez años, el cerebro de un niño comienza a deshacer-
se de las sinapsis que aún no han sido usadas lo suficiente. Para
la adolescencia, la mitad han sido descartadas. Por lo tanto, para
algunas funciones, el desarrollo del cerebro utiliza la propuesta de
“tómalo o déjalo”. (Para otras, como el desarrollo de las habilidades
sociales, el aprendizaje continúa hasta avanzada la adultez.) Lo que
se utiliza (y se guarda) depende en gran parte de los adultos que
dan forma al mundo del niño.

¿HERENCIA O CRIANZA?

Tal vez te estés preguntando de dónde saca tu hijo esa particular


combinación de rasgos y cualidades, y por qué, si tienes más de
un hijo, ¡pueden ser tan increíblemente diferentes!
Ahora los investigadores creen que los genes pueden tener
una influencia más fuerte en el temperamento y la personalidad
de lo que creíamos. Muchos investigadores creen que los genes
determinan cualidades como el optimismo, depresión, agresión o si
una persona es una perseguidora de adrenalina, lo cual puede no
sorprender a los padres de preescolares que triunfan en gimnasia,
se lucen con una pelota de fútbol y trepan árboles más rápido de lo
que sus agobiados padres dicen “abracadabra” (Discutiremos acer-
ca del temperamento en el capítulo 6). Los padres pueden estarse
preguntando qué tanta influencia tienen en su hijo en crecimiento.
Si los genes son tan poderosos, ¿realmente importa cómo criamos
a nuestros hijos?
La respuesta es que tiene gran importancia. Mientras que un
niño hereda ciertos rasgos y tendencias de sus genes, la historia de
cómo esos rasgos se desarrollan, no ha sido escrita todavía. Tu hijo
pudo haber llegado al planeta con su temperamento único, pero la
forma en que tú y otros cuidadores interactúan con él, moldearán la

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El cerebro milagroso

persona en la que se convertirá. (Investigadores del cerebro llaman


a estas decisiones y reacciones, “adaptaciones”; son una parte de
una complicada danza entre las cualidades innatas del niño y el
mundo que habita.) Como la psicóloga educacional, Jane M. Healy
postuló en su libro, “Mentes en peligro de extinción: Por qué los
niños no piensan y qué podemos hacer al respecto” [Endangered
Minds: Why Children Don’t Think and What We Can Do About It]
(Touchstone, 1990), “La mente moldea la conducta, y la conducta
moldea al cerebro”.
Padres y cuidadores, frágiles e imperfectos como somos, lleva-
mos la responsabilidad de moldear el ambiente de los niños, y por
ende su desarrollo. El cerebro humano nunca deja de desarrollarse
ni pierde la habilidad de hacer sinapsis y conexiones. El cambio
puede ser más difícil al ir envejeciendo, pero la transformación en
actitudes, comportamiento y relaciones, siempre es posible.

¿UNIVERSIDAD PARA NIÑOS?

Ocasionalmente, un periódico contará la historia de un niño precoz


que a la edad de cinco años, ha terminado la educación primaria y
está listo para una educación superior. Luego hay niños como Beto,
cuyos padres se preocupan de que, por diferentes razones, aún no
esté listo para ir aprender cuando otros niños sí lo están.
¿Deberían comenzar los padres a enseñar contenidos acadé-
micos a una edad temprana? Si los cerebros están desarrollándose,
¿no deberíamos meter tanta información como podamos? La verdad
es los niños aprenden de diferentes maneras, muchas de las cuales
todavía no acabamos de entender. Algunos investigadores creen que
incluso puede ser dañino forzar a los niños a aprender demasiado
rápido o a adquirir conceptos que sus cerebros no están lo suficien-
temente maduros para manejar. Si el cerebro aún no está listo para
aprender contenidos abstractos (por ejemplo, matemáticas), puede

