Está en la página 1de 194

BIBLIOTECA DE PSICOLOGIA SOCIAL· Y SOCIOLOGIA

Dtnqida por
GINO GERMAN! Y ENRIQUE BUTELMAN
1 16 GEORGE H. MEAD
Edích Fromm J. L. Moreno
EL MIEDO A LA LIBERTAD FUNDAMENTOS
• J, DE LA SOCIOMETRIA
Margaret Mead 17
SEXO Y TEMPERAMENTO \·1. Dufrcnnt'
2b LA l'ERSONM_IDAD BASICA
Margare! Mead 18
EDUCACION Y CULTURA , Z. Barbu
2c
Margaret Mead
ADOLESCENCIA Y CULTURA
PSICOLOC:iJA DE LA DEMOCRACIA
Y LA DICTADURA
19
ESPIRITU, PERSONA
EN SAMOA H. Gcrth y C. Wríght Milis
3
George H. Mead
ESPIRITU. PERSONA Y SOCIEDAL
CARACTER Y ESTRUCTURA
SOCIAL
20
Y SOCIEDAD
4 K. H. Silvert
Raytnond Aran LA SOCIEDAD PROBLEMA
LA SOCIOLOGIA ALEMANA ll Desde el punto de vista del conductismo social
CONTEMPORANEA H. N. Johnson
5 SOCIOLOGIA
Nathan W. Ackerman y Maríe .Jahoda 22
PSICOANALISIS L. A. White
DEL ANTISEMITISMO
LA CIENCIA DE LA CULTURA
6
Bronislaw Malínowski
23 INTRODUCCION DE
G. Germaní
ESTUDIOS DE PSICOLOGIA CHARLES W. MORRIS
POLITICA .Y SOCIEDAD EN UNA
PRIMITIVA
EPOCA DE TRANSICION
7 24
Viola Klein
G. Lindzey y otros -
H. CARACTER FEMENINO MANUAL DE PSICOLOGIA SOCIAL
8 25
Kate Friedlander L. Festinget y lJ. Katz
PSICOANALISIS DE LA METODOS DE INVESTIGACION
!Bi.Cúot;_~~ !ba~ít:f C!o6.ío <J/¿fft:::¡w;~P
DELINCUENCIA JUVENIL EN LAS CIENCIAS SOCIA:ES
9
Jay Rummey y J. Maier
SOCIOLOGIA S e r i e M en o r ....._ EL COLEGIO DE MEXICO. A.C.~
LA CIENCIA DE LA SOCIEDAD 1
lO E. Fromm
K. Popper ¡PODRA SOBREVIVIR
LA SOCIEDAD ABIERTA EL HOMBRE?
Y SUS ENEMIGOS 2
ll H. Lasswdl
W. H. J. :O.prott PSICOPATOLOGIA Y POLITICA
GOOPOS HUMANOS 3
. 12 J. U. Ncf
Kimball Young FUNDAMENTOS CULTURALES
PSICOLOGIA SOCIAL DE L:\ CJVIUZACION
13 INDUSTRIAL
Kurt LHvln 4
LA TEORIA DEL CAMPO W. H. J. Sprott
EN LAS CIENCIAS SOCIALES INTRODUCCION
¡.¡. A LA PSICOLOGIA SOCIAL
L. A. Costa Pinto 5
ESTRUCTURA DE CLASES E. Fromm
Y CAMBIO SOCIAL EL DOGMA DE CRISTO
15 Y OTOS ESAYOS SOBRE
D. Riesman RELIG!ON, PSICOLOGIA EDITORIAL PAIDOS
LA MUCHEDUMBRE SO LIT ARIA Y CULTURA

VOLUMEN BUENOS AIRES

3
T ilulo tlel original inglés
MIND, SELF AND SOCIETY

Publicado por
THE UNIVEllSITY OF CHICAGO Puss
Chicago - Illinois

Tratlucción
FLOJUAL MAziA
INDICE
S»jlervisión
GINo GI!BJ>!ANI l':íl!'.
PRESENTACIÓN DE LA EDICIÓN CASTELLANA, por Gino Germani . . . . . . . 9
Impreso en la Argentina PREFACIO, por Charles W. Morris . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
(Prmled m Argentina} INTRODUCCIÓN. - GEORGE H. MEAD COMO PSICÓLOGO Y FILÓSOFO SO-
CIAL, por Charles W. Morris . . . . . . . . . . . . . :. . . . . . . . . . . . . . . 23

Queda hecho el depósito que


previene la ley N9 11.72 3 PARTE I

EL PUNTO DE VISTA DEL CONDUCTISMO SOCIAL

1. Psicología Social y Conductismo . . . . . . . . . . . . . .... ........ 49


2. La Significación Conductista de las Actitudes . . . . .... ........ 55
3. La SignifícJción Conductista de los Gestos . .... 60
4. Surgimiento del Paralelismo .en la Psicología . . . . . . .... .. ...... 64
5. El Paralelismo y la Ambigüedad de "Conciencia" . . .... ...... .. 72
6. El Programa del Conductismo . . . . . . . . . . . . . . . . . .... ........ 77

PARTE Il

ESPIRITU

7. Wundt y el Concepto del Gesto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85


8. La Imitación y el Origen del Lenguaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
9. El Gesto Vocal y el Símbolo Significante . . . . . . . . .......... . 101
10. El Pensamiento, la Comunicación y el Símbolo Significante ...... . 107
11. Significación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
12 Universalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........ . 120
13. La Naturaleza de la Inteligencia Reflexiva ....... . 127
14. Conductismo .. Watsonismo y Pensamiento Reflexivo 13 6
15 . Conductismo y Paralelismo Psicológico ..... . 144
16. El Espíritu y el Símbolo ............ . !51
17. La Relación del Espíritu con la Reacción y el Ambiente 158

PARTE JI!
,Copyright de todas las ediciones en castellano
LA PERSONA
by EDITOIUAL PA!DÓS
CABILDO 2454 BVENOS AIRES 1 íl . La Persona y e\ Organismo ......... . 16
1 9 . La Base Genética de la PHsona ........... . 17
20. El .Jue¡<o. r1 Deporte v rl Otro C,eneral11adr> 18
ÍNDICE

Pág-.
21 . La Persona y Jo Subjetivo . , . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . . . . . . . . 193
22. El "Yo" y el "Mí" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201
23. Las Actitudes Sociaks y el Mundo Físico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206
24. El Espíritu como la lnternalízación del Proceso Social en el Individuo 213
25. El "Yo" y el "Mí" como Fases de la Persona . . . . . 218
26. La Realización de 1~ Persona en la Situación Social ............ , 225
27. Las Contribuciones del "Yo" y el "Mí" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 232
ZB. La Creatividad Social de la Persona Emergente . . . . . . . . . . . . . . . . 23 7
29. Comparación entre las Teorías Individualista y Social de la Persona 244
PRESENTACióN DE LA EDICióN CASTELLANA

PARTE IV Entre los falsos problemas que caracterizaban a la sociología del


SOCIEDAD pasado siglo, Gurvitch instala la clásica disputa sobre las nociones
de individuo y sociedad y el proBlema correlativo de los vínculos
3 O. La Base de la Sociedad Humana: El Hombre y los Insectos ..... . 249 entre psicología y sociología y sus respectivos objetivos 1 • Fuente
31 . La Ba~ de la Sociedad Humana: El Hombre y los Vertebrados .. . 258
3 2. Organismo, ComunidJd y Medio Ambiente .. : ............. . 264 de las interminables controversias y de la honda diferenciación en
3'3 . Los Cimientos y Funciones Sociales del Pensamiento y la Comuni- "escuelas", que tan típicamente distinguían el pensamiento socio-
cación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271 lógico de la época, este problema -al menos en cuanto a la sociolo-
34. La Comunidad y la Institución . . . . . . . . . . . . . . . . . ........ . 278
3 5 . La Fusión del "Yo" y el "Mí" en las Actividades Sociales ....... . 289 gía, la psicología y las demás ciencias empíricas del hombre-
36. La Democracia y la Universalidad en la Sociedad . . . . . . . . . . . . . . puede considerarse felizmente superado. Y en la historia de esa supe-
3 7 . Consideración Adicional de las Actitudes Religiosa y Económica ... . 29u
303 ración, G. H. Mead y la obra que presentamos a los lectores de habla
3 8. La Naturaleza de la Simpatía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
3 9 . Conflictp e Integración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 315 ~' castellana ocupan un lugar de singular importancia.
40. Las Funciones de la Personalidad. y de la Razón en la Organización Probablemente no exista síntoma más fidedigno del estado de
Social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........ . 322
41 . Obstáculos 'y Promesas en el Desarrollo de la Sociedad Ideal ..... . 3 28 ' madurez de una ciencia, que el hecho de que diferentes y a veces muy
42. Sumario y Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 337 alejadas y hasta opuestas corrien.tes de pensamiento converjan, por
distintos caminos, en un mismo punto de confluencia, en una mis-
Ensayos Suplementarios:
ma solución de ciertos problemas fundamentales.
I. La Función de la Imaginación en la Conducta . . . . . . . . . . . . . . . . 344 Uno de los ejemplos más notables en este sentido lo hallamos
11. El Individuo· Biológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ....... . 353 en el desarrollo que llevó a la formulacióp. de una teoría unitaria de
111. La Persona y el Proceso de Reflexión . . . . . . . . . . . . ...... . 359
IV. Fragmentos sobre ~tica . . . . . . . . . ...... . 381
la acción social. T. Parsons pudo demostrar 2 que en ese desarrollo
Bibliografía de los escritos de George H. Mead ............... , ... . 391 han contribuído, en un proceso de carácter acumulativo, los aportes
de pensadores tan alejados entre sí como Pareto, Durkheim, Max
Weber .y Marshall. Y a nadie escapará la importancia del hecho de
que, recientemente, pudiera alcanzarse una más completa expre-
sión de esa teoría; no ya por obra de un estudioso aislado, sino en
virtud del trabajo de un equipo de sociólogos, psicólogos y antro-
pólogos, precisamente partiendo de los resultados de aquel desarrollo
anterior 3 •

1 G. GURVJTCH: La vocation actuelle de la sociologie. París, Presses Univer-


sitaires de France, 19 5O, pág. 25.
2 T. PARSONS: The Structure of the Social Action. New York, Mac Graw
Hill. 1937.
3 T. PARSONS y E. A. SHlLS (Ed.): Toward a general theory of action.
Cambridge, Harvard University Press, 19 52.
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 11
10 GEORGE H. MEAD

Un proceso semejante es el que se ha producido con el problema "fuerzas" o "factores" impersonales, sean de orden sociológico, eco·
relativo a las nociones de individuo y sociedad y a la correspondiente nómico, geográfico, etc. Esta controversia afectaba además, muy
posición de la sociología y la psicología. La vieja disputa entre nomi~ profundamente, las posic!on~ corresp~nd~entes de la sociología Y.la
nalísmo y realismo, organicismo, universalismo, interaccionismo, psicología dentro del conJunto de las c1enc1as del hon:l:>re. Durkh~1~
para citar tan sólo algunos de los "ismos" más en boga hasta algu~ y su escuela, por ejemplo, negaron durante mucho tlempo la pos1b1-
nas décadas (y que, por otra parte, encontramos todavía florecientes 1ídad y legitimidad de la psicología social, y los nominalistas re-
en la tradición académica de no pocos países), ha dado lugar a un ducían la sociología a una psicología de lo intermental.
acuerdo que, si bien no siempre logró una formulación explícita, no De tal oposición radical se ha pasado no ya a una solución con-
por ello es menos real. Este acuerdo np se alcanzó fácilmente, y es ciliatoria o ecléctica, sino a una verdadera superación de la antinomia,
indudable· que un estudio detallado del largo proceso que lo originó a una nueva formulación que permite explicar satisfactoriamente los
y de los muy diversos aportes que contribuyeron a alcanzarlo, sería diferentes aspectos de la realidad, que en los contrarios esquemas an-
no menos revelador que el citado análisis de T. Parsons sobre la teriores sólo lograban un encuadre parcial. · ···
teoría de la acción social. Mas será preciso limitarnos aquí a indicar En el proceso de paulatino acercamiento y final acuerdo, halla·
el significado de la obra de Mead en este punto. mos diversas líneas de desarrollo, que se originaron a partir de las
Uno de los rasgos más típicos que presentó la controversia relati~ diferentes tradiciones. Como ya se ha señalado, en el mismo Durk-
va a las nociones de individuo y sociedad acaso fué el carácter de heím cabe encontrar -si bien de manera aislada y, por supuesto, en
exterioridad, impenetrabilidad y exclusión recíproca que implícita o desacuerdo con el principal acento de su doctrina- asertos que con~
explícitarrumte asumían esos dos conceptos en el pensamiento de to- cuerdan plenamente con la postura actual frente al problema. Por
das las corrientes, inclusive en el de las más opuestas entre sí. Tanto ejemplo, a propósito de la trascendencia de la conciencia colectiva
los nominalistas, que sostenían la inexistencia de la sociedad como afirma que "al mismo tiempo que la sociedad es trascendente con res·
entidad real y el predominio y la prioridad lógica y psicológica del pecto f. nosotros, nos es inman~nte, y la experimentamos como tal.
in~ividuo sobre d grupo, como sus oponentes, los realistas, que afir- Al mismo tiempo que nos desborda, nos es interior, puesto que ella
maban la realidad sustancial y trascendente de la sociedad respecto no puede vivir sino en nosotros y por nosotros. O, más bien, eUa
de sus miembros individuales, fundábanse sobre la radical antinomia es 'nosotros mismos en cierto sentido, y nuestra mejor parte ade-
entre ambos términos -indiiiduo y sociedad-: antinomia insupe- más" 5. Esta noción de la interioridad de la sociedad ·en las con·
rable .al tratar esos conceptos de manera abstract~, como entidades ciencias individuales, y de su parcial trascendencia (en tanto obje~
absolutamente separadas, cerradas e impenetrables. tivación cultural) es, puede decirse, patrimonio común de la socio~
Es verdad que, inclusive en los dos autores que a comienzos del logía del presente. ·
siglo simbolizaron los dos opuestos polos de la controversia -Tarde Las sucesivas contribuciones de la corriente de Durkheim --de
y Durkheim-.-, es dable encontrar indicios y hasta aseveraciones Lévy-Bruhl. Bouglé, Mauss, Halbwachs, etc.-·- ·han ido desarro-
que coinciden con el ulterior desarrollo de la cuestión --aegún lo llando sobre todo este aspecto de las doctrinas del maestro, con lo
demuestra Blondel en su pequeño libro 4 • Sin embargo, el sentido cual fué reduciéndose ·~u divergencia frente a las posiciones nomi-
general de sus respectivas posiciones parece estar más adecuada~ente nalistas. Claro está que la especificidad de lo social y el rechazo de
representado por esa concepción de la inexpugnable oposición entre toda posible deducción de las propiedades del grupo social a partir
i.ndividuo y sociedad, oposición que originaba a su vez los opuestos de supuestos individuos aislados, no han sido ni remotamente cues~
errores del psicologismo y el sociologismo: la elevación, por parte tíonados por los representantes de la escuela francesa; pero, por otra
del primero, de los individuos y sus motivaciones psíquicas a la parte, estos mismos principios integran también la teoría ·hoy co-
jerarquía de categoría causal única en el proceso histórico; y el abso~ múnmente aceptada. Gurvitch, a quien, en cierto sentido, cabe
luto rechazo, por parte del segundo, de toda explicación de tal natu- considerar vinculado tanto con l¡¡ tradición durkheimíana como con
raleza, y la, consiguiente afirmación de la prioridad o unicidad de 5 E. DURKHEIM: Socio/ogie et Philosophie. París, Presses Uníversitaires de
4 CH. BLONDEL: Psicología Colectiva. México, Editorial América, 1945. FrJnce, 1951. pág. 78.
13
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD
12 GEORGE H. MEAD
independiente, dada la virtual ignorancia mutua en que se hallaban
las corrientes
. " fenomenoló gtcas, . h a summtstrado
. . . co · el pensamiento sociológico europeo y el norteamericano basta fines
P1ura l1sta en prnfundidad" . n su sociología de la segunda guerra mundial. Mead es anterio.r a Gurvitch crono-
de perspectiva" una de 1 , yf con la. doctnna de la_ "reciprocidad
· ·, ' as ormulacwnes ' · lógicamente;· no obstante sólo en la postguerra ha sido "descubierto" 8
poSlCIOn actual. Según ést 1 r d d . mas mteresantes de la por los europeos (sobre todo merced a la ob.ra del m'ísmo Gurvitch) •
ella se puede distinguir d'af, a rea 1 .a soctal es pluridimensional; en De paso cabe recordar que la "reciprocidad de perspectivas" y la
1 erentes mveles desde 1 , .
como los aspectos morfoló icos ', . os mas superftciales "interioridad de lo social" en la formulación de Gurvitcb, todavía
objetos, los individuos y g Y ecol~gtcos de la sociedad, los se hallan próximas a la terminología y la problemática fenomenoló-
1os comportamtento t · ·.
(¡ o que los antropólogos aco t b d s. ex enores y VIStbles gica que se desarrolla a partir del mismo Husserl basta Scheler, Lípps,
nifiesta")' las obJ'etivact'ones s u:n rlan enommar la "cultura ma- Vierkandt, Geiger y otros. Fué Lipps -recordémoslo- quien habló
. SOClOCU turales 1
ras orgamzadas y las pautas cultur " como as superestructu- de "reciprocidad de perspectivas", y quien afirmó que "no hay razón
hasta los niveles ma's p f d ales (la cultura no manifiesta") de repartir el estudio de la vivencia entre la psicología y la sociología,
ro un os y , •
lo que Durkheim llamaba "1 e~pontan.eos que corresponden a puesto que no se trata de una dualidad de objetos de estudio, sino
lectivo". Los niveles superio as cornentes hbres del psiquismo ca- de puntos de vista, de métodos a los cuales puede someterse el
manifiestas o no, en cierto r~sn;~: corresponden .a las objetiv.aciones significado de cada "vivencia" 9 • Mas, a pesar de la distinta proble-
cendentes con respecto al . d' 'd pueden considerarse como tras- mática y· de su diferente formulación en los términos de inmediatez
. m IVI uo mas esto , 1 d d
parnal, pues ellos tamb', '1 , so o es e un enfoque e intuicionismo irracional que caracteriza esa tradición filosófica, la
. . ten so o pueden da s . d
ctenCias concretas e indiv'd 1 r.._
1 ua es. LA: cons1gU1ent . . re en vtrtu de con- superación de los conceptos de individuo y sociedad como entidades
" soctedad
· total e ind' 'd . e, en este otro sentido
. IVl u o total cot .d " f' cerradas y mutuamente excluyentes resulta análoga, en última ins-
ntando una frase de Ma D ncl en ' a trma Gurvitch, tancia, a las conclusiones alcanzadas, de un lado, por la corriente
ciba como cerradas y u~. ebe rechazarse toda teoría que con- positivista de la escuela francesa. y de otro por la tradición empirista,
. . .
tndtvtduales y las con . renprocamente
. l. . exc1uyentes las conciencias
. ctenctas co ecttvas Ha 11 naturalista, pragmatista y conductista que desemboca en G. H. Mead.
proctdad de perspectivas" 1 . y entre e as una "red- Aquí el punto de partida fué justamente el inverso al. de la co-
. . • por a cual "lo ,
signa conciencia individual 1 d' . , que comunmente se de- rriente durkbeímiana: en efecto. una característica general de esa tra-
vida psíquica asume ha . 1es a ueccwn que la corriente de la dición fué su individualismo, su nominalismo, y el ángulo principal-
tiva, la direc¿ión qu~ ec:aa e _ro, Y lo ~ue se llama conciencia colee- mente psicológico desde el que enfocó las ciencias sociales. Y no en
mtsma cornente to h .
yo Y el nosotros perro . ma acta el nosotros. vano fué la de Tarde una de las más hondas influencias en los co-
El. anecen stempre · 'd
ttvas, puesto que sí se puede d' . . .en rectproct ad de perspec- mienzos de la sociología norteamericana. Pero la continuada evolu-
didad del yo, lo mismo es d bllstthngmr dtferentes grados de profun- ción del pensamiento de ese país, las múltiples influencias filosóficas
., a e acer con el nosot " 6 "L
s1on entre los tres polos del yo d 1 ros · a ten-
derarse cada vez más como , ed otro y del nosotros, debe consi- 8 Gurvitch :re refiere extensamente a Mead en la obra citada anteriormente
uno e los aspect 05 f d (págs. 65 y siguientes, 34, 92 y passim). Artículos sobre Mead han publicado
to a conciencia E t un amentales de en Francia P. Kahn: "Le sym·bole dans la psycholo¡;ie sociale de G. H. Mead",
d ··· s os tres poi h 11 en Cahiers Internationaux de Sociologie, III (1949) : 131-149; en L' Année
ligados y están siempre present ods se a an indisolublemente
es cuan o se trata d 1 'd , . Sociologique (III serie, 1940-48, I), G. Davy comenta Espíritu,cPe:rsona !J So-
Separarlos equivale a destrut'r la conctenna . . m1sm . e a" Vlp a pstqutca. uedad !pág. 187 y sigtes.). En su lvfanuel de SoClologie ( Puis. Presses Un'iversitaires
de France, 1951). A. Cuvillier dedica varias páginas a la exposición de la doctrina
que esta reciprocidad de pe rspechvas . no vale sino a· · · or
.. 1supuesto
• de Mead ( 13 2-13 7). Otras extensas réerencias se encuentran en el artículo de
estructuras espontáneas de la vida so . " . para as mfra- R. Wi\liams "La psycho\ogie sociale aux i::tats Unis". en CahH'rs lnternationáux
según se advirtió, las ob. t' . Clal .' debtendo excluirse de ellas, de Sociologie, III (1947): 68-88. Además pueden hallarse numerosas referencias
S' b' je lVaClOnes SOClOCUlturales 7 a nuestro autor en la litedtura sociológica francesa reciente. Vale la pena hacer
1 ten con diferencias de termin 1 , . notar este interés actual hacia una obra cuya primera edición se remonta a 193 2:
de Gurvitch coinciden en lo . 1 o ogta y de detalles, estas ideas pese a 1as críticas y reservas formuladas por algunos comentaristas, trátase de un
esenCia con 1 · ·, verdadero "descubrimiento".
damenta en este libro y deb d . a poslClon que Mead fun- D M. SCHELER: Esencia y formas de la simpat;a, Buenos Aires, Losada,
. . e a vert!fse que se trata de un desarrollo
1942, págs. 301 y sigtes.
TH. UTT: lndiuiduum und Gemcinschaft. Leípzig, 1.919.
~ ~· GU.RVIT~H: Op. cit., pág. 91.
oc. ctt.: pag. 30, 31.
14 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 15
y científicas que intervinieron en su formación, lograron introducir costumbres; si la sociología del conocimiento había terminado por
cada vez más hondamente aquellas dimensiones históricas y socioló- afirmar la génesis sQCiocultural ~e las categorías mismas del pensa~
gicas: es decir, aquellas exigencias de concretez que las inclinaciones miento, no había sido todavía explícitamente analizado el carácter'
abstractas del psicologismo inicial habían descuidado. En este largo histórico del sentimiento de sí. como una entidad separada del mun-
y rico proceso --demasiado denso para ser siquiera bosquejado aquí do de los objetos y de las demás personas. Es cierto que las diversas
,;_la Escuela de Chicago, de los "interacdonistas simbólicos" ,•como hipótesis acerca de la "mentalidad primitiva" o "mágica" o "mítica"
la llamó Blumer, ocupa un lugar central, p~es precisamente a ella -según las varías terminologías empleaqas-, suponen todas cierta
se debe el planteo de las hiP9tesis fundamentales sobre las cuales fué debilidad de la autoconciencia en los pueblos no históricos, cierta
desarrollándose la vasta labor inductiva tan característica de la so- peculiaridad irreductible. en su percepción del yo: a este propósito
ciología norteamericana. El eje eje la contribución de esa escuela lo nos limitaremos a recordar el clásico ejemplo de Lévy-Bruhl y su
constituye el punto de vista genético en la formación de la persona- descripcíón del carácter difuso, mal .delimitado, de la persona, su
lidad. Desde aquí, a través de los·aportes de W. James, J. Baldwin coincidencia o indiferenciación del grupo socíal 11 , o las observacio-
y Ch. H. Colley, se arriba a G. H. Mead, cuya enseñanza llegó así nes de J. Murphy 12 en ese mismo sentido. Sin embargo, lo que se
a constituir la teoría básica de la psicología social, punto de inicia- analizó explícitamente fué más la noción de persona que el senti-
ción y fundamento a la vez de los actuales estudios teoréticos y em- miento de sedo. Así lo expresa el mismo Mauss en su notable estu-
píricos en este campo 1o. dio sobre el carácter histórico-social de la noción de persona, que
Cualquiera sea la impOrtancia de las otras contribuciones de al prescindir de toda consideración psicológica, dice: "Es evidente que
Mead -en particular su teoría del símbolo--, desde el punto de nunca hubo ningún ser humano que no haya experimentado el sen-
vista que nos ocupa su aporte esencial puede concretarse en estos tres timiento, no solamente de su cuerpo, sino de su individualidad espi-
puntos: a) historicidad del "individuo" como autoconciencia, es ritual y corporal" 1 3.
decir anterioridad histórica de la sociedad sobre la persona. indivi- Es verdad que no podríamos llamar "humano" a un ser que no
dual: b) formulación de una hipótesis naturalista acerca del des- fuera autoconsciente, pero e.Ste problema terminológico no debe ex-
arrollo del individuo autoconsciente a partir de la matriz de las rela- cluir del análisis histórico una etapa de tamaña importancia. Ahora
cione-s sociales: e) función esencial que en la formación del yo se bien, el mérito de Mead consiste en haber proporcionado una hipó-
asigna a la "adopción de papeles" y a la internalización de lo socio- tesis coherente acerca de ese desarrollo, y, sobre todo, haber mos-
cultural. A través de estos tres puntos, la superación de la antinomia trado cómo no puede concebírselo sino a partir de una vida social
entre individuo y sociedad se articula en una serie de formulaciones preexistente. Tal es el primer punto fundamental de la enseñanza
teoréticas susceptibles de dar lugar a una vasta gama de desarrollos de Mead: el individuo, como persona autoconsciente, sólo es posible
para la investigación de la realidad social; y es ·justamente en esta sobre la base de su pertenencia a la sociedad. :esta, aunque en un
posibilidad de ulterior expansión donde reside la validez y el valor grado rudimentario, es el supuesto histórico del surgimiento de la
científico de una teoría. autoconciencia.
La aserción del carácter histórico evolutivo de la conciencia de Una confirmación de esta tesis d,el carácter histórico de la auto-
sí constituye la última etapa de un proceso de progresiva relativiza- conciencia, la encontramos en una original hipótesis acerca de la
ción del espíritu humano, otrora considerado eternamente idéntico. mágia recientemente propuesta por el etnólogo italiano De Martino.
a si mismo. Sin embargo, si la antropología había ido mostrando Según este autor. el sentimiento de sí, como entidad separada y, co-
la esencia histórica de las formas de vida, de los sentimientos y las rrelativamente, la posibilidad de experimentar el mundo como un
11 L. LÉVY-BRUHL: L'áme primitíve. París, Alean, 1927.
lO La bibliografía sobre G. H. Mead en los Estados Unido~ es demasiado . ~.2 f· MURPHY: "The development of individuality in tlre andent civiliza-
vasta para in~luirla en esta nota. Una visión de conjunto Sil! encontrará en F. B. tio~ • Cit., por l. MEYERSON: Les fonctions psycholoqiques er les oeuvre:s. París,
Karpf: AmeriCan Social Psychology (New York, Mac Graw Hill, Co., 193 2), Vnn, 1948, pág. 157.
y en el.excelente a.~tículo de K. Young y D. W. Oberdorer: "Psychologicat Studies
13
M. ~~USS: "U_ne c~tegorie de !'esprit. humain: la notian de persanne,
of Soc1al Process , en Barnes, Becker y Becker: Conremporan¡ Social Theory celle de «mol:!> , , en Soctoloqre et Anthropo/oqte. París, Pre'Sses Universitaires de
(New York Appleton, 1940). France. 1950, pag. 335.
16 GEORGE H. MEAD ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 17
no yo", como un universo de objetos (la posibilida.d misma de la caracterizan como miembro del grupo. Se siente uno "yo", pero
objetivación), son fruto de un desarrollo histórico y para el mundo "yo" es un niño, o una niña, que ocupa ese particular lugar en la
primitivo constituye una conquista reciente. De aquí su angustia familia y en el afecto de los padres, aprendiendo palabras ele ese
frente al peligro de perder su autopresencia y su desesperada volun- idioma particular, adquiriendo esas actitudes, esos hábitos. El yo
tad de existir como conciencia de sí. La magia sería -según esta personal está recortado en la sustancia de las relaciones sociales;
hipóltf>is- la forma cultural con que el mundo primitivo se defiende representa, como dijo E. Faris, "la contrapartida individual de la
de ese peligro; una especie de inmenso y complejo mecanismo de de- cultura"; inclusive manteniendo a través de su concreto funciona·
fensa erigido contra el riesgo de perder una autoconciencia de tan miento esa creatividad y adaptabilidad indispensable para explicar
reciente conquista, demasiado débil y sujeta a posibles eclipses 14 • el hecho del cambio social y la contribución de los individuos a la
No menos importante es la doctrina de Mead sobre el mecanis- dinámica histórica.
mo de formación de la individualidad autoconsciente a través de la Este modelo teórico ha ejercido una enorme influencia directa e
sucesiva adopción de los papeles de las difer~mtes personas que rodean indirecta en el desarrollo de la psicología social. y a través de una
al niño, hasta la total internalización del sistema o subsistema de infinita serie de acciones y reacciones recíprocas, sobre las investiga-
relaciones sociales que por la ubicación que le ha tocado dentro de ciones antropológicas y sociológicas. Limitémonos a recordar que ei
la sociedad total le corresponden. Tal doctrina no sólo representa la concepto de personalidad social básica, desarroílad 0 por Kardiner.
formulación de un detallado modelo teórico del funcionamiento del Linton, Margaret Mead, E. Fromm y otros y en general, que
individuo social --es decir humano-- dentro del grupo, que permite todo el problema de las relaciones entre cultura y personalidad 1 6
superar toda consideración abstracta de los términos individuo y so- hallan su base teórica en los escritos de Mead o de autores influidos
ciedad, sino que a la vez proporciona una serie de hipótesis valiosas por él; y también, que buena parte de la labor experimental en psi·
acerca del condicionamiento cultural de la personalidad. En efecto, cología social puede asimismo organizarse en torno a sus teorías
la adopción de papeles por parte del individuo en crecimiento signi- básicas. Tal es por ejemplo, lo que últimamente han hecho M.
fica la introyección de las pautas culturales que son propias, peculia- Sheríf y H. Cantrii al ofrecer en su estudio sobre la psicología del
res, del sector de la sociedad en el que acontece su formación, su. yo
17
una imponente masa de datos experimentales.
desarrollo como persona. Desde su nacimiento el niño está sumer- Esta teoría es, a juicio de E. Fa.rís, uno de los más destacados
gido en un· medio sociocultural diferenciado: pertenece a un cierto psicólogos sociales norteamericano's "una de las contribuciones más
pueblo, a una época, a una clase, es decir, se halla en un grupo do- importantes de nuestra generación al conocimiento de cómo se des·
tado de especificacionés históricosociales concretas. Los papeles que arrolla la personalidad y surge la conciencia del yo" 1 A. La creciente
introyecta, que asume en el proceso de formación de su individuali- importancia que la obra de G. H. Mead está asumiendo fuera de
dad, son aquellos que el ambiente le ofrece. Y, en tanto las personas las fronteras de su país -de lo que también la presente edición es
que lo rodean son portadoras de formas específicas de cultura, los una prueba--, confirma la vitalidad de una doctrina de cuyo ulte·
papeles que asume han de corresponder forzosamente a las pautas ríor desarrollo cabe esperar decisivos avances hacia una psicología
culturales propias de su ~ector social. No internaliza una sociedad
en abstracto, antes bien, r'eproduce en sí mismo una estructura social 15
. . Muchas de sus obras han sido traducidas al castellano: .i\. KARD!NER:
concreta, históricamente determinada. Y, lo que más interesa en la El mdwiduo 'i su sociedad (México, Fondo de Cultura Económica, 1945); E.
CROMM: El m1edo a la libertad (Buenos Aires, Abril, 195 2, 2~ ed.) ; M. MEAD:
hipótesis de Mead, esa introyección de papeles es consustancial con J.:ducac!Ón 'd Cultura (B. Aires, Paidós, 1952); M. l'viEAD: Adolescencia i/ cultura
el surgimiento de la autoconciencia; es decir, no se llega a ser simple- en Samoa y Sexo y temperamento (B. Aires, Abrí!, 1947 y 1948): R. LlNTON:
Cultura y personalidad (México, Fondo de Cultura Económica, 1945),
mente una persona, un ser consciente de la propia individualidad, 18
Es importante advertir que la teoría de Mead ha contribuido también a
no se percibe uno como un "sí mismo" en general, sino que el des- la integración del psicoanálisis en los esquemas teóricos de las ciencias del hombre.
Po~ otra parte. Me~~ ,mismo aceptó algunos de los conceptos psicoanaliticos com-
pertar gradual de la autoconciencia corresponde frecisamente al des- pat!bles con su postcton.
17
pertar gradual de todas aquellas especificacionE!S concretas que lo M. S!!LR!l; y H. C!INTHIL · The l'sychoiu<¡y of eqo tnuoluemenls. N_
York. Wi!ey and Sons. 1 94 7.
18
E. FAR!S: "Current Trends in Social Psychology", T. V. Smíth y \V.
14 E. DE MARTINO: JI ......ondo magico. Milano, Eínaudi. 1948. K. Wright, ed.: Essays in Philosophy. Chícago, Open Court, 1929, pág. 132.
GEORGE H. MEAD
18
social dotada de un alto grado de :madurez e integra~i?n teoré~ica.
. La traducción de esta obra ha presentado graves dthcultades. ~
t • 1 he ho de tratarse de una recop1-
contenído sumamente compleJO, e e . , . 'o estilo
!ación de apuntes de clases y otras notas medttas ~ ell proptt 1 bo
· d hacer partlcu armen e a -
~el autor todo esto se ha conJura o para . T t' s
.. t'area del traductor. En muchos casos las normas estt ~s ¡ca
~:~a d~~ido ser sacrificadas a la fidelidad del texto y a las necestdades
del contenido, y no es necesario insistir so~:e las razones que, en una PREFACIO
b de este carácter, han dictado esa eleccton. . . •
o raHa algunos aspectos de la traducción que reqUieren acl.araCtone~.
en prí~er lugar, la palabra inglesa self, cuy,o e~uivalente hter~l ser~a Las págmas que siguen presentan los perfiles más generales det
sí mismO ha sido traducida por persona, termmo que respo~ e m~s sistema de psicología social de George H. Mead. Los puntos de
. ' 1 . t de Mead y coincide con. la termmologta vista de éste fueron desarrollados desde 19 00 en adelante, en la
helmente a pensamten o p U m·~,ersidad de Chicago, en el curso de "Psicología Social':, amplia-
en uso en la literatura filosófica y científica de habla caste11 a~a: or
mente conocido y altamente influyente. Año tras año, con frecuen-
motivos análogos, se ha traducido el té~ in odm~~ar~i~s¡;~n~~~a~ cia durante varios, concurrieron al curso estudiantes interesados en
sar de que este concepto en el pensanuento e . p:úco{ogía, sociología, lingüística, educación. filantropía y filosofía;
peblemente del que posee dentro de la tradición idealtsta que lo ha em- y libro tras libro han dado testimonio del impacto dado por las
. L b ¡ 1"fXl que el lector encon- ideas de Mead sobre sus numerosos discípulos. Gran parte del
pleado con mayor frecuencia. a pa1a ra or , 1 , . . glés
rá re idas veces en esta obra, corresponde ~ . termmo tn contenido de este volumen será valioso para los interesados en dis-
~ra ~ 'f' "form".. vital determinada", "indtviduo de una de- ciplinas similares. Para muchos de ws oyentes, las opiniones d~
rorro y stgm tea Mead --a la vez humanistas y eruditas- cumplieron la función
terminada especie"· G. G. de focos de orientación para toda su vida intelectual y estimativa.
El curso de psicología social proporcionó los cimientos para el
pensamiento de Mead. Fué, virtualmente, Mead en cuanto hombre
de ciencia; y sobre ese cimiento descansaron su elaboración filosó-
fica y su participación social. Es de esperar que este volumen sea
seguido por otros sobre.Movements of Thought in the Nineteenth
Century y The Phílosophy of the Act. Juntos, los tres volúmenes
representarían los tres principales campos de la obra de Mead: la
psicología social y la filosofía social, la historia de las ideas y el
pragmatismo sistemático. Tienen su complemento en el l)()[umen
ya publicado, The Phílosophy of the Present, editado por Arthur
E. Murphy y publicado en 19.32, en Chicago, por la Open Court
Publishing Company.
Aunque publicó muchos trabajos en el campo de la psicología
social (como lo demuestra la bibliogr(lfía del final de este volumen),
e[ profesor Mead nunca sistematizó en forma más amplia su posición
y los resultados obtenidos. Este oolumen tiene la intención áe
efectuar tal tarea de sistematización, en parte ordenando el material
y en parte por medio de referencias, en los lugares adecuados, a fas
obras publicadas. Proporciona la entrada natural al mundo inte-
lectual de George H. Mead.
Nada del material usado aquí ha sido publicado previamente.
El oolumen está principalmente compuesto de doi series de exce-
lentes notas de estudiantes del cursn iunto con resúmenes de otras
20 GEORGE H. MEAD
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 21
notas semejantes y selecciones de manuscritos inéditos dejados por
Mead. Como base se ha tomado una copia taquigráfica del curso de cada etc:pa, del tr_abajo,. el personal de Chicago Universíty Press
psicología social. Esta serie, conjuntamente con otras similares para proporcwno su eftcaz ayuda.
otros cursos, debe su existencia a la depoción y previsión del señor Tengo plena concie.ncia de que nuestros esfuerzos combinados
George Anagnos. Presintiendo la' importancia del material de las no han podcd_o prod~ccr el uolumen que desearíamos que George
disertaciones del' señor Mead (hechas siempre sin anotaciones es- H. Mead !~ubtese escr~to. Per? no hay pruebas de que incluso una
f'ritas), encontró en el señor Aluin Carus un colaborador simpático prolongaccon de su ucda hubtese logrado que el material adquiriera
que {e prof?OrCÍonó los medios necesarios para emplear personas que form_a de volumen entre sus manos. El que no fuese el escritor de
trauríbieran literalmente to.dos los cursos.,En lo referente a lo com- !/
un _scstema debe al ~echo de que estaba siempre ocupado en cons-
pleto de{ material, hay considerables variaciones. El conjunto no tr~tr uno . . _u pensamcento ~ra demasiado rico en desarrollo interno
es en modo alguno una atestación oficial, pero sí una atestación tan pa. a permctcrle asenta~ sus cdeas en un despliegue ordenado. Su ta-
adecuada y fiel como es posible hacer de lo que quedó de los últimos lento se expc;esaba me;or _en el salón de la c(Í(edra. Quizás un volu-
años de un gran pensador. Este material puede ser utilizado gracias men como este -sugestc,uo, penetrante, incompleto, de tono con-
al Departamento de Filosofía de la Universidad de Chicago. uec;sado-- sea la forma mas ade~ua~a pac;a sus pensamientos, {a forma
Et manuscrito lxísico ha sido grandemente enriquecido por las mas capaz de e•xp_resar a un audctono mas amplio en tiempo y espacio
fieles y completas notas tomadas por otro ferviente estudiante, el las, auen tur~s de c_deas ~!?ara usar la frase de W hitehead) que durante
señor Robert Page; notas especialmente valiosas puesto que son mas ~e tretnta anos hccceron notables, para públicos selectos las di-
de 19 3 O, el último año en que el curso fué dictado en forma com- sertacrones de G. H. Mead sobre psicología social. '
pleta en Chicago. En el material de 19 2 7 (cuando quedó reorde-
nado, podado de repeticiones superfluas y corregido estilísticamente), C. W. M.
se insertaron partes del material de 19 3 O, tanto m el texto como
en las notas al pie. Lo mismo se hizo, en menor grado, con mate-
riales de otros cursos, y las selecciones de series que son las de 19 2 7
y 19 3 O se indican dando el año después de la selección. La inserción
de materiales tomados de manuscritos se ha señalado con la abrevia-.
tura (MS) después de la selección. Todos los títulos fueron agre-
gados por el compilador. Otros agregados editoriales van entre cor-
chetes.
,Z.os Ensayos Suplementarios 1, 11 y !11, tomados juntos, consti-
tuyen prácticamente un manuscrito inédito. El Ensayo IV es una
compilación ~cha con una serie de notas taquigráficas de 19 27,
en un curso de ética elemental. Estoy agradecido a los señores Anag-
nos, Carus y Page por poner a mi disposición el grueso del material
empleado. Los profesores T. V. Smith y Herbert Blumer han leído
y comentado partes del manuscrito. El señor John M. Brewster y el
profesor Albert M. Dunham han cedido generosamente su tiempo
y su íntimo conocimiento de las opiniones de Mead. Estudiantes
demasiado numerosos para ser mencionados, han puesto a mi dispod
sición sus anotaciones de clase, y deseo expresarles mi sincero agra-
decimiento. El principal trabajo de la bibliografía fué efectuado por
el profesor Dunham, aunque loa señores Brewster y V. Lewis Bassie
y el profesor Merritt H. Moore han contribuido en parte. Al señor
Arthur C.- Bergholz dé besele la bibliografía definitiva. U na dona~
ción de la Comisión de Investigaciones Humanísticas de la Uniuer-
sídad ofreció la posibilidad de reunir valiosa ayuda en la preparación
del manuscrito. La señora Rache[ W. Stephenson tuuo a su cargo
la tarea de conuertir una confusión de signos en una copia ordenada.
El profesor James H. Tufts ayudó desinteresadamente en la lectura de
las pruebas. Mi esposa colaboró en la preparación del Jndice. En
INTRODUCCióN

GEORGE H. MEAD COMO PSICóLOGO


Y FILóSOFO SOCIAL

En el terreno filosófico, Mead era un pragmatista·; en el cientí-


fico. un psicólogo social. Pertenecía a una antigua tradición -la
tradición de Aristóteles, Descartes y Leibniz, de Russell, Whítehead
y Dewey- que no ve ninguna aguda separación, ningún antago-.
nísmo, entre las actividades de la ciencia y de la filosofía, y cuyos
miembros son, ellos mismos, hombres de ciencia y filósofos. Sería
difícil acentuar en exceso la contribución que hicieron a Ia filosofía
aquellos cuya filosofía se nutrió en sus propias actividades cientí-
ficas. Mead afirmó, en una de sus disertaciones, que "la filosofía
de un período es siempre un intento de interpretar su conocimiento
más seguro". Si bien puede que esa declaración necesite algunas re-
servas en términos del lugar que las consideraciones axiológicas ocu-
pan en la generalización filosófica, proporciona la clave del desarrollo
de Mead, y, por cierto, del pragmatismo en general.
Para fines del siglo pasado, ninguna parte del conocimiento pa-
recía más segura que la doctrina de la evolución biológica. Esta doc-
trina había llamado dramáticamente la atención hacia el factor del
cambio evolutivo en el mundo, así como la física y las matemáticas
habían exhibido previamente el elemento de constancia estructural.
Ello parecía significar que, no sólo el organismo humano, sino tam-
bién toda la vida del espíritu, tenían que ser interpretados dentro
del desarrollo evolutivo, comp:~rtiendo su cualidad de cambio y
surgiendo de la interactividad de organismo y medio. El espíritu
tenía que aparecer dentro de la conducta y, presumiblemente, per-
mance<'r rn ella. Las sociedades mismas tenían que ser vistas como
24 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 25
entidades biológicas complejas y adaptadas a las categorías evoluti- pareja aunque distinta estatura intelectual; ambos participaban en
vas. La tarea filosófica del pragmatismo ha consistido en reinterpretar un mutuo toma y daca, según su propio talento particular 1 • Si
los conceptos de espíritu e inteligencia en los términos biológicos, Dewey proporciona alcance y visión, Mead dió profundidad ana-
psicológicos y sociológicos que destacaron las corrientes de pensa- lítica y precisión científica. Sí Dewey es ·a: la vez la llanta de roda-
4hiento posdarwiníanas, y reconsiderar los problemas y la tarea de dura y los rayos de la rueda pragmática contemporánea, Mead es
la filosofía desde ese nuevo punto de vista. La faena no está en modo el cubo de la misma. Y aunque, ep kilometraje, la llanta de la rueda
alguno completada, como lo evidencia d hecho de que el período haga más recorrido, no puede ir más l.ejos, en línea recta, que su
formador de sistemas apenas sea visible. Pero los contornos de un cubo. El pensamiento de Mead reposa íntimamente sobre unas pocas
naturalismo empíríw erigido sobre datos y actitudes biológicos, psi- ideas básicas que fueron refinadas y elaboradas durante muchos
cológicos y sociológicos son claramente discernibles; se trata de un años. Fiel a sus propias palabras, la filosofía a la que se dedicó
naturalismo que ve al hombre pensante 'en la naturaleza y que pre- cada vez más en sus últimos años fué una elaboración, una "gene-
tende evitar los dualismos heredados de espíritu y materia, de expe- ralización descriptiva", de las ideas básicas que representaban el más
riencia y naturaleza, de filosofía y ciencia, de teología y mecanicismo, seguro conocimiento pertinente que como hombre de ciencia podía
de teoría y práctica. Es una filosofía que, en los términos emplea- obtener. Nuestra tarea, empero, no es la de wnsiderar aquí esa filo-
dos por Mead, opone entre sí "la otra mundanalidad de la ra- sofía en conjunto 2 , sino, más bien, la base científica sobre la cual
zón ... de la antigua filosofía, la otra mundanalidad del alma ... descansa (base que Mead, como hombre de ciencia, ha hecho mucho
de la doctrina cristiana y la otra mundanalidad dd espíritu . . . de para crear) y algo de sus dimensiones éticas y sociales.
los dualismos renacentistas". Mucho se ha hecho también en cuanto
a rastrear las implicaciones de las actitudes acompañantes en lo refe-
rente a la educación, la estética, la lógica, la ética, la religión, el II
método científico y la epistemología. La confianza pragmatista en
el método experimental, unida a la rélación moral y evaluativa del Mead, como hombre de ciencia, fué un psicólogo social. En la
movimiento con la tradición democrática, han producido una con- actualidad se reconoce comúnmente que la ciencia anda sobre dos
cepción de la filosofía que tendría una doble preocupación por los . piernas: la teoría y la observación; que la fase lógica de la ciencia
hechos y los valores, y una concepción del problema moral contem- (la fase del aislamiento y definición de las categorías básicas y· de
poráneo como reorientacíón y reformulación de los bienes humanos la construcción de sistemas) es de igual importancia que la activi-
en términos de actitudes y resultados del método experimental. El dad del buscador y verificador de verdades. Mead agrega poco o
darwinísmo, el método experimental y la democracia son las fuen- nada al cuerpo de los hechos de las ciencias sociales, tal como está
tes de la corriente pragmatista. determinado :Por los métodos particulares de investigación; pero
En muchos sentidos, el resultado más seguro e .imponente de agrega mucho a la estructura ideacíonal. Es cierto que los dos as-
la actividad pragmatista, hasta la fecha, ha sido su teoría de la inte- pedos de la ciencia son, en definitiva, inseparables, y que las ideas
ligencia y el espíritu. Tal teoría es, naturalmente, la base de toda científicas no pueden ser desarroli'adas o analizadas fructíferamente
1a estructura. El desarrollo y elaboración de esta teoría define la sin hacer referencia a los hechos; pero las observaciones a que re-
actividad de toda la vida de George H. Mead. Las obras de Mead y curre Mead están en su mayor parte abiertas para cualquiera: no
Dewey se complementan en muchos aspectos, y, por lo que sé! jamás
están en oposición de importancia. Fueron íntimos amigos desde los 1 Dew<!y analiza a Mead en el Joumal of Philosophq, XXVIII (I 93!),
págs. 309-14, y en el Universitq of Chicago Record (Nueva Serie), XVII
años pasados en la Universidad de Michigan, y juntos discutieron (1931), págs. 173-177. Para el análisis de Mead sobre Dewey véase lnternarional
constantemente sus problemas de los años de la Universidad de Joumal of Ethics, XL (1930), págs. 211-231, y el artículo sobre "The Phi-
Josophy of John Dewey", que se publicó en el volumen de 1936 de esa revista.
Chicago. El resultado fué una división natural del trabajo en la 2 V éanse las obras de Mead, The Philosophq of t/¡e Present (ed. Arthur E.
obra común. Ninguno de los dos adquiere para el otro la relación Murphy) ; The Philosophq of the Act ( ed. J ohn M. Brewster, Albert M. Dunham,
Charles W. Morris); Movements of Thought in the Nineteenth Centur¡¡ (ed. Me·
exclusín de profesor a alumno; ambos, en mi opinión, eran de rritt H. Moore).
26 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 27
'
representan una técnica científica especial. Su contribución no se sidad -de Micbígan. Mead era amigo de Cooley, y en ese ambiente
hallará en cifras, diagramas e instrumentos, sino en discernimiento enseñó durante tres años. Se iba prestando gradualmente atención,
en cuanto a la naturaleza de los espíritus, las personas y la sociedad. especialmente por los alemanes, a los aspectos sociales del lenguaje,
Los términos "psicólogo" y "social", no hace mucho que apa- a la mitología, a la religión - y Mead había estudiado en Alema~
recieron juntos, o en compañía de categorías biológicas. La tradi- nía-. Aunque estuvo en Berlín, y no en Leipzíg con Wundt, no
ción ha identificado la psicología con el estudio de la persona o cabe duda de que a la influencia de \Vundt debe reconocé'rsele el
elJ~~spíritu individuales. Incluso la influencia posdarwiniana de los mérito de haber ayudado a aislar el concepto del gesto, al contem-
conceptos biológicos no logró quebrar, durante mucho tiempo, las plar el contexto social en que el gesto funciona; en lugar de ser
presuposiciones individualistas heredadás (como lo evidencian las di- simplemente "expresión de emociones" ·en el sentido darwiniano,
ficultades que encuentra un Huxley para hallar un lugar, eri el los gestos estaban muy avanzados en el camino de ser considerados
proceso evolutivo, al comportamiento moral), aunque formuló etapas primeras del acto de un organismo, contestado por otro,
el problema de cómo apareció el espíritu humano m la historia de como indicaciones de etapas posteriores del acto social. Mead piensa
la conducta animal. En las páginas que van a continuación Mead específicamente en el gesto en términos sociales, y en él encuentra
sigue la huella de los procesos gracias a los cu11les las consideraciones los rastros del desarrollo de una verdadera comunicación de len~
biológicas obligaron a la psicología a pasar por las etapas del aso- guaje. En un sentido, pues, puede decirse que Mead siguió una senda
ciacionismo, el paralelismo, el fundonalismo y el conductismo. Si parcialmente iniciada poi: Wundt, y por cierto que éste, mediante
bien la posición de Mead es conductísta, se trata de un conductismo el empleo de categorías sociales, le. ayudó a corregir las deficiencias
social, no individualista y subcutáneo; no encontró, en ninguna de una psicología individualista 4 •
de las etapas o escuelas de psicología, una respuesta acerca de cómo No obstante, Mead no fué un simple discípulo de Royce o Tar~
el espíritu --espíritu desarrollado, reflexivo, creador, responsable, de o Baldwin o Giddíngs o Cooley o Wundt. Como lo aclaran
cónsciente de sí- apareció dentro de la historia natural de la con- las páginas que siguen, aplicaba a todos ellos una crítica básic~:
ducta. Otro factor tenía que ser tenido en cuenta: la sociedad. No ninguno quería llegar al límite en lo referente a explicar cómo
obstante, fué afortunado que Mead se encontrase en la Universidad surgieron los espíritus y las personas dentro de la conducta. Esta
de Chicago cuando el ambiente psicológico intensamente cargado crítica se divide en dos partes: 1) todos ellos, en algún sentido,
se precipitó en formas funcionales y conductistas 8 • presupusieron espíritus o personas antecedentemente existentes para
Es menos fácil explicar el ingreso de otro factor, el social, en poner en marcha el proceso social; 2) incluso en ·relación con las
el pensamiento de Mead, puesto que ni él mismo ha buscado los fases del espíritu o de la persona que intentaban explicar socialmen~
rastros de ese desarrollo. Además, Mead tuvo taf!Ibién suerte en te, no lograban aislar el mecanismo de las mismas. El sombrero
en<:antrarse en ambientes en los que la sociología y la psicología mágico de lo social, del que habían de extraerse el espíritu y la
social comenzaban a tomar la forma de ciencias. Las filosofías idea- persona, estaba en parte cargado de antemano; y en cuanto al resto,
listas tales como la de Hegel y la de Royce subrayaban la naturaleza se bacía simplemente un piadoso anuncio de que la triquiñuela podía
social de la persona y la moralidad - y Mead había estudiado con IIev.arse a cabo, aunque la exhibición nunca tenía lugar. El esfuer~
Royce-. Hacia el 1900 Tarde y Baldwin habían hecho contribu- zo de Mead reside en haber demostrzdo que el espíritu y la persona
ciones para una psicología social. Giddings había redactado su obra son emergentes sociales, y que el lenguaje, en la forma de gesto
principal, y Cooley comenzado su carrera sociológica. en la .Univer- vocal, propOTciona el mecanismo para su emergencia.

8 El ambiente de esos días, y la convicción de que la psicología funcional aig- •


4
Se rec0111oc-e a Wundt el mérito de su voluntarismo, y se dice que ha "intro~
nificaba ·una filosofía completa, pueden captarse en et artículo de James R. Angell duudo el gesto vocal" (1930). Por otra parte, "Wundt no ha analizado el gesto,
"The Rdations of Structural and Fun,tional Psychology to Pbilosophy", The en cuanto tal, como parte de actos. Lo ha tratado como un anatomista y no como
Decennial Publications, III, págs. 55-73, Universidad de Chicago, 1903. [Para u_n psicólogo". "Wundt hace de las funciones sociales de las expresiones de las emo-
ona exposición en castellano de las c0111crpciones de esta escuela, véase: Heidbreder, cxones una . cue~t~ón ,posterior; al princípí? las considera meramente paralelos de
Psicologías del siglo XX, Buenos Aires, Paidós, 1952.-N. d. E.] procesos ps1cologtcos (1912}. El paralelismo de W undt es rechazado y explicado
metodológicamente.
28 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 29
Es. mí creencia que Mead ha tenido éxito en esas tareas, espe- Y así, el problema de cómo surgen el espíritu y la ptrsona hu-
cialmente en la aislación del mecanismo del lenguaje por medio del . manos en el proceso de la. conducta es resuelto por Mead en términos
cual se constituye socialmente el espíritu y gracias al cual aparece biosodales. No descuida, como el psicólogo tradicional, el proceso
la persona que tiene conciencia de sí misma como objeto. Cabría du- social en que se lleva a cabo el desarrollo humano; no de~uida, como
dar si, al identificar el espíritu con el manejo de los símbolos, debe el científico social 'tradicional, el plano biológico del proceso social
sostenerse que tales símbolos son todos símbolos de lenguaje de recayendo en una concepción mentalística y subjetiva de la socie-
origen social-vocal. Si no fuera así, puede haber, en los hombres y dad que supone espíritus anteriores a ella 7 • Ambos extremos S~on
·en los animales, aspectos del espíritu que no entran en la esfera de 12vitados recurriendo a un proceso 'social en marcha de organismos
la terminología de Mead. En términos actuales, la duda se refiere biológicos interactuantes, proceso dentro del cual, gracias a una inter-
a la prioridad genética de los signos-situaciones (símbolos ajenos nalización de la conversación de gestos (en la forma de gestos
. al lengut]'e) y símbolos-situaciones (símbolos del lenguaje). El vocales), surgen el espíritu y las personas. Y se evita un tercer
problema gira príru::ipalmente en torno a la denotación de las extremo del individualismo biológico por medio del reconocimiento
palabras "espíritu" y "símbolo", puesto que en algunas partes Mead de la naturaleza social del proceso biológico subyacente, del cual
admite los hechos de la reintegración que subraya Hollíngworth surgén los espíritus.
y los hechos de la reacción demorada que acentúa Hunter, pero, a El acto individual es visto dentro del acto social; la psicología
diferencia de estos hombres, siente que tales procesos no son clasi- y la sociología quedan unidas sobre una base social; la psicología
ficables como "símbolo significante" o "espíritu". Mead admite social se funda en un conductismo social. Mead trató de resolver,
que el organismo individual debe tener ciertos prerrequisitos fisio- €n esos términos, un gran problema planteado por las concepciones
lógicos para desarrollar símbolos de lenguaje; los que quieren uti- evolucionistas: el problema de cómo franquear la brecha existente
lizar el espíritu y el símbolo en un sentido más amplio podrían entre el impulso y la racionalidad, de mostrar cómo ciertos o.rga·
agregar que el individuo no lograría desarrollar símbolos de len- nismos biológicos adquieren la capacidad de tener conciencia de sí
guaje sin estar en condiciones de reaccionar ante signos no lingüís- mismos, de pensamiento, de razonamiento abstracto, de conducta
ticos y no sociales, en los que un acontecimiento lleva, en algún· con fines fijados, de devoción moral; en pocas palabras, el problema
centro orgánico, a la expectativa y reintegración de algún otro acon- de cómo sux;gió el hombre, el animal racional.
tecimiento 5 • Sea de ello lo que fuere, con la aceptación del uso que
Mead hace de los términos "espíritu" y "persona", me parece que
ha demostrado que espíritu y persona se engendran, completamente, . III
en un proceso social, y que es, él quien ·por primera vez aisló el
mecanismo de dicha génesis. Apenas es necesario decir que una con- Aunque no utilizado por Mead, el término "conductismo so-
secución mucho menor habría bastado para servir de hito en la cial" puede servir para caracterizar la relación existente entre b
cienCÍ<! y la filosofía. La obra de Mead señala una primera etapa posición de Mead y la de John B. Watson. Mead consideraba los
en el nacimiento de la psicología social como ciencia, puesto que 'puntos de vista de Watson excesivamente simplificados, ya que ha-
sus ide.as básicas se remontan a los primeros años de este siglo 6 • bían abstraído el segmento del acto del individuo, separándolo del
5 · I. L. Hollingworth, Psychology; W. S. Hunter, The Delayed Reaction in
acto completo, o social. Aunque Watson habla mucho acerca del
Anima[, and Children. También sus artículos en la Psychologica/ Review de lenguaje, la esencia del lenguaje, tal como se encuentra en cierto
1924. Una posición esencialmente afín a la de Mead es desarrollada por John F. tipo de juego social recíproco, le ha escapado por completo, para
Markey en The Symbolic Process and its lntegration in Children. Mead afirmó
que le parecía \lEe la explicación era, sin embargo, excesivamente simplista. La dis- ocultarse debajo de la piel. Y aun allí se oculta en los movimientos
tinción establecida por Mead entre· símbolos significativos y no significativos no
es la mism·. que la anterior entre signo y símbolo, puesto que los dos primeros 7 La crítica a Watson queda aclarada en este volumen. Las breves indicaciones
son ambos sociales. La Sección 23 contiene un atisbo de la distinción que establece .en cuanto a la divergttcia de las opiniones de Mead con respecto a Cooley pueden
Mead y de la naturaleza de la diferencia. ser ampliadas leyendo su artículo "Cooley's Contribution to American Sodolo·
6 Una copia taquigráfica de los cursos de 1912 sobre psicología social de- gical Thóught", American Journal of Socio/ogy, XXXV (1930), págs. 693
muestra que sus idf·as principales se encontraban ya en su forma madura. y siguientes.
3o GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 31
de las cuerdas vocales, o en las reacciones que sustituyen a reaCCIO- doctismo metodológicamente simplificado a los fines de la investi-
nes vocales, y finalmente se pierde por completo en las reacciones gación inicial de laboratorio. El empleo que Mead (y Dewey) hacen
implícitas. En contraste, para Mead el lenguaje es un fenómeno del término "conductismo", para sugerir la aproximación a la ex-
objetivo de interacción dentro de un grupo social, una complicación periencia -.reflexiva y no reflexiva- en términos de conducta, se-
de la situación del gesto, y aun subjetivizado' para constituir el ñala simplemente, con un nombre adecuado, la dirección implícita
fuero interno del espíritu del individuo, sigue siendo social - una en la aproximación evolutiva del pragmatismo, dirección e>Stablecída
forma de desp€rtar en el individuo, por sus propios gestos, las acti- mucho ·antes de que Watson apareciese en el escenario y continuada
tudes y papeles de otros involucrados en una actividad social después de que lo abandonó profesional~ente-.
común. Una tercera diferencia surge del hecho de que Mead, en armo-
Una segunda diferencia reside en el tratamiento de lo privado. nía con el trabajo de Dewey, de 1896, sobre "El Concepto del Arco
Como Kóhler ha hecho observar en su Gestalt Psychology *, la Reflejo en Psicología", sub:r;aya la correlativídad de estímulo y reac-
posición dt W atson consiste esencialmente en la preferencia por ción. Los aspectos del mundo se convierten en partes <ie1 ambiente
una epistemología; tal preferencia afirma, virtualmente, que lo pri- psicológico, se hac~n estímulos, sólo en el grado en que efectúan
vado no puede caer dentro del dominio de la ciencia, aun cuando la posterior libriacíón de un impulso en marcha 8 • De tal modo, la
se supiese que existe; de ahí que debamos escribir con el animal sensibilidad y actividad del organismo determinan su ambiente ef~~
humano frente a nosotros. Describir lo que de tal modo resulta obser- tan genuinamente como el ambiente físico afecta la sensibilidad
vable, es correcto, pero, como animales humanos, en realidad obser- de la forma. El puntÓ de vista resultante hace más justicia a los
vamos aspectos de nosotros mismos en nuestras actitudes, nuestras aspectos dinámicos y agresivos de la conducta que el w.atsonismo,
imágenes, nue'stros pensamientos, nuestras emociones, aspectos que no que da la impresión de considerar el organismo como una mario-
observamos tan completamente en otros; y ese hecho es comuni- neta cuyos hilos son manejados por el medio físico. Así, en el caso
cable. del pensamiento reflexivo, que Watson trata en el mismo plano
El watsonismo dió la impresión de desechar los contenidos que el condicionamiento de la rata, Mead está ~n condiciones de
mismos que una psicología madura debe explicar. Mead tenía aguda proporeionar un penetrante análisis '<le tal reflexión en términos del
conciencia de esta situación, pero, claramente, creía que su propia antocondicionamienro del organismo a futuros estímulos, en virtud
versión del conductismo era adecuada para la tarea. No incluiría de que puede indicarse a sí mismo, f¡or medio de símbolos, las
sirrlplemente los aspectos sociales descuidados del acto, sino tam- consecuencias de ciertos tipos de reacciones a tales esdmulo8. Est~
bién los aspectos internos del acto, abiertos principal, pero no ex- descripción logra explicar la conducta de Watson . al ·condicionar
clusivamente, a la observación del individuo actuante. El espíritu la rata, y no solamente la conducta resultante de ·ta rata condicio~
no se reduciría a la conducta no mental, sino que sería visto como nada.
un tipo de comportamiento genéticamente emergente de tipos no Finalmente, una diferencia báska se refleja e-n la ·circunstancia
mentales. En consecuencia, el conductismo significaba para Mead de que el watsonismo ha parecido a muchos, no sólo que negaba la
no la negación de lo privado ni el descuido de la conciencia, sino experiencia privada, sino que vaciaba a la "experienda" misma· de
la aproximación a toda la experiencia en términos de conducta. todo significado no poseído por la "reacción". A,lgunos de los con-
Algunos pensarán que este empleo más amplio del término es des- ductistas extremistas han identificado francamente "Yo veo x" con
aconsejable, que el término es de Watson. Empero, la utilización "mis músculü&'Oculares se han contraído"; y con la misma franqueza
actual incluye todo lo que puede ser observado y cuantificado por han admitido que esta identificación conduce a una Jorma conduc-
el conductista radical, y, donde se presente alguna confusión, el tista de solipsismo. Tal situación representa, simplemente, la apari-
conductismo, en ese sentido, podrá distinguirse del watsonismo. ción en la psicología y la lógica, del escándalo que desde hace mucho
Quizás el juicio del tiempo considerará al watsonismo como un con-
S Para un desarrollo de esta posición, que tanto debe a Mead, véase Th~ Na-
*Hay traducción castellana de e3te libro: Psicología de la forma, Bs. Aires, ture .of lntelligence de L. L. Tburstone. El conductismo de Mead asimila gran
Argonauta, 1948, [T.]. parte de psicoanálisis, psicología de la Gestalt y psicología exiatendal.
32 GEORGE H. MEAD ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 33
tiempo hostiga al pensamiento científico: por un la~o, 1~ ciencia, se :son funciones de impulsos que buscan expresión. Esta opinión no
ha enorgullecido de ser empíri-:a, de someter sus mas sutiles teonas hace que la experiencia sea mental ni individual. Porque la expe-
a la prueba de la observación; por el otro lado, ha tendido a aceptar riencia tiene una dimensión social; porque la persona o el organismo
la metafísica, que considera subjetivos y mentales los datos de la se da en un campo, con otros - por eso Mead tiene derecho, empí-
observación y que niega que los objetos estudiados tengan las carac- ricamente, a comenzar con el acto social y a fundar su psicología
terísticas que parecen tener cuando se los estudia. El pragmático soéíal en el conductismo social. La con-cepción del conductísmo así
del tipo de Mead no puede aceptar el intento del realismo crítico de resultante, más rica y más adecuada, hace que la exposición de Mead
hacerle digerir esta situación. Dicho pragmático sostíene que el mun- resulte de importancia central para el desarrollo de la psicología, al
do, tal como es concebido por la ciencia, se encuentra dentro del tiempo que presenta por primera vez un conductismo que puede
mundo más amplio y más ríco de lo que es experimentado; en pretender ser apropiado para los problemas de la filosofía 10 •
lugar de ser el mundo "real" en términos del cual se puede. des?re-
dar al mundo tal como es experimentado, el mundo de la nenc1a es
algo cuyo ort§en debe ser buscado en tér~in.?s experiencía.les .. Así, IV
Mead sostenía que la cosa física, aunque pnnClpal para la nene1a, es
experíencialmente un derivado de l~s ob~etos sociale~, es dec,ir, _se La transformación del individuo biológico en organismo o per-
;;;ncuentra en el orden de la, experiencia soc¡almente denvada. Segun sona con espíritu, se lleva a cabo, en la exposición de Mead, por
;;;1 punto de vista de Mead, el mundo de la ciencia se compone de lo medio de la intervención del lenguaje, en tanto que el lenguaje, a su
que es wmún y cierto para varios observadores: el mundo de la ex- vez, presupone la existencia de cierta especie de sociedad y ciertas
periencia común o social, tal como es simbólícament: formulado: ~a capacidades fisiológicas en los organismos individuales.
sugestión de Mead para la solución del enigma cons1ste en una msls- La sociedad mínima debe estar compuesta de individuos bioló-
tencia acerca de que el dato básico para la observación es un mundo gicos que participan en un acto social y que emplean los unos las
. en que otras personas y objetos tienen la misma accesibilidad directa primeras etapas de las acciones de los otros como gestos, es decir,
(aunque pueda variar lo wmpleto de la accesibilidad) que el obser- wmo guías para la completacíón del acto. En la "conversación de
vador tiene ·de sí. El mundo experimentado es concebido por Mead gestos" de la riña de perros, cada perro determina su conducta en
como un reino de acontecimientos naturales, emergentes gracias a la términos de lo que el otro can comienza a hacer; y lo mismo rige
sensibilidad de los organismos, acontecimientos que son tan poco para el pugilista, el esgrimista y el pollo que corre hacía la gallína
propiedad del organismo, como de las cosas ob~er:vadas. ~il.osófica­ al primer cloqueo de ésta. Semejante acción es un tipo de comuni-
mente, se trata aquí de una posición de relatJvlsmo objetivo: las cación; en un sentido, los gestos son símbolos, puesto que indican,
cualidades del objeto pueden ser todavía relativas a un orgamsmo significan y provocan acciones adecuadas a las etapas ulteriores del
condicionante. Cierta parte del mundo, tal como es experimentado, acto del cual son los primeros fragmentos, y, secundariamente, ade-
~s privada; pero una porción es social o común, y la cíenda la. formu- cuadas a los objetos involucrados en tales actos 11 • En el mismo
la. Experiencia privada y experiencia común son conceptos polares;
lO Es posible que Mead no utilice al máximo su conductismo cuando no se
lo privado sólo puede ser definido en comparación con lo que es muestra más definido en cuanto al locus de lo privado. Para una posible amplia-
<:omún. ' ción, véase los Apartados 62 Y. óí\ de mi Six Theories of Mind. En ocasíCIIles
No es posible estudiar aquí las inferencias que este concepto de la Mead se conforma demasiado con considerar al conductismo, metodológicamente,
nada más que como una técnica de "control". Véase la Sección 6 de este volumen.
experiencia social ofrece para la epistemología y la ~ilosofía de la 11 Con frecuencia, Mead parece descuidar la referencia a un objeto no social,

ciencia 9. Se lo menciona para mostrar que el conductlsmo de Mead como en la Sección 11. Pare-cería que la referencia es siempre a una etapa posterior
del acto. En apariencia, la posición es que originariamente es así. y sólo secunda-
no reduce el mundo experimentado a movimientos de nervios Y riamente se hace referencia a las cosas hasta el punto en que se ven complicadas
músculos, aun cuando insista en que los caracteres de este ~undo "n el proceso social y adquieren significación por mediación de éste. En la Sec-
ción 7 habla de- la referencia en relación "con uno u otro objeto dentro del campo
del comportamiento social". Esta interpretación guarda armonía con su opinión
9 Es claro que esta concepción ataca las base~ individualistas de la epistemo· de que los objetos físicos están aislados, dentro de un proceso social, de los objetos
logía tradicionalmente concebida. Véase The Phdosophy of the Act, Parte I. sociales. Hace comprensibles los varios pasJjes confusos en que la significación es
34 GEORGE H. MEAD ESPfRITU, PERSONA. Y SOCIEDAD 35
sentido puede decirse que los gestos tienen significados, a saber, gado .a la etapa de genuino lenguaje, en lugar de comunicación in~
significan las etapas posteriores del acto que se efectúa y, secunda- consctent~; se puede ahora decir que usa símbolos, y no meramente
riamente, los objetos involucrados: el puño cerrado significa el que reacciOne ante signos: ha adquirido un espíritu.
golpe, Ia mano extendida significa el objeto que se trata de t9nur. Al buscar gestos capaces de convertirse en símbolos significantes,
Tales significados no son subjetivos, ni privados, ni mentales, sino y, de tal modo, capaces de transformar al individuo biológico en un
que están objetivamente presentes en la situación social. organismo con e~pí~it~, Mea~ descubre el gesto vocal. Ningún otro
Ello no obstante, este tipo de comunicación no es lenguaje pro- gesto afecta al mdtvtduo rntsrno tan similarmente cómo afecta
piamente dicho; los significados no están todavía "en el espíritu"; otros. Nos oímos hablar corno nos oyen otros, pero no vernos rrues~
Ios individuos biológicos no son aún personas conscientemente co- tras expresiones faciales, ni, normalmente, vigilarnos nuestras accio-
municantes. Para que estos res¡Jtados se den, los símbolos o gestos nes .. Para Me~d, el gesto vocal es la verdadera fuente del lenguaje
tienen que convertirse en símbolos o gestos significantes. El indi- proptamente dtcho y de todas las formas derivativas del simbolismo
viduo tiene que saber qué está haciendo; él mismo, y no simplemente y, así, del espíritu. '
los que reaccionan a él, debe ser capaz de interpretar la significación
El espíritu es la presencia de símbolos significantes en la conducta.
de su propio gesto. En sentido conductista, esto sería como decir Es la ~ub~etivización, d~ntro del individ_uo, del proceso social de
que el individuo biológico debe poder despertar en sí la reacción
comuntcactón .en que surge el significado. Es la capacidad para indi-
que su gesto provoca en el otro, y luego utilizar dicha reacción del
carse a u~o .m1srno la reacción (y objetos involucrados) que el gestO'
otro para el control de su propia conducta posterior. Tales gestos de uno mdtca a otros, y la capacidad de fiscalizar la reacción en
son símbolos significantes. Gracias a su empleo, el individuo "adop-
eso~ té~minos .. El gesto significante, él mismo parte de ·un proceso
ta el papel del otro" para la regulación de su propia conducta.
socta~, 1~t~rnahza y pone :1 disposición de los individuos biológicos
El hombre es esencialmente el animal adoptador de papeles. La pro-
1~. stgntftcados que han. su~~ido en las primeras etapas, no sig-
vocación de la misma reacción en la persona y en el otro proporciona ntftcarttes, de la cornumcae1on de gestos. En ·lugar de comen-
el contenido común necesario para la comunidad del significado. zar· ~on los espíritus individuales y llegar hasta la sociedad, Mead
Corno ejemplo de símbolo significante, Mead emplea la ten-
empteza con un proceso social objetivo y trabaja hada adentro, me-
dencia a gritar: "¡Fuego!" cuando se ve humo en un teatro ates-
diante la internalización del proceso de comunicación social en el indi-
tado. La emisión inmediata del sonido sería simplemente parte del
acto iniciado, y, en el mejor de los casos, un símbolo no signifi- viduo, por vías del gesto vocal. El individuo, entonces, se ha incor-
cante. Pero cuando la tendencia a gritar "¡Fuego!" afecta al indi- porado. el acto social. El espíritu sigue siendo social; incluso en el
viduo corno afecta a los otros, y es controlada en términos de tales fuero mterno así de.,anollado, el pénsarniento continúa gracias
efectos, entonces el gesto vocal se ha convertido en un símbolo a q~e u~o asume los pa~les de otros y regula su comportamiento
significante; el individuo tiene conciencia 12 de lo que hace; ha lle- en termmos de tal asunctón de papeles. Puesto que la aislación de
la cosa física depende para Mead de la capacidad para adoptar ·el
identificada en ocasiones con la reacción del segundo individuo al gesto del prime- papel del otro, y puesto que el pensamiento en cuanto a tales objetos
ro, en otras etapas posteriores del acto del cual el gesto forma parte.~ Y en otras,
por fin, con objetos referidos. Una afirmación de 1924, en el sentido de que la supone adoptar sus papeles, incluso la reflexión del hombre de
significación "es la presencia de la reacción del otro tn el animal que da el símbolo",
debe ser calificada reconociendo que, en la exposición de Mead, el "otro" puede ciencia acerca de la ~aturaleza física es un proceso social, aunque
llegar a ser, con el tiempo, el objeto físico. "El mecanismo de poner contenido en los objetos en que se piensa no sean ya sociales u.
el objeto es el del simbolismo; las cosas que representan una etapa posterior del
acto operan en la primera etapa; el acto definitivo de clavar un clavo es para nos-
otros la significación del martillo. Las significaciones de las cosas son resultantes ~es ?istincion~s ~~aplicables al término "espíritu". Espíritu, en cuanto p~esenda
que controlan el acto actual, fines del acto presentes en el proceso en marcha" e. B1mbolos stgntftcaates, no es idéntico a experiencia en general ni a experiencia
(1927). pnvada.
12 Este empleo de la conciencia debe ser distinguido de lo que denota el campo el13 Las cosas fís'teas son ob Jetos
· ·
myo¡ucrados en el acto social, objetos cuyos
de la ("experiencia") dada, y del tercer uso, que lo hace sinónimo de privado en \,P
3 es podemos adoptar pero que no XJieden, a su vez, adoptar nuestros papeles
t e~se A ppartado 23; tambié.n, The Philosophy of the Present, Ensayo Suplemen~
11
cuanto distinto de la experiencia social. En el uso actual. "Somos conscientes cuando
lo que vamos a hacer controla lo que estamos haciendo" (1924). ·Las mismas ano , arte II; The Phtlosophy of the Act, Parte II.
ESPÍRITU, PERSONA Y· SOCIEDAD 37
36 GEORGE H. MEAD
para ser un objeto para sí mismo. El mecanismo mediante el cual
No todos los animales que se comunican en el plano de la con- esto es posible desde un punto de vista conductísta, es descubierto
versación de gestos llegan al nivel del símbolo significante. En ver- en la adopción de papeles involucrada en el símbolo del lenguaje.
dad, Mead cree, claramente, que ningún animal, salvo el hombre, En el grado en que uno puede adoptar el papel de otro, puede, por
ha efectuado la transición de impulso a racionalidad, aunque, así decirlo, mirarse a sí mismo (reaccionar ante sí) desde esa pers-
por lo general, agrega a esta afirmación la limitación de que no pectiva, y de tal modo convertirse en un objeto para sí propio. Y así,
se dispone de pruebas que sugieran lo contrarío. Aparentemente, una vez más, sólo en el proceso social pueden surgir las personas, en
adopta la posición de que sólo el organismo h~m~~o tiene la co~s­ cuanto que distintas de organismos biológicos -personas en calidad
trucción neurológica necesaria para el símbolo s1gmftcante. Las aftr- de ser~s que se han hecho conscientes de sí.
maciones neurológícas de Mead son hechas, con frecuencia, en Lo social no es tampoco simplemente el proceso de adquirir con-
términos congeniales con las formas más antiguas y estáticas de con- ciencia de la propia persona; la persona de la que uno cobra concien-
ductismo en términos de cantidad -de células nerviosas, de posibles cia de ese modo, es social en forma, aunque no siempre en contenido.
combinaciones de células, de ruptura y reasociación de elementos de Mead acentúa dos etapas en el desarrollo de la persona: las etapas del
antiguas asociaciones antes que en términos de las concepciones análo- juego y el deporte. En el juego, el niño adopta, simplemente, un
gas m,ás dinámicas que se puede encontrar en C~íld, Las~ley, Kéihler Y papel tras otro de personas y animales que de un modo u otro han
Pavlov. Sin embargo, sus puntos básicos son mdepend1entes de estos entrado en su vida. Ahí se ve, escrito claramente, por decirlo así, la
cambios de las categorías biológicas. Al analizar las condiciones neu- adopción de actitudes de otros mediante la autoestimulación del
rológicas del símbolo significante, subraya, por una parte, la im- . gesto vocal, en tanto que en la vida posterior tales actitudes apare-
portancia de la corteza cerebral, y, por la otra, lo que él llam~ la cen más abr~víadas y son más difíciles de descubrir. En el deporte,
dimensión temporal del sistema nervioso humano -la capae1dad empero, uno se ha convertido, digámoslo así, en todos los otros
para que un acto que se desarrolla lentamente sea controlado en su involucrados en la actividad común -tiene que tener dentro de su
desarrollo por los actos que él mismo inicia. Entiendo que todo con- persona toda la actividad organizada, a fin de representar exitosa-
trol "por el futuro" descansa sobre la posibilidad de semejante con- mente su propio papel. Aquí la persona no ha adoptado simple-
ducta. Presumiblemente, son la corteza cerebral humana (cuyo 1ugar mente el papel de un otro específico, sino el de cualquier otro que
en los más altos reflejos ha sido puesto en claro abundantemente por partícipe en la actividad común; ha generaJízado la actitud de adop-
los reflexólogos) y la dimensión temporal del sistema nervioso (que ción de papeles. Según uno de los más felices términos y uno de
permite la físc\lízación del gesto en términos de las consecuencias de ·los más fértiles conceptos de Mead, ha adoptado la actitud o el
efectuarlo) las que permiten sólo al animal humano pasar del plano papel clel "otro generalizado" 14 •
de la conversación de gestos al del símbolo del lenguaje significante, Ahora bien, todas las actitudes de otros, organizadas e incorpo-
y la ausencia de ellas es lo que impide a los pájaros parlantes hablar radas a la persona de uno -por específicas o generalizadas que pue-
realmente. Estas dos características, unidas al lugar que ocupa la dan ser-, constituyen el "mí". Si esto fuese todo lo que hay en la
mano humana en la aíslacíón del objeto físico, son, supuestamente, persona, la explicación sería extrema y uniLlteral, no dejaría lugar
las bases orgánicas. que determinan las diferenciaciones biológicas para la actividad creativa y reconstructiva; la persona no reflejaría
entre el hombre y los animales. la estructura social, sino que no sería otra cosa que reflejo. La
14 _ En el énfa~is que pc;me ~n Jos conceptos de adopción de papeles y del otro
V gene~rahzado, ¡Jodna muy btm. ser que Mead hubiese sido influido por la escuela
asoClacwmsta _mglesa_ Tambten en é~t~. el problema era descubrir los medios por
La misma mediación del lenguaje es la que, en esta teoría, hace los :ua!es el mdtv.tduo adopta la postcwn del grupo, juzga sus propios impulsos,
sancwna sus propws llltereses en términos de bienestar social y hasta llega a con-
posible la apuíción de la persona. .En. ~erdad, la person.a, el espír.itu, vcrllr la dtcha de otros en objeto de sus propios deseos_ Hume buscó el mecanismo
"la conciencia de" y el símbolo s1gmftcante son, en Clerto sent1do, en la simpatía, Adam Smith lo elaboró en la idea de los ~~ntímimtos mor;\les, en
tanto que Mili y. Bain busc,1ban el mconismo en la doctrina de la asociación de
precipitados juntos. Mead encuentra que la caract~rístíca distin,t~va td~as.

de la personalidad reside en la capacidad del orgamsmo con espmtu


38 GEORGE H. MEAD ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 39
persona completa, empero, es concebida por Mead como, al mismo proceso social de comunicación, el individuo adquiere el meca-
tiempo, un "yo" y un "mí". El "yo" es el principio de la acción del pensa1niento reflexivo (la capacidad para dirigir su acción
y el impulso; y, con su acción, cambia la estructura social. Como en términos de consecuencias previstas para vías de aaión alternati-
dice Mead de las opiniones de Dewey: "El individuo no es un vas); adquiere la capacidad de hao:r de sí mismo un objeto para sí
esclavo de la sociedad. Constituye la sociedad tan legítimamente y de vivir en un mundo moral y científico común; se torna en un
como la sociedad constituye al individuo". Por cierto que cada m()ral, con fines impulsivos transformados en la procura
acción del individuo, ya sea en los planos de comunicación no lin~ consciente de fines en vista.
güística o Hngüística, cambia la estructura social en cierto grado, leve~ Debido al surgimiento de sernejante individuo, la sociedad es
mente en general, en gran medida en el caso del genio y el dirigente. transformada a su vez. Recibe, por mediación de la persona social
No sólo la persona, en cuanto ser social, es desarrollada sobre reflexiva, la organización distintiva de la sociedad humana; en lu-
la base del organismo biológico, sino que la sociedad misma, como gar de representar su papel social por medio de la diferenciación
conjunto orgánico de un orden complejo, no puede ser puesta en psicológica (como en el caso del insecto) , o por medio de la simple
oposición con sus componentes distinguibles y reconocibles: indi~ influencia de los gestos sobre otros, el índivíduo humano regula
viduos biológicos en los planos sociales más simples, personas en el su participación en el acto social teniendo dentro de sí los papeles
plano superior. Este punto es digno de ser establecido, puesto que de otros involucrados en la actividad sociaL Al lograr un nuevo
algunos lectores han adquirido la impresión de que el pragmatismo p!'incípio de organización social, la sociedad ha conquistado una
ha perdido al individuo en la sociedad. Puede que ciertas frases de nueva técnica de control, puesto que ahora se ha implantado a' sí
Mead sugieran tal cosa en ocasiones, pero el reconocimiento del misma dentro de sus partes componentes, y asi regula, hasta
individuo biológico (el "yo" en contraposición al "mí") , Y el donde ello es hecho exitosamente, la conducta del individuo en tér-
hecho de que si bien las personas presuponen un proceso social pre- minos del efecto que la acción que se propone realizar tiene sobre
vio, hacen posible, a su vez, la organización de una sociedad d~s­ otros. Y, finalmente, en el proceso, la sociedad ha proporcionado una
tintivamente humana, deberían acallar todas las dudas. Cualqu1er técnica para su propia transformación. Racionalmente, no puede de-
otra interpretación es incompatible con el acento que el i~strumenta- sear otra cosa que entregar a cada uno de sus miembros, por interme-
. lismo y la teoría ética de Mead ponen sobre el pensamumto como dio del "mí", el marco social dentro del cual se efectuará la conducta
actividad reconstructora, y sobre el pensador individual como -para v hacer a cada uno responsable de los valores sociales afectados por tal
emplear la frase de Dewey- "centro reconstructor de la socie- acc10n. Bajo la pena de estancamiento, la sociedad no puede sino
dad" 15. mostrarse agradecida por los cambios que el acto moral del "yo"
Por medio de un proceso social, pues, el individuo biológico con creador introduce en el escenario social.
adecuada materia orgánica obtiene un espíritu y UJ?.a persona. Por
medio de la sociedad el animal impulsivo se convierte en un animal
racional, un hombre 1 6 • En virtud de la internalización o importación VI

15 Me parece que los artículos de T. V. Smith, simp~ticos pero crlticos, ]jste no es lugar adecuado para ocuparse de la multiplicidad de
olvidan el lugar que el individuo biológico .~cupa en. la teona. de la persona de ideas que Mead entreteje en su esquema general; ni de las consecuen-
Mead. Dzbido a tales artículos, no me parec10 necesano tratar ciertos .~spectos. del
pensamiento de Mead: "The Social Philosophy of George Herbert ~ead • Amerrcan cias para la educación, la psicopatología y la lingüística; ni de la for~
Journa( of Socio/ogy, XXXVII (1931). págs. 368;385;. Georgr Herbert ma en que su filosofía ensambla en su psicología social. Pero, como
Mead and the Philosophy of Philantropy", Social S~rvtce Revtew, VI (193 2~.'
págs. 37-54; "The Religíous Bearings of a Secular Mmd:, George ~!rbert Me,ad • ilustración de la fertilidad de sus ideas básicas, no puedo dejar de
Journal of Re/iqion, XII (1932), págs.. 200-213. yease. tamb1en rl art1culo mencionar dos puntos relacionados: la teoría de los universales y el
"George Herbert Mead" en la Encyclopaed1a of the So~ta! S~.~ences,, X, ,Pigs. 241;
24 2; Van Meter Ames, "George H. Mead, An Apprectatlon , U mvemty of Ch•- concepto del otro generalizado. La cuestión no es aquí estrechamente
cago Magazine, XXIII (1930-31), pág. 370. , . · .
16 El problema espíritu-cuerpo o cuerpo-espmtu 1!S naturalment-e n:pltcado planos superiores, así subsiste el individuo biológico, aun cuando se haya organizado
en términos del contraste entre el individuo biológico y la persona. Asl co.mo los en una persona. La psícologi.r ancmn-al revda mucho de lo relacionado con el fracaso
primeros niveles del proceso social subsisten después de que se han obtentdo los para integrar ade.cuadammte esas fases básicas de la personalidad.
40 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 41
filosófica, sino que se refiere a la posibilidad de hacer justicia, desde que es el gesto puede ser considerado como el universal bajo el cual
un punto de vista pragmático, empírico y relativista, a los factores caen o en el cual participan como particulares los objetos estímulos;
de estructura, estabilidad y universalidad. Las ciencias matemáticas en tanto que la universalidad de los objetos es el carácter que poseen
y físicas han dado prominencia a dichos factores, en tanto que las en común de servir de estímulos para el acto. Al hacer que la uni-
ciencias biológicas y sociales posdarwinianas han concedido eminen- versalidad sea relativa al acto, se la pone dentro de la esfera de
cia a las categorías de cambio y progreso. Sería una señal. de imper- una ciencia y filosofía empíricas. Lo único que se niega en este
fección del empirismo moderno el que no hiciese más que volver tratamiento es la necesidad de hipostasiar tales universales, y de
a yuxtaponer una filosofía del Devenir junto a las filosofías d~l Ser, plantear, así, la antítesis de 6er y Devenir, que ha demostrado ser
imitando el impasse que frenó al pensamiento griego. fatal desde Platón hasta Whitehead.
Con frecuencia se áfirma que el pragmatista debe ser un nomina- Un segundo elemento en el tratamiento de la universalidad es
lista y que no puede hacer justicia al hecho de la universalidad. En el factor social. El otro generalizado, en términos de la explicación
realidad, el pragmatista es el que más cerca está, en este punto, del que acabamos de ofrecer, puede ser considerado como la universali-
conceptualismo medieval. El nominalismo surge sólo cuando el sím- zación del proceso de adopción de papeles: el otro generalizado es
bolo es un simple particular, representante indiferente de una can- cualquiera y todos los otros que hacen la función de particulares, o
tidad de otros particulares. En rigor, empero, el símbolo signifi- que podrían hacerla, en comparación con la actitud de adopción de
cante, como gesto, no es arbitrario, sino que es siempre una fase de papeles del proceso cooperativo que se desarrolla. Contemplado desde
un acto, y de tal modo participa de cualquier universalidad que el el punto de vista del acto, el otro generalizado es el acto de adopción
acto posea. Como lo vió Charles Peirce - y Ockham mucho antes--, de papeles en su universalidad.
la universalidad está estrechamente vinculada con el hábito. Un acto En el grado en que lo que el individuo hace o dice es entendible,
es universal porque muchos objetos o aspectos de objetos pueden aceptable, o cierto para cualesquiera otros individuos involucra-
servir como estímulos adecuados: cualquier objeto que clave un clavo dos en una actividad común (y sin actividad común no habría
es un martillo; cualquier objeto en que uno pueda sentarse es un comunidad de ,significación), en ese grado lo que es hecho o dicho
asiento. Ahora bien, las palabras "martillo" y "asiento", como tiene un nuevo tipo de universalidad: universalidad social. Tal uni-
universales, son segmentos de las actitudes involucradas, y no par- versalidad es, en un sentido del término, un sinónimo de objetividad.
ticulares aislados; las repeticiones individuales de palabras, como Para el positivista es el más importante tipo de objetividad -algu-
un acto específico de martillear o sentarse, son ejemplos (réplicas, nos dirían que el único tipo posible. El individuo trasciende de lo
según los términos de Peirce) de la universalidad de la actitud. La que se da a él sólo cuando, por medio de la comunicación, descubre
idea o el concepto, como universales, residen en la actitud. Los con- que su experiencia es compartida por otros, es decir, que su expe-
ceptos denotan cualesquiera objetos que llenen las exigencias del acto, riencia y las experiencias de los otros se agrupan bajo el mismo uni-
es decir, cualquier objeto que tenga las características adecuadas para versal (en el primer sentido de este término). Donde los particulares
servir como estímulo para el acto a realizarse. De tal modo, la uni- o los ejemplos de este universal se agrupan dent~o de distintas pers-
versalidad no es una entidad, sino una relación funcional de simbo- . pectivas experienciales, la universalidad ha tomado dimensiones so-
lización entre una serie de gestos y una serie de objetos cuyos miem- ciales. El individuo, por decirlo así, se ha salido de su limitado
bros individuales son "ejemplos" del universal. mundo, adoptando los papeles de otros, recibiendo la seguridad,
Esta posición, elaborada un tanto más allá de las breves refe- por medio de la comunicación empíricamente fundada y probada, de
rencias de Mead, es, esencialmente, un relativismo objetivo en rela- que en todos esos casos el mundo presenta el mismo aspecto. Cuando
ción con los universales. Así como los objetos tienen para Mead tal cosa se consigue, la experiencia es social, común, compartida;
colores y valores en ciertas situaciones que involucran organismos, sólo en .comparación con ese mundo común puede el individuo dis-
así los objetos tienen el carácter de universalidad en relación con tinguir su propia experiencia privada.
un acto capaz de ser promovido por varios oh jetos o aspectos En su aspecto 'TIÍnimo, la ciencia es el registro, en forma verba.,.
de objetos. En semejante situación, el acto o segmento del acto lizada, de los aspectos más universales de semejante mundo común.
44 GEORGE H. MEAD
ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 45
los impulsos tiene carácter o valor estético. Por medio de un objeto
de tal carácter, uno goza "la recuperación del sentido del resultado cisa de formular la ruptura de las alternativas de egoísmo y altruís-
total a partir de lo parcial", "saboreando el fin que está moldean- mo, de afirmación de sí mismo y abnegación, de lo que generalmente
do" 21 • El artista juega con actitudes, despertando en sí. gracias permite el bagaje psicológico de los éticos.
al empleo de ese medio, los aspectos emocionales de una acti- Dicho en términos éticos, Mead insiste en que, en el acto moral,
tud que su trabajo, en distintos grados, comunica a otros provo- el motivo para la acción es el impulso mismo, en cuanto dirigido
cando en ellos esa actitud. En el grado e.n que esto se logra, la hacia un fin social. Una persona social tiene impulsos sociales que
exaltación estética es la fusión del "yo" y el "mí", hecha posible por exigen expresión, y tan imperativamente como -cualquier otro im-
el oh jeto. Mead creía, sin 'elaborar sus opiniones en detalle, que su pulso. Para Mead, los fines morales son fines sociales: en primer
versión de la psicología ,conductista proporciona un.:i fructífera base lugar, porque la única norma para impulsos que los impulsos hacen
para la teoría estética. posible reside en la respuesta acerca de si el impulso en cuestión se
El valor estético, por así decirlo, es un presente consumatorio alimenta o muere de su propia satisfacción, y de si expande y armo-
ofrecido a la persona por la naturaleza o por el artista; la tarea de niza o limita y derrota a otros impulsos; y, segundo, porque la
la vida moral consiste en crear, por medio del· esfuerzo reflexivo, persona, como ser social, debe preocuparse, por dentro y por fuera,
una similar integración de impulsos en et plano de las personas in- por una armonía social de los impulsos.
teractuantes 22 • De esto se sigue que la tarea moral es la observancia de todos
· En sus lineamientos esenciales, la teoría ética de Mead es la mis- los valores residentes en las situaciones particulares de la vida 23 , y el
ma que la de Oewey, pero el ángulo de enfoque, a través de la psico- trato reflexivo con tales valores, en un esfuerzo para permitir el
logía social de la persona, confiere a la concepción un nuevo relieve. máximo de satisfacción y expansión -el máximo de armonía diná-
Siendo social, no existe problema psicológico en cuanto a cómo mica- a los impulsos en, cuestión. La acción moral es acción inte-
puede la persona tomar a otros en cuenta. en su actividad reflexiva, ligente, socialmente dirigida, en la que uno actúa teniendo en cuenta
así como no existe' el problema de superar el hedonismo en una opi- ~l interés de otros tanto como el propio. No hay un llam;ido de los
nión que toma como su unidad básica un acto dirigido sobre objetos. intereses a la razón, sino un llamado de los intereses aislados al sis-
La persona, tal como está constituída por sus impulsos, busca los • tema de iQ.tereses sociales en que está involucrada la conducta
objetos que permiten la consumación de los impulsos. Como social, de uno. Tal, como yo lo entiendo, es el meollo de la teoría ética
en el grado en que la persona ha incorporado las actitudes de otros de Mead y, por lo tanto, del pragmatismo. El acto correcto, en
en sí misma, mediante el proceso del lenguaje, se ha convertido en relación con la situación, es, sin embargo, objetivo y universal
los otros, y los valores de los otros son los suyos propios; en el porque exige el asentimiento de todos los seres racionales. Lo co-
grado en que la persona adopta el papel del otro generalizado, sus rrecto no es ni un capricho subjetivo ni una esencia situada fuera
valores son los valores del proceso social mismo. Lá huída episte- <le! tiempo; st universalidad es una universalidad social.
mológica del embrollo egocént:rico, mediante la consecución de un Tal punto de vista hace que la vida moral· sea una vida más
ego que incluye los puntos de vista de otros, es análoga en la teoría esforzada y activa. Sostenida por fines sociales y alimentada por
del valor a la consecución de una persona que incluye en sí los va- todos los conocimientos que la ciencia puede proporcionar, la mora-
lores de otros. Esta libre construcción de lo que involucran las lidad exige, empero, la creatividad del "yo", de la persona que es
afirmaciones de Mead demuestra la fertilidad del ángulo de enfoque más que un "mí". Y Mead ve el ideal social en una sociedad de
del campo del valor. Por cierto que proporciona una forma más pr:- tales personas. Esta sociedad no tendría por meta el mero mante-
21 "The Nature of Aesthetic Experience", Inremarional Jo urna( of Erhics,
nimiento y consecución de cualquier serie de valores existentes o
XXXVI (19 26), págs. 3 85. 3 8 7. autoritariamente definidos - a esto Mead lo llama la filosofía au-
22 Una serie de notas de 19 26 expresa la cuestión de esta forma: "El objeto
estético detiene a la vida en un punto. Es como si uno cobrase la póliza de seguro
de vida. El objeto ético es la organización de la vida de modo de alcanzar la más
alta consumación. Paga la prima de su seguro de vida". 2 3 Mead destaca la situación particular, no la vaga noción utilitarista de "socie-
dad en general".
42 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 43
Alcanza a de la perspectiva particular del observador Si el espado lo permitiese, sería interesante ánalizar otros inte­
cuando descubre lo que es común a muchos observadores, e ideal­ rrogantes planteados por la concepción del otro generalizado. ¿Hasta
mente a todos. Mead demuestra, en su penetrante análisis de la psi­ punto, por ejemplo, depende la diferencia entre pla.tonistas y
cología social de la rel�tividad física ( que de ese modo se convierte relativistas del grado en que uno adopte el papel del otro genera­
en un ejemplo de su teoría general de la adopción de papeles) que lizado? La extensión del proceso de adopción de papeles hacia fas
la invariación buscada y presumiblemente encontrada reside en la cosas físicas, ¿puede permitir que uno trascienda a
"'"''"'n'"tVU de una fórmula que sea cierta para el mundo, cualquiera los observadores humanos, hasta el punto de pasar significativamente
que el de observación. "Independencia de experiencia" del positivismo social, que en ocasiones Mead parece considerar como
y "verdad universal" pueden querer decir más que "independiente el límite de la metafísica con sentido 18, a un realismo filosófico? llJ.
de cualquier experiencia particular" y "cierto para todas las obser­ ¡Qué conexión tiene la doctrina de Mead, cuando se la uné al con­
vacíones", pero no pueden querer decir 'menos. cepto de la experiencia social, con la naturaleza de la verdad y el
Existen distintos grados de tal universalidad social. Si bien no conocimiento? ¿Hasta qué punto proporciona el otro generalizadó
está ausente en la moral y la estética, es más amplia en la ciencia, y el equivalente psicológico del concepto histórico de Dios, y del
está en proporción con un grado de formalismo posible. La estruc­ Absoluto de los idealistas, y lo mismo en cuanto al contraste de
tura relacional del mundo revela la más grande universalidad; la Realidad y Apariencia? Aquí sólo es posible plantear estos interro­
matemática y la lógica son simplemente resultados finales de la bús­ gantes, y quizás esta digresión y expansión del pensamiento de Mead
queda de invariación estructural. En cuanto mínimos denomina­ haya sido injusta para ciertos lectores. Se los ha planteado a fin de"
dores comunes del mundo del raciocinio, y por lo tanto de la acción demostrar la potencia de la psicología social de Mead para el enfoque
y del mundo del que se habla, son, digámoslo así, comunes a todos de problemas que el pragmatismo no ha analizado suficientemente
los seres Si bien el propio Mead no amplía sus ocasionales y en los que los críticos han sido más justicieros al descubrir lagunas.
referencias a la lógica, su explicación. ,contiene, en forma implícita,
los gérmenes de una teoría de la lógica y una filosofía de las maté­
.mátkas. VII
Cuando se advierta que la universalidad social es potencialmente
extensible hada el pasado y hacia el futuro, podrá verse que el ángulo Mead, en común con todos los pragmatistas desde James, sus­
de ataque de Mead es compatible con el reconocimiento de que, en tentaba una interesante teoría del valor: que es bueno lo que satis�
relación con los actos cooperativos más generales, existen caracterís­ face un interés o impulso 20• Pero una vez más, la declaración de
ticas del mundo altamente invariantes. Los aspectos emergentes y Mead en este sentido está hecha en términos relativistas objetivos:
temporalistas de la posición pragmática no están de punta con cual­ el vilor es el carácter de un objeto en cuanto a su capacidad de
quier constancia que revele realmente el mundo tal cómo es experi­ satisfacer un interés -no reside ní en el objeto solo ni en un estado
mentado, ni con ningún formalismo que la lógica y las matemáticas emocional del sujeto, Sin embargo, los intereses o los impulsos cho·
logren alcanzar. El pragmatismo sólo quiere evitar cualquier fana­ can, y así surge el problema de la norma de valor y la necesidad
tismo en estas cuestiones. Aconseja cordura en cuanto a los principios de evaluación.
mutuos de s�r 'Y devenir, al señalar qúe la universalidad empírica El objeto estético agrupa los impulsos de tono emocional en un
es un cará�ter de las cosas en comparación con el acto, ya sea indivi­ todo armonioso; el objeto capaz de estimular y agrupar de tal modo
dual o social. Y, como tal. es una cuestión de más o menos, t}O de 18 Vfase especialmente las págs. 117 y 118 de The Philosophy of the Present.
todo o nada 17• 19 Esta cuestión es analizada en mi artículo "Pragmatism and Metaphysics",
Philosophical Review, 1934.
20 En ocasiones Mead habla del valor "como el carácter futuro de un objeto,
. 17 Esta explicación del universal en términos funcionales concede a Mead la en el grado en que determina la acción de uno con respecto a éste". Aquí sólo se
pósición de un Aristóteles posdarwiniano -un Aristóteles liberado. por el creci­ hace referencia a su emp!e-o axíológico. Este volumen puede ser complementado con
miento de la biología misma, de las· imperfecciones del platonismo. Mead fué la lectura del análisis más completo que Mead hace dd valor en The Philosnphy
durante toda su vida un estudioso de Aristóteles. of the Act.
46 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 47
gustiniana de la historia. Pot el contrario, la filosofía de la historia el individuo "se realiza a sí mismo en otros mediante lo que hace
de esa sociedad sería tan experimental como el método experimental como peculiar de él". La sociedad democrática no deja lugar para
mismo. Se preocuparía de la técnica de rehacer valores por medio la superioridad de clase o la posesión o el poder como tal: debe
de la reinterpretación de la situación en términos de los mejores valorar profundamente las superioridades y enorgullecerse de la
conocimientos disponibles, y esa técnica, en apariencia, no podría superioridad que surge de la ejecución de las diversas funciones so~
ser sino la moralídad misma. ciales.
Semejante sociedad de seres morales parecería ser la versión de Lo que rige para los individuos, rige aquí también para las
Mead del ideal democrá_rico. Si bien un universo emergente no naciones. Mead es un internacionalista, puesto que la actitud social
puede garantizar futuro alguno, Mead cree que los órganos e insti- que describe no puede detenerse, teóricamente, ante nada que no
tuciones de la vida humana -lenguaje, religión, el proceso econó- sea la identificación consciente, con la sociedad, del hombre como
mico- extienden, en rigor, el proceso mismo de adopción de papeles y su participación en dicha ·sociedad. Constantemente se refiere a
que ellos involucran. La actitud religiosa, basada en la pauta de la Liga de las Naciones como a un intento de los pueblos para lo-
ayuda mutua en las relaciones familiares 24 , y la actitud económica de grar la sociedad más amplia de la que ellos mismos se sienten
ofrecer a otros algún exceso en cambio de lo que uno mismo nece- pero en la que aún no están en condiciones de ingresar en
sita, son potencialmente universales, y e1 lenguaje puede extenderse términos de Un papel funcional -y, por lo tanto, todavÍa S( ';~n
tan lejos como se extienda la actividad común. En este sentido, la obligados a afirmarse en términos de poder~ Las naciones no han
capacidad para adoptar el papel del otro en mayor grado, por una aprendido aún a adoptar el papel del otro y a participar consciente
cantidad cada vez mayor de gente, parecería avanzar en dirección y moralmente en los más amplios procesos sociales a los que en
del ideal democrático, siempre que las personas se convirtieran en están dedicados. En analogía con el individuo, hs naciones
personas morales 25 • Semejante democracia, como lo ve Mead clara- se encuentran todavía en el plano del individuo biológico; no han
mente, no tiene una indeseable tendencia niveladora, ni concede logrado aún la personalidad moral; su "yo" no actúa todavía en
premios a la mediocridad. Antes bien, es compatible con grandes un escenario preparado por un "mí" internacionaL Así como dentro
diferencias de capacidad y contribución. La legítima inferencia de de cada grupo social se concede una prima a la contribución de la
.Ja democracia es que cada cual debe realizarse a sí mismo por medio persona funcionalmente diferenciada, del mismo modo este inter-
de la participación moral en un proceso cooperativo. Idealmente, nacionalismo no exige la obliteración de las naciones, sino, más .
bien, su autoafirmación en el plano moral de las personas sociales.
24 El caráct<r místico de la experiencia religiosa lo encuentra Mead en la ex- La exposición de Mead hace justicia a los factores de la inicia-
tensión de la~ actitudes sociales hacia el universo en general. Es sorprendente que tiva individual y de la preocupación social. Une orgánicamente,
Mead no sug1era expresamente- en ninguna parte la conexión existente entre las con-
cepciones personalistas d~ Dios y el concepto del otro generalízado. dentro de la nación y entre naciones, los principios del individua.-
2 5 En el sentido no q¡oral del término "social", las guerras, la discordia y la
lismo y del socialismo, la actitud del precursor y la nota de la
desorganización son tan sociales como sus opuestos. El hecho de que Mead no sub-
r~yara la cuestión de que el problema consiste en lograr personas morales, y no fraternidad de los hombres, que, juntas, caracterizan a Ia demo-
s~mplemente personas sociales, da en ocasiones la impresión de confianza nada crí- cracia.
tica tn el futuro desarrollo de la sociedad humana, aunque en otras oportunidades·
se muestre suficientemente sensible a los aspectos socialmente quebrantadores de la ¿Resplandor del alba o. del ocaso? Si el ideal democrático se
conducta (véase especialmente la Sección 3 9). El énfasis que el pragmatista pone dirige hacia su realización, George H. Mead, juntamente con John
sobre la educación es el corolario lógico de su teoría ética: la educación debe pro-
porcionar la técnica por medio de la cual las personas morales -personas inteli- Dewey, habrá sido uno de sus principales voceros filosófi~os, un
g<ntes y socializadas-- se desarrollarán. Los trabajos de Mead sobre educación Wa!t Whitman en el reino del pensamiento; si fuerzas de derecha
subrayan cinco puntos: 1) la importancia de la escuela en lo referente a propor-
cionar signific.aciones comunes, herramientas lingüísticas comunes; 2) el lugar que o de izquierda hacen imposible esa realización, Mead habrá ayu-
oc~pa la ciencia en el programa de estudios; 3) la necesidad de actividades manipu-
la uvas, que respondan al sentido de la realidad en las fases de contacto del ácto • dado a e,scribir su epitafio.
4) la significación del juego, como proporcionador del material para la adopció~ Cualquiera que fuere el destino del ideal democrático, las ideas.
de lo~ papeles de otros, papeles con los cuales se construye la persona; 5) el deber
q1;1e tiene l.a ~scue!a de construir personas morales. Para los títulos de los trabajos. extraordinariamente fértiles de George H. Mead, no sólo han llevado
vease la b1bhografía.
48 GEORGE H. MEAD

a teorías sociales y éticas de interés intrínseco y proporcionado una


matriz para una expansión significativa del pragmatismo en la
forma de "la filosofía del acto", sino que tienen todos los indicios
de poseer en sí el poder de enriquecer los conceptos de las ciencias
sociales, de sugerir nuevas vías de investigación empírica y de abrir
nuevos horizontes para la interpretación filosófica.
PARTE l
CHARLES W. MORRIS. ,
EL PUNTO DE VISTA DEL CONDUCTISMO SOCIAL

l. PSICOL<X:JfA SOCIAL Y CONDUCTISMO

Por lo general. Jª QSÍcolqgía social ha encarado v;:¡rias fases . de


]a experiencia social desde el punto de vista psicológico de la expe-
riencia. individual. ~a forma de enfoque que yo sugiero es la de
!tratar la experienci;:¡ desde el punto de vista de 1;1 sociedad! por
iio mji!nos desde el punto de vista de la comunLcaciéu::t"en cuanto
.J::.sencial para el orden social. La psicología social. en este sentido,
p;resupone un ángÚlo de enfoque de la experiencia tomado desde el
tmnto de vista del individuo, pero se propone determinar, en par-
:l:icular, qué pertenece aesa expel'iencia en ~l'a~,9n de que el. fndividl!o
IHÚsmo pertenese a una estructur~'tsPc.:iaL a un orden social.
No puede trazarse un lími~ demasiado preciso entre la psicolo-
:¡¡;ía social y la psicología individual. La psicología social se inte-
¡¡·.¡~sa especialmente en el efecto que el grupo social produce en la
;:)eterminación de la experiencia y la conducta del miembro índí-
·•¡;·idual. Sí abandonamos la concepción de un alma sustantiva dota-
~:iia, desde el nacimiento, del yo del individuo, podremos entonces
·(Onsid~rar el desarrollo del yo individual. y el de ;u conciencia de
¡¡;¡¡ mismo dentro del campo de su experiencia, como especial interés.
·dd psicólogo. Existen, pues, ciertas fases de la psicología que es-
!:i~m interesadas en estudiar la relación del organismo individual con
,¡•J grupo social al cual pertenece, y estas fases son lo que constituyen
L~ psicología social. como rama de la psicología general. Así, en el
·;::.:~tudio de la experiencia y la conducta de un organismo individual
.;::¡, persona, como dependiente del grupo social a que pertenece, en-
,¡;:.¡;:mtramos una definición del campo de la psicología social.
Si bien los espíritus y las personas son, esencialmente, productos
:~udales, productos o fenómenos del aspecto social de la experiencia
i'ii!:lmana, el mecanismo fisiológico que sirve de base a la experiencia
GEORGE H. ME.AD ESPiRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 51
50
. . -----en verdad, es índispcn- emitidos con la fuerza suficiente para ser oídos ~r· otros, y a me-
. d · a la cuest10n
está muy lejOS e ser ajeno. . u la experiencia y la con-
. · ex1stene1a; porq e nudo sólo involucraban los músculos de la garganta, sin producir
sable- de su genes1S y 1 s fundamentos de la expe- palabras.audibles. Y a eso se reducía el pensamiento. Uno piensa,
d ucta individuales, naturalmente, son o
. 1 Lo procesos Y
m. ecani<mos de esta úl-
~ pero piensa en términos de lenguaje. De tal manera, Watson ex·
ciencia y la copducta so.Cla es. ~ en existencia de espíritus y per- p!ícaba todo el campo de la experiencia interior en términos de
tíma (incluso los escnoales al ongd ly p. rocesos y mecanismos de la
. ' d f' . 1. . amente e os , . conducta extetior. En lugar de llamar subjetiva a tal conducta, la
son as) aepen en 1S10 og1~ . 1 d la misma. La psicolog1a m- consideraba como el campo de la conduéta que sólo era accesib-le
. d 1f · nam1ento soe1a e .
pnmera, y e unc10 . . b tracc:ón de Clertos factores al individuo mismo. Uno podía .observar sus propios movimientos,
. h deCld1damente a s i
dividua!, empero, ace . , . 1 ara ¡:n,ás íntírrumente en su sus propios órganos de articulación, cuando otras personas, nor-
. .• 1 ps1rologta soCta ene
de la sttuaclOn, que a ~ 'lt' mo campo desde un punto
totalidad concreta .. Enfocaremos este u 1 . malmente, no podían observarlos. C~ertos campos eran accesibles
sólo para el individuo, pero la observación no era de una clase
de vista conductista. . . nte representado por .el diferente; la diferencia residía .únicamente en el grado de accesibí·
· · lóg1co carne
El punto de VIsta ps1CO J h B W atson. El conduc- Iidad de otros a ciertas observaciones. U:n.o podía ser instalado en
. d · ontrarse en o n · 1
-- conduct1smo, pue e ene . adecuado que el que emp ea un cuarto, a solas, y observar algo que no podía observar ningún
tismo que utilizaremos nosotros es ~das • an1plío es sencíllamen-
. este sentl o mas ' ' · · otro. Lo que .un hombre observase en el cuarto constituiría su
Watson. Conducttsmo, en d' d. 1 ex-nPriencía del índ1v1duo propia experiencia. Ahora bien, en esta forma ocurre, en la garganta
·
te, una aprox1manon a · · 1 estu 10 e a r-
nN"ial nPI'O no exclus1- ·
. t de su conducta, y es~='-- ' r- . • o .en el cuerpo del individuo, algo que nadie más puede observar.
desde el punto d e V1S a b ble por otros. H1sto- Existen, por supuesto, instrumentos científicos que pueden ser apli-
d 1 mo es o serva
vamente, de su con ~cta ta e~ n la icología por la puerta de la cados a la garganta a al cuerpo para revelar la tendencia al movÍ·
.·ricamente, el conducusn;o entro e b ~ ue era imposible. e~plear miento. Hay algunos movimientos fácilmente observables y otros
• · 1 E esta se descu no q · ·
psicolog1a amma . . n
e.on
• N o se puede recurrir a la mtrospec- que sólo pueden ser descubiertos por el individuo mismo, pero en
. .
lo que se llama mtrospee. 1 . . t d' ar al animal en term1-. los dos casos no existe diferencia cualitativa alguna. Sencillamente,
. 1 · e es pree1so es u 1 •
ción de un amma , smo qu . 't,.ología animal agrego, por se reconoce. que el aparato de observación tiene distintos grados de
nos de con d ucta extenor. · La pnmera . ps . " basta se propuso d escu-
. . . . a la conCleneta, y . D' h éxito. Tal, en pocas palabras, es el punto de vista de la psicologí~
inferenCia, una menctOn parece la conciencta. . 1C a condu~tista de Watson. Pretende observar la conducta tal como
brir el punto de la cond~c~a en qued a de probabilidad, pero no ocurre, y utilizar esa conducta para explicar la experiencia del indi-
. • · • d1stmtos gra os d'
inferenpa tent!l· qmza, . ~ 1 ente Entonces, simplemente po 13 viduo sin introducir la observación de tina experiencia interna, de
podía ser probada expenmenta m • . 1 ciencia No era necesaria una conciencia como tal.
. d lo que bacta a a · ..
ser dejada de 1a o, por . 1 individual. Habtendose Hubo oi~ ataque contra la conciencia: el de William James
para el estudio de la con?ucta ded at~1mt a en relación con 'los ani-
1
d vtsta con uc ts a en su artículo de 1904 titulado Does 'Consciousness', Exist? 2 James
adoptado ese punto e . 1 1 hasta el animal humano. señalaba que si una persona se encuentra en un cuarto, los objetos
. f . era postble pro ongar o .• d 1s
males m enores, d la introspeccton, e a del interior pueden ser contemplados desde dos puntos de vista. El
Q uedaba, sin embargo, el campo e en al individuo_ mismo moblaje, por ejemplo, puede ser considerado desde el punto de vista
. d y que. pertenec
experiencias que son pnva as d b. eti vas. ¿Qué había que d.e la persona que lo compró y lo usó, desde el punto de vista de
~xperiencias comúnn;ente lla;~ asB s;¡atson fué la de la Reina sus valores de color --que se unen a él en el pens¡¡miento de las
hacer con ellas? La actttud ~e ~[[ n. ,;·Cortadles la cabeza!"; tales personas que lo observan-, de su valor estético, de su valor eco·
en Alicia en el País de las Maravt ~· ~. n't 1"' conciencia. Watson nómico, de su valor tradicional, Podemos hablar de todo esto en
· • 1 · magmac10n ..
cosas no existían. No ex1stta a t . . • por medio del empleo
d 1 11 ada mtrospecclOn
explicó el campo e a . am . • b los no eran necesariamente caps. X y XI.l (De esta última obra hay edición castellana: El c-onductismo. Bue-
de símbolos de lenguaje 1, Estos stm o . . nos Aires, Paidós, 1947.)
. to' ~r~mparative Psycholoqq, 2 [Publicado en el Journal of Philosophr¡, Psychológy, and Scientific Method.
· · ¡ tro ductwn """ h · ·
1 [Especialmente en Behavwr,d an. ; al a BehaviorÍÜ, cap. IX; Be ar.nonsm, ReimPteso ~~~ Euaqs in Radical Empiri~m. J
.
cap. X • Psucho/ogq
• from the S tan potn
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 53
GEORGE H. MEAD
52 carnos a. ella desde el puni:o de vista del conductista, siel11pre que
términos de psicología; será puesto en relación con la experiencia no ~onc~bamos demasiado estrechamente dicho punto de vista. Es
del individuo. Un hombre asigna un valor determinado al moblaje, preoso inSiStl~, en que la conducta objetivamente observable en-
y otro le confiere otro valor. Pero los mismos objetos pueden ser cuentra expres10n dentro del individuo, no en e1 sentido de' encon-
considerados como partes físicas de una habitación física. James trarse en otro mundo, un mundo subjetivo, sino en el sentido de
insistía en que los dos casos difieren solamente en una disposición hallarse dentro de su organismo. Parte de esta conducta aparece
qe ciertos contenidos' en distintas series. Los muebles, los muros, en lo que pode~os denominar "actitudes", los comienzos de los
la casa misma, pertenecen a una ele las series históricas. Hablamos actos. '! bien, Si volvemos a dichas actitudes, encontraremos que
de la casa considerándola construida, de los muebles entendiéndolos dan on~~n a toda clase de reacciones. El telescopio, en manos de
fabricados. Cuando uno entra y valora dichos objetos desde el un novi,ClO, no es ~n telescopio en el sentido en que lo es para los
punto de vista de su propia experiencia, ponemos la casa Y el mo- que estan en la Ci.rna del monte Wilson. Si queremos seguir las
blaje en otra serie. Habla de la misma silla. pero ahora la silla es ~uellas de la.s reace1ones de un astrónomo, tenemos que volver a su
para él una cuestión de ciertos contornos, ciertos colores, tomados s1stema nerv10so central, a toda una serie de neuronas; y allí encon-
de su propia experiencia. Involucra la experiencia del individuo. traremos ~lgo que responde a la forma exacta en que el astrónomo
Pues bien, se puede tomar una sección transversal de los dos órdenes. encara el instrumento en ciertas condiciones. ~se es el comienzo del
a fin de que en un punto determinado se produzca un encuentro a:to; es una parte del acto. El acto externo que observamos cons-
de las dos series. La afirmación en términos de conciencia implica tituye una parte de1 proceso que se ha. iniciado en el interior· los
sólo el reconocimiento de que el cuarto está, no sólo en la serie valores 4 ~~e decimos. que el instrumento tiene son valores g;acias
histórica, sino también en la experiencia del individuo. última- a l.a relac~on del obJeto con la persona que adopta esa clase de
mente ha habido en la filosofía un reconocimiento cada vez mayor a~t~tud. Si una persona no tuviese ese sistema nervioso especial
de la importancia de la insistencia de James en el sentido de que el instrumento
E b no .tendría valor ninguno. No sería un tel e....~,.opio.
· ~
se ha puesto en la conciencia mucho que deberá ser devuelto al 'lla- . n am as vers10?es del conductismo, ciertas características que
mado mundo objetivo 3 • uenen las cosas. y ciertas exlperiencias que poseen los individuoo
La psicología. en sí misma, no puede ser convertida en pueden ser consideradas como acontecimientos dentro de un acto 5
estudio del campo de la conciencia solamente; es, necesariamente, Pero parte ~e.l acto reside dentro del organismo y sólo más tard;
un estudio de un campo más extenso. Es, sin embargo, la ciencia cobra expres10n; creo que Watson ha pasado por alto este aspecto
que emplea la introspección. en el sentido de que mira dentro de de la con~ucta. Dentro del acto mismo existe un campo que no es
la experiencia del individuo, en busca de fenómenos no encarados externo, Si,n~ qu.e pertenece al acto, y hay características de esa con-
por ninguna de las otras ciencias, fenómenos a los cuales sólo el d.ucta org.anica mterna que se revelan en nuestras actitudes, espe-
individuo mismo tiene acceso experiencia!. Lo que pertenece (ex- Cla!~ente las rela~iona~as con el habla. Pues bien, si nuestro punto
periendalmente) al individuo qua individuo, y es accesible sola- de Vista conducti.sta tlene en cuenta dichas actitudes, descubrimos
mente para él. está, por cierto, incluido dentro del campo de la que puede m.uy bien abarcar el campo de la psicología. De cualquier
psicología, no importa qué otras cosas sean o no de tal manera modo, este angulo de enfoque tiene particular importancia porque
incluidas. Y ésa es nuestra mejor clave en el intento de aislar el
campo de la psicología. En consecuencia, el !ato psicológico p~ede 4
de uno Valor:
hacia élel futuro carácter del objet 0 ' en e1 gra d 0 en que determma
( 1 9 24). · la acción
definirse mejor en términos de accesibilidad. Lo que es accesible, t'
de c_iertas clases de estímulos que ne~:~a~en'b~ tfoces~ Vital media.nte la selección .
5 Un acto es un impulso que 1 .
en la experiencia del individuo, sólo para el individuo mismo, es ambtente. !31 estímulo es la ocasión para la ex;re~~n od f.
orgaflsma< se crea su
Los esttmulos son medios 1 t d . 1 e lmpu so.
peculiarmente psicológico. selección de los estímulos qu~ líber:~- encta es a ces~ real. . La intelígen~ia es la
Quiero hacer observar, sin embargo, que incluso cuando llega- construirla (1927). an Y mantendran la Vida Y ayudaran a re-
mos hasta el análisis de tal experiencia "interna", podemos acer- El propósito no tiene por qué
acto incluye la meta hada la cual ~·st ~r " ~ 1a VIStf:
· "
• pero la manifestación del
S El realismo filosófico moderno ha ayudado a liberar a la psicología de una en armonía· con una m.anifestació~ ~~~~ení~a ac!~9zs ra es una tele·ología natural,
preocupación por una filosofía de los estados mentales (19 24) •
54 GEORGE H. MEAD
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 55
está en condicion.es de encarar el campo de la comunicación en una
forma en que no pueden hacerlo W atson ni el introspeccionista. estímulo más reacción; debe ser tomado como un todo dinámico
Nosotros queremos acercarnos al lenguaje, no desde el _PUnto de --<:amo algo que está sucediendo--, ninguna parte del cual puede
vista de las significaciones internas que se expresen, smo desde ser considerada o entendida por sí misma- como un complejo
el contexto más amplio de la cooperación que se lleva a cabo en el proceso orgánico que se halla implícito en cada estímulo particular y
en cada reacción individuales iiwolucrados en él.
grupo mediante los signos y los gestos 6 •. La significación ap~rece
dentro de ese proceso. Nuestro conductismo es un conducttsmo En psicología social, llegamos al proceso social tanto desde aden-
social. tro como desd~ el exterior. La psicología social es conductista en
La psicología social estudia la actividad o conducta del indivi- el sentido de que parte de una actividad observable .....--el proceso
duo tal como se da dentro del proceso social; la conducta de un social dinámico en ejecución, y los actos sociales que son sus de-
individuo sólo puede ser entendida en términos de la conducta de mentas componentes- que debe ser estudiada y analizada cientí-
todo el grupo social del cual él es miembro.' puest? que s~s actos ficamente. Pero no es conductista en d sentido de pasar por alto
individuales están involucrados en actos soctales mas amplws, que la experiencia interna del individuo, la fase interior de ese proceso
van más allá de él y que abarcan a otros miembros de ese grupo. o activi<lad. Por el contrarío, se ocupa especialmente del surgimiento
de dicha experiencia dentro del proceso como un todo. Opera, sim-
En psicología social na· construímos la conducta del grupo so-
plemente, de afuera hacía adentro, en lugar de hacerlo de adentro
cial en términos de la conducta de los distintos individuos que lo
hacia afuera, por así decirlo, en su intento de determÜ!ar cómo
componen; antes bien, partimos de un t~do soci~l determinado
de compleja actividad social, dentro del cual anahzamos (como surge dicha experiencia en ~1 interior del proceso. El acto, pues, y
elementos) la conducta de cada uno de los distintos individuos que no el trayecto, es el dato fundamental en la psicología social· y en
lo componen. Es decir, que intentamos explicar la conducta ~el 1a psicología individual, cuando se las concibe en forma conductista,
individuo en términos de la conducta organizada del grupo soctal, y tiene a la vez una fase interna y otra externa, un aspecto interior
y otro exterior.
en lugar de explicar la condu<ta organizada del grupo social en
términos de la conducta de ros distintos individuos que pertenecen ' Estas observaciones generales tienen relación con nuestro ángulo
a él. Para la psicología social, el todo (la sociedad) es anterior a de enfoque. ~ste es conductista, pero, a diferencia del conductísmo
la parte (el individuo) , no la parte al todo; y la parte es expresada watsoníano, reconoce las partes del acto que no aparecen a la obser-
en términos del todo, no el todo en términos de la parte o las vación externa, y pone el acento sobre el acto del individuo humano
partes. El acto social 7 no es explicado construyéndolo a partir de en su situación socíal natural.

