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UNIVERSIDAD PRIVADD JUAN MEJIA BACA

LIBRO 2 – 4

EL PODER DEL AHORA.


2020

INTEGRANTE:
Bryan Jean Paul Campos Vásquez.
CURSO
PRACTICAS PRE PROFESIONAL II.
CICLO
VIII
EL PODER DEL AHORA.

-El autor nos enseña sobre la Iluminación:

Un mendigo había estado sentado más treinta años a la orilla de un camino. Un día pasó por

allí un desconocido. «Una monedita», murmuró mecánicamente el mendigo, alargando su

vieja gorra de béisbol. «No tengo nada que darle», dijo el desconocido. Después preguntó:

«Qué es eso en lo que está sentado?» «Nada», contestó el mendigo. «Sólo una caja vieja.

Me he sentado en ella desde que tengo memoria». «¿Alguna vez ha mirado lo que hay

dentro?», preguntó el desconocido. «No» dijo el mendigo. «¿Para qué? No hay nada

dentro». «Échele una ojeada», insistió el desconocido. El mendigo se las arregló para abrir

la caja. Con asombro, incredulidad y alborozo, vio que la caja estaba llena de oro.

Los que no han encontrado su verdadera riqueza, que es la alegría radiante del Ser y la

profunda e inconmovible paz que la acompaña, son mendigos, incluso si tienen mucha

riqueza material.

Cuando usted está presente, cuando su atención está completa e intensamente en el Ahora,

se puede sentir el Ser, pero nunca puede ser entendido mentalmente.

La mayor parte del sufrimiento humano es innecesario. Es creado por uno mismo mientras

la mente no observada maneje nuestra vida.

La mente, para asegurarse el control, busca continuamente cubrir el momento presente con

el pasado y el futuro, y así la vitalidad y el potencial infinitamente creativo del Ser, que es

inseparable del Ahora, queda cubierto por el tiempo, la verdadera naturaleza queda
oscurecida por la mente. Cuanto más se enfoque en el tiempo -pasado y futuro- más pierde

el Ahora, lo más precioso que hay.

El secreto de la vida es «morir antes de morir» y descubrir que no hay muerte.

Dondequiera que esté, esté plenamente allí. Si encuentra su aquí y ahora intolerable y lo

hace infeliz, tiene tres opciones: apártese de la situación, cámbiela o acéptela totalmente. Si

quiere tomar la responsabilidad de su vida, debe escoger una de esas tres opciones y debe

escoger ahora. Después acepte las consecuencias, sin excusas, sin negatividad, sin

contaminación psíquica. Mantenga su espacio interior despejado.

Al cuerpo le encanta la atención que usted le presta. Es también una potente forma de auto

curación. La mayoría de las enfermedades entran cuando usted no está presente en su

cuerpo. Si el amo no está presente en la casa, todo tipo de personajes sombríos se alojarán

en ella. Cuando usted habita su cuerpo, será difícil que los huéspedes indeseados entren.

No ofrecer resistencia a la vida es estar en un estado de gracia, sosiego y levedad. Ese

estado ya no depende de que las cosas sean de cierto modo, buenas o malas. Parece casi

paradójico, sin embargo que cuando su dependencia interior de la formas ha desaparecido,

las condiciones generales de su vida, las formas externas, tienden a mejorar en gran medida.

Las cosas, las personas o las condiciones que usted pensaba que necesitaba para su felicidad

llegan ahora a usted sin esfuerzo de su parte y usted está libre para gozarlas y apreciarlas,

mientras duren. Todas esas cosas, por supuesto, se irán, los ciclos irán y vendrán, pero una

vez desaparecida la dependencia ya no hay temor a la pérdida. La vida fluye con facilidad.
Siempre que lo golpee un desastre, o que algo ande muy «mal» -enfermedad, incapacidad,

pérdida del hogar o la fortuna o de una identidad socialmente definida, ruptura de una

relación cercana, muerte o sufrimiento de un ser amado, o la cercanía de su propia muerte-

sepa que hay otra cara en ello, que usted está sólo a un paso de algo increíble: una

transmutación alquímica del metal bajo del dolor y el sufrimiento en oro. Ese paso se llama

entrega.

‘‘Nada de lo que sucedió en el pasado te puede impedir estar en el presente, y si el pasado


no puede evitar que estés en el presente ahora’’.

-Eckhart Tolle.

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