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DISCIPLINA POSITIVA PARA PREESCOLARES

formar un camino de conexiones que sea menos efectivo que uno


que pueda usarse más adelante, y el camino menos efectivo, quede
“programado” en su lugar.
Forzar a los niños a aprender antes de que puedan leer, tam-
bién puede tener efectos psicológicos. Los niños están tomando
decisiones todo el tiempo acerca de ellos mismos o el mundo que
les rodea. Cuando los niños tienen dificultad para dominar un con-
cepto, impuestos por sus amorosos (y bien intencionados) padres,
pueden tomar la decisión “No soy lo suficientemente bueno”, cuando
en realidad sus cerebros aún no están listos para asimilar ciertos
conceptos. Estas ideas pueden permanecer y se pueden sentir
demasiado intimidados y nunca aprender el concepto.
Hay pocos absolutos: cada cerebro humano es único y especial,
y es imposible generalizar acerca de lo que está bien o mal para
un niño en particular, pero algunos académicos como Jane Healy,
creen que nuestra apresurada cultura (y algunos de los programas
“educativos” de televisión) pueden estar afectando las habilidades de
los niños para poner atención, escuchar o aprender más adelante.
Algunos educadores de primera infancia dicen que los preescolares
hoy en día parecen tener más dificultades para estar quietos y poner
atención a las clases o historias. Al mismo tiempo, muchos de estos
niños parecen estar sofisticadamente más adelantados a su edad,
ya que han adquirido un amplio ( y en ocasiones alarmantemente
adulto) vocabulario de la televisión. Probablemente no todo el apren-
dizaje sea “bueno”, los padres necesitan poner especial atención
a lo que sus niños están expuestos y asegurarse que el carácter y
valores se les enseñan a la par del vocabulario y habilidades.
Los niños pequeños aprenden mejor en el contex-
to de las relaciones, y lo que más requieren conoceren
sus años preescolares no se encuentra en tarjetas (o
en la televisión). Los niños aprenden mejor por medio
de una participación activa que involucre sus sentidos:
vista, olfato, oído, gusto y tacto. También necesitan

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El cerebro milagroso

oportunidades para hacer conexiones entre lo que ya saben y la


nueva información para ir construyendo su comprensión del mundo.
¿No es interesante que el juego cumple con todos estos requisitos?
El juego es vital en los años preescolares. Recuerda: un niño jugando
está en realidad trabajando duro en desarrollar un cerebro saludable.

PROGRAMADO PARA CONECTAR: LO QUE TU


NIÑO REALMENTE NECESITA

Los preescolares son, sin duda, personitas muy ocupadas porque


tienen mucho que aprender. Como lo hemos ya mencionado, los
niños pequeños aprenden mejor en un contexto de relaciones. El
desarrollo del cerebro es cuestión de conexión, y el cerebro de tu
hijo está programado para buscar conexión desde el momento del
nacimiento. La forma en la que tú y sus cuidadores se relacionan
con él; cómo le hablan, juegan y lo fortalecen, es por mucho, el
factor más importante en su desarrollo. (Conocerás más acerca del
desarrollo emocional en el capítulo 7.)
Según Ross A. Thompson, un profesor en psicología de la
Universidad de California en Davis y miembro fundador del Consejo
Científico Nacional del Niño en Desarrollo (www.developingchild.net),
los niños pequeños aprenden mejor cuando no están estresados y
cuando viven en un lugar que sea considerablemente estimulante.
Thompson cree que el estímulo especial, como los videos y otras
herramientas de enseñanza académica, son innecesarias. De hecho,
lo que realmente necesitan los niños para crecer y desarrollarse es
tiempo sin prisas con adultos afectuosos, personas que tendrán
al niño como centro y que sigan sus señales sin distracciones ni
expectativas. (Tanto padres como cuidadores pueden proveer este
tipo de interacción con el niño en el centro.) Es importante entender
que esto no significa permitir que los niños gobiernen la casa. (Más
acerca de este tema en los siguientes capítulos.)