8 El estudio del proceso del lenguaje o del habla --sus orígene~ Y d~TSar~oll?-­
constituye una rama de la psicología. porque sólo puede SE:r entendtdo .en ter~tnOI
de los proct'Sos sociales de conducta dentro de un grupo. de organtsmos, •!nter- 2. LA SIGNIFICACIÓN CONDUCTISTA DE LAS ACTITUDES
actuantes· porque es una de las actividades de dicho grupo. Sm embargo, el filólogo
ha adopt~do a menudo el punto de vista del prisionero encerrado en ?na celda.
El prisionero sabe que otros se encuentran en situación sem.ejante, Y qutere. en;rar El problema que se presenta como crucial para la psicología
en comunicación con ellos. De modo qu~ establece algún metodo de cpmumcactón, humana está relacionado con el campo que abre la introspección;
algún código arbitrario, quizá, tal como golpear en la pared. Ahor~ bten, cada uno
de nosotros, según ese punto de vista, está encerrado.•en su propta celda de con- este campo, aparentemente, no podía ser encarado por una psico-
ciencia, y, sabiendo que existen otras personas tambten encerradas asl, desarrolla logía puramente objetiva, que sólo estudiaba la conducta tal como
formas de ponerse en comunicación con dlas. .
se. da para el observador. A fin de que dicho campo pudiese ser
7 "Un acto social puede ser definido como un acto en que la ocasión o. est.ÍI~ulo
que libera a un impulso se encuentra en el carácter o conduct~ de un t!ldtvtduo puesto al alcance de la psicología objetíva.·"los conductistas como
vivo que pertenece al ambiente específico del individuo que ~xpe~tmenta el tmpulso~ \Vatson hicieron lo posible para reducir el campo mismo, para
Pero quiero restringir el acto social a la clase de ac.tos que¡ tmp!tcan cooperactón. d
más de un individuo. y cuyo objeto. tal como es deflmdo por el acto. es. en el sentido negar ciertos fenómenos que supuestamente n'sidían sólo en ese
de Bergson, un objetÓ social. Por ob]eto social entiendo uno que responde a todas
las partes d~l acto complejo, aunque tales partes se encuentren en la conducta. de del grupo, no en el de los distintos individuos solamente." ! De "The Genesis of
distintos in~ividuos. El objetivo de los actos se halla, pues, m el proceso Vttal the Self and Social Control", lntemati-onal Jouma/ of Ethícs, XXXV ( 1925),
p.ígs. 2 63-264.)
56 GEORGE H. MEAD ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 57
campo, tal como la "conciencia" en cuanto distinta de la con- esta experiencia secundaría provoca ahora la reacción que pertenece
ducta sin conciencia. El especialista en psicología animal estu- a la experiencia primaria.
diaba la conducta sin responder a la cuestión de sí se trata- Restan algunos contenidos, como los de la imaginación, que
ba de conducta consciente o no 8 • Pero cuando llegamos al cam- se muestran más resistentes a este análisis. ¿Qué diremos de las
po de la conducta humana, nos encontramos, por cierto, en condi- reacciones que no responden a ninguna experiencia dada? Podemos
ciones de distinguir reflejos que ocurren sin conciencia. Parece, decir, por supuesto, que son resultado de experiencias pasadas. Pero
pues, haber un campo al que la psicología conductista no puede tómese los contenidos mismos, la imaginación visual que uno tiene
llegar. El conductista watsoniano hacía, sencillamente, lo posible objetivamente: pose€ contornos; tiene color; tiene valores, y otras ca-
para menospreciar esta diferencia. racterísticas que son aisladas más dificultosamente. Semejante expe-
El campo de investigación del conductista ha sido, muy prin- riencia desempeña un papel, y un papel muy grande, en nuestra
cipalmente, el del niño pequeño, con quien los métodos empleados percepción, en nuestra conducta; y, sin embargo, es una experiencia
son precisamente los métodos de la psicología animal. El conduc- que puede ser revelada solamente por la introspección. El conduc-
tista ha tratado de descubrir cuáles son los procesos de la conducta tista tiene que efectuar un rodeo en torno a este tipo de experiencia,
y de ver cómo pueden emplearse las actividades del mno para ex- si quiere aferrarse al tipo watsoniano de psicología.
plicar las del adulto. Y es en este punto donde el psicólogo hace El mencionado conductista desea analizar el acto, ya sea indi-
aparecer los reflejos condicionados. Demuestra que, mediante· una vidual o social, sin ninguna referencia específica a conciencia alguna
simple asociación de ciertos estímulos, puede obtener resultados que y sín ningún intento de descubrirlo dentro del campo de la con-
no se seguirían de dichos estímulos secundarios solamente. Este con- ducta orgánica o del campo más extenso de la realidad en generaL
dicionamiento puede ser trasportado a otros campos, tales como Desea, en pocas palabras, negar por completo su existencia como
los del terror por parte de un niño. Se puede hacer que éste taL Watson insiste en que el comportamiento objetivamente obser-
experimente temor hacia algo asociando el objeto con otros que vable constituye, completa y exclusivamente, el campo de la psico-
producen terror. El mismo proceso puede ser empleado para ex- logía científica, individual y sociaL Deja a un lado, como errónea,
plicar una conducta más complicada en la que asociamos elementos la idea de "espíritu" o "conciencia", e intenta reducir todos los
con ciertos acontecimientos que no están directamente relacionados fenómenos "mentales" a reflejos condicionados y similares meca-
con ellos, y elaborando este condicionamiento podemos, se cree, nismos psicológicos --en resumen, a términos puramente conduc-
explicar los procesos más amplios de razonamiento e inferencia. De tistas. Tal intento, claro está, es desencaminado e infructuoso, por~·
esta manera, un proceso que pertenece a la psicología objetiva es que es preciso admitir la existencia del espíritu o conciencia como
llevado al campo que por lo general es estudiado en términos de tal, en algún sentido-- su négación conduce inevitablemente a evi-
introspección. O sea que, en lugar de decir --cuando tenemos ciertas dentes absurdos. Pero aun cuando es imposible reducir el espíritu
experiencias- que tenemos ciertas ideas, y que dichas ideas invo- o ~la conciencia a términos puramente conductistas --en el sentido
lucran alguna otra cosa, decimos que determinada experiencia ha de anularlo así con una explicación y negar absolutamente su exis-
ocurrido al mismo tiempo que la primera experiencia, de modo que tencia como tal-, no lo es, por lo menos, explicarlo en dichos
términos, ni lo es hacerlo sin suprimirlo con la explicación o negan-
8 La psicología comparada libró a la psicología general de limitarse únicamente do su existencia como tal. Aparentemente, Watson supone que negar
al campo del sistema nervioso central, que, gracias a loo psicólogos fisiólogos,
había ocupado el lugar de la conciencia como tal, para campo de investigaciones la existencia del esphitu o la conciencia como- una materia, sustancia
psicológicas. De tal modo permitió a la psiwlogía en general considerar d acto o entidad psíquica equivale a negar absolutamente su existencia, y
como un todo, como incluyente de todo el proceso social de conducta u ocurriendo
en su interior. En otras palabras, la psicología comparada - y el conductismo que una explicación naturalista o conductista del espíritu como tal
como su resultadü-"-- ha extendido d campo de la psicología general más a1lá del está fuera de cuestión. Pero, por el contrario, podemos negar su
sistema nervioso central del organismo individual únicamente, y ha hecho que los
psicólogos consideren el acto individual como parte del más amplio todo social al existencia como entidad psíquica sin negar su existencia en algún
que el:! rigor pertenece y del que, en un sentido definido, obtiene su significación; otro sentido; y, entonces, si lo concebimos funcionalmente, se hace
aunque', naturalmente, no hayan perdido por ello el interés en el sistema nervioso
central y en los procesos fisiológicos que se producen en él. posible encararlo en términos conductístas. En pocas palabras, no
58 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 59
es posible negar la existencia del espíritu o la-conciencia o los fenó- a éste corno un~ persona que montará en él. Se acerca por el lado
. menos mentales, ni resulta deseable hacerlo; pero es posible expli- adecu~do '!. esta preparada para treparse a la silla. Su forma de
carlos en términos conductistas que son, precisamente, similares a aproxu~acwn determina el éxito de todo el proceso. Pero el caballo
los que emplea Watson cuando trata con fenómenos psicológicos no es simplemente algo que tiene que ser .montado. Es un ariimal
no mentales (fenómenos que, según su definición del campo de la que ~ebe comer, que pertenece a alguien. Tiene ciertos valores eco~
psicología, son los únicos fenómenos psicológicos que existen). La nómiCOS:' El individuo está dispuesto a hacer toda una serie de cosas
conducta mental no es reductible a conducta no mental. Pero la con- en rel~oon con el caballo, y esa disposición está involucrada en
ducta o los fenómenos mentales pueden ser explicados en términos ~ualqutera de las muchas fases de los distintos actos. Es un caballo
de conducta o fenómenos no mentales, en cuanto surgidos de com- que él montará; es un animal biológico; es un animal económico.
plicaciones de e~tos últimos y resultantes de dichas complicaciones. Estas carac~erísticas están involucradas en las ideas que tiene ,del
Si queremos usar la psicología conductista para explicar la con- caba~lo. St buscarnos este carácter ideal del cabaUo en el sistema
ducta consciente, tenernos que ser mucho más minuciosos que Wat- nervwso central, tendríamos que encontrarlo en todas esas distintas
son en nuestra explicación del acto. Tenernos que tener en cuenta, partes de los actos· iniciados. Habría que pensar en cada uno de
no sólo el acto completo o social, sino también lo que ocurre en ellos considerándolos relacionados con los otros procesos en que ern-
el sistema nervioso central como comienzo del acto del individuo y p.lea al ~aballo, de manera que, no imparta ruál sea el acto especí-
como organización del acto. Naturalmente, ello nos lleva más allá fico, ex1ste una disposición a actuar de esos distintos modos con
del campo de nuestra observación directa. Nos lleva más allá de ese re~erencia al caballo. En ese sentido podemos encontrar, en el co-
campo porque no podernos llegar al proceso mismo. Se trata de mienzo del acto, precisamente esos caracteres que asignarnos al "ca-
un campo más o menos cerrado, en apariencia debido a la dificultad ballo'_' como una idea, o, si se .prefiere, como un concepto.
que el país mismo presenta para ser investigado. El sistema ner- S1 buscamos esa idea en un sistema nervioso Gentral, tendremos
vioso central está sólo parcialmente explorado. Los resultados ac- que buscarla en las neuronas, especialmente en la conexión entre las
tuales, sin embargo, sugieren la organización del acto en términos neuronas. Existen series completas de conexiones, de tal carácter,
de actitudes. Existe una organización de las distintas partes del que. podernos actuar de muchas formas distintas, y esas acciones
sistema nervioso, que será responsable de los actos, una organización postbl.es tienen su efecto sobre la forma en que actuamos. Por ejem-
que representa, no sólo lo que está ocurriendo. inmediatamente, ~lo, st el caballo pertenece al jinete, éste actúa en distinta forma q'ue
SI .pertenece a otra persona. Estos otros procesos involucrados deter-
sino también las etapas posteriores que ocurrir~n. Si uno se apro-
xima a un objeto distante, se aarca él con referencia a lo que rnman la acción inmediata misma y. especialmente, las últimas eta-
hará cuando Uegue. Si se acerca a un martillo, está muscularmente pas del acto, de modo que la organización temporal del acto pueda
preparado para tornar el mango del mismo. Las etapas posteriores estar presente en el proceso inmediato. No sabernos cómo se lleva
del acto están presentes en las primeras etapas, no simplemente en a. cabo la organización temporal en el sistema nervioso central. En
el sentido de que están prepa,radas para ponerse en funcionamiento, oer;o sent!do, estos últimos procesos que van a ocurrir, y __que en
·sino· en el de que sirven para controlar el proceso mismo. Ellas algun ~ent1do son iniciados, penetran en el proceso inmediato, Un
determinan cómo nos acercaremos al objeto, y los pasos de nuestra tratarn1ento conductista, sí se lo hace lo bastante amplio, sí utiliza
primera manipulación del mismo. Podemos reconocer, pues, que las complejidades casi indefinidas que existen en el sistema nervioso,
la inervación de ciertos grupos de células del sistema nervioso cen- puede adaptarse a muchos campos que se suponía limitados a un
tral puede iniciar, de antemano, las etapas posteriores del acto. El e~foq~~ Ílil\ros?ectivo. Por supuesto, gran parte de esto tiene que ser
acto, como conjunto, puede estar presente determinando el proceso. hlpotetlC~. D!a a día vamos aprendiendo más en cuanto a qué son
También podemos reconocer en tal actitud general hacia un l~s conexwnes, pero se trata de conocimientos mayormente hipoté-
objeto una actitud que representa reacciones alternativas, corno ticos.' Empew, por lo menos pueden ser ,prese'ntados en forma con-
las que están involucradas cuando hablarnos de nuestras ideas acer- ductlsta. P~r lo tanto podémos, en principio, formular con<,iuctísti-
ca de un objeto. Una persona familiarizada con un caballo se acerca camente que entendemos por idea.
60 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 61

·la conducta de otras personas cuando, quizá, éstas no tienen con-


3. LA SIGNIHCACIÓN CONDUCTISTA DE LOS GESTOS ciencia de ello. H¡¡y algo que nos revela cuál es el propósito -una
mirada, la actitud del cuerpo que lleva a la reacción. La comunica-
El conductista del tipo watsoniano ha mostrado tendencia a ción establecida de tal modo entre los individuos, puede s~r per-
trasportar su principio de condicionamiento al campo del lenguaje. fecta. Puede efectuarse una conversación por medio de gestos, que
Gracias a un condicionamiento de reflejos, el caballo ha quedado aso- no es posible traducir en lenguaje articulado. Y esto rige también
ciado con la palabra "caballo", y esto a su vez pone en marcha el para los animales inferiores. Los perros que se aproximan uno a
juego de reacciones. Empleamos la palabra, y la reacción puede ser otro en actitud hostil, sostienen tal conversación de gestos. Caminan
la de montar, comprar, vender o trocar. Estamos preparados para uno en torno del otro, gruñendo y haciendo chasquear las mandí-
hacer cualesquiera de estas cosas. Esta afirmación, empero, omite bulas, esperando la oportunidad para atacar. Ahí hay un proceso
el reconocimiento de que esos distintos procesos que el conductísta del cual podría surgir el lenguaje; es decir: cierta actitud de un indi-
dice estar identificados con la palabra "caballo" deben ser introdu- viduo que provocase una reacción diferente, y así indefinidamente.
cidos en el acto mismo, o en el grupo de actos, que se reúne en torno En rigor, como lo veremos, el lenguaje, efectivamente, surge como
del caballo. Ellos componen ese objeto en nuestra experiencia, y la tal en semejante proceso. Sin embargo, nos mostramos demasiado
función de la palabra es una función que tiene su lugar en esa orga- dispuestos a encarar el lenguaje tal como lo hace el filólogo, desde el
nización; pero, sin embargo, no es todo el proceso. Encontramos esa punto de vista del símbolo empleado 10 • Analizamos ese símbolo y
misma clase de organización aparentemente extendida a la conducta descubrimos cuál es la intención que existe en el espíritu del individuo
de animales inferiores al hombre: los procesos que componen nues- al utilizar dicho símbolo, y luego tratamos de averiguar sí el sím-
tros objetos tienen que estar presentes en los animales que no em- bolo evoca tal intención en el espíritu del otro. Suponemos que en
plean el lenguaje. Por supuesto que el gran valor, o uno de los el espíritu de las personas existen series de ideas, y que estos indi-
grandes valores, del lenguaje es que nos permite controlar esa orga- viduos emplean ciertos símbolos arbitrarios que responden a la in-
nización del acto. Es éste un punto que tendremos que considerar· tención que los individuos tenían. Pero ~i queremos ampliar el
en detalle más adelante, pero resulta importante reconocer que aque- concepto del lenguaje en el sentido de que he hablado, a fin de
llo a lo que se refiere la palabra es algo que puede residir en la expe- que incorpore las actitudes subyacentes, podremos ver que la
riencia del individuo sin el empleo del lenguaje mismo. El leng~aje llamada intención, la idea de que estamos hablando, está involucrada
recoge y organiza este contenido en la experiencia. Es un instrumento en el gesto o las actitudes que empleamos. El ofrecimiento de una
para ese fin. silla a una persona que entra en una habitación es, en sí, un acto d.e
El lenguaje es parte de la conducta social 0 • Hay una indefinida cortesía. No tenemos por qué suponer que la persona que ofrece se ha
cantidad de signos o símbolos que pueden servir para el propósito afirmado a sí misma que la otra quiere una silla. El ofrecimiento
de lo que llamamos "lenguaje". Estamos leyendo la significación de de una sílla, por parte de una persona de buenos modales, es algo casi
instintivo. Y ésa es precisamente la actitud del \ndívíduo. Desde
9 ¿Cuál es el mecanismo básico mediante el cual se lleva a cabo el proceso el punto de vista del observador, se trata de un gesto. Semejantes
social? Es el mecanismo del gesto, que hace posibles las reacciones adecuadas
para la conducta mutua, por parte de los distintos organismos individuales invo- primeras etapas del acto social preceden al símbolo propiamente dicho,
lucrados en el proceso social. Dentro de cualquier acto social dado se efectúa una y a la comunicación deliberada. Uno de los importantes documentos
adaptación, por medio de gestos, de las acciones de uno de los organismos involu-
crados a las acciones de otro; los gestos son movimientos del primer organismo, de la historia de la psicología moderna. especialmente de la psicolo-
y actúan como estímulos específicos, provocando las reacciones (socialmente) gía del lenguaje, es E.xpression of the Emotions in Man anci Animals
adecuadas del segundo organismo. El campo de operación de los gestos es el campo
dentro del cual el surgimiento y desarrollo de la inteligencia humana se ha llevado de Darwin. En esta obra Darwin llevó su teoría de la evoluci6n al
a cabo durante d proceso de simbolización de la experiencia que los gestos ---es- campo de lo que denominamos "experiencia consciente". Lo que
pecialmente los gestos vocales- han posibilitado. La especialización del animal
humano dentro de este campo del gE'sto ha sido responsable, en definitiva, del Darwín hizo fué demostrar que existía toda una serie de actos o
origen y desarrollo de Ia actual sociedad humana y de sus conocimientos, con
todo el dominio sobre la mturaleza y sobre el medio humano posibilitado por la 10 [ "The· Re!ations of Psychology a~d Philology", Psr¡chologícal Bulletín,
ca:nCta. I ( 1 9 04) , 3 7 5 y ss.]
ESPfRITU, PERSONA Y SO~IEDAD 63
62 GEORGE H. M.EAD
en 1a obra de otros psicólogos, hombres que se interesaban, corno
comienzos de actos que provocaban ciertas reacciones que no expresan el naturalista Darwin, en el estudio del acto, en la información que
emociones. Sí un animal ataca a otro, o e~tá a punto de atacarlo, es proporcionada por un individuo a otro mediante su actitud. Ellos
o de arrebatar el hueso a otro perro, dicha ;~ción provoca violentas suponen que tales actos tenían una razón para existir, porque expre-
reacciones que expresan la ira del segundo perro. Ahí tenemos una saban algo del espíritu del individuo. Se trata de un enfoque similar
serie de actitudes que expresan la actitud emocional del perro; y al del filólogo. Suponen que el lenguaje existió para los fines de
pod~mos trasportar este análisis a la expresión humana de la.,
trasmitir ciertas ideas, ciertos sentimientos.
emoción. Si uno medita, se da cuenta de que se trata de un falso enfoque.
La part~ de nuestro organismo que más vívida y fácilmente ex- Resulta completamente imposible suponer que los animales se pro-
presa las emociones es el rostro, :y Darwin estudió el rostro desde ese ponen expresar sus emociones. Y por cierto que no se proponen ex-
punto de vista. Naturalmente, escogió al actor, el hombre cuyo ofi- presarlas para beneficio de otros animales. Lo más que puede decirse
cio es expresar las emociones por medio de los movimientos de las es que las "expresiones" ponían en libertad cierta emoción en el indi-
facciones, y estudió los músculos mismos; y al estudiarlos se propuso viduo, una válvula de escape, por decirlo así, una actitud emocional
demostrar qué valor podían tener estos cambios del rostro en el acto. de que el animal necesitaba, en algún sentido, librarse.. En verdad
Hablamos de expresiones tales como la de cólera, y advertimos la q•.1e no podían existir en esos. animales inferiores como medios de
forma en que la sangre puede inundar el rostro en una etapa y aban- expresar emociones; no podernos enfocarlas desde el punto de vista
donarlo en otra. Darwin estudió la afluencia de sangre que se pro- de la expresión de un contenido que hubiese en el espíritu del indi-
ducía. en el temor y en el terror. En esas emociones puede verse que viduo. Por supuesto, podemos ver cómo, para el actor, podrán lle-
ocurren cambios en la propia afluencia de sangre. Estos cambios gar a convertirse definidamente en un lenguaje. Un actor, por
tienen su valor. Representan, es claro, cambios en la circulación de ejemplo, puede proponerse expresar su cólera, y podrá hacerlo me-
la sangre durante los actos. Estas acciones son generalmente accio- diante una expresión del rostro, y así traducir al público la emoción
nes rápida;; y que sólo pueden ocurrir si la sangre fluye rápidamente. que quiere hacerle llegar. Empero, no estará expresando su propia
Es preciso que se produzca un cambio en el ritmo de la circulación, y émoción, sino simplemente expresando al público la evidencia de
esto por lo general se registra en el semblante. cólera, y si tiene éxito, podrá hacerlo más eficazmente, por lo que
Muchos de nuestros actos de hostilidad se exhiben en actitudes respeaa al público, de lo que lo haría una persona realmente enco-
del rostro similar~s a las de los animales que atacan con los dientes. lerizada. Así, tenemos que esos gestos sirven para expresar las em~­
La actitud, O, en un término más generalizado, el gesto, ha sido ciones, pero no podemos concebir que surgiesen como tales, es decir
conservada aún después de que desapareció el valor del acto. El título como tales provocasen un lenguaje a fin de expresar una emoción.
de la obra de Darwin indica su ángulo de enfoque, Estudiaba esos El lenguaje, pues, tiene que ser estudiado, desde el punto de vista
gestos, esas actitudes, como expresivos de las emociones, y suponía,, del tipo de conducta de gestos dentro de la cual existió sin, ser, corno
al mismo tiempo, que el gesto tiene la función de expresar las emo- tal, un lenguaje definido. Y tenemos que ver cómo puede haber sur-
ciones. Esa actitud se ha conservado, según dicho punto de vista, gido la función comunicativa de ese tipo previo de conducta.
después de que el valor del acto desapareció. El gesto parece subsistir La psicología de~Darwin suponía que la emoción era un estado
para los fines de expresar emociones. Naturalmente, uno suponía psicológico, un estado de conciencia, y que ese estado no podía ser
ahí una actitud, en la experiencia de los animales, que responde en · formulado en términos de la 'actitud o de la conducta del individuo.
cierto sentido a las del animal humano. También ahí se podía Se suponía que la emoción existe y que ciertos movimientos propor-
aplicar la doctrina de la supervivencia del más apto. La inferencia, cionan indicios de élla. Los indicios serían recibidos por otras for-
en ese caso particular, era que esos gestos o actitudes habían perdido mas moldeadas como ella, las que actuarían sobre esa base. Es decir,
el valor que tenían en los actos originales y, sin embargo, sobrevi- presuponía la conciencia corno distinta dd organismo biológico.
vido. Ello indicaba que habían sobrevivido porque servían p-"ra El estado consciente era lo que debía ser expresado por el gesto
ciertas valiosas funciones, y sugería que tales funciones eran las de o la actitud. Debía ser expresado en conducta y ser reconocido de
expresar las emociones. Esa actitud por parte de Darwin se refleja
64 GEORGE H. MEAD
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 6':i
algún modo como existente en la conciencia de la otra forma, gra-
las sensaciones que respondían a la inervación de los nervios senso-
.cias a ese medio de expresión. Tal era la actitud psicológica general
riales. Había también el estudio de esos trayectos que d<Cscienden
que Darwin aceptaba.
hasta la víscera, y se los alineaba junto a las experiencias emocio-
Contrariamente a Darwin, sin embargo, no encontramos prueba
nales. Todo el proceso de la circulación de la sangre había sido
.alguna de la existencia previa de la conciencia como algo que pro-
puesto al descubierto, al igual que la acción que involucraba el re-
voque una conducta, por parte de un organismo, que sea de tal cali-
pentino .cambio de la circulación de la sangre. El temor, la hostili-
.dad como para hacer surgir una reacción adaptativa por parte de
dad, la 1.ra, .q~e exigían movimientos súbitos, o el terror, que pri-
<Otro organismo, sin depender ella misma de tal conducta. Más bien
vaba. ~1 mchv.rduo de la capacidad de moverse, se reflejaban en las
nos vemos obligados a sacar en conclusión que la conciencia es un
condiCiones VIscerales; y también tenían su¡; aspectos sensoriales co-
.emergente de tal conducta; que, lejos de ser una precondíción del
necta~os .con el sistema nervioso central. Había, pues, un tipo de
.acto social, 'el acto social es una precondición de ella. El mecanismo
expenenCias que no ocupaban un lugar en un mundo estático. Wíl-
<lel acto social puede ser rastreado sin necesidad de introducir en él
helm W":ndt encaró este problema desde el purito de vista de esa
la concepción de la conciencia como un elemento separable dentro de
clase de psicología, que ofrecía una clave por medio de la cual se
.dicho acto; de ahí que el acto social, en sus etapas o formas más ele-
~dían seguir esas distintas experiencias dinámicas hasta el meca-
mentales, sea posible fuera o aparte de alguna forma de conciencia. msmo del propio organismo.
El tra~amiento ~ue se había dado al sistema nervioso central y
4. SURGIMIENTO DEL PARALELISMO EN LA PSICOLOGÍA a sus nerviOs sensonales y motores había sido el de llevar una co-
rriente nerviosa a un sistema nervioso central, el que, a su vez, era
La psicología que poni! el acento sobre el paralelismo tiene que responsable por una sensación que se daba en la "conciencia". Para
:Ser distinguida de la psicología que considera ciertos estados de la lograr una explicación completa de lo que llamamos el acto, había
conciencia como existentes en el espíritu del individuo y como suce- que seguir hacía arriba el aspecto sensorial y luego, hacia afuera, los
.díéndose los unos a los otros de acuerdo con sus propias leyes de resultados motores que ocurrían debido a lo que pasaba en la con-
asociación. Toda la doctrina de la pSicología que sigue a Hume fué cien~ía. La fisiología a que me he referido se apartaba, en cierto
predominantemente asociacionista. Dados ciertos estados de concien- st:ntid~, del campo de la conciencia. Era difícil trasportar semejante
.da, se suponía que eran mantenidos agrupados por otros elementos mecamsmo a los animales inferiores. Eso, por lo menos sacaba ai
similares. Entre estos elementos se encontraban los del placer y el psicólogo del campo de la experiencia animal. Darwin c~nsideraba
dolor. Relacionada con este atomismo de estados conscientes aso- -al animal como aquello a partir de lo cual evoluciona la conducta
.ciados, había una· psicología de la acción basada en la asociación del humana, del mismo modo que ha evolucionado el organismo hu-
placer y el dolor con ciertas otras sensaciones y ex'periencias. La mano, Y sí eso es cierto, entonces debe admitirse que, en algún sentido
doctrina de la asociación era la doctrina psicológica dominante; tra- la conciencia evoluciona. '
taba la experiencia estática, antes que la dinámica. El enfoque resultante lo es desde el punto de vista de la con-
La penetración del aspecto psicológico, cada vez más profunda- ducta misma, y aquí aparece el principio de paralelismo. Lo que
mente, en el sistema nervioso central demostró que existen series com- ocurre en la conciencia corre paralelamente a lo que ocurre en el sis~
pletas de experiencias que podrían ser llamadas sensaciones y que, sin tema nervioso central. Es necesario estudiar el contenido de la
embargo, son sumamente distintas de las que pueden ser conside- forma desde el punto de vista fisiológico y psicológico. El centro de
radas estáticas, tales como el sonido, el olor, el gusto, el color. La la con~iencia, denti:o del cual se registra lo que afecta a los nervios
asociación pertenecía a ese mundo estático. Se reconocía, cada vez sensonales y del cual surge la conducta debida a imágenes de sensación
más, que había una gran parte de nuestra experiencia que era diná- Y de memoria, ~ebe ser sacado del mecanismo fisiológico; y sin
micá 11 • La forma de funcionamiento estaba presente en algunas de e:nbargo es preciso encontrar un .paralelo, en lo que ocurre en el
Sistema nervioso, para lo que el fisiólogo ha puesto en la conciencia
11 Las líneas de la asociación siguen las líneas del acto ( 1 9 2 4) .
en cuanto tal. Lo que he mencionado en punto a las emociones
GEORGE H. MEAD ESP[RITU, PERSONA Y SOCIEDAD 67
66
parecía presentar una contraparte fisiológica para lo qu~ ocurre en estados físicos con las distintas fases del acto. El paralelismo es,
la conciencia, un campo que en apariencia ~rtenecia, particularmente pues, un intento de encontrar analogías entre la acción y los conte-
al aspecto mental de la vida. Odio, amor, calera ....--€Sto.s son apare~­ nidos experimentados.
temente estados del espíritu. ¿Cómo podrían ser explicados en ter- El resultado inevitable de este análisis fué llevar a la • sicología
minos fisiológicos? El estudio de los actos mismos desde un punto de una forma estática a una dinámica. No se trataba simplemente
de vista evolucionista, y también el estudio de los ca~bios. que oc~­ de rela!:ionar lo que se encontraba en la introspección con lo que se
rren en el organismo mismo cuando se encuentra baJO la mfluenc1a encuentra en el organismo; se convirtió en una cuestión de relacionar,
de lo que llamamos una emoción, presentan analogía con e~os esta?~s unas con otras, las cosas que se encontraban en la introspección, en
emocionales. PodrÍa enco'ntrarse en ellos algo que respondiese decidi- la forma dinámica en que los elementos fisiológicos eran relacio-
damente a las emociones. . , nados a la vida del organismo. La psicología se hizo, por turno, aso-
Un ulterior desarrollo de esa dirección se da en la teona de las ciacionista, motriz, funcionalista y finalmente conductista.
emociones de James. Porque huimos cuando tenemos miedo, Y go~pea­ La transformación histórica de la psicología fué un proceso
mos cuando estamos furiosos, podemos encontrar en el orgamsmo que se llevó a cabo gradualmente. La conciencia era algo c¡:ue no
fisiológico algo que responda al miedo y a la ira. Se tr~ta de una podía ser sencillamente desechado. En los principios de la pSicolo-
actitud del organismo que responde a dichos estados em~c10nales, es- gía se produjo un tosco intento de explicar la conciencia como cierta
pecialmente esas condiciones viscerales a que me he refend? Y los re- secreción del cerebro, mas ésta fué solamente una fase ridícula de esta
pentinos cambios de la circulación que se descu.b~en asoc~ad?s a las transformación. La conciencia existía pero era algo que podía ser
emociones. Se torna posible relacionar las condiCIOnes ps¡qu¡cas con puesto en relación cada vez más estrecha con lo que sucedía en el
condiciones fisiológicas. El resultado fué que se·podía hacer una ex- cuerpo. Lo que ocurría allí tenía cierto orden definido. Todo lo
plicación mucho más completa dr la conducta del individuo en que ocurría en el cuerpo era parte de un acto. La primitiva concep-
términos fisiológicos, que se podía encontrar un ~aralelo, en .el meca- ción del sistema nervioso central suponía que se podían localizar
. del cuerpo y en el funcionamiento de d1cho mecamsmo, de ciertas facultades del espíritu en ciertas partes del cerebro, pero un
n1smo . , d
lo que se explica en términos de ~onc.ie.nci,a.. Esa ps1co 1og1a era e- estudio del sistema nervioso central demostró la inexistencia de tales
nominada, cosa natural. psícolog1a hs!Olog1ca. Se t:ataba de una correlaciones. Se hizo evidente que no había nada más que vías de
explicación, en términos de lo que sucedía en el orga~1smo, del con- comunicación 18 • Las células del cerebro eran vistas como partes de las
tenido que el psicólogo había estado encarando. ¿Que hay en ,el act.o vías nerviosas provistas de material para continuar el sistema, pero no
del animal que responda a esas distintas. así llamadas, categonas. psi- se encontró nada que condujese a la conservación de una idea como
cológicas? ¿Qué hay que responda a las sensaciones, a las .r~ac~IO.nes tal. No había en el sistema nervioso central nada que permitiese loca-
motrices? Cuando estas preguntas fueron contestadas f!Siolog¡ca- lizar un trayecto dedicado a las abstracciones. Hubo una época en que
mente, involucraron, es claro, mecanismos ubicados dentro del a~t,o, el lóbulo frontal fué considerado como la sede.de los procesos de pen-
porque todo lo que sucede en el cuerpo es acción. Puede ser acc10n samiento, pero el lóbulo· frontal tampoco representa otra cosa que
demorada, pero no hay ahí nada que en sí mismo sea simplen;e.nte vías de comunicación. Las vías hacen posible una conducta suma~
un estado fisiológico que pueda ser comparado con un estad~ estattco. mente complicada, complican el acto enormemente por medio del
Llegamos entonces a las sensaciones y nos proponemos explicarlas en mecanismo del cerebro; pero no establecen ninguna estructura que
términos de una acción refleja completa. Tratamos con la sensa- responda funcionalmente a las ideas. De modo que el estudio de la
ción desde el punto de vista del estímulo, y cuando Ilegam~s a. en- conciencia, desde el punto de vista del organismo, llevó inevitable-
carar los distintos estados emocionales, los encaramos en termmos mente a los hombres a contemplar la conciencia misma desde el
de la preparación para la acción y del acto mismo, .tal como está ~uce­ punto de vista de la acción.
diendo 12. Es decir, se hace ahora esencial relaoonar una sen e de ¿Cuál es, por ejemplo, nuestra experiencia que responde al cierre
12 Así. John Dewey agregó a la do~trina de James la necesidad del conflicto 13 [Entre los filósofos, Henri Bergson destacó especialmente ese punto Véase
en la acción para que surgiesen las emoctones. su Matiere et Mémoire.] •
68 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD.
69
del puño? La psicología fisiológica siguió la acción a lo largo de que es la esencia del sistema nervioso central de las formas inferiores
los nervios que salen de los músculos del brazo y de la mano. La se :~cuentra allí cierta organización cuya actividad cdntrola otra;
experiencia del acto sería, entonces, la sensaóón de lo que ocurría; actiVidades, pero cuando llegamos a la conducta del individuo
en la conciencia como tal existe un conocimiento de lo que el órgano humano, no s.e en~uentra ningún sistema semejante en que exista un
está haciendo; hay un paralelismo entre lo que sucede en el órgano s~lo centro d!re.ct¡vo o grupo dé centros. Se puede ver que los dis-
y lo que ocurre en la conciencia. Este paralelismo, naturalmente, no tintos procesos mv~l.ucrados ~n la huída del peligro pueden ser pro-
es ~ompleto. Parece haber una conciencia que corresponde solamente c~sos. de .t,al modo mterrelactonado$ con otras activ\dades; que la
a los nervios sensoriales 14 • Tenemos conciencia de algunas cosas y flsc~hzac10n aparezca en la organización. Se ve que un árbol es un
no la tenemos de otras, y la atención parece desempeñar un papel pos1ble lugar d~ fuga, si un toro nos persigue; y, en general, se ven
sumamente importante en la determinación de cuál es el caso. El cosas que ~~m1ten que se lleve a cabo la actividad en maecha. Un
paralelismo que trasportamos no parece ser completo, sino un para- . grupo vanab.e de centros puede ser el factor determinante de toda
lelismo que ocurre solamente en distintos puntos. Lo interesante aquí la actividad del individuo. Éste es el concepto que también ha sido
es que el organismo es ahora el que proporciona las claves para el tras~rtado al campo del crecimiento. pertas partes del ·embrión
análisis; Sólo algunas partes de la rea~ción aparecen en la conciencia con;1enzan a crecer, y dominan la acción 'del crecimiento hasta que
como tales. El organismo ha ocupado el lugar primario. La psicologh algun otro, proce~o adquie~e predominio. En el córtex, ese órgano
experimental partió de lo que podía aferrar en el sistema fisiológico que, en algu~ sent1do responde a la inteligencia humana, no logramos
y luego pretendió descubrir qué había en la conciencia que respon- encontrar nmguna fiscalización exclusiva e invariable es decir nin-
diese a ello. El hombre de ciencia sentía que tenía la misma seguridad gu~a evidencia de ella en la estructura de la· for~a mism~. De
que el fisiólogo en cuanto a identificar esos hechos en el sistema ner- algun modo podemos SUJ?Oner que el córtex actúa como un todo,
vioso, y, dados esos hechos, podía investigar en 1'} .conciencia. Era per~ no. podemos retroceder hasta ciertos centros y decir que allí
más sencillo partir de lo neurológico y luego registrar lo que se encon- esta alojado cl espíritu en pensamiento y en acción. Existe una
traba en lo psíquico. Así, la aceptación de alguna clase de paralelismo cantid~d inde~inida de células conectadas entre sí, y su inervación,
existente entre los contenidos de la conciencia y los procesos fisio- ~n al~un se~t1do, conduce a una acción unitaria, pero resulta casi
lógi~os del .sistema nervioso central condujo ~ una concepción diná- 1mpos1ble afirmar qué es esa unidad en términos del sistema nervioso
mica de tales contenidos --en términos de actos-, en lugar de está- central. Todas las distintas partes de la corteza parecen estar invo-
tj&a --en términos de· estados--. De esa forma los contenidos de la lucradas en todo lo que ocurre. Todos los estímulos que llegan al
con~iencia eran enfocados desde abajo (es decir, naturalísticamente). cerebro son re_flejados hacia todas las partes del cerebró, y, sin em-
antes. ~e desde arriba (es decir, trascendentalmente), por medio de bargo, se cons1gue una accióiJ, unitaria. Resta, pues, un problema que
un estudio de los procesos fisiológicos del sistema nervioso central en . :nodo al~uno está definitivamente resuelto: la unidad de la
destinado a determinar qué hay en el espíritu .que responda a las a~c10n del s1ste11Ja nervioso central. Wundt se 'propuso descubrir
actividades del organismo fisiológico. Cierto~ centros que fuesen responsables de esa clase de unidad, pero
Había una duda en cuanto a los centros directores de la acción no ex1ste nada en la estructura dd cerebro mismo que aísle ninguna ·
unificada. Tenemos tendencia a pensar en el sistema nervioso central de las par~es del cerebro destacándola como la que dirige la conducta .
desde el punto de vista de un tablero telefónico, con llamadas que en su conJUn~o. La unidad es una unidad de integración, 'aunque no
llegan y respuestas que salen. Ciertos centros son concebidos como podemos denr en detalle cómo se produce dicha integración. .
principales. -Si se retrocede hasta la base del cerebro, hasta la porción , ~o que querí¡¡. hacer resaltar es que el enfoque de la psicología
teonca desde el punto de vista del organismo debe hacerse, inevita-
14 Siempre tenemos conciencia de lo que hemos 1!echo, nunca de hacerlo.
Estamos siempre conscientes, directamente, sólo de los procesos sensorilles, nunca
b~e~e~te, a través de un acento puesto sobre la conducta, sobre lo
de los procesos motores; de ahí que seamos conscientes de éstos sólo a través d1~am1co antes que sobre lo estático. Naturalmente, es posible tra-
de aquéllos, que son sus resultantes. Los contenidos de la conciencia, en ·conse- bajar en. el otro sentido, es decir, contemplar la experiencia desde
cuencia, tienen que ser correlacionados con un sistema fisiológico, o adaptados a él,
en términos dinámicos, como procesos que se efectúan. el punto de vista del psicólogo y sacar conclusiones acerca de
70 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 71
lo que sucede en el sistema nervioso central. Es posible reconocer, dones, tales como la huída del peligro, que representan una sensi-
por ejemplo, que no estamos sencillamente a merced de los distintos bilidad peculiar. Un sonido en cualquier otra dirección no tendría
estímulos que obran en el sistema nervioso central; lo cual es, en el mismo efecto. El ojo es sumamente sensible a los movimientos
cambio, la opinión natural del fisiólogo. Podemos ver esos órga- que se efectúan fuera del campo de la visión central, aunque ese
nos adaptarse a distintos tipos de estímulos. Cuando llegan las ondas sector de la retina del ojo no sea tan sensible a las formas y las
de aire, afectan a los órganos especiales del oído; cuando aparecen los distinciones de color. Se busca ·un libro en una biblioteca, y se lleva
gustos y los olores, los estímulos recorren trayectos en los órganos una especie de imagen mental del lomo del libro; se torna uno
adecuados que reaccionan. Podrá parecer que existe sólo una reac- sensible a cierta imagen de un amigo a· quien se va a encontrar.
ción del organismo a los estímulos. Esta posición es adoptada en la Podemos sensibilizarnos a ciertos tipos de ~stímulos, y podemos
psicología de Spcncer, quien aceptó el principio darwiniano de la evo- construir la clase de acdón que llevaremos a cabo. En una serie de
¡ ución. La influencia del ambiente es ejercida sobre el individuo, y la reacciones en cadena, el individuo realiza una reacción instintiva
adaptación de éste resulta de las influencias del ambiente sobre él. y luego se encuentra en presencia de otro estímulo, y así siguiendo;
Spencer concibió el sistema nervioso central corno atacado continua- pc10, como seres inteligentes, nosotros mismos construimos seme-
mente por estímulos que establecían ciertas vías, de modo que era el jantes reacciones organizadas. En el campo de la atención tiene que
ambiente el que moldeaba al individuo. existir un mecanismo en el cual se puedan organizar los distintos
Sin embargo, los fenómenos de la atenc10n proporcionan dis- estímulo's con referencia a otros, a fin de que puedan ocurrir ciertas
tinto cuadro de la conducta. El animal humano es un animal aten- reacciones. La descripción de esto es algo a lo cual podremos llegar
to, y su atención puede ser concedida a estímulos sumamente leves. mediante un estudio de nuestra propia conducta, y por el momento
Se pueden captar sonidos a la distancia. Todo nuestro proceso inte- esto es todo lo que podemos decir.
ligente parece residir en la atención selectiva de ciertos tipos de es- El paralelismo en psicología se encontraba principalmente do-
tímulos 15 . Otros estímulos que bombardean el sistema son desviados minado por el estudio del sistema nervioso central, y eso llevó in-
de algún modo. Dedicamos nuestra atención a una cosa en especial. evitablemente a la psicología fundonalista, motriz, voluntarista y
No sólo abrimos la puerta a ciertos estímulos y la cerramos a otros. finalmente conductista. Cuanto más se podía explicar de los pro-
sino que nuestra atención es un proceso organizador así como un cesos del individuo en términos del sistema nervioso central. tanto
proceso selectivo. Cuando prestamos atención a lo que vamos a más se empleaba, para interpretar la conducta, la pauta proporció- ·
hacer, estamos escogiendo todo un grupo de estímulos que re~resen­ nada por el sistema nervioso central. Insisto en que las pautas que
tan actividad sucesiva. Nuestra atención nos permite orgamzar el uno encuentra en el sistema nervioso central son pautas de acción,
campo en que vamos a actuar. Y aquí tenemos al organismo como no de contemplación, no de apreciación en cuanto tal, sino pautas de
actuante y determinante de su ambiente. No se trata simplemente acción. Por otra parte, quiero señalar que se puede enfocar el sis-
de una serie de sentidos pasivos atacados por los estímulos que tema nervioso central desde el punto de vista del psicólogo y
vienen de afuera. El organismo sale y decide a qué reaccionará, Y plantear ciertos problemas al fisiólogo. ¿Cómo explicará el fisió-
organiza ese mundo. Un organismo escoge una cosa y otro elige otra logo la atención? Cuando intenta hacerlo, se ve obligado a efec-
distinta, puesto que actuará en forma diferente. Éste es un enfoque tuarlo en términos de las d¡.stintas vías de comunicación. Si quiere
de lo que sucede en el sistema nervioso central. un enfoque que el explicar por qué es elegida una vía en lugar de otra, debe recurrir
fisiólogo recibe del psicólogo. a esos términos de vías y acciones. No es posible establecer en el
La fisiología de la atención es un campo que constituye aún sistema nervioso central un principio selectivo que pueda ser apli-
un continente oscuro. El organismo se adapta a ciertos tipos de cado en general; no se puede decir que existe un algo específico en
conducta, y esto resulta de considerable importancia para deter- el sistema nervioso central que se encuentra relacionado con la aten-
mmar qué hará el animal. También se dan en el organismo reac- ción; no se puede decir que hay un poder general de la atención.
Es preciso explicarlo específicamente, de modo que, aun cuando
13 [V éJse las SEcciones !3 y 14 .] uno dirija su estudio del sistema nervioso central desde el punto
72 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 73

de vista de la psicología, el tipo de explicación que tendrá que roienzo del acto como su propia volición dj! actuar. Existe sólo una
obtener deberá serlo en términos de las vías que representan acción. conciencia de ciertos procesos que se llevan a cabo. Empero, el para-
Tal, en pocas palabras, es la historia de la aparición, en su lelismo, en esta forma extrema, dejaba fuera de la explicación preci-
forma paralelista, de la psicología fisiológica, una psicología que samente procesos tales como los de la atención y del carácter selec-
había pasado a la etapa siguiente al asociacionismo. Por lo común tivo de la conciencia. Si el fisiólogo hubiese podido mdicar el meca-
se pone eÍ acento sobre la atención, al seguir las huellas de esta tran~ nismo del sistema nervioso centr~l gracias al cual organizamos nues-
sición, pero el énfasis puesto sobre la atención proviene principal- tra acción, quizá todavía predominarÍa semejante explicación en
mente del estudio del organismo como tal, y, en consecuencia, de- términos de ese paralelismo extremo, que consideraría al individuo
bería ser visto dentro del contexto más amplio que hemos presen- como simplemente consciente de la selección hecha por d organismo.
tado. Pero el proceso mismo de la selecctón es tan complejo, que se hace
casi imposible explicarlo, especialmente en tal'es términos. La con-
5. EL PARALELISMO Y LA AMBIGÜEDAD DE "CONCIENCIA" ciencia en cuanto tal es peculiarmente selectiva, y los procesos de
selección, de sensibilización del órgano a los estímulos, son algó
"Conciencia" es un término sumamente ambiguo. A menudo muy difícil de aislar en el sistema nervioso central. William James
uno identifica la conciencia con cierto algo que existe en determi- señala que el monto de la diferencia que es preciso conceder a ciertos
nadas condiciones y no existe en otras. Se la encara de la· manera estímulos para hacerlos dominantes es levísimo, y pudo concebir
más natural, suponiendo que es algo que sucede en ciertas condi~ un acto de volición que se aferra a ciertos estímulos y les concede
ciones del organismo; algo, pues, que puede ser concebido como apenas un poco más de énfasis del que les habría concedido de otro
paralelo a ciertos fenómenos del sistema nervioso, pero no paralelo modo. Wundt trató de hacer posible el paralelismo suponiendo la
a otros. Parece no haber conciencia ninguna que responda a. los existencia de ciertos centros que pudiesen llevar a cabo esa· función
procesos motores como tales; la conciencia que tenemos de nuestra selectiva. Pero no había ninguna explicación satisfactori~ de la
acción es de tipo sensorial y responde a la corriente que viene de form~ en que podía conseguirse esa interacción entre un organismo
los nervios sensoriales que son afectados por la contracción de los y una conciencia, de la forma en que la conciencia podía actuar
músculos. No tenemos conciencia de los procesos motores, pero ·sobre un sistema nervioso central. De modo que, en esta etapa del
poseemos un proceso sensorial que corre paralelo a ellos. Tal es desarrollo de la psicología, tenemos paralelismo más bien que ínter~
la situación de la cual surge el paralelismo. Supone, por un lado, accionismo.
un organismo que es una organización en marcha, que aparente- La fase paralelística de la psicología se revela, no simplemente
mente puede funcionar sin conciencia. Una persona continúa vi- como una de las formas pasajeras que han aparecido en la investi-
viendo cuando se encuentra bajo los efectos de un ¡1nestésico general. gación psicológica, sino como una que ha servido para un fin evi-
La conciencia desaparece y la conciencia vuelve, pero el organismo dente y respondido a una ne\esidad evidente.
vivo continúa su marcha. Y cuanto más completamente está uno ' Distinguimos, en algún sentido, las experiencia$ que llamamos
en condiciones de explicar los procesos psicológicos en términos del conscientes de las que ocurren en el mundo que nos rodea. Vemos
sistema nervioso central, tanto menos importante se torna esa con- un color y le asignamos cierto nombre. Descubrimos que estamos
ciencia. equivocados, debido a algún defecto de nuestra visión, y recurrimos
La afirmación extrema en ese sentido fué hecha por Hugo a los colores espectrales y lo analizamos. Decimos que existe algo
fvfünsterberg 16 • Supuso que el organismo mismo continuaba fun~ que es independiente de nuestro proceso sensorial inmediato'. Tra-
cionando, pero que había ciertos estados conscientes que respondían tamos de aprehender esa parte de la experiencia que puede ser tomada
a ciertos cambios nerviosos. Si uno decía que hacía algo, ello signi- como independiente de la propia reacción inmediata de uno. Que-
ficaba que había una conciencia del movimiento de un músculo en remos aprehenderla de modo de poder encarar el problema del error.
el cuerpo al hacer ese algo; un9.. interpretaba la concienóa del co~ Donde no está involucrado ningún error, no trazamos el límite.
Si descubrimos que un árbol visto a la distancia no existe cuando
16 [Véase Die Willenshandlung.]
74 GEORGE H. MEAD l:SPÍRITU, PERS001A Y SOCI,FDAD 75
llegamos al lugar, entonces hemos confundido alguna otra cosa con representan el mismo objeto. Deseamos poder separar los contenidos
el árbol. Así, nos es preciso tener un campo al cual referir nuestra que varían de los contenidos que, de algún modo, nos son comu-
propia experiencia; y también necesitamos objetos que sean recono- nes a todos. Nuestros psicólogos se proponen decididamente enfocar
cidos como independientes de nuestra propia visión. Nos hace falta la experiencia tal como varía con los individuos. Algunas de dichas
el mecanismo que establezca esa distinción en cualquier momento, experiencias dependen de la perspectiva del individuo, y algunas
y lo generalizamos de este modo. Elaboramos la teoría de la per- son peculiares de un órgano en especial. Si uno es daltónico, tiene
cepción sensorial en términos de los estímulos externos, de modo experiencias distintas de las de una persona con ojos normales.
que podamos aprehender ?quello en lo que podamos confiar para Cuando usamos la palabra "conciencia", entonces, con referen-
distinguirlo de aquello en lo que no podemos confiar del mismo cia a las condiciones variables se6Ún la experiencia del individuo,
modo. Aun un objeto que está realmente presente puede dar lugar ese empleo es completamente distinto del que le damos en el sentido
a una discriminación de ese tipo: en el laboratorio-se distingue entre de tornarnos inaccesibles al mundo 17 • En un caso tratamos la si-
estímulo y experiencia sensorial. El experimentador enciende cierta tuación de una persona que se duerme, distrayendo o centrando su
luz y sabe exactamente de qué luz se trata. Puede decir qué ocurre atención, es decir nos referimos a una exclusión completa o parcial
en la retina y en el sistema nervioso central, y luego averigua cuáles de ciertas partes de un campo. El otro empleo concierne a Ia expe-
son las experiencias. Pone toda clase de elementos en el proceso, de riencia de un individuo, en tanto es distinta de la experiencia de cual-
modo que el sujeto los confunda. Obtiene, por un lado, datos cons- quier otro, y no sólo diferente en ese sentido, sino también en cuanto
cientes, y, por el otro, los procesos físicos que se llevan a cabo. difiere de su propia experiencia en distintas oportunidades. Nuestra
Trasporta este análisis solamente a un campo que es de importancia experiencia varía, no simplemente con nuestro propio organismo,
para su investigación; y él mismo tiene objetos que podrían ser sino también de momento en momento, y, sin embargo, se trata de
analizados de igual modo. una experiencia de algo que no ha variad.o como varían nuestras
Queremos poder distinguir lo que pertenece a nuestra propia experiencias; y como queremos estar en condiciones de poder estudiar
experiencia de lo que puede ser formulado, como decimos, en tér- esa experiencia en esta forma variable, nos es preciso establecer algu~
minos científicos. Estamos seguros de algunos procesos, pero no na clase de paralelismo. Podría intentarse establecer el paralelismo
estamos seguros en cuanto a la reacción de las personas a dichos fuera del cu'erpo, pero el estudio de los estímulos nos conduce inevíta-
procesos. Reconocemos que existe toda clase de diferencias entre los blem~nte al estudio del cuerpo mismo.
individuos. Tenemos que establecer esta distinción, de modo que Distintas posiciones llevarán a distintas experiencias en relación
nos vemos obligados a erigir cierto paralelismo entre cosas que exis- con un determinado objeto, por ej., con una moneda colocada en
ten y tienen un valor uniforme para todos y cosas que varían para cierto lugar. Hay otros fenómenos dependientes del carácter del ojo,
ciertos individuos. Aparentemente, obtenemos un campo de con- o del efecto de experiencias pasadas. La forma en que la moneda sería
ciencia y un campo de cosas físicas que no son conscientes. experimentada depende de las experiencias anteriores que puedan ha-
Quiero distinguir las diferencias que surgen en el empleo del ber ocurrido a los distintos individuos. Para una persona es una mo-
término "conciencia" para denotar accesibilidad a ciertos contenidos neda distinta que para otra; y, no obstante, la moneda existe como
y como sinónimo de esos contenidos mismos. Cuando uno cierra una entidad en sí. Más importante aún desde el punto de vista psi-
los ojos, se aparta de ciertos estímulos. Si uno toma un anestésico, cológico es la perspectiva de la memoria, por medio de la cual una per-
el mundo es inaccesible para él. Similarmente, el sueño lo torna a mna ve una moneda y otra una distinta. :bstos son caracteres que ne-
uno inaccesible pJra el mundo. Pue5 bien, quiero distinguir este ~esitamos separar, y en ello reside la legitimidad de nuestro parale-
uso de la conciencia, el de tornarlo a uno accesible e inaccesible a lismo, a saber, en esa distinción existente entre el objeto tal como
ciertos campos, y diferenciarlo de los contenidos que son determi-
nados por la experiencia del individuo. Queremos estar en condi- lT [E, incidentalmente, de un tercer uso en que "conciencia" está restringida
al plano del funcionamiento de los símbolos. Sobre conciencia. véase "The Defi-
ciones de estudifir una experiencia que varía con los distintos indi- nitíon of the Psychical". University of Chicaqo Publications, III (1903). 77
\fidoos. es decir, los diferentes contenidos que en cierto sentido Y ss.: "What Social Objects Must Psychology Presuppose?", Journal of Phi-
losophy, VII ( 191 O) , 1 74 y ss.]
76 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 77
puede ser determinado, física y fisiológicamente, como común a todos, estímulos hasta el cerebro, y decimos que allí se enciende la con-
y la experiencia que es peculiar a un organismo particular, a una per- ciencia. De este modo, sólo nos queda ubicar en definitiva toda ia
sona particular. .experiencia en el cerebro, y. entonces surgen viejos fantasmas epis-
El establecimiento de esta distinción como doctrina psicológica temológicqs. ¿De quién es ese cerebro? ¿Cómo es conocido el cere-
proporciona la clase de psicología que Wundt ha presentado eficaz bro? ¿Dónde reside el cerebro? El mundo entero llega a ubicarse en
y exhaustivamente. Ha tratado de presentar al organismo y su :me- td cerebro del observador; y su cerebro está ubicado en el cerebrc
dio como objetos físicos idénticos para cualquier experiencia, aun- de todos los demás, y así hasta el infinito. Toda clase de dificul-
que los reflejos que en ellos provocan las distintas experiencias sean tades surgen cuando uno intenta convertir esa división paralelista
todos diferentes. Dos personas que estudian el mismo sistema nervioso en una división metafísica. Es preciso sefialar ahora la naturaleza
central en la mism;¡ mesa de disección lo verán con una pequeña práctica de esa división.
diferencia; y sin embargo ven el mismo sistema nervioso central.
Cada una de ellas ha tenido una distinta experiencia en ese proceso. 6. EL PROORAMA DEL· CONDUCTISMO
Ahora bien, póngase de un lado el organismo y su medio como
objeto común y luego tómese lo que quede, por así decir, y póngase Hemos visto que el intento de explicar la experiencia del indi-
eso en la experiencia de los distintos individuos, y el resultado será viduo en cuanto peculiar a él como individuo implica cierta clase
un paralelismo: por una parte el mundo físico, y por la otra la .de paralelismo. Lo que es accesible sólo para ese individuo, lo que
conciencia. ocurre sólo en el campo de su vida interior, debe ser explicado en
.su relación con la situación dentro de la cual se lleva a cabo. Un
La base para esta distinción, como lo hemos visto, es una base
individuo tiene una experiencia y otro tiene otra experiencia, y
familiar y justificable, pero cuando se le da la forma de una psico-
ambas son explicadas en términos de sus biografías; pero existe un
logía, como lo hizo Wundt, llega a sus límites; y si se la lleva más
.agregado: lo que es común a la experiencia de todos. Y así nues-
allá, nos conduce a dificultades. La distinción legítima es la que
tra explicación científica correlaciona lo que experimenta el indi-
permite que una persona identifique esa fase de una experiencia que .
viduo mismo, que en definitiva sólo puede ser explicado en términos
le es peculiar a ella, que tiene que ser estudiada en términos de un
.de su experiencia, con la experiencia que pertenece a todos. Esto es
momento de su biografía. Existen hechos que son importantes sólo
-esencial a fin de que podamos interpretar lo que es peculiar al indi-
en cuanto residen en la biografía del individuo. La técnica de esa
-~.,.j~uo. Siempre separamos lo que es peculiar a nuestra propia reac"
clase de separación reéurre al ambiente psicológico por un lado y
ción, lo que podemos ~ver ·Y otras personas no pueden, de lo que
a la experiencia por el otro. De tal modo, una experiencia del
-es común a todos. Referimos a un lenguaje común, a un mundo
objeto mismo es contrastada con la experiencia del individuo, la
.común, lo que pertenece solamente a la experiencia de un individuo.
conciencia por un lado con el mundo no consciente por el otro.
Y cuando trasportamos esta relación, esta correlación, a lo que ocu-
Si seguimos esta distinción hasta sus límites, llegamos a un :rre física y fisiológicamente, obtenemos una psicología paralelísta.
organismo fisiológico que es el mismo para todas las personas, ata-
El color u olor peculiar que cualquiera de nosotros capta es una
cado por una serie de estímulos que es la misma para todos. Es
cuestión privada. Difiere de la experiencia de otros individuos, y
preciso seguir el eÍecto de tales estímulos en el sistema nervioso cen-
tral hasta el punto en que un individuo en particular tiene una al mismo tiempo existe un objeto común al cual se refiere. Es la mis-
experiencia específica. Cuando hemos hecho eso en un caso particu- ma luz, la misma rosa, las que e~tán involucradas en tales experien-
.lar, empleamos ese análisis como base para generalizar esa distin- -cias. Lo que tratamos de hacer es seguir estos estímulos comunes a
ción. Podemos decir que existen cosas físicas por un lado y aconte- través del sistema nervioso. de cada uno de esos individuos. Inten-
cimientos mentales por e~ otro. Suponemos que el mundo experi- tamos alcanzar la explicación en términos universales que respon-
mentado de cada persona es considerado como un resultado de una da a esas condiciones particulares. Queremos dominarlas hasta don-
serie causal que reside en el interior de su cerebro. Seguimos los ,.Je nos sea posible, y es esa determinación de las condiciones en que
78 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 79

ocurre la experiencia particular lo que nos permite realizar ese do- laciones entre ciertas situaciones y ciertas reacciones. Es característico
minio 1H. de esta psicología el que no sólo es tan conductista como puede
Si uno dice que su experiencia de un objeto está compuesta de (en cuanto que explica, tan completamente como le es posible, la
distintas sensaciones y luego se propone explicar las condiciones ex~eriencia del individuo en términos objetivos), sino que además
en que dkhas sensaciones ocurren, podrá decir que expresa dichas !e mteresa obtener esas explicaciones y correlaciones a fin de contro-
condiciones en términos de su propia experiencia. Pero son condi- lar la conduc~a .en la mayor medida posible. Vemos que la psicología
ciones comunes a todos. Él mide, determina qué es lo que está suce- moderna esta mteresada en los problemas prácticos, especialmente
diendo,. pero el aparato con que mide, en fin de cuentas, está hecho los de la educación. Tenemos que guiar las inteligencias de .chiqui-
de sus experimcias sensoriales. Las cosas que son calientes o frías, llos y niños a hacer cierto definido empleo de los medíos y a ciertos
ásperas o suaves, los objetos mismos, son explicados en términos tipos definidos de reacciones. ¿Cómo podemos tomar al individuo
de sensaciones; pero son explicados en términos de sensaciones que con sus peculiaridades y llevarlo hacia un tipo de reacción más apro-
podemos hacer universales, y tomamos esos caracteres comunes de ximadamente uniforme? Tiene que tener el mismo lenguaje que
la experiencia y descubrimos, en términos de ellos, las experiencias los demás, y las mismas unidades de medida; y tiene que adoptar
peculiares a los distintos individuos. cierta cultura definida como fondo para su propia experiencia. Tiene
La psicología está interesada en esa correlación, en descubrir qué que, adap~arse a ciertas estructuras sociales y convertirlas en parte
relación existe entre lo que ocurre en el mundo físico y lo que ocurre de si. ¿Con: o se logrará eso? Estamos tratando con individuos sepa-
en el organismo cuando una persona tiene una experiencia sensorial. rados, Y sm embargo esos individuos tienen que convertirse en
Ese programa fué realizado por Hermann Helmholtz 19 • El mundo partes de un todo común. Queremos obtener la correlación entre
existía en términos que podían ser explicados por las leyes de la este mundo que es común y lo que es peculiar al individuo. ~
ciencia, es decir: los estímulos eran explicados en términos físicos. modo que hacemos que la psicología enfoque las cuestiones de la
Lo que ocurre en el sistema nervioso podía ser explicado cada vez educación y los problemas de la escuela, y tratamos de analizar
con mayor exactitud, y ello se podía correlacionar con ciertas ex- diferentes inteligencias para poder explicarlas en términos que, hasta
periencias definidas que el individuo descubría en su propia vida. do~de sea posible, sean comunes; queremos algo que pueda corre-
Y el psicólogo está interesado en obtener la correlación que existe laciOnarse con la tarea que el niño tiene que llevar a cabo. En el
entre las condiciones en que sucede la experiencia y lo que es peculiar lenguaje hablado están involucrados ciertos procesos definidos. ·Qué
al individuo. Desea hacer que esas explicaciones sean tan universales hay en él de uniforme y que nos permita identificar qué ~uede
como resulte posible, y en ese sentido se comporta científicamente. hacer el individuo y qué adiestramiento especial habrá quizá que
Quiere explicar la experiencia de un individuo tan ajustadamente darle? La psicología penetra también en el campo de las cuestiones
como pueda, en términos del campo que puede controlar, de las condi- comerciales, de venta, de personal; entra en el campo de lo anormal
ciones bajo las cuales aparece. Naturalmente, trata de explicar la Y trata de apoderarse de lo que es peculiar en el individuo anor-
conducta del individuo en términos de sus reflejos, y retrotrae, tan mal Y de ponerlo en relación con lo normal, y con las estructuras
lejos como le sea posible, los reflejos más complejos del individuo que reciben su expresión en tales anormalidades. Es interesante ver
hasta las formas más sencillas de acción. Emplea, hasta donde pue- que la psicología parte de este problema de obtener correlaciones
de, una explicación conductista, porque puede ser formulada en entre la experiencia de los individuos y las condiciones en que ocu-
términos del mismo campo que él controla. rre Y se propone explicar esa experiencia en términos de la conducta;
El motivo que informa a la psicología moderna recibe una ex- Y que al mismo tiempo trata de hacer un empleo práctico de esa
presión en el campo de los tests mentales, donde se obtienen corre- correlación que descubre, para los fines de adiestramiento y fiscali-
zación. Se está convirtiendo, esencialmente, en una ciencia práctica,
lB [La siguiente interpretación metodológica del paralelismo es analizada más
en detalle en la Sección 15 .] Y ha apartado a un lado los problemas psicológicos y filosóficos
19 [Die Lehre uon dem Tonempfindungen; Handbuch der physio/ogischen que estaban vinculados a los primitivos dogmas en la psicología aso-
Optih.]
80 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 81

dacionista. Tales son las influencias que operan en !a psicología Hay otra fase de la psicología reciente a la que tendría que refe-
conductista. rirme, a saber, la psicología de la configuración, o psicología de la
Esta psicología no es una teoría para oponer a una doctrina aso- Gestalt, que ha despertado interés en años recientes. En ella vemos c1
ciacionista, y. no debe ser considerada como tal. Trata de descubrir reconocimiento de elementos o fases de la experiencia comunes a la
cuáles son las condiciones en que surge la experiencia del individuo. experiencia del individuo y a las condiciones en que dicha experien-
Tal experiencia es de una clase que nos retrotrae a la conducta a fin cia ~~rge 20 • Existen ciertas formas generales del campo de la per-
de poder seguirla. E~ lo que proporciona una marca distintiva a la ce~cJOn, tanto en la experiencia del individuo como en los objetos
investigación psicológica. La historia y todas las ciencias sociales m1smos: Pueden .ser ide.ntificadas .. _No se puede tomar un color y
tratan de los seres humanos, pero no son primariamente psicológicas. constrUirlo a part1r de Ciertas series de sensaciones. La ·experiencia,
La psicología puede ser de gran importancia al encarar, digamos, la incluso la del individuo, debe partir de algún todo. Debe involucrar
-economía, el problema del való'?, del deseo, los problemas de la ciencia algún todo a fin de que poeamos obtener los elementos que busca-
política, la relación del individuo con el Estado, las relaciones perso- mos. De peculiar importa'ncia para nosotros es .este reconocimiento
nales que tienen que ser consideradas en -función de los individuos. de ~n elemento común en la percepción del individuo y que es
Puede descubrirse que todas las ciencias sociales tienen una fase psico- cons1d~~~do como una condición bajo la .cual surge la percepción
lógica. La historia no es más que biografía, toda una serie de bio- -posJclon que se opone a un análisis de la· experiencia que se basa
•grafías; y, no obstante, todas las cie~cias sociales' tratan de los en l.a suposición de que el todo que tenemos en nuestra p;?rcepción
1ndividuos en sus caracter~s comunes; y donde el individuo resalta es .s!mpl;mente una organización de esos elementos separados. La
<omo distinto es contempi 1do desde el punto de vista de lo que psKolog¡a de la Gestalt nos proporciona otro elemento común a la
logra hacer en el seno de tuda la sociedad, o· en términos' del efecto expe~i~ncia del individuo y del mundo, elemento que determina las
-destructor que pueda tener. Pero no nos ocupa principalmente, en condiCIOnes en que surge dicha experiencia. Así como antes uno
<euanto científicos sociales, el estudio dé su experiencia como tal. tenía que arreglárselas con los estímulos y con lo que pudiese ser
La psicología se propone elaborar la técnica que le permita encarar rastreado en el sistema nervioso central, así ahora poseemos cierta
esas experiencias que cualquier individuo puede tener en cualquier ~str.u~tura que .tiene que ser reconocida, tanto en la experienci~ del
momento de su vida, y que son peculiares a dicho individuo. Y el md¡v¡duo como en el mundo condicionante.
-método de encarar semejante experiencia consiste en averiguar las Una psicología conductista representa una tendencia definida
-condiciones en que ocurre esa experiencia del individuo. Debería- a~:ltes que un s.is~ema, una tendencia a expllcar, hasta donde sea po~
mos proponernos explicar la experiencia del individuo, hasta tan le- . s1ble, las cond1c1ones en que surge la experiencia del individuo. La
jos como podamos, en términos de las condiciones en que ella surge. correlación recibe su expresión en el paralelismo. El término es in-
Es esencialmente un problema de control, éste al cual el psi- fortunado, en cuanto que lleva en sí la distinción entre espíritu y
cólogo se está dedicando. Tiene, naturalmente, su aspecto de investi- c~erpo, entre lo psíquico y lo físico. Es cierto que todas las opera-
·gación en busca de conocimientos. Queremos aumentar nuestros co- C!On~s de los estlmulos pueden ser rastreadas hasta llegar al sistema
nocimientos, pero detrás de eso hay un intento de dominar gradas nerv1oso central, de modo que aparentemente nos encontramos en
.al. conocimiento que obtengamos; y resulta sumamente interesante condiciones de introducir el problema dentr~ de nuestra piel y re-
ver que nuestra psicología moderna avanza cada vez más en los cam- troceder hast~ algo del organismo, el sistema nervioso central, que
pos dentro de los cuales puede obtenerse la fiscalización. Tiene éxito, es representativo de todo lo que ocurre afuera. Si hablamos de una
hasta donde puede establecer correlaciones que es posible poner a luz diciendo que influye sobre nosotros, la verdad es que no influye
prueba. Queremos aprehender los factores de la naturaleza del indi- hasta que golpea la retina del ojo. El sonido no ejerce influencia hasta
viduo que pueden ser reconocidos en la naturaleza de todos los miem- que llega al oído, y así siguiendo, de modo que podemos decir que
bros dé la sociedad pero que pueden ser identificados en el individuo. t:::-do el mundo puede ser explicado en términos üe lo que ocurre den-
'Son problemas que cada vez avanzan con más fuerza hacia pri- •
20
[W. Kohler, Die physischen Gesta/ten tn Ruhe und 1m statíonaren
mera fila. Z t!stand; Gestalt Psychology.]
GEORG.E H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 83
82
tro del organismo mismo. Y podemos deci~ que estam.os tratanao límite, se consiguen rt'sultados como los de decir que todo lo que
.de correlacionar Jos sucesos que se dan en el s1stema nerv1oso centraL ocurre en la conciencia tiene que estar localizado, en cierto modo, en
por un lado, y las experiencias del individuo, por el. ?tro. . la cabeza, porque se ha seguido los rastros de cierta clase de relación
Pero nos es preciso reconocer que aquí hemos utihzado un ataJ~ causal qu~ afecta a la concíencia. La cabeza de que se habla no es
arbitrario. No podemos tomar el sistema nervioso central de por s1, explicada en términos de la cabeza que se observa. Bertrand Russell
ni los objetos físicos aisladamente. Todo el _rroceso. parte. de un es- dice que la cabeza real a que s'e refiere no es la que el fisiólogo con-
tímulo e involucra todo lo que ocurre. As1, la ps¡colog1a correla- templa, sino la cabeza del propio fisiólogo. A los psicólogos les re-
ciona la diferencia de percepciones con la intensidad física de l.~s sulta infinitamente indiferente el que esto sea así o no. No es un
estímulos. Podríamos expl'icar la intensidad de un peso que estuv~.?­ problema de la psicología actual, y el conductismo no tiene que ser
semos levantando, en términos del sisten:a nervioso central, pero. esa considerado como legítimo hasta cierto punto y creer que luego se
sería uña forma dificultosa de explicarla. No es es~ lo que la pslc~­ derrumba. La psicología conductista sólo se propone obtener una ex-
logía trata de hacer. No trata de relacionar una sene de ~echos psl- plicación común que resulte significativa y haga que nuestra correla-
quicos con una serie de hechos neurológicos. Pr?~ura expltcar las ex- ción tenga éxito. La historia de la psicología se ha movido en esta
periencias del individuo en términos de las condicione.s en que su:ge~, dirección, y cualquiera que observe lo que ocurre en las Asociacio-
y tales condiciones muy pocas veces pueden ser explicadas en termt- nes de Psicología en los momentos actuales, y la forma en que Ia
nos neuro:ógicos. Ocasionalmente podemos seguir el proc.eso h~sta psicología es trasportada a otros campos, verá que el interés, el im-
llegar al sistema nervioso central. pero es completa~en~e ¡mpo~ible pulso que la informa, reside en obtener una correlación que permita
explicar la mayor parte de las con~icione.s en tales termmos. Ftsca- a la ciencia controlar las condiciones de la experiencia.
lizamos experiencias en cuanto a la mtens1dad de ~uz .que tenemos, de El término "paralelismo" tiene una inferencia desdichada: está
los ruidos que producimos; las fiscalizamos en term~nos de los efec- histórica y filosóficamente unido al contraste de lo físico con lo
tos que producimos sobre nosotro~ m~s.mos p~r .medw del calor.~ el psíquico, de la conciencia con el mundo inconsciente. En la actualidad.,
frío. Así obtenemos nuestra fiscalizaoon. QU!za podamos mod1hcar no hacemos otra cosa que explicar qué es una experiencia en relación
tales efectos operando sobre los organismos mismos, pero en ge~eral con las condiciones bajo las cuales surge. Ese hecho se oculta detrás
tratamos de correlacionar la experiencia del individuo con. ~a SitUa- del "paralelismo", y para encontrar la correlación es preciso explicar
ción bajo la cual ésta surge. Queremos conocer las c~nd1c10nes en ambos campos en un lenguaje tan común como sea posible, y el
que puede apa-recer la experiencia. Nos interesa descubnr .la_s leyes d: conductismo es simplemente un movimiento en esa dirección. La
correlación más generales que nos sea posible. Pero el ps1cologo esta psicología no es algo que trate de la conciencia; trata de la conciencia
interesado en averiguar la clase de condiciones que pueden ser .corre- del individuo en su relación con las condiciones en las cuales la ex~
lacionadas con la' experiencia del individuo. Tratamos de explicar la periencia se da. Es psicología social cuando las condiciones son socia~
experiencia del individuo y las situaciones en los. términos .más comu- les. Es conductista cuando el enfoque de la experiencia se hace a
nes que podamos, y esto es lo que confiere su tmportanoa a. lo q~e través de la conducta 21 .
. llamamos psicología conductista. No se trata de una nueva ps1colog1a
que aparece y ocupa el lugar de un antiguo ~istema. 2 1 A fin de evitar ciertas inferencias metafísicas, quiero decir que del hecho

Una psicología objetiva no trata de hb~ars~ .de la conciencia, de que tengamos, por un lado, experiencia individual, que quizá puede ser privada
en el sentido de lo personal a que me he referido, y de que tengamos, por el otro
sino que trata de explicar la inteligencia del ¡~dlVI~Uo ~n térm~nos lado, un mundo común, no s< sigue que haya dos planos separados de existencia
que nos permitan ver cómo se ejerce dicha 1~tehge~oa, y como o realidad que deban ser distinguidos metafísicamente el uno del otro. Mucho
de 1? que aparece sencillamente como experiencí,1 de un individuo, como sus
puede mejorársela. Es natural. pues, que esta ps¡cologl~ busque una proptas sensaciones o percepciones, se torna público más tarde. Todo descubrí·
explicación que aproxime entre sí. tanto como sea ~os1ble, esas d?s miento, como tal. comienza con experiencias que tienen que ser explicadas en
thminos ?e la biografía 'del descubridor. El hombre puede advertir excepciones
fases de la experiencia, 0 que las traduzca a un lengua¡e qt~e sea comun e mferennas que otras personas no ven. y sólo puede registrarlas en términos de
para ambos campos. No queremos dos idioma~, uno de oertos ,h.e~hos su p:opía expcríc~da: Las ¡;one en esa forma a fin de que otras personas puedan
rcobtr una cxpenencta semeJante, y luego se propone descubrir cuál es la expli-
físicos y otro de ciertos hechos conscientes. S1 se lleva ese z,nahsls al CJC!on de ese extratio hecho. E!aborJ hipótesis y las pone a prueba, y entonces
84 GEORGE H. MEAD

ellas se convierten en posesión común. Es decir qu~·. existe una ~str~cha. relación
entre estos dos campos de lo psíquico y lo físico, lo pnvado Y lo pubhco.hHacerr;~s
distinciones entre ellos, reconociendo que el mismo factor puede. ser a ora s~. 0
privado y convertirse más tarde en público. Es tarea del de~cubndor, por fme 10
de sus observaciones, y por medio de su~ hipótes!s y expenrnentos, trans. orrn;r
cóntinuarnente lo que es su propia expencnC!a pnvada en una forma ut;¡versa •
Lo mismo puede decirse de otros campos, corno <n ~a obra de un gran artista que
torna sus propias emociones y les da una forma umversal. para que otros puedan
penetrar en ellas.

PARTE JI

7. WUNDT Y EL CONCEPTO DEL GESTO

El campo de la ciencia social que más nos interesa ·fué inaugu-


rado gracias a la obra de Darwín y a la más detallada presentación
de Wundt.
Si tomamos la explicación paralelista de Wundt, tenemos un
punto de vista desde el cual podemos encarar el problema de la expe-
riencia social. Wundt se propuso demostrar el paralelismo existente
entre lo que ocurre en el cuerpo, tal como es representado por los pro-
cesos del sistema nervioso central, y lo que sucede en las experiencias
que el individuo reconoce como propias. Tuvo que descubrir lo que
era común a ambos campos -lo que, en la experiencia psíquica, pu-
diese ser explicado en términos físicos 1 •
Wundt aisló una valiosísima concepción <fel gesto que más tard~
se convierteen un símbolo, pero que se descubre en sus primeras eta-
pas como una parte de un acto socíal 2 • Se trata-de esa parte del acto
social que sirve de estÍmulo para otras formas im.plicadas en el mis-
mo acto social. ' He proporcionado la ilustración de una riña de pe·

1 [Cf. Grundzüge der physiologischen Psychologie.]


El defecto fundamental del paralelismo psicológico de Wundt es el defecto
fundamental de todos los paralelismos psicológicos: el paralelismo· requerido no
es, en rigor, completo por el lado psíquico puesto que sólo la fase sensorial, y no
la. motriz, del proceso fisiológico de la experienda tiene una cor~lación psíquica:
de ahí que el aspecto psíquico del paralelismo requerido sólo pueda ser completado
fisiológicamente; quedando, de tal modo, destrozado. Y este defecto funda-
mental de su paralelismo psicológico vicia el análisis de las experiencias sociales - y
espedalmente de la comunicación-. que él basa en el su·puesto de ese parale-,
lismo. · ·
2 [Volkerp11Jfchologie, Vol. I. Para e1 tratamiento que Mead hace de Wundt,
compárese "The Relations of Psychology and Philology", Psychological Bulletin,
I (1904), págs. 3 75 y ss., con el más crítico "The lrnagination in Wundt's
Treatment of Myth and Religion", ibid., III (1906), págs. 393 y ss.]
86 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SDCIEDAD 87

rros como método para presentar el gesto. El acto de cada perro se a su amo a dar un paseo. Su tratamiento de los gestos estaba plan~
convierte en el estímulo de la reacción del otro perro. Existe, teado en su casi totalidad en tales términos.
pu~s. una relación entre ambos: y así como el acto es contestado A Wundt le fué fácil demostrar que no se trataba de un punto
por el-otro perro, el primero sufre, a su vez, cambios. El propio hecho legítimo de ataque del problema de tales gestos. En...d fmu!.o•..ellos
de que el otro perro esté dispuesto a atacar a otro se convierte en es- no servían a 1ª fup,ción de. la expresic)n de los ~entiruie!}to~.~gs~.J'lo
tímulo para que el otro perro cambie su actitud o su posición. N.o era el m?tiyo de ql,!g J~e~~!l e§tün:uJos, ¡¡ino ,ql!e .más bie.nJo. gran
bien ha hecho tal cosa, cuando tal cambio. d~ actitud del segundo porque formabanparte .de co.f11plejos ac.to$ en l()s. qu.e. distintos ~n­
pcrr~ hac~: a suturno, que el primero cambie de actitud. Tenemos dividuos estab?.ninvoluerados. Se convertían en herramientas por
ahí una conversación de gestos. No !JC Jrat.:l, empero, de gestos en el medio de las cuales reaccionaban los otros individuos. ~
sentido de que sean significantes. No suponemos que el perro se diga: saba e' rarea( ¡:n erancambia o~ ~ll-ª!!l~ÍS,
"Si el animal viene desde esa dirección, me saltará a la garganta, y en- q~~oindivid~.
tonces yo me volveré hacia ese otro lado". Lo quii: ocurre es un cam- Forman parte de, la organiz<1ció11, . Cie[acto social, y son eleruen.:
bio efectivo en su posición debido a la aproximación <;tcl otro perro. tos altamente importantes de dicha organización. Para el ob~er­
Descubrimos una situación similar en el pugilismo y la esgrima. vador humano, son e}{presiones de ernodón, y esa función d~
en las fintas y paradas que son iniciadas por parte del ·otro. Y en- expresar emoción puede convertirse legítimamente en el campe
tonces el primero de los dos, a su vez, cambia su ataque: puede que se de trabajo del artista y del actor. El actor se encuentra
efectúe una considerable cantidad de movimientos de avance y de en la misma posición que el poeta: expresa emociones mediante su
retroceso antes de que se propine realmente un golpe. Es la misma propia actitud, sus tonos de voz, sus gestos, así corno el poeta, por
situación que en la riña de perros. Para tener éxito el individuo medio de su poesía, expresa sus emociones y provoca esa emoción
no debe detenerse a considerar gran parte de su ataque y su defensa; en los demás. De tal modo tenemos una función que no se encuentra
por el contrario es preciso que la lleve a cabo inmediatamente. Tiene en el acto social de esos animales, ni en gran parte de nuestra propia
que adaptarse "instintivamente" a la actitud delotro individuo. Por conducta, tal como la del pugilista y el esgrimista. Este juego red~
supuesto, puede razonarla. Puede fintear deliberadamente a fin de proco se lleva a cabo de modo que los gestos ejecutan sus funciones,
abrir un punto de ataque. Pero gran parte tiene que hacerse sin deli- provocan las reacciones en los otros, y estas reacciones se convierten
a su vez en estímulos para la readaptación, hasta que el acto social
beración.
; En este oso tenemos una situaClon en que ciertas partes del acto mismo puede ser efectuado. Otra ilustración de esto es la relación
)se convierten en un estírnl].lo para que el. otro individuo se adapte a del padre con el niño, el grito estimulante de éste, el tono de res-
\dichas reacciones; y esa. adaptación se convierte .a. su. vez e. n estímulo puesta por parte de la forma-padre, y el consiguiente cambio
(para que el primero cambie su acto y comienc.e otro distinto. J::by u ua en el grito de la forma-niño. Aq:uí" tmemos" u.n.a" serie. de"...adapta-
'serie de actitudes, de movi.míentos. por parte de estos individuos, que ciones de. las ~()S formas,~ que OI?V'<ln a .. ca}) o un <lClQ .soc,ialinvoJucra.do.
p~;~;nec;~ a iQ:~.c;·;,ienzos de actos que son estirn~.los para.l:s reac- en el cuidado del niño. Y así, en todos estos ejemplos, vemos un
ciones que se prescnt.1n. El comienzo de una reacC!on se convterte en proceso social en el cual se puede aislar el gesto que tiene su función
e~tímulo para que el primer individuo cambie su actitud, para que en tal proceso y que puede convertirse en una expresión de. emo~
adopte un acto distinto. El término "gesto" puede ser identificado ciones o llegar a ser más tarde la expresión de un significado, una
con estos comi~nzos de actos socí.1lc~ 4uc son estímulos para la idea.
reacción de otros individuos. Darwin estaba íntercsJdo en tales gestos L~L§it:uación P!imitiva e~ aquellª ".etLgue $e..da."el a<:JO.§Q¡:iaJ, acto
porque cxpr-'s,1ban emociones, y los cnc.1ró principalmcnt: como si que involucra lainteracción de distintas formas, y en coi1semef1CÍa,
ésJ fucr.1 su única función. Consideraba qtw, con rrfcrenclJ a otros la adaptadón recípr;ca de la conducta de la~ distintas for~as" e~ la
individuos, servían la misma función que con referencia a su propi,1 realización del proceso social. Dentro de dicho ,ero e~ so se' pu~g~,
obscrYacíón. Para Darwin, 1<:>~.-.sc.srgs. cY.ptcsab.>n · e>mocio-ncs dd· encontrar lo que denominamos los gestos, esas faseLdeLacto que
.wimal; en la actitud del perro veía la alegría con que accmpañaba producen la adaptación a la reacción de la otra. form;:¡. Estas fases
88 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 89
del acto llevan consigo la actitud tal como la reconoce el observador, !1..RCr~ona del indi:vidllQ ...que lo ha.~.e. _EJ gesto .~!lJI~!leral, .J.el.&~lf.tQ
y también lo que llamamos la actitud interna. El animal puede estar vocal en e~pt;~~al, indica UJ1.Q , u ..ot.r.o objet<Ld¡:ntro deLcampo .,de.Ja
furioso o tener miedo. Bstas . son actitudes emocion.ales que . están.. de- conducta socj¡¡.l,un objeto,de .. i:nterés.común a. todos.lo.s.jndividuos
trá.s <;le lgs actos, pero son sólo partes .dd proceso total que se lleva a f~vol ucrados en ;r~~t·¿; so¿ial ~~i dirigido. hacia o ~bre ~se <:>b jeto. .La
cabo. La ira se expresa en el ataque; el miedo se expresa en la huída. función def gesto es posibi1itar Ía adaptación entre los indivsduqs
Podemos ver, pues, que los,gg§tos significan estas actitJ.ldes por paxte involucrados en cualquier acto social <fado, con. refe~ncia .al objeto
de la forii1:a, es decir, tienen ese significado para nosotros. Vemos objetos con qu! dicho acto está relacionado; y ~1. gesto.sig1lifi~
que un animal está furioso y que se encuentra a punto de atacar. Sa- o símbolo significante proporciona facilidades mqcqQ lllilYQ,res,
bemos que eso existe en la acción del animal y que es revelado por la tal adaptación y readaptación, que el gesto no significante, por-
actitud del mismo. No podemos decir que el animal quiera hacerlo en • que provoca· en el individuo que l() h¡¡ce la misma actitud hacia él
el sentido de que haya adoptado una determinación reflexiva de ata- (o hacía su significación) que la que provoca en otrosindividuos
car. Un hombre puede golpear a otro antes de querer hacerlo; puede que participan con el primero en. e.l.acto soúal dado, y así le torna
sobresaltarse y huir de un rui<:lo fuerte que resuena a su espalda, antes consciente de la actitud de ellos hacia el gesto (como componente ..de
de saber qué está haciendo. Si timeJa id.ea f.IL.el espíritu, entonces 1a conducta de él) y le permite adaptar su conducta subsiguiente.ala..
el gesto no sólo le indi~a eso aL observador, sino.. que. también sig- de ellos a la luz de la mencionada actitud. En .l"eS.!!me.n...Ja f.911Yer::
nifica la idea que tiene el individuo. En un caso el observador ve sadón de gestos conscie.nteS: o significantes es. un mecanismo .mucho
que la actitud del perro representa ataque, pero no dice que ello más adecuado y eficaz de adaptación mutua del}tro del acto. social·
represente una determinación consciente de atacar por parte del perro. -ya que involucra. la ad(;p~ión, por ,;·~.e ~n9 .de~Jos in~r~'E{ú~i
Empero, si alguien sacude el puño ante el rostro de uno, surge la que lo llevan ;t cal>o, de lils actit.u<fes d.eJos otro~ h¡¡cü:l é.t~•.. q.ue.lap'
suposición de que, no sólo ha adoptado una actitud hostil, sino que conversación de gestos inconsciente o no significante. ..
también hay alguna idea detrás de ella. Se supone que eso significa, Cuando, en cualquíe; acto o sit~a~i6n .social dada, un individuo
no sólo un posible ataque, sino que, además, el individuo tiene una indica por medio de un gesto, a otro individuo, lo que éste tiene
idea en su experiencia. que hacer, el prirgec individuo .tiene concimcia de la significadán
~hora bien, cuando ese gesto represen tala idea que paydetrás g~ de _su propio gesto --:::::Q.la signifiqción de .~u gesto. ¡¡p;u:ece.eJl•.~ll
él y provoca esa idea en el otro individuo, entonces teMmos un . propia experieQcia-, en la. medida en que adopta.la actitud del
símbol§ §ÍÚtifíca.nte. ¿; el caso de la riña de perros, tenemos un segundo individuo hacía ese gestoy tiende a I'eaccionar .ante ella.im~
gesto que provoca una reacción ad~u~da; en el. caso actual tenemos plícitamente ..del mismo modo.~como el segyndo .iodivi.dYo. reac,.
un símbolo que respo11qe a un significado en la experiencia del· prí~ dona ante ella explÍf!tamente. ~os. gesE2.~~e. CO!!V:iel"J~lJ~~"·"ªimbPJP.S~¡¡
II1:er individuo y que también evoca ese significado en él segundo significan tes cuandq .proyocan. im'Pti~it¡¡.men te .e¡:t.Jln. iá<:liyid11Q ".Qll~ ~
individuo. Cuando el gesto llega a esa situación, se ha convertido en los hace las ~ismas . reaccion~s que pr<;>vocal'! e,xp:Eci!aiD~l}!~,,~~ f
lo que llamamos "lenguaje". Es ahora un símbolo significante y que se supone que deben provocar- en otros individuos, los indí- '
representa cierto significado 3 • viduos a quienes están dirigidos; y en to<Ias''lis conversac1ones''é!e ~,::.. ,,
El gesto es esa parte del acto i~giyidual frenteal q:ge se prodl!~e lít gestos, ~entro del pr()Ceso social, ya sea11 exter~as . {entre ..'Cff~tiJJ......~os ll ·
adap~;~<;\éln por patte.de otros. individuos .en ~1. proceso sqcial de la. individuos) o inter~as (entre un indivi~uo d.;l.goy éLmisinp)..Ja t
cond.u<;ta.. El gesto vocal se convierte en símbolo signifi;;ante (ca- conciencia que tiene el individuo del contenido yJ!\ljo d~)a,.~ÍgtJ.Í- !
rente de importancia, como tal, en el aspecto simplemente afectivo ficación involucrada depende de que ¡¡dopte de,.g.~ modq,Jª aáitud)
de la experiencia) cpan<;lo .Produce el mismo efecto sol::>n el individuo del otro haciá sus propios gestos. De esta manera, to.dQ,,ggstoJJs~.::
que lo hace que sobre el individuo a quien está dirigido o que explí- dentro .4e un grupo o comunidadsocialdados, a representar un acto
citamente reacciona a él, ·yAe tal modo involucra una referencia a o reacc;ión especial, '.~,s~h;r, ,~l a, ro.:;;-~~a<:d.ón.,qw::p.royo'a eip.fi~i:
3 [Véase "A Behavioristi'c Account of the Significant Symbol", Joumaf
ª
tamente g:g. el. individuo quien e.st.<i. dirüü4od~ implic;.it¡~,mente ~11. el
of Phílosophy, XIX (192 2), págs. 15 7 y ss.] individqq que lo hace; y esteacto.o n~<~.c:dón.espeá;U qv,e el ge.st;.~~~:
9o GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 91

J2!~~~L1JJ1, S~~ .SJLsig,oif,U:a~ió.n.como,s imhole1 sig.nificant~.


La_. ex i s.te nc ia tintas reacciones. A fin de que la teoría de Wundt sobr'e el origen
del espíritu o de la inteligencia sólo es posible en térmi;~; de gestos del lenguaje pueda ser puesta en práctica, el g~sto que empl;¡;¡ pri-
~2~no símb.<:Jlos-, significante~; gorque sólo en J(rn:!ino,s qe gestos que mer individuo tiene que ser reproducido, en algún sentido.. en J<\ .eX:
S()n símbolos significantes pue9:eexistir el pensamiento- que es sim- periencía del indi~iduo de ~29o deJ?r;vocar la mi~ma id~a en su
plemente una conversación subjetivada o implícit3 del i11dividuo con- espíritu. No debemos confundir él comienzo del lenguaje ctin sus
sigo mismo por medio de tales gestos. L¡¡,. internalización en nuestra -etapas posteriores. Es muy cierto que, en cuanto vemos la actitud
experiencia de las conversaciones de gestos .. externas que llevamos a del perro, decirnos que representa un ataque, o que cuando vemos a
cabo con otros individuos, en el proceso social, es la _esencia Jd pensa- una persona mirando en torno en busca de una silla sabemos que sig-
miento; y los gestos así internalizados son símbolos significantes por- nifica que querría sentarse. El gesto significa todos _eS<:)~ proces2s •.
que tiemn las mismas significaciones para todos los miembros de la y esa significación es provocada poc lo que vernos. Pero se sqp.p.ne.
sociedad o grupo social dado, es decir, provocan respectivamente las que estamos en los comien'zos del desarrollo del lenguaje. Si pre~
mismas actitudes en los individuos que las hacen que en los que sumimos que existe cierto está<Io psjql)ic.o q\,le x:esponcle á ijn .e.staclo
reaccionan a ellos: de lo cor:ttrario el individuo no podría ínternalí- físico, ¿cómo llegaremos alpup.to en que d gesto P!O>:ocar~ d m.árno
zarlos o tener conciencia de ellos y de sus significaciones. Corno vere- gesto en la actitud del otro individuo? En el comienzo, el gesto
;mos, el mismo procedimiento responsable de la génesis y existenci~ de la otra persona representa lo que uno hará al respecto. No sig-
.de] espíritu o conciencia - a saber, la adopción de la actitud del otro nifica lo que él está pensando, ni su emoción. ,~.uponiendo que el
hacia el espíritu de uno, o hacia la conducta de uno- involucra ataque airado de él despertara miedo en uno, entonces unó no ten-
también la génesis y existencia, al mismo tiempo, d. e los sÍ.J11bolo;· dría cólera en·et espíritu;·sino- rn·tedb:··"I::l·gestode érsígti'ificimTedo.
significantes o gestos signific;¡ntes. por lo que a uno,respecta. É'Sta tS la situación primitiva. Cuando un
En la doctrina de \Vundt, el paralelismo entre el gesto y la perro grande ataca a uno pequeño, el pequeño mete el rabo entre las
emoción o la actitud intelectual del individuo hace posible esta- patas y huye, pero el gesto no provoca en el segundo individuo
blecer un paralelismo semejante en el otro individuo. El gesto pro- lo que provocó en el primero. La reacción es, por lo general, de una
voca en la otra forma un gesto que despertará o provocará la misma clase distinta que el estímulo del acto social, y se provoca una ac~
actitud emocional y la misma idea. Cuando esto ha sucedido, los ción distinta. Sí se supone que existe cierta idea que responde a ese
individuos han comenzado a hablar entre sí. Antes me referí a una acto, entonces uno querrá, en una etapa posterior, alcanzar la idea
conversación de gestos que no involucraba símbolos o gestos signi- que tenía la primera forma, pero, originariamente,laidea cle. uno.. seri
ficantes. Los perros no hablan el uno con el otro; no existen ideas la propiaídea,que respqnde a. ci~.rto Jil1· _S.i deos;~mosqq_e,~l.Z.Cl~9. :'A,''
en el espíritu de los perros; tampoco suponemos que el perro trate correspopde .Una idea "a" s al gest.o B .,.lJ.Jla. id~a 'J?", .en~oru:~.".c..omQ
de expresar una idea al otro perro. Pero si el gesto, e.n. d caso el gesto ::A" _d~.la pr~ra forma .provoca un gesto*·:.a~· •..:y. . .su.jde.a
ín<iíviduo bum.~·no ..tiene paralelo a sí .-;ierto estado psíquico que es relacionada "b", en la s~gund¡1 forma Ja idea que.responde.,aL.g,esto
la idea de lg que la person::¡ está por hacer, y si este gesto prov.oca un "A" no es laidea "a", sjno li! idea "b". Semej<:~nte proc.eso QPJ{!l_ege
gesto semejante en el otro individuo y una idea similar, entonces se provocar en un espíritu precis.airlente la. idea que la ,otra persona...tiene
con vierte en ...un gesto significante. Representa las ideas de los espí- ,en el suyo.
ritus de ambos. En términos del análisis psicológico wundtíano de la comunica~
[xíste cierta dificultad para llevar a cabo este análisis, sí acepta- ción, ¿cómo obtiene o experimenta, un organismo reaccionante,
mos d paralelismo de \Vundt. Cuando una persona sacude un puño la misma idea .o correlación psíquica, de cualquier gesto dado, que
ante Lls narice-s de uno, se trata de un gesto en el sentido en que tiene el organismo que hace ese gesto? ,k.¡¡_9i[icultad reside en <¡Ue
thJmos el término, el comienzo de un acto que provoca una reacción VI u•~s! t P!es_upone ~¡s<ol1a.s somo. ant,gc:.~.d,mt~.g. cid':}2¡gs,~s.9* .)gc.fal:~...~
por parte de un0. La reacción puede variar: puede depender de 13 fin de $X.Plicar.la. c.omunícacíón .dfi!J),tt:Q. de.ese ..pr.Q.!;,í:SQ,,.~n•..tanto. . que,
l'statura del hombrl', puede consistir en que no agite el puño a su por el. C:8l1trat:io"ba ..de darse cuenta de.. e1la~.e.n titminos clel .pro~so
vez, o puede -'iignificar una fuga. Es posible toda una serie de dis- so.cial, y m. t~nlÚnos de wmunícadón; ·Y k.>s individuos deben.set
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 9)
92 GEORGE H. MEAD
wlógico 1~ g.Q)iga a,dicho dualismo~ y, aunque reconoce la ne2esiqad
_pue~~<?s~,.en,relaci§IJ, esencial dentrC> ..~e ese J?roceso; a_nt~s de .'!u~ I,a d;~,establecer una relación funcional entre ellos, en términos del pro-
comunicación, o el ..contacto entr~ los. espín tus de.. dtstmtos md1v1~ ceso de comynicación dentro del acto social, 1.ª..,\inic.ar::da.cifuLde..esta
duos, se ha.ga posible:· El c)Jerpo..•no...es\w.Y:o,.como~alj.,§Ót~ue con~ clase. que .Pu~d~. ~sfal;l.lecerse sobre .su hase... psicológica. es tal,. que .no
iViert~ ~.Q _persqn,~ SU~IJ,gQ .U'l.cl~~arrolla\JQ Un .~pititu dentro. del CQn• logra en modo al~uno esclarecer .la CQAex:ió.n que eLco.ntextp de la.
/t.~xto de la e)¡;periencia social. No se le ocurre a Wundt explicar la e2'P~ríegcJ<t ~9cieLtien&conJª~~xi:?~enda y d.e~:¡<u.:.roll<;>A~l ~§Pí.titu. Tal
·~éx.istenéia y el desarrollo de personas y espÍFÍtus dentro del proceso esclarecimiento es proporcionado sólo por el análisis conductista de
social de la experiencia, o en términos de éste; y su presuposición de la comunicación, y por la explicación de la naturaleza del espíritu
que ellos hacen posible. este proceso, y la comunicación dentro de él, en términos de la comunicación a que dicho análisis lleva.
invalida su análisis de dicho proceso. Porque si, como lo hace V{undt,
se 2!~§.\U?_Q.Dg.~desde....el .comíenznJa.:existenda ...d.el espíritJJ •.corho. e)!;.:" 8. LA IMITACIÓN Y EL ORIGEN DEL LENGUAJJ'l
pÜcadorag.posibili tag 0 ra del !?roces(). social.ci~ .l<t. e:lf~ELencia; .~.nts>I,l;::
ces el origen de los espíritus y la interacción ent~e los e~ptr~tus sg La dificultad de Wundt ha sido resuelta en el pasado gr¡¡cias al
convierten en niist~~ios:. :Peró sCw.r ~!contrario, .. se considera e~ concepto de imitación. Por supuesto, si fuese cierto que cuando una
proceso social de (aexperien~ia cott"lo previo (en un.a.Jorma. rudimen~ persona sacude el puño ante las l;Jarbas de otra ésta la ~mita, e.§t<ttf<t
taiia) a h exi?cia del espíritu y se explica el origen de los espíri- hac!erldo 1o que hace ella y teniendo la misma idea que ella. Existen,
tus en t¿rminos de la interacción entre individuos dentro de ese en rigor, ciertos casos en que las relaciones son parecidas a los estímu-
proceso, entonces, n.o sólo el origen de los espíritus, sino. también la los del acto social, pero por regla son distintas. Y, sin embargo,
inte~acción de éstos .(que de tal modo se ve que es inherente a la natu- se ha supuesto generalmente que ciertas formas se imitan entre sí.
raleza misma de ellos y presupuesta por su existencia o desarrollo) rsé ha estudiado mucho este problema de la imitación y del papel
1dejan de parecer misteriosos o milagrosos. El e~:Rlrit\1 SUJ:'g.e a tra:v;é,s !que, según se supone, representa en la conducta, especialmente en
l~comunicaci~n, por una conversación q~ gestos eP. un proceso las formas inferiores; pero el resultado de este estudio ha sido nú-
social o cont~~t~·de experiencia - y no la comunic.ación a través del ,nímizar la imitación, incluso en la conducta de los animales supe~
espíritu. riores. El mono ha sido tradicionalmente el animal más imitador,
De tal modo, Wundt pasa por alto d importante hecho de que pero en los estudios científicos se descubrió que tal cosa era un mito.
la comJJnica<:ión es fun.damental para la naturaleza de lo que deno::: El mono aprende rápidamente, pero no imita. Los perros y los gatos
~ina;o·s "e~píritu''; y pt'ecisarnente en el reco.llocimie.nto de este han sido estudiados desde ese punto de vista, y no se ha descubierto
hecho pocirán encontrarse principalmente el valor y la ventaja de que la conducta de una forma sirviese a los fines de provocar el
una explicación conductista del espíritu. Así, el análisis de la comu- mismo acto en la otra forma.
nicación hecho por Wundt presupone la existencia .de espíritus que En la forma humana parece haber imitación en el caso de. un
están en condiciones de comunicarse, y esta existencia sigue siendo gesto vocal, el gesto importante por lo que respecta al lenguaje. De
un misterio inexplicable en su base psicológica; en tant~ que el aná- modo que el filólogo, en especial, antes de que el psicólogo obtuviese
lisis conductista de la comunicación no hace.. semejante presuposi- ! un análisis exacto, adoptó la suposición de que imitamos los soni-
ción, ~i~() que, por el cont.tario, explica la existencia de espíritus· en dos que escuchamos. Parecía haber muchas evidencias de ello en
té(mÍnos d~ .comunicación y experiencia social; . y considerando a ciertos individuos animales, especialmente en aquellos que emplean
los ~spÍ~it~s como fenómenos que han surgido Y. se ... han desarro- una articulación fonética más rica, tales como los pájaros. Al go-
llado del proceso cie comunicación y de la experienciasoci(ll en gep.e- rrión puede enseñársele a imitar al canario poniéndolo en estrecha
ral -.-fenómenos .que, . por lo tanto, presuponen ese. pro.ceso a.ntes relación con éste. El loro aprende a "hablar". Y a veremos que no
gue ser presupuestos por éste-; este análisis Iogr.;Larrojar verda. se trata de verdadero lenguaje hablado, porque el ave no expresa
dera. l:qz sobre la naturaleza de los mismos. \\Tundt conserva u11 ideas, pero por lo común decimos q1.1e el loro imita los sonidos que
\dualismo o separadón entre el gesto (o símbolo). y Ía idea! entre el aparecen en su derredor.
proceso sensorial y el contenido psíquico, porque su paralelismo psi-
94 GEORGE H. MEAD ESPíRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 95
La imitación, como instinto general, está ahora desacreditada haría que otra persona actuase de ese modo? ¿La VIS!on de otra
en la psicología humana. Hubo una época en que la gente creía que persona actuando de otra manera? Es ésta una suposición imposible.
existía un impulso definido, por parte del animal humano, para En el E.aralelismo de _Wundt tenem9s Ja ba.s~_de sq_ e~¡¡Jiq.ci,qp
hacer lo que le veía hacer a otra gente. Por parte de los niños hay gel lenguaje. Wul}.dt supuso una. situación. física qqe tÜ:.Il<: ckt:to
mucho de aparente imitación. I?rrJ.J?i~!lSf11rtla~s ISJr!!:l~,!lQ.cte.~arro- significado para. la conducta d~ la forma, y .por otra. parte. ..s.u.puso
~l!adas exíste,~n habla que.no parfK:e s~.r otra cosa que imitación. un complejo psíquico de idea~ que son, en ci.erto .. ~entido. htg~p,¡;g~
Exls-ten-f>ersonas a quie!,Vs consideramos poco int;Iigentes, que re- sión de valores fisiológicos o biológico¡;¡. Su problema es obtener de
piten cosas sin tener nirtfUna idea de lo que se quiere decir: una pura esta situación el lengu~je como comunicación significante.
repetición. de sonidos que escuchan. Pero todavía sigue en pie la . , Exis_!en situaciones E~_le~ ..S~P~-~i!~«~gQr~senJªc;lª§P9rla <;QQYH.sª:
duda de por qué habría la forma de imit~r de ese modo. ¿Hay al- aon de gestos a que m~ he referido, sítu.adones en las..que. J:igrtªª.
gún motivo para la imitación? Suponemos que toda conducta tiene fases del acto se convierten .en estímulos para que las formas invo-
como motivo alguna función. ¿Cuál es la función de la imitación? lucradas en ellas lleven a cabo su parte del acto. Ahora _bien . estas'
.&R<t~e11~~!11ente1 DEtenemos una respuesta en el desarrollo de las for.:. J'~rtes ~d _acto q!l_e, ~~~.~t~tuzen.e_stím u los J?~_ra las ;t·;·;;··f~;~~;.··~~
mas JOVenes. El zorro- joven sigue a sus padres, caza con ellos, su actividad social, son gestos. LQ~gesto~_sorl•.E\l.~s. e§.~.É~iti·:~~[
aprende a capturar o evitar determinados animales; originariamente acto responsable por su influencia sobre otras formas. El gesto, en
no rechaza el olor del hombre, pero después de haber estado con el cierto sentido, rcp~esenta al acto en el grado en que afectil.'!);•
zorro viejo, el olor de un hombre le hace huir. Existe, en este caso, forma. La amenaza d'e víoíencia, como la del puño cerrado, es el
una serie de reacciones que se asocian definitivamente a un estímulo. estímulo para que la otra forma se defienda o hu ya. Lleva en sí el
especial; sita forma joven acompaña al pad;e: fasreacciones que exís- sentido del acto mismo. No me refiero al sentido en términos de
ten en su naturaleza se asocian a ciertos _estímulos definidos. De una conciencia reflexiva, sino en términos de conducta. Para el obser-
manera sumamente generalizada, podemos hablar del zorro conside- vador el gesto significa el peligro y la respuesta del individuo a ese
rando que imita a sus padres y rehuye al homb-re. Pero esto no sig- , peligro. Provoca cierta clase de acto. ~j._J!}!QQJ1~ill9~ •.Uig,~gmL~n<;ia..
nifícaría que la fuga es un acto automático de imitación. El zorro en la cua.J. no sól.<;> .es.tá.Presep.te e!. e~tiJnl:IJq eu.. liLforma...de .'QUa. .<¡ep-
joven ha sido colocado en una situación en que huye, y cuando el s~ción •. ,s_i~o tam~.Í~fl.l~n.i.l. i<tea, .tn!<;mce~ ]Jay. etl el.e~:¡:>írit\l.la .sen~a­
olor del hombre está presente, se torna definidamente asociado con nón en I~q\le este ~~V!nl1Iº·ªmu:ese~JliJ.ª ..Ycisi9n.c;lei pu}ig ~er~ad'O. y~
esa reacción de fuga. Ninguna forma joven de los animales infe- además, . !a ide.ª del ;¡~taque.: ~~~~~ ~eci~~e q\l.e e(p\l~o:·ce;;~ª·a;:$:ii
riores imita simplemente los actos de la forma adulta, sino que ad- cu;.¡nto que ev,ocaesa1de,a, .s1gmf~ca el,peligro.
quiere, durante su período de infancia, la.asociación de un grupo de Y bien, el problema consiste en in traducir esta relación entre la
reacciones más o menos instintivas con .ciertas. se.ries de.e5t.ímulos. idea y el símbolo mismo en la conversación de gestos. Como señalé
Las observaciones y salvedades anteriores, como lo veremos, no antes, esta relación no está dada en la reacción inmediata de lucha
justifican eJ sentido discutible en que ~ menudo se ha empleado la o huída. Puede estar presente, pero en lo que respecta a la conver-
noci6n de. imitación .. El término "imitación" se tornó de grande sación de gestos, un acto de una clase provoca un acto de una clase
importancia, por un tiempo, en la psicología social. y en la sociolo- distinta en la otra forma. Es decir, que la amenaza involucrada,
gía. Pué usado como base para toda una teoría de la sociología, ~~v~, digamos, ~.la ~uída. L;•.~~e.a•.~~•.~.\líd:: .~;;?.e§Jil"'is!~~.,s;lg••ª~Yt:·
por el sociólogo francés Gabriel Tarde 4 • Al principio, el psicólogo, ·-,.~ ........~.-S~~.!~~-~S~Qlt~~-.,gg,~t5&S....esta. . Ia~.tepara.aa.n ..p.ara.•.cl..~~~
sin un análisis adecuado, (l.u.PC2~La g__u!!.e11la persona existía la. ten- _ctal compJgt 0 9. U.~- Í.!lV'Q]J,li;J.<L l<!§.~ªf_fiQ.!l~§.9.~ .flj~Ü!:!!.~.~" fQJ.f!1i!§.J.U5iÁX.Í-
d.e.ncia a ..hacer lQ que hacen otras pers 0 nas. Se puede ver cuán difí- dualcs, yJos &e.sJQs •.qu.e sou_parte.s.dd ac;to,.§.in;:~nUªE'L.~~tJmB.I.str.l!J~.
otras fou:n<Js. Provocan actos diferentes a ellos. El grito de un niño
cil sería elaborar ningún mecanismo de esa clase. ¿Por qué habría
provoca la reacción del cuidado de la madre; el uno es temor y el
de guiñar una persona, cuando otra hace un guiño? ¿Qué estímuk
otro protección. .l~.!:~~.~i~.l1.Il,2.!s .•eJLJ!l.QfLo.. alg¡,¡ n.o jJ;!.éntic.l•.al .. otro
4 [Les /oís de /'imication.] acto. Si existe una idea, en el sentido wundtiano -es decir el con-
C:CCJRGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 97

