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En la antigua Grecia, había un pueblo que anualmente celebraba el festival Sacrificium;

sacrificio en latín, donde cada año, cuatro valientes guerreros intentaban derrotar al
minotauro que estaba escondido al final del Laberinto de Creta, que fue construido por
Dédalo, un arquitecto y artesano griego que era muy hábil, para que este no ocasionara
desastres y muertes en el pueblo, pero los valientes y feroces guerreros iban también por el
tesoro que se ocultaba en la habitación detrás de dónde el Minotauro, Alistar, yacía.

Nuestros 4 guerreros eran: Edward, Leónidas, Ajax y Sylvannas. Edward, quien era hábil con su
espada y fuerte para cortar los músculos del minotauro, estaría al frente y aprovecharía
cualquier oportunidad para tomar su cabeza. Leónidas, su arma era su brazo, con la distancia
que le brinda la lanza, iba a destrozarlo completamente y no sería capaz de tocarlo. Ajax con su
hacha y fuerza que podía derribar árboles, tenía en mente partirlo en dos. Sylvannas, estaría a
espaldas de ellos, apoyándoles con su arco y flechas que usará para bloquear todos los ataques
que Alistar puedan herir a sus fieles compañeros.

Una semana antes de la fecha estipulada para el festival, aparece Kelthuzad, un poderoso
brujo que estaba de paso y quería brindar sus servicios por simple caridad y ayuda al pueblo,
sin nada de recompensa a cambio, junto a él, venia su cabra, Billy. Ellos extrañados y por duda
alguna, le pidieron una demostración de su poder, Kelthuzad de la nada ha creado un rayó que
partió y quemó un árbol de la cercanía, sin esfuerzo alguno. Siendo así, 5 valientes guerreros,
que esperaban el día acordado para abrir las puertas del Laberinto de Creta, ir por la cabeza de
Alistar y quedarse con todos los tesoros y quedar como héroes para el pueblo.

Llegado el día acordado, esperando a el sol salir, estaban los cinco guerreros y la cabra, al
frente de la puerta, que en momentos iba a abrir. Comenzaron los estruendos de la puerta y
justo la puerta terminó de abrir, Billy corrió y se adentró en el laberinto sin esperar a nadie. Los
guerreros asustados y preocupados hasta que Kelthuzad les dijo: - Descuiden, ella sabe
cuidarse sola. Kelthuzad se abrió paso y comenzó a guiar el camino, en su primer giro fueron a
la derecha y siguieron recto hasta chocar con un camino sin salida, en el camino de vuelta,
giraron a la izquierda, pero aun nada que podían encontrar el aposento del Minotauro. Horas
han pasado desde que entraron y nada que podían encontrarlo, de pronto, Sylvannas,
comienza a dudar de Kelthuzad y le dice que se detenga: - Hemos caminado por estos lados
más de cinco veces, ¿Nos pierdes apropósito o cuál es tu objetivo? El brujo sonrió y se quedó
atrás de ellos esperando que encontraran el camino hacia Alistar.

Alistar estaba ubicado al fondo del laberinto, un pasadizo largo y amplio, que estaba lleno de
huesos de antiguos guerreros que se habían enfrentado a él. Portaba un hacha doble
aproximadamente de dos metros y la fuerza suficiente para cargarla y blandirla sin ningún
problema. Tenía sus dos cuernos que, gracias a la luz del sol, la punta de ellos brillaba de lo
filosa que era, podía atravesar los cuerpos de nuestros guerreros sin problema alguno y
romper todos sus órganos. Y finalmente, su mandíbula que destruía y rompía los huesos de los
humanos de una simple y descomplicada mordida.
Sylvannas había tomado el mando de la dirección, puesto que ella vio un mapa en los días de
preparación y creía recordar el camino o al menos, dejarnos más cerca de lo que había
Kelthuzad intentado hacer. No tomó mucho tiempo hasta que vieron el largo pasadizo y
enseguida se alistaron para el combate. Edward desenfundó su espada, Leónidas comenzó a
moverse con su lanza para entrar en combate a cualquier momento, Ajax blandió su hacha de
izquierda a derecha y derecha a izquierda y Sylvannas ajustó su arco. Kelthuzad no se preparó
en lo absoluto, pero todos sabían de su gran poder.

