COMUNICADO N°164

No hay razones para un cese de actividades

La UPTC necesitaba alrededor de 320.000 millones para garantizar su funcionamiento en 2020. De
este monto recibió sólo la mitad por parte del Gobierno Nacional (giros del Mineducación) y la otra,
debe cubrirla la propia Universidad para atender sus obligaciones como: salarios de docentes y
funcionarios, horas catedra, contratación, recursos tecnológicos, Investigación, infraestructuras,
prácticas, bienestar, entre otros. La crisis del Covid 19 llevó a establecer un plan de contingencia
para redistribuir recursos y cubrir múltiples necesidades.

Debe indicarse que la dirección de la Universidad está obligada a mantener su equilibrio financiero
y presupuestal y a impedir que su solidez se debilite, porque en el mediano plazo, ésta sería inviable
financieramente. No resulta por tanto sensato, ni responsable, la sistematicidad y agenda de
desprestigio y desinformación por parte de algún sector universitario, empeñado en señalar
de manera reiterada ante la opinión pública que nada sirve, nada existe y que todo es fracaso
y caos institucional, con el propósito de desestabilizar, generar desconfianza, judicializar
toda decisión, alentar a ceses de actividades y mantener bajo temor a toda la institución.

No hay razones que justifiquen hoy un cese de actividades, situación por la cual el Rector,
Directivas, Decanos y Directores de Escuela, hacen un llamado a mantener la actividad
académica prevista para desarrollar el semestre, pero a la vez, sostener todos los canales de
diálogo abiertos, con dependencias y funcionarios docentes y no docentes dispuestos a dar
explicaciones; al igual que a promover en las facultades y programas reuniones
informativas, de análisis, debate, y construcción colectiva de la universidad, para que esta
le ratifique al país que es una de las mejores acreditada por sus estándares de alta calidad,
con insuperables acumulados históricos e impactos en el desarrollo gracias a sus
conocimientos, experiencias científicas, y culturales y a su responsabilidad con la sociedad
en la que toman decisiones miles de egresados, investigadores, docentes, que con su
ejemplo de respeto, ética, y gratitud por la institución demuestran que son upetecistas, seres
humanos integrales e idóneos en sus campos de formación y desarrollo laboral.

Gracias a la confianza de la sociedad en la universidad, la Gobernación de Boyacá, alcaldías y

comunidad en general, en varias ocasiones, han salido a apoyarla para suplir sus carencias, y en
este periodo de adversidad, han movido recursos de un lado y otro, para colocarlos al servicio de
los estudiantes upetecistas con mayores carencias económicas y, seguramente, tendrían bases
suficientes para reclamar si por lo que ofrecen reciben a cambio, una parálisis provocada.

Gestión Institucional y aportes para apoyo de matrícula

Importantes gestiones se han realizado para brindar condiciones y garantías para la permanencia y
acceso a la educación, mediante el apoyo total a un amplio sector y parcial a otro, al pago de
matrículas de estudiantes de pregrado en el segundo semestre de 2020, con el fin primordial de
mitigar la deserción estudiantil, pero asi mismo para beneficiar a los estudiantes de posgrado.

El inicio del segundo semestre, estuvo marcado por la demanda fundamental de los estudiantes por
matricula cero, que la institución comparte y va más allá en su compromiso por promover la
gratuidad de la educación pública con financiación plena de recursos aportados por la Nación, que
es la única posibilidad real de que esto ocurra. En el compromiso de apoyo a la matrícula, la
Universidad dispuso de ajustes a su presupuesto, destinando de sus propios recursos, más de
$3.200 millones de pesos para beneficio de la matrícula de sus estudiantes de pregrado, más
entrega de becas; y para estudiantes de posgrado, descuentos del 10% en matrículas y otras
exenciones. Los montos dispuestos por la UPTC, como es fácilmente demostrable, superan
ampliamente al de la mayoría de universidades.

Los recursos por más de $4.600 millones de pesos allegados por el gobierno para este fin, venían
orientados estrictamente a beneficiar los estratos 1 y 2, que superan el 80% de la población
universitaria. La prioridad y esfuerzos han estado puestos en alcanzar la totalidad de los estudiantes
con matrícula cero o al menos ofrecer beneficios, pero los recursos siempre insuficientes, en el
marco de universidades publicas hace tiempo desfinanciadas en mas de 14 billones, motivaron otras
acciones de búsqueda colectiva con abierta participación de representantes estudiantiles.

El Gobierno Departamental, en un máximo y generoso esfuerzo, aportó $3.000 millones de pesos,

algunas alcaldías han apoyado la iniciativa y continúan sumando recursos a esta causa, que aún
no se han consolidado del todo, por los trámites de los convenios interadministrativos entre estas y
la Universidad, que actualmente se adelantan. Finalmente, la campaña ‘Manos Unidas’, de esfuerzo
colectivo con estudiantes y funcionarios, permitió recaudar un poco más de $147 millones de pesos.

