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Diseño de cubierta: Decca Group

Obra de cubierta: La niña del río del pintor cubano


Manuel Gómez Rodríguez

Revisión de textos: María Julia y Juan Arab

Correcciones: María Julia y Juan Arab

Edición: Guadalupe Méndez

Dirección editorial: Nancy Pérez-Crespo

Primera edición:

© Diciembre, 2020: Miriam Morell


Todos los derechos reservados.

Nueva Prensa Cubana


Miami, Florida, 33165

ISBN:

Library of Congress Control Number:

Impreso en Estados Unidos / Printed in the United States


Ninguna parte de esta publicación debe ser reproducida, almacenada en algún sistema de
recuperación de datos o transmitida en cualquier forma o mediante cualquier medio
eléctrico, mecánico, fotocopia, grabación u otros medios, sin el permiso escrito del editor.
A Gonzalo, después de 53 años.
—¿Usted cree en Dios?
Le preguntaron a Carl Jung
—Yo sé, no tengo necesidad
de creer, yo sé.
Agradecimientos
Javier Ruiz, porque exploras la profundidad del alma
y con la música llenas de esencia la vida.
Ibra Morales, mi primo de Salgacero, por acompañar-
me en el viaje, fue largo el camino, pero no alteró la
esencia de tu memoria.
CarlosAlberto Montaner, gracias por viajar a Salgacero
y pintar en el lienzo de mi infancia el paisaje que perdí.
13
14 MEMORIAS DE SALGACERO
MIRIAM MORELL 15
16 MEMORIAS DE SALGACERO
MIRIAM MORELL 17
18 MEMORIAS DE SALGACERO
MIRIAM MORELL 19
20 MEMORIAS DE SALGACERO
MIRIAM MORELL 21
22 MEMORIAS DE SALGACERO
MIRIAM MORELL 23
24 MEMORIAS DE SALGACERO
MIRIAM MORELL 25
26 MEMORIAS DE SALGACERO
MIRIAM MORELL 27
Era un mundo de ideas en el cual crecí,
me las hacían cumplir y temprano supe
lo que era una tiranía. Las ideas de los
evangelistas que pasaron un día por la
finca llegaron a ser creencias que se
arraigaron sin corresponder a la razón,
ni a la ciencia. Las ideas no ayudan a
vivir. Las creencias sí.
Las creencias son las bases del mito.
Cuando esas creencias se exponen y
aparecen las interpretaciones, ahí surge
lo peor: La religión. No había mente en
esos campos que no sucumbiera a la
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32 MEMORIAS DE SALGACERO

interpretación que tenían aquellas extra-


ñas gentes en su mensaje de salvación.
Indicaban los lugares donde podían
entrar para que los ángeles los acompa-
ñaran. Los vacíos del ser no se rellenan
con: Tú no le tienes miedo a tu oscuri-
dad; sino le tienes miedo a esa luz. Hay
algo que te falta y no sabes que es.
Ulises me dijo: —Recuerdo cuando
me contaste que un día cuando tenías
apenas ocho años, apretaste a tu
muñeca, la cubriste con un paño y te
fuiste de tu casa para no regresar más.
La causa fue que habías escrito un
poema y recibiste un severo castigo, la
lectura bíblica comenzaba: «Cuando yo
era niño, hablaba como niño, pensaba
como niño, jugaba como niño».
Siempre hubo algo dentro de ti, que no
has experimentado; yo diría que la
puerta de la incertidumbre y eso te
calma los sentidos. Yo le pondría un
nombre: Miedo, has crecido con él,
nada te calma el corazón. No has sen-
MIRIAM MORELL 33

tido nunca esa paz interior que irradia


lo que eres.
—¡Es que no me dejaron ser! No he
podido ver la realidad y asimilarla, me
encuentro siempre con un velo de limi-
taciones. Mis primos vivían diferente. En
las casas de ellos se sentía seguridad,
me gustaban más las madres de ellos.
Esa información que llega a mi memoria
me da miedo, porque la asociación de
recuerdos ha formado mi personalidad.
Puedo sentir una gran ternura, suena
entonces una melodía dentro de mí;
pero se va enseguida y la irritabilidad
me deja hueca, y me contestó:
—Recuerdo un novio que tenías y
como no usabas ajustadores todavía,
porque eras muy chiquita y te habías
echado el papel en el seno para guar-
darlo, imitando a las mujeres que esta-
ban a tu alrededor, no fue suficiente la
banda de tu vestido para sostenerlo y
se te cayó justamente al lado de tu
madre. Ella lo recogió y fue tremenda
34 MEMORIAS DE SALGACERO

la paliza que te dio, después te sentó a


leer un capítulo de la Biblia hasta que
pudieras recordarlo de memoria. Te
acuerdas cuando éramos niños y jugá-
bamos a hacer teatro. Tú conseguías
los tablones que estaban tirados en el
patio y los muchachos de la carrilera
ayudaban a elevar la plataforma.
—Recuerdo que el cuento lo escribía
yo y repartíamos los parlamentos,
hacíamos ensayos y cuando ya casi
estaba preparado para ponerlo en
escena, me descubrían en el pecado,
porque el teatro era en contra de Dios,
igual que ver películas y oír novelas;
como no cantan himnos de la iglesia de
alabanza espiritual y yo no podía con-
testar. Ese es el espíritu que nace de mí
misma. Una inseguridad afectiva, como
una grieta en la pared tras la cual
penetraba ese rayito de luz apenas
imperceptible; pero que nació conmigo
y aparecía ante la incertidumbre, esa
poquitica estima, esa creencia que se
MIRIAM MORELL 35

tiene de sí mismo. Como no podía estar


sin un proyecto hablé con mi padre y
comenté, lo bueno sería que los cam-
pesinos tuvieran un lugar para hacer
fiestas, inclusive un lugar cultural
donde pudieran reunirse para activida-
des de alfabetización, más tarde,
podrían leer libros. La iniciativa era
multar a los colonos con cierta cantidad
de dinero y hacer un edificio con ese
fin, tipo ranchón para que fuera más
económico. A mi papá le encantó la
idea y me dio la autorización para
comenzar inmediatamente.
Volvió el entusiasmo, porque me
había encontrado con el reconocimien-
to de mi propia identidad. Además,
me dijo:
—No caigas nunca, nunca, en el
victimismo; me encanta que ten-
gas proyectos.
No sé si recordar, que bien nos salió
todo; pero la noche de la inauguración
36 MEMORIAS DE SALGACERO

mis padres pelearon como nunca


antes, por mi asistencia a la fiesta.
Yo desistí; pero casi obligada por mi
padre fui a la fiesta. Después de haber
disfrutado del programa y del logro que
habíamos obtenido y el entusiasmo de
mi obra de teatro puesta en escena. Ni
siquiera encendí la luz de mi cuarto
para acostarme a dormir; pero en la
madrugada sentí el apretón que me
daba mi madre para que despertara y
oyera bien lo que tenía que decirme:
—Dios te va a castigar por lo que has
hecho: ¡Dura cosa es ponerse en con-
tra del Dios viviente!
Fue un terror sordo en el interior de
mi cuerpo. Me había acostado ilusiona-
da y de pronto era la súbdita de un
soberano inapelable. Recordé la vez
anterior cuando se me cayó al piso el
poema que había escrito con tanto liris-
mo, porque también sentía la ilusión,
que después se me convertía frecuen-
MIRIAM MORELL 37

temente en angustia, parecía que el


Dios de mi madre, aprendido en reli-
giones milenarias, traía abismos de
miedo y angustia que se transmitieron
para siempre en mi obsesivo reconoci-
miento mental, enredando los vericue-
tos de mis débiles pensamientos.
#2
Los seres humanos

Los seres humanos somos un cuer-


po, una mente y un espíritu incom-
prensible por la razón; pero es el
que nos hace conocer como hemos
perdido la capacidad de alegrarnos:
la despersonalización.
Las personas afectadas suelen tener
una percepción hacia acontecimientos
negativos; no hay fuerza motivante
para encontrarle un sentido a su propia
vida, porque es uno mismo, es uno solo
quien ha de encontrarlo. Había que
enterrar la muerte para salvar la vida.

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40 MEMORIAS DE SALGACERO

Por esta angustia pensamos constante-


mente en la enfermedad, sin darnos
cuenta que debíamos crecer como oru-
gas y en lugar de quejarnos podríamos
envolver nuestro cuerpo en seda de
esperanza, hasta que la mente se nos
haga capullo.
En cada uno de nosotros hay aloja-
da una oruga; haciendo una metamor-
fosis y ese gusano que se arrastraba
llega el momento que se despierta en
quién eres y le salen alas, termina
transformándose en una mariposa de
brillantes colores.
Dentro de ti aflora la grandeza de
vivir de acuerdo con quién eres.
El Neurotismo o inestabilidad emocio-
nal define una parte de la personalidad.
Es inseguridad, estado continuo de
preocupación con tendencia a la culpa-
bilidad. Las personas afectadas suelen
tener una percepción hacia aconteci-
mientos negativos.
La imagen o representación mental
que se encuentra en uno mismo: ele-
mentos propios que se han aprendido
acerca de sí mismo.
¡Cómo y cuánto nos interesan los
juicios de los demás!
41
42 MEMORIAS DE SALGACERO

¿Qué cree o piensa la gente de mí?


La autoimagen es esa fotografía
interna y con frecuencia falsa que tene-
mos de nosotros mismos, que puede
ser el resultado de crítica y castigos
recogidos desde niño, porque somos
vulnerables a juicios negativos, adqui-
riendo un patrón de actitudes, pensa-
mientos y sentimientos que lo caracte-
rizan a lo largo de su vida. El término
persona se utilizaba para la máscara
que portaban los actores de teatro en
la cual actuaba un determinado actor
tras su máscara, después se transfirió
a otras esferas de la sociedad. El con-
cepto estaba muy restringido para
aquellos ciudadanos poderosos, que
gozaban de prestigio y dignidad.
Con la llegada de la Era Cristiana el
concepto de persona cambia de signifi-
cado. Así persona pasa a significar:
sustancia individual de naturaleza
racional, fundamenta que todo indivi-
MIRIAM MORELL 43

duo de naturaleza humana es persona


independientemente de sus circunstan-
cias biográficas, genéticas, sociales o
económicas. En un discurso dirigido a
Psicólogos en 1957; el Papa Pío XII pro-
pone la siguiente definición de perso-
nalidad. «La unidad psicosomática del
hombre en cuanto determinada y
gobernada por el alma».
Dice Espinoza, que el hombre libre
en todo piensa, menos en la muerte.
Queremos saber de dónde venimos
para saber adónde vamos, pero no
queremos investigar el gnosticismo ni
el intelectualismo, porque no queremos
morirnos del todo…
«Lo primero no es qué pienso, sino
qué vivo» porque no se unen nunca la
vida y la razón. De ahí este rasgo de
inestabilidad emocional. Estado conti-
nuo de preocupación. Hay siempre una
percepción hacia acontecimientos
negativos. No es posible pensar sin
44 MEMORIAS DE SALGACERO

conocimiento del ser, porque en el pen-


samiento se siente uno a sí mismo.
Un día me dijo mi primo:
—Te acostumbraste a jugar al
escondido. Me acuerdo cuando tu papá
hablaba de ti comparándote con otra
de nuestras primas y dijo: que la otra
hablaba de noviecitos y tú ni sabías
que era eso. Yo pensé, ella tiene uno
desde que tenía ocho años. Todo lo
hacías a escondidas.
—Quizás yo tengo un depósito de
influencias aprendidas para defender-
me de los castigos que me imponían,
mi familia o la religión.
—Yo siempre pensé que esas emocio-
nes que sentías a escondidas se activaron
en tu entorno. Yo recuerdo que te gusta-
ba oír la novela que radiaban a media
mañana. Como no te dejaban oírla en la
casa, porque la religión no permitía oír
fantasías. Tú, te las arreglabas para que
MIRIAM MORELL 45

alguien te llamara a su casa y así en la


tuya, nadie se enteraba del pecado que
habías cometido.

—Sí, pero lo malo era que por la


noche no podía dormir, pensando en el
castigo que iba a tener por desobede-
cer lo que decía la Biblia, según la
interpretación que le daban en la igle-
sita de Salgacero. Tampoco podía oír
música y menos cantar una canción
que no fuera un himno de alabanza.
Fíjate, que solamente al recordarlo se
me aprieta el pecho. A veces lloro y a
veces me río, tratando de ver con alivio
la rabieta que me produce el recuerdo.
No es posible recordar, sin conciencia
de ser, porque no se puede prescindir
de sí mismo, de mi niñez real, porque
el incidente no se mete en lo que pien-
so; sino en lo que vivo, porque no se
puede casar la vida y la razón.
Pensaba que el tiempo de un largo exi-
lio había borrado de mi conciencia toda
mi vida anterior. Sin embargo, recibí
una llamada de mi primo, que anun-
ciaba había encontrado en la casa de
su madre, ya fallecida, una cartera
inmensa repleta de cartas enviadas
por mi madre.
Era la correspondencia de largos
años. Me invitaba a revisarlas juntos.
Pensé que eso sería remover la vida
mental interior, tenía que dejar de vigi-
lar el camino. Otra vez me arrastraba el
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48 MEMORIAS DE SALGACERO

río y está seco el manantial. Noé le


abrió la puerta a la paloma y en lugar
de una hoja, trajo el tiempo de otros
diluvios. En esas cartas debe aparecer
mi existencia desnuda. Sin haber leído
nada, presentí una luz recién nacida de
la naturaleza de la tierra donde pasé
mis primeros años: solo el tiempo es
entendido, cuando acaba todo. No
debían interesarme esas cartas, por
fin, es que me he pasado la vida bus-
cando el significado de mi existencia.
Así como decían los espiritistas que
se reunían en una casita de zinc y
tablas de palma que había al lado del
puente grande. Decían que el alma
poseía todas las ideas; pero estaban
encerradas en el cuerpo oscuro; por-
que lo más próximo al hombre era el
ser de sí mismo y la mayor evidencia
era el pensar.
Estas ideas eran para la otra reli-
gión que en las colonias de cañas se
MIRIAM MORELL 49

desarrollaba, como gente muy atrasa-


da, que venían de colonias haitianas y
allí se reunían para reencontrarse con
sus muertos.
La otra religión era menos tenebro-
sa. Su iglesia era más clara. Eran
ambas como un puente misterioso que
comunicaban de alguna manera a
seres que pretendían fugarse de ellos
mismos; compulsiones neuróticas, sin
embargo, yo creía y temía a todas las
cosas que existían en la imaginación de
mi pequeño mundo. Ulises, mi primo,
vivía cerquita del puente grande donde
estaba la casa en que se reunían los
espiritistas. Mi familia hablaba del lugar
como la casa diabólica y jamás pasaba
alguno cerca de ese lugar.
Un día Ulises me invitó, me dijo para
motivarme que era una sesión de inte-
reses psiquiátricos; pero lo que decidió
irme a escondidas era precisamente, lo
prohibido del lugar secreto. Estaban
50 MEMORIAS DE SALGACERO

todos reunidos, en la misma habitación


hacíamos un círculo reducido. Un hom-
bre se adelantó e invocó en una espe-
cie de oración a los espíritus. Ulises me
apretó la mano sudada. Una mujer, la
recuerdo ahora, con tipo de sacerdoti-
sa se arrodilló sosteniendo una hoja de
papel en blanco, como si fuera a escri-
bir lo que dictaron desde el más allá.
Pasó un rato de absoluto silencio y con-
cluyó la sesión ante el fracaso del
médium en convocar a los espíritus
para que se manifestaran.
Salimos casi corriendo del lugar y
latiendo el corazón; pero me di cuenta de
que había sido una rica vivencia espiri-
tual, el escaparme y hacer algo prohibi-
do. Me gustó sentir como latía mi mundo
interior en la libertad de mi espíritu.
Ahora recordaba la religión que me
enseñaron al compararla con la sesión
espiritista que acababa de asistir. Era
mi independencia mental.
MIRIAM MORELL 51