Todo listo y en guardia, vieron a Alistar a la lejanía y este parece que también los percibió
puesto que hizo un gran rugido que ha dejado un poco aturdido a los guerreros, aun así, estos
no retrocedieron e iban avanzado poco a poco. Sylvannas comenzó a lanzarle flechas
esperando por quitarle la vista, y con ayuda de Kelthuzad prendía las flechas en fuego para
más efecto, pero estas ni siquiera podían atravesar la dura piel de Alistar. Éste tiró una
embestida y agarró una calavera del suelo, la tiró tan fuerte que podía destrozar a quien
tocara, los tres guerreros que estaban al frente lograron esquivarlas, pero Kelthuzad no corrió
con la misma suerte y yace ahora mismo con un hueco en su pecho, aturdidos por la fuerza del
minotauro, los cuatro guerreros restantes, debían comenzar un nuevo plan.

Sylvannas cambió sus flechas de piedra a flechas de acero, que podían penetrar cualquier cosa
gracias a la habilidad de ella. Tiró dos casi al mismo instante y ambas le golpearon, una en el
rostro y una en el pecho; aprovechando el momento en que Alistar rugía de dolor, Leónidas y
Edward, se mueven ágilmente detrás de este para poder acorralarlo y combinar sus ataques
con aquellos que han quedado de frente a Alistar. Justo cuando se ha recuperado del dolor y
quedado las flechas de su cuerpo, Ajax lo enfrenta en un combate de hachas, pero el
minotauro le gana en agilidad y fuerza, no puede contenerlo por mucho tiempo, pero lo
suficiente para que Leónidas reaccione y con su lanza, pueda cortar por detrás de sus rodillas y
hacer que éste se arrodille, dos flechas más se escuchan al ser lanzadas y lo golpean
exactamente en los mismos lugares de antes y se han quedado más profundas. Edward
aprovecha la posición en la que está arrodillado y se hace su camino hacia su cabeza, en donde
le clava su espada en uno de sus ojos, logrando que Alistar grite de dolor.

Todo parecía ir a la perfección, tenían a Alistar acorralado y las probabilidades de perder no se


veían por ningún lado hasta que apareció Billy, pasando por el lado de Ajax, el cual lo distrajo
por un tiempo y Alistar logró golpearlo con su hacha dejando que Ajax reaccionara solamente
para defenderse y lanzarlo al comienzo del pasadizo donde se encontraban, cayendo sobre
muchos huesos y seguramente rompieron varios de él. Al parecer el minotauro se había
recuperado del dolor y sacudió su cabeza fuertemente y lanzó hacia el suelo a Edward,
dejándolo con nada más que dolor. Leónidas estaba retrocediendo cuando el brazo de Alistar
se acercaba a agarrarlo, pero él reaccionó y con su lanza, puedo evitar que lo agarraron, pero
ésta se ha roto y quedado inútil dejándolo indefenso y sin forma de luchar.
Después de lo inesperado, llega la sorpresa más grande, Billy termina transformándose en
Kelthuzad.
- Nunca me acostumbraré a los cuerpos de animales. Ha dicho mientras estiraba sus músculos.
Leónidas y Sylvannas sorprendidos, preguntándose cómo ha sobrevivido ese golpe directo de
Alistar.
- Como sé que se están preguntando, eso de allá era un simple clon. Pero pasemos a lo
importante. Se coloca exactamente al frente del minotauro y justo al momento de atacarlo, su
brazo se parte en dos sin explicación alguna. Alistar furioso, usará sus cuernos para matar al
brujo, pero al momento de agachar su cabeza, éste se parte en dos y muriendo al final.
- Supongo que el tesoro en mío, pero les dejaré unas cuantas monedas por su esfuerzo.

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