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ESPECIAL
Por Herta
Esto se ilustra en detalle en un artículo publicado en línea el 18 de Septiembre,
resaltando el alarmante número de suicidios de niños durante la "pandemia"
Covid-19. En el estado indio de Kerala, que inicialmente se había ganado el
reconocimiento mundial por la forma en que había manejado la situación de
COVID ( Organización Mundial de la Salud, 2020), el éxito duró poco. Y lo que
pasó a primer plano fue aún más alarmante: el de los niños que se quitan la
vida. Según el registro oficial, un total de 66 personas se suicidaron
durante el encierro, incluidos niños. "Entre los niños se está
presenciando una creciente instancia de tendencia suicida que se convertirá en
un problema social de extrema gravedad" informó The Times of India, "Desde
el 25 de marzo, cuando se impuso el cierre nacional, 66 niños, menores de 18
años, han terminado con su vida por diversas razones; una madre regañando
a su hijo por no asistir a las clases "online" o un padre cuestionando a un niño
por descargar un video sórdido en el teléfono inteligente o la constante
ruptura entre los padres, fueron algunas de las razones que desencadenaron
la tendencia suicida", indica el informe.
Según los datos de los CDC, el suicidio es la segunda causa principal de muerte
entre los jóvenes de 10 a 24 años. Los efectos del aislamiento están
intensificando esta tendencia. El cierre de escuelas y otros lugares de encuentro
social que los jóvenes suelen frecuentar ha obligado a los estudiantes a
permanecer confinados en sus hogares, aumentando las tasas de ansiedad,
depresión y pensamientos suicidas para las personas de este grupo de edad.
"El suicidio cobró más vidas japonesas en octubre que los 10 meses
de COVID" fue el taxativo encabezado de CBS News de noviembre
pasado: "Muchos más japoneses se están muriendo por suicidio,
probablemente exacerbados por las repercusiones económicas y
sociales de la pandemia, que por la propia enfermedad COVID-
19", señaló el portal californiano. Si bien Japón ha manejado su epidemia de
coronavirus mucho mejor que muchas naciones, manteniendo las muertes por
debajo de las 2.000 en todo el país, las estadísticas provisionales de la Agencia
Nacional de Policía muestran que los suicidios aumentaron a 2.153 solo
en octubre, lo que marca el cuarto mes consecutivo de
aumento. Hasta la fecha, más de 17.000 personas se han quitado la
vida este año en Japón. Las muertes autoinfligidas en octubre
aumentaron 600 año tras año, y los suicidios de mujeres,
aproximadamente un tercio del total, aumentaron más del 80%.
Los suicidios de niños, aunque son una porción mucho menor del total, también
son más altos. Los niños presentan una imagen aún más compleja. Presionados
por la pandemia, los padres estresados "pueden estar perdiendo señales de sus
hijos y no ser lo suficientemente compasivos con sus problemas", dijo Mayumi
Hangai, médico del Centro Nacional para la Salud y el Desarrollo Infantil a The
Japan Times quien realizó un estudio de los niveles de estrés de los niños
durante el coronavirus. Cualquier estrés o infelicidad que muestren los padres
también podría transferirse a sus hijos, quienes carecen de medios sociales
cuando las escuelas están cerradas y las actividades extracurriculares no están
disponibles. Aunque Japón ha visto caer los suicidios en general durante la
última década, los jóvenes menores de 20 años es el único segmento
que ha experimentado un repunte.
Adultos mayores y
suicidios
Los gobiernos han adoptado varias políticas para la prevención del contagio del
COVID 19 como el distanciamiento social, el aislamiento y la cuarentena. Se ha
aconsejado específicamente a las personas mayores que se queden en casa dada
su vulnerabilidad al COVID-19 y que reduzcan la carga sobre los servicios de
salud al limitar la propagación de la enfermedad. Los efectos adversos del
aislamiento pueden sentirse especialmente en las personas mayores y en las
personas con enfermedades mentales preexistentes, informa una publicación
académica de abril de 2020. Vivir solo, la soledad y el aislamiento social son
factores de riesgo bien reconocidos de suicidio en la vejez. Antes de la
pandemia, incluso los adultos mayores que vivían en comunidades de viviendas
para personas mayores diseñadas para reducir el aislamiento social describían
niveles moderados de soledad, presumiblemente ahora exacerbado por la
cuarentena y el aislamiento social.