t;g_nül<) p~js;Qlóg:i\;Q,~Que . xes.poflde .<t. ~ier:to estímulo espeda,l::-;::-, ta,l idea, e11Ia <;.Q:ttdUcta .ck.e$tOS inseetos; Naturalmente, es un campo en que
no aparecería en la reacciótl. todavía está por hacerse gran parte del trabajo, pero, aun así, no
L;ql;!e ~1 l_e!1Kl1aje pa,r"C.s;e expresar es una s~ri~ d~ símbolos que se han. encontrado pruebas de ningún símbolo significante.
responden a cierto contenido mensurablemente ident1co en la. eX?;"- Q.uie.ro d~jar..:íl<;l;tz:¡da la díf~re:gcia e11tre. estas do~ ~ituadont~.
riehcia de los distintos individuos. Sí ha de haber comumcacwn ~~ede haber u~ ..~lt<;? ~r~do dejn~elig~nci~. en_,~l seit~ic{9:e~1iit~~i~¡::
como tal el sünbolo.. tien~.que significarJo...w.i.smQ Pat:a J.pc;lgs l9s :aiós ese térmíno; e11.la co.n(fu,c~a de l()s animale§, sin ~inglin símbolo
individu~s·i~~;l~c;:rados. Si una cantidad de individuos reaccionan significante,! ~!,~, ,llillguna pres~!lJaCÍQ!l d.e significaciones C()l:l\0. tak~:
de distintas 'ro~neras a los estímulos, el estímulo significa diferentes Lo esencial es la actividad cooperativa, de modo que el gesto de
cosas para ellos. §X.~11-~.~~nJi.c;l.a<Lde persº~ª~ ley.ant.a un pesQ" una uno provoque la r~a:cdon adecuada. en , Pero el gesto de uno
adopta una :posició!l yotra. una postcíóQ distmta. Si se tr.ata de un puede provocar reacciones completamente distintas poi" parte de otras
prÓ~~so cooperativo que requiere distintas cl.ase~ ~e reace1ones, e~­ formas, y al mismo ti~mpo no haber una significación común que
tonces el Wumdo a actuar por parte de un mdiViduo provoca dis- todas las distintas formas asignen a.un gesto en especial. No existe
tintas reacciones en los otros. La conve~s~ción _de gestos no lleva en ·ningún sí1t1bolo común que signifiql]e alimento para las horxrtig~~·
sí un símbolo que tenga una signifícación universal para todos los A.Hmento significa muchísima~ cosas~ . cosas que tienen que ~r. re-
distintos individuos. Puede ser absolutamente eficaz sin eso, ya unidas, qué tien~11 que ser acopíaclas, . que tienen que ser acarr~aCYas
que el estímulo que un individuo proporc.ion~ ?uede ser el adecuado por Ías' o6reras y ser colocadas en la boca de las hormigas-soldados.
para provocar distintas reacciones en los mdiVi~Uo~ ?el .~ru~o .. ~o No existe ninguna prueba de que haya algún símbolo que signi-
es esencial que los indi_viduos conceda~ una s~g~uficacwn identica fique alimento como tal. La vista, el olor de la comida y su posi-
al estímulo especial a fin de que cada, uno reaccwne adecuadamente. , ción provocan ciertas reacciones. Una hormiga toma un objeto ali-
La gente se reúne en• una ~úchedumbre y se mueve de un lado a menticio y vuelve tambaleándose con él a su hormiguero. Más tarde
otro; se adapta a las personas que se acercan a ella, como decimos, representa algo para ser comido, significa toda una serie de activida-
inconscientemente. Se mueven en forma inteligente los unos con des. El olor que queda a lo largo del camino es un estímulo para
respecto a los otros, pero encuentran en los gestos de los. o.tros, otros insectos que siguen por él, ,pero I1ohay símp()lo ~lguno .. que,
en sus actitudes y movimientos, estímulos adecuados para distmtas signifique "camino".~t:a. ~.~~ grupo. 'El oÍor de una forma extraña
reacciones. Esto ilustra una cony,e~_sación de gestos en la que hay en el. I:lürmT&uero significa.ataque .de .oiras.farmas. pero .sClina J19!-
actividad cooPer;~1v; sí~ simbqto algl,ln() que.sjg~ifi.q~e la ~ís~a miga extraiía es em,p¡;¡pada en un líquido formado m.acerando . .·a
cosa para todos. Por supuesto, es posible que mdividuos ~nteh­ hormigas del hof1lligge_ro.Y lueg() es colo.cada en éste, no se produce
gentes, en semejantes co11diciones, traduzcan esos ges~os en .su~bo­ ningún 'ataque, aun cuando .esta for1J1a sea mucho más grande. EI
los significantes, pero no es preciso detenerse a tr~due1r en termmos olor no significa un e~emigo en cuanto t~l. Compárense estas dos
de esa clase. Semejante conversación universal no es en modo al- situaciones: en una. existe una actividad social altamente com¡>leja,
guno esencial para la conversación de gestos en la conducta coope- en la que los gestos son simplemente estímulos para fa" adecuada
rativa. · · d reacción. de todo. el grupo: . en .1<1.. situación hll1J1ana, ha:v.una r~ª~.c~Ó11
Tal conducta cooperativa es, presumiblemente, el úmco tipo e diferent~ prov9caaa,_ gracias a simbol()s q gestos espe-ciales qu~ ~ie11~n.
conducta que uno encuentra entre las hormiga·s· Y las a~e~as. la misma sigJ1ifif~~i{m para tíldPslos ll1ÍE:.m.br.os. del. &tll.PO· Aquí el
complejísirnas sociedades existe una interrelae1on de dis.tmtas formas, grito de un enemigo no es meramente un estímulo para atacar. Sig-
que aparentemente es tah compleja, en mu~hos sentidos, LOmo la nifica que una persona de una raza distinta, o de Ul'la distinta comu-
conducta humana. En algunos de los hormigueros grandes hay so- nidad, está presente y que se está librando una guerra. Tiene la
ciedades de un millón de individuos, divididos en distintos grupos mis~a ..sígñifJcacJg.ñ·:::p¡r?::::~9Iqs]2§···¡n.ai~.iqlios:~y-~e:~· síp;p:fiiti~taii
con distintas funciones. Lo qlJe es un esti~ulo de acc~ó~ -~ara u~? puede pravoc:a,r: toda..una serie de.. distintas reacciones.
conduce a una distinta reacción en otro. Existe U!J.íl actl.vldad eoope- Como he dicho, desde el punto de vista de Wundt, el problema
rativa, pero no hay .evidencia 2lgun~ de ningún lenguaje significante es trasportar este segundo carácter a la conversación de gestos más
GEORGE H. MEAD .
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 99
98
d a través de una conversación de ges . . nífícarí;¡,q~e _tenemo.s una tendencia a .J:acer lo mi~A?-9..••9!1L.bílc~l!
·primitiva, o conduct~.-. . ef. ~t.u.-~· a.. -'~-los di&tinNs~mi~mbros •.de 1!11.• otras personas y, también, que estas tend~l:!ci;¡s !12. ~ólo .e,~.!.án e.!ll!:U:.es-
u mera reacclonJJl.t!;J.Jgente.. ..,... ··· · · t' lo . tra natÚraleza, sino qúé as1inísmo se }xallan unidas a •.~~~J:.t9S es·
~~~pon: ~~·;~tT~~l·o simple (el del. ob_s~rvad·~ó:~~: he:r~~~r~· d111utos espedfícos ·que significan lo que_gtras ¡?gJ:.SQ!l.'!.~ e~~i!l.Jl;¡­
•... . · ll , 'nguna comumcacton. l
simple) no eva. en SI ni
····· · · · .
.. , . .
·•· ? Wundt parte e
. d la suposición de que Ciendo. L~.:Yi.sí6n de. una. pe.r~ona haciendo algo. ..&eria nA.g~.tímulQ
llegar al lenguaJe genum~.
. d. . s psíquicas que respo
. nden a ciertos estímulos, y
. ~ára 9ue.otra peJSPna hi.;;i~se 1;¡ mis:rp;¡ !=OSi'k T~p.drtaffi:g.~ '!!!~.~!!~::
ex1sten con tctone . .. olores y espectalmente ner que lo queJa p~rsqp.a .!Jace e~.u11a X::~íl.CSión gue ~e, e!!.S]!~~~;-a"y~
. ., t 11 s C 1ertas v1s1ones, • · . .. . . ..•
una asoClacton en re e a . . . . . s· .. d . ün..a.''ríl>rsoria e1p- ~n la naíur¡;¡teza .del indivídu.oímitador. Significaría que tenemos
sonidos, est~n asocta ~s a '
. d ·ciertas 1deas 1, cuan °
sa idea en su espírit'u, •. Y cua!l.~.<?
··· ·
~-.
en nuestra naturaleza todas esas distintas actividades, y que éstas son
plea· determmado somdo, tiene e .·.· 1 provoca el mismo gesto provocadas por el hecho de ver a otras personas haciéndo lo mis-
el gesto que utiliza, digamos un gesto voca , . . n_rov.ocará 1~ mis~~ mo. Es una suposición perfectamente imposible.
sto en la otra persona, .r. .
en otro, entonces ese ge ' 1 b " nemígo" provoca un_ a reac- Cuando el. psicólogo Ilegó a. analizar la imit~ción, la.l:~!!Í!&!é..
. · D' mos que la pa a ra e
1dea en esta. . lga . di 0 "enemigo", la palabra pro- al camPo-efi <:Jtfe tq~éfite h~da .J'OJ: éasuafidacn<\· rnÍ.~~íl C()lia:. §i :u:na
ción hostil. Pues bien, cuando !~ g el mío. Y ahí persona ·está ~Ó·r;iendó, puede decirse que provoca en otras personas
., 1 spmtu de usted que en •...•.. •
voca la misma re;cc!On en e ~ ue tiene u:o,a sígn~fica~;ió.n común. el estímulo de correr al mismo tiempo. Suponemos que la vista de
tendríamos un s¡mbolo. espepal q .. · . . . constítuídos de modo. un animal corriendo es un estímulo para que corran otros animales.
Si.todos lvll miembros del grupo estuvtese_nstl"r'la una base para la Esto es sumamente importante para la conservación de los animales
· · · ·f·ICaclon, ·· en tonces .ex1
q.ue. ••tuviera . ., .
esa slgm
d'10 de símbolos Slgm tcan .
. 'f". tes
. que viven en rebaños. El ganado que pasta en un prado se mueve
co:rpunícanon por me T . a que me he estado refi- de un lado a otro al mismo tiempo. Un animal dejado atrás se
La dífícul tad que ha y en este a na ISIS . al provoque el mismo mostrará nervioso y rio pastará, pero si se lo pone con los demás ani-
riendo rest e en exp tc
'd r ar que un gesto d
espeCl
ngamos que la misma
.
males volverá a comportarse normalmente .. Lo que hace, lo hace
gesto en otro índívíd~o, aun cuan o 1supoel otro individuo. Su- con .mejor voluntad sí puede hacedo dentro del grupo. 4v!~!l4.en~
idea esté asociada al mismo gest~ v~.ca. e:ifíque hostilidad, ¿cómo <:_Ía ..a . X,¡t.gar tqd()s J1111tó~~no js. un.i11s~j!fto imposible, Pl!.~t.Q.. que
po niendo que la palabra "enemtgo slg diga "enemigo" y la podemos concebir que el movimiento de los animales en una direc·.~
.. . ·10· n que una persona
. podrá surg~~ ~a s~tu~~ n \-- ? Cuando una J2tZ:§21la...,Slisg...::~g~:;;"' d6n tiene que ser un estítnulo para lo.s demás: animales.... Eso es ~si
otra diga enemigo taro te.n; ·~·······h··~~··;···..·"y entonces tenemos todo lo que existe en el instinto "gregario", si se lo reduce a algo
· " un individuo cofl1bat!z:.~.X.• <?tt2 ... \llL<l,·. . T ,... 11 .,_
mtgo .• f •. ··~··
•••,................• ··•·r··
.........?,.w ones: que resp onden al somdo. k..Q .. Q.JJ~, ..-1'; . concreto en la acción de la forma misma. El animal actúa más nor-
dos atstmtas slgm ¡cact , 1 ue time '-ier.t¡¡ ...c.Qllt.en.islo. pstg,W.<:.O. malmente cuando está con otros del grupo. Se alimenta mejor que en
remos obte~~r_ss eJ estt.t111J <:> q . . . lo . el caso contrario. Pero cuando se llega a algún acto específico, casi
··········~······ · t'mulos ¡:;n o.tra.forma •. y.,. por ·· ·
que. provoca los mtsmos -es 1 . .. t emos los comienzos de ese lo único que se puede encontrar es que los animales tienden a .mo-
·d Aparentemente en
mismo con t em o...
' ·-··· · 1 arlan tes
·u n es 1
t'mulo parece provocar 1os verse en la misma dirección. Esto podría provocar una fuga. preci-
-proceso entre as aves p . d 1 tra forma. Por supuesto•. pitada del rebaño. Algo por el 'estilo está involucrado en el así
mismos estímulos en la conducta e ~taonte psíquico en los pája- llamado "centinela". Un animal, un poco más sensible que los otros,
. '1 el concom1
no podemos dectr cua es tener la significación que levanta la cabeza y rompe a correr, y los otros animales tkriden a
ros pero podemos afirmar que no parece . decir lo que las frases .,.,.,'""'r~-. con la forma centinela. Es claro que no se trata de imitación
, . . El loro no qutere .
tiene en nuestra expertencla. d 'n embargo que la me1o· en el sentido de copia; porque un animal no está copiando al otro
. . t Hemos nota o, s1 '
sigmf1can para noso ros. · 'n y muy pronto
d prendida por e1 gorno ' animal. E~ ¡>rim~ro/ silE:t?1~!1WU!.~.,v !Í~ncl~..~ ~.Rf!SJ;. ~!;lJo.llau .el
día del canario pue e ser a a arentetnente imitativo. otro. Si un gato"es· e'Ii.ceí:rado en.P.ll.a caja d.e .. prueha yJ~~ga aLpuntQ
analizaremos en detalle este proc~so p .d ncia de ninguna tenggl}.'~i'it en qu;abre la puerta empiljando una palanca, y lp hace Jo.. hMtante
H.emos afirmado g;ue t).q ~:¡¡:tStL~Yt t. . ~- .. S:1 . o ..· ILr: ... •~··
······· ·· · · · · de imitarse las unas a las .~t~as; . un · ·ro
a JUenudo:· primero que hará será empujar la palanca. Y bien, si
por parte de las for~as, . . ..,
explicár tal tendencia, la exp1tcacton se er
··a rumba mecamcamente. §!&~ mete en fa caja otr6 gáto, de mod(J que ptieda ver al primero; no
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 101
100 GEORGE H. MEAD
Pero en cuanto se reconoce en el organismo una serie de actos que
lo imitará. No hay evidencia de que lo que hace u~ animal se c?n·· ejecutan' los procesos esenciales para' la vida de la forma, y en cuanto
vierta en estímulo para que eL otro animal haga lo rntsmo. No extste se intenta poner ia experiencia sensible o sensorial en ese marco, ll.
una actividad imitativa directa. . . . . ..€~.!i~!I:EJ!.J>.~.!I:~~-~.~~-~-o-~<;>,~~~tímulo, por así expresarlo, para la rcac~
Empero, parece haber entre los hombres una te~dencta a t~m~ar, ción, no puede représe~_t:~.L~'!!ii.~~!Ii!i!!I<?~~Q~a-:::iiiltQlrli:ill::iiilWli ~
y en particular a reproducir gestos vocales. Descubnrnos est.a ult1ma rñen~~!2~i~~LYi::i=~~-~-ºi~...ün.o.q.ue ..es..más~m.•.J.l.ILestimu!o.para
tendencia entre los pájaros así corno entre ~os hombres. St uno va ~~Ii~~E..~LP.t..<?E~~.C?-2!8!I1.i.f9.· El animal ve o huele el alimento y oye
a una localidad donde existe un dialecto peculiar, y se queda durante al enemigo; la forma padre ve y oye a la forma hijo; todos éstos son
cierto tiempo, se sorprend.erá hablando el mismo dialecto; Y pu~de estímulos para que las formas ejecuten los procesos que son esenciales ·
tratarse de algo que uno no quisiera hacer. !:a fo~~a mas ~er1clll;! para la especie a que pertenecen. Son actos que van más allá del orga~
de explicarlo es.. flec:ir que un<:> ha imitado inconsqenternen.te. Lo nisrno tornado de por sí, pero pertenecen a procesos cooperativos en
rn.is~o rig~ para muchos otros amaneramientos. Si \1.17>0 p1ensa en los que grupos de animales actúan conjuntamente, y son el cumplí~
cierta' persona, es muy probable· que se sorprenda habla~do co~o .lo miento de los procesos que son esenciales para la vida de las formas.
hace dicha persona. Si determinada persona posee algu? rnamens- No se puede encajar en semejante esquema como tal un impulso espe-
mo, cabe descubrir que nosotros mismos tendemos a repetirlo ~~a~do cial de imitación, y si uno se propone presentar el mecanismo que hi~
esa persona surge en nuestra mente. Eso es lo ~ue ~la~~mos lmtta- cíese inteligible ese proceso, incluso las complejidades del sistema ner~
C!On , y lo curioso es que prácticamente no. exts.te mdtcto alguno de vioso central resultarían inadecuadas. Un individuo se encontraría, en
semejante conducta por parte de las formas mfenores. s;
puede ense: esa situación, como una de las figuras de Gulliver que se propusieren
iiar al gorrión a Cap.tar corno un canario, pero es preCISO nac~r. que ahorrar aliento no hablando, y para ello llevaban a todas partes
aquél escuche constantemente a éste. No se logra ~?n tanta facthdad. un bolso lleno de los objetos acerca de los cuales querrían hablar.
El sinsonte parece imitar los llamados de otros paJaros. Pero, en ge- ~J?.~_ili,Q.JkYu._~;gn~~.!l.Il.Q2k<?.-E'!.!g_~i<1fl.•~Q\)L..Qggd~La~i...Jl~n.o....
neraL la adopción .de lo~ prpc:eso.s...de. otrgs.no.es.. P.atural en las for- c!~..J-~&e.L.l~!¿~fifl_!leL.E9¿L~!g~!...-~.Í....!e,.Je!....9.!!i.:;}!.~!;... !~2!e,~~.IltªuJl....gL
mas inferi;~;s:···Ta imitación parece per::enec~r a la f?rrna ~umana, sistema nervioso central. La imitación, entonces, no _Ruede se¡;: to.-:
"'""'-·'-~-"'"~'"""<".,--~'>''~"--...""""~-'-"'">''-&,,.,.---'"'"'""'""'f"';"""'"''~'-"""'"'""'"'"~"";"'":-"""'"''·'~"'~'"-=~-~""=>,·-'«o~<>-"~~-~~~'"""""''M~e<w"""'"" '"'"~-~~"'"'"'' ''"""'
donde ha llegado a cierta clase de extstencta consctente mdepen- ma.d¡__&QtnQ...JUli..!~M.~J.Q,!LPJ1illl ttY.!!:
diente. . 1 ·
Pero la "imitación" no proporciona una soluctón para e ortgen
.del· lenguaje. T.~!l~m<?~ que recurrir a alguna si~ua~i?n ~~ la ;q?e ;>Oda-. 9. EL GESTO VOCAL Y EL SfMBOLO SIGNIFICANTE
· mos extraer algún símbolo que teng.a u.na stgn~ftc~c~~~ tdeP.uca, Y
no l??~emos obtenerlo de un simple mstmto de.1rnttac1on c:qrno. talt., El concepto de la imitación ha sido empleado ampliamente en
N;h~y prUebasde qu~ el gesto tieP.da en general a provocar el mtsrno el campo del gesto vocal. Aquí tenernos, aparentemente, una ten~
gesto en el otro organismo. . dencia, por parte de ciertos organismos, a reproducir sonidos que
~ imitación!_ cqmQ. s~J!1_2l~.Jt!!Q~.I1.f~..!-l?QJ:.J2!l!'te... 9~L.9!&.ª!!J.SJ?ll.. son escuchados. Los seres humanos y las aves parlantes proporcionan
a repr;du~¡;··i;~q~,Y~JLoJLe-haa.La..otws..Qtg.a~oLg§..~~a~ ilustración de ello. Pero aun aquí la "imitación" es apenas una ten-
-··-······-·····~.. ~A~ .1-.~ ·cr"nl"IDO construtdo de
rnen te iml?Qsjb,lt_~.llQ•.§íJ2Y~~'-Qll'l:J4U:-.YJ:L.Ql'•=-·" ··-~"-·-·~····-···--
···~··--·~,·~- . . a dencia inmediata, puesto que se necesita bastante tiempo para hacer
~ . que un pájaro reproduzca la canción, o para que el niño aprenda
al el gesto fonético de la forma hurnaaa. El gesto vocal es .un estímulo
t:~E~~i~~~"~!~~...~~M!e,,~ssi2.n,;...!12.~~~..-~irn•..Et~!ii~!~~~i~is'tj:;ñji!~:i!Ji
nos de una psicología más antigua. Si uno supusies~ q~e el esp.íritu
~!!!!~~~!1:.. ~~.-~.l!is!.<?..S.'!!.~~.!.~!li~~!~:~~~~E~: Por su puesto, ~tL.P!~.!:2,.
está hecho de idea-s, que el carácter de nuestra expenencta consc~ente :l?.~~~--~!..~~!2fí!.Q.Q...,KIL.!!!1i,.~ón..;ea,q.ue.....lle~.a..la...~~
no es sino un; serie de impresiones de objetos, y si adaptase a dtchas ticióJLdt.JQ ..Sl!!L9.Y~_5i.,.~Iru>.§......Q.Ue...Jm....&QlÚdo.,....Q:WLd....p.~ijuQ
impresiones, por así decirlo, una tend~ncia m?triz, pod~ía ~E~~~-~.J?:~..!~~2.!!2. . !Q.~-'llindQ_eUlijaro....~. d~
{sta como una tendencia que buscaría reproducu lo que vtese Y oyese.
102 GEORG E H. M EAD ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 103

!'~ES'~~~~5,~"~.,~!.§~~tg~go. Si uno preguntase .por qué una nota res- se reconoce tal cosa, ~-S.e...l!:mL..QYL.~aLAQ.ta.L~~~~.~
ponde a otra, tendría que recurrir a algún proceso en que el gesto !~2im4!!1.2_~g~-mim~.L}JLsleililo~.~_auhl.a;.
vocal tuviese distinta significación fisiológica. U na ilustración_ es el . J;a~• ~S.t.!Qrni!l~-ª.hi!uaJ$_~.J3tim!lL..mpQnimdn_que_,~.­
proceso de zureo de las palomas. En él una nota provoca otra nota ~Ot.!!,,..Q!l!_:!!~_!~!Íll!JdO~t.Ql'Qa~uruu:eaccióll.
Si la nota que
en la otra forma. Se trata de l!llit.-'ºnYe.ts.as:ión-demg.est~.~~-~~ provoca la reacción es empleada, no sólo por el canario, sino
cierta actitud ~! st_~iQ:~~-i~i~~llimlinada~ata_pm:2:.oca.ntra..a.ctitwL también por ~l. gouió.n.......mtonces.--.ca.da..-~~q.UL~.~~-AL
éciñ'-sü_ii.otacorres~ndien~. Si la forma quiere provocar en sí la «:ª-!!!ri~mpléatá~sa~~·-Y:·-.&....tien~~a-~ll~ilt
m"ísñia''rtota"qu~·-¡;z:~;;;~~-~;n la otra, tiene que actuar como actúa la ~rt<?;!,Í,2t...~I?-~t2!!ELg~.Jm.Ld.obl.Ltendencia ..a~••e&ac"tt~
otra y usar la nota que emplea ésta, a fin de reproducir la nota ®.n....~ii!.h~.sk.modu~-~~-~~-~-Be.
especial en. cuestión. Y, así, se ve. que, cuando ubicamos al gorrión y gmyiut.Lmá.s•..definidamt.llt.LglL.P,arte-deLgortión .• Tales son las
al canario en jaulas vecinas, situación en que el canto de uno provoca situaciones en que el gorrión adopta el papel del canario, en el
una serie de notas en el otro, si el gorrión se sorprende emitiendo una grado en que existen ciertas notas a las que tiende a reaccionar como
nota igual a la del canario, el gesto vocal tiene que ser más o menos lo hace el canario. Esta npta especial, o serie de notas, tiene un
· del mismo tipo. Cuando tal situación existe, el gorrión, en su pro~ doble peso, por decirlo de este modo. Y es así como podemos en-
ceso de vocalización, emplea las mismas notas que utiliza el canario. . tender que el gorrión aprenda el canto del canario. Es preciso sú-
El gorrión no sólo influye sobre el canario~ sino que además, al poner una tendencia similar en ambas fqrmas, para que re-almente
;;;:liC11arse-asrrnísm·ü:1ñfl ü}re·~~~~~=sci·~-~ñ:º!i:;ili'~-~mpti<1~-=sL~i­ haya algún mecanismo de imitación.
iaeñiíca·á·1a:·~crere:.an:arío·:·i>rovOéa en él una reacción igual a la que Para ilustrar más aún esto, volvamos a la conversación de· ges·
la nota que tos en la riña de perros. En ésta el estímulo que un perro recibe
senanacentuaaoy'iñañtenidocuañdose tiene Io·que llamamos "imi~ del otro es una reacción distinta de la reacción de la forma esti-
tación". Cuando el gorrión emplea realmente un gesto vocal fo"né~ mulante. Un perro ataca al otro, y está presto a saltar al cuello
tico del canario mediante una nota común al repertorio de ambos, de éste; la réplica por parte del segundo perro es un cambio de su
tiende a provocar en sí la misma reacción que sería provocada por posición, quizá para saltar al cuello del primero. Hay una conver~
la nota del canario. Eso, pues, agregaría peso a la experiencia del sación de gestos, un desplazamiento recíproco de las posiciones. y
gorrión en cuanto a esa reacción determinada. actitudes de los perros. En tal proceso no habría mecanismo alguno
Si el gesto vocal que el gorrión hace es idéntico al que escucha de imitación. Un perro no imita al otro. El segundo adopta una
cuando el canario ·emplea la misma nota, se ve que su reacción sed, posición distinta a fin de evitar el salto del primero. El estímulo
en ese caso, idéntica a la reacción a la nota del canario. Esto es lo de la actitud de un perro no es para provocar en éste la reacción
que confiere importancia esp_ecial al gesto vocal: es uno de esos estí- que provoca en el otro. ~~fl"úrftuidu-por~~
mulos sociales que afectan a la forma que los produce del mismo 'lktitJJ.Q,_~t_t:Q...§imple~.ejecuta.d...p~~~~
modo que la afecta cuando es producido por otro. E§..Q~Ír 9.!!J;JQ! ck.Jll2!iº'.J.;Ute..1dnfl:u.eocia..es...sencillamente .~t;_~Q.
escuchamos hablar y el seritido de lo .9-.ue d~~itn2.t:~.L<~Lm.iª"-:tnQ_Qar.P cmu.e.Jk.v.a..~o.&S...Jlll...estÍmlll~~l-~~·
~~otiQ~f)axa:::~:a:tto:S:.:SreTgo;rión ·;;:plea la nota del canario, allitud-deL.wo.
p;-;;;~ca en sí la misma reacción que le provoca la nota <!~L~.i!.!!.fl.IÍU.. Sin embargo, cuando uno emplea el gesto vocal, cuando supo-
~~n~tjo~n~c~~e~s,.~;:ein~-;;;¡t!·g;,r~a~d~~c;i·;en~--:i-q;·T;x·e;·-~·e1~-~-g~·o;r~t1~oGniT···~·u[ti~lr=1z~·a~·tr~a~·~~~-~-~--~;~~~·~~~;~·;~:~;·= nemos que un. elemento vocal es un estímulo para ciert~ réplica;
entonces, ~.animal.q.ue~41mplea . .ese gesto-ll.Q.~
S,O.tl.iQQ.~~J:t~a. ~.nos..~-~·eft""Si-~4:-en­
qgllciu.~~~~~siQ!!~L-4~Lmi~J!l..Q~I!lQdQJU!t:.c~.gLQt.t!l...animal. Puede ser
presente en 1a forma misma, o sea que el estímulo una tendencia levísima: el león no se asusta apreciablemente con su
vocal que provoca la nota especi~l que es aprendida se encuentra pre- propio rugido. El rugido tiene el efecto de aterrorizar al animal
sente tanto en el repertorio del gorrión como en el del canario. Si al que está atacando, y también tiene la característica de un desáfío.
104 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 105
en ciertas condiciones. Pero cuando llegamos a procesos de voca· s,Qn.J~!im Y!Q.LJ2¡¡r J ·--~mí!k...2!!:9§...2.2.!!is!2L.i:.l:!-ª.!1QQ...]1ay...HIL.~2EJ.ido.
lización tan complicados como los del <.:anto de los pájaros, ;:ntonces ~P~.~Lf2.S2.5!l:t.:._E!:s>Y2.S'!...!!ll.iL:..~.ª.f.~.Ü2!L~.ng.d.fk?~lltQJlk.el)..,.,.sL¡:s.t.e...~
un gesto vocal provoca otro gesto vocal. Éstos, naturalmente, tienen r~~~t:l.•.~.J2.&9..f!liS.i9i_n.Q.r.•.Qt.te.Lfm:m.as........p.r..oxg_,..a,"~§.iLJ:!.i!.~.siQ.!1.,.e_tLJa
su función en las relaciones de las aves, pero los gestos mismos ad~ forma en cuestión. Si el gorrión emplea ese sonido especial, la reac-
quieren importancia por sí mismos. La vocalización desempeña un ;;;;;··;rm~;ffi¿;~;~á la que se escuchará ·más frecuentemente que otra
gran papel en un proceso como el del arrullo, donde una nota tiende cualquiera. De tal manera se ~eleccionarán, en el repertorio del go-
a provocar otra nota. En el caso del rugido dd león, la reacción no es rrión, los elementos que se encuentran en el canto del canario, y,
tanto un sonido vocal como una huída, o, si se prefiere, una lucha. La gradualmente, dicha selección establecerá, en el canto del gorrión,
reacción no es primariamer;te una reacción vocal. Es más bien la Jos elementos comunes a ambos, sin suponer una tendencía especial
acción de la forma misma. Pero en el qnto de los pájaros, donde de imitación. Ha~.ahLlUl~.tQ.&.~o5.Q.~t<;.tÍY2-.J2..Q!,••Ul.&!1Íi!L4d_f~l:!aL§.t
la vocalización es llevada a cabo en forma complicada, el estímulo g~bQ,i;Ll\L.Q.Y.g.~~~-La.• :.~.í~.~d.eperui.e.....d.e..,qJ..!Z._e.Lio.diri::_
provoca definidamente cierta reacción, de modo que el pájaro, cuan~ .9..1t2.lntl!!Y..iL.§cil.re.,s.LmismQ.~oma~utms....infl~.cym.~~~é1.-.de.cmudo..
do ~ª--~-~~.illfuü.c;!o .,J;l.Q.t-SJJ..p;mpio._eatimulo_para.,.ad~J:.• Ylla.n~.: ctt:~... ~~•..~E:~~.~~ t r~..~Ú2J~j!.lllYi.Il.~.iJ....Jl\L:?.Ql9_Jigl~.iill.JÜ19.J.Lf!Ü!.i~n
siQ.{L.QJ.:u:•.s.e_parec.~..aJa.,...qua..~s--~roduGida•. en'".la.•nt.ra-..far.ma. Esa c1.:...~.í!...~E:..E.l!.~.D-.l'l...L~JLJ:m~1~.o .. d~.L..m.ism.Cl.~tQ__yQkitl.
reacción que es producida en él, puesto que también es producida El g~~tg,_yg~ª1,.J;n;¡,g.s~.tien.e....un..a...impot.tau.-;.ia.q.~.-AO..pos.e.e..ning.ún
por la influencia de otros, recibe el doble de énfasis que si fuera otro g~t~. No podemos vernos cuando nuestro rostro adopta cierta
simplemente provocada por la nota de otros. Es provocada con más e;¿pri~i611~ Si.JlQ.S .. QÍID.QS Jubl.ar •...e.s.•má.s._.posihLe...que. J,1rf.S.temo.s aJ;,gn:
frecuencia que la reacción a otros sonidos. Y es esto lo que propor~ ción. Cuando uno está irritado, se escucha emplear un tono de cali-
dona la aparente evidencia de imitación en el caso de los sonidos dad irritable, de modo que se contiene. Pero en la expresión facial
o los gestos vocales 5 • El.i.~ilmllcu+u.e_.pmy_Q~.Jm•.§,Q!!i4º'-~J;le.CiaL de irritación, el estímulo no provoca en el individuo la misma ex·
~y~_9~...se.t..nl~QJlU:i!.do.t.J:1-..fL.§,QLo.•.en.~~.Jm:mas..~.~-~ presión que provoca en el otro. Hay más tendencia a descubrirse
t~-~-~L~!L~Xt..•eJ..x:g~rt9J:ig_.Q~LJ?ܪtº"·g,~,.e.üfi~g~aY~.J:IDPlea...eLgesto_ y dominarse en el gesto vocal que en la expresión dd semblante.
Y2.~.~1. lLn....e.stim:ulo.-A...pxmtQQ..1íLL~~-~iQ.Il.""ª~---·All9.ra J?i.~n.~sL..eL Sólo el actor emplea las expresiones corporales como medios
esJ.Í~J:!12~:1.~11SL~g.2~.!:~SL.L.8,¿_,L_~mpo.nemos..•~.Jll'.OY.O~_a_li, ' de adquirir el aspecto que quiere que los..otr.as..símt!!Jl.,.QJ~.!i~~~Yna.
enton_~.~~!t'tll2s>.~4..!~..!!tili~ado.,:.~ot~ief~;~S'~~n..­ ref!g;iQn.JJY.t,k ..dke.:_qui....asPfá,Q...tie.ne._,g,¡.:a.ms...i!L.QJ,l.e.~Utiliz.a....W.ntÍ!:,
del modo B. Si esta forma también emplea el gestó vocal A, pro· 11!!-ª.!!lmt.LY.!L~-~.l~:.. &..P.r,tsa i~J~~!.~§.i!...iUUQJ: •.~.~.esto..,.aquel.l&
·:y:¡;~;:;¡,~~-sí misma la reacción B, de modo que ésta será acentuada <;>_lg.Jie_~ár-}(-Se...examin.a..m-~~za.~óm.o..lo...hac~
en relación con otras reacciones, porque es provocada, no sólo por Cl!An.d.º'-.!lW..~.".utilíza".cl~~á...pre~
los gestos vocales de las otras formas, sino también por la forma ~~.~<!L.. Advierte que esta expresión especial provoca terror. Si. ex-
misma. &lQJlQ..Q.&J.!tcitia.llllJlC.a....a~,de,....qlU:_¡:JLÍS~t:k~-Jtll!.ickrt:. cluímos los gestos vocales, sólo mediante el empleo de un espejo
tidad .~e¡>!~~~-~!.~~-•l.•~!_:d:.1••~tll...~§.lL'·ª-$.Q..,.Jllla.J.den.tidad-.de.•.estim,W.o.s,.,. puede uno llegar a la posición en que reacciona ante sus propios
--~·En el caso del gesto vocal, la forma escucha su propio estímulo gestos como lo hacen otras personas. :P.tt.o el.F&~t2..YQ.f2ll!t....RLQW.rci~
del mismo modo que cuando éste es utilizado por otras formas, de !!.~J!-~!!!!2..!1!..Si!J?sd<iadJk~~·.a..J.Q.\;.~~~sti.tn.<zlos como
modo que tiende a reaccionar a su estímulo como reacciona al estí- lqJl~ría otra persona~.
mulo de otras formas. ~.2.!~}r ~r:!~!.. l~~J?il~!.'!!...!~!l.!!~l!-~.~~-ª.!l.W S(u1steaT~na-verdad en el antiguo axioma de que el valentón
E.~Z:.~~J.,•.l<?.~---~him!illi>.L.L.b.¡¡b~_t_p,.m,_~í,. l,_g.s._$.QJÚ~IL.P.md:u.c.m es siempre el cobarde, ..~LC:l.~!><:!llJrir.á. que •descansa . . so.bxe . eL. hecho. de
q\le.11.n9 p~ovoca~n,.§LJ.a ¡tqitud de.. temor qu~ su actitu.d..A~ }:,r¡l.·
11 Baldwin hizo un intento para retrotraer la imitación a un proceso bio- vucón d~~pierta .en ()tro!.. de modo que, cuando se encuentra en una
lógico fundamental -una tendencia por parte ~el .organismo a rest~blecer una
aensación agradable. . . En el proceso de la masucac1ón, el proceso m1smo resta- situación especial que le descubre el juego, se advíerté' ql!e .~IJJ.. propia
blece el estímulo, hace sentir nuevamente el sabor. Baldwin llamaba a eso auto- actltud·es t~ dé otros. Si Ia propia.acdt~d de ceder ante la actitud
imitación. Este proceso, ai en verdad ocurre, nada tiene que ver con la si-
tuación que estamos tratando ( 1912). amedrentádora de otros provoca la actitud de fanfarronada, se ha
ESPÍRITU, PERSONA y SOCIEDAD 107
GEORGE H. MEAD
106
estos
d 1 últimos
· es
d que el individuo reacciona a sus proptos , 1os
. esttmu
despertado, en ese grado, la actitud de valentón en uno mismo. Hay e mtsmo mo ? e~ .que reaccionan otras personas. Entqnces el esti·
una cierta cantidad de verdad en esto, cuando volvemos al efecto mulo se torna stgntftcante; entonces uno dice algo. Por 1 h
que sobre la propia persona tiene el gesto que uno emplea. a .un. loro ' su "h bl " · 'f' o que
a a no stgnt tea nada. pero cuando uno dice sig- ace
En el grado en que uno provoca en sí mismo la actitud que n,tftcantemente algo con su propio proceso vocal. está diciéndolo para
provoca en otros, la reacción es recogida y fortalecida; f:sa es la única Sl tanto como pé}ra todos los que se encuentran al alcance de su voz.
base de lo que llamamos imitación. No es imitación en el sentido de Sólo el gesto, v?cal está adaptado para esta clase de comunicación,
hacer simplemente lo que se ve hacer a otra persona. gi_rrtcfJln}~ll1o porque es el umco al cual uno reacciona o tiende a reaccionar como
es el de un individuo que provoca en sí la reacción que provoca en lo . hace otra, persona. Es cierto que el 1enguaJe . d e 1as manos es del
ot~o. ciando~ en conséC:uencia, mayor peso a esas reacciones que él m~s:no caracter. J.l.!lQ.. ~e..Y~ a sLl_llts!llo en1pleand() ~~ª _gestos. que
las del otro y erigiendo_ gradualmente esas s~ries de reacciones en .11t!Irzan l?s sor4os. Dtchos gestos influyen sobre uno del mi~~~·
un todo dominante. Ellop~ede hacerse, comodecimos, inconsciente~ m~do que sobre l?s demás. Naturalmente, lo propio rige para cual-
mente. El gorrión ignora que está imitando al canario: no se trata qmer clase d~ escntura. Pero estos símbolos han sido todos desarro-
más que de una selección gradual de las notas comunes a ambos. Y llad~s a parttr del ~est? ~ocal específico, porque éste es el gesto básico
esto rige para cualquier caso de imitación. ~ue ~~fluye en el mdrvtduo como influye sobre otros. En la voca-
Por lo que respecta a los sonidos exclamatorios (y ellos respon- hzaclün de .los do~ pájaros no se torna significante a. Ello no. ops-
derían en nuestros gestos vocales a lo que se encuentra en los de los tante, el_ ~msm~ ttpo d.e .proceso está presente; el estímulo d~~;~<;>
animales), ~-l"~élq:Lqn_a~llosno entxa .en la conversación inmediata, de los paJares trende a provocar e.n el otro .la respuesta que tiende ..a
y la influencia de dichas reacciones sobre el individuo es relativa- despertar, por levemente que fuei'~. en. el primero. . ...
mente leve. Aparentemente resulta difícil ponerlas en relación. con
la conversación significante. r:i2 fl()S asustamos conscientement~
cuándo hablamos con cólera a otrO:. pero la significación de lo que lO. EL PENSAMIENTO, LA COMUNICACIÓN y EL SÍMBOLO
decimos está siempre presente cuando hablamos. La reacción, en el SIGNIFICANTE
individuo, á un grito e:Xclamatorio, de la misma clase que la reac-
ción provocada en el otro, no representa ningún papel importante . . H~~os afirr;}ad? que no existe ninguna facultad especial de
en la conducta de la forma. La reacción de! l~ÓnJ.s.u. rugido carece xmrtacton en ~1 senttdo de que el sonido o la visión de la reacción
casi de importancia para la rea~d6n de la forma misma, pero nuestra éd.e otro. cob~stttuya un estímulo para provocar la misma reacción
reacción a la significación de lo que decimos está constantemente~ . •.¡smo
·. 1 mas. , ren d que, si......;:va existev·-~··J:!
.. 4W····· 1 . d'lYl'd UO una aCC1011
e ...e.ln ., Stmtl.a_r.
. • ,
uriída a nuestra conversación. Continuamente debemos reaccJona~. al
·a a acc10n e otro entonces h · :·;···· ·· ·• · ···• · '"' · ··
ila i . . ,. . ·· ' ... ..·· . ay una. . s1tuacwn que ha<;e •.posilile.
gesto que hacemos, si queremos llevar a cabo con éxito una conver- h mrtacton. Lo. que ahora es necesario para CO!llpletar esajroitación
sación vocal. La si~nifícación de. lo que decimos es la tendencia a es que la conducta y el gesto del individuo que prciv~a un~ ~ea~dón
r~;ccionar a ello. s~.nid.ca algt!ien que traigé} __\11la.siJla_a. Jln visi~ ~~ ~ otro .~ebería también tender a provocar la misma reacción. en
tante. Se provoca en el otro la tendencia a traer una silla, pero si el e . .n la nna de perros eso no está presente: la actitud de un pe;ro
otro aCi:óci con lentitud, uno ~ismo trae la ~illa. L~ reacción al· no ttende a provocar la misma actitud en el otro. En ciertos sentidos
vocal es la ejecúción de cierto acto, y uno despier:ta fa ~I~ma ten~. eso p_uede lleg~r a suceder en el caso de dos pugilistas. El hombre qu;
denciá en si mismo. U~()Y~~JEQfC e~t~_rg.f)lifªl1º()Se .talcomo repli<,:all e~ectua u~a :r~ta. ~revoca cierto golpe en su oponente, y ese acto
las otras personas. Se supone que, en cierto grado, tien~ ql1e ha .. ~~:~~e:~ :rc~mftcac.~on ~ara él, vale decir, qJ!.e..~n~fif!tQ.gntido.ha ini"-
identidad en la réplica. Es una acd.ón sobre una base común. ·•······ . 9 en e..m1sroo. No lo ha completado pero s'1 ha ·
tado e · · • agt-
He éomparado Iás dos situaciones para demostrar cuán largo es zase eln ~~~r~t::; nervtoso c~ntral los centros que hati<lnJlY.~~lan;'
el camino que debe recorrer el habla o la comunicación, desde la ,• • - • l=> pe que s~ nval e.t11eYado aJa.nzar,. de .modo que
situac10n en que no existe otra cosa que gritos vocales, hasta la
6 .[Para el análisis véase el Ensayo Suplementario III.]
situación en que se emplean símbolos significantes. Lo peculiar a
108 GEORGE H. ME.AD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 109
provpca en sí, o tiend~ a provocar. la misma reacc10n que despierta ,tien~e-~.. r_eélc.c}C>E.~! ~,Oll1() ,reaccio11a. la ()t~'ª~~l?ffª()J1a. Cuando habla-
en el otro. Aquí tenemos la base de la llamada imitación: el proceso mos ahora de está reacción, por parte del individuo, a los otros,
tan ampliamente aceptado en la actualidad, en materia de conver- volvemos a la situación de pedir a alguna persona que haga algo.
sación, de vestimenta y de actitudes. CQ~~}eJ1!.~mente~ expxesamos tal cosa ..diciendo que alguien. .Qb~ .lo
Nos vemos, más o menos conscientemente, como nos ven los que le pide. a uno que haga. Tomemos el ejemplo de pedirle a
otros. Nos dirigimos inconscientemente a nosotros mismos como los 'alguien que haga algo y luego hacerlo uno mismo. Quizá la persona
otros se dirigen a nosotros; del mismo modo que el gorrión, cuando a quien se ha formulado el pedido no lo oye, o bien actúa con len-
recoge la nota del canario, así ;:¡doptamos los dialectos que tenemos titud; entonces un~ mismo ejecuta la acción. De tal modo uno en-
cerca. Por supuesto, esas reacciones especiales tienen que existir en cuentra en sí mismo la misma tendencia que se pide al otro individuo
nuestro mecanismo. Provocamos en ia otra persona algo que estamos que realice. El pedido despertó en uno la misma tendencia que en
provocando en nosotros, de modo que inconscientemente adoptamos el otro. ¡Cuán difícil es enseñar a otro cómo hacer una cosa que
esas actitudes. Inconscientemente nos ponemos en el lugar de otros y uno mismo sabe cómo se hace! ~ lentitud de .la reacción . ha~e
actuamos como lo hacen otros. Quiero, simplemente, aislar aquí el difícil que 1ll1oJogre contenerse para ;~·~i;'a~~ii~·qÍJ,e estferutAañd~.
mecanismo generaL porque es de importancia fundamentalísima en Uno ha provocado en sí la misma reacción que despierta en el otro
el desarrollo de lo que llamamos conciencia de sí mismo y en la individuo.
aparición de la persona. Especialmente gracias al empleo de los gestos . l\l.l>l!.scar .l!lla explicación a esto ... por Ío general suponemos en
;vocales, estamos constantemente provocando en nosotros las reac- el sistema nervioso )a existencia de cierto número de..centros ..que
.jciones que despertamos en otras personas, de tal modo que incor- .están conectados 10§ Un()s. con los otros y que .se. expresan ..e.n la
Jporamos a nuestra conducta las actitudes y gestos de el fas. La im- acción. Si u·atamos de descubrir en el sistema nervioso ~e.ntral ~J¡o
:;;'>l portan cía crítica del lenguaje en el desarrollo de la experiencia hu- que responda a nuestra palabra .''silla,, presu1ll!P!$ment~;.•.no...en-
. ~,mana reside en este hecho de que el estímulo pueda reaccionar sobre contiaríamos... níás que una O'rganiiaci6n de. todo. un. . gmpo. de..reac-
el individuo que habla del mismo modo que reacciona sobre otro. ci?!le! !'C:~~~!e~·--~~..taJ modo conecta~as e11tre sí., q11~ ~i.Pl1<l..~e .sli!iie
Los conductistas como Watson afirman que todo nuestro pen- en una dirección llevaremos a cabo un proceso, y sise ~irige en otra
samiento es vocalización. Al pensar no hacemos más que comenzar dirección. diStinta Hevaremos_a cabº 9t.r() prqceso .• la siHa e~.-·pri'~
a· emplear ciertas palabras. Esto, en determinado sentido, es cierto. mariamente, aquello en que uno se sienta. Es un objeto físico que
Pero Watson no tiene en cuenta todo lo que está involucrado en ello, se encuentra a una distancia. Uno puede dirigirse hacia un objeto que
a saber, que esos estímulos son los elementos esenciales de complicados se encuentra a una distancia y luego entrar en un proceso de sentarse
procesos sociales, y que llevan en sí el valor de dichos procesos cuando llegue a él. Existe un estímulo que excita ciertas vías, cosa
sociales. ELproc(!ss>. voql como .tal tiene est.a. gr<tn impo~tancia, y que hace que el individuo se dirija hacia el objeto y se siente. Dichos
. es ju~to suponerque el proceso vocal, juntamente con intelige1lcja centros son, en cierto modo, físicos. J?.~J?r~.c.!sg.. a.Qxetti.r..que existe•
y el pensamie11to que lo acompañan, no. ~s simple1llente .un juego up._¡1jnfluencia del.ac:to posterior sevre el acto anterior. ~1 proceso
de elementos vocales especiales entre sí. Semejante punto de vista posterior que se llevará a cabo, 1J.a sido iniciagq ya, y -·dicpo Jir(i~~~o'­
ol'llit~ el contexto social del lenguaje 1 • tiene su influencia sobre el proceso anterior (el que ocu.rx.e antu..d.e
La.JmRQJt9nCia del estimulo .vocal reside, pues, en este hecho de que el proceso ya comenzado pueda ser completado). Pues bien,
qpe el individuo puede oír lo que dice y de. que, al oír lo que dice, lo que uno encontraría en el sistema nervioso central, en respuesta

T Si uno se remonta a la matriz de donde surgen los gestos, se descubre conducta subsiguiente de los individuos que los hacen; de modo que, sirviendo de·
que éstos son inherentes a un acto social mayor del cual son fase~. o qu>: lo invo- indicios previos, para los individuos que reaccionan a ellos, de la conducta subsi-
lucran. Al tratar de la comunicación, en primer lugar debemos reconQCer sus guiente de los individuos que los hacen, posibilitan la adaptación mutua de los
primeros orígenes en la conversación inconsciente de gestos. La comunicación distintos componentes individuales del acto social; y. además, al provocar en los
consciente -la conversación consciente de gestos- surge cuando los gestos se ínjividuos que los hacen las mismas reacciones, implícitamente, que- provocan explí-
conviertEn en signos, e& decir, cuando llegan a tener, para los individuos que los citamente en los individuos a quienes son hechos, tornan posible el surgimiento de
hacen y los que reaccionan a ellos, significaciones definidas, en términos de la la conciencia de sí mismo tn relación con esa adaptación mutua.
1 1o GEORGE H. MEAD ÉSPfRI'rU, PERSONA Y SOCIEDAD 111
{a lo que nosotros llamamos un objeto, sería una ·organizae1on de nifLcación 9 • A m.~n,9~o acJl!il!DJO~,•. C::QtLE~f~r:~I1ciC1 ... p~je~~. d~. Jo ª'
!un gran grupo de elementos nerviosos que obligase a una conducta que l>Qd:ciatnos denominar una manera intelígent~. aunque podemos
J~!.~lacionada con los objetos que nos rodean. Las complica~iones son actuar sin que la .significación del objeto esté presente en nuestra
grandísimas, pero el sistema nervioso central tiene un número casi -e~periencia. Uno puede comenzar a vestirse para la cena, como se
infinito de elementos, y éstos pueden ser organizados, n.o sólo en dice del distraído profesor universitario, y encontrarse en la cama,
conexión mutua· espacial, sino también desde el punto de vista tem- en piyama. Cierto proceso de desnudamiento fué comenzado y lle-
1poral. t:n virtud de e~te...V.It.imo hecho, .nuestra conducta está cons- vado a cabo mecánicamente; el profesor no reconoció la significa-
tituida, por una serie d~ pasos que siguen los. unos detrás de los ción de lo que estaba haciendo. Tenía la intención de asistir a una
otros, y los últimos pasos pueden haber comenzado ya y estar ín- cena, y descubrió que se había acostado. ,:{..~a significacióQ. Jnvolu""
fl~yendo sobre los prim~ros 8 • Lo que _vamos a hacer repercute sobre erada en su acción no estaba- presente. En este" caso, los p~s9~ {u~~Qp
lo 'que estamos haciendo. Esta organización de los elementos neura- todos pasos inteligentes que controlaron su conduc~~ . con . referencia,
les en referencia a lo que llamamos un objeto físico sería lo que lla- a la ac<;ión PQSterior, :pero no pensó en lo que estaba haciendo. · La
mamos un objeto conceptual explicado en términos del sistema ner- acción Po.st~rior n.o. fÚé un estímul¡, para su reacción, sino que, sim-
vioso central. plemente, se llevó a cabo una vez que fué comenzada.
A grandes rasgos, la iniciación de dicha serie de reacciones or- ~:t~andohablamo.s.~eJa §jgnificación de loq~e hacemos~ estamos
ganizadas constituye lo que responde a lo que llamamos la idea o el convirtTenao-eíi.. ú~ ~~tí~ulo par~.!~ ac~T6li'"a'fá ·:reacción qutestamos.
concepto de una cosa. Sí uno preguntase cuál es la idea de un perro, a punto de ejecutar. Se convie~:te ro un estímulo pa~:a una eta,p<l,PQS:
y tratase de encontrar esa idea en el sistema nervioso central, ~!\con­ terí()r ~de )a acción <fLie ocurrirá desde el punto de vista de e~a reac-
,traría todo up,grupo de... reacciones más. o menos conectadas entre sí ~íÓn · e~ciaL .. :En el caso <tet pugífísta, et·golpe que comreriza·a l"an-
por~víás nerviosas definidas, de modo que cuando uno usa el vocablo zar hacia su oponente provocará una cierta reacción que abrirá la
"perro", tierige C1 pr~vocar ese grupo de reac.ciones. Un perro es un guardia de su rival a fin de que el primero pueda golpear. ~ sig-
posible compañero de juegos, un posible enemigo, propiedad de nificación es un estímulo para la preparación del gol:pe ~:eal q~e pk';i$_:'
uno mismo o de· otra persona. Hay toda una serie de reacciones po- sa ~estar. La reacc:lon que provoca en 'sí mismo (la reacción de de-
sibles. Existen ciertos tipos de esas reacciones que se encuentran . fensa) .:s, para él, el estímulo para golpear donde encuentre un
en todos nosotros, y hay otros que varían de individuo a individuo, claro. :Ssta acció1;1 qu~ha iniciado ya en sí se convierte, de tal modo,
pero siempre existe una organización de las reacciones que puede en un estí.m.ulo para su reacción posterior. Sabe lo que su oponente
ser provocada por el término "perro"; De modo que cuando se va a hacer, puesto que el movimiexlto de defensa ya ha sido desper-
habla de un· perro a otra persona, se provoca en uno mismo la serie tado y se convierte en un estímulo para golpear cuando aparece un
de re-acciones que se despierta en el otro individuo. punto descubierto. L~ si~níficación no haqrí¡¡ es~¡¡do presente..en sll
Por supuesto, es larelación de. este símbolo. •. este gesto vocal. 9 l,'ª .~ncl.~.~!.ó.~...?e .!~...?'l.~~.t:i~..<:l~c<:l~El!.i<:>. <!!! .'le ti ~~4.~.~. Y. n.a5. cio,n.~~ •.!l\l!LC$>!1fli-
~on la mencionada serie de. r~;c~i~n;; d;l individuo rriisrrw tanto tuye1.,r:t·c.~!l.~.q.·.l"!·.~de! S!!~..•a~!O..n:..e.1d. .c~o. so. c.. ~a1 <ta.9gs·,· ~;.~t. rgd.e. I.'l.(e;Re,5ten~~~,. ct~. s.r.u.a.J.q.·\1,.~~.•!~.
de . os. tnatv¡ u os mvo1uqa os. en .esa s1tuac10n o. acto . .¡a lriC1uston, oentro d.e.
como. del c:>tro, lo que hace que ese gesto vocal s.e conyierti en lo su experiencia, de sus· actitudes hacia ..otr()IS individpo~, de. bs. reacciones de. éstos a
que yo llamo un símbolo significante. {.Jn símbolo tiende a pro- las actitrídés. de ,él }lacia .'éllg~ •. de 1ás ;~ctitpdes, de ~lfó(!ia¿¡:~ é!y <:l:e J¡¡~ ~e,il~é!~tt~~:
de él a esas actitudes} , es todo lq que u~.a tá.f!a represenH ;. o, por lP: .nteuos... , es.
vocár en er individuo un' grupo.. de reacciones tales como despierta la '4níca b~se para qué eUa ocurra o exista "en. eLespíritu" de\ i.~aiv:i.4.!1S> ,<;l.;i<;l.G!·
en. el otro, pero algo más está involucrado en. el hecho de que sea En el caso de la conversación de gestos inconsdent~. o en d caso del pro-
ceso de comunicación llevado a cabo por mediq de ella, ninguno de los individuos
:Un símbolo significante: esta reacción dentro de uno mismo a que participa en ella tiene conciencia de la significación de la conversación --esa
palabras como "sílla" o "perro" constituye, para .el individuo, tan- significación no aparece en la experiencia de ninguno de los '11dividuos involu-
crados en la conversación o que la llevan a cabo; en tanto que, en el caso de la
to un estímulo como una reacción. Est 0 , es.daro •..~slq que está conversación de gestos consciente; o en el cam del proseso de comunicación eje-
involucrado en lo que llamamoll el sentido de una cosa, o su sig- cutado por medio de ella, cada 'uno de los individuos que participan en· ella tiene
conciencia de la significación de la conversación, precisamente porque esa signifi~
cación aparece en su experiencia y porque la conciencia de 1a significación consiste
8 [Véanse las Secciones 13 y 16.] en esa aparición.
112 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 113
conducta amenos de q~e s~ convirtiera en unestímulo para golpear ordenamiento, y el lenguaje es aparentemente una cosa enteramente
dQ~aé ~ap"árétíése éT Iuiar d~sprot~gído: " .,. · .·
mecánÍ<:~ que reside fuera del proceso de la inteligencia. ,.Sin•...em-
Tal es la· diferencia entre la ,conducta inteligente por parte de
'bar.go, ~1.s~..r~.~. <:>~.2.cE . .9.u~ el lenguaje !19 ~s m á.~ g1;1e ll!l.a parte ?e
los animales y lo que llamamos un individuo reflexivo 10 • Decimos
:proc~s,<?.....~()operatlvo, la parte que conduce.~ .. '!1.!1~ a<!.ap~aciÓn a
que el animal no piensa. No se coloca en una posición por la cual re¡¡cctQ11.delotrQ .de modo. qu~;: act~vid;;~d pued;;¡ ..~'Q.n.iüiuat.
1,sea responsable; rw. ~e.po!}e en eLlugar de.la otra persona. y dic.e,
entonces. el lenguaje tiene sólo un Jimitado..alcance .de Yaxiahili~
'~vi~tualrne!lte: .. :'hctuaJá cie taJ :1;110d9 y yo a¡:;tuar:é de tal QU:o'i· Si el dad. . S1 uno habla con otra persona, puede, quizá, advertir el
individuo puede actuar de este modo, y la actitud que provoca en sí cambto producido en la actitud de ésta, y puede advertirlo gracias
puede convertirse en un estímulo para él, euton~e.s.,lene,mos la..~on~...• a algo que no vería una tercera persona. Puede conocer su ama~
~ucta con. significación. Cuando la reacd6n de. h~ otr<Lpersona es neramiento, y esto se convierte en un gesto para uno; en una part~
p;~vocada···.y···se convi~;t;·~Il un. e~Jimqlo p¡u:a controlar su acción,
dde la retacción d el .i~dívídu o. ~:::;id~!;"cJe:~~~••~.~J>.lit:':l~. J?<:>SípJ!:.<l~Jtt!<? ..
;ntonces tiene ¡; significación del acto de la otra per~on.a e11 Sl.l pro::t
¡}1a experiencia. J'al es el mecanismo general de lo que llamamos
1
e1, ges o, en re1ac10n. C()n. o que . eoe s.e~vtr de síml>olo. ·P<><l~rn<?S
dwr qt1e ... es ~ce.pta1Jle.toda una. serie de ... símbolos distintos· con
,;pensamiento", ~rque"á fín de que el pensamiento éxista es preciso una significación; pero son ~iempre gestos, es decir, ~011 sí~mpre
que haya símbolos, gestos vocales en general, que provocan· en el partes del acto del individuo que revelan lo que éste hará a la otra
individuo mismo la reacción que está provocando en el otro, y tal persona, de ~odo ~ue, cuando la persona utílí'za la clave, aquél
que desde el punto de vista de esa reacción está en condiciones de pro~oca en s1 1~ actttud del otro. El lenguaje no es siefupre arbi-
ciidgir su conducta posterior. Involucra, no sólo comunicación en el trano en el sentido de denotar simplemente, por medio de una pala-
sentido en que se comunican las aves y los animales, sino también bra, un mero estado de conciencia. Pero es más o menos ·arbitraria
una provocación, en el individuo mismo, de la reacción que está la parte especial del acto de uno que servirá para dirigir la actividad
despertando en el otro, una tendencia a actuar como actúa la otra cooperativ~. Distintas fa~es del acto pueden lograrlo. kg .<LU.~•.J?~;­
persona. U no participa en el mismo proceso que la otra persona r~c~ ~.co tmport~.nte. en Sl pued~ se~ de al~~~ ipjJortanCÍa en lo refe-
está llevando a cabo y controla su acción. con referencia a dicha rente a reve!ar cual es Ia actitud. En ese sentido puede hablars~'del
part1c1pacion. gsto es lo que constituye J.~. ~ignificació11 de un gesto ~ismo considerándolo de poca importancia, pero es suma-
objeto, a saber, la reacélón común. a la propi(l persona y a la otra mente 1mportante en cuanto a lo que el gesto revelará. Esto se ve
persona, que se convierte, a su vez, en estímulo para la propia per~
e~ l~·d·~~~~~Z:'~~ e~}(is.~~-n~~ e~~:e el carácter pu!~'Ee!1tejni~1eéf,~~r·a~r
son a. tnmboiox.su car~:cter ern<?C!Onai. Un poeta depende" de este últímo;
Sí se concibe eL~spiritl};. sirnPt~rnente como una clase de sus~ pa~a _él el lenguaje es rico y está lleno de valores de los que nosotr~s,
tancia consciente en la que existen ciertas impresiones y estados, y qlllzas, hacemos completamente caso omiso. Al tratar de expresar
se afirma que uno de esos estados es un universal, entonces una
un m~~saj~ en a~go -~en~~ de diez palabras, no queremos más que
palabra se convierte en puramente arbitraria -no es más que un trasmttlr.. clerta stgmficac~on, en tanto que el poeta utiliza lo que
símbolo 11 • Se puede, pues, tomar palabras y pronunciarlas al re- e~, un t~Jtdo real~ente vtvo, la palpitación emocional de la expre-
:.,;és, como hacen los niños; parece haber absoluta libertad para el s¡on mtsm~. Extste, pues: una gran amplitud en nuestro empleo
1° [Para la naturaleza de la conducta animal, véase "Concerning Animal del lenguaJe; pero cualqlllera fuera la fase de esta esfera que se
Perception". Psychological Review, XIV (! 907). págs. 3 83 y ss.]
11 Mül!er intenta poner !os valores del pensamiento en el lenguaje; pero su gesto. .Y es el siste.ma n~rvi':Bl? central el que proporciona el mecanismo para
intento es falaz, porque el lenguaje tiene esos valores sólo como el más eficaz tales actitudes o reacciOnes tmphqtas.
m~canismo del pensamiento, simplemente porque lleva la conversación de gestos La identificación del lenguaje con la razón es, en un sentido un absurdo
consciente o significante a su más alto y perfecto desarro!!o. Es preciso que haya pero tn otro se~tido es válida. Es válida, en efecto, en el sentido de que e1 pro:
alguna clase de actitud implícita (es d~cir, una reacción iniciada sin ser llevada ceso del le~guaJe .pone al. a~to social total en la experiencia del individuo dado.
completamente a efecto) en el organismo que hace .el gesto -una actitud que en cuanto este m1~0 esta mvo!ucrado en el acto, y de tal manera hace posible
responda a la franca reacción hacia el gesto, por parte de otro individuo, y que el proceso ~e 1~ razon. Pero aunque el ~;~roceso de la razón es y debe ser llevado
corresponda a !a actitud provocada o. despertada en este otro organismo por el a cabo. en. termmos del pr~eso del lenguaje ~n términos. es decir, <k palabras---.
gesto-, si el pensamiento ha de desarrollarse en el orzanismo que hace el no esta sunplemente constttuído por este último.
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD . 115
GEORGE H. ~EAD
114
. d proceso social, y es siempre en un campo de la significación. El ge~tc:> r.epresmta. ~ietta.r~;¡¡ul­
emplea, constttuye una parte e un
. .
.
d" d la cual ~nos afectamos a nosotros m.smos
: tante deí acto soCial, una resultan.fe con respecto a la cual existe una
la parte por me JO . e. ínteTVenimos en la situación social gra- reacci6n.definidá por parte de l~s Tndivídupsinvolucrad~ g~.it)cl;
c?mo afectamos a ?,trods, ~o que decimos. Ello es fundamental para de modo que Ía significación es dada o expresada en .términos. de
e1as a esa comprenswn e . . reacción.· ~a sig~ificación está implícita -si no siempre explí.~i~­
cualquier lengu~je; sí s~ quiere que sea un len.gua~e, es ~:lec:~:~u:f~~~ ep. la relación entre las distintas fases del acto social a que se refiere
entienda lo que dice, t¡ene, q.ue afectarse a Sl mlsmo . ~Y delcual se desarrolla. Y su desarrollo se cumple en términos de
a losd~mªs...... simbolización en el plano de la evolución humana.
12
Hen1os estado cx:u~_ndogQ§, .eP. genet~.deL proce&o socia.l.de.Ja
11. SIGNIFICACIÓN eXJ?f!fl~ncir yJa conqllCta ~al como aparece en 1~ prgyQSa.~i§~r..•pot:
el acto de un organismo, de una adaptación a dicho acto. en la.reac:;dón
. 1 . t ligencia en el plano humano,
Nos referimos espeCialmente a a tn e. ... . . . . . d'- ae otro organismo. l:femo~taDJ.l:>ién :visto....que .Ja..naturaleza. de la·-
. . .. . ., tua de los actos de los dtstmtos m 1 significaci~n está íntimamente asociada al proceso ..social que como
es dee1r, a la adaptaqon mu ·· · 1 humano· adaptación
. d t del proceso soc1a • tal aparece, que la significación involucra esa relación triple entre las
vtduos humanos en ro . ·, r medio de gestos
que se lleva a cabo gracias a la comumcacwn: po , b los fases· del acto social como contexto ·en el cual surge y se desarrolla:
en los planos inferiores de la ev~lu~i?n ~umana ~ iorta~: ~on esta relación del gesto de un organismo con la reacción adaptativa
; 'f t (gestos que poseen stgmftcaClon y, po ,. de otro organismo (también involucrada en el acto dado) y conJa
s.gm tc~n es est'tmulos sustitutos) en los niveles supenores completación del acta dado - .una rel.ación tal. que el segundo otga-
algo mas que meros .
de la evolución humana. .. · 'f' · 'n" ; La s~1'g-; f1Ísmo reacciona ¡¡lge~to del primero como si dicho &~t<tjndi<:Jra.
El factor central de ta1 adaptacwn · ' es la s1gm 1cac10 . , . '-·--·-· ·-r'' o
la cofi1pletac:;ión del ac:;to dada se .refiriera a ella. Por ejemplo, la
·- 'f .· "... . e y res!'d e d en t ro del campo de la relaeton entre e reacción del pollito al cloqueo de la gallina madre es uná reacción
m tca~!O.X1- surg . h mano dado y la subsiguiente conducta de
gesto de un orgamsmo u · . h a la significación del cloqueo; el cloquea se refiere al peligro a a
dicho or anismo, en cuanto es indicada a otro. orgamsmo .umano los alimentos, según el c:;aso, y tiene esta significación o connotación
r es" :esto Si el g;sto indica efectivamente a otro orgamsmo la para el pollito.
po - · . ) d 1 organismo dado, entonces
conducta subsigmente (o resu 1tan te e ., stímulo El proceso social,· en. cua~tC> •.9.!!~jnvoJpcra .comu.~ic.adóu... el ..:.n
. . "f' . 'n En otras palabras la relacton entre un e c:;ierto sentido responsable .por la aparic:;ión de.nuevos.objeta$..en ..el
t 1ene stgm tcacw · ' · ·d 1 · 1
.
determmado ~omo gesto--
. y las fases postenores e acto soc¡a
. . .
. de las que es una de las primeras fases (si no ~a l.n~c¡al,~ constituye
· campo.deia experiencléí de los organismos individuales invo1uctadol
en ese proceso. Lgs procesos o las reacciones orgánicos, en U,.n ~en;-~
t po dentro del cual se origina y existe la stgmftcacton. psta es, tido, constituyen los objetos frente a los cuales son reacciones, es decir,
e. cam od d llo de algo que existe objetivamente como
de tal m o, un esarro d' ·' í uica cualquier org~nismo biológico dado .~~.. ~n cierto mOdo responsable
relación entre ciertas fases del acto social; no e~ una a tclanb~daqtra- por la exiStenda (en el Séntido de las significaciones que tales objetos
. a "idea" tal como esta es canee 1 •
tienen para él) de los objetos a los que fisiológica y químicamente
a dtcho acto, Y no es un or anismo la resul-
·~~i~n~~~:~tt~. so:!af e~e:;oc:!;c:~~~~top~: u::· de gtas pri~era:t~:s~~ reacciona. Por ejemplo, no habría alimentos --objetos comestibles-,
si no hubiera organismos que pudiesen digerirlos. Y similarmente, el
., n de . otro organismo al gesto son 1os compone . proceso social, en un sentido, constituye los objetos á los cuales reac-
1a reaccto - · d 1 sto con
una relac~ón tripl~ del gesto con el prime~ orga~~~;u~~nt:s gfeases del ciona, o a los cuales es una adaptación. Ss decirc¡uelosobjetos está~
el segundo organtsmo y del gesto con as ~u . con~tit!,IÍQ~. ~!l.. t~!ll!.!n~~.~ge .~igni~I~ació*xi;:<Ien'ii:ci . • 4é,lj~a-~i~·:·~~iili
acto social dado; y esta relación triple const1tuye la matnz . de la experiencia y la conducta~ gr~das a la ~daptación Jl1Utua .de l~s
. 'f" . , o que se desarrolla basta converttrse
de la cual nace 1a stgm tcacton, reaccicui~.o .accion.~. de !o~. c:fís!it\tos organiSI11()s individuai~s it1io-
. . 3 d the Consciousness of Meaníng"*
lucrados...m ~ pr5Xe~, adaptación posibilitada poLJ!ledio. ~e :ca~a
12 ['\'éase tamb~én "SoCial Consctou~e~s ;
97 y ss.; "The Mechanism of comunicación que ado.Pta la forma de una conve.rsación de gesto&. en
Psychologrcal Bulletm, VIl 09j0t;,/ g ·h IX (1912) págs. 401 y ss.}
Social Consciousness",. Journal ·o t· osop y, . '
)
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 117
GEORGE H. MEAD
116
las primeras etapas evolutivas de ese proceso, y de lenguaje en las
etapas posteriores.
Laconcíencia no es necesaria para la preAsen~!~, ci,e la si~nificación
en er¡;;¿,~~~'de ~Ta experiencia socia!. Dn gesto efectuado por un
. 'o'rga'nlsmo'eñ''cüaíqúier actü'social dado provoca una reacción por
parte de otro organismo, reacción directamente relacionada con la
acción del primer organismo y producto de ella; LJ:!!\ . . g~$t9 .~LUn
símbolo del resultado del acto social dad.o d~:..un org;mismo (el or-
g~ní~mqHq:Q~ 'io hace), .~n el :grado en que es respondido por otro
organismo (que por ello también queda involucrado en dicho acto)
éomó inciícacíón de ese resultado. ELrnecanismo de la significació!1
está~ de tal modo, presente en el acto social antes de que o~urra la
emerg~nda dé fií condenciá. El aéto o conciencia adaptativa del se~
gundo organismo proporciona al gesto del primer organismo la sig~
nificación que posee.
t La simbolización constituye objetos no constituído~ antes, ob-
l j':t~~. 9.11~. ll~..exjgirí~n a n.()•.s~¡::po~. ;eL c.ont:,eXto.de... rdad~n so~ial
len que se lleva a cabo la s1mboltzaC1on. EllenguaJe no S!Jl1boltza
\simplemente una situación u objeto que existe ya por anticipado:.
i p()sib1iita Ía existenda. o la aparíciól1 . de dicha situación u objeto,
!porqué fS una parte del mecanismo por medio . . dd .cuates.a situación
!u ob}eto.~s creado. El proceso social relaciona las reacciones de un in-
\~víduo con los gestos de otro, en cuanto significaciones de estos últi-
mos, y, por lo tanto, es resp.onsable del surgimiento y existencia de
nuevos objetos en la situación socíal. objetos dependientes de e~as sig-
nificaciones o constituidos por ellas. Entonces, la significación no
deberá ser concebida fundamentalmente, como un estad? de con~.
ciep.cia. o comouñ:tiede oe relaCiones org~u:t.i:Z:;:Idas qqe existen 'o s~h"'
si~t;; mentalmente fuera del camp() ,<leJa ~x~riencia ~n el cual en·
J:,:a,~: por el contrarío, t,~.~~,;:t~:.~":!"~":'"~~~~~~!l~~j~thr:~me~t~~"~omo
ex1stente c()mpletamente dentro d~ ;e,~e caro.RP . La reaCCion de un
organismo"afgesto de otrl)!~l!,,Sue!quier a~!l),~ociat'ai<JO~ésra·sigñi:;
fícaCioñ'(Je ·ese gesto, y también, en un sentido, es Fesponsable .RPr .
apariCíoñ"o elnaCÍrrÍÍ~Ílto def nuevo objetO -o del nueVO contenjd()
de un objeto antiguo-, al que ese gesto se ~~fier~ mediante el resul-
tado del acto social dado, del cual es una de bs. primeras fases. Por~
que, repitamos, fos objetos, en un sentido legítimo, son constituídos.
118 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONÁ y SOCIEDAD 119

por los objetos que constituyen elmedio .cot~diano en que vivimos: hacia la completación de ese acto o. reladonad¡¡ con dicha compl~ta­
iiñ~'procesa~·eñ que la comunicación desempeña el papel mªs impor~ ción. En otras palabras,
. la significación involucra una referencia del
""-"*""""""'-"~'t'i«~'"i'{')W.,;>~,:<w.:t""-iif"*"-''"' •·c~:Jk'~i·'••"k'2 "-""' ·- ~O,J, 'r<<·~''-''•;' '• '''''"·>'";+,.'<,""-·'•"<:';:;>h-A ,,,, "'"'

tante. Este proceso puede dar surgimiento en la naturaleza a esos ~est.o d e ;u~ .orgamsmo ~ la resultante del acto s,oda{que t'l}gesto
nuevos objetos, sólo en el grado en que hace posible la comunica- md1ca o mtcta, como objeto <;le una reacción adaptativa po.r parte de
ción entre los organismos humanos involucrados en él. Y el sen- otro organi~~o; y la reacción adaptativa del otro organismo es la
significación del gesto. . ·· ····
tido en que determina, condiciona y posibilita su abstracción de la
de todo el mundo de los objetos de sentido común- ~.~.~~Ls~.!!:­ ~o~ gestos pueden ser conscientes (signifiQQ.Us) . o in!:.onsden-
tidoeJ:1 que d!:termina, <:endiciona y posibilita su abstr.acción. sobre la tes. (po ~Jgíiifícantés): ~a con.ve.Q.a¿ión d.e ·gesto.s 0:9 e~ signifkame
estructura total deles aconte¡:imientos, .como entidades apropiadas ~r ~eba,j() del nivel hu~a11:o, 20rqpe, ng escon§c~~n.tg~,es de,¡:i.r!,CPQ.$-
para.la.conducta'cotidana; y en ese sentido, o en. cuanto tíenen...esa ctente de sí (aungu~ ~ consciente en .el s~ntido. de involucra.r. .ge:nti-
significación, existen sólo en relación con esa conducta. De la misma mient~ C> •• ~n~CÍ():qgs). Un animal, en cuanto opuesto a una forma
manera, eri una etapa posterior, más avanzada, de su desarrollo, humana, al indicar algo a otra forma o 'expresarle una significación,
la comunicación es responsable por la ·existencia de tod() el reino de no indica o expresa al mismo ti~mpo la misma cosa o significación
les objetos científicos como identidades abstraídas a partir de la es- para sí mismo; porque no tiene espíritu ni pensamiento, y de ahí
tructura total de los acontecimientos en virtud de su conveniencia que no haya significación en el sentido significante o consciente de
para los fines científicos. sí. Un gesto es no significante ~uando. .la reélcción de. qtro organismo .
La estructura lógica de la significación, hemos visto, puede ser frente a él no indica, al organismo que lo hace, frente a qué reacciona
encontrada en la triple relación del gesto conla reaccióndeaclaptación este otro organismo 1 ~.
y la resultante del acto social dado. La . reacción por parte del ·Muchas sutilezas se han derrochado en el problema del signifi-
segundo organismo al gesto del primero es ·¡a·aaapta:~ió'q. -i:h;tcS! cado de la significación. ¿\1 inte.Qtar resqlye,r e.ste problema, .no .es.
surg'ii!a sigriifieacion-. de dicho gesto como indicador de la r~l;tl­ necesario... r~~.:rir a los estados Ps~quicas. .po.rqu¡da. .na.tut:ale~a..de
taritedét.acto social que iniciay en el que ambos organismos quedan la significación, como .hemos v,i,~t(). ,se....enc1;1cnt!a implícit~ en la
de tal modo involucrados. Esta relación triple o triádica entre el estructura del acto social, implícita en. las relaciones entre sustr~s
ge~to, la reacCión de adaptación y la resultante del acto social que el componentes individuales básicos: a saber, en ta rela~ión tiiádica del
gesto inicia, es la base de la significación; porqueJa existeru:ia de la g~s~.~..~.e u.n índivi~;\lc:>)~ reacción a ese gesto por un segundo i1l_di-:-
significación depende del hecho de que la reacción de adaptación del vtduo y Ja completación del acto sqcial gadq ini~!íldo P()J: ef gesto
segundo organismo se. dirija bácia Ía resultante del ;}C~O social dado del J?rimft:jndividuo. y el hecho de que la naturaleza de la sfgnífi-
tif como es iniCiada e indicada por el gest.o del primer organismo. cacíón se encuentre de tal modo implícita en la estructura del acto
Así. la base de la significación está objetivamente presente en la con- social pone un énfasis adicional en la necesidad, en psicología so-
•.ducta social, o en la naturaleza en su relación con tal conducta.~ cial, de partir de la suposición inicial de un proceso de experiencia
social y de conducta en ejecución, proceso en el que está involuc~do ·
.. ,'<t.sig@~~a.!YLf.2.~.!li~SLS\••~sJ.Q.,,~~~~4.~;.'
~},9Jl~su:.,¿~-"'?ra~~¿:J>~_2!¡mi§~~!l.~"'~~!l"9· No es l5 Existen dos caracterE'S que pertenecen a lo que llamamos ·~s,ignificacíones";
esenciar ni primartamente un contenido psíquico (un contenido del .. uno. es la participación y el otro la comunicabilidad. L~ ~ignifícación sól() pued.e
surgtr en el grad() en que alguna fase del. acto que d individuo' está provoúndo en
espíritu o· de la conciencia) , porque no es en modo alguno preciso el otro puede ser provocada en él mismo. En. este sentido, siempre hay partid:Ración.
que sea consciente •. y no lo es en la realidad. hasta que e:n el proceso Y el resultado de esta participación es la comunicabilidad, ó sea que el individuo
pu~de indicarse a sí mismo lo que indica a otros. Existe comuníéadón sin signífi-
de la experiencia social humana emergen los símbolos significantes. cación cuando tl gesto de! individuo provoca la .reacdón en .~1 otro sin provocar
Sólo cuando se identifica con tales símbolos, se torna consciente o tender a provocar ~a misma reacción en aquél. Puede decirse que la significación,
la significación. La significación de un gesto por parte de un or:- des.c!e~ ,el punto de v1sta del observ~dor, está . pre~x)Je ~I1 el· g¡:stQ. q1.1e .P.t()V.()ca la.
rg¡¡c.mm._~~<:lt~-d~m el ot.tt;! <:ílós otroS, dentro de un acto co.operativo, pero . . n.o se
g;:mismo es la reacción de adaptación a aquél por parte de otro torn~ Slg~lftcante pará los Íridividuos Ínvo!uáad()S en e[ .a.,tO .menOS qUe. la ten-. a
organismo, como indicadora de la resultante del acto social que ini: .denp~ al acto sea,provocada dentro del individuo que lo hace. y a menos qu<1 d
11'\dlvtduo que esdmctamente- afectado poz: el gesto se coloque en. la actitud. del indi-
cía; Ia reacción de adaptación del. segundo organismo está. dirigida "lduo que hace el gesto (MS). /- ·
120 GEORGE H. MEAD ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 121
cualquier grupo dado de individuos humanos y del que depende la El sistema nervioso central no presenta simplemente una serie
existencia y desarrollo del espíritu, la persona y la cone1ene1a de sí de automatismos, es decir, ciertas inevitables reacciones a ciertos estí~
de los mismos. mulos específicos, tales como retirar la mano de un radiador que
es tocado, o sobresaltamos cuando un ruido fuerte resuena d~trás
12. UNIVERSALIDAD de nosotros. El sistema nervioso proporciona, no sólo el mecanismo
para esa clase de conducta, sino ta~bién para reconocer un objeto
Nuestra experiencia reconoce o descubre lo que es típico, y esto ante el cual vamos a re.:ccíonar; y ese reconocimiento puede ser ex-
es tan esencial para una adecuada teoría de la significación, como lo presado Rn términos de una reacción que responda a cualquiera de
es el elemento de la particularidad. No sólo existen hechos de rojo, por los componentes de cierto grupo de estímulos. Es decir: uno tiene
ejemplo, sino que además existe en. la experiencia un rojo que es que clavar un clavo; se tiende la mano para tomar el martillo y se
identificado, por lo que a la experiencia respe·cta, con otro rojo. Se descubre que ha desaparecido. Y no se detiene uno a buscarlo, sino
puede aislar el ro jo como una simple sensación, y como tal es pasa~ que toma cualquier otra cosa que pueda emplear, un ladrillo o una
jero. Pero en adición a ese carácter de pasajero existe algo que llama~ piedra que tengan el peso necesario para dar impulso al golpe. Cual-
mos universal, algo que le proporciona una significación. El suceso quier cosa que se pueda tomar y sirva para ese fin, será un martíllo.
es un color, es rojo, es cierta clase de rojo, y esto es algo que no Ese tipo de reacción que involucra d aferramiento de un objeto
tiene un carácter pasajero en la expresión del color mismo. Si pasamos debido a ciertas características genéricas, es un uníversal 16 . Sí el
de los contenidos particulares de esta clase a otros objetos, tales objeto provoca esa reacción, no l.mporta cuál fuere su carácter par-
como una silla, un árbol, un perro, encontramos algo que resulta ticular, puede decirse que tiene un carácter universal. Es algo que
distinguible del objeto, planta o animal especiales que tenemos en puede ser reconocido grac1as a su carácter, a despecho de las varia-
torno. No reconocemos en el perro el grupo de elementos sensbriales, ciones involucradas en los ejemplos individuales.
sino más bien el carácter de ser un perro, y a menos de que tengamos Y bien, ¿habrá en el sistema nervioso central un mecanismo que
algún motivo de interés en ese perro especial, algún problema en pueda ser excitado de tal manera, que haga surgir esa reacción, por
cuanto a su posesión o la probabilidad de que nos muerda, nuestra variadas que las condiciones sean en todo otro sentido? ¿Habrá un
relación con el animal es la relación con un universal: no es más mecanismo de carácter lo bastante complicado para representar los
que un perro. Si una persona le pregunta a uno qué vió, la respuesta objetos que tratamos, .objetos que tienen, no sólo .dimensiones espa-
será: un perro. U no no sabría el color del perro; lo que vió sería ciales, sino también temporales? Un objeto' t~l como una melodía,
simplemente un perro en general. un trozo musical, es una cuestión unitaria. Oímos las primeras notas
Existe aquí una significación que se da en la experien-cia misma, y reaccionamos a ellas como a un todo. Semejante unidad existe en
y -es esta significación o carácter universal la que se supone que la las vidas presentadas por las biografías que siguen a un hombre desde
psicología wnductista tiene dificultades en encarar. Cuando hay una su nacimiento hasta su muerte, mostrando todo lo que corresponde
reacción ante un animal como un perro, hay una reacción de reco- al crecimiento del hombre y los cambios que ocurrieron en su carrera.
nocimiento así como una reacción hacia un objeto del paisaje; Y Ahora bien, ¿hay en el sistema nervioso algo que pueda responder
esa reacción de reconocimiento es algo universal y no particular. a tales caracteres del objeto, de modo que podamos proporcionar una
¿Puede este factor ser expresado en términos conductistas? Por su- explicación conductista de un objeto tan complicado como una me-
puesto, no nos interesan las inferencias· filosóficas; no nos interesa lodía o una vida? La sola complicación no presenta una dificultad
la metafísica del perro; pero sí nos interesa el reconocimiento que seria, porque el sistema nervioso central tiene una cantidad casi infi-
correspondería a cualquier otro animal de la misma clase. Ahora nita de elementos y combinaciones posibles, pero, ¿se puede encon-
bien, ¿existe en nuestra naturaleza una reacción de semejante carácter
16 La abstracción y los universales son debidos al conflicto y la inhibición:
universal, de la que se pueda decir que responde a ese· reconocimiento una pared es algo que debe ser esquivado y algo que debe ser saltado, y en
de lo que llamamos universal? Trataré de esbozar la posibilidad de tanto que es ambas cosas, es mental. es un concepto. El lenguaje hace posible afe,.
rrarse a estos objetos mentales. Las abstracciones existen también para los animales
tal explicación wnductista. inferiores, pero éstos no pueden retenerlas ( 19 24).
122 GEORGE H. MEAD ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 123
trar allí, en el sistema nervioso central, una estructura que responda indefinida cantidad de elemen!os. ¿Puede decirse que él tiene en su
a cierto tipo de reacción que representa para nosotros el carácter del sistema nervioso central un objeto que responda a esa actitud de
objeto que reconocemos, en cuanto distinto de las simples sensa- reconocer a Gladstone, en todos sus cambios, como el mismo Glad-
• ?
e,1ones. _ stone? Si uno tuviesl el mecanismo necesario para hacerlo, ¿podría
El reconocimiento siempre involucra algo que puede ser descu- encontrar en el cerebro del historiador lo que responde a Gladstone?
bierto en una cantidad indefinida de objetos. Sólo se puede ver un Y suponiendo que tal cosa pudiese hacerse, ¿qué se encontraría? Por
colór una_ vez, en el sentido de que "color" significa una relación cierto que no sería una reacción única al nombre de Gladstone. En
inmediata de las ondas de luz con la retina de un sistema nervioso cierto modo, tiene que representar todas las conexiones que se lleva-
normal. La experiencia aparece y pasa, y no puede ser repetida. Pero ron a cabo en su experiencia, todas las conexiones que quedaron
hay un carácter universal que se da en la experiencia misma, capaz involucradas en su conducta, ~:n el grado en que las análogas de ella
de una infinita cantidad de repeticiones. Y se ha supuesto que esto sucedieron en la vida de Gladstone. Debe tratarse de cierta clase de
es lo que hay detrás de la explicación o afú-mación conductista. La upídad, de una unidad que, si ese todo es tocado en algún punto,
psicología conductista explica ese carácter de la experiencia en térmi- pueda hacer surgir cualquier otro elemento de la experiencia que el
nos de -la reacción. Puede decirse que no es posible que exista una historiador tiene de Gladstone. Debe poder iluminar cualquier fase
reacción universal, sino sólo una reacción a un objeto. Por el contra- de su carácter, destacar cualquiera de las situaciones en que figura
rio, hasta donde la reacción puede tener lugar con referencia a Gladstone. Todo esto debe encontrarse potencialmente presente en
un ladrillo, una piedra, un martillo, existe un universal en la tal esbozo de Gladstone en el siste-ma nervioso central de Morley. Es
forma de la reacción que responde a toda una serie de particu- infínitam,ente complejo, pero también lo es el sistema nervioso cen-
lares, y los particulares pueden ser infinitos en núm,ero, siem- tral. No representa simplemente dimensiones especiales, sino también
pre que tengan ciertos caracteres en relación con la reacción qué dimensiones temporales. Puede representar una acción demorada, una
está representada en lo que llamamos "reconocimiento". Cuando. acción que depende de una reacción anterior; y esta reacci<)n posterior
empleamos el término· "reconocimiento", puede que sólo queramos puede, en su nacimiento -·-pero antes de que ocurra explícitamente-·-
decir que hemos escogido un objeto que sirve para ese fin par-. influir sobre' la reacción anterior.
ticular; lo qúe por lo general queremos decir es que el carácter del Podemos concebir, pues, en la estructura del sistema nervioso
objeto que es un estímulo para su reconocimiento se encuentra central, una dimensión temporal como la de una melodÍa, 6 el reco-
presente en nuestra experiencia. De tal modo, es posible tener algo nocimiento de las notas y de la distancia que separa a unas de otras en
que es universal, distinguido de varios particulares. Creo que podemos la escala, y nuestra apreciación de las mismas en cuanto realmente
reconocer en cualquier costumbre qué es lo que responde a clistintos afectadas por el comienzo de nuestra reacción a las notas posteriores,
estímulos; la ,reacción es universal, y el estímulo, particular. Míen· como cuando estamos esperando determinada clase de final. Si pre-
tras este elemento sirva de estímulo, provoque esa reacción, se puede guntamos ahora cómo se muestra esa expectación eri nuestra ex-
decir que el particular [e ágrupa bajo ese universal. Esa es la expli-
periencia, tendremos dificultades para . detallarla en térm,inos de
cación que la psicología cond~ctista da a la forma universal, .distin-
conducta, pero advertimos que la experiencia es determinada por
guiéndola del ejemplo particular.
. El punto siguiente es más bien una cuestión de grado, ilustrada nuestra disposición a responder a notas posteriores, y esa dispo-
por los objetos más complejos, tales como una sinfonía, o una vida, sición puede existir sin que las notas mism~s estén presentes. La
cqn todas sus variaciones y armoniosos contrastes. Cuando un críti-- forma en que responderemos ·a- un final m a yór o menor determina
tico musical analiza un objeto tan complejo como una sinfonía. 1~- forma en que apreciamos las notas que se presentan. Y es ésa
¿podemos decir" que existe en el sistema nervioso central algo que la actitud que proporciona el carácter de nuestra apreciación a todas .
responde al objeto que el crítico tiene ante sí? O tomemos la biogra;. las composiciones musicales de cierta extensión. Lo concedido al prin-
fía de un grande hombre, un Lincoln o un Gladstone, donde el cipio es determinado por la actitud hacia lo que vendrá más tarde.
historiador, digamos Morley, tiene ante sí toda esa vida con su Esta es una fase de nuestra experiencia que James ha ilustrado con sus
124 GEORGE H. MEAD
ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 125
análisis del carácter sensorial de conjunciones tales como y , pe-
ro", "aunque". Si se afirma una proposición y se agrega "pero", cantidad indefinida de estímulos que varían entre sí es algo que nos
se está determinando la actitud del oyente hacia ella. Éste no sabe proporciona la relación del universal con el particular, y la comple-
qué es lo que uno introducirá, pero sabe que existe alguna clase de jidad del objeto puede ser tan infinitamente grande, como lo son
excepción. Su conocimiento no se formula de manera reflexiva, los elementos del sistema nervioso central que representan posibles
sino que es más bien una actitud. Existe una actitud "pero", una .combinaciones espaciales y temporales de nuestra conducta. Pode-
actitud "si", una actitud "aunque". Ésas son las actitudes que asu- mos, entonces, hablar legítimamente de cierta clase de reacción que
mimos hacia el comienzo de una melodía, hacia el ritmo involucrado un Morley tiene con respecto a un Gladstone, una reacción que puede
en la poesía; son ellas las que dan sentido a la estructura de aque- .encontrar su expresión en el sistema nervioso central, teniendo en
llo que encaramos. .cuenta todas sus complejidades.
Existen ciertas actitudes que asumimos hacia una columna o [!·lasta ahora hemos acentuado la universalidad o generalidad
hacia sus basamentos, y sólo necesitamos tener sugestiones del objeto .de la reacción en comparación con la particularidad del estímulo
para provocarlas. El artista y el escultor ejecutan en esas actitu- .que la provoca. Ahora quiero llamar la atención hacia la dimen-
des, del mismo modo que lo hace el músico. Gracias a la indica- sión social de la universalidad.]
ción de los estímulos, ellos pueden producir un reflejo de las com- El pensamiento se lleva a cabo en términos·de universales, y un
plejidades de una reacción. Ahora bien, si uno puede producir una universal es una entidad distinguible del objeto por medio del cual
cantidad de ellos y conseguir un reflejo multiforme de todas esas ac- lo pensamos. Cuando pensamos en una azada, no nos limitamos
titudes en la armonía, provoca una reacción estética que consideramos .en nuestro pensamiento a ninguna azada especial. Y bien, si pen-
bella. Lo que constituye la belleza del objeto es la armonización .samos en la azada universal, debe de haber algo acerca de lo cual
de esas complejidades de la reacción. Hay diferentes estímulos que pensamos, y eso no se da manifiestamente en el suceso particular
provocan una cantidad indefinida de reacciones, cuya naturaleza se que proporciona la ocasión para el pensamiento. El pensamiento
refleja en nuestra experiencia inmediata y que son puestas en rela- trasciende todos los sucesos. ¿Debemos suponer un reino de ta-
ción armoniosa las unas con las otras. Las etapas posteriores de les entidades, esencias o sustancias para explicar nuestro pensa-
la experiencia misma pueden estar presentes en la experiencia inme- miento? Eso es lo que, en general, suponen todcis·iei:modernos
diata que influye sobre ellas. Dado un sistema nervioso central su- :realistas. La respuesta de Dew~y parece ser que hemos aislado, por
ficientemente complicado, podemos encontrar una cantidad indefi- .medio de nuestra atención abstrayente, ciertas características de las
nida de reacciones, y dichas reacciones pueden ser, no sólo inmediatas, azadas que son ajenas a las distintas azadas individuales, aunque
sino también demoradas, y cuando son demoradas pueden estar ya ·tienen su existencia o ser en dichas azadas ·individuales. Estos ca-:"
influyendo sobre la conducta actual. racteres que se presentan en toda azada que sea tal, son, por lo tanto,
Y así, en cierto sentido, podemos encontrar, en el sistema ner~ ajenos a cualquiera de ellas. Podemos ir más allá y decir que estos
vioso central, lo que responda a objetos complejos, con su signifi- ·caracteres son ajenos al suceso de las azadas que nac~n y se desgastan.
cación un tanto vaga e indefinida, tales como residen en nuestra En otras palabras, son ajenos al tiempo, y pueden ser llamados ob-
experiencia real --objetos complejos, no sólo espacialmente, sino, jetos o entidades eternos. Pero, dice Dewey, esa calidad de ajenas
además, temporalmente. Cuando respondemos a cualquier fase de .al tiempo de tales características en nuestro pensamiento no separa
estos objetos, todos los otros valores están presentes, listos para in- su ser de las azadas individuales . . . Dew\Cy está completamente con
troducirse en ellos y. darles su contenido intelectual y emocional. ]os realistas arriba mencionados en cuanto a que la significación no
No veo motivo alguno para que uno no encuentre, pues, en la está alojada en la palabra misma, es decir: no es un nominalista.
organización de esa actitud tal como se presenta en el sistema ner- Insiste, sin embargo, en que la significación reside en la azada en
vioso central, aquello a lo cual nos referimos como la significación ·Cuanto característica que ha surgido gracias a: la naturaleza social
del objeto, lo que es universal. La respuesta de la reacción a una -del pensamiento. Supongo que podemos decir, en la terminología
.actual, que las significaciones han surgido en la experiencia social, .
126 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 127
así como los colores surgieron en la experiencia de los organismos otros ind1~iduos. Un universo de raciocinio es simplemente un sis-
con aparato de visión 17 • tema de significaciones comunes o sociales 20 •
La significación como tal, es decir, como el objeto del pensa- La misma universalidad e impersonalidad del pensamiento y la
miento, surge en la experiencia gracias a que el individuo se estimula razón son, desde el punto de vista conductista, el resultado de que
a sí mismo para adoptar la actitud del otro en su reacción hacia el un individuo dado adopte las actitudes de los otros hacia él y de que,
objeto. La significación es lo que puede ser indicado a otros a la finalmente, cristalice todas esas actitudes particulares en una· sola
vez que, por el mismo proceso, es indicado· al individuo indicante. actitud o punto de vista, que puede ser llamado el del "otro gene-
En el grado en que el individuo se lo indica a sí mismo en el papel ralizado".
del otro, ocupa la perspectiva de éste, y como lo indica al otro des- Las formas alternativas de actuar bajo un infinito número de
de su propia perspectiva, y como lo que de tal modo es indicado distintas wndiciones particulares o en una infinita cantidad de
es idéntico, es preciso que sea justamente ·aquello que puede ser desde distintas situaciones particulares -formas que son más o menos
distintas perspectivas. Tiene que ser, por lo tanto, un universal, por idénticas para una cantidad infinita de individuos normales-- son
lo menos en la identidad que corresponde a las distintas perspectivas todo lo que en realidad representan los universales (no importa cómo
organizadas en una sola perspectiva, y en el grado en que el prin- los encare la lógica y la metafísica) ; carecen de sentido aparte de los
cipio de organización admita otras perspectivas que las que están actos sociales en los que están involucrados y de los que extraen su
realmente presentes, la universalidad puede ser, lógicamente, exten- significación 21 •
dida infinitamente. Su universalidad en la conducta, empero, alcan-
za sólo hasta el límite en que las diferencias de las distintas perspec-
13. LA NATURALEZA DE LA INTELIGENCIA REFLEXIVA
tivas permanecen sin importancia con respecto a los caracteres indica-
dos por los símbolos significantes que se emplean, es decir, por los En el tipo de inhibición temporaria de la acción que significa
gestos que indican al individuo que los usa qué es lo que tales gestos pensar o en el que surge la reflexiótt, se le ofrecen, en la experien-
indican a los otros, para quienes sirven de adecuados estímulos en cia del individuo, a modo de tanteo y por anticipado y para su
proceso cooperativo 18. elección entre ellas, las distintas posibilidades o alternativas de fu-
El gesto o símbolo significante presupone siempre, para su sig- tura acción que le están abiertas dentro de la situación social dada
nificación, el proceso social de la experiencia y la conducta en que -las formas diferentes o alternativas de completar el acto
surge; o, como dicen los lógicos, un universo de raciocinio está social dado en el cual él está involucrado o que él ya ha iniciado.
siempre inferido como contexto en términos del cual, o como el La reflexión o la conducta reflexiva surge sólo bajo las condicio-
campo dentro del que, los gestos o los símbolos significantes tienen
en verdad significación. Este universo de raciocinio está constituído 20 Nuestras así llamadas leyes del pensa.aiento son las abstracciones de las
relaciones sociales. Todo nuestro proceso de pensamiento abstracto, toda la téc-
por un grupo de individuos que llevan a cabo un proceso social de nica y el método del mismo son esencialmente sociales (1912) •
experiencia común 19 y conducta, en el cual participan, y dentro del 21 Todas las relaciones duraderas han sido sometidas a revisión. Quedan las
constantes lógicas, y las deducciones de las inferencias lógicas. A la misma categoría
cual estos gestos o símbolos tienen la misma significación, o una pertenecen los llamados universales o conceptos. Son los elementos y la estructura
significación común, para todos los miembros de ese grupo, ya sea de un universo· de raciocinio. En la medida en que en la conducta social con
otros y con nosotros mismos indicamos los caracteres que perduran en la pers-
que .ellos los hagan o los dirijan a otros individuos, o que reaccio- pectiva del grupo al que pertenecemos y del que surgimos, en esa medida estamos
indicando lo que no cambia. en relación con nuestra conducta, aquello a lo que, en
nen francamente a ellos en cuanto hechos o dirigidos a ellos por atras palabras, es ajena la transitoriedad. Una metafísica que extrae estos elementos
,de su habitar experiencia! y los dota de un ser sustancial, pasa por alto el hecho
17 [Este parágrafo ha sido seleccionado de un manuscrito: "The
de que la cualidad de intransitoriedad es estrictamente relativa a la situación en
sophy of John Dewey". Fué publicado en el Intemational Journal of la conducta dentro de la cual surge la reflexión, de que si bien podemos encontrar
en distintas situaciones un método de conversación y, por lo tanto, de pensamiento
de 1936.] q.ue resulta ajenQ a las diferencias de las situaciones, y, en consecuencia, propor-
18 [Parágrafo ~eleccionado de .MS.] CIOna un método de traslación de una perspectiva a otra, esta calidad de ajeno per-
19 Un mundo común existe ... sólo en la medida en que existe tenece sólo al carácter más amplio que asume el problema en reflexión, y jamás
rienda (de grupo) com'IÍn (JI..iS). trasciende de 1a conducta social dentro de la cual surge el método (MS).
128 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 129
nes de la conciencia de sí, y haa posible el control y la orga- penetra en una habitación muy cambiado. por una lar-
nización intencionadas, por parte del organismo individual, de su ga y grave enfermedad, o por exposición al sol tropical, los ami-
conducta, con referencia a su medio social y físico, es decir, con re- gos no podrán reconocerle inmediatamente. Existen ciertos ele-
ferencia a las distintas situaciones sociales y físicas en las que se ve mentos que nos permiten reconocer a un amigo. Puede que tenga-
involucrado y a las cuales reacciona. La organización de la per- mos ~ue .buscar esos caracteres que tornan exitoso el reconocimiento,
sona es, simplemente, la organización, por el organismo individual, para md1carlos .a algui_en o a nosotros mismos. Puede que tenga-
de la serie de actitudes hacía su medio social - y hacía sí mismo ~?s que determmar cuales son los estímulos que provocan una' reac-
desde el punto de vista de ese medio, o como elemento fundo- cl.O~ .de ese complejo carácter. f:sta es a menudo una cosa sumamente
nante en el proceso de experiencia y conducta sociales que consti- d1ÍIC1l, como lo evidencia la crítica musical. Todo el público que
tuyen ese medio- que está en condiciones de adoptar. Es esencial llena

una sala•
puede sentirse arrebatado por una compos'lCIOn,
· • y qUI·
·
que tal inteligencia reflexiva sea encarada desde el punto de vista za no ~:bra una sola persona que pueda explicar qué había en la
del conductísmo social. producc10n que provocase esa reacción especial, o que pueda decir cuá-
Dije, hace un momento, que hay algo involucrado en nuestra les son las distintas reacciones en esos individuos. Es un don
explicación de la significación de un objeto que es más que la mera ex~raor.dinario el del que puede analizar ese tipo de objeto y descu-
reacción, por compleja que ella pueda ser. Podemos reaccionar a bnr cu~l~s son los estímulos para una acción tan compleja.
una frase musical, y puede que no haya nada en la experiencia, . Qu!Sle~a l.lan:~r la atención hacia el proceso que nos propor-
aparte de la reacción; puede que) no estemos en condiciones de decir C!o.na una md1cac10n de los caracteres que provocan la reacción. Los
por qué reaccionamos o a qué reaccionamos. Nuestra actitud puede ammales de un tipo inferior al del hombre reaccionan a ciertos ca-
ser simplemente la de que nos agrada alguna música y no nos agra· racteres con una precisión ajena a la capacidad humana, tales como
da alguna otra. La mayor parte de nuestros reconocimientos son el olor en el ca~o ~el perro. Pero estaría más allá de la capacidad
de esta clase. Escogemos el libro que queremos, pero no podemos de un ~rro el m~1car a otro perro de qué era el olor. Otro perro
decir cuál es el carácter del libro. Probablemente podríamos dar no podna ser env1ado por el primero a encontrar ese olor. Un hom-
una explicación más detallada de las facciones de un hombre a quien bre puede decir cómo identificar a otro hombre. Puede indicar cuáles
encontramos por primera vez que de nuestros más íntimos amigos. s?n los caracteres que provocarán cierta reacción. Esta capacidad dis-
Con nuestros amigos estamos dispuestos a inidar la conversación tmgue absolutamente 1~ inteligencia de un ser reflexivo como el hom-
en el momento en que lo están ellos; no tenemos que estar seguros bre de la de los animales inferiores, por inteligentes que éstos puedan
de quiénes son. Pero sí tratamos de encontrar a un hombre que nos ser. Gene~alment~ de~imos que el hombre .es un animal racional, y
ha sido descrito, examinamos atentamente a la persona para asegu· que los ammales mfenores no lo son. Lo que yo quería denmstrar
rarnos de que corresponde a la explicación que nos ha sido dada. por lo menos en términos de la psicología conductista, es que lo qu;
Con una persona que nos es familiar efectuamos la 'conversación sin tenemos en cuenta en esta distinción es la indicación de los caracteres
pensar en esas cosas. La mayor parte de. nuestros procesos de recono· que llevan a la clase de reacción que concedemos a un objeto. Señalar
cimiento no involucran esta identificación de los caracteres que nos l?s caracteres que conducen a la reacción es precisamente lo que dis-
permiten identificar los objetos. Quizá tenemos que describir a una tmgue a una agencia de pesquisantes que envía a un hombre de un
persona, y descubrimos que no podemos hacerlo -la conocemos sabu:so que persigue a un hombre. He aquí dos tipos de, inteli-
demasiado bien. Puede que tengamos que elegir esos detalles, y genCia, ambas espe~i:lizadas: el pesquisante no podría hacer Io que
entonces, si adoptamos una actitud crítica, tenemos que descubrir ?ace. el s~hueso, ll1 este lo que hace el pesquisan te. Pues bien, la
qué hay en el objeto que provoque esa compleja reacción. Cuando tntehgenc1a. del pesquisante, en comparación con la inteligencia del
hacemos tal cosa, estamos recibiendo una explicación de cuál es la sabueso, res1de en esa capacidad para indicar cuáles son los caracteres
naturaleza de los objetos, o, si se prefiere, de su significación. Te· es que provocarán su reacción de capturar al hombre 22.
nemos que indicarnos qué es lo que provoca esa reacción t::s¡.Jt:l.t<u •• 22 L . r .
Digamos que reconocemos a una persona por la índole de su físico. (Ond a pnte tgencta Y el co~ocimiento se encuentran dentro del proceso de la
ucta. ensar es un complicado proceso de. . . presentar el mundo de modo
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 131
GEORG E I! · i\I E 1\ b
130
funcionar una cerradura. Se advierten ciertos elementos, cada uno de
. ; . de un conductista en cuanto a lo que
Tal sería la exp l 1cac.on . · ¿· d los cuales provoca una reacción determinada; y lo que se está ha-
• . 1 • Cuando se razona se esta m ¡can o
esta mvolucrado en a razon. . . s· ciendo es aferrarse a esos procesos de reacción al prestar atención a
uno a sí mismo los caracteres que provocan oertas reacoon~s. l se
los estímulos. El hombre puede, no sólo combinar las reacciones
. 1 • 1 un lado se puede determinar la supcrhCle de un
tiene e angu o Y . ~· d'cadJ.s ya presentes, que es lo que puede hacer un animal inferior a él.
triángulo; dados ciertos caracteres. hay C!Crt~s rcaCL!Ones ;n. 1 . l. sino que también le es posible penetrar en esas actividades e inte-
Existen otros procesos, no exactamente raoo~a\es, co~ a os n~au~~ rrumpirlas, prestando atención a elementos específicos, aferrándose
·as reacciones .1 partlr oe .as ant1bua_s. l
se pueden construir nuc\ a las reacciones que responden a esos estímulos especiales y luego
. " . tes en o'r;>s reacoones, Y
den escogerse reacciones que cstan prcscn . • ~- . combinándolas para construir otro acto. Eso es lo que queremos
. U l'b d . strucciones puede proporoonar un:t sene
umrlas. n 1 ro e ln
.
.
. de rcacoones, y se as escoge
1 decir al hablar de .aprender o de enseñar a otra persona a hacer
de estímulos que llevaran a una ser_1e . . unca han sido una cosa. Se le indica a dicha persona ciertas fases o caracteres espe-
· compleps qUiza como n
de entre las otras reacoones . ' · · d, escnbir, cíficos del objeto que provocan ciertas clases de reacciones. Es lo
escogidas antes.
e
uan o sc,
d escnbe en una maquma ~
. cuanto a la forma de que formulamos en general al decir que la conciencia acompafía sólo
d se le den a uno mstrucc!Ones en a los procesos sensorios y no a los procesos motores. Podemos fisca-
pue e qule . . Al comienzo podrá uno formarse una buena
emplear a maquma. ue involucra la indica~ lizar directamente los procesos sensoriales, pero no los motores;
. . ero incluso ése es un proceso q . podemos prestar nuestra atención a un elemento especial del cam-
tccmca, p 1 distintas rcacoones. Se unen
ción de los estímulos pdL1 provocar as 1 d y entonces esos es- po y, al así prestar atención y así aferrarnos a un estímulo, con-
¡ h ··do unidos en e pasa o,
51 seguir la fiscalización de la reacción. Tal es la forma en que conse-
estímu os que no an . t Puede que ai
tímulos arrastran consigo las reacoodnebs c~mpu~~b~:~da de las reac- guimos controlar nuestra acción; no controlamos directam,ent-?
. . . ión tosra y e era ser
pnnop!O se~ una reacc • d La forma en que uno reacciona nuestra reacción por medio de las vías motrices mismas.
En las formas inferiores no existe capacid<.d alguna para pres-
ciones expenmentadas en el pasa o. : d' . t de la forma en
. 1 d blado de cartas, cuando escnbc, es ¡stm a .. tar atención a algún elemento analizado del campo de la estimula-
h aCia e o . . una má uina de escnblr. Se co-
que reacciona al esu!b!r la carta en q 1 han sido distin- cíón que les permita fiscalizar la reacción. Pero se puede decir a una
·anes que se emp ean
meten errores, porque 1as reaco . . U persona: "Mira esto, mira esta cosa, nada más", y la persona podrá
d n sene de otras reacoones. n
tas han sido conectadas con to a u a d'b . on la fijar su atención sobre el objeto específico. Podrá dirigir su aten-
' d'b . h . veces que sus alumnos 1 UJen e" , ción y, de tal modo, aislar la reacción especial que responde aJ aquél.
profesor de 1 UJO ara a ¡ d ha porque las costum-
mano izquierda en lugar de crup 1ear a . erecd '¡· . Esto es lo f:se es el modo en que interrumpimos nuestras complejas activida-
uy difíoles e e ¡mmar.
bres de la mano derec h a son m . 1· . dica a sí des y hacemos posible el aprendizaje. Lo que se lleva a cabo al
, · na forma rac10na . se m
que uno hace cuanao actua en u . .. mpleja y prestar atención a los estímulos específicos que provocan un acto
• 1 e provocaran una reacoon co .
especial, es un análisis del proceso, y este análisis hace posible la
cuáles son los est1mu os qu d . cua'l será el conJ'unto de la
d ¡ t' ulos etermma reconstrucción del acto. Un animal hace combinaciones, como de-
por Col. orden h e o~· es 1~ poder indicar estos estímulos a otras per-
cimos, sólo por el método de tanteo, y la combinación que triunfa
reacc!On. A ~ra ten,le llamamos conducta racional, en cuanto
a sí mismo es o que . · d se conserva.
so nas o . '. . . . al de los animales mfenores y e
distinta de la mtehgenoa ¡rraoon El gesto, tal como es elaborado en la conducta del grupo huma-
buena parte de nue~tra propia conducta._ dad de analizar el campo de no, sirve definidamente para indicar precisamente esos elementos y
El ho.~bre se drstmgueo:; :~e~:roa~~r un estímulo antes que otro
así ponerlos dentro del campo de la atención voluntaria. Existe, es
claro, una semejanza fundamental entre la atención voluntaria y
estimulaoon en forma de p
arres ande a ese estímulo, escogién-
y así aferrarse a la reacCion q~e .e d 1 p otras No se puede hacer la involuntaria. Una luz brillante, un olor particular, pueden ser
dala de entre otras y recombman o a con . algo que logre un completo dominio del organismo y que, en esa
odo de que pued.1 n ser alcanzados
medida, inhiba toda otra actividad. Pero una acción voluntaria
vorJblc oara IJ conductJ, d e m iepende de la indicación de cierto carácter, de que se lo señale, de que
que sea fJ . · , . MS)
fines de la vtda de la forma ( . . dicrla antes de actuar (! 9 24).
Pensar es indicar -pensar en una cosa es ¡n ..
GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 133
132
se lo aferre y, de tal modo, se aferre a la reacción que le co~res­ sobre nosotros. Tal es lo que se halla implícito en la inteligencia
ponde. Esa clase de análisis es esencial para lo q~e llamarnos mte- humana, en cuanto distinta del tlipo de inteligencia de las formas
ligencia humana, y es posibilitado por el lengu~Je. . _ inferiores. No podemos decirle a un elefante que debe tomarse de
La psicología de la atención expulsó a la pstcologt~ ~e la aso- la cola del otro elefante: el estímulo no le indicará al elefante la
ciación. Se enwntró una infinita czntidad de asoctactones que misma cosa que nos indica a nosotros. Podemos crear una situa-
residen en nuestra experiencia con referencia a cualquier cosa. que ción que sea un estímulo para el elefante, pero no podemos hacer
aparezca ante nosotr.os, pero la psicología asociacionista no exphca~: que éste se indique a sí mismo qué es ese estímulo, de modo de
por qué una asociación predominaba ant~s ~~e la ,o~ra .. Es~ablec10 tener la reacción al mismo .en su propio -sistema.
reglas en el sentido de que si cierta asoctac10n haota stdo mtensa, El gesto proporciona un proceso por medio del cual uno pro-
reciente y frecuente, entonces ella sería la dominante. Pero a menudo voca en sí la reacción que podría ser provocada en otro, y esto no
existen en la realidad situaciones en las que parece que el elemento es parte de su reacción inmediata, por lo que respecta a su medio
más débil de la situa{ión es el que domina al espíritu. Sólo cuando físico inmediato. Cuando decimos a una persona que haga algo,
el psicólogo se dedicó al análisis de la atención, se encontró en con- la reacción que obtenemos no es producto de ese algo sino el co-
diciones de encarar tales situaciones y de darse cuenta de que la mi~nzo de ello. La comunicación nos proporciona los elementos
atención voluntaria depen~e de la indicación de algún c~rácte~ del de la reacción que pueden ser retenidos en el campo mental. No
campo de la estirnulación. Tal indicación posibilita el atslarntento los sacamos afuera, pero están presentes constituyendo las signi-
ficaciones de los objetos que indicamos. El lenguaje es un proceso
y recornbinación de las reacciones. .
En el caso del gesto vocal existe una tendencta a provocar en por el cual se indican ciertos estímulos y se modifica la reacción a ellos
un individuo la reacción que es provocada en otro, de mo.do que el en el sistema de la conducta. El lenguaje, como proceso social, nos
niño representa el papel del padre, del n:ae~tr? o d~l predtcad?r. E: ha posibilitado el que escojamos reaccíónes y las retengamos en el
gesto, en esas condiciones, provoca en el mdtvtdu? ctertas reac~10~e~, organismo del individuo, de modo que estén presentes allí en relación
las mismas que provoca en la otra persona y. al eJec~t.arlas, el mdtvt: con lo que indicamos. El gesto real es, dentro de ciertos límites arbi-
duo aísla ese carácter especial del estímulo. La r~acc10n del otr.o ~sta trario. Ya s~a que uno señale con el dedo, o con una mirada del 'ojo, 0
.. presente en el individuo que aísla el estímulo. St uno llama rap:da· por medio de un gesto vocal en un idiom'a u otro, todo es indiferente,
mente a una persona en peligro, uno mismo se encuentra en la a{tttud siempre que provoque la reacción que corresponde a la cosa que ha
de alejarse de un salto, a~nque el acto no se llev~ a cabo. U no n? .corre sido indicada. l!sa es la parte esencial del lenguaje. El gesto debe
. n<>ro tiene en sí esos elementos espectales • de la reaccton, Y ser tal, que provoque en el individuo, o tienda a provocar en él,
pe l tgro, .t>~ , •
la reacción cuya utilización_ provocará en la reacción de otro. Tal
hablarnos de ellos corno de significaciones. Exphcado en t~rmmos
del sistema nervioso central. esto significa que ha conrnovtdo sus es el material con que opera el espíritu .. Por leve que fuere, tiene
· . n<>riores de tal manera que podrían conducir al real apartarse que haber alguna clase de gesto. Aislar la reacción sin una indica-
vtas sul"'~ ·
de un salto. Una persona aprehende las distintas reacctones mvo U·
· 1 ción de un estímulo es casi una contradicción por d~finición. He
eradas en la huida, cuando entra en ~d teatr~ y ve .el ca~te~ que le. ad· estado tratando de indicar qué hace este proceso de comunicación
vierte que, en caso de incendio, escoJa la sahda .mas proxn~a. Ttene, en .cuanto a proporcionarnos el material que existe en nuestro es-
por así decirlo, toda la lista de las distintas reacc10nes an~~ s1, y prepa- píritu. Lo hace poniendo a nuestra disposición gestos que, al afectar-
ra lo que hará, eswgiendo los distintos elementos y reumend?los en la nos como afectan a otros, provocan la actitud que el otro adopta, y
forma necesaria. El eXperto en organización llega para ele~1r esto, lo que nosotros adoptamos .en la medida que asumimos su papel. Obte-
otro 0 lo de más allá, y elige el orden en que estas cosa~ seran lle;ad~s nemos la actitud, la significación, dentro del campo de nuestro propio
a cabo. Uno hace lo mismo en la medida en que tlene conc1enc1a control, y éste consiste en combinar todas las distintas reaccionés
de sí. Cuando tenernos que determinar cuál será el orden de una posibles a fin de proporcionarnos el acto recientemente construido
serie de reacciones, las reunirnos de cierta manera, y podemos hacer;o que el problema eJCige. Es así como cabe explicar la conducta racional
porque podernos indicar el orden de los estímulos que actuaran en términos d~ una psicología conductista.
134 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 135

Quiero agregar otro factor a nuestra explicación: la relación pueda tener. Nuestras ideas de la conducta futura o acerca de ella son
del carácter temporal del sistema nervioso con la previsión y la nuestras tendencias a actuar en varias formas alternativas, en presencia
elección 23 • de una situación ambiental dada ___.;tendencias o actitudes que pueden
El sistema nervioso central posibilita la iniciación . implícita de aparecer, o ser implícitamente provocadas, en la estructura del sistema
una cantidad d€ reacciones alternativas posibles, con referencia a nervioso central. en anticipación de la reacción manifiesta a tal situa-
cualquier objeto u objetos dados, para la compl.etacíón de cualquier ción y que, así, pueden ingresar como factores • determinantes en la
acto ya iniciado, y ello previamente a la completación efectiva de di- fiscalización o selección de esa reacción manifiesta. Las ideas, en cuan-
cho acto; y de tal modo hace posible d ejercicio de la elección inteli- to distintas de los actos, ~ en cuanto no emergentes en la conducta
gente o reflexiva €n la aceptación de esa reacción alternativa única, de manifiesta, son meramente lo que no hacemos; son posibilidades de
€ritre las varias posibles, que será realizada de manera manifiesta 24 • reacciones visibles que ponemos a prueb4 implícitamente en el sistema
La inteligencia humana, por medio del mecanismo psicológico nervioso central y luego rechazamos en favor de aquellas sobre las
del sistema nervioso central humano, selecciona deliberadamente cuales, en rigor, actuamos o que ponernos en práctica. El proceso de
una de entre las varias reacciones alternativas que son posibles en la la conducta inteligente es, esencialmente, un proceso de selección
problemática situación ambiental dada; y si la reacción dada que entre varias alternativas; la inteligencia es, principalmente, una cues-
selecciona es compleja --es decir, si es una serie o cadena o grupo tión de selectividad.
o sucesión de reacciones simples-, puede organizar esa serie o cade- La reacción demorada es necesaria para la conducta inteligente.
na de reacciones simples en forma de posibilitar la solución más ade- La organización, la prueba implícita y la selección final, por parte
cuada y armoniosa, por parte del individuo, del problema ambien- del individuo, de sus reacciones manifiestas a las situaciones sociales
tal dado. que le enfrentan y que le presentan problemas de adaptación, serían
Es la entrada de las posibilidades alternativas de la futura reac- imposibles si una u otra reacción manifiesta a los estímulos ambienta-
ción en la determinación de la conducta presente, en cualquier si- les dados tuviese que ser inmediata. Sin la reacción demorada, o salvo
tuación ambiental dada, y su funcionamiento, por medio del me- en términos de ella, no podría ejercerse ninguna fiscalización cons-
canismo del sistema nervioso central. como parte de los factores o ciente o inteligente sobre la conducta; porque gracias a este proceso
condiciones que determinan la conducta presente, lo que decisiva- de la reacción selectiva --que puede ser selectiva sólo porque es
mente establece el contraste entre la conducta inteligente y la con- demorada- opera la inteligencia en la determinación de la conducta.
ducta refleja, instintiva y habitual -entre la reacción demorada y En rigor, es este proceso lo que constituye la inteligencia. El sis-
la reacción inmediata. Lo que ocurre en la conducta orgánica actual tema nervioso central no proporciona solamente el necesario meca-
~s siempre, en algún sentido, un emergente del pasado, y nunca nismo fisiológico para este proceso, sino también la necesaria condi-
podría haber sido predicho exactamente por anticipado -nunca ción fisiológica de reacción demorada que este proceso presupone.
podría haber sido predicho sobre la base de un conocimiento, por La inteligencia es esencialmente la capacidad para resolver los pro-
completo que fuere, del pasado y de las condiciones del pasado que blemas de la conducta actual en términos de sus posibles consecuen-
tienen atingencia con su emergencia; y en el caso de la conducta orgá- cias futuras tal como están involucradas en la base de la experiencia
nica inteligentemente controlada, este elemento de espontaneidad se pasada -la capacidad, por lo tanto, para resolver los problemas
destaca especialmente en virtud de la influencia presente ejercida sobre de la conducta presente a la luz del pasado y el futuro o con refe-
tal conducta por los posibles resultados o consecuencias futuros que rencia a ellos; involucra al mismo tiempo memoria y previsión. Y
el proceso del ejercicio de la inteligencia es el proceso de demorar,
23 [Véase también Sección 16.]
2~
organizar y seleccionar una reacción a los estímulos de la situación
Es u~a ventaja que dichas reacciones estén preparadas antes de que lleguemos
al objeto. Si nuE~tro mundo estuviese encima de nosotros, no tendríamos tiempo ambiental dada. El proceso es posibilitado por el mecanismo del
para meditar. Habría una sola forma de reaccionar a ese mundo. sistema nervioso central. que permite que el individuo adopte la
. G~a~ias a s.us órganos de distancia y su capacidad para las reacciones demoradas,
el mdiViduo ViVe en el futuro con la posibilidad de planear su vida con referencia actitud del otro hacir'él y se convierta de ese modo en un objeto
a ese futuro (1931).
136 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 137
para sí. :esta es la forma más eficaz de adaptación al medio social, dones de temor son, entonces, provocadas por la rata blanca, aun
y por cierto que al medio en general, de que dispone el individuo. cuando no se produzca ningún sonido 2 ~.
Una actitud de cualquier clase representa el comienzo, o la El reflejo condicionado de los psicólogos objetivos es también
iniciación potencial de uno u otro acto compuesto, un acto social empíé.ad<? por 'Watson para explicar ·el proceso del pensamiento.
en el que, juntamente con otros individuos, está involucrado el Según ese punto de vista, utilizamos gestos vocales e.11 reJ¡¡c:ión. ¿qn.
indiv,iduo que adopta la actitud dada. La hipótesis tradicional afir~ las cosas, y por medio de eÜos condicionamos nuestros reflejqs hacia
maba que el elemento intencional de la conducta debía ser, en cosas en términos del proceso vocal. Si tenemos una tendencia
definitiva, una idea, un motivo consciente, y que, por lo tanto •. sentarnos cuando hay una silla cerca, condicionamos ese reflejo
debía involucrar la presencia de un espíritu o depender de ella. Pero la palabra ''sílla". Originariamente, la silla es un e~¡dmulo que
el estudio de la naturaleza del sistema nervioso central demuestra """-""'",.." ese acto de sentarse, y, una vez condicionado, el niño pue-
· que, en forma de actitudes fisiológicas (expresadas en series de llegar a realizar el acto mediante el sólo empleo de l¡¡_ pal¡¡;-
lógicas específicas) , existen distintas completaciones posibles bra. No puéde establecerse ningún límite especial para semejante
acto dado, previamente a su completación real, y que, gracias a ellas, proceso. El proceso del lenguaje está particularmente adaptado para
las primeras partes del acto dado son afectadas o infl uídas (en la ~se condicionamiento de reflejos. Pos_eemos una cantidad infinita de
conducta presente) por sus fases posteriores; por consiguiente, el keacciones para los objetos que nos rodean. Si podemos condicionar
elemento intencional de la conducta tiene una sede fisiológica, una tEchas reacciones por medio del gesto vocal, de modo que cada vez
base conductista, y no es necesaria ni fundamentalmente consciente que se produzca cierta reacción utilicemos al mismo tiempo ciertos
o psíquico. fonéticos, entonces podremos llegar a un punto en que
será jm:ivócacla cada .vez qüe su:rja ese gesto vocat El
Jl!'!r:ía, entonces, no más que el empleo de esos distintos
14. CONDUCTISMO, WATSONISMO Y PENSAMIENTO REFLEXIVO ']utitamenie con las reacdones que eilos provocan.
psicólogos no necesitarían buscar, én el proceso del pensamiento,
He analizado la. posibilidad de poner el concepto o idea dentro nada más complicado que el simple condicionamiento de Íos reflejos ·
de .I.i ésfei:a ael.úa tarfiíen tó condu{tlsta: 'in tent<iPdq, ditill. mill!gt:~.!" por los gestos vocales.
liberar alJ:ond.uctismo, .en la forrr¡.a en _qu.e, es pre~entado por \V atson, Desde el punto de vista del análisis de la experiencia involu-
de lo que parece ser una imperfección. Al retrotraer el proceso crada, esta explicación parece sumamente inadecuada. Para ciertos
pensante al proceso parlante, Watson parece identificar el pensa~ tipos de experiencia, quizá sea suficiente. Qn. cuer,P:O ..de soldados.
miento con la palabra, con el símbolo, con el gesto vocal. Lo hace <t_giestr¡¡do.s exhib~. :u:na_ ~er:ie .c!LreflejQs. condicionados. Cierta. for-
transfiriendo un reflejo de un estímulo a otro: reflejo condicionado mación es lograda mediante ciert¡l_,S,. órdenes 1_ El éxito de éstas reside
es el nombre técnico del proceso. El psicólogo aísla una serie de en una reacción automática, cuando son emitidas.· Ahi, natural-
flejos que responden a ciertos estí;;:~Ios espeCíficos, y luego pejrmtte·.s mente, bi:iic.ci9.n..J!Í11..penséiJP:Í~nto. Si~l soldado piensa, dadas las
.que dichos reflejos se expresen en distintas condiciones, de modo que circunstancias es muy probable que no actúe; su. acción d~QI;.l_l.cl.e,
el estímulo mismo sea acompañado por otros estímulos. Descubre e~ cierto sentido, de la ausencia de pensamiento~ Eí1"'3Ig\ifl' punto
que esos reflejos pueden ser luego producídos por el nuevo estímulo, es pred~o que se Íleven~.i"~cal)o complicados pens~mientos, pero des~
aun en ausencia de lo que ha sido previamente el estímulo necesario. pués de que ello ha sido hecho por los oficiales de superior jerarquía,
La ilustración típica· de esto es la del niño que se asusta de un ratón el proceso debe tornarse automático. Reconocemos que esta expli~
blanco porque le fué presentado varias veces al momento en que se cación no hace justicia al pensamiento que debe llevarse a cabo en
producía a su espalda un sonido fuerte. El sonido fuerte ocasiona 25 El temor del niño a la oscuridad puede haber surgido del hecho de que
miedo. La presencia de la rata blanca condiciona esa reacción de se viese despertado por un estrepitoso trueno y sintiese miedo en la oscuridad. Esto
no ha sido demo~trado, pero es una posible interpretación en términos de condí·
temor, de modo que el niño siente miedo hacia el animal. Las reac~ cionamiento.
138 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 139
la jerarquía superior .. :Es ci~rto q1,1e la gente subalterna ejecuta e! dichos estímulos, de sustituir un estímulo por otro; pero las ideas
proceso sin pensar. Ahora bien, si,~}pen§ªmim.to es IJeyado a. . caho que llevan a cabo semejante proceso no pueden ser explicadas sim-
en el plano miliitar elevado. en las. mismas C!=mdiciones, el conduc- plemente mediante esa sustitución.
tístá rió logra explicar qué tiene la planificación de específico. Allí En el ejemplo que dí del ofrecimiento de una silla y de la
ocurre algo sumall).ente definido que no puede ser explicado en tér- solicitud hech.a a una persona de que se sentara, la solicitud puede
minos de reflejos condicionados. ocupar el lugar de la percepción específica de la silla. Uno puede
Esta conducta sin pensamiento del soldado, al cumplir con la estar completamente ocupado con cualquier otra cosa, y en ese caso
orden en forma de que la simple emisión de la orden implica su el estímulo no es el estímulo que funciona en el reflejo original;
ejecución, es característica del tipo de conducta de los animales uno podría entrar y sentarse sin prestar atención alguna a la silla.
inferiores. Empleamos ese mecanismo para explicar los complicados Pero tal sustitución no nos proporciona el cuadro del mecanismo
instintos de ciertos organismos. U na serie de reacciones sigue a la que en algún sentido responde a la silla, ni la idea de qué le pide
otra; la wmpletación de una fase pone al animal en contacto con la persona que haga. Y o sugerí que tenemos semejante mecanismo
ciertos estímulos que liberan otros, y así de seguido. Se descubren en el sistema nervioso central, un mecanismo que responde a esas
grandes complícacíones de este proceso, especialmente en las hormigas. complicadas reacciones, y que los estímulos que provocan éstas pue-
~~ pe.nsamiento característic() de la comunidad humana está presu- den poner en marcha un proceso que no es ejecutado del todo.
miblemente ausente en aquellas comunidades. La avispa que acopia No nos sentamos realmente cuando una persona nos lo pide, y sin
a las arañas paralizadas como alimento para larvas que jamás verá embargo el proceso, en algún sentido, es iniciado; estamos dispues-
y con las cuales nunca ha entrado en contacto, no actúa en tér- tos a sentarnos, pero no lo hacemos. Nos preparamos para deter·
minos de previsión consciente. La comunidad humana que acumula minado proceso pensándolo, haciendo el gráfico de una campaña
alimentos en cámaras frigoríficas, y que más tarde los utiliza, hace, de conducta, y entonces estamos ya preparados para cumplir con
en cierto sentido, lo mismo que la avispa, pero la distinción im- los distintos pasos. Los impulsos motores que ya están presentes
portante reside en que la acción es conscientemente intencional. El han agitado las distintas vías, y las reacciones pueden producirse
individuo que dispone el acopio en cámaras frigoríficas se presenta, más fácil y más seguramente. Esto es particularmente cierto en lo
en realidad, a sí mismo, una situación que surgirá, y determina sus que respecta a la relación de los distintos actos entre sí. Podemos
métodos de conservación con referencia a futuros usos. agregar un proceso de reacción a otro, y podemos construir, a partir
La explicación que W atson proporciona del condicionamiento de la forma instintiva inferior, lo que se denomina un reflejo
de reflejos no hace referencia a esas partes de la experiencia. Tal general en nuestra conducta. Esto puede ser indicado, en cierto sen-
tratamiento ha sido aplicado experimentalmente sólo en experien- tido, por la estructura del sistema nervioso. Podemos concebir reac-
cias como las del niño. Watson trata de elaborar un mecanismo ciones que surgen con sus distintas respuestas a esos objetos, a lo
sencillo que pueda ser aplicado ampliamente sin tener en cuenta que, en otras palabras, llamamos las significaciones de esos objetos.
todas las complicaciones involucradas en tal aplicación. Por supues- La significación de una silla es sentarse en ella, la significación del
to, es legítimo que una nueva idea busque su aplicación más amplia martillo es clavar el clavo; y estas reacciones pueden ser ínervadas,
y luego trate de salir al encuentro de las dificultades específicas. aunque no sean ejecutadas. La inervación de estos procesos en el
Ahora bien, ¿es posible reformular nuestra explicación de la psico- sistema nervioso central es quizá necesaria para lo que llamamos
logía conductista, de modo que pueda hacer más justicia a lo que significación.
comúnmente llamamos conciencia de lo que estamos haciendo? He En este punto puede preguntarse si la excitación nerviosa en
sugerido que por lo menos podríamos proporcionar, en el sistema cierta zona o en ciertas vías es un sustituto legítimo de lo que lla-
nervioso central, un cuadro de lo que responde a una idea. Parece mamos la idea. Nos encontramos con una explicación paralelista
que eso es lo que queda de la explicación de Watson. :tiste agrega, de la aparente diferencia existente entre las ideas y los esddos cor-
simplemente, una serie de reaccionss a ciertos estímulos, y demues- porales, entre lo que llamamos la explicación psíquica y la expli-
tra que el mecanismo del organismo está en condiciones de cambiar cación física en términos neurológicos. Podría ob jetarse que la psico-
140 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 141

logía conductista establece una cantidad de mecanismos, pero omite somete simplemente a los ejercicios, tal como es adiestrado un animal
lo que llamamos conciencia. Podría decirse que la conexión de dis- en el c~rco. El niño es similarmente expuesto a experimentos, sin
tintos procesos que he venido describiendo, la organización de pensam1ento alguno por su parte. El pensamiento propiamente dicho
distintas reacciones en el sistema nervioso central, no es; en fin de significa que este proceso de asociar la silla cÓmo objeto con la
cuentas, distinta de lo que describía Watson. También él tiene toda palabra "silla" es un proceso que los seres humanos en sociedad
una serie de reacciones que responden a la silla, y condiciona la llevan a cabo Y luego subjetivizan. Tal conducta ha de tenerse en
reacción mediante el gesto vocal "silla". Cabe sospechar que eso es cuenta, ciertamente, tanto como la conducta condicionada que ocu-
todo lo que hemos hecho nosotros. Y sin embargo, como he dicho, rre externamente, y tendría que ser tenida en cuenta más aún, por-
reconocemos que existe en la conciencia algo más que semejante que es ~umamente más importante que entendamos el proceso del
reacción condicionada. La reacción automática que produce el sol~ pensamiento que el resultado del mismo.
dado es distinta de la conducta que involucra pensamiento en rela- Y bien, ¿dónde se lleva a cabo este proceso del pensamiento?
ción con ella y la conciencia de lo que estamos haciendo. Si se quiere, estoy describiendo aquí un rodeo en torno a la cues-
La psicología conductista ha tratado de librarse de las compli- / tíón de qué es la conciencia, o a la de si lo que ocurre en la región
caciones más o menos metafísicas involucradas en la erección de del cefebro tiene que ser identificado con la conciencia. Este pro-
lo psíquico contra el mundo, del espíritu contra el cuerpo, de la blema no es psicológico. Lo que pregunto es: ¿dónde ocurre ese
conciencia contra la m;ateria. Se sintió que ello conducía a un callejón proceso, por medio del cual, en el sentido de W atson, son condi-
sin salida. Tal paralelismo se habría demostrado valioso, pero des- cionados todos nuestros reflejos o reacciones? Porque este proceso
pués de que se lo utilizó en el análisis de lo que ocurre en el ,,.,,.,.. ,..4 " se lleva a cabo en la conducta y no puede ser explicado por los
nervioso central, condujo, ni más ni menos, a un callejón sin salida. reflejos condicionados que resultan de él. Se puede explicar el
La oposición del conductista a la introspección está justificada. No temor que siente el niño hacía la rata blanca por medio del condi-
es una empresa fructífera, desde el punto de vista del estudio psico- cionamiento de sus reflejos, pero no se puede explicar la conducta
lógico. Puede considerarse ilegítimo que W atson la borre sin más ni de Mr. Watson al condicionar el mencionado reflejo por medio de
más y diga que lo único que hacemos es escuchar las palabras que pro~ una serie de reflejos condicionados, a menos que se establezca un
nuncíamos subjetivam!ente; por cierto que ésta es una forma com:.. super-W atson para condicionar los reflejos de aquél. Ese proceso
pletamente inadecuada de encarar lo que llamamos introspección. .de condicionamiento de los reflejos tiene que ser incorporado a la
Empero, es verdad que la introspección, en cuanto medio de conducta misma, no en ·el sentido metafísico de establecer una mente
fe?ómenos que deben ocupar a la psicología, es bastante ineficaz. <le un mbdo espiritual, un espíritu que actúe en el cuerpo, sino
Lo que ocupa al conductista, aquello a lo que tenemos que volver, como un proceso real que pueda ser encarado por la psicología
es la reacción misma, y sólo en la medida en que podamos tf'O>rtn,,.,,. <onductista. Los problemas metafísicos siguen en pie, pero el psi-
cólogo tiene que estar en condiciones de explicar ese proceso de
el contenido de la introspección en términos de reacción po'drem.os
co~dicionamiento de los reflejos tal como ocurre en la conducta
obtener alguna doctrina psicológica satisfactoria. No es necesario
m1sma.
la psicología se meta en cuestiones metafísicas, pero es importante
Podemos encontrar parte del mecanismo necesario para tal con-
n~ pierda de vista la reacción que se emplea en el análisis psicológico
<lucta en el sistemil nervioso central. Podemos identificar algunos
m1smo.
de los reflejos, tales como el temblor de la rodilla, y seguir el estí-
Quiero insistir en el hecho de que el proceso por medio
mulo desde el reflejo hasta el sistema nervioso central y vuelta.
cual esas reacciones que son las ideas o las significaciones llegan
Pero no cabe seguir en detalle la mayoría de los reflejos. Con
asociarse con ciertos g~stos vocales, res-ide en la actividad del orga-
tales elementos adecuados, podemos establecer la analogía y presen-
nismo, en tanto que en el caso del perro, el niño y el soldado,
tarnos la complicada organización a que me he referido y que res-
proceso ocurre, por así decirlo, fuera del organismo. El soldado
ponde a los objetos que nos rodean y a los objetos más complejos,
adiestrado por medio de toda una serie de evoluciones. No sabe
tales como una sinfonía o una biografía. La cuestión, ahora, reside
qué le es dada esta s,eúe especial, o qué empleo se le dará; se
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 143
142 GEORGE H. MEAD
en tal trasmisión, está el hecho de que el estímulo no sólo prov?~a
en saber si la mera excitación de esos grupos de reacciones es lo la reacción, sino que, además, el in di vi duo que reo be la reacoon
que nosotros entendemos por idea. Cuando nos proponemos tra~
emplea también ese estímulo, ese gesto vocal,. y provoca la rea~c10n
ducir semejante idea en términos de conducta, en lugar de confor~ en sí mismo. Tal es, por lo menos, el com1enzo de lo que s¡gue.
marnos con un poco de conciencia, ¿podemos trasportar esa idea a En la conducta del perro no podemos encontrar la complicac~ón
la conducta y, p~r lo menos, expresa; en ésta lo que queremos síg~ posterior, El perro .sólo se para sobre sus _ratas traseras y camma
níficar al decir que tenemos .una idea!' Podría ser más sencillo supo~ con ellas cuando usamos una palabra espeCial, pero no puede darse
ner que cada uno de nosotros tiene guardado un poco de conciencia a 5 ¡ mismo ese estímulo que le da algún otro. Puede reaccionar a