Ulises y yo atravesábamos otra vez


el puente para regresar, cuando vimos
un montón de gente en un bohío, me
agarró por la mano y bajamos a la
cañada. Fue tan extraño lo que vimos
que nos enfureció a los dos. Nos expli-
caron que Pancho Miñique se estaba
muriendo por la paliza que le había
dado la guardia rural, que había esta-
do en su casa la noche anterior. Yo
entré y busqué al hijo que conocía
desde antes, él también cortaba caña
en la colonia. Entonces nos explicó
que el padre había denunciado al sin-
dicato, que los colonos de la zona
pagaban a peso el día, arrancando
troncones para acondicionar el terreno
y por esa denuncia vinieron a darle la
paliza al padre.
Nos fuimos corriendo para la casa del
abuelo. Estaba sentado en el columpio
del portal y frente a él lo increpé: ¿Cómo
es posible que le den una paliza a un
hombre, porque reclame sus derechos?
52 MEMORIAS DE SALGACERO

Y él, casi sin mirarme, me contestó:


Porque es comunista.
—¿Y qué es eso?
—No creen en Dios.
Bajamos los escalones del portal y
regresamos a la cañada, para enterarnos
con más detalles de la paliza. A Panchín,
el hijo de Pancho Miñique le sorprendió
vernos otra vez en su casa. El haitiano
que había hecho la oración para invocar
a los muertos y la sacerdotisa separó la
cortina de saco que dividía la sala del
cuarto de la casa y al unísono cuando
nos vieron, levantaron el puño. Panchín
les hizo señas y soltaron la cortina.
Panchín nos explicó que le estaban
poniendo sobre los morados que tenía en
el cuerpo, compresas de agua fría y
caliente, con el fin de desinflamarlo.
Preguntó Ulises: —¿Por qué le pegó
la guardia rural?
Y yo agregué: dice el abuelo que es
comunista. Y nosotros queremos saber:
MIRIAM MORELL 53

¿Qué cosa tan mala es esa, como para


darle una paliza a un hombre? El viejo
tenía dentro de la colchoneta de paja un
libro escondido que se llamaba
Manifiesto Comunista. Un día yo sentí
algo duro en medio de la cama y regis-
tré, me llamó la atención y le pregunté:
Me contó que un anciano haitiano se lo
había entregado, como si fuera la Biblia
y que me lo iba a enseñar, pero antes,
alguien lo denunció y como llamó al sin-
dicato para reclamar, por eso le dieron
la paliza y se llevaron el libro. Ya no
pensaba en otra cosa, sino en descubrir
cual era el famoso libro, en la finca no
podía encontrarlo, entonces fui a ver al
maestro de la escuelita que servía para
enseñar los primeros grados a los niños
de las colonias cercanas. Él me miró un
ratico antes de contestarme; pero fue
preciso al explicarme.
—Fue un libro publicado en Londres
en 1948 por los alemanes Marx y
Engels, fue uno de los tratados políticos
54 MEMORIAS DE SALGACERO

más influyentes de la historia de las


clases explotadoras y los explotados.
¡Cómo si me hubiera leído el libro! Esa
era la cama del colchón de paja del
hombre de la paliza.
Para los filósofos griegos el tiempo es
una forma de presencia. Es la realidad
presente y ésta era la revolución que
cambiaría la vida de los pobres. El
poder del proletariado que sintieron el
tiempo como una propiedad. Para
Engels es solo el espíritu que se des-
pliega en sí mismo y que es eterno.
Porque la temporalidad es la idea y fue
la idea del odio de clases lo que se des-
plegó en el espíritu de la revolución
ganada por el pueblo que exigía a cada
individuo una contribución.
Y un coterráneo entendió la autorrea-
lización del hombre. Tuvo la oportuni-
dad de hacer algún dinero en el extran-
jero y como Panchín era su amigo
desde niños, además era dirigente de
MIRIAM MORELL 55

la revolución; compró una finca, fabri-


có una casa y tenía un Jeep, que era la
admiración del pueblo entero. Habían
pasado muchos años; pero ningún ciu-
dadano podía comprar propiedades a
su nombre y todo lo inscribió a nombre
de Panchín, el hijo de Pancho Miñique,
el que guardaba como si fuera la Biblia,
el Manifiesto Comunista.
Al coterráneo le inventaron un frau-
de, lo apresaron y también le dieron
una paliza hasta que entregó el resto
del dinero que le quedaba en dólares.
Ulises recordó una frase del
Manifiesto Comunista:
«Tiene que haber algo podrido en el
corazón mismo de un sistema social,
que aumenta su riqueza, sin disminuir
su miseria».
La memoria es vital para la supervi-
vencia del individuo que debe albergar
un contenido consciente sobre sí
mismo, que contenga la memoria del
pasado, porque la identidad de la per-
sona es la consecuencia del pasado,
presente y futuro. Distinguirse de los
demás es desplazarse hacia atrás o
proyectarse hacia adelante. Así, pensa-
mientos pasados y acciones futuras los
podrás comprender. Están provistos de
conciencia, siempre van acompañados
de pensamientos.

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58 MEMORIAS DE SALGACERO

En el artículo Patria, precisa José


Martí, el concepto de la identidad cuba-
na: «Viven sin el regalo y alegría con-
que pudieron y no crían aquella volcá-
nica naturaleza, no tienen donde
emplear su fuerza». ¿Qué ha de hacer
un cubano que padece del dolor de
hombre, que no tiene en su tierra
material dónde alzar la cabeza, ni
dónde tender los brazos?
Algún enamorado diría al entregar
un retrato: Consérvalo mientras signifi-
que algo para ti. Confía en la posibili-
dad de que el pensarlo, de alguna
manera existe. La memoria presupone
su misma existencia, es decisión suya
porque no está definido de antemano.
El hombre tiene que inventar, su propia
identidad a través de sus libres decisio-
nes. Se supone que la libertad es un
camino que rescata al hombre de ilegí-
timos creadores; en un mundo al que
no le hemos entregado nuestros valo-
res y nuestro significado. Recuperar la
MIRIAM MORELL 59

libertad será recuperar nuestro origen.


La libertad es necesaria; pero si la
misma persona padece algún tipo de
amnesia, no son en su totalidad perso-
nas como eran antes de la dolencia, por
carecer de sus recuerdos. ¿Ha cambia-
do su identidad, ocupa su lugar otro
nuevo ser? Sus cuerpos siguen vivos;
pero no sus pensamientos. Tenemos
conciencia de identidad, porque tene-
mos memoria, sin ella no nos recono-
ceríamos. Para definirse uno mismo, se
seleccionará identificarse con aquellos
adjetivos que sienta que le diferencian
de los demás. Nos hacemos un auto-
rretrato de la identidad con la informa-
ción que nos da la sugerencia socráti-
ca. Conócete a ti mismo. El ojo interno
de la mente refuerza la identidad. Es el
conjunto de elementos que definen a
un individuo. Escuchamos con ver-
güenza el drama que ahora presentan
los nuestros. Le retribuyen el carné de
identidad sin retrato y además la tarje-
60 MEMORIAS DE SALGACERO

ta de abastecimiento; pero sin los hue-


vos que les corresponden. Repatriado
que expresa su indigencia: gente sin
memoria. Documento de identidad sin
foto, huella invisible: Apátridas, gente
de ninguna parte, de ningún lugar. Con
sus vidas a cuestas. Desterrados sobre
la tierra que los vio nacer.
Me he pasado la vida, reconociéndome
en un proceso que no se detiene en la
necesidad de confirmar conocimiento
de mí misma, volviéndose espíritu mi
naturaleza, son ideas delirantes que
cambian el concepto del carácter que
proyecta mi personalidad. Hoy solo sé
representarme el verdadero paraíso
que persigo. El pasado es una imagen
retratada por mi mente, porque no
siempre se muestra igual, es según la
imaginación de la voluntad la esencia
de mi naturaleza; lo que espero son
mis sueños, y el camino puede tener
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62 MEMORIAS DE SALGACERO

lágrimas y suspiros, solo es mío este


presente. ¡Si me duraran estas ganas
de convertirlo en música, si latiera
siempre esta vitalidad y esta fe inque-
brantable de símbolo y de poesía!
A veces siento un vago horror de que
soy otra, hay cosas que ciertamente no
se nombran. Mis recuerdos conforman
mi identidad, me dicen constantemen-
te quien soy; también me gusta leer
del librero de los sueños, es la memo-
ria del corazón que moldea el recuerdo
para hacerme feliz. Esos recuerdos me
guían, no son estáticos. Los recuerdos
se transforman cada vez que los trae-
mos al presente, y vuelven a guardar-
se en la manera que anímicamente los
necesitemos. El cerebro edita los
recuerdos a través de nuestros estados
emocionales. La memoria no refleja lo
que contamos para nuestra compla-
cencia. Es la biografía de manera cohe-
rente, es una película en las que todas
las escenas se coordinan. El hipocampo
MIRIAM MORELL 63

se encarga de la edición de esos recuer-


dos. Sin embargo, somos incapaces de
actualizarlos sin datos recientes y nue-
vos aprendizajes. Nos gusta revivir
emociones pasadas. No somos sin
nuestro pasado; pero, tampoco el pasa-
do es sin nosotros. Somos el filtro de
nuestra propia historia: su identidad.
El yo sería una construcción ilusoria
que te aísla de tu entorno para hacer-
te creer en una autonomía que no es
real. No significa que no exista, está en
la actividad cerebral que genera esa
ilusión. La palabra ilusión, significa
engaño. Parece que al levantarnos por
la mañana, nuestro yo se despierta
unido a la conciencia y vuelven los
recuerdos del día anterior y los planes
para el futuro. Entonces nos converti-
mos en esa persona que llamamos yo
y que recibe las sensaciones que con-
trola todas las funciones cerebrales. A
veces siento que puedo entrar en mí
misma y tropiezo con mi percepción de
64 MEMORIAS DE SALGACERO

dolor o placer. No puedo observar nada


de mí, cuando duermo estoy insensi-
ble, no existo. Entonces, ¿Soy un
puñado de percepciones?
Buda llegó, aunque esto sea una
conclusión de Buda, no de Sócrates.
Sin embargo, yo le he llamado: Alma.
Esa que controla todas mis funciones
cerebrales. ¿Cómo es capaz esta alma
de mover la materia cerebral sin tener
energía? ¿Cuál es la razón de lo que lla-
man ilusión del yo?
Todo lo que somos es efímero, es
perecedero, no hay nada permanente
en nosotros. Si el yo es la suma de
nuestros pensamientos. ¿Yo es una
actividad cerebral? Quizás, el yo es una
serie de experiencias que llegan a
nuestros sentidos como las que hemos
almacenado en la memoria.
El cerebro construye un mundo exte-
rior que forma una historia coherente.
Ese mundo exterior simula lo que
MIRIAM MORELL 65

vamos a hacer en el futuro, por eso


preferimos un modelo de la realidad
antes que la realidad misma. Sabemos
que todo lo que experimentamos se
procesa y conforma nuestra vida men-
tal. Vivimos en una realidad virtual.
La filosofía hindú considera la reali-
dad exterior como Maya, «ilusión». Si
solo conocemos lo que percibimos. Si
lo que sucede en el exterior son atri-
buciones de nuestra mente y en la
construcción del mundo, de ese
mundo interior, falta alguna informa-
ción; el cerebro la suple para generar
una historia, aunque no sea exacta.
De la misma manera el cerebro crea el
yo consciente. Éste sería una cons-
trucción ilusoria que aísla al sujeto de
su entorno, haciéndole creer que tiene
una autonomía que no es real. Lo que
llamamos «yo», lo que llamamos con-
ciencia, son construcciones cerebra-
les, a las impresiones subjetivas. Es el
paso de lo objetivo a lo subjetivo.
66 MEMORIAS DE SALGACERO

Entonces conocerse a sí mismo sería


la autoconciencia, el invento del yo,
para conocer los otros. Se busca la
memoria y sus distintas localizaciones
en el cerebro. Será que busco una
irrealidad personificada.
En la mitología hindú, Maya, es la
energía ilusoria, o sea la ilusión, que
separa la existencia material de la espi-
ritual. Al creer, confiar y temer, se van
construyendo las piezas del juego de su
propia vida. Es el velo de la ilusión que
no te permite conocer lo que realmen-
te eres.
Un velo es algo que tapa otra cosa y la
oculta, poniendo una barrera que impi-
de ver más allá de la misma. A quienes
la vieran debería quedarle claro que se
trata de algo que no es, algo que no
tiene consistencia como cosa en sí, sino
que su naturaleza o función es ocultar
lo que está detrás.
La primera mención de Maya en el
mundo es una cita que dice lo siguien-
te: «Es la Maya el velo del engaño que
envuelve los ojos de los mortales como
el resplandor del sol sobre la arena que
se asemeja al sueño».
67
68 MEMORIAS DE SALGACERO

El concepto de Maya nos hace pen-


sar que cosa es falsedad y que cosa es
realidad. Es como un velo, como una
cortina que reproduce diseños que
encantan a la vista.
Se cumplen 200 años del Manifiesto
de Carl Marx: Ideólogo de la revolución
rusa. Vivió gran parte de su vida en la
pobreza y dos de sus escritos: El
Manifiesto Comunista junto a Hegel y El
Capital tuvieron gran influencia y
marcó buena parte de la historia del
siglo XX. Proyecto fallido de energía, de
pensamiento, de proyección. No distin-
guió la realidad de la ilusión.
El Marxismo se convirtió en una
manera de interpretar el mundo. El
tupido velo que cubre la historia con la
lucha de clases antagónicas: desigual-
dad en el mundo. Muchos buscan ins-
piración para sus propias luchas a tra-
vés del velo de la ilusión que separa la
realidad del sueño.
MIRIAM MORELL 69

El velo de Maya es la ilusión producto


de las creaciones de nuestros propios
pensamientos cuando tomamos nues-
tros conceptos como realidades, es
cuando decimos que estamos bajo el
velo de Maya. Cuando desarrollamos un
vínculo con la apariencia y queremos
aparentar lo que no somos con propósi-
tos egoístas para que sobrevivan nues-
tras ideas que son creadas por nuestro
ego, caemos en un círculo vicioso que
nos aleja de poder percibir cual es la rea-
lidad. Es importante distinguir la realidad
de la ilusión. La religión hindú define a
Maya como una deidad, como la ilusión,
la fantasía, la irrealidad. La cual designa
la autorrealización espiritual. Trascender
el velo de Maya significa vencer el espe-
jismo, la irrealidad y la ignorancia y las
limitaciones que nos impiden conocer la
realidad. Llevarnos a una ilusión somno-
lienta causada por las percepciones. Así
Marx buscó en el Capital la mercancía
novedosa, la explicación de la necesidad
del hombre, con mentalidad reducida y
70 MEMORIAS DE SALGACERO

pueril de economizar el pensamiento.