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DISCIPLINA POSITIVA PARA PREESCOLARES

COMENTARIOS ACERCA DEL APEGO

Cuando existe una buena conexión con tu hijo, cuando reconoces y


respondes a sus señales, le ofreces amor y pertenencia y le permites
desarrollar una sensación de confianza y seguridad, le ayudarás a
desarrollar lo que se conoce como apego seguro. Los niños que tienen
este apego seguro, pueden conectarse con ellos mismos y con otros
además de tener una mejor oportunidad para desarrollar relaciones
saludables y balanceadas. Lo interesante es que investigadores,
como Mary Main, descubrieron que el mejor indicador del sentido
de apego es el nivel de apego de sus padres a su propia familia
mientras crecían. (Erik Erikson también encontró que el desarrollo
del sentido de confianza en un infante en el primer año de vida, se
relaciona directamente al sentido de confianza en sí misma de la
madre.) La forma en la que tú entiendes y le das sentido a tu propia
historia y experiencias, tendrá un efecto directo en tu hijo. Entender
y resolver tus propios problemas, retos y asuntos, puede ser uno de
los mejores regalos que puedas darle a tu pequeño. (Para aprender
más acerca del apego, el desarrollo del cerebro y crianza, consulta
Ser padres conscientes: un mejor conocimiento de nosotros mismos con-

LAS MILAGROSAS NEURONAS ESPEJO

¿Alguna vez te has preguntado cómo aprende tu hijo a aplaudir, a limpiar con
la aspiradora o a “chocarlas” contigo? Los investigadores descubrieron re-
cientemente en el cerebro humano, la presencia de las neuronas espejo, que
perciben la acción física, expresiones faciales y emoción, y preparan al cerebro
a duplicar lo que ven. Las neuronas espejo ayudan al niño a entender cómo
imitarte. De la misma forma, cuando estás molesto, emocionado o ansioso,
sus neuronas espejo “captarán” tu emoción y crearán el mismo sentimiento en
tu hijo. Las neuronas espejo ayudan a explicar por qué lloramos, reímos o nos
molestamos tan fácilmente con los demás. También muestran por qué lo que
haces; el comportamiento que modelas como padre es más poderoso que las
palabras que utilizas cuando enseñas a tu hijo.

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El cerebro milagroso

tribuye a un desarrollo integral de nuestros hijos, de Daniel J. Siegel y


Mary Hartzell, Ed. La Llave, 2012.)

ALENTANDO UN CRECIMIENTO Y APRENDIZAJE


SANO

¿Recuerdas a Beto? Su madre quería saber qué podía hacer para


ayudarle a tener éxito en la escuela. En realidad, los padres pueden
empezar a preparar el escenario para el aprendizaje desde que nace
el bebé, sin usar móviles, tarjetas o programas de “súper bebé”,
sino respondiendo a su hijo en formas que fomenten el crecimiento
saludable del cerebro, desarrollando relaciones de confianza y amor,
enseñando habilidades y alentando el amor por el aprendizaje.

Demuestra afecto, interés y aceptación


Un niño nunca supera la necesidad de sentir pertenencia e im-
portancia. No es suficiente solo amar a tu hijo; ese amor debe ser
demostrado a diario de formas saludables. No olvides que resca-
tar, sobreproteger y dar en exceso no son formas saludables de
demostrar el afecto.
Investigaciones han demostrado que los niños que reciben
un trato cálido, congruente y amoroso, producen menos hormonas
de estrés (cortisol) y cuando se molestan son capaces de “apagar”
sus reacciones al estrés más rápido. Por otro lado, los niños que
sufren de abuso o negligencia en la etapa temprana de vida, son
propensos a sufrir más estrés con mayor frecuencia y a la menor
provocación.
Los abrazos, sonrisas y carcajadas son herra-
mientas de crianza sorprendentes y significarán más
para tu hijo a la larga, que los juguetes y actividades
más maravillosos. Pasar tiempo especial con un niño,
mostrando curiosidad de sus ocupaciones y pensa-

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DISCIPLINA POSITIVA PARA PREESCOLARES

mientos y aprendiendo a escuchar bien, le mostrará a tu hijo dia-


riamente que es aceptado y amado, y dará forma y fortalecerá el
desarrollo de su cerebro.