y que las impresiones son producidas en la conciencia, y que, corno éL pero no puede participar él"" mismo, por así decirlo, en el cond~~
resultado de ];¡ idea, la concienda, en alguna forma no explicada, cionamiento de sus propios reflejos, sus reflejos pueden ser condx~
provoca la reacción en el sistema mismo. Pero lo que debe pregun- cionados por otro, pero no puede hacerlo él mismo. Ahora bien, es
tarse al conductismo es sí puede explicar en términos conductístas característico del habla significante el que este proceso óe autocon~
qué se entiende por tener una idea o un concepto.
dicionamíento se lleve a cabo continuamente.
Acabo de decir que la explicación de W atson acerca del simple Existen es claro, ciertas fases de nuestr¡:~ habla que no se erf-
condicionamiento del reflejo, la puesta en marcha de cierta serie de cuentran de,ntro de la esfera de lo que llamamos conciencia de sí.
reacciones cuando se emplea la palabra, no parece responder a ese Hay cambios que han ocurrido en el habla de la . ,. a lo largo
proceso de alcanzar una idea. Responde al resultado que puede darse de los siglos -~ c:ambios de los que ninguno de los 1;101 ''.ídu.o~ tuvo
ya teniendo una idea, porque, sólo habiéndola ya alcanzado, uno conciencia alguna. Pero cuando hablamos del había stgmftcante,
puede empezar a realizarla, y entonces suponemos que todo el pr0- queremos siempre decir que el individuo que escucha una ~alabr~
ceso sigue. El logro de una idea es muy distinto del resultado de emplea, en cierto sentido, esa m.isma palabra con referencxa a Sl
tener una idea, porque lo primero involucra el establecimiento o propio. Eso es lo que llamamos una comprensión personal .de lo
condicionamiento de reflejos, que, por sí mismos, no pueden ser que se dice. El individuo, no sólo está preparado pata rea~nonar,
empleados para explicar el proceso. Pues bien, ¿en qué condiciones sino que además utiliza el mismo estímuio que oye y t1ende a
ocurre esto? ¿Podemos indicar esas condiciones en términos de con- reaccionar a él a su vez. Esto rige en relación con una persona que
ducta? Podemos explicar en términos conductistas cuál será el resul~ emplea el habla significante con otra. Conoce y. enti<:nde. lo qu:
tado, pero, ¿podemos también explicar en términos del conductísmo está pidiendo a la otra persona que haga, y en oerto sent1do esta
el proceso de alcanzar y de tener ideas? provocando en sí misma la reacción para llevar a el proceso.
El proceso de alcanzar una idea es, en el caso del niño, un proceso El proceso de dirigirse a otra persona es un proceso de dirigirse
de relación con los que le rodean, un proceso social. Puede luchar también a uno mismo, y de provocar en sí la reacción que se pro-
por sí solo sin tener una idea de lo que está haciendo. En su voca en el otro; y la persona a quien la primera se ha dirigido, en
conversación consigo mismo no existe mecanismo alguno para con- la medida en que tiene conciencia de lo que hace, tiende a emplear
dicionar ningún reflejo por medio de los gestos vocales, pero en el mismo gesto vocal y, por lo tanto, a provocar e.n sí la reacción
sus relaciones con otros individuos puede condicionarlos de ese que ha provocado el otro; tiende, por lo menos: a, eJecutar el pro-
modo, y ello ocurre también en la conducta de los animales infe- ceso social que involucra esa conducta. Esto es dtstll1to de l~ acClon
riores. Podemos enseñar a un perro a hacer ciertas cosas en respuesta del soldado; porque en el habla significante la persona ent1ende lo
a palabras especiales. Condicionamos sus reflejos por medio de cier- que se le pide que ha¡ga y consiente. en llevar .a cabo .algo de lo cual
tos gestos vocales. Dd mismo modo, un niño llega a referirse a ella misma se convierte en parte. S1 uno da mstruccJOnes a otro en
una silla mediante la palabra "silla". Pero el animal no tiene una cuanto a la forma de llegar a determinada calle, él mismo,
idea de lo que va a hacer, y sí nos detuviéramos aquí en el niño, todas esas detalladas instrucciones. Se identifica con d otro indi-
no podríamos atribuirle ninguna idea. En la trasmisión de una viduo. El oyente no se mueve simplemente por efecto de la orden,
idea está involucrado lo que no puede ser explicado en términos de sino que se da a sí mismo las misrnas instrucciones que la otra
ese condící~namiento de un reflejo. He sugerido que, involucrado
144 GEORGE H. MEAD
ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 145
manera son trasferidos, por las ondas luminosas, a la retina y
per~ona le da. ~so, en términos conductistas, es lo que queremos
lúego al sistema nervioso central, de modo que vemos la luz en
deCir cu~ndo afirmamos que la persona tiene conciencia de algo.
· el punto en que suponemos que tienen lugar esas vibraciones.
Y por· c1erto que siempre se infiere que el individuo tiende a efec-
Por supuesto, esa trasmisión exige cierto tiempo, y en el tras-
tuar el .mismo proceso que la persona a quien se ha dirigido; se
curso _de esa. acción pue~e. ~ener lugar un cambio físico en el objeto.
pr?porc10na a sí los mismos estímulos, y, así, toma parte en el
No solo ex1ste esa posibilidad de error en la percepción, sino que
m1smo proceso. En la medida· en que condiciona sus propios reflejos,
podemos equivocarnos incluso en el objeto que vemos ante nos-
ese proceso penetra en su experiencia.
otros, puesto que la luz es temporalmente postuior a la per-
~reo que es importante reconocer que nuestra psicología con-
turbación que parece revelar. La luz tiene una velocidad finita,
d.uct¡s~~· al tratar de la inteligencia humana, tiene que presentar la
y el pro<:eso que se lleva a cabo entre ~a retina y el punto del sis-
s1tuac10n que acabo de describir, en la que una person'a conoce la
tema nervioso central es un proceso mucho más largo que el de
significación de lo que se le dice. Sí el individuo emplea él mismo
la luz. La situación es convenientemente ampliada para nosotros
, algo que responde al mismo gesto que observa, díciéndoselo una y
en el ejemplo de la luz de las estrellas. Vemos la luz que partió
otra vez a sí mismo, poniéndose eh el papel de la persona que le
del sol hace unos ocho segundos; el sol que vemos tiene ocho se-
habla, entonces capta la significación de lo que escucha, tiene la
gundos de antigüedad, y existen estrellas tan lejanas, que consu-
idea: la significación se ha tornado suya. Esta clase de situación es
men muchos año1l-luz para llegar a nosotros. Así, nuestras percep-
la que parece estar involucrada en lo que llamamos espíritu en cuan-
ciones tienen condiciones que ubicamos en cierto momento en el
to tal: este proceso social, en el que un individuo afecta a otros, es
sistema nervioso central; si algo obstaculiza el proceso nervioso,
trasportado a la experiencia de los individuos de tal modo afec-
entonces no se produce esa experiencia particular. De uri modo
tados 26 • El individuo adopta esta actitud, no simplemente en forma
semejante obtenemos la explicación de lo que está detrás de la
de rer:etición, sino como parte de la complicada reacción social que
explicación paralelista; si relacionamos el hecho neurológico con
s~ es~a llevando a cabo. La necesidad de explicar este proceso en
lo que ocurre en nuestra experiencia, tenemos, aparentemente, dos
termmos de conducta es lo que está involucrado en una adecuada
cosas completamente distintas. La perturbación producida en el
explicación conductista, en comparación con una simple explicación
sistema nervioso central es un proceso eléctrico, químico o mecánico,
del reflejo condicionado.
que se lleva a cabo en los elementos nerviosos, en tanto que lo que
vemos es una luz coloreada, y lo más que podemos decir es que
15. CONDUCTISMO Y PARALELISMO PSICOLÓGICO lo uno es aparentemente paralelo a lo otro, puesto que no podemos
decir que los dos sean idénticos.
Podría parecer que el conductismo llega a lo que se llamaría Ahora bien, la psicología conductista, en lugar de establecer
un paralelismo en relación con la neurología y la psicología, esto es, estos sucesos en el sistema nervioso central como una serie causal
en la relación entre lo que ocurre en el sistema nervioso central y que es, por lo menos, condicional a la experiencia sensorial, toma
la experiencia que le es paralela o corresponde a ello. toda la reacción al ambiente considerándola como lo que responde
Cabría argumentar, por ejemplo, que existe en la retina una al objeto coloreado que vemos, la luz en este caso. No ubica la
excitación debida a la perturbación que ocurre afuera, y que una experiencia en punto alguno del sist~ma nervioso; no la pone,
sensación de color, o una experiencia de un objeto coloreado, sólo en los térmiuos de Mr. Russell, dentro de una cabeza. Russell consi~
aparece cuando la excitación llega a determinado punto del sistema dera la experiencia como el efecto de lo que ocurre en el punto
nervioso central. Creemos ver el objeto en el punto en que esa per- en que el proceso causal se lleva a cabo en la cabeza. Señala que,
turbación ocurre afuera. Es decir que vemos, pongamos por caso, desde su punto de vista, la cabeza dentro de la cual puede ubicarse
una luz eléctrica. Pero se nos dice que la luz representa cambios
esa experiencia existe empíricamente sólo en la cabeza de otras
físicos que se producen a enormes velocidades y que de alguna
personas. El fisiólogo le explica a uno dónde se lleva a cabo esa
26 [Véase Secciones 16 y 24.]
ESPfRITU, PERSONA y SOCIEDAD 147
GEORGE H. MEAD
146
componentes del acto social, que la existencia de -Ia . 'f .
excitación. Uno ve la cabeza en cuestión y ve además con la ima- presupone. stgm tcaClÓn
ginación qué hay dentro de esa cabeza, pero, según esta tesis, lo La concienc.ia o experiencia, de tal modo explicada en términos
que ve tiene que estar dentro de su propÍ'a cabeza. Russell sale de 1 proce~o soctal, no puede, sin embargo, ser ubicada en el cere-
de todo este embrollo diciendo que la cabeza a que se refiere no bro, n~ ~olo porque tal ubicación involucra una concepción espacial
es la cabeza que vemos, sino la involucrada en el análisis fisioló- del es~I.r.ltu (concepción que por lo menos es injustificada en cuanto
gico. Y bien, en lugar de suponer que el mundo experimentado, suposicion
· b · nada
· · críticamente aceptada) ' sino tambt'e'n po rque seme-
como tal, se encuentra en el interior de una cabeza, ubicado en el Jant~ u !canon c~~duce al solipsismo fisiológico de Russell y a
punto en que se llevan a cabo ciertas perturbaciones nerviosas, las I.nsuperables dific?ltades del interaccionismo. La concítncia es
el conductista relaciona el mundo de la experiencia con todo el funci~na~, no sustantiVa; y en cualquiera de los principales sentidos
acto del organismo. Es cierto, como acabamos de decir, que ese del termmo debe ser ubicada en el mundo objetivo, antes que en
mundo experimentado no aparece, salvo cuando las distintas ex- el ~er.ebro; r;ertenece al m~dio en que nos encontramos, 0 es carac-
citaciones llegan a ciertos puntos del sistema nervioso central; es tensttca de el. No obstante, lo que está ubicado en el cerebro lo·
también cierto que sí se corta cualquiera de esas vías, se elimina que se lleva a cabo en él, es el proceso fisiológico por el cual ~r­
otro tanto de ese mundo. Lo que el conductista hace, o debería de~os y recuper~mos la ~onciencia: un proceso en cierto modo
hacer, es tomar el acto completo, todo el proceso de la conducta, Jnalogo al d: bajar y subir una cortinilla de ventana.
como la unidad para su explicación. Al así hacer, tiene que tener Ahora bien, coi~o ~emos visto antes, si queremos controlar ei
en cuenta no simplemente el sistema nervioso, sino también el p:o~eso de la expenencia o la conciencia, podemos recurrir a los
resto del organismo, porque el sistema nervioso no es d~stmtos procesos del cuerpo, especialmente a los del sistema ner-
una pa¡;te especializada de todo el organismo. VIOSO. Cuando . establecemos un paralelismo • lo que t ra t amos d e
La conciencia como materia, como experiencia, desde el punto acer1 es explicar los
hlar d elementos del mundo que nos pe rm1't en contra-
de vista de la psicología conductista o dinámica, es meramente el os proceso~ e la experiencia. El paralelismo reside entre el
ambiente del grupo humano individual o social en cuanto cons- punto en que tiene .lugar la conducta y la reacción experiencíal, y
títuído por ese grupo individual o social, o dependiente de él o tenemos. ~ue d.etermmar los elementos que nos permitirán .controlar
existencialmente relativo a él. (Otra significación del término "con- la ~~ac~!On ~usma. Por lo general, controlamos esa reacción por
ciencia" surge en relación con la inteligencia reflexiva, y otra aun, 1me 10 ·e• objetos situados • fuera del organismo • antes q ue d'Irigien
. . d0
en relación con los aspectos personales o subjetivos de la expe- a atencwn a 1 orgamsmo mismo. Sí queremos mejor luz po
riencia contrastados con !Qs aspectos comunes o so~iales.) 1una bombilla
• eléctrica
. de más potencia • Nuestra físc a rIzaciOn,
... nemos
por
Todo nuestro mundo experiencia! -la naturaleza tal como o
d d comun, consisted en. una reacción hacia los obj'eto ·
s mismos, y
la experimentamos- está básicamente relacionado con el proceso es. e ese punto .e, vista el paralelismo está establecido entre er
objeto Y la percepc10n, entre la luz eléctrica y la visibilidad ~
1~ parale~ismo est:~~:~
social de la conducta, un proceso en que los actos son iniciados por
gestos que funcionan como tales porque, a su vez, provocan clase de que establece el individuo corriente;.
dones adaptativas de otros organismos, indicadoras de la comple- Ciendo un paralelismo entre las cosas que le rodean y su e · ·
escoge 1 d 1 xpenencta.
tación de los actos que ellas inician, o referentes a esta completación, . . os caracteres e a cosa que le permitirán controlar Ia ex-
o resultantes de ella. O sea que el contenido del mundo objetivo, penencta. Su experiencia es la de mantenerse a sí mismo . d
cosas que 1e ayu d an, y, en consecuencia, escoge en los objetos vienlos
o
t¡1l como lo experimentamos, está constituído, en gran medida, por
c~r~cteres que se exp~esarán en esa clase de experiencia; pero si la
las relaciones del proceso social con él, y, especialmente, por
d.¡f¡cultad q~e expenmenta se debe a alguna perturbación de su
relación triádica de la significación, que es creada dentro de Sistema nerviOso central, entonces tendrá que recurrir a éste E
proceso. Todo el contenido del espíritu y de la naturaleza, en este caso. el paralelismo será entre su experiencia y las ex<:Ítado~
medida en que adquiere el carácter de una significación, nes del sistema nervioso central. Sí descubre que no ve bien, es
de esa relación triádíca, dentro del proceso social y entre las
148 GEORGE H. MEAD· ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 149
posible que encuentre alguna perturbación e~ el ne~vio óptico, Y ~~ culpa de. un daño físico, la interpretación involucra un complíca-
paralelismo será entre su visión y el funciOnamiento. del nerv10 dísimo proceso de pensamiento. En lugar de saltar simplemente a
óptico. Sí le interesan ciertas imágenes mentales q~e tlene, rec~rre un costado, cambiamos nuestra dieta, hacemos más ejercicios o
a las experiencias que en el pasado afectaron al si.stema nerv~o~o modificamos nuestras inversiones. Este proceso de pensamiento,
central. Ciertos efectos de tales experiencias en el Sistema nervioso que es la elaboración de nuestras reacciones al estímulo, es un pro-
central están aún presentes, de modo que sí se e.sta.blece un para· ceso que también, necesariamente, se ejecuta en el organismo. Y, sin
lelismo descubrirá que éste reside entre el aconteCimiento ~asado Y embargo, es un error suponer que lo que llamamos pensamiento
la condición presente de su sistema nerv!oso ~entral. ~emeJante re- pueda estar ubicado en el organismo o dentro de la cabeza. La
lación se convierte en cuestión de máxima importancia para toda bondad o maldad de la inversión reside en la inversión, y la carac-
nuestra percepción. Los rastros de las . e~periencias _Pasadas inter- terística valiosa o. peligrosa de la comida está en la comida, no en
vienen continuamente en el mundo perCibido. Pues bien, para apre- nuestra cabeza. La relación existente entre esto y el organismo de~
hender aquello que en el organismo responde a esta etap~ de pende de la clase de reacción que adoptemos, y es una relación que
nuestra conducta, a nuestra recordación, a nuestra respuesta mte- está planificada en el sistema nervioso central. La forma en que
ligente al presente en términos del pasado, e~tablecemos un parale- reaccionaremos se encuentra allí, y en las posibles conexiones tiene
lismo entre lo que ocurre en el sistema nerv10so central y ~a.•expe- que haber conexiones de experiencias pasadas con reacciones pre-
. · · di'ata Nuestra memoria depende de la condiCiOn de sentes, a fin de que pueda producirse el pensamiento. Conectamos
nene1a mme · d' ·
ciertas vías de comunicación de nuestra cabeza, y estas con iCiones toda una serie de cosas de afuera, especialmente las que han pasa-
tienen que ser descubiertas para dominar los procesos. de esta cl~se. do, con nuestra situación presente, a fin de poder hacer frente inte-
Esta clase de correlación es cada vez más advertible a medtda ligentemente a algún peligro distante. En el caso de una mala in-
amos de las imágenes en cuanto tales al proceso del pensa- versión o una perturbación orgánica, el peligro está lejos aún,
que V ·• lt
miento. La inteligencia involucrada en la J>.:rcepc10~ res~. a com- pero, sin embargo, tenemos que reaccionar a él de modo de evi-
plicada enormemente en lo que llamamos pensamiento.. ~no tarlo. Y el proceso involucra una complicada conexión, que debe
percibe un objeto en términos de su reacción hacia él. Si advterte ser encontrada en el sistema nervioso central, especialmente en la
su condu~ta, con frecuencia descubre que vuel.ve la cabeza a un medida en que representa el pasado. Y así, pues, consideramos
costado para ver algo, debido a los rayos lummosos que han lle: lo que ocurre en el sistema nervioso central como paralelo de lo
gado a la periferia de su retina. Vuelve la cabeza para ver de que que reside en la experiencia. Si nos viésemos obligados a efectuar
se trata. Llega. a usar el término "conscient.e de que ~ay algo algún cambio en el sistema nervioso central, en la medida en que
h"' Podemos tener la impresión de que algUien, en med10 de un pudiese. ser efectuado dentro de los conocimientos actuales, podría-
;e~tÍo nos está mirando, y nos sorprendemos volviendo la cabeza mos asistir a lo que ocurre en los procesos de ese sistema. Ten-
para ;er quién nos mira, y nuestra tendencia a. volvernos nos revela dríamos que aplicar nuestros supuestos remedios al sistema nervio-
el hecho de que hay rayos que salen de los. OJ~S de otras perso~~s. so central mismo, en tanto que en los casos previos deberíamos
Es cierto, en relación con toda nuestra experienCia, que es la, reaccton haber cambiado los objetos que lo afectan. En la actualidad pode-
la que nos da la interpretación de lo que nos l~~ga en el esumulo, y mos hacer muy poco en forma directa pero nos es- factible con-
dicha atención es lo que convierte en percepcion lo que lla~amos ceb-ir las reacciones que nos permitirían afectar nuestra memoria
" ·' , La i'nterpretación de la reacción es lo que proporc10na el y nuestro pensamiento. Por supuesto, tratamos de seleccionar el
sensac10n · 1b
contem o d e es
'd • ta . Nuestro .wnsamiento
.t'~
es simplemente• una e •a, ora·
El momento del día y las condiciones en que tenemos la cabeza más
ción de dicha interpretación en términos de nuestra propia reacc10n. despejada, si nos es preciso hacer algún trabajo difícil. :Ésa es
sonido es algo que provoca un respingo; la 1uz .es, algo ,que ten e~ os una forma indirecta de tratar de conseguir una reacción favora-,
que mirar .. Cuando el peligro es algo que qUlzas esta muy .lejOS, ble de los elementos nerviosos .del cerebro a fin de que produz-
la probabilidad de pérdida de fondos por efecto de una ;nala mver... can cierta cantidad de pensamiento. Es la misma clase de para-
sión, la posibilidad de pérdida de algunos de nuestros organos lelismo que reside entre los sistemas de iluminación de nuestras
150 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 151

casas y la experiencia que tenemos de la visibilidad. En un caso cuanto a ese hecho. En consecuencia, estos efectos se tornan espe-
tenemos que prestar atención a condiciones exteriores y en el otro cialmente importantes, pero el ''paralelismo" no es distinto, para
a condiciones interiores del sistema nervioso central, a fin de domi- una psicología conductista, del que existe entre la tibieza de una
nar nuestras reacciones. No existe paralelismo en general entre el casa y el aparato de calefacción instalado en ella.
mundo y el cerebro. Lo que la psicología conductista trata de
hacer es encontrar en las reacciones, en todo nuestro grupo de reac-
ciones, lo que responde a las condiciones del mundo que queremos 16. EL ESPÍRITU Y EL SÍMBOLO
cambiar, mejorar, a fin de que nuestra conducta resulte exitosa.
El pasado que existe en nuestra experiencia presente está allí He intentado señalar que las significaciones de las cosas, nuestras
debido al sistema nervioso central, que s~ encuentra en relación con ideas de ellas, responden a la estructura del organismo en su conducta
el resto del organismo. Si uno ha adquirido cierta facilidad para con referencia a ellas. La estructura que hace que esto sea posi-
tocar el violín, esa experiencia pasada queda registrada en los ner- ble fué encontrada primariamente en el sistema nervioso central.
vios y en los músculos mismos, pero principalmente en conexion~s u na de las peculiaridades de este sistema es que tiene, en un sentido,
que se encuentran en el sistema nervioso c:ntral, ~n toda la sene una dimensión temporal: las cosas que vamos a hacer pueden ser
de vías de comunicación que son mantemdas ab1ertas de modo dispuestas en orden temporal, de modo que los procesos posteriores,
que, cuando llegue el estímulo, sea liberada una compleja serie de en su iniciación, puedan estar presentes para determinar los procesos
complicadas reacciones. Nuestro pasado permanece con noso~ros anteriores; lo que vamos a hacer puede determinar nuestra forma
en términos de esos cambios que han resultado de nuestra expenen- inmediata de encarar el objeto.
cia y qu.e, en algún sentido, están registrados en ella. La peculiar El mecanismo del sistema nervioso central nos permite tener
inteligencia de la forma humana reside en ese complicado dominio presentes, en términos de actitudes o reacciones implícitas, las po-
logrado gracias al pasado. El pasado del animal humano ~stá cons- sibles completaciones, manifestaciones y alternativas de cualquier acto
tantemente presente en la facilidad con que actúa, pero deCir que ese determinado en que estemos involucrados; y este hecho debe ser ad-
pasado está simplemente ubicado en el sistema nervioso central no es vertido y reconocido, en virtud del evidente control que las fases
una afirmación correcta. Es cierto que semejante mecanismo tiene posteriores de cualquier acto dado ejercen sobre sus primeras fases.
que existir a fin de que el pasado pueda aparece~ en nuestra experien- Más específicamente, el sistema nervioso central proporciona un me-
cia, pero ésta es una parte de las condiciones, no la única condición. canismo de reaccióp. implícita que permite al individuo poner a prue-
Si uno reconoce a alguien, tiene, que ser gracias al hecho de que ha ba implícitamente varías completaciones posibles para un acto ya
visto a ese individuo en el pasado, y cuando se le ve nuevamente, iniciado, anticipándose a la completación real del acto - y de tal
se presentan las tendencias a reaccionar como se hizo en el pasado; manera escoger para sí, sobre la base de esa prueba, la que resulte
pero el individuo tiene que estar presente, o tiene que haber alguien más deseable para ejecutarla explícitamente o ponerla abiertamente
parecido a él, a fin de que ello pueda ocurrir. El pasado debe ser en efecto. El sistema nervioso central, en resumen, permite al indi-
encontrado en el mundo presente 27 • Desde el punto de vista de la viduo ejercer dominio consciente sobre su conducta. La posibilidad
psicología conductista, escogemos el sistema nervioso central sólo de la reacción demorada es lo que diferencia principalmente la con-
porque él es el mecanismo inmediato por medio del cual opera ducta reflexiva de la conducta nQ reflexiva, en la qu'e la r.::accíón
nuestro organismo para hacer que el pasado actúe sobre el presente. es siempre inmediata. Los centros sup.:ríores del sistema. nervioso
Si queremos entender la forma en que el organismo reacciona a central están involucrados en el primer tipo de conducta, al hacer
cierta situación que tiene un pasado, tenemos que estudiar los efec- posible L1 interposición, entre el estímulo y la reacción, en el sencillo
tos producidos sobre el organismo por las acciones. pasadas que
arco estímulo-reacción, de un proceso de selección de una u otra
han quedado en el sistema nervioso central. No hay duda en
reacción posible -.de entre toda una serie-- y dé wmbinacioncs de
27 [Para la teoría del pasado, véase The Phil-osophq of the Present, págí- reacciones JI estímulo dado.
ms 1-31.]_
152 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 153
Los procesos mentales tienen lugar en este campo de actitudes específico, tal como el que corresponde al medio de la forma espe-
expresado por el sistema nervioso central; y este campo es, por lo cífica. Las form·as cuya conducta les asegura el futuro, es claro,
ta.nto,' el campo de las ideas: el campo del control del comporta~ sobrevivirán. En tal afirmación, indirectamente por lo menos, se hace
miento actual en términos de sus consecuencias futuras, o en térmi- que el futuro determine la conducta de la forma por medio de la
nos de la conducta futura; el campo de ese tipo de conducta inte- estructura de las cosas tales como existen en la actualidad de resul-
ligente que es peculiarmente característico de las formas superiores tas de acontecimientos pasados.
de vida, y especialmente de los seres humanos. Las distintas actitu- Cuando, por otra parte, hablamos de conducta reflexiva, nos
des expresables por medio del sistema nervioso central pueden ser referimos definidamente a la presencia del futuro en términos de
organizadas en distintos tipos de actos subsiguientes; y las reacciones ideas. El hombre inteligente, en cuanto distinguido del animal ín-
demoradas así posibilitadas por el sistema nervioso central son la teligente, se imagina lo que ocurrirá. El animal puede actuar de
característica distintiva de la conducta mentalmente controlada o modo de asegurarse los alimentos para el mañana. Las ardillas aco-
inteligente 28 • pian nueces, pero no afirmamos q'ue la ardilla imagine el cuadro de
¿Qué es el espíritu como tal, sí queremos pensar en términos con~ lo que sucederá después. La ardi1la nace durante el verano, y no
ductístas? Espíritu, por supuesto, es un término sumamente ambi- tiene instrucciones de otras formas, pero comienza a almacenar nue-
guo, y yo quiero evitar ambigüedades. Lo que sugerí como carac- ces igual que las ardillas mayores. Tal acción demuestra que ]a ex-
terístico del espíritu es la inteligencia reflexiva del animal humano, periencia no podría dirigir la actividad de un animal dado. El
que puede ser distinguida de la inteligencia de las formas inferiores. hom.bre precavido, por el contrarío, sigue decididamente cierto ca-
Sí intentáramos considerar la razón como una facultad específica que mino, se imagina cierta situación, y dirige su conducta con referencia
trata con lo que es universal, encontraríamos en las formas inferiores a ella. La ardilla obedece a ciertos impulsos ciegos, y la ejecución
reacciones que son universales. También podemos señalar que la de sus impulsos conduce al mismo resultado que el acopio de ce-
conducta de dichas formas es intencional, y que los tipos de conducta reales en el ca~o del hombre previsor. 'Sin embargo, este cuadro de
que no conducen a ciertos fines son eliminados. Esto parecería cons- lo que será el futuro, en cuanto determinante de nuestra conducta
tituir una respuesta para lo que denominamos "espíritu" cuando presente, es la característica de la inteligencia humana -el futuro
hablamos del espíritu animal, pero cuando hablamos de la inteli- como presente en términos de ideas.
gencia reflexiva la reconocemos, en general, como correspondiente Cuando nos formulamos semejante cuadro, lo hacemos en tér-
sólo al organismo humano. El animal no humano actúa con re- minos de nuestras reacciones, en términos de lo que haremos. Existe
ferencia a un futuro en el sentido de que tiene impulsos que buscan cierto problema ante nosotros, y nuestra explicación de dicho- pro-
expresión, expresión que sólo puede ser satisfecha en la experiencia blema se hace en términos de una situación futura que nos permi-
posterior, y, de cualquier modo que se la explique, esta experien- tirá encararlo gracias a nuestras reacciones actuales. Esa clase de
da posterior determina cómo será la experiencia presente. Sí uno pensamiento caracteriza a la forma humana, y hemos intentado aislar
acepta una explicación darwiniana, dirá que sólo sobreviven aque- su mecanismo. Lo esencial de este mecanismo es una manera de indi-
llas formas cuya conducta guarda cierta relación con un futuro car características de las cosas que fiscalizan reacciones y que tienen
distintos valores para la forma misma, de tal modo que ·dichas
28 Al considerar el papel o función del sistema nervioso central - a despecho características atraigan la atención del organismo y produzcan un
de lo importante que es- en la conducta humana inteligente, debemos tener en resultado deseado. El olor de la víctima atrae la atención de la bestia
cuenta, no obstante, el hecho de que tal conducta es esencial y fundamentalmente
social; que involucra y presupone un proceso vital perpetuamente· en marcha; y de presa, y prestando atención a ese olor satisface su hambre y s~ fu-
que la unidad de este proceso social en funcionamiento - o de cualquiera de sus turo. ¿Cuál es la diferencia que existe entre tal situación y la
actos componentes-- ('S irreductible, y no puede ser analizada en particuiar para
separarla simplemente en una cantidad de elementos nerviosos aislados. Este hecho conducta del. hombre que actúa, como decimos, racionalmente?
debe ser reconocido por el psicólogo social. Estos elementos nerviosos aislados La diferencia fundamental reside en que este último individuo in-
residen dentro de la unidJd del proceso sedal en marcha, o dentro de la unidad
de cualquiera de los actos sociales en que dicho proceso se expresa o se corporiza; dica esa característica, cualquiera que fuere, a otra persona y a sí mis-
y el análisis que los aísla -el análisis del cual son los resultados o productos fina- mo; y la simbolización de tal característica por medio de ese gesto
les- no destruye tal unidad, ni puede destruirla.
154 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSON.•j. Y SOCIEDAD 155
indicativo es lo que constituye el mecanismo que proporciona, por lo blanca; el hombre no tiene miedo d.z la huella, sino del oso. Puede
menos, los implementos necesarios para la conducta inteligente. Así, decirse que la huella y el símbolo que se refieren al oso son, en cierto
uno señala cierta huella y dice que representa a un oso. Ahora bien, sentido, la condición de la reacción o la provocan, pero el oso, y
identificar esa clase de rastros por med.io de algún símbolo, de modo no el signo, es el objeto del temor. La aislación del símbolo, como
que pueda ser utilizado por distintos miembros del grupo, pero tal. permite a uno aferrarse a esos caracteres dados y aislarlos en su
especialmente, más tarde, por el individuo mismo, es característico relación con la reacción. Creo que ello es lo que caracteriza a nues-
de la inteligencia humana. Pod?r identificar "esto como lo que tra inteligencia humana en un grado especial. Tenemos una serie
conducirá a aquello" y obtener alguna clase de gesto, vocal u otro de símbolos por medio de los cuales indicamos ciertos caracteres, y
cualquiera, que pueda ser empleado para indicar la inferencia a otros al indicarlos los apartamos de su medio inmediato y mantenemos
y a sí mismo, a fin de posibilitar el dominio de la conducta con refe- simplemente una sola relación. Aislamos la huella del oso y con-
rencia a ella, es lo distintivo de la inteligencia humana, lo que no servamos sólo esa relación con el animal que la produjo. Reaccio-
se encuentra en la inteligencia animal. namos ante eso y ante ninguna otra cosa. U no se aferra a ello con-
Lo que hacen tales símbolos es escoger las características particu- siderándolo una indicación del oso y del valor que tiene ese objeto
lares de la situación a fin de que la reacción a ellas pueda estar en la experiencia como algo que tiene que ser evitado o cazado. La
presente en la experiencia del individuo. Podemos decir que están capacidad para aislar esos caracteres importantes, en su relación con
presentes en forma ideal, como en la tendencia a huir, en una con- el objeto y con la reacción que corresponde al objeto, es, creo, lo
tracción del estómago cuando encontramos las huellas recientes de que por lo general queremos decir cuando hablamos de que un ser
un oso. El indicio de que se trata de un oso provoca la reacción de
humano está pensando en algo o de que tiene un pensamiento. Tal
evitar al animal, o, si uno ha salido a cazarlo, indica el nuevo pro-
capacidad establece una amplísima diferencia entre el condiciona-
greso de la cacería. La reacción es incorporada a la experiencia antes
miento de reflejos en el caso de la rata blanca y el proceso humano
de que sea puesta en práctica abiertamente por medio de la indica-
de pensar por medio de símbolos 29 •
ción y acentuación del estímulo que la instiga. Cuando ese símbolo
es utilizado para la cosa misma, entonces, según los términos de ¿Qué hay en la conducta que hace posible este nivel de la ex-
Watson, uno está condicionando un reflejo. La visión de un oso periencia, esta selección de ciertos caracteres en su relación con otros
haría que uno se alejara corriendo, la huella condicionaría ese re- caracteres y con las reacciones que éstos provocan? Mi respuesta, cla-
flejo; la palabra "oso", pronunciada por uno mismo o por un
amigo, puede también condicionar el reflejo, de modo que el signo 29 Las si¡¡¡nificaciones de cosas u objetos son en realidad propiedades o cuali-
dades inherentes a ellos; cualquier significación dada está ubicaJa en la cosa que,
viene a representar la cosa, por lo que respecta a la acción. como decimos, ··¡a tiene". Cuando empleamos el símbolo, nos referimos a la
He tratado de destacar la diferencia entre el tipo de conducta pre- significación de una cosa. Los símbolos representan la significación de las _cos~s
u objetos que tienen significaciones; son p~rcioncs detern;ma?as de .cxpenenc1a
cedente y el tipo que he ilustrado mediante el experimento del chi- que indican, señalan o representan otras porcwnes de expenencia no directamente
quillo con la rata blanca y el ruido que se produce a espaldas del presentes o dadas en el momento y en la situcción en que cualquiera de ellas se
encuentra de tal modo presente (o es experimentada inmediatamente). Así, d
primero. En esta situación existe un condicionamiento del reflejo, símbolo es ~lgo más que un mero estímulo sustituto -más que un mero estímulo
en cuanto que no hay separación de los distintos elementos. Pero para una !facción o reflejo condicionado. Po~que el reflejo condi_cíon.ado -13
re~cción a un simple estímulo sustituto-- no mvolucra o no neces¡ta mvolucrar
cuando hay un condicionamiento del reflejo que involucra la pa- conciencia. En tanto que la reacción a un sí m bolo ím·olucr.o y debe involucrar con-
labra "oso", o la visión de la huella del animal, existe en la expe- . ciencia. Los reflejos condicionados más la conciencia de las actitudes y significaciones
que ellos involucran constituyen el lenguaje, y, por lo t~nto: establecen la ba~c
riencia del individuo la separación del estímulo y la reacción. En o componen el mecanismo del pensamiento y la conducta mtcl!gente. El lenguaJe
este caso el símbolo quiere decir oso, y esto, a su vez, significa ale- es el medio por el cual los individuos pueden indicarse mutuamente cómo serán sus
reacciones a los objetos, y, de ahí, cu.ílcs son !Js significacion~s de ~os objetos .. No
jarse o continuar la caza. En tales circunstancias, la persona que es un mero sistema de reflejos condicionados. La conduct~ raoonal mvolucra Slcm·
encuentra las huellas del oso no teme a las huellas, teme al oso. Las pre una referencia reflexiva a la persona. es decir, un~ indicación, hcc~a ~¡. indi-
viduo, de las significaciones que sus accione.1 o g':stos tienen para <;Jtros tndlvtd.u?s·
huellas representan a un oso. El niño tiene miedo de la rata, de Y la base experimental o conductista de tal conducta .-el meom~mo ncurofi?lO-
modo que la reacción de temor se cumple ante la vista de la rata lc\gico dd pensamiento- se hallar.í, como h~mos VIsto, en el ststcma nervwso
central. .
156 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 157

ro está, se formula en términos de una serie de símbolos como los modo que las distintas reacciones puedan organizarse en una forma
que surgen en nuestra conducta social en la conversación de gestos, de acción 30 •
en una palabra, en términos de lenguaje. Creo que la situación en que uno busca condicionar reflejos está,
Un hombre que camina a campO traviesa llega de pronto a un por lo que respecta a la inteligencia efectiva, siempre presente en
precipicio que no puede franquear de un salto. Quiere seguir acle~ forma de un problema. Cuando un hombre marcha simplemente
!ante, pero el precipicio impide que esta tendencia sea puesta en hacia adelante, busca las indicaciones del camino, pero lo hace in-
práctica. En semejante situaciqn. surge una sensibilidad hacia toda conscientemente. Ve el camino que tiene delante de sí; en esas con~
clase de características que el hombre no ha advertido antes. Cuando diciones no tiene conciencia de buscarlo. Pero cuando llega al
se detiene, decimos, su espíritu queda liberado. No busca simple- abismo, ese movimiento hacia adelante es detenido ·por el proceso
mente la indicación de que el camino siga adelante. El perro y el mismo de retroceder ante el precipicio. Esé conflicto, por así decirlo,
hombre tratarían, ambos, de encontrar un punto donde cruzar. Pero le deja en libertad para ver toda una serie de otras cosas. Ahora bien,
lo que el hombre podría hacer, y el perro no, sería advertir que las lo que verá serán los caracteres que representen distintas posibílídades
paredes del precipicio parecen juntarse en cierta dirección. Escoge los de acción dadas las circunstancias. El hombre se aferra a esas dis-
mejores lugares para intentarlo, y ese ángulo de enfoque que se su- tintas posibilidades de reacción, en términos de los distintos estímu-
giere a sí mismo determina la dirección en que se encaminará. Si el los que se presentan, y su capacidad para retenerlas es lo que cons-
perro viese a corta distancia un lugar estrecho, correría hacia él, pero tituye su espíritu.
probablemente no se vería afectado por la aproximación gradual que No tenemos prueba alguna de semejante situación en el caso
el individuo humano puede indicarse simbólicamente. de los animales inferiores, como queda suficientemente aclarado
El individuo humano vería otrQS objetos que le rodean, y haría por el hecho de que en la conducta de ningún animal podemos en-
que otras imágenes apareciesen en su experiencia. V e un árbol que contrar en detalle ningún símbolo, ningún método de comunica-
podría servir de puente para trasponer el espacio que tiene arite sí. ción, nada que responda a esas distintas reacciones de modo que
Podría intentar varias clases de acciones _posibles que se le ocurrirían éstas puedan s.·r retenidas, todas, en la eXperiencia del individuo. ·Eso
en tal situación, y se las formularía por medio de los símbolos que· es lo que diferencia la acción del ser reflexivamente inteligente de la
emplea. No ha condicionado simplemente ciertas reacciones mediante conducta de las formas inferiores; y ése es el mecanismo que hace
ciertos estímulos. Sí lo hubiese hecho, estaría ligado a ellas. Lo que posible el lenguaje. Tenemos que reconocer que el lenguaje es una
hace, gracias a esos símbolos, es indicar ciertos caracteres que están 30 El acto reflexivo consiste en una reconstrucción del campo de las percep-
presentes, para poder tener esas reacciones listas para darse. Con- cione~, de I?odo que. s~ torna .rosible que los impulsos que se encontraban en
conflicto deJen de m~1~1r la acc10n. Esto puede oc.urrir gracias a una readaptación
templa el abismo y piensa que ve los bordes uniéndose; y puede temporal de caractensucas tales, que uno de los 1mpulsos en conflicto encuentre
que corra hacia ese punto. O se detendrá para preguntarse si no una expres.ión posterior. En este caro, en el campo de las percepciones han penetra-
do otros Impulsos que pasponen la expresión de lo que inhibía la acción. De
habrá algún otro medio para apresurar el cruce. Le detiene una ese modo, la anchur~ del pr~cipicio inhibe el _impul~o de saltar. Aparece en el
variedad de otras cosas que podría hacer. Advierte todas las posibi~ caml?o de las percepciOnes la 1magen de una. gneta mas angosta, y el impulso de
seguir adelante encuentra su lugar en una combinación de impulsos incluso el
lidades de cruzar al otro lado. Puede aferrarse a todas ellas por del movimiento hacía la grifta más angosta. '
medio de símbolos y relacionarlas entre sí a fin de conseguir una La reconstrucción puede tener lugar mediante la aparición de otros caracteres
sensoriales en el campo antes pasado por alto. Se descubre un tablón lo suficíen-
acción final. El comienzo del acto está presente en su experiencia. .temente largo para cruzar la brecha. Como el individuo ya tiene el complejo de
Y a tiene una tendencia a dirigirse en determinada dirección, y lo 1mpulsos que conducen a levantarlo y colocarlo sobre el abismo, se convierte en
parte d_el grupo .organizado de impulsos que llevan al hombre hacia su punto
que querría hacer ya está en él, determinándolo. Y no sólo está de destmo. En mnguno de los dos casos estaría él dispuesto a reaccionar ante el
en su actitud esa determinación, sino que además tiene lo que es est.ím.ulo (en, un c.aso la. imagen de la brecha más angosta, en el otro el descu•
bnm1ento. del tablon), s1 no tuviese en su naturaleza reacciones que respondiesen
escogido por medio de la frase "eso es estrecho, puedo franquearlo ~ esos ob¡etos: y esas tendencias a la reocción no le sensibilizarían a sus estímulos
de un salto". Está presto a saltar, y ese reflejo está preparado para SI no estuviesen liberadas de hábitos firmemente organizados. Es esta libertad'
pu~s, lo que co',lstituye el prerrequisito de la reflexión, y es nuestra conduct~
determinar lo que él hace. Esos símbolos, en lugar de ser un mero soc1a~ autorreflex1va lo que proporciona esa libertad a los individuos bum:mos en
condicionamiento de reflejos, son formas de escoger los estímulos de su v1da de grupo (MS).
158 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 159
parte de la conducta. El espíritu involucra, empero, una despiertos, debe cumplir con los requisitos de una vida familiar --es-
con los caracteres de las cosas. Esos caracteres se encuentran tas son cosas esenciales que representan una serie de reacciones en
cosas, y en tanto que los estímulos provocan la reacción que en la que, inevitablemente, una involucra a la otra. Empero, hay otras
sentido se encuentra presente en el organismo, las reacci<mes se reacciones que varían. Podemos satisfacer, no simplemente nues-
ducen con respecto a cosas que están afuera. El proceso no es tro gusto, sino también nuestro capricho, en los adornos que em-
producto mental. y no se lo puede poner dentro del cerebro. pleemos. Ellos no son esenciales. Hay ciertas reacciones que varían,
mente es esa relación del organismo con la situación, en tanto que existe cierto cuerpo de reacciones más o menos unifor-
por medio de una serie de símbolos. madas que permanecen invariables. Las series organizadas de reac-
ciones responden a las significaciones de las cosas, responden a ellas
en su universalidad, es decir, en la reacción habitual que es provocada
17. LA RELACIÓN DEL ESPÍRITU CON LA REACCIÓN por una gran variedad de estímulos. Responden a las cosas en su
Y EL AMBIENTE relación lógica.
Acabo de referirme a la relación de la sustancia, en cuanto se
Hemos visto que los procesos mentales tienen relación con refleja en el cuerpo de costumbres, con las variadas reacciones que
significación de las cosas, y que estas significaciones pueden ser ex- responden a los atributos. En la relación de causa y efecto existe la
plicadas en términos de actitudes del individuo altamente organi~ relación de las reacciones entre sí, en el sentido de dependencia, invo-
zadas. Estas actitudes involucran, no sólo situaciones en las que los lucrando la adaptación de las etapas que habrán de recorrerse con
elementos son simultáneos, sino también situaciones que in referencia a la cosa que tiene que ser llevada a cabo. La disposición
otras relaciones temporales, como, por ejemplo, la adaptación que puede aparecer en un momento en términos de medios y fines
la reacción actual a las reacciones posteriores que, en cierto aparece en· otro en términos de causa y efecto. Tenernos ahí una
tido, ya han sido iniciadas. Tal organización de actitudes relación de dependencia de una reacción a otra, una relación nece-
referencia a lo que llamarnos objetos es lo que constituye saria que reside dentro de un sistema mayor 31 , De lo que vamos
nosotros. la significación de las cosas. Estas significaciones, a hacer depende el que escojamos este medio o aquel otro, una serie
la terminología lógica, son consideradas universales, y ya causal o la otra. Nuestras costumbres están adaptadas de tal modo,
visto que esta· universalidad se adhiere en cierto sentido a que sí decidimos hacer un viaje, por ejemplo, tenemos un cuerpo
reacción habitual. en contraste con el estímulo particular que de costumbres relacionadas que comienzan a funcionar: preparar las
;vaca dicha reacción. La universalidad se refleja, en términos maletas, comprar los billetes de ferrocarril, sacar dinero para usar-
ductistas, en la identidad de la reacción, aunque los estímulos lo, seleccionar libros para leerlos durante el viaje, etc. Hay toda
provocan esa reacción sean todos distintos. Podernos formular una serie de reacciones organizadas que inmediatamente se ponen
explicación en forma lógica y decir que la reacción es un en funciones en sus adecuadas relaciones recíprocas, cuando una
en tanto que los estímulos son particulares que se agrupan persona decide que quiere hacer un viaje. Es preciso que haya tal
tal universal. organización en nuestros hábitos para que un hombre pueda te-
Estas relaciones de las actitudes entre sí esclarecen la ner la clase de inteligencia que en realidad tiene.
de una "sustancia" con sus atributos. Hablarnos de una casa, Tenemos, pues, en la explicación conductista, un lugar para ·lo
cierto sentido, corno de una sustancia a la que puede ser aplicado que se supone que es el contenido peculiar del espíritu, es decir, la
atributo del color. El color es un accidente inherente a significación de las cosas. Me he referido ·a esos factores llamándolos
sustancia corno tal. Esta relación de la inherencia de cierto actitudes. Naturalmente, hay en el mundo aquello que responde al
a cierta sustancia es una relación de una reacción específica, grupo de actitudes. Esquivamos aquí los problemas lógicos y meta-
la de los objetos de adorno que nos rodean con el grupo de físicos, tal como lo hace la psicología moderna. Esta psicología trata
nes involucradas en el vivir en una casa. La casa debe 31 La representación involucra relación de actos anteriores con actos poste-
.
gernos, debe cuidarnos cuando estamos dormidos y cuando nores. Esta relación de las reacciones proporciona la inferencia ( 1924).
GEORGE H. MEAD
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 161
160
de conseguir el control.; no quiere resolver las. dudas metafísicas. mamos consciente, se trata del proceso orgánico total represen-
Y bien, desde el punto de vista de la psicología conductista, podemos tado por esos elementos orgánicos. Estos procesos son, como hemos
explicar en términos de actitudes lo que llamamos la significación de visto, actitudes de reacción, adaptaciones del organismo a un medio
las cosas; la actitud organizada del individuo es lo que el psicólogo complejo, actitudes que sensibilizan la forma a los estímulos que
retiene en esta situación. Por lo menos, es tan legítimo de su parte liberarán la reacción.
el explicar la significa'ción en términos de actitudes como lo era para El punto que quiero' acentuar es la manera en que esas actitudes
un psicólogo anterior explicarla en. términos de un concepto estático determinan el medio. Existe una seri~ organizada de reacciones que
que tenía su ubicación en el espíritu. primeramente envían ciertos telegramas, luego seleccionan los medios
He señalado que en el .sistema nervioso central se puede encon~ de trasporte, después nos envían al banco a conseguir dinero y luego
trar, o, por lo menos, suponer justificablemente, precisamente la cuidan que tengamos algo que leer en el tren. A medida que avan-
complejidad de reacción, o el mecanismo de las complejidades de zamos de una serie de reacciones a otra, nos encontramos escogiendo
reacción, que hemos venido analizando. Si hablamos de una persona d medio que responde a esa serie de reacciones siguiente. Terminar
que pasa por las etapas a que me he referido, para prepararse pan:; una reacción es ponernos en una situación en que podamos ver otras
un viaje, tenemos que suponer que no sólo los elementos nerviosos cosas. La aparición de los elementos retinianos ha proporcionado el
son esenciales para las etap<% sino. que la. relación de las. reacciones mundo del color; el desarrollo de los órganos del oído ha propor-
en el sistema nervioso central es de t.al clase; que si la persona ejecuta cionado el mundo del sonido. Elegimos un medio organizado en
una reacción, está inevitablemente preparada para encontrar el estí- relación con nuestra reacción, de modo que esas actitudes, en cuanto
mulo que pondrá en libertad otra reacdón V'ínculada. Tiene que tales, no sólo representen nuestras reacciones organizadas, sino, ade-
existir en el sistema nervioso central una organización de sus elemen- más, lo que existe para nosotros en el mundo, la fase especial de la
tos, sus neuronas, para todas las combinaciones que pueden entrar realidad que tiene que ser escogida por nosotros mediante nuestra
en un espíritu y para la relación de reacciones interdependientes entre reacción. Podemos reconocer que la sensibilización del organismo· a
sí. Algunas de ellas han sido identificadas en el estudio fisiológico del los estímulos, que pondrá en libertad sus reacciones, es la respon-
sistema nervioso, en tanto que otras han sido supuestas sobre la base sable del hecho de que vivamos en esta clase de medio antes que en
de dicho estudio. Como he dicho antes, no es el proceso fisiológico aquella otra. Vemos las cosas en su relación temporal, que correspon-
específico que se lleva· a cabo dentro de las neurona~ el que, como de a la organización temporal que se encuentra en el sistema nervioso
tal. se supone que responda a la significación. Los psicólogos fisio- central. Vemos las cosas como distantes de nosotros, no sólo espa-
lógicos anteriores hablaron de un proceso psíqUico específico, pero cial, sino también temporalmente; cuando hacemos esto, podemos
en la actividad mecánica, eléctrica y física que se lleva a cabo hacer lo otro. Nuestro mundo está decididamente planificado por
en el nervio nada hay que responda a lo que denominamos una idea. las reacciones que. habrán de ocurrir 32 •
Lo que ocurre en el nervio en una situación particular es la iner~ Es difícil explicar qué queremos decir cuando dividimos cierta
vación de cierta reacción que significa esto, lo otro y lo de más allá, situación entre el organismo y su medio. Ciertos objetos existen para
y ahí se encuentra la especificidad de cierta organización nerviosa. nosotros debido al carácter del organismo. Tómese el caso de los
La organización tiene lugar en el sistema nervioso central. En cierto alimentos. Si aparece en el mundo un animal que puede digerir hier-
sentido, se puede decir que la organización de la empresa se cumple bas, como un buey, entonces la hierba se convierte en un alimento.
en la oficina del ingeniero. Pero lo que se encuentra allí en los planos Ese objeto, es decir el pasto en cuanto alimento, no existía antes.
y en el cuerpo de estadísticas no es la verdadera producción que se El advenimiento del buey presenta un nuevo objeto. En ese sentido,
cumple en la fábrica, aunque esa oficina organice y coordine las dis- los organismos son responsables por la aparición de series enteras
tintas ramas de la empresa. Del mismo modo, el sistema nervioso
32 La estructura del medio es una planificación de las rE'acciones orgánicas
central coordina todos los distintos procesos que cumple el cuerpo.
hacia la naturaleza; cualquier medio, ya sea social o individual. es una planificación
Si hay en el organismo algo así como un mecanismo puramente de 1~. estructura lógica del acto al cual responde, un acto que busca expresión
fisiológico que responda a la experiencia que corrientemente Ha- mamf1esta.
GEORGE H. MEAD. 163
162 ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD
de objetos que no existían antes 33 .
La asignación de significación relaci~n c.on él; así como_ otros caracteres de ese mundo son poseí-
al organismo y al medio tiene su expresión en el organismo así como dos por el solo con referencia a los organismos individuales mismos
en la cosa, y dicha expresión no es una cuestíón de condiciones psí- o en relación con ellos. La relación del proceso social de la conduct~
quicas o mentales. Existe una expresión de la reacción de la respuesta _..o la relación del organismo social- con el medio ·social es aná-
organizada del organismo al medio, y tal reacción no es simplemente loga a la relación de los procesos de la actividad biológica indivi-
una determinación del organismo por el medio, puesto que aquél -o la relación del organismo individual- con el medio físico
determina a éste tan absolutamente como éste determina a los órga- nJ<Jl U" 1Lll
34
nos. La reacción orgánica es responsable de la aparición de toda una
paral~lismo a que me he estado refiriendo es el paralelismo
serie de objetos que no existían antes. el conJu.nto del organismo y los objetos que responden a él.
Hay una estructura o Gestalt, definida y necesaria, de la sensibi-
. el buey e~1ste el hambre, y también la visión y el olor que hacen
lidad dentro del organismo, que determina, seleCtiva y relativamente, mgresar el ~hmento. El proceso no se encuentra sencillamente en el
el carácter del objeto externo que percibe. Lo que denominamos estómago, smo en todas las actividades de pastar, de rumiar, etcé-
conciencia tiene que ser incorporado a esa relación entre un organis- Este proceso está íntimamente relacionado con. el llamado ali-
mo y su medio. Nuestra selección constructiva de un medio --colo-
mento que existe afuera. El organismo establece un laboratorio bac-
res, valores emocionales y cosas por el estilo-- en términos de nues- teriológico, tal como el que lleva el buey para hacerse cargo del pasto
tras sensibilidades fisiológicas: eso es, esencialmente, lo que queremos
que entonces se convierte en alimento. I:Ñn\:ro de ese paralelismo se
decir cuando hablamos de conciencia. Hemos tendido a ubicar his-
encuentra lo qu_e denominamos significació11 del objeto, específica-
tóricamente esa conciencia en el espíritu o en el cerebro. El ojo y los
. te en 1~ actltud organizada de la reacción, por parte del orga-
procesos relacionados dotan a los objetos de color, exactamente del
msmo, haCia lo~ _caracte;es y las cosas. Las significaciones están pre-
mismo modo que un buey dota al pasto del carácter de alimento,
sentes, y el espmtu esta ocupado con esas significaciones. Los estí-
no en el sentido de, proyectar sensaciones en los objetos, sino más
mulos or?anizados responden a .las reacciones organizadas. Es 1a
bien en el de ponerse ·a sí mismos en relación con el objeto que hace
"'""''u'""'1ón de las diferentes reacciones entre sí en sus relaciones
posible la. aparición y existencia del color como una cualidad
l?s estímulos que ponen en libertad, lo que constituye el objeto
objeto. Los colores son inherentes a los objetos sólo en virtud de
de .la _Psicología al encarar lo qué llamamos "espíritu". Por
sus relaciones con los organismos percipientes dados. La estructura
general hm1tamos el término "mental", y por lo tanto el térmi 0
fisiológica o sensorial del organismo percipiente determina el conte-
te" o espíritu, al organismo humano, porque en él encontram~
nido experimentado del objeto. cuerpo de símbolos que nos permite aislar esos caracteres, esas sig-
El organismo, pues, es en un sentido responsable por su me-
tcacto,nes. Tratamos de distinguir la significación de una casa de la
dio. Y puesto que el organ'ismo y el medio dependen mutuamente
cemento; las pie~ras, ·los la~rillos que la componen como objeto
para su existencia y se determinan el uno al otro, se sigue de Y al hacer ast nos refmmos a la utilización de aquélla. Eso
que el proceso vital, para ser adecuadamente entendido, debe ser con· lo que hace de la casa una cuestión mental o espiritual s5. Aislamos,
siderado en términos de sus interrelaciones.
El medio social está dotado de significaciones en términos Un or¡:anismo social -es decir, un grupo social de organismos indivi·
proceso de actividad social; es una organización de relaciones const.ttuye o crea su propi? ~e~io e-special de objetos, así como - y en
sent~do- un or¡¡amsmo mdtvtdual constituye o crea su propio medio
tivas que surgen en relación con un grupo de organismos d~ul'-"·u'"'"' obJetos (que, .sm emb~rg-o, es mucho más rudimentario que e) medio-
a tal actividad, en procesos de experiencia y conducta sociales. por un orgamsmo soctal} .
tos caracteres del mundo exterior son poseídos por éste sólo con La naturaleza .-e.l mundo externo- está objetivam~nte presmt~. en 0 0 _
a ¡uestb. expenencta de ella, o en oposición al pensador individual mis!o
renda a un grupo social interactuante de organismos individuales, os o Jet.os externos ~xi~ten independientemente del individuo que ex e~
. d' fdoseen ctertas carac~e~tsttcas en virtud de sus relaciones con la experiexfcia
m IV~ uo, o con su esptnt~. que no poseerían de otro modo 0 se arados de
33 Es censurable hablar del proceso-alimento, en el animal. como relactones. Esta~ ~ar~cterísttcas son las significaciones para él 0 !'n eneral
yen te del objeto-alimento. Ciertamente, son relativos el uno al otro (MS) • nosotros. La ~tsttnctón entre objetos físicos o realidad física 'y {a exp~ im ·'
o autoconsciente de esos objetos 0 esa rea)¡'dad - la d'!S t'tncton
· • entre r expe-
cta
ESPiRITV, PERSONA Y SOCIEDAD 165
164 GEORGE H. MEAD
o, sí se prefiere, emerge. Necesitamos reconocer que estamos
si se prefiere, los materiales de construcción desde el punto de vista la relación existente entre el organismo y el medio seleccío-
físico y el arquitecto. Existen varios puntos de vista desde los por su propia sensibilidad. Al psicólogo le interesa el meca-
se puede considerar una casa. La madriguera én qúe vive un nism.o que la ~specíe humana ha desarrollado para lograr el control
es, en un sentido, la casa del animal. pero cuando el ser de d1chas r~lac~on~s. Las relaciones han existido antes de que fuesen
vive en una casa, ésta adquiere para él lo que denominamos un las mdtcac10nes, pero el organismo no las controlaba en su
ter mental, que presumiblemente no tiene para el topo que vive conducta. Originariamente no posee mecanismo alguno con
su cueva. El individuo humano tiene la capacidad de escoger, de cual pueda controlarlas. El animal humano, empero, ha ela-
casa, los elementos que responden a sus reacciones, a fin de o un mecanismo de comunicación de lenguaje, por medio del
Iarlos. Lee el anuncio de una nueva clase de caldera, y entonces puede lograr esa fiscalización. Ahora bien, es. evidente que
conseguir más tibieza, tener una sala más cómoda que antes. El parte de ese mecanismo no reside en el sistema nervioso central
en la rel.aci?~ de. las cos~s ~on el organismo. La capacidad par~
bre está en condiciones de controlar el proceso desde el punto
. vista de sus propias reacciones. Obtiene significaciones, y de ..~.~,..,T,,. esas stgntftcacwnes e mdtcarlas a otros YC~~Pl organismo es una
modo controla sus reacciones. Su facultad para escogerlas es lo capacidad que proporciona un poder peculiar al individuo humano.
hace de la casa una cuestión mental. También el topo tiene que El control ha sido posibilitado por el lenguaje. Y es ese meca-
contrar sus alimentos, salir al encuentro de sus enemigos y nismo de dominio sobre la significación, en ese sentido, el que,
pero nO suponemos que sea capaz de indicarse a sí mismo las afirmo, ha constituído lo que llamamos "espíritu". Sin embargo,
tajas peculiares de su madriguera con respecto a cualquier otra. tos procesos mentales no residen en las palabras, del mismo modo
casa no posee características mentales. La mentalidad reside en la inteligencia del organismo no reside en los elementos del sís-
capacidad del organismo para indicar aquel elemento del nervioso central. Ambos son parte de un proceso que se lleva
que responde a sus reacciones, a fin de poder controlar dichas cabo entre el organismo y el medio. Los símbolos desempeñan su
dones de varias maneras. En eso consiste la mentalidad des papel en este proceso, y ello es lo que hace tan importante la comu-
punto de vista de la psicología conductista. En el topo y otros nicación. Del lenguaje emerge el campo del espíritu.
les existen complejos elementos de conducta relacionados con el
~s absurdo co.ntemplar al espíritu simplemente desde el punto
dio, pero el animal humano puede ,indicarse a sí mismo y a los
de vtsta del orgamsmo humano, porque, aunque tiene su foco allí,
cuáles son los caracteres del medio que provocan esas reacciones
es, esencialmente, un fenómeno social; incluso sus funciones bioló-
plejas y altamente organizadas, y por medio de tal indicación está
gicas son primariamente sociales. La experiencia subjetiva del indi-
condiciones de controlar las reacciones. El animal humano
viduo debe ser puesta en relación con las actividades naturales socio-
capacidad, por sobre la de adaptación de los animales inferiores,
biológicas del cerebro a fin de posibilitar una explicación ac~ptable
. escoger y aislar el estímulo. El biólogo reconoce que los
del espíritu; y esto podrá hacerse sólo si se reconoce su naturaleza
'tienen ciertos valores, y si bien el animal humano responde a
social. Más aún: la parvedad de la experiencia individual aislada
valores como lo hacen otros animales, también puede indicar
caracteres de los alimentos que significan ciertas cosas en sus de· los procesos de la experiencia social -aislada de su medio so-
dones digestivas hacia ellos. La mentalidad consiste en indicar debería ser evidente. Debemos, pues, considerar al espíritu
valores a otros y a uno mism,o, a fin de. poder controlar las surgido Y desarrollado dentro del proceso social, dentro de la
reacctones. empírica de las interacciones sociales. Es decir: debemos ob-
La mentalidad, desde nuestro ángulo de enfoque, aparece tener una experiencia individual interior desde el punto de vístá de
plemente cuando el organismo está en condiciones de señalar los actos sociales que incluyen experiencias de individuos separados,
fícaciones a otros y a uno mismo. :f:ste es el punto en que el en un contexto social en que interactúan dichos individuos. Los pro-
c~s~s de la :xperiencia posibilitados por el cerebro humano, son posí-
rienda intnna y externa- reside en el hecho de que esta última está
las significaciones o constituida por ellas. Los objetos experimentados
bthtados solo para un grupo de individuos intcractuantes: sólo para
nificaciones definidas para los individuos que piensan en ellos.
166 GEORGE H. MEAD

organismos individuales que son miembros de una sociedad;


el organismo individual aislado de otros organismos in ·
El espíritu surge en un proceso social, sólo cuando ese
como un todo, entra en la experiencia de cualquiera de los ind
dados involucrados en ese proceso o está presente en ella.
tal ocurre, el individuo tiene conciencia de sí y tiene un
se torna consciente de sus relaciones con ese proceso como un
y con los otros individuos que participan en dicho proceso ·
mente con él. Adquiere conciencia de ese proceso en cuanto PARTE !JI
ficado por las reacciones y las interacciones de los individuos
cluso él mismo-- que lo están llevando a cabo. La aparición LA PERSONA
lutiva del espíritu o la inteligencia ocurre cuando el conjunto
proceso social de la experiencia y la conducta es ínternalizado
él, y cuando la adaptación del individuo al proceso es 18. LA PERSONA Y EL ORGANISMO
y refinada por la percataoión o la conciencia que él tiene del
proceso. Es mediante la reflexión que el proceso social es internali- En nuestra exposición del desarrollo de la inteligencia hemos
zado en la experiencia de los individuos implicados en él; por sugerido ya que el proceso del lenguaje es esencial para el desarrollo 1
tales medios, que permiten al individuo adoptar la actitud de la persona. La persona posee un carácter distinto del organismo •
otro hacía él. el ,individuo está conscientemente capacitado fisiológico propiamente dicho. La perso11a es algo que tiene des-
adaptarse a ese proceso y para modificar la resultante de dicho arrollo; no está presente inicialmente.. en ~~nacimiento, sino que
ceso en cualquier acto social dado, en términos de su adaptación surge en el proceso de la experienci~ y la actividad sociales, es deCir,
mismo. La reflexión, pues, es la condición esencial, dentro del se desarrolla en el individuo dado de resultas de sus reladones ~~CQ~
ceso social, para el desarrollo del espíritu. ese proceso como un todo y con los otros individuos que se encuen-
tran dentro de ese proceso. La inteligencia de las formas inf~riores
de la vida animal, como gran parte ·de la inteligencia humana, no
involucra una persona. En nuestras acciones habituales, por ejemplo
en nuestras idas y venidas por un mundo que existe simplemente
y al cual estamos adaptados de una manera, que no involucra
ningún pensamiento, existe cierta proporcié;>n de experiencia sensorial,
tal como la que tienen las personas cuando acaban de despertar, un
simple "estar allí" 1 • ~os caracteres que nos rodean pueden existir en
la experiencia sin ocupar su lugar en relación con la person¡;¡. Natu.~
ralmente, en tales condiciones uno debe distinguir entre la expe-
riencia que tiene lugar inm;ediatamente y nuestra propia organi-
zación de la misma en la experiencia· de la persona. Luego· de efec-
tuar un análisis, uno dice que cierto objeto tenía su lugar en su
experiencia. en la experiencia de su persona. En forma similar, ~Q.t.­
ganizamos normalmente los recuerdos de acuerdo con nuestra persona
Si asignamos una fecha a las cosas, lo hacemos siempre desde el punto
de vista de nuestras experiencias pasadas. Frecuentemente tenemos
1 En el original inglés, thereness. (N. del T.)
168 GEORGE H. MEAD E.SPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 169

recuerdos que no podemos fechar, que no podemos ubicar. De pronto experiencia de la propia persona. ~~-suponi;Lque.. la.all'U:ien~i~.J2Qjd.a.•
se presenta ante nosotros una imagen y. no podemos explicar dónde de algún Il1()<:ig .esa. c:apacida4 ge seLun opjeto p¡Jra símísma. Al.
tuvo lugar esa experiencia. R:ec:g_r<f<~;mQ~.en forma perfec:tament~ dis.- proporcionar u.I1a expli<;<lciói1 ..conductista. ~k. la. conci~ude ·~iitiem 0~.
tinta la imagen, pero no podemos ubicarla definidamente, y no que buscar alguna clase de eJq>eriencia .en la que el .organismo físico
sentimos satisfechos hasta que podemos ubicarla en términos pueda Besar a ser un objeto parasí mis.mq 2 •
nuestra experiencia pasada. Ello no obstante, creo que es evidente~ Cuando uno corre para alejarse de alguien que lo persigue, está
cuando se piensa en esto, que la persona no .1:.stá. · completamente ocupado en esa acción, y su experiencia puede des- ·
ínyolucrad;t en la vida del organismo, ni tampoco en lo que de- aparecer en los objetos que le rodean de modo que no tenga, en
nominarnos nuestras experiencias sensoriales, es decir, i~ .!'1C~Ii~ ese momento, ninguna conciencia de sí mismo. Por supuesto, u,.
en ..el mundo que nos rodea, pa~a el cual tenemos reaccipnes .ha pi~ P.~ci12. . 9..l:!Leªtem9s.,muy_absolutam~.n.te.Q.C:.Y.P'!d9s.P!\X.!l., . qne~w•.cosa.
tuales. Q!::Urta, pero creo. que. podemos .reconour esa. c.la;se.. de experienG.i.i.
Podemos bastante definidamente entre la posible en l.a que no interviene la persona. Quizá podamos escla-
· el cuerpo. El cuerpo;puede existir y operar en forma recer un poco esa situación gracias a las experiencias en las que,
Ült~Jigente sin que haya una persona involucrada en la ."v 1
" " .. '"'"' en una acción sumamente intensa, aparecen en. la conciencia del
La persona· tiene la característica de ser un objeto para sí, y esa individuo, Rflrdetrás de esaintensa acción,recuerd'?S y anticipa~
característica la distingue de otros objetos y del cuerpo. Es perfec~ .;:iones. Tolst~¡:· como ofici~idurante la .. gu~;;a, nos relata haber
tamente cierto que el ojo puede ver el pie, pero no ve al cuerpo com¡o tenido imágenes de sus experiencias pasadas, en medio de sus acciones
un todo. No podemos vernos la espalda; podemos palpar · más intensas. Están también t.1s imágenes que atraviesan velocí-
partes de ella, si somos ágiles, pero no podemos obtener una simamente por el espíritu de una persona ·que se encuentra a pun-
rienda de todo nuestro cuerpo. Existen, es claro, experiencias to de ahogarse. EQ .. tale~ ci~cu.nstanci¡ls . e.x:i~t~ un.<:.ontrMt.~ ~n~re­
tanto vagas y difíciles de localizar, pero las experiencias .. una experiencia que está .absolutamente .E!nvudta po.r..una .. actividad
e~!.á!?:~:eag.n 0.~otros.. organiz,adas en t<:>..rno a un¡ perspna. El .exterior en la que no interviene )a per~n'} c:omo
la mano pertenecen a la persona. Podemos vernos los pies, actividad de ·la ·memoria y ti·. imaginació.n. .e~.la q:ne.l¡L.pel'.s~:ma ..•
cialmente si los miramos desde el lado contrario de un par de es el p~índpal. objeto. \ta··pe~~!!i~~~;;·) ent<:>n~es.•. e1:J:t$J:~~ell.t!.,Qis!lt!r
nóculos de teatro, como cosas extrañas que tenemos dificultad guil:lle ..de •. yn Qriall~ni9'iodeªd9, .. pQt;..t;:<:,>sas. act~~~~() ... <;~!l... !"~Jt:::
reconocer como propias. Las partes del cuerpo son renc:.ia a cosas,. incluso partes ,de...s~ . J:>ro:e.io cuerpo: Estas últimas
distinguibles desde la persona. Podemos perder partes pueden"s~r o6]etos com<;' otros objeto;,· pero so~ objetos simple~
sin sufrir una seria invasión de la persona. La mera capacidad mente presentes en el campo y no involucran una persona que sea
experimentar distintas partes del cuerpo no se diferencia de la un objeto para el organismo. Pienso que esto frecuentemente se
riencia de una mesa. La mesa presenta una distinta sensación pasa por alto. Es este hecho el que torna tan falaces nuestras recons-
la que experimenta una mano cuando palpa a la otra, pero es trucciones antropomórficas de la vida animal. ¿Cómo puede un
experiencia de algo con lo cual entramos definidamente en individuo salir fuera de sí ( experiencialmente) de modo de poder
tacto. ~Lc:EelJ?() no se experimenta a sí mismo como un todo, convertirse en un objeto para sí? ~ste es el problema psic()lÓg_Í(:Q
el sentido en qiu:. la. persona~ en ~ierto modo, entra. e.n la ov·"'"""""'" esencial del se.r persona o conciencia y~ su solud9n ..se .en~
de la persona. centrará recurriendo al preces() de la conducta o actividad social
!:,.o .q1:1e ql:IÍ~r<:>~ gestacar ,.~s Ja ~¡t[acterístic:a de la persona en queJa persona. o el individuo dado .está implicado. El aparato
qbjetopag sí. Esta característica está representada por el
2 La conducta det hombre en su grupo social es tal. que é! puede convertirse
"~LJll.Í~mo:.'~., que .es.JJ.n.. reflexivo. e indica.Jo.que pu.uk ser .al
en un objeto para sí misnío, hecho que hace de él un producto más avanzado
tiempo sujeto y.objeto~ Este tipo de objeto es esencialmente dd desarrollo evolutivo que los animales inferiores. Fundamentalmente, es este
de otros objetos, y en el pasado ha sido distinguido como hecho social - y no su pretendida posesión de un alma o espíritu de que él, como
individuo, ha sido misteriosa y sobrenatu.ra!mente dotado y con la que no han
te, término que indica una experiencia con la propia persona, sido dotados los animales infcríores- el que lo diferencia de ellos.
ESPÍRITU 1 PERSONA Y S09EDAD 171
170 GEORGE H. MEAD
vierte en parte .de...su conducta, cuan!:lo no sól<:>.. se escucha a sí,. sino
ds. L¡¡ razón no. ~ería completo, a menos de que se lanzase a sí mis-.
que se responde, ~e .habla y se replica tan t:ealmente como 1~ rep!T~~
mo a su propio an~lisis del campo de la experiencia; o a menos
la otra persona, entonces tenemos una conducta en que los individuos
de que el individuo se ubicase en el mismo campo experiénciaf
se convierten en objetos para sí mismos.
de las otras personas individuales con las cuales actúa en cual•
Tal persona no es primariamente, diría yo, el organismo fisio-
.
quier situación social dada. ,E~"r~~.?~~\IJ~".!?.~!;~: t.~r!!~r~~ impe;;- lógico. pi org¡¡nismo· fisioló.gico .le es esemial 2, pero a.l menos. nos
son~l .<'!\ m~nos de .qu~ adopte u:g.a actitqCl ()bjeti\'a, no· afect:iya~
Qacif sírae:1~·~o~tra~io, ·t~nd~emos ~implepl~rite la con¿ten2ia, nt es posible pensar en una persona que carezca de él. Las personas
{a ~:c>nfié.~cia. de sl~ y es .necesario, par~ la con'duc'i:a ~ad~n~l. que' que creen en la. inmortaíidad, o que creen en fantasmas o en la
ei iridivíduo'ad¿,.pte de ese modo una conducta objetiva, impersonal. posihílidad de que la persona abandone el cuerpo, suponen una
hada sí mismo, que se convierta en un objeto para sí. Porque el persona completamente distinguible del cue[pü. Es <üscutibl~.h'!sta
organismo individual es evidentement~ un hecho o elemento cons- qué punto puede so~tenerse con éxito esas .concepciones, pero, en
tituyente esencial e importante de la situación empírica en que actúa; rigor, nosotros separamos el cue[pü y el organismo. Es justo d~cir
y sin adoptar una visión objetiva de sí mismo como tal, no puede que el comienzo de la persona como objeto, hasta donde podemos
actuar inteligente o racionalmente. ver, se encontrará. en aquellas experiencias que condujeron a la
El individuo se •experimento;~ a sí mism~ c~mo tal, no directa 7 concepción de un "doble". Los pueblos primitivos supomn.que
mente, sino sólo indirectamente, desde los puntos de vista particu~ existe un doble, presumiblemente alojado en el diafragma, que
lares de los otros miembros individuales del mismo grupo social. abandona el cue[pü temporariamente durante el sueño y completa-
o desde el punto de vista generalizado del grupo social, en cuanto mente en la muerte. Puede ser sacado del cuerpo, mediante engaños,
un todo, al cual pertenece. Porque entra en su propia experiencia por el enemigo de uno y quizá matado. En la infancia es represen-
como persona o individuo, no directa o inmediatamente, no con- tado por los imaginarios compañeros de juegos que los niños crean
virtiéndose en sujeto de sí mismo, sino ~ÓlQ¿en)ªmedida gn qyg"'se,, y gracias a los cuales llegan a controlar sus experiencias en sus juegos.
~Q.Il:viert~ primeramente en obj~to pa[a sí del mi~mo modo qt:te
S a) Todas las interrelaciones e interacciones sociales están arraigadas en
()tf:Q.~indiyiduos son obj~tos para él o en su experiencia, y se con-
cierta base sociofisiológica común de que están dotados todos los individuos invo-
Y!S¡:te en objeto para sí sólo cuando adopta las actitudes de Íos 1ucrados en ellas. Estas bases fisiológicas de la conducta social --que tienen su
otros individuos hacía él dentro de un medio social o contexto sede o asiento definitivo en la parte inferior del sistema nervioso central del indi-
viduo-- son las bases de dicha conducta, precisamente porque ellas en sí mh;rnás
de experiencia y conducta en que tanto él como ellos están invo:- son sociales: es decir, porque consisten en impulsos o instintos o tendencias de
lucrados. conducta, por parte del individuo dado, que no puede llevar a cabo ni darles
expresión manifiesta y satisfacción sin la a~da cooperativa de uno o más de los
La importancia de lo que denominamos "comunicación" reside 'otros individuos. Los procesos fisiológicos de la conducta, de los cuales ellas son
en el hecho de que proporciona una forma de conducta en la que el mecanismo, son procesos que necesariamente involucran a más de ,un individuo,
procesos en los que están involucrados por fuerza otros individuos, aparte del
el organismo o el individuo puede convertirse en un objeto par~ individuo dado. Ejemplos de las relaciones sociales fundamentales que hacen surgir
sí. Es esa clase de comunicación lo que hemos venido analizando, estas bases fisiológicas de la conducta social son las relaciones entre los sexos (que
expresan el instinto reproductor), entre padre e hijo (que expresan el instinto
no la comunicación en el sentido del cloqueo de la gallina a los paternal) y entre vecinos (que expresan el instinto gregario). Estos mecanismos
pollitos, o el aullido del lobo a su manada, o el mugido de una o tendencias fisiológicos relativamente sencillos y rudimentarios, aparte de constituir
la base fisiológica para toda la conducta social humana, son también los materiales
vaca, sino la comunicación en el sentido de los símbolos signifi- biológicos fundamentales de la naturaleza humana; así, cuando nos referimos a
cantes, comunicación que está dirigida no sólo a los otros, sino la naturaleza humana, nos estamos refiriendo a algo que es esencialmente social.
también al individuo mismo. En la medida en que ese tip~ de comu- b) Sexual y paternalmente, así como en sus ataques y defensas, las actividades
del organismo fisiológico son sociales, en el sentido de que el acto comenzado
nicación es parte de una conducta, introduce por lo menos a una dentro_ del organismo exige su completación en las acciones de los otros. Pero
persona. Por supuesto, uno puede oír sin escuchar; uno puede ver en tanto que puede decirse que la pauta del acto es, en estos casos, social, lo es
sólo en la medida en que el organismo busca los estímulos en las actitudes y
cosas que no advierte, hacer cosas de las que no tiene realmente con· caracteres de otras formas o ara la com pletación de sus propias reacciones, y por
ciencia. Pero cuando reacciona. a aquello mismo por medio de. 1() medio de su conducta tiende a mantener al otro como parte de su propio medio.
La conduCta real del otro o de los otros no es iniciada en el organismo individual
cual se. está dirig.iendo a otro, y cuando. tal teacción. propia se ~()!!.::. como parre é1,& ~11 ..,ropia pauta de conducta (MS).
172 GEORGE H. MEAD
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 173
"L<l pers()na, en CIJau.to que :P'~Jede · ser. UJ:l. obj~to para si, es .
esencialmente una estructura social y surge en la experiencia social. ~ste pt()~eso de abstracción no puede· ser llev;ad() a ca~o inde-
Dfspués de que ha· surgido, una persona en cierto modo se propor- finidamente."· '2tlSt.Q~sca,3n~vlt:aJiiiliíen'i.e•.~n ...iunilf¿¿L<lYiit~:. íi~,ne.
c~ona a sí :misma sus experiencias ·sociales, y así. podemos concebir que volcar~e.. a11.te ..~lgll.ie!l: En. . .l~ljnte.ligencia. r.eflexiv.a•. unct p¡e.nsm
una persona absolutamente solitariat Pero es imposible concebir ~ara actuar, y para actuar únÍfí11llqm de. 1l1<:J<io q\le. es~ acción. si~a
una persona surgioa fuera de la expefiencia social. Cuando ha sur- s1endo parte de un proceso social. El pe11.san1!ento.. s.e .torJ.ta. ..pt:t':pi;
gido, podemos pensar en una persona aislada para el resto de su ratorio ..ie la accic)n social, El proceso mismo del pensamiento es,
vida, pero es una persona que ~ tiene a sí misma por compañera y naturalmente, l!!l;;...~()n!~!::~.~.~~~~.ill.~em<l.C!!!e~ se... lltY~~·-ª··~ .cabo$...;¡lttQ
que puede pensar y conversar consigo misma del mismo modo que es una 5()11'\Tersªq()I1 <l~ . ggS!()s .. q11e, j!Jl $li .. ~QmJ;?l~t.s~i.QI1,"in.:sr.9lYtra.
se ha comunicado con otros. El .proceso a que me he referido, . .de la expreªión .de lo. que un.o piensa.. a ...u.n.• púhlico oyen.u. U,no sepu.a.
r~ac:cionar hacia. la persona de uno como otros reaccionan a ella, de Ja . . ccm versación real. la sig11iticadón de. lo.. que .• está. di<;;iend(¿~a
de tomar parte en la propia conversación con otros, de' tener con- otros, y la tiene preparada antes cle decida. La piensa, y qui:zá
ciencia de lo que uno dice. y de emplear esa conciencia de lo que se la escribe en forma {}e un: libro; pero sigue forman.d 0 ·parte .. de
dice ,para determinar lo que se dirá a continuació.n, es un proceso una relación social en la que uno. se dírig~ .a, <;>trªspe.rsoAa$ J:·, •.al
familiar para todos nosotros. C()ntinl]amente seguimQªJas pala]n:as mismo tiempo, a la propia persona, y en la que uno co11trola el
que decimos a otra persona con una comprensión de lo que decimos, hecho de dirigirse a otras personas gracias a la reacción hecha
y empleamos esa comprensión en la dirección de nuestra conversa~ propio gesto. Es necesario para la persona que el individuo reac~
ción continuada. Dfscubrimo,s lo que v~m~ a. decir, lo que vamos cione a sí mismo, y es esta clase de conducta socíal la que propor-
a hacer, diciendo y haCiendo; y en el proceso controlamos eonÍ'inua- ciona la conducta dentro de-. la cual aparece dicha persona. No
nienté el proceso mísmo.~En la conversación de gestos, lo que deci- conozco ninguna otra forma de conducta, aparte de la lingüística,
mos provoca cierta reacción en otro y, a su vez, cambia ·nuestra en la que el individuo sea un objeto para sí, y, hasta donde puedo
acción, de modo que nos apartamos de .lo que .comenzamos .a ver, el individuo no es una persona en el sentido reflexivo, a menos
qe~ido a la réplica que hacfelotro. La convers.ación de gestosqu. de que sea un objeto para sí. Es este hecho el que confiere una
e~ comien?!Q J~e la comuu.icación .... EL.individJ.tg.lle&? ¡¡ :m:anten.er. importancia crítica a la...f9ffil1!1Lcasión..... nues.to ..QJ:I.e ..s:e ...tra.tit.d~.J.tn
UJ:l¡Jc<:m.Yersaciónde gestos.consigomismo •. Dic:e algo, y eso provoca t.if><?.d~. . I;().Jld ucta .~11.. q:ue ~1 jgflj.yi4'1!.<>..!eaJÜQ.n<t frente a. .s.i .mi.s.mQ.
en él cierta reacción .que le hace cambiar lo que iba a. decir. Uno Advertimos en la conducta y experi~ncía cotidianas que u;n
comienza a decir algo -supongamos que es algo desagradable-, individuo no quiere significar gran . parte de lo que hace dice.·
pero cuando está a punto de decirlo se da cuenta de que será cruel. Frecuentemente decimos que tal individuono es mismo. ':Nos
El efecto que produce en él mismo lo que está diciendo, le contiene: alejamos de una entrevist~ con la <:enciencia .de que h~~os omi-
se produce aquí una conversación de gestos entre el individuo y tido cosas importantes, de que hay partes de la persona que no
él mismo. Por ¡eonvers-ac1ón .sí~i'{iífícañte' ~llt~nd~mos que la .acci69 aparecieron en lo que se' dijo. h1L-e.!~ri~11.f~...s..s>siªL:m~s.tl1¡¡...~.•lQ..
e:~ tal qu~ ~{ecfll al ín,dividuo mismo y qu~ ~~ e.fecto producido .9:.~e. . . c!.~!~E~.~na l..a...PE()Q<?!.ÜÓ}!.••gg...xx:.rson<l ...QJ.le... en:tt~. m. . .c()~!!l!Lc,.a.:
.sobré"'ef' i~di,vid~o, ~s parte, de Ja puesta .en. pr,áctica Ú'tteligente ~e .'Ion~ Por supuesto, buena parte de la persona no necesita ex~
la ~onv,ersaci6n, con otros. Por así decirlo, amplitamos la fase ~~·
social adquieren signific.ació?' si~gular e?' términos de nuestra opinión de que
dai y la dejamos de lado por el momento, de modo que uno toda la naturaleza de la 1ntehgenc1a es soe~al hasta la médula --de que este ponerse
habla consigo mismo como hablaría con otra persona 4 • uno en el lugar de los otros, esta adopción de uno de los papeles o actitudes de
loa otros, no es simplemente uno de los distintos aspectos o expresione-s de inte-
ligencia o de conducta inteligente, sino que es la esencia misma de su carácter. El
4 Generalmente se ~conoce que las expresiones de inteligencia específicamente "fa~tor .X" ?e la i~teligencia, d~ Spearman --el factor desconocido que, según él,
sociales, o el ejercicio de lo que a menudo es llamado "inteligencia social", depende la mtehgencta cont1ene-- es, stmplemente (si nuestra teoría social de la inteli-
de la capacidad del individuo dado para adoptar los papeles o "ponerse en El gencia es correcta) • e~ capacidad del ind.iv.íduo inteligente. para adoptar la actitud
lugar de" los otros individuos involucrados con él en situaciones sociales dadas, y del otro, o las actitudes de los otros. advirtiendo de tal modo las signífic:aciones
también de su consiguiente sensibilidad a las actitudes de ellos hacia él y de los de los símbolos o gestos en términos de los cuales se lleva a cabo e:l pensamí~nto
unos hacia los otros. Es claro que estas exp~siones de inteligencia específicame11te Y 9?ed~ndo. de. tal modo en~ condicignes: de manten~r consigo mismo la convu-
sac!On mterna, con esos símbolos o gestos, involucrada por el pensamiento.
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 175
174 GEORGE H. MEAD .
fijar la atención en algo que uno está escribiendo, de modo que
preswn. Establecemos toda una serie de distintas relaciones con
utilice dos líneas distintas de comunicación, y si ello se hace corree~
diferentes personas. Somos u~a~~()s¡¡.. para un hombre.... y otra pa.t:Q;
tamente, se podrá hacer que las dos corrientes fluyan de manera
otro. Hay part~~ .9e Ta persona que existen .sólo para la pet;sona
que no se encuentren. Se puede obtener así dos series enteramente
en relación consigo misma. Nos dividimos en toda clase de dis.~
distintas de actividades. De esa manera, s~ p<>drá l~grar la_ disocia-
tintas personas, con referencia a nuestras amistades. Discutimos
ción de la persona del individ_uo. Es un proceso de establecer dos
de política con una y de religión con otra. J{ay toda clase de dis~
Clases de comunicación que separan la conducta delindivíd.uo. Para
tintas personas que responden a toda clase· de distintas reaccione&
individuo se trata de una cosa dicha y oída, y para el otro
sociales. El proceso social mismo es d responsable de la aparición
~iste sólo lo que ve e.scrito. Por supuesto, es preciso mantener u·na
de la persona; ésta no existe como una persona aparte de ese
· fuera del campo de la otra. Las. disociaciones ,tie!l~n
tipo de experiencia.
tendencia a darse cuando un acontecipiei!t;·· ~onduce a· ·p~·it~!?<~.~
Una personalidad múltiple es en cierto sentido normal, como cíones emoc.iona.les. Lo que es separado sigue por su propio ca-
acabo de indicar. por lo g~ner¡¡L e;jste una QJ:'IDll1ÍZaci9n _ge todé\~ mino.
la persona con referencia a la comunidad a la que pertene~emos y
La unidad y estructura de la perso!la completa reflejaJa unidad
a la situación en que nos encontramos. Lo que es la sociedad, el
·y e·struduradel proceso social como un todo; y cada una de_Tas'
que estemos vivie11Jo con gente del presente, con gente de nuestra
personas elementales de que está compuesta aquella persona completa
propia imaginación o gente del pasado, varía, por supuesto, con
refleja la unidad y estructura de uno de los varios aspectos de ese
los distintos individuos. Normalmente; dentro de la clase de co~
proceso en el que el individuo está involucrado. En otras palabras,Jaª
'munidad, en cuanto un todo, a la que pertenecemos, existe una
~arias pe.rsonas elementales que constituyen la persona completa, o
'persona unificada, pero que puede ser quebrada. Para una persona
'un tanto nerviosamente inestable y en la que hay una línea de
q~e estáiioigañízaaas'eñ elhi; 'son los distintos aspect~ de. !.i
es,trus~
tura de esa persona completa que responden a los dist!~!9S as-:
clivaje, ciertas actividades se tornan imposibles, y esa serie de
¡:>ectos de la estructura del proc~so social como un todo; la;est:~;Uc-,
actividades pueden separar y desarrollar otra persona. ~.~·Il1~:'.. I
"yo" .. separados, dos distintas personas, resultan de ello,· y ésa es tura de la persona completa es, así, el reflejo del proceso !loc,ial
coll.didó:O: para que exista una tepden~ia a dividí( la personalidad. ~()mpleto. La.,.organi::l:a.cign y ugjficació11 de un grupo soci.a.l es
Se conoce un relato de un profesor de educaci?>n que desapareció, que idéntica a la organizacióny ~nificación de cada una de las ~r­
quedó perdido para la comunidad, y que más tarde apareció en sonas que surgen déntib del proceso· social eri el que dicho ál1l'Po
un campamento maderero del oeste. Se liberó de su ocupación y "éstá ocupado o que ·está Ilev ando a cabo 5 •
se 1~ encontró en el bosque, donde se sentía, si se quie!re, más a El fenómeno de la disociación de la personalidad es causado
sus anchas. El aspecto patológico de la cuestión era el olvido, la _por una rl}ptura de,.la persona completa, unitaria, en las personas
omisión del resto de su persona. Este resultado involucraba librarse de que está compuesta y que respectivamente corresponden a los
de ciertos recuerdos corporales que ide~tificarían al individuo para distintos aspectos del proceso social en que est.á involucradi la
sí mismo. A menudo reconocemos las líneas dé ruptura que nos persona y dentro del cuaJ ha surgido su pe'rsona completa 0 uni-
recorren. Nos agradaría olvidar ciertas cosas, librarnos de cosas taria: tales aspectos ~on Jos di.stin tos grupos. sociales a loa. qv,e
con las que la persona está unida en experiencias pasadas. Tene::. pertenece dentro de ese· proceso.
}J.lOS ahí una .situación en la que puede haber distintas personas,
0 La unidad del espíritu no es idéntica a la unidad de la persona. La unidad
y ella depende de la serie dé reacciones sociales involu_cradas en
de la persona está constituida por la unidad de toda la pauta de relacíones de
lo referente a qué persona seremos. Si podemos olvidar todo lo la co11ducta y la experiencia sociales en que el individuo está involucrado, y que
involucrado en una serie . de actividades, evidentemente dejamos se rEfleja en la estructura de la persona; pero muchos de los aspectos o caracterís-
ticas de todo ese esquema no entran en la conciencia, de modo ,que la unidad del
de lado esa parte de la persona. Tómese a una persona inestable, . espíritu es, en un sentido, una abstracción de la unidad más inclusiva de la
ocúpesela con la conversación y al mismo tiempo oblíguesela a
176 GEORGE H. MEAD
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD
177
19. LA BASE GENÉTICA DE LA PERSONA están presupuestos
involucrados. en aqué~
Ahora~ se presenta d problema de· cómo surge, en de,tall~,
persona. Tenemos que destacar algo del fondo de esa .genes1s.
primer lugar, está la conversación de gest~ entre ,animales •.
involucra algun~ clase de actividad cooperativa. Ab1,. d co.mt.enze gesto para
del acto de Üno es un estímulo para que el otro reacc10ne se encontr<~rá en 1a reacción de otro or~
cierto modo, en tanto que el comienzo de esa reacción . ~~· del acto del primer
a su vez un estímulo para que el primero adapte su acc10n a
reacción en mar<:ha. Tal es la preparación para el acto A veces hablamos como si una persona ou:di1ese p~- ·~··-.- .
que al final conduce a la conducta, que es el resultado de esa_ un argumento en su espíritu y luego poner1o en palabras para tra~~.
1

paración. Sin embargo, la conversación de. gestos ~o ~ntrana . a algun otro. En realidad, nuestro ;p~?nsamiento tiene lugar
referencia del individuo, el animal, el orgamsmo, a ~~. m1smo. . •. por medio de alguna daw de símbolos, que uno. ~sea
gn su experiencia la significaci§n de
es el actuar de cierta manera lo que provoca una reacc10n en el orga;,.
nismo mismo, aunque se trata de conducta con ref~rencia a la con~ bolo, ~ro en ese caso no pensaríamos
ducta de otros. Empero, hemos visto que existen ctertos gestos que tamos en una silla sin pensar en lo qu" : es decir, nuestra
afectan al organismo del mismo modo que afectan a otros orga1u"'"""'"'' aproximación a la silla ha sido provocada ya en
y pueden, por lo tanto, provocar en el organismo reacciones de nuestra experiencia, de modo que 13 i<'stá presente en
carácter que las provocadas en el otro. Aq~í~ ~~_es: tenernos ~~a Pero si uno piensa en la silla, tiene que poseer alguna dase de
Rmnol?'llo para ella. Puede que se' trate de
tuación en la que el individuo puede por lo menos provocar
c.iones en sí y replicar a ellas, con la condición de que los
ser la actitud. ad'opta'algiiíeri. ai
que sea algún símbolo de lenguaje
sociales tengan sobre el individuo el efetto que es probable Lt:II~o~.<u~. 1' ' "~- ,,,~

en el otro. Por ejemplo, tal es lo que está involuc~ad?. en el un proceso ae~ pensa!lltepto es ne.cesa,n,o
guaje; de lo contrario, el lenguaje como símb,olo Sl~nl~l:ant.~ símbolo que, PUeQaJ:í!ferirsg es .q.ue
aparecería, puesto que el individuo no obtendna la s1gmflcac10n da a provocar esta .:reacción y se.rvir asimismo para .otras pe.rsonase:n.
lo que dice. . . ese sentido~ Sí nofuese>,así, no setía. u.n.. procesct
El carácter peculiar poseído por nuestro roed~(). soc1.al hu . tl.!l~LPA~.sím.b.ol.o.s.~,.s..on,t.9.Qo~,u.ui:v:e:;;.sales. . ~.
le ~rtenece en virtud· del carácter peculiar. de la ac:tiv1dad s.oc:1al. n!,\da.q~e sea ab.so!.u~a171ente particular;
humana; y ese carácter, como hemos visto, se encuentra en el q,ue tenga alguna significación, es universaL
c~so de la comunicación, y, más particularmente, en la na.a...tv.••• que provoca · una reacción específica en alguien siempre que el
tríádíca en que se basa la existencia d.e la signifi:ación: la símbolo exista para ese alguien, en su experiencia, como existe
del gesto de un organismo con la reacCión adaptatiVa I:_echa.. por uno. Existe el lenguaje hablado y el lenguaje de las manos,
organismo, en s.u capacidad indicativa ~n. ~uant? senalador de 6
. J:L.J'.e!lsafl,lientq~!~ ~f~cttia. en tél'n:inO!!· o por
completacíón o resultante del acto que m1c1a (s1endo la . u,ntversal Interpretado en for~a conducttsta sería, sírrwl<2n1;mt;¡,
ción del gesto, de' tal manera, la reacción del seg~ndo orgamsmP en cuanto un todo, e involucraría Id organización e de to~ .los
los individuos .~eunidos en. el. acto, g~aciaa al ~ontrol de tms · manifiestas.
él como tal, .o como gesto). Lo que, por así dec1rlo, saca al Est.a organtzacton de las dlStmtas actitudes e mteracciones individuales en. un. <ICJo
fuera del acto social y lo aísla en cuanto tal -lo. qu~ ~ace de $0CJaJ dado, ~on ;ef~re_ncia a Ja ÍnterreJaCÍÓn de las mismas en CU~nto reaJizadas
algo más que una simple primera fase de un. acto mdl~ld~al- J'Or lc;s propws m¡ilvtdl!OS, es .Io que queremos síguificar cuaíúf.o.ha.bl;;tmQs de
lln l!niVe~sal; Y. dla determina cuáles serán. las genuinas reac.dor¡~s expÍícitas .de
la reacción de otro organismo, u otros orgamsmo~, ~a.c¡a .e,I. los tndtv1duos mvolucrados . en el. acto soc1al, y¡¡ sea qne dic(¡o acto 51; refiera
a. nn proyecto concr~to de cualquier c.lase (como la relasión . de .los medios físicos
reaccíón e·s su significación, o le proporciona su s1gntf1cac10n. Y. soc1ales. para ~os fmes des~aC:os) o a. u_ na discu~iót;: puramente ábs;iácta, cómo,
d1gamos, la teona de Ia relat1V1dad o las 1deas platóntcas. ·
178 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 179
y puede haber también el lenguaje de la expresión de de Wordsworth, que se interesaba mucho en Ia. técnica
U no puede expresar pena o alegría y provocar ciertas reacciones. Hay la expre.s,ión poética. W ordsworth nos explica, en su,s prefa-
pueblos primitivos que pueden mantener complicadas conversaciones y tamb1en en sus poesías, cómo surgían su,s.poemas, en~ cuanto
mediante el solo empleo de las expre'siones faciales. Aun en tales as -.-Y nunca Ja experiencia misma era eL est.ímulo. inmediato
casos, la persona que se comunica es afectada por 1;¡ ~expreswn la expres~?,n de la misma. Este proceso de encontrar en el len-
mismo modo que espera queTa otr¡-¡ persona sea. afettada. ELpen,:- la expres!on que provoque la emoción otrora experimentada, se
samiento siempr~involucra uq símbolo que provoca en otro la ""'"llL"". a cabo más fácilmente cuando uno. trata con.el rec1Jerdo de' ell;
reacción que provoca .en el pensador. Qi~h() ~~i.JJ1bolo~~.es 1:1.11~univ~t· cuando se encuentra uno en mitad de experiencias extáti~;sc~lD.~
sal de raciocinio; es. de carácter l1niversaL Siempre suponemos as por las cuales pasó Wordswórth en S1J contado con la riat:u:..
el símb~lo que empleam~~. provocará en la otra. persona la .........":·· Uno tiene que experimentar y ver cómo la expresió~ dad'a
re.accíón, siempre que forme parte . d~ su mecanismo de~· a las reacciones que se sufren ahora en los levísimos re-
Una persona que dice algo, se está diciendo a sí misma lo que de las experiencias. Alguien dijo una vez que tenía grandes
a los demás; de lo contrarío, no sabe de qué está hablando. des para escribir poesía; poseía muchas ideas pero no podía
Naturalmente, en la conversación de uno con otros hay "'"'"~ofT",'• el len?uaje que necesitaba. Se le dijo, correctamente, que
gran parte que no provoca en la persona la misma reacción que des~ poes1a se escnbía con palabras, no con ideas.
pierta en los otros. Esto e~ particularmente cierto en el caso de las
Gran pa_rt.e de nuestra conversación carece de este carácter ge'nui-
actitudes emocionales. Uno trata de amedrentar a alguien; pero no' namente estet1co; en la mayor parte de ella no sentimos deliberada~
trata de amedrentarse a sí mismo. Además, existe toda una serie las emociones que provocamos. . No usamos norm;Iment~
valores. dados, en d lenguaje, que no tienen carácter simbólico.
de lenguaje para provocar .en nosotx:os la reacción emo.cio-
actor tiene conciencia de esos valores; es decir, si asume cierta
que estamos provocando en otros. Por supuesto uno siente
tiene conciencia, como decimos, de que esa actitud representa
en las situaciones emocionales; pero lo que busca es, en
En ese caso, está en condiciones de responder a su propio gesto,
de cuentas, lo que en el otro respalda al individuo en su pro-
algún sentido, como lo hace su público. No se' trata de una
expe~iencia. En el caso del poeta y el actor, . el estímulo provoca
cíón natural; uno no es actor durante todo el tiempo. En u~.:.~"li.Jlu:iii
el artista lo que despierta en el otro, J?ero,.no es ésa. la ftmdó:n
actuamos y nos preguntamos qué efecto tendrá nuestra actitud,
ral del lenguaje; no suponemos que la persona que esté furiosa.
puede que empleemos deliberadamente cierto tono de voz
e? sí el temor que está provocando en alguna otra. La
provocar cierto resultado. Tal tono provoca en nosotros la
emociOnal de nuestro acto no provoca directamente en nos-
reacción que la que queremos provocar en algún otro. Pero
la reacción que provoca en el otro. Si una persona se muestra
gran parte de lo que· ocurre en la conversación no tiene esta caJ:acu; ..
la actitud del otro .en la que ella está interesada -una acti-
rística símbó líca.
que fluye naturalmente de su tono airado- no es una actitud
Es tarea, no sólo del actor, sino también del artista, encontrar
reconozca definidamente en sí misma. No nos asustamos por
clase de expresión que provocará en otros lo que está sucediendo
lél. El poeta lírico tiene una e·xperiencia de belleza con un tono que podamos emplear para asustar a algún otro. Por el lado
miento emocional, y, como artista que emplea palabras, busca al, que es una parte sumame11te grande .del gest9x~eL.no
~las que responderán a su actitud emocional y que despertarán "'"""~ . . . . ''" en· nosotros, en proporci9n §efl1dat1te,Ja re.;¡¡,,c~i§n.qll,~
otros la actitud que él mismo tiene. Sólo puede poner a prueba en otros como lo hacemos en el caso de la conversaci§n
resultados en sí mismo, viendo sí las palabras provocan en él ificante. En ésta tenemos qt.le provocar en nosotros el t'ÍPo. de
reacción que' quiere provocar en otros. En cierto modo, se que despertamos en otros; tenemos.,ql!e saber lo gue'esta:-
tra en la misma situación que el actor. La primen experi~ncia diciendo, y la actitud del otro, .que provocamo~ en ;qsotros
recta e inmediata no reside en la forma de comunicación. En este ~ontrola lo que decimos. ~!S~;!!!i5;t~~~~!~!l~ffSª~ ,g,\!~ ei tiPo
treno tenemos una aclaración interesantísima por parte de un .,..,,_._•u•u que l'~~!,OSªrnOS en 9lt:OS debería ser. provocado dtl ÍftÍI•
180 GEORGE H. MEAD

.
ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 181
mo modo en nosotros, y que esa reacción, a su vez, debería
~u lugar en)o ts>ca.n~e adeterrninar qué otra cosa dir~.rnos y nos ocupa en el jarclí~ de infantes, dgnde.)Q~,papeles< que los
Lo esencial para la comunicación es que el símbolo despierte os a.s..umen sonwnverttdos en baocs para Ia educación.

l
la persona de uno lo que despierta en el otio individuo. Tiene•
t. éh·e· r. esa clas. e. d··e·.· .un.iv·e·r·salídad para cualquier persona que
cuentre en la misma situación. Existe una posibilidad de
cada vez que ·~~· ~stírnulo puede afectar a un individuo como
a otro. En el caso de una persona ciega como Helen Keller, se
el m~? adopta un papel, ~iene en ..sí Ios_estíwv1oo queproygcan
.. reaccton o grupo d.e reacctones especiales: Por supuesto, puede
nmr cuando es perocgutdo, como lo hace el perro, o puede vohrerse
devol~er el gol~, como lo hace el perro en sujuego. Pero eso no
~s 1? ~1smo que .JU~a~ a algo. Los niños se unen para "jugar a loo
de una experiencia de contacto que podría ser dada a otro como tndtos . Esto stgmflca que el niño posee cierta serie de estímulos
es dada a ella. Con esa clase de lenguaje fué <:onstruído el que provocan e~ é_l las .reaccio~es que provocarían en otros y que
de Helen Keller. Como ella lo ha reconocido, sólo cuando resp~nden a ~n mdw. En el ~nodo de los juegos, ei I}.ifi2~l!til~~-.t~
entraren comunicación con otras perso:nas por medro 2té'sim PE0p1as reaccwnes -~ esos es~tmulos que emplea para.constJuif.una
pudo provocar en Ias reacci()11es que. e!tos prqyo¡:a:n.e:n ()tra~ l?frsona. La reacnon que tlene tendencia a hacer ante esos estímt1·
fín de obtenerlo ql.!e d~nominamos un co11tenido los, organiza a éstos. Por ejemplo, juega a que s~ está ofreciendo
una per~ona. al~o, Y lo compra; se entrega una carta y la recibe; se habla :a sí
Otra serie de factores básicos en la génesis de la m1smo como si hablase a un padre, a un maestro; se arresta como si
repre~ntada por las actividades lúdicas y el deporte. fuese un policía. Tiene una serie de estímulos que provocan en él la
Éntre los pueblos primitivos, como he dicho, la c{ase de reacciones .que, provocan eiJ otrq~. Tom~.ese grJ:lQs>de
distinguir entre la persona y el organismo fué reconocida en lo ctones Y las orgamza en cierto ~odo. Tal es la forma más
nosotros llamamos "el doble": el individuo tiene una persona de ser otro par~_la ~ropia persona. Ello involucra una situación
ficada que es afectada por el individuo como ella afecta a otros temporal. :§1 n~no"'?1c~algg en un Pa.Pd.,.,y t~Qllde..en•. otro ..papd.
viduos, y que oc distingue del organismo inmediato en que Y. entonces. su reaccwll.!Il. et, otro. p~pe,l . co.n,§.tJ.tuye .Jl.!\ e~tÜ!lJl!s>,J:?.<lt~
abandonar el cuerpo y volver nuevamente a él. :f:sa es la base . en el pnmer pa~~· Y. ~s1 ~OP.~li!Jla Ji\. sonY~t:¡¡¡,cj§p. ..~urg~IJ. e11 é!
concepto del alma como entidad separada. ~n su otra pe_r~ontftcacwn mrtas estructuras organizadas qu~ se . !:e,~
Encontramos en los niños algo que responde a ese doble, a 1ca~ X manttenen entre sí la conv~r~¡¡~íon de gestos. ······ · .,
~r. los compañeros invisibles, imaginarios, que muchos niños S1 comp~ramos el juego con lá situación enun deporte organi-
ducen ~n su propia experiencia. De esa maner<l. organizan 1<!~ ' advertimos la diferencia esencial de que el niño que interviene
dones que provocan en otras personas y también en sí mismos. en un deporte tiene que estar preparado para adoptar la a-ctitud de
supuesto, este· jugar con un compañero imaginario es no niás todos los otros involucrados en dicho deporte, y que esos diferentes
una fa~g particularmente interesante del juego corriente. El · papeles deben tener una relación definida unos con otros, Toman~
en ese sentido, especialmente la etapa que precede a los do un juego sencillo. c,omo .el eg()ndite, tod()s, .coq e:¡ccepa6n def
organizados, es un juego a. algo. El. niño juega a ser una qu.e se oculta, son una persona que persigue. Un niño no necesita
maestro, un polida; es decir, ádopta diferentes papeles, como ~.as qu~ la persona que ~s pérseguída y la que persigue, Si]iiéga
nosotros. En lo que llamamos el juego de los ahimales tenemos e~ el pnmer se?tid~, co~ti.núa jugando, pero nose pa,c()nqtli~t¡t~o
que sugiere eso: una gata juega con sus gatitos, y los perros nmguna orgaqtzacwn bastea. En esa primera etapa, pasa de un
gan entre sí. Dos perros que juegan, se atacan y se defienden, pa~l .a otro según se le dé el capricho. Pero en un deporte en que
un proceso que, si fuese llevado realmente a efecto, resultaría estan mvol.ucrados una -cantidad de individuos, el niño que adopta
verdadera riña. Existe una combinación de reacciones que frena un pape~ tiene que estar dispuesto a adoptar el papel de cualquier
profundidad del mordisco. Pero en tal situación, los perros no ~tro. St se encuentra en la novena base de un partido de béisbol,
tan un papel definido en el sentido en que un niño adopta ttene. que t.ener involucradas las reacciones de cada posición en la
damente el papel de otro. Esta tendencia por parte de ·los niños pro~ta. Ttene que saber qué harán todos los demás a fin de poder
seguu con su propio juego. Tiene que adoptar todos esos pape*
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 183
182 G E OR G E H. M E A D.
'-en cuanto distinto del deporte se encuentra en los mitos y en varios
les. No es preciso que S§.té:n. todos presentes en. la de los juegos que llevan a cabo pueblos primitivos, especialmente en
'iñísmo tiempo, :pér; ~n algunos momentoª tiene qut; tener a
las ceremoniás religiosas. La actitud lúdica pura q11~ e:n.coi'l;tramos
cuatro individuos presentes en su propia actitud, como, por en el caso de los niños pequeños puede no encontrarse en aquéllos,
plo~ el que está por arrojar la pelota, el que la recibirá,· etc. En
puesto que los partidpantes son adultos, e indudablemente la rela~
dep¿rte; pues, hay una serie de reacciones de los otros: de tal
óón de esos procesos de juego con lo q~e ell9§ ínterp~~t!J:Il, se ~n­
organizadas, que la actitud de uno provoca la actltud aaecllla< .cuentra, más o menos, incluso en el espíritu de los pueblos tnás pri:-.
del otro. mitívos. En el proceso de interpretación de- tales rituales existe una
Esta organización es expresada en la forma d·e normas para organización de juego que podría quizá ser comparada con lo que
juego. Lg_s Il:~ª()S de~ican un gran interés a l~s. reglas. Las tiene lugar en el jardín de infantes, en el juego de los· chiquillos,
visan en el acto, a fin de ayudarse a salvar d1f1cultades .. Parte cuando se reúne a éstos en un equipo que tendrá una estructura o re-
placer del-juego reside en establecer esas reglas. ~ora b1e~, las lación definida. Por lo menos algo de eso se descubre en el juego de
glas son la. serie de reacciones que provoca una ac~1tud espec.1al. los pueblos primitivos. E.~!il"~lase"de.actividad,.por sup.uesto,...no co- ·
puede exigir una determinada reacción a otros, .sl adopta, e1erta rresponqe a la vida cotidiana de la_gente .en ,sq trato .con.Jos. objetos
tud. Estas reacciones están también en uno m1smo. As1 se o .que la rodean --en ese caso tenemos una actitud de conciencia de
una serie organizada de reacciones como aquellas a las que me sí más o menos desarrollada-, sino a su actitud hacia las fuerzas
referido, una serie un tanto más complicada que los. papeles que se que la rodean, hacía la naturaleza de la cual depende; en su actitud
descubren en el juego. Aquí, hay solamente una sene de hacia esta naturaleza que es vaga e incierta, tenemos una reacción
que se siguen las unas a las otras indefinidamente. En tal etapa mucho. más primitiva; y esa reacción encuentra su expresión.; en la
mos que el niño no tiene todavía una pe~s?na comple~ame?te adopción del papel del otro, en el juego a la expresión de sus dioses
Hada. El niño reacciona en forma suf1e1entemente mteh~ente a y sus héroes, en el cumplimiento de ciertos. dtos que son la represcp.~
estímulos inmediatos que llegan hasta él, pero es<;os estlmulos tación de lo que SI! supone f).Ue ha(;en dichos dioses. y héroés. El pro-
están organizados. No organiza su vida c?mo querrían:os que ceso se desarrolla hasta convertirse en una técnica más o menos defi-
hiciera, e¡¡ decir, como un todo. No hay mas que una. s<:ne de nida, y es dominado; y sin embargo podem<>;s decir que ha surgido
dones del tipo de las del juego. El niª() rea~~iona a mrtos de una situación similar a aquella en que los chiquíllos juegan a ser
los, pero no es una persona. completa. En su deporte .tiene que padre, a ser maestro -vagas personalidades que están cerca de ellos
rier una· organizacion de esos papdes; de lo contrano, no y que les afectan y de las cuales dependen. Ésas son las personali-
jugar. Él deporte representa el paso en la vida del niño, dades que adopt~n. los papeles que interpretan, y en esa medida do-
adopción del papel de otros en el juego hasta la ~arte organ minan el desarrollo de su propia personalidad. El jardín de infantes
qJle es esencial para la conciencia de sí en la acepc10n completa trata de conseguir precisamente ese resultado. Toma los caracteres
término. pe todos estos seres vagos y los pone .en tales relaciones so~iales
mutuas, organizadas, que logran construir el. .carácter del chiqui-
llo 1. El hecho de la sola introducción de organización desde afuera
20. EL JUEGO, EL DEPORTE Y EL "OTRO" GEN supone una falta de organización en ese período de l;1 experiencia
del niño. En comparación con tal situación del niño y de los pue-
Hablamos de las condiciones sociales bajo las cuales la blos primitivos, tenemos el deporte como tal.
surge como un objeto. En adición al lenguaje, encontr~mos La diferencia fundamental que existe entre el deporte y el juego
ejemplos: uno en el juego y el otro en el deporte, Y qll1ero está en que, en el primero, el niño tiene que tener la actitud de
mir y ampliar mi explicación de esos puntos. He hablado de todos los demás que están involucrados en el juego mismo. Las
desde el punto de_ vista de los niños. Naturaln;ente: P??emos
rirnos también a las actitudes de los pueblos mas pnm1t1vos, en 7 [ "The Relation of Play to Education", UniversÍtfl of Chicago Recorá,
I (1896-97), págs. 140 y ss.]
que ha nacido nüestra civilización. U na notable ilustración del
184 GEORGE H. MEAD ESPiRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 185
actitudes de las demás jugadas que cada participante grupo social, tomándolas como un todo,
se<'<n·ganíza en' una espe~!e y es precisamente la ción a diferentes empresas sociales que en
zadón lo que controla la reacción del individuo. Antes usamos dicha sociedad ejecuta, o con relación. a las mayores
ilustración de una persona jugando al béisboL Cada uno de sus del proceso social general que constituye la vida de tal sociedad y
píos actos es determinado por su expectativa de las acciones de de la cual dichas empresas son manifestaciones
otros que están jugando. Lo que hace es fiscalizado por el hecho corporación de las actividades amplias de
que él es todos los dem,ás integrantes del equipo, por lo menos en la o sociedad organizada, al campo ·experiencia!
medida en que esas actitudes afectan su reacción particular. individuos involucrados o incluidos en ese
un "otro" que es una organización de las ia base esencial y prerrequis'ito para el pleno ut:~í<~u:vlJlV
d~\.ese. individuo; .sólo en. la ell>que
grupo social organizado al cual pertenece, hacía
su se.r llam;;t$lo~t "el organizada, cooperativa, o hacia la serie de
. La actitud del otro generalizado es la actitud. de toda. grupo está ocupado, sólo en esa medida desarrollará una persona
!;:omunidad 8 •• Así, pot ejemplo, en el caso de un grupo social como completa o poseerá la clase de persona qu!' ha. desart,:o:-
~~ de un equipo de pelota, d equipo es el otro generalizado, en la Uado. Y, por otra parte, los complejos procesos y actividades coope-
medida en que interviene ---como proceso organizado o actividad rativos y funciones institucionales de la sociedad humana organ;zada
social- en la experiencia de cualquiera de los miembros individuales son, también, posibles sólo en la medida en que cada uno de los
de él. índividuos involucrados en ellos o pertenecientes a esa sociedad pue-
Si el individuo humano dado quiere desarrollar una persona g~ dan adoptar las actitudes generales de todos esos otros
el .sentido más amplio, no es suficiente que adopte simplementeJaf referencia a esos procesos y actividades y funciones
actitudes de los otros individuos humanos hada él y de ellos entre:, y al todo social de relaciones e interacciones experienciales de ese modo
si dentro del proceso social humano, e incorpore ese proceso soci~l constituídas - y puedan dirigir su conducta de acuerdo con ello.•
como un todo .a.su experiencia individual. meramente ~n esos térmi-~" ~Es en la forll1a del otro generalizado cotT!o los proces?s sociales. in-
no.s, Además, del mismo modo que adopta las actitudes de los otros fl ~ú;~ Iª:.~9iiduda~:a:~:r9s.. iitaiviaü9s :Jnv!)fii<:í:¡;;tºi.:iñ.:i!!g§~::Y
úi .
individuos hacia él y de ellos entre sí, tiene que adoptar sus actitudes que{o§Jlevan acaQo, gs decir, que es. en esa forma ...l;;omo.la comu~i~
hada las distintas fases o aspectos de la actividad social común o serie dad ejerce su control sobre el comportamiento de sus miemb;~sindi­
de empresas sociales en las que, como miembros de una sociedad viduales; porque de esapaanera ei'proceso o comunidad sO<:ial entra,
organizada o grupo social, están todos ocupados; y entonces, gene· como factor determinante, en el pensamiento del individuo. En el
ralizando esas actitudes individuales de esa sociedad organizada o pensamiento abstractoel indívíduo adopta la actitud del otro g~f1e­
ralizado 8 bl• hacia sí fuísm:o, . sin referencia . a la expiésión que dicgo
S ·Es posible que Jos objetos inanimados, no menos que otros organismos
humanos, formen parte del otro generalizado y organizado -completamente
sodalízado--, en relación con algún individuo humano dado, en la medida en 8 b; • ti~.mº"s di~.h.Q ..l;l!l.~ l~,c;o.nv~rsaci.ÚI:I.. in.t~¡;¡¡a .. dal•.~n.Qi.viduo consigo .JtÜ$!llíl.. !l:n
que éste responda a tales objetos socialmente o en una forma social (por medio términos . de J;'aJ¡tbras .. o. gestos ~¡¡~ific¡¡~!.es :-:-:la. ~C>t.tve.rs~fió~. qu.e .c?nst~tl:!YL$11
del mecanismo del pensamiento, por la conversación de gestos subjetivada). Cual• proceso o actiVIdad del pensamtento-- es mantemda por el mdty¡{l¡¡q .·ifésde .~l
quier cosa -cualquier objeto o serie de objetos, animados o inanimados, huma· :punto de vista del "otro g€neralizado". y cuanto más abstracta ¡n; convérsaci6íi;
nos, animales o simplemente físicos- hacía la cual él actúe, o a la que reaccione cuánto más abstraCto resulta ser d pensamiento, tanto más apartado está el otro
socialmente, es un elemento en el cual. para él, está el otro generalizado; y adop· generalizado de cualquier conexión con individuos particulares. O sea que especial-
tanda las actitudes de éste hacía él, se torna consciente de sí como objeto o indi- m€'nte en el pensamiento abstracto es mantenida la conversación, por el individuo,
viduo, y de tal modo desarrolla una persona o personalidad. Así, por ejemplo, con el otro generalizado, antes que con ningún individuo partícular. Es así, por
el culto, en ~u forma primitiva, es simplemente la corporización social de la rela· ~Jemplo, como los conceptos abstractos son conceptos enunciados en término de
ción entre el grupo social dado, o comunidad, y su medio físico-- una forma las actitudes de todo el grupo o comunidad social; son enunciados sobre la base
social organizada. adoptada por los miembros individuales de ese grupo o comu- de la conciencia que el individuo tiene de las actitudes del otro generalizado hacia
nidad, de entrar en relaciones sociales coni e-se medio, o (en un sentido) de mantener ellos. como resultado de que él ha adoptado esas actítudes del otro generalizado
conversaciones con él; y de esa manera el ambiente se convierte en parte del otro Y luego reaccionado a ellas. Y es así. también. ccímo las proposiciones abstractas
generalízado total para cada uno de los miembros individuales del grupo social son enunciadas en una forma que cualquiera -cualquie·r otro individuo inteligente-
o comunidad dados. puede aceptar.
186 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIE:9AD 187
otro generalizado pueda asumir en algún individuo determinadp; tos, tales C()mo los partidos políticos, los clubes, las corporaciones,
y ell." ef pensamiento concreto adopta esa actitud en la medid~ que son todos, e.n realidad, unidades sociales funcionales, e.n térmi-
en que es expresada en las actitudes hacia. su conducta por par- nos de los cuales sus miembros individuales se encuentran directa-
te. de.. aquellos otros individuos junto con quienes está involucrado mente relacionados los unos con los otros. Las otras son clases
. ·, },-------o
'.-_,_,,
en la situación o el acto social dados. Pero sólo adoptando la subgrupos sociales abstractos, tales como la clase de. de11.dore§. yJa
actitud del otro generalizado hacia él ~n una u otra de esas clase de acreedores, en términos de 1as cuales sus miembros Ílldivi-
maneras- le es posible pensar, porque sólo así puede darse el pen- <iuales están relacionados unos con otros sólo más 6 menos indirec-
samiento. Y sólo cuando los iri<fividuos adoptan la actitud tamente, y que sólo más o menos indirectamente funcionan ~otl'lo
actitudes det' otro generali=?ado hacia sí mismos, sólo entonces .~ unidades sociales, pero que proporcionan o representan posi}>ilidaCle.IJ
hace posible la existencia de un universo de raciocinio, co~o el ilimitadas para la ampliación, ramificación y enrÍquecimien'~o de las
sistema de significaciones sociales o comunes que el pensamiento relaciones sociales entre todos los miembros individuales de la s()Ci~­
presupone. dad dada en cuanto un todo organizado y unificado. L.a.Pªr.tifipa-
· El individuo humano consciente de sí, pues, adopta o asutl'l! ción del individuo dado en varias de esas clases o subgnipos sociales
las actitudes sociales organizadas del grupo social o comunidad abstractos posibilita su entrada en definidas relaciones sociales (pqr
dada (o de una parte de ella) a la que pertenece, hacia los problemas i~dírectas que sean) con una cantidad casi infinita de otros indi-
sociales de distintas clases que enfrentan a dicho grupo o comuni~~ viduos que también pertenecen a --o .están incluidos en- una u
dad en cualquier momento dado y que surgen en conexión con las otra ··de esas clases o grupos sociales abstractos, que atraviesan las
correspondientes empresas social~s o tareas cooperativas organiza~
líneas funcionales de demarcadón que separan una~ de otras alas
das en las que dicho grupo o comunidad, como tal, está ocupado.
distintas comunidades sociales humanas y que incluyen a n:lie,n:l:::
Y, como participante individual en esas tareas sociales o empresas
m:os individuales d~ varias (en algunos casos d~ }5~das) de . es~~.
cooperativas, gobierna, de acuerdo con ellas, su propia conducta~. .
comunidades. pe esas clases o subgrupossod?les abstrac:tos de indi-
política, por ejemplo, el individuo se identifica con todo un .
viduos ht1man,o;, la más. amplia y ex.t;ms¡¡, es, por slJP.\l~st,Q. la .. ~e~i~
político y adopta las actitudes. organizadas de to.do ese partido ha~i~
nida por el universo lógico. de racioc.inio (o sistema <1~ .sím~qJQs
el resto de la comunidad social dada y hacia los problemas a que tte~
s1gnlfl.ca:rites universales) ,pet,ermjnado por la pa¡:ticipadón ~il!t,~!:'
ne que hacer frente el partido dentro de la situación social dada; t~
acción comunicativa de los individuos; porque, de todas esas clases
en consecuencia reacciona en términos de las actitudes organizadas
o ~ubgrupos, es la que tiene el mayor número de miembros ·indiyi:-
.Gel partido c~m~ un todo. De tal modo entra en una serie especial de
<luales, cosa que pennite a la mayor c.antidad co:o,cebible de ..indivi-
relaciones sociales con todos los demás individuos que pertenecen a
d'uos humanos ~ntrar en alguna clase de relación social mutué}, por
ese partido político; y de la misma manera entra en varias otr<\S>
indirecta o abstracta que eUa pueda ser -relación que surge del {lJX}-
series especiales de relaciones sociales, con varias otras clases de indi-
cionamiento universal de los gestos como símbolos significantes en.el
yiduos, Jespectivamente, en las que los individuos de cada una d~
proceso general de la comunicación social humana.
esas· clases son los otros miembros de alguno de los sub grupos par-
ticulares organizados (determinados en términos socialmente fu~­
He señalado, Pll.e.s, .que ex.isten dos etapas.gen,eraJesen el pleno
desarrollo de la persona. En la primera de dichas etapas, la ~rso11,a
cionales) de los que él mismo es miembro dentro de toda la socte-
individual está. constituida simplemente por una organización de
dad dada o comunidad social. En las comunidades sociales más
las actitudes particulares de otros individuos hacia el individuo Y
altamente desarrolladas, organizadas y complicadas -las desarro-
de las actitudes de Jos lJnC>S hacia los otros, en los. actos .S()Ciales
·• liadas por el hombre civilizado--, estas distintas clases o subgru~os
específicos en que aq~él participa con ellos. Pero etlJ!l seg1Jnda eta-
socialmente funcionales de individuos a las que pertenece cualqmer
individuo dado (y con los otros miembros individuales de los cuales pa del completo~)desanoHo .de l~ . perso~a delin~~iyí,.':!~.<:l!,.~~.t'!~.Pe!"sQ!lé}
entra, de tal modo, en una serie especial de ·relaciones sociales) son e~¡t,~ <;:onstÍflJÍda; no s6lo por una organización de las ac;~t~~-~S ~e ~~()S
de dos clases. Algunas de ellas son clases o subgrupos sociales concre- individuos particulares, sino .también por una orgaJ1r:zacto1l de. las
actit~des sociales del otro generalizado, o grupg .sO:c::ial <:Pmo. un to.do,
ESPiRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 189
188 GEORGE H. MEAD.
; medida se convierte en un miembro orgánico de la scx:te~::ia<1.
al cual pertenece: Estas actitudes sociales o de grupo son incorpora,.,, '""'·,...,...r~ la moral de esa sociedad se convierte. en
'&as al campo d.e la experiencia directa del. individuo e induídas.
como elementos en la estructura o constitución de su persona, det
ella. Pertenece. a ella .en e( .... .. e%1. que ·olr/li•'"~··l\,"".·
actitud ot¡o, que. él ~dopta, domine 1<:1 propia exnrE~stcrn
m.ismo modo que las actitudes de otros individuos particulares; y .. diata. Una ~specie de proceso. orgarlizado está
elindividuo lJega a. ellas, o logra adoptarlas, gradas a que organiza ~o que es .e~Pt!!Sado e.n deporte
y luego generaliza las actitudes de otros individuos particulares en diiu'im;:n:t~ ·expresado en social. dcl niño, pero
iermínos de sus significaciones e inferencias sociales organizadas. De más amplío va má~ . allá inmed~ata.
tal modo la persona llega a su pleno desarrollo organizando esas importanCia del depc>rte estriba en queéste reside enteramente
actitudes individuales de otros en las actitudes organizadas sociales 1~ experiencia del niño, y la im:Portancia.de nuestro.·
o de grupo y, de esa manera, se convierte en un reflejo indivi- cacíón m.odefna consiste en ql,le es llevada tan lejos como
dual del esquema sistemático general de la conducta social o de gru- . posible dentro el~ ese reino. Las diferentes actitudes
po en la que ella y los otros están involucrados --esquema . niño están organizadas de manera, qtÍe ejercen .un. c0 xm·qLdefi;-
interviene como un todo en la experiencia .del individuo, en términos. nido sobre sureacción, así como las actitudes en un deporte con~
de esas actitudes de grupo organizadas que, mediante el mecanismq trotan su reacción inmediata. En el deporte logramos un otro
d~I sistema nervioso central, adopta para sí del mismo modo que organizado, un otro generalizado, que se halla en la naturaleza mis 4

adopta las actitudes individuales de otros. ma del niño y encuentra su expresión en la experiencia inmediata
El deporte tiene una lógica, cosa que torna posible tal organi- de éste. Y esa actividad organizada de la naturaleza del niño, que
zación de la persona: es preciso obtener un objetivo definido; las controla la reacción especial, es la que proporciona unridad y cons~
acciones de los distintos individuos están todas relacionadas entre truye su person¡¡.
sí con referencia a ese objetivo, de modo que no entran en conflicto;
Lo que ocurre en el deporte ocurr~ cot}tinuament~ en. la.
uno no está en conflicto consigo mismo en la actitud de otro hombre
niño. ~ste adopta continuámente las .actitudes de los qu~ ~"·'+"'""·"·'''"''
del mismo equipo. S! uno t~~11e la ac~it"!l~ .cle. la persona qu~ ar~oja
espeCialmente los papeles de los que en algún sentido le dominan
la pelota, puede tener también la reacción de atrapar la pelota. Am-
de Íos que depende. .Al pdn~ipío entiende la función .d~l. nrc,cl'~:o
futs están 'te!ácíonadas de manera de ccmtribuir al objetivo del de-
en una forma abstracta, Ella pasa del" juego al d~porte en ·"""'"~··~~ ...--
pdrte mismo. Están interrelacionadas en una forma unitarÍ;t, org4-
real. El niño tiene que participar en el de¡>Ürt'e. La, moral d~Lcl~pgtt,e
nica. Existe, pues, una unidad definida, que es introducida en la
se apodera del niño con. mayor fuerza que la moral más am.plia <!~
ofga:O.ízaéión de. otras personas, cuando llegamos a la etapa del
deporte, en comparación con la situación del juego, en la que. hay la comunidad. :tg=~}ig.!P.JJiLt:.nMel.deporte. y.éste . ~J?:res~.!!.!!,~.~J!!!,i!~
unasimple sucesión de un papel tras otro, situación que es, por su~ ción social en )aq!;1e ¡m~g~ .int~r-v-enir. poz; completo; Su m~l+"al.I?:JJ.e~
tener mayor atracción para él que la de la familia a la cual.pertenece
puesto, característica de la personalidad del niño. El niño es una
cosa en un momento y otra en otro, y lo que es en un momento o la de la comunidad en b que vive. &¡_,md.a.sJª!L~lt~<;tt:g;t,niz.a.::
dado no determina lo que será en el siguiente. Eso constituye, a la cion~s .soci¡¡les,alg.unas de.las c.uale.s.son ·oostante...d.u.z:aduas... otras~

vez, el encanto de la niñez y su imperfección. No se puede contar temporarias, y en ellas el niño ~net!:ay Juegaup¡l l?,specje dt§;iepo~t~.