Célebre pedagogía para oprimir a los
pueblos. Imposición de una conciencia a
otra. Veía a través del velo de Maya la
base de la especie humana. En nuestro
tiempo una mayor experiencia de los
sentidos y percepciones. ¿Adónde quie-
ren llevarnos? Venimos de culturas triba-
les propensas a utilizarnos. ¿Creemos en
el sueño como si fuese una realidad?
Nuestros ancestros tribales creían en
dioses y nosotros creemos en otros que
nos esclavizan. La apariencia demócra-
ta no solo es una fuente de apariencia
de hoy, sino segregación de frustrados
que se resisten a morir. No hay necesi-
dad de buscar libros, sino mirarnos a
nosotros mismos y entender la realidad.
Marx continúa siendo atractivo para el
discurso político actual. Vio a través de
su turbulento velo de interpretación el
final del siglo XX. No vio detrás del velo
el sueño por alcanzar, sino la pesadilla
de tantas generaciones posteriores.
El ser humano proyecta las manifesta-
ciones que salen de su sombra en el
mundo exterior. La sombra es nuestra
peor enemiga; no sabemos que la
tenemos, por eso no la conocemos,
además el miedo de encontrar en sí
mismo todo lo que rechazamos acaba
siendo todo lo rechazado, por no asu-
mir la realidad, desencadenará en el
mundo exterior una reacción de angus-
tia y repudio. El mundo exterior está
formado por los mismos arquetipos
que el interior. Si la sombra es aquello
que no queremos asumir, el resultado

71
72 MEMORIAS DE SALGACERO

es que la sombra y el exterior son idén-


ticos, porque si la viéramos en nosotros
ya no sería la sombra. Rechazo y lucha
significan entrega y obsesión. El entor-
no hace las veces de espejo, en el que
nos vemos a nosotros mismos y espe-
cialmente a nuestra sombra que se
esconde en el lado oscuro del carácter,
esa que está escondida y en ocasiones
sale a la superficie y nos sorprende la
pasión al discutir, insultamos a otros sin
poder contenernos: todos tenemos
sombras; pero no intentamos com-
prender el estado psicológico en que
vivimos. Nos desesperamos ante la cri-
sis de los años, porque no nos aprove-
chamos de lo que hemos aprendido
alegrándonos y sufriendo en el atarde-
cer de la vida.
¡Cuántas veces aflora en nosotros
una personalidad insolente de la que
luego nos avergonzamos! ¿Qué nos
pasa, por qué nos sentimos poseídos
por una fuerza que escapa de nuestro
control? Esa es la sombra, esa figura
MIRIAM MORELL 73

oscura que proyectamos durante la


noche en las paredes, en cualquier sitio
y nos asustamos, nos olvidamos de
que nos sigue a todas partes.
Jung eligió el término de sombra
para referirse a ese lugar oscuro del
alma que da cuerpo a nuestra persona-
lidad. Nos componemos de bien y de
mal; pero cuando reprimimos la sober-
bia, la avaricia, la lujuria y tratamos de
escondernos de la vista de los demás,
algo se revela en nuestro interior y
hará acto de presencia, quizás sea el
momento más inoportuno. Ese rasgo
que no queremos ver crecerá a la som-
bra, sin ninguna comprensión. La parte
rechazada luchará con nosotros para
intentar expresarse. De esta lucha se
quejaba San Pablo «Porque el bien que
quisiera hacer no lo hago; pero el mal
que no quisiera hacer lo hago».
La sombra siempre nos acompaña.
Es esta la razón, por la cual buscamos
lo que se esconde en nuestra alma. Es
como si cada persona tuviera un cuar-
74 MEMORIAS DE SALGACERO

to oscuro en el que hemos ido arrinco-


nando todos los aspectos inaceptables
de nosotros, que ni siquiera recorda-
mos que en algún momento fuimos
dueños de un carácter espontáneo y
verdadero. Eso que odiamos en noso-
tros mismos y que encerramos para
que no lo vean los demás, no desapa-
rece y con los años crece. No podemos
esconder ante los otros lo que trata-
mos de ocultarnos a nosotros mismos.
Si no reconocemos a la sombra, pro-
yectamos en otros nuestra maldad y
vemos que ellos son los envidiosos, los
cursis, los chismosos, los presuntuo-
sos, los inestables.
Dice el Evangelio: «Es más fácil ver
la paja en el ojo ajeno que la viga en el
propio». ¡Cuántas cosas malas vemos
en los demás: fabulaciones irreales,
fantasías, cobardías, avidez exagerada
por el dinero! Afrontar a la sombra
resulta muy turbio; si conseguimos
mirar el fondo de nuestra personalidad,
las aguas con el tiempo se van acla-
MIRIAM MORELL 75

rando. Sin tinieblas interiores, recuer-


dos oscuros de nuestra alma que se
esconden, debemos buscar un proceso
alquímico de transformación, porque
allí también se ocultan nuestros mejo-
res tesoros. Si no aceptamos a nuestra
sombra ésta se expresará cada vez
más oscura. Afrontar a la sombra,
enfrentarse a las tinieblas interiores, a
la sombra interna, a la que en muchas
ocasiones no podemos enfrentarnos;
porque están más allá de nuestra com-
prensión. Sin embargo, no existe nin-
gún cambio que no empiece en las
tinieblas del alma en el que no pode-
mos obtener el cambio. La novela de
R.L. Stevenson, El extraño caso del Dr.
Jekyll y Mr. Hyde, ilustra la lucha inter-
na que mantiene el ser humano. El
doctor Jekyll no podía soportar su vida
intachable y se transformó en Mr. Hyde
para dar rienda suelta a su sensación
de libertad, la cual le ocasionó muchos
problemas y tuvo que renunciar al des-
doblamiento de su personalidad.
Libramos una batalla en la que cada
76 MEMORIAS DE SALGACERO

parte hala de nosotros, por eso necesi-


tamos conocernos. Saber que tenemos
un cuarto oscuro para así poder enten-
der a los demás: Caminemos armonio-
samente con nuestra propia sombra.
Es hermoso contemplar la reflexión
de los árboles en la superficie del
agua, porque ésta se vuelve espejo.
Nos hace pensar en la sombra junto a
un río en días de sol. Y mi primo que
solamente había que mencionar: «Un
río en días de sol» lo relacionó ense-
guida con nuestra propia sombra y la
niñez en Salgacero.
Me preguntó.
—¿Qué es para ti la sombra?
—Pienso que es el arquetipo de la
cultura a la cual pertenecemos, son
patrones de comportamiento. Cuando
nos separamos de lo que hemos cono-
cido; desarrollamos un ego, una más-
cara, pero seguimos arrastrando las
represiones que se transforman en
depresiones. Sabemos emocionalmen-
MIRIAM MORELL 77

te que nos vamos a morir; pero inte-


lectualmente no lo valoramos y como
vivimos sin sentido, solamente recor-
damos el río que al inconsciente satis-
face y lo transforma en el Nilo. Se trata
de decirle a la sombra formada por
energía reprimida en la memoria que
vamos a cambiar nuestro diálogo inter-
no y vamos a reconocer nuestra propia
sombra, mirando la superficie del agua
y encontrando nuestra plenitud; sin
pretender descifrar los misterios de la
sombra. Miremos la superficie del agua
sin fenómenos mentales, porque tene-
mos conciencia de ese Ser más allá del
pensamiento.
Dijo Kahlil Gibran: «… Si queremos
encontrarlo, miremos en nuestro
entorno y lo veremos en el horizonte
infinito; caminar en las nubes y bajar
en la lluvia a la tierra, nutriéndonos de
todos los ríos de la vida…».
Las emociones nos llevan a falsas
expectativas, a ilusiones que distorsio-
nan la realidad. Este sentimiento de
tristeza que siempre me acompaña, es
el resultado del tiempo de más emo-
ción en mi vida adolescente. ¿Falsa ilu-
sión: percepción errónea, distorsión de
la realidad?
Fue una creación consciente en la
dimensión del mar revuelto e intenso
en las sombras de mi historia. Fue una
creación consciente, pero suprema. Era
mi necesidad de verlo. Yo pedía permi-
so para hacer las tareas con mi com-
pañera de escuela que vivía frente a la
79
80 MEMORIAS DE SALGACERO

línea del ferrocarril, había también un


carrito que cargaba algunos pasajeros
que iban al pueblo y regresaban a la
finca en dos horas, suficiente para ver-
nos. Mi alegría residía en la suprema
ilusión. Fueron las citas aquellas a
escondidas en el río cerquita de la línea
donde me bajaba al entrar al pueblo,
regalo de la naturaleza, esta memoria
que será una ilusión; pero también en
su narrativa pasada, aunque consu-
miera un falso recuerdo, ellos fueron
los que construyeron mi vida. ¡Cómo
me gustaba revivir las escenas del río!
Al ampliar el área para que se ilumina-
ra más y así reproducir con detalles
relevantes, metáforas que se han gas-
tado y a pesar del tiempo su fuerza
sensible es la grandeza de mi senti-
miento que vive en mi ilusión, pues es
ahí donde soy creadora de esta triste-
za vaga que está siempre conmigo y no
me ha dejado disfrutar ni siquiera del
goce del río, porque a pesar de
Heráclito, gocé las gotas de ese río por-
que se quedaron inmóvil en mí.
MIRIAM MORELL 81

Yo sí encontré lo que buscaba. ¡El


manantial estaba en mi continuidad
invisible de la potencia vehemente del
deseo! Nos abrazábamos y nos consu-
míamos en un fuego inextinguible que
no pudo apagar el río, aunque pasaron
otras aguas. Sin embargo, al pasar los
años, las derivaciones de este fuego
vinieron a dar con la mera ilusión: per-
cepción errónea de la realidad. La
esencia de las cosas consiste en el
cambio continuo, en el cada instante
del no ser al ser y del ser al no ser.
Nadie volvió a hablarme de él, pero
caminaba con él. Al acercarme al lugar
donde podría encontrarlo, reflexionaba.
¿Aquel hombre de ayer será el hombre
de hoy? Para mí cada recuerdo es el
abrazo que me aprieta hoy. Ninguno de
los dos hubiéramos podido borrar de
nuestras conciencias tanta vida interior.
¿Correrá el río en los sueños de él?
¿Será solo un artificio que he soñado,
acaso el manantial está en mí? De
pronto sentí, como si mi espíritu rasga-
82 MEMORIAS DE SALGACERO

ra mi ilusión. A medida que me acerca-


ba a la casa aumentaba mi respiración,
ahogándome los suspiros, sin embar-
go, una poderosa vitalidad repleta de
recuerdos me arrastraba a la casa. Era
la fe inquebrantable del abrazo. Él
mismo abrió la puerta. ¡Me gastó la
vida su mirada ausente! Extendió el
brazo, invitándome a entrar.
—Pase, Señora.
#10

Me reunía frecuentemente con el pro-


fesor, cuanto más se adentraba en mi
vida, tanto más lo necesitaba. Me dijo
un día, que me prestó un libro de mito-
logía griega: «La vida es profundizar en
uno mismo». Por eso guardo tantos
recuerdos de mi niñez que repercuten
en mí.
En la casa había un cuarto pequeñi-
to que funcionaba como despensa,
había latas de aceite, saquitos de arroz,
y yo sabía todo lo que se guardaba ahí,
porque mi mamá me encerraba para
castigarme. Era tan habitual el castigo
83
84 MEMORIAS DE SALGACERO

que podía llevar la contabilidad de todo


lo que podía faltar.
Como sabía que me iba a castigar
por lo que había hecho, escondí el libro
que me había prestado el profesor den-
tro del pijama. El primer relato se lla-
maba Dánae: Tema mítico, cargado de
alusiones explícitas al deseo sexual:
«Con la mirada perdida Dánae
recuerda los pliegues de la sábana que
la hacen levitar. Allí se complementan
todas las sensaciones, los más ricos
pliegues y la fuerte figura la hacen flo-
tar. Centellean los cielos y Dánae espe-
ra algo de un azul intenso en la pro-
fundidad. Sosegada ha conseguido
todo, tranquilamente armonizan ambos
en el azul del mar».
Dánae era la hija de Acacio, el rey de
Argos y su madre era Eurídice. Acacio
le preguntó al oráculo: ¿Cómo tendría
hijos varones? El Dios le contestó que
de su hija; pero el nieto lo mataría.
Acacio construyó una cámara subterrá-
MIRIAM MORELL 85

nea y allí encerró a Dánae, pero Zeus


transformado en lluvia de oro se unió a
ella cayendo hasta el seno de Dánae a
través del techo. Hacia allí miró y en la
rendija solamente estaba el profesor.
Dánae se reclinaba hacia atrás en
posición de espera. El Dios convertido en
lluvia dorada penetra y llega a la torre
donde se encontraba para poseerla.
El recuerdo del acto al recibir a Zeus
la hace girar y aturdida y avergonzada
ante el atrevimiento divino y como si se
excusara o pidiera perdón se desplo-
ma. Dánae sintió en la embriaguez
amorosa con su Dios, sanar un cuerpo
y una mente que había nacido como
Nicodemo, de la lluvia y el espíritu.
Sentía culpa de mis emociones,
necesitaba entenderme a mí misma,
tenía que aprender a mirarme de
otro modo.
Culpa significa que está mal hecho.
Era la energía de los instintos, la que
dirigía su conducta. El profesor me pre-
86 MEMORIAS DE SALGACERO

guntó, que me había parecido el libro de


mitología y no me atreví a contestarle,
porque me sentía culpable de la energía
de pulsión sexual que me había produ-
cido el goce y entrega que expresa el
deseo. Ya había leído algo acerca de
enfermedades mentales. ¿Es entonces
que estoy enferma? Son mis pecados
que se originan en mi niñez. Él se quedó
mirándome quizás extrañado, yo sentí
la fascinación que sentía Dánae al subir
y estirar la pierna en el movimiento pla-
centero de esperar la lluvia de oro que
veía en la mirada del profesor.
Nuevamente se aturde y le pide que
no la mire. El profesor, mirándola, des-
cubrió su mente de paisaje y poesía,
que había llegado a descubrir la esen-
cia de la vida.
Quien fuera un Psicoanalista para
intentar explicar el comportamiento
del ser humano en el análisis de los
conflictos sexuales que se originan en
la niñez.
MIRIAM MORELL 87

