esclavitud en América incluye la esclavización de parte de la población indígena a partir
del descubrimiento de América y la importación posterior a América de esclavos capturados en África subsahariana.1 La institución de la esclavitud ya existía en la América precolombina, pero los colonizadores españoles la continuaron y expandieron como medio de dominio y explotación de las tierras conquistadas.2 Sin embargo dicha esclavización no encajaba con las leyes castellanas y causó controversias jurídicas desde el principio.3 Ya en 1530, con el reinado de Carlos I, la esclavitud de los indios fue prohibida oficialmente, aunque algunos la practicaron de forma ilegal.4 Además los señores españoles disponían de las encomiendas, las cuales sí les permitían contar con la mano de obra de hombres libres. En paralelo se desarrolló un tráfico de esclavos africanos hacia la América españolay Brasil, monopolizado inicialmente por comerciantes portugueses y posteriormente por contrabandistas holandeses. Se calcula que entre 1501 y 1641 llegaron así a América unos 620 000 africanos. El tráfico masivo no llegó sin embargo hasta el siglo XVIII, principalmente a manos de ingleses y franceses, que transportaron más de 5 500 000 principalmente a sus posesiones azucareras en el Caribe, como Barbadosy Saint-Domingue.5 La esclavitud no sería abolida por todos los países americanos hasta el siglo XIX, lo que en el caso de Estados Unidosgeneró una fuerte tensión política que desembocó en la Guerra Civil Estadounidense.
Índice
1La esclavitud de los indígenas
2La llegada de los esclavos africanos o 2.1Los esclavos africanos en España y Portugal o 2.2América española y portuguesa 2.2.1Los asientos 2.2.2Fernando Poo y Annobón 2.2.3Siglo XIX español o 2.3Los holandeses o 2.4Suecos o 2.5Daneses o 2.6Francia o 2.7Ingleses o 2.8Colaboración africana 3Métodos y efectos de la esclavización 4La resistencia ante la esclavitud 5Fin de la esclavitud en la Hispanoamérica continental 6Fin de la esclavitud en Brasil 7Los Estados Unidos de América 8Véase también 9Referencias o 9.1Bibliografía 10Enlaces externos
La esclavitud de los indígenas[editar]
Tras el descubrimiento de América en 1492 los primeros en sufrir casos de esclavitud fueron los indios taínos de La Española, aunque realmente esto no era la norma, ya que se recurrió a otras especies como la recaudación de impuestos en oro a los indios o las encomiendas de indios a españoles para su cristianización y "civilización". La reina Isabel de Castilla tenía varios reparos en considerar esclavos a los que deberían ser sus súbditos. Antes del descubrimiento, el 20 de septiembre de 1477, ya había dictado una ley para evitar la esclavitud en los territorios conquistados y se habían producido liberaciones de esclavos mediante la cédula real del 27 de agosto de 1490 de algún tratante.6 Tras el descubrimiento de América en 1492, y por los casos que se daban de comercio de indios como esclavos, la reina consulta con juristas y teólogos y prohíbe la esclavitud, salvo los supuestos que sirvan para condenar a tribus caníbales, beligerantes, etc.6 Dada la intención de algunos de traer indios a la península en 1503 la Corona autoriza traer a los indios solamente si vienen por propia voluntad.4 Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, en 1528, prohíbe traer indios a España aunque vinieran por voluntad propia, ya que siempre era para ser vendidos como esclavos.4 En un edicto de 1530, se prohíbe toda forma de esclavitud en cualquier tipo de circunstancia.4 Sin embargo, es complicado hacer valer la ley en territorios tan distantes y se utilizan recovecos legales para seguir ejerciéndola. Por ejemplo, utilizaban la encomienda como forma de trabajo forzado y, por ende, de esclavitud.6 En América se erigen algunas voces contra ese mal trato dado a los indígenas, como el caso de fray Antonio de Montesinos, con sus discursos, y fray Bartolomé de las Casas, que llegó a recabar la atención de Carlos V. Como solución a la tesorería española, en 1528 Carlos V decidió iniciar un sistema de concesión de las minas de la Provincia de Venezuela a banqueros alemanes de la casa Welser de Augsburgo a cambio de las rentas que estas minas produjeran. Una vez enterado Carlos V del trato que estos daban a los indígenas, rescindió el arrendamiento, incluso a costa de tener que renunciar a tan suculentas rentas.6 Finalmente, en 1537 se promulga la bula Sublimis Deus del papa Pablo III, en la que se declara a los indígenas como hombres en todas sus capacidades, lo que resta importancia a la esclavitud en pro de la encomienda. Con la introducción de las Leyes Nuevas de Carlos V en 1542, se prohibió el tratamiento de indios como reses, por lo menos en papel, ya que por ejemplo los españoles aún realizaron en algunas zonas del territorio americano un tipo de expediciónarmada cuyo objetivo era capturar indígenas con el fin de esclavizarlos, que se denominaban malocas. Estas Leyes Nuevas, enmarcadas en las Leyes de Indias, también ponían coto a la esclavitud evitando la constitución de encomiendas pero sin llegar a suprimir las hereditarias. En añadidura, en 1549 se especifica que está prohibido sustituir la encomienda por algún tipo de trabajo forzado.