con el niño; no se puede suponer que todas las cosas que él haga Es un~peuo 'd o ...en. .que..1e. agrad
. a ".pertenecer".. , e mgresa
. .
e:n .organ~
determinarán lo que hará en un momento dado. No está organiza~ z;~iones,que nilcen .Y desaparecen ..§.t.f<:>llY.i.~~.!~ en A~~. q"!l~ pue<!e
do en un todo. El niño no tiene carácter definido, personalidad funcionar en el todo organizado, y .de tal manera. tiende a determi-
definida. narse .en su relación con el grupo al que pertenece. Ese proceso cons-
El deporte, constituye, así, un ejemplo de la situación de la tituye una notable etapa en el desarrollo de la moral del niño. Le
que surge una personalidad organizada. En la medida en que el convierte en un miembro, consciente de sí, de la comunidad a la
niño adopta _la .actitud~del otro y permite que esa actitud del otro cual pertenece.
determine lo que hará con referencia a un objetivo común, en esa
190 GEORGE H. MEAD ESPiRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 191
Tal es el proceso por el cual surge una personalidad. He hablado la sociedad, más definidamente. universales·. peben s.er esos objetos.
de él como de un proceso que esencialmente tiene lugar mediante el be cualquier modo, es preciso q~e h·~y~ una serie definida de reac-
empleo de1 lenguaje. El lenguaje está predominantemente basado cíones, a las que podemos cQnsiderar abstractas y que pueden perte-
en el gesto vocal gracias al que se llevan a cabo las actividades coope- necer a un grupo sumamente amplio. La propiedad es en sí un.
rativas de una comunidad. El lenguaje, .en su sentido significante, concepto altamente abstracto. Es lo que el individuo mismo, y nadie
es ese gesto vocal que dende a despertar en el individuo Ja actituq más, puede dominar. La actit\ud es distinta de la de un perro hacia
que despiert(l en otros, y este perfeccionamiento de la persona por un hueso. Un perro luchará contra cualquier otro .Per¡;o q11e .ttate
medio del gesto es el que jpteryjel,l!! en. las .. actividades ~ociales de las. de arrebafal:le el hueso. No adopta la actitud del otro perro. Un
que surge erproceso de la adopción del papel del otro. Esta última hombre que dice ''ésta es mi propiedad'' estª ac;loptando una actitud
frase es un tanto infortunada, en cuanto que sugiere 'una actitud de de .la ott<tJ?fJsOJ.l,<J.. Apela a sus derechos, porque puede adoptar Ja
actor que es en rigor más compleja que' la involucrada en nuestra actitild.q\le tienen todos los demá,§ de.l grupo cop,. t:~ferenci¡,t a . la
experiencia. En ese sentido, no describe correctamente lo que quiero propiedad y, de tal manera, provoca en sí. la actitud de los otros.
decir. Vemos ese proceso jnás def~riidamente, en una forma primi- La organización de las actitudes comunes al grupo es lo que com-
tiva, en las situaciones en las que el juego del niño adopta distintos pone a la persona organizada. Una persona es una personalidad por~
papeles. En ellas, el solo hecho de que esté dispuesto a pagar dinero, que pertenece a una comunidad, porque incorpora las instituciones de
por ejemplo, provoca la actitud de la persona que recibe dinero: el dicha comunidad a su propia conducta. Adopta el lenguaje como un
proceso mismo despierta en él las actitudes correspondientes de la medio para obtener su personalidad, y luego, a través de un proceso
otra persona involucrada. El individuo se estimula a sí mismo para de adopción de los dlstíntos papeles que ·todos los demás propor-
experimentar la reacción que está p~ovocando en la otra persona, cionan, consigue alc\lnzar la actitud de los miembros . de la comu-
y luego actúa, en derto grado, en reacción a esa $ituación. EtL.el .nidad. Tal, en cierto sentido, es la estructura de la personalidqd
juego el niño actúa definidamente en el papel que él .mismo ha de un hombre. Existen ciertas reacciones comunes que cada ínt:ií-
provocado en sí. Eso, como he dicho, es 1o que proporciona un con- viduo tiene hacía ciertas cosas comunes, y en la medida en que dichas
tenido definido al individuo que responde al estímulo que le afeCta reacciones són provocadas en el individuo cuando influye sobre. otras
como afecta a algún otro. El contenido del. otro que penetra en una personas, en esa medida surge su propia perso.na. Entonces, la es-
personalidad es la reacción, en el individuo, que s.u gesto provoca en tructura sobre la cual está construída la persona es esa reacúón
el otro. común a todos, porque, para ser una persona, e~ preciso ser miembro.
Podemos ilustrar nuestro concepto básico refiriéndonos a la de una comunidad. Tales reacciones son actitudes abstractas, per9
noción de propiedad. Si decimos: "~sta es n:tiJ?f9QÍ~c:lacl, yo la con~ constituyen lo que denominamos..el carácter de un hombre. Le pr<;>-
trolaré"' la afirmación provoca una' se':éie de reacciones que tiene porcionan lo que llamamos sus prindpios, léls actitudes reconocidas
que sei la misma en cualquiercomunidad en que exista la propie- de todos los miembros de la comunidad hacia lo que son los valores
dad. Involucra una actitud organizada con referencia a la propiedad, de esa comunidad .. Se coloca él en el lugar del otro generalizado,
actitud"'que es común a todos los miembros de la comunidad. Uno que representa las reacciones organizadas de todos los miembros
debe tener una actitud definida de dominio de su propiedad y de del grupo. Esto es lo que guía la conducta controlada por l~~ prin-
respeto de la propiedad de los otros. Esas a(:titudes (en cuanto series cipios, .y una persona que posee semejante serie de reacciones ();tga-
organizadas de reacciones) deben existir en todos, de modo que, nizadas es un hombre del cual. decimos que tiene carácter, en .el
cuando uno diga una cosa, provoque en sí la reacción de los otros: sentido moral.
Estará provocando la reacción de lo que he llamado el otro genera- Es, pues~ una estructurade actit].!de§ lo que construye a una per-
lizado. Esas reaccion,es comunes, esas actitudes organizadas, con. refe- sona: en- cuanto dísiínÍ:a·d·e ti~ grupo de hábitos. Tofios I10SQt(QS
rencia a lo ql1e de~~~i11a!l2-~s propi~dad, los cultos de la religión, ten~m~~ ~iertosgrupos de hábitos, tales corm>, por,: ejeJ1'lplo, la en,to~
los' procesos de la educación y las relaciones de la familia, son las naéiónpartícular que una persona da a las palabras que usa en
que hacen posible la sociedad. Naturalmente, cuanto más amplia su conversación. :Ssta es una serie de costumbres de expresión vo-
192 GEORGE H. MEAD
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 193
nuestra conv;;:rsac10n que escuch.an otrqs, a m,enos las personas de los otros miembros de su grupo socí~l; y la estruc-
les prestemos una especiaL la extm:s1cn:L tura de su persona expresa o refleja la pauta geneial de conducta
'<'modonal que "'"j'"''"''a a nuestra pálabra hablada so:1 de la misma del grupo social al cual pertenece, así como lo hace. la est~~~tl~ra
que nos hemos expresado en forma alllJU:<u>~a­ de la per~op.a de todos los demás individuo.s. pettE:n~cieo.tg.s Le$,~.
pero el proceso detallado no vuelve a nuestra persona I..VJIX:>L.l<:In~::. grupo soCial.
Hay perdones completas de tales. costumbres que no entran en
persona consciente, pero que ayudan a constituir lo que se 21. LA PERSONA Y LO SUBJETIVO
mina la persona inconsciente.
En fin de cuenta$. po¡; co11cien<;ia de .si queremos significar El J2l"Oc~so del cual .sur~e la persona es un proceso social .que
despertar, en nosotros, del grupo de aaitudes que provocamos . involucra la. inter~cción de los individuos del grupo e involucra. la
otros, especialmente cuando se trata de uria serie de reaccicmes pre-existencia del grupo 9 : Implica, también, ciertas activid;des co-
portantes que constituyen a los miembros de la comunidad. J:!y poS~ operativas en las que participan los distintos miembros del g~~po.
éorrecto unir o mezclar conciencia, en el sentido en . que corriente- Involucra, además, que de ese proceso puede desarrollarse, a su tur-
mente empleamos el término, y conciencia de sí. ;<;':~nciénci~ no, una organización más complicada que aquella de la que ha
como se usa frecuentemrMe, se refiere simplemente al campe) de surgido la persona, y que las personás pueden ser los órganos, las
experiencia, pero''!a condencía de sj. se refiere a la capacidad para. partes esenciales al menos, de esa organización social más compli-
proyoca¡- en . . s~rie qe re~ccio:g.es ~fin idas que cada dentro de la cual surgen y existen esas personas. Y así, exi&te
:(lece.~ a otros componentes grupo;·; La conciencia y la co:nclenc;ía:~.· un proceso social del que nacen ·las personas y dentro del cual tiene

de no están en. el mismo plano. l!!\.llC:P'b~e.tie,pe,!. eyótg ét,...afoJ;.:- lugar la diferenciación, evolución y organización ulteriores.
tunada o desdichadamente, acceso a su pra:pio. dolor de ru~el.~s, La psicología ha mostrado tendencia a encarar la persona como
·•· noe.~ eso q~~ .queremos decir•.:uan:dohabl.anlos de con~if:n~~ un ele,mento m~s o 111eno~ aislado .. e independiente, una especie de
entidad de la que se podía concebir que existiese por sí mism¡u Es..
v"·'""'···'"· q'\l.e.llamé laa estructura.ssob.te posible que hubiese una sola persona en el universo, si comenzamos
las que se construye la pe:rs9na, el mar~~o. de )a pe¡;,sqna, por a.si por identificar la persona con cierto sentimiento-conciencia. Si .con-
d~Cir1o. Por supuesto, no somos solamente. lo que es común a todQs4. sideramos ese sentimiento como objetivo, podemos pensar en esa
cada una de las personas es distinta de todaslas(j~más; p~ro es:pr~~ persona como existente por sí misma. Podemos pensar de un cuer-
ciso que exista una estructura común como la que he esbozado"a po físico separado como existente por sí mismo, podemos suponer
finde~gue podamos ser mieml:>r<:>s de. una comunidad. No podemos que tiene los sentimientos o los estados conscientes en cuestión, y
s~r,nosotros mismos a menos de que seamos también miembros.en de. tal manera po?emos establecer esa clase de persona, en el pensa-
los que haya una comunidad de actitudes que controlan las mrento, como exrstente simplemente por sí misma.
tudes de todos. No podemos tener derechos a menos de que tenga- Luego hay otro empleo de "conciencia" del que nos. hemos
mos actitudes comunes. Lo que hern.os adquirido como personas ocupado especialmente, el que denota lo que denominamos pensá-
conscientes de nosotras ~isrrias, nos conyierte en miembros de · míento o inteligencia reflexiva, empleo de "conciencia" que siemPre
sqci;d;d y nos proporciona personalidad. Las personas sólo tiene en sí, implícitamente al menos, una referencia a un "yo''. :Sste
e:xistir en relaciones definidas con otras personas. No se puede esta~ empleo de "conciencia" no tiene necesariamente conexión. con el
blecer un límite neto y fijo entre nuestra propia persona y las de otro; es una concepción enteramente distinta. Un empleo tiene que
los otros, puesto que nuestra propia persona existe y participa como ver c:on cierto mecanismo, con cierta forma en que actúa un orga-
tal, en nuestra experiencia, sólo en la medida en que las personas nismo. Si un organismo está dotado de órganos de los sentidos,
de los otros existen y participan tambiéncom() tales en Íl'\le$Jl:a
9
'experiencia. El individuo posee una persona sólo en relación con La relación de los organismos. individuales con el todo ·social del cual
son mtembros, es análoga a la relación de las ce!ulas individuales de un organis-
multtcelular con el organismo como un todo.
ESPÍRITU, PERSONA Y SOC.IEDAD 195
GEORGE H. MEAD .
194
. . d' ..,. entre tales objetos se en~ Es cierto que la r~fle:Kión, ..J.omada en sí misma.• es algo .. a .lo
e~E9,l!S~s ~J(l~t~? ,<:)~)etos~.n sume 10, E~ Cierto que sí ei organismo cual solamente nosotros tenemos acceso. Uno elabora su propia
cpl1t~<l!~.l"arte de ~~J:>.r()J>l.<:) cue~ ma nervíoso central, no habría demostración de una proposición, digamos de Euclides, y ei pen-
no tuvtese una retma Y un sts e . . · samiento es algo que tiene lugar dentro de su propia ~onducta. Por
. 1 d. . . , Para que tales objetos extstan, _es prectso
objeto a guno e vtston. . . , . ro los ob. etos no están, el momento, es una demostración que existe únicamente en su pen-
que haya ciertas condiciones hswlogtcas, pe J e ndo samiento. Luego uno la publica y entonces se convierte en propie-
~llos mismos, necesariamente relacionados con una personda. ua dad pública. Hasta entonces sólo era accesible para él. Existen otros
. ·erta clase de con ucta,
•llegamos a ser persona, a1canzamos ct . ., d
to tipo de proceso social que ínvolucr~ la mteracct:O~; ~duoHs". •n•,.,.
contenidos de esa da se, tales como las imágenes d~ l~··~~i!'t¿!i'!•. I
el juego de la ímagínadón, que sólo son accesibles al individuo.
; . . e al mismo tiempo, mvolucra a m ,v¡ u . Hay una característica común a todos estos tipos de ob.létos,. que
tndtvtduos, y qu ' d , .d d coo.....,ratíva. En tal proceso
. pados en una suerte e actlvt a y- generalmente identificamos con la conciencia, y a este proc~sg,.. q'!le
surgir, como tal, la persona. . denominamos de pensamiento, en cuanto que ambos son, po.r lp
Queremos distinguir la pers~na. c~mo cterta menos en 'ciertas fases, accesibles solamente para el individuo .. Pero,
• . .. 1 en la conducta del mdtvtduo, de lo que . como he dicho, las dos series de fenómenos se encuentran en planos
estructura . .. d 1 objetos que son expenrnen · . . No exis~
t ados . ,~ completamente distintos. Esta característica común de accesibilidad
mos conCiencia e os ... 1 dos La muela que duele
te necesariamente_ una rela~t~n en~:n~~os ~ue prestarle atención: no les concede necesariamente el mismo estado metafísico .. No q'lliero
es un elemento tmportantlstmo. . d e damos analizar ahora .los problemas metafísicos, per~ ~í qpieto Jn~i~!Í!'.~,U
En cierto sentido se identifica con la persona, a fm e qu po . . ' el hecho de que la persona posee la clase· de estructura que sl!J;ge
.. · · Ocasionalmente tenemos ·
, tiscalizar ese .ttpo de expenencta. m bien te. Todo el mundo paree~ en la conducta y es completamente distinguible deJa l!a~~g.i! !~.:;:
cías que, decrmos, pertenecen al a b , 1 tiempo está des~ periencia subjetiva de esas .series de objetos especiales aJíJs .. qJt,~.ª~~~.
d 'mido el cielo se muestra som no, e . , N el organismo tiene acceso --el carácter común de singularigac;lge
estard ~fert se h~nden los valores en los cuales tenemos mteres. .o acceso no funde a una con .otra.
agra a , . . . t situación con una persona;
identificamos necesanamente semepn e . , f a Llega;, La persona a que me he estado refiriendo surge cuando la con-
. s en derredor nuestro Cierta atmos er . versación de gestos es incorporada a la conducta de la forma indi-
simplemente, senttmo . 1 l de depresión y
mos a recordar que estamos sujetos a ta es e as~s . y ento~cet vidual. Cuando esta conversación de gestos puede ser incorporada
se tipo de expenenCia.
descubrimos: en nuestro pasad o e a la conducta del individuo, d~ :f!l()d() ql!ela actitQQ c,t~Ja~~<>t.ms
sentimos algún alivio, tomamos una aspi:ína, oHdesca;sa~~:.:.Jen~ formas pueda afectar al organismo, y de modo qtú~ el organismo.
1 d cambia de caracter. ay o ras .!:'~ ,puede replicar con su gesto correspondiente y de tal manera prO\TQ~a.l:'
resultado es que e ~un o , . t podemos identificar con las per•
ciás que en cualqUler mom.~n o, . la a.ctitud del otro en su p~opio proceso, entonces nace una ~r~
Creo que podemosdi-s~íngl!it: ~on suma dangad ~ntre sana. Incluso la sencilla conversación. de gestos que puede ser man....
sanas. , ,, , . •· . , ue llamamos subjetivas porque solo nosot:ro:s. (enida en las formas inferiores puede ser explicada por el hecho.d~
t'pos de e:x:penenctas, q fl . a
! . .. . ·. 11 y la experiencia que llamamos re extv . que dicha conversación de gestos tiene una función inteligent~ Aun
tenemos acceso a e as, ...
ahí hay una parte de proceso social. Si es incorporada .aJa con-dl1~.
del individuo, no sólo mantiene dicha función, sino que además
adquiere mayor capacidad. Si yo puedo adoptar Ia actitud de un
amigo con el cual sostendré una discusión, al adoptar tal actitud
podré aplicarla a mí núsmo y replicar como él replica, y podré dar
mucho mejor forma a las cosas que si no hubiese empleado en mi
conducta esa conversación de gestos. Lo mismo rige en cuanto a ét
Es bueno para ambos meditar por anticipado acerca de la situación.
Cada individuo tiene que adoptar también la actitud de la comu-
ESPiRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 197

!96 GEORGE H. MEAD cabo gracias a la interacción de los individuos. Naturalmente, tal
es la forma en que la sociedad progresa, precisamente D].ediant(! ínter~
nidaci.~ la actitud generalizada. 1iene que estar preparado para actuar accio~es como aquellas en que una persona piensa a~erca de.u~a· cosa.
con referencia a sus propias condiciones, tal como actuaría cual Contmuamente cambiamos, en algunos sentidos, nuestr~ sistema so-
individuo de la comunidad. cial, Y podemos hacerlo inteligentemente porque pensamos.
U no de los ~ayores adelantos en el d~sarrollo de la comunidad
Tal es el J>E.?~eso ~dlexi\T.o. ~~t;t:tro del c~aL~urge la persona·
surge cuando esa reacción de la comunidad sobre el individuo
lo que llamaremos forma institucional. Queremos significar con
1? q~e he estado ~rat~ndo de hace: e~. dis6~J~Eir ~§ta. t:l~§~..cii.c.g~:
penc1a de la cmlCienCJa en cuant~ sene de caracteres d~terminados
que toda la comunidad actúa hacia el individuo, en determinadas
por ~a accesibilidad, por parte de élerta clase de objetos, al organis¡{¡o,
cunstancias, en una forma idéntica. No establece ninguna difere Es Cierto que nuestro pensamiento -mientras no es más que pe~sá~
en relación con una persona que le está robando alguna pertenencia
miento- es accesible sól? al organismo. Pero ese carácter común.
uno, el hecho de que se trate de Juan, Pedro o Diego. En esas condi~
de ser accesible solamente al organismo no hace que el pensami~nto
dones, se produce una reacción idéntica por parte de toda la comu~
o la persona se conviertan en algo q¡¡e tenemos qlle.identificar..con
nídad. Es así como se forma una institución. un gr~po de objetqs simplemente aq;e~ibles. No podemos identificar
Y ahora hay otra cuestión a la que quiero referirme breve
la persona con lo que comúnmente se denomina conciencia, es·d;~ir,
La única forma en que podemos reaccionar contra la desapro ~. .
con la ?resencia privada o subjetiva de los caracteres de lo; objetos.
de la comunidad entera es estableciendo una clase superior de comu~
Ex~ste, .por s~puesto, una disti~ción común entre la conciencia y
n1dad, que, en cierto sentido, supere en número de votos a la que
1~ conCienCia de s1, en la que la pnD].era responde aciertas experien-
conocemos. Una persona puede llegar al punto de ir en contra
cJas tales como la del dolor o la del placer, y la segunda se refiere a
todo el mundo que la rodea; puede levantarse ella sola contra
un reconocimiento o aparición d.e la persona como ol:Jjeto. Empero,
;mundo. Pero, para hacer tal cosa, ha de hablarse a sí misma con
por lo general se supone que. estos otros ·contenidos conscientes
~oz P,e la razón. Tiene que abarcar las voces del pasado y del
traen aparejada asimismo una conciencia de sí, que un dolor es siem-
:ésa es la única forma en que la persona puede lograr una voz
. ~re. e~ dolor de alguien, y que sí no existiese esa referencia a algún
· sea maYor que la voz de la comunidad. Por lo generaL
md!v1duo, no se trataría de dolor. Hay en esto un elemento de ver~
que esa voz general de la comunidad es idéntica a la comunidad
dad sumamente definido, ÍJero está lejos de decirlo todo. El dolor
amplia del pasado y el futuro; suponemos que una costumbre
tiene ~ue pertenecer necesariamente a un indi:údllo; tiene que ser d~
niiada representa lo que llamamos moralidad. Las cosas que uno
uno, SI le va a pertenecer a uno. J3]_dolor puede pertenecerle a cual-
púede hacer son las que todos condenarían .. si adoptamos la
CJ.UÍera; pero sí le perteneciera a tºG.c>:s:~seda relativamente poco im~
de la comunidad en relación con nuestras propias reacciones, la
portante. Supongo que es concebible qu~} bajo un an~stéSÍC() se
produzca una disociación de las experiencias, de modo ql.le los ·~~fri~
tior .es lj.na afirmación cierta, pero no debemos olvidar esa otra
cidadt la de replicar .a la comunidad e insistir en que cambie el
mientos de uno ya no le pertene¿en, por así decirlo. Tenemos·
de ·la comunidad. Podemos r~.formar el orden de cosas;
ejemplos de eso, sin llegar a la disociación anestésica, en una ex-
insistir en hacer que las normas de la comunidad sean mejores
periencia de una cosa desagradable que pierde su poder sobre nos-
mas. No estamos simplemente obligados por la comunidad. Est
otros porque concedemos nuestra atención a alguna otra cosa. Si,
dedicados ·a una conversación en la que lo que decimos es
por la comunidad, y en la cual la reacción de ésta está afectada por decirlo así, podemos salirnos de la· cosa, disociarla del ojo
que la contempla, encontraremos quizá que ha perdido gran parte
lo que tenemos que decir. Esto es especialmente cierto en situ
de sus características de insoportable. Lo intolerable del dolor es una
críticas. Un hombre se yergue y se defiende en relación con.
hace; adopi:a~su~prop{a defensa; puede presentar sus opiniones. reacción contra el mismo. Si uno puede llegar a impedirse ~eaccionar ·
contra el sufrimiento, se verá libre de ciertocontenido del sufrimiento
logra cambiar la opinión de la comunidad con respecto a él. El
.mismo. Lo que tiene lugar, en rigor, es que dej~~ de se~ el dolor de
ceso de la conversación es un proceso en que el individuo
sól~ el. derecho, sino también el deber, de hablar con la uno. Lo contempla uno objetivamente, eso es todo. Tal es .el punto
de la cual forma parte y de provocar los cambios que se
198 GEORGE H. MEAD ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 199
ckv~t~ ~e q'U~ continuamente. tratam~.deimbui:.•a -"'··l><"~>'~a."~<~•u" 4..derto val o~ aparte .. di; la pex§().:tla. AL.menos . .p:uede.. ..c.P.nceggrse.. qne
ql:le tieJ.!ete!l.d.~~c~~-~.4eiflrse art,:astt:al.'PQ!: bs ~mocion~. En.eae .. po~e:t,l,!g~! legicu: !L!!n. pJ.:mlo.en..q'Ue ..algo..que..re.co.no.(;.emot..~2Dl!;L(;QP,.:
no no~Iib~a,~?.s~~l,~aÍÍ() mism()! sino de la reacc!íSn. COlltra etsllio. a
.temdo es ~-a-~ ~e.~.!!l~~~~ ..!~~:q¡:i~L11fU:a.J-ª.•~~~'2.1!.~~-~.•~~r~~29...~e.J~.
~Lca,racter ()~Jettvo del Juez ~s .el. .de unapersona .nel;ltra\ que ;:::~:.a,r~:~~Is"a;º;;~;;~~;-·JJ:;;~;~§~~-··:J...x.a1ºL-9.Y_e,__ ~-~.~-~-ª-P!!~.!a
permanecer simplemente ftl~ra q~ una situación Y. a<!UÍÍ¡ltada .•. . ....... . • . .•.. ....... -~-P.. . ... n.. ., e. .¡pa.l.d.!!r.Ji.1..9PJ.n!.Qll..,ge. qqe
podemos adoptár esa.<lctit~c;Lj'Udiciaten relación .con .d. daño cterta_ e~r~~- A~- ~~~h()S..!=Q1l~eni.d.9s•. PJJJ~de .S~t ..se:PaJ:ad.a...ab.s..olutamente
~~ ·in.fie~e.. 1,1n.a pers9n.a, llegamos aJ. pqn~o en .que JlO :nos, .. · .. s!
de la persona . . hien, en c~e~to sentido, está presente, lista para apa-
daño, ,!in(). ,que lo enteJ!.demo$, nos . vemos Jm ..'Una $it1JaCÍÓ1l. -:,~~....~~~· recer en condlClones espeClftcas, por ahora hállase disociada y no
.~!l~~ndef ~s perdonar~ Por medio de tal actitud .eliminamos. se muestra por encima del umbral de nuestra conciencia de nos-
parte cfelá' experlencia exterior a nuestra persona . .,~,.~j•.Hl . ~W..,MJ!Jll~,. otros mismos.
t~V<L.X.JlitJltalJl~l~ia...JlXLdañu..•es..•un. .. ..;esentimiento ..en,. -t,~la,¡;ió¡L.~Qn;¡.•
l.i!,cl?!~~J?:t1il.9Jle Jo.i.ufició~. p.e;ro.aho!a.hemo.s.;p~adQ, .en.. CJ.erto.•setttldtO.
zada~~ñ'-iZ{!~~~~rtcl~tifu~:·?i~~lí~~r~~rri~~te:~;~::~nte ~:g~~:
m~~.!!lª.,t;ie esil ,peJ'soni\. x.nO§ •.con.ve.ttimos m una...pusona...co;n .
plemente porque uno se encuentre en un~giupo""' sea
l<:~irn4es· Exist~ ..ciel.'~a.!.~cni~A•.,p:rtes.•• a.Ja ..que.. ,nos.Js;lrnutte~noi$....;~:~t. por Otrosy le~ afe~.te, sino :eorque (y tste es un . putlto que
,®po¡;tat: .el ..s'Ufl1ÍttlÍentQ.Q....CJ.lalqUj~¡: .~Ítl.l~fÍÓn ,em~i0ne1l, . J 'll.le .COft~ venido subrayando) su propÍéJ. experiencia'' comÓ '•'J;;rson'a .... és''uña
.sist~!_.en. separarparcialmente la persona de. uno de la expenenda, d~ experíerícia que uno recibe desu acción sobre otros. JSe'co~tiuno
modo que no sea ya la experiencia del individuo en cuestión. <:n una persona en la medida en que puede adopt~'tta ~ctit~d.de
Sí ahora pudiésemos separar enteramente la experiencia, otr(). Y actuar h':l:~.~a sL.mismo co!Tio.. actúan. otros. En el grado en
de no poder recordarla, a fin de no tener que incorporarla ""'' ..... ,u.~. que la conversaci§n ge ges~os. J?:'i!.ed.LCOI,lVert~rse en parte de con-
me.nte a· la persona, día tras día, de momento en momento, ducta ~n la dirección y fiscalización de la experi~~Cia~. en ~Se
ella no existiría ya, por lo que a nosotros xespecta. :)1. .W:) t:ll.xitsJ~;mg§,' grado puede su~gir una persona .... Lo que constituye a una pe~sona
~t.f~~~~~~ q.l:l.~.}.~e!l.tifí~aJa~ Q:perien~ias .fon.la .¡lll;~;.mm¡llt.lQlj~~J~J,a:.., es el procese> s?cial dejnfluir s 0 bre ,9tros ep un, ~ctq ~()CÍafill:leg()
aparec~rían, ciertam~11te,. en J\lQUe tespe..éta~ a m ..tela:eión..co.n..la.~ adoptar la actttud de los otros que ha sido. provocada por el estí-
mulo, y por fin reacdonar a su turno frente a esa reacd6n.
"V~~~~~ ~t ~! m~tlia·_~íempo, podríéln..folh!illuJ~r. exi~tiendo ~!<V·'"'"'"''"''~,.••
r!e!l.~!~~ s~!l~~ri~les, ~in, ser incotyOra4~~ aJa personó\: . N~e~tro cuerpo. fonna parte de nuestro medio; y es posible que
sjtttación se presentg,.snáets;aso P'itoió.iifo . .de ··""'l¡¡!. .•~~t>l..,.~b'Jk:.w,¡tt~.PlJ~l: el md1v1duo ex~11111.ente su c¡¡erpo y tepga. conciencia de
tiple,. en que ún Jndivid'Uo . pierde."la memoria de . las sensaciones corp<)ra,Ies, sin tener conciencia de sÍ mismo: en otras
ex1stené'iá. :tfa . desaparecido .todo. Jo relacionado•. con. . esa ..fase. de palabras~ sin a~optar la acti!ud. ~kJo~. ptros })éldá éL Según teoría
ex~ríenCí~, y aquél se convierte en un.é1. persOn<\lidad distinta. social de la conciencia, lo que entendemos ,po~ ~onci;n'cía és ese carác:
pa~í:\do posee 'Una realidad, ya sea que. se .enctUntr~. en la . eJq~rien~ciJ•• ter y aspecto peculiares de la experiencia humana inclividuaidebidos
o no, ~ro aquí no está..identificado. con.. la persona•. no entra, a la S()ciedad humana, a la sociedad dé otras personas 'úid.ivid.~aÍ~s
CC?m:P()S,i~iÓn de la per5ona. Adoptan1os \lna. a~tit11ci d~ esa clase, que adoptan la áctitud._de otros hacia ellas. La, conq~pcíón ~ teorí;.,
ejemplo, co_n. ~eferencia a Otros, cuando una persona ha _.r.,..··,,.,.,·,·., tiñn de la conciencia- fisiológica es, en sí misma, inadecuada· nec~~ita
gún dpp .de)nJ11ria que proypcél . . l.lna. explic¡c)qn .de la.si:tJilaCiótl ser supl~mentad.a;:eorelpunt~ de vista sociopsicológi~o. I:~.'<!.4o~~~n
una· admisión y quizá pesadumbre .y l'Uego . e~ glvidada. U:na o ex.pen.mentac,ton de la actttud del otro $S lo . R,\le CQl'lStÍt'!lyeJa
sona que perdona pero no olvida es un compañero c?nCiencta _de s1, y no las meras $tfll>aciones Qr,g~ni~as 4eJ~ cuales
·junto al perdón tiene que ir el olvido, -la eliminación del recuer·do l:lene conCiencia el individuo que las ha experimentad(). Hasta el
displacen tero. sur~imie~to de su conciencia de sí en el proceso de la experiencia
soc~al, elmdividuo experimenta su. cuet,:pO-los sentimientos. y sen~
~~i~~~!l.!Il}1El,l5?.s.. ~ie:t,l,!plgs. q1:1~.1?1:l~deP J2tt.~!1l.~.ar.ªe ...e:n.<:t:tª:q~Q
saetones de éste- simplemente como una parte inmediata de su
débil re_la_~~~!l.e:tl.!!.Ed2~ fQntgni~lQ.$. g~ggs ..X.l,l!!ª :pe¡~Q.!l~! ..e.n
'de nuestro recong~Ín1Í,e!'!t(). de.... los .contenidos. fQlP~ .;L1S:t!J~!QQ¡:~.
medio, no como un cuet,:pO propio, no en términos d-e conciencia de
200 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 201

sí. La persona y la conciencia de sí tienen primeramente que surgir, Es cierto que Cooley y James tratan de encontrar la base de la per-
y luego tales experiencias pueden sq )dentificadas específicamente s.ona en las experiencias afectivas reflexivas, es decir, en lilS expe-
con la persona, o apropiadas por ésta; para, adquirir, por así decirlo, riencias que involucran el "sentimiento de sí"; pero la teoría de que
esta herencia de la experiencia, es preciso que la persona se desarrolle la naturaleza de la persona debe encontrarse en tales exp¡:ríencías no.
previamente dentro del proceso social en el cual está involucrada esa explica el origen de la persona, ni el del S(!ntimiento <le .si, qye .~
herencia. supone que caracteriza tales experiencias. En dichas experiencias d
Gracias a la conciencia de sí, el organiS,mo individual integra~ individuo no necesita adoptar las actitudesde los otros hacia él, pues-
en cierto sc~riti~do su campo ambiental; su propio cuerpo se convie¡:te to que ellas, en sí mismas, no exigen que lo hága: y, a menos
en parte de la serie de estímulos ambientales a los cuales reacciona. que lo hiciera, no podrá desarrollar una persona; y no hará tal cosa
Aparte del contexto del proceso social en sus planos más con las mencionadas experiencias si su persona no se ha originado
-aquellos en los cuales involucra comunicación consciente y conver:. ya de otro modo, a saber, el modo que hemos venido describiendo.
sación de gestos consciente entre los organismos individuales.. que :La esencia de la persona, como hemos dicho, es cognoscitiva: reside
interactúan en él-, el organismo individual no se opone a sí mismq, e~ la conversación de gestos sub jetivada que constituye el pensa-
como un todo, contra el medio; no se convierte, en cu;;tnto un todq, miento, o en términos de la cual opera el pensamiento o la reflexión.
en un objeto para sí (y, por lo tanto, no· es consciente de sí) ; no Y de ahí que el origen y las bases de la persona, como los del pen-
es, en cuanto un todo, un estímulo al cual reaccione. Por el contrario, samiento, sean sociales.
responde solamente a partes o aspectos separados de sí mismo, y los
considera, no como partes o aspectos de sí, sino simplemente tomo
partes o aspectos de su medio en general. Sólo dentro del proceso 22. EL "yo" Y EL "Mf"
las
social en sus planos más el.evados, sólo ...en ...té.rniínos de for~a;
más desarrolladas del medio social o de la situación social, logra ~l Hemos analizado en detalle las bases sociales de la persona, e
organismo individual total convertirse en un objeto para sí, y, de insinuado que la persona no consiste simplemente en la pura orga-
ahí. en consciente de sí; en el proceso social en sus planos inferiores;'' nización de las actitudes sociales. Ahora podemos plantear explí-
río conscientes, y también en el medio o situación psicológica lóg{..: citamente la duda en cuanto a la naturaleza del "yo" consciente del
camente precedente al proceso social de la experiencia y la conducta "mí" social. No pretendo plantear la cuestión metafísica de cómo
presupuesta por ésta, no se convierte en un oojeto para sí. En una persona puede ser a la vez "yo" y "mí", sino investigar la
éxperiencia o conducta que puede ser denominada conciente de S,Í,t significación de tal distinción desde el punto de vista de la conducta
actuamos y reaccionamos ·especialmente .. con re fe renda a nosotros misma. ¿En qué punto de la congucta aparece el "yo" frente al "mí"?
mismos, aunque también con referencia a otros individuos; y ~~~ Si uno determina cuál es su posición en la sociedad y se siente po-
consciente de sí es, esencialmente, convertirse en un objeto p(lr¡l .~í seedor de ciertas funciones y privilegios, todo ello es definido con
en virtud de las relaciones sociales de uno con los otros individuos. referencia a un "yo'', pero el "yo" no es un "mí" y no p~ede con-
pebe~í'! .~uhrayarse la posición central del pensamiento, cuando vertirse en un "mí". Puede que baya en nosotros dos personas, una
se considera la naturaleza de. la persona. La conciencia de sí, antes mejor y otra peor, pero eso, una vez más, no es el "yo" frente al
que laexperiencia afectiva, con sus acompañamÍentüs motores,, prü~ "mí", porque ambos son personas. Aprobamos a una y desaproba-
porciona el meollo y la estructura primaría de la persona, que de mos a la otra, pero cuando hacemos surgir a una u otra, están pre-
tal modo es un fenómeno esencialmente cognüscitivo antes que emo• sentes, para tal aprobación, en su calidad de "mí". El "yo" no apa-
cional. El proceso de pensamiento o intelectual -la internalización rece en el proscenio. Hablamos con nosotros mismos, pero no nos
dramatizá~-ié.n ~nterior, ~r el individuo, de la conversación externa vemos. El "yo" reacciona a la persona que surge gracias a la adop-
de gestos significantes que constituye su prín"cípal modo de ínter~
ción de las actitudes de otros. ~:Jgdiante la adopción de dichas actitu-
acción con otros individuos pertenecientes a la misma sociedad- es
des, hemos introducido el "mí" y reaccionamos a,él como a un "yo".
la prímera fase experiencia! en la génesis y desarrollo de la persona.
202 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 203
La forma más sencilla de encarar el problema seda na·cte:nuc de , reacciones organizadas. Y el que logre tener conciencia de si
en téiin.inos de la memoria. Hablo conmigo mismo, y recuerdo lo se debe a la capacidad del .individuo para adoptar las actitudes de
dije y quizás el contenido emocional que acompañaba lo que esos otros en la medida en que éstos. pueden ser. organizados. La
El "yo" de este momento está presente en el "mí" del adopción de todas esas series de actitudes organizadas le proporcio-
siguiente, y aquí. una vez más, no puedo volverme con na s,u "mí"; .ésa es la persona de la cual tiene conciencia. Puede
rapidez como para atraparme a mí mismo. Me convierto en lanzar la pelota a alg~n otro miembro gracias a la .exigencia que
"mí" en la medida en que recuerdo lo que dije. Sin embargo, le presentan otros miembros del equipo. :Ssa es la persona que existe
"yo" puede q:mcedér$ele esa relación funcionaL Gracias al ' · inmediatamente para él en su candencia. Tiene las actitudes de
deCimos que nunca tenemos conciencia plena de lo que somos, ellos, sabe lo que ellos quieren y cuáles serán las consecUencias de
nos sorprendemos con nuestra propia acción. Cuando cualquier acto de él, y ha asumido la respqnsabiHdad de situa- •
tenemos conciencia de nosotros. En la m'emoria, la experiencia ción. Pues bien, la presencia de esas series de actitudes organizadas
"yo" está constantemente presente. Podemos retroceder constituye .ese "mí" al cual reacciona como un "yo". Pero ni él
unos pocos momentos en nuestra experiencia, y luego, para ni ningún otro sabe cuál será dicha reacción. Quizás .haga una juw
resto, dependemos de las imágenes de la memoria. De modo ga9a bri11ante o cometa un error. La reacción a esa situación, tal
el "yo", en la memoría, está presente como vocero de la nersC'Ion:í como aparece en su experiencia inmediata, es incierta, y ello es lo
en cuanto al segundo, minuto o días pasados. Tal comíO está dado, que constituye el "yo".
es un "mí", pero un "mí" que fué el "yo" en un tiempo anterior. El "yo" ?S la acción del individuo frente a la situación social
Si se pregunta, pues, dónde aparece el "yo" directamente, en ·· que existe dentro de su propia conducta, y se incorpora a su
experiencia de uno, la respuesta es que aparece como una rienda sólo después de que ha llevado acabo el acto . . EntO~f~
histórica. El "yo" del "mí" es lo que uno era hace un conciencia de éste. Tuvo que hacer tal y cual cosa, y la hizo.
Es otro "yo" que tiene que adoptar ese papel.J'.Jo se puede ooteillíU' pie con su deber y puede contemplar con orgullo lo ya hecho.
la reacción inmediata del "yo" en el proceso 11 Ü:!l "yo" es, en El "mí" surge para cumplir tal deber: tal es la forma en que nace
sentido, aquello con lo
cual nos ídentíficanl.osJSu . en su experiencia. Tenía en sí todas las actitudes de los otros, pro·
a la experiencia constituye uno de los problemas de la mayor parté vacando ciertas rea,cciones; ese era el "mi" de la situación, y S\\
de nuestra experiencia consciente; no es dado directamente en la reacción es el "yo".
experiencia. Q11iero l!amar ~n especial la atención sobt:e.. ~J becbo !;le .que
El "yo" es la reacción del organismo a las actitudes de los reacción del "yo'' esalgo más o menos incierto. L.~s aci:ÍtU,d~s qe
ot¡:os 12 ; el "mí" es la serie de actitudes organizadas de los otros los otros, que uno adopta. ~p. cuapto afect<m. a. su propia .conc;!U,~~~;
que .adopta uno mismo. Las actitudes de los otros constituyen el constituyen el "mí", y eso es algo que exis~e; pero las reacciones
"mí" organizado, y luego uno reacciona hacia ellas como un "yo". ello no se han dado aÓ.n. Cuando uno se sienta. a meditar en
Examinaremos ahora con mayores detalles estos conceptos. posee ciertos datos que existen. Supongamos que se trata de una
No hay "yo" ni "mí" en la conversación de gestos; el acto situación social que tiene que resolver. Se.. ve a.sí m,ÍSfl:lO ~ksd,e
completo no ha sido llevado a cabo aún, pero la preparación tiene punto de vista de uno u otro individuo del grupo. Estos individuos.
lugar en ese campo del gesto. Aihora bien, en la medida en que el relacionados .todos juntos, le confieren cierta persona. Bien, ¿qué
individuo despierta en sí las actitudes de los otros, surge un grupo debe hacer? No lo sabe, y no lo sabe nadie.. Puede .incorporar la
situación a su experiencia .porque puede asumir las actitu4es de los
11 La sensibilidad del organismo pone partés de sí mismo en el medio. Sin
embargo, no _lleva el proceso vital mismo al medio, y la presentación imaginativa distintos individuos involucrados en ella. Sabe q)mo piensan ellos
completa del organismo es incapaz de presentar la vida del organismo. Puede con- al respecto, gracias a la adopción de sus actitudes. Dice virtualmen-
cebirse que pre·sente las condiciones en que tiene lugar la vida, pero no el proceso te: "He hecho ciertas cosas que parecen ol!ligarme a cierta forl.l'la,
vital unitario. El organismo físico, en el medio, siempre sigue siendo una co-
sa (MS). de conducta"·. Quizá sí actúa de ese modo, se colocará en una falsa
1 2 [Para el "yo" visto como individuo biológico, véase Ensayos Suple·
mentarías U y III.] situación con respecto a otro grupo. El "yo", en cuanto rea,cción
"' '",,_.~
204 GEORGE H. MEAD
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 205
esa situación, en contraste con el "mí" involucrado en
que adopta, es incierto. Y cu.ando la reacción se opera, entonces acc10n del "yo" es algo cuya naturaleza no podernos predecir por
rece en el campo de la experiencia, mayormente corno una imagen anticipado.
la memoria. El "yo", pues, en esta relación entre el "yo" y el "mí", es algo
Nuestro presente especioso, en cuanto tal. es sumamente que, por decirlo así, reacciona a una situación social que se encuen-
Ello no obstante, experimentamos los acontecimientos fugaces; tra dentro de la experiencia del individuo. Es la respuesta que el
te del proceso de los acontecimientos pasajeros existe d individuo hace a la actitud que otros adoptan hacia él, cuando ér"
en nuestra experiencia, incluso algunos del pasado y algunos adopta una actitud hacia ellos. Ahora bien, las actitudes que él
futuro. Vernos una pelota que pasa, al caer, y, cuando pasa, adopta hacia ellos están presentes en su propia experiencia, pero su
de la pelota es visible y parte es invisible. Recordarnos dónde reacción a ellas contendrá un elemento de novedad. El "yo" propor-
la pelota un momento antes y prevemos dónde estará después, cíona la sensación de libertad, de iniciativa. La situación existe para
allá de lo que se da en nuestra experiencia. E igualmente en nosotros, para que actuemos en forma consciente de nosotros. Tene-
a nosotros mismos; hacernos algo, pero mirarnos hacia atrás y rnos conciencia de nosotros, y de lo que es la situación, pero jamás
que 10 que estarnOS haciendo involucra poseer imágeneS anuU11.dlil.;" entra en la experiencia la manera exacta en que actuaremos, hasta
De modo que el "yo" aparece en realidad, experiencialrnente, después de que tiene lugar la acción.
uná parte de un "mí". Pero sobre la base de esta experiencia, distín;,; Tal es la base del hecho de que el "yo" no aparezca en la
guirnos al individuo que hace algo, del "mí" que le plantea el pro- experiencia en el mismo sentido que el "mí". El "mí" representa
blema. ~a reacción entra en su experiencia sólo cuando tiene l11g~¡. una organización definida de la comunidad, presente en nuestras pro-
Si el individuo dice que sabe lo que va a hacer, aun entonces pías actitudes y provocando una reacción, pero la reacción es algo
estar equivocado. Comienza a hacer algo, y ocurre cualquier que simplemente sucede. No hay certidumbre en relación con ella.
qúe le presenta obstáculos. La acción resultante es siempre un Existe para el acto una necesidad moral, pero no una necesidad me-
distinta de cualquier cosa que hubiese podido prever. :Esto rige cánica. Cuando tiene lugar, nos darnos cuenta de que ha sido he-
cluso para cuando está simplemente llevando a cabo el proceso cho. La explicación anterior nos proporciona, creo, la posición re-
caminar. El simple hecho de dar ·los pasos esperados le coloca lativa del "yo" y el "mí" en la situación, y los motivos para la
éierta situación que tiene un aspecto levemente distinto del que se separación de ambos en la conducta. Los dos están separados en el
espera, cosa que, en cierto sentido, es novedosa .. Ese movimiento proceso, pero deben estar juntos, en el S€ntido de ser partes de un
hacia el futuro es el paso, por así decirlo, del ego, del "yo". Es todo. Están separados y, sin embargo, les corresponde estar jun-
que no está dado en el "mí". tos. La separación del "yo" y el "mí" no es ficticia. No son idén-
Tómese la situación de un hombre de ciencia resolviendo ticos, porque, corno he dicho, el "yo" es algo nunca enteramente
problema acerca del cual posee ciertos datos que provocan calculable. El "mí" exige cierta clase de "yo", en la medida ,.en que
reacciones. Parte de esa serie de datos exige que les aplique tal cumplirnos con las obligaciones que se dan en la conducta misma,
cual ley, en tanto que otras series de datos exigen otra ley. Los pero el "yo" es siempre algo distinto de lo que exige la situación
datos están presentes con sus inferencias. Sabe qué significa tal misma. De modo que siempre hay esa distinción, si así se prefiere,
cual coloración, y cuando tiene los datos ante sí, ellos representan entre el "yo" y el "mí". El "yo" provoca al "mí" y al mismo
ciertas reacciones por su parte; pero ahora están ya en conflicto los tiempo reacciona a él. Tornados juntos, constituyen una persona-
unos con los otros. Si tiene una reacción, no puede tener la otra. lidad, tal corno ella aparece en la experiencia social. La persona es
sabe qué hará, ni lo sabe nadie. La acción de la persona se ;Produce esencialmente un proceso social que se lleva a cabo, con esas dos fa-
en reacción a esas series de datos en conflicto, en forma de un pro-. ses distinguibles .. Si no tuviese dichas dos fases, no podría existir
blerna, que le presentan a él, en cuanto hombre de ciencia, exigen- la responsabilidad consciente, y no habría nada nuevo en la ex-
cias en conflicto. Tiene que verlo desde distintos puntos de vista. Esa periencia.
206 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU; PERSONA Y SÓCIEDAD 207
la actitud del otro frente al propio estí111ulo de ~éste, y al adoptarla la
23. LAS ACTITUDES SOCIALES Y EL MUNDO FÍSICO ef!.cuel}:tra m09!fi~::ada,~n eLsentido de. que su reacdóJ1 se hace dis-
tinta y conduce, a su vez, a nuevos cambios. .. ·
. La persona no es tanto una sustancia como un proceso en. Las actitudes.fundamentales son, presumiblemente, aquellas que
cual la ·co·nv-ers;rdón de gestos ha sido internalízáda eri un org!; son cambiadas gradualmente, y ningún indívid~() pue({.e ~ · ·
nismo. Este proceso no existe por sí mismo, sino que es simple.:. organizar toda la sociedad; pero uno afecta continuamente aJ¡¡ so-
mente una fase de toda la organización social de la que el indi· ciedad por medio de su propia actitud, porque provoca la actitud
y:iQlJo .. .forma parte. La organización del acto social ha del grupo hacia él, reacciona a ella y. gracias a dicha reacción•. cam,,.
internalizada en el organismo y se convierte en el espíritu del bia la actitud del grupo. Naturalmente, esto es lo que constante-
.viduo. Aun así, incluye las actitude.s de otros, pero ahora mente estamos haciendo en nuestra imaginación, en nuestro pensa-
mente organizadas, a tal punto que se convierten en lo que llama~ miento; utilizamos nuestra propia actitud para provocar una distinta
mas actitudes sociales antes que en papeles de individuos separados. situación en la comunidad de la cual formamos parte; nos esfm:za-:-
Este proceso de relacionar el propio organismo con el de los otros. mos, exponemos nuestra opinión, criticamos la actitud de otros t
en las interacciones que se llevan á cabo, constituye la persona en aprobamos o desaprobamos. .Pe~o ..~demos. hélc.er tal cosa! sólo
la medida en que es internalizado en la conducta del hombre con la en la medida en que logramos provocar en nosotros la reacción
conversación del "yo" y el "mí" Hl. El valor de la internalización de de la comunidad; sólo tenemos l.déas en la medida en que tenemos
la conversación de gestos dentro de la ~onducta del individ~o, reside capacidad para adoptar la actitud de la comunidad yluego reat;dona.r
en la superior coordinación conquistada para la sociedad en su con..:-' a .el.la.
junto, y en la mayor eficacia del individuo como miembro del gru- Eh el caso de los animales inferiores, la reacción del individuo
po, Es la diferencia entre el proceso que puede tener lugar en un a la situación social, su gesto en contraste con !a situación sodal, es
po de ratas o abejas u hormigas y el que puede ocurrir en una lo que corresponde a la idea en el animal humano. No es, sin embar~
comunidad humana. Elproceso social, con sus distintas inferencias. go, una idea. Empleamos el gesto vocal para provocar la reacción
es . .incOrJ:lorado realmente a la experienda. del individuo, de que corresponde a la de la comunidad. Tenemos, en nues~
que lo que ocurre tiene lugar más eficazmente, porque, en cierto tro propio estímulo, una respuesta a esa reacción, y esta respuesta
sentido, ha sido ensayado en el individuo. :Sste no sólo desempeña es la idea. Uno dice: "tengo la idea de que es hacer tal y
mejor su papel en tales condiciones, siÍ10 que, además, reacciona cual cosa". La idea de uno es la respuesta que uno a la exi-
la organización de la cual forma parte. gencia social que se le hace. La exigencia social, digamos, es que uno
La propia naturaleza de la con versadón de gestos exige que la pague impuestos de cierta clase. Uno considera ilegitimas ta.les
actitud. del otro sea cambiada por mediación de la actitud del indi- impuestos. Entonces, la respuesta a la exigencia comunidad
viduo al estímulo del otro. En la conversación de gestos de las --específicamente, al imponedor de contribuciones-,
mas inferiores, el juego de vaivén es advertible, puesto que el indi~ !lugar en la experiencia de uno, es una idea. En"
viduo no sólo se adapta a la actitud de otros, sino que, también. luna tiene en supropia conducta símbolos qye sol1 la eXJ>te:s,tgq
cambia la actitud de los otros. La reacción del individuo, en esta {réplica a la exigencia, en esa medida tiene uno la idea
conversación de gestos, modifica continuamente, en cierto grado, 1ría ser realmente el impuesto. Se trata de una situlldón ide~i. ~n
el proceso social mismo. Y esta modificación del proceso resulta cuanto que uno adopta el papel del imponedor de en
de la mayor importancia en la experiencia del individuo. J;ªt~adopta contraste con uno mi.smo, y reacciona ante él. No se parece a la
situación de la riña de perros, donde el perro se prepara para saltar
13 Según este punto de vista, la comunicación colisde':lte. Sil desarrolla., a
partir de la comunicaCÍÓf i,n~onscíente dent.ro del proceso soc.t~l; la c9nv;rsacton re.alñlente y el otro adopta otra actitud que frustra ese salto. La
en términos de gestos s¡gmflcantes, a partu de la conversanon en . ter~mos de diferencia: consiste en que la conversación de g~stos ?S par~e d~ k
gestos no significantes; y el desarrollo, de tal manera, de la comumcacton cons·
dente, coincide con el desarrollo de- los espíritus y las personas dentro del proceso riña real realizada, en tanto que, en el otro caso, uno adopta por
social.
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 209
GEORGE JI. MEAD
nuestra parte y para llevarlo hasta el punto en que pueda ser com-
anticipado la actitud de las aulorídades impositivas y crea o do el acto social.
voca su propia reacción a ella. Cuando tal cosa sucede en la
El "mí" Y el "yo" residen en el proceso de pensamiento, e indi-
ríencia de uno, se tienen ideas. can 'del toma y daca que caracteriza a éste. No existiría un "yo" , en e1
Una persona le amenaza a uno, y uno la derriba en el acto. sentl o en que usamos este término, sí no hubiese un "mí"· 0 h _
esa situación no ha intervenido ningún elemento ideal. Sí uno e bria un "mí" sin una reacción en la forma del "yo". ~os do: tal:s
ta hasta diez y piensa en lo que significa la amenaza, está como apar~c~n en nuestra experiencia, constituyen la personalidad.
una idea, está poniendo la situación en un marco ideal. Es eso Somos mdtvtduos nacidos con cierta nacionalidad, ubicados .en cier-
lo hemos visto- lo que constituye lo que denominamos espí to punto geo~ráfico, con tales y cuales relaciones familiares y tal~s
Adoptamos la actitud de la comunidad y reaccionamos a ella, Y cuales ~elae1ones políticas. Todo ello representa cierta situació~
esa conversación de gestos. Los gestos, en este caso, son gestos q.~e const~tu y e el "mí"; pero esto involucra necesariamente una ac-
cales. Son símbolos significantes, y por símbolo no nos re cton contm~ada del organismo hacia el "mí", en el proceso dentro
~a algo que reside fuera del campo de la conducta. Un símbolo del cual restde. La persona no es algo que exista primeramente y
'·~.es otra cosa que el estímulo cuva reaéción es dada por an · · luego. entre en relación con otros, sino que, por así decirlo, es un
Eso es todo lo que quiere decir para nosotros un símbolo. Hay rem~lmo en la corriente social, y, de tal manera, una parte de la
palabra y un golpe. El golpe es un antecedente histórico de la cornente. Es ~~ proceso en que el individuo se adapta continua-
labra, pero sí ésta representa un insulto, la reacción es tal que mente, por anttctpado, a la situación a la cual pertenece y reacciona
involucrada entonces en la palabra, es algo dado en el est ante ell~; De n:odo que el "yo" y el "mí", ese pensamiento, esa
mismo. Eso es todo lo que representa un símbolo. Pues bien, adaptaC1.o.n consctente, se convierte entonces en parte de todo el pro-
.dicha reacción puede ser dada en términos d'e una actitud utt ceso soctal y torna posible una sociedad más altamente organiz<1da.
:para el posterior control de la acción, entonces la relación entre
~1 "~o" y el "mí" pertenecen a la conversación de gestos. Sí
·estímulo y la actitud es lo que entendemos por símbolo
~ubtes~ stmplemente "una palabra y un golpe", si uno respondiese
cante. mmedtat.amente a una situación social, sin reflexión, no existiría
Nuestro pensamiento que, como decimos, se lleva a cabo perso~ahdad en el sentido antes mencionado, del mismo modo que
de nosotros, es un juego de símbolos en el sentido antedicho. no extste personalidad en la naturaleza del caballo 0 el perro. Nos-
cías a los gestos, las reacciones son provocadas en nuestras ot~os, naturalmente, tendemos a dotar de personalidad a nuestros
actitudes, y en cuanto son provocadas, despiertan, a su vez, ammales domésticos, pero cuando logramos conocer sus condicio-
actitudes. Lo que antes era significación se convierte ahora en nes ~os damos cuenta de que no puede efectuarse esa clase de intro-
símbolo que tiene otra significación. La significación se ha ducctón del. proceso social en la conducta del individuo. Los ani-
vertido, ella misma, en un estímulo para otra reacción. En la males ~o t1enen el mecanismo para ello: el lenguaje. De modo
de perros, la actitud de uno tiene la significación de cambiar la que _dec¡~.os qu~ no tienen ·personalidad; no son responsables por
tud del otro perro, pero. el cambio de actitud se convierte entonces la s1tuac10n soe1al en que se encuentran. El individuo humano,
un símbolo (aunque no en un símbolo de lenguaje o · por el contrarío, se identifica con esa situación social. Reacciona
para el primer perro, y también éste cambia de actitud. ella, Y aunque sus reacciones pueden tener la naturaleza de una
era una significación se hace entonces estímulo. La conversación crítíca así. ~omo de un respaldo, involucran una aceptación de la.
gue continuamente, y lo que era reacción se convierte, en el campo , bthdad presentada por la situación. Tal aceptación . no
gesto, en un estímulo, y en la reacción a éste que es la si extste en· el caso de los animales inferiores. Ponemos personalidad
Las reacciones son significaciones en la medida en que están los animales, pero ella no les pertenece; y a la postre nos damos
í de esa convers~d.ón de gestos. Nuestro pensamiento es tal cuenta de que esos animales no tienen derechos. Estamos en liber-
situación, gracias a nuestra capacidad para incorporarlo a nuestra tad para matarlos; no se comete ningún daño cuando se mata a un
; pía acción, para cambiarlo de modo que exija una actitud distinta
ESP!lÜTU, PERSONA Y SOCIEDAD 2I1
GEORGE H. MEAD
210
JJ:J:acerm.Jil abstracción de esa clase de reacción gracias a lo que llegamos
. .,.., h d'do nada porque e1 futuro no existe a conocer de tales objetos 16 • Empero, la reacción inmediata es so-
anima 1. n~ste no a per I . • . . . " ., ue r
el animal; ·~~ste no posee en su expenenoa un ~1 q . po cial; cuando trasladamos un proceso pensante a la naturaleza, es-
.. d l." o" se encuentra en cierto sent1do baJO su tamos haciendo racional a ésta. Ella actúa como se espera que ac-
d e 1a reaccwn . e Y . ·· • N e un
a fin de que el fututro pueda existir para e1. o pose túe. Nosotros adoptamos la .actitud de las cosas físicas qr;~.. n9s
· persona de la clase que
consciente, puesto qpe no tiene una
ue
d'd h ,
pueda ser exten 1 a ac1

rodean,· cuando ¡;ambiamos lasituaCión,. í~ naturaÍeza reacciona en
venido descríbíen d o, una persona q . . . forma distinta.
pasado por los recuerdos. En la experiencia de. los an~ma 1es d La mano es responsable de lo que llamo cosas física$, distínguien-
. . . pero no 1deas m recuer os en
existen presumtblemente, tmagenes, . h . la cosa física de lo que denomino Ía consumación acto. Si
" tid; exigido H. No poseen una personalidad que mua acia
..en . · d que les tomásemos nuestros aliment<;>s como lo hacen los perros. con
hacía adelante. No tienen ese futuro Y ese pas.a 0 mismos órganos con qqe los masticamos, no tendríamos motivo
por decirlo así, d~rechos t:n cuanto tales. Y, sm em.bargo, 1a
alguno para distinguir el alimento, en cuanto cosa física, deJa \'er-
común el!! la de . asignarles precisamente personahdades ~omo_
dadera consumación del acto, la .ingestión del alimento. Lo toma-
..eco hablamos y al hablarles actuamos como st
nuestras. L "' ' riamos con fos dientes, y el acto mismo de tomarlo seria el acto de
la clase de mun.do interíor que tenemos nosotros. . . comerlo. Pero en el caso del animal humano, la mano se inter-
Una similar atribución está presentt: e? la actitud '"'u'""'"" pone entre la consumación y el transporte del objeto a la boca. En
que adoptamos hada los objetos físicos inan.lmados que n,.os. tal caso estamos manipulando una cosa física. Dicha cosa aparece
Tomamos bad¡:¡ <:.Uos la actitud de seres sooales. Est~ es m<ls entre .el comienzo del acto y su consumación fi:nal. En ese sentido,
piic~d~~e~te cierto, por supuesto, en aquellos a qmenes es un universal. . Cuando hablamos de una cosa, estamos
namos poetas de la naturaleza. El poeta se encuentr~ ~n una sando en una cosa frsica;' en"algo.que pOdemos tomar. sp-
dón social con las cosas que le rodean, hecho que q~¡za se A puesto ''c()sas" 9-ue ~o se pueden tomar, .tal~:S C()m0 1~ ~~~tfgOs
más vívidamente en Wordsworth. Las "_Unes on Tmtern. de propíeaad"yiaimaginación de un poeta: pero c0o:iente~nte."
nos proporcionan, creo, bs relaciones s?Clales de W ?r~swort~d cuando hahi;mos de cosas, nos referimos a las cosas físicas. L(lS ca-
' . ·- la continuación de las mlsmas a traves e su V1 a.
do era mno y 1 t 1 za es racteres que las compónen están determmádos primariamente por la
explicación de la relación del hombre. ~on a. na ura e
• 1 relación del amor, una re1ac1on soctal. E::~~<!:. . ~~~·~.~.~:':. mano. El contacto. constituye 16 que denominamos la sustaf).<;ia ge
tl!~.ll~~(l ~""·- ~· ·;~ ··~" . '"T ' ~ recisamente que. tal cosa. Tiene color y: olor, pór supuesto, pero nosotros pensa-
del individuo hac1aJ(l flstca e., P, . .. .. . ~
·~ · · . t'tud socta1 El hombre.... .,mos que éstos· son inherentes al algo que pódemos manipular, la
hacia otrq~J?P$tos; !1s...una. ac.l.. . ; .~ .. ?.~. ,
U~ta ié a la silla CO!lc la.cual fropteza, y Siente ca.nno. cosa física. Dicho algo es _de grandísima importancia en el desarrollo
P • P . . . . · d. · · · • en su trabajo 0 en sus dtvers1ones. de la inteligencia humana. Es.up.ive[sal, en ~~ sentidp d~.. qqej~s.
obJeto re1actona o con e1 d
reacción inmediata de los niños a las cosas que .les ro ean, es una cosa físic~.L ya .~a queJa fc:>ns'~Jmación. sea 1a de .co~r. oJa
Existe una base evidente para la reacción espectal q~e tenemos de escuchar un concierto. Existe toda una serie de cosas físicas
las cosas pequeñas, puesto que hay algo en cualquter cosa que se interpónen entre el comienzo de .un acto y su consuma-
que provoca una reacción paternal; esas cosas provocan u~~ ción, pero son todas universales; en el sentido de que pertenecen a la
. y esto rige para las cosas fls1cas experiencia de todos nosotros. La consumación que obtenemos de
paternal que es umversa1.
como para los animales. .
i El objeto físico constituye una abstracción a partir ~e.l~ 15 Se descubre que el objeto físico es ese objeto hacia el cual na existe nin-
guna reacción social que provoque a su vez una reacción social eri el individuo.
5 • 1 1 aturaleza Hablamos a la naturaleza; nos dmglmos Los objetos con los cuales no podemos mantener una relación social son los objetos
!soc1a a a n . · . M' físicos dd mundo (SM) • .
i·JlU b es, a1 mar • al árbol. a los objetos que nos ·
rodean. as
Hemos trasladado a la psicología nuestra actitud en la ciencia física, de modo
que perdimos de vista la naturaleza social de nuestra primera conciencia. El niño
1 .males sean capaces de rec•onc•cer•· ~ forma objetos sociales antes de formar objet011 físicos (1912}.
H No existen pruebas de que o~ an:.lizar dicho signo. . . (1912}.
una cosa es un signo de alguna otra y e u 1
GEORGE H. MEAD. ESPÍRITU, PERSONA y. SOCIEDAD 213
212
un concierto es sumamente distinta para todos nosotros, pero lal
cosas físicas con las que nos enfrentamos son comunes, universales en 24. EL ESPÍRITU COMO LA INTERNALIZACIÓN DEL PROCESO
ese sentido. Los goces mismos pueden adoptar forma.s que repre~ SOCIAL EN EL INDIVIDUO
senten una experiencia accesible sólo para individuos aislados, pero
lo que la mano manipula es algo universal. }\.islamos un. lugar '""~"""'<tl He estado presentando a la persona y al espíritu en términos de
al que cualquier persona puede llegar. Tenemos un J~ego de. un proceso social, como la ínternalizacióh de la conversación de ges-
ratos que cualquier persona puede usar. Poseemos ~ie.rta sene tos en la conducta del organismo individual, de manera que el orga-
pesos y medidas por medio de los cuales podemos .dehmr es.as nismo individual adopta las actitudes organizadas de los otros pro-
físicas. En este sentido, la cosa física aparece para hacer posible vocadas por la actitud de él, en la forma de los gestos de las
walídad común, dentro de la cual puedan operar las personas mismas, y al reaccionar a esa reacción provoca otras actitudes
Un ingeniero que construye un puente habla con ~a na~uraleza organizadas en los otros de la comunidad a la cual pertenece el
·el mismo sentido en que nosotros hablamos con un mgemero. Hay individuo. E~te proceso puede ser caracterizado, ·en cierto sentido,
allí tensiones y presiones que él tiene que encarar, Y la "en términos del "yo" y el "mí'', siendo el "mí" ese grupo de acti-
responde con otras reacciones que tiene~ que ser encarad,a~ de tudes organizadas a las cuales el individuo reacciona como un "yo".
modo. En su pensamiento, adopta la actitud de las cosasf~sicas: Quiero subrayar especialmente la existencia temporal y pre-
bla con la naturaleza, y ésta le replica. L<l naturaleza es i~teh lógica del proceso social con respecto al individuo consciente de
en el sentido de que existen ciertas reacciones de ella, ?aCJa n sí que surge en él 17 • L¡¡ conversación de gestos es una parte del
acción, que podemos presentar, a las que podemos replicar Y que proceso social que se lleva a cabo. No se trata de algo que sea pasi-
tornan distintas cuando hemos replicado. Se trata de un e bilítado por el individuo solo. Lo que el desarrollo del lenguaje,
al cual podemos responder, y finalmente llegamos a un· punto especialmente el símbolo sjgníficante, ha tornado pasible, es simple-
que nos es posible cooperar con la naturaleza. .,Jllente la incorporación de esa situación social externa a la conducta
Tal es el desarrollo de la ciencia moderna a partir de lo que del individuo mismo. De ello se sigue el enorme desarrollo de la
nominamos m,agía. La magia es precisamente esa n:i~ma r.•ea<:w::m,, sociedad humana, la posibilidad de previsión de lo que tendrá lugar
mas con el agregado de la suposioíón de que las cosas hsicas p1ensan en la reacción de otros individuos y una adaptación preliminar a ello
actúan como nosotros. Dicha suposición se conse.rva en !a por el individuo. Esto, a su vez, produce una situación distinta,
que adoptamos hacía un objeto que nos hiere o hae1a el objeto
de confianza del cual dependemos. Todos nosotros llevamos a ca 11 La relación de espíritu y cuerpo es la que existe entre la organización de
la persona, en su conducta como miembro de una comunidad racional, y el
c;erta proporción de esa clase de magia. Esquivamos algo organismo corporal como cosa física.
lo presentimos en cierto modo peligroso; todos respetamos ~a actitud radonal que. caracteriza al ser. humano es, pues, la relac.ión de
agüeros a los que prestamos alguna atención. Mantenemos todo el proceso en el que el individuo está ocupado consigo mismo. tal coma se
refleja en su adopción de los papeles organizados de los otros al estimularse a si
reacciones sociales hacia la naturaleza que nos rodea, aun cuando mismo para dicha reacción. Esta persona, en cuanto distinguida de las otras, re-side
permitamos que tal cosa influya so?r~ nosotros en las dentro del campo de comunicación, y.. los otros residen también del).tro de ese
cámpo. Lo que puede ser indicado a los otros o a la propia persona y -no reac-
importantes. Son actitudes que, qUlza normalmente, encub. ciona a taks gestos de indicación es, en el campo de la percepción, lo que deno-
pero que se nos revelan en numerosas situaciones. En la medida l!lÍnamos una cosa física. El cuerpo humano, especialmente en su análisis, es
considerado como una cos1 física.
que somos racionales, en la medida en que razonamos Y La línea ele demarcación entre la persona y el cuerpo se encuentra, pue-s, prime•
adoptamos una actitud social hacía. el mu~do q~e. nos rodea, ramente en la orp-anización social del acto dentro del cual surge la persona, en
ru contraste con la actividad del organismo fisiológico (MS).
camente en el caso de la ciencia, sm sentido cntico en el caso La base legítima de distinción entre el espíritu y el cuerpo es la que existe
entre los esquemas sociales y los rsquemas del organismo mismo. La educación
la magia. debe unir estrechamente a ambos. Hasta ahora no tenemos una categoría que los-
comprenda. Esto no quiere decir que exista lógicamente algo que se oponga a
16 [Acerca de la génesis social y naturaleza de la cosa física, véase Sección ello: se trata, simplemente, de una imperfección de nuestro aparato de conoci-
también The Philosophy of the Present, pags. 119-39.] miento (1927).
214 GEORG E H. M E AD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 215
que, a su turno, se refleja en lo que he denominado el "mí", §ól() ~n ,~se ?etl~i?o se ha tornado "subjetivo" el proce~() ~ocia!,
modo que el individuo mismo adopta una distinta actitud. el experto lo hlClese como lo hace un niño, sería. ..un j"Qgg0 ; perq si
Considérese a un político o un estadista presentando algún .~~ hac~,para la reglamen!ación real del tránsito, ento~ce~ hay la
yecto en el cual tiene la actitud de la comunidad en él mismo. operacwn de lo que flenomi:n¡¡mos espiritu. El espíritu no es sino
cómo reacciona la comunidad a esa proposición. El reacciona en la internalizacíón de ese proceso externo en la conducta del indivi·
propia experiencia a esa expresión de la comunidad -siente duo, a fin de hacer frente a los problemas que surgen.
dicha experiencia. Posee una serie de actitudes organizadas que :f!.~!a.. ()~.g~nización peculiar nace de un proceso social que es ló-
las de la comunidad. Su propia contribución, el "yo" en este gicamente su antecedente. lY,na comunidad dentro de la cuafel
es un proyecto de reorganización, un proyecto que él presentá or~~nismo actúa en forma cooperativa, de tales características que la
comunidad tal como está reflejado en él mismo. También él acc.wn de uno es un estímulo para que otro reaccione, y Mi sí-
por supuesto, en la medida en que presenta ese proyecto y hace gule~do, es el a,n~ecedente del tipo peculiar de organización que de-
éste una cuestión política. Ha surgido entonces una nueva nommamos espmtu, o persona. Tómese una sencilla relación faihi-
social de resultas del proyecto presentado. Todo el or,OcE!di:mi,er Iiar, ~onde están, el hombre y la mujer, y el niño que tiene que
tiene lugar en la experiencia del estadista, así como en la ""'•""' ..''"-· ser cUldado. Aht hay un proceso que sólo puede llevarse a cabo
general de la comunidad. El. estadista tiene éxito en la medida grac~as .a. interacci~nes ~entro de ese· grupo. No puede decirse que
que el "mí" final refleja la actitud de todos los de la comunidad. ~os .~~dtviduos esten pnmero y la comunidad después, porque los
Quiero señalar que todo lo que ocurre no tiene lugar simplemente tndtvlduos surgen en el proceso mismo, así como en el cuerpo hu-
eri su propio espíritu, sino más bien que su espíritu es la eX1PrE~siéftt• mano o cualquier. formq multicelular surgen las células diferenciadas
en su p~opia conducta, de esa situación social, de ese gran Es. preciso que se esté llevando a cabo un proceso vital ~ fin dé qu;
cooperativo de la comunidad, que se lleva a cabo.· ex1stan las células diferenciadas; del ~ismo modo, tiene que estar
Quiero eludir 1~ inferencia de que el individuo toma algo que llevándose a cabo un proceso social para que existan los individuos
objetivo flo.tornasub]etivo. Hay un pr<>ceso real de vivir· Y tan cierto es en la sociedad como lo es en la situación fisiológica:
por parte de todos los ll1Íembros e!~. la com'llnidad, que el que no podría haber individuo si no hubiese el proceso del cual
por.medio de gestos.· Los gestos son cierta$ etapas de _las :orn:a pa.rte. Dado tal proceso social, hay lit posibilidad de una
des cooperativas que hacen de mediadores en todo el proceso. mteltgencta humana cuando el mencionado proceso, en términos
píen, lo único que ha tenido lugar en la apariCión del espíritu de la conversación de gestos, es ·incorporado a la conducta del índi-
incorporación de ese proceso, en cierta medidat':\a conducta 'Vidu? -.-·Y entonces surge, es claro, un distinto tipo de individuo
dividuo particular. Existe determinado sÍII\boicv tal como el en. t~rmmos. de .l~s reacciones ahora posibles. &ería . ~onceqíb.le .que
emplea el policía cuando dirige el tránsito. Eso es algo que ex1st1ese un md1v1duo que simplemente jugase como lo hace el niñ..o
presente exteriormente. No se torna subjetivo cuando el · sin intervenir ~n un deporte social; pero el individuo humano ~s posi~
comisionado por la dudad para estudiar sus reglamentos de ble porque extste un proceso social en el cual puede funcionar res~
sito, adopta la misma actitud que el policía con respecto al ponsablemente. Las actitudes forman parte de la reacción social· los
y, al mismo tiempo, la actitud de los conductores de gritos no. se manten.drían como gestos vocales a menos de que ~ro­
Queremos sugerir. sí, que tiene la misma organización que el v~a~en Clertas reaccwne~ en los otros; la actitud misma sólo podría
ductor; sabe que detener significa aminorar la marcha, aplicar exxsttr como tal en ese juego recíproco de gestos.
frenos. En su organismo existe una serie definida de partes, El espíritu es, sencillamente, el juego recíproco de tales gestos
tal modo adiestradas que· en ciertas circunstancias le permiten en.la forma de símbolos significantes. Debemos recordar que el gesto
.. her el vehículo. El levantamiento de la mano por parte del extste solamente en su re ladón· con la reacción, con la actitud. No
es el gesto que provoca los distintos actos gracias a los cuales el habría palabras a menos de que existiesen dichas reacciones
hículo es detenido. Esos distintos actos existen en la l~~guaje n.o h~bría surgido jamás ~omo una ~erie de simQle~ tér-
del experto; puede adoptar la actitud del policía y la del cor.Luu'~.;L mmos arbttranos adosados a ciertos. es.tímJJlos. Las. palabr<ls han
216 G E O R G E H. M E A- D ESPÍRITU .. PERSONA Y SOCIEDAD 217

surgido de una interrelación social. 'Uno de los cuentos de Gulliver es que lo que ocurre exteriormente en el rebaño se ha internalízado
se refiere a una comunidad en la que se creó una máquina dentro de en la conducta del hombre. Existe la misma señal y la misma ten-
la cual podían meterse mecánicamente las letras del alfabeto, en una dencia a reaccionar, .pero el hombre no. sólo puede dar la se'ñal, sino
interminable cantidad de combinaciones, y entonces los miembros que también le es posible provocar en sí la actitud de fuga aterrori-
de la comunidad se reunían en torno a ella para ver cómo se dís~ zada, y gracias a que la provoca puede volver a su propia tendencia
ponían las letras después de cada rotación, en la creencia de que po. de provocar y contenerla. Puede reaccionar hacia sí mismo, al adOp-
dían surgir en la forma de la Ilíada, uno de los dramas de Shake- tar la actitud organizada de todo d grupo tratando de huir del pe·
speare o alguna otra gran obra. L;¡ suposición, en este caso, sería la ligro. No hay en eso nada más subjetivo que el hecho de que Ia
de que los símbolos tienen absoluta independencia de lo que nos~ reacción a su propio estímufo puede ser encontrada en su propiá con-
otros denominamos su significación. Carece de fundamento: no ducta, y de que puede utilizar la conversación de gestós ql.le se lleva
p~ede haber símbolos si no hay reacciones. No habría pedido de a cabo a fin de determinar su conducta. Sí puede aduar de tal modo,
socorro si no hubiese una tendencia a reaccionar a un grito de angus- le es posible establecer un control racional y, de tal manera, po-
tia. Esos símbolos significantes, en el sentido de una subserie de sibilitar una sociedad mucho más altamente organizada que de lo
estímulos sociales que inician una reacción cooperativa, son los que, contrario. e!~~pr<:JC~~~'?...no uJili.:z:a a un. hombre.. dotado de. una
en cierto sentido, constituyen nuestro espíritu, siempre que no sólo conciencia donde antes no la había, sino, más bien, a un individuo
el símbolo, sino también las reacciones, se encuentren en nuestra que incorp~ra t~do ~lpr~~es~ so~i~l;s~ pwp.ia co~'ducta. Esa ca-
propia naturaleza. Lo que el ser humano ha logrado hacer es orga- pacidad, es claro, depende en primer lugar de que el símbolo sea tal
nizar la reacción a cierto símbolo que forma parte del acto social, que puedá reaccionár a él; y, po~ lo que sabemos, el .gesto voca[hfl
de modo que adopta la actitud de la otra persona que coopera . sido la condición para el des;u::rollo de este. .. tipo .de símbolo .....N.Q. sé
él. Esto es lo que confiere un espíritu. dedr si puede desarrollarse sin el gesto vocal.
El centinela de un rebaño es el miembro de éste que tiene más Quiero estar seguro de que se entiende que el contenido plJ.~Sto
sensibilidad que los demás al olor o al sonido. Ante la inminencia en el espí~itu es .sólo desarroll~ y produ;:to de la interacción soc:iaJ.
del peligro, rompe a correr antes que los demás, que entonces le Es un desarrollo de enorme importancia, y conduce a complejidacl~s
siguen, en virtud de la tendencia del rebaño a correr todos juntos. y complíCaciones cieTa sociedad que está casi fúera. de nu~,stro,¡llcapc~
Hay un estímulo social. un gesto, si se prefiere, al cual reaccionan el analizar, pero origii1ªtiamei!_~i no. es sif1(), la ad()pei~rLcteJ¡L acti.wd
todas las otras formas. La primera forma capta el olor antes que del otro. En fa medida en gue el anim<ü p~~de .adoptarla actitud. del
ninguna otra y echa a correr, y su carrera es el estímulo para que otro y utilizar esa actitud para la fi§cz¡lización de su c.o.ndu;:ta,. en
•las otras corrán también. Todo es externo; no está involucrado esa medida tenemos lo que~se denomi11a espíritu; y ese proceso .es el
ningún proceso mental. El centinela no se considera como· el indi- único mecanismo 'involucrado en Ia aparición del espíritu.
viduo que tiene que dar la señal; simplemente, rompe a correr en No conozco ninguna manera en que la inteligencia o el espíritu
un momento dado, y, así, hace que los demás corran también. Pero pudiera surgir, a no ser mediante la internalización, por parte del indi-
con un espíritu, el animal que da la señal adopta a su vez la actitud viduo, ele Jos pNcesos sociales de la e_x:perienciay la ~onducta, _e¿ decir,
de los demás que reaccionan a ella. Sabe lo que significa su señal. Un mediante la internalización de la conversación de gestos significantes
hombre que grita "¡Fuego!" está en condiciones de provocar en sí hecha posible por la adopción, por parte del individuo, de la actitud
la reacción que provoca en los demás. En la medida en que el
de otros individuos hacia él y hacía lo que se está pensando. Y si el
bre puede adQptar la actitud del otro -su actitud de reacción al
espíritu o el pensamiento ha surgido de esa manera, entonces no
fuego, su sensación de terror-, esa reacción a su propio grito será
algo que convierta su conducta en una cuestión mental, en contrasta aación interna, la internalización de la conversación, desde el grupo social al indi-
con la conducta de los otros 18 . Pero lo único que ha sucedido aquí viduo; 2) ... imaginación. La imaginación debería ser considerada en relación
con la conducta en la cual funciona ( 1931).
18 El lenguaje, en cuanto formado de símbolos significantes, es lo que nos· La imaginación desempeña en el acto precisamente el mismo papel que el ham-
otros entendemos por t·spíritu. El contenido de nuestro espíritu es: 1) conver· bre en el proceso de la alimentación (1912). ([Véase Ensayo Suplementario, l.])
2f8 GE()RGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 219
puede haber ni podría haber habido ningún espíritu la mísma cosa, sin que ese proceso aparezca en lo que
síii él lenguaje; y las primeras etapas del desarrollb concienCia. .del t:.r<lce~>ó "'"'""·''-'"
deben de haber sido previas al desarrollo del espíritu o v.;r<<><~.tu defínidamente la actitu.d los otros, y esta "'~cu."''-''-''u
tinguida de la anterior. Quizás uno dice que· no le interesa "., •.,.¡.,.. ,,
cierta moda, sino que prefiere ser diferente; y luego
EL "Yo"'y EL "Mi" COMO FASES DE LA PERSONA lll a su propia conducta la actitud de los otros hacia él.
hormiga de otro hormiguero es introdudda en un
!:-legamos ahora a la posición: de la persona o espíritu consci~nte otra especie, éstas se lanzan contra ella y la hacen pedazos.- La
de s(en
. la .comunidad.
. .
Tal
. persona encuentra su expresión en tud de la comunidad humana puede ser la del individuo
afirmación de si. o en la dedicación de sí misma a la causa de la negándose a someterse porque adopta esa actitud común;
munidad, La persona aparece como un nuevo tipo de individuo en de Ia hormiga es u11a cuestión enteramente externa, ·
el todo social. Existe un nuevo todo social debido a la aparición déf vi duo hl1ma~o s~ trat~ d~ ~~ as~nto de adPoPtar las "'"''·.u~·-\+~·9
tipo de espíritu individual que he descrito, y debido a la persona . otros y adaptarse,o .Est~.. re~qno,cimiento del individuo
con su afirmación de sí misma o su identificación con la comuni~ como persona, en el proceso de utilizar s;·~~¡;aenéia··cre st es _lo
ad, La persona es la fase importante del desarrollo, porque tal le proporciona la actitud de afirmación sí o la de

G odedad sólo surge gradas a 1a posibilidaq de la internalización


de esa actitud social en las reacciones de toda la comunidad, El··
cambio que tiene lugar debido ,a dicha internalización de la conver~
cacíón a la comunidad. Se ha convertido, entonces, en una persona
definida. En ese caso de afirmación de sí existe una situación com--
pletamente distintá de la del miembro del rebaño, que quizá lo
sación de gestos en la (:onducta del individuo, es un cambio que: domina y que puede lanzarse salvajemente contra distintos com.,
ocurre en la ex'periencia de todos los individuos componentes. ponentes de él. Aquí, decimos, un individuo actúa instintivamente
Por supuesto, ésos no son los únicos cambios que se próducen en cierta situación. En.Ja .~ckdad ..bllmana.tenemos ,un..indiv~
en la comunidad. En la conversación ocurren cambios definid9s, que 110 sólo adopta su propia C1Ctit\ld, §Í11o ,que ,~gelll~~L.~P.J:i~rtq
de los que nadie tiene conciencia. Es necesaria la investigación de sentido, a~opta la ~ctitud de sus súbqitos; en la medid~ ~n que cio~
los hombres de ciencia, para descubrir que tales procesos se han mina sabe gué p}lede esperar. Cuando tal cosa sucede en la expe~
llevado a cabo. Esto rige también para otras fases de la organización rienda de un individuo, se produce una distinta reacción con distin-
humana. Ellas cambian, decimos, in-conscientemente, tal como ha tos acompañamientos emocionales, diferentes de los del caso del
~ido ilustrado en el estudio del mito que Wundt llevó a cabo ert su jefe de la manada. En el último hay simplemente ira y hostilidad;
Volkerpsychologie. El mito proporciona una explicación de la for- en el otro, la experiencia de la persona afirmándose conscientemente
ma en que la organización se ha producido mientras carecía mayor- contra las otras personas, con la sensación de poderío, de domina~
'mente de orientación consciente - y esa clase de cambio ocurre eión. En general, cuando lareacción de la comunidad~e ha . inte:cna.ti:.
continuamente. Tómese la actitud de una persona hada una nueva zado e~~~ef}ñdlv~4~o;~ii;i~ un ...nuevo.~val()r~ ~n:·Ja:;XPerienCÍ.a -r··Uf'
moda. Puede que al principio sea de objeción. Al cabo de un nuevo orden de reacciones .
tiempo llega a un punto en que piensa de sí misma adoptando esa . H~.g:¡o!l .a:mifi~eªg .Ü! pers.oxi<t ch~sfle. d . punto ~dt: yistil dd . . ' 'yq''
nueva moda, advirtiendo las ropas de los escaparates y viéndose ata~ y el "m(, :t;eP!'~~~ntand~ eL "g:¡í" al ~rupo de. actitudes que repre-
viada con ellas. El cambio se ha operado en ella sin que lo advir- senta a otras de la com.:qnidad, en especial a ése grupo·aé·rea~cfgngs
tiese. Hay, pues, un proceso por medio del cual el individuo, en . organizadas que hemos detallado al analizar el.<kpoiie:•..Qqr un ·lado, .
interacCión con otros, se torna inevitablemente como los, otros para y las i!lstituciones sociales, por el otro. En tales situacf;;;s-exi;¡t~ .
cierto grupo organizado de actitudes que responden a cualquier
19 [Véase tambim "The Definition of tbe Pbysica1", Univer&ity of Cbicago soci<t,I..ro,r parte del organismo individual. . En cualquier nr<:>CeS01le:OIO,.!
Decennial Publicatíons, 1903, págs. 1 04 y ss.; "Tbe Mecbanism of Social Cons-
ciousness", Joumal of Phílosophy, IX (1912), págs. 401 y ss.; "Tbe S9<=ial peratiy.o~ como el de la familia, el individuo provoca una reacción
Self", ibíd ., X (1913) , págs. 3 74 y ss.] .en los otrgs rnÍelllbros del grll:I'()· :t:~esbién, en Ia medida en que
220 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 221

dichas re¡:¡_cciones pueden ser provocadas en el .individuo de modo experiencia c0 moJin9 persona.; y míeptrasJ!l,Lc:os¡¡, no suceda no sl.JJ:::-
que éste pueda reaccionar_ a ellas, en esa .medida. tendremos los con. girá como persona.
tenidos que componen i!~ persona: el ;,otro'' y el "yo". ~iLdistin; NatuiaTii1Cn:te, la sociedad racionar no está l.imitada a tiinguna
ción se expresa en nuestra experiencia en lo que llamamos el reconocj- específica de individuos. !,,a. actitu<:i d!! .19 comu.nid9d hacia.
míento de los otros y el reconocimiento de nosotros en l~s otros. No nuestra reacción se ínternaliza en nosotros en términos de '"'·"··"'ll>~~~:
podemos reilizarnos a nosotros mismos sino en .elgrado en que reco-. ficación de Jo q!le.estamos.haciendo. Este;,. oC:~rre, en su ~ás amplío
nacemos al otro en su relación con nosotros. Sólo cuando adopta en el raciocinio universal, en la réplica que e1 mundo rado~
la .actitud del otro, puede el individuo realizarse a sí mismo como." nal hace a nuestra afirmación. Lasig!l.ifícacíó~ e.~ t¡¡,n univcr.s.alcQID.Q
persona. la comuqídag; está necesariamente involucrada en el carácter racional
9e dicha comunidad; es la reacciÓn que el mundo comp~esto d~ e

Nos referimos, por supuesto, a una situación social en cuanto


seres racíor¡,~les tiene ihevitable~ente hacía nuestra afirmación·. Ín~
distinta de simples "re;1c.dones orgá;;ícas c~mo los r~flejos del orga-
corporamos al misii1o ti~mpo el objeto y a nosotros mísiT1'~s a la
nismo, algunos de los cuales ya analizamos~ por ejemplo el caso e~
experiencia, en términos de tal proceso; el otro aparece en nuestra
q.ue una persona... se adapta inconscientemente a las que la rodean.
experiencia en la medida en que adoptamos tal actitud organizada
En esa experiencia no existe conciencia de sí. Uno logra la concien-
cia de sí sólo en la medida en que adopta la actitud del otro o ~e
y generalizada.
Sí uno se encuentra en la calle con una persona a la que no
siente estimulado a adoptarla. Entonces se encuentra en posición de
logra reconocer, la reacción hacia ella es la misma que hacia cual-
reaccionar en sí a esa actitud del otro. Supongamos que nos encon-
quier otroque sea miembro.de la misma comunidad. Lapersona es
tramos en una situación económica. SéL9. cua.n<!<lad 0ptªJnos l<l ..~Kti~
el otro, el Qtrp organizado, generalizado si se prefíe:~:e. Uno adopta
tud del. otro al hacernos una oferta, podemos. expresarnos en ~~
su actitud, en contraste con la persona de uno. Si el otro se vuelve
aceptación o declinación de tal oferta~ Es una reacción de la per-
en una dirección, uno tiene que ir en otra dirección distinta. Y es la
~oria, distinta de un ofrecimiento clarament~ automático que pued~
tener lugar sin la conciencia de sí. Un chiquillo nos mete en la existencia dentro de sí de tal actitud lo que hace posible que uno
mano un volante de publicidad, y nosotros lo tomamos sin con- sea una persona. Ello involucra algo que va más allá del hecho de
ciencia definida de él o de nosotros mismos. Nuestro pensamiento volverse hacia la derecha, instintivamente, como decimos, sin con-
puede estar en cualquier otra parte, pero el proc.eso se lleva a cabo. ciencia de sí. Para tener conciencia de sí, uno tiene que tener la
actitud del otro en su propio organismo, <o.mo .controladora deloql}e,
Lo mismo rige, es claro, en el cuidado de los niños. Í&!!.lliños. pe 7•
se va a hacer. Lo que aparece en la experiencia inmediata de la
q!lef!o~ e:¡;¡:perin1ei1tan lo que lleg<1. hasta ellos, y se adaptan a ello
p11rsona de uno, al adoptar tal actitud, es lo que nosotros denomina-
forma inmediata, sin que en su experiencia esté presente una persona.
mos el "mí". La persona que es capaz de mantenerse en la comu-
Cuando ap;1rece una persona, ella siempre involucra una expe-
nidad es reconocida en ésta, en la medida en que reconoce a los
riencia de otra; no podría haber una experiencia de una persona sim-
otros. Tal es la fase de la persona a la que me he referido llamán-
plemente por sí misma. La planta o el animal inferior reaccionan a dola el "mí". .
su medio, pero no hay experiencia de una persona. Cuando una
Fre.nte aL"mf' está el "yo": El individuo no sólo . tier¡,e dere-
persona ap~rece en la experiencia, aparece en contraste con el'otro;·
chos: .t<lm.~ién tien~ deberes. No sólo es un ciudadano, .u~. nl'iem:-
y hemos venido delineando la condición en que este otro aparece en bro de la comunidacl,sino que también reacciona a dicha comunidad,
la experiencia del animal humano, a saber, en la presencia de esa y su reacción. a ella, como hemos. visto en la convcrsació!l de gestos,
clase de estímulo, en la actividad cooperativa que provoca en el indi- la cambia. El "yo" es la reacción del individuo a la a<:títud dé la
viduo la misma ·reacción que provoq. en el otro. Cuando la reacción comunidad, tal como dicha actitud aparece en su propia conciencia.
del otro se convierte en parte esencial de la experiencia o conducta A su vez, su reacción a esa actitud organizada cambia a ésta. Como
del individuo; cuando. adoptar la actitud del otro se torna parte hemos señalado, se trata de un cambio que no se encuentra presente
esencial de su conducta, entonces el individuo aparece en su propia en su experiencia hasta que tiene lugar. EL "yo" .apar.ece en nues-
222 GEORG E MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 223
en el proceso cooperativo que cu;rre;spcmc!g
actitudes inyolucradas son extraídas del grupo,. pero
en quien se organizan tiene la oportunidad de darles una ex¡pres1on
que, quizás, nunca han tenido antes.
Esto plantea la duda general en cuanto a si puede aparecer
nuevo :w. Prácticamente, es. claro, la fi()Vedad se
y el recori~~i!nie~to d;~eii~-~ecíb~-;ri ~xp;~si6~. en l"L,,u ...._,,
nerales, eri el concepto de emergencia; Lá: ·.,.,,....,.•.,.,.¿"~;,¡.~'1> ~;~iii'<ri'\t'~'~'"'""
~·~·~~·" ..~
presente en nuestra experiencia. reorganización, pero la reorganizaCión
gen,er(lles en gue uno act.ú:~ nued.en
c;oJau:lc;l\Jm;:s antes. La primera vez que se unen el ux.n.e:t:nu
~xpedenda, pero uno mismo igno~a la manera en que ge el aguá. Ahora bien, el agua es una bu:tacJtórl e
así como el hombre de ciencia desconoce hidrógeno, pero el agua no se encontraba presente antes en los ele~
extraerá del estudio de un ¡>roblema. Suceden tales y cuales cosas que mentos separados. El concepto de emergencia es un concepto al que
sóii cónfrari,as i~'Ii teoría que se ha ¡>resentado. ¿Cómo se las expli~ la filosofía reciente ha dado gran importancia. Si se contempla el
cará? Tómese el descubrimiento de que un grano de radio manten~ mundo simplemente desde el punto de vista de una ecuación mate-
dría hirviendo una olla de agua y, aparentemente, no mática en la que existe una absoluta igualdad de los distintos t~t­
gasto alguno de energía. Ahí sucede algo que contradice toda mínos, entonces, por supuesto, no novedad. El mundo es
teoría de la física hasta la concepción de la actividad del radio. simplemente una satisfacción de tal ecuación. Asígnese cualquier
hombre de ciencia que tiene los hechos ante si, se ve obligado a valor a X y a Y y la ecuación seguirá siendo taL ~!.,~;::~~~Jones
ger alguna explicación. Sugiere que el· átomo de radio se rompe, persisten, es cierto, pero en su persistencia "s1.u:~e ~!! algo ~.que
en consecuencia, libera energía. Según la teória anterior, un no existia:'l!l't't:tes.: florejerilpkr¡.h~Y un grupo de individ~os que tienen
de radio era una cosa permanente, de la que no se podía obtener que tt:a~~j~r.iYP.tQs, En una, sociedad, de~ encO:nfiar.Se.~en todos una"
g:ía. Pero ahora, ~i.. ~~ ªHn211e que el átomo mismo ~ un ,,.,.,,.....,.. serie de hábitos de reacción comunes, organizados, pero la forma en
que involucra una interreládón de energías, entonces la ruptura que los individuos actúan es lo que origina todas-las diferencias indi-
tal sistema libera lo que es, relativamente, una e.norme cantidad viduales que caracterizan a las distintas personM. El hecho de que
energía. Lo que q'lliero señalar es .que idea "k Hega hombre tengan que actuar de cierta manera común, no les priva de origi-
ciencia, no está ya· presente en su espíritu. Su~ espíritu, mi& nalidad. El lenguaje común existe, pero ~e hace. un emplw
es el ¡>roceso de la aparición de esa ídéa. tl~~ persona:;. ~::>c~.~,... :::.··~· del mismo en cada nuevo contacto entre personas;
stíi<'derechcs en cierta ocasión, ha ensayado la situación, se """"''""'"''""
a sí misma y di5e algo que ya está en su espÍritu. Pero cuando se
novedad de lareconstrucción S?. da. gradas a
viduos hada el grupo al cual pertenecen. Esa
dijo por primera vez, no sabía lo que iba a decir. Se dijo e.JntcfnCliS,
dada por anticipado, así ~omo. no lo es la hip()tesis
algo que era nuevo para ella, así cOmo la hipótesis del hombre
ciencia es una novedad cuando se le ocurre. de cie~~i~.J?~~11t~. en Ja explí9,dón .~~~. pr()!>l.~~a.. f\Jlo~a.J~~~f.l~.f!sa
Tal réplica nueva a la situación social involucrada en la serie rea¿a6n delit1<iividug al "mí" organizad?, sl "mi" en d~?rto
se~tid~·e; ;i~pl~~e~t~ ~n mi~mb·r~"de .··~.····u.···u···.uauuau,
actitudes organizadas constituye el "yo~· t .en contraste con el ..
El "mí" es un individuo convencional, habitual. Está siempre p;~s~nta af;;.y~;~···~n la expe~ienda de i• . persona.
sen te..,. Tiene que tener los hábitos. las reacciones que todos tiene~; Los valores relativos deL:'~C.Y "yQ': qepen<ieKule.la.s.it.J,l&&ióll,
de lo contraria, el individuo no podría ser: uri miembro de la comu~ Si uno defíen.de su. propied~<i .~n 1<!- comunidad, es de
· nidad. Pero el individuo reaedona constantemente a dicha '""'.u .....- primaria el que sea. un .miembro de.ella... porque .!l"Q.Pt;t.ó,n!1.e
dad organizada •. expresándose a, sí ·mismo, no necesariamente afit·
mando,se en el sentido ofensivo, sino expresándOse, :siéndo él ...,..,·,.,..,.,..,. 20 [Cf. The Phil011ophy of the Act: parte lii.]
224 GEORGE H. ME~D
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 225

actitud de los otros le garantiza el reconocimiento de sus una diferencia significante. En tal persona, el "yo" es la fase más
deréchos. Lo importante en esas circunstancias es ser un "mí". , importante de la experiencia. Esas dos fases que aparecen constan-
temente son las fases importantes de la ·persona 21 •
le confiere su posición, le concede la dignidad de ser un miembro
de la comunidad, constituye la fuerite de su reacción emocional
a los valores que le pertenecen como miembro de la comunidad.
Es la base de su incorporación a la experiencia de otros.
26. LA REALIZACIÓN DE LA PERSONA EN LA
SITUACIÓN SOCIAL
En ocasiones es la reacción del ego o "yo'.' a una situación,
la forma en que uno se expresa a sí mismo, lo que le proporciona
Hay todavía otra fase ·del desarrollo de la persona que es pre-
una sensación de gran importancia. Uno se hace valer en cierta si-
ciso presenur- :más detalladamente.~ la r~alización de Ia J:>eE~()11a . . en
tuación, y el énfasis reside en la reacción. ~a, e~igencia es de E~ la situación social en la cual surge.
bertad con respecto a convenciones, a leyes dadas. Por supuesto: He afirmado que la persona aparece en la experiencia esen-
taT sítuación es posible sólo cuando el individuo recurre, por, a~í cialmente como un "mí" con la orgariiiacíón de. la comunidad. a la.
d~cirlo, ,<:le unacomunídad estrecha y restringida a una más amplía,
que pertenece. Esta organización, por supuesto, s~. expre;¡¡a en
es decir, rnayor en el sentido lógico de poseer derechos que no estén las dotes particulares y en la especial situación social del indivi-
tan restringidos. Uno se aparta de convenciones fijas que ya no duo. :Bste es un miembro de la comunidad, pero es una parte especial
tienen significación alguna en una comunidad en que los derechos de ]a comunidad, con una herencia y una posición especiales que
serán públicamente reconocidos, y recurre a otros individuos, en la le distinguen de todos los demás.· Es lo que es en cuanto miembro
suposición de que existe un grupo de otros organizados que respon~ de dicha comunidad, y las materias primas de que nace ese indivi-
den al llamado de uno -aun cuando este llamado sea hecho para duo especial no constituirían una persona, a no ser por la relación
la posteridad. En ese caso se trata de la actitud del "yo" en con- . del individuo con la comunidad de la cual forma parte. ,A$Í, él
traste con el "mí". tiene conciencia de.sí mism~ como tal, Y.est() no sólo en la ciuda-
Ambos aspectos del "yo" y del "mí" son esenciales para la per~ danía· ~Hti~a. ~ e~ ~~ ~o~dici6n de miembr~ de grupos enJos
sona en su plena expresión. Uno debe adoptar la actitud de que participa, sino también desde el punto de vista del pei;lsamiento
otros de un grupo, a fin de pertenecer a la comunidad; tiene que, reflexivo. Esmiembro de la comunidad de los pensadores cuya lite-
emplear el mundo social exterior incorporado a sí, a fin de poder. ratura lée, y a la cualpuede ,ontribuir con sus propios pensarri1ell-
desarrollar pensamientos. Gracias a su relación con los otros de esa tos publicados. Pertenece a una sociedad de todos los seres rácio-
comunidad, gracias a los procesos sociales racionales que se llevan a nales, y la racionalidad que identifica consigo mismo involucra un
''cabo en dicha comunidad, tiene existencia como ciudadano. Por continuo intercambio social. La más amplía comun.id.ad .en la que se
otra parte, .el individuo· reacciona constantemente a las actitudes encuentra el individuo, la que está ·en. todas partes, en todos y ,p~r~
sociales y cambia, en este proceso cooperativo, la comunidad misma todos. es el mundo del pensamiento en cuanto tal. Es miembro. de.
a la cual pertenece. Tales cambios pueden ser modestos Y triviales. dkha ~ciedªd, y esJ9 que es e11 <;uanto t<l(miembro.
Puede que uno no tenga nada que decir, aunque le lleve mucho El hecho de que todas las ~rso11a~ .~.~.~~11. s;o11~tj~~~~~.~ ~r p~o­
tiempo decirlo. Y, sin embargo, se lleva a cabo cierta proporción cesos ~odales, o en térmiÍ10s de ellos. y que .sean r~flej()sjl1gíviduales
de adaptación y readaptación. Hablamos de una persona consi- de ello~ - o más .bien, de esa pauta de conducta ()rg~.11izada.ql.le.~!Jos·
derándola un individuo convencional; sus ideas son exactamente
21 Los psicólogos tratan, en general, de los procesos involucrados en lo
las mismas que las de sus prójimos; dadas las circunstancias, es que denominamos ''percepción". pero han omitido mayormente de la explicación
apenas algo más que un "mí"; sus adaptaciones son sólo las leves el carácter de la persona. La importancia de la persona ha penetrado en la
psicología, principalmente gracias al patólogo. Las disociaciones han concentrado
adaptaciones que ocurren, como decimos, inconscientemente. En la atención sobre la persona y demostrado cuán absolutamente fundamental es ese
carácter socí~l del espíritu. Lo que constituye .la personalidad reside en esa especie
contraste, está la persona que tiene una personalidad definida, que de toma y daca entre los miembros de un gn,¡po ocupados en un proceso coope-
replica a la actitud organizada en una forma que la convierte en rativo. Es esta actividad la que ha llevado hasta el animal humano inteligente.
GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 227
226
exhiben y que las personas aprehenden en sus respectivas estructu- bio, es claro, p4ede ser muy importante. Tómese la más amplia co·
ras-:-, nó es en modo alguno incompatible con el hecho ~e que todas munidad que podamos presentar, la comunidad racional represen-
las· personas individuales tienen su inai~isJualidad · pecuhar, su pro.:< tada en el llamado raciocinio universal. Hasta una época relativa-
piá pauta única, ni destruye tal hecho .•fqrqu~.cada persona mente reciente, la forma .de tal comunidad era la de. un. mundo aris·
vidual, dentro de ese proceso, si bien refleja en su estructura totélico. Pero hombres de Norteamérica, Inglaterra, Italia, Alema·
nizada la pauta de conducta ,de dicho proceso en cuanto un nía y Francia han cambiado considerablemente la estructura de ese
lo hace desde su punto de vista particular y único den~ro de mundo, introduciendo una lógica de relaciones múltiples en .el lugar·
proceso y, de tal modo, refleja eh su estr~ctura organtzada un de la relación aristotélica de sustancia y atributo. Otro cambio fun-
pecto 0 . perspectiva de toda esa pauta soctal de condu:ta, damental ha tenido lugar en la forma del mundo, gracias a. la.reac"'
de la que se refleja en la eStructura organizada de cu,alqmer otra ción de un individuo: Einstein. Las grandes figuras de la historia
sana individual que existe dentro de ese proceso ( ast como toda provocan cambios fundamentalísimos. Estos cambios profundos
nada del ·universo leibniziano refleja ese universo desde un que se producen gracias a la acción de espíritus individuales, son
d~ vista distinto y, por 1() tanto, refleja un distinto aspectoo sólo la expresión extrema de los que se llevan a cabo contínua.-
. pectiva de dicho universo) . En otras palabras, la estt1lctura. mente debido a reacciones que no son simplemente las de un "mí",
• nízada de cada persona individual. dentro d~l proceso ~octal sino las de un "yo". Estos cambios tienen lugar gradualmente y
experiencia y conducta, refleja la paut~ de re~aCl.ones org~ntzadas • más o menos imperceptiblemente. Sabemos que cuando pasamos
dicho proceso en cuanto un todo y esta constttu~da por. d~cha pauta¡ de un período histórico a otro se han producido cambios fundamen-
·Pero cada estructura de persona individual refleJa un dtstmto aspec,. tales, y sabemos que tales cambios son debidos a las reacciones de
to 0 perspectiva de esa pauta de relaciones, y est~__co!l~~i~uí~a los distintos individuos. Sólo podemos reconocer el efecto final,
e~;L.Pauta. porque .c<Ida estructura refleja es.a pauta .de relactones pero las diferencias se deben a los gestos de los innúmeros indivi-
de su punto de vista único; y, así, el ongen saeta! Y \..v.u<>t.lL~·'­ duos que cambicm realmente la situación eu q11e se,..encue~tran, aun·
comunes. de las personas individu<Iles y de sus estructuras que los cambios específicos sean demasiado minúsculos para 9ue los
cluye la existencia de amplias diferencias y vari~cíones , identifiquemos. Como he señalado, el ego o "yo" ql1e eS, respgnsaple
entre ellas, ni contradice la individualidad pecuhar Y mas o por los cambios de esa clase, aparece en la_ experiencia sólo después
distintiva que cada una de ellas posee en real.idad. ~oda de que ha tenido lugar su reacción. Sólo después de haber pronun~
individual dentro de una sociedad o comuntdad soctal dada. ciado la palabra que estamos diciendo, nos reconocemos como la per-
fl~ja en s~ estructura organizada toda la. pauta de relac.iones sona que la ha pronunciado, como esa persona particular que dice
conducta social organizada que dicha soct~dad o c~muntd.ad. ~sa cosa particular; sólo después de haber hecho lo que vamos a
q pone en práctica, y su estructura organtzada esta constttutda hacer, tenemos conciencia de lo que estamos haciendo. Por muy
el. ~endonado molde; pero puesto que cada una de esas cuidadosamente que planeemos el futuro, t~t.~~.. S,i!~P!~ .<:fistint.g_g~
individuales refleja un aspecto o perspectiva distinto,. único, lo que p()~emo§ prever, y .. este algo que continuamente. incQ!p.Qra~
pauta en su perspectiva, desde su lugar o punto ~e vtsta . mos y agregamos es Jo que identificamos con la persona ql,!!apa~J!c~
y único dentr<;> del proceso total de conducta soctal or~an~zada en el plano. de nuestra experiencia· sólo. después de la completadón..
exhibe esa pauta --es decir, puesto que cada uno esta dtfere~te del acto.
singularmente relacionado con ese proceso. total Y ocupa en el En algunos sentidos, es daro.•.. podemos. determinar qué está por-
propio foco, esencialmente único, de relacwnes-, la est:u:tura . hacer la persona. Podemos aceptar ciertas responsabilidades por an-
cada uno está constituida por esa pauta de un modo dtstmto ticipado. Uno firma contratos y hace promesas, y se siente obli~
que está constituida la estructura de cualq~ier otro .. gado por ellos. ~ª situación puede cambiar~ el acto puede ser-
El individuo, como hemos visto, reacctona contmu~mente distinto de lo que el individuo pensaba··nevar a cabo, pero esta ligádo·
tra esta sociedad. Cada adaptación involucra algún tlpo de al contrato que ha firmado. Tiene que hacer ciertas cosas a fin de-
bio en la comunidad a la cual el individuo se adapta. Y este continuar siendo miembro de la comunidad. En los deberes ·de le>
228 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 229
S"ll~"l"lamarnoscc:mdu~ta racional, en nuestra .adaptación a un turalmente, hay cimientos profundos y sólidos. Uno cumple con
en el 9"lle prevalecen las leyes ele la naturaleza y la economía y su palabra, hace frente a sus obligaciones; y ello proporciona una
sistemas políticos, podemos analizar lo que ocurrix:á y aceptar base para el respeto de sí. Pero son caract~res que prevalecen en la
responsabilidad de io que vamos a hacer. y. sin embargo,la mayoría de los miembros de la comunidad con los cuales tenemos
rear que aparece en. el acto espera a la cornpletadón del acto ~elaciones. Siempre fracasamos en ciertos puntos, pero en general
Ahora bien, este acto vivo es el que nunca penetra directamente en ~omos gente que cumple con su palabra. Pertenecemos a la comu-
experiencia reflexiva. Sólo después de que ha tenido lugar el ~idad, Y nuestro autorrespeto depende de que nos reconozcamos
podemos apresarlo en nuestra memoria y ubicarlo en términos como tales individuos que se respetan a sí mismos. Pero eso no nos
lo que hemos hecho. Podemos decir que es ese "yo" el que basta, puesto que queremos reconocernos en nuestras diferencias con
nuarnente eStarnos tratando de realizar, y de realizar mediante respecto a las otras personas. Tenemos, por supuesto, una 'sítua-
conducta misma. Uno n.o lo tiene nunca completamente ,ción económica y social específica que nos permite distinguír-
A veces alguien puede decirnos algo sobre nosotros mismos de ¡nos de tal modo. También tenemos, hasta cierto punto, posicío-
cual no teníamos conciencia. Uno nunca está seguro de sí. y ¡nes, en distintos grupos, que nos proporcionan un medio de auto-
asombra a sí propio con su conducta tanto como asombra a ¡ídentificación, pero. detrás de estas cuestiones hay una sensación de
personas. ¡que existen cosas que hacemos_ mejor que otras personas. Es
Las posibilidades de nuestra naturaleza, esos tipos de energía que sumamente interesante estudiar estas superioridades, muchas de ellas
William James indicó con tanto placer, son posibilidades de la tríviales, pero de gran importancia para nosotros. Podemos
sona que están más allá de nuestra captación, inmediata. No analizar las formas de hablar o de vestirnos, la capacidad para re-
rnos qué son. Obtenemos gran parte de nuestro goce con cordar, esto, aquello y lo de más allá, pero siempre es algo en que
las, las películas cinematográficas, el arte, poniendo en nos destacamos de otras personas. Tenemos cu~dado, es claro de no
por lÓ menos en la imaginación, capacidades que nos jactarnos nosotros mismos. Nos tornamos grandes trabaj;s para
o que queremos que nos pertenezcan. Los complejos de mJreriol:m:ao.c encubrir semejante situación; pero en realidad nos sentimos gran-
surgen de la existencia en la persona de necesidades que de~ente complacidos. Entre los niños y entre las comunidades prí-
satisfacer; al no poder hacerlo, nos adaptamos a ellas mediante mltlvas, esas superioridades son exhibidas y la persona se jacta de
llamados complejos de inferioridad. Las posibilidades del ' ellas; pero asimismo en nuestros grupos más avanzados existen
corresponden a lo que realmente está sucediendo, teniendo lugar, como formas esenciales de realizar la propia persona, y no se las
son, en cierto sentido, la parte más fascinadora de nuestra debe identificar con lo que denominamos expresión de la persona
rienda. Es en ellas donde surge la novedad, y en ellas están u egoísta o egocéntrica. Una persona puede ser tan sincera como se
nuestros más importantes valores. En cierto sentido, continuamen quiera en materia de dólares y centavos o esfuerzos, y puede ser
buscamos la realización de esa persona. sincera en su reconocimiento de los éxitos de otras personas y de
Hay varias formas en que podemos realizar esa persona. su complacencia con ellos, pero eso no le impedirá que goce con
que se trata de una persona social, es una persona realizada en sus propias habilidades y obtenga una satisfacción especial de sus
relación con otras. Tiene que ser reconocida por otras, para propios éxitos. '
los valores que queremos que le pertenezcan. En cierto. sentido, Esta sensación de superioridad no representa necesariamente al
realiza a sí misma gracias a su superioridad con respecto a tipo desagradable de carácter asertivo, ni significa que la persona
, del mismo modo que recon0ce sus inferioridades cotejad¡¡ con 1 quiera rebajar a otros individuos a fin de conseguir una posición
}Los complejos de inferioridad son las situaciones inversas 1
más elevada. Bsa es la forma que tal realización de sí mismo apa-
/sentimientos de superioridad que alentamos con referencia a renta tomar, para decir lo menos, y .todos nosotros reconocemos
1en contraste con las personas que nos rodean. Es interesante esa forma, no simplemente como infortunada, sino · como más o
; en la propia conciencia íntima y encontrar aquello de lo cual menos moralmente despreciable. Pero existe una exigencia, una exi-
\mos tendencia a depender para mantener nuestro autorrespeto. gencia constante, para realizar la propia persona en alguna clase
230 GEORGE H MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 231

de superioridad sobre los que nos rodean. Aparece quizá más más graves, hay una actitud que ínvoluaa el sentimiento de supe~
nídamente en situaciones como aquellas a las que me he referido 'Y ríorídad y que al mismo tiempo no entraña malignidad alguna.
que son las cosas más difíciles de explicar. Existe cierto placer en Podemos tener sumo cuidado con lo que decimos, pero aun así existe
, las desdichas de otras personas, especialmente de las que están con- la actitud de la persona que en cierto modo se siente superior en
. centradas en torno de su personalidad. Encuentra su expresión esas condiciones: no hemos hecho esa cosa embarazosa, nos hemos
lo que denominamos murmuraciones, incluso murmuraciones librado de ella.
lévolas. Tenemos que estar en guardia contra ellas. Podemos El sentimiento de superioridad es magnificado cuando perte~
donar un acontecimiento con una pena real, y, sin emoorgo, nece a una persona que se identifica con el grupo. Se agrava en
pre hay cierta satisfacción en algo que le ha ocurrido a otra ve1rsona. nuestro patriotismo, en el que legitimízamos una afirmación de
pero no a nosotros. superioridaq que no admitiríamos en las situaciones a que me he
É<lta es la misma actitud que la involucrada en la gracia de referido. Parece ser perfectamente legítimo afirmar la superiorída,~:L.
alguien tropiece y caiga. En la risa qu'e produce esa situación, de la nadón a que uno pertenece, con respecto a las demás naciones;
cierta liberación del esfuerzo que no tenemos que hacer para describir la conducta de otras naciones con tintas sombrías a fin de.
tarnos. Es una reacción directa, una reacción que subyace a lo destacar los valores de la conducta de los que componen nuestra
llamamos conciencia de sí, y el humorismo de la misma no propia nación. Y esto es igualmente cierto en política y religión,
paña al placer por los sufrimientos de la otra persona. Si una ~-'"'·"v.uct en la preferencia de una secta por encima de las demás. Esto ocupó,
se quiebra una pierna, podemos simpatizar con ella, pero, en en el primer período, de las guerras religiosas, el lugar de las expre-
de cuentas, fué gracioso verla esparrancada en el suelo. Por así siones de nacionalismo exclusivo. Uno pertenecía a un grupo supe~
cirio, comenzamos a caer con ella y a levantarnos después de ríor a todos los otros, y podía hacerse valer confiadamente porque
ha caído, y nuestra teoría de la risa es que se trata de una tenía a Dios de su parte. }\hí ep.contramos una situac.ión enlai!Bal
.de_. esa . tendenda inmediata a sorprendemos en esas parecía ser perfectamente legítimo afitmar es.a clase de S\lJ>E!dorídad
N~~ h~~os identificado con la otra persona, adoptado su "r'"n'"" que acompaña a la conciencia de sí y que, en cierto sentido, parece
lDicha actitud involucra un intenso esfuerzo que no tenemos ser esencial para la conciencia de sí. Naturalmente, ella no se limita
1
hacer, y la liberación de ese esfuerzo se expresa en risa. La risa al nacionalismo y al patriotismo. Todos creemos que el grupo en
1
'la forma en que el "yo:·, por así decirlo, reacciona en esas que nos encontramos es superior a todos los demás grupos. Podemos
dones. El individuo probablemente pone xl\anos a la obra unirnos a los miembros para un chismorreo 'que con cualquier otra
iyudar a la otra persona a levantarse, pero hubo en la reacción persona o cualquier otro grupo sería imposible. El liderazgo, por
· elemento que se expresó en la sensación de superioridad de la supuesto, desempeña su papel, puesto que el entusiasmo por los que
sona que no perdió el pie con respecto a la que cayó en la tienen una posición elevada entre nosotros nos ayuda a la organiza·
Pues bien, la situación general no se encuentra simplemente cíón del grupo; pero, en conjunto, dependemos de un reconocímien-
condiciones físicas, sino que es igualmente evidente en la ·. to común de que los otros no son tan buenos como nosotros.
dad cuando una persona comete un faux pas; ahí también El sentimiento de superioridad de grupo se explica en general en
la misma sensación de diversión y superioridad. términos de la organización del grupo. Los grupos sobrevivieron en
Quiero destacar en estos ejemplos la diferencia existente el pasado en la medida en que se organizaron contra un enemigo
la actitud ingenua del "yo" y la actitud más complicada del ' común. Se mantienen gracias a que han actuado como una unidad
Uno se comporta con perfecta corrección, suprime su carcajada, contra el enemigo común: tal es la explicación desde el punto de
apresura a poner de pie nuevamente a la persona caída. :Ésa es · vista de la supervivencia del más apto, de la comunidad que está
actitud social del "mí" en comparación con la del "yo", que organizada más satisfactoriamente. Por cierto que es la forma más
con la situación, pero que goza, diremos, en cierta forma in1otE~nsn sencilla de reunirse, y puede que sea una e:¡cplicacíón adecuada.
No hay nada de maligno en ello, y aun en las situaciones en Sí uno posee una legítima superioridad, se trata de una supe·
uno siente cierta satisfacción en enterarse de escándalos y riorídad que.descansa sobre la ejecución de funciones definidas. Uno
232 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 233
es un buen cirujano, un buen abogado, y puede enorgullecerse de rece en la acción del "yo", pero la estructura, la forma de la persona,
su superioridad, pero es una superioridad de la cual hace uso. y es convencional.
cuando la emplea realmente en la comunidad a la que pertenece, ella Esta forma convencional puede ser reducida a un mínimo.
pierde el elemento de egoísmo en que pensamos cuando pensamos la actitud del artista, donde hay creación artística, el énfasis puesto
en una persona que se jacta simplemente de su superioridad sobre sobre el elemento de novedad es llevado al límite. Esta exigencia
alguna otra. He estado poniendo el acento en el otro aspecto, porque de lo no convencional és especialmente advertible en el arte moderno.
a veces lo encubrimos en nuestra experiencia. Pero cuando el senti- En él se supone que el artista deb~ apartarse de la convención; se
miento de superioridad se incorpora a una expresión funcional, en- cree que una parte de la expresión artística reside en la ruptura con la
tonces se hace, no solamente legítimo, sino que es la forma en que convención. Naturalmente, tal actitud no es esencial para la función
los individuos cambian las situaciones en que viven. Cambiamos las artística, y probablemente jamás ocurre en la forma extrema en
cosas gracias a las capacidades que tenemos y otras personas no que tan frecuentemente es proclamada. Tómese a ciertos artistas
;tienen. Tal capacidad es la que nos torna eficaces. La actitud inme- del pasado. En el mundo griego los artistas eran, en cierto sentido,
diata lleva en sí un sentimiento de superioridad, ·¿·e ~~~tener la los supremos artesanos. Lo que ellos debían hacer era más o menos
persona. La superioridad no es la .meta que tenemos a la vista. Es establecido por la comunidad y aceptado por ellos, como, por ejem-
un medio para la conservación de la persona. Tenemos que distin- plo, la expresión de las figuras heroicas, de ciertas deidades, la erec-
guirnos de otros, y ello se logra haciendo algo que los demás no·~ ción de los templos. Las reglas definidas eran aceptadas como esen-
pueden hacer o no pueden hacer tan bien. ciales para la expresión. Y sin embargo el artista introducía en ésta
Ahora bien, poder aferrarnos a nosotros mismos en nuestras la originalidad que distingue a un artista de otro. En el caso del
peculiaridades es algo encantador. Sí se toma simplemente en la artista, el énfasis en lo que es anticonvencional, en lo que no está en
forma tosca de la persona que alardea de sí, entonces queda en éx- la estructura del "mí", es llevado tan lejos, quizá, como se lo
hibicíón un aspecto desagradable y bajo. Pero si es una expresión puede llevar.
que se incorpora a las funciones que sostiene, entonces pierde ese Ese mismo énfasis aparece también en ciertos tipos de conducta
carácter. Suponemos que tal será el resultado definitivo de las expre- impulsiva. La conducta impulsiva es conducta no controlada. La
siones de nacionalismo. Las naciones tendrían que estar en condicio- estructura del "mí" no determina en dicha conducta la expresión
nes de expresarse en la forma funcional en que lo hace el profesional. del "yo". Sí usamos_ una.expt:esión freudiana, e! "mí" es ert óerto
En la Liga de las Naciones se encuentra el comienzo de tal organÍ· sentido un censor. Determina la clase de expresión que puede tener
. zación. Una nación reconoce ciertas cosas que tiene que hacer como lugar, prepara el escenario y da el píe. En el caso de Ia conducta
miembro de una comunidad de naciones. Incluso el sistema de man· impulsiva, esta estructura del "mí" involucrada en 1a situación no
datos pone por lo menos un aspecto funcional en la acción de la proporciona tal control en ninguna proporción semejante. Tó-
nación dirigente, y no un aspecto que sea meramente una expresión mese la situación de la afirmación de sí, en que la persona se hace
de poderío. valer simplemente sobre otros, y supóngase que la tensión emo-
cional es tal que son dejadas de lado las formalidades de la cortesía
social en la conducta legítima, de modo que la pasona se expresa
27. LAS CONTRIBUCIONES DEL "yo" Y EL "Mf" violentamente. En ese caso, el "mí" es determinado por la situación.
Hay ciertos campos reconocidos dentro de Ios cuales puedé hacerse
He estado tratando de distinguir entre el "yo" y el "mí" como vaÍer un individuo, ciertos derechos que le corresponden dent~o de
fases distintas de la persona. El "mí", decimos, r~sponde a las actítÜ~~ esos límités. Pero que la tensión se torne demasiado y Íos
des organizadas tos otros, que nosotros asumimos defíriidarriente;y·e límites no son observados y el individuo se hace valer quizás en
que, ..m consecuencia, .determinan nuestra conducta en la medida una forma violenta. Entonces el "yo" es el elemento que domina
en que ella es de un carácter autoconsciente. y bien, el ''mí" puede sobre el "mí". En lo que considerarnos circunstancias normales, la
ser considerado como dador de la forma del "yo". La novedad apa- forma en que actúa un individuo es determin2da por su adopción de
234 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 235
la actitud de los otros del grupo, pero si al individuo no se le con~ dones normales, la contribución del individuo recibe su expreston
cede la oportunidad de elevarse en comparación con la gente, como en los procesos sociales involucrados en el acto, de modo que la
no se le concede a un niño a quien se le niegan relaciones con otras agregación de los valores a la persona no representa egoísmo. La
personas, entonces se produce una situación en que la reacción no otra situación en que la persona, en su expresión, exp!ota en algún
es controlada. sentido al grupo o sociedad al cual pertenece, es la situación estable.;:·
El control social 22 es la expresión del "mí" en comparación cicla por una persona estrecha, por decirlo así, que se aprovecha de
con la expresión del "yo". Establece los límites, proporciona ta todo el grupo para buscar su propia satisfacción. E incluso tal per-
determinación que permite al "yo", por así decirlo, emplear el sona es una cuestión social. Distinguimos muy definidamente entre
"mí" como el medio para llevar a cabo la empresa en que todos el hombre egoísta y el hombre impulsivo. El hombre que pierde los
están interesados. Donde las personas son mantenidas· fuera o más estribos y derriba a otro puede ser un hombre sumamente abnegado.
allá de esa clase de expresión organizada, surge una situación en No es necesariamente una persona que utilice cierta situación con
que el control social está ausente. En la psicología colectiva más o me~ vistas a sus propios intereses. Este último caso involucra a una per-
nos fantástica formulada por Freud, los estudiosos encaran la vida se- sona estrecha que no se relaciona con el grupo social.del que forma
xual y la afirmación de sí en sus formas violentas. La situación parte.
normal, empero, involucra una reacción del individuo en una situa- Los valores se agregan definidamente a esa expresión de la per-
ción socialmente determinada, pero a la que él aporta sus propias sona que es peculiar a la persona; y lo que es peculiar a la persona
reacciones como un "yo". La reacción, en la experiencia del indi- es lo que ésta llama suyo propio. Y, sin embargo, ese valor reside
viduo, es una expresión con la cual se identifica la persona. Es en la situación social y no existiría aparte de ella. Es la contribución
dicha reacción la que le eleva por encima del individuo institucio- del individuo a la situación, aun cuando el valor prevalezca sólo
nalizado. en la situación social.
Como he dicho antes, una institución, después de todo, no es Por cierto que buscamos esa clase de expresión que es la expre-
más que una organización de actitudes que todos llevamos adentro, sión de sí mismo. Cuando un individuo se siente acorralado, reco-
las actitudes organizadas de los otros, que controlan y determinan noce la necesidad de lograr una situación en que se le presente una
la conducta. Pues bien, este individuo institucionalizado es, o debe- oportunidad para hacer su contribución a la empresa, y no simple-
ría ser, el medio por el cual el individuo se expresa a sí mismo a mente para ser el "mí" convencionalizado. En una persona que lleva
su manera, porque tal expresión individual es lo que se identifica a cabo una tarea rutinaria, ésta conduce a una reacción contra la
con la persona en los valores esenciales a ésta y que surgen de ésta. ¡náquina y a la exigencia de que tal tipo de trabajo de rutina ocupe
Hablar de esos valores como surgidos de la persona, no les confiere su lugar en el proceso social total. Naturalmente, existe cierta pro-
el carácter del egoísmo, porque en las condiciones normales a que porción de verdadera salu·d mental y física, una parte esencíalísima
nos referimos, el individuo hace su contribución a una empresa de lfl vida de uno, involucrada en la ejecución de trabajo rutinario.
común. El jugador de béisbol que efectúa una jugada brillante, está Unó puede muy bien cumplir de un modo más o menos mecánico
haciendo el juego que le exigen los nueve del equipo a que pertenece. con ciertos procesos en que su contribución es sumamente pequeña,
Juega para su bando. Por supuesto, un hombre puede jugar para y encontrarse en mejor situación gracias a ello. Hombres como John
la galería, puede tener más interés en hacer una jugada brillante que Stuart Mili han podido llevar a cabo tareas rutinarias durante cierta
en ayudar a los nueve a ganar, así como el cirujano puede llevar a parte del día y luego dedicarse al trabajo original por el resto de
cabo una operación brillante y sacrificar al paciente. Pero en condi- la jornada. U na persona que no puede hacer cierta cantidad de
trabajo estereotipado, no es un individuo sano. Tanto la salud del
22 [Sobre el tema del control social véase "Tbz Genesis of the Self and
Social Control", lntemational Joumal of Ethics, XXXV (1924-25). págÍ· individuo como la estabilidad de la sociedad exigen una cantidad
nas 25 f y ss.; "The Working Hypothesis in Sociat REform", American Joumal considerable de tal trabajo. La reacción a la industria mecáni:a
of Sociology, V (1899-1900), págs. 367 y ss.; "The Psycho1ogy of Punítive
Jnstíce", ibíd., XXIII (1917-18), págs. 577 y ss.] exige simplemente la restricción del tiempo dedicado a ella, pero
236 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 237

no involucra su abolición total. Ello no obstante, y


esto, debe de haber alguna forma en que el individuo pueda 28. LA CREATIVIDAD SOCIAL DE LA PERSONA EMERGENTE
presarse. Las situaciones en que es posible lograr esta clase de
'presión parecen ser espedalmen te preciasas; me refiero a las Hemos estado analizando el valor que se concentra... e.n to.r.no a
dones en que el individuo queda en condiciones de hacer algo por la persona, especialmente el involucrad() en.. eL "yo':, ext CQ!l:U~ara·
su \:Uenta, en las que puede hacerse cargo de la responsabilidad y ción con el involucr_¡¡do en el "mf:_.lEf.-r'";Jif~ .g.~...e~eo,ialmgxlte~.un
Jlevar a cabo cosas a su modo, con una oportunidad para mie-Qt}:)ro del ,grupo social yJeRresenra~ _po,r'lo tanto 1_ ~t yalor d~L
isus propios pensamientos. Esas situaciones sociales en que la gr.PB?·l~~ ci~~.d~. eJ\Rez:i~~~i~ c.t~~.~i .~~uJ?i~h~~iiQ§úúi. si;::::iªio(~.
tura del "mi", por el momento, es tal que el individuo recibe §On lo.~ "ªloJ;es que pertenecen a 1¡¡ S()ci~dsd. En cierto sentido, tates
oportunidad para esa clase de expresión de la persona, valores son supremos: Son los cÍ.ue en ci~rtas condiciones morales
,nan algunas de las experiencias más excitantes y placenteras. y religiosas extremas exigen el sacrificio de la persona en bien del
Dichas experiencias pueden tener lugar en una forma que conjunto. Sin esa estructura de cosas, la vida de la persona se tor~
presente degradación, o en una forma que constituye la naría imposible. Tales son las .. condidones en que. surge. esa apa-
de valores más elevados. La chusma proporciona una situación rente paradoja: la d~ q~e .el individuo se sacrifica.. por eLtodo .que
que el "mí" es tal que, simplemente, respalda y acentúa la clase hace posible su vida como persona. Así como no podría haber con-
más violenta de expresión impulsiva. Esta tendencia está profun- ciencia individual sino en un grupo social. así el individuo, en
damente arraigada en la naturaleza humana. Resulta sorprendente cierto sentido, no está dispuesto a vivir en determinadas condiciones
la proporción del "yo" de los enfermos que está constituída por que involucrarían el suicidio de la persona en ...s.l! "proceso c!e____ reaJi-
las narraciones de asesinatos. Por supuesto, en el relato mismo es:-··· zadón. En contraste con esa situación, nos hemos referido a los
la búsqueda del asesino lo que representa el punto focal del interés; valores que acompañan al "yo" más especialmente que al "mí",
pero esa búsqueda lo retrotrae a uno a la actitud de venganza de la los valores que se encuentran en la actitud inmediata del artista,
comunidad primitiva. En la narración de crímenes uno tiene al el inventor, el hombre de ciencia en su descubrimiento: en, general.
verdadero asesino, lo persigue y lo lleva ante la justicia. Tales ex~ en la acción del "yo" que no puede ser calculada y que representa
presiones pueden involucrar degradación de la persona. En sit:ua~ una reconstrucción de la sociedad, y, por lo tanto, del "mí" que
dones que representan la defensa de un país, puede prevalecer pertenece a dicha sociedad. Es la fase de la experiencia que se en-
actitud de populacho o una actitud moral sumamente elevada, cuentra en el "yo", y los valores que la acompañan son los corres-
_el individuo. La situación en que uno puede abandonarse, en que pondientes a ese tipo de experiencia en cuanto tal. Estos valores no
la estructura misma del "mí" abre la puerta al "yo", es favorable son peculiares al artista, al inventor y al descubridor científico,
para .la expresión de sí. Me refiero a la situación en que uno puede sino que corresponden a la experiencia de todas las personas en que ·
sentarse junto a un amigo y decirle lo que piensa acerca de otro existe un "yo" que re~ponde al "mí".
individuo. Abandonándose de ese modo, se obtiene satisfacción. reacci?n' 'de( ~·yo;i i¡:¡y()lpp::.¡¡ )l~'U'!~cig!l!.,pe~() ."\1R'Led~p~9:,
Lo que en otras circunstancias uno no diría ni se permitiría siq CÍgi), Jlll~ .:.~!e'~t:a~~·~i:>:.ss)l~::.~.A!~.J?~!Sv~~J!ª.!·.~.Ü'l5?.,t.a.3[1É'i~i"~! . .•~~~.i~. :é~i~!,
pensar, es dicho en ese caso con toda naturalidad. Si uno integra qu~ ~Jluda a constituir a~~_ l?.ersona ;, es. dec,ir: inv()Jucra un, ¡>ull.tQ.i
grupo que piensa como uno, entonces puede llegar a extremos · de . vi1;ta de ·ya ev0fu~i6~: e;;·e¡· ciiale(jnd{vídu;·afecta a ·5{1' p;Ópio,
· sorprendan a la persona misma. En la mencionada situación, ~edí; ~~'·n;i81nó'"t1e~po·que ~;·;¡;ct-;~fó.pó~)si:é: U~i~il>iica~I6n
'~"tmi" está definidamente constituído por las relaciones sociales; de la ev~luclón, corriente en un pedooó" anterio~. suponía simple-
Ahora bien, si tal situación abre la puerta a la expresión impulsiva, mer{te el efecto de un medio sobre el protoplasma vivo organizado,
uno obtiene una satisfacción especial, elevada o baja, la fuente de amoldándolo en algún sentido al mundo en que tenía que vivir.
la cual es el valor que se agrega a la expresión dd "yo" en el pro- Según ese punto de vista, el individuo es realmente pasivo en rela-
ceso social. ción con las influencias que lo afectan constantemente. Pero ahora
es preciso reconocer que el carácter del organismo es un determinan-
238 GEORGE H. MEAD ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 239
te de su medio. Hablamos de la simple sensibilidad ~:u.tl~lu<:I son,as de gran gspírítu y gran .carácter han cambiado. noí:o.tia.mente
existente por sí misma, olvidaridoque se trata siempre de una las corpunidades frente a las cuales reaccionaban. Las llamamos:diri~
sibilid~d a ciertos tÍposde estímulos. §!;.,!~~!!l.ÍD().~-~~.~\1: s~,.l1s.ie' . gentes, líderes, etc., pero ellas no ]lace!Imás que llevar a )a e,11é 7