Los primeros años del niño son esen-


ciales para comprender el comporta-
miento adulto. Los primeros conflictos
determinan el funcionamiento, es un
conjunto de mecanismos inconscien-
tes. Estos Psicoanálisis consiguen
resolver conflictos. Las representacio-
nes mentales. Esos recuerdos infantiles
y las interpretaciones de los recuerdos;
el niño hace una reconstrucción. El
miedo esclaviza, tiene un enorme
mecanismo mental. Tenemos la capaci-
dad reflexiva, el concepto de la muer-
te, esa sensación que todo pasa y todo
cambia. Deseo de encontrar cobijo en
los demás. Juicios y prejuicios pasan
automáticos. La reflexión aquieta la
mente a nivel de nuestro sistema ner-
vioso. La mente es un instrumento de
la conciencia. Cuando uno está equili-
brado, crea prosperidad, ilusiones. A
veces se contamina con un pensamien-
to, idea de separación que está distan-
te de las demás mentes dualistas. Vive
en un universo hostil.
88 MEMORIAS DE SALGACERO

El profesor me invitó a continuar la


conversación: Hay distintos puntos de
vista entre la religión y los creyentes.
Los que se adhieren a la desmoraliza-
ción del sexo como enemigo del alma.
Sin embargo, en las religiones orienta-
les, el sexo es la expresión de lo divi-
no; muchas de las actitudes del cristia-
nismo son opuestas al judaísmo. En el
judaísmo no existe vergüenza por el
cuerpo, no es ajeno a la celebración. La
energía libidinal tiene un carácter
mucho más amplio.
En la concepción de la mente hay
que tener en cuenta la gran influencia
que ejerce la religión. La psiquis
depende de procesos inconscientes.
Frecuentemente no sabemos cuáles
son los impulsos que motivaron nues-
tra conducta; una libido alta empujaba
a Dánae a obtener placer.
Es que la vida psíquica está ligada a
este tipo de pulsión, siendo la mente la
consustanciación con el ser humano.
MIRIAM MORELL 89

La lluvia dorada mojó tus raíces y


sentiste la vida porque trascendiste a
ti misma.
—¡Qué fresca la lluvia, caía y moja-
ba la tierra de selvas y ríos!
—Me dijo el profesor vinculaste la
emoción a la energía de los instintos, a
los procesos mentales. La libido tiene
un carácter mucho más amplio. En la
concesión mente hay que tener en
cuenta la influencia de la religión en ti.
La Psique depende de procesos incons-
cientes. Son impulsos que motivan la
conducta que viste en la leyenda de
Dánae. Tu sentir abre las puertas a la
emoción, intenta encontrar connotacio-
nes morales. El sentimiento es lo sub-
jetivo de la sensación, vinculada al pla-
cer o al dolor, es ese sentir, por el cual
puedes convertirte a ti misma. Algunos
de los sentimientos se relacionan con la
facultad de desear, porque satisfacen
nuestros apetitos: sentimientos patológi-
cos que tienen su origen en la perceptibi-
lidad del sentimiento moral.
90 MEMORIAS DE SALGACERO

Simplemente, el placer que hubo en ti,


en la leyenda de Dánae, la satisfacción,
en lo bello de la lluvia dorada. Encanto y
emoción son dependientes de nuestra
constitución orgánica que reviste el apeti-
to. Los sentimientos placenteros que se
asocian a la belleza te suscitan una ima-
ginación que vincula la emoción a los sen-
timientos sublimes en una intensa activi-
dad psíquica, que dispone el espíritu en el
enlace de la naturaleza con el concepto de
la libertad, en la perceptibilidad del alma
para el sentimiento moral. Ambos senti-
mientos nos abren las ventanas. Los tér-
minos pasión y emoción están en la
dimensión pasional a la que le atribuyes
connotaciones morales negativas. Tu ima-
ginación suscita tu actividad psíquica:
Pulsión de vida, represión que es tu
mecanismo de defensa; pero es muy cos-
toso para tu mente.

Según Freud, habla de libido y de pul-


sión, mientras que Eros o energía vital
libidinosa, facilita la unión y la actuación.
MIRIAM MORELL 91

Tánatos es la no acción o vinculación


con el mundo, es la resignación y acep-
tación pasiva. Eros es una fuerza de
unión y Tánatos de desunión.
Según el padre del psicoanálisis,
tanto la pulsión de vida, como de
muerte son imprescindibles para el ser
humano. También la propia muerte y
desaparición. Mientras que Eros busca
unir y conservar la vida, además de
satisfacer la libido, Tánatos no se guía
por el principio del placer como Eros;
sino por el principio del Nirvana.
Se busca eliminar la excitación no
para encontrar placer, sino para hallar-
lo en la disolución y la vuelta a la
nada.Y de pulsión sexual en algún
momento, la vida psíquica estaba liga-
da a la energía vital.
La pulsión de muerte o Tánatos es un
concepto desarrollado por el mismo
Freud que nace en contraposición de la
pulsión de vida o Eros. Es el impulso
inconsciente y generador de excitación.
92 MEMORIAS DE SALGACERO

Es como el impulso que busca muerte a


Tánatos, existiría cierta vinculación con
el complejo de Edipo, existiendo a la vez
aspectos libidinosos y agresivos hacia los
progenitores. El conflicto entre pulsión de
vida y pulsión de muerte se asocia al
momento del orgasmo, siendo Eros lo
que hace buscar la satisfacción sexual y
erótica, vinculándose el propio sexo y el
momento del clímax a una descarga,
ligada a la idea de reposo. Se funden la
energía de Eros y la de Tánatos.
El orgasmo es un breve instante en
el que se siente desfallecer, en el mayor
éxtasis de la realidad de uno mismo. Se
trata de una muerte de la que es posi-
ble resucitar. Orgasmo viene del griego
que significa: «hervir de amor». Fue
eso lo que experimentaste en Dánae y
la Lluvia Dorada.
Carlos Alberto Montaner habló acerca
Del buen Salvaje al buen Revolucionario,
de Carlos Rangel, quien demostró que
el populismo y el proteccionismo de
nuestros buenos revolucionarios es una
forma de perpetuar los males de la
sociedad; por ese camino encontramos
las raíces de nuestro fracaso, porque
necesitamos saber quien soy hoy y
quien seré mañana, además del senti-
miento hacia un lugar determinado por
haber nacido en él. Llegamos a jalone-
ar una cerca que indicaba la posición
del espacio, porque la identidad se
deriva de la pertenencia.
93
94 MEMORIAS DE SALGACERO

El recuerdo del espacio que cerca-


mos un día será siempre el jardín con
colores de vida. Cuando la memoria
ya no exista, cuando los años la
hayan consumido, aún permanecerá
en el recuerdo un espacio de tierra
cercado que reflejará el alma en la
estructura indestructible de lo que
realmente somos.
La historia de Latinoamérica desde
comienzo del siglo XIX en contraste con
la historia de Norteamérica es la histo-
ria de un fracaso. Muchas leyendas se
han convertido a través de los años, en
el veneno conque se alimentan los mis-
mos latinoamericanos.
Nuestra percepción es dominio de la
leyenda. Las civilizaciones americanas
son fruto de un imperialismo europeo, el
de millones de emigrantes expulsados
de Europa hasta América por la miseria
o por las persecuciones. Sentimos riva-
lidad sobre las dos Américas. ¡Cuántas
imágenes falsas proyectadas sobre
nosotros mismos! Europa fue la poten-
MIRIAM MORELL 95

cia colonizadora y forjadora de nuestros


propios fantasmas, y la confrontación de
sus mitos con sus realidades.
Carlos Rangel murió en 1998 sin
saber que sus temores, como los de
Bolívar, se conformarían años des-
pués, pero los lectores más lúcidos de
la sociedad latinoamericana rechazan
el populismo.
Bolívar en una amarga carta en noviem-
bre de 1830, unos dí as antes de su
muerte, escribió: «He mandado veinte
años, y de ellos no he sacado más que
pocos resultados ciertos: La América
(Latina) es ingobernable (…) Este país
caerá (…) en manos de la multitud
desenfrenada, para después pasar a
tiranuelos».
El mito es la defensa espontánea del
espíritu ante un mundo incomprensi-
ble. Hay gente que aprende más, que
trabaja más, que siente más. No se
puede pretender que todos alcancen
igual, porque va en contra de la natu-
raleza humana.
96 MEMORIAS DE SALGACERO

La revolución ha sufrido la superes-


tructura ideológica, el hombre es el prin-
cipal actor de la historia y es esta lucha
la conciencia de clases. La razón no se
construye con definiciones, padecemos
de victimismo. La culpa la tienen los
demás, pero las dificultades nos siguen.
Esperamos que los demás cambien y los
que tenemos que hacer el trabajo
somos nosotros. Cuando nos reafirma-
mos en nosotros mismos, cuando deci-
dimos quienes queremos ser.
Del libro de Carlos Rangel Del buen
Salvaje al buen revolucionario.
«Los mitos de América Latina no los
creamos nosotros y uno de los
mitos más persistentes de la huma-
nidad, es la idea de que antes de la
época que estamos viviendo los
hombres que se formularon ese
mito creyeron en una época mítica,
en la cual hubo una sociedad feliz».
La llaman la «Edad de Oro». En cam-
bio, la edad actual en la que estamos
MIRIAM MORELL 97

viviendo es una edad inferior, es el mito


del paraíso terrenal. Los europeos tení-
an la idea de que en alguna parte exis-
tiría una sociedad incontaminada.
Cuando se descubrió un nuevo
mundo se les ocurrió que allí podría
estar el paraíso. Colón en una carta a
los Reyes Católicos le dice que los abo-
rígenes del nuevo mundo son total-
mente inocentes del pecado original.
El Marxismo recoge esta mitología
intacta, habla expresamente de un
supuesto comunismo primitivo donde
el hombre era feliz, sin cercar un terre-
no y llamarlo mío. Luego la caída, que
en el caso del Marxismo no es comer el
fruto del árbol de la vida; sino la inven-
ción, supuestamente arbitraria, de la
propiedad privada. Y la redención que
será la revolución y el establecimiento
del comunismo con lo cual volveríamos
a la Edad de Oro.
Eran víctimas del despojo de unos
bienes que les pertenecían por derecho
98 MEMORIAS DE SALGACERO

propio. Eran los desposeídos. Los ame-


ricanos les habían quitado lo que era
suyo. Bolívar nunca apoyó enfrenta-
miento de clases y razas en su propio
país. Dice en segunda de Reyes 19:26:
Sus habitantes faltos de fuerza fueron
desterrados y humillados; vinieron a
ser como la hierba verde que se quema
antes de que haya crecido.
En el Salmo 102.4: Mi corazón ha
sido como la hierba y se ha secado.
Mi corazón está decaído como la hier-
ba marchita.
Cuba ilustra el fracaso de la utopía
socialista. Las ilusiones suscitadas por
los caudillos son cárcel, pobreza y
sufrimiento indecibles de sus pueblos.
Lenin en su ensayo sobre el imperialis-
mo pretende explicar, el porqué, no se
han cumplido las ideas de Marx.
También edificó la mentira más grande
del siglo XX: «Somos pobres porque los
países ricos nos explotan y saquean
nuestras riquezas».
MIRIAM MORELL 99

Todos los países aspiran a tener un


crecimiento económico alto y sosteni-
do. Los países que crecieron se inte-
graron de manera inteligente en la eco-
nomía internacional. Las necesidades
de cada individuo y como juegan las
emociones como elementos de la per-
sonalidad que sostienen la esencia de
cada persona para comportarse.
El desarrollo y fortaleza del senti-
miento de pertenencia de grupos en
territorio ajeno, ayuda a construir con-
ciencia de los vínculos que existen
entre el terreno cercado que permane-
ce como presencia en la memoria, en la
conexión de nuestra identidad. Estas
señas personales son características
que nos definen: Imagen que quere-
mos dar en las relaciones con los
demás. Es compleja la construcción de
nuestra identidad, porque es nuestra
esencia. Las señas de identidad y el
sentimiento de pertenencia se refuer-
zan en el elemento diferenciador. No es
que se quiera considerar la diferencia
100 MEMORIAS DE SALGACERO

como superior respecto al otro que


quiere imponerse con actitud xenofóbi-
ca. Es el derecho a ser diferente. El
espacio cercado que adquirimos en la
tierra nuestra, como estima propia,
como necesidad básica de seguridad. El
reconocimiento, el bienestar, el com-
promiso que define los valores propios.
El terreno al que le arrancaron la cerca
y que en el registro de propiedad decía
que era mío, actúan muchos aspectos
y ámbitos de la vida: Es un sentimien-
to que suele utilizarse como bandera.
Doble moral

Cuando quieras conocer a un hombre


busca cuales son sus ideas. La extrema
izquierda tuvo que reconocer que sus
ideas sobre el Socialismo no habían
dado fruto en ningún país de los que
practicaban sus creencias, y enterra-
ban la prosperidad, la paz y la felicidad.
Se comprobó que no era una idea
buena; sino una idea mala envenena-
da. Las ideas cuando se vuelven creen-
cias se transforman en el continente de
nuestra vida. Así, se inundó de agua de
lastre la existencia en nuestro país.
101
102 MEMORIAS DE SALGACERO

El Comunismo dejó de ser una teoría


para convertirse desde octubre de
1917 en una falsedad que mató de
hambre y asesinó a millones. Fue la
puesta en práctica de una idea. La idea
de que la propiedad privada y el mer-
cado debían ser suprimidos.
Se consideran los libros más influ-
yentes la Biblia, el Corán y el Manifiesto
Comunista de 1848. Los marxistas son
geniales a la hora de interpretar como
funciona nuestra mente. La forma de
vender la idea es difamar al contrario,
se dirigen a un público concreto, Marx
excluye a la clase burguesa, al crear un
sentido de comunidad. Las identidades
también se definen por sus antagonis-
tas, la gente que está en contra sugie-
re una solución a un problema, porque
hace sentir al público una necesidad
que puede ser cubierta con su pro-
ducto. El Marxismo no se limita a
explicar una realidad, ofrece la solu-
ción al problema que existe y esté
creado por los capitalistas.
MIRIAM MORELL 103

Hubo un hombre llamado Galileo


Galilei, dedicado a estudiar los astros y
sacando conclusiones de lo que obser-
vó, descubrió que la tierra giraba alre-
dedor del Sol y no al revés, entonces
propuso la teoría llamada «heliocen-
trismo», pero la iglesia lo consideró
una idea hereje y lo encarcelaron los
últimos nueve años de su vida, por
considerar sus ideas como blasfemia, la
inquisición procesó e hizo adjudicar
públicamente a Galileo Galilei, porque
afirmó que la tierra giraba alrededor
del Sol y no al revés, como se creía en
su tiempo. El argumento se basaba en
la historia de Josué del viejo
Testamento en que le pide al Sol dete-
nerse para ganar una batalla. Por ello
decían, es el Sol el que gira.
El trabajo de Galileo Galilei fue una
ruptura con las ideas de Aristóteles y su
enfrentamiento con la Iglesia Católica.
Puede considerarse como el mejor
ejemplo de conflicto entre las ideas y la
104 MEMORIAS DE SALGACERO

libertad de pensamiento. La mente es


un instrumento de la conciencia.
Los defensores del Comunismo, de la
religión, de las ideas fanáticas durante
toda la historia, las cacerías de brujas
en Norteamérica y Europa. Los calabo-
zos de la inquisición son ejemplos de la
doble moral. Callar por miedo, por
terror a mostrar lo que pensamos.
Cuando dos grupos sociales son some-
tidos a creencias diferentes.
La mente es un instrumento de la
conciencia. ¿Será que el revolucionario
marxista y la inquisición van de la
mano y así se fusiona la doble moral?
#13
Vértigo