Practica el arte de la conversación


Contrario a las creencias populares, los niños no aprenden el len-
guaje de los programas de televisión, incluso de los más educativos;
la televisión es pasiva y no requiere respuesta de parte de su au-
diencia. Los niños desarrollan el lenguaje teniendo la oportunidad de
hablar y de que les hablen otras personas reales. A los cuatro años,
los niños que han sido expuestos a dosis saludables de lenguaje,
tendrán un vocabulario de hasta seis mil palabras y podrán cons-
truir oraciones de cinco o seis
palabras. A los cinco años, su
Cómo desarrollar un cerebro vocabulario puede incrementar
saludable hasta alrededor de ocho mil pa-
Demuestra afecto, interés y acep- labras, un incremento de hasta
tación cinco palabras diarias cada día
Practica el arte de la conversación por un año. Impresionante ¿no?
Leer, leer, leer
Conversar con cualquier
Alienta la curiosidad, exploración
segura y aprendizaje activo preescolar es verdaderamente
Limita el tiempo de televisión un arte, requiere de humor y
Usa la disciplina para enseñar, paciencia. Muchos niños pe-
nunca para avergonzar o humillar
queños pasan por la fase en la
Reconoce y acepta la singularidad
de tu hijo que cada expresión es “¿Por
Proporciona experiencias de qué?” o “¿Cómo?” Supimos
aprendizaje que utilicen sus sen- de una madre agotada quien,
tidos
Provee tiempo para el aprendizaje bombardeada por preguntas
de tu niño por medio del juego de parte de su curioso hijo de
Selecciona la guardería con cuida- cuatro años, le contestó que
do y mantente involucrado
estaba cansada de respon-
Cuídate a ti mismo
der preguntas por un día y le
sugirió que estuviera callado

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El cerebro milagroso

por un rato. Su hijo miró a su mamá con asombro y le dijo “Pero


mamá, así es como aprenden los niños pequeños”. Y tiene toda
la razón.
Los adultos a veces le hablan a los niños de maneras que no
dan pie a mucha respuesta. Gran parte de la “conversación” adul-
ta es simplemente directiva. Las frases como “Ponte la pijama”,
“Come tus verduras” y “¡Házlo en en este momento muchachito!”,
no invitan a una conversación. Preguntas como “¿Qué tal estuvo
la escuela hoy?” o “¿Ganaste en el juego de hoy?”, pueden ser
contestadas con una sílaba o incluso con un gruñido. Una forma
eficiente de invitar a la conversación a un preescolar (y a desarrollar
el lenguaje en el proceso) es haciendo preguntas de curiosidad (que
usualmente empiezan con Qué y Cómo. Preguntas como: “¿Qué te
gusto de la escuela hoy?” o “¿Cómo crees que puedes resolver el
problema?”, invitan a respuestas más elaboradas y le dan al niño
la oportunidad de practicar el razonamiento crítico y habilidades de
lenguaje. Por supuesto, también es necesario una escucha enfocada
y atenta por parte de los padres, algo que requiere mucha energía
y paciencia. Sólo recuerda, la relación y conexión promueven el
desarrollo mental.