La llegada de los esclavos africanos[editar]
Véanse también: Comercio atlántico de esclavos y Dum Diversas.
Los esclavos africanos en España y Portugal[editar]
En la planeada expansión por las costas africanas los portugueses precisaban una base estable. Canarias hubiera sido la opción ideal, pero el hecho de que fuera parte de la corona castellana desde principios del siglo XV impidió este hecho.7 En la isla mauritana de Arguin fue donde el navegante portugués João Fernández, que atravesaría el Cabo Bojador en 1445, intercambiaría tejidos y trigo obtenidos en los puertos de Meça, Mogador y Safí por esclavos y oro. Tres años después se construiría un asentamiento estable en la zona y se crearía la llamada "Ruta de los Portugueses" entre Arguin y Wadane (o Ouadane). En 1450 el comercio portugués estaba ya consolidado. Se intercambiaban tejidos de lino, alfombras, trigo y otros objetos por oro, marfil, especias, goma, pieles, almizcle y esclavos que los árabes traían de la llamada "Tierra de los Negros".8 Desde Arguin se trasladaba la mercancía a Lagos y Lisboa. Arguin perdería buena parte de su importancia tras la apertura de nuevos centros de comercio portugueses en el Golfo de Guinea y con la consolidación de Cidade Velha de Ribeira Grande, en Cabo Verde, como centro neurálgico del comercio portugués con África, Asia y América.9 Desde 1425 los portugueses habían ocupado la isla de Madeira y los colonos se encontraban dedicados a la producción de trigo. El noble portugués Enrique "el Navegante" decidió crear un cultivo de caña de azúcar, comprada en Sicilia a comerciantes que la importaban del sudeste asiático, en la isla sostenido por esclavos africanos.10 Durante la Guerra de Sucesión Castellana, en 1478, los reyes de Castilla Fernando e Isabel enviaron una armada a las costas de Guinea formada por entre once y treinta y cinco navíos. Esta flota fue sorprendida en la batalla naval de Guinea por once navíos portugueses, que se apoderaron del botín castellano en oro y esclavos y lo llevaron a Lisboa. Prácticamente al mismo tiempo dos carabelas con pescadores de Palos de la Frontera y algunos marinos del Puerto de Santa María partieron de Andalucía y llegaron al Golfo de Guinea, se apoderaron de ciento veinte esclavos y se los llevaron a Palos, en la actual provincia de Huelva, que se convertiría a partir de entonces en un lugar de trata de esclavos negros.11 La guerra de Sucesión Castellana terminó al año siguiente con la firma del Tratado de Alcáçovas, donde Alfonso V renunciaba a sus aspiraciones al trono castellano, reconocía la soberanía castellana en Canarias a cambio de la soberanía en el Atlántico, lo que le daba poder sobre Guinea, Madeira, las Azores, Cabo Verde y "cualesquier otras islas que se hallaren o conquistaren, de las Islas de la Canaria para ayuso contra Guinea".12 Por ello, hasta mediados del siglo XVI, Portugal se convirtió en el mayor traficante de esclavos de Europa. Los árabes continuaron con sus negocios de esclavos proveyendo, sobre todo, a países orientales. Cuando se abandona el Mediterráneo Oriental y se toma el Reino de Granada eso hace prácticamente imposible que se esclavicen blancos en la Península. Dentro de los esclavos negros estaban los llamados bozales, es decir, los que se habían culturizado en el norte de África o en algún reino cristiano. Los que no eran bozales tenían una vida más complicada, porque primero tenían que aprender prácticamente todo sobre la cultura que les rodeaba.12 Hacia 1540 transitaban por Lisboa unos cinco mil o seis mil esclavos africanos cada año. La ciudad tenía unos diez mil habitantes negros, el 10 % del total. Al mismo tiempo, los portugueses enviaban anualmente a América unos mil quinientos esclavos negros.13
América española y portuguesa[editar]