La añoranza es producida por lo que no


aceptamos, o no podemos encontrar
en nosotros mismos; pero el peregrino
alcanza su realidad en el largo camino
hacia sí mismo.
El recuerdo, el perdón quizás es la
clave para comenzar el camino.
Era fin de año y cada niño podía con-
seguir por la tarjeta familiar tres jugue-
tes. Era la ilusión del año entero. Para
conseguir el turno había una lista y la
tarjeta nuestra cayó sábado. Sabía que
tenía que renunciar sobre todo al
105
106 MEMORIAS DE SALGACERO

juguete principal que soñaba con él. No


había solución porque la religión prohi-
bía comprar en sábado. Alguien de la
familia que no pertenecía a la tribu se
dio cuenta de mi tristeza y me sugirió:
consigue la tarjeta el mismo día y yo
voy a la tienda y te los compro.
Escondida se la entregué a mi primo
y así tuve los tres juguetes que me
pertenecían. Traté de esconderlos por
unos días hasta que buscara alguna
razón para poder jugar con ellos;
pero mi madre se dio cuenta de todo,
y me sorprendió al espiarme y al cas-
tigo que tendría porque había deso-
bedecido a Dios. Hasta que volvió el
próximo sábado día en que pediría
perdón en la iglesia, no pude dormir
del susto que tenía. Cuando terminó
el sermón, el propio Pastor, dirigién-
dose a mí me invitó a subir al púlpito
y me indicó que debía pedir perdón
delante de la congregación por el
pecado que había cometido.
MIRIAM MORELL 107

Mi madre me impulsó a caminar, y


casi sin darme cuenta empecé a rela-
tar lo que había hecho y a pedir per-
dón. De pronto sentí como sudaba y
el Pastor tuvo que ayudarme a bajar
los escalones, porque todo lo veía
dando vueltas.
Pasó el tiempo y cada día mi carácter
se transformaba, una discapacidad per-
manente había menoscabado mi salud
mental y nadie se percataba, se había
modificado mi personalidad, porque de
chiquita yo tomaba parte en las activi-
dades de la escuela, inclusive me reu-
nía con gente de mi edad y hacíamos
teatro que yo escribía. Había un dete-
rioro en mis relaciones. Eran excesivas
mis emociones al punto de caer enfer-
ma con frecuencia, de todas las enfer-
medades que conocía. ¡Cuántas investi-
gaciones médicas! Pero no tenía ilusio-
nes para el futuro, era esclava de lo que
no era permitido, el miedo al castigo no
me dejaba retomar mi vida. Lo único
108 MEMORIAS DE SALGACERO

que podía mantenerme alerta eran los


posibles peligros. Empezaron síntomas
más graves, me caía al piso frecuente-
mente a causa de los mareos.
Recordé al Profesor, porque en una
ocasión me había dicho: «Debes
aprender más acerca de ti misma, de
tu naturaleza». Así empecé a recorrer
el camino a la luz del pensamiento.
No podía restar importancia a los
efectos y la significación de las expe-
riencias pasadas. El miedo al castigo
divino había moldeado mi personali-
dad. Una persona vivía gratis en mi
cabeza y había que desalojarla.
La angustia era mi compañera de
viaje. Era un condicionamiento mental,
ya no soportaba. Y llegó el momento
en que pensé que tenía que eliminar
mis ataduras.
Dijo Descartes: «Pienso, luego exis-
to». Y qué pasa con mis emociones:
MIRIAM MORELL 109

Tenía que dejar de ser víctima.


Necesito aprender en la hondura de
mis emociones. Como espero el futuro,
crearé mi tiempo. Tenía que parar el
diálogo incesante de mirar dentro de
mí. Tenía que encontrar la palanca
emocional que me levantara por la
mañana sin miedo y sin rencor. Pero,
cuando en mi vida recuerdo el crudo
pasado, que determina mi futuro.
Solamente contemplaba mis cicatrices
y culpaba a los demás. Yo necesitaba
encontrar el talento que tenía en el
corazón: Perdonar una cultura que
nunca colmó los sentidos, porque era
dirigida por gente fanática. Hay que
definir las propias directrices. Es absur-
do esperar, hay que escuchar el llama-
do a la libertad. Reinventarme, des-
pués el vértigo, no me caeré, no me
destrozaré. Daré el salto y me nacerán
alas para volar. No era añoranza por lo
que no había encontrado en mí misma.
Era alcanzar mi libertad y crecer sin
110 MEMORIAS DE SALGACERO

vértigos hacia arriba. No es la memoria


lo que la mente alcanza, es la proyec-
ción de tu mente en el largo camino
hacia ti mismo.
El pensador en la puerta del infierno

El hombre es un ser pensante. El hecho


de pensar nos diferencia de los otros
animales que carecen de esta capaci-
dad. Los animales actúan por instinto,
algo que indica al animal en cada
momento cual es la conducta que debe
seguir. La idea del pensador es el silen-
cio, la reflexión, el anhelo del alma. La
puerta del infierno es un grupo escultó-
rico creado por el artista francés
Auguste Rodin entre 1880 y 1917. La
obra está compuesta por distintas
figuras inspiradas en la Comedia de
Dante Alighieri.
111
112 MEMORIAS DE SALGACERO

El pensador de Rodin es la obra más


emblemática del autor. Ha ido evolucio-
nando, y llenándose de nuevos signifi-
cados. De inicio fue calada en la puer-
ta del infierno, de La Divina Comedia.
Representa a Dante, pensando, como
reflexionar serenamente en su destino.
Es el hombre que se pregunta y nece-
sita respuestas, el sueño del hombre
que puede ser un infierno, y también
puede ser un paraíso.
Dante inventó a Beatriz, también
pudo inventar el infierno de los aman-
tes, pensaba Rodin en su imaginación
que lo hizo saltar a lo universal.
Detrás del poema de Dante apare-
cen Francesca y Paolo, y entonces
Rodin cambió de idea y proyectó
otro pensador.
Un hombre desnudo sentado sobre
una roca, su cabeza sobre su puño: Es
el hombre que medita, el hombre ima-
ginativo y creador. La idea del pensador
MIRIAM MORELL 113

es el silencio y la reflexión, es el anhe-


lo del alma.
En la puerta del infierno está todo el
pensamiento de Rodin, porque allí está
la conexión con la vida, con sus luces y
sus sombras, reflejo vivo de todas las
pasiones humanas. Rodin talla la pie-
dra, dándole forma y sentimientos.
Poema que canta a la cristiandad.
Dante resume en ella todo el amplio
conocimiento acumulado durante
siglos, desde los antiguos clásicos hasta
el mundo medieval; su fe religiosa y sus
convicciones morales y filosóficas.
La Divina Comedia es un poema reli-
gioso, que analiza el pecado, la virtud y
la teología. Y Rodin se preguntaba
¿Cómo en el infierno no se arrepentían
los amantes? Estaban juntos. Era el
amor su felicidad y su miseria. El infier-
no puede ser para unos, el cielo, para
otros el paraíso de Paolo, porque ella
estaba allí. Como Beatriz inspiró a
114 MEMORIAS DE SALGACERO

Dante; Francesca y Paolo sentían el


ansia de la misma vida. Toda la obra
está llena de símbolos que remiten al
pensamiento, a Dante que personifica
a la humanidad, Beatriz, idealizada, él
la conoció cuando era una niña de
nueve años y volvió a verla hasta
nueve años después, pero existe otra
versión que el poeta la inventó; fue una
visión subjetiva.
Virgilio representa la razón. El paraí-
so representa el saber y la ciencia divi-
na. El infierno representa al ser huma-
no frente a sus pecados, el purgatorio,
la lenta purificación.
El autor hace un viaje donde se
encuentra con las almas de personajes
de la historia: Es un canto a la huma-
nidad. Dante se encuentra en el infier-
no, porque mantiene vivo su recuerdo
del mundo.
Beatriz, lo guía hacia el paraíso.
Jamás intercambiaron palabras; pero
MIRIAM MORELL 115

para Dante se convirtió en su inspira-


ción. ¡Quién la mira enajenado, duda si
es visión o mujer maravillosa! Dante la
convirtió en la gran inspiración de su
obra maestra: La Divina Comedia.
Virgilio le anunció el encanto con su
gran amor. Iría donde ningún hombre
había llegado jamás. Pero, la sombra
de los amantes sigue en su creación.
Francesca se ha impuesto y con tanta
fuerza que se distrae. Francesca de
Rímini se casó con un hombre mayor;
pero se enamoró de Paolo, su cuñado.
El marido, asesina a ambos. ¿Qué pasa
en la mente de Rodin? Las ideas están
en el intelecto. Las creencias están
debajo de la conciencia.
Dice Pascal: «El corazón tiene razo-
nes, que la razón no conoce. El pensa-
dor se sintió en una selva oscura con
muchas bestias salvajes».
¿Encontraría Dante su propia iden-
tidad, encontraría el sentimiento que
116 MEMORIAS DE SALGACERO

trasciende las dimensiones físicas? Y


Rodin esculpía en la mente de la pie-
dra: La comprensión en cada uno de
los pasos que transita el caminante,
y comprende el significado de la
esperanza y siente el símbolo en su
propia luz.
#15
Despersonalización

Existe un sentimiento que genera la


ansiedad: sensación desagradable de
desasosiego, sin embargo, es una res-
puesta normal de nuestro organismo
del que reporta síntomas psicológicos y
somáticos, difíciles de mitigar y enten-
der. Conductas que comienzan de
manera inconsciente, porque son auto-
máticas. Es la enfermedad del deseo
sin otras lesiones orgánicas, pero capaz
de alterar las capacidades sensitivas
del individuo: trastornos obsesivos,
generando la psiconeurosis obsesiva
compulsiva, depresiones neurasténi-
cas, de despersonalización.
117
118 MEMORIAS DE SALGACERO

Precisamente, esta mecánica del


alma fue la explicación que dio mi anti-
gua compañera de trabajo al preguntar-
le por cada uno de mis alumnos, jóve-
nes que había dejado hacía 40 años.
Es la respuesta emocional a la
decepción. Es la percepción de su rea-
lidad. Piensan que no está en sus
manos cambiar la situación, sienten
que son seres emocionales, viviendo en
cuerpos de robot.

–¿Es que ellos no creen que es posi-


ble y por eso no pueden?
–La fuerza viene del espíritu. El ser
humano encuentra su significado más
profundo en su propio espíritu. Es que
la frustración es una respuesta emocio-
nal, es el conjunto de reacciones que se
presentan en relación con el entorno, a
los estímulos que les ha ofrecido la
sociedad en que les tocó desarrollarse.
No existe el ser vivo en relación con
su entorno. El contexto socioeconómi-
MIRIAM MORELL 119

co, al cual nada puede aportar en su


beneficio, jamás puede alcanzar los
sueños del futuro. Por eso empiezan a
tomar alcohol, ese fue el cambio psico-
lógico que produce la enajenación,
verbo que hace referencia a transmitir
a alguien el dominio de algo. Sacar a
alguien fuera de sí trata de la circuns-
tancia que priva al individuo de su pro-
pia personalidad, que ancla en su libre
albedrío y no puede actuar por su
cuenta. No pueden sobreponerse a las
limitaciones internas, porque no saben
llenar el tiempo que les tocó vivir. Nadie
se realiza si no se compromete con el
sentido de su vida: es la definición de
ser humano cuando se convierte en un
trastorno de despersonalización. Sienten
que no forman parte de su vida, porque
realmente no les pertenece.
—¿Qué estará haciendo Julián? No
sé si recuerdas el tiempo en que
comenzamos a trabajar con niños de
cinco años, yo lo contaba como el día
120 MEMORIAS DE SALGACERO

que me hice maestra, fue el estado


emocional de Julián.
Recuerdo que lo relacionamos con el
complejo de Edipo, pensando que cada
día se hacía más cotidiano. La desper-
sonalización es un desorden mental
que hace que las personas no sientan
que forman parte de la realidad. Es
como estar perdido como si realmente
no estuviera aquí. Desaparecen las
emociones, la empatía, el bienestar, el
paso al distanciamiento de la vida coti-
diana: Desorden mental disociado.
Altera la percepción de la realidad que
tiene una persona.
Ellos creen que no pueden, por eso,
no podrán. ¡Cómo quisiera transformar
sus limitaciones en energía vital!
¡Haber sido un presente continuo! ¡Si
me hubiera atrevido más! Ellos son un
fuego que hay que encender. Todavía
guardo la carta que escribí aquel día
cuando Julián con cinco años me pidió
que fuera su novia. Esa historia suje-
MIRIAM MORELL 121

tará siempre la raíz en el recuerdo de


la Isla.
Esto que yo siento me lo trae el viento
Fuiste el agua fresca de un cántaro vivo.
Trenzaste mi cabello con lluvia de otoño
dejando en el aire la dulce canción.

Te apreté la mano y mis ojos buscaste


como miran las águilas cuando restalla el Sol.
Sonó la campana y rostros risueños
llenaron el aula de inquietud y paz,
que solo armonizan los niños
en sus expresiones de luz y verdad.

Voy a decirte algo maestra:


Yo no quiero aprender,
voy a tener que dejarte
si me enseñas a leer,
pero no, no estés brava maestra
mira, si… tú me prometes
que vas a ser mi novia
yo aprendo otra vez.
—¿Tu novia?
—Para que estés siempre cerquita de mí,
mientras crezco y me hago grande
después … después maestra…
quédate conmigo
para seguir siendo grande.
122 MEMORIAS DE SALGACERO

—Trenzaste mi cabello y mi vida trenzaste


en camino de azahares y virgen de rocío
se anudó mi alma junto a tu alma tierna.
—Sí, te lo prometo, seré la novia que esperas
para hacerse pensamiento,
para mirar con tus ojos
de dónde viene el dolor
en muertos que siguen vivos
al golpear tu corazón
la puerta de su silencio
para tocar con tus dedos
el rostro de la esperanza,
si sabes cerrar los puños
si tienes las manos llenas
de la luz del universo.