eJ ipdividuo ~scoge ~P rpediq, no ex~ctarpef1te ~::n el se~t!do en sima potencia ese caJI1bjo de la cOllJ.l.l:tlÍclad que llevaa c~k~· el
. ·;,; ur1~ p~'r:§~;~-~lige,.~gª ~f!ld~~ o \!n país o un clim~ especial para individuo que se convierte en parte de ésta, que perteng~e a~dla:2ll)
.en
· ~;• sin.0 ª·
el sentido de que encuentra las características las qJ;~e Los grandes caracteres han sido los que, siendo lo que eran en la
. ::: reaccionar y empÍea las experiencias resultantes de rr10do de. comunidad, hicieron que ésta fuese distinta. Han agrandado y en-
ciertos resul t~dos orgánicos que le son esenciales para su riquecido a la comunidad. Figuras como los grandes personajes
vital'contiiúiado. Por lo tanto. en cierto sentido el organí religiosos de la historia han aumentado enormemente, por su inter-
establece su ambiente en términos de medios y fines. Ese tipo de vención como miembros, el tamaño posible de la comunidad misma.
minación del ambiente es, por supuesto, tan real como el Jesús generalizó la conc::epción de. la. cmnunidad .e.n. términos. dela
del ambiente sobre la forma. Cuando una forma desarrolla 1ª familia! en una ¡¡firmación .c::qmo Ja d.d prójimo .de las parábolas.
ciclad -de cualquier modo q~~ ;llo suceda-· de . hacer I~c!~s~ el . bom.l:m.. q"Ue ~~ e11,C!Jeptra fy~JaJ~!ht..c::omut:li<ia<;l adop-
partes del med.io que sus progenitores no podían encarar, ha crea~ tará ahora hada ésta la..actitud familiar generalizada. y haiªhq:ue
do, en .ese grado, un nuevo medio para sí. El buey que tiene un los que dE: tal modo se ponen e11, relación c::on él se c::onviertan en.
órgano digestivo capaz de tratar la hierba como un alimento, agrega miembros de la comuni~ad a la cual él pertenece, la comunidad de
un nuevo alimento, y, al hacerlo, agrega un nuevo objeto. La sus- una religión unive~sal. EL cambio de la comunidad gracias a la
tancia que no era alimento antes, se con vierte ahora en él. El ~ctitud ~·del individu.o se. qa¡:e, es claro, especialmente Jmpx~~19-
de la especie se ha ampliado. El organismo, en un sentido real. nante Y. efíca;; en.)~ ~istoria .. H?c~ que lps ind~vigu().s. s~.·~d~.s~
determinante de su medio. Se trata de una situación en que taquen como !"Sunbohcosí Los tt:ldtvtdl!c>~ xgpresentan... en.sa..rda~
acción y reacción, y una adaptación que cambia a la especie ciór peEsonal, un nuevq gr<:ien•. Y:,.ll,¡ego se .torna.t:l ri::Pt:esenta:tltes.de
también, cambiar el medio. la. comunidad tal .como ésta podría ex:istír .:;i estqvie.~e plena.ment!.
Cuando .el hombre se adapta a ciert.o medio, se convierte en desarrollada según los lineamientos que ellos i11idaron. Las nuevas
indi~id·~~ distinÍ:.o; p~ro al hacerse un individuo diferente, ha concepciones han traído con~igo, por mediaci6n de los grandes
taclo. ¡¡ l¡¡.com11.nidad m ..que vive. Podrá tratarse de un efecto individuos, actitudes que han ampliado de manera enorme el am-
pero en la mec!ida en que se ha adaptado, las adaptaciones biente en que ellos V'ivían. Un hombre que es un prójimo para
cambiado la clase de medio ante el cual puede reaccionar, y, cualquier otro del grupo es un miembro de una comunidad mayor,
t1msecuencia, el mundo es un mund9 c:listinto. Siempre existe y en la me&ida en que vive en tal comunidad ha ayudado a crear
:relaCí6ñ""mutu~ ·;~tre individ~o y la .comunidad en que el · esa sociedad.
'vive. Nuestro reconocimiento de taLcosa, en condiciones ~~··'""'""
0
E.:tl. tales. . .t:.e.ª.c::.:c:iones .del. .individuo . . -del ''yo''-..-. e.n .c::o.mpar<l:.
se limita a grupos .soci.ales relativamente pequeños, porque ció11, con. la situación . en que cl. :.'.yo" se encuen•tra .a ~i mismo. J.Ígt)en
ces un individuo no puede ingresar en el grupo sin cambiar,
cierto grado, el carácter de la organizadón. La gente tiene ~ 3 !,a .conducta de un genio es.ti socialmente condicionada•. tal... comod.o.esti
la ~e. qn in.divid';lOt .corr.iente>· y sus. conse;;uciones son resulta.dos. de .e$.t.ímul<!s .•
adaptarse ,a él t"ªgt() como él se agapta a ella. Puede ello parece soctales -o .. reamones a ello~. lo .mismo. que las .del . in.dJvid.uo corrie11te. El
moídéo del indivigu 0 por las fuerzas que le rodean, pero~. del genio, .como .d i~J,divi¡iuo corriente•. se ve de.sde. el.punto ..de. YiS.t¡:.JeLifupo.io~~~r
\)rgan,izad9 ...ilL.q~g_J;¡gJl~.!l~"·~'~'d.~,J¿¡a~actitudes~d!.\. e.ae •..&J:JU?Q~Jla~iil ... ~ui!lCJ.Yi.iii~ ·
mód6, la sociedad cambia en ese proceso, y se convierte, hasta presa da<!~. en que aquel .. se. v:.ea~.tn.v:olucrado; ~ reamo na. ¡1 esa actitud gene'rah-
punto, en una sociedad diferente, El cambio puede ser deseable zada ªel grupo por media de Jl.!la ... actitud propia, defÍtiidá; hacia la. tarea . dada,
tal comolo hace el individuo común. Pero esa actÍtuddefínidaéonqúe r~accioria
indeseable, pet;o tien.e lugar inevitablemente. a la actitud genú:;¡líiada del grúpo. és únka y. .. odgh1a1 en él caso de! géii~Q'; ~P.
Esta relación del individuo con la comunidad se torna tant<; 9ue. tal. casa no o~:~~re en el ,c;t.so. gel inqividu() corri~nte; y es<!. ~i~~.~!.a,ridad,
Y ongtnahdad de su reaccton a la .sttua<:ton .soctaf o problema d tiuea .:da.dci&...,..que•.
cuando obtenemos espíritus que· con su advenimiento hacen ?O .o~stante. C~mdicionan SU COnducta, del mismO. .modo.. que lO ha$;ell COn la.. del
sociedad más amplia una sociedad palpablemente distinta. ~as. mdty}ª':!<:';~'~E!~e~g~;:- ~2.11 lo qu.e disttn.&Yen .al genio. del individuo ...s()mún.
240 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 241

lugar los cambios sociales importantes. Frecuentemente habl recibe su reacción emocional de la situación, porque en su expresión
de-'"€stos"''(omü''expresíoñes del g'éñlo'in'dividual de ciertas personas~ de violencia hace lo que los demás. .S.L_so_:r.lJ1l!!!~ de lacom~nidad
No sabemos cuándo llegarán el gran artista, el gran hombre de ha e!. !o.písmo. La_~j)re~i!?!l.que h,a,.c:!~.~,apa1icícf9~~Y:JIJ2!.!iia
da, el estadista, el dirigente religioso:. las personas que tendrán un un todo con comunidad ésta un todo co!l él. tyna ilustradó.n
efecto formativo sobre la sociedad a la cual pertenecen. !:-a,. g~fÍ;lÍ· de ··~ 'c,aricJet' ~n!:Y~nú~ ~'~~nlig.sÚas.J:d~~isúi~i:'~g-
dón rp.ism~ del g~nig se a120yarí~.. en algo parecido a. lo que mé' con I9sq:qe ngsrq_dean.
a
estado 'iefirien'élo, esá cualidad incalculable, a ese carp.pio de~
poi parte de un. indi;idúo gradas a que ~1 mismo se convierte te,ge..t.nQ.s .. ,lQs..M.l.LUQ~...., 4e.Jg~.....Q~tQ§~_.l.lp-ª... m.r.ªQ!la,•....RQJ:."IDí.d.i2•..Jf,.g.•.s.Y.S.
un miembro de Ía comunidad. modales, puede',..,,_,, aislarse
~- ~"'"'""'"''" •"""''-'"-"'""" " ·-~-,__ ~-. ,,~ •''·'""'', ~~me
de ,~'"'"manera
"<· ,. ,,._,•.•
de no ser tocada ·"¡;:,":;,.Re"-
~--~· ""'"""'"'-"'~'"~' ,·,.¡~'~' "" • ,.,-.• ,·~~""--"" -<~-"""""'"
• " "''#"
nor ~-'""''"'"""~"~~-~·-·"'~"-""'
nadie. Los
'''"""'?• "-'". , 1: "' '"'''~
0

Un i:ndividuo del tipo de que hablamos surge siempre con refe~ m oc:J.al e.s J?r~pc:m ion an una. !.!?~12l:~L~~~.!11.~.!l.tSJ!~.!..e.J?...&e11tL'ª.di§.tªncia.
renda a una forma de sociedad u orden social que tiene existencia a la ...§.ente '111~ ...!!.() ~.9!.1.().S~.!!l5~~.....Y ..!l2, . S'Iler~m2~LfQUQ,l;g.r.,. Todos em~
implícita pero no adecuadamente expresada. Tómese el genio reH~ pleamos procesos de esa clase. Pero existen ocasiones en que dejamos
gioso, como Jesús o Buda, o el tipo reflexivo, como de lado el tipo de modales que mantiene a la gente a la distancia
Lo. que les. ha conferido .sl1. imWl".t'!ncia . Yllica e~. que .. han, de un brazo. gncontramos, .. en .. un país . distant~ ••.ªL homl2t.e.. s:Q.U.
1;, actitúd de vi;ir e~~ referencia a. '!na sociedad más amplia .. quien qpizá, en nuestra patria, .tra_taríamos de.. .no el}t;O!ltrarnQS .Y.
estado más extenso era un estado que ya estaba más o menos implí casi n.os arrancamos los brazos abrazápdolo. Existe una gran pro-
cito en las instituciones de la comunidad en que ellos viv porción de júbilo en las situaciones la hosülicf.es!
Tal in di vid :gg_di:Y:erge. deL pun:to . u.t;.,•.~~..li!.\·~.,o,+~... ·~~ ... ~.~~....·.~·~·.~··~.~.~~~·· de. QJr;¡s naci<;>Jlel:..... tQg()s . . p~t~~e.1lJ.Q§.JlJ:l?. §()!<L..J>.C!~2~.~~~·'2!!.~!~.,0!1:!1
l;s-¡;;~}ui~ios de la comunidag; pe;g1 en Qtt:Q ~n,tido, .en el?liSc:J .C()fil ~~.. ;~}~t~~ner~i> ~q~¡¡.~i9n
prindJ2i9s de''ta .comunidad má&<omplúamente. que.,.~"'!+~:!.~~~· so.ci..at d.e .. camaradex:ia. hacia los. . . que sstá:n
Aiti~r~~).a ..~Í!U'!fÍÓn .de. l!.l:! . . . a~~n,.i~Jl:~~ () pn, h1.!. ~r..~·Q•.•.•~.a;t;n<lall!~n-;u;
.!.
~m_nre§a c<;>mún. Lo mismo ocurre en una campaña política. Por
genio qlle e~pr.esa lo~ PJ:'ÍAcÍPÍQs...d.!L.s.u p.topiawsociedad•. ,.JUlO ""'·'···"""'',_ el momento extendemos una mano atniga - y un cigarro-- a cual-
d:P,ic):A.~Ji~.J4.ÜOnalidad•.. el.o.tro.el .. principio . deJa I.YJ!U.I.I.'~';'~"··""'.._~,. quiera que sea miembro del grupo al cual pertenecemos. Nos libra~
ci~IJ.. sfe .prójimo. Et ti;Q}La.~!l\R. !1.9ª .rd.ed!ll9§3L!!U.... gel:lJo mos, en tales circunstancias, de ciertas restricciones, restri~¡;~~~~··g_J¡~
.T. ..-.~ ............................................................. ~·M. ." .................... y ............... " ......................................

cl~~e. Existe una situación análoga en el campo de la creación a re a ~ente, n2s .....'!l?-ª!:!.~. ~ . ~~ ....1~~ ,~~J~E!~~E~~~ .....~2~!~1t;..§. _m.t~.J:l. §i§· 1l1'!.!.
ti~~: · lQs.Nt~ª'ª·-tambiéiL.r.ev.slall•..c.o.I:ttenído.s•. q.ue... rePresen pers211.a ... l?l!~g~,.gl:.. YJs.ti.m.a. . . d~..s.~ h:u.enos... mo4.lales. ;..~é.s.t~....:p.u'e.deJJ.
eJe:l'.fes!.?.!!. ~!l!~ign.i!L ~nA~ amplia,. . .Q.:\.le . .re~nde a.llll.a. soci~.d.ad constrenirlo al tn.iSfi!() tie.mJ29...9.l1~ lo protegen . Pero en las condi~
a1lJ..P.lia., Én el grado en que hacemos distinta a la comunidad cíones a que me he referido, uná persona"saf~""'fuera de sí, y, al así
que vivimos, en ese grado tenemos todos lo que es esencial al hacerlo, se convierte en miembro definido de una comunidad mayor
y lo que se wnvíerte en genio cuando los cambios son que aquella a la que pertenecía previamente.
La reaccí6n..deL ·~:y.o'' puede•.ser un proceso ..wu.~:. ....u.v u.• u ........... Esta experiencia ampliada ejerce una profunda influencia. Es la
degradación del estado social ...así como .un<t integudón. clase de experiencia que tiene el neófito en la conversión. Es la
,.Tómese ~1 ca~o del populacho en sus distintas expresiones ......... sensación de .perte11.~~$La J¡u;.o.ro.unidad,...dt:e. ...tem.c....u~.a... . rela<;i6t~;:¡~.t.i.:
\p11Iacho es una organización q11e ha eliminado ciertos valores ma~.f.<:Ht..:Uni:~ªñtida.d . indclini.da...de . . ia.Qi:vi4~ .. ~u~ . Fte.necen ....al.
~me\;~l~cián en la interrelación de los individuos ent:~:e. sí, una gruJ?2.: .... §..e H..~.!e .. c!.Lle......!!~!:i~n.~i•l . !l.!!g,. suh.y:~e....tras. Jos._ext.temos
{~íiae\ón qu~ s.e ha ~Únplíficado a sí. mísma y que, aL hac.e.:r. tal a v~c,e~ ...:h,istfric,g,s @S se dan. .eJJ. J.as. J;onversiQv.es. La persona ha
!ha qe~pQ pgsible per.t;nitir al indivici\lO, ,especialmente al ingresado en la comunidad universal de la Iglesia, y la experiencia
1r~primido, que.. obtenga ..una .e:¡¡;presió.n.. quL<:Ie ..Q.t¡.:o .. modo resultante es la expresión de esa sensación de identificación de la
l podría permití¡:, Lft.......ttacc.ión . :de.Lin.dbúdu.o .es posibilit.ada pqr persona de uno con todos los demás de la comunidad. El sentido del
\.qegra.9.ad.ó.n .de la.estrn.ctu.ra .sociaLmisma, pet:o. e.!lo n~·; ..
valor i!J:pec:li<,tto al insfivic!\l.o ql}~ ª11rg.e. en tales cond1c1ones. ;~~;~;~g~;~~~~~. r:~e~~~~!~~;??!1;tii!}~~~~-~~~~~!.:!~~~~:i~I2~
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 243
GEORGE H. M~AD
242 en q:ll.~.la ~r~or1~ J>Ueqa e:xpre~rse .t.iln fác;.ilmel'l te fQID.Qnc;Qnt,r~ ~!
, . de la comunLdad par,a hacede.luego.
esta suri}~JE;~nte, eleJada.~,,..... · 'd. 'f' ndo completamente la .. enemigo común a los gr_upos C(),Il)O§_cu¡¡l,g~ .ella está..uni®. El himno
~········· t nte servtl l entl tca .. . . d . que nos acude al e¡¡píritu con más frecuencia como expresivo del
crifício aQat:etlCl]:.~ : ·····...E ~o e uívale. a un proceso de prl .
sona de uno cgn aqueP~c . ~ q · , r.mano .de todos. El cristianismo es "Adelante, Soldados Cristianos"; Pablo. organizó la
d d el mdtvtduo sea un.JJ<: Iglesia de su tiempo contra el mundo de paganos; y la "Revelación"
muros, e mo o ,que . . de identificarse con todos los seres
medieval elaboro esa tecmc~ . . · sa de la India. Este representa a la comunidad ante ~1 m\lndo4eJa oscuq~~4;·J;~]ªj~]g,,
1 h' 1 tecmca re1tgto SatánJia si(fgjól!l esericíaT par~Ja''o,rganizaci~nde la Igle~i<!1 f.QIDC>Ji1
vi entes, como o tzo a ¡;oyocá una olt:..adq <:le ....
d
mientcu:!~.JªsJ'<ltreras gs al,go !.J.J,le ·:r: d inddinida de posible.s. política lo fué para la. orgíll:Ú~aú.ón. de la democracia.· Hubo algo
porq~ue Pone .... en , .. libertad
. ·· una capJLa
t tos que han .. s1'do "[l.lu.~u~~"
.... contra lo cual luchar, porque la persona se e~p~ésa a sí misma' con
. ···" t n~>rsonas con ac . . . . 'd d más facilidad cuando se une a un grupo definido.
tactos. con e' ras r · ' . n esa nueva comum a •
frenad()s: El individuo •. al mgres~r eb o gracias a su experiencia El val()rc!e.~!Ula.. so.ciedad . .orde.nada.es .esencial.para.n:tu~a,ta,exi§­
ai pa~o dado al conv~rttrse en dmte~ ~l~r que pertenece a todos tencia, ,Pero también tiene que haber carnE,<> para una expresión del
identificación, se ha mc~rpora o e v individuo . ~Ísm()~ ,si ~e quie,re ~'!\le.e!ist,;t~~1'la ..~¿ie.c!?!c!.i<lii.~!á~iC>i!ª:
miembros de esa comumdad. 1 d t'nmensa importancia. mente desarrollada. Mientras no tengamos una estructura social en la
· · n es e aro e que un ''índíviduo pueda expresarse como lo hace e! artista y el
Tales explmenctas so.' ' 'd d Censuramos la
. . te en la comunt a . científico, habremos de recaer en la clase de estructura que se en~
empleamos contmuamen d' d llevar a cabo la¡¡ interrel
tud de hostilidad en c~anto me tO de 'amos que superar los cuentra en el populacho, en el que todos están en libertad de ex-
. Senttmos que ten n presarse contra algún objeto odiado por el grupo.
de las nactones. 1 de relacióa
bélicos Y diplomáti~os Y Ile~; a u~J:::e: :~ensideradas t[~a .~~jJ~.t:.en<:~,,,e,,l}~!;~_Je,,,~gc!!~,~~~!!:!!~.~~!!!J?dmit.i!~,J'.J!~.~~i~:
las naciones entre st, en 1a q • ,P
- .. ·a¡¡a comun y asl,. q uedar en co
.. . . .. . . . u-··"'~"·"·c dad ~;um¡;¡I}a '-ivilíza~a c?~~í~.t~. ~1!.8ue, . el} .él,'lu~Hél·. tél,.~t€~J;1;!J!!9k
vídual está .mucho más completament~ deterrni:nada en relacíóJ;l; con
bros de una comU!ll . d de h~stilidad, sino en términos
expresarse, no en \lna actttu \le . . ~st\llamos como ideal de una .su ~nsa~i~nto y su conducta, por Ia pauta i,ene;afdej~~·istiyid;$1
v.. al ores comunes. Es.to es lo q p d pero que no social organ~ad¡;¡)levada, a Séi.~O wr .~L&!l!.R9..§g~}ª,L"'t<iue .~t~nec;e,
·· · T ue recor ar cm •
de las Naciones. . ~ne~os q líticas si~ provocar las .' de lo que! o ~stá en la sociedad humana civiliz.ada. En otras pala-
fundar nuestras msutucwnes po d , hacer que una fraccton bras, la sociedad humana primitiva ofrece muCho menos ámbito para
d e partidos. Sin partidos, no po snamos para expresarse
en punto a la individualidad -para el pensamiento y la conducta originales,
los votantes llegase hasta 1as ur~a , blíca :ve'ro podemos . únicos o creadores por parte de la persona individual que se encuen-
blemas de la mayor importalncta pu nt' dad en un partido tra dentro de ella o pertenece a ella- que la sociedad humana civi-
'd ble de a comu lizada; y por cierto que la evolución de ésta a partir de la sociedad
a una parte const er~ 'd El elemento,~.~k
1 ha contra algun otro partt o. ,,..:..~.. -~ ~ d humana primitiva ha dependido mayormente de una liberación social
que uc . . , Podemos atrae.r ~
1 que manttene el mteres. - '""' .. . 'd sitor y progresiva de la ~rsona individual y de su conducta ---<> resuitañ(:)
e ...... ,.. ,,, ,,.. . derrotar al part.LQ. op<> . '
tidad de gente que qutere . .L lataforma del P.artido es de ella-, col1,l~S,Il1C>~!fic,;a~i()l}es . ..Y.S.C>!D-.E.l!!=éi.S!C>E:e~.c:leLPr~.~~~gc,;iaJ
~·· n ese fm a P
llegar a las urnas CQ. . - . . • • nifíca gran cosa para humano que h¡;¡l!,.~e,gpj,g() a d.ii::ha.lib.eracións:..~id9.P9~ihlliti~$•. ~.r
abstracción, naturalmente. y no stg
. d d d pendemos pstco ogt
. 1, 'camente del ell¡;¡. _.EE=l~.~Of.~~.c:l.<ld. . Pfi!!li.tiy¡;¡.l . e,!!.!n.11~9 .m'lXW:,.med.i.c!~.•SlMl~.f.UJi
P uesto
l
que en rea} a . e ~· b. b ,,r.os a l.os fines de mantene socie.dad c,;ivj!i=?ª4a. Ja. ingivid.JJillid.ad.~tÁ.c;2S§.t.ÍUtid.;~,.J?9t,Yna.~!\!
•. ···~··· · · 1 mas ar a
mtento de esos unpu sos • t Cuando nos oponem cudón m~s <). rneno~ . pet(gc;ta.d&.ua típo.s.oc;iaLJJ.eteJ:mi:ru\gQ....•....1!A
, . t't ciones cornen es.
marcha nuestras ms 1 u. 'd deberíamos acordarnos tipo ya d<td().jqdic:ado o ej~mpljfi~<ldo.m.la .pauta.~¡gmizada..d,g
· · políttcas corrompt as, . •
las orgamzaClones . a az de atraer el mteres .la conducta ~íal! en la estl,}!~,~u~., mt~gz:~~~.~~ re!~c;¡g;q§~51Y,~.0 .el
sentir cierta gratitud hacta la gente e p grupo ..s<?C!óll.. . d.ªgo. ~~i~..Y pgtJ.~.en.l?rª~JÍ<:!k~BJi,~sjed¡d,.Q,¡:iijud.¡
pueblo hacia la cosa pú~lica. d las situaciones en que la l<t ín~ivi41l.aJ.ic1ªc!. .!sf.t<:C>!l,~~i!~f~ª··mi§J~itn..~I,~l,ªW!.~f.ªmi~ntC>..,~
.No.unalmen!e.d~,m:l'l enlOs e no por .l,a cpns~u.dón. . mQdifi&ada- ..del ~v.iduo.."d~..,.e,u¡lg,:¡;~ic;;"J~
e~?tá gn <;9n9ic;ionesde. i!:X,presar~~ en
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 245
244 GEORGE H. MEAD
toma a ~~~- !~~~'::Í~~~<?~ <r ~'!s ~~~d~!lfJe~_jngiyid,y,~~ .•=tSpbitus y
~rson~~... !I1d,t~::~~.l:!.~les--::- co~()Jógi~~!!l~JU~••~!l.!~.ti9r~~x!l~+;gs;~~.2.JQ:­
clal. en_. q,ue, ~~t.a~ ~!:!Y{)! ~cr~~o~~ y ~xplifa ~a .~~I~t~11fi~.•2~..!§~~!{)~f'~º
soc~al_ en termmos de ello~; E?A. tant<J.q~e .h ..p.ümera. . to~•..el•.p.t~~P
soc1al.~e la expetjef!da .9.l~sonr;J~<:te c(~JJ19 l~~js.ª~R~1lt~ ...Rx~y;is¡.a.19$.

!;:d!~~~:~: ~éi~n:~j~Le!~~~rJ;j~tO:!~?'··i~i~·].~¡If\iii!~~:~
t:~;:~~.11:5'J~l;!~d,~ ex,p!i~~E.lo ..9-.1le .e~.-t{)~a.~9.• f()ll!()•• l.éJ~Íc~~~.I1J$..P.+e:vig.
no l?'!:lege. e:Jeplicar Ias~tstenfi~.de e~e!fitl!~Y ~r~<;n~.íl.$l.e11 J~Jll2 . ~!Je
el primer tipo de teoría puede ~J{plicar aquello que to1lla co~o légí-
c.Mnente~«YjQ,.~~ .9i.~jJ:, Ji.~xístencia Jet pro~es~ soci·~rd; '}~'~(;t;:
duc..~~· e.ll....t~m:tiD.Qs. . d.e ..rela,ioA~~~:.e:i:ñi~ti~~lrui~:hiQi§.ii~ª·iJJitql~&i:­
cas. . ~an. fun.~~!!l~.llt~~~~~()1ll() Ja.f~QE.29.\l.<:~i§.l!..()..líl..E()()~!~f.i§n.skJgs
individuos pa~~J'!. pr.ot.ección. m1,nu.a q parªJª ~.QU.~.I:.<;!lfi9n.~e..ali-,
ment.os•.
~esotros iafirtJ1<gnos! que el espíritu jamás puede .en.contrar. eJ!:.;
presión, y jamás habría podido tener existencia sino en términ,os
de_ \lll mec:lie>.~gcial: qye yna..s.e¡ie . o .pa.uta ...organiz.ada .dezel~~io::-
29. CoMpj\g~<::!:Q~.. E.NTRE~ 1M J'EQB:fA&~JNP.~YlPli.ALI~JA n es e in t~racdoAes sociales...... (es~cialmente... las,.de Ja.J:..OlllJUÜf.ac.iºn.
--~·-········~-· . Y SOCIAL DE LA PEgSQN,b por med.io --~~ . . S~~t()S q-g~ .f.I.U!fÍQA,a,tt. JQ.ID,Q... Iiilll.l:?,QJ,()~••.§.lgilÍfi~~llt~i.• Y
qu~~ .9~. . 1~1 ro<Jc:le>•.... crean ... UA •.uAixeJ:sP.... de.. ta.c.ie>Q.ni.e>) .J!.~~m~
.meAt~-J~~~~YR»JJt~9J'-.a""e..j,n:y;QJ.:uw.d.a,..~~•.sY."JlW1L~U.· Y esta
teoría o interpretación completamente social del espíritu 25 --esta
afirmación de que el.~J?Ü:.Í~.\l..l~~ esa..E.J:c:>l!~.Y..!]!.I!~.!!L.~J:. .§.ól!;:t.g.u....el
:er.<:lc.~~.() . .~<>.~ia1 . 9.~.J.Le.tme.rl~núa...:¡z:..1a..a,tivi.d.a.d.-LY~,!!LY1ttll..(Lc:l~_ill ,
a1C:rt.al! .. E<:>E~l:>.~t!.~!_?.:. ..P!~.~El2:21!~4-.Y~l~.Jl!le SJL ui!!.&!!!l!..~t..ta. f~!,~.!
pue~e. -~~~.<~ttOUJI!~t.Y .t!.~~L~}L~~~-~=..fl~l?:t,~I..~l~I~. 11l~!ll~-f!~§..Ú.U~
del. :e!!n. t<>...c!.~. ~vJ.t~~J?.e.~!=i~L!!!~Et~...J~t2 .~2.bU.{e!~i.e.!i!!te,me,1 . S2.,áLJid
espíritu.... §e,.&.(ln .. talJ2!!.!1 !<>... ~! yi~.ta.t,a t1!!9.!!~..els~irit!J_:¡¡q~5t~u2.hte-
ner ~~p.resión §ó!<>. Q~.nt.t9.ci.!l.nt~.9iQ .~:te.Y.n.gr.!JRQ§.QJiel-9tülll=?ª9Q,
o en términos de . !al ~e-~..i?!...~e,. H~~.a. §.in .eml?~tS:(),~, e,~~ci~!:~P ..~1lti.4.Q,
de un atributo nativo -un a,tributo biol~?ÍEo.,C,f'!l&tni!C?.ce>.he.l:Wi-

f ~ 5 1!d..deimd.u.Ja...t~oúa~iaL ddw.~!PJritY.....4-ti!P..d~.m~ .:9!LJU!I!!!l..,g!t_Yi~!!


pnct'?.~a ... 'Vq q;~ttual~f~.en. ecm tr.ªi.t~ .f2!!... c:.u¿¡~:.Eie!:J.2~!!1!...!!~.•2EiJ!i.é!t.jJl.!,t!J!liy~.•
int~e~idf~mi~o~:n ~~WJi;:.~~ú· 9fai~~~~~i!~~rcg¡f~:?!if~~:~:i~a;tii~ª~~~!t;~
teOt!a SOCtaf del eSplrltU el que el campo de este deoe ser coextensivo con el
campo del proceso social ·de· J.¡¡ experiencia y la conducta --e in •
COf!!PSlnenJes .dcl._P'!Í~J!\J?!::::•'"'ffs ''<fiCir:·con"la"matr!Z"'(fttrefáclónes e
sociales entre los tnd!vtauos, presupuesta por d espíritu y de la cual surge
;el ser. Si el espíritu está socialmente constituido, entonces el campo o la ubi:cación&
'lie cualquier espíritu individual dado debe extenderse tanto como la actíviílad
:social o el aparato de relaciones sociales qud lo constituye; y de allí que e.se
no ser limitado por la piel del organismo individual al cual pertenece.
GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 247
246
tadO:::=:- del organismo individual y no podría ex1st1r ni manifes~ y . . ~11-".d!~~.~:ro!lc:>"Jte Q.a _gg pronto... e.n..u.n.a".etapa. esp¡:dal ~k.sll. e:yol u-
-t~~se -de otro modo en el proceso social; g!_~()~()_9,l1!! no es él mismo cíón, llegar a ge~nder, para . su p9:5terior continuación, de un. fac~
esencialmente un fenómeno social. sino que es más bien biológico1 tor completamente ,extraño, introducido .en €1. po.t ,~sLd~:c'irl~, ·desde
afuera. · · ·· ·
taiifo en su naturaleZa como en su origen~ ysodá(Sólp ensus mani*
festa~ion.~s () expr~si<?,!le~ ca~actÚís!ícas. 1Vlás. aún: seg~n este úl!iil'l.2, s ~LL~~i~i~}~()seiJ1S()rpor,a 1 COJ!\()Jel•. a su ex~Iie11sia, sqlQ .. ~.Qmo
punto de vista, el proc~so social _presupo11e ales:píritu y ~g . ~n o.bJe~o. no COrn()~ u!lsujeto; y pueqgjy~()rpor:ar:se ~gmo. ynghje:-
séntigo ~~--pr()ducto 'de .él~ .. JJJ;l~strl:> l?J:!nto . de . yista .opuesto; . Qe to &olo sobre .la hase, de las. relaciones e,inteucdones.sacwes.".s.ólo
medi~n te sus tra!lsacciones _n:perienciales, con otrgs in<fividuo~, eil,~:Un
el. espíritu. preSUQ21le ~1 p.f()S~§9,••spga! y es pr()d~cto .de el,
Un contráste directo. l,..a ventaia d~}l:}:lestrg_J?'lJ:Ilt.CJ de .Yt$tél t.,Vl~;:il,:í\U! medía sociª.l organi~ado. e ~.el:dad,*.que .ciertos .~ollteni~;~d.e...J.a.
el1. qu~. go~ ~rmit~.J?~e~eJltar ;gn. a11!lísis q~tallado. y . en ...r.•'"1J~!.I<t&I·; experienda,( especi<dment.e los ¡;:gnes~~sico~) .. son acces~bles únicarn.ente
expli~ar la génesis y el desarrollo del espíritu; en tanto. que .el .... ~ ....., al organismo indiv~duatda,dQ y no_¡¡,n!!l&IÍ!l ot~?.;i'qye esos~;~~
de visti'ae' que el espíritu es un atríbüto biológico coggénito ~l tenidos de la experienc:ia p,rívadQs o ':subjetiv()s", ei1 ca~ traste con
organismo individual no. nos . permite explicar v~rd~der(lmente Jos públicos u "<;>bjetívos:.· •. ~on J?PJ lo•. gen\!raL.cgnsider~·dqs··,'Qmg
Il.átura1eza y origen, ni de qu~ clase de atributo biolq.gicq. se peculiar e íntimamente rela¡;:ionados cgn la Perl!;·!l; 4~L·i~Ji;idu;~·
Q como constituyendo, er1 un sentido especial, experie~cG~'"¡>C;~~~
ni de c6mo llegan ¡ poseerlo Ios organismos en cierto nivel
pr~greso evolut\vd,26~· Má,s aún~. la sl1posiciéJI1.;de que el proce~'Q' nales. Pero esta accesibílíd¡¡ci, .ex¡;:l~siy;¡,· aL,Qrganl.smo .ill.d.iv.íduál
social presupone. al espíritu y es en cierto. sentido producto de el• dado, de ci~rtos ¡;:on,tenidps de su experiencia no afecta a la teoría
pare~e .ser ,c()ntrª~idHt.poiJa e:xiste.ncia de l9s co:.!Jlllinl.!:!a.!;!.es...&os;¡¡,w, de la naturale~.a y Qrí&m ..so¡;:ial~,s.di li!.~.rssm.~. g~~. ~s~amos presen-
tando, .. nj en rnod<;>-ª1&'1!!10 cho¡;:acon, ella. i'La existencia de co11t~nidos
de_.CiertOS. <\IÚPli,~les infedOJ:'es, e~pecialmellte.~e J~s C?,"~ga_llj~aci_()nes
dai~s ~ltam~nt.~ compLejas. de, tas.abejas ~Y Jas hqrmig¡¡.s, q~.~~ e.R.'!.t~n* de Ia.experif!1C:ÚL1>riyad9s ().''subjetivg,s" no altera.el h~ch~de gix~
t~me;;t~ funcionan sobre una base puramente instintiva o · · la COI1cÍei1cia de síirnplicaqueeljndívíd~o se c;~~i~rt~··~;ufl:ob];to
que en .~odo alg:u11o impJicanJa ~iisten~iilt d~..g~piri~t.l Q"cotlciE:ng para . . si.al .. adoptar la.actitud .:l-e· los-otros ~~t..[~.iltr~
en Íos organismos individuales qu~ lás forman o constitll:~en. de un m~rco organizado de relaciones sociales, .Y de q~;_, a ~-~-Il,o.~
cuanao esta contradicción sea evitada por la admisión de que sólo que el i~díviduo se _~:qnyl~rta de (al ,~od~ ;; un ,pl¿jetg p~r.a sí,
sus planos más elevados -sólo en los planos representados por no t~lld~~a con.ciencia d~c~í. nip()§e.~!Í~ un~ ~.r~C?I1~:.<> 1\parte de sus
relaciones e interacciones sociales de los seres humanos- nr•eSlltnc•ne intH.<!.<=do.n.es .sociales .con. otros. in.diyiqqgs, no. rel<~cionaría 1~~ ¿;;;__
proceso social . de la . ex~riencia Jª cQndq!::ta Ja....~l•J:st.t:l!,'--1<~, tenid()s..p~\Y~?Jl.9.§."o ':.s~bj:tivos'' .1k. ~m .~XR.(!~!~~ps_i~".c9E~i~2· m,i.s~~:
y no po~r1a .t~nerconc1encta de. .si en.cuantp tal •. !!il!;Uanto individuo,
esp}iifl,x,. o~ soi<L~fifon~~s-· se. torna necesariamente
en cuant() persona, si111plemente j)Or megi~L.Qe dichos c¿nte~id¿s_ d~
éste~ ...~un así es pocopl~J:!~ible sqPQnet. que ese p.roceso .Ya en
su experiencia o en términos de ellos; porque, a fin de adquitir ~;~­
~ 211-' Según la suposición tradicional de la psicología, el contenido de la ciencia de sí en cuanto tal. debe -repitámoslo-konyertirse en .Rn
riencfa es completamente individual y en modo alguno ~uede ser objeto par.a sí mis m() ...o in~orPQ.rat:se a ..su ...pro"pia ·~Perienci¡¡¡, c<;m1o.
términos sociales, aun cuando su marco o c~ntexto sea so~1aL Y para una
logía social como la de Cooley -que ~sta basada preCisamente en. ~sa un objeto! y ~ólo. ggcias a. los medios soc:ial!!$ -sólg adopta~d~ ·1~;
suposición-, todas las interacciones soc1ales depen~en de las u.na~:m•""''u'
los individuos involucrados y tienen lugar en térmm'?s ~e las, m11u~u~,.,. actitucles de ,los otros l::acia él-... pue,decon.ye.t.tirse -~l!.Yn...oki~.t$i:.i1¡¡¡¡¡_
dentes directas, recíprocas, ert los procesos de la expenenc1a soCiaL La él mismo 27• · ··
social de Cooley, tal como se .la encuentr~ en su Ifuman Natu~e and Naturalmente, es cierto qpe un;¡ ye:z; que sl espíritu há su~.si<:Joen
Order, es, por lo tanto, inevitablemente mtrospect1va, y su . metodo
lleva en sí la implicación de un completo solípsismo: la soc1fdad no
mente existencia, salvo en el espíritu del individuo, y el concepto de la . ~ 7 L!l capacidad fisiológica del ser humano para desarrollar el espíritu o la.
en cuanto intrínsecamente social en cualquier sentido es un producto de mteh!\'enc1a es un producto del proceso de evolución biológica, tal como todo su
ginación. Incluso para Cooley la persona preBIIpone experien_cia, Y la organ.tsmo: oero el desarrollo real de su espíritu· o inteligencia, concedida tal
es un proceso dentro del cual surgen las petsonas; pero puesto que capacidad~ debe llevarse a cabo en términos de las situacion<·s sociales dentro de las
es para él primariamente interno e .i~~ividual. •a.ntes qu.e ,externc;> Y • cuales reCibe su expre.s!ón y .significación; y de ahí que él mismo sea un producto
obliga, en su psicología, a una poslc1on metafmca subjetiVa e 1deahsta dd proceso de evolucwn soCial. del proceso de la experiencia y b conducta sociales.
que objetivista y naturalista.
248 GEORG E H. MEAD

el proceso social, posibilita el desarrollo de dicho proceso hasta


gar a formas de interacción social. entre ·los individuos coJmtl011tentel
más complejas de lo que era posible antes de que hubiese surgido.
otjj~.~. .2•.. . ~.:~J~~e.!!!=J~t iniciit.Qd .t:1X!l{;.e.~o••..~ocia1 . . ll.P.. 1i~~nde, ..v.....L•.•••,i!i,L
tanto, de la .existe!ldao interaccié>n l:le.las persona.s•..aunqqe
de •de'ésta 1~~ plan~s 11:1Js J~levado.s...de. "'l-1·'~!'""'"¡.:~"'·
últimi':Paia
o¡ga;nización q;u.~.alcanza .después de .qm las.persona§ ··~~'\,...:--.+
d~.Iltro.d~.. t~LP~oces(). ,
PARTE IV

SOCIEDAD

30. LA BASE DE LA SOCIEDAD HUMANA: EL HOMBRE


Y LOS INSECTOS

En las primeras partes d.e n.uestro análisis hemos seguwo el


desarrollo de la persona en la experiencia humana; ahora debernos
examinar el organismo social en qué dicha persona surge.
La sociedad humana tal corno la conocernos no podría existir sin
espíritus y personas, puesto que casi todos s.us .rasgos más c.ar.acteds~
ticos presuponen la posesión de espíritus y personas por sus rnie:rp-
brru.individu~les; pero sus miembros individuales no poseerí~n espí-
ritus y personas si éstos no hubiesen surgido o emergido del proceso
social humano en sus etapas inferiores de desarrollo -l<,lLelapas.en
que tal proceso era simplemente una resultante de las diferenciaciones
y e:l(ig.encias 9.e los organismos individuales.imrolucrados. en .él, las
etapas en que dependía totalm.er1te cie.aquéllas. Tienen que háber
existido esas etapas inferiores del proceso social humano, no sólo
por razones fisiológicas, sino también (si nuestra teoría social de
la naturaleza y el origen de los espíritus y las personas es correcta)
porque los espíritus y .las . per.Soonas •. la concie_nt:i<LY JaJnteJfg~J~~iª.
no podrían haber surgido de otr(). moc:{o; .. ~s deci~~. porque:. ti~ne_$1Ue
haber existido~ previamente a la e.xistencia de los es¡>íritus y las per:-
sonas en los seres humanos, alguna ~tase deJ'f()~es()~s9.~i~fi~ d~.~'!~!'()­
Ho. en el queJo~ seres :humanos.estuvieseninvolucrados, afin.9.e. pü§i~
bilitar la adqujsidón, por parte de dlos,. de.espíritus. .y personas....den~ ·
tro de dicho proceso o en térm.inos de él 1 •
1 Por otra parte, la vel¡x.idad med.ia de desarrqllg C,LeYolución c;k la. medad
hurnaf!a.•. deS<!eJ.a erne.rgenci~ ci~l~~.esJ:lirL~us .. Y.. las.pe,rsonli.~ .'!J>artirdgJgs J?.r9,esos.
sociales. .humanos de exper~.enctaA' c.on<lucta •• J:¡a . . sic;l~t.t.re~J1A!!J4'!rne!!~ .acelerada de
resultas de dicha emergencia.
La evolución o desar.roUo social y la autoevolución o. d~sarrollo sqn cotrelatixa~
e intf'tdependíentes, una vez que Ia · persoriá b~ ·súrgidi:) del prs>ce.sq .vital ~ocia.!.
250 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 251
La conducta de todos los organismos vivientes tiene un aSl:>eCto' formas de organización social humana más amplía, como el clan
básicamente social: los impulsos y necesidades biológicos o o el estado, están en definitiva basadas en la familia y (ya sea direc-
lógicos fundamentales que se encuentran en la base de toda ta o indirectamente) son desarrollos o extensiones de ella. El dan
conducta --especialmente los del hambre y el sexo, los """·'-.•v•.•auioll'
. o la organización tribal es una generalización directa de la orga-
con la nutrición y la reproducción- son ÍmP.Y:lS()S~Y n¡;~.:esidades nización de la familia; y la organización nacion<1l o d¡;l estado es
en el sentido más amplío, tienen carácter social oimplkaciop,es una generalización directa de la organización de clan .o de trib1l. -::Y
)es, puesto que involucran o requieren situaciones Yrelaciones de ahí.~en definitiva aunque incUrectamente, tam!>ién gg la orga!l,i-
les~ pára su· 5aHsracción por cualqui.er organismo individual zadón de la familia. En resumen, t<>da Ja sq..:iedad . htlmana organi-
y, de tal modo, constituyen el cimiento para todos los tipos o zada -incluso en sus formas más complej;¡s y altamente desarro-
'mas de conducta social, por sencillos o complejos, toscos o lladas-- es, en cierto sentido, no más que una extensióp. yramifi-
mente organizados, rudimentarios o bien desarrollados que sean. cación de esas sencillas y básicas relaciones sociofisiológicas .entre
experiencia y la conducta del organismo individual son siempre sus miembros individuales (las relaciones entre los sexos, Jesul-
ponentes de un todo o proceso /social más amplio. de experiencia tantes de su diferenciación fisiológica, y las relaci.ones entre. padres
conducta, en el que el organismo individual--en virtud del e hijos) sobre las c'uales se funda y de las cuales se origina.
social de los impulsos y necesidades fisiológicos fundamentales E~9~Í111pulsos sociofísiológicos enque están basadas t()das las
motivan su experiencia y su conducta y están expresados en ellas-- organizaciones sociales constituyen~ afexpresarse en todas las com-
está necesariamente involucrado, incluso en los planos evolutivos más plejidades de las relaciones e interacciones sociales, uno de los dos
bajos. No existe organismo vivo alguno de ninguna especie polos del proceso general de diferenciación y evolución S()C:ÍC!L e las o
:naturaleza o constitución sea tal que pueda permitirle existir o reacciones y actividades sociales. Son los materiales. fisiológic()s esen-
tenerse en completo aislamiento de todos los demás organismos .cíales con los que se forma. socialmente la naturaleze1 humanC!; .de
vos, o tal que ciertas relaciones con otros organismos vivos (de g¡odo que la naturaleza humana esalgo social de cabo a rabq, y siem-
propia especie o de cualquier otra) -relaciones que en un pre presupone al individuo realmer¡}e social. ~.!1 verdad, cualquier
estricto son sociales- no desempeñen un papel necesario e tratamiento psicológico o filosófico de la naturalezá humaiúí'IiiiplÍ¡;i1-
pensable en su vida. Todos los organismos vivos están ligados en la suposición de que el individuo humano pertenece a una com~!l!:­
m¡edio o situación social general, en un complejo de ~~ad social organizada y obtiene su naturaleza hymana ~te. SJlS inte,r-
e interacciones sociales del cual depende su existetlcia continuada. ¡¡.cciones Yrelaciones sociales c;:on esa comunidad en cuanto 1,1n todq
Entre tales impulsos o necesidades sociofisiológicos fun .............,... con los otros miembros individuales de ella. El otro polo del pro-
tales (y las actitudes consiguientes), básicos para la conducta ceso general de la diferenciación y evolución social está constituído
cial en todas las especies de organismos vivos, el más importante por las_.reacci()nes de los indiyi.g1.1os. a las reacciones .. idénticas de.
el caso de la conducta social humana, y el que más decisiva y Qtros, es deCi~. a las reacciones de dase o sociales, o alas reacciones
minadamente se expresa en toda la forma general de la de grupos sociales organizados, completos, de otros individuos, con
social humana (tanto primitiva como civilizada) , es el referencia a series dadas de estímulos sociales, siendo estas reacciones
'sexual o reproductor; aunque muy poco menos importantes son de clase o sociales las fuentes y bases y materia de las i~stituciones
impulso o actitud paternal, que, por supuesto, está íntimamente sociales. Así, podemos denominar aL,primer polo del proceso social
lacionado o asociado con el impulso sexual, y el impulso o la
tud de buena vecindad, que es una especie de generalización del
·o
de diferenciación Y.. evolución social "poloindívjdual fisiol6gi~ó",
y al segundo polo de ese proceso, "polo institucional" 2 •
pulso o actitud paternal y del que depende, más o menos, toda
~~onducta social cooperativa. Así, la familia ~s .Ja unidad 2 Los aspectos o facetas egoísta y no egoísta de la persona deben ser expli-
cados en términos del contenido y la estructura de la persona. Podemos dedr, en
mental de reproducción y conservación de la especie: es la unidad cierto sentido, que el contenido de la persona es individual (y, por lo tanto.
la organización social humana en términos de la cual esas egoísta, o fuente de egoísmo), en tanta que la estructura de la persona es social
ac:i:ívíé:fádes o fuxid'a~es son llevadas a cabo. Y todas las unidades de ahí, no egoísta o base de la abnegación.
relación entre el aspecto racional o primariamente social de la persona y
252 GEORGE H. MEAD
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 251
He indicado que el organismo social es utilizado por los
viduos cuya actividad cooperativa es esencial para la vida del ión. Así, resultan tejidos compu~stos de células diferencia-
junto. Tales organismos sociales existen fuera de la sociedad Del mismo modo, en una comunidad de hormigas o abejas
mana. Los insectos revelan un desarrollo curiosísimo. En una diferenciación fisiológica entre las distintas formas, coro-
explicaciones de la vida de las abejas y hormigas sentimos la rabie a la diferenciación de distintas células en los tejidos de una
tación de mostrarnos antropomórficos, puesto que parece multícelular .
mente sencillo encontrar en las organizaciones de dichos .i}}:lgra~~ie~, esa diferenciación no es el principio de organización
la organización de la comunidad humana. Hay distintos tipos de. la .sociedaq .h~.tmna. por supuesto,. • la. .d.i.s.tinción · ,
individuos con funciones correspondientes, y hay también un mental del sexo, que sigue siendo una diferencia fisiológi~"!~
ceso vital que parece determinar la vida de los diferentes cipalmente, las distinci()nes e.n.tre las form¡ts-paqre: y
Resulta tentador referirse a tal proceso vital como análogo hijo son distinciones fisiológicas, pero aparte de ellas no
sociedad humana. Empero, no tenemos hasta ahora base prácticamente distinción alguna entre lo,s distintos indívídugs .~u.e
pata establecer una semejante analogía, porque no estamos en componen la ..comunidad humana. De ahí que la organización no
diciones de identificar ningún sistema de comunicación en las pueda producirse, como lo hace en la comunidad de hormiaas o
dades de insectos, y, también, porque el principio de organizac abejas, gracias a la diferenciación fisiológica de ciertas formas o con-
de dichas comunidades es distinto del que hallamos e.n la vertidas en órganos sociales. Por el contrario, . todoslos individuos
11Jdad humana. tienen esen~iaJmente las mismas estructuras fisiológicas, .y el pro-
. El principio de organización entre esos insectos es el de la ceso de or¡;pnízación entre tales formas debe ser un proceso ente-
.~· ;:"! ticidad fisiológica, que da nacimiento a un verdadero desarrollo ramente distinto del que se en.:uentra entre Jos insectos.
Úprocesos fisiológicos de un distinto ti!]O de individuo adaptado El grado en que puede presentarse la diferenciación entre los
\dettas fl1nciones~ Así, todo el proceso de reproducción es insectos, resulta asombroso. Muchos de los productos de una orga-
·. para toda la comunidad, por una sola abeja reina o una nización social elevada son obtenidos por esas comunidades. Ellas
reina, un solo individuo con un enorme desarrollo de los órganos (apturan a otras formas minúsculas cuyas exudaciones les resultan
productores, con la correspondiente degeneración de los agradable;s, y las mantienen casi como nosotros mantenemos a bs
reproductores en los otros insectos de la comunidad. Existe un vacas lecheras. Tienen clases de soldados y aparentemente efectúat1
arrollo de un solo grupo de soldados, una diferenciación incursiones y capturan esclavos, empleándolos posteriormente, Pue-
a tal extremo, que sus componentes no pueden alimentarse por den hacer lo que no puede la .sociedad humana: pueden determinar
solos. Este proceso de desarrollo fisiológico, que con vierte a un · el ~xo de la generación siguiente; escoger y decidir quién será el
viduo en un órgano del conjunto social, puede compararse padre en la nueva generación. Observam:os asombrosos resultados
el desarrollo de los distintos tejidos de un organismo que se pueden parangonar con los empeños que nosotros tratamos
En un sentido, todas las funciones que se encuentran en una de poner en práctica en ntWstra sociedad, pero la forma en que son
multicelular pueden ser encontradas en una célula. Las formas llevados a cabo es esencialmente distinta. Se obtienen gracias a la
celulares pueden llevar a cabo todo el proceso vital; se '<liferenciación fisiológka, y no logramos en~ontrar en el estudio
eliminan los productos de desecho, se reproducen. Pero en una d~ esos animal~s medio de comunicación alguno como el que per·
multícelular hay una diferenciación de tejidos que forman cél mite la existencia de la organización humana. Aunque todavía nos
musculares para el movimiento, células que absorben oxígeno ~ncontramos mayormente a oscuras en relací6n con esa entidad so~
eliminan productos de desecho, células dedicadas al proceso de· <ial de la colmena o el hormiguero, y aunque advertimos urta evi-
dente semejanza entre ellos y la sociedad human.a, .existe un sistema
/el aspecto. Íl!lpulsívo o emocional o primariamente individual y antisocial. enteramente distinto de organización en los dos c<tsos.
¡que est~ ulumo, en s~ mayor parte, es controlado con respecto a sus
¡,conducttstas. P?r el pnmero, y que los conflictos que ocurren de tanto 'E.n aml:!C>s,faS()s hay .uf1~ orgaJ!ízad<Stt Aen~rC>, <;le la -'Uat surgen
t ~nrre ~us d1stmtos 1m pulsos - o entre los distintos componentes de su los. ~ndwKJu.os partiG~M~, ,._ .q~ es.. S~t1diciót1.J?ara, 1~ ap'!ridf'>t!. 4,d~
umpulstvo- son acallados y conciliados por su aspecto racional.
Jos distintos indívídtWs. No podría ~íst!r el desarrollo pecuH<~r
254 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 255.
que se encuentra en la colmena, salvo en una comunidad de abe' constituyen en una sociedad. Los individuos aparecen primero y
l;!J! cierta medida podemos obtener una sugestión para las sociedades nacen de la superioridad de ciertos individuos. La
la evoluCión de. tal grupo social. Podemos encontrar formas teoría .es antigua y, en algunas de sus fases, todavía tiene vigencia.
tales como el abejarrón, y, más o menos provechosamente, Sin embargo, sLla posición a que nos ,.b:rnos .referido es <:OI;'~¡;ta,
especulaciones en cuanto a las demás formas de las que podría si el individuo obtiene su persona .sólo a través de la comunicación
el desarrollo de una sociedad de insectos. Presumiblemente, el con otros, sólo gracias a la elaboración de los pre<:esos sodaJ.~s. :gte:-
Ilazgo de un ex:ceso de alimentos que estas formas pudiesen diante la wrnunicación significante, entonces la persona no podría
mítir de generación en generación, sería un factor preceder al organismo se<:ial. f:ste debe existir previamente.
En la vida de la forma solitaria, la primera generación Entre los mamíferos, en la relación entre padres e. hijos está
y las larvas quedan solas, de modo que se produce una ae:sa:¡:>ari€ involucrado un proceso social. Ahí partirnos de la uñ.íca diferen-
completa de los adultos a cada aparicí,ón de la nueva ciación física (aparte del sexo) que ~xi.ste entre los individuos bu-
En organizaciones como la de la colmena se presentan manos, y esas diferenciaciones fisiológicas proporcionan una bas.e
que, debido a la abundancia de alimentos, las formas se trasmiten para el proceso social. Tales familias sólo pueden existir entre ani-
una generación a otra. En tales wndicíones, es posible un males inferiores al hombre. Su organización se da sobre una base
desarrollo social, pero dependiente aún de la diferenciación fisiológica, es decir, una forma actúa de cierto modo debido a su
lógica. No tenemos pruebas del acrecentamiento de una estructura fisiológica y otra reacciona debido a su propia estructura
da que es trasmitida, por medio de la comunicación, de una fisiológica. Debería existir en ese proceso un gesto que provoque
ración a otra. Ello no obstante, bajo tales condiciones de b reacción, pero la conversación de gestos no es significante en esa
de alimentos, ese desarrollo fisiológico florece en forma primera ,etapa .. Empero, el comienzo de la comunicación ~stá p¡;e-
brosa. Sérnejante diferenciación sólo podría tener lugar en una sente en el proceso de organización dependiente de las diferencias
rnunidad. La abeja reina y la hormiga soldado sólo podrían fisiológicas; y existe también. el conflicto de los l11dividuos
'en una sociedad de insectos. Uno no podría reunir a todos que no está necesariamente basado ell las condiciones fisiológicas.
;distintos individuos y constituir una sociedad de insectos; es Se lleva a cabo una riña entre individuos. Puede haber ante-
que previamente haya una sociedad de insectos, a fin de que cedentes fisiológicos tales como el hambre, la rivalidad sexual. la
darse esos individuos. rivalidad en materia de jefatura. Quizá podemos encontrar siempre
En la comunidad humana no tendríamos. aparentemente algún antecedente, pero la pendencia se da entre individuos que se
inteligencias distintas de individuos aislados, ni el desarrollo de encuentran prácticamente en el misrn:o plano, y en tales conflictos
individuos a partir de la matriz social, responsable del existe la misma conversación de gestos que he ejemplificado en la riña
'de los insectos. Los individuos humanos son idénticos en gran de perros. Así, tenemos los comienzos. del proceso 9e. <;qm:qp,i<;,a.dón
parción; no existe diferencia esencial de inteligencia desde el en eL proc~S()~.~o()peras~v()~~J"a sea de reproducCÍÓ!!,~ 9~.. cq~dª.d9 ..5t~
de vista de la diferenciación fisiológica entre los sexos. Hay hijos o .de lucha,/Los gestps I10 son todavía símbolos siznifi-
nismos fisiológicos esencialmente idénticos, de modo que, ya
~t:<!ntes, pero pel:'rnitén. Ja ..comunica(;iQ.n. Pet1ªs de ello,~ hay y,n
ternente, no tenernos una matriz social responsable por la proceso social, y .cierta :p~rte de ellos depende .de li! ciiferenci¡¡cióq
del individuo. Debido a tales consideraciones, ha surgido una fisiológica, pero el p¡;:e<:eso irnpJica, pgr añacií~,!l!a! ges,!()~·
en el sentido de que las sociedades humanas nacieron de los Aparentemente, de este proceso surge la comuniéadón signifi-
viduos, np los individuos .de las sociedades. Así, la teoría social cante. En el proceso de comunicación aparece otro tipo de individuo.
wntrato supone que los individuos existen previamente corno .Este proc:eso, por supuesto, depende de ci~.11:.a. e§trq~tq.r.ªJisioló.gica.;.
viduos inteligentes, corno personas, y que dichos individuos se si el individuo no fuese .sen.sil:JI.e a. sus P!()pios e~tí.rnyloL.. esenciales.
nen y forman la sociedad. Según ese punto de vista las "v'·'"'.."'" para la trasmisión de la reacción a la otra forma, tal cqrn:tmicación
han surgido corno corporaciones comerciales, por la unión no podría tener lugar. Con respecto a la sordomudez, p. ej., vernos
rada de un grupo de inversores que eligen a sus autoridades que, si no se presta atención al desarrollo del lenguaje, en el niño
256 GEORGE H. MEAD' ESPÍRITU, PERSONA Y SOC:IEDAD 257
no aparece una intelígencía humana normal, sino que se ese terreno. La forma humana es distinta de la forma insecto. Natu~
serva en el nivel de los animales inferiores. Hay, pues, un ralmente, las hormigas y las abejas tienen cerebro, pero no poseen
fisiológico para el lenguaje, pero no es de difei~I;~iaCl61:1 . nada que correspor¡.da a la corteza. Reconocemos que, así como
entreTas~díversas formas.· Poseemos organos vocales y órganos t~nemos. u.~ ti~. d~ ~ocieda~ construida sobre ese principio de la
tívos, y, en la medida en que nuestro desarro!lo sea normál, dtfere~c~ac~o~ fiStologJca, ast debemos ~ener una distinta organiza-
m~os c¡¡pa¡::idad para influir sobre nosotros mismos tal como .· ción ftst~logtca. Por medio de un órgano adicional, el cerebro y la
mos sobre los. c:l.emás. Y de dicha capacidad para influir sobre corteza, mtroduci.mos unidad en las distintas estructuras de la for~
otros, por medio de nuestro gesto, como influímos. sobre los ma humana. En la forma insecto existe unidad por la efectiva cola-
ha surgido la forma peculiar del organismo social humano, boración de las partes fisiólógicas. Detrás de esto hay cierta base
puesto de seres que, en ese grado, son fisiológicamente id fisiológica, por oscu~os ~ue sE:an los detalles ".Es jJ!lportéln~e reco-
lAlgun(),s ..Qg.. Jos procesos .s.ucilles den.tro de los ~uales .tiene noce;r quela ~orma mtehgente logra el desarrollo de la inteligencia
ksa comunicación dependen de diferencias fisiológicas, pero en d ~ractas a un organo como el sistema nervioso central, con su pecu~
f.céso social el individuo no está diferenciado fisiológicament llar desarrollo del cerebro y I~ corteza. La columna ·vérteorélTrepre-
fotros individuos. Eso, insisto, constituye la diferencia fund senta series de reacciones más o menos fijas. Entonces, por medio
tal entre las sociedades de insectos y la sociedad humana 8 , de un órgano superpuesto al sistema nervioso central, pueden esta-
\:ina distinción que debe establecerse con reservas, porque puede que blecers~ conexi?nes en~re Io.s distintos tipos de reacciones que surgen
en el futuro exista alguna forma de descubrir un lenguaje ~ ~ra.ves del ststema. mfenor. Y así aparece Ié.! multiplicidad casi
las hormigas y las abejas. Encontramos, sí, como he dicho, mfmtta de las reacc10nes del organismo humano.
diferenciación de los caracteres fisiológicos que por el momento . S~ .bien en el desarrollo del cerebro en cuanto tal logramos la
:Plica la organización peculiar de esas sociedades de pos1btltdad de la aparición de la conducta distintivamente humana
JsS>c!edad huma,!lat. pues, depende, para su forma de la conducta humana expresada simplemente en términos de prod~ct~
!diStintiva, del desarrollo del lenguaje. del c~rebro y la columna vertebral, sería sumamente restringida, y
'-'"'· Resulta tentador contemplar la fisiología del insecto en el ammal humano sería un animal sumamente débil y carente de
paración con la fisiología de la forma humana, y notar sus importancia. Podría cor:er y trepar, y comer lo que se llevase a la
rendas. Peto, si bien es tentador especular en punto a tales boca con las manos, en· virtud de los reflejos que se remontan al
rendas, no existe aún una base adecuada para la generalización sistema nervioso originario. Pero una serie de combinaciones de los
distintos procesos descubiertos allí proporciona una cantidad infi-
8 El animal humano soci3lizado adopta la actitud del otro hacia él nita de reacciones posibles en las actividades del animal humano.
cualquier situación social dada en que él y otros individuos pue·dan estar Gradas a la variedad de combinaciones en las conexiones de las reac-1
o involucrados; y de tal modo se identifica con el otro en tal,
reaccionando implícitamente como lo hace el otro o como lo hana dones con los estímulos, que tienen lugar en las vías que penetran'
y controlando su propia reacción explícita de acuerdo co~ la del otro.
socializado no humano, por otra parte, no adopta la actitud del otro en la corteza, se puede establecer cualquier cantidad de ~ombinacio-
hacia la situación social dada en que ambos se encuentran involucrados,
es fisiológicamente incapaz de hacerlo y entonces, por lo tanto, no puede 4
lar adaptativa y COO!perativamente su propia reacción explícita a la Ni siquiera los miembros individuales de las sociedades invertebradas más
!IOCÍal dada, en términos de una conciencia de dicha actitud del otro, como avanzadas _po~en s:ufíci~ntes. capac~dades fisiológicas para adquirir espíritu 0 per-
sona, conCiencia ? mteh~encia, sa_candolos de sus relaciones e interaccione-s sociales
hacerlo el animal humano socializado. mu~uas; y de ahi que dichas sociedades no puedan alcanzar ni el grado de com-
Toda eom.unicación, toda. conversación de gestos entre los animales pleJidad q~e sería pr~l!puesto por 1~ aparición ~e esp~ritus y personas dentro
y aun entre los miembros de: sociedades de insectos más altamente de ellas, ni la proporc10n d~ compleJidad que s~n~ posible sólo . sí 101! espíritus
es presumiblemente inconsciente. Por lo ta~to, sólo el! la soci~dad hu.mana Y las personas h:Ubiesen surgido dentro de ellas. Umcamente los miembros indivi-
dentro del contexto especialmente compleJO< de relaCiones e mteracc10nes duales de las soci.edades humana& poseen las capacidades fisiológicas requeridas para
que el sistema nervioso central humano hace fisiológicamente posible- tal desarrollo social de espíritus y personas; y_, por consiguiente, sólo las sociedades
o pueden surgir los tspíritus: ·y, así, también 1os sere~ humanos son human~~ son capaces de alcanzar, en su estructura y organización, el nivel de
los únicos organismos biológicos que tienen conciene1a de sí o pueden compleJid~d que ~ to_n~a posible de resultas de la aparición de espíritus y pE"rsonas
. que poseen pe'rsonalidad. en sus miembros Individuales .
ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 259
GEORGE H. MEAD
258
.ie tal diferenciación fisiológica. La organización de las actitudes
humano puede usar
)nes de los distintos modos en que un ser sociales que constituyen la estructura y el contenido ~e la persona
5
l brazos, sus piernas y el resto de su cuerpo : . humana individual se lleva a cabo en términ0s de la organización
. t a ímportantlsima fase del desarrollo de los elementos neurales y de sus interconexiones en el sistema ner~
H;ay como h emos Visto, o r bl
. , f . , tan esencial como el ba . a para
del ammal humano, ase qmza vioso central del individuo, y en términos de la pauta general orde-
1
desarrollo de la inteligencia peculiar. ~el hombre: e1 emp eo nada de la conducta social o de grupo en que el individuo --como
mano para la aislación. de las cosas fls¡cas. y miembro de la sociedad o grupo de individuos que ponen en práctica
juntos m eLdesar.rnllo deLsetJxumano . el. ,· tal conducta-.- está involucradb.
~pdtJ; inteligencia es preciso q\le a~arezca la conm.noa st. ~· Es también cierto que muchas formas vertebradas entre las que
tiene que'hab"!:r alguna fase del acto que Hegue cast. has~ a la consu ..· se observa un comienzo de sociedad, no dependen de la diferenciación
., . . d' ·h acto se desarrolle mtehgentemente•;'
macwn Si se qmere que lC o . . fisiológica. Tales sociedades inferiores a la del hombre son relativa-
• i·onan los mecamsmos necesanos.
1 1 u J·e v1 la mano proporc mente insignificantes. La familia, por supuesto, es significante, y
.l . .~ eng a · omos todos, en cuanto seres
'.Todos tenemos manos y babia, y s 1 d .. podemos decir que la familia existe antes que el hombre. H'ay,
. . 1' t Todos tenemos o que enoml~
;dates, seres idénticos, mte.igen es. . ·d d La sociedad no sólo la necesaria relación de padre e hijo que se debe al período
: " . . " vivtrnos en un mun o e cosas. . de la infancia, sino también la relación entre los sexos, que puede
~ namos cone1ene1a Y . edios completamente dis~
. humana se desarrolla en tales mediOs, m 11 1 . dad de ser relativamente permr3nente y que conduce a la organización de
tintos de aquellos dentro de los cuales se desarro a a soCle la familia. Pero no encontramos que la organización de algún grupo
insectos. mayor se base sólo sobre la organización de la· familia. El re-
baño, el banco de peces, la bandada de pájaros, en la medida en
LA BASE D'E LA SOCIEDAD HUMANA: EL HOMBRE
que forman 'agrupaciones sueltas, no surgen del desarrollo de una
31. función fisiológica que corresponde a la familia. Tal rebaño exhibe
y LOS VERTEBRADOS
lo que podemos llamar "relaciones instintivas", en el sentido de
. l~ ; d~d humana está organizada sobre un que las formas se mantienen unidas y parecen encontrar, unas en
Hemos VlStO que a soc.e " . . basan otras, un estímulo para llevar a cabo sus propias actividades. Los
. . . distinto del de las sociedades de msectos, que se . ,
pnnciplO . . . , . L . ¿· 'duos humanos son tden· animales en grupo efectúan sus funciones de pastaje mejor que
isobre la diferenciación flslOlogtca. OS 1ll lVi d·'f n cuando están solos. Parecen existir tendencias instintivas, por parte
* ·¿ stán muy levemente 1 ere ~
hicos entre sí, en muchos sentt os, y e . , de esas formas, a moverse en la dirección en que se mueven los otros
' El . d' .d . consciente de Si que entra en
\ciados fisiológicamente. ., . m iVi uod· d d las diferenciaciones , animales, como se advierte en cualquier grupo de ganado que se
'ta composición de tal soCiedadl
no epen e e
·
.
n tanto que en las comun1*

''desplaza a una en la pradera, mientras pasta. El movimiento de
l
fisiológicas, aun cuando e as existan, e . . .d d depende Íuna forma es un estímulo para que la otra forma se mueva en la
dades de insectos la existencia misma de dichas comum a es
~dirección en que lo hace la primera. :Sse parece ser aproximadamente
1 límite del desarrollo social posible en
Hemos .dicho, en .generaL. que ~l rada de complejidad de or?anizaCÍÓ?' ·el límite de esa fase del rebaño, Hay también formas agrupadas
\cualquier espect.e d.e _orgamsmo antmal . so~ ca aces de alcanzar- esta determt• para la defensa o el ataque, como el rebaño que se defiende contra
;social que los mdtvtduos de esas .~~pe~es su equi~o fisiológico pertinente, de s~f
.nado por la naturaleza Y extens!On e . 1. Y este límite ·del desarrollo socl<ll el ataque de los lobos, o los lobos corriendo juntos para atacar al
kapacidades fisiológicas . de coyductaeci~o~~~ana está determinado, a) menos teó- . rebaño. Pero tales mecanismos proporcionan bases relativamente
¡p_osíble en el caso espe.~al. d; :él~l~s nerviosas 0 elemmtos n~turales del ;leves para la organización, y no entran en la vida del animal al
trtcamente, por la canu. a~ e 'd d diversidad de sus postbles ..
.humano, y por la constguten~e cantl af y bre la conducta humana mamflesta ipunto de determinar completamente esa vida. El individuo no está
; e interrelaciones, con referencia a su e ecto so
'su control de la mism~. h d'tario en relación con .los espíritus Y
1determinado por su relación con el rebaño. El rebaño aparece como
T . • 'ro nno oo •nnatO 0 e~jt 1 ..
h•' ... · ·· • · . • t J h m•nO una nueva clase de organización y posibilita la vida del individuo
""'g .Jlnt~. ···"'"'·' ·"'";·"'"'" h'f'"'ol6 !Co del sistema nervtoso cen ra . u o •
p~J.sop.as .es el m.ecan.lSffi? dSl l 05g , itus y .las personas, a part1r qel desde el punto de vista de la defensa de un ataque, pero los procesos
me!Ií'ci del cual la gen~slS . e . espt~onducta - a partir de la matnz ""'"'"'''"
social humano de la expenencta .Y 13 hecha biológicamente posible en de alimentación y repl"oducción no dependen del rebaño mismo.
de ie1aciones e interacciones sooa es- es , 1
'.igglviduos humanos.
260 GEORGE H. MEAD
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 261
:Sste no representa una organización de todos lo~ miembros
determine la vida de los miembros separados. Mas funda'"''""'" inferiores al hombre; no se puede componer la soc:edad humana
mente aún, la familia, en la medida en que ·existe entre las a partir del rebaño. Sugerir tal cosa sería no tener en cuenta la
inferiores, no aparece como lo que hace posible l_a estructura organización fundamental de la sociedad humana en torno a una
;rebaño en cuanto tal. Es cierto que en ese agrupamtento del persona o personas.
contra el ataque de afuera, la forma joven es puesta en. ~1 Naturalmente, existe, en cierto sentido, una base fisiológica para
del círculo, y tal es el desarrollo de la relaci.~n de famtha, la sociedad humana, a saber: en el desarrollo del sistema nervioso
actitud general de cuidado paternal de los htJ?~· Pero central, tal como corresponde a los vertebrados y que alcanza su
del círculo, y tal es ·el ·desarrollo de la relac10n más alto desarrollo en el hombre. Mediante la organización del
proceso de defensa o de ataque. sistema nervioso central, las distintas reacciones de la forma pueden
Por otra parte, en el caso del grupo humano hay un _d ser combinadas en toda clase de órdenes, espaciales y temporales,
en ~1 que las fases complejas de la. ~ciedad han surgtdo en los que la columna vertebral representa toda una serie de distintas
organización posibilitada por la apanc10~ ~e la pe~sona. Uno reacciones posibles qae, cuando son excitadas, se producen por sí
cuentra quizás, en Ia relación de los dtstmtos mtembros de mismas, en tanto que los planos corticales del sistema nervioso
agrupaciones más primitivas, actitudes de _defensa Y ~taque "'"''"''"'" central proporcionan toda clase de combinaciones de esas diferentes
.'& pr.obable que tales actitudes cooperat_tvas •. combmadas con las reacciones posibles. Esos planos superiores del cerebro posibilitan
actitudes de la familia, proporcionen las s1tuac10nes d~ ~a.s que surge la variedad de actividades de los vertebrados superiores. Tal es
ha persona. Dada la persona, existe entonces ~a postbthdad de la materia prima, expresada en términos fisiológicos, de la que
desarrollo posterior _de la sociedad sobre esa b:se de la <.v>•<.nal surge la inteligencia del ser humano social.
de sí, distinta de la floja organización del rebano o de la El ser humano es .social en forma distintiva. Fisiológica.me.nte.
sociedad de los insectos. La persona, en cuanto tal, es lo que es social e~~~~Iativamente pocas reacciones. EJcisten, por supues_!9•
posible la sociedad dis.tintivamente humana. Es verdad qu~ procesos fundamentales de reproducción y del cuidado de los hij()s,
}clase de actividad cooperativa precede a la persona: ~s prectso que han sido reconocidos como parte del desarrollo social qe la Í%!~
lhaya alguna organización indefinida en que los dtstmto~. teligencia humana; No sólo hay un período fisiológico de la infan-
lmos trabajen juntos, y que exista esa clase de cooperacton en cia, sino que ésta se extiende de tal modo, que representa aproxi;.
fque el gesto del individuo pueda convLrtirse para él en un. madamente un tercio del término medio de vida del individuo.
de la misma clase que el estímulo para la otra forma, a fm de 1jCorrespondiente a ese período, la relación paterna con el individuo

la. conversación de gestos pueda incorporarse a la conducta liba sido prolongada mucho más allá de la familia; el surgimiento
individuo. Tales condiciones están presupuestas en el desarrollo fde escuelas, y· de insti.tuciones tales como las implicadas por la
la persona. Pero cuando la persona se ha desar.rollado: e.ntonces liglesia y el gobierno, es una extensión de la relación paterna. Esto
1
obtiene una base para la evolución de una soCiedad ~1stmta constituye una ilustración externa de la complicación infinita de
carácter de esas otras sociedades a las que me he refend~. procesos fisiológicos sencillos. Cuidamos a la forma niño y la
La relación familiar, podría decirse, nos propo~c10na contemplamos desde el punto de vista de la madre; cuidamos de
:indicio de la' clase de organizaci.ón. ,que .c?rr~s~nde al msecto, que se preste atención a la madre antes del nacimiento del riiño, de
fque en ·ella tenemos la difere~.etacton fts10log1ca entre los que se le proporcione alimentos adecuados; atendemos a la manera
miembros,· los padres y el htJO. Y en el populacho tenemos en que se organiza la escuela a fin de que el comienzo de la educa-
vuelta de la sociedad a un rebaño de ganado. Un grupo de ción del niño empiece, en et primer año de su vida, con la forma-
viduos pueden ser ahuyentados como ganado. Pero en esas dos ción de hábitos de importancia primaria; tenemos en cuen~a la
presiones, tomadas en sí y aparte de la persona,_ no se educación en su aspecto de recreación, que de uno u otro modo
la estructura de la sociedad humana; no se podna ~omponer cae bajo la fiscalización pública; en todos esos detalles podemos
sociedad humana. por medio de la familia tal como extste en ver qué complejización sufre el cuidado inmediato que los pa-
dres proporcionan a los hijos en las condiciones más primitivas, y
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 263
262 GEORGE H. MEAD
sí mismo. Cuando hace tal cosa, estimula cierta zona del sistema
sin embargo no se trata de otra cosa que una complicación nervioso central que, si se permite que se convierta en la zona domi-
nuada de series de procesos que pertenecen al cuidado original nante, haría que el individuo repitiese lo que ha<:e su oponente. El
niño. individuo ha tomado su actividad y aislado esa fase especial de ella,
Digo que esto es un cuadro externo de la clase de y, al aislarla, ha dividido su rea<:ción de modo que las distintas
que tiene lugar en el sistema nervioso central. Existe~ grupo~ wsas que puede h;¡cer se encuentran dentro de él. Ha estimulado las
reacciones relativamente simples que pueden ser convertidas en .zonas que corres¡)onden a las distintas partes del complejo proceso.
nitamente complejas uniéndolas entre sí en toda clase de ;Puede combinarlas. en distintas formas, y su combinación de ellas
quebrando una reacción compleja, reconstruyéndola de distinto es un proceso de inteligencia reflexiva. Es un proceso que queda
do y uniéndola con otros procesos. Considérese la acción de más plenamente ejemplificado en el jugador de ajedrez. Un buen.
instrumentos musicales. Hay una tendencia inmediata a los jugador de ajedrez tiene la reacción del otro jugador en su sistema.
sos rítmicos, a emplear el ritmo del cuerpo para acentua_r Puede prever en su espí~itu hasta cuatr9 o cinco jugadas de su con·
sonidos movimientos que pueden encontrarse entre los gortlas. trincante. Lo que hace es estimular a otra persona para que haga,
tonces ~parece la posibilidad de dividir en partes la ~cción de una cosa, mientras se estimula a si mismo para hacer lo propio.
el cuerpo, de construir complicadas danzas, de rela<:10nar la Ello le permite analizar su modo de ataque y dividirlo en sus distin·
con el sonido que aparece en la canción, fenómenos que tos elementos, en términos de Ias reacciones provenientes de su opo-
su expresión en los grandes dramas griegos. E~tos resultados nente, y luego reconstruir su actividad sobre esa base.
luegu externalizados en los instrumentos musicales, que son, He acentuado el hecho de que el proceso de comunicación. no
;cierto modo, remedos de distintos órganos del werpo. Todas es más. que una elaboración de la inteligencia pe<:uliar de que está
!complicaciones externas no son otra wsa que externalízación, :dotada la forma vertebrada. EL..me~a!l.i~!fl9. qJl.~ .PY~ci~.. a:na!i2;.a.! J~s~ ....·
luna sociedad, de la clase de complicación que existe en los pl respuestas, desmontarlas y reC;;nstruirlas es posibilitado p<>r el c~.r~- ·"'
isuperíores del sistema nervioso central. Tomamos las 'bro en cuanto tal. ·y el proceso de comunicación es el :medio gracias
primitivas, las analizamos y las reconstruimos en distintas . ~Í cual eso es p~esto bajo el control del individuo mismo. :Ssi:e
ciones. Esa clase de reconstrucción se lleva a cabo por medto puede separar las partes de su reacción y presentársela a sí mismo
desarrollo del tipo de inteligencia que se identifica con la como una serie de distintas cosas que puede hacer en condiciones
de la persona. Las instituciones de la sociedad, tales como más o menos controlables. El proceso de . comur¡!~acióa pon~,
tecas, sistemas de trasporte, las complejas interrelaciones de los sencillamente, la inteligenda del i~d'i;;Td~~ ;··s~··¿¡~kión. .Pero
~ dividuos logradas en las organizaciones políticas, no son más e1 inclÍ\;:iduo que tiene tal· capacidad es un. individuo ªQ.iiaJ:
formas de proyectar sobre la pantalla social. por así decirlo, No la desarrolla por sí mismo para después ingresat: en la s<><;ied~d
· pliadas, las complejidades que existen dentro del sis~ema sol:>re la base de tal capacidad. Se wnvierte enuna persona ylogra
<:entral, y, por supuesto, tienen que expresar functonalmente tal control gra<:ias a .. qt1e es t;í iñrliviCiuü·· s~cLiC .y ~<Sfo e~.J~<i.
:marcha de ese sistema. sociedad puede alcanzar e~a clase de perso:q.a que k. posibilitar~ .~!
. .. La posibilidad de llevar esa complicación al gra~o en que que vuelva sobre sí y se indique las distintas cosas que puede hacer.
aparecido en el animal humano y en la correspondiente · f:ntonces: .. perfecdoriá~í~f!!() ggJ.'!.iJ:?.teJ!&~flda.. qe:IªJgxm<LY~r­
humana, se encuentra en el desarrollo de la comunicación en tebrada.ei:i !á soéj:eQ~Q:'Jilinlana depende d~l Q~Sarr()llO de e~<\ .t:l.<!.Se cle
_,gnducta de la persona. La provocación de la actitud que reacció~ ~~d;I en la que el indíviduq puede.influix S:Pkr~ sLf~!EQ
a la misma clase de acción que es provocada en el otro 1 ..,...... . ,... influye so}:)re los. demás...Eso es lo que le hace posible adoptar y
posibilita el proceso de análisis, la división del acto mismo. elaborar las actitudes de los otros individuos. Lo hace en términos
<:aso del esgrimista o el pugilista, en que un hombre ha<:e de los planos superiores del sistema nervioso central. representantes
nada finta para provocar cierta reacción por parte de s~ de las reacciones que tienen lugar. La,reac.ció..tLQ!:L~ªrniruu:...~.&.Qlpt;u:~.
dicho hombre provoca al mismo tiempo -en la .med1da e~ Q cu~lg_uier ()Jr.a. re.a.cdón..~ncill(l~ .Pt!Et~n,.~c~.n a I.~....~Qlt1~a vertebral,
tiene conciencia de lo que hace- el comienzo de d1cha reaccton
264 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 265
al pedúnculo craneano. Cualquier cosa que ocurra, más allá de eso, la forma se produce un aumento de la diversidad de la sensibi-
es, simplemente, la combinación de reacciones de ese tipo. Cuando se producirá un aumento en las reacciones del organismo a
una persona cruza una habitación para tomar un libro, se ha pro~ medio, es decir, el organismo tendrá un medio correspondiente-
ducido en su cerebro la conexión de los procesos involucrados en mayor. Hay una reacción directa del organismo sobre el
el cruce de la habitación con los implicados en el acto de tomar que suministra cierta proporción de control. En materia
libro. Cuando se adopta la actitud de otro, se está provocando, sim~ alimentación, de la protección contra la lluvia, contra el frío
íplemente, las reacciones arriba mencionadas, que combinan una reac- y contra los enemigos, la forma en cierto sentido controla directa-
,ción con distintas reacciones, para lograr la respuesta adecuada. Los mente el medio gracias a su reacción. Empero, tal fiscalización directa
.centros involucrados en la combinación de las reacciones de las for- es surnam~nte leve en comparación con la determinación del ambien-
.mas inferiores responden a los procesos mentales superiores, y po- te que surge de la sensibilidad de la forma. NéltUralmente. l?'l!~sk})aber
sibilitan la elaboración de reacciones en esas complejas formas. influencias que. afecten .aL individuo en c-uanto un todo, influencias
L.a forma }Juma11apgsee un II}ecanisrno para hacer esas combi- q.Úe no r;sJ?Onden.él.ese tipg de qeterminación, tales. cqtpo g~art.des ~¡;; .
naciones dentro de sí. El individuo humano puede indicarse a.~~· tacHsrnos -terreil'loto~, et~.-, acontecimientos que. colocan. el orga-
mismo qué estápor hacer otra persona y luego adoptar la actitud 'iiísrno en distintos medios sin que esté inmediatamente involl}cra.da !;¡
de ésta sobre fa base de .esa indicación. Puede. anali~ar su acto y sensibilidad de la especie. Los grandes cambios geológicos, tales corno
reconstruirlo por medio de ese proceso. El tipo de inteligencia que ·el gradual avance y desaparición de la era glacial, son simplemente
tiene no está basado sobre la diferenciación fisiológica, ni sobre el sobreañadidos al organismo. El organismo no puede controlarlos;
instinto gregario, sino sobre el desarrollo efectuado a través del ocurren, eso es todo. En ese 5entido, el nwdi:o controla al indivi-
proceso social, desarrollo que le permite llevar a cabo su parte en en lugar de ser controlado por él. Empero, en la medida en que
la reacción social indicándose las distintas reacciones posibles, ana- forma reacciona a él, lo hace en virtud de su· sensibilidad. En este
li.zándolas y recombinándolas. Es .esa clase de individuo la que ha<;e selecciona y escoge lo que constituye su medio. Selecciona
posible a la sociedad humana. Las consideraciones precedentes deben. o hacia lo cual reaccionará, y lo utiliza para sus propios fines,
ser comparadas con el tipo de análisis absolutamente ilógico que involucrados en su propio proceso vital. Utiliza la tierra que
trata al individuo humano como si estuviese fisiológicamente dife~ pisa y rotura, y los árboles a los que se trepa; pero sólo cuando es
renciado, simplemente porque se puede encontrar una diferenciación sensible a ellos. Es preciso que exista una relación entre estímulo y
de los individuos en la sociedad humana, una diferenciacíón com~ reacción; el medio, en cierto sentido, tiene que estar dentro del acto,
parable con la de un hormiguero. En el hombr.e, .. Ia .. diferenciación a fin de que la forma pueda reaccionar a aquél.
funcional proporcionada por el lenguaje presenta un prin~ípio de Esta íntima relación de medio y forma es algo de lo cual debe-
organización que produce, no sólo un tipo enteramente distinto de mos imbuimos, porque tenernos tendencia a encarar la situación des-
individuo, sino también una sociedad diferente. de el punto de vista de un medio. preexistente, en el que la forma
entra o dentro del cual se da, para después pensar que ese medio
afecta a la forma, estableciendo las condiciones en que ésta puede
32. ORGANISMO, COMUNIDAD Y MEDIO AMBIENTE Jrivir. De ese modo, se formula el problema de un medio dentro del
Jual se supone que tiene lugar la adaptación. Este es un ángulo de
Me ocuparé ahora. de la relación del organismo con el ambiente, tnfoque bastante natural desde el punto de vista científico de la
tal como se expresa en la relación entre la comunidad y el primero. lbistoria de la vida sobre la tierra. La tierra existía antes de que apa-
Hemos visto que el organismo individual determina, en cierto reciese la vida, y sigue existiendo mientras distintas formas desapare-
sentido, su propio medio gracias a su sensibilidad. J3Lúvico medio cen y aparecen otras. Considerarnos corno incidentes más o menos
al cual p_11ede reaccionar el organismo es d que le revela s~ se~;ihi~ accidentales a las formas que aparecen en los anales geológicos. Po-
1i.9a.d. Así, la clase de medio que puede existir para el organismo es dernos señalar una cantidad de péríodos críticos de la historia
un medio que éste, en cierto sentido, determina. Si en el desarrollo de la tierra en los cuales la aparición de la vida dependió de. cosas
266 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 267
~que existían o surgían. Las formas parecen estar .. v.u-'l-'"''"'m::¡¡¡:~:~ mas. Pero, en la medida en que los medíos existen para la forma
lmerced del medio. De modo que no explicamos el medio en misma, existen en ese carácter seleccionado y en cuanto construídos
fnos de la forma, sino la forma en términos del medio. en términos de reacciones posibles 6 •
• Ello no obstante, el único medio al cual la forma reacciona En"c::gntraste .con. este controL qu.e l;:¡ forrm ejen:.e ~obre s\1 m.~di9
medio predeterminado por la sensibilidad de la forma y por la ( exp;;~able en términos de selección y organizaciór1) •, existe .?tro
tción de ésta a él. Es cierto que la reacción puede ser de tal clase control de la forma, a la que ya ID:€ he referido y gue realmente de-
,esulte desfavorable para la forma, pero los cambios que nos termina, por-medio de sus reacciones, los ~bjetos que existen en tor-
'an son los de la forma en un medio que ella misma escoge y no suyo. En la medida en que un animal cava un hoyo o cons-
fmisma organiza en términos de su propia conducta. La forma truye un n'ido, reúne cosas a fin de hacerse una casa. Esas
la distancia de los objetos que le son favorables o desfavora construcciones son de un carácter distinto de la clase de control al
lmide la distancia en términos de sus propios movimientos para que me he referido previamente. Las hormigas, por ejemplo, man-
ixímarse a los objetos o alejarse de ellos. Lo que la afecta en su tienen en sus galerías ciertas formas de vegetación con las cuales
·ríencia distante constituye una promesa de lo que sucederá en se alimentan. Esto les proporciona una fiscalización del medí(.) que
se establezca el contacto. Puede ser un contacto favorable con va más allá de aquel co1lt~ol a que nos hemos ¡;gferíoo lias.ta all9X'!•
mentas, o un contacto con las mandíbulas de sus enemigos. La puesto que exige reacciones activas por parte de los animales, reac:
periencia distante indica tales resultados; ésa es la manera de existir cíonés que determinarán cuál será el vegetal que crecerá. Tales accio-
medio. nes componen una parte sumamente pequeña de las vidas de esos
Las cosas que vemos a distancia son los contactos que o insectos, pero existen ...Ese tipo de .fís,ealizaci&n va más allá de la cons-
cuando nos acerquemos a ellas. Nuestro medio existe, en trucción de la madriguera o el nido, puesto que existe una verdadex.~
como hipótesis. "La pared está allá" quiere decir: ' construcción del medio, que el animal lle~a a cabo en su proceso vi-
ciertas experiencias visuales que nos prometen ciertos tal. Lo notable en cuanto al organismo humano es la complicada
de dureza, tosquedad, frialdad". Todo lo que existe en tomo de extensión de un control del tipo a que me he referido en eL caso
otros, existe para nosotros de ese modo hipotético. Por supuesto, de los insectos.
les hipótesis son respaldadas por la conducta, por el expe!:x:'me·ntlC\, El medio -he dicho-- es nuestro medio. Vemos lo que podemos
se prefiere. Ponemos los pies en el suelo con una seguridad alcanzar, lo que podemos manipular, y luego lo encaramos cuando
de experiencias pasadas, y esperamos el resultado entramos en contacto con ello. He subrayado la importancia de la
Ocasionalmente somos víctimas de ilusiones, y entonces nos mano en la construcción de ese medio. Los actos de la forma viviente
cuenta de que el mundo que existe en derredor nuestro existe son los que conducen a consumaciones tales como la de ingerir
forma hipotética. a través de la e alimentos. La mano aparece entre el comienzo y el fin de ese proceso.
tante es una especie deJenguaie que nos reveta.ta e:xperiencia Tomamos el alimento, lo manipulamos, y, en lo que respecta a nues-
bable que deberíamos tener sí atravesásemos realmente la tra explicación del medio, podemos decir que nos lo ofrecemos en
que media entre nosotros y dichos objetos. La forma que no términos del objeto manipul;;¡do. La fruta que podemos comer es
experiencia distante -como una ameba-, o que tiene tal una cosa que nos es posible manipular. Puede ser una fruta que
cía distante involucrada sólo funcionalmente, no posee la clase nos sea posible comer, o una representación de la misma ·en cera.
medio que tienen otras formas. Quiero destacar esto para señalar ;Pero el objeto es una cosa física. El mundo de cosas físicas que nos
el medio está determinado en un sentido muy real por el !rodea no es, simplemente, la meta de nuestro movimiento, sino un
de la forma. No es posible, desde el punto de vista de nuestra mundo que permite la consumación del acto. Un perro, es claro,
plicación científica del mundo, salir del medio de esas puede recoger estacas y traerlas. Puede utilizar sus mandíbulas para
formas y relacionar a éstas entre sí. Tenemos ahí un estudio de el acarreo, pero ésa es la única expresión posible aparte de la utili-
ambientes en sus relaciones con las formas mismas, y nrun~r:1m•
expresamos nuestros medios y luego los relacionamos con las 6 [Para la relación del mundo de la experiencia común con el mundo de la
ciencia, véase The Philosophr,¡ of the Act, parte II.]
268 ESPÍRITU, PERSONA Y SOCJEDAD 269
GEORGE H. MEAD
contra la vida de los insectos que ahora se.Jleva a .cabo,. resolvil!ndo
zación real de las misma~ para el proceso de devorar.
. . insectos continuarán viviendo; intenta decidir qué microorga-
~levado rápidamente a su consumación. En cambio, el
iiísmos permanecerán en su medio. Determina, por medio de su ves-
~~m~no tiene esa etapa instrumental que aparece entre la rA~~·o.­
timenta Y su casa, cuál será la temperatura que lo rodee; regula la
t}mtsma Y el comienzo del acto, y la cosa surge en esa fase dd
extensión de su medio gracias a sus métodos de locomoción. Toda la
=~Nuestro medio, en cuanto tal, está compuesto de cosas físicas.
lucha del a humanidad sobre la faz· de la tierra consiste en e~ d;ter-
tra conducta traduce los objetos hacia los cuales reaccionamos a
minación de la vida ql1e existirá en torn.9 .de aquéllay en es.a fisca-
físicas que están más allá de nuestra consumación real del acto ·
'!ización de los objetos físicos que determinan y afectan su. vida. La
diato. Las cosas de las que podemos apoderarnos, que podemos
comunidad, como tal,. crea su medio debida. a que es sensible a él.
brar en partes minúsculas, son las cosas a las que llegamos
Hablamos de la evolución darwiniana, del conflicto de las dis-
mente a la consumación del acto y que: en algún sentido,
tintas formas entre sí, considerándolo parte esencial del problema del
manipular con referencia a futuras actividades. Si hablamos
desarrollo; pero si dejamos de lado algunos de los insectos y micro-
del animal como constituyente de su medio gracias a su sensíbii
organismos, no existen formas vivientes con las cuales la forma hu-
a sus movimientos hacía los objetos, a sus reacciones, podemos
mana, en su capacidad social, se encuentre básicamente en conflicto.
tonces ver que la forma humana constituye su medio en
Decidimos qué vida salvaje conservaremos; podemos eliminar todas
de esas cosas físicas que son, en un sentido real, productos de
las formas de vida animal o vegetal que existen; podemos sembrar
'tras ma~os. 'éstas, ~atu:almente, tienen otra ventaja desde el pun-
las simientes que queramos, o matar o criar los animales que de-
. to de vtsta de la mteltgencia: la de ser implementos, cosas
seemos. No existe ya un medio biológico, en el sentido darwiniano,
}~~demos usar. Aparecen entre el comienzo del acto y su u,• ..~•""'""
para plantearnos el problema. Por supuesto, no podemos dominar
!Cton, de modo que tenemos objetos en términos de los cuales
Jas fuerzas geológicas, los así llamados "actos de fuerza mayor".
:.mos expresar la relación de los medios con los fines. Podemos
Ellos lll?gan y borran lo que el hombre ha creado. Los cambios pro-
zar ~uestros objetivos en térmi;os de los medios de que d' vv.""'"'
ducidos en. el sistema solar pueden aniquilar sencillamente el pla~
La mano hum1na, respaldada, es claro, por el infinito número
..neta en que vivimos: tales fuerzas están fuera de nuestro dominio.
acciones que el sistema nervioso central hace posible, es de ·
Pero si tomamos las fuerzas que consideramos importantes para el
tancia crítica para el desarrollo de la inteligencia humana. Es
.desarrollo de esta tspecie que cubre la faz del globo, ellas se encuen~
portante que un hombre pueda descender de un árbol
tran, en graa medida, bajo el dominio de la sociedad humana. El
que sus antepasados vivieron en uno), pero es de mayor ·
problema de la presión de población ha desempeñado siempre un
lque .t~nga un p~lgar en oposi~ión a los demás dedos, para papel importante tn la selección de las formas que sobreviven. La
!Y uttltzar los objetos que necestta. De tal modo dividimos naturaleza tiene que seleccionar basándose en el principio de sobre~
!mundo en .~bjetos físicos, en un medio de cosas ~ue podemos producción, a fin de qué pueda haber, hablando en forma antro·
(Pular Y uttltzar para nuestros objetivos y propósitos finales.
pomórfica, variaciones, algunas dt las cuales puedan poseer ventajas
' Más allá de esta función individual están los usos que damos
.sobre las otras. Así como Burrows empleaba numerosas variedades
esos objetos físicos para facilitar el control que el grupo ·
en sus experimentos con plantas, en la esperanza de que alguna
ejerce sobre su mundo. Redúzcase ese grupo a sus términos in
iuese ventajosa, así, hablando antropomórficamente, la naturaleza
-tales como los que encontramos en las novelas sobre el hombre utiliza la variedad, produciendo más formas de las que pueden sobre-
las cavernas-, y las cosas que él maneja serán apenas algo más vivir, en la esperanza de que sobreviva alguna forma superior. La
porras o piedras. Su medio no es tan distinto del medio de los antm,a... tasa de mortalidad de cierto insecto es de 99,8 %. y la de las formas
les. :Pero el desarrollo de la sociedad humana en mayor escala ha que sobreviven es menor. Para la forma humana siguen existiendo
dl!f:ido a una completísima fiscalización de su medio. La forma problemas de población, pero el hombre puede determinar la pobla·
mana establece su propio hogar donde le agrada; construye C!UllautelS; dón que debe existir, en términos de los conocimientos que ya posee.
trae su agua desde grandes distancias; decide qué vegetación crecerá El problema se encuentra en manos de la comunidad, en. la medida
su derredor; determina qué animales existirán; se lanza a la ..
270 GEORGE H. MEAD ESPíRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 271
en que ella reaccione inteligentemente a sus problemas. Así, · la forma; y ello produciría una meta como objetivo de la
los problemas que provienen de afuera de la comunidad misma evolución.
den ser definidamente dominados por la comunidad. Y este Estamos tan lejos de cualquier adaptación definitiva de esta
de su propia evolución constituye la meta del desarrollo de la que decimos, correctamente, que la evolucíón del organismo
dad humana. ial tí:enll todavía un largo camino ante sí. Pero suponiendo que
Se ha dicho, con justicia, que no existe ninguna meta en la alcanzado esa meta, que hubiese determinado las condiciones
lución biológica, que la teoría de la evolución es parte de una que podría vivir. y reproducirse, entonces los cambios siguientes
mecánica de la naturaleza. Tal evolución opera, por así la forma humana no tendrían ya lugar en términos de los prind~
desde atrás. La explicación se hace en términos de fuerzas ya qu~ han determi,nado la evolución biológica. La situación bu~
tentes, y en ese proceso aparecen las formas particulares que se mana es un desarrollo del control que todas las formas vívién-
tan a ciertas situaciones y de tal modo sobreviven en la lucha por tes ejercen sobre su medio en selección y en organización, pero la
existencia. Dicho proceso de adaptación no es necesariamente humana ha llegado a un fin que ninguna otra fotma ha
que escoja la forma que consideramos más deseable. El parásito ,.,.,.......,.... v: la de determinar realmente, dentro de ciertos límites, cuál
definídamente un resultado de un proceso evolutivo. Pierde su medio inorgánico. No podemos trasportarnos a otros plane-
órganos porque no le son ya necesarios. pero se ha adaptado a o determinar cómo serán los movimientos del sistema solar (los
vida de alimentarse del huésped. Podemos explicar eso desde el posibles cambios de esa clase están fuera de cualquier control conce~
to de vista de la evolución. Desde dicho punto de vista, no ""''''-11lV1> bíble por parte del organismo humano) ; pero aparte de tales lími-
que considerar a la naturaleza como productora de formas cada tes, las fuerzas que afectan la vida de la forma y pueden, concebible-
jmás altamente complicadas, más perfectas. Los cambios son mente, cambiarla en el sentido darW'iniano, han llegado a ser do~
~cados, simplemente, por las variaciones y la adaptación a las · minadas por la soded~d misma, y,' en la medida en que caen
¡;nes que surgen. No hay necesidad de introducir una meta hada o el dominio ejercido por la sociedad, la sociedad humana
~cual se dirige toda la creación. presenta un fin para el proceso de la evolución orgánica. No hace
Ello no obstante, la situación humana que acabo de decir que, en lo que concierne al desarrollo de la sociedad
ofrece, en cierto modo, una meta, no, si se quiere, en el sentido uu,.......... , el proceso mismo está muy lejos de alcanzar su meta.
lógico, sino como determinación del proceso de la vida sobre
superficie de la tierra. !,-_~ .. sociedad humana que puege_<;lsci<:lir
rni~fl1.a cuáles serán las condicion~ en que vivirá, no se encuentra 3 3. L~ .. c.IM.I:€NT:O§ .Y PUNcJQ!~U;s WCIALES DEL
eq SÍtt1aCÍÓÍi de limitarse '3, Cnffefitaf loS prOblemaS que nr,>«Pi1t'.f I:'!;NS.AMlENJ:O Y .LA . COMlJNl.cACIÓ,N
mecHo. Si· la humanidad puede controlar Su medio, logrará, en
to sentido, estabilizarse y llegar al fin de un proceso de De la misma manera sgciofisiológica como ..eLind.iyidP.Q ..bl!J!lJ\!!.0
orgánico, si bien no al término del control del medio si es que aqguiere conciencia de.. si. adquii!re tambi~n in:-
sociedad continúa desarrollándose. No tenemos necesidad de qividuos: y su. concie.:!lcia de sí y de otros in<livi<l:u.os es ig!la!!!l~~te
una. nueva forma, cubierta de pelo, para vivir en climas para su desarrollo personal y. para el de la
lo único que tenernos que hacer es producir ropas que permita a sociedad organizada o. grupo social aLcu.al pertenece.
exploradores llegar hasta el Polo Norte. Podemos determinar Elprinc;ipio que he s.ugeúdo como l:?ásicohP<ll:<l la <:¡rga:!l!~.élci§!l
condiciones en que el calor de los trópicos será hecho soportable. social humana es el de la comunicación que
demos, instalando un cable en la pared de un cuarto, elevar o ·~.otro. Esto requiere la aparición del otro
1a temperatura. Incluso en el caso de los microorganismos -si fi<:ación del otro. con la persona, .la
mos dominarlos como la sociedad, en parte, lo hace--, a través del qtf9. Esta participación es posibilitada gradas al tipo
determinado no sólo cómo será el medio en su relación de comunicación que el animal humano está en condiciones de llevar
con nosotros, sino también cómo será el medio físico en su a cabo -UIL!Í~.~.~.. ~2.IP:~I):ÍE~~}§.!l.4i~ti!!~.9 •.4~Lqu~ ~i¡;_n.e.J~Jgax ~n1~~
272 GEORGE H. MEAD
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 273
otras formas que no poseen ese principio en sus sociedades.
blado del llaii1ado centinela, del que puede decirse que co,tnuni víduo en un proceso cooperativo .puede tener lugar en la conducta
I9sotros mietnbros su descubrimiento del peligro, así como del individuo mismo, si le es posible adoptar la actÍtud del otro. y
decirse que el cloqueo de la gallina lo comunica al pollito. es este control de la reacción del indiv:iduo mismo en virtud de la
con,dicio,nes en que el gesto de una forma sirve para '-V.lu~."'L. .: adopción ~el ~~pel del otro lo que proporciona el valor de este tipo
<?tras for!I}as ¡.:n la a¡:;~itud correcta hada las condiciones externas. de comumcac10n desd.e el punto de vista de la organización de la
l.!n sentido, podemos decir que una forma se comunica con la c~nducta en el grupo. Lleva al proceso de actividad cooperativa más
pe!o es eyjgente la diferencia que .existe entre eso y la.~o.v;uu=J leJOS de lo que puede ser llevado en el rebaño como tal, 0 en la socie-
consciente. \JgttJoJII}~no sabe gJ~e ~se está)l~v~ndo a cal>o la dad de insectos. Y es así como el s:;g.n.t.rQL social, ep .. cuanto fun-
nicación con el otro. Un ejemplo de ello lo tenemos en lo q ciona en términos de autocrítica, se ejerce ta~ í~tima y extensa-
mamos conciencia de las muchedumbres, la actitud que ado mente sobre la conducta individual; sirviendo para Íntegrar <11 íll.aí-
auditorio cuando se encuentra bajo la influencia de un gran viduo con ~us ~cciones, con referencia· al proceso social ·org.anizado
Uno es influído por las actitudes de los que le rodean, que se de la expenenCta y la conducta en el cual él I!Stá involucrado. El
en los distintos miembros del público, de modo que ellos mecanismo fisiológico del sistema nervioso central del individuo
reaccionar como un todo. Uno siente la actitud general de todo humano hace posible que éste adopte las actitudes de otros individuos
público. Existe, pues, comunicación, en un sentido real; es y las actitudes del grupo social organizado del cual él y ellos son
1..\.!la fonna comunica a la otra una ac;~itu,d que esta otra adopta miembros, en términos de las relaciones sociales integradas con res-
<:ierta part~ del medio y que resl.llta de importancia para ambas. 1pecto a ellos y al g.ruJ>? como un todo. ;¡:;!l~a~í~~II1() eJ.J>~()C~.s().~ocJ¡¡l
plano de comuní<:ación se e.ncuentra en las ~ociedades ,<:le. tipo p~eneral de la expenenCla y la conducta q~e eJ g!1lpo pone enpráctica
rior al de la organización social del grupo humano. ¡le es PJ:esentado dírecta~ente a él en su p1;Qpia exRéd~g~ía;:x. de·
En el grupo humano, por otra parte, no existe sólq esa modo que, en consecuenCia, s~ Ví:J~n condiciones d~ gobernar su con:-:
wmunicación, sino también aquel en que la persona que ducta consciente y críticamente, con referencia a sus relaci~n~s . . t;;rnto
gesto y, de tal modo, se comunica, adopta la actitud del otro ~on. e~ grupo soci~! e~ cuanto u,n todo como. co.n sus.otms.mi~~~~s
viduo al mismo tiempo que la provoca en el otro. El individ~o mdtvtduales, en termmos de ese procese> sociaL Así, no sólo se torna
mo desempeña el papel de la otra persona a la que de tal modo con:scie11te de sí, sino también autocrítico; y~ así,. grada~ -;·¡~ a~to~
y sobre la cual influye. Y gracias a la adopción de ese papel del c~ittca, .la fisc.alíz~ció~n socíai.~obre la conducta i~divid~aL9Pi~i en,
se encuentra en condiciones de volver sobre sí y, de tal modo, vtrtud del ongen y base sociales de tal crítica. Es decir: la auto-
su propio proceso de comunicación. :§~ta ·~ ado¡xión del . es, ~senc~:lmente ~rítica social, y la co~duct~~,.~~;~;lad~~;;;
otro. expnsiQn ~qeJJe .us¡1<;lo .conJanta, frecuencia,JlO.~~. o?,.\A~~-c~'"'""l la autocnttca es. . en esenCta conducta controlada "soCialmente
.
a• .LJt:
N:: ·····h· • ·
a 1
de Í!llportancia pasajera. Noes algo qu~ ()CUrra me!'al!lente
c~~~i=nhla experiencia de. .algún tip.o. de .prool~ma que debe. .seE ,.,.r<sudto•. La..iftte!í-
sultado ac(;iCfeñl:ai del gesto, sin~"(¡ue ti~n~ iil1port~ncia pa!aA g . un;ana, que se.expresa en et pensamiento, es re,Q;n.qcida como poseedora
rrollo de la activ!dad cooperafíva. ··· Iit.efi6to· inm:edíato de.tal de ese caracter de encar~r y tratar cualql.tier .Pr,qblema de adiptaú§n .amb1enta1
que enJ;~te a un. o¡;gantsmo que la posea. Y as~,_como..Jamoiéil heui.os . visto ti
ciÓn del papel reside en el control que el individuo logra caractenstica. esen~J.Jl.de la .conducta...inteligent~~esliLreªcdón. . de!:llQr.a.d3.~:::.....:.;:¡ñ~~Íto
cer sobre su propia reacción 1 • Lafis~::alización de la.,acción del gn Ia... ~~nducta mie~qasse. produce eLJJensamient():y 1''Sa reacdón demoráaa"y·et
pensamiento a los ~mes. del. cual es. _demorada .(incluso Ta ~sefeccion ~final,, éomo re~
7 Desde el punto . de .vista. de. la .. evolución .soda!. esa sulta?o del p~nsamrenro, _de" ~~~ meJOtes ó más convenü!ites dé enfté !as dístínt~s
cualqi:jjg}; ilcto soc¡al dado. o del PHJcgso.so<:iaLJotaL qel c.u~l .. reaccwnes. pos¡
· bies
¡ ·en· .la. Situacwn,
· .ambiental
· ..,..~ .da.
, .d... .a) .so.n
.. ... . . ., ·.".'!'.·es,
, hech os .'posw ..· ·.f.···-..-¡·,
ISIO ogtca-..
constituyente, directamente y como un todo ,organizado, .en la mente: gracias a mec~ntsmo del sistema neivióso central, y, socialmente; giacias al
éadií'iiíioae Iós ..o.rganisñios individuálcs involu~rádos 1m a~cho' al:to,. mecaniSI!lQ .del lenguaje. · ·
f:a concepc~ón de Freud acerca del "censor" psicológico representa un re-
al cual puede, en consecuencia, regular y gobernar su condu¿ta ind 8

que'~~o~iíl:téiiii 'el:·va!or .. y significación 'pfculiares ··de la co¡¡ciencia de conocJ~_Iento parc.tal de ese fu~ci?namiento del control social en términos de
organismosj¡¡dividual~s. " autoc~ltic.a, es decir, un reconocimiento de su funcionamiento en términos de la
Hemos visto que el,pto&l:So~.OL~tiv~da~Ld~pgr¡s;¡r es. una.. . ..... exrenencta Y conducta. se:cu_ales. Pero esa. misma clase de censura 0 crítica de sí
t1,1ada por el individuo entre. él mismo y el ot~o .generalizado:. y oue '1a mismo por ,Par~e del tndlVIduo, se refleja también en todos los demás aspectos
g~én,eral y .ef te111a. ¡;!~· dicha· cor¡versadón soll dados. y de,tenninado.~ por la ?e s~ expeuencta, conducta y relaciones sociales -hecho que se sigue natural e
lnEVJtablemente de nuestra teoría social de la persona.
GEORGE H. MEhD ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 275
274
que el control social, lejos de tender a aplastar al individuo penetrar en las actitudes de otros miembros del grupo. f'ig\lras de esa
mano o a aniquilar su individualidad consciente de sí, constitu clase se tornan de enorme importancia, debido. aqlte p<JsíbíÜtan la
por el contrario, dicha individualidad y esté inextricablemcnte comunicación entre grupos de otro mo.do completamente .s<:parados
ciada a ella; porque el individuo es lo que es, en cuanto entre sL El tipo de capacidad de que hablamos es, en IXJHtíca. Ja ac-
Iidad consciente e individual. en la medida en que sea un miem titud del estadista que puede penetrar en las actitudes. dd .grupo .y
de la sociedad, involucrado en el proceso social de la experiencia mediar entre los integrantes,· haciendo que su propia expeúencia .sea
la actividad, y, por lo tanto, socialmente controlado en su e universal, de manera que otros puedan participar, a través de él. en.e$a.
La ?rganización mism,a, ¡J~~l~E<?I!l~IÜ9~ilQ ..(on~eÍ!?nt~ de . sí.. forma de comunicación.
de qu~rc;s,~Tndl;i¿~;;::~ci~ptcn.ta actitud de·los..otrosindiv· La ingente importancia de medíos de comunicación tales como
dc~a;;oü~ de este proceso., .. como heindicado* dep.2nde de la los involucrados en el periodismo, se advierte de .inmediato, puesto
de. la actitud del grupo en cuan~o distinta de la dd Íftdtvíduo que ellos informa.n <de situaciones,,a Jr¡¡ v~ILQe la.s.euales se,_ puede ~Qene::
<.le la obt~nción sido q:ue he ltamildo utl "otro.gen~r.alizad.o". trar .en la actitud y experiencia de oJra.s.personas. La obra dramática
piifiqué eso con el panido de béisbol, en eí que las actitudes de ha desempeñado esa .fu.ncíón. al ofrecer lo que s~·.stiponía.qu;,~~~~
serie de individuos están involucradas en una reacción coopera situaciones importantes. _Ha _entresacado los,~;arac.teres ,que existen
en que los distintos papeles se impi ícan unos a otros. En la por tradición en los espíritus de los hombres, corno los griegos hi-
en que un hombre Jdopta la actitud de un individuo del grupo, tiene cieron en sus tragedias, y luego expresó, por medio de dichos carac-
que adoptarla en su rel.asión con laa.~.c:ión~de los Ql!:os; miembros teres, situaciones que pertenecen a su propia época pero gue llevan
ese grupo; y sí quiere adaptarse J)'Or comE1eto, ,tendra que ad a los individuos más aliá de las muralias fijas, que surgiero~ entr~. .
las actitudes de todos h)s in11)llqdg~ t::n.~e.l proceso. ~~"~::,;;;;;;,.::#;;;;;¡;,"""'"' ellos, en cuanto miembros de distintas clases .ciela comunidad. El
grado en c¡ueyucde hacer tal cosa es limitado por su capacidad, desarrollo de ese tipo de comunicación, del d~aina, h~~taTa ~;vela,
a U~ en lo~,,prüCCSOS ·;nteJige111es .e.St'\fTlOS suficÍen temen te en tiene, históricamente, algo de la importancia que el periodismo tiene
dícíones de adoptar los p~pelcs .de I 0 s qt1eestán involucrados e para nuestra propia época. La nov:_!~,pt;esent<l.l!~:rl-ª~.§Í~!!~Eió!l que ~stá
actividad, como parahacerque nuestra propia acción sea int fuera del alcance del lector~~ iTai)resenta en tal forma, que '"enector'
grado en que la vida de toda la comunidad puede incorporarse penetra en la actitud del grupo en esa situación. ijay un grado mucho
vida consciente de sí de los distintos individuos, varía e mayor de participación, y, en consecuencia, de comunicación ;posil51e,
La historia se ocupa en gran medida de rastrear nesarrot en esas condiciones. Por supuesto, en tal desarrollo est~in:v91ll.Ctada
que no podían estar pre,sentes en la experiencia real de los la existencia de. in te reses . coJnune~- N¡; ~~ pti.ed~. ~on;truir JJn<t s.Qsie-
de la comunidad en el momento acerca del cual escribe el h dad con elementos que .se encuentran fuera de los procesos sitales
Tal análisis explica la importancia de la historia. Se puede echar del individuo. Es.pr~iso presup()!ler <1,lguna clase. de colaboración.
mirada retrospectiva hacia lo que ocurrió y descubrir cambios, dentro de la que los individuos mismos estén involucrados. activa-
e intereses de los que nadie, en esa época, tenía conciencia. Ten mente, como la,..única base posible para taL participaciÓn en la .. comll::-
que esperar a que el historiador proporcione la descripción, porque nícación: No se puede comenzar a establecer una comunicación con
proceso real trascendía la experiencia de los individuos aísl habitantes de Marte ni establecer una sociedad con la que no se tienen
Ocasionalmente surrre una persona que está en condiciones relaciones antecedentes. Naturalmente, si en Marte existe ya una
captar más quCotrmrd<:!loS detalies (fe un acto en ma~~ha, que comunidad del mismo carácter que la propia, entonces será posible
ponerse en relación con grupos enteros pertenecientes a la comu efectuar la comunicación con ella; pero una comunidad que existe
y cuyas actitudes no están presentes en la vida de otros miem completamente fuera de la propia, que no tiene un interés común
la comunidad. Se convierte en un dirigente. Las clases, bajo un una activi.ªad cooperaüva. es .una comunídad~On.Jicnifiiñ:~:re&uft~.·
den feudal, pueden estar tan separadas las unas de las otras, que, po.sible comuni<:arse.
que actúen en ciertas circunstancias tradicionales, no se puedan En la sociedad humana han surgido ciertas. formas universales
der entre sí; y entonces puede surgir un individuo que sea capaz que enco.ntt;aron su expresión en las re!í~iones u~íversales, y también
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 277
2 76 CiEOP.GL H. LIE;..J)
Por detrás de esas dos actitudes está lo que se encuentra involu-
en los pto(cs.os económicos universales. Ellas se remontan, crado en cualquier legítima comunicacíón. Es más universal en un
de la religión, a actitudes tan fundamentales de los seres humanQ§ ~entido que las actitudes religiosas y económicas, y menos en otro.
entre sí. como la bondad, la colaboración y la asistencia. Tales acti~ Antes de comunicar esrreciso tener algo que comunic:ar, Pued¡!,q\le
tudcs están implicadas en la .vida de los individuos en .el grupo, aparentemente.s~ posea el símbolo de otro lenguaje, pero si no se
una generalización de las mismas se encuentra en la base de tiene ninguna idea comvn (y éstas involucran re.accÍ.Onés comun~s)
las religiones universales. Estos procesos son tales, que llevan en con quienes hablan .ese lenguaje, no se podrá establecer ninguna
la buena vecindad y, en ia medida en que tenemos actividad comunicanon; de modo que incluso detrás del proceso del raciocinio
rativa, asistencia a los que se encuentran en difícultades y a tiene que exístir la actividad cooperativa ... El proceso de comunicación
,que sufren. La actitud fundamental de ayudar a otra persona es más universal que el de la religión universal o que el proceso eco-
está en desgracia, enferma o·· en cualquier otra situación de nómico universal, en cuanto que sirve a ambos. Estas dos actividades
pertenece a la estructura misma de los individuos de una han sido las actividades cooperativas más universales. La comunidad
.humana. Se la puede encontrar incluso en condiciones en que científica es una comunidad que ha llegado a ser quizá tan universal
presenta la actitud opuesta de completa hostilidad, como, por · como ellas en un sentido, pero ni siquiera ella puede ser encontrada
plo, cuando se presta atención, en mitad del combate, al ·. entre personas que no poseen signos o literatura conscientes. ELpro-
herido. La actitud caballeresca, o el simple acto de compartir el pan ceso de comunicación es, pues, en un sentido, más universal que esos
con otro, identifica al individuo con el otro, aun cuando éste distintos procesos cooperativos. Es el medía gracias al cual dichas
un enemigo. Se trata de situaciones en que el individuo se actividades cooperativas pueden ser llevadas .a cabo. en la . .sociedad
en actitud de cooperación; y de situaciones así, de la actividad consciente de sí. :Pero es preciso reconocer que se trata de un ~edí~·
operativa universal, han surgido las religiones universales. El pa.ra actividades coopera ti vas; no existe ningún campo del pensa·
arrollo de esta buena vecindad fundamental está expresado en mtento, en cuanto tal, que pueda simplemente funcionar por sí mis·
parábola del buen samaritano. m o. El pen~~míen!? no es .un campo o .un. reino. en .el que .. haya. algo
Por otra parte, tenemos un proceso fundamental de intercam . que comunicar, en el que exist¡¡_un proteso cooperativo, e11, eCque
por parte' de índivíduos, proceso que surge de las mercancías de pueda utilizarse socialmente lo que es comunicado: Hay que. suponer
que no tienen inmediata necesidad pero que pueden ser em1nl1~ad·as esa clase de sítuaci6n cooperativa a fin de llegar á lo que ~e denÓmina
para obtener lo que necesitan. Tal intercambio puede tener "el universo del raciocinio". Tal universo del raciocinio es el vehícu-
siempre que los individuos que poseen esos excedentes se lo para todos estos.distintos procesos sociales, y en ese sentidoEsm.ás
en condiciones de comunicarse entre sí. Existe una participación universal que eUos>pero no es un proceso que, pü'r asi decirlo,
la actitud de necesidad, y cada uno incorpora en sí mismo la funcione por sí mismo.
del otro, en el reconocimiento del valor mutuo que el in Es necesario subrayar e,sto, porque la filosofía y los dogmas
ltiene para ambos. Se trata de una relación sumamente a que la han acompañado han establecido un proceso de pensamiento
;porque algo que uno no puede utilizar le pone en relación de y una sustancia pensante que es el antecedente de esosprocesos den~r().
•cambio con otro individuo. Es una situación tan universal de los cuales se lleva a cabo el pensamiento. Sin embargo, el pen·
aquella a que nos hemos referido en el caso de la buena vec samiento no es otra cosa q.ue la reacción del individuo a~i~ actituct
Las dos actitudes representan a la sociedad más altamente del otro, en el amplío proceso social en que se e.!lcUell,tt'!R.amPQS
y, por el momento, la más altamente abstracta. Son actitudes involucrados, y la dirección de la acción élnticipatoria de un 0 mismo
pueden trascender de los límites de los distintos grupos sociales por medio de las actitudes de los otros que uno adopta. ·Puesto que
nizados en torno a sus propios procesos vitales, y pueden en eso consiste el proceso del pensamiento, éste no puede funcionar
. llegar a aparecer en momentos de hostilidad entre los grupos. por sí mismo. .
el proceso de intercambio o asistencia, personas que de otro H~ estado considerando el lenguaje <;omQ .un princípio..de ... la
se mostrarían mutuamente hostiles entran en una actitud de ac organízaci<)n social, que ha hecho posible .a . la sociedad distintiva·
cooperativa.
278 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 279
m~~humana. Naturalmente, si existen habitantes en Marte, son todas reacciones que defienden la propiedad, que implican el
ces será posible entrar en comunicación con ellos en la r~:onocim,iento en otros del derecho de propiedad.~,.J:;L;y,,gtl,;;t,re<:l<:,: ,
~n que podamos entrar en relaciones sociales con ellos. Si nnn"'m""' c1on comun en .formas variada,s.. Y tales variaciones, ~jemplificadas
aislar las constantes lógicas que son ésencíales para cualquier -nrcv'"'~ ·
en los distintos funcionarios, poseen una organización qu~ co~fiere
cfepensaml.ento, es presumible que dichas coi).stantes lógicas nos col~­ unidad a la variedad de las reacciones, Uno recurre al poÚcía en
caÍán en situación dé llevar a cabo la comunicación con l.aotra · d~manda de auxilio, espera que el fisca[ del estado actúe, que el
·~Íclad. Ellas constituirían un proceso social. común, de modo que tnbunal y sus distintos fun<:ionarios lleven a cabo el proceso del
sería posible llegar a integrar u~ proceso social con cualquier otro JUICiO al delincuente. Uno adopta la actitud de todos esos distin-
ser, en cualquier período histórico o posición espacial. tos funcionarios, en cuanto que están involucrados e~ la conser-
del pensamiento se pueci~ proyecta! una sociedad hacia el futuro va<:ión de la propiedad; todos ellos, cof!lp . un proceso .~.9rzanizado,
liacia éTpasaclo, pero presuponemos siempre una relación social del!; se encuentran enciert<:J.~entido en nuestra propia natural~za,,: c~"ln­
. tro de la cual tiene lugar dicho proceso de comunicación. El pro<:es.o do, provocamos tales actitudes, adoptamos la del c¡ue hemos deno::
\de comunicación no puede ser establecido como algo existente minado "el otro generalizado". Esas series or¡;~anízaclas de reaccí;-
sí, o como una presuposición del proceso social. Por el contrario;" nes están relacionadas entre sí; si uno provoca una ¿~· esa"s sel'Íes,
el proceso social es presupuesto a fin de tornar posibles el pensa- está pro;:-~a.~,90,jl.sJ.Wísmo~,, . i.tuplicitam~nte, las otras.
. miento y la comunicación. Así.! la.s. in~titucimJes de.la. sodedad. son formªs qrganizad(ls de
ac~ividad .social o de grupo, formas organizadas de modo" que los
9
W.l~J11bJ;()S,,il\<:lividua!es ·~ de,la.• S<:J~Íe~<l<i. Pl1~gan. acwar a<;lesyaJ:lf! y
34. LA COMUNIDAD Y LA INSTITUCIÓN sq.c~alment~ a,doptaqcfo las actitudes de los otros hac\~ dichas .acti-
Hay lo que he denominado "actitudes sociales generalizada~"..
vidactes, Las ínstitu~iones ~ocia!es 'opre~ivas, · estere~tipad~s ~lira­ y
conservadoras --como la Iglesia-, que, wn su antiprogresivídad
que hacen posible la persona organizada. ~n la comunidad existe~,;, más o menos rígida e inflexible, aplastan o borran la individuali-
ciertas formas de actuar en situacion,es esencialmente idénticas, Y dad, o inhiben ~11alguier expresión de conducta y pens~miento dis-
formas de actuar, por parte de cualquiera, son aquellas que excitam.2! tintivas u originales en l;s personas o personalidades Índ1viou.ál~s
en otr~s cuando tomamos ciertas medidas, Si defendemos nuestros implicadas en ellas y sometidas a ellas, .son productos ind~seables
derech~~. p;o~ocamos una reacción definida, simplemente porque pero no necesarios del proceso social general de· la e:x~JÍe~~J~.sJ:a
se trata de derechos universales, una reacción que todos deben tener con?uc~a. ~o exist~ ninguna razón necesaria o inevitable para que
y quizá tendrán. Ahora bien, esa reacción está pre.sente en nuestra las mst!tuc10nes soc1ales sean opresivas o rígidamente conservadoras,
propia naturaleza; en cierto grado estamos preparados para adoptar o para. que no sean, más bien, como muchas lo son, flexibles y
la misma actitud hacía cualquier otro, si él presenta el estímulo. progresistas, para que no alienten la individualidad en lugar de
Cuando provocamos esa reacción en otros, podemos adopt?r la inhibirla. Dg. .S.l,l.ª.lqt!i~rm2<::l.o~ ..sL~)Egü11cigggs, ~g~iales de al~una da-
actitud del otro y luego adaptar nuestra conducta a ella. se, sin las actitudes y acti_yidad~.§ ~ociales .organizada;~Q2;·~edio'cle
pues, series de tales reacciones comunes en. la com.~.nid~d ~n q~e las cualés se cogstítu yen las igstituciones sodal.~s •. J.J.o, po.d~ian ~;¿'istir
..
vivimos, y esas reacciones son lo que denomtnamos mshtuctones • pers.on~s .o per~onalidades individuales pienan:~nte n:~9~!:.<1~~;,~ii~~,
La institución representa una reacción común por parte de todos los mdtvld\JOS !l1Y9luc:radosen. el p.ro~ceso.~vit\lJ §<:x:!aLg~neral, del ~ual
miembros de una comunidad hacia una situación especial. Esa las instituciones S()~iales son manifestacio?es organi~~¿¡:;~:j)~~~;n
cíón común, naturalménte, varía según el carácter del individuo. d;sarrollar y p~seer personas o personatid~.d~~ Eleii~mem~,,tii~~~!~s,
En el caso de un robo, ia reacción del alguacil es distinta de la del solo en la med1da en que c~da uno de .ellos refleje 9 \lPt~h~J:lqa en.
fiscal general, de la del juez y los jurados, etc.; y, sin embargo, ~u e~pe:iencía in~ividual esa~ actituc!es y activi.d~c!~s.sociales9U::J~s~.
9 [Véase "Natural Ríghts and the Theory of the Política! Institutíon" • mstttuclOne§ soc1ales coxponzan .o ... representan, Las instituciones
J:1ernal of Philosophy, XU (1915), págs. 141 y ss.] sociales, como las personas individuales, son desarrollos dentro del
280 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 281
proceso vital. social en su plano evolutivo humano, o manifest<t- comunidad ¡en su ca¡;~cter. esencial, tal como .éste se exp1:esa en las..
cigges paáicuiares y formalizadas de dicho proceso. En cuanto tale~~ ~eacciones sociales. U na fuente de confusión residiría en la iden-
no son necesariamente subversivas de la individualidad en los miem- tificación de los modales y la mÓral con las convenciones, puesto
bros indiv"iduales; y no representan o defienden necesariamente d~fi­ que los primeros no son arbitrarios en el sentido en que Jo c§On
niciones estrechas de ciertas pautas fijas y específicas de acción que las convenciones. Así, los conservadores identifican lo que es pura
en cualquier circunsta-ncia determinada deberían caracterizar la con:.. convención con la esencia de una situación social; nada debe ser
ducta de todos los individuos inteligentes y socialmente responsa- cambiado. Pero la propia distinción a que me he referido implica
bles (en oposición a individuos carentes de inteligencia y socialme~­ que esas distintas instituciones, e~ cuanto reaccionrs sociales a
te irresponsables como los retardados mentales y los imbéciles), · situaciones en que los individuos llevan a cabo actos sociales, están
cuanto.miembros de la comunidad o grupo social dado. Por el con- orgánicamente relacionadas entre sí de una manera en que no lo
trario, necesitan definir las pautas sociales o socialmente respon están las convenciones.
sables de la conducta individual, sólo en un sentido sumamente am- Tal interrelación es uno de los puntos que_ se destaca, por
plio y general, p€rmitiendo ancho margen para la originalidad, la ejemplo, en la interpretación económica de la historia. At prind·
flexibilidad y la variedad de tal conducta; y, en cuanto principales ,pío fué presentada m;is .o menos como una doctrina .de partido -por
aspectos o fases funcionales de toda la estructura organizada del los socíaiistas marxistas, implicando una interpretación económi¡:a
proceso vital social en su plano humano, participan adecuadamente especial. Ahora se ha incorporado a la técnica del historiador,
del carácter dinámico y pr.ogresista de dicho proceso 10 . con un reconocimiento de que si éste puede aprehender la_ verda-
..Existe 11!"1~ gran cantidad de reacciones institucionalizadas dera situación económica, que, por supuesto, es más accesible qu.e
decimos a menudo, son arbitrarias, ta]es cotno los modales de la mayoría de las expresiones sociales, podrá entonces pasar de_ ~lla
comunidad especial. Por supuesto, los modales, en el mejor sentido, a las otras expresiones e instituciones de la comunidad. Las institu-
no son sino la expresión de la cortesía de un individuo hacia la ciones económicas medievales permiten interpretar las otras institu-
gente que le rodea. Deberían expresar la cortesía de cada uno hacia ciones del período. Uno puede llegar directamente a la situación
todos los demás. Tendría que existir tal expresión, pero, es claro, económica, y, sigu-iendo a ésta, descubrir cómo eran o deofan efe
muc.hísimos hábitos para la expresión de la cortesía son completa- haber sido las demás instituciones. Lª-~ .il"l~t.itu~iones, Jos modales
mente arbitrarios. Las formas de saludar a la gente son distint~s o las palabras p~esentan, e.n cierto sentido, las costumbres vitales
en. <iiferentes .comunidades; lo que es correcto en una puede cons- de la comunidad en cuanto tal; y cuando un individuo actúa. ha.da
tituir una ofensa en otra. Se plantea la duda de si cierto modal otros, digamos, en términos económicos. está provocando, no sim-
expresa una actitud cortés puede ser lo que denominamos "r"'"''""'~ plemente una sola reacción, sino todo un grupo de reacciones rela-
ci~nar'. En respuesta a esto, proponemos distinguir entre los cionadas.
dales y)as convenciones. Las convenciones son reacciones La misma situación prevalece en un organismo fisiológico. Si
aisladas que no quieren integrar o constituir la naturaleza de es perturbado el equilibrio de una persona que se encuentra de pie,
ello provoca una readaptación, que sólo es posible en la medida en
10 Hemos insistido en que la sociedad humana no estampa simplemente que las partes del sistema nervioso que han sido afectadas conducen
pauta de su conducta social organizada sobre cada uno de sus miembros individuales•.
de m,odo que dicha pauta se convierta, asimismo, en la de la persona individual; a ciertas reacciones definidas e interrelacionadas. L<l:s distintas.partes
la sociedad humana, al mismo tiempo, le· proporciona un espiri~u. como el de una rea<;ció11 pueden ser aisladas, pero el organismo tiene que
o la capacidad para conversar conscientemente consigo mismo en términos de las
actitudes sociales que constituyen la estructura de su persona y que corporizan la actuar como un todo. Ahora bien, e~ cierto que el indiyiduo que -
pauta de la conducta organizada de la sociedad humana en cuanto se refleja en tal vive en una sociedad vive en cierta clase de organismo que reacciona
estructura. Y su espíritu le permite, a su vez, imprimir la pauta de su persona
que continúa desarrollándose (continúa desarrollándose gracias a su actividad hada él como un todó, y, con su acción, el.rndividuo provoca esa
mcnt3l) sobre la estructura u organización de la sociedad humana, y así. en · r~acción más o menos organizada. Bajo su atención se encuentra
grado, le permite reconstruir y modificar, en términos de su persona, la pauta
general de la conducta social o de grupo en términos de la cual estaba originaria· quizás una ínfima fracción de esa reacción organizada; el in di vi duo
mcntz co1:stituída su persona. considera, digamos, sólo el tránsito de cierta cantidad de dinero.
282 GEORGE H. MEAD ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 283
no podría t~r:H.Jr lugar sin :.podera de la propiedad que pertenece a otros, pero él no pertenece a
organizaCion económica, y ello, a su vez, implica la comunidad que reconoce y defiende los derechos de propiedad.
demás fases de la vida de grupo. El individuo puede pasar .Tenemos tendencia a supo!J.~~ . que nuestq estimación deLYalor
quier momento de una fase a la otra, puesto que posee en su la .comunidad de!J.~rí~ ciepe!lder, ci~L~t~maño _de .ésta•.~ ..El .. !lorte;
naturaláa el tipo de reacción que su acción necesita. Al ameilcano.ldofátra la grandeza en lugar del contenido ~ocial cuaÍí-
cu}dqnier actitud institucionalízada, organiza en cierto grado tatívo. Una comunidad pequeña como Iá de Atenas hii~ surgir
el proceso social, en la medida en que él es una persona · ·· ~algunos de los más grandes productos espirituales que el mundo
La íncorporJCÍÓn de dicha haya conocido jamás; compárese sus consecuciones con las de los Esta-
tuye el proceso de educación, que se apropia, en forma dos Unidos, y no habrá necesidad de preguntar si el simple tamaño
menos abstracta, de los medios culturales de la comunidad 11 de estos últimos tiene alguna relación con los contenidos cualita-
:.s. .
e9_tlcac~~l2 ... defif!idamerlte el proceso de incorporar. a los . tivos de las consecuciones de la primera. Quiero destacar la univer-
,.<;stímulos cierta sede de reacci()nes organíZ.ada~; "y hasta salidad implícita de la comunidad altamente desarrollada y orga-
.w· no pueda reaccionar ante sí rriismo como la comunidad nizada. Y bien, Atenas, en cuanto cuna de Sócrates, Platón y Aris-
anteél, no pertenece legítimamente a la c~munidacl. Pued~ tóteles, sede de un gran desarrollo metafísico en el mismo período,
a una comunidad peqÚeña, como un chiquillo pertenece a una lugar de nacimiento de teóricos políticos y de grandes dramaturgos,
dílla antes que a la ciudad en que vive. Todos pertenecemos a pertenece realmente a todo el mundo. Las consecuciones cualitativas
queños círculos, y puede que siempre nos quedemos dentro de el! que adscribimos a una comunidad pequeña pertenecen a está' e.n
.:gl.. "otro organizado" presente en nosotros, es, pues, una medida en. que posee la 9n~a11ización gl,l~ la . . tgrx¡ª .Jl.niYeJ:.saL.. La
nídád 'de··cnatnl!trcr m:tS" ~stretho. Ahora luchamos para comunidad ateniense se \IP9Ya ba (labr~ .el Jtabajo <h.. los,. e.s¡;;lavJ~$. y.
cíerta pr-oporción de . '11e~tá!idad in ternacionarista. Nos sobre una situación política estrecha. y .restringida,,.~ esa patte ge
~n ~)-lant9 míeml:¡ros de una com.unidad. mayor: El .vi~ido .. n organización social no. ,era unive¡;sal ni pod{p. ser coUXJ:ttida ea
!,ismo del presente período, a la po:Stre debería provocar un~· base para una comunidad mayor. El Imperio Romano se des-
Íf1ternacional de la comunidad mayor. l.,e ;itll<J.'¡@fl es; ai:íilógá: integró, principalmente P9rque toda su estructura económica se
del niño y la pandilla: el niño obtiene una persona mayor en apoyaba sobre la base del trabajo esclavista. No estaba organizada
medida en que ingresa en esa comunidad mayor. En. "''""''t 4 .~c...~ sobre una base uníversaL Desde .el punto de vista legal y de 1a
per~OD<l ha respondido definidammte a la organización de la organización administ.rativa, era universal, y así co.111o la filosofí~
ción social que constituye a la comunidad en cuanto tal; el griega ha Hegado hasta nosotros, así nos llegó.h .ley.roma!l.a· J?n Ja
en que la personase desarrolla depende de la comunidad, del medida en que cualquier consecución de organización de ~una co~
en que ef in<iTv1d:uo provocac e!i si Il11smo ese grupo de munidad tiene éxito, en.esa medida es unive.r:sal y hace posible yna
comunidad mayor. En un sentido, no puede haber un.a comunidad
institucionalizadas. El criminal en cuanto tal es el individuo
vive en un grupo sumamente pequeño y luego lleva a cabo mayor que la representada por la racionalidad, y los griegos intro-
dujeron la racionalidad en su expresión aute<:onsciente 12 • En el mis-
d~ciones en la comunidad mayor de la cual no es miembro.
12 Platón sostenía que la ciudad-estado era el mejor tipo -si no, realm~nte,
11
[Entre unas dieciocho notas, editoriJles y artículos sobre educación, el 'único practicable o factible- de organización de estado o soda!; y Aristóteles
llam~rse b atención sobre los siguientes: "The Relation of Play to t::dUC2ttio convino en ello. Más aún, según PlatóJJ., ... ¡;¡sultm &seaMe ei co.mple.to. aisla..·
Unwers¡ty of Ch1cago Record, l (1896), págs. 140 y ss.; "The miento socíal de cuaÍqúier.sfuaad-estado .con. resp<:cto. al rest<MieLmundo•... Aristó.
s.cience in Coll<ge"' Science, XXIV (19 o6). págs. 3 9 o y SS.: "Psychology teJes, por otra ~rte. re¿onocía.la ne~esi!la~Lge Í!}terrclacíoJJ.;~S.soú~eru.:~, hs-dl~:
C!al Consciousness Implíed in Instruction", ibid., XXXI (191 0), págs. 688 tintas ciudades-estááós. o entre cualquier ciudad-esta,do y el resto .deL mun.Qo
"Industrial Education and Trade Schools", Elementar¡¡ Schoo[ Teacher, .dvilízado, ~ro no pudo descubrir .un principio general en términos. del CJ1!!l pU~
(1908), págs. 402 y ss.; "Industrial Educatíon and the Workíng Man and diesen ser determinadas dichas interrdaciones sin dañar . o viciar desastrosamen!e
School", ibid .. IX (1909), págs. 369 y ss.; "On the Problem of Hístory in la estructura política y social de la ciudad-estado. misma; y él .deseaba, como ~o
Elemcntary School", ibid,, pág. 433; "Moral Trainíng in the Schools", ibid., deseaba .Platón. conservar tal estructura. Es decir, que le era imposible aprehender
3 27 Y ss.; "Scíence in th<· High School". School Reuiew, XIV ( !906), un principio fundamental en términos del cual la organización social y polítíc.'
23 7 y ss. Véase Bibliografía al final del volumen.] de la ciudJd-cstado griega pudiese ser generalizada para aplicarla a las interrela-
284 GEORGE H. 11 E A D
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 285
mo sentido, el evangelio de Jesús dió expresión definida a la
de buena vecindad a la que cualquiera podía recurrir, y ,..,~,.,.,.,,,.,.~-' men funcional; si se obtiene la consecución de la organización, puede
el terreno del que podía surgir una religión universal. Todo ser de cualquier volumen. En este sentido, la grandeza puede ser
que es magnífico y admirable, es universal, aunque sea· cierto un indicio de consecución cualitativa. Lo grande es siempre, en un
nG ha surgido aún la sociedad en que la universalidad pueda sentido, objetivo, universal. El desarrollo mental del individuo
su expresión. consiste en incorporar a sí esas reaccione~ organizadas·, en sus rela-
Políticamente, Norteaméríca ha dado, en cierto sentido, ciones mutuas involucradas.
versalídad a lo que denominamos "gobierno propio". La o La fase racional de ello, lo que acompaña a lo que llamamos
cíón social de la Edad Medía existía bajo el feudalismo y las "lenguaje", es el símbolo; y éste es el medio, el mecanismo, gracias
poracíones de oficios. Las organizaciones sociales inmediatas en :al cual se lleva a cabo la reacción. Para una cooperación efectiva, es
existió el gobierno propio fueron todas corporaciones prov· · :preciso tener los símbolos por medio de los cuales las reacciones
particulares o comunidades particulares. Lo que ha ocurrido en pueden ser puestas en práctica, de modo que conseguir un lenguaje
teamérica es que hemos generalizado el principio del gobierno ;significante es de primerísima importancia. StJengu.¡¡i~~ii!l~lka.. L!'::-
,PÍO, de manera que éste es el órgano esencial para el control accíones organizadas; y el valorL la itlfe.rencia . de tales. reacdones,
tíco de la comunidad completa. Sí tal tipo de control es se encontrará en la comunidad de la cual dicha o¡;ganización es.
posible, entonces no existe, teóricamente, límite alguno para trasladada a la naturaleza del individuo mismo. El símbolo signi-
tamaño de la comunidad. Sólo en ese sentido llegaría a ser la gran- ficante no es sino esa parte del acto que sirve como gesto para
deza política una expresión de la consecución de la comunidad provocar la otra parte del procooo, la reacción del otro, en la ex-
Entonces, la organización de las reacciones sociales posibilita periencia de la forma que hace el gesto. El empleo del gesto es de
individuo la provocación en sí, no simplemente de una mera la más alta importancia, aun cuando sea llevado al extremo alcan-
ción del otro, sino la reacción, por así decirlo, de la zado en las matemáticas, en que se puede tomar los símbolos y
como un todo. Ello es lo que proporciona al individuo lo que wmbínarlos de acuerdo con las reglas de la comunidad matemá-
minamos "espíritu". Hacer ahora cualquier cosa significa cierta tica a la cual pertenecen, sin saber qué significan dichos símbolos.
ción organizada; y si uno tiene en sí tal reacción, tiene lo que :'En rigor, en tales campos es preciso pr~scíndír de. Ja .significación~de"
mos "espíritu". Nos referimos a esa reacción por medio de los :los símoólos; hay un proceso de llevar a cabo el proceso racional
bolos que sirven de vehículo para provocar esas reacóones . ....,,.uu•a:<rc· del razonamjento sin saber cuál es la significación. Trabajamos
lbs términos "gobierno", "propiedad", "familia", e~ destacar, :con x e y, y encaramos la forma en que dichos símbolos pueden ser
decimos, la significación que tienen. Pues bien, esas si~niu~at;Io:nl combinados entre sí; no sabemos por anticipado a qué se aplican.
descansan sobre ciertas reacciones. U na persona que tiene en sí Aunque los símbolos, en ciertas condiciones, pueden ser manejados
reacción universal de la comunidad hacia lo que hace, tiene, en de tal modo, a la pos~re los hacemos descender a la tierra y los
.a¡_¡uL.awLuS. Los símbolos, en cuanto tales, son meramente maneras
sentido, el espíritu de la comunidad. En cuanto hombre de
diremos, la comunidad de uno consiste en todos los colegas, provocar reacciones. No son meras palabras, sino palabras que
dicha comunidad incluye a cualquiera que entienda lo que se responden a ciertas reacciones; y cuando combinamos cierta serie