Tras el descubrimiento de América en 1492 por los españoles el transporte de negros desde Arguin a Santo Tomé y San Jorge de la Mina y de las islas de Cabo Verde aumentó enormemente por la demanda de miles de esclavos. Esto se convirtió en un gran negocio para latifundistas, comerciantes, negreros y reyes europeos.14 El rey de Portugal sacaba beneficios de esto a través de la Casa de los Esclavos, con el asiento de la saca de negros de las factorías, y los monarcas españoles sacaban beneficios a costar de vender licencias para permitir llevar esclavos negros a América. La licencia para transportar un esclavo costaba ocho ducados y en el siglo XVI se concedieron en España más de ciento veinte mil licencias.15 Como en muchas zonas de América ya no quedaban muchos indígenas debido a las epidemias, pero la demanda de mano de obra seguía creciendo, los españoles empezaron a importar esclavos africanos. Incluso el fraile Bartolomé de las Casasrecomendó la importación de africanos para eliminar la escasez,16 si bien Las Casas cambiaría de idea posteriormente y se posicionaría también en defensa de los africanos. Ese cambio de opinión se produjo probablemente entre 1545 y 1547.17 De hecho escribió un opúsculo titulado Brevísima relación de la destrucción de África como preludio a a Brevísima relación de la destrucción de las Indias, publicada en 1552. Los esclavos eran usados habitualmente en las haciendas y obrajes así como en la minería americana. Los primeros esclavos fueron solicitados por los frailes franciscanos y la Real Audiencia de Santo Domingo para trabajar en las plantaciones. Luego fueron solicitados por México, Perú y el Río de la Plata.18 Los asientos[editar] Los primeros esclavos negros llegaron a América a finales del siglo XV, llegando varias decenas hasta 1518, fecha en la que la Corona de Castilla dio la primera licencia para introducir a cuatro mil africanos en las Indias durante ocho años. Este fue el primero de aquellos asientos de negros, que por mucho tiempo fueron una fuente de ingresos para los gerentes de Europa. Además del negocio oficial hubo también el contrabando de esclavos ejercido por piratas y comerciantes. A mediados de los años 1520, el rey Juan III de Portugal firmó con el rey Carlos I de España un acuerdo que autorizaba a los portugueses a enviar sistemáticamente esclavos desde Santiago y Santo Tomé. A raíz de ello, entre 1526 y 1550 llegaron a las Indias de Castilla unos catorce mil africanos.13 En 1580 Felipe II de España consuma la unión entre España y Portugal bajo una misma corona, situación que duraría hasta 1640. En una primera fase la Corona española organizó la trata de negros mediante los asientos, aunque la Corona no intervino nunca directamente en la trata hasta el siglo XVIII. El primer asiento concedido por la Corona fue en 1595. El asiento consistía en la delegación por parte de la Corona del monopolio de la importación de negros a América a una persona particular o entidad a cambio de dinero por un tiempo determinado. Ese monopolio se concedía mediante una subasta o concesión de agradecimiento. El asentista pagaba a la Corona una cantidad y se comprometía a llevar a América un número de "piezas" (negros) determinado en un plazo de tiempo fijado. No existía una cantidad fija, pero un asiento estándar implicaba llevar a América entre tres mil y cuatro mil negros anualmente durante un periodo de ocho o nueve años. Los barcos que llevaban negros a América partían principalmente de Cacheu y Luanda y entraban por los puertos de Veracruz, Cartagena de Indias, Salvador de Bahía y Pernambuco.13 También entraron negros por Buenos Aires para ser llevados a Brasil, pero porque allí el contrabando era más barato. En la evolución de los asientos se pueden distinguir dos etapas: la primera transcurriría entre 1595 y 1640, en la que el monopolio de los asientos fue concedido a portugueses, principalmente "cristianos nuevos", es decir descendientes de judíos convertidos al cristianismo.13 La segunda etapa transcurriría desde 1640 en adelante, en la que el monopolio de los asientos fue concedido a