Leer, leer, leer


No hay nada que sustituya a la lectura cuando hay que preparar
para el aprendizaje formal y nunca es demasiado temprano (o tar-
de) para empezar. Los libros abren mundos desconocidos para los
niños. Y ya que el escenario y los personajes necesitan ser creados
en la mente del niño, los libros también estimulan el pensamiento
y aprendizaje.
Asegúrate de seleccionar libros que sean apropiados para la
edad y que apelen a los intereses de tu niño. Tu bibliotecario local
o vendedor de libros podrán recomendarte libros o series de libros
adecuados a la edad. Algunos estudios han demostrado que a los
varones en ocasiones no les atrae la lectura porque los libros que

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DISCIPLINA POSITIVA PARA PREESCOLARES

se les ofrecen no les son atractivos. Si tienen un varón preescolar,


visita www.guysread.com para encontrar libros y sugerencias de
cómo desarrollar el amor a la lectura en tu niño.
Cuando leas, haz que la historia cobre vida: cambia tu voz
para hacer diferentes personajes y detente para hablar acerca de la
historia o de los dibujos. Los adultos usualmente se cansan de los
libros o historias favoritas antes que los niños, pero sé paciente: los
preescolares aprenden por repetición. Usualmente ellos memorizan
los libros favoritos y te los quieren “leer” a tí, dando vuelta a la pá-
gina en los momentos correctos. Los niños que crecen con libros, a
menudo desarrollan un amor por la lectura y el aprendizaje que dura
toda la vida y prepara el terreno para el éxito en la escuela. Muchas
familias descubren que el momento de lectura también es momen-
to para acurrucarse y conectar, y permanece como una actividad
compartida favorita hasta los años de primaria, mucho después de
que los niños aprenden a leer bien por sí mismos.
Por cierto, contar historias también es una maravillosa manera
de estimular el aprendizaje. Compartir anécdotas de la historia de
tu familia o experiencias que viviste cuando tenías la edad de tu
hijo, desarrolla cercanía y confianza así como también alienta la
escucha y habilidades de aprendizaje. Volver a contar un recuerdo
en común de igual manera puede ayudar a un niño a ampliar su
memoria de un evento.

Alienta la curiosidad, la exploración segura y el


aprendizaje activo
Padres y cuidadores pueden proveer muchas oportunidades seguras
de correr, escalar, brincar y explorar. Honra los intereses de tu hijo:
los niños pequeños rara vez aprecian (o aprenden) cuando se les
obliga a participar en actividades que no les gustan o que incluso
les asustan. No es necesario inscribir a un niño en actividades orga-
nizadas, pueden aprender a pintar, jugar baseball, cantar o plantar
un jardín al trabajar a la par con adultos que los inviten.

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El cerebro milagroso

Los preescolares usualmente quieren hacer más que sólo


mirar, así que prepárate para algunos desastres en el camino.
También recuerda que algunos niños muestran curiosidad y ta-
lentos muy reales en esta edad y que serán importantes por el
resto de su vida.
No todos los intereses de los preescolares revelan
talentos para toda la vida. Aun así, proveer de oportu-
nidades razonables para que los niños experimenten
con una variedad de actividades, les dará maneras de
construir su autoestima y confianza, y desarrollarse
como una persona saludable y activa.

Limita el tiempo frente a la televisión


Entra a muchas salas de estar hoy en día y notarás un objeto en el
lugar de honor. Ubicado en la parte central, soportado por satélite o
cable y controles remotos sofisticados, la televisión se ha vuelto el
centro de la vida familiar en muchos hogares. El “tiempo en familia”
es iluminado por la flagrante luz azul de la pantalla, y mientras más
grande sea, mejor.
Desafortunadamente, hay muchas cosas que no entendemos
acerca de cómo afecta la televisión al desarrollo del cerebro y lo
que sabemos, no es alentador. La mayoría de los niños pequeños
pasan demasiado tiempo frente a la televisión, viendo sus programas
y videos favoritos, o cualquier cosa que estén viendo los adultos.
¿Cómo afecta esto a sus cerebros, su capacidad para aprender y
su habilidad para prestar atención?
Investigadores y psicólogos educacionales, como Jane Healy,
creen que la televisión excesiva puede estar cambiando el fun-
cionamiento del cerebro. Ver televisión y videos es esencialmente
una actividad pasiva; hay poco o nada de razonamiento analítico
en la mente de un niño pequeño que es puesto frente al televi-
sor. Incluso los programas llamados educacionales como Plaza
Sésamo pueden ser poco útiles: el frenético y brillante formato