Lo mismo rige para la literatura. El volumen del público es un :de símbolos, combinamos inevitablemente cierta serie de reacciones.
Esto plantea nuevamente el problema del universal. En la me-
ciones er.tre distintos estados de esa clase, dentro de un único todo social, ·dida en que 1 el individuo adopta la actitud del otro, el símbolo es
el Imperio alejandrino, en el cual estabm todos incluidos como unidades, o
aplicarla a Ese todo social o imperio; y, especialmente, para aplicarla a dicho
universal, pero, ¿se trata de un verdadero universal cuando está de
soci.ol o imperio aun cuando él no contuviese ciudades-estados como unidadés. tal modo limitado? ¿Podemos ir más allá de esa limitación? El uní-
tenemos razón, este principio fundamental que a él le fué imposible descubrir
simplemente, el principio de la integración y organización sociales en
verso de raciocinio de los lógicos pone en claro el alcance de esa
de las personas racionales, y del reflejo por éstas, en sus respectivas estructuras universalidad. En una etapa anterior se suponía que la universa-
nízadas, de las pautas de conducta social organizada en las cuales se encuentran
volncrodas y· a las que deben su existencia.
lidad estaba representada por una serie de axiomas lógicos, pero
:Se ha descubierto que los supuestos axiomas no son universales. De
286 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOC!EDi\D 287
modo que, en rigor, el raciocinio "universal", para ser uni bacer en una situación específica. Ello es lo que concede al ho•nbre
ltiene que ser continuamente revisado. Puede representar a los lo que hemos denominado su carácter como miembro de la comu~
J racionales con los cuales nos encontramos en contacto, y en nídad, su condición de ciudadano desde d punto de vista político,
1 jante mundo existe universalidad en potencia. Tal sería, su condición de miembro desde cualquiera de los distintos puntos
t el único universal involucrado en el empleo de símbolos s de vista en que pertenece a la comunidad. Le convierte en parte de
f cantes. Si podemos lograr la serie de símbolos significantes que, la comunidad, y él se reconoce como miembro de ella debido a que
i,,, ese sentido, tienen una significación universal, cualquiera que ac.lopta la actitud de los que están involucrados y controla su con-
'';hablar inteligentemente en ese lenguaje tendrá esa duct:.: en términos de actitudes comunes.
¡Ahora bien, no hay limitación alguna, salvo la de que la Nuestra condk\ém de míem.btos dé la "sóc:í'édad de's~res,fiumanos
¡hable ese lenguaje, emplee esos símbolos que tienen esas es algo que atrae muy po.ca. atención por .parte del jndividuo co~
]dones; y eso concede una absoluta universalidad a cualquiera rricnte. Pocas veces se conforma con construir una religiór1 sobe
f;penetre en el lenguaje. Existen, es claro, distintos universos la base de la sociedad h11map,:t er¡ y por sLIT1ism<!, ~i11 ;;¡gregar nada
;'raciocinio, pero por detrás de todos, en la medida en que son más; en verdad, cuanJo más <Jrppjjo ~! alcanc.e . ~~la religiór1~.!n:enor
cialmente comprensibles entre sí, está el universo de raciocinio b cJnticbd de personas aue pertenecen conscientemente .a ella. No
los lógicos, con una serie de funciones constantes y proposicn·>u'""'~'; krnos tomado muy en s~rio nuestra condición de miembros de !a
y cualquiera que las emplee pertenecerá al mismo universo de ra~ ~ccíedad bumana, pero ahora se torna cada vez más real p:~ra nos-
ciocinío. Esto es lo que proporciona una universalídad potencial otros. La Guerra Mundial * ha derribado una gran cantidad de va-
proceso de comunicación 18 • lores; y advertimos que lo que ocurre en la India, en Afganistán,
He tratado de destacar b posición de que la sociedad a la en l\1esopotamia, penetra en nuestras vidas, de modo que estamos
pertenecemos repr<;senta una serie de reacciones organizadas alcanzando lo que llamamos una "tendencia al internacionalismo".
ciertas situaciones en las que se ve involucrado el individuo, ReJccionamos en una forma que responde a las reacciones de gente
que, en la medida en que el individuo puede incorporar a su encuentra del otro lado del grupo humano.
naturaleza tales reacciones organizadas y provocarlas por La cuestión de si pertenecemos a una comunidad mayor es con-
del símbolo de la reacción social, en esa medida posee un espíritu testada en términos de si nuestra propia acción provoca una reac-
el que pueden llevarse a cabo los procesos mentales, un ción en esa comunidad más amplia y de si 1a reacción de ésta se
cuya estructura interna ha tomado de la comunidad a la cual en nuestra .Propia conducta. ¿Podemos sostener una conver-
tenece. sación en términos internacionales? 14 • La cuesti6n es principalmen-
te una cuestión de organización social. Las reacciones necesarías se
La unidad de todo el proceso social es la unidad del indí
y el control social sobre éste reside en ese proceso común que han convertido más definidamente en parte de nuestra experÍencia
debido a que nos acercamos a otros pueblos más que antes. Nuestra
lleva a cabo, un proceso que diferencia al individuo en
organización económica se desarrolla cada vez más, de modo que
, función especial en tanto que, al mismo tiempo, controla
las mercancías que vendemos en Sudamérica, en India, en China,
, reacción. La aptitud de la persona para ponerse en el
afectan definidamente nuestra vida. Tenemos que estar en buenas
.
'-"Otras personas le proporciona los indicios en cuanto a
relaciones con nuestros clientes; si queremos llevar a cabo una exi-
13 El individuo humano trasciende el grupo social local al que tosa política económica en Sudaméríca, debemos explicar cuál es
inmcdíaramente, en términos de ese mecanismo de universales (o gestos o la significación de la Doctrina Monroe, y así siguiendo.
universalmente significantes), y aquel grupo social. en consecuencia (por
de sus miembros individuales), se trasciende a sí mismo y se relaciona con el
Tenemos cada vez más conciencia de toda la sociedad a la cual
tcxco o medio más amplio de relaciones e interacciones sociales organizadas pertenecemos, debido a que la organización social es t<tl que provoca
lo rodea y del cual él. es sólo una parte.
Fisiológicamente, la universalidad de espíritu en el orden social human *
14
El autor se refiere a la primera guerra mundial [E.].
basa fundamentalmente en una estructura neural similar de todos los · [Véase "National-Mindedn€ss and International-Mindedness", Intematio-
pertenecientes a ese orden social: es decir, el tipo de estructura neural na/ J ournal of Etlucs, XXXIX ( 1 9 2 9) , págs. 3 8 5 y ss.; "The Psychologi:a! Bases
por el desarrollo social del espíritu. 0f Internatíonalísm", Suruey, XXXIII ( 1914-15), págs. 604 y ss. J
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 289
288 GEORGE H. MEAD
extenso que aquel en que se encuentra inmediata y directamente o
la reacción de la otra ~rsona a nuestro acto, no sólo en la que aquel al cual pertenece inmediata y directamente. m~otta.§.. :Q?r;::
pzrsona sino también en nosotros mismos. Kípling dice: "El labras.)ap~l1.ta gl?~e~.al~e conducta social o de grupo, que se refleja
te es el Oriente y el Occidente el Occidente, y jamás se """)'rln·~, ~n las respectivas actitudes mganizadas' -==!as rés~Ctivás est:ructu;a~'
los dos"; pero se están encontrando. Se suponía que .1~tegradas d~ las ~erso~as- d~ los in9ividuos 'it1\'olu~radgs,'ªi~rop¡:e
del Oriente hacia el Occidente y del Occidente hacia el Oriente tlene u~~ re¡.erenCla mas amplia, pqt:a dichos índíyídugs, que la de
son comprensibles entre sí. Pero, en rigor, descubrimos que · su ~elac1~n ~1recta con ellas, es decir, una referencia, .rrue. alcanza, ll1ás
despertando, que comenzamos a intercambiar papeles. Por a1la de Sl miSma, a Un medio O contexto social de relaciones SOClales
de nuestra experiencia consciente se está llevando a cabo un más amplio, medio o contexto social que la íricfuye y aéT' Cuales~
de organización, y cuanto más se pone en práctica dicha a~nas una parte más o menos limitada. Y la concienci::rque elf()S'
.ción, tanto más íntimamente nos unimos. Cuanto más tienen de esa referencia es consecuencia del hecho de que son seres
en nosotros la reacción que nuestros gestos provocan en sensibles o conscientes, o de que tienen espíritu, y de las actividades
tanto más le entendemos. de razonamiento que, por consiguiente, llevan a cabo 15.
Por supuesto, detrás de todo esto existe una comunidad
amplia, a la que, en términos religiosos, se hace referencia .....u.an"''
dola "comunidad sagrada", la comunidad de una religión 35. LA FUSIÓN DEL "yo" v" EL ";if"
1v EN LAS ACTIVIDADES
sal. Pero también ella reposa sobre las actividades cooperativas.
SOCIALES
ejemplo es el del buen samaritano, cuando Jesús tomó a la
y le demostró que la desdicha de uno provocaba en el otro
reacción que él entendía; la desdicha del otro es un estímulo,
En una situación en que ciertas ~rsonas tratan de salvar a
alguien de ahogarse, existe un esfuerzo común en que uno es e~timu­
ese estímulo provoca una reacción en su propia naturaleza. Ésa
lado por los otros a hacer lo mismo que hacen éstos. En tales situa-
la base de la fundamental relación que existe bajo el nombre
ciones, ~~o tiene la ~ensación de estar identificado con todos, porque
"buena vecindad". Se trata de una reacción que todos tenemos,
la reacc10n es, esenCialmente, una reacción idéntica. En el caso del
cierto sentido, ante todos. Una ~rsona desconocida provoca
trabajo en equipo, hay una identificación del individuo con el grupo;
nosotros una actitud de ayuda, y dicha actitud es anticipada
pero en ese caso uno hace algo distinto que los· otros, aun cuando lo
otro. Nos torna a todos afines. Proporciona la común
que hacen los otros determina lo que tiene que hacer uno mismo.
humana sobre· la que están basadas todas las .religiones u
Empero, las situaciones en que puede expresarse esa buena · J 5·· E~ ..s;~¡:i;~Lmen.t~J:n.J;étmínRs ;4~1. 1!.!ÜYm9Ióg:iq;) d.e taJ;Í.Q~i.ílio :----eL~istema
-son sumamente limitadas; y, en consecuencia, las religiones :ene~al de stmbolo.~. um~ersalmente stgmftca~.~~§....... _q11,e .todo_.Q$,l}.S.i!lUi~J!Jo. 9 ,razo·
,,amtent'? ~resupone como campo de su act¡v¡dad, y que trasciende de los lfmites
das sobre ella tienen que restringir las vidas humanas a a~nas 9e !o:!. dJS{t!ltos Jen~uajes y las distintas costumbres raei·lles y: :nadonales:·.:¡¡·u.e.Jq~
pocas relaciones, tales como la simpatía en la desgracia, o Ii..n,, .. ., ....,,.. m•.itv!C!uos perteneCientes a cualquier grupo o comunidad social dada se to;na~
c~·ns~tentes de la referencia social ;n.ís amplía del grupo o 'comúl'íiclia:·mas ·ana·'d'e
a expresar los as~ctos emocionales de la naturaleza humana. st mtsma .. al wnte>;:t? _nu~~o y mas ampho de las relaciones e interacciones sociales
sí la relación social puede ser llevada cada vez más lejos, de _la. soCiedad o c.tvthzactOn huma m m cuanto un todo 'en el que dicho grnpo
esta .mvolucrado .. Juntamen.te con todas las otras socíedJdes humanas partiwlar~s
·es concebible que uno pueda ser un prójimo para todos los ha o _loo grupos soCiales orgamzados. Esta referencia o inferencia relacional más am·
tes de la manzana, de la comunidad, del mundo, desde que pha de b pauta genera.! de conducta de cualquier grupo o comunidad social humana
d~.da resnlta m:nos evidente en el cas'? d~l hombre primitivo, y es más patente en el
es puesto en contacto más íntimo con la actitud del otro "'"'·""'"'"' c...o d:I h?mbrc· moderno _alta~ente ClV!Itzado. ~n términos de su persona racional,
esa actitud es provocada también en uno mismo. Lo esencial es o en term.mos de la orgamzaCion de actitudes sociales hacia él mismo y hacia otros,
~ue constituye la estructura de. su _persona racional y GJUe refleja, no sólo la pauta
.desarrollo de todo el mecanismo de las relaciones sociales, del ae J., .• conducta del. grupo soctal ¡nmediato. en sí Jnismo, al cual pertenece, sino
nismo que nos une, de modo que podamos adoptar la actitud tamb~m la referenCia de esa pauta, más allá de sí, a toda b pauta g¡;nercl, más
ampha, d_e 1? .conducta humana social o de grupo del cual constituye sólo una
otro en nuestros distintos procesos vitales. ;ert;. el mdtnduo humJno moderno. civilizado. es y se si?nte miembro no •ólo
El individuo humano que posee una persona es siempre e, cterta comuní~a?. o e.s!ado o nació~ local. sino, además, de toda una ;aza dada
o me! uso de la ctvtltzacwn en su conJu to.
bro de una comunidad social más amplia, de un grupo social
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 291
G E OR G E H. M E A D.
290
llegar a 1~ actit.ud de hacer precisamente eso. La s~r:idad.E:ILest.imula~
Si las cosas marchan lo bastante bien, puede producirse una exal
~a por mas cand¡¡d. Puede alguien no tener mucho que dar, pero está
parecida a la de la otra situación. Existe aún la sensació~ de cont
~~st~"para ~~rs~.él mismo totalmente. Hay una fusión del "yo" y el
';,dirigido. Y donde el "yo" y el "mí" pueden, en nerto .mt ·._El m1 no está presente para controlar al ·~yo", pero la
Ífundirse, surge la peculiar sensación de ex al tacíón que corresponde sttuacton ha sido construida de tal modo, que la actitud misma
'la reacción que uno mismo produce. Ahora quiero analizar p.r~vocada en el otro estimula a uno a hacer lo propió. La exalta~
detalladamente que antes la fusión del "yo" y del "mí" en las oon, e?. el caso del patriotismo, presenta un ejemplo análogo de
tudes de religión, patriotismo y trabajo en equipo. , esa fus10n.
En la concepción de la buena vecindad universal existe
Desde ~1 punto de .vista emocional, tales situaciones son especial-
grupo de actitudes de bondad y asistencia en las que la reacción
mente valtosas: Imphcan, naturalmente, la exitosa completación
uno provoca en el otro y en uno mismo idéntica actitud. De ahí
d_el proceso soctal. Creo que la actitud religiosa involucra esa rela-
fusión del "yo" y del "mí", que conduce a intensas experiencias
ctó~ del es~ímulo social con el mundo en general, el transporte de la
cionales. Cuanto más amplio el proceso social en que ello está a~t~tud soe1al al mundo más alll!Plío. Creo que ése es el campo de-
lucrado, tanto mayor la exaltación, la reacción emocional, que.
ftmdo dentro del cual aparece la experiencia religiosa. Por supuesto,
, sulta. Nos sentamos y jugamos una partida de bridge con donde hay una teología claramente marcada, en la que existen tratos
:amigos, o nos entregamos a cualquier otro descanso en mi~ad
con la ~ciclad -hacía la cual uno actúa tan concretamente como hacia
nuestras tareas cotidianas. Es algo que dura una hora, aprox1mada~
cualqUier otra persona que esté en la habitación-, entonces la con~
mente, y luego volvemos al trabajo. Empero, estamos involucrados.
ducta que tiene lugar es sencíllamente de un tipo comparable a la
en la vida conjunta de la sociedad; sus obligaciones pesan sobre
conducta con referencia a otro grupo social, y puede carecer de ese
otros; tenemos que defendernos en varias situaciones: _todo.s esos
car.á~ter místico peculiar que generalmente adscribimos a la actitud
tores reposan en la persona. Pero por debajo de las sltUaClones a
rehgwsa. Puede tratarse de una actitud calculada, en la que una
que me refiero ahora, lo que descansa en el fondo s.e f~~de -~ lo pzrsona haga una promesa y la cumpla, siempre que la deidad le
estamos haciendo todos. Y sentimos que ésa es la s¡gmftcacwn de conceda un favor especial. Ahora bien, esa actitud se ubicaría nor-
vida - y se experímenta una actitud religiosa exaltada. . malmente ba~o la definición general de religión, pero, además, se
una actitud en que todos concuerdan con todos, en la medtda
reconoce c?_rrlentem.ente que la ~ctitud tiene que ser tal, que lleve
1que todos pertenecen a la misma comunidad. Mientras pc,demc
esa extenston espeCial de la actttud social hasta el universo todo .
l retener esa actitud, nos fiberamos de esa sensación de control • Cr~Q Ql.l!:. es .a_ ~s.to a. lo .que pQr lo común nos J:~f~rim.9ª ~11<\P,do
;.¡pende sobre todos nosotros a causa de las responsabilidades
ha.blamos de la exr:nenda r:eligiQS.iLY que ~sa es la sítuadó.n. d.e.la
ténemos que encarar en condiciones sociales difíciles Y penosas.
c~al surge. la expenencia. mística de la religión. La situación so-..
es la situación normal en nuestra actividad social, Y tenemos los ctal se e)!:ti~Jt.de por todo el mundo.
blemas de la misma en el fondo de nuestro espíritu; pero en
Puede que sólo en ciertos días de la semana y durante ciertas
situación, en la situación religiosa, todos parecen ser elevados
~oras del día podamos adoptar esa actitud de sentimiento en iden-
una actitud de aceptar a todos como pertenecientes al mismo udad con todos y todo lo que nos rodea. El día sigue su curso; ten e·
El interés de uno es el interés de todos. Hay una completa'-'··-"''""
mos que entrar en el mercado para competir con otras personas y
ción de los individuos. Dentro del individuo se produce una para tratar de salvarnos en una situación económica difíciL No
dd "mí" con el "yo". podemos mantener la sensación de exaltación, pero aun así nos es
El impulso del "yo", en este caso, es de buena v~cinda~i, de
posible decir que esas exigencias de la vida son sólo una tarea que
dad. Uno da pan al hambriento. Y es esa tendenCla soCia~ ,que
pesa sobre nosotros, un deber que tenemos que llevar a cabo a fin
dos tenemos en nosotros la que provoca cierto tipo de reaccwn:
de poder obtener, en momentos especiales, la actitud religiosa. Em-
quiere dar. Cuando se tiene una cuenta bancaria limitada, no
pen, ~uando la experiencia es alcanzada, llega juntamente con esa
puede dar al pobre todo lo que se tie.ne. Sin emb~rgo, en sensactón de completa identificación de la persona con el otro
situaciones religiosas, en grupos con e1erta perspectiva,
292 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 293
Es una actitud de identificación distinta, y quizá más elevada, los derroches. Esa clase de adopción de· las actitudes de todos tan
que llega en la forma a que me he referido llamándola "trabajo ple?,a y completametÜe C0t110 sea PO§íb1e.,de, lleva{a ca~o. la pr9pia
equipo". En ella se obtiene la clase de satisfacción que awon desde el punto de ;ista de tan completa adopción del papel
de trabajar con otros en cierta situación. Naturalmente, de los otro~, podemos, qutzá, denomínada "actitud del í11ge.gi~n{'.
la sensación de control; al fin de cuentas, lo que todos hacemos Es una actttud sumamente inteligente; y, si. puede ser formada con
determinado por lo que hacen otras personas; es preciso tener un Profundo interés en el trabajo social en equipo, pertenece, {'n-
conciencia de las posiciones de todos los otros; uno sabe lo que tonces, a los elevados procesos sociales y a las expede.ndas signí~
Ótros están por hacer. Pero tiene que estar constantemente fica.ntes. L,a.J>I:Ila calidad de C()ncreto. del "mí". de:peJ1de de l~tfil::.
a la manera como reaccionan otras personas, a fin de poder pae1dad del hombre para adoptar la actitud de todos los otros invo-
su parte en el trabajo en equipo. La situación ofrece su luérad~s en el proceso que él diríg~: En esa ~ituadón. se logra el
pero no es una situación en la que, por así decirlo, uno se c?~te~1,do conc~eto que no se puede encontrar en la lisa y Hañalden-
simplemente en la corriente y obtenga una sensación de avauuu ttftcaciOn emociOnal de la persona con todos los demás integrantes
Esta experiencia pertenece a la situación religiosa o patriótica. del grupo. · ·
embargo el trabajo en equipo tiene un contenido que no . Estos son los distintos tipos de expresiones del "yo" en sus rela-
el otro. La situación religiosa es abstracta, por lo que respecta et~nes. con el "mí". que yo quería destacar a fin de completar la ex-
contenido. La forma en que uno tiene que ayudar a otro es una ~ltcaCión d~ la relación del "yo" con el "mí". La persona, en tales
¡empresa sumamente complicada. El que se propone ser una ayuda orcunstanctas, es la acción del "yo" en armonía con la adopción del
luniversal para otros, puede descubrir que se ha convertido en papel de ?tros. ~r el "mí", adopción del papel en que el "mí;, esta-
~engorro universal. No hay persona más molesta para tenerla blece la SttuaciOn a la cual reacciona el "yo". Tanto el "yo''
}que aquella que trata constantemente de ayudar a todos los 1 .. ", , . como
e mt estan mvolucrados en la persona, y ambos se respaldan
JLa ayuda fructífera tiene que ser inteligente. Pero si uno . mutuamente .
{llegar a constituir un grupo bien organizado que hace algo .Q~ier~.iltt.<llizar.a~()r¡1 1~ fl1sión del "yo" y eL"mí" entérmin.os
-una unidad, se logra una sensación de la persona que const!tuye de otro enf()q:ue, a saber: mediante una comparación cÍ~i objeto físi-
experiencia del trabajo en equipo, y esto, ciertamente, desde co ,con, la-~rsona en cuanto objeto sociaL ·
punto de vista intelectual es superior a la mera buena \El "mí'\. he dicbo, :presenta .lasituadóp. cien,trQ de.la.s:J.taltie.ge
abstracta. La sensación del trabajo en equipo se encuentra lugar.·1~· coi.ú;fucta, y el '_'yo" es la reacciÓn a tal situación. ·Esta
/t~dos traba]~-·~~~ v!sias"auna''irteta··eemúny·todos·. dfñen .. ~()~1~ ~p~ración en situaci§n y réacción ..es característica s;{e cualqiiie'i':r
sensaCió'il. d'e dic-ha mf't3. iñtetpenetrada en la funci~n fspecial
acto mte~fgen~~· aurtcti~ndo no involucre tal mecanismo social Exis-
J_,

llevan a cabo. te un~ Sttuac10n. definida que presenta un problema, y ento~ces el


La actitud frecuente de la persona dedicada. a. los servicios orgams~o. reacciOna. a dicha situación mediante una organización
les.··a~ Í~ ·persona que trata de expresar una actitud de las dts~mtas reacc10nes que están involucradas. Tiene que haber
buena vecindad, 16 puede ser comparada a la actitud del tal orgamzación de actividades en nuestros movimientos cor~ientes
del organizador, que ejemplifica en forma extrema la actitud del entre los distintos muebles que hay en un cuarto, o a través de un
bajo en equipo. El ingeniero tiene las actitudes de todos los bosque, o entre automóviles. Los estímulos presentes tienden a pro-
más individuos del grupo, y gracias a esa participación se
vocar un~ gran variedad de reacciones; pero la verdadera reacción
del o.r~a~tsmo es .una organización de esas tendencias, y no una sola
cuentra en condiciones de dirigir. Cuando el ingeniero sale de
sala de máquinas con el plano en las manos, la máquina no reaceton mtermed¡a de todas las d'emás. ··litKtno se sie11ta er1 una silla
aún; pero tiene que saber qué debe hacer la gente, cuánto
les llevará, cómo medir los procesos involucrados y cómo
no toma un libro, no abre una ventana, no h;ce la gran· variedad el;
cosas que, en cierto sentido, el individuo es invitado a hacer cuando
16 ["'Philanthropy from the Point of View of Ethics", Intelligent ent~a e~ una habitación. HacJ!!!!!i1••~()~il..~~E.e~ffic<lLquizá se acerca al
thropy, editado por Faris, Lane and Dodd.] escntqr1o y toma de él un. papel que necesitaba y n-o :1:r;,~·;.ada mas.
294 G E OR G E H. !-.l E t\ D ESPiRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 295"

Empero, los objetos están ahí, en el cuarto, para él. La silla, las tación están fundidas a la trayectoria seguida hasta la gaveta del escri-
ventanas, las mesas, existen en cuanto tales debido al empleo que torio y a la acción de sacar el papel. Las dos situaciones son idénti-
normalmente hace de esos objetos. El valor que la silla tiene en su cas en ese sentido.
percepción es el que corresponde a su reacción: así, pasa junto a una El acto mismo, del que he hablado llamándolo el "yo" de la
silla, ante una mesa, y se aleja de una ventana. Construye allí un situaCiOn socral, es uná fuente de la unidad del todo, en tanto que el
(paisaje, un escenario de objetos que posibilitan su movimiento hacia "mí" es ta situación· social en· que ese acto puede expresar:s~. Creo"
h gaveta que contiene el papel que él necesita. Ese paisaje es el médio que podemos considerar tal conducta .desde el. punto de vista gene-
de llegar a la tpeta que busca; y la silla, la mesa, la ventana, entran r¡¡l de la conducta inteligente; sólo que, comp he dicho, la C0fl~~Cté1
en él como objetos. El objeto físico es, en cierto modo, aquello a tiene lugar, aquí, en el campo social en que surge una persona en .la
lo cual uno no reacciona en forma consumatoria. Si en cuanto uno situación social del grupo, ~sí como la habitación surge en la actl.~id'ad
entra en un cuarto se deja caer en una silla, apenas hace algo más de un individuo llevada a cabo para llegar al objeto especial que
que dirigir la atención a ella; no se la considera como una silla en el quiere tomar. Creo que puede ser aplicado a la aparición de la per-
mismo sentido que cuando se la reconoce como tal y se encamina los sona el mismo punto de vista que rige para la aparición de un obje-
pasos hacia un objeto distante. La silla que existe en este último to en un campo que constituye en cierto sentido un prob_lema; sólo
caso no es aquella en que uno está sentado; pero es algo que lo reci· que el carácter peculiar de esto reside en el hecho de que se trata de
birá a uno si se deja caer en ella, y eso le proporciona el carácter una situación social, y de que esta situación social implica la apari~
de objeto en cuanto tal. ' ción del "mí" y del "yo", que son, esencialmente, elementos sociales.
Esos objetos físicos sonutilizados para construir el campo dent~o Pienso que es coherente reconocer el paralelismo existente entre lo que
del cu;l'e's atcañzadó el objeto distante. El mismo resultado se d~. llamamos "objeto físico", en contraste con el organismo, y el objeto
desde un punto de vista temporal, cuando uno lleva a cabo un· social, en contraste con la persona. El "mí" responde definidamente
má~ aistante por medio de algún acto precedente que debé ser a todas las distintas reacciones que los objetos .que nos rodean, tien-
en práctica previamente. Esa organizacicSn funciona cOntinúa den a provocar en nosotros. Todos esos obi~tosprovpcan.en nos-
€ri la conducta inteligente. Organizamos el campo con referencia otros reacciones, que son las sjgnífi~::adon~s o las .nat~.~Úzas de.J.os
lo que vamos a hacer. Se produce entonces, si se quiere, una. fusíóñ'" objetos: la siria es algo en lo cual nos sentamos, la ventana es algo
del acto de sacar el papel de la gaveta y del cuarto a través del cu~T que podemos abrir, qu~ no~proporcionáluz o aire:·~Del mi"smo modo,
nos movemos para lograr ese propósito, y a esta clase ae fusión el '"mí" es la reacción que el individuo tiene hacía los otros indivi~
he referido previamente, sólo que en los casos de experiencias duos, en la medida en que el individuo adopta la ac.titud del otro. :E.~.
giosas tiene lugar en el campo de la mediación social, y los ob · correcto decir que el individuo adopta la actitud de la silla. En ese
del mecanismo son de carácter social y representan así un sentido adóptáí:nos, deiinidamente, la actitud de los objetos que nos
plano de experiencia. Pero el proceso es análogo: somos lo que so" rodean; en tanto que, normalmente, ello no se incorpora a la actitud
. mos en nuestra relación con otros individuos, gracias a que adopta- de comunicación, en nuestras relaciones con los obJetos inanimados
mos la actitud de los otros hacía nosotros mismos y de tal modo toma esa forma cuando decimos que la silla nos invita a sentarnos,
nos estimulamos con nuestro propio gesto, así como una silla es lo o que la cama nos tienta a acostarnos. Nuestra actitud, en tales cir-
que es en términos de la invitación que nos ofrece a sentarnos, cunstancias, es, por supuesto, una actitud social. Hemos analizado
"mí" físico, si se quiere. .En un "mi",socJ'Lal,bl<ts..•.aH;t,lJcH<tsa<:J:U:l~~. ya la actitud social tal como aparece en la poesía de la naturaleza,
de los otros. son ex:presadas" ~~·t·érminos de. n y~stro. propio gesto. en los mitos, los ritos y los rituales. Allí incorporamos la actitud
r~presenta el papel qu.-: desenweñamos en'nuestra activi(,lad ... social a la naturaleza misma. En la m,úsica existe quizá la misma clase
cq(;perativa. Ahora bien, la cosa que realmente hacemos, las pala· de situación social, en términos de la reacción emocional involu-
brasque hablamos, nuestras expresiones, nuestras emociones, eso crada; y la exaltación producida por la música tendría referencia,
el "yo"; pero está fundido con el "mí" en el mismo sentido en que supongo, a lo completo de la organización de la, reacción que co~
todas las actividades involucradas en las piezas de moblaje de la habi• rresponde a esas actitudes emocionales. La idea de la fusión del "yo"
296 CEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA. Y SOCI~DAD 297
con el "mí" proporciona una base bastante adecuada para la en el Imperio Romano, en la India Y. en China. En la continuaci6n
cación de esa exaltación. Creo que la psicología conductíst.a del Imperio dentro de la Cristiandad encontramos una forma de
la oportunidad paratal desarrollo de la teoría estética. La propaganda efectuada con el intento delibe-rado de organizar esa
- ción.dc.Ja rea~ción en la experiencia estética ha sido ya subrayada por clase de sociedad universal.
los críticos de pintura y arquitectura. Si la .evolución se llevase a cabo en tal sociedad, tendría lugar
- La relación del "mí" con el "yo" es la relación de una '"'u""-tw~­ entre las distintas organizaciones, por así decirlo, dentro. de ese orga-
con el organismo. La situación que plantea el problema es intd nismo mayor. No .b.akria simplemente ~na. competencia de distint.1s
bte para el organismo que reacciona a ella, y la fusión tiene sociedades entre si, sino que la competencia residiría en la relación
en el acto. Uno puede encararla desde el "yo", sí sabe defin de tal o cual so-ciedad con la organización de una. soéiedad universal.
mente qué hará. Luego uno considera todo el proceso sim'"'"tn''"~n. E~ el caso de las religiones universales tenemos formas com~ la
como una serie de medios para llegar a la meta conocida. mahometana, que se propuso borrar, por la fuerza de la espada,
ser encarado desde el punto de vista de los medios, y entonces el todas las otras formas de sociedad y, de tal modo, se encontró en
blema aparece como una elección entre una serie de objetivos oposición a las otras comunidades que se proponía aniquilar o subor-
tos. La actitud de un individuo provoca esa reacción, y la dinar a sí. Por otra parte, tenemos la propagan~a representada por
de otro individuo provoca otra reacción. Existen tendencias va.: el cristianismo y el budismo, que se propusieron solamente incor-
riadas, y la reacción del "yo" será la que relacione todas esas acti- porar a los distintos individuos a cierto grupo espiritual en el que
tudes. Ya sea que se la considere desde el punto de vista de un pro- se reconociesen como miembros de una sociedad. Esta empresa se ligó
blema que tiene que ser solucionado, o desde la posición de ;inevitablemente a la estructura política, especialmem.: en el e~ del
"yo" que en cierto sentido determina su c;unpo por medio de \cristianismo; y detrás de ello está -la suposición --que encontró su
conducta, la fusión se lleva a -cabo en el acto mismo en que los expresión en las actividades misioneras- de que este principio social,
dios expresan el objetivo. · este reconocimiento de la fraternidad de los hombres, es la base para
una sociedad universal.
Sí estudiamos el proceso económico, no existe una propaganda
36. LA DEMOCRACIA Y LA UNIVERSALIDAD EN LA como aquélla, una suposición de una sola sociedad económica que
SOCIEDAD trata de establecerse. Una socieda'd económica se define a sí misma
en la medida en que un individuo puede comerciar con otros; y
Hay en la sociedad humana una universalidad que S?_ Juego los procesos mismos continúan agrandándose, estableciendo
ld,esdem-Úy temprano en dos-formas distínt(ls: una_ en el aspecto relaciones cada ·vez más estrechas entre comunidades que, política-
_giosoYfá otra en el aspecto económico. Estos procesos, en ,mente, pueden encontrarse decididamente en oposición. El tejido
'procesos sociales, son universales. Proporcionan objetivos a -'económico más completo áparece en el desarrollo del comercio mis-
¡que puede tratar de llegar cualquier forma que emplee los m. mo y en el desarrollo de un medio financiero gracias al cual se
Lmedios de comunicación. Si un gorila pudiese tomar cocos y efectúa tal comercio, y se produce inevitablemente una adaptación
biar!os en algún mercado por algo que, concebiblemente, necesi de la prod~cción de una comunidad a las necesidades de la comu-
ingresaría en la organización económica social en su fase más a nidad económica internacional. Existe un desarrollo que se inicia
¡Lo único que hace falta es que el anim3l esté en condiciones de con la clase más restringida de sociedad universal, sociedad cuya ori-
izar el método de comunicación que involucra, como hemos visto, ginal condición de abstracta cede el lugar a una organización social
1
g.xistencia de una persona. Por otra parte, cualquier individuo cada vez más concreta. Desde ambos puntos de vista, hay una socie-
puede considerarse miembro de una sociedad en la que es --vo••"" dad universal que incluye a toda la raza humana y en la cual todos
emplear una frase familiar-- prójimo del otro, pertenece también pueden entrar en relación con otros, gracias a los medios de comuni-
dicho grupo uni<·~rsal. Esas expresiones religiosas y econÓElÍcas cación. Pueden reconocer a los otros como miembros, como her-
universalidad las encontramos desarrollándose en una u otra manos.
298 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 299
Tales comunidades son inevitablemente de carácter El universo de raciocinio, que trata simplemente con las más
Los procesos que se expresan en la religión universal llevan en altas abstr~cciones, ab~e ·la puerta para las interrelaciones de los ~is­
·inevitablemente, aquellos de la comunidad lógica representada tintos grupos en sus diferentes caracteres. El universo de raciocinio
• el universo de raciocinio, una comunidad basada simplemente en dentro del cual la gente puede expresarse, hace posible la reunión de
capacidad de todos los individuos para conversar entre sí mediante las actitudes organizadas que representan la vida de esas distintas
empleo de los mismos símbolos significantes. El lenguaje comunidades, agrupándolas en una relación tal que pueda conducir
ciona una comunidad universal que se parece un poco a la a una organización más elevada. La propia universalidad de los
dad económica. Existe en la med-ida en que existen símbolos procesos que corresponden a la sociedad humana, ya sea que se los
:·:fres que pueden ser utilizados. Vemos tales símbolos en los contemple desde el punto de vista de la religión o del comercio o del
por medio de los cuales pueden comunicarse las tribus salvajes pensamiento lógico, abre por lo menos la puerta para una sociedad
no hablan el mismo idioma. Encuentran algún lenguaje común universal; y, en rigor, esas tendencias se expresan todas cuando
el empleo de los dedos, o en los dibujos simbólicos. Logran· el desarrollo social ha ido lo bastante lejos para hacerla posible.
clase de habilidad para comunicarse, y tal proceso de com La expresión política de ese crecimiento de la universalidad en
tiene tendencia a poner a los distintos individuos en más la sociedad queda señalada por el predominio de un grupo sobre
.+elaciones mutuas. El proceso lingüístico es, en un sentido, más abs: otros grupos. La primera expresión de esto se encuentra en los im-
tracto que el proceso económico. El proceso económico, que comienza perios de los valles del Nilo, el Tigris y el Éufrates. Distintas co-
con el trueque, entrega el sobrante de un individuo a cambio del munidades entraban en competencia entre sí, y en tal competencia
tsobrante de otro individuo. Tales procesos se reflejan se encuentra la condición para el desarrollo del imperio. No es sírii~
mente en el proceso de producción y estimulan, en forma más o plemente e.! conflicto de una tribu con otra que trata de eliminar a •
nos inevitable, la clase de prod~cción que conduce al · la primera, sino, más bien, la clase de conflicto que conduce a la
~!ovechoso. Cuando llegamos a las relaciones efectuadas dominación de un grupo sobre otro gracias a la conservación de este
lla base de los símbolos significantes, el proceso en sí no último grupo. Es importante advertir esta diferencia, cuando ella se-
:quizá, a tal integración, pero ese proceso de comunicación llevará ñala la expresión de la autoconciencia a que se llega por medio de
:sí, o tenderá a llevar, los procesos mismos en que ha servido una realización de la persona de uno en otros. En un momento~.~-~~
vehículo. hostilidad o de intensa cólera, el individuo o la comunidad pueden
Una persona aprende un nuevo idioma, y, como decimos, tratar, simplemente, de aniquilar a sus enemigos. Pero la expresión
quiere una nueva alma. Se coloca en la actitud de los que dominante en términos de la persona ha sido, incluso por parte
ese idioma. No puede leer su literatura, no puede conversar con de una sociedad militarista, más bien de sometimiento, de una reali-
que pertenecen a esa comunidad, sin adoptar las actitudes IJ"''·'... '''" zación de la persona en su superioridad con respecto al otro y en su
a ésta. En ese sentido, se convierte en un individuo distinto. No explotación de éste. Esta actitud espiritual es completamente dis-
puede comunicar un lenguaje como. una pura abstracción; · tinta de la mera eliminación de los enemigos de uno. Existe, por
mente se comunica también, en cierto grado, la vida que hay lo menos desde este punto de vista, una consecución definida, por
de él. Y este resultado se pone en relación con las actitudes parte del individuo, de una persona superior, en su dominio y so-
zadas del individuo que aprende el lenguaje e inevitablemente metimiento del otro. ·
una readaptación de puntos de vista. Una comunidad del El. sentido de. prestigio nacional. es una expresión. de ese autorres-
occidental, con sus distintas nacionalidades y distintos pet~··q~~-t~~de~os ar~t~ner ~n ~~ .. c.cmservación de fa superioridad
sobre otras personas. · \U no . obtiene la sensación de la p!X)Qia
es una comunidad en la que se llevará a cabo un continuo
persona gracias a cierto. smtim.iento de .... superiorid~d. sobre" otros,
recíproco de los distintos grupos entre sí. Una nación no puede
y .Wundt reconoció que esto es fundamental para eLdesarrollo de
tomada sencillamente por sí misma, sino sólo en su relación
la persona. Es uha actitud que se transforma, en lo que juzgamos
los otros grupos que pertenecen al todo mayor. condiciones superiores, en el justo reconocimiento de la capacidad del
300 GEORGE H. ~!EAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 301
otro individuo en su campo específico. La superioridad que la munidad superior en la que la dominación toma la forma de una
tiene entonces no es una supcriorid;~d sob~~~ eCotro, s'ino' qu::: S~ democracia como la de las ciudades griegas, en la cual el control es
c.ll. lo que aquella pueci'e hacét en relación con las funciones y simplemente ·el control de la oposición de las masas a determinadas
ci~ad de otros. El desarrÜ'llo del experto que es superior en la clases económica y políticamente poderosas. J;xis.ten.-:en r~gol',,-'ll~·
cución de sus funciones, es de carácter completamente distinto d rías formps de gobierno democrático; pero Ja c,iem~racia, en .et
superioridad del matasiete que se realiza simplemente en su ca sentido que aquí ·resulta pertinente, .. e.s ºna actitud .que d~pe,nde . qel
para subordinar a alguien a sí. La persona competente en tipo de persona que acompaña a las relaciones universales.de h:a-
campo especial, tiene una superioridad que corresponde a lo ternidad, como quiera que ellas se obteng<UL Reéibió su expresión
puede hacer ella misma y quizá no puede hacer otro. Le Pt<)P<)tC:to en la Revólución Francesa en ~Íos conceptos de fraternidad y .unión.
una posición definida, en la que puede re~lizarse en el seno de Cada individuo debía estar al mismo nivel que los otros. Este con-
comunidad. No se realiza en su simple superioridad sobre otro, cepto recibió su primera expresión en las religiones universales. Si
en la función que puede llevar a cabo; y en la medida en que se trasporta al campo de la política, puede obtener expresión sólo
desempeñarla mejor que nadie, obtiene una sensación de en una forma como la de la democracia; y la doctrina que existe
que reconocemos como legítima, en contraste con la otra forma detrás de ello es, en gran medida, la concepción de Rousseau, tal
afirmación de la persona que, desde el punto de vista de como se encuentra en el Contrato social.
más elevado sentido de las normas sociales, es considerada ile- Se supone en ella .una sociedad en la que el individuo se man-
gitima. tiene como ciudadano sólo en el grado en que reconoce los derechos
, Las comunidades pueden encontrarse en esa misma clase de , de todos los otros que pertenecen a la m¡Ísma comunidad. Con tal
ilación mutua. Existe un sentido del orgullo del romano, en su universalidad, tal uniformidad de intereses, sería posible que las
icidad administrativa así como en su poderío marcial, en su masas 'adoptasen la actitud del soberano, en tanto que éste adoptaba
!dad para subyugar a todos los pueblos del mundo mediterráneo la actitud de sus súbditos. Si la voluntad de cada uno fuese la
\para administrarlos. La primera actitud fué la de subyugación, voluntad de todos, entonces la relación entre el súbdito y el soberano
l'iiego apareció la aétitud administrativa, que pertenecía más al podría ser corporizada en todos los distintos individuos. Obtenemos
al cual me he referido llamándolo superioridad funcional. lo que Rousseau llamó "la voluntad general de la comunidad",
eso lo que expresó Virgilio en su pedido de que los romanos sólo cuando un hombre está en condiciones de realizarse a sí mismo
tíesen que su gobierno entrañaba la capacidad de adm reconociendo a los otros en cuanto pertenecientes a la misma orga-
Esta capacidad hizo que el Imperio Romano fuese e nización política que él 11 •
te distinto de los imperios anteriores, que no tenían Esa concepción de la democracia es en sí misma tan universal
sí más que la fuerza bruta. En este caso, el paso se hizo, de como la religión, y la aparición de ese movimiento político fué esen-
sentido de superioridad política y prestigio expresado en el cialmente religio'sa en la medida en que tenía el evangelio de Rous-
de aplastar, a una capacidad para dirigir una empresa social en seau detrás de sí. Actuó ta}Ilbién con un sentido de la propaganda.
que existe una actividad cooperativa más amplía. La · Se propuso derribar la antigua organización de la sociedad y poner
política comienza con una simple autoafirmación, unida a en su lugar su propia forma de sociedad. En este sentido, esos dos
actitud militar, que conduce a la aniquilación del otro pero factores -uno, la dominación del individuo o el grupo sobre otros
más adelante, conduce, o puede conducir, al desarrollo de una grupos, y, el otro, el sentido de fraternidad e identidad de los dis-
munidad superior, en la que la dominación toma la forma de
11 Si uno>'puede hacer que su exigencia sea universal, si el 'derecho de uno
administración. Es concebible que aparezca una comunidad lleva en sí una obligación correspondiente, entonces reconoce en todos el mismo
nacional más amplía que el imperio, organizada en términos derecho y puede formular una ley, por así decirlo, en términos de toda la comu-
nidad. De modo que puede haber una voluntad general en términos del individuo,
función antes que de fuerza. porque todos los demás expresan la misma cosa. Surge, entonces, una comunidad
La unión de la actitud de religión universal, por un lado, y en la que todos pueden ser a la vez soberanos y súbditos, soberanos en la medida en
desarrollo polítícc> cada vez más amplio, por el otro, ha tenido que defienden sus propios derechos y los reconocen en los otros, y súbditos en la
medida en que obedecen a las leyes que ellos mismos hacen (1927).
302 GEORGE H. i'viEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 303
tintos individuos del mismo grupo- se unieron en el expresión funcional de esa época, no existe la misma forma de igual-
democrático; y, juntos, implican inevitablemente dad. Empero, es posible la igualdad en un sentido funcional, y no
versal, no sólo en un sentido religioso, sino, en definitiva, veo motivo alguno para que no lleve en sí un sentido tan profundo
en un sentido político. Esto recibe su expresión en la Liga de de la realización del otro en la propia persona, como la actitud
Naciones, donde toda comunidad reconoce a toda otra religiosa. Un médico que, gracias a su superior habilidad, logra sal-
en el proceso afirmarse a s{ misma. La comunidad más pequeña var la vida de un individuo, puede rea·lizarse en relación con 1~,
encuentra en situación de expresarse, porque reconoce el derecho persona a la cual ha beneficiado. No veo razón alguna para que
todas las demás naciones a hacer lo propio. esta actitud funcional no se exprese en la realización de la persona
En el desarrollo de una sociedad universal está involucrada de uno en el otro. Me parece que, después de meditarlo, el aparente .
cisarnente una organizac10n funcional corno la que encontramos conflícto se refiere al desarrollo abstracto y preliminar de la orga-
el desarrollo económico. El desarrollo económico se inicia sobre nización funcional. Hasta que tal organización funcional es puesta
~ase del intercambio. Uno ofrece lo que necesita, en trueque plenamente en práctica, existen oportunidades para la explotación
algo que no necesita otro. Eso es abstracto. Pero después que del individuo; pero con el pleno desarrollo de tal organización se
descubre que puede producir algo que no necesita y cambiarlo obtendría una expresión espiritual superior, en la que el individuo
algo que le hace fa! ta, estimula, por medio de esa acción, un podría realizarse en otros por medio de lo que hace como pecu-
arrollo funcional. Estimula a un grupo para que produzca esto liar a él mismo 18 •.
a otro para que produzca lo otro; y, al mismo tiempo, controla
proceso económico, porque uno no continúa produciendo más
lo que puede ser ofrecido en intercambio en el mercado. Lo que 3 7. CONSIDERACIÓN ADICIONAL DE LAS ACTITUDES RELIGIOSA
produzca en definitiva será lo que responda a la demanda del Y ECONÓMICA
'piador. En la organización funcional resultante, se desarrolla
uno una personalidad económica de cierta clase,, una Quiero hablar otra vez de la naturaleza organizadora de las
que tiene su propio sentido de superioridad pero que es relaciones sociales más amplias y más abstractas, que he venido ana:::~
en la ejecución de esa función especial en relación con los otros !izando, las de la religión y la economía. Cada una de ellas se torna
grupo. Puede existir una conciencia de sí basada en la capacidad universal en su carácter funcional, no porque e~té implicada en ella
fabricar algo mejor que cualquier otro; pero esa conciencia de alguna abstracción filosófica. El hombre prin:ütivo que hace SJlS.-
sólo puede mantener su sentido de superioridad cuando se trueques o el hombre moderno de la bolsa de valores no sienten
a la comunidad que necesita los productos, en ese proceso de interés alguno en la forma de sociedad económica involucrada en
cambio. En tal situación hay una tendencia hacia el desarrollo los cambios que hacen; JamPº:'.Q es en modo alguno necesa.rio...supo..
cional, un desarrollo funcional que puede tener lugar incluso ner que el individuo. que en la ayuda inmediata prestada a otro
el dominio político. que se encuentra en dificultades se . identifica con este otro, se pre-
Podría parecer que el aspecto funcional contradice los fines sente a sí mismo una forma de sociedad en la que eti.ni~r~§:.]~ .i~o
la democracia, en cuanto que considera al individuo en sea el interés de todos~ Y, sin embargo, como he indicado, los dos
con un todo y, de tal manera, hace caso omiso del individuo procesos son, en su naturaleza, universales; pueden ser aplicados a
que, en consecuencia, la verdadera democracia debe expresarse cualquiera.
en el tono de una actitud religiosa y en hacer secundario el El que puede auxiliar a cualquier individuo que encuentre en
funcional. Si volvemos al ideal de la democracia tal como fué desgracia, podrá extender esa universalidad mucho más allá del
sentado en la Revolución Francesa, hallamos precisamente un
lB [Para un análisis del pragmatismo en relación con el escenario norteame-
flicto de esa clase. Hubo allí un reconocimiento de la calidad ricano, véase "The Philosophies of Royce, James and Dewey in their American
individuo; uno exige en sí lo que reconoce en los demás, y eso Setting", lntemationa/ Joumal of Ethics, XL (1 930), págs. 211 y ss.; para la
génesis histórica del pragmatismo, véase Movements of Thought in the Níneteentb
dona la base para una estructura social. Pero cuando se considera Century.]
304· GEORGE H. I-.tEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 305

hombre y expresarla .en la forma de no permitir sufrimiento supíese lo qu<: queremos. No necesito agregar que nuestra conducta,
a nin:;ún ser sensible. Es una actitud .crue adoptamos hacia que supone personas en los animales domésticos, no tiene justi-
foq:n<l.>':Ítalque.recurre a nosotros --o que es concebible que ficación racional.
hacerlo- cuando se encuentra en dificultades. o hacia cualquier J:':':'I~s,.,'i!J:.titudes,pues, pueden... conQ\lCÍr a qna
al que podamos proporcionar inmediáta satisfacción con organización social que va w...ás ;-¡(l;i de la estructura en que los
pr()QÍ()s .3ctos. Encuentra su expresión en cierta actitud de individuos se encuentran involucrados. por ese motivo qué re-
Puede ser generalizad~ en individuos sumamente alejados de sulta · qux:Jas actitudes en. la. creaéión de Tá 'estruc-
f!lilia de uno. Puede expresarse amor hacia cualquier forma tura de e~~s o q!Je.ful1cionenJ!Jt~Se' s~v-
¡que excite la actitud paternal, aun cuando no se trate de una observamos primero que nada la actitud económica, donde
{humana. {Las cosas pequeñas provocan una especie de actitud ·el cambio del propio sobrante por el sobrante ajeno lo coloca a uno
;Esos hedr6s ·demuestran cuán amplia es la verdadera en la actitud de producción, para crear esos excedentes a los fines
;de dicha actitud; 'lo abarca prácticamente todo, a todos los .del intercambio (y hace que uno estudie las formas del intercambio,
posibles con los que uno pueda tener una relación personal. de establecer mercados, de crear medios de trasporte, de elaborar los
predomina siempre, por supuesto, porque a veces las reacciones vehícutos de cambio, de erigir sistemas bancarios.) , reconocemos
tiles son más potentes en su expresión que ninguna otra; pero en ·que todo ello puede surgir del proceso de intercambio, siempre que
la medida en que se encuentra presente, torna posible una forma sea reconocido el valor del mismo, de modo de impulsar suficiente-
universal de sociedad. Los santos cristianos representaban a esa clase mente la producción de los excedentes que constituyen la base del
de sociedad a la cual podían, concebiblemente, pertenecer todos proceso original. Dos niños pueden intercambiarse sus juguetes, el
individuos. El ideal recibió expresión en la concepción religiosa uno cambiando su juguete viejo a un amigo que está dispuesto a
un mundo donde todos tendrán intereses absolutamente idén · desprenderse del suyo; ahí se trata de un intercambio de excede.ntes
El. otro ?roceso es el del intercambio, en el cual uno trasmite% que no conduce a la producción. Per9 ~P. el ca~o.de los s~res hu~
¡por así decir, lo que no necesita a cambio de algo que necesita.· ma.nos qr¡.e puedli:n pxever el futuro y advutir las ventajas d;i in~
lrl.~fesida(jesrelatiya~ .. sobre un;3._base de. comunicación y de ,.·''aM~··" tercalJ1bio, éste conduce a la prQdJlcción.
·(comunes, hacen posible el intercambio. Es un proceso que no Un ejemplo notable de esto es el desarrollo de la industria de
'extiende. por debajo del hombre, como lo hace la otra actitud. No la lana en Inglaterra. Al principio el intercambio tuvo lugar sim-
puede hacer trueque con el buey o el asno, pero se puede plemente en Inglaterra misma, donde la lana era hilada en condi-
sentimiento bondadoso hacia ellos. ciones feudales; luego vino su difusión desde una localidad a
Quisiera referirme especialmente al poder organizador que otra y el surgimiento de un comercio de ultramar. ~.2.~ c<U!ll:>i_os que
den tener, y que han tenido, estos dos tipos de actitudes en se llevaron a cabo dentro de las comunidades de Inglaterra, ~e:J:~:
,"comunidad humana. Como he afirmado, son primariamente sulta~ de esa industria, son conocidos, asi como el pa~l·i~rx;;t~~t~
~tudes que uno puede tener con cualquier ser hum<:no real o que ésta desempeñó en el desárrollo deÍ cyiTJ.erdo exterior, provo-
¡con el que le sea posible comunicarse, y, en ún caso por lo ""''11'""" cando el cambio gradual de la vida agrícola a la vida indusi:fiaf de
\COn otros seres con quienes no le es posible comunicarse. la comqnídad misma. Y luego, cuando la tela de lana traspuso las
en relaciones sociales con los animales domésticos, y nuestras fronteras de la nación, surgió una red de organización económica
cíones suponen la identificación del animal con nosotros tanto que puso los cimientos para todo el desarrollo posterior de In-
la de nosotros con el animal, suposición que no tiene, en d · · · · glaterra.
ninguna justificación. Nuestra actitud fundamental es una Cuando tal actitud\ inmediata de se convierte en
social basada en la persona; de modo que tratJ.mos los Jetos Un prinClplO de conduct;·socia['lteva'apare}adoun p~oceso de. de$-
los animales domésticos como si éstos tuviesen persona. arrollo §ocia! en.Ja.ioJrna.•dg.l;LJ>!'()<i:rtc"iQn~ e1.ú~sP'orte, y, de_ todos
la actitud de ellos, y nuestra conducta en nuestra relación con ell los_.medios involu(;z:adosen el proceso .,económico, procas~·=d;,:,d~~~~
implica que adoptan nuestra actitud; actuamos como si el perro arrollo social que establece parte de J~ sa.didad. JHliye~sal que esa
306 GEORGE H. MEAD
- ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD
307
actitud lleva aparejada consigo como una posibili.c!Ad. Por
desgracia. Puede no ser más que ceder al impulso de dar algo al
es un proceso cfé poner álhomEre que tiene las mercancías
hombre que le sablea a uno en la calle. Puede no conseguir otta
intercam bi:~r, en relación directa con la persona que está ,·"""'"~·•~
a cambiarlas por lo que la primera necesita. Y el proceso de cos_a que eso, así co~o un intercambio entre das niños no .Xít !TI.ás
alla d,el proceso d~ Intercambio. Pero, en rigor, una vez ad.optada·
ducción y trasporte, y de aceptar las mercancías recibidas en '-"'""''"
la ~ctttud, ha de~ostrado tener un enorme poder de reorganización
relaciona de manera muy estrecha a los individuos invol
soCial. Es esa actitud la que se ha expresado en las rellgiones uni-
en el proceso económico. Es un proceso lento de integración
la sociedad, que une a la gente cada vez más íntimamente. No
ver~ales Y la q~e se expresa en una gran parte de la organización
soCial de la soCiedad moderna.
une espacial y geográficamente, sino en términos de comu"''-"'l..tu:
Estamos familiarizados con la abstracción de la ilustración del El cristianismo allanó el camino para el progreso social -polí-
de texto, que muestra tres o cuatro hombres establecidos en el tico, econó~ico, científico-- del m u~~~ moderno, el progreso social
del desierto y llevando a cabo el proceso del comercio entre sí. t~~ J>re~o:m111an temen te~ ~.a.racterístico d~ .ese .iñ.Uiia<:f: porqt!e fa ncr:~
figuras altamente abstractas, pero existen como abstracciones cwn cnsttana de una sociedad u orden social humanq universál
i la comunidad económica y, como tales, representan una · abstracto, a_unque se originó primeramente como una doctrina ;;Ii~
. ción de comunicación en la cual el individuo, en su propio ,.,,.,...,rc••n' gi~s~- Y ética •. perdió gradualmente· sus connotaciones puramente
:de producción, se identifica con el individuo que tiene algo que rel.1g1?sas Y éticas y. se amp~ió para· incluir todas los demás aspectos
• intercambiar con él. Se ha puesto en el lugar del otro, o de lo con- pn~~lpale~ de la Vida SOCial humana; y, asÍ, Se convirtió en Ía
. trario no podría producir lo que el otro necesita. Si inicia ese n_o~ton m~s vasta, más ~ompleja, de esa sociedad humana. multif'!-
ceso, entonces, naturalmente, se identifica con cualquier posible cetlca, rac1?n~l~ente umversal, en la cual_ se inspiran intelectual-
prador, con cualquier posible productor; y si su mecanismo es me?te los md¡v¡d~os que llevan a cabo todas las transformaciones.
este tipo tan abstracto, entonces la red del comercio puede llegar .soctales que constituyen el progreso social moderno. ··
cualquier parte y la forma de la sociedad puede incorporar a Existe ~n notable contraste entre el mundo antiguo ~spedai­
quiera que esté dispuesto a ingresar en ese proceso de comu",_..,,..,;..,,-. .mente.gl. gneg(}'-,- y el mun(:ip mpderno, en relación c; 0 n . . la·We&-4e
:En la sociedad, tal actitud tiende a construir la estructura de \,p:~ª'reso;: ?st~ -~?ció!: o concepción . era total!Tienie ·ajena al.pensa-
:organismo s~cial universal. IJ11ei1.t.9 y laclVlhzaJ:~on del mundo .antig-gp y e~t<,~Jn s;_ól,Si comJ?let¡l-
Tal como se enseña en economía, la moneda no es más que me.nt~ a.1:1.sente d~ ella; en tanto que es una delas ideas...más.ca.rac-
símbolo de cierta cantidad de riqueza. Es un símbolo de algo teristtca..~ Y~~mmantes del pensamiento y la civilización del mun-
necesitan los individuos que se encuentran en la actitud de do ~n;oderno. Porque la. visión :In!!I!Qial .de la cult:ura In.oclerna eS
sición al intercambio; y la~~.fg~mas del intercambio son, en e~en~1alment~ dinámi~¡¡: una visión .rr111ndial que permite:·y, po·;
los métodos de conversaciÓn, .y lo~. medios del intercambio .se Clert<?.t . ac~ntua, J¡¡ .realidad del verq¡¡der() . S:¡Irnbio. i.~voluE'íon crea:
vierten e;:; gestos que nos permiten llevar a cabo, desde. dores en las cosas,.e11 t¡¡nt(),que !a.visiói1 mundial delacult~r~ anti-
distancias, ese proceso de entregar algo que uno no necesita ~ua. era.. estática: .una VÍSÍQI1 mundial.. q~e n~ ~diii.itfa. el acaicrmíen-
conseguir algo que sí necesita, med.iante la adopción de la .Jo o realidad de ningún cambio o evolución reaiméñte creadores
d~.Ja otra persona. Los instrumentos de esos símbolos de el .uriív~rsó; una visión mundial se~uil. facua1 no pod1a adquirir
;~n, pues, en ~ste proceso de intercambio, los gestos d símbolos ex1stenc1a nada cuya causa final no estuviese ya dada (y dada eter,.
~1 lengu:otje es en otro<> campos. . _namente) .en la realidad, es decir: nada p<>día adquirir existeilc.ia,
La otra actitud universal analizada es la de la buena salvo .mediante la realización individual de un tipo U:~iversal ff~,
que integra el principio de relaciól1 religiosa, la actíiud·~·q·"·u"·e-····.__, ex1stei?:.~.e,.? gue siempre había e~istido.
posible la religió!l en cuanto t<:~l. El efecto inmediato de la
puede no ser otro que el de compartir la propia comida con
Se~ún el pens~~iento ~oderno, no existen metas u objetivos
determmados o fiJOS haCia los cuales se dirija necesariamente
persona hambrienta, dar agua al sediento, ayudar a la persona
el progreso social; y, por lo tanto, tal progreso es genuigamente
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 309
308 GEORGE H. MEAD
es. un producto colateral del proceso económico y que no está in~
creador o de lo contrario no sería progreso (en rigor,
voiucrach en actitud misma, aunque encol'l:tramos idealismo
~s esencial para la idea moderna del progreso) . f>:~.!,o,"el~p~~~ll'l""''. " económico en un hombre como Janies Bry.ce. Por otra parte,
antiguo, por el contratio, no reconocía la realidad o existencia
reli~ione.s f~er?n en el p~s;qdo fuentes de guerra! CQilJ.O la compe~
posíbilidad de pr0 greso alguno, en el sentido moderno del ·
tenc~a econom.1ca lo ha stdo en las condiciones actuales. Uno de
y ~1 único progreso reconocido como posible o real era el Pr<::>~relll:l
los efectos notables de cada guerra es acentuar el carácter nacíonat
hacia metas u objetivos eternamente fijados, progreso (que el
de la religión del pueblo. Durante la guerra tuvimos el dios. -1e
samiento moderno no consideraría en modo alguno legítimo)
los germanos y el dios de los aliados; la deidad se dividía en s~s
1~ realización de tipos dados, predeterminados.
favores ..La.m~ciici?: en gue la vida religiosa seadªpta al cop.fli¡:to
La noción de progreso carecía de signíficación para la
civilización griegas, en virtud de la organización distintiva quedª eJem~lifíc~.cia con frecuenCía en . la ·hi~toria; . no faltan del
0 todo ejemplos de las tases idealistas de la v!da econ6~ic~. NéJ cab;:
estado griego, absolutamente impotente para encarar con
ducia .fl.e. que. el proceso .econG.míc..e ha puesto... continuameote··~··i;.
los conflictos sociales --o los conflíc!()ª de los ..intereses
gente en relaciones mutuas más íntimas y ha tenc;Iic;!Q a ·ide~tífí~~;
¡~ ql:le~ surgían c)e"11tro de él: Pero . e~ _Pro~~eso es predoínin . a los individuos entre sL. :tt ~jgmplQ . .más.saliente de. e~to es . el
característico de la sociedad o ctvthzaclOn modernas, en vtrtud
la organización distintiva del Estado moderno, lo suficienLenílertte carácter internacional de la clase obrera y el de~arrollo, dentro de
flexible para estar en condiciones de enfrentar, por lo menos hasta la comunidad local, de una organización obrera en cuanto tal.
cierto punto, los conflictos sociales que surgen en su seno entre los H<iy a la vez la identificación del obrero con sus camaradas del
grupo y la identificación de los obreros de una comunidad con
individuos; porque .se presta --en una forll1a en que noJo
la organiZ.<\ci9n gel."EstaQP gri~go-:-- a esa extensión. ínt~l~ctual, los de otra. En el .soc.ialísmo, .. el movimiento . obrero.. se ..ha. con ver~
menos abstracta, de sus fronteras, gracias. a los esptntus de ti do .en una religión. El proceso económico 11ne inevita.blell1e~te,
0
individuos implicados en la sociedad, extensión por medio en forma más íntima, a ~los grupos, mediante ~l proceso de ~'~m~­
cual esos espíritus están en condiciones de encarar una nicación que implica partídQación. Ha sido e1 fa~tot: so¿i~liz~nte
social o un todo social organizado más amplio. rodeándolos; más universaí en .nuestra sociedad moderna, más universalmente
.social en que los conflictos de los intereses sociales son en reconocible que la religión.
medida armonizados o suprimidos y con ref~r~ncia al cual. en ..La religión unida en torno al culto de una comunidad se
secuencia, dichos. espíritus p11eden producir, e.n su seno, las torna sumantente con~reta, se identifica con la historia y la vida
tr~cciones necesarias para· resolver o calmar esos conflictos. inmediatas de la comunidad, y es más conservadora que casi ni"n:
. Los principios económicos y religiosos son p~e~~os a gunaotra .Jnstít:Udó!l..de 1a. comuniáac!. Ef culto tieñe anexo un
valor misterioso, un valor que no podemos racionalizar comple-
•en oposición mutua. ~~j§~~g".J2QL.!!!Ll<\!lC>.! J~.~~PJ22S!~.!01l~de. un
/ ceso e~on()micoque decimos de carácter "materialista" y, tamente y que, por lo tanto, conservamos en la forma que siem~
" lado 'la'"1dentificadqn .~e tas. PH~9n!l$ \Pn jnt~reses comnn~s ¡re ha te.~ido Y. ~n su marco social. T!~!!~~~~..!iJ<t! .. el.~~E~~!~t:..~<!~
d~~l~s ~uales U:~~ expresamos en términos idealistas. Por ~. expre~~~11 Eeltgt()~a, Qe moc;Ig qti,~...~~ t<l11!.(). c¡ue )a a~~~itud reli-
g.tos ~ ..e.on du l 'd if' ·' 1 · ·· ~ 1 ···::~¡·:::·······
~.<::e . . íL .a... l ent 1cacton... co.n.. <:.ua.Q.ule.r"..o1ta.......~··· .c.uuo. . .JU.l
se puede encontrar alguna justificación para ese punto de
pero él pasa por alto la importancia del hecho de que esas que .ella se in~ti,tus;iQ..naUza tiene t~qqepcia a.e.§md.Pli.~arse casi has-
tienen qu~ ser corregidas continuamente. _Se ~~I:;?E.~.._.'!l1! ta el últÍil}O. gta,do. Es completamente f>OSÍble entend~ . ~· CU;r~·
económico es siempre un proceso centrado en stnusmo, en quier~··· .3~e. ~~ .~!EiJa ~~=~i!a:·:cc:;1i~~·¡;ªrt~ del ·v~T()r.·!l~~e . ,i!ñ9~:~Cii"ieie
er tndividuo· prot~ge símplemen~~ ~~sus .~r??i()s, J1lt~r~se$ obtener; Sl el segundo indiyiduo puede expresarse en términos
juicio del otro, en el que uno (IO()pta la actitud del. coriu!rciafes.:~11ñ<?'~Ec)'ª:iL~~i~nd~~l~ ... Empero, si ·llega hasta ~no ~~n
para aventajarle. s~.~b.~ell ~e,. ha )nsistide>. que ~el ce>m~wo. su culto reltgioso particular, hay muchísimas posibilidades de que
oportunidad para intercambiar, es algo que cond~"~ al uno no le entienda. El movimiento misionero, tan característico de
miento de los intereses comúnes, se ha supuesto stempre que distintas religiones, es un movimiento en el que el carácter universal
310 GEORGE H. MLAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 311

d~ la religión }¡_ª di:)pl!t<ldoJa primacía, a su. turno, aLcarácter. blecer tales comunidades. La función especial de la historia es per-
servador, fijo, del culto, en cuanto tal. y !u producido mitirnos .mirar hacia atrás y yer e11 qu~ roeqid;l sejia llevaª9:a cabo
efectos sobre ~1 ca~áctcr de b religión misma. Pero in el uso en tal reconstrucción scx:ial; la recons~cdón que la gente n.o r~co­
asp~~t~ la. religión se proponía trasferirse como un culto, nüfió en el momento pero que no.sotros podemo}l reconocer gradas
todo su carácter, su credo y su dogma, de .modo que no se ha a la v¡:ntaja que tenemos de encontrarna& a mayor distancia. Y la
tado tan directamente corno el proceso económico a constituirse función del dirigente, el individuo capaz de entender tales movi-
medio de. comunic.ación 1 ,iversal. mientos y, así, llevar hacia adelante a la comunidad, es la de pro-
\Lis d.os ·~ctTtude;i es claro, son completamente distintas porcionar dirección e ímpetu, con candencia de lo que está ocu-
sí. L~ ~~a id~ntifica al individuo con el otro, sóln cuando •utuJl;;s rríendo.
e.;;tá~ ocupados en una o¡Y-racióu comercial. El intercambio es., M~ parece que la visión de la persona que he _presentado en de-
sangre vital del proceso económico, y ese ~roc.cs.o hace abstracct<>:if talle torna inteligíble la acum11I.a5ión del crt;¡;Jmi~Il.to sociaL SLpo.-
de todo Jo .que tiene relació.ru:on .el oJm Jnd1:n.guq, salv.o lo . demos recon~~r que un individuo se logra en sí mismo, en su propia
está involucrado en el comercio. Por el con lo no, LJ,._.actltud... reli.:- c()riciencia, al identificarse con el otro, entonces podremos decir,que
gíosa io íncor,pora a uno a la actitu9 intcrn.: }nmediat~. del el proceso económico debe ser tal que el individuo se identifique
individuo; se identifica uno con él en la med!Ga en e¡ u e le ayuda~ con los posibles parroquianos con los que intercambie cosas; que
le auxilia, salva su alma, le socorre en e.ste mundo o en el mundo debe crear continuamente medios de comunicación, juntamente con
or venir, la actitud de uno es la de la s;;lvación del individuo. esos individuos. a fin de tornar e:JfÍtoso ese proceso, y .que, en tanto
~sa actitud es mucho más profunda en la identificación del indi- que el proceso en sí debe estar firmemente centrado en sí mismo,
cuo con otros. El proceso económico es más superficial y, por deberá conducir inevit~blemente al individuo a adoptar 111ás. y: .más
tanto, puede viajar quizá más rápidamente y posibilitar. una ~"',.,...''-> concretam'fnte la actitud del otro. Si se quiere proseguit·~~il:asa­
nicación más fácil. Sin embargo, los dos procesos son stempre mente con e1 proceso económico, es preciso entrar en relaciones cada
~;rsales en su carácter, y en la medida en que logran eX"'"'~""'"' vez más estrechas con el otro individuo, identificarse con él, no sólo
tienden a construir, en cierto sentido, una comunidad común, en Ia cuestión particular del intercambio, sino también averiguar
universal como las actitudes mismas. Los procesos, tomados sim- qué necesita y por qué lo necesita, cuáles serán las condiciones de
plemente en sí mismos, como cu:.mdo u~ niño cambia un ju pago, las características especiales de las mercancías necesarias, y asi
por el de otro niño, o como cuando un antmal ayuda ~ otro, siguiendo. Es preciso identificarse con él cada vez más. Sentimos
detenerse con el ejercicio del acto; pero cuando se t1ene un grupo cierto desprecio hacia la actitud comercial acentuada por la organi-
constituído por personas en cuanto tales, por individuos que zación moderna de los negocios, actitud comercial que siempre pa-
identifican con los otros, que provo.can la actitud ,9el otro rece llevar aparejada la hipocresía, que parece recomendar que se
medio para obtener la propia persona, entonces los procesos ponga uno en la actitud del otro a fin de engañarle y llevarle a com-
más allá del mero hecho de tomar algo que se puede obtener, al prar algo que no necesita. Aun cuando no consideremos esto jus-
que el otro no necesita, o más all~ ?el simpl~ i~~ulso de tificable, podemos al menos reconocer que incluso en esa cuestión
al otro. En la ejecución de esas actlvtdades el md!vtduo ha hay la suposición de que el individuo tiene que adoptar la actitud
ciclo un moceso de integración que une a los individuos más del otro, de que el reconocimiento del otro es esencial para un
chamente, creando el mecanismo por medio del cual se hace comercio exitoso. Se entiende el objetivo de ello cuando llevamos
una comunicación más profunda, con participación. el proceso económic~ más allá'' def moti\To de las ganancias, 11Clsta
Es importante reconocer este desarrollo que se produce las empresas de servido público. El administrador .. de un ferrocarril
historia; los dos procesos, tomados en sí, tienden a crear ~na
o de una empre~a privad~ d~. servicios públicos tiene que ponerse
nidad más amplia, incluso cuando las personas no t~enen 1de.al
no para su realización. No se puede adoptar 1~ actttud ?e ;,-~,,..,,,,.¡.,_ en el lugar de la comunidad a la que sirve, y E<JdemosY''"'"''-V''
ver fácil-
,,~~"''-

c:use uno mismo con el otro, sin tender, en Cierto sentido, a mente que dichos servicios pú):llicos pod{ían sªJir cotnpletame_!lte
312 GEORGE H. MEAD ESP1RITU, PERSONA Y SOCIEDAD 313
/dd campo de las ganancias y convertirse en exitosas empresas eco- otra persona; y si ésta pudiera expresarlo. . . Con ello, uno se· pone
!nómicas, simplemente como medios de comunicación. Los socialis. en él lugar de otro que no está presente, pero que ha conocido en
ttas hacen de esta posibilidad una teoría para todo el comercio. su experiencia, e interpreta a ese individuo en relación con la ex-
periencia anterior. Pero la simpatía activa significa que el individuo
provoca en el otro la. reacCícrñ ~ª~sp~rt214i por ,su ?U:¡ciJio" y. q.Jle
provoca eri sí Ia misma reacción. Si no se ¡>roduce ~ma reaq:ÍQ!J, :u.nP
no puede simpatizar con el segundo indi,r:idup. Esto, t:epresenta
El término ·~símpatG;¡\ es a~biguo y difícil de interpretar. iimitación de la simpatía en cuanto tal; ésta q\le
he referido a una"'áciltud inmediita :de cuidado, & ayuda a un pro~eso cooperativo. Ello no obstante, una persona se identi-
individuo por otrot" tal co111o la. encontramos éspedalmente en fica con otra eri el séntido antedicho. No me refiero a una identifi~
relaciones entre las formas inferiores. La símpatía surge, en la cacíón en el sentido hegeliano de un ego, ~igg de unindh:id!l!:?
humana, con la provocación en uno mismo de la actitud del individuo que, cosa perfectamente natural. provoca en sí ci.exta. t:eac:ció.n R~H:q!l~
a quien se auxilia, con la adopción de la actitud del otro cuando su gesto funciona en él como lo hace en el otro.
se socorre a este otro. Un médico puede llevar a cabo una Adoptar una actitud distintivamente humana, es decir, cons-
vención quirúrgica en forma objetiva, sin ninguna actitud de sim- ciente de sí, hacia otro individuo, o tener conciencia de este en. c;;it;;-
patía hacía d paciente. Pero en una actitud de simpatía implicamos to tal, es identificarse uno •simpáticamente c~n éL adoptando su
¡que nuestra actitud provoca en nosotros la de la persona a la que actitud hacia la situación social dada y su papel en ella, y reaccio-
¡estamos auxiliando. Sentimos. con ella y, así, nos encontramos nando, así, implícitamente a esa,si~uadón C:o!J1olo. hace ét . 0 e:xpU:
~ondiciones de sentirnos en el otro porque, con nuestra c.ítamente como está a punto de. hac;:edo; haciépdplo, ese!!si.;¡.Jm,~,n-t~,,
lhemos provocado en nosotros la actitud de la persona a la que en la misma forma en que adopta uno la actitud de. étha&.ia.uno
,f~remos. Esto es lo que considero una interpretación adecuada mismo en la conversación de gestos que sostien,e c()n él.,,e~)~,·9:!1~:
ro que corrientemente llamamos "imitación" y "simpatía", en de tal modo, tiene uno conciencia de ~í. Las act\vída~es sociales hu-
~entído vago, indefinido, que encontramos en nuestras psicologías, manas dependen en gran medida de la coopera'hón social entre los
y esto cuando ellas se ocupan· de estos fenómenos. individuos humanos que las ponen en práctica, y tal cooperación
'···,-·Tómese, por ejemplo, la actitud de los padres hacía el hijo~ surge de la adopción, por los individuos, de las actitudes sociales
El tono del niño es de queja, .de sufrimiento, y el de los padres de de los unos hacia los otros. La sociedad humana dota al individuo
consuelo. El padre provoca en sí mismo una actitud del niño humano de un espíritu; y la naturafeza soda·l de ese espíritu le
tando ese consuelo. Este ejemplo indica asimismo la limitación exige que se ubique, en cierto grado, en los lugares experiendales
~
la simpatía. Hay personas con las que uno encuentra difícil o que adopte las actitudes de los otros individuos pertenecientes a
, tpatizar. A fin de sentir simpatía hacia alguien, debe existir esa sociedad e involucrados con él en todo el proceso social de ex-
.,,,,~;:;)Jreaccíón que corresponda a la actitud del otro. Si no hay una periencia y conducta que tal sociedad representa o lleva a cabo.
j:ión que corresponda de tal modo, entonces uno no puede óe~;pertat; Quiero ahora utilizar este mecanismo para encarar la religión
'simpatía en sí. Y no sólo eso, sino que además debe existir y los procesos económicos. En el campo económico, el individuo
ración, una réplica por parte de la persona con la que se SJ.lm]pattza~t 'adopta la actitud del otro en la medida en que ofrece algo a este
sí ef individuo que simpatiza quiere provocar en sí esa actitud. ';otro y provoca, en respuesta, una reacción de. cesión en el individuo
no se coloca inmediatamente en la actitud de la persona que ;que posee un excedente. Es preciso que exista una situación en que
aparte de la propia actitud de simpatía hacia ella. k? situación el individuo presente su objeto como algo valioso. Ahora bien,
l<L.9_t.J.lna pers()f1a gue socorre a la otra, gradas a la provociC16n desde el punto de vista del individuo no es valioso, pero él se coloca
sí ..de-..f¡H;eacdóaJ¡uesu socorro provoca en la otra. Si no ha,y en la actitud del otro individuo, que le entregará algo en cambio
'!911.}*>1' parte. de la ptra, .no puedé haber simpatía alguna. porque puede encontrar alguna utilidad para el objeto del primero.
supuesto, uno puede decir que se da cuenta de lo que debe sufrir Provoca en sí la actitud del otro, que ofrece algo en cambio de
314 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD

lo que ofrece él; y aunque el objeto no tiene un valor directo para pletarse por sí mismas. No se puede completar el proceso de· llevar
el individuo, se torna valioso desde el punto de vista del otro in- mercancías al mercado, sí no es con el desarrollo de medios de comu-
di'Yiduo, en cuyo lugar está en condiciones de ponerse el primero. nicación. El lenguaje en que ello se expresa es el lenguaje ael dinero.
.~ Lo que hace tan universal este proceso, es el hecho de que se El proceso económico continúa tendiendo a unir más estr€chamente
trata de un comercio con excedentes, con lo que, por así decirlo, a los individuos, al establecer m.:ás y más técnicas económicas y el
l...care<:e de valor desde el punto de vista del individuo. Por supuesto, me<:anismo del lenguaje necesario para tales procedimien.tos.
;~ adquiere valor en el mercado, y entonces uno lo evalúa desde Lo mismo rige, en un sentido un tanto diferente, desde el punto
el punto de vista de lo que puede conseguir por ello; pero lo que de vista de las religiones universales. :Sstas tienden a definirse en
lo convierte en un objeto universal es que no es empleado direct:a- términos de comunidades, porque se identifican con el culto de Ia
l!nente por el individuo. Aun cuando éste tome algo que puede usar comunidad, pero desbordan a ésta en el movimiento misionero, en
;y lo venda, tiene que considerarlo como una cosa de la cual se la forma de propagandistas. La religión puede ser de un tipo rela-
}desprenderá a fin de conseguir algo más valioso; tiene que ser algo tivamente primitivo, como en el mahometismo, o en las formas mª~
·que no usará más. El valor inmediato de nuestra posesión directa complejas del budismo y el cristianismo; pero, inevitablemente, se
de una cosa es la utilización que hacemos de ella, su consumo: propone completar las relaciones involucradas en la actitud de sal-
pero en el proceso económico comerciamos con algo que carece de var el alma de otros individuos, de ayudar, de auxiliar a otros.
valor inmediato. Así, establecemos una especie de proceso universal. Crea al misionero que es un médico, a los que son artesanos, a
La universalidad depende del hecho de que cada persona lleva al los que establecen en la comunidad procesos que conducirán a la
mercado los objetos que no usará. Expresa dichos objetos en adhesión a las cosas mismas involucradas en la actitud religiosa. V e7
términos abstractos del dinero por medio del cual podrá obtener mos esto, primeramente, en los monasterios de Europa, donde los
alguna otra cosa. Y este valor negativo es el que confiere universa- monjes se propusieron convertirse en artesanos. Ellos ilustran Ta
lidad a los objetos, porque entonces el dinero puede ser entregado tendencia de la religión a completarse, a completar la comunidad
a alguien que ceda, en cambio, algo que pueda ser usado. que previamente existía en forma abstracta. Tal es el cuadro que
En la comunidad primitiva, donde todos están emparentados quería presentar como una de las valiosas contribuciones interpre:.:
con todos, no tiene sentido alguno un exadente en cuanto taL Las tativas de la visión de la persona que aquí se ha desarrollado.
cosas son distribuidas de acuerdo con costumbres definidas: todos
participan del sobrante. En tales condiciones, la riqueza no existe.
Se proporcionan ciertas compensaciones al artesano, pero no son
tales que puedan ser camblíadas por mercancías que él necesite, en~
3-9. CONFLICTO E INTEGRACIÓN
treg.ando en trueque algo que no necesita. Entonces, d establecí~
~iento de los medios de cambio es algo sumamente abstracto. De~ l:Ie ye11ido subray<!t;tdo la con.~inua integración del proceso social.
pende de la capacidad del individuo para ponerse en d lugar del y la psicología de la persona que sirve de base y posibilita ese pro-
otro y ver que éste necesita algo que no necesita él mismo, y q ceso. Ahora, una palabra en cuanto.. a los factores de conflicto y des-
lo que no necesita él mismo es algo que le hace falta al otro. T integración. En el partido de béisbol hay individuos que compiten
el proceso depende de la identificación de la propia persona con y quieren destacarse, pero ello sólo puede conseguirse en el juego.
el otro, y esto no puede tener lugar en las formas vivas en que no Esas condiciones obligan a cierta ~::lase d.e . acción, pero en el marco
existe capacidad para poner la persona de uno en el lugar del otro de dichas condiciones puede haber toda clase de individuos. compi·
gracias a una comunicación por medio de un sistema de gestos que tiendo celosamente y que pueden llegar a hacer fracasar el equipo .. En
constituye el lenguaje. Hay aquí, pues, dos fases en que las la organización esencial para el equipo pare<:en existir abundant.es
dades humanas, aunque altamente abstractas, existen realmente, Y oportunidades para la desorganización. Y esto sucede en proporción
lo que he estado presentando es el sentido de estas sociedades uni· mv.cho mayor en los procesos económicos. Tiene que haber distri-
versales desde el punto de vista psicológico y su tendencia a com- bución, mercados, m.edios decamQio; pero.dentro de ese campo son
316 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 317
]LQSiblts. toda.dase de wmpet,mcias y .. desorganizaciones, papel apenas menos necesario y significante en la organización social
er¡. C<\Ct\1 ~aso.h•wun ''yo" ~si conJO .un "mi". misma y en la determíinación de su carácter general. (,;sm~~i.g·~rj!!i.~
Los conflicto11 históricos comienzan, por lo. general, en una co- ejemplo, e!l.tl'e esosjmpulsos o actitudes humaqas 'Jwstiles",
munidad de muy intensa organización social. TaLes conflictos tie,. ci;~amiento o expresión de los de autoprotección y autoconservl:lcíó:n
ne!L g1.1.e. surgir entre distintos grupos, cuando existe en ellos acti- en la. organización y actividades organizadas de cualquier sociedad
tud de hostilidad. Pero incluso así, el resultado es habitualmente hum;na o co~unidad social dada, dl.gamós, de un estado .u... ui!J·.:;ton
una organización social más amplia; hay, por ejemplo, una apa .. modernos. jLos individuos Jmman()\! aclqpíeren conciencia .<k
rícíón de la tribu en contraposición al clan. Es una organiza~ tales, ¡;asi ~~s fácil y rápidarn,.ente en términos. de las actitudes
ción más amplía, más vaga, pero existe; en contraste .con la hosti- ciales relacionadas o asociadas con esos .. dos impulsos
lidad potencial de las naciones entre sí, se reconocen como formado- en términos de tales ímpu1sos, en cuanto expresados en dichas
ras de alguna clase de comunidad, como en la Liga de las Naciones. tudes), que cuando lo hacen en términos de cualesquiera otras
Los. fundamentales impulsos socíofisiológícos . o tendencias de tudes social'es o tendencia de conducta en cuanto expresadas por
cond~~·t;q~~ son comuf1e; ~ t~d~; lo.s.indívid~~s hllmanos,. qu~ji~~·· ~has actitudes. Dentro de la organización social de un Estado o
van a díchos individuos, colectivamente, a ingresar e.n las soáedad.e~ nación, los. efectos "ant.isocíales" de esos dos impulsos son refrenados
organizadas o comunidades sociales, o a integrarlas, y. que constitu- y controlados por el sistema legal que constituye un aspecto de esa
yen la basedefinítiva de tales sociedades o comunidades sociales, se organización; esos dos impulsos son convertidos en los principios
dividen, desde el punto de vista social, en dos clases principales; los fundamentales en términos de los cuales funciona el sistema eco-
que conducen a la cooperación so.ciat y los queJJeva.Il <1l ;mtagotli~­ nómico, que es otro aspecto de esa organización; en cuanto .corp.~
mo social entre los individuos; los que dan nacimiento a act~tugj':~ binados y fundidos con los impulsos humanos "amistosos", Y
y relaciones amistosas y los.ql,Kproducen actitudes. y relacio.n.es organizados por J!ll~.clio de (ést?~-... -los ill'lpl.ll~os que C()n.du"e!l a .\a.
tiles. entre )os individuos humanos. involucrados en las situaciones cooperación social emre los individuos involucrados. en ..dicha orga-
spciales. Hemos empleado el término "social" en su sentido más am· nización-·.-·. no· pueden hacer surgí~: la .fricción y enemistad entre Jos
plio y más estricto; pero en el sentido más estrecho, completamente individuos, fricción y enemistad que de otro modo serí;!n sus "~Q.g:;­
corriente, en que tiene una connotación ética, sólo son "sociales" secuencias naturales e irían fatalmente en detrimento de la existencia
o conducen a una conducta "social" los impulsos humanos fisio- y bienestar de.la organización; y habiendo sido incorporados. de
lógicos fundamentales o las tendencias de conducta de la primera ese modo, como ~lementos integrantes, a Iús cimientos de la orga,·
clase (los que son amistosos o que producen amistad y coopera~ nización, son utilizados· por ésta como fuerzas impulsivas fund~~
ción entre .los individuos movidos. por ellos). Ahora bien, ~ .. mentales para su propio desarrollo posterior, o sirven de biSe.~patao el
q1.1.e. J<Lªe.Kt:tnda_ clase de Ít!1pulsos fundamentales o tendencias de progreso social dentro del marco de relaciones de la men.cionada erga-
COrl.Qú<Ja ..de lossere¡¡ humanos ¿ ·:antÜ¡ocíal'', en fa meoíd,:ún qu~ nizacwn. Corrientemente, su expresión o manifestación más evi-
djchosímpulsos o tendencias,. en s.í mismos, destruirían.. toda Ja .. 0 rga~ · dente y concreta, en esa organización, res.idcenlaSj\4;;Út\lQe.s ..de tiYíl·
nizací9.n .so.cíal humana, o bien, no podrían, ellos solos, constÍtt1ir. lidéld. y competencia.. qu!! ~:ngmdJ:an... dentr.o.~eL~~t.adoo~ón~en
la (>¡:¡se de ninguna sociedad humana organizada; sin embargo, en conjunto, entre los distintos sul;wgr)Jpos de l!ld1.V!9.Y.Qs §.Q!aalmen.te
el sentido más amplío y estrictamente no ético, son, evídenteme.nte, funcionale~s ~'ubg¡:u,pos.d.~w;minados~(Y •...e.n espeGial.t -"Oná~i~"'
n.o menos sociales que la primera clase de dichos.imp.ulsos o tenden~ mente determinados) por esa organización; y .tales ~actitude.s .su:lfen
cías de la conducta. Son igualmente comunes a todos los individuos a metas o p~~pósitos sociales definidos, presu,Qttestos . P9t' J¡L Qrga:-
humanos, o universales entre ellos, y los adecuados estímulos sociales nización, y constituyen los motivos de activi<:lades $9Cíales.b:tJ>,<:ionªh
los provocan más fácil e inmediatamente; y en cuanto combinados mente necesarias dentro de ella.· Pero los impulsos humanos auto-
o fundidos con la primer~ clase de impulsos o tendencias de conducta, protectores y autoconservadores también se expresan o manifiestan
y, en cierto sentido, control<: dos por ellos, son tan básicos en toda la indirecta~ente en la organización, dando nacimiento -pgr su aso-
organización social humana como los primeros, y desempeñan un ciación, en esa organización, con los impulsos humanos "amisto-
318 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 319
sos"- ª"JJtto. ele. los ideales. o prip,¡;J.J?iQs o motivos pl."imarios consti- .(h~st.a que pueda integrar sus relaciones sociales con otras personas
tutivos de dicha organización - a saber, el proporcionar protección mdt vtduales ~, ~Il,'U!~titud c:lg,hQstilidad~ de ''oposicióo., lél.tW.te:: •.. por
social y el prestar asistencia social a1 individuo, wr parte del Estado, su. parte, hactaJa soc1edad organizada o comunidad sociaLd~, Ja ..que es
en la conducta de su vida; y, también, se manifiestan aumentaiuf6. miembro; '! dura~t~ ese tiempo la persona individual daQ<;ttime qu~,
la eficacia - a los fines de esa organización-. deJos impulsos buma:- b~m:se eP: el.sent1m1ep.to <;le superiodd.a<;l haci¡¡ esa sociedad .o cqmu-
nos "amistosos", con un sentido o conocimiento de la posibilidad mcl.ad soc¡a}. o hacia sus otros roiemb.ros individuales, a fin ...de sos-
y condición de deseable de tal protección y asistencia"social.orgáni- tenerse Y "manten.erse en funciones". Siempre nos miramos a la luz
zada al individuo. 1\t;!~.~.!!!l· en cualquiez: cír¡;u;o.stancia .especial en más favorable posible, pero puesto que todos tenemos la tarea de
que el Estado o nación en su totalidad, se vea frente a algú:t). pe7 mantenernos en funciones, es completa:rn,ente necesario, si queremos
ligro común a todos sus miembros individuales, éstos se funden a los mantenernos en funciones, que nos miremos de ese modo.
impulsos· humanos "amistosos" que existen en ellos, en tal formª Una sociedad humana altamente. desarrollada y organizada es
que se fortalece e intensifica en dichos individuos elsentido de una.. una sociedad en que los miembros individuales están interrelaciona-
unión social organizada y de una inten:eladónsocialco.operativa entre·· dos en una multiplicidad de distintas, intrincadas y complicadas
ellos en términos del Estado; en tales. circunstancias, h:jos de cons- maneras, mediante las cuales comparten una cantidad de intereses so-
tituir fuerzas de desintegración o destrucción dentro de la orga~. ciales comunes -intereses en la sociedad o para el mejoramiento de
nización social.del Estado o nación, se convierten, indirectamente, la misma-, y, sin embargo, por otra parte, se encuentran más o me-
en los principios de mayor unidad, coherencia y coordinación so,.. n?s en conflicto, en relación con numerosos intereses que poseen indi-
ciales dentro de. esa organización. En tiempos de guerra, por ejem- Vtdualmen~e, o q~e, .de lo contrario, comparten entre sí sólo en gru-
plo, el impulso autoprotector de todos los miembros individuales pos pequenos Y hmttados. Los conflictos entre los individuos en
del Estado se dirige unitariamente contra el enemigo común, y deja una sodeda? humana altamente desarrollada y organizada, no 'son
de dirigirse, por el momento, contra ellos mismos. Las..acti!udes meros confhctos entre sus respectivos impulsos primitivos, sino en-
de rivalidad y competencia que ese impulso engendra corrientemente· tre sus respectivas personas o personalidades, cada una con su estruc-
entre los distintos grupos menores, socialmente funcionales; que in- tura social definida --intensamente compleja y organizada y unifi-
tegran el Estado, soñtemporariamente eliminadas; y elEstado presen- cad.a- Y cada una con cantidad de distintas facetas o aspectos
ta un frente unido al peligro co~ún dado, o se funde en una sola soCiales,. con una c~ntidad de series distintas de actitudes sociales que
unidad en términos del fin com:ún compartido por la respectiva la constituyen. As1, dentro de una sociedad, ·surgen conflictos entre
conciencia que del mismo tienen todos sus miembros individuales o los distintos aspectos o fases de la misma persona individual (con-
reflejado en éstos. Ep estas expresiones, de tiempos de guerra, del flictos que producen casos de personalidad dividida cuando son ex-
impulso autoprotector de todos los miembros individuales del Es· tremos o lo ~as.tante violentos para llegar a ser psicopatológicos) así
tado o nación, se basa principalmente la eficacia de los llamados na· co~ ~n.tre dtstmtas personas individuales. Y ambos tipos de conflic-
cíonales al patriotismo. to md1v1dual son solucionados o terminados mediante las reconstruc-
Más aún, en las situaciones sociales en que la persona individual ciones de las situaciones sociales especiales y por las modificaciones
sg sien.te dependieñi:e~para su continuación o .existencia continuada, del marco de las relaciones sociales dadas, dentro de las cuales surgen
del resto de lqs miembros del grupo social dado al cual pertenece, o s~ producen aquellos conflictos en el proceso vital general, humano,
precisa reconocer que no es menester sentimiento alguno de superiori::- soCial - y estas reconstrucciones y modificaciones son llevadas a;
dad de su parte, con respecto a los demás miembros del grupo, para cabo,. con:o hemos dicho, por los espíritus de los individuos en cuya
la continuación o existencia continuada de éste ..Pero en las situaciones expenenCia o entre cuyas personas tienen lugar esos conflictos.
sociales en que no puede, por el momento, integrar sus relaciones so- . El espíritu constructivo, reflexivo o como pensamiento solu-
ciales con otras personas individuales en una pauta común, unitaria nonador de problemas, es el medio o mecanismo o aparato social-
(es decir, en la pauta de conducta social que ,él refleja en su estructura ~e~te adquirido mediante el cual el individuo humano resuelve los
personal y que constituye dicha estructura), surge, temporariam!ente dtstmtos problemas de adaptación ambiental que surgen ante él en el
GEORGE H. MEAD ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 321
320
curso de su experiencia y que impiden que su conducta siga , . por dichos individuos, requieren también, igualmente, tales recons~
níosamente su camino hasta que han sido resueltos. Y. el esplr~tu . trucciones o modificaciones, por dichos individuos, de sus propias
· b' · --en cuanto poseído por los m1embros mdh personas o personalidades. Así, las relaciones entre la reconstrucción
pensamiento es tam 1en , . .
víduales de la sociedad humana- el med1o 0 ~.ecams:no
0 social y la reconstrucción de la pers~na o personalidad son recí-
gracias al cual se efec~úa o cumple la reconstruco~n sooal por, . procas e internas u o~gánicas; la reconstrucción social por los rniem~
·111 d.!Vl'd UOS. Porque la posesión ' por parte de estos, de espmtu ' bros individuales de cualquier sociedad humana organizada repre-
. , .
poder de pensamiento les permite contemplar cr.ltlcamente, por senta la reconstrucción de la persona o personalidad, en uno u otro
decirlo, 1a estructura social organizada de 1~ soCiedad .a la q~e per· grado, por cada uno de dichos individuos, y viceversa, porque, puesto
tenecen (y de las relaciones de la cual de~1van en _r:¡mera que las personas y personalidades están constituídas por sus rela~
cía sus espíritus) y reorganizar o reconstrUlr o m~d1ftcar e~ a estruc~. ciones sociales organizadas, mutuas, no pueden reconstruir tales per~
· 1 mayor 0 m.enor grado como lo requ1eran de ttempo en sonas o personalidades sin reconstruir asimismo, en cierta medida,
tura soCia en . ' . .
· ¡ · · de la evolución soCiaL Cualqu1er reconstruc_• el orden social dado, que, por supuesto, está igualmente constituído
uempo :ls <ex1genctas . b
ción social de esa clase, para tener largo alcance, presupone una ase por sus relaciones sociales organizadas mutuas. En ambos tipos de
de. intereses sociales comunes compartidos por todos los reconstrucción está involucrado el mismo material fundamental de
inqividuales de la ·sociedad ~umana dada en que . las relaciones sociales organizadas entre los individuos humanos, y
.•trucción; es decir, compartidos por todos los m_1:mbros es tratado en distintas formas, o desde diferentes ángulos o puntos
duales xuyos ~p.íritus participan en esa reconstruccwn o la produ· de vista, en los dos casos respectivamente; o, en pocas palabras, la
cen. y ¿ualquier reconstrucción social de es~ clase ~s llevada a cabo reconstrucción social y la reconstrucción de la persona o personalidad
realmente por los espíritus de los i.ndiv1duos mvolucrados, son !os dos aspectos de un solo proceso: el proceso de la evolución
forma de una extensión intelectual mas o menos abstracta .de social humana. El progreso social h'Jrnano implica el empleo, por
límites de la sociedad dada a la cual pertenec~~ todos esos ,.,n,r•- parte de los individuos humanos, de su mecanismo de concienda de
duos y sobre la cual se efectúa. la rec~nstruco~n .-una ex sí, socialmente surgido, tanto para producir esos cambios sociales
que produce un todo social mas ampho, e~. termmos d~l cual progresivos corno para el desarrollo de sus personas o personalidades
conflictos sociales que exigen la reconstruce1on d.e la sonedad individuales en forma de mantenerse adaptativamente al ritmo de
son armonizados 0 reconciliados y por referenc.la a los cuales,. dicha reconstrucción social.
consecuencia, dichos conflictos pueden ser sol uoonados o el En definitiva y fundamentalmente, las sociedades crecen en com-
19 plejidad de organización sólo por medio de la consecución progresiva
dos .
Los cambios que introducimos en el ~rden social. en que de proporciones cada vez mayores de diferenciación . funcional, de
· v o lucrados , también imphcan necesanamente comportamiento, entre los individuos que las constituyen; estas dife.
encontramos 111 .
introduzcamos cambios en nosotros mismos. Los c~nfhctos ren.ciaciones funcionales, de comportamiento, entre los miembros in-
les entre los miembros individuales de una deter~mada soc¡eoa ll:·· dividuales implican o presuponen oposiciones iniciales entre ellos,
1

hum~na organizada, que, para su eliminación, reqmeren reconstruc oposiciones de necesidades y metas individuales, oposiciones que, sin
embargo, en términos de organización social, están o han sido trans-
ciones y modificaciones conscientes o inteligentes de esa
formadas en dichas diferenciaciones o en meras e8pecializaciones de
una conducta individual socialmente funcional.
El ideal social humano ~1 ideal o meta última del progreso
social humano-- es la consecución de una sociedad humana univer-
sal en que todos los individuos humanos posean una inteligencia
social perfeccionada, tal que las significaciones sociales estén, cada
una, similarmente reflejadas en sus respectivas conciencias indiví·
duales-- de manera que las significaciones de los actos o gestos de un
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 323
GEORGE H. MEAD
322
. . d él y expresados en la estruc- cuando, previamente, los súbditos no habían tenido relaciones entre
individuo (en cuanto r~ahza os por· dad para adoptar las actitudes sí, aparte de' la hostilidad de una comunidad feudal hacia otra. Así
a grac1as a su capac1 . se obtiene la relación personal, la relación de posición, que es impor-
tura d e su person • h . . hacia sus metas o fines soCiales
1
· 1es d e o t ro s individuos acta e Y . · tante para la co$nidad. La relación, por supuesto, e.s la de súb-
soc1a t individuo que reaccto-
comunes) sean las mismas para cua1qmer o r 0 dito a monarca. Implica la aceptación de una posición inferior,
ne a ellas. . d de los individuos humanos pero se trata de una aceptación hecha gustosamente, por la significa-
L a ·m t er dependencta entre 1.aza1 oraial organizado en que se en· ción para la comunidad que tal orden hace posible. La comuni-
. d t del proceso vtta soc dad a la que pertenece el individuo está tipificada en su relación con
entre SI, en ro d más intrincada y compacta
cuenÚan ínvolucra~os. se torn~·~a a v;zla evolución social hu el rey, y los actos del monarca la mantienen· unida incluso en
y altamente orgamzad.a a me 11 ::ulia diferencia entre la civiliza- una monarquía constitucional. Gracias al sentimiento de relación
sigue su curso. P~r eJempld~· al p su organización social rel con el rey, puede uno sentirse relacionado con las vastas agrupa-
. , f d 1 de la epoca me 1eva • con 1 . ciones de comunidades que, de algún modo, se mantienen unidas.
cton eu a . d · t grada y 1a c1v1 1 1·0• n nacional de os ttem~
. 'l'zac
De tal modo, una situación de posición relativa hace posible la
vamente floJa Y esm e • . . . social relativamente densa
d con su orgamzacwn . ·. comunidad más amplia y grande. Es posible, gracias á las relaciones
pos mo ern.os, t dencia a desarrollarse haCia una
integrada (Juntamente. con s~ e~) xhibe la constante evolución personales entre un soberano y un súbdito, constítuir una comunidad
forma de civilización mternaClona ·d~ ., una unidad y com- que de otro modo no podría ser constituída, y este hecho ha desempe-
. .. · humana en treccwn a
de la orgamzacwn sooa 1 , nde a una unificación cada ñado un importantísimo papel en el desarrollo de los Estados.
plejidad de relaciones cada vez mas ~ralazada e integrada de todas Resulta interesante ver cómo apareció esta situación· en el Im-
vez más estrechamente compacta, en re. la constituyen y perio Romano. Allí, la relación del emperador con los súbditos éra
las relaciones sociales de interdependenCia que de poder absoluto, pero estaba definida en términos legales que tras-
unen a los ·Individuos involucrados en ellas. ladaban las definiciones pertenecientes al derecho romano a las rela-
ciones entre el emperador y sus súbditos. Empero, ello constituía
una relación demasiado abstracta para hacer frente a las exigencias
LAS FUNCIONES DE LA PERSONALIDAD y DE LA RAZÓN
-tO. de la comunidad, y, en esas condiciones, la deificación del emperador
EN LA ORGANIZACIÓN SOCIAL
era la expresión de la necesidad de establecer alguna clase de relación
. d torno a un monarca más personal. Cuando el miembro romano de la comunidad ofre-
Cuando una sociedad está orgamza a en , cía su sacrificio al emperador, se ponía en relaciones personales
. o Estado está tan separada entre Sl, q~e
d 1
cuando la gente e mtsm , · bd'tos de un """"'"' eon él. y gracias a eso podía sentir su conexión con todos los miem-
, pueden identificar mutuamente solo. ?ord s~r ~~dit~ con el ~-''-····-~· bros de la comunidad. i;>or supuesto, la concepción de la deidad
monarca entonces, es claro, la relacwn e su . t 1 en tales circunstancias no resultaba comparable a la concepción que
' . . · y sólo gractas a a e3
se torna de suprema lmportancta. . .d d Esta se desarrolló en el cristianismo, pero era el establecimiento de una
bl . da y mantenida semepnte comum a ·.
rel~ción personal que, en cierto sentido, iba más allá de las relaciones
Puede ser esta ect .
se en los antiguos tmpenos
· de ~M, .... ,.,.~~

ción puede encontra~ . .d. y costumbres tenían rel puramente legales involucradas en el desarrollo del derecho romano.
donde pueblos de dtstmtos 1 wmasd Presenta el Estamos familiarizados con esta función de la personalidad en la
. dio de los gran es reyes.
nes sól~ por 1r:te~me, . . 'lo basta donde llega la autoridad organización social. La expresamos en términos de liderazgo o con el
de relacwnes mas mmedtat? • ~o . . b se común de relación con vago término de "personalidad". Cuando un equipo de empleados
rey • y hasta donde se extte~ e .e.sta ~ de oficina es organizado por un buen gerente, decimos que su per~
d . de orgamzaoon soCiaL
rey, se a este tl~ ía en contraposición con el sonalidad ha desempeñado un gran papel. Cuandb la acción de un
La i~portancllahd~la ;o::r~urey podía establecer relacione~ hombre, en una oficina, depende en cierta medida de su temor a
feudal restde en e ec o e q , or sus una reprimenda o de su deseo de ser aprobado por el gerente mismo,
ampliamente separadas entre SI a no ser p
personas blo en una forma el elemento de las relaciones personales de las personas entre sí des-
con él. El rey representaba a1 pue
324 GEORGE H. MEAD ESP!RITU, PERSONA Y SOCIEDAD 325
empeña un papel considerable, quizá la parte dominante, en ~a esos resultados", sería ése un tratamiento racional, que eliminaría
verdadera organización social. Desempeña, es claro, el papel domt~ todos los elementos de la personalidad que no tienen atingencia
nante en las relaciones de los niños con sus padres. Se lo encuentra con la función del gobierno. Ello evita~ía las dificultades bajo
en la relación de los padres entre sí. Frecuentemente representa un las cuales se debaten las comunidades. al gobernarse por medio de
papel en la organización política, donde un dirigente es a~uel cuy.a partidos. Si el gobierno se hace por medio de partidos, es necesario
personalidad provoca una reacción cálida. No es necesano multl- organizar dichos partidos más o menos sobre la base de relaciones
plicar los ejemplos de los casos en que esta ~elación d~ las personas personales. Cuando un hombre llega a ser un buen organizador de
entre sí, en términos de personalidad, es de 1mportane1a para la or- su barrio, se busca a ese hombre porque sabe atraer a la gente ( espe-
ganización social. cialmente a los que quieren conseguir beneficios personales por medio
· t nte empero reconocer la diferencia existente entre esa del poder), estimular sus vínculos con él y provocar lo que se
E s 1m por a , • · 1 ·
conoce como "lealtad". Tal situación es hecha necesaria por la or-
organ1zac10n y una fun' dada , digamos ' sobre una base. rac10na . S1
· · ·
· m
vanos · d'1v1'duos se unen , forman una sociedad comerClal,
, buscan litO ganización de partidos, y un gobierno conducido sobre esa base no
gerente competente, analizan a ~os can.didatos desde el .pun_to de puede eliminar o racionalizar tales condiciones, salvo durante épocas
vista de su inteligencia, de su ad1estram1ento, de su expenenc.la an- de crisis en las que algún problema especial se pres€nta ante el país.
terior, y finalmente eligen a cierto ind_ividuo; _Y luego, mten_tras Quiero indicar esa línea divisoria entre una organización que
. · • técnica está en manos de el los m1embros del
, dlrec- depende de lo que una comunidad quiere lograr por mediación de
1a d ueccton . . 1' .
torio nombrado por los accionistas se proponen dec1dtr que po.ltlca su gobierno y la dirección del gobierno desde el punto de vista de las
se mantendrá, surge una situación en que esa clase de ~elac10nes relaciones personales. En cierto modo hemos heredado del pasado
personales no es esencial para la organización d~ esa comumdad par- la dependencia con respecto a las relaciones personales. Todavía si-
ticular. Los funcionarios confían en la capactdad del hombre ele~ guen siendo esenciales para nuestra democracia. En la actualidad no
'do y en los intereses de todos los involucrados en la empresa, podríamos sentir suficiente interés en dirigir el gobierno, sin recaer en
g1 • que proporcione la fiscalización neces~na
para •
.. ,E n 1a me d'd
l. a ~n las relaciones personales involucradas en los partidos políticos. Pero
los individuos sean inteligentes en esta s1tuac10n, se orgamzaran creo que es interesante distinguir entre esos dos principios de orga-
que · 11
en el reconocimiento de funciones que otros t1enen que evar a nización. Mientras tengamos la forma de gobierno de administra-
cabo y en la conciencia de la necesidad, por parte de c~da uno, de ción, vale la pena advertir que, donde ha aparecido, muy pocas
cumplir con sus propias funciones a fin de ~ue el conJunt~ pueda comunidades lo han abandonado. Esto ilustra una situación que
triunfar. Buscarán a un experto para que eJecute las func10nes de ha superado las relaciones personales en cuanto base para la orga-
administración. . nización de la comunidad. Pero puede decirse, en general, que nues-
La forma de gobierno administrativa es un ejem~lo de progreso tras distintas organizaciones democráticas de la sociedad continúan
definido, desde una organización fundada en med~d.a su¡name?~e dependiendo de las relaciones personales para el funcionamiento de
considerable sobre las relaciones personales con los dmgentes ~htt­ la comunidad, y especialmente para el funcionamiento del go-
cos, 0 en la devoción de los partidos hacía las personas que los dmgen, bierno.
hasta esa clase de organización racional sobre la base de lo que debe Estas relaciones personales son también de gran importancia en
hacer un gobierno en la comunidad. Si pode~os hacer que la f~n­ la organización de la c~munidad misma. Si se las contempla desde
ción del gobierno sea suficientemente cl~ra;. s1 una parte constde· un punto de vista funcional, pueden parecer un tanto innobles; y por
rable de la ·comunidad puede tener conctencta llastante clara de lo lo general tratamos de encubrirlas. Podemos considerarlas como una
que quiere 'que haga el gobierno; si podemos ??ner los problemas forma de realizar la propia persona por medio de alguna clase de
, blicos los servicios públicos, etcétera, suflClentemente ante la superioridad sobre algún otro. Esta fase se remonta a la situación
U
P
comunidad ' de modo que los miembros de esta · · "QUe-
pue dan decu: en que un hombre se jacta cuando pone a alguien en un conflicto y
remos precisamente esa clase de gobierno; sabemos qué r~sultados surge victorioso de él. Con harta frecuencia tenemos esa sensación
se quiere lograr; y necesitamos un hombre capaz de proporc10narnos de superioridad en lo que parecen cuestiones relativamente carentes
326 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 327
de importancia. Nos es posible aferrarnos. a nosotros mismos en las otro, sino en la interrelación necesaria para cumplir con la fun-
cosas pequeñas, en los medios con que nos sentimos un poco' supe~ ción más o menos común.
riores. Si nos encontramos derrotados en algún momento, nos re- Querría llamar la atención hacia la diferencia existente entre estos
fugiamos en el sentimiento de que algún otro individuo no es tan valores, y, por supuesto, hacía el reconocimiento de la superioridad
capaz como nosotros. Cualquier persona puede encontrar esos pe- del segundo sobre el primero. No podemos ignorar la importancia
queños respaldos para lo que se llama el autorrespeto. La impor- de la comunidad basada en las relaciones personales directas, porque
tancia de este fenómeno surge en la relación de los grupos entre sí. El ella ha sido en gran medida responsable de la organización de gran-
individuo que se identifica con el grupo tiene la sensación de una des comunidades que de otro modo no podrían haber aparecido. Ella
~rsonalidad agrandada. Así, las condiciones en que tal satisfacción proporciona un terreno común a personas que no tienen otra base
puede obtenerse son las condiciones buscadas como base para todas de unión; proporciona la base para las comunidades ideales de las
las situaciones en que los grupos se unen y se sienten existentes en grandes religiones universales. Continuamente recurrimos a la clase
sí mismos gracias a su superioridad sobre otros grupos. Sobre esta de relación personal en que uno se realiza mediante la oposición, en
base se libran las guerras. El odio se remonta a la sensación de que una relación de superioridad o inferioridad penetra directamente
superioridad de una comunidad con respecto a otra. Resulta inte- en el campo emocional. Dependemos de ella en muchas formas, in-
resante ver cuán trivial puede ser la base de esa superioridad; los cluso en organizaciones altamente racionales en que un hombre de
norteamericanos pueden viajar al extranjero y regresar simpkmente ímpetu se coloca en un puesto y logra simplemente que los individuos
con la sensación de que en Norteamérica los hoteles son mejores. continúen en sus tareas. Pero siempre reconocemos que el sentido de
Una diferencia notable se encuentra en el modo en que los valo- la persona que se obtiene por medio de la ejecución de una función
res anejos a la persona aparecen en las dos formas de organización en la comunidad es más eficaz y, por varios motivos, una forma
social que estamos analizando. En un caso, uno se realiza en las re- más alta del sentido de la propia persona que el dependiente de las
laciones sociales que recurren a la superioridad de uno mismo sobre relaciones personales inmediatas en las que está involucrada una re-
otros, o a la superioridad del grupo sobre otros grupos; en el otro lación de superioridad o inferioridad.
caso, se recurre a la ejecución inteligente de ciertas funciones sociales Considérese la situación de Europa en el momento actual. Existe
y a la realización de uno mismo en lo que hace en tales circunstan- un evidente deseo, por parte de las comunidades nacionales, de unirse
cias. Es concebible que haya un entusiasmo tan grande en uno como en una organización racional de la comunidad en que todas esas
en otro caso, pero podemos advertir la diferencia que existe entre los naciones existen, y, sin embargo, no se ven. deseos de suprimir el
valores reales sentidos. En el primer caso, el valor que uno siente sentido de hostilidad como medio para conservar la conciencia de
depende directa o indirectamente de la sensación de uno mismo en sí nacional. Las naciones tienen que conservar ese sentido de la
térmmos de su superioridad, en cierto sentido sublimada; pero se persona; no pueden despedazarse y desaparecer. La obtención de
retrocede a un sentimiento directo de superioridad gracias a la iden- esa conciencia de sí nacional fué un claro paso hacia adelante, como
tificación de uno mismo con algún otro individuo que es superior. el anterior establecimiento de un imperio. Las comunidades, en Gi-
El otro sentido de importancia de la propia persona se obtiene, si nebra *, preferirían lanzarse las unas al cuello de las otras antes que
se quiere, mediante la sensación de ejecutar una función social, de abandonar la conciencia de sí que hace posible su organización.
cumplir con el deber de dirigente de la comunidad al averiguar lo que Ginebra es una etapa, o debería serlo, en que las comunidades po-
debe hacerse y poner manos a la obra para hacerlo. En esta reali- drán unirse en una relación funcional, realizándose sin amenazarse
mutuamente con el puño. Sí la persona no puede ser realizada de
zación de uno mismo, no es preciso, para obtenerla, tener a alguien
otro modo, probablemente será mejor hacerlo de esta última ma-
inferior a uno mismo. Es preciso que las otras personas también
nera. Es esencial realizar la persona, y, si ello tiene que hacerse lu-
cumplan con sus funciones. Uno puede sentir que es mejor que su chando, será mejor mantener por lo menos la amenaza de una !u-
prójimo que no llevó a cabo su tarea, pero lamenta el que no la
haya efectuado. Uno no siente su persona en su superioridad sobre * Se refiere a la antigua Sociedad de las Naciones [E.].
328 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 329

cha; pero la realización de la persona en la· ejecución inteligente de su número, y, en consecuencia, disminuyen la posibilidad del pleno
una formación social sigue siendo la etapa más elevada, desarrollo de la persona. En tales circunstancias lo necesario para
caso de las naciones como en el de los individuos. alcanzar tal persona es retirarse de ese orden de castas. El período
medieval, en que existía una definida organización de castas de la
sociedad, con siervos, señores y prerrogativas eclesiásticas, presenta
41. ÜBSTÁ CULOS Y PROMESAS EN EL DESARROLLO una situación en que la consecución de la condición de miembro
DE LA SOCIEDAD IDEAL de la comunidad espiritual exigí-a el retiro, por parte del individuo,
de la sociedad ordenada en Íorma de castas. Tal es, al menos, una
Hemos presentado a la persona desde el punto de vista de la ex:. explicación parcial de la vida claustral y del ascetismo. Lo mismo
periencia; ella surge de la actividad cooperativa, se torna queda revelado en el surgimiento de santos en otras comunidades,
gracias a las reacciones idénticas de la persona y los otros. En la que se retiran del orden social y vuelven a algún tipo de sociedad
medida en que el individuo puede provocar en su naturaleza esas en que esas castas, en cuanto tales, no se excluyen netarp.ente entre sí
reacciones organizadas y, de tal manera, adoptar la actitud deí otro o no existen. El desarrollo de la comunidad democrática implica la
hacia él. en esa medida podrá desarrollar la conciencia de sí, una eliminación de las castas en cuanto esenciales a la personalidad del
reacción del organismo hacía sí mismo. Por otra parte, hemos visto individuo; el individuo no será lo que es en su casta o grupo espe-
que un momento esencial en ese proceso es la respuesta del indivi- cíficos contrapuestos a otros grupos, sino que sus distinciones serán
duo a esa reacción que contiene el grupo organizado, a lo que es distinciones de diferencia funcional que le pondrán en relación con
común a todos, a lo que es llamado el "mí". Si los individuos se otros, en lugar de separarle 20 •
distinguen unos de otros de tal modo que no pueden identificarse La distinción de castas de las primeras clases guerreras eran ta-
entre sí. si no existe una base común, entonces no puede existir les, que separaban a sus miembros de la comunidad. Sus caracteres
una persona completa en ninguna de las partes. de soldados les diferenciaban de los otros miembros de la comu-
Tal distinción, por ejemplo, existe entre el niño y la sociedad nidad; eran lo que eran por ser esencialmente distintos de otros.
humana en que ingresa. No puede tener la completa conciencia de Su actividad les separaba de la comunidad. Incluso saqueaban a la
sí del adulto; y al adulto le resulta difícil, para decir lo menos, comunidad a la que se suponía que estaban defendiendo, y tenían
colocarse en la actitud del niño. Sin embargo, esto no es una cosa que hacerlo, inevitablemente, debido a que su actividad era, esencial-
imposible, y nuestro desarrollo de la educación moderna descansa mente, una actividad bélica. Con el desarrollo del ejército nacional.
sobre la posibilidad de que el adulto encuentre una base común que tuvo lugar a comienzos del siglo diecinueve, surgió la posibili-
. entre él mismo y el niño. Estúdiese la literatura pedagógica de los si.- dad de que todos fuesen guerreros, de modo que el hombre que com-
glos XV, XVI, XVII e incluso la del siglo XVIII, y en general batía seguía siendo una persona que podía identificarse con los
se comprobará que éstos .eran siempre considerados como pequeños otros miembros de la comunidad; tenía las actitudes de éstos y éstos
adultos; la postura que se mantenía hacia ellos, tanto desde el punto
20 En b medida en que la especialización es normal y útil, aumenta las rela·
de vista de la moral como de la educación, era la de que se trataba de ciones s<Xi~les concretas. Las diferencias de ocupación no construyen por sí
adultos un tanto deficientes que necesitaban ser disciplinados a fin mismas las castas. La casta ha surgido gracias a la introducción del forast<·ro en
el grupo, así corno el animal es incorporado cuando puede ser tornado útil por
de ponerlos en la actitud adecuada. Lo que tenían que aprender medio del concepto de propiedad. El elemento de hostilidad frente a la ~rsona
les era preséntado en la forma en que un adulto hace utilización de ajena al grupo <s esencial para el desarrollo de la casta. En la India las castas surgie·
ron de la conquista. Involucran siempre a los enemigos del grupo, cuando ellos
los conocimientos. Sólo en el siglo pasado se produjo un esfuerzo han sido introducidos en éste. De modo que no puedo estar de acuerdo con Cooley
definido, por parte de los interesados en la educación de los niños, en que la trasmisión hereditaria de ocupaciones diferenciadas produce castas.
El sistema de castas se desintegra cuando las relaciones humanas se tornan más
para penetrar en la experiencia de éstos y considerarla con algún concretas. . . Los esclavos se convierten en siervos, en campesinos, en artesanos, en
respeto. ciudadanos .. En todas esas etapas hay un aumento de las relaciones. En la condi-
ción ideal. la separación; dcs'de el punto de vista de la casta, se convertirá en fun-
Incluso en la sociedad erigida sobre la base de castas existen al- ción social desde d punto de vista del grupo La conciencia democrática es
gunas actitudes comunes; pero ellas son sumamente restringidas en engendrada por las diferencias de las funciones ( 1 91 2) .
330 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 331
la de él. Así, las relaciones normales entre el combatiente y el resto conducta correcta, buena o virtuosa concuerda con esa pauta; y
de la comunidad unían al pueblo, integraban al ejército y al cuerp<:t este hecho constituye la base del profundo sentimiento ético de la
del Estado, en lugar de separarlos. La misma progresión se en- conciencia ---de "debo" y "no debo"- que todos tenemos, en
cuentra en las otras castas, tales como la gobernante en contraposi- distintos grados, con respecto a nuestra conducta en determ~nadas si-
ción a la gobernada, diferencia esencial que hada imposible que el tuaciones sociales. El sentido que la persona individual tiene de su
individuo de ese grupo especial se identificara con los otros, o que dependencia de la sociedad organizada o de la comunidad social a
los otros se identificaran con él. El orden democrático se propone la cual pertenece, es la base y el origen, en pocas palabras, de su
bor~ar esa diferencia y hacer que todos sean un soberano y todos sentido del deber (y, en general, de su conciencia ética). Y la con-
un súbdito. Uno será súbdito en la medida en que es un soberano. ducta ética y no ética pueden ser definidas esencialmente en términos
Debeú encargarse de administrar los derechos y mantenerlos, sólo sociales: la primera, como conducta socialmente beneficiosa o con-
en la medida en que reconoce tales derechos en los demás. Y así ducente a la disgregación de la sociedad. Desde otro punto de vista,
se podría continuar en el caso de las demás divisiones de castas. los ideales éticos y los problemas éticos pu~eden ser considerados en
Las ideas éticas 21 , dentro de cualquier sociedad humana deter~ términos del conflicto entre las facetas o aspectos social y asocial
minada, surgen, en la conciencia de los miembros individuales de (impersonal y personal) de la persona individual. El aspecto social
esa sociedad, del hecho de la dependencia social común de todos o impersonal de la persona integra a ésta al grupo social al cual per-
esos individuos entre sí (o del hecho de la dependencia social común tenece y al que debe su existencia; y este aspecto de la persona es
de cada uno de ellos respecto de esa sociedad como un todo; o a los caracterizado por el sentimiento que tiene el individuo de coopera-
demás individuos), y de su conCiencia o sentimiento o conocimiento ción e igualdad con respecto a los demás miembros de ese grupo
consciente de tal hecho. Pero los problemas éticos surgen, para social. El aspecto asocial o personal de la persona (que, ello no obs-
los miembros individuales de cualquier sociedad humana determi~ tante, es igualmente social, fundamentalmente en el sentido de ser
nada, cada vez que se ven individualmente enfrentados a una si- derivado u originado socialmente y de involucrar, existencialmente,
tuación a lo que no pueden adaptarse fácilmente, o en la que no relaciones sociales con otros individuos, tal como lo es y lo hace el
pueden realizarse, o en la que no pueden integrar inmediatamente aspecto impersonal de la persona), por otra parte, diferenda a ésta
su conducta; y la sensación que experimentan, concomitante con de los otros miembros del grupo social al cual pertenece o bien la
su enfrentamiento y solución de tales problemas (que son, esencial- pone en oposición única y distintiva a ellos; y este aspecto de la
mente, problemas de adaptación social a los intereses y conducta dr2 persona está caracterizado por el sentimiento de superioridad que
otros individuos), es la de superioridad personal y la de oposi- el individuo tiene en relación con los otros m~embros de ese grupo.
ción temporaria a otros individuos. En el caso del problema ético, El aspecto "social" de la sociedad humana --que es, simplemente,
nuestras relaciones sociales con otros miembros individuales de la el aspecto social de las personas de todos los miembros individuales
sociedad humana a la que pertenecemos dependen de nuestra oposi- tomados colectivamente-, con sus sentimientos concomitantes, por
ción a ellos, antes que, como en el caso del desarrollo o formula- parte de todos esos individuos, de individualidad, autosuperiorídad
ción de los ideales éticos, de nuestra identificación, cooperación e con respecto a otras personas· individuales e independencia social, es
identificación con ellos. Para comportarse éticamente, todo indivi- responsable del surgimiento de los problemas éticos en esa sociedad.
duo humano debe integrarse dentro de la pauta de la conducta
Estos dos aspectos básicos de cada persona individual son, por ,
social organizada, que, en cuanto es captada o reflejada en la es-
supuesto, responsables del mismo modo, o al mismo tiempo, por
tructura de su persona, le convierte en una personalidad consciente
el desarrollo de los ideales éticos y el surgimiento de los problemas
de sí. La conducta equivocada, malvada o pecadora por parte del
individuo va en contra de esa pauta de la conducta social organi- éticos en la experiencia del individuo en cuanto opuesta a la ex-
zada que le convierte, en cuanto persona, en lo que es, así como la periencia de la sociedad humana en su conjunto, que, evidentemente,
no es más que la suma total de las experiencias sociales de todos
21 [Para la posición ética involucrada, véase EnsJ yo Suplementario IV.J sus miembros individuales.
332 GEORGE H. IviEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 333
Las situaciones sociales en que al individuo le resulta más fácil por todos los individuos -no tiene ningún propósito o meta social
integrar su propia conducta con la conducta de las otras personas común que lo caracterice o sirva para unir, coordinar e interrelacio-
individuales son aquellas en que todos los participantes individuales nar armoniosamente las acciones de todos esO$ individuos; en catn-
son miembros de alguno de los numerosos grupos socialmente fun- bio, los individuos son mlovidos, en esa situación, por varios dis-
cionales de. individuos (grupos organizados, respectivamente, para tintos intereses o propósitos sociales más o menos en conflicto entre
distintos fines y propósitos sociales especiales), dentro de la socie- sí. Ejemplos de situaciones sociales· de este tipo general son las que
dad humana dada, en cuanto un todo, y en los que él y ellos actúan, involucran interacciones o relaciones entre el capital y el trabajo,
según sus respectivas capacidades, como miembros de ese grupo es decir, aquellas en que algunos de los individuos actúan en su
especial. (Por supuesto, todo miembro individual de cualquier so- condición socialmente funcional de miembros de la clase capitalista,
ciedad humana determinada pertenece a una gran cantidad de esos que es uno de los aspectos económicos de la organización social hu-
distintos grupos funcionales.) Por otra parte, las situaciones sociales mana, en tanto que los otros individuos actúan en su condición so-
en que al individuo le resulta más difícil integrar su propia conducta cialmente funcional de miembros de la clase obrera, que es otro aspec-
con la conducta de los otros son aquellas en que él y ellos actúan . to (y, en los intereses sociales, directamente opuesto) económico de
como miembros, respectivamente, de dos o más distintos grupos esa organización social. Otros ejemplos de situaciones sociales de
socialmente funcionales, grupos cuyos respectivos intereses o propó- este tipo general son aquellos en que los individuos involucrados
sitos sociales son antagónicos o se encuentran en conflicto o am- están en relaciones económicas mutuas de productores y consumido-
pliamente separados. En las situaciones sociales del primer tipo ge- res, o de compradores y vendedores, y actúan como tales en sus
neral, la actitud de cada individuo hacia los otros individuos es esen., respectivas capacidades socialmente funcionales. Pero incluso Ia·s
cialmente social; y la combinación de todas estas actitudes sociales . situaciones sociales de este tipo general (que implican complejos anta-
de los individuos entre sí representa, o tiende a realizar más o menos, gonismos sociales y diversidad de intereses entre los individuos invo-
completamente, el ideal de cualquier institución social en lo referente lucrados en cualquiera de ellas y que respectivamente carecen de la
a organización, unificación, cooperación e integración de la con- influencia coordinadora, integradora, unificante, de los fines y mo-
ducta de los distintos individuos involucrados. En cualquier situa- tivos sociales comunes compartidos por dichos individuos), incluso
. ción social de este tipo general, el individuo se realiza como tal en estas situaciones sociales, en cuanto ocurren dentro del proceso social
su relación con todos los otros miembros del grupo socialmente fun• humano general de la experiencia y la conducta, son aspectos defini-
cional dado, y realiza su propia función social ~n sus relaciones con: dos de la pauta general de relaciones de ese proceso en su conjunto,
las respectivas funciones de todos los otros individuos. Adopta o o ingredientes de dicha pauta. ·