holandeses. Los portugueses contaban con la experiencia y práctica africanas. Abastecieron Portugal de esclavos negros, pero pronto la necesidad de esclavos que cultivaran azúcar en las islas Azores y en Madeira hizo necesario aumentar el ritmo de la trata. Los portugueses se aprovisionaban de esclavos en Senegal, Angola, el Congo y Guinea. El valor de los esclavos se incrementó a medida que la trata generaba plusvalías, pues el traslado de los negros desde los puertos americanos hacia el interior hacía elevarse el precio de los esclavos. El traslado de esclavos entrañaba dificultades, y muchos esclavos morían por el camino, de manera que en los asientos se autorizó llevar una demasía del 40 % de esclavos para que llegara a los puertos el número de piezas estipuladas. El contrabando dificulta calcular el número exacto de negros que llegaron a la América hispana y a Brasil. Enriqueta Vila calcula que en el siglo XVII llegaron a América 268 204 esclavos, de los que 70 000 entrarían por Veracruz, 135 000 por Cartagena de Indias, 44 000 por Buenos Aires y el resto por el Caribe y otras zonas. Desde 1640 hasta 1651 la trata fue suspendida, con el consiguiente aumento del contrabando, sobre todo holandés debido a su hegemonía marítima en África y Oriente a expensas del Imperio portugués. La principal base holandesa para el aprovisionamiento de esclavos fue Curazao, a través de la cual los holandeses introdujeron muchos esclavos negros en América, y también a través de Cumaná (una parte de Venezuela). Los ingleses también intervenían en el contrabando de negros a través de sus bases en el Caribe: Jamaica y Barbados. En el año 1662 se concedió a los holandeses la preferencia de los asientos. En una segunda fase el monopolio de los asientos fue concedido a compañías comerciales que se hicieron cargo de la trata a partir de 1696. La primera concesión se dio ese año a la Compañía de Guinea portuguesa, y en 1701, Felipe V de Españase la dio a la Compañía del Senegal francesa, que se comprometía a abastecer 4800 esclavos negros a América al año durante diez años, aunque esta se declaró en bancarrota en 1710.19 La tercera fase estaría presidida por el interés de las naciones en conseguir el monopolio de la trata, por lo que nos encontramos que los ingleses demandaron y consiguieron el monopolio de la trata tras el Tratado de Utrecht (1714). Aunque Inglaterra había estado traficando ilegalmente con esclavos hacia los territorios españoles desde hacía casi un siglo sus aspiraciones a hacerlo legalmente se vieron satisfechas con la firma del Tratado de Asiento de Negros el 26 de marzo de 1713. Este tratado se ratificó posteriormente en Utrecht junto con el Tratado Preliminar de Comercio y el Tratado Preliminar de Paz y Amistad. En el tratado se especificó que el monopolio tendría una duración de treinta años. La corona inglesa le otorgó el monopolio a la Compañía del Mar del Sur británica, creada en 1711 y en la que estaban banqueros, comerciantes y nobles.20 Por no poder cumplir con la cantidad de negros estipulada la compañía tuvo subscribir contratos con la también británica Real Compañía Africana, para que desviase buques que iban a Jamaica y a Norteamérica hacia puertos españoles.21 El asiento se vio interrumpido por guerras entre Inglaterra y España en 1718, 1727 y 1739, lo que llevó a España a firmar contratos con otros particulares cuando aún no había expirado el negocio británico. De esta forma portugueses introducían en Río de la Plata negros que tenían en Sacramento y los holandeses llevaban indios de Curazao a Veracruz, las Antillas y Cartagena de Indias.21 Aunque es cierto que los beneficiarios del asiento tenían el monopolio también en el siglo XVIII participaron en la trata de esclavos la Compañía de Vizcaya, en 1725, llevándolos a La Habana, la Compañía Guipuzcoana, en 1728, que los llevaba a Venezuela, y la de Barcelona, en 1775, que los introducía en Santo Domingo, Puerto Rico