Sumados todos los ingresos recaudados hasta ahora, permitieron cubrir el 100% del valor de la
matrícula de los estudiantes de los estratos 1 y 2 y ofrecer, también, algunos beneficios en este
valor de matrícula a los estudiantes de los estratos 3,4 y 5 y aún se mantiene abierta la agenda de
gestión y compromiso institucional en búsqueda de nuevas fuentes de recursos externos.

UPTC comprometida con la comunidad universitaria

En el periodo de pandemia, se puede destacar la reformulación de los modos de trabajo institucional
y personal, de estudio y de comunicación. Entre sus decisiones y tareas cumplidas, se destaca
haber garantizado la estabilidad laboral de todos los integrantes de la comunidad
universitaria, preservar sus vínculos laborales, profesionales y preservar los recursos para
realizar los pagos efectivos de salarios y prestaciones. Así mismo, mantener la estabilidad a
más de 750 docentes por primera vez vinculados por once meses; el pago total del número
de horas cátedras de pregrado y posgrados a docentes internos y externos; el sostenimiento
de contratos de funcionarios y pagos totales a acreedores, la modificación de un acuerdo
que le permitió a más de 30 docentes ascender en el escalafón, evaluar más de 600 productos
académicos y de investigación del profesorado en beneficio de sus ingresos.

La decisión central de apoyos y garantías de conectividad y académicas a los estudiantes, ratificó

el compromiso colectivo de dar respuesta a las demandas de los estudiantes, a quienes se les
entregaron 2.700 computadores y 6.000 planes de datos con recursos superiores a $5.900
millones de pesos, tomados de otras actividades ya previstas; se crearon garantías
académicas como ampliar hasta la semana doce, la cancelación de asignaturas, invalidar las
asignaturas perdidas, ampliar a 18 semanas el calendario para facilitar el paulatino acceso
de estudiantes, varios ajustes al calendario, primeras semanas sin evaluaciones,
sostenimiento de residencias a más de 180 estudiantes y más de 5.200 servicios de
restaurante a estudiantes en prácticas de granjas, así como grados anticipados a médicos/as
y aprobación de grados virtuales.

La Universidad sí ha cumplido su tarea con responsabilidad, compromiso y calidad de sus procesos

y la comunidad universitaria y la sociedad en general pueden estar seguras de que sus actuaciones
reconocen y respetan a todos sus estamentos; buscan evitar la deserción estudiantil; pero además
es un propósito central garantizar la estabilidad financiera, presupuestal y laboral como garantía
fundamental para que la institución ni se debilite, ni caiga en el vacío y que con la más alta
valoración por sus estudiantes, docentes y funcionarios continúe siendo la universidad pública más
importante de la región y un referente importante de la Nación. La dinámica de esfuerzos continúa
en búsqueda de superar carencias que impactan en todos sus estamentos, y convoca al
compromiso colectivo de asegurar que sus actividades de docencia, investigación y extensión no
pueden detenerse, ni de conjunto la Institución dejar de cumplir su misión.

Finalmente, las Directivas, Decanos de Facultades y Directores de Programa, reiteramos el llamado

a estudiantes y docentes a mantener la actividad académica sin alteraciones, vetos ni ceses y a dar
un trámite responsable y respetuoso, mediante el diálogo y la concertación a todos los aspectos y
demandas que requieran de nuevas explicaciones o impliquen respuestas a solicitudes
insatisfechas.

El presente comunicado es producto de sucesivos análisis y de una reunión ampliada del comité
directivo con el comité de decanos y otros funcionarios, el día viernes 4 de diciembre.

Suscriben el presente comunicado,

Rector Óscar Hernán Ramírez; Vicerrector Académico, Manuel Restrepo Domínguez;

Vicerrector Administrativo y Financiero, Alberto Lemos Valencia; Vicerrector de Investigación y
Extensión, Enrique Vera López; Decano Facultad Seccional Sogamoso, Eduardo Avendaño
Fernández; Decano Facultad Seccional Duitama, Otto Caro Niño; Decano Facultad Seccional
Chiquinquirá, Juan de Dios Rodríguez Ávila; Decano Facultad de Ciencias Agropecuaria,
Germán Eduardo Cely Reyes; Decano Facultad de Ciencias, Oscar Julio Medina; Decano
Facultad de Ciencias de la Salud, Abel Martínez Martín; Facultad de Ciencias de la Educación,
Julio Aldemar Gómez; Decano Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Tirso
Humberto Porras Porras; Decano Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Leonel Antonio
Vega; Decano Facultad de Estudios a Distancia FESAD, Ariel Adolfo Rodríguez Hernández;
Decano Facultad de Ingeniería, Juan Carlos Poveda D’Otero; Secretaria General, Mónica
Edelmira Ramírez; Directora de Relaciones Internacionales, Claudia Milena Díaz Ulloa; Jede
Departamento de Admisiones y Registro, Mario Mendoza Mora; Director Jurídico, Ricardo Bernal
Camargo; Director de Planeación, Jorge Andrés Sarmiento Rojas; Director de Bienestar
Universitario, Darío Sierra Roberto; Director Tecnologías y Sistemas de Información y de las
Comunicaciones, Germán Amézquita Becerra.

Tunja, diciembre 5 de 2020.