En el recuerdo que me trae el viento


llega el rocío de tu amanecer
y vive la imagen de la novia
en los reglones que sabrás leer.
Que no haya olvido que me borre
en el laurel del tiempo
palpándote tu hombre.
# 16
Ilusión neurasténica

El recuerdo encierra en sus espejos la


memoria. El motivo de que una memo-
ria perdure en el tiempo depende de la
emoción que existió cuando la adquiri-
mos. La ilusión es el motor que lleva-
mos dentro. La vejez es el lastre que
cargamos, el código está en las viven-
cias. Mis memorias son distintas a las
tuyas, pero hemos vivido juntos y esa
es nuestra cultura, por eso tenemos
conexiones que nos dan solidez, no se
puede sustituir el pasado, pero si nos
quedamos anclados allí; el único per-
dedor será el futuro. Tenemos que
123
124 MEMORIAS DE SALGACERO

alcanzar nuestra realidad, en el largo


camino hacia nosotros mismos. En la
memoria afloran sucesos emocionales
como secuelas en la vida adulta.
Un día la hija del boticario de la colo-
nia nos invitó a mi primo y a mí a pati-
nar en el portal de su casa. De pronto,
vimos a dos hombres entrar al botiquín
cargando el cuerpo de una de las
muchachas que trabaja en la casa del
colono. Antes habíamos dejado de pati-
nar por la bulla que en la casa grande
escuchábamos. Vimos a la señora
apretando el brazo de la muchacha y
una tenaza en la otra mano, con un
carbón encendido.
—¡Esto es lo que hay que hacerle
a las putas! Gritaba desaforado de
manera amenazante.
Nos quedamos mirando la algazara,
cuando el boticario hizo algo para que
la muchacha reaccionara, porque se
había desmayado. Todo lo que pudimos
MIRIAM MORELL 125

averiguar fue que Julia, así se llamaba


la muchacha, se había metido en el
cuarto del hijo mayor de la señora que
la vigilaba. Empujó la puerta y la
encontró desnuda. Así mismo se la
llevó apretándole el brazo hasta la coci-
na y ahí, con la tenaza le enseñó el
tizón ardiendo. Julia se cayó como
muerta al piso y por eso los hombres
que habían oído el jolgorio la llevaron a
la botica. Nosotros, en silencio absolu-
to, escuchamos al rato al boticario
cuando dijo:
—Esto es una ablación, ni que estu-
viéramos en África.
Mi primo y yo nos fuimos corriendo
para averiguar lo que significaba la
tenaza con la brasa encendida, le pre-
guntó al maestro de la colonia por qué
el boticario había mencionado la pala-
bra ablación. El maestro le dijo que era
una mutilación genital femenina que
era la eliminación del clítoris. Algo muy
126 MEMORIAS DE SALGACERO

importante para la salud física, sexual


y psicológica de las mujeres.
Esa práctica afecta a millones de
niñas en todo el mundo, además es
una violación de los derechos huma-
nos, por eso debe haber sido una ame-
naza, porque no estamos en África,
como dijo el boticario.
Éramos muchachos muy jóvenes y no
podíamos valorar la gravedad de aquel
ataque físico y moral, no podemos juz-
gar una cultura, pero sí la dimensión en
la dignidad del ser al provocar el bochor-
no y quizás la mutilación.
Nos mudamos de la finca, pero, Julia
se quedó ahí. Pasaron años y visitamos
de nuevo el lugar. La vimos muy cam-
biada, pero le seguían sus dolencias.
Todavía se desmayaba y el último
marido la había dejado también.
Padecía de desmayos, la habían lleva-
do al médico, pero nada podían encon-
trar que los provocara. Recordamos el
MIRIAM MORELL 127

incidente que vimos hacía años en la


misma finca cuando patinábamos en
casa del boticario.
Ahí estaban las circunstancias emo-
cionales donde se cerró su memoria.
Sus desmayos los provocaba la aluci-
nación neurótica suscitada por el car-
bón encendido que sí era real, y dar
una interpretación errónea que provo-
có la ilusión neurasténica, como lastre
que se carga, en el largo camino hacia
nosotros mismos.
#17
Iceberg

Ernest Hemingway compara el bloque


de hielo desprendido de un glacial que
flota a la deriva en el mar con el hom-
bre. Solo una parte del volumen emer-
ge sobre las aguas. Dice que este blo-
que de hielo que percibimos a simple
vista es como un ser humano: percibi-
mos su parte consciente, pero hay otra
inconsciente que pasa inadvertida, sin
darse cuenta que en el comportamien-
to no depende de su voluntad en reali-
zarlo. Es un depósito de imágenes
mentales y un conjunto de pasiones
que se escapan a la conciencia. Es un
129
130 MEMORIAS DE SALGACERO

lugar psíquico desconocido como la


masa que está por debajo del agua, esa
que no se ve a la deriva en el mar,
donde están los contenidos reprimidos,
quizás el lado nocturno del alma huma-
na que emerge tenebroso de un
Iceberg como psique sumergida en las
profundidades del ser.
Todos somos héroes, seres norma-
les, independientes, desarrollados en
diferentes etapas. La historia del ser
humano: El mito del hombre sintetiza
las aventuras y el reconocimiento de
nuestra personalidad.
Una situación conflictiva en nuestra
vida nos hace emprender el viaje y
sumergirnos en un lugar desconocido.
Transitamos por diferentes espacios que
no se parecen al nuestro, cercado en las
profundidades de nuestro propio ser.
Encontramos aliados, pero también
enemigos y tenemos que encontrar
fuentes de fuerza para sobrevivir y
empezar a buscar el significado de por
MIRIAM MORELL 131

qué vivir. Cuando todas las ilusiones se


van una a una, lo que define al hombre
es la capacidad que tenga de adaptación.
Aunque parezca contradictorio la fuga
hacia el pasado precisa tener más resis-
tencia a las dificultades. El recuerdo
forma el propósito de vivir. Es la espe-
ranza la que ayuda al futuro para desa-
rrollar el presente. El recuerdo de los
que han vivido bien, eleva el pensa-
miento, entonces se produce un equili-
brio entre pasado, presente y futuro.
Los que vienen de clases intelectuales
se escapan más fácil de la realidad. La
memoria del pasado produce más
resistencia en las situaciones difíciles.
¿Resisten mejor el presente las per-
sonas de origen acomodado que las de
origen humilde? ¿Es la memoria de su
vida anterior? El futuro ayuda a desa-
rrollar el vivir; sin embargo, cuando los
judíos fueron libres después del campo
de concentración, habían perdido la
alegría y surgió la despersonalización.
132 MEMORIAS DE SALGACERO

Se perdió la percepción de ellos mis-


mos, separados de los procesos men-
tales, derivados de ansiedad y abuso
emocional. Sienten que el mundo está
ausente de significado.
Una de las metáforas que Sigmund
Freud hizo para explicar la teoría del
inconsciente y como funciona nuestra
mente, es la metáfora del Iceberg. Él
afirma que la mente o la «psique» está
estructurada en cuatro partes y una de
ellas es visible como un Iceberg. La
parte consciente del ser humano equi-
vale a la punta de la masa de hielo.
Muchas veces queremos interpretar
como la totalidad de nuestro pensamien-
to el hielo sobre la superficie, sin embar-
go, debajo de éste se encuentran menos
visibles: sensaciones que se procesan a
través de las emociones. Según Freud
ésta es la punta del Iceberg de nuestra
mente. Se define como el paso de la
mente consciente a la inconsciente, está
MIRIAM MORELL 133

formado por pensamientos, sentimientos


o sensaciones que no se procesan de
manera consciente; sin embargo, pue-
den surgir a la superficie. La parte más
profunda del Iceberg de Freud es el
inconsciente, a él ingresa todo contenido
reprimido por la mente consciente: los
impulsos, las heridas de la niñez que
nunca sanaron del todo y los bordes pro-
tuberantes se hicieron conflictos de la
vida adulta y por eso la mayor parte de
nuestra mente se ve influenciada por el
inconsciente. No somos dueños de nues-
tros actos. El inconsciente surgirá siem-
pre a través de actos no planeados de
manera consciente.
Muchos psicólogos representan el
Iceberg en la psicología para poder
desarrollar su teoría. Para explicar las
relaciones con las capas ocultas de la
personalidad y las emociones.
El mundo del Iceberg sitúa el conoci-
miento en la parte visible y el carácter
134 MEMORIAS DE SALGACERO

y la motivación introspectiva en la zona


más oculta del individuo.
Los recuerdos nos hacen actuar
como actuamos y amar, como ama-
mos. Cuando llegue el momento de
sujetar el témpano de hielo que mos-
tramos en la superficie, que sean los
recuerdos como vientos de emociones
de aguas frescas que nos sostenga.
Un día entré a un mercado y noté el
olor fresco de un perfume que me
recordó a una persona muy cercana en
mi niñez de Salgacero.
La memoria no es lo que podamos
traer a la mente como proceso cons-
ciente, debajo del Iceberg que sobre-
sale, existe la memoria inconsciente
que lo sostiene.
El amor a un recuerdo nos puede
salvar. La felicidad viene con el motivo
de levantarnos cada mañana. El agra-
decimiento es la memoria del corazón.
# 18
Nicodemo

Nicodemo no pertenece a la tradición


de los evangelios y solo es mencionado
por Juan que le dedica más de la mitad
del capítulo 3 de su evangelio.
La primera vez que aparece Nicodemo,
es para encontrarse con Jesús, de noche,
intrigado por sus milagros.
El agua pertenece al patrimonio sim-
bólico de todas las culturas. El ser
humano proyecta sobre el agua la rea-
lización de sus esperanzas, es la pro-
mesa de vida. Algunas tradiciones
creen que el agua es el punto de rela-
135
136 MEMORIAS DE SALGACERO

ción entre el cielo y la tierra; lo huma-


no y lo divino.
El agua en la concepción bíblica, la
historia de Israel muestra simbólica-
mente el agua como elemento domi-
nante. Desde el principio nos dice que
el espíritu de Dios aleteaba sobre las
aguas para fecundarlas y darles el
poder de que de ellas surgiera la vida.
En el apocalipsis, el ángel toma las
imágenes del paraíso, para hablarnos
de la vida en un río de agua viva. Quien
tenga sed que se acerque. Toda la feli-
cidad y la alegría que se puede experi-
mentar en el paraíso está expresada
bajo el simbolismo del agua que se
toma y dice el salmista: Le das a beber
el torrente de tus delicias. Salmo: 36,9.
El agua como si el hombre no pudie-
ra prescindir del reverso de la creación.
El Génesis dice: «Vio Dios que el hom-
bre había desviado su camino sobre la
tierra y mandó el diluvio como arqueti-
MIRIAM MORELL 137

po universal: Todos sabemos de la


fuerza destructora y regeneradora del
agua: El mundo es sumergido en las
aguas para resurgir después en un
mundo nuevo. Las aguas poseen la vir-
tud purificadora de generación de rena-
cimiento». Juan 3,1, Reina Varela.
Entre los fariseos había un hombre
que se llamaba Nicodemo, era impor-
tante entre los judíos. Éste vino a Jesús
de noche y le dijo: Rabí, sabemos que
has venido de Dios como maestro, por-
que nadie puede hacer estas señales
que tú haces si no está Dios con él.
—Respondió Jesús y le dijo: «De
cierto te digo, que el hombre que no
naciere de nuevo no puede ver el Reino
de Dios».
Nicodemo le dijo: «¿Cómo puede un
hombre nacer siendo viejo? ¿Puede
acaso volver a entrar en el vientre de
su madre y nacer?» Respondió Jesús:
138 MEMORIAS DE SALGACERO

«El que no naciere de agua y espíritu,


no puede entrar en el Reino de Dios».
«Porque de tal manera amó Dios al
mundo que ha dado a su hijo unigéni-
to para que todo aquel que en él crea
tenga vida eterna».
Después de esto, vino a la tierra de
Judea y allí hizo muchos milagros.
Había muchas aguas y allí bautizaba.
Nicodemo reconoció al Mesías y
nació de nuevo del agua y del espíritu,
experimentó el levantamiento espiri-
tual que regenera el alma.Muchas tra-
diciones religiosas comparan el mundo
espiritual con el material y llegan a la
conclusión de que este mundo material
no es duradero; mientras que el mundo
espiritual es eterno.
¿Será el mundo una ilusión óptica,
una semejanza de realidad, lo cual
hace que los objetos den una imagen
más cercana, conceptos sin verdadera
MIRIAM MORELL 139

realidad, como el espejismo en un


desierto? El sediento sueña que es
agua y lucha por alcanzarla hasta que
la visión desaparece y encuentra que
es solo una ilusión.

La religión nos lleva a lo inmortal


más que a lo mortal, a lo duradero más
que a lo temporal. ¿Será ese el objeti-
vo común de las religiones:
Conducirnos a lo divino que ya reside
dentro de nosotros?
La vida del espíritu no depende de la
vida del cuerpo. El cuerpo viste el espí-
ritu, si la vestidura se destruye el espí-
ritu no sufriría ningún daño.
Cuando Jesús le dice a Nicodemo,
hay que nacer del agua y del espíritu,
¿Es esta la prueba de la existencia y la
inmortalidad de nuestras almas?
#19
La reina Esther

El Libro de Esther es uno de los libros


del Viejo testamento.
La voluntad es la esencia del
mundo y Esther nació del fuego divi-
no de su espíritu.
Caminaba por los patios del palacio,
saltan a la vista sus coloridas paredes
de ladrillo esmaltado, sus columnas de
piedras y sus estatuas de mármol. Todo
está cuidadosamente adornado para
resaltar la personalidad del rey Asuero,
siglo V a. C. Hoy es identificado como
el rey Jerjes Primero.
141
142 MEMORIAS DE SALGACERO