o la isla de Margarita.19 La rescisión del contrato hispano-británico tuvo lugar en una reunión en el Palacio del Buen Retiro de Madrid entre los diplomáticos Benjamin Keene y José de Carvajal, firmándose un tratado el 5 de octubre de 1750. El contrato finalizaba 4 años antes de lo previsto a cambio de una indemnización de cien mil libras a la Compañía del Mar del Sur.22 A partir de entonces se realizaron asientos parciales a compañías españolas. Los británicos siguieron introduciendo esclavos en España mediante el contrabando y realizando subcontratos con las compañías españolas.23 En 1765 se autorizó un asiento a la Compañía Gaditana de Negros, solicitado por Miguel Uriarte, durante diez años para llevar negros a Cartagena de Indias, Portobelo, Santo Domingo, La Habana, Santa Marta, Cumaná, Orinoco, Trinidad, Veracruz, Honduras y Campeche. Los esclavos eran traídos desde Senegal, Cabo Verde y Gorea y llevados a Puerto Ricopara su distribución.24 La guerra con Gran Bretaña provocó la quiebra de la compañía en 1772 por lo que el asiento se le concedió a la Compañía General de Negros, de 1773 a 1776, que trasladó el depósito de esclavos de Puerto Rico a La Habana.25 En 1789 se permitió el comercio libre de esclavos para todas las naciones. En Cuba (entonces aún parte de España) sigue siendo legal la esclavitud hasta 1886, y en Brasil lo es hasta 1888.26 Fernando Poo y Annobón[editar] Fernando Poo y Annobón. Además de la posibilidad de usar la zona como lugar para la trata se consideraba que era una plaza importante en una ruta a Filipinas. Sin embargo el territorio no estaba pacificado ni era fácil de ocupar, así que 5 años después los expedicionarios españoles se marcharon. El lugar no volvería a estar tomado por españoles hasta 1843.27 Siglo XIX español[editar] En 1807 la Cámara de los Comunes británica aprobó el fin de la esclavitud en el Atlántico y las Antillas, si bien no en el resto de sus colonias, con el fin de perjudicar la competencia de la industria azucarera española en Cuba y Puerto Rico, que había tomado fuerza desde comienzos del siglo XIX.28 España sufrió una invasión de las tropas napoleónicas en 1808 y logró expulsarlas en 1813 tras una cruenta guerra. Dicha invasión coincidirá con el comienzo de la lucha por la independencia de sus territorios americanos continentales. Toda Europa se encontraba entonces sumida en una guerra contra Napoleón Bonaparte. Las Guerras Napoleónicas terminarían en 1815. El asturiano Agustín Argüelles y el mexicano José Guridi y Alcocer presentaron a las Cortes de Cádiz el 1 de abril de 1811 una propuesta para abolir la esclavitud, que fue rechazada, y el 13 de agosto de 1813 hizo lo mismo el político de TeruelIsidoro de Antillón y Marzo, pero tampoco se llevaría a cabo.29 En 1814, José María Blanco White publica en Londres el Bosquejo del comercio de esclavos y reflexiones sobre este tráfico, considerado moral, política y cristianamente.30 El editor de El español, el periódico de los exiliados liberales, pretende salir al paso de las contradicciones y las regresiones en la política española, puesto que las Cortes de Cádiz habían prohibido el tráfico de esclavos en 1811. El Bosquejo se basa en la Carta de Wilberforce, dirigida al Parlamento inglés, pero no se limita a traducirlo, sino que argumenta con conocimiento de la realidad en España y en sus colonias americanas. En 1817 España e Inglaterra se reunieron para firmar un tratado donde acordaron no acosarse mutuamente a cambio de que España renunciase al comercio de esclavos. Inglaterra le daría a los esclavistas españoles cuatrocientas mil libras de indemnización.31 Fueron creados tribunales mixtos y se permitió el derecho de visita a buques de ambos países. En 1822 se dicta el artículo 273 del Código Penal español que prohibía a los españoles proveerse de esclavos en las costas de África para llevarlos a los puertos de España, de modo que los negreros lo que hicieron fue