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Tarea 2 de Historia
Tarea 2 de Historia
Es importante señalar, que debido a que la nao Santa María había encallado
frente a las costas de Babeque o Haití, se hacía imposible que toda la
tripulación pudiera regresar a España con la embarcación que quedaba, ya que
La Pinta y su capitán Martín Alonso Pinzón se habían separado del grupo un
mes antes para buscar por su cuenta la isla que los aborígenes llamaban
Babeque. El almirante decidió dejar un pequeño grupo de hombres en un fuerte
militar construido con los restos de la nave destruida. Este emplazamiento se
situó en lo que hoy se conoce como Punta Picolet, en el extremo noroeste de la
isla, y se le denominó “La Navidad”, por haber ocurrido el naufragio el 25 de
diciembre. Diego de Arana, Pedro Gutiérrez y Rodrigo Escobedo quedaron a
cargo del fuerte y de sus 39 hombres. Los europeos que allí quedaron
contaban con el apoyo del cacique Guacanagarix, quien desde el momento del
desembarco se había mostrado muy amistoso con los extranjeros. No obstante
y Bordeando la isla hacia el este, habiéndose reencontrado Martín Alonso
Pinzón y Colón, las naves La Pinta y La Niña llegaron juntas a la Bahía de
Samaná, en la que por vez primera vieron a aborígenes apuntando con arco y
flecha. Fue por ello que se le puso a la zona el nombre de “Golfo de las
Flechas”. Los pobladores del lugar eran ciguayos y macoríes. El Cacique
Caonabo y su gente destruyeron el fuerte de “La Navidad” y mataron a todos
sus hombres en represalia por los abusos que cometieron algunos de ellos en
contra de los nativos y sus mujeres. Según el relato que hizo el cacique
Guacanagarix a Colón cuando desembarcó en La Española en su segundo
viaje, miembros de la dotación del fuerte habían arrancado de sus hogares a
alguno taínas y maltratadas a sus esposos. Al llegar a La Española en su
segundo viaje, y a pesar de la destrucción del fuerte, Colón decidió edificar en
la isla una pequeña villa al estilo español. Su nombre fue La Isabela y se situó
en la desembocadura del río Bajabonico. Se construyó rápidamente, y el 6 de
enero de 1494 el padre Boil celebró en ella la primera misa del continente.
Régimen de las factorías. Fue el primer esquema económico implantado por
los españoles. Basado en las experiencias portuguesas en la costa occidental
de África, consistía en la explotación del trabajo asalariado de los españoles, el
sometimiento de los aborígenes, su venta como esclavos en España, y la
imposición de tributo en oro en polvo o algodón. La explotación de las riquezas
naturales y de la fuerza de trabajo indígena sólo podía hacerse en provecho de
la Corona y de Colón, no de los particulares. Esto ocasionó malestar entre los
españoles, quienes pronto se rebelaron, además de que los taínos en su
mayoría no resistían el viaje hacia España, muriendo de tristeza en el camino o
llegando a la metrópolis en muy mal estado. Incómodos con el régimen de
factorías, con la manera en que Colón y sus hermanos gobernaban, con la
precariedad de la vida en La Española y el impedimento de regresar a España,
varios grupos de españoles trataron de levantarse en armas contra la
administración de la incipiente colonia.
Un primer intento de insurrección ya en 1494, dirigido por Bernal Díaz de Pisa,
pudo ser sofocado por Colón. Pero un segundo tuvo éxito. Francisco Roldán,
Alcalde Mayor de La Isabela y antiguo criado del Almirante, inició su rebelión,
consiguiendo el apoyo creciente de los colonos, pues reivindicaba el derecho a
buscar oro en provecho personal, a disfrutar del trabajo de los indios, a tomar
aborígenes por esposas, así como la libertad para retornar a España. Exigía
también, la abolición del tributo a que estaban obligados los aborígenes. En
1498, todas las poblaciones y fortalezas españolas ubicadas en La Española,
salvo las poblaciones de La Vega y La Isabela, se habían unido a Roldán. A
Cristóbal Colón no le quedó más remedio que ceder, firmando en 1499 las
Capitulaciones de Azua. Por medio de éstas se nombraba a Francisco Roldán
como Alcalde Mayor a perpetuidad de la ciudad de Santo Domingo (que ya
había sido fundada), se otorgaba amnistía a todos los rebeldes, se les
concedía el derecho de retornar a España cuando lo quisiesen, de unirse con
las taínas y de utilizar la mano de obra aborigen en la búsqueda de oro para
provecho personal. También se les concedió el pago de los salarios atrasados
aunque no hubiesen trabajado en los últimos dos años, y se les entregaron
tierras para que hicieran que sus esclavos taínos las trabajaran. Este fue el
origen del sistema de encomiendas. Destitución de Cristóbal Colón. La forma
en que Colón manejó el levantamiento de Roldán produjo descontento en la
Corona española, puesto que personas que pertenecían a los estratos más
bajos de España se hacían con el dominio de la empresa colonizadora y
adquirían una más alta posición económica que facilitaba un posible ascenso
social. Decidieron entonces destituir a Cristóbal Colón de su cargo de
gobernador de la isla y enviaron a sucederle a Francisco Bobadilla, quien al
llegar en agosto de 1500 ordenó de inmediato la encarcelación de Colón y sus
hermanos, enviándolos con grilletes a España.