asume las actitudes sociales de todos esos otros individuos hacia il Lo que resulta· esencial para el orden de la sociedad en su plena
y de unos hacia otros, y se integra dentro de tal situación o grupo expresión, sobre la base de la teoría de la persona que hemos venido
mediante la fiscalización de su conducta; de modo que no existe analizando, es, pues, una organización de actividades comunes que
nada competitivo u hostil en sus relaciones con esos otros indi- debe encontrarse en todos los individuos. Podría creerse que seme-
viduos. Por otra parte, en las situaciones sociales de este último tipo jante organización de actitudes se referiría sólo al ser humano
general, la actitud de cada individuo hacia el otro es esencialmente abstracto que podría ser encontrado idén'tico en todos los miembros
asocial u hostil (aunque tales actitudes, por supuesto, son sociales de la sociedad, y que desaparecería lo peculiar a la personalidad del .
en el sentido no-ético fundamental y surgen socialmente) ; esas acti· individuo. El término "personalidad" implica que el individuo
tudes son tan complejas, que los distintos individuos invol tiene ciertos derechos y valores comunes, obtenidos en él y por él;
en cualquiera de ellas no pueden ser puestos entre sí en relaciones pero por encima de esa clase de dotes sociales del individuo existe
sociales comunes, o, de lo contrario, pueden ser puestos en tales lo que le distingue de cualquier otro, lo que le hace corno es. Es la
relaciones sólo con grandes dificultades, al cabo de largos y tortuo- parte más preciosa del individuo. La cuestión consiste en saber si
sos procesos de adaptación social mutua. Pqrque cualquiera de esas eso puede ser transportado a la persona social. o si ésta tendrá que
situaciones car 1e un interés social común, de grupo, compartido corporizar simplemente las reacciones que pueden sede comunes en
334 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 335

una gran comunidad. Según la explicación que hemos dado, no individuo adopte la actitud de los otros individuos, y la diferencia-
vemos obligados a aceptar esta última alternativa. ción funcional no hace que ello sea imposible. Un miembro de la
Cuando uno se realiza en lo que le distingue, se impone a otros comunidad no es necesariamente como otros individuos porque pue-
en alguna situación peculiar que le justifica en mantenerse por enci~ da identificarse con ellos. Puede ser distinto. Puede existir un con-
ma de ellos. Si no pudiese llevar esa peculiaridad suya a la comu~ tenido común, una experiencia común, sin que haya una comunidad
nidad común, si no pudiese ser reconocido, sí los otros no pudiese~ de funciones. Una diferencia de funciones no excluye una experien-
adoptar en algún sentido su actitud, no podría recibir la apreciación cia común; al individuo le resulta posible ubicarse en el lugar del
en términos emocionales, no podría ser precisamente la persona que otro aunque su función sea distinta de la del otro. A esta clase de
tratase de ser. El autor, el ·artista, necesitan su público; puede ser un personalidad funcionalmente diferenciada quería referirme, en con-
público que pertenezca a la posteridad, pero es preciso que exista, · traste con lo que es simplemente común a todos los miembros de
U no tiene que encontrar la propia persona en su propia creación una comunidad.
individual tal como es apreciada por otros; lo que el individuo realiza Existe, por supuesto, cierta serie común' de reacciones que per-
tiene que ser algo ~ocia! en sí mismo. En la medida en que el tenecen a todos, que no están diferenciadas en el aspecto social pero
individuo sea una persona, d.eberá ser una parte orgánica de la que reciben su expresión en derechos, uniformidades, en los métodos
vida de la comunidad, y su contribución tiene que ser algo que sea de acción comunes que caracterizan a los miembros de distintas co-
social. Puede ser un ideal que ha descubierto, pero su valor res:de munidades, en las formas de hablar, etcétera. Se distingue de todo
en el hecho de que pertenece a la sociedad. U no puede estar un tan- esto la identidad compatible con la diferencia de las funciones so-
to adelantado con respecto a su época, pero lo que le lleva hacia ade:- ciales de los individuos, ilustrada por la capacidad del individuo para
lante debe pertenecer a la vida de la comunidad de la cual él adoptar el papel de los otros a quienes afecta: el guerrero poniéndose
parte. Hay, pues, una diferencia funcional, pero debe ser una .dife- en el 1ugar de aquellos a quienes ataca, el maestro colocándose en
rencia funcional en la que pueda penetrar, en algún sentido., el la posición del niño al que se propone instruir. Esa capacidad per-
de la comunidad. Por supuesto, existen contribuciones que algunos mite que uno exhiba. las propias particularidades y, al mismo tiem-
hacen y otros no pueden hacer, y puede haber contribuciones en las po, adopte la actitud de los otros a quienes él mismo afecta. Le es
que la gente no logre penetrar; pero las que componen la persona posible, al individuo, desarrollar sus propias peculiaridades, lo que
son únicamente aquellas que pueden ser compartidas. Para hacer jus- le individualiza, y a la vez seguir siendo miembro de la comunidad,
ticia al reconocimiento de la singularidad de un individuo en tér- siempre que esté en condiciones de adoptar la actitud del otro a quien
minos sociales, es preciso que exi~ta, no sólo la diferenciación que afecta. Por supuesto, el grado en que tal cosa tiene lugar varía tre-
tenemos en una sociedad altamente organizada, sino también una di- mendamente, pero cierta proporción de ello es esencial para la con-
ferenciación en la que las actitudes involucradas puedan ser tomad~ dición de ciudadano de la comunidad. .
por otros miembros del grupo. Se podría decir que la consecución de esa diferenciación funcio-
Tómese, por ejemplo, el movimiento obrero. Es esencial que nal y participación social en grado pleno es una clase de ideal que
otros miembros de la comunidad puedan penetrar en la actitud tiene ante sí la comunidad humana. La etapa actual de dicho ideal
obrero en sus funciones. Por supuesto, la organización de se presenta en el ideal de la democracia. Se supone a menudo que la
hace que esto sea imposible; y el desarrollo del movimi~nto obrerq democracia es un orden de la sociedad en el cual serán eliminadas
moderno no sólo presentó ante la comunidad la situación verdadera· las personalidades agudamente diferenciadas, que todo quedará re-
mente involucrada, sino que, inevitablemente, ayudó a derribar ducido a una situación en que todos serán -en la medida de lo
propia organización de casta. La organización de casta tendía a posible- iguales a todos. Pero, por supuesto, esto no es lo que
separar en las personas las funciones esenciales de los individuos, significa la democracia: ésta significa, más bien, que el individuo
modo que una no pudiese penetrar en la otra. Por supuesto, esto puede desarrollarse tan elevadamente como lo permitan las posibili-
no elimina la posibilidad de alguna clase de relación social; pero dades de su propia herencia y, al mismo tiempo, penetrar en las
cualquier relación social de éstas implica la posibilidad de que actitudes de los otros a quienes afecta. Puede haber dirigentes, y la
336 GEORGE H. MEAD. ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD · 317
comunidad puede complacerse' con las actitudes de éstos en la medida la reacoon que sabe que provoca en la comunidad. Eso es lo que
en que esos individuos superiores penetren ellos mismos en las acti~ hace de la comunicación, en el sentido significante, el proceso orga-
tudes de la comunidad que se .han propuesto dirigir. nizador en la comunidad. No es simplemente un proceso de trans-
Hasta qué punto pueden los individuos adoptar los papeles de ferir símbolos abstractos; es siempre un gesto en un acto social, un
otros individuos de la comunidad, depende de una cantidad de fac. gesto que provoca en el individuo la tendencia a realizar el mismo
tores. La comunidad puede, en su tamaño, trascender de la orga- acto que se suscita en los otros.
nización social, puede ir más allá de la organización social que torna Lo qu~ Ilamamos el ideal de una sociedad humana es alcanzado,
posible tal identificación. La ilustración más. saliente de dio es lá en cierto sentido, por la sociedad económica por un lado y por las
comunidad económica. Ella incluye a todos aquellos con quienes religiones universales por el otro, pero no es, en modo alguno, reali-
uno puede comerciar en cualesquiera circunstancias, pero representa zado completamente. Esas abstracciones pueden ser r·eunidas en una
un todo en el que sería casi imposible que todos penetraran en las sola comunidad del tipo democrático. Tal como existe ahora la de-
actitudes de los otros. Las comunidades ideales de la religión uní· mocracia, no hay un desarrollo tal de la comunicación que los indi-
versal son comunidades de las que, en cierta medida, puede decirse viduos puedan ponerse en las actitudes de aque!Jos a quienes afectan.
que existen, pero implican un grado de identificación que la orga. Se produce, por consiguiente, un nivelamíento, y un indebido reco-
nización real de la com.unidad no puede realizar. A menudo encon- nocimiento de aquello que, no sólo es común, sino idéntico. El ideal
tramos que en una comunidad existen diversas castas que hacen im- de la sociedad humana no podrá existir mientras resulte imposible
posible que las personas penetren en la actitud de otras personas, aun- para los individuos penetrar en las actitudes de los otros a quienes
que realmente afecten a esas personas y sean afectadas por ellas. El. afectan durante la ejecución de sus propias funciones peculiares.
ideal de la sociedad humana es un ideal que une tan estrechamente
a los individuos en sus interrelaciones, que desarrolla tan completa-.
m¡ente el necesario sistema de comunicaciones, que los individuos que 42. SUMARIO Y CONCLUSIÓN
ejercen sus propias funciones peculic~res pueden adoptar la actitud
de aquellos a quienes afe,tan. El desarrollo de la comunicación no Hemos encarado la psicología desde el .punto de vista del con-
es simplemente una cuestión de ideas abstractas, sino un proceso de ductismo; es decir, nos hemos propuesto considerar la conducta del
poner la propia persona en el lugar de la actitud de la otra persona, organismo y ubicar lo que se denomina "intelígcncia", y en especial
de comunicarse por medio de símbolos significantes. Recuérdese que "inteligencia consciente de sí", dentro de esa conducta. Esta posición
lo esencial para un símbolo significante es que el gesto que afecta implica organismos que están en relación con medíos, y medios que
a. otros afecte al individuo mismo de igual modo. Sólo cuando el en cierto sentido son determinados por la selección de la sensibilidad
estímulo que uno proporciona a otro provoca en uno mismo una de la forma del organismo. Es la sensibilidad del organismo la que
reacción semejante o igual; sólo entonces es el símbolo un símbolo determina cuál será su medio, y en ese sentido podemos decir que
significante. La comunicación humana tien~ lugar gracia~ a tales una forma determina su medio. El estímulo en cuanto taL como se
símbolos significantes, y el problema consiSte en orgamzar una lo encuentra en el medio, es lo que pone en libertad a un impulso,
sociedad que haga posible tal cosa. Si el sistema de comunicación a una tendencia a actuar de cierto modo. Decimos que tal conducta
pudiese ser hecho teóricamente perfecto, el i~dividuo se, afec~aría es inteligente en. la medida en que mantiene o impulsa los intereses
a sí mismo como afecta a los otros en todo senttdo. Ése serta eltdeal de la forma o los de la especie a la cual ésta perten€ce. La inteligencia
de la comunicación, un ideal alcanzado en el raciocinio lógico, don· es, pues, una función de la relación de la forma con su medio. La
dequiera éste sea entendido. La significación de lo que se dice es en conducta que esrudiamo.s es siempre la acción de la forma en su
él igual para uno que para todos los demás. El raciocinio universal relación con ei medio. Tal inteligencia podemos encontrarla en plan-
es, pues, el ideal formal de la comunicación. Si la comunicación tas o animales, cuando la forma, en su reacción al medio, pone en
pudiese ser llevada a cabo perfectamente, existiría el tipo de demo· l;bertad sus impulsos mediante los estímulos que le Ilcgan de ese
cracia al que me he referido, en que cada individuo medio.
338 GEORGE H. MEAD L'SPfRITU, PERSQNA Y SOCIED:\D 339
. , . a decir verdad, muchos de la
Los pstcologos antenores -.-Y· d 1 desarrollo del orga- del organismo. No me he propuesto aquí defender esto corno
22
. d que en cterto punto e . punto de vista filosófico, sino, simplemente, señalar que responde
actuahda - suponen Se supone que aparece pn-
1 · ·a en cuanto ta.1 a ciertas características conscientes que han sido concedidas a las
nísmo surge a conC!enCl f . . 1 del placer y el dolor; y se
1 estados a ecttvos, os
meramente en ~s el dolor la forma controla su conducta. formas en determinados puntos de la evolución. Según ese punto
supone que graCias ~1 ~lac~r y a aréce posteriormente se expresa en dz vista, los caracteres no pertenecen a los organismos en cuanto
Se supone que la conCiencia que p d t del estím¡ulo en el me~ tales, sino solamente- a las relaciones del organismo con su medio.
., . del proceso antece en e
la sensacton que surge . · d d punto de vista de nuestro Son características de objetos en el medio propio del organismo. Los
1
dio mísn:o· ~ero esas sen~act~ó:sde/~:d~o mismo; es decir, no po- objetos son coloreados, olorosos, agradables o dolorosos, repugnantes
estudio, tmphcan la e~phcaCI d uc en términos de nuestras o hermosos, en su relación con el organismo. He sugerido que, en el
l. 1 d 10 de otro mo o q
demos exp tcar e me d f' .. , de la sensación como una con- desarrollo de formas con medios que corresponden a ellas y que
. . tamos la e mlC!On . d' están regulados por las formas mismas, aparecen o surgen caracteres
sensaCIOnes, SI acep S' t tamOS de defintr el me 10
. . 'mplcmente, surge. 1 ra . . d 1 que dependen de esa relación entre la forma y su m.edio. En un sen~
CienCia que, Sl . , 1 hacemos en tcrmmos e o que
dentro del cual surge la sensaclOn, o bMrvadón supone presente. tido del término, tales caracteres constituyen el campo de la con-
· . de lo que nuestra o .,.... CienCia.
vemos y sentimos Y . · en cuanto tal no re-
. b 10
· que la conCienCia, ' _
Yo sug1ero, en ca~ • n al 0 separado que se sobreanade :bsta es una concepción que en oportunidades usamos sin nin-
presenta una sus tanela sep~rada o u 1 ~ '¡no "conciencia" (en uno guna vacilación. Cuando aparece una forma animal, ciertos objetos
· · bten que e term se convierten en alimentos; y reconocemos que dichos objetos se
a una forma, smo mas ' . t lase de medio en su rcla-
de sus cm pleos básicos) representa a ner a e han convertido en alimentos debido a que el animal posee cierta
ción con organismos sensibles. fl sóficos. uno de emergencia clase de aparato digestivo. Hay determinados microorganismos peli-
Tal definición une dos conceptos 1 o e¡' ert~s tipos de caracteres grosos para los seres hum,anos, pero no lo serían si no hubiese in-
Y uno de re 1attvt. 'd d Podemos suponer que dividuos susceptibles al ataque de tales gérmenes. Constantemente
a · d d rollo Esto, natural-
. n el curso e1 esar .
surgen en Ciertas etapas, e d b . de la esfera a que nos refc- nos referimos a ciertos objetos del medio como existentes en él de-
mente, puede extenderse muy por de aJO ombínación de hidrógeno bido a la relación entre la forl1]a y el medio. Hay ciertos objetos que
· mplo surge e una e ·
rimos. El agua, por eJe : . de los átomos que lo com- son hermosos, pero que no lo serían si no hubiese individuos que
• 1 ue esta por enCima
y oxigeno; es a go q blamos del emerger de caracteres como los apreciasen. La belleza surge en esa relación orgánica. En general,
ponen. Entonces, cuan~o ha exigiendo más de lo que pues, reconocemos que .existen en el mundo campos objetivos de-
las sensaciones, en reahdad no . esta111Ps esto orgánico. Cualquier pendientes de la relación del medio con ciertas formas. Sugiero la
. . 1 • t de cualqmer comou
exlgtmos a carac er 1 -m~s que la mera forma de extensión de tal reconocimiento hasta el campo de la conciencia.
t un todo, sea a go ..
cosa que, en cuan o 1 1 pertenece y que no se encuentra Sólo quiero señalar aquí que, con tal concepción, podemos aprehen-
sus partes, tiene una natura e.za que e der lo que denominamos "conciencia", en cuanto tal. No tenemos
d ue esta compuesta.
en los elementos e q , . t¡'do no es simplemente que dotar a la forma de una conciencia con el aspecto de cierta sus-
. . u mas amp1lO sen ' d
La conctenC!a, en s . una serie de caracteres c- tancia espiritual, si utilizamos esas concepciones, y, como dije, las
. 'd · to punto smo
emergenCia produCI a en Cler • un organismo. El color, utilizamos cuando hablamos de que el alimento surge en el medio
1 1 · • de una cosa con
pendientes de a re anon b'd surgido en la relación con debido a la relación de un obj~to con la forma. Del mismo modo
. 1 d er canee 1 o como .
por eJemp o, pue e s , de la visión. En ese caso, podríamos hablar del color, el sonido, y así sucesivamente.
. posee un organo 1 .' En ese caso, lo físico responde al carácter peculiar que el medio
un orgamsmo que . f a y que surge en re acton
d. rtenccc a Cierta orm . ,
tiene para un organismo especial. Se remonta a la distinción que
cierto me 10 que pe t s · de emergencia y relatxvt·
con ésta. Si aceptamos esos dos concepll~; responden a lo que deno- hemos antes establecido entre la persona en su carácter universal y
dad, entonces sólo quiero señala~ que e ndio que existe en relación en su carácter individual. La persona es universal, se identifica con
. " · • " 0 sea a Cierto m-.
mmamo~ conCienCia , ~cdcn surgir nuevos caracteres en
el orgamsmo y en el que p 22 [Véase The Philosophr¡ of the Present y The Philosophy of the Act, para
tal dEfensa.]
ESPÍRITU; PERSONA Y SOCIEDAD 341
340 GEORGE H. MEAD
el individuo, que no sólo tiene órganos de los sentidos, sino, tam-
un "mí" universal. Nos colocamos en la actitud de todos, Y lo que bién, ciertas experiencias pasadas. Es el organismo que ha tenido
todos vemos es lo que se expresa en términos universales; pero cada tales experiencias el que posee esa imaginación. Al decir esto, esta-
uno tiene distinta sensibilidad, y un color es, para mí, distinto que mos adoptando una actitud que empleamos constantemente cuando
para otro. Son diferencias debidas a caracteres pecul~ares ~el orga- decimos que hemos leído alguna cosa; la imagen mnémíca existe
nismo, en contraposición a lo que responde a la umversahdad. en su relación con cierto organismo poseedor de determinadas ex-
Quiero mantenerme en el campo del análisis psi-cológico; .pero periencias pasadas, de ciertos valores también definidamente pre-
me parece importante reconocer la posibilidad de tal tratamtent.o sentes en relación con el medio especial tal como es recordado.
de la conciencia, debido a que nos lleva a un campo en que los pst- La conciencia, en cuanto tal, se refiere al mismo tiempo al orga-
cólogos han estado trabajando. Es importante determinar si los nismo y a su medio, y no puede ser ubicada sencillamente en uno
caracteres experimentados son estados de conciencia, o si pertenecen solo de los dos. Si aclaramos el campo de este modo, podemos, en-
al mundo que nos rodea. Si son estados de conciencia, ~esult.~ una tonces, emplear un tratamiento conductista sin sufrir las dificultades
distinta orientación que si los llamados "estados conse1entes son mentales en que se encontró Watson cuando encaró las imáge1,1es
aceptados como los caracteres del mundo en su relación c?.n el in- mentales. :Él negó que existiese semejante cosa, y, luego tuvo que
dividuo. Lo único que pido es que empleemos esa concepc10n conro admitirla, y después trató de reducirla al mínimo. Por supuesto, la
la usamos para otros casos. Nos abre la puerta par~ un tratamie~to misma dificultad reside en el trato con la experiencia considerada co-
de la persona consciente en términos de un conduct~smo que ha ~~~o mo estados de conciencia. Si reconocemos que esos caracteres de las co-
considerado inadecuado en ese punto. Evita, por eJemplo, la cnttca sas existen en relación con el organismo, entonces estamos en libertad
hecha por los psicólogos de la configuración, de que lo~ conductistas para encarar el organismo desde el punto de vista del conductísmo.
tienen que volver a recurrir a ciertos estados consctentes de los No considero que la conciencia tenga poder selectivo, en un
individuos. sentido corriente de "selección". Lo que llamamos "conciencia" es
El "yo" es importante, y lo he tratado, en la medida en que no más que la relación entre el organismo y el medio en que se da
tiene relación con el campo definido de la psicología, sin pro~ la selección. La conciencia surge de la interrelación de la forma y
ponerme considerar o defender las inferencias metafísicas que pue?a.n el medio, e involucra a ambos. El hambre no crea el alimento, ni
estar involucradas. Esta limitación es justificada, porque el pstco- un objeto es un objeto alimenticio sin relación con el hambre. Cuan-
logo no se propone obtener una metafísica en cuanto tal. Cuando do existe una relación entre forma y medio, entonces pueden apa-
trata con el mundo que le rodea, lo acepta tal como es. Por supuesto, recer objetos que de lo contrario no existirían; pero el animal no
esta actitud está taladrada de parte a parte por problemas metafí- crea el alimento en el sentido de sacar un objeto de la nada. Antes
sicos pero el ángulo de enfoque es científicamente legítimo. bien, cuando la forma es puesta en tal relación con el medio, enton-
Más aún, lo que llamamos "i~ágenes men.ta~es" (el últi~o ces surge el alimento. El trigo se convierte en alimento, así como
recurso de la conciencia como sustanCla) puede extsttr en su relacton el agua surge en la relación del hidrógeno y el o~ígeno. No se trata ·
cO n• el organi'smo sin encontrarse alojado en una conciencia. sustan'-
• simplemente de separar algo y tenerlo aislado (como parece sugerir
cial. La imagen mental es una imagen mnémica ..Las tmagenes el término "selección"), sino que en ese proceso aparece o surge
que, como los símbolos, desempeñan un papel ~an tmportante e~ algo que no existía antes. No hay en este punto de vista, digo,
el pensamiento, pertenecen al medio 23 • El pasaJe que leemos esta nada que nos impresione como involucrador de cierto tipo de ma-
co.mpuesto por imágenes mnémicas, y la gen.te que vemos en tornQ gia, cuando nosotros ·lo tomamos como evolución de ciertos otros
nuestro la vemos, muy principalmente, gractas a la ayuda d_e tales caracteres, y quiero .insistir en que esta concepción abarca nada más
imágenes. Con suma frecuencia descubrimos que la cosa que ve- que ese campo al que nos referimo_s llamándolo de la conciencia.
mos y que suponemos corresponde al carácter de un obj~~o, no Por supuesto, cuando uno se remonta a la concepción de la con-
exi~te; era una imagen. La imagen está presente en su relacton con ciencia que empleaban los primeros psicólogos y se considera que
23 [El Ensayo Sup~mentarío I trata en más detalle f:l tópico de la imagina· todo lo experimentado está alojado en la conciencia, es preciso crear
ción.]
342 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 343

otro mundo exterior y decir que hay algo en él que corresponde a esas El lenguaje, como tal, es simplemente un proceso por medio
experiencias. Insisto en que es posible adoptar la visión conductista del cual el individuo ocupado en actividades cooperativas puede
del mundo sin verse dificultado u obstaculizado por la concepción aprehender la actitud de los otros involucrados en la misma acti-
de la conciencia; por cierto que en ese punto de vista que se ha vidad. Gracias al gesto, es decir, gracias a la parte de su acto que
propuesto no están involucradas dificultades más serias que las que provoca la reacción <;ie los otros, puede provocar en sí la actitud de
hay en la concepción de una conciencia como algo que surge en éstos. El lenguaje, en cuanto una serie de símbolos significantes,
cierto punto de la historia de las formas físicas y corre paralelamente, es, simplemente, la serie de gestos q ut: el organismo emplea para
en cierto modo, a los estados nerviosos específicos. Trate de expre~ provocar la reacción de los otros. Primariamente, esos gestos no
sarse esa concepción en una forma aplicable al trabajo del psicólogo, son sino partes del acto que estimulan naturalmente a los otros im-
y se encontrará uno con toda clase de dificultades, mucho mayores plicados en el proceso cooperativo a cumplir -con sus tareas. La ra-
que las que existen en los conceptos de emergencia y relatividad. Si cionalídad, pues, puede ser definida en términos de tal conducta, sí
uno está dispuesto a encarar el mundo desde el punto de vista de reconocemos que el gesto puede afectar al individuo del mismo modo
esas conc~pciones, entonces puede encarar la psicología desde el punto que afecta a otros y así provocar la reacción que corresponde al otro.
de vista del conductista. El espíritu o razón presupone organización y actividad coope-
La otra concepción que he presentado se refiere a la clase de inte- rativa en esa organización social. El pensainiento es simplemente el
ligencia particular que asignamos al animal bum,ano, la así llamada razonamiento del individuo, una conversación ;:ntre lo que he llama-
"inteligencia racional", o conciencia en otro sentido del término. do el "yo" y el "mí".
Si la conciencia es una sustancia, puede decirse que esa conciencia Al adoptar la actitud del grupo, uno se ha estimulado para reac-
es racional per se; y, simplemente por definición, es evitado el pro~ cionar de cierto modo. Su reacción, el ', es la forma en que
blema de la aparición de lo que llamamos racionalidad. He inten- actúa. Sí actúa en esa determinada forma, entonces, por así decirlo,
tado llevar de vuelta la racionalidad hasta cierto tipo de conducta, presenta algo al grupo y lo cambia. Su gesto provoca entonces un
el tipo de conducta en que el individuo se coloca en la actitud de gesto que será levemente distinto. La persona surge así en el desarro-
todo el grupo al cual pertenece. Esto implica que todo el grupo está llo de la conducta de la forma social capaz de adoptar la actitud de
involucrado en alguna actividad organizada y que, en esa actividad los otros involucrados ew la misma actividad cooperativa. La pre-
organizada, la acción de uno provoca la acción. de todos los otros. condición de tal conducta es el desarrollo del sistema nervioso, quz
Lo que llamamos "razón" surge cuando uno de los organismos in~ capacita al individuo para adoptar la actitud de los otros. Por su-
corpora a su propia reacción la actitud de los otros organismos puesto, el individuo no podría adoptar la infinita cantidad de acti-
involucrados. Al organismo le resulta posible asumir de tal modo tudes de los otros, incluso aunque existiesen todas las vías nerviosas,
las actitudes del grupo involucradas en su propio acto, dentro del si no estuviese en ejecución una actividad social organizada tal, que
conjunto de ese proceso cooperativo. Cuando lo ha<:e así, es lo que la acción de uno puede reproducir la acción de una infinita cantidad
llamamos "un ser racional". Si su conducta tiene tal universalidad, de otros que hacen la mísm:a cos~. Empero, dada tal actividad orga-
tiene también necesidad, es decir, la clase de necesidad involucrada en nizada, uno puede adoptar la actitud de cualquier integrante del
el conjunto del acto -si uno actúa de un modo los otros deben grupo.
actuar de otro modo. Ahora bien, sí el indiyiduo puede adoptar la Tales son las dos concepciones de la conciencia que quería pre-
actitud de los otros y controlar su acción por medio de tal actitud, sentar, puesto que ellas, me parece, hacen posible un desarrollo del
y, al mismo tiempo, controlar la de los otros por medio de la suya conductismo que vaya más allá de los límites a que ha sido llevado
propia, entonces tenemos lo que podemos denominar "racionali- y lo convierten en un ángulo de enfoque excelente y sumamente
dad". La racionalidad es tan amplia como ~1 grupo involucrado; y, adecuado en relación con los objetivos de la psicología social. Con
naturalmente, ese grupo podría ser, funcionalmente, potencialmente, esos conceptos clave, no es necesario recurrir a ciertos campos cons-
tan amplío como se quiera. Podría incluir a todos los. seres que ha- cientes localizados dentro del individuo; se utiliza continuamente
qlan un mismo idioma. la relación de la conducta del individuo con el medio.
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 345
intensos, por lo menos no resulta irrazonable suponer que la ausen~
cía de la capacidad de sostener la llamada "atención pasiva " se debe
a la disociación de dichos .estímulos de las actitudes de evitación y
fuga reflexivas.
Existe otro procedimiento gracias al cual el organismo selecciona
los estímulos adecuados, cuando un impulso busca expresión. Ello
se encuentra en la relación con la imaginación. Es, con mucha
frecuencia, la imagen la que permite al individuo elegir el estímulo
ENSAYOS SUPLEMENTARIOS apropiado para el impulso que busca eX:presión. Esta imaginación
depende de la experiencia pasada. Puede ser estudiada solamente en
I el hombre, puesto que la imagen, en cuanto estímulo o parte del
estímulo, sólo puede ser identificada por el individuo, o gracias a
LA FUNCIÓN DE LA IMAGINACIÓN EN LA CONDUCTA 1 la forma en que responde a ella en la conducta social. Pero en esta
experiencia del individuo o de un grupo de indí:vidubs, el objeto
al cual se refiere la imagen, en el mismo sentido en que un pro-
a) La conducta humana, como la conducta de las formas ani~
ceso sensorial se refiere a un objeto, puede ser identificado, ya sea
males inferiores, surge de los impulsos. Un impulso es una tenden-
como existente más allá del alcance inmediato de la experiencia sen-
cia congénita a reaccionar de un modo específico ante cierta clase
sorial o como habiendo existido en lo que se llama el "pasado".
de estímulos, en ciertas condiciones orgánicas. El hambre y la ira
En otras palabras, la imagen nunca carece de una referencia a un
son ejemplos de tales impulsos. Es mejor denom~narlos "impul-
objeto. Este hecho está corporizado en la afirmación de que toda
sos", y no "instintos", porque están sometidos a amplias modifi-
nuestra imaginación surge de la experiencia prevía. Así, cuando
caciones en la historia de la vida de los individuos, y esas modifi-
uno recuerda el rostro de alguien a quien ha conocido en el pasado,
caciones son tanto más vastas que aquellas a que se ven sometidos
y lo identifica mediante su visión presente de dicho rostro, su acti-
los instintos de las formas animales inferiores, que el empleo
tud es idéntica a la de un hombre que identifica un objeto visto
del término "instinto" para describir la conducta de los indivi-
inciertamente a la distancia. La imagen es personal o psíquica sólo
duos humanos adultos, normales, es gravemente inexacto.
en la situación en que el proceso sensorial puede ser personal o psí-
Es importante subrayar la sensibilidad a los estímulos adecua·
quico. En esta situación, la readaptación del organismo individual
dos que provocan los impulsos. Esta sensibilidad se denomina, de
y •SU medio está involucrada en la realizaóón del proceso vital. La
otro m;odo, "carácter selectivo de la atención", y la atención, en su
fase privada o psíquica de 1<~ experiencia es el contenido que no fun-
aspecto motor activo, apenas connota algo fuera de esa relación
ciona como estímulo directo para la liberación del impulso. En la
entre una tendencia preformada a actuar y el estímulo que pone en
medida en que los contenidos de la experiencia pasada integran el
libertad al impulso. Es dudoso el que exista algo como la atención
estím1ulo, llenándolo y adaptándolo a las exigencias del acto, se con-
pasiva. Incluso la dependencia de la atención sensorial con res-
vierten en parte del objeto, aunque el resultado de la ~e~c~ión pue?a
pecto a la intensidad de los estímulos implica actitudes generales de
llevarnos a reconocer que ella fracasó cuando nuestro JUICIO nos dtce
fuga o protección, en las que intervienen tales estímulos o los estímu-
que lo que parecía duro o blando o cercano resul.ta ser com_rle~a­
los de dolor que acompañan a una estímulación intensa. Cuando,
mente distinto. En este caso, describimos como pnvado o pstqu¡co
gracias a la modifi<:ación surgida de la experiencia -por ejemplo,
el contenido así valorado. Así, los contenidos que se refieren a ob-
la indiferencia a los ruidos estrepitosos lograda por los obreros en
las fábricas-, decae la reacción del individuo a dichos estímulos jetos no presentes en el campo de la estimulacíón y ~ue no. inte-
gran el objeto --como, verbigracia, las imágenes de objetos dtstan-
1 [Véase también "Image or Sensation", Journal of Philosophy, I ( 1904), tes en el tiempo y en el espacio, que no son partes integrantes del
págs. 604 y ss.]
medio físico, ya que se extienden más allá del alcance de la per-
346 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 347
cepnon inmediata, ni del campo de la memoria que constituye el Así, el amplio paisaje que se extiende más allá de nuestro horizonte
fondo de la persona en su estructura social- son psíquicos. visual, limitado quizá por árboles o edificios cercanos; el pasado in~
Esta definición de lo personal y psíquico está construida, por lo mediato que no ofrece ninguna duda --e.sta11 cosas surgen tan reales
tanto, sobre una base enteramente distinta de la que identifica lo como los objetos de la percepción, tan reales como las distancias que
privado o psíquico con la experiencia del individuo, porque, en la median entre las casas vecinas o como la pulida y fría superfide de
medida en que el individuo es un objeto para sí en el mismo sen- una mesa de mármol, o como la línea de la página impresa en que el
tido en que los otros son objetos para él, sus experiencias no se ojo, en sus saltos aperceptivos, descansa apenas dos o tres veces. En
hacen personales y psíquicas. P~r el contrarío, el individuo reco- todas estas experiencias están involucrados contenidos sensoriales que
noce los caracteres comunes de todas ellas, e incluso lo que es conexo llamamos "imágenes" (porque los objetos a los que se refieren
a la experiencia de un individuo en cuanto distinto de los otros es no constituyen la ocasión inmediata de su aparición) y que sólo se
sentido como representante de una contribución que él hace a una hacen personales o psíquicos debido a que su objetividad es puesta
experiencia común de todos. Así, lo que percibe un hombre solo, en duda del mismo modo en que pueden ser puestos en duda los
gracias a una visión más aguda, no sería considerado como de carácter contenidos sensoriales que responden a excitaciones inmediatas de
psíquico. Lo personal y psíquico es esa experiencia que no llega órganos terminales. . Así como la experiencia sensorial perceptual es
al valor objetivo que pretende alcanzar. Hay, por supuesto, ex- una expresión de la adaptación del organismo a la estimulación de
periencias necesariamente limitadas a un individuo particular y que objetos temporal y espacialmente presentes, así las imágenes son
no pueden, en su carácter individual, ser compartidas por otros; adaptaciones del organismo a objetos que han estado presentes pero
verbigracia: las que surgen del propio organismo, y las experiencias que ahora están espacial y temporalmente ausentes. Estos objetos
afectivas -sentimientos-, que son vagas e imposibles de referir pueden fundirse en percepciones inmediatas, proporcionan al orga-
a un objeto y que no pueden ser convertidas en propiedad común nismo el beneficio de la experiencia pasada a fin de completar el
de la comunidad a la cual uno pertenece (tales experiencias místicas objeto de la percepción; o bien pueden servir para extender el campo
son en parte responsables de la suposición de un ser espiritual -un de la experiencia más allá del alcance de la percepción inmediata, en
dios-- que puede penetrar en tales estados emocionales y abarcar- espacio, en tiempo o en ambos a la vez; o pueden aparecer sin tal
los). Pero esos estados tienen --o se supone que tienen- refe- referencia, aunque siempre implican una referencia posible, es decir,
rencia objetiva. El dolor de muelas que sufre un hombre no es sostenemos que siempre podrían ser referidos a experiencias de las
menos oh jetivo porque sea algo que no puede ser compartido, vi- cuales surgieron, si pudiese ser desarrollado todo su contexto.
niendo, como viene, de su propio organismo. Los talantes de una En este último caso, se habla de las imágenes como existentes
persona pueden tenderse impotentemente hacia algo que no puede en el espíritu. Es- importante reconocer que la ubicación de la imagi-
ser alcanzado, dejándola apenas con los sentimientos y con una nación en el espíritu no se debe al material de ella, porque el mismo
referencia que no ha sido satisfecha; pero, aun así, está involucrado material iniégra nuestras percepciones y los objetos que están más
algo que tiene realidad objetiva. Lo psíquico es lo ·que no logra allá de la percepción inmediata, que existen fuera de nuestros hori~
llegar a su referencia y permanece, por lo tanto, en la experiencia zontes espaciales y temporales. Se debe, antes bien, al control ejer 4

del individuo. Incluso entonces invita a una reconstrucción e ínter· ciclo sobre la aparición de la imaginación en los procesos mentales
pretación, y de ese modo puede descubrirse su carácter objetivo; pero, que comúnmente son denominados de "asociación", especialmente
hasta que tal cosa se ha logrado, no tiene sede ninguna, salvo en la en el proceso de pensamiento en que readaptamos nuestras costum~
experiencia del individuo, ni descripción alguna, excepto en términos bres y reconstruimos nuestros objetos.
de su vida subjetiva. A esta esfera pertenecen las ilusiones, los erro· Las leyes de la asociación por lo general se aceptan ahora
res de percepción, las emociones que representan valores frustrados, como simples procesos de reintegración, en los que la imaginación
las observaciones que registran legítimas excepciones a leyes y sig· . tiende a completarse en sus fases temporaL espacial o funcional (de
nificaciones aceptadas. Desde este punto de vista, la imagen, en la similaridad). Se ha encontrado sumamente conveniente tratar a esas
medida en que tiene referencia objetiva, no es privada ni psíquí~a. tendencias como expresiones de coordinaciones neurales. La asocia-
348 GEORGE H. MEAD ESPÍRiTU, PERSONA Y SOCIEDAD 349
ción de ideas ha sido sustituída por asociaciones de elementos nervio~ esta parte de la imaginación puede ser reconocida como la más
sos. Así, la visión de un cuarto recuerda a un individuo a quien se importante, no hay motivos para poner en duda la presencia del
ha visto en éL La zona del sistema nervioso central afectada en la contenido sensorial que sirve de estímulación.
ocasión del encuentro es parcialmente afectada por la visión de la El papel dominante que la teoría de la asociación de ideas ha
habitación, en la segunda ocasión, y excitada por esa estímuladón: desempeñado en la explicación de la conducta, encuentra su funda-
y aparece la imagen de la persona. Como parte de un mecanismo. mento en el control que ejerce la imaginación sobre el pensamien-
esto no es distinto de la percepción de la distancia o de la solidez to. Al pensar nos indicamos a nosotros mismos imágenes que po-
que acompaña a nuestras experiencias visuales gracias a que la imagen demos emplear para reconstruir nuestro campo de percepciones,
de contactos pasados completa la experiencia visual inmediata, salvo proceso que será tema del análisis siguiente. Aquí quiero señalar
que la imagen de la persona recordada no encaja en la · que la imaginación así controlada ha sido considerada como so-
visual como para convertirse en parte de la percepción. Esto metida a los mismos principios de reintegración que aquellos
en el caso de una alucinación, y sólo la tentativa para establecer con~ por medio de los cuales la incorporamos al proceso del pensamiento.
tacto con la persona recordada demuestra que uno está encarando una Estos últimos principios son las significaciones de los gestos o
imagen y no un hecho perceptual. En tal explicación de la aso- signos vocales wn lo que ellos significan. Hablamos de las pala-
ciación aún queda sin explicar el hecho de que aparezca una imagen bras como asociadas a cosas, y transportamos esta relación a la co-
antes que tantas otras que también formaron parte de la habitación. nexión de las imágenes entre sí, conjuntamente con las reacciones
La explicación acostumbrada, extraída de la frecuencia y la vividez que ellas ayudan a producir. El principio de la asociación de palabras
y el contraste, resulta inadecuada, y debemos recurrir a los impulsos y cosas es en gran medida el de la formación de hábitos. No tiene
que buscan expresión; en otras palabras: al interés, o, en otros tér~ ímpor.tancia en relación con la clase de hábito que se formará. No
minos aún, a la atención. La llamada "naturaleza selectiva" de la tiene relación con la estructura de la experiencia mediante la cual
conciencia es tan necesaria para la explicación de la asociación como nos adaptamos a las wndiciones cambiantes. El niño hace una
para la de la atención, y se muestra en nuestra sensibilidad a los costumbre de aplicar ciertos nombres a ciertas cosas. Esto no ex-
estímulos que ponen e~ libertad impulsos que buscan expresión, plica la relación de las cosas en la experiencia del niño o el tipo de
cuando tales estímulos surgen de objetos del campo de percepción sus reacciones a ella, pero eso es precisamente lo que supone el psi-
inmediato o de la imaginación. Los primeros responden a la adap~ cólogo. Un hábito fija cierta reacción, pero el carácter habitual
tación del organismo a objetos presentes en el espacio y en el tiempo, de ésta no explica ni el comienzo de la reacCión ni el ordenamiento
los últimos a los que ya no están presentes pero se encuentran aún del mundo dentro del cual tiene lugar la reacción. En esta defini-
reflejados en la estructura nerviosa del organismo. La sensibilización ción preliminar del espíritu reconocemos, primero, contenidos que
del organismo rige para ambas clases de estimulación. La imagina· no son oh jetivos, es decir, q'ue no intervienen en la constitución del
ción, así considerada, no existe en el espíritu, del mismo modo mundo de percepciones inmediatas al cual reaccionamos -percep-
que no existen en él los objetos de la percepción sensorial externa. ciones que son, entonces, denominadas "imágenes subjetivas"; y,
Constituye una parte del campo de estímulación hacía el cual nos segundo, el proceso de pensamiento y sus contenidos, que surgen
sensibilizan nuestras actitudes o impulsos que buscan expresión. La mediante el proceso social de conversación, con la persona como
imagen del estímulo que necesitamos es más vívida que otras. Sirve otro, cuya función en la conducta tenemos que investigar más ade-
para organizar la actitud de percepción hacia el oh jeto- que necesita· lante. Es importante reconocer que la persona, como uno entre otros
m os reconocer; tal como lo expresa la frase d~ Herbart; "masa de individuos, no es subjetiva ni lo son sus experiencias en cuanto
apercep:ión". El contenido sensorial de la Ímí<!gÍnación pue- tales. Esta afirmación es introducida para liberar a la imaginación
de ser relativamente leve, tanto, que muchos psicólogos han afir- de todo predicado incluyente de subjetividad. Ciertas imágenes
mado que nuestro pensamiento carece de imágenes; pero, aun- existen como e2CÍsten otros contenidos de percepción, y nuestra sen-
que la adaptación del organismo a la realización de la reacción sibilidad hacia ellas desempeña la misma función· que nuestra sensi-
involucrada en el acto puede ser la más fácilmente reconocida y, así: bilidad a otras estímulaciones de percepción, a saber, la de seleccionar
ESPfRITÜ, PERSONA Y SOCIEDAD 351
350 GEORGE H. MEAD
la persona en un tipo de experiencia dentro de la cual la imagina-
y construir los objetos que proporcionarán expresión a los impul-
ción se supone como antecedente a la persona. Aquí tenemos que
sos [MS].
volver nuevamente a la vividez como motivo de que el orga-
b) De la imaginación, lo único que se Pl!ede decir es que no tic~
nismo no reaccione a ella como lo hace hacia el estímulo dis-
ne su lugar entre nuestros estímulos distantes que erigen el mundo
tante al cual no llamamos imaginación. Quizás existe algún otro
circundante que es la extensión de la zona manipulatoria. Probable~
carácter que no está expresado en el término "vividez". Pero es
mente sea legítim;a aquí la distinción de Hume, de vividez, aunque la
evidente que, sí la imaginación tuviese la cualidad que pertenece a
mcjqr explicación se encontrará en su eficiencia para realizar la fun-
la denominada "experiencia sensorial", reaccionaríamos a ella, y su
ción de provocar el movimiento hacia el objeto distante y recibir
ingreso en la experiencia sensorial, como se ha advertido más arriba,
la confirmación de la experiencia de contacto. Es cierto que los ca~
indica que no es excluida por su calidad. En nuestra propia expe-
racteres, en la experiencia de distancia, presumiblemente llegan desde
riencia, más complicada, el factor fiscalizador parece ser su fracaso
la imaginación y provocan la reacción. Así, los contornos de un
en encajar adecuadamente en el complejo del medio como textura
rostro familiar pueden ser completados por la imaginación y hacer
continua. Cuando logra penetrar de tal modo, como elemento de
que se aborde al individuo y se le estreche la mano, cosa que, en
completación o alucinación, no se produce vacilación por parte del
d.efin_itiva, nos da la seguridad de su existencia real en nuestra expe-
organismo en lo referente a reaccionar a él como estímulo sens~-:al,
nencta actual. Las alucinaciones y las ilusiones también provocan
y existe en el mismo sentido en que existen los estímulos normales,
esas reacciones y conducen a resultados que corrigen la primera im-
es decir: el individuo actúa para lograr o evitar los contactos que las
presión. Si descubrimos que hemos saludado a un desconocido y no
imágenes implican. El responsable de su exclusión es, pues, su fracaso
a un amigo, identificamos, quizá, la parte de la experiencia de dis-
en convertirse en parte del medio de distancia. Ya he señalado repeti-
tancia que era imaginación como distinta de lo que se llama "sensa-
damente que no es la imagen de dureza lo que constituye el material
ción". Hablamos de la imaginación como "psíquicamente pre-
de lo que vemos. Aquí, una vez más, la actitud funcional del orga-
sente". ¿Qué queremos decir con eso? La respuesta más sencilla
nismo en el empleo de la resistencia JXlr la cual es responsable el es-
sería que la imaginación es la experiencia del organismo individual,
tímulo de distancia, es la que constituye el material del objeto dis-
esto es,. de~ ~vento perc_ipiente en la perspectiva. Si con esto que-
tante, y la imagen no provoca esa actitud. La imaginación tiene que
r~mo~ stgmftcar que extSte en el sistema nervioso central una expe-
ser aceptada como existente, pero no como parte integrante del campo
nencta que es la condición para el surgimiento de la imaginación,
al cual reaccionamos en el sentido en que reaccionamos a los estímu-
la def~~ición ti~ne cierto significado. Pero se confiesa que la per-
los de distancia de la experiencia sensoriaL y el motivo inmediato de
turbaclOn ocurnda en el sistema nervioso central no es lo que deno-
·:no reaccionar de tal manera parece residir en el fracaso de la imagi-
minamos "imaginación", a menos de que ubiquemos algún conte-
nido psíquico interior en las moléculas del cerebro, y entonces no nación en cuanto es indistinguible. El conocimiento que obtenernos
est~remos hablando del sistema nervioso central que es un posible de su carácter proviene de la evidencia de que sus contenidos han
objeto en el campo [de la percepción]. existido siempre en experiencias anteriores y del papel que el sistema
Naturalmente, la imaginación no se limita a la memoria. Sea lo nervioso central parece desempeñar en su aparición. Pero el p:~pel
que fuere lo que se diga en cuanto a su origen en la experiencia pasa~ desempeñado por el sistema nervioso central es, principalmente,
da, su referencia al futuro es tan legítima como al pasado. En verdad, inferencia de la función que la memoria y la expectación tienen en
e~ correcto decir que sólo se refiere al pasado en la medida en que la experiencia. El presente incluye lo que desaparece y lo que surge.
ttene alguna referencia futura en algún sentido real. Puede estar Nuestra acción nos lleva hacia lo que surge, y lo que desaparece pro-
presente sin ninguna referencia inmediata al futuro o al pasado. porciona las condiciones para tal acción. Entonces aparece la imagi-
Puede que estemos completamente imposibilitados para ubicar la nación para reforzar ambos trechos. Miramos hacia atrás y hacia
~mag~n. La localización de la imaginación en un campo psíquico adelante, y suspiramos por lo que ya no es. Este proceso de refor-
tmpltca a la persona en cuanto existente, y tal localización no puede zamiento está ya en función en la construcción del presente, en la
ser explicada mediante una teoría que pretenda demostrar cómo surge
352 GEORGE H. MEAD

medida en que el organismo dota a su campo de existencia presente


[MS].
e) La imaginación es una experiencia que tiene lugar dentro
del individuo, estando, por su naturaleza, divorciada de los objetos
que le asignarían un lugar en el mundo de las percepciones; pero
tiene referencia i:epresentacional con respecto a tales objetos. Esta
referencia representacional se descubre en la relación entre las actitu-
des que responden a los símbolos de completación del acto y los II
distintos estímulos que inician los actos.. El hecho de poner estas
distintas actitudes en relación armoniosa se lleva a cabo mediante EL INDIVIDUO BIOLÓGICO
la reorganización de los contenidos de los estímulOs. En esta re:
organización entran las llamadas "imágenes" de la completación
La distinción de mayor importancia entre los tipos de compor-
del acto. El contenido de esta imaginación es variado. Puede ser
tamiento en la conducta humana es la que existe entre lo que llamaré
de visión y contacto o de los otros ocntídos. Sirve de prueba pre-
el comportamiento del "individuo biológico" y la conducta del "in-
liminar del éxito del objeto reorganizado. Otra imaginación es loca-
dividuo socialmente consciente de sí". La distinción responde apro-
lizada en el comienzo del acto, como en el caso de una imagen
ximadamente a la estabkcida encre la conducta que no implica ra-
mnémica de un amigo ausente, que inicia un acto de encontrarse con
zonamiento consciente y la que sí lo involucra, entre la conducta
él en un lugar wnvenido, representando el mismo papel que repte·
de los más inteligentes animales inferiores y la del hombre. En tan-
sentan los objetos y sus características. No debe ser distinguida, pues,
to que esos tipos de conducta pueden ser claramente distinguidos
por su función.
entre sí en ia conducta humana, no se encuentran en planos separados,
Lo que la caracteriza es su aparición en ausencia de los objetos
sino que se unen y se separan continuamente y constituyen, en la
a que se refiere. Su reconocida dependencia de la experiencia pasada,
mayoría de las condiciones, una experiencia que no parece estar
es decir, su relación con los objetos que se encontraban presentes,
dividida por ninguna línea de clivaje. La habilidad con que uno
elimina en cierto sentido esa diferencia; pero destaca la naturaleza
juegue velozmente al tenis y aquella con que planea una casa o una
de la imagen como presencia continuada del contenido de un obje-
empresa comerciar parecen pertenecer al equipo orgánico del mismo
to que no está ya presente. Evidentemente, corresponde a esa fase
individuo, vivir en el mismo mundo y estar sometidas a la misma
del objeto que depende del individuo y en la situación en que aparece
fiscalización racional. Porque el jugador de tenis critica su propio
el objeto [MS].
juego en ocasiones y aprende a colocar la pelota en form;a distinta
contra distintos rivales; en tanto que, en las tareas más complicada:>
de la planificación, depende confiadamente de su conocimiento de
la situación y los hombres. Y, sin embargo, la distinción tiene pro-
funda y real importancia, porque señala la existente entre r:uestra
herencia biológica proveniente de la vida inferior y la pecu:liar 'fisca-
lización que el animal social humano ejerce sobre su medio y sobre
sí mismo.
Sería un error suponer que el hombre es un individuo biológico
m,ás una razón, si con tal definición queremos significar que lleva dos
vidas separadas, una de impulso o instinto y la otra de razón, espe~
cialmente sí suponemos que la fiscalización ejercida por la razón se
lleva a cabo por medio de idP:>< ~onsideradas como contenidos men
354 . GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 355
tales que no surgen dentro de la vida impulsiva ni constituyen una del sexó opuesto, y el proceso sexual; 7) la obtención e ingestión
parte real de ésta. Por el contrario, la tendencia de la psicología mo- de alimentos; 8) la alimentación y el cuidado de las formas infan-
derna ha obrado en dirección a un intento para incorporar la tiles, y el amamantamiento y la adapt;1cíón del cuerpo del niño al
voluntad y la razón a la vida impulsiva. El intento puede no haber cuidado paternal; 9) la evitación del calor, el frío y el peligro, y
Údo exitoso, pero ha sido imposible evitar la tentativa de poner la los relajamientos del qescanso y el sueño; y 1 O) la construcción de
razón dentro de la esfera de la evolución; y si esta empresa consigue distintas clases de habitaciones, para servir a los fines de la protec- ,
triunfar, la conducta racional de~ surgir de la conducta impulsiva. ción y del cuidado paternal.
Yo trataré de demostrar que dicha evolución tiene lugar en la con- Sí bien esto es un catálogo toscamente esbozado de impulsos
ducta social del animal humano. Por otra parte, es cierto que la con- humanos primitivos, los abarcá a todos, porque no existe reacción
ducta racional aparece donde la conducta impulsiva se derrumba. primitiva alguna que no pueda encontrarse en la lista o que no
Cuando el acto no logra realizar su función, cuando el esfuerzo im- constituya una posible combinación de ellas, si exceptuamos el dis-
pulsivo para conseguir alimentos no los consigue -y, más especial- cutible campo del instinto gregario. En último· análisis, parece·
mente, cuando los impulsos en conflicto se anulan e inhi~n existir dos factores en éste, así llamado, "instinto"; el primero, una
sí-, puede aparecer el razonamiento con un nuevo procedimiento tendencia del miembro del grupo que' forma el rebaño a moverse en
que no se encuentra a disposición del individuo biológico. El resul- la misma dirección y a la misma velocidad que los otros miembros
tado característico del proceso de razonamiento consiste en que ei del grupo; y el segundo, una mayor normalidad y menor excitabi-
individuo obtiene una distinta serie de objetos a los cuales reaccionar, lidad en la realización de todos los procesos vitales en el grupo que
un distinto campo de estim;ulación. El individuo que se fuera de él. Esto último es, evidentemente, un factor sumam~nte
dividido en sí mismo, vuelve a unirse en su reacción. Empero, en compuesto y parece indicar una sensibilidad a los estímulos de reti-
la medida en que reaccionamos directamente hacia las cosas que nos rada y fuga en ausencia del grupo. Me he referido a esto, especial-
rodean, sin necesidad de encontrar objetos distintos de los que 'resk mente debido a que la vaguedad y falta de definición de este grupo
ponden a nuestra visión, audición y contacto inmediatos, en de impulsos han hecho que muchos emplearan ese instinto para
medida actuamos impulsivamente; y, en consecuencia, actuamos. explicar fenómenos de la conducta social que residen en un plano
como individuos biológicos, como individuos compuestos de impul~ enteramente distinto de la conducta.
sos que nos sensibilizan hacia los estímulos, como individuos que Es costumbre hablar de los instintos del individuo humano con-
reaccionan directamente a esa estimulación. siderándolos sometidos a· una modificación casi infinita, difiriendo
¿Cuáles son los grandes grupos de impulsos· que constituyen en ello de los instintos de las formas animales inferiores. Los ins-
ese indí~iduo biológico? La respuesta, a los fines de este análisis, tintos, en este último sentido, apenas pueden ser identificados en el
tiene que ser más que una respuesta a grandes rasgos. Están, en pri~ hombre, con Ja excepción del de la lactancia y, quizás, algunas de
mer lugar, las adaptaciones por medio de las cuales el · las reacciones inmediatas de ira que exhiben los niños J:!l,uy pequeños,
mantiene su posición y su equilibrio durante el movimiento o conjuntamente con algunos otros m:uy poco desarro~Íados para me-
descanso; 2) la organización de las reacciones hacia los objetos recer esa calificación. La vida del niño en la sociedad humana somete' ...
tantes, que produce el movimiento hacía ellos o el alejamiento con a esos y a. todos los impulsos de que está dotada la naturaleza hu-
respecto a ellos; 3) la adaptación de las superficies del cuerpo a los: mana a una presión que los lleva más allá de toda posible compa-
contactos con los objetos que hemos alcanzado por medio del ración con los instintos animales, aun cuando hemos descubierto
vimiento, y, especialmente, las manipulaciones de dichos objetos que los instintos, en los animales inferiores, están sometidos a cam-
la m¡ano; 4) el ataque contra las formas hostiles, de presa, y la bios graduales debido a una larga y continuada experiencia en materia
defensa con respecto a ellas, ataque y defensa que implican una orga" de condiciones cambiantes. Por supuesto, tal presión es posible sólo
nizacíón especializada de los impulsos generales que se acaban de debido al carácter racional, que encuentra su explicación, sí no me
describir; 5) la huída ante los objetos peligrosos; 6) los movimi~n-: equivoco, en la conducta social que el niño está el;!. condiciones de
tos de alejamiento o aproximación en relación con los individuos adoptar.
356 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 357

Este material instintivo o impulsivo de los animales inferiores, continuamente reconstituído por procesos sociales refle:~:ivos; pero
está altamente organizado. Representa la adaptación del animal a esta reconstitución tiene lugar mediante el análisis y la selección en
un mundo sumamente definido y restringido. Los estímulos a los el campo de la estimulación, no por m_edio de la dirección y recom-
cuales el animal es sensible, y que residen e1.1 su lugar de habitación, binación inmediatas de los impulsos. La fiscalización ejercida sobre
constituyen ese mundo y responden 'a las posibles reacciones del los impulsos se hace siempre gracias a la selección de las estimulado~
animal. Ambos encajan ent_re sí y se determinan mutuamente, por~ nes condicionadas por la influencia sensibilizante de varios otros ·
que es el instinto que busca expresión el que determina la sensibi~ impulsos que buscan expresión. La condición de inmediato del ahora
lidad del animal al estímulo, y es la presencia del estímulo la que no se pierde nunca, y el individuo biológico representa la realidad
pone en libertad al instinto. La organización representa, no sólo el indiscutida en los espíritus de pasados construidos y futuros proyec-
equilibrio de la actitud y el ritmo del movimiento, sino tam~i~n ~a tados en distinta manera. La tarea de la reflexión científica ha sido
sucesión de los actos uno detrás del otro, toda la estructura umftcaaa la de aislar algunas de esas adaptaciones fijas (en términos de nues-
de la vida de la forma y de la especie. En ninguna comunidad hu~ tras posturas equilibradas, de nuestros movimientos hacia objetos,
mana conocida, incluso del tipo más primitivo, encontramos de nuestros contactos con objetos y manipulaciones de ellos) en la
semejante mundo unificado ni tal individuo unificado. En el mun~ forma de un mundo físico que responde al individuo biológico y a
do humano existe un pasado y un futuro incierto, un futuro que su intrincado sistema nervioso.
pued,e ser influído por la conducta de los individuos del ~rupo .. El El mundo físico, que ha surgido así en la experiencia, resPonde
individuo se proyecta en varias posiciones posibles, y, medtante ms~ no sólo a nuestras posturas y movimientos con referencia a objetos
trumentos y actitudes sociales trata de hacer existir una situación distantes y a nuestras manipulaciones de, dichos objetos, sino tam-
distinta, una situación que dé expresión a los diferentes impulsos. bién al mecanismo biológico, especialmente a sus complejas ,coor·
, Desde el punto de vista de la conducta instintiva en)os animales dinaciones nerviosas gracias a las cuales son llevadas a cabo esas
inferiores, o de la reacción humana inmediata al mundo de las per· reacciones. Como es en este mundo físico donde alcanzamos nuestras
'cepdones (en otras palabras, desde el punto de vista de la relación más perfectas fiscalizaciones, la tendencia a colocar al individuo, en
ininterrumpida entre los impulsos y los objetos que les dan expre- cuanto mecanismo, en tal mundo físico, es muy fuerte, En la medida
sión), el pasado y el futuro no existen; y, sin embargo, están repre- en que nos presentemos como mecanism,as biológicos estaremos en
sentados en la situación. Están representados por la capacidad de mejores condiciones de fiscalizar un campo- correspondientemente
adaptación mediante la selección áe ciertos elementos, tanto en la mayor de condiciones que determinan la conducta. Por otra parte,
estimulación sensoria directa, por medio de la excitación de los órga- esta explicación en términos mecánicos hace abstracción de todos los
nos terminales, como en la imaginación. Lo que representa el pasado propósitos y todos los fines de la conducta. Si éstos aparecen en la
y lo que representa el futuro no es distinguible coro? contenido. El explicación del individuo, tienen que ser ubicados en, el espíritu,
sustituto del futuro es la fiscalización que el cambtante campo de como una expresión del individuo, ubicados, en otras palal>ras, en
la experiencia, durante el acto, ejerce sobre su ejecución. , un mundo de personas, es decir, en un mundo social. No quiero
El flujo de la experiencia no está diferenciado en un pasado y tocar los sutiles problemaS involucrados en estas distinciones, los
un futuro en contraste con un ahora inmediato, h_asta que la refle- problemas del mecanismo y la teleología, del cuerpo y el espíritu,
xión afecta cierta parte de la experiencia por medio de tales caracteres, el problema psicológico del paralelismo o interacción. Deseo, simple-
por medio de la perfección de adaptación por una parte y la variable mente, indicar el motivo lógico que transporta la definición mecá-
fiscalización por la otra. El individuo biológico vive en un ahora nica de la conducta al mundo físico, y las definiciones de fines y
indiferenciado; el individuo social reflexivo incorpora eso a un flujo propósitos al mundo mental, tal como estos términos son usados
de la experiencia dentro del cual hay un pasado fijo y un futuro más generalmente. Si bien estos dos énfasis que han sido reconocidos
menos incierto. El ahora de la experiencia ·está representado pri- más arriba, en la distinción entre pasado y futuro, son de impor-
0
mariamente por el grupo de impulsos cuya lista se dió más arriba, tancia capital. es necesario subrayar el regreso que el método cíen-
nuestra adaptación heredada con respecto a un mundo físico y social tífico moderno (y esto no es más que una forma complicada de
358 GEORGE H. MEAD

· reflexión) lleva a cabo inevitablemente hacia la experiencia inme~


diata, simple, en el empleo del experimento como prueba de realidad.
La ciencia moderna pone, en definitiva, sus hipótesis más abstractas
y sutiles en el campo del "ahora" pára evidenciar su exactitud y
su veracidad.
. Esa _experiencia inmediata que es la realidad, y que ~s la prueba
· final de la realidad de las hipótesis científicas, así como la prueba
de la veracidad de todas nuestras ideas ;y suposiciones, es la eX:pe· III
rienda de lo que he llamado el "individuo biológico". El términ_?
se refiere al individuo en una actitud y un momento en que los LA PERSONA Y EL PROCESO DE REFLEX1ÓN
impulsos mantienen una relación ininterrumpida con los objetos
que lo rodean. El registro final del fiel de una balanza, de la coín~
cidencia de una estrella con el retículo de un telescopio, de la presen~ El proceso de reflexión surge en la conducta social. Este proceso
cía de un individuo en un cuarto, de la consumación real de un debe ser primeramente explicado en su más sencilla aparición. Im-
trato comercial, estos sucesos que pueden confirmar cualquier hipó- plica, como ya he dicho, cierta derrota del acto, especialmente una
tesis no están en sí mismos sujetos a análisis. Lo que se busca es la derrota debida a impulsos mutuamente inhíbitorios. El impulso
coincidencia de un resultado previsto con el acontecimiento real. Lo hacia los alimentos o el agua es contenido por un impulso a dete·
he denominado "biológico" porque el término pone énfasis en la nerse o retirarse ante la evidencia de peligro o de un cartel que pro·
realidad viviente, que puede ser distinguida de la reflexión. Una hibe la entrada. En esas condiciones, la actitud del animal inferior
reflexión posterior vuelve sobre él y trata de presentar la interrela- al hombre es de avanzar y retroceder, un proceso que por sí mis·
ción completa entre el rn)undo y el .individuo en términos de estí- mo puede llevar a alguna solución sin reflexión. A1>í el gato, en la
mulos físicos y mecanismo b,iológico; la experiencia real no ocurrió caja de prueba, gracias a continuos movimientos erráticos encuentra
de ese modo, sino en la forma de una realidad simple .[MS]. finalmente el muelle que lo pone en libertad; pero la solución de
tal modo encontrada no es una solución reflexiva, ·aunqu~· la con-
tinua repetición pueda estampar a la postre esa repetición, de modo
que el gato del experimento soltará en el acto el muelle, en cuanto
se le ponga otra vez en la caja de prueba. Una grandísima parte de
la habilidad humana adquirida para los juegos, para la ejecución
de instrumentos musicales o para lograr, en general, adaptaciones
musculares a nuevas situaciones, es lograda por este procedimiento
de ensayo y error. ·
En este proceso, uno tras otro de los impulsos cobra predominio,
logrando expresión hasta el punto en que es definitivamente conte-
nido por el impulso o impulsos opuestos. Así, un perro que se
acerca a un desconocido que le ofrece carne puede llegar casi junto
a él, y luego, bajo la suma de los estímulos presentados por la con-
dición de desconocido del hombre, salir corriendo súbitamente, la-
drando y gruñendo. Tal vaivén entre impulsos opuestos puede
continuar durante cierto tiempo, hasta que, después de agotarse
mutuamente, dejen la puerta abierta para otros impulsos y sus res-
pectivos estímulos, completamente fuera del campo del momento ..
ESPlRITU, PERSONA Y SOCIEDAD
361
360 GEORGE H. MEAD
en el punto en que la resistencia es mayor, o prestando aten.c!ón a
O bien, esa retirad~ y aproximación pueden poner en juego otros
la imaginación del contenido de la gaveta y sacando el cajon de
caracteres de. los objetos, despertando otros impulsos que resuelva
el problema. Una aproximación mayor al desconocido puede revela~ arriba a fin de poder eliminar el obstáculo que ha derrotado sus
esfuerzos. En este procedimiento, la diferencia notable con respecto
~n olor familiar y eliminar el estímulo que ha desencadenado el
al método irreflexivo que acabamos de considerar se encuentra en
Im;ulso de h~ída y hostili?ad. ~n el otro ejemplo citado -el del el análisis del obieto. La gaveta ha dejado de ser, por el momento,
gaco e? la caja- un acto Impulsivo tras otro lleva finalmente, por un algo cualquiera del cual puede tirarse. Es una cosa de .madera
~asuahdad, a. a~er.tar con el muelle. El torpe, chapucero, vacilante
con distintas partes, algunas de las cuales pueden haberse hmcha~o
j~eg,o del pnn~Ipiante en un partido de tenis o en la ejecución del
más que las otras. Es, también, un receptáculo atestado de obje-
vwhn es un ejen:~lo de lo ~ismo en la conducta .humana; y aquí tos que pueden haberse proyectado contra el marco que. los con-
estamos e.n condiCI~nes de citar al jugador mismo, quien dice que tiene. Este análisis, empero, no nos saca del campo de los Impulsos.
aprende sm saber como. Descubre qúe aparece ante él una situación El hombre trabaja con las dos manos. Una sensación de mayor
n~eva, que no ha reconocido en el pasado. La posición de su con~
resistencia de un lado que del otro le lleva a efectuar esfuerzos
tnncante Y el ángulo de la pelota que llega se tornan de pronto im~
superiores donde la resistencia es más grande. La imaginación de
porta~tes para él. Estas situaciones objetivas no habían existido los contenidos de la gaveta responde a una tendencia a apartar .el
~ara el en el pasado. No las construyó ninguna teoría. Existen,
molesto obstáculo. El mecanismo de la percepción corriente, en el
simplemente,
. . en tanto que en el pasado no habían existido en su que la tendencia de la persona a actuar la lleva a advertir los obje-
e~pen~~c,Ia; Y la introspección demuestra que las reconoce por una
tos que darán libre juego a las tendencias, es absolutamente com-
disposlClo.n a una nueva clase de reilcción. Su atención es atraída hada petente para encarar el problema, ·siempre que pued~ logra; ~n
esas re.acCiones por sus propias actitudes motrices. Está obteniendo campo de conducta dentro del cual las partes del objeto umtano
lo que él llama "forma". En rigor, la "forma" es una sensación
respondan a las partes de la reacción or.ganizada. Ta~ campo 1,10 es
de esas a~titudes motrices por medio de las cuales nos sensibilizamos el de la acción manifiesta, porque las diferentes sugestiOnes aparecen
a los estlmulos provocadores de las reacciones·que buscan expresión. como hipótesis en conflicto en cuanto al mejor plan de ataque y
El todo .es un pr~ceso irreflexivo en el que los impulsos y sus co- tienen que ser relacionadas entre sí a fin de constituirse en una espeoe
rrespondientes ob je.to~ están o no están presentes. La reorganiza-
de partes de un nuevo todo. . · .
oon del ca~po. objetivo y de los impulsos ~n conflicto tiene lugar La simple inhibición de los impulsos en conflicto no propomona
. en .la expenenCia. · ~uando ha tenido lugar, se registra en nuevos tal campo. Esto puede dejarnos con objetos que, simplemente, se
obJetos Y nuevas actitudes, y por el momento podemos dejar de lado niegan los unos a los otros -una gaveta que no es u?a ga:eta,
la f~rma en qu,e se. lleva a cabo la reorganización. Las explicaciones · puesto que no puede ser abierta; un individuo que e~ al m1smo tiem-
c?rnentes. en termmos. de ensayo y error, de incorporación de reac- po un amigo y un enemigo o una carretera que esta cerra?a ~ara el
c~ones exitosas Y eliminación de reacciones inútiles, y el poder selec-
tránsito; y lo más probable es que nos rindamos ante lo mev1ta~le,
tivo del placer que se siente con el éxito y del dolor que se experi- en tanto que la atención se desplaza hacia otros campos de accton.
menta c~n el fracaso, no han resultado satisfactorias, pero los pro- Tampoco estamos en libertad para predicar un espír~tu, una .sede
cesos estan fuera del campo de la reflexión y por el momento no
par~ la reflexión -un espíritu que está presen~e en ~1erta etapa ~e
tenemos que detenernos en ellos. la evolución, un don interno concedido por el c1elo, hsto para eqUl-
Como un ejemplo de reflexión simple podemos ·tomar la aper- par al hombre con una nueva técnica de vida. Nuestra tarea es la
tura ~e una gaveta que se niega a ceder ante repetidos tirones de de descubrir el desarrollo del espíritu dentro de la conducta que no
incorporó a sí ningún pensamiento y pertene~ió por complet? a un
energia cada vez mayor. En lugar de entregar la propia persona
al esfuerzo de gastar todas las energías, hasta llegar incluso a
mundo de cosas inmediatas e inmediatas reacnones a cosas. S1 ?a de
a.rran~ar las .manijas, el individuo pone en funcionamiento su ínte-
ser una evolución dentro de la conducta, tiene que ser exphcable
hgenc~, ubic~ndo, en lo posible, la resistencia, identificando un
de la manera como hem:Os concebido que tiene lugar la conducta en
pequeno movimiento de este lado o del otro y usando la fuerza
362 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 363
las formas vivas, o sea que cada paso del proceso tiene que ser un que puede ser llamado "la conversación de actitudes" de los perros
acto en el que un impulso encuentre expresión gracias a un objeto preparándose para una riña, o las adaptaciones de .los niños y sus
de un campo de percepción. Puede que sea necesario formular UR" madres, o los movimientos de los animales en el rebaño, reconocerá
vez. m~s una adve~t~ncia contra la fácil sup~sición de que las ex~ que lbs comienzos de los actos sociales provocan reaccion?S, instintivas
~nenCla.s que se ongman por debajo de la piel constituyen un mun- o· impulsivas, tan inmediatamente como lo hacen las formas ani~
do mter~~r, dentro del cual, en alguna forma oscura, puede surgir males, los olores, los contactos o los gritos. Wundt ha hecho un gran
la reflex10n, y contra la suposición de que el cuerpo del individuo servicio al ubicar esos estímulos bajo el término general de gestos,
en cuanto objeto de percepción, proporciona un centro al cuaÍ colocando así en esa clase, como gestos vocales, los sonidos emitidos
pueden un~rse. las expe~iencias, creando de tal modo un campo pri- que se desarrollan en el hombre, como hab:Ia articulada significanfe.
vado Y ps1qU1co que t1ene en sí el germen de la representación y," Debería todavía hacerse otro comentario con respecto a la con~
por lo ~anto, el de la reflexión. Ni un cólico ni un dedo magullado cepcíón de la conducta social. No debe limitarse a las reacciones
en el p1e pueden dar nacimiento a reflexiones, y los placeres o dolo- mutuas de los individuos cuya conducta acepta, conserva y sirve
·res, ~as e:nociones o los talantes, no constituyen contenidos psíqui- a los otros. Debe incluir también a los animales enem!igos. Para
cos, mevttablemente referidos a una persona, formando de ese modo los fines de la conducta social, el tigre forma parte de la sociedad
un mundo interno dentro del cual puede surgir el pensamiento autóc- de la selva al igual que el búfalo o el ciervo. En el desarrollo del
tono. La reflexión, tal como aparece en el ejemplo citado arriba, in- grupo más estrechamente concebido, los instintos o impulsos de
volucra por lo menos dos actitudes: una, indicando una caracte- hostilidad y huída, juntamente con los gestos que· representan sus
r!s.tica nueva del objeto, que hace surgir impulsos en conflicto (aná- primeras etapas, desempeñan importantísimos papeles, no sólo en
hsts) ; la otra, la organización de la reacción hacia el objeto así la protección de las formas que se respaldan las unas en las otras,
percibido, de tal modo, que uno se indique a sí mismo la reacción sino también en la conducta recíproca de dichas formas. Tampoco es
c~mo podría indicársela a otrO (representación). Las actividades erróneo señalar que en la evolución de las formas animales dentro
d1~ectas de las cuales nace el pensamiento son actos sociales, y, pre.su- del proceso vital, el cazador y el cazado, el que oome y el que es
mtblemente, encuentran su primera expresión en las reacciones socia- comido, están tan estrechamente entrelazados como la m,adre y el
les primitivas. Será mejor, pues, considerar primeramente las formas niño o los individuos de los dos sexos.
más simples de la conducta social, y volver a la reflexión cuando Entre las formas inferiores, la conducta social está involucrada·
descubramos si tal conducta proporciona un campo y un método en los instintos de ataque y fuga, de paternidad y filial, en los de
para la reflexión.
los animales agrup¡¡dos en rebaño (aunque éstos son un tanto vagos
La conducta social de cualquier individuo puede ser definida e.n sus perfiles) y, probablemente, en la construcción de los refugios;
como la que surge de impulsos cuyos estímulos específicos se encuen- En todos esos procesos las formas mismas, sus movimientos, espe~
tran en ?tras individuos pertenecientes al mismo grupo biológico. cialmente las primeras etapas cie tales movimientos -porque, en la
Estos estlmulos pueden atacar cualquiera de los órganos de los sen- adaptación a la acción de otro animal. es de :náxima importancia la
tidos, pero existe una clase de dichos estímulos que es preciso notar indicación de la reacción inminente--, y los sonidos que ellas emi·
Y ~ubrayar especialmente. Se trata de las actitudes motrices y de los ten sirven de estímulos ·específicos para los impulsos sociales. Las
p~1meros estados. de los movimientos de otros individuos, que go- · reacciones son tan inmediatas y objetivas en su carácter, como las
btern~n las rea~cwnes del individuo en cuestión. En su mayor parte reacciones a los estímulos físicos no sociales. Por compleja e in·
han stdo descUldados por la psicología comparada; o, cuando se los trincada que esta conducta pueda resultar, como en la vida de la
analizó, como lo hicieron Darwin, Piderit y Wundt, fueron tra- abeja o de la horm6ga, o en la construcción de refugios como los del
tados como afectando a otros individuos, no directamente, sino me- castor, los competentes observadores de la vida animal no han en-
dia~te su expresión de una emoción, una intención o una idea; es contrado ninguna prueba convincente de que un animal proporcione
dec.u, no fueron reconocidos como estímulos específicos, sino como a otro una indicación de un objeto o acción registrados en lo que
estimulas secundarios y derivados. Pero cualquiera que estudie lo hemos denominado "espíritu"; en otras palabras, no hay evidencia
364 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 365

de que una forma pueda proporcionar información a otra forma por tido, aunque esto explica gran parte de lo que pasa por tal imíta-
medio de gestos significantes. El animal que reacciona 'directamente oon. Ello sólo podría tener lugar en las condiciones que he sub-
a los obje~os externos, y, presumiblemente, también a la imagina- raya do: que el estímulo actuase sobre el animal dd mismo modo
ción, no tiene pasado ni futuro, no tiene una persona como objeto en que actúa sobre el otro animal, y esta condición prevalece en el
-en una palabra: n<;> tiene un espíritu como el que se ha descrito caso del gesto vocal. Ciertos pájaros, como el sinsonte, reproducen
más arriba, no es capaz de reflexión ni de "conducta racional", tal de tal modo las notas coherentes de otros pájaros; y un gorrión
como se emplea corrientemente el término. colocado en la jaula de un canario puede reproducir el canto de
Entre las aves encontramos un curioso fenómeno. Las aves ha- éste. El ejemplo de esta reproducción del· gesto vocal son las proe-
cen una extensa utilización· del gesto vocal en su conducta sexual y zas de los pájaros parlantes, con las cuales estamos sumamente
paternal. El gesto vocal tiene, en grado especial, el carácter de afec- familiarizados. En estos casos, la combinación de los elementos
tar posiblemente al animal que lo emplea, tal como afecta a la otra fonéticos, que nosotros llamamos palabras, es reproducida por las
forma. Por supuesto, no se sigue de ello que este efecto se realice; aves, así como el gorrión reproduce el canto del canario. Se trata
el que se realice o no, depende de la presencia de impulsos que nece- de un proceso interesante, por la claridad que puede arrojar sobre
sitan del estímulo para ser puestos en libertad. En la vida social el aprendizaje, por parte del niño, del idioma que escucha en su
común de los animales, el impulso de una forma no consistiría en medio. Subraya la importancia del gesto vocal en cuanto posible
hacer lo que se estimula a hacer a la otra forma, de modo que estimulante del individuo para que reaccione a sí mismo. Si bien
aun cuando el estímulo fuese de tal carácter que afectara al órgano es esencial reconocer que la reacción del animal a su propia esti-
sensorial del individuo como afecta al otro, ese estímulo, normal- mulación puede tener lugar sólo cuando existen impulsos que buscan
mente, no tendría efecto directo sobre su conducta. Existe, empero, expresión y que esa estimulación pone en libertad, se encontrará que es
cierta evidencia de que ello ocurre en el caso .de los pájaros. Resulta enorme la, importancia del gesto vocal en cuanto acto social que es
difícil creer que el pájaro no se estimule a sí mismo a cantar· por dirigido hacia el individuo mismo, así como hacia otros individuos.
medio de sus propias notas. Aquí, '.en el campo de la conducta, llegamos a u_na situación en
Si un pájaro a, por ~edio de sus notas, provoca una reacc10n que el individuo puede afectarse a sí propio como afecta a otros
en un pájaro b, y el pájaro b no sólo responde con una nota que individuos, y, en consecuencia, puede responder a esa estimulacíón
provoca una reacción en el pájaro a, sino que, además, tiene en su como respondería a la estimulación de otros individuos. En otras
organismo una actitud que encuentra expresión en la misma nota palabras, surge aquí una situación en la que el individuo puede
que ha emitido el pájaro a, el pájaro b se habrá estímulado a sí convertirse en un objeto en su propio campo de conducta. Esto
mismo para emitir idéntica nota que ha provocado en el pájaro a. satisfaría la primera condición para la aparición del espíritu. Pero
Esto implica actitudes semejan tes buscando expresión -en los dos esa reacción no tiene lugar, a menos de que existan reacciones que
pájaros, y notas similares expresando tales actitudes. Sí tal fuera respondan a esas autoestimulaciones y que refuercen y hagan ·pro-
el caso y un pájaro cantara con frecuencia al alcance del oído del gresar la conducta del individuo. En la medida en que los gestos
otro, podrían resultar de ello notas comunes y canciones· cpmunes. vocales del arrullo de los pájaros de ambos se~os son iguales, la
Es importante reconocer que tal proceso no es lo que corrientemente excitación que ellos provocan dará expresión a otras notas, que,
se denomina "imitación". El pájaro b no encuentra en la nota a su vez, aumentarán la excitación. Un animal a quien el rugido
del pájaro a un estímulo para emitir la misma nota. Por el con- de su rival lanza al ataque, puede lanzar un rugido similar, que
trarío, aquí la suposición es que su réplica al pájaro a le estimula estimule la actitud hostil del primero. Sin embargo, este rugido
a emitir la misma nota que emitió éste. Hay poca o ninguna evi- puede actuar sobr~, el animal mismo y provocar una renovada ex-
dencia de que alguna fase de la conducta de un animal constituya .citación combativa'\ que provQque un rugido más fuerte aún. El
un estímulo directo para que otro actúe del mismo modo. Un ani- gallo que responde ~1 canto de otro gallo, puede estimularse para
mal que se estimula a sí mismo para la misma expresión que la responder a su propii:J, canto. El perro que ladra a la luna no con-
que provoca en el otro, no está imitando, por lo menos en ese sen- tinuaría, probablemenl:.e, con sus ladridos, si no se estimulara a sí
366 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 367

mismo con sus. propios aullidos. Se ha advertido que las parejas de los distintos elementos de todo el complejo proceso están tan firme-
p~lomas se excttan ~utuamente, por sus arrullos, al cuidado de los mente organizados, que un freno en cualquier punto frustra toda
J?tchone~. En la medida. en que estas notas afectan a los otros pá- la empresa. No deja a las partes del todo en libertad para recombi-·
Jaros, ·~tenen la, tendencia a afectar del mismo modo al pájaro que narse en las otras formas. No obstante, los impulsos humanos son
las. ~mi te. Aqut encontramos situaciones sociales en que la prepa- por lo general susceptibles de tales análisis y combinación en pre- ·
raciOn p.a.ra el acto sexual, para el encuentro hostil y para el cuidado sencia de obstáculos e inhibiciones.
de. los hiJOS es acti~ada por los gestos vocales, que influyen sobre el Existe una circunstancia que no deja de tener relación, creo, con
ammal que. l~s emne, produciendo el mismo efecto de preparación este carácter separable del acto humano. Me refiero a las experiencias
para la acttvt~ad social que el que producen sobre los individuos de contacto que adquiere el hombre por medio de sus manos. Las
a los cuales d1ehos gestos se dirigen inmediatamente. Sí, por otra experiencias de contacto de la mayoría de las formas vertebradas
parte, el ~~sto vocal provoca una distinta reacción en la otra forma, inferiores al hombre representan la completación de sus respectivos
una reaccton que encuentra su expresión en un distinto gesto vocal actos. En el combate, en el proceso de alimentación, en el proceso
entonces no se produciría tal refuerzo inmediato del gesto vocal~ sexual, en la mayoría de las actividades de paternidad o de relaciones
La nota paternal. que provoca la nota de la forma hijo, a menos filiales, de ataque, de huída a un lugar seguro, de búsqueda de pro-
que provocase en el padre la reacción del hijo para volver a estimular tección contra el calor y el frío, de elección de un lugar para dormir,
la nota paternal, no estimularía al padre a repetir su propio gesto el contacto coincide con la meta del instinto; en tanto que la mano
vocal. Esta c~mplicación surge en el caso de los padres humanos, del hombre proporciona un contacto intermedio de contenido vas-
pero, p~esun:11blemente, no en las relaciones de padres e hijos de tamente más rico que el de las mandíbulas o las garras del animal.
formas tnfenores a la del hombre. Los instrumentos del hombre son complicaciones y extensiones de
En estos ejemplos reconocemos situaciones sociales en las que sus manos. Le proporcionan otros contactos, mucho más variados,
la conducta de. UJ:la forma afecta a la de otra en la realización de que se producen entre el comienzo y el fin de sus actividades. Y la
actos en lo~ que ambas están ocupadas. Son actos en los cual& los mano, por supuesto, incluye en esta consideración, no sólo al miem-
gesto~ Y actttu~es ~orrespondientes son tan parecidos, que una forma btro mismo, sino a su infinita coordinación, por medio de'! sistema
se esttmu~a a. Sl misma al gesto y actitud de la otra y, así, se reesti- nervioso central, con las otras partes del organismo. Esto tiene espe-
mula a Sl mtsma. En cierto grado, el animal adopta el papel del cial importancia para la consideración de la separabilidad de las
otro, Y de tal manera ~centúa la expresión de su propio papel. En partes del acto, porque nuestras percepciones incluyen la imaginación
las formas ~ue hemos cttado, esto es posible sólo cuando los papeles de los contactos prometidos por la visión o cualquier otro sentido
~o?, ~asta cterta etapa de preparación para el acto social, más 0 menos de la distancia. Vemos las cosas duras o suaves, calientes o frías y
t~e?.ttcos. Ello no obstante, esta acción no .pertenece al tipo de inhi- mojadas o secas. Y este contacto imaginado es el que hace que la
btct~n .d~l cual surge la reflexión (aunque en toda adaptación de cosa vista sea una cosa real. Estos contactos imaginados son, por lo
u? .mdt;tduo a la. acción de los otros debe existir cierta inhibición), tanto, de gran importancia para la fiscalización de la conducta. Una
nt tmpltc·a· la vanedad de actitudes esencial para el análisis y la re-. varizda imaginación de contacto puede significar distintas cosas, y
pre~entacton. Esta falta de variedad en la actitud (por "actitud" las cosas distintas significan reacciones distintas. Una vez más debo
enttendo la adaptación del organismo involucrada en un impulso subrayar el hecho de que esta variedad existirá en la experiencia, sólo
presto a expresarse) no se debe tampoco a falta de complejidad en si hay impulsos que respondan a esta variedad de estímulos y bus-
la conducta. Muchos de los actos de esas formas inferiores son tan quen expresión. Em:pero, los contactos manuales del hombre, inter-
altamente complejos com,o muchos actos humanos reflexivamente medios entre los comienzos y los fines de sus actos, proporcionan
co~trolados. La distinción es la que hemos expresado en la diferencia una cantidad de distintos estímulos a una cantidad de distintas ma-
extstente entre. el ínstin~o y el impulso. El instinto puede ser suma- neras de hacer cosas, y, así, invitan a impulsos alternantes· a expre-
~ente complejO; por ejemplo: la preparación de la avispa para la sarse en el cumplimiento de los actos, cuando surgen obstáculos e
Vtda larval que saldrá del huevo puesto en su celda fabricada. Pero impedimentos. Las manos del hombre han tenido gran importancia
368 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 369
para quebrar los instintos fijos, proporcionándole un mundo lleno los otros. En tanto que e.l animal joven de las formas inferiores
de multitud de cosas. reacciona muy rápidamente a los estímulos adecuados para la con-
Volviendo al gesto vocal, permítaseme anotar otra característica ducta de un adulto de su especie y lleva a cabo actividades instinti-
de la esp€cie .humana que ha tenido gran importancia en el desarrollo vas evidentemente maduras, el niño dirige su atención, durante un
de la peculiar inteligencia del hombre: su largo período de infancia. considerable lapso, h.acia el medio social proporcionado por la fa-
No me refiero a la ventaja acerca de la cual insiste Fiske, las opor~ milia primitiva, buscando apoyo, alimentación, calor y protección
tunidades que llegan con una mad].\ración tardía, sino al papel que por medio de sus gestos, especialmente sus gestos vocales. Estos ·
desempeña el gesto vocal en el cuidado de los hijos por los padres, gestos deben provocar en él mismo, inevitablemente, la reacción
especialmente por la madre .. Los elementos fonéticos, con los cuales paternal, tan marcadamente preparada para la expresión, desde muy
se construye más tarde el habla articulada, corresponden a las acti- temprano, en la naturaleza del niño, y dicha reacción incluirá el
tudes sociales que provocan actitudes de respuesta en otros junta- correspondiente gesto vocal del padre. El niño se estimula a emitir
mente con sus gestos vocales. El grito de temor del niño corresponde los sonidos que estimula al padre a hacer. En ·la medida en que la
a la tendencia a huir hacía el padre, y el tono de tranquilización del situación social dentro de la cual reacciona el niño está determi-
. padre es parte del movimiento hacia la protección. Este gesto vocal nada por su medio social, éste determinará qué sonidos debe hacer,
de temor provoca el correspondiente gesto de protección. y, por lo tanto, qué reacciones estimulará, tanto en los otros como
Hay dos interesantes tipos humanos de conducta que, aparen- en sí mismo. La vida que le rodea decidirá indirectamente qué reac-
temente, surgen de esa relación entre hijo y padre. Por un lado, en- ciones paternales producirá en su conducta, pero la estimulación
contramos lo que ha sido llamado la imitación del niño, y, por el directa de la reacción adulta S'erá encontrada inevitablemente en su
otro, la respuesta simpática del padre. La base de cada uno de estos propio llamado infantil. Reacciona como un niño a la estimulación
tipos de conducta .se encuentra en el individuo que se estimula a sí adulta. No hay, en esa estimulación, nada que provoque una reac-
mismo para reaccionar de igual modo en que el otro reaccioná a ción adulta. Pero en la medida en que presta atención a sus propios
él. Como hemos visto, esto es posible sólo si se satisfacen dos con- llamados infantiles, en esa medida aparecerá la reacción adulta, pero
diciones. El individuo tiene que ser afectado por el estímulo que aparecerá sólo en el caso en que algunas fases de esos impulsos adul-
afecta al otro, y afectado en la misma vía sensorial. Esto sucede en tos estén preparados en él para la expresión. Por supuesto, la con-
el gesto vocal. El sonido emitido golpea el oído del individuo que dición de incompletas y la relativa inmadurez de esas reacciones
lo eniite, de la misma manera fisiológica que ataca el oído de la adultas proporciona a la conducta del niño uno de los caracteres
persona a quien ha sido dirigido. La otra condición es que haya un peculiares que se asignan al juego. El otro es el de que el niño puede
impulso que busca expresión, en el individuo que emite el sonido, estimularse a sí mismo a esa actividad. En el juego de los niños,
de la misma clase, funcionalmente, que aquel al cual responde el incluso cuando juegan juntos, existen abundantes pruebas de que
estímulo en el otro individuo que escucha el sonido. El ejemplo más el niño adopta diferentes papeles en el proceso; y un niño solita-
familiar para nosotros es el de un niño que llora y luego emite el río mantiene el proceso de estimularse, por medio de sus gestos
sonido de consuelo que corresponde a la actitud paternal de pro- vocales, a actuar casi indefinidamente en distintos papeles. El jue-
tección. Este tipo de conducta infantil se traslada más tarde a las go del animal joven de otras especies carece de ese carácter auto-
incontables formas de juego en que el chiquillo adopta los papeles estimulante y exhibe una madurez mucho mayor en las reacciones
de los adultos que le todean. El hábito universal· de jugar con m u· instintivas que la que se encuentra en los primeros juegos de los
ñecos indica cuán preparada se encuentra para la expresión en el niños. Es evidente que la "conciencia de sí" surge de tal conducta,
niño, la actitud paternal, o quizá debiéramos decir algunas de las de dirigirse a la propia persona y re$ponder con la reacción ade-
actitudes paternales. El largo· período de dependencia del niño hu- cuada de otra. El niño, durante este período de la infancia, crea
mano, durante el cual sus intereses se concentran en sus relaciones un foro dentro del cual adopta distintos papeles, y la persona del
con los que le cuidan, le proporciona una notable oportunidad para niño es gradualmente integrada con esas actitudes sociales distin·
d empleo alternativo de esa especie de adopción de los papeles de tas, siempre conservando la capacidad de dirigirse a sí mismo y
370 GEORGE H. MEA!;) ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 971
de responder a ello con una reacc10n que, en cierto sentido, per~ propósito de la autoestímulaeión que hemos notado en los pájaros,
tenece a otro. Llega al período adulto con el mecanismo de un y, de tal modo, acent\:Ían las reacciones valio.sas; pero, secundaria~
espíritu. mente, proporcionan el mecanismo del espíritu.
La actitud que caracterizamos en el adulto como de simpatía, La más importante actividad del espíritu, que puede. ser iden~
surge de esa misma capacidad para adoptar el papef.de la otra tificada en la conducta es la de adaptar a los impulsos en.conflicto.
persona con la cual uno está socialmente involucrado. No está . de tal. modo que puedan expresarse armoniosamente. Recordando
incluída en la respuesta directa de ayuda, apoyo y protección. Es d ejemplo ya empleado, cuando el impulso ,de avanzar hacia los
un impulso directo, o, en las for.mas inferiores, un instinto 11imentos o el descanso es contenido por un impulso a retroceder
to, en modo alguno incompatible con el ejercicio ocasional de mte un pronunciado declive, .el espíritu organiza de tal manera
los impulsos opuestos. Las formas paternales que en ocasiones stas tendencias que se anulan mutuamente, que el individuo avan-.
obran de la manera paternal más corriente pueden, con aparente ;a describiendo un rodeo, avanzando y, a la vez, escapando al pe-
crueldad, destruir y comerse a sus descendientes. La simpatía im: igro del descenso. Esto no se logra :por una reorganización directa
plica siempre que uno se estimula al auxilio y consideración de le los procesos motores. El proceso mental no es un proceso de
otros, adoptando, en cierto grado, la actitud de la persona a la eadaptar un mecanismo desde adentro, de dar una nueva dispo-
que se ayuda. El término común para esto es "ponerse en el lugar ición a muelles y palancas. El control de los impulsos reside sólo
de él". Presumiblemen'te, se trata de un tipo de conducta exclusiva- n el desplazamiento de la atención, que pone otros objetos en el
me-nte humano, señalado por esa/involución en la que uno se esti- ampÓ de la estimulación, dejando en libertad otros impulsos o
mula para una acción reacciona~do ·como reacciona el otro. Como ·n un reordenamíento de los objetos efectuado de tal manera, que
veremos, esta fiscalización de la f>ropia conducta, por la reacción os impulsos se expresen en distinta cronología o con agregados y
igual a la del otro, no se limita a la conducta bondadosa. Empero, mstracciones. Este desplazamiento, a su vez, encuentra su explica-
tendemos a reservar el término "simpático" para los actos y acti- · :ión en la puesta en juego de tendencias que ar.tes no entraban in-
tudes que son los lazos de unión esenciales en la vida de cualquier mediatamente en acción. Estas tendencias nos tornan sensibles a
grupo humano. Estemos o no de acuerdo con McDougall, en su estímulos que no se encuentran en el campo de la estimulación.
afirmación de que el carácter fundamental de ternura que integra Incluso estímulos potentes y súbitos actúan sobre nosotros, porque
todo lo que denominamos humanitario, o humano en el sentido existen en nuestra composición reacciones de fuga o ataque repen·
de humanitario, tiene su fuente en los impulsos paternales, no tino en presencia de tales estímulos. Como ya he afirmado, en la
cabe duda de que la actitud fundamental de prestar ayuda en dis- conducta de las formas inferiores tales conflicto,s -conducen al paso
tintas formas a otro alcanza su aplicación notable en relación con de' un tipo de re:~cción a otro. En esos animales, los impulsos estiÍn
los niños. El desamparo,. de cualquier clase que sea, nos reduce a tan firmemente organizados en forma de instintos fijos, que las
la condición de niños y provoca la reacción paternal en los otros alternativas de reacción sólo se presentan entre un hábito congénito
miembros de la comunidad a la cual pertenecemos. Todo progreso y otros. Dicho en otros términos, el. individuo instintivo no puede
en el reconocimiento de un agrupamiento social más amplio es como dividir sus objetos y reconstruir su conducta mediante la adapta-
el reino de los cielos: sólo podemos entrar en él como niños. El ción a un nuevo campo de estimulación, porque sus reacciones or·
adulto humano ha entrado ya en la sociedad por la puerta de la ganizadas no pu'eden ser separadas para reunirse otra vez en nuevas
niñez, con una persona de cierta clase, una persona que surgió gra~ combinaciones. El problema mecánico del espíritu, pues, consiste en
cías a la asunción de varios papeles; en consecuencia, se vuelve hacía lograr un típo de conducta que esté por encima del tipo de conducta
sus niños con lo que denominamos "simpatía". Pero la madre y del individuo biológico, que disocia los elementos de nuestras reac-
el padre ejercen esta actitud más constantemente en sus reacciones ciones. organizadas. Tal desmembramiento de los hábitos organiza-
paternales. Más que en ningiín otro sentido, la sociedad se ha des- dos pondrá en el campo de la percepción a todos los objetos que
. arrollado psicológicamente a partir de la familia. Las actitudes pa- responden a los distintos impulsos que constituyeron a los hábitos
ternales, como las actitude~ infantiles, sirven antes que nada al fijos.
372 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 373

Desde este punto de vista quiero considerar la conducta social las combinaciones de los elementos fonéticos que. se convierten en
en la que la persona ha ingresado corno factor integrante. En la habla articulad.a: corno lo hacen en el gesto vocal de los pájaros
medida en que acentúa simplemente ciertas reacciones por medio parlantes. El nmo se ha convertido, gracias a sus propios impulsos,
del autoestírnulo, corno en el caso del ar.rullo de los pájaros, n~ en un padre para sí mismo. El mismo proceso selectivo que le
introduce ningún nuevo principio de acción. Porque, en esos casos, · lleva a emplear los elementos fonéticos del lenguaje que escucha
la persona no está presente corno un objeto hacía el cual se adopta en su derredor le conduce a utilizar los tÍPQs generales de actitudes
una actitud -tal corno hacia otros objetos-- y que está sometido de los que le rodean, no por imitación directa, sino mediante su
a los efectos de la conducta. Cuando la persona se convierte en tal t~~dencia a provocar en sí. en cualquier situación, la misma ~eac­
objeto, que será éambíado y dirigido del mismo modo en que son ClOn que provoca en otros. Naturalmente, la sociedad que deter-
afectados otros objetos, aparece, por encima de las reacciones írn· mina estas situaciones determinará también, no sólo sus respuestas
pulsívas inmediatas, una . forma de conducta que, es concebible, directas, s~n~ las respuestas adultas que hay dentro del niño y
puede analizar el acto gracias a una atención que se desplaza hacia que sus rephcas provocan. En la medida en que da expresión a
donde· la dirigen nuestras distintas tendencias a actuar, y que puede estas últimas, al principio con la voz y luego en el juego, adopta
permitir la re.presentación, reteniendo la imaginación de los resul- muchos papeles y en todos ellos se aborda a sí mismo. Por supues-
tados de las distintas reacciones, en lugar de permitir que ingrese to, está adaptándose, en su juego, para adoptar más tarde las acti-
simplemente en la presentación o percepción de los objetos. Tal vidades adultas, y entre los pueblos primitivos ésta es prácticamente
dirección reflexiva de la actividad no es la forma en que aparece . toda la educación que recibe. Pero hace. mucho más que eso: cons-
primeramente la inteligencia, ni es su función primitiva, Su primera truye gradualmente una persona definida, que se convierte en el
función, en el caso del niño, es la adaptación efectiva a la pequeña ob.jeto más importante de su mundo. En cuanto un objeto, es al
sociedad de la que durante tanto tiempo tiene que depender. El pnne1p1o el refl~jo de las actitudes de otros hacia él mismo. En
niño depende durante mucho tiempo de talantes y actitudes emo- rigor el niño, en este primer período, se refiere a menudo a sí mis-
cionales. Resulta una continua sorpresa 1<! rapidez con que se adapta mo en tercera persona. Es un compuesto de todos los individuos
a ellos. Reacciona a las expresiones faciales antes que a la mayoría a los cuales se dirige cuando adopta los papeles de los que le.
de los estímulos, y responde con expresiones propias adecuadas, antes rodean. Y sólo gradualmente adquiere esto forma bastante clara
de ofrecer reacciones que podamos juzgar significantes. Llega en el para ~dentificarse con el i!!_dividuo biológico y dotarle de una per-
mundo altamente sensibilizado al llamado "gesto mímico", y ejerce son,ahdad neta, que nosotros llamarnos consciente de sí. Cuando
su primera inteligencia en su adaptación a su medio social. Si se ve esto ha ocurrido •. se ha colocado en la posición de comentar lo que
privado congénitamente de los gestos vocales que le afectan corno hace Y lo que p1ensa hacer, desde el punto de ·vista de cualquiera
afectan a otros, y la pérdida no es compensada desde temprano, en de los papeles que esa llamada "conducta imaginativa" le sorpren-
parte gracias a otros medios de comunicación que sigan en principio de adoptando. En la medida en que tales papeles difieren, el in:
el mismo procedimiento que la comunicación vocal, se ve limitado tento tiene distinto' aspecto, y en el ca.rnpo de objetos que le rodea
a ese medio instintivo de adaptación a los que le rodean y vive una se destacan- diferentes elementos, respondiendo a sus propios, dis-
vida que apenas está por encima de los animales inferiores, por tintos, impulsos. Si no se puede decir aún que piense, posee por
cierto que más baja que la de éstos debido a su carencia de las lo menos el mecanismo del pensamiento. ·
variadas reacciones instintivas al mundo social y físico que rodea Es necesario subrayar la amplia brecha existente entre la vida
a estos últimos. Corno hemos visto, en el niño normal el gesto inmediata, directa, del niño y esa persona que crece en su conducta.
vocal despierta las reacciones de sus mayores, mediante la estirnu- Esta última ~e ~ie.ne casi. impuesta desde afuera.· Puede aceptar pasi-
lación, por parte de éstos, del impulso paternal de aquél y, más vamente el md1v1duo que el grupo que le rodea le asigna como
tarde, de otros impulsos que· en su forma infantil comienzan a perteneciente a él. Esto es sumamente distinto .del individuo bioló--
madurar en su sistema nervioso central. Estos impulsos encuentran gico apasionadamente afirmativo de sí, del individuo que odia y
su expresión, en primer lugar, en los tonos de voz, y luego en ::trna Y abraza y golpea,.. Él no e~ nunca un objeto; su vida es una
37'\ G E OR G E H. M E A. D ESPÍRITU, PERSONA y SOCIEDAD 375
,
vida de sufrimiento y acción directos. Entretanto, la persona que nica que ayuda al niño a salir de tantas situaciones como le cree.
va creciendo tiene tanta realidad y tan poca como los papeles que De ello resulta una flúida acción recíproca entre el individuo bio-
desempeñe el niño. Interesantes. documentos sobre esta primera per- lógico y la persona. Toda wnducta que presenta dificultades pasa
sona pueden encontrarse en los así llamados "compañeros imagina- a esa forma reflexiva. El sujeto es el individuo biológico, que
rios" que muchos niños confesadamente - y todos implícitamen- nunca está en la es<:ena, y la persona adaptada a su medio· social,
te- se proporcionan. Son, es claro, las reacciones imperfectamente y gradas a éste al mundo en general, es el objeto. Es cierto que
personificadas del niño a su propia estimulación social, pero tienen· el sujeto de la conversación entre los dos adopta ora este papel
en su vida de juegos una importancia más íntima y duradera que ora el otro. Estamos familiarizados con esto en los procesos d~
otras de la tribu de sombras. A medida que el niño completa el pensamiento que llevarnos a <:abo en la forma de una discusión
círculo del mundo social al que reacciona y cuyas acdones se esti- con otro individuo. Con no poca frecuencia pone uno los argu-
mula él mismo para producir, completa, en cierto modo, su propia mentos que quiere analizar en la bcX:a de algún defensor de la
persona, hacia la cual pueden su dirigidas todas esas actividades . idea. El argumento que ofrece este defensor de la doctrina es el
de juego. Es una consecución que se anuncia en el paso de la .pri-. que aparece en el pensamiento; y cuando ha replicado, la res-
mera forma de juego a los deportes, ya sea los de competenCia o puesta que él ofrecería es la que provoca la réplica siguiente. Pero,
los más o menos dramáticos, en que el niño interviene como una aunque la voz es la de otro, la fuente de todo ello es la persona
personalidad definida que se mantiene a todo lo largo. Su interés de uno, el grupo de impulsos organizados que he· llamado indi-
pasa de la narración, el cuento de hadas, la leyenda popular, a los viduo biológico. Es ese individuo en acción, con su atención fija en
relatos coherentes en que puede mantener una identidad de sim- el objeto. No entra en el campo de su propia visión. Pero, en la me-
patía con el héroe· o la heroína, en el precipitarse de los aconteci- dida en que puede abordarse a sí mismo y provocar una reacción, esa
mientos. Esto no sólo involucra una persona más o menos organi- persona y su reacción se convierten en un objeto, co.mo hemos visto.
zada, observada desde los puntos de vista de los que le rodean Y ~ necesario establecer aquí otra distinción, porque la experiencia
cuyas actitudes adoptá, sino que implica, además, una interrelaci6n es eri extremo sutil. En la etapa que estamos consideran~o, la del ni-
funcional, en su conducta, de ese objeto-persona ·con el individuo ño, el papel que asume, del otro, es adoptado sin reconocerlo. El
· biolÓgico. Sus reacciones no son ya, simplemente, las respuestas niño tiene conciencia de su reacción al papel, no del papel que adop-
· directas a las cosas físicas y sociales que tiene en derredor, sino que ta. Sólo la experiencia interna posterior, más complicada, tiene con-
también son las respuestas a esa persona que se ha convertido en ciencia del carácter con que aparece en la esc~na el "yo" invisible,
un objeto de importancia·. continuamente creciente .. Esa persona está y aun entonces, únicamente en un marco que se presentará ,más tarde.
·•compuesta de reacciones sociales a otros, co~erados primaria- El medio de interacción entre sujeto y objeto es el gesto vocal,
mente como se ven ello.S cuando él adopy~us papeles ..Así, un con la imaginación que se á grupa en torno a él; pero este gesto vocal
niño llega a considerarse un compañer9" de JUegos que tlene que no es más que una parte de un acto social. Representa la adaptación
compartir sus juguetes con los otros niños, si quiere conservados a un medio, en la actitud de alguna a<:ción manifiesta. Empero, la
como compañeros de sus juegos. Esto le obliga a ver en los juguetes acción es indicada a la persona por el gesto, y la persona, auno otro
otros caracteres, aparte de su inmediata atracción a su impulso de ser social, adopta, por medio de sus gestos, la actitud de las distintas
juego y al de posesión. El juguete se convierte en un objeto com· réacciones, la conversación de gestos que ya he descrito en la con-
puesto; no es sólo lo que da expresión al in: pulso del n.iñ?, sino ducta de los animales. El sujeto, el individuo biológico, replica a
algo que le mantiene con sus amigos quendos. Sus hab1tos de esa actitud y su gesto; pero su réplica se dirige a la persona, en tanto
reacción son reconstruídos, y se convierte en un animal racional. que las reacciones de ésta no se dirigen hacia el sujeto, sino hacia
La reconstrucción tiene lugar involuntariamente, cuando reconoce la situación social involucrada en la actitud que la ha provocado.
las diferentes características de los objetos que le rodean Y que Expresada en nuestro pensamiento adulto, ésta es la distinción entre
1e obÍigan a prestarles atención como persona. Pero a medida que una idea que se nos mete en la cabeza (una idea que se nos ocurre)
la persona se torna efectivamente organizada, p~oporciona la téc· y su relación con el mundo, del cual formamos parte como objetos.
376 GEORGE H. MEAD. ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 377

Es lo que el niño se prepara a hacer y las actitudes que adoptará en Y, sin embargo, este énfasis presupone algo que va más allá de
consecuencia. Comienza a hacer algo y se encuentra, en la primera esa distinción y de su función. Implica una ubicación y una iden-
etapa del proceso, objetando y cambiando de actitud. En cierto sen- tificación definidas de la imaginación, aparte de su fusión con otros
tido, está poniendo a prueba el intento por el empleo .del medio contenidos del objeto. Hemos visto que tal cosa tiene lugar en la
de comunicación con una persona. Así, el individuo biológico se formación del pasado y el futuro, y en la extensión, gracias a dichas
interrelaciona esencialmente con la persona, y ambos componen la dimensiones, del medio inmediato más allá de la esfera de la per-
personalidad del niño. Esta conversación constituye el primer me- cepción sensorial. Empero, antes de que esa ubicación pueda llevarse
canismo del espíritu. En ella interviene el material de la percepción a cabo, la imaginación permanece desorientada; y, especialmente a
y la imaginación involucrado en las acciones que esos gestos ini- medida que el pasado y el futuro se tornan más definidos, la ima-
cian. La imaginación de los resultados de las acciones, presagiados ginación, que no ocupa su lugar de inmediato, necesita una habi-
por los gestos, se torna de especial interés. Como hemos visto, esta tación local y es ubicada en el espíritu.
imaginación se incorpora directamente al objeto, en condiciones de En términos de una psicología condúctísta, el problema de de-
acción directa. En presencia de actividades alternativas, esa imagi- finir la reflexión es el de mostrar cómo, en la conducta inmediata,
nación del resultado de los actos es disociada, por el momento, de el desplazamiento de la atención, surgiendo de impulsos variados,
los objetos y sirve para frenar y provocar readaptaciones. puede conducir a la reorganización de los objetos a fin de superar
He hablado de dos puntos de vista desde los cuales puede ser los conflictos entre los impulsos organizados. Acabamos de ver que
considerada la imaginación. Existe, como existen los perceptos; la imaginación que se incorpora a la estructura de los objetos y
y, como éstos, la imaginación puede ser definida en términos de que representa la adaptación del organismo a medíos que no están
su relación con el organismo fisiológico. Pero en tanto que los presentes, puede servir para la reconstrucción del campo objetivo. Es
perceptos son, predominantemente, una expresión de una relación importante presentar más completamente el papel que la activi~ad
inmediata entre el organismo y su campo de objetos, la imagina- social del individuo, por intermedio del gesto vocal, desempeña en
ción representa una adaptación entre un orgap.ismo y un medip este proceso. Los actos sociales de esta clase se llevan a cabo coope-
que no existe. En el caso en que la imaginación se funde con otros rativarnente, y los' gestos sirven para adaptar las actitudes de los
contenidos del percepto, se extiende y llena el campo de objetos. distintos individuos, dentro del acto, a las actitudes y acciones recí-
En la medida en que no se incorpora al medio inmediato, presenta procas. El llanto del niño dirige la atención de la madre hacía el
un material para el cual un organismo instintivo puede tener poco lugar en que se encuentra aquél y hacia el carácter de su necesidad. La
o ningún empleo. Puede servir, como lo hace, para descubrir obje- respuesta de la madre dirige al niño hacia ésta ·y hacia el socorro que
tos que no pueden ser descubiertos inmediatamente; pero como está preparado para aceptar. Los llamados de desafío de animales
los objetos que entran en el campo de la percepción responden a rivales y las notas de arrullo de los pájaros sirven a propósitos aná-
hábitos organizados, y puesto que una forma instintiva no puede logos. Estos gestos, y las reacciones inmediatas a ellos constituyen
reconstruir sus hábitos congénitos, muy poco pueden las imágenes preparaciones para una actividad mutua que tendrá lugar más tarde ..
cUmplir la función que cumplen en el espíritu del hombre, de re- El individuo humano, mediante su gesto y su propia reacción a él.
construir los oh jetos y los hábitos. Esta última función es un se encuentra en el papel del otro. Así, se coloca en la actitud del in-
desarrollo de la función de la imagen al completar el objeto, agre- dividuo con el cual tiene que cooperar. La conducta de los niños, en
gando a lo que llega por los sentidos de distancia -tales como tan gran parte dirigida, sólo puede tener lugar en combinación con
la visión y la audición- el contenido del contacto que revela la la de sus mayores; y esta temprana facilidad para desempeñar los
aproximación real al objeto. Su función primordial en la refle- papeles de otros les proporciona la adaptación necesaria para esa
xión es la de determinar qué curso de acción se seguirá, mediante actividad interrelacionada. Las prohibiciones, los tabús, implican
la presentación de los resultados de distintos cursos. Es una fun- tendencias en conflicto, que aparecen en términos de órdenes perso-
ción que inevitablemente acentúa el contenido de la imaginación, nales. Son éstas las que reaparecen corno imaginación cuando surge
ya que la reacción depende del resultado imaginado del proceso. nuevamente el impulso de hacer la cosa prohibida. Donde un animal
378 GEORGE H. MEAD ESPiRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 379
no haría más que retroceder ante un punto prohibido, el mno re~ de vista de un tiempo compuesto de elementos completamente in-
pite la prohibición en el papel del padre. Lo que en el animal sim- dependientes.
plemente se incorpora al objeto para tornarlo peligroso, construye Es importante reconocer cuán enteramente social es el mecanismo
para el niño una escena imaginaria, ya que su propia actitud social de la conducta- reflexiva de los niños. La explicación reside a la vez
convoca, en su propi¡1 reacción, la del otro. Lo que era parte de una en el largo período de infanda, que requiere dependencia con respecto
corriente ininterrumpida, se convierte entonces en un acontecimiento a la conducta social del grupo familiar, y en el gesto vocal, que es-
que precede a la violación de la ley o al cumplimiento de la misma. timula al niño a actuar hacia sí como los otros actúan hacia él, co~
La suposición de las distintas actitudes hace posible el análisis locándose así en la posición de encarar sus problemas desde los pun~
del objeto. En el papel del niño, la cosa es el objeto de una nece- tos de vista de todos los que están involucrados en ellos ~n la me-
sidad inmediata. Es simplemente deseable. Lo que ocupa la aten- dida en que puede adoptar tales puntos de vista. Empero,· no hay
ción es esa respuesta al impulso de tomar y devorar. En el papel que suponer que estas actitudes sociales del niño implican la exis-
del padre, el objeto es tabú, está reservado a otros momentos y para tencia, en su conducta, de las plenas personalidades de aquellos
otras personas, y el apoderarse de él provocará un castigo. La capaci- cuyas actitudes adopta. Por el contrario, la' plena personalidad de
dad del niño para ser el otro pone.ambos caracteres del objeto ante que se encuentra a la postre dotado, y que encuentra en los otros, es
él, en su disparidad. El objeto no le atrae y le aleja, simplemente, la combinación de la persona y de los otros. Como objetos sociales,
como hace con el perro bien adiestrado. Con ese material, el niño los otros con quienes el niño juega son inciertos en sus contornos y
erige sus creaciones de imaginación: la madre se ablanda y suprime brumosos en su estructura. Lo que está claro y definido en la acti-
el tabú; o, cuando el objeto e]; comido, nadie advierte al niño; o tud del niño es la reacción en cada papel, el de la persona o el del
suceden mil cosas en las actividades de los distintos personajes del otro. La vida más temprana del niño es la de las actividades sociales,
escenario, de modo que la cosa deseada es poseída por el niño, y su incluso esa estimulación y reacción reflexivas, en un campo en que
carácter de tabú, aunque reconocido, no logra acarrear las te~idas ni los objetos sociales ni los meramente físicos han surgido definí~
consecuencias. O el niño más práctico toma el objeto y lo come, dame~te. Es un gran error pasar por alto el carácter social de estos
arrostrando la consecuencia de la azotaina como digna de la pena, procesos, porque en el animal humano este factor social comporta,
logrando de tal modo ~n forma heroica pero todavía con la es- asimismo, la complicación de la posible autoestimulación. La reacción
peranza de que ocurra algo inesperado que oculte la acción o cambie de un animal humano hacia otro, en la que un gesto desempeña un
la ley o su puesta en vigor-.-, la unión de los caracteres en conflicto papel que puede afectar al primer individuo como afecta al otro, tie-
En una palabra, la adopción simpática de la actitud del otro pone ne un valor que no puede asignarse a las reacciones directas, instin-
en juego distintos impulsos, que dirigen la atención hacia caracte- tivas o impulsivas a los objetos, ya sea que éstos sean otras formas
rísticas del objeto que son ignoradas en la actitud de reacción directa. vivas o simples cosas físicas.
Y las diversas actitudes adoptadas proporcionan el material para una Tal reacción, aun con su autorreflejo sólo implícitamente existen-
reconstrucción de1 campo objetivo, en d cual y mediante el cual te, debe ser más claramente distinguida de nuestra reacción a las cosas
puede tener lugar el acto social cooperativo, dando expresión satis- físicas en términos de nuestra más moderna acl:itud científica. El
factoría a todos los papeles involucrados. Este análisis y esta recons- mundo físico no existía en la primera y más sencilla experiencia del
trucción son posibilitados por el aparato del gesto vocal, con su hombre. Es un producto del método cien~ífico moderno. No se lo
equipo orgánico conexo. En ese campo, la corriente ininterrumpida encuentra en el niño o en el hombre simple, y, sin embargo, la m·ayor
se quiebra en series ordenadas, en la relación de las etapas alternati- parte de las psicologías tratan la experiencia de las reacciones del
niño a los llamados "objetos físicos" que le rodean como si esos
vas que conducen a algún acontecimiento. El tiempo, con sus mo-
objetos fuesen para él lo que son para los adultos. Las más intere-
mentos distinguibles, aparece, por así decirlo, con los intervalos
santes evidencias de esta diferencia residen en la actitud del hombre
necesarios para cambiar los decorados y mudar los trajes. Uno no
primitivo hacia su medio. El hombre primitivo tiene el espíritu
puede ser otro y al mismo tiempo él mismo, salvo desd~ el punto de un nií?-o -y, por cierto, del niño pequeño. Enca{a sus problemas
380 GEORGE H. MEAD

en términos de cond~cta social- la conducta social en la que está


p~:sente ~se autorrefleJO que acaba de ser tema de nuestro análisis. El
nmo obtiene sus soluciones de lo que, desde nuestro punto de vista,
son ?r~blemas enteramente físicos, tales como los del transporte, el
movimiento de las cosas y otros por el estilo, a través de su relación
social con los que le rodean. Y esto no ocurre así simplemente por~
que dependa de ellos Y tenga que esperar que los que le rodean le
ayuden du:ante el primer período de su infancia, sino, y más im~
portante aun, porq.ue su proceso primitivo de reflexión es de me~ IV
~ia~i~n entre los gestos vocales de un proceso social cooperativo. El
FRAGMENTOS SOBRE ÉTICA 1
llldividuo humano piensa, antes que nada, enteramente en términos
sociales. Esto quiere d.ecir, como he subrayado más arriba, no que
la natur_aleza y lo~_ objetos naturales sean personalizados, sino que 1 . Es posible construir una teoría ética· sobre una base social, en
las reacnones del m no a la naturaleza y sus objetos son reacciones so- tér~inos de nuestra teoría social del origen, desarrollo, naturaleza y
ciales, Y que sus reacciones implican que las acciones de los objetos estructura de la persona. Así, por ejemplo, el imperativo categórico
naturales son reacciones sociales. En otras palabras, en la medida en de Kant puede ser socialmente definido o formulado o interpretado
que el niño pequeño actúa reflexivamente hacia su medio físico actúa en esos términos; es decir, se le puede dar su equivalente social.
como si éste le ayudara o le pusiera obstáculos, y sus reaccion~s van El hombre es un ser racional porque es un ser social. La univer~
acompañadas de amistosidad o cólera. Es una actitud de la que se salidad de nuestros juicios, sobre la que Kant pone tanto énfasis, es
encuentran algo más que vestigios en nuestra complicada experiencia. una universalidad que surge del hecho de que adoptamos la actitud
Ello resulta quizá más evidente en las irritaciones contra la total de toda la comunidad, de' todos los seres racionales. Somos lo que
~epravación de las cosas inanimadas, en nuestro afecto hacia los ob- somos giac.ias a nuestra relación con otros. Inevitablemente, pues,
J~tos familiares utilizados constantemente y en la actitud estética ha- nuestra meta de"be ser una meta social, tanto desde el punto de vista
cia la naturaleza que es la fuente de toda la poesía de la naturaleza. de su contenido (que respondería a impulsos primitivos) como
La_ distinción ent:e esta actitud y la de la Personificación es la que desde el punto de vista formal. La socialidad proporciona la
ex.¡ste entre la acti,tud del culto primitivo' y la actitud posterior del universalidad de los juicios éticos y compone el fondo de la afir-
n:Ito, entre ~1 penodo de~ mana, de la magia en su forma primi- mación popular de que la voz de todos es la voz universal; es decir,.
tiva, ~ el penodo de los diOses. En esta etapa, la esencia del proceso todos los que pueden apreciar racionalmente la situación, están de
reflexivo es que las dificultades son superadas por medio de las acti- acuerdo. La forma misma de nuestro juicio es, pues, social, de
tudes amistosas u hostiles . . . . [ MS] . .
modo que la meta, tanto en contenido como en forma, es una meta
social. Kant encaró esa universalidad partiendo de la suposición de
la racionalidad del individuo, y dijo que si los fines de éste, o la
forma ee sus actos, eran universales, entonces podía surgir la so-
ciedad. Concibió al individuo primeramente como racional y como
una condición para la sociedad. Empero, reconocemos que no sólo
1 [ Cf. "S~ggestions toward a !heory of the ~hilosoph~cal Di~!plíne-s", Phi-
losophical RetMW, IX (1900), pags. 1 ~. ss.; T~e Soctal Self , Jourr;al of
Philosophy, X (1913), págs. 374 y ss.; The Soml Sett}ement: Its Bast~.and
Function", University of Chicago Reco~d, XII (1908), pag.s. 311 y ss.; The
Philosophical Basis of Ethics", Internatwnal Joumal of E_thrcs:. xy~rr (1908),
págs. · 311 y ss.; "Scientific Method and the Moral Sc¡ences , . tbtd., X:}C?G,~I
(1923), págs. 229 y ss.; "Philanthropy from the P.oint of V1ew of Ethtcs ,
en Intel/igent Philanthropy, editado por Ellsworth Fans et al. (1930) .]
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 383
382 GEORGE H. MEAD
Si un hombre establece como máxima para su conducta el prin-
es universal la forma del juicio, sino también el contenido -que la cipio de que . to,dos deberían ser honestos con él, en tanto que él
meta misma puede ser ·universalizada. Kant dijo que sólo podíamos mismo sería deshonesto con todos, no podría existir una base real
universalizar la forma. Sin émbargo, universalizamos la meta mis~ para su actitud. Exige la honestidad de las otras personas, y no está
ma, Sí reconocemos que es posible universafizar la meta, entonces en condiciones de exigirla si él mismo es deshonesto. Los derechos
un orden social puede surgir de tales fines sociales, universales. que uno reconoce en los otros, puede exigirlos en los otros; pero no
2. Podemos convenir con Kant en que el "debería" implica podemos exigir a los otros lo que nos negamos a respetar.· Es una
universalidad. Como él señala, ello rige para el caso de la Regla ímposibilídad práctica.
Aurea. Dondequiera aparezca el elemento dd "debería", donde- Empero, cualquier acto constructivