Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
a n
p
a
l
t as sd e
d e Hablando en
C a r
plata
Hablando en
plata
Chocolates.
Su propósito es escuchar a las personas que nos han formado desde nuestra infancia y
En tiempos de crisis como la que estamos viviendo este 2020, las personas mayores
han tenido la paciencia y sabiduría para llevar el confinamiento desde el cariño y la ternura;
comparten sus recetas, su música favorita, lo que tienen en la mente y reúnen toda la
Aprender de las personas mayores no tiene un valor meramente utilitario como lo puede
ser aprender a cocinar un buen arroz sino que a partir de estos aprendizajes nos reconocemos
con nuestras ancestras y ancestros; reconocemos en sus voces nuestras propias historias para
conocernos, sanarnos cuando es necesario y dar pasos firmes para enfrentar el presente.
La invitación es a escuchar lo que tienen que contarnos; imaginar los lugares que
habitaron y aprender que las crisis puede pasarse en paz con nosotros mismos y con quienes
nos rodean. Aprendemos que de todo momento se puede sacar un gozo y compartir desde
el cariño y la ternura.
19 de julio de 2020
Creo que la mayoría de nosotros, aún cuando ya somos mayores (yo tengo 74 años),
no habíamos enfrentado algo así. Yo, en lo personal, soy sobreviviente de cáncer desde hace
excelencia encabezado por mi oncogeriatra, el Dr. Enrique Soto y por la cirujana Dra. Paulina
Moctezuma. Ella pudo extraer el tumor por completo y quedó pendiente una operación para
unir mis intestinos programada para el 21 de mayo de 2020. En todo este proceso estuve
finales de marzo vine de visita a mi casa a Tepoztlán, ya que el proceso médico lo pase
con mis hijas en la Ciudad de México. Fue entonces cuando se declaró la cuarentena, se
suspendió todo porque mi hospital, Nutrición, se declaró como centro COVID. La operación
de mis intestinos se suspendió hasta nuevo aviso. Sin embargo, sigo con mis consultas, ahora
me las dan por videoconferencia y cualquier duda que tengo de mi salud se la pregunto a mi
doctor por mensajes. Mis estudios los hago en los laboratorios de Tepoztlán. Vienen a mi casa
a sacarme la sangre y así ya no tengo que salir para nada. Mi hija me manda mi despensa de
La mayoría de los días trato por todos los medios de estar tranquila, siguiendo todas las
recomendaciones que nos dan en el sector salud. Afortunadamente otra de mis hijas, Ady,
está conmigo junto con mis nietos. Ella sembró un huerto y es hermoso, cada mañana cuando
salgo veo cómo está creciendo y dándonos alimentos. Con el tiempo tenemos la idea de hacer
trueque, que se da mucho en esta comunidad. He estado bordando, haciendo ejercicio, poco,
cada día más fuerte, dando gracias a Dios por cada día y vivirlo al máximo, dentro de las
Tengo un grupo de amigas desde hace 38 años, desde que nuestras hijas e hijos estaban en
kinder, este grupo ha significado una alegría en mi vida y ahora en esta pandemia encontramos
apoyo en cada una de nosotras. Algunas de ellas han perdido a algún ser querido debido a
esta enfermedad. Estamos en contacto por mensajes en un grupo de whatsapp y cada dos
semanas nos hemos organizado para tomar el café por videoconferencias. Mi amiga de
Tepoztlán es Rosalinda, con ella puedo platicar de todo por teléfono. Lo más importante,
mis hijas, mis nietos y mis yernos que han sido un gran apoyo en mi vida. Es muy grave esta
situación que estamos pasando y creo que es muy importante solidarizarnos, nadie tiene la
culpa más que nosotros mismos, que cuando tenemos la posibilidad de quedarnos en casa, no
lo hacemos, por inconscientes, debemos pensar en los demás, que sí tienen que salir y dejarles
ese espacio. Puede ser que los comerciantes de aquí anuncien por internet sus productos,
supongo que tienen algún líder, podrían abrir una página con fotos de sus productos, barro,
collares, pulseras, velas escamadas, utensilios de madera, en fin, tanta artesanía que ellos
mismos hacen y hay que empezar a movilizar todo porque pienso que esto va para largo,
mínimo lo que falta del año. En fin, como digo, yo estoy VIVIENDO, así, con mayúsculas.
años de compartir nuestra vida, de mi operación el 4 de junio de 2019, siento que debo vivir
Hace unos días platicaba con mi nieto, Lucio, en mi recámara y él vio por la ventana, cerca
tu abuelito que viene a visitarnos” y me contesta, con su carita triste “¿lo extrañas Dari?” le
digo “sí, mucho” y contesta “No te preocupes, ya falta poco para que lo vuelvas a ver” y me
reí mucho, sólo le dije “Espero que falte mucho, mi niño”. Lucio, mi nieto, tiene 5 años, es muy
inteligente.