Esther era huérfana y la había criado


su primo Mardoqueo, que ya era bas-
tante mayor. Vivían como exiliados en la
capital de Persia, donde eran desprecia-
dos por seguir la religión de los judíos.
La historia de Esther comienza en un
banquete del rey, 483 a. C. El imperio
del rey fue el más grande que el mundo
había conocido. Persia cubrió el área
hoy conocida como Turquía, Irak, Irán,
Jordania, Pakistán, el Líbano e Israel.
También secciones de Egipto, Libia y
Arabia Saudita actual.
El rey disfrutaba de las manifestacio-
nes de riqueza y poder. En una de esas
fiestas pidió que su esposa, la reina
Vasti, viniera delante de todos los
gobernantes y príncipes para mostrar-
les su gran belleza. La reina Vasti
rechazó la petición del rey y él se enfu-
reció. Consultó a sus asesores quienes
declararon que Vasti había ofendido al
pueblo de la tierra. Temían que las
MIRIAM MORELL 143

mujeres de Persia escucharan de la


negativa de Vasti y comenzaran a deso-
bedecer a sus maridos.
Con Vasti derrotada, el rey se quedó
sin reina, entonces los cortesanos le
aconsejaron que realizara una búsque-
da de hermosas vírgenes en toda la tie-
rra para encontrar una nueva reina.
Esther, una judía fue elegida como
una de las vírgenes. Su primo
Mardoqueo era un oficial dentro del
gobierno persa. (Esther 2:19) Cuando
Esther fue elegida como candidata para
ser reina, Mardoqueo le dio instruccio-
nes de no revelar su origen Judío.
Ganaba Esther el favor de todos los
que la veían y también el rey descubrió
el caudal espiritual que llevaba Esther
en el alma; y la amó más que a todas
las demás mujeres.
Un tiempo después Mardoqueo estaba
sentado a la puerta del rey y escuchó un
144 MEMORIAS DE SALGACERO

complot contra Asuero, y Mardoqueo se


lo contó a la reina Esther. El plan fue
frustrado y también olvidado, pero
entre Mardoqueo y Esther había una
continua conexión.
Después el rey nombró a un hom-
bre llamado Amán sobre sus asuntos.
Éste despreciaba al pueblo israelita.
(Éxodo 11:14)
La discriminación estaba arraigada
en el corazón de Amán y en su arro-
gancia ordenó que todos los siervos
del rey que estaban a su puerta se
arrodillaran y se inclinaran ante él. Pero
Mardoqueo se negó. Los siervos del rey
se lo contaron y además le dijeron que
Mardoqueo era judío.
Amán, no solo quería castigar a
Mardoqueo sino que procuró destruir a
todos los judíos que había en el reino
de Asuero. «Al pueblo de Mardoqueo»
(Esther 3:6) y el rey le permitió hacer
una horca que Amán le solicitó y se
MIRIAM MORELL 145

emitió un decreto para exterminar a


todos los judíos, jóvenes y ancianos en
un mismo día. (Esther 3:13)El pueblo
estaba conmovido y hubo un gran luto
entre los judíos.
Las doncellas de Esther le dijeron
que Mardoqueo estaba en apuros.
Esther le mandó un mensaje a su
primo y Mardoqueo le envió una
copia del edicto y le pidió que fuera
ante el rey a interceder delante de él
por su pueblo.
Había una ley que no permitía entrar
en la presencia del rey sin ser llamado,
y Esther no había sido invitada durante
los últimos treinta días.
Esther le informó a Mardoqueo su
aparente incapacidad para ayudar. Él
respondió: «¿Quién sabe si para esta
hora has llegado al reino?». Esther
estuvo de acuerdo y en su espíritu
sintió la realización.
146 MEMORIAS DE SALGACERO

El don de Dios, como el fuego, la


energía y la fuerza inspiradora. Entraría
a ver al rey aunque no fuera conforme
a la ley —dijo ella— Y si perezco que
perezca. (Esther 4:16)
Esther arriesgaba su vida, pero su
espíritu era el flujo de la sangre que
derribaba los muros del miedo, porque
la fe era su sustancia, era el anhelo de
creer que había nacido del espíritu.
El castillo se ve espectacular, cons-
truido sobre unas inmensas platafor-
mas cerca de las cumbres nevadas.
Esther atraviesa este recinto donde
todo está calculado para resaltar el
poderío de su dueño. Va a presentarse
ante el monarca quien se hace llamar
«el gran rey»; ¡Y este hombre es nada
menos que su esposo! Pero ella va a
transgredir una ley persa: presentarse
ante el rey sin haber sido invitada. ¡Y el
castigo por desobedecer es la muerte!
Aún así ella se dirige al patio interior
MIRIAM MORELL 147

del palacio y se coloca a la vista del


trono real. (Esther 4:11)
Desde allí podía ver el rostro del rey,
se fija en su expresión, pero cuanto
tardó en descubrirla, cuando al fin
alcanza a verla, se sorprende, pero
enseguida relaja la mirada y le extien-
de el cetro de oro.
¡Esther ha conseguido que el rey le
conceda la audiencia! Entonces el
monarca le pregunta: —¿Qué tienes
reina Esther? y ¿Cuál es tu solicitud?
Ella le contesta: —Si al rey le parece
bien venga hoy con Amán al banquete
que he hecho para el rey.
El monarca acude y manda a llamar
a Amán. El rey Asuero disfruta de la
ocasión y le pregunta de nuevo a la
reina cuál es su petición.
—Todo el pueblo de Esther se enfren-
ta a la muerte debido al decreto real.
Ella tiene que estar segura de elegir el
148 MEMORIAS DE SALGACERO

mejor momento y lo invita a otro ban-


quete. El fuego, la energía, la creativi-
dad le despierta el corazón.
Amán sale del primer banquete muy
animado porque el rey y la reina lo han
honrado con su invitación, pero cuando
atravesaba la puerta del castillo ve ahí
a Mardoqueo quien sigue negándose a
tratarlo con reverencia. Amán se llenó
de furia. (Esther 5:9)
La Biblia relata que esa noche el rey
no podía dormir y ordena que lean en
voz alta los registros oficiales. La lectu-
ra incluye la denuncia de un complot-
para asesinarlo. Él recuerda que los
conspiradores fueron ajusticiados.
¿Pero qué ocurrió con el hombre que
hizo la denuncia? Pregunta cómo se le
ha recompensado y le responden que
nada se ha hecho por él. Asuero quie-
re saber qué funcionario de la corte
está allí para reparar ese descuido. ¡Y
Amán está en el patio del rey!
MIRIAM MORELL 149

El rey le plantea al tenerlo delante:


¿Cuál sería la mejor manera de honrar
a un hombre que tiene el favor del rey?
Amán supone que está pensando en
honrarlo a él, así que le propone un
ostentoso regalo, pero se entera que el
hombre que el rey quiere honrar es
Mardoqueo a quien le encarga honrar
en público. Lleno de odio tiene que
cumplir con el mandato.
Esther decide contarle todo a su
esposo en el segundo banquete. Al pre-
guntar el rey qué desea pedirle, en
Esther se despertó la fuerza inspiradora
del espíritu, con valentía pronuncia estas
palabras: «Si he hallado favor a tus ojos,
oh rey, si de veras le parece bien, que se
me dé mi propia alma por petición mía,
y mi pueblo por solicitud, respetaré su
decisión. Le suplico que nos proteja a mi
pueblo y a mí».
La solicitud de Esther conmueve al
rey. ¿Cómo es posible que alguien se
150 MEMORIAS DE SALGACERO

haya atrevido a amenazar de muerte a


la reina? Ella prosigue: Hemos sido yo
y mi pueblo para que se nos aniquile,
mate y destruya. Asuero le pregunta:
¿Quién es éste? Y Esther señala con el
dedo, mientras dice:
—El hombre, el adversario es Amán.
Todo se detiene por un momento.
Amán siente el pánico apoderarse de
él. El rey ha comprendido. Un funcio-
nario le revela al rey que Amán había
levantado un enorme madero para col-
gar a Mardoqueo. De inmediato el rey
toma una tajante decisión: ¡El propio
Amán será colgado allí!
Y Esther sintió en su alma el espíritu
de Dios.
#20
Edison

¿Nacer del agua lo utiliza Jesús para


referirse al nacimiento natural del agua
como el líquido amniótico que rodea al
bebé en el vientre materno?
Ser nacido del espíritu indica el
nacimiento espiritual. «Nacer de lo
alto» o nacer de nuevo no era bautis-
mo ni nacimiento amniótico, sino
renovación espiritual.
El agua se utiliza en sentido figurado
como limpieza o regeneración espiritual
producida por el espíritu santo a través
de la palabra de Dios, al momento de
la salvación… Efesios 5:26.
151
152 MEMORIAS DE SALGACERO

El agua es el símbolo de la purifica-


ción: Cuando amamos a Dios los fraca-
sos del pasado quedan olvidados. El
espíritu es el símbolo del poder, el cual
nos permite ser y hacer. Es el poder
fortalecedor que borra el pasado y da la
victoria al futuro. El agua mencionada
no es el agua física sino el «agua viva»
que Jesús prometió a la mujer junto al
pozo en Juan 4:10.
Esta nueva vida solo puede ser pro-
ducida por la fortaleza del espíritu.
Juan 3:8.

Le sucedió a Thomas Edison cuando


llegó a la casa con una carta de la
escuela. Se la entregó a la madre
como le habían indicado. Ella apretó el
papel contra el pecho y gruesas lágri-
mas salieron de sus ojos.
—¿Qué dice la carta mamá?
Rápidamente cambió la expresión:
MIRIAM MORELL 153

—Dice que eres un genio, por eso me


emocioné. Desde hoy yo seré tu maes-
tra, te imaginas; ¡Qué maravilloso!
Ambos comenzaron a seleccionar
libros de investigación motivando el
espíritu del niño, después Thomas
buscaba más en las bibliotecas. Era la
investigación su proyecto de vida
hasta el punto que cuando murió su
madre, muy joven, ya probaba experi-
mentos sobre los que leía en los libros
de ciencia que caían en sus manos.
A los 16 años su primer invento: Un
repartidor automático que transmitía
señales de telégrafo entre diferentes
estaciones. En 1876 se mudó a Nueva
Jersey, donde estableció una fábrica
para inventos. Años después acumula-
ba cuatrocientas patentes. Fue el
inventor más prolífero de la historia.
Thomas Edison nunca olvidó el más
grande invento de su madre, ella educó
su corazón para encontrar la grandeza.
154 MEMORIAS DE SALGACERO

Cuando recogía las cosas que guar-


daba después de su muerte se encon-
tró un papel dentro del sobre que él
mismo había entregado el último día
que había ido a la escuela. Recordó la
emoción que sintió su madre y la había
hecho llorar. Al preguntar por el conte-
nido de la carta le contestó:
—Dice que eres un genio y que yo
debo dirigir tu educación.
Thomas Edison en cambio leyó:
«Su hijo padece una enfermedad
mental y no puede permanecer en
la escuela».
Apretó contra su pecho la carta y
se sintió sostenido por la grandeza
de su espíritu.
La historia contiene en su seno a la vida.
JOSEPH CAMPBELL

Campbell usó las teorías de Jung sobre


los sueños del individuo. Estos se repe-
tían y los denominó arquetipos de la
conciencia del yo.
En diversas culturas se encuentra «El
mito del héroe» y también en nuestros
sueños. Jung explica el mito en su indi-
vidualidad y en el desarrollo de su per-
sonalidad, porque el mito del héroe sim-
boliza la psique, y toma conciencia de su
ego, de sus fuerzas y sus debilidades; al
atravesar todas las etapas de la vida, y
ponerlas en manos de él mismo.
155
156 MEMORIAS DE SALGACERO

¡Cómo superar las pruebas en su


camino, pruebas de vida o muerte!
El héroe toma conciencia de todo
lo aprendido y del poder adquirido
que utiliza para ayudar a otros en
el mundo.
El instinto a la aventura, proviene de
tu centro, ahí donde se encuentra tu
energía vital, tu ser, tu espíritu, tu
alma. Sientes que tienes algo que com-
partir con el mundo. ¡Qué ahí empiece
tu búsqueda!
El arte es una consecuencia de un esta-
do interior del espíritu, cuando no exis-
te la frustración y el espíritu está vivo;
éste se convierte en creador de su pro-
pio destino. Hasta lo más monótono se
convierte en alegría.
Un día iba a buscar algo al cuarto de
mi madre y la puerta estaba entrea-
bierta. Escuché su voz alta y modulada.
No acostumbraba a oírla con tanta
vehemencia y me quedé para escuchar.
¡Era una plegaria a Dios tan bella en las
inflexiones de su voz que yo no lo podía
157
158 MEMORIAS DE SALGACERO

creer! La escuché hasta que terminó de


hablar con Dios. Pensé en lo contradic-
torio de su actuación conmigo. Ella
declamaba lo que sentía y a mí me
conjuraba con la Biblia.
Yo no podía expresar mis impulsos pro-
fundos: Decir y hacer desde mi esencia.
¡Qué vacío en la apariencia de mi madre,
qué silencio yo sentía en su mente, qué
abismo profundo entre ella y yo!
Necesitaba olvidar, recuperar las rien-
das de la vida. No podía ser eternamen-
te esclava del victimismo. No podía
seguir con las mismas ideas que proyec-
taba en la niñez; y como hay una atrac-
ción entre vibración y pensamiento, lo de
afuera se vuelve espejo de lo de adentro.
Y ahí vi reflejada la cartera grande en la
que guardaba las cartas la madre de
Ulises, que un día no quise leer.
No quería huir más, la única verdad es
que somos nuestros recuerdos. Esta tran-
sición la atravesaba en un estado depresi-
vo. Quizá era un despertar, un nuevo esta-
MIRIAM MORELL 159

do de conciencia, recordé el comentario


que mi mamá le hizo a una hermana de la
iglesia acerca de una foto que le había
tomado a su hija, declamando en el río,
cuando solamente tenía dos años de edad.
Busqué en todos los álbumes de
fotografías que se amontonaban en un
escaparate, pero no conseguí nada.
El relato interno sirve para conectar
con las ideas y creencias en la identifi-
cación de nuestra realidad. Se parece a
una planta que vive de su rizoma. Su
vida propia no es perceptible, se escon-
de en su tallo subterráneo del cual
nacen sus raíces. Es visible sobre la tie-
rra un verano, luego se marchita. Es el
infinito devenir y perecer de la vida.
Lo que pude ver en la vida de mi madre
fue una flor marchita y opaca porque no
rechazó las ideas retrógradas y fanáticas
de aquellos hombres que un día evange-
lizaron a la gente de la finca: no pudo
reconocer el «don del espíritu», ni siquie-
ra mostrar sus propias emociones.
160 MEMORIAS DE SALGACERO

Mi madre creció de manera subterrá-


nea, dando lugar a raíces que no
pudieron hacerla sensitiva a las voces
de la naturaleza y a la planta viva que
nació de su rizoma.
En la misma cartera de sus cartas
había un sobre más grande que los
demás, como si guardara dentro un
tesoro. Lo abrí con mucho cuidado: Eran
dos cartones para proteger la foto de una
niña chiquitica, declamando en el río.

Miriam declama a los tres


años en el río del Copo
del Chato en Santa María
del Ocujal (foto original)
#23
El viaje

El viaje hacia el interior de nosotros


dónde abundarás en tus propios
mapas. Terreno psicológico y espiritual,
donde aprendemos en el microuniver-
so emocional. ¿Has marcado la meta
de tus sueños?
Llegar al autoconocimiento requiere
voluntad para girar la mirada hacia ti
mismo. ¡Cuántas veces escapamos con
la mente hacia otro punto en el mapa
donde hubo otros escenarios! Ahí está
el riesgo de tu viaje, cuanto duele a
veces asomarnos por la rendija, ahí
161
162 MEMORIAS DE SALGACERO

sentimos de nuevo el empujón. Y


entonces nos retorcemos y duele
recordar, pero hay que buscar más en
nuestra autoestima para perseguir los
sueños. Sin embargo, aparecen puntos
de recuerdos capaces de solucionar
cualquier tipo de satisfacción positiva
de nuestro interior, porque consciente o
inconscientemente nos hicieron heridas
que nos agotaron el ánimo y diluyeron
la energía. Nos utilizaron para sus pro-
pios intereses vaciando su frustración.
Cuantos desafíos hemos tenido en
este viaje donde se ha puesto a prue-
ba nuestra voluntad, pero hemos teni-
do la posibilidad de despertar talentos
que se hubieran quedado dormidos.
Que importan los obstáculos que te
hayas encontrado si has tenido luz en
tu corazón para alumbrarlos.
El momento para empezar el viaje
es ahora, desde este mismo punto
del mapa.
El regreso a Ítaca describe el lugar al
que pertenecemos.