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DISCIPLINA POSITIVA PARA PREESCOLARES

no alienta la atención sostenida y algunos estudios indican que


los niños inician la escuela esperando entretenimiento y efectos
especiales como aquellos que ven en la televisión y se aburren en
el salón de clases. Muchos maestros reportan que los períodos de
atención, la comprensión y las habilidades de lenguaje escrito han
disminuído en la última década. En el capítulo 7, exploraremos la
influencia de la cultura, computadoras y otros medios electrónicos
a mayor profundidad.
Además , los niños que ven mucha televisión tienden a tener
más problemas de peso y muestran menos creatividad al jugar. Hay
evidencia creciente de que los juegos de video violentos, shows de
televisión y las películas nublan la habilidad de los niños de entender
las verdaderas consecuencias de los actos violentos;
los niños imitan lo que ven en televisión especialmente
si aparenta tener resultados negativos. Por ahora, sólo
hay que saber que es mejor limitar el tiempo que tu
niño pasa sentado delante de la pantalla.

Usa la disciplina para enseñar, no para avergonzar o


humillar
Recuerda, las sinapsis que tu hijo conservará serán las que use
más a menudo, y la vergüenza, los castigos y la humillación pueden
formar la manera en la que el cerebro de un niño es programa-
do. Esta es solamente una de las razones por las que seguimos
enfatizando que el mejor tipo de disciplina es enseñar. Los niños
responden bien a una disciplina amorosa y efectiva, y serán más
sanos al tenerla. ¿No es bueno saber que las habilidades de la
Disciplina Positiva que utilices también alienta a un desarrollo
cerebral sano?

Reconoce y acepta la naturaleza única de tu niño


Los niños pequeños aprenden de sí mismos y del mundo que les
rodea observando y escuchando; lo que deciden acerca de ellos

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El cerebro milagroso

mismos (y de tí) depende en gran medida de los mensajes que


reciben de sus padres y cuidadores. Aprender a aceptar a tu hijo
exactamente por lo que es, no sólo construye su sentido de auto-
estima, sino que también promueve un desarrollo cerebral sano
y lo alienta a valorar sus cualidades especiales y habilidades y a
tener la valentía de intentar nuevas cosas; el mejor seguro que hay
frente a los desafíos y presiones que enfrentará mientras crece
para convertirse en adolescente y adulto.

Ofrece experiencias de aprendizaje que utilicen los


sentidos
Los niños pequeños experimentan el mundo a través de sus senti-
dos, y esas experiencias les ayudan a dar forma al desarrollo de su
cerebro. Ofrece a tu niño muchas oportunidades para ver, escuchar,
oler, tocar y degustar su mundo, con tu supervisión cuidadosa, por
supuesto. Los sentidos de tu hijo enriquecerán sus experiencias e
incrementarán sus capacidades para aprender.

Ofrece momentos para que tu hijo aprenda por medio


del juego
Para un preescolar, el juego es mucho más que sólamente diversión.
El juego es el laboratorio en donde un niño experimenta su mundo,
experimenta con nuevos roles e ideas y aprende a sentirse cómodo
en el mundo del movimiento y sensación. A menudo es más conve-
niente que los padres programen tiempo de juego para el niño, pero
los niños necesitan tiempo sin estructura en el cual puedan ejercitar
su imaginación y su cuerpo. Ofrece materias primas y luego suelta
a tu hijo para que juegue y aprenda.