comprarlos en Santo Tomás, San Bartolomé o Curaçaopara llevarlos luego a Cuba o Puerto Rico. En la realidad los súbditos de Inglaterra continuaron suministrando armas y municiones a los rebeldes americanos y los españoles continuaron traficando con esclavos.32 Dada la ineficacia del primer tratado se decidió firmar un segundo en 1835 que fortalecía las cláusulas del primer tratado y establecía nuevos métodos de control. Esto terminaría con el tráfico de esclavos en Puerto Rico pero no en Cuba. En 1837, con la regencia de María Cristina, la esclavitud fue abolida en la España peninsular, Baleares y Canarias, pero siguió en el resto de territorios. En la década de 1840 fue cuando la práctica totalidad de las naciones europeas fue aboliendo la esclavitud en sus respectivos territorios de Ultramar. En marzo de 1845 España promulga una ley para condenar a todos los que incumplieran el tratado de 1835, pero con escaso éxito.33 El 7 de diciembre de 1864 se crea en Madrid la Sociedad Abolicionista Española, impulsada por el puertorriqueño Julio Vizcarrondo. En 1866 considerará la trata de esclavos piratería y la Armada perseguirá a los buques que se dedicaran a eso. Sin embargo, la llegada al poder de Narváez provocó que Vizcarrondo tuviera que exiliarse y los miembros de la sociedad pasaron a ser perseguidos políticos. La llamada Revolución Gloriosa de 1868, que destronó a Isabel II, dio lugar a un nuevo movimiento abolicionista y Rafael María de Labra, miembro de la Sociedad, realizó una petición al gobierno para que se pusiera en libertad a todos los esclavos nacidos después del 19 de septiembre. El gobierno aceptó la petición, aunque tardó algún tiempo en llevarla a cabo. La Sociedad se volvió más radical y comenzó a pedir la abolición inmediata de la esclavitud en Cuba y Puerto Rico. Cuando se produjo el comienzo de la Guerra de los Diez Años en Cuba, en 1868, la insurrección estaba apoyada por muchos esclavos negros y Manuel Céspedes, uno de los principales responsables del alzamiento, decretó la abolición por lo que el gobierno español dejó aparcado el tema de la libertad de los esclavos cubanos para no dar muestras de debilidad. Sin embargo, en Puerto Rico, en 1869 el gobierno encargó una comisión para discutir el fin de la esclavitud, aunque tampoco logró nada. En 1870 Segismundo Moret, Ministro de Ultramar del general Prim y miembro de la Asociación, logrará la aprobación de una ley abolicionista que declarará libres a los esclavos nacidos a partir del 17 de diciembre de 1868, de los que fueran propiedad del Estado o que se encontraran bajo su protección, de los que hubieran colaborado con las tropas españolas contra los insurrectos en Cuba y de todos los mayores de 60 años. Sin embargo esta ley no gustó a los abolicionistas por considerarla insuficiente.34 Hay que destacar el protagonismo de las escritoras románticas españolas de mayor valía e influjo en el movimiento abolicionista,35 comenzando por la ilustrada prerromántica María Rosa de Gálvez, quien publicó la tragedia Zinda en 1803, protagonizada por la reina africana del mismo nombre, donde denuncia la violencia ejercida por los colonizadores europeos para esclavizar a sus nuevos súbditos. A lo largo del siglo se suceden las manifestaciones literarias contra la esclavitud de Gertrudis Gómez de Avellaneda, nacida y criada en Cuba, a través de su primera novela: Sab (1841); Carolina Coronado, que provocó el escándalo declamando públicamente el poema "A la abolición de la esclavitud en Cuba", el 14 de octubre de 1868, en el contexto de la Gloriosa, y la muy relevante escritora, jurista y activista Concepción Arenal, que ganó el concurso convocado por la recién creada Sociedad Abolicionista Española y el periódico El abolicionista con el poema La esclavitud de los negros en 1866. Carolina Coronado y Concepción Arenal se convirtieron, respectivamente, en presidenta y vicepresidenta de la Sociedad Abolicionista Matritense