Poema épico griego después de la


guerra de Troya que duró diez años.

Ulises es cada uno de nosotros. Ítaca


despierta el estado superior, el univer-
so. La alegría del regreso conservada
siempre en tu alma. ¡Hermoso viaje!
La ciudad de Troya es el velo de
Maya. El mar son los cantos de sirenas,
las tentaciones. «Ítaca, esencia eterna
de cada uno».
163
164 MEMORIAS DE SALGACERO

Al emprender el viaje, es mejor que


sea tu camino largo, lleno de experien-
cias. No temas ni al colérico Poseidón.
Seres malvados no hallarás en tu cami-
no si tu pensar es elevado, si las emo-
ciones llenan tu espíritu. Nada malo has
de encontrar, porque no lo llevas dentro
de tu alma. ¡Qué sea el camino largo,
con mañanas de verano, de perfumes
sensuales! ¡Qué esté Ítaca en tu mente
siempre, regresar allí es tu destino!
Las sirenas eran seres fantásticos en
la mitología griega. Eran mujeres bellas
que se distinguían por su voz musical.
El engaño se concentraba en su belleza
y su maravilloso canto. Su finalidad era
atrapar víctimas que luego devoraban.
La Odisea describe como Ulises pre-
paró a la tripulación del barco para evi-
tar que escucharan la sublime música
sensual, tapándole los oídos con cera;
pero él deseaba oírlas, por eso se hizo
atar al mástil de la nave. Temía arro-
jarse al agua. Al parecer era imposible
MIRIAM MORELL 165

al oído humano no sucumbir. Por eso


ordenó que lo amarraran. Era un uni-
verso de poesía y seducción en las pro-
fundidades del alma. ¡Cuántas veces
hemos escuchado: ¡El hombre no
puede vivir de cantos de sirenas! ¡Y
podríamos decirle, no te ates al mástil,
ni tapes con cera tus oídos! Lánzate,
déjate llevar por los sentidos, encuen-
tra tus emociones, la razón nunca
escucha al corazón. Cuántas veces
decidimos cambiar una forma de ser o
de pensar y embestir la vida con toda
tu energía para ser de otra manera y
con otra percepción de la realidad. Sin
embargo, atiende a tu inconsciente que
nos dirige la vida, a través de nuestras
emociones, como las sirenas de Ulises
que buscaban impedir que llegara a tie-
rra firme en su viaje a Ítaca.
Igual que Ulises, todos queremos
regresar a Ítaca. Volver a ver la Isla en
que crecimos. Ítaca es la metáfora del
propósito de la vida.
166 MEMORIAS DE SALGACERO

Ítaca, representa el proceso para


recuperar algo que hemos perdido. Es
el acto de transitar por la vida, hasta
llegar al origen; pero hay que disfrutar
el camino hasta nuestra propia Ítaca.
La vida te ofreció un hermoso viaje.
Si una exquisita emoción, te toca
cuerpo y alma; que sea alegre tu pla-
cer al entrar en puertos que miras por
vez primera. Aprende, aprende, llegar
a Ítaca te ha dado un viaje en marcha.
Sin ella no habrías comprendido el
significado de Ítaca. Homero no contó
el regreso.
Eso es la vida, es un viaje lleno de
aventuras, colmado de experiencias.
Genealogía
Balán-Rodríguez de la Vega

José Fausto Balán Morán


(mi padre)
A mi padre lo recuerdo como un aliado
o un compañero que incitaba al diálogo.
Yo era muy chiquita todavía y me
contaba, con entusiasmo, sus proyec-
tos de negocios, relacionándolos con
juegos que yo podía entender. Él había
nacido en la finca de mis abuelos, en
las cercanías del poblado de Velasco.
Siempre decía y con mucha frecuen-
cia: «Yo soy un hombre de suerte», y
yo lo veía inteligente. Si aparecía algún
revés que no esperaba, invariablemen-
te repetía: «¡No es tan honda la grieta,
se puede saltar!».
167
168 MEMORIAS DE SALGACERO

Mi padre pertenecía a una estirpe de


ilustres luchadores por la libertad de
Cuba. Siempre hablaba con orgullo de
su abuelo, el coronel José Balán
Montero, veterano de las tres guerras
cubanas por la independencia de
España y también de su tío, el coman-
dante Manuel (Lico) Balán Ramírez
quien a los 16 años de edad se incor-
poró a la guerra en 1895. Ambos esta-
ban en el regimiento de El Ocujal, y
luego formaron parte del regimiento
José Martí. Guerreros que el primer eje
de su vida fue decirle sí a la patria.
Cuando mi padre contrajo matrimo-
nio con mi madre (Petra Rodríguez de
la Vega) fueron a vivir a la finca El
Ocujal, una de las varias propiedades
que poseía mi abuelo materno.
Hoy, mantengo en la conciencia los ríos
de mi vida que me enseñó a cruzar. Murió
a los 86 años en el Exilio en Miami.
MIRIAM MORELL 169

José Agustín Balán Ramírez


(mi abuelo paterno)
Como hijo del coronel José Balán
Montero, desde muy joven tuvo que
ejercer como jefe de familia, mientras
su padre y su hermano Lico se encon-
traban en el frente de guerra.
Casó con Vicenta Morán (mi abuela)
y tuvieron cuatro hijos. Terminada la
guerra asumió el cargo de Inspector de
Campo, como empleado de la
Compañía Cuban American Sugar Mills,
dueña del Central Chaparra.

Manuel Bruno (Lico) Balán Ramírez


(mi tío abuelo)
Junto a su padre y a un grupo de
patriotas de la zona de Velasco, mi tío
abuelo Manuel (Lico) Balán Ramírez se
alzó en armas al mando del general
José Miró Argenter (el padre de José
170 MEMORIAS DE SALGACERO

Miró Cardona, figura relevante en la


lucha contra la dictadura castrista).
«Desde los primeros momentos de la
guerra los viejos combatientes pusie-
ron su experiencia al servicio de la
0organización, los hombres que se
unían a las fuerzas libertadoras se
dedicaron a obtener armas, caballos y
avituallamiento necesarios para la
campaña, además de hacer sentir su
presencia en la zona ejecutando algu-
nas pequeñas acciones bélicas».
»El general Miró Argenter, decide
acampar en el lugar conocido por el Paso
de la Bomba, perteneciente a la finca de
La Aguada, muy cerca de Velasco.
»El general Miró ordena al veterano
teniente coronel Balán Montero que
salga con un grupo de combatientes al
encuentro, produciéndose el combate
en Sabana de Meijí. Las fuerzas espa-
ñolas estaban integradas en su mayor
número por voluntarios.
MIRIAM MORELL 171

José Balán Montero da la orden de


avanzar, pero al cruzar la cerca,
resultó herido junto a su ayudante
nombrado Peñita. Ante el inmenso
peligro que se cierne sobre estos,
Manuel Balán Ramírez (Lico), que
solo contaba con 16 años, se lanzó,
haciéndose acompañar de un grupo
de jóvenes combatientes y bajo las
balas logran rescatar a los heridos del
campo de batalla, dándose inmedia-
tamente la orden de retirada y retor-
nando a La Bomba. Esta acción de
Lico significó su primer ascenso a
subteniente, este combate se produ-
ce en marzo de 1895.
»El general Antonio Maceo después
de organizar las tropas, decide iniciar
una campaña en la provincia de
Oriente que tenía como objetivos fun-
damentales extender la guerra por
toda la provincia, endurecer y adiestrar
a sus aguerridos soldados.
172 MEMORIAS DE SALGACERO

»El 2 de mayo de 1895 asalta el pue-


blo de Santa Lucía, con el fin de obte-
ner las armas y municiones que el
comandante general de Holguín Suárez
Valdés estaba distribuyendo entre
voluntarios y cubanos afines al gobier-
no de España, si bien no obtuvieron
este material de guerra, se abastecie-
ron de víveres, ropas y algunas armas.
»Después de varios y victoriosos
ataques en la zona de Gibara:
Guabajaney, Yabazón y Fray Benito,
Aguas Claras, destruye un tramo con-
siderable de vías férreas entre Auras y
Gibara. Manuel Lico Balán, sólo llegó
hasta Camagüey. Su padre se encon-
traba enfermo y el propio Maceo le
autoriza acompañarlo de regreso a
Oriente donde se incorporan a las
tropas del general Calixto García, que
se encontraba nuevamente en terri-
torio cubano».
La trayectoria patriótica de mi tío
abuelo, Lico Balán, se extendió más
MIRIAM MORELL 173

allá de la Guerra de Independencia


porque en la vida civil fueron muchas
sus acciones siempre en la búsqueda
de la libertad y la independencia.
En la lucha contra la dictadura de
Gerardo Machado, se unió a figuras
relevantes del país como fueron
Antonio Guiteras, Juan Gualberto
Gómez y Carlos Hevia.
Su notable participación en la llama-
da Guerrita de Gibara en agosto de
1931, apoyando la expedición organiza-
da por la oposición a la dictadura de
Gerard Machado. El buque Vormauer
llegó al puerto de Gibara con una gran
cantidad de equipos militares y 37
hombres. Desembarcaron haciéndose
pasar por uno de los buques mercantes,
que en esa época llegaban al puerto.
Sorprendieron a la pequeña guarnición
local y ocuparon la plaza. Los expedi-
cionarios recibieron el apoyo de grupo
considerable de pobladores de la zona
bajo el mando del veterano mambí
174 MEMORIAS DE SALGACERO

Manuel Balán, conocido popularmente


por Lico Balán quien ya en esas fechas
ostentaba el grado de General.

José Balán Montero


(mi bisabuelo)
Coronel de la Guerra de Independencia
de la República de Cuba. Había nacido en
1846 en Bayamo (Provincia de Oriente),
pero vivió la mayor parte de su vida en el
pueblo de Velasco, Municipio de mi natal
Puerto Padre.
Pertenecía a una ilustre familia. Su
padre era español y la madre cubana.
En su hogar fue educado con desvelo y
aunque estudió un tiempo para sacer-
dote sí aprendió latín.
Cuando se incorporó a la Guerra del
68 tenía 22 años y administraba su
finca El Dátil. En la manigua fue ayu-
dante personal del general Vicente
García, pero durante casi toda la gue-
MIRIAM MORELL 175

rra del 68 peleó bajo el mando delge-


neral Antonio Maceo.
Como la zona de operaciones era en
los alrededores de Gibara, conoció a la
joven Agustina Ramírez, hija de una
familia acomodada del pueblo de
Calderón, con ella casó y formaron una
familia numerosa.
Terminada la Guerra Grande perma-
neció con su familia en la zona, donde
se sumó nuevamente a la Guerra
Chiquita en 1879. En 1888 se fue a
vivir a La Habana donde fue detenido y
acusado de participar en acciones ene-
migas. Deportado a España, juró no
reincidir de nuevo en la búsqueda de la
libertad de Cuba, razón por la que le
permitieron regresar a Cuba.
Retornó a Velasco donde se complo-
tó con antiguos compañeros de armas
y participó en el Partido Autonomista y
de forma clandestina formó parte como
presidente del Sub-Comité de Velasco
176 MEMORIAS DE SALGACERO

de la Junta Revolucionaria, pero el 24


de febrero de 1898, al grito de inde-
pendencia, se unió, en el poblado de
Mala Noche, a las fuerzas de Holguín,
bajo las ordenes del general José Miró
Argenter. A la llegada del general
Antonio Maceo se incorporó a la cam-
paña invasora que marcharía a
Occidente, y participa en todas las
acciones combativas de la región. Fue
herido en el combate de Sabana de
Meijí, por lo que solo llegó hast a
Camagüey. Su precario estado de salud
le impidió continuar. Maceo lo remitió a
Oriente y se incorporó a las tropas del
general Calixto García.
A esta lucha se había incorporado su
hijo Manuel, con solo 16 años. Murió
en 1926 en el pueblo de Velasco. Tenía
80 años de edad. Balán Montero alcan-
zó sus grados militares por su brío y
bravura en el combate.
MIRIAM MORELL 177

Gregoria y Pedro Rodríguez de la Vega


(mis abuelos maternos)
Pedro Rodríguez de la Vega había lle-
gado a Cuba procedente de las Islas
Canarias y se asentó en la zona de
Velasco donde con su espíritu empren-
dedor y duro trabajo y sacrificios logró
alcanzar una considerable fortuna.
Recordar a mi abuela es descubrir el
verdadero sentido de la existencia. Son
las huellas del amor al prójimo para
acercarse a Dios. Era la Dorcas de
Salgacero. Además, se interesaba en
todos los problemas que surgían entre
los trabajadores de la finca. Varios
niños crecieron en la casa grande junto
a sus propios hijos.
La filantropía de Pedro y Gregoria
permitió que muchos jóvenes pudie-
ran estudiar dentro y fuera de Cuba,
gracias a la preocupación de ambos
por el estudio y desarrollo de las nue-
vas generaciones.
Testimonio gráfico de las familias
Balán-Rodríguez de la Vega

Coronel José Balán Montero

179
180 MEMORIAS DE SALGACERO

Agustina Ramírez, esposa del coronel


José Balán Montero y madre de Lico
y de José Agustín
MIRIAM MORELL 181

Comandante Manuel Bruco Lico Ramírez


182 MEMORIAS DE SALGACERO

Pedro Rodríguez de la Vega y su esposa Gregoria Rodríguez.

José Agustín Balán Ramírez y su esposa Vicenta Morán.


MIRIAM MORELL 183

José Fausto Balán Morán y su esposa, Petra Rodríguez de


la Vega.
Índice

Prólogo 13
1- Ideas y creencias 31
2- Los seres humanos 39
3- El neurotismo 41
4- Tiempo 47
5- La memoria 57
6- Realidad virtual 61
7- El velo de Maya 67
8- La Sombra 71
19- Pase Señora 79
10- Lluvia dorada 83
11- Un espacio de tierra cercado 93
185
186 MEMORIAS DE SALGACERO

12- Doble moral 101


13- Vértigos 105
14- El pensador en la puerta 111
15- Despersonalización 117
16- Ilusión neurasténica 123
17- Iceberg 129
18- Nicodemo 135
19- La reina Esther 141
20- Edison 151
21- El héroe 155
22- La niña del río 157
23- El viaje 161
24- Ítaca 165
Índice genealógico 167
Testimonio gáfico 179
Índice 185
Obra publicada de la autora:
Las palmas son novias que esperan (novela, 1987)
El fulgor de las estrellas (novela, 1991)
Rocío (poemas musicalizados 1994)
Los girasoles (poemas musicalizados 1995)
El Ocujal (novela, 1996)
Alma de mármol alada (poemas musicalizados 2000)
Agar, la fugitiva (novela, 2001)
Desnuda y al galope (novela, 2008)
Abisag (novela, 2011)
Quiero conversar contigo (novela, 2012)
La isla de los peces muertos (novela, 2015)
Ecos de piedras lejanas (relatos y poemas, 2018)

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