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No siempre me gusta estar con vos, no todo el tiempo disfruto del sanguirolento calor

humano. Hay días, por ejemplo, que quiero estar solo, conmigo mismo.

Creo que a eso le llaman soledad.

Para encontrarme, para no olvidar que dentro de mí estoy yo.

A veces es muy fácil perderse estando aquí afuera.

¿Soy yo del resto o pertenezco a un selecto grupo de


humanos con súper poderes? Para algunos soy solo un don
nadie. Para otros, (cuya definición de especial es igual que
la mía) soy un súper héroe.

"Escoger los tomates más buenos de entre todos estos me va


a tomar un poco de tiempo..." y a la misma vez me
respondía otra voz diciendo: "Es como con las personas;
encontrar a los buenos de entre los otros no es fácil".

El sexo, el dolor y el amor son experiencias límite del hombre. Y solamente aquel que
conoce esas fronteras conoce la vida; el resto es simplemente pasar el tiempo, repetir
una misma tarea, envejecer y morir sin saber realmente lo que se estaba haciendo aquí.

Y es que algunas personas dicen: "¡Yo creo en Dios, soy cristiano!" y a la vuelta de la
esquina sus lenguas profieren palabras con otro significado. Si yo de verdad creo lo
demuestro, o trato.

No hace falta que lo diga, pero lo diré: a pesar de que -inclusive- me había propuesto no
pensar en las calles turbulentas y asesinas de tu cuerpo lo hice [...] Y tomando todo
aquel peso en mi osamenta, giré mi vista y te miré. Querías un hombre, no un enfermo
de vida [...] Y morí.

Yo creí que sería lo mismo.

Fue lo mismo, de hecho.

Un sabio filósofo chino ya lo había dicho alguna vez: "El que se fue no hace falta,
hace falta el que vendrá." ¡Jueputa chino más sabio!

Es como mi necedad de usar verbos en pasado para expresar un sentimiento a futuro [...]
¡Bendita maña la mía de repetir todo como en cámara lenta en mi cabeza!

Pero ¡Ah! A otro con esos cuentitos, nena. Rico no es el que todo lo tiene sino al que
no le falta nada. (Sería bueno que lo anotaras)
No me vayas a venir con tus venas -sangrantes- a la vista, recuerda que soy masoquista
y me gusta verte sufrir.

Aunque debo admitir que estaba enamorado -locamente- de tus pasos de baile, cuando
al mismo tiempo tenía más movimiento una película en pausa que yo. Cuando traías ese
vestido de una sola pieza que caía, sensualmente, como una fiesta suramericana sobre tu
cintura. Con esos cabellos desteñidos que caían ondulados como serpientes en tu
espalda. Con esos ojos que eran como luciérnagas que danzan en la oscuridad cuando te
miran y aquel, tu embrujo instantáneo de gitana.

Como carretera hacia el precipicio es tu aliento.

"La carne es fácil complacerla, el espíritu no", insiste este sabio filósofo chino en sus
elucubraciones.

¿Volveremos a ver juntos el amanecer de nuestros corazones? ¿Volveremos a cabar


tumbas en nuestra piel con las uñas? ¿Volverán a ser tus labios la fruta prohibida del
árbol de mi edén? Ya no somos más un par de cuerpos que se revuelcan como elefantes
en un charquito por un orgasmo.

¿Somos?

No hay que sentirse dignos de la insignificancia.

No somos.

Sin dolor no hay blues, dicen por ahí. Entonces seamos siempre libres. Y si vienes a
celebrar esta noche, no me pienso negar. Por supuesto que me conoces.

En el arma solo queda una bala, mi amor, y esa bala o es tuya o es mía. ¿Quién va
primero?

Sin nada que perder y tan perdido...

Pedí fuerza y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte. Pedí sabiduría y Dios me
dio problemas por resolver. Pedí prosperidad y Dios me dio inteligencia y músculos
para trabajar. Pedí coraje y Dios me dio obstáculos para superar. Pedí amor y Dios me
dio personas con problemas a quienes ayudar. Pedí favores y Dios me dio
oportunidades.

En conclusión no recibí nada de lo que pedí, pero tengo todo lo que necesitaba.

Gracias Dios!

Odio acostarme temprano, es decir, antes de las 3am.

Odio los buses donde el asiento no me permite ir descansado.


Odio a las personas sin sombra.

Odio cuando 12 horas al día de trabajo se me hacen eternas.

Odio los colores floridos.

Odio las matemáticas.

Odio el cemento y el asfalto.

Odio la muchedumbre.

Odio la hipocresía aunque yo sea así.

Odio la ignorancia.

Odio las cosas materiales.

Odio todo lo que no tenga relación con el arte.

Odio cuando peco.

Odio cuando hace sol y yo ando de goma (goma:resaca)

Odio al 99% de las mujeres.

Odio al 100% de los hombres (menos a mi hermano, mi padre y mi sobrino)

Odio que nada dure para siempre.

Odio tener hambre y que no haya comida.

Odio la falta de educación.

Odio que nadie sepa quien soy.

Odio haberme dado cuenta de quien es.

Odio los "compromisos" (compromiso:inseguridad)

Odio Taco Bell.

Odio que la noche dure 12 horas.

Odio las canciones que duran menos de 4 minutos.

Odio comerme la punta del pan bagette (o como se escriba)

Odio ver televisión.


Odio el menosprecio.

Odio la discriminación de cualquier tipo.

Odio sentirme tan solo a veces...

Odio que me llamen de números privados. (privados:anónimos)

Odio la prensa en general.

Odio el fútbol.

Odio cuando mi cuarto está desordenado.

Odio que se me acumule la ropa sucia.

Odio arrepentirme de las cosas.

Odio la gente que se ilusiona como yo.

Odio pensar tanto.

Odio no ser una estrella de rock.

Odio las apariencias.

Odio la remolacha.

Odio semana santa.

Odio mis días libres sin hacer nada.

Odio ir al dentista.

Odio los perros y las empanadas "arregladas" (arregladas:embarradas de salsa con 2k


de repollo)

Odio cuando una canción que me gusta se acaba.

Odio cuando deja de llover.

Odio cuando amanece.

Odio la sopa sin limón y basante chile picante.

Odio la comida del trabajo.

Odio tener que esperar hasta el otro año para irme de este país.

Odio los trámites burocráticos.


Odio el capitalismo.

Odio los libros que hablan del amor como si fuera una maravilla inexplicable.

Odio a Shakira.

Odio la gente orgullosa.

Odio el mal sentido del humor.

Odio no poder bailar con ella como aquella noche bajo las estrellas.

Odio las películas de amor (the notebook rocks)

Odio ir al cine.

Odio los buses que tiran humo.

Odio que mis breaks sean tan cortos.

Odio McDonald's.

Odio sentirme como de 22 otra vez.

Odio la comida fría.

Odio perder el tiempo.

Odio tener el corazón tan seco...

Odio perder las cosas.

Odio que entren a mi cuarto.

Odio el sabor de la sal.

Odio la música que deprime.

Odio los mariachis.

Odio la política.

Odio cuando me preguntan "¿Anda condón?"

Odio el maltrato animal.

Odio los que no cuidan el entorno natural.

Odio el mundo en el que me tocó vivir.


Odio no poder odiarte en realidad, por más que quiera.

Cometer menos errores? No lo creo. Creo que más bien me equivocaré más porque con
cada fallo siempre aprendo algo. Y este año quiero alcanzar el cielo -no hay duda- Así
que no importa si me equivoco 100 veces en lo mismo espero que sean 100 motivos
nuevos para aprender algo.

Para el 2012 me prometí cometer menos errores

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