Sistema de Encomiendas. De la misma manera, Bobadilla no pudo imponerse
a Roldán; muy por el contrario, tuvo que aceptar casi en su totalidad lo
acordado en las Capitulaciones de Azua, y redujo de un tercio a un onceavo los
impuestos que los españoles debían pagar a la Corona por el derecho a la
búsqueda de oro a título personal. Aún el siguiente gobernador, Nicolás de
Ovando, que llegó en 1502 para someter a los “roldanistas”, y que se deshizo
de Roldan y sus allegados más próximos embarcándolos hacia España
(fallecieron en un naufragio al dejar la isla), tuvo que afianzar el reparto de
tierra y taínos, ahora favoreciendo a sus hombres. De este modo quedó
formalmente establecido el sistema de encomiendas (por una Real Provisión
expedida el 20 de diciembre de 1503), que pasó a ser el fundamento de la
estructura económica de La Española y la América conquistada en las primeras
décadas. Por este mecanismo, se asignaban de manera vitalicia tierra y
aborígenes a los colonos españoles, quienes los hacían trabajar de manera
intensiva en las minas, en la extracción de oro y en las labores agrícolas, a
cambio de catequizarlos y “velar por su bienestar”. Primero considerados por la
Corona como ‘vasallos libres' que debían pagar tributo a los Reyes (1501), los
indígenas pasaron así, bajo la excusa de su evangelización y civilización, y
ante la necesidad imperiosa de conseguir oro por parte de España, a ser
plenamente esclavos. Reducción de la población taína. El trato brutal dado a
los indígenas (considerados como propiedad dada en justa recompensa por la
labor de conquista) ocasionó una merma en su salud y en sus años de vida, la
cual llegó a niveles tan alarmantes en el caso de La Española, que su
población se vio rápidamente disminuida. Los taínos llegaron a suicidarse en
masa y a realizar abortos como única salida a la explotación. De unos 400,000
que existían en la isla a la llegada de Colón en 1492, pasaron a 60,000 en
1508. A esto, por supuesto, también contribuyó la violencia encarnizada que
desató frey Nicolás de Ovando contra las comunidades aborígenes que se
resistían a la esclavitud. Degolló, quemó, ahorcó a poblaciones enteras sin
considerar la edad o el sexo de las víctimas. Era la esclavitud o la muerte. En la
matanza de Jaragua atacó a traición luego de haber sido recibido y atendido
como visitante distinguido por el cacique Anacaona. La disminución de la mano
de obra nativa obligó a los colonos a importar indios de las islas Lucayas. El
sermón de adviento. Frente a la brutalidad del trato dado a los aborígenes,
surgió la voz de protesta de los frailes dominicos, encabezados por Pedro de
Córdoba, Bernardo de Santo Domingo y Antonio de Montesinos. En un hecho
sin precedentes en la historia, estos sacerdotes del imperio conquistador dieron
la voz de alarma respecto al sufrimiento infligido a los conquistados, generando
con ello todo un debate sobre el derecho a la conquista, la guerra justa o
injusta y la condición de hombre que repercutiría a escala mundial y terminaría
siendo una de las bases para la formación de lo que hoy conocemos como el
derecho internacional público y los derechos humanos. Las Leyes de
Burgos: la campaña en defensa de los aborígenes propició una serie de
discusiones organizadas por la Corona española en las ciudades de Burgos y
Valladolid. En estas sesiones en que participaron letrados y teólogos, el
análisis giró sobre la condición humana del indígena: si era un ser inferior que
carecía de alma, y por tanto merecía el tratamiento que le daba el
encomendero; o si la tenía, y entonces era necesario un tratamiento que
facilitara su libertad y evangelización. Tras casi un año de debates, en
diciembre de 1512, son aprobadas las Leyes de Burgos, mediante las cuales
se reconoció el carácter “racional” de los indígenas, y se dispuso lo siguiente:
Derecho a disfrutar de una alimentación apropiada.
Derecho a disponer de hamacas para dormir.
Exoneración del trabajo a las mujeres embarazadas.
Exoneración de las cargas pesadas a los hombres.
Prohibición de encarcelación en su contra.
Prohibición de los castigos físicos.
Gratuidad del bautizo.
Obligatoriedad de la enseñanza cristiana.
Obligatoriedad de construir sus bohíos junto a las casas de los
españoles.
Prohibición de la bigamia.
Limitación de la encomienda a una razón de 40 a 150 indios por
encomendero.
Además, se creó el cargo de repartidor de indios, dependiente directamente de
la Corona, a fin de solucionar los conflictos provocados por los repartimientos
hechos por el gobernador de La Española, que en ese entonces era Diego
Colón. Estas leyes, constituyeron el primer código de los españoles en las
Indias. Se aplicaron primero en La Española, se extendieron después a Puerto
Rico y Jamaica. Pero los derechos y garantías concedidos a los aborígenes
nunca se dieron en los hechos, por lo que su exterminio siguió a toda marcha.
Como cierre, es importante indagar que hacia 1514, en la primera colonia
española de América sólo quedaban alrededor de 25,500 taínos; en 1517 la
cifra cayó a 11,000; y entre diciembre de 1518 y enero de 1519 una epidemia
de viruelas la redujo a 3,000.
1-La razón principal por la que España ordenó las devastaciones de los
pueblos del Norte y Oeste de la isla de Santo Domingo fue para: Erradicar El
Contrabando.
9- Los bucaneros se dedicaban a cazar reses para vender sus pieles mientras
que los habitantes se dedicaban a la agricultura.
12- España y Francia ponen fin a la guerra de los 30 años con el tratado de
Nimega en 1678 y en 1680 España reconoce la presencia francesa en la parte
Oeste de la isla.