Selecciona la guardería cuidadosamente e


involúcrate
Las guarderías son crucialmente importantes. Muchísimos niños
pasan todo o gran parte del día bajo el cuidado de alguien más

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DISCIPLINA POSITIVA PARA PREESCOLARES

además de sus padres. Es crucial que los cuidadores y maestros


también sepan cómo se desarrolla el cerebro y que hagan lo mejor
que puedan para fomentar la salud y aprendizaje. Dejar a tu hijo al
cuidado de otros puede ser difícil, pero será de gran ayuda recono-
cer que existen centros de cuidado de alta calidad que apoyarán el
desarrollo del niño. También enfatiza la importancia de asegurarse
que el cuidado que reciba tu hijo cuando esté lejos de tíi sea real-
mente de calidad. (En el capítulo 15 se explicará lo que compone
un cuidado de calidad y cómo encontrarlo.)

Cuida de ti mismo
Te preguntarás qué tendrá que ver el cuidado de sí mismo con el
cerebro de tu hijo. Pero piensa solo un momento: Criar y guiar un
preescolar lleno de energía y curioso, es un trabajo duro y de tiempo
completo. Padres y cuidadores necesitan cada gramo de energía
y sabiduría que posean, y muy a menudo el pozo se seca cuando
ocurre la crisis.
Harás tu mejor trabajo como padre cuando estés descansa-
do y contento. Sí, la fatiga y el estrés parecen ser una algo del
día a día viviendo con niños pequeños, particularmente si tienes
pareja o un trabajo con el que lidiar. De todos modos, cuidar de
tus propias necesidades debe ser una prioridad. Haz ejercicio,
come saludablemente y haz tu mejor esfuerzo para dormir lo
suficiente. Toma tiempo regularmente (no, una vez al año no
es suficiente) para hacer cosas que disfrutes.Pasa tiempo con
tu pareja, toma café con un amigo, canta en un coro, toma una
clase, lee un libro. Lo que sea que llene el pozo, beneficiará a tu
niño. Aprenderán a respetarte ( y a ellos mismos) cuando vean
que te estás tratando con respeto. Y encontrarán que responder
a un adulto calmado, descansado y feliz es mucho más fácil que
a uno exhausto, gruñón y resentido. Mantenerte saludable no es
egoísta, es sabio.

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El cerebro milagroso

A LA ESCUELA:
“¿REALMENTE ESTÁ LISTO MI HIJO?”

Katia ha jurado que no iba a llorar. Ella celebraría con Sara


en el primer día de jardín de niños y después ir a hacer las
compras sin interrupciones. Sin embargo, de algún modo
las cosas no salieron como planeó.
Sara estaba bien. Un poco nerviosa, tal vez, pero emocio-
nada y feliz. Se había vestido con cuidado con su nuevo
atuendo, había peinado su cabello y guardado algunos
artículos en la nueva mochila que marcaba su status como
“niña grande”. Katia y Sara habían visitado el salón de
clases una semana antes de que comenzara la escuela,
exploraron el patio de la escuela y conocieron a la maes-
tra, una activa y amistosa jóven mujer que recordaba el
nombre de todos.
Todo estaba bien –hasta que Katia vio a Sara viéndose
demasiado pequeña, entrando al salón de clases con
otros niños. Mientras regresaba al coche descubrió que un
tipo de neblina había descendido sobre el vecindario, no
podía ver nada-. Se dio cuenta con asombro que estaba
llorando. Un padre que caminaba cerca le guiñó un ojo.
“¿Es difícil, cierto?” preguntó. “Sí que lo es” replicó Kate
sacudiendo su cabeza. “Sí que lo es”.

El primer día de escuela de “verdad” es un evento que marca.


El mundo no volverá a consistir en solo un pequeño círculo de familia
y amigos; de pronto se ha expandido para incluir a otros adultos y
niños que pasarán más tiempo con nuestros pequeños que tú mismo.
Muchos padres se preguntan si sus niños están listos, intelectual y
emocionalmente, para el gran mundo escolar.

