Está en la página 1de 4

Guía para afrontar el

aislamiento social y el
confinamiento domiciliario
ante el COVID-19:
recomendaciones
psicológicas

Equip Especialitzat d’Intervenció en Infància i


Adolescència (EEIIA)
Serveis Socials Municipals
Ajuntament d’Alcàsser
¿Cómo nos sentimos?
Todos los cambios que se producen en nuestra vida aumentan nuestros niveles de ansiedad. La
incertidumbre ante lo novedoso puede afectar a nuestra calidad de vida de forma considerable.
Algunas de las emociones que podemos estar sintiendo ante la situación de confinamiento son:

Ansiedad/Miedo:
La incertidumbre ante la situación puede provocar diferentes temores relacionados con la salud, las
consecuencias económicas, la falta de recursos o el desabastecimiento. Es totalmente normal sentir
miedo ante una situación que se percibe como nueva y amenazante. Es posible que nos surjan
pensamientos como “me puede pasar a mí” o “no sé cómo vamos a salir de ésta”; la diferencia
radica en cómo reaccionamos ante ellos.

Si actuamos de manera funcional, es posible que aparezcan conductas creativas o altruistas. En el


caso de reaccionar de manera disfuncional podemos, por ejemplo, consumir noticias
compulsivamente.

Es importante intentar mantener una rutina y establecer una serie de actividades para realizar
durante el día.

Frustración:
La pérdida de libertad ante el confinamiento, puede provocar una sensación de dificultad en llevar
adelante proyectos, tanto personales como de ayuda comunitaria ante la propia situación. Puede
haber pensamientos del tipo “quiero salir y no puedo” y/o “no puedo hacer nada ante esto”.
Estamos obligados a ser pacientes.

Enfado:
Puede haber pensamientos como “el Gobierno tendría que haber actuado antes” u “otras personas
no respetan la cuarentena y se aprovechan”. Estos pensamientos pueden provocar conductas
irresponsables como salir de casa. Es importante recordar la importancia de realizar las denuncias
por los medios oficiales y no exponerse a situaciones violentas.

Aburrimiento:
El aislamiento provoca que nuestra posibilidad de vincularnos para compartir tiempo con otros se
reduzca significativamente. En este sentido, pueden aparecer pensamientos del tipo “¿ahora qué
hago?”, “¿cuándo podré salir?”. Es importante utilizar los medios tecnológicos que tenemos a
nuestro alcance para seguir manteniendo el contacto con familiares y amigos. Ten presente que es
una situación transitoria, temporal.

Tristeza:
Este sentimiento puede aumentar ante el aislamiento social y por tener contacto reiterado con
noticias negativas. Pueden aparecer pensamientos del tipo “no tengo ganas de hacer nada”.
Comparte estos sentimientos con otras personas de tu alrededor (vecinos desde ventanas o
balcones, comerciantes de la zona cuando salimos a comprar, a través de redes sociales, etc.);
todos estamos pasando por lo mismo, te entenderán.
¿Qué podemos hacer?
Mantener los horarios de sueño.

No abusar del consumo de noticias y consultar solamente fuentes fiables (organismos oficiales, no
redes sociales) y en momentos del día concretos y anteriormente establecidos (por ejemplo, a
mediodía o por la tarde, y no tanto al despertar o antes de dormir).

Aunque no se vaya a salir de casa, quitarse el pijama y “autocuidarse” para reducir la sensación de
discontinuidad y pérdida de rutina.

Proponerse aprender algo nuevo a través de tutoriales o cursos online, hay muchos gratuitos y muy
entretenidos.

Hacer una rutina de ejercicios físicos periódica en casa; nos ayudará en nuestra salud física y
psicológica.

Continuar disfrutando de la luz solar siempre que sea posible, bien saliendo al balcón o a la
ventana, bien haciendo uso del jardín.

Alimentarse bien y mantenerse hidratado. Ante la falta de actividad será difícil disminuir las
cantidades ingeridas, pero intenta que sean productos saludables.

Mantener el contacto con familiares, amigos y personas de confianza a través de medios digitales.

Limitar los grupos de Whatsapp que difunden noticias, muchas de ellas falsas, ya que promueven
pensamientos negativos y catastróficos, y le suponen a nuestra mente un sobreesfuerzo.

Respetarse a uno mismo, con sus estados emocionales, teniendo presente que los cambios de rutina
tan abruptos y la incertidumbre ante éstos afecta nuestro estado emocional por más saludables que
seamos. Considerar que esto mismo le ocurre a los demás, por lo tanto, intentar ejercitar la
tolerancia hacia nosotros mismos.

Establecer nuevas rutinas y hábitos sin dar lugar a la improvisación. Preparar un horario diario. Es
todo un desafío.

Si se tienen hijos o menores cercanos, es importante hablar con ellos. Habla sobre la información
oficial del coronavirus en un lenguaje adecuado a la edad y de manera honesta. Recuerda que la
familia se percata de nuestras emociones y comportamientos.
Los niños, como los adultos, requieren mantener espacios de juego y divertimento que promuevan
emociones positivas.

No exijas demasiado con las tareas domésticas. Ten presente que respetar la cuarentena es ya un
esfuerzo en sí mismo y como tal es valioso. Habla en familia sobre el sentido altruista de las
conductas responsables para que tenga sentido el esfuerzo.

 SI TE SIENTES NERVIOSO, TRISTE, O SIENTES QUE LA SITUACIÓN


ESTÁ INFLUYENDO DE MANERA DESPROPORCIONADA EN
ALGUNA ESFERA DE TU VIDA…
 SI CONOCES A ALGUIEN QUE ESTÉ VIVIENDO LA SITUACIÓN
DE MANERA PROBLEMÁTICA (FAMILIARES, VECINOS…)…
EL AYUNTAMIENTO DE ALCÀSSER PONE A TU DISPOSICIÓN UN
SERVICIO DE ATENCIÓN PSICOLÓGICA A TRAVÉS DEL
TELÉFONO 600.454.741 (DE LUNES A VIERNES DE 9:00H A 14:00H
Y DE 16:00H A 20:00H) Y A TRAVÉS DEL CORREO
eeiia@alcasser.es (24H, TODOS LOS DÍAS).

CON LA COLABORACIÓN DE TODOS LO SUPERAREMOS

También podría gustarte