12345
PPROOVED AIRMA IL
Cuarentena
¿Han leído El Amor en los Tiempos del Cólera de Gabriel García Márquez? Pa-
rece habernos dejado un manual para la situación que estamos viviendo.
—Puede ser, pero ¿y si no fue inventado? -Entiendo lo que quiere decir, pero
me siento privado de mi libertad, Capitán, me privaron de algo.
—Me propuse leer al menos una página cada día de una discusión que no
conocía.
—Un viejo hindú́ me había dicho hace años que el cuerpo mejoraba al rete-
ner la respiración. Me puse a respirar profundamente cada mañana. Creo que
mis pulmones nunca habían alcanzado tal capacidad y fuerza.
—También podría funcionar para los seres queridos que estaban lejos, por
lo que también integré esta práctica en mi rutina diaria en el barco.
Preparo los guisos que mi mamá nos hacía con tanto amor, comidas nutritivas, postres
deliciosos y antojitos mexicanos; retomo las puntadas que me enseñó y estoy tejiendo
algunas prendas, tengo ya pocos estambres, pero tejeré hasta agotarlos; ilumino libros con
mi nieta y pinto, tela, cartón y hasta piedras; apoyada en la máquina de coser que mi mamá
me aconsejó comprar, he tenido la oportunidad de aprender a reparar algunas prendas de
ropa y elaborar otras piezas de confección muy sencilla; aprendí a trabajar con retazos de
tela, con ellos elaboré más de una docena de muñecas cosidas a mano.
Mientras tengo ocupadas mis manos en las manualidades, puedo platicar con mi familia,
cuando estoy sola me enredo en mis recuerdos o veo películas de mi interés. En mi pequeño
rincón, evoco mi infancia, las anécdotas familiares y otras historias que luego escribo en
la computadora. Mi Lap top me permite explorar el mundo a través de su pantalla y ver
nuevamente algunas películas que me gustaron, gracias a la plataforma de Youtube así
como otras cintas actuales a través de Netflix.
No cabe duda que las nuevas tecnologías son una bendición, porque permiten
comunicarnos mejor, me acerca a mi familia y a mis amigos, podemos oírnos, vernos,
platicar, intercambiar lecturas y música, hasta he logrado leer cuentos, hacer teatro guiñol
y jugar con mi nieta que vive lejos.
No me aferro a la vida pero sí a mis deseos de vivir, pienso mucho en lo todo lo que vale
la pena para que mi vida siga girando, me enfoco en todo lo que soy y en lo que todavía
puedo hacer y dar.
Estoy al tanto de las noticias, me cuido y cuido a mi familia. Me dedico a crear, a oír música,
a leer, a investigar, a escribir, a las manualidades, a ver películas y algunos programas de
televisión. Trato de no espantarme ni afligirme. Cuando siento aprensión, respiro muy lento
y escucho los latidos de mi corazón, eso no hace que el miedo se vaya pero me sostiene
hasta que el temor pasa.
Tendremos que afrontar el futuro con esperanza y buen humor, son el tónico efectivo para
la mente y el cuerpo, sin rendirse ante la depresión o ante los contratiempos y dificultades
a las que nos encontramos ahora. Los desafíos no son para estancarnos ni paralizarnos, son
para superarlos y valorarnos.
Espero, con fe, avanzar en mis memorias y recomenzar mis vagancias, antes de emprender
el último viaje sin destino. Antes de partir sin equipaje.
S
Les voy a con ta r la his toria de una mujer
que un día empezó a colecc iona r relojes dife-
D
PO
ren tes. STC A R
E so empezó a ser su pa satiempo: le gus-
taba que todos es tuvieran a su hora, los
disfru taba mucho; esa era su pa sión. Título : LA CASA DE LOS R E LOJES
Conforme pa sa ron los años ella aprendió
a componerlos y siempre soñó con tener un Autora : María Eugenia Magdaleno
reloj grande, pero su sueño no se hizo rea-
lidad, pues no tuvo dinero ni luga r en donde
ponerlo: pero eso no le impidió pa ra ser feliz.