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DISCIPLINA POSITIVA PARA PREESCOLARES

Es importante reconocer que todos los niños (y escuelas) son


diferentes. Para cuando el niño está listo para ir a la escuela, los
padres han tenido años de meterse en el mundo de su niño y en-
tender la manera en la que piensa, siente y ve el mundo. Muchos
sistemas escolares agrupan a los niños por edades cronológicas,
pero la edad no es un verdadero indicador del desarrollo del niño.
Muchos niños son más entusiastas ante el inicio de la escuela y
entrar al mundo del aprendizaje académico sin mirar atrás. Otros se
detienen en los límites del salón o parece que se les dificulta hasta
la más sencilla tarea. Mientras que evaluar algunas dificultades en
el aprendizaje o problemas psicológicos está más allá de la mira
de este libro, hay cosas que los padres pueden tomar en cuenta
que ayudarán a que se sientan cómodos al enviar a sus niños a la
escuela. Más acerca de esto en el capítulo 18.)

CONOCE A TU HIJO

Nadie conoce tan bien a un niño como un padre atento y amoroso,


especialmente uno que ha hecho el esfuerzo de entender el desa-
rrollo y adquirir habilidades de crianza efectivas. Muchas escuelas
ofrecen entrevistas para ayudar a los padres y maestros a decidir
si el niño está listo para empezar el jardín de niños o si vale la pena
esperar otro año.
¿Recuerdas a Beto? Eventualmente su madre decidió que era
mejor para él esperar un año hasta que su desarrollo emocional
alcanzara a su desarrollo intelectual. El éxito escolar involucra más
que sólo habilidades académicas; los niños también deben ser
capaces de tolerar estar sin sus padres por un tiempo, responder a
un maestro y hacer amigos. No hay nada de malo en esperar para
iniciar la escuela, de hecho, los niños tienen un mejor aprendizaje
académico cuando están emocional y socialmente listos para estar
lejos de casa. Es menos decepcionante para todos retrasar el inicio

84
El cerebro milagroso

escolar en lugar ser detenidos en el proceso más adelante. Conside-


rar algunas preguntas puede ayudarte a evaluar si tu hijo está listo:

¿Tu hijo disfruta del aprendizaje? ¿Tiene curiosidad por el


mundo a su alrededor?
¿Tolera cuando se separa de ti razonablemente bien?
¿Tiene buena disposición a hacer amigos y relacionarse con
pares?
¿Es capaz de poner atención a una tarea por suficiente tiempo,
de acuerdo a su desarrollo?
¿Expresa interés en la escuela o parece más bien temeroso?

Tomarse el tiempo para visitar la escuela y conocer al maestro


usualmente resuelve la mayoría de ansiedad del niño. También ayu-
da hablar acerca de los sentimientos (más acerca de los sentimientos
y habilidades de escucha activa en el capítulo 7) y compartir con tu
hijo que muchas personas se sienten nerviosas cuando hacen algo
nuevo. Mientras los padres estén más en sintonía, tanto con los
niños como con los maestros, será más feliz la experiencia escolar.
Tú y tu niño podrán sentirse más cómodos si tienes tiempo para ser
voluntario en el salón de clases e ir a eventos escolares y reuniones
de padres y maestros. La escuela será parte de sus vidas en los
años que vienen; tener un buen inicio vale el esfuerzo que conlleva.

APRENDER LLEVA TODA LA VIDA

Se ha dicho que “los aprendices heredarán la tierra” y que “el ver-


dadero estudiante nunca se gradúa”. Siempre habrá algo nuevo
y maravilloso por aprender, para ti y tu niño. El mundo exterior no
siempre es amable y acogedor; mientras tu niño se aleja de tu lado,
experimentará dificultades y caídas, y no siempre estarás ahí para
consolarlos. Sin embargo, hay muchas lecciones importantes que le

85
DISCIPLINA POSITIVA PARA PREESCOLARES

enseñarás a tu niño en sus años de preescolar. Le puedes enseñar


que siempre estarás a su lado, que siempre lo escucharás, y que
crees en su capacidad para aprender, crecer y prosperar. Sin im-
portar las nuevas personas y experiencias que encuentren mientras
crezca, tu hijo puede saber que siempre tendrás confianza en él y
que siempre será bienvenido en casa.

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