En las últimas semanas, solo estaban ellos dos al frente del negocio, haciendo el
trabajo de seis personas. Hasta el fin de semana pasado, que se permitió la
apertura de terrazas, Valladolid llevaba un mes con el cierre total de la
hostelería. Solo estaba autorizado el reparto a domicilio. "Quien crea que
esto se puede mantener con dos cafés para llevar es que no se ha
enterado de nada. Lo han hecho mal, muy mal", se queja. Las ayudas
no llegan y los pagos, los impuestos, no se interrumpen: "A todo el mundo le
han permitido seis meses de carencia y a nuestros negocios, nada.
O te das de baja y cierras o no optas a ninguna subvención. Solo
nos han ofrecido préstamos y más préstamos, todos lo que
queramos, cuando antes del coronavirus no había forma. Es todo
una gran mentira".
El hogar de los Aparicio aún está lleno de las pancartas que Raúl había
confeccionado para la protesta que debía tener lugar por una crisis que en lo
que va del año ha causado el cierre del 15% de los locales. Para el año que
viene, las previsiones son mucho peores. Hasta el 50% de los bares y
restaurantes de toda España podrían echar la persiana. Una situación
imposible para muchos pequeños empresarios como Raúl, que no pudo soportar
tanta presión sin salida. No ha sido el único. Antes que él, otros dos
propietarios de casas de comidas en Sevilla también se quitaron la
vida.
Lenin repitió la táctica apodando a los bolcheviques "rojos" para señalar una
afinidad con la sangrienta violencia de la Revolución Francesa (también
encarnada en principios judeo masónicos), mientras que sus oponentes en el
campo de batalla estaban cargados de "blancos" para vincularlos con la
desacreditada dinastía borbónica francesa. Lenin también se apropió de la
palabra "democracia", desarmando a los oponentes que luego fueron incapaces
de proyectar un mensaje coherente. Al controlar las palabras, Lenin
controlaba las percepciones de la realidad. Al denunciar a los oponentes,
fue obsesivo, virulento y personal, llamándolos "chupasangres", "insectos",
"arañas", "sanguijuelas" y "vampiros". Los burgueses eran "ex-personas". El
crimen ritual judío del zar Nicolás II y su familia se denominó "un
acto humano".
"Las crisis económicas entre los Gentiles han sido promovidas por
nosotros con el único fin de retirar la moneda de la circulación".
Protocolo XX
"La necesidad del pan de cada día hace a los Goim (los Gentiles)
callar, y los convierte en nuestros humildes servidores". Protocolo
VI
Las recetas usurarias han sido eternamente las mismas; pobreza, humillación,
precariedad laboral y políticamente, la construcción de una aparente
"oposición"; llámese republicano, demócrata, Partido Obrero, Radical,
Comunista, de Izquierda Socialista, Justicialista, Verde... de "ultraderecha"
(nazi) el que sea, da igual, todo es ejecutado a la medida de las circunstancias
que "ellos" necesitan y determinan, mientras el Poder Internacional Judío
construye parasitariamente su Poder Mundial Vampírico, sustrayendo la sangre
de sus víctimas robandoles hasta el último aliento vital y ahora, la carcajada
final, humillándolos con bozales de esclavos. No nos cansamos de repetirlo; es
este un robot genético, monstruo sin alma APÁTRIDA que se ha apoderado del
mundo y habita especialmente como parásito en espera de su consagración
final. Piedad JAMÁS habrá por parte de los "extranjeros" que ocupan nuestra
Tierra. Y si no, estimado lector, pregúntele a los palestinos que contemplación
tienen los judíos para con ellos; las víctimas de aquellas aberrantes masacres
talmúdicas perpetradas frente al mundo con total impunidad. ¡El
conocimiento es la única vacuna!
Recuerden siempre las palabras escritas en el siglo V a.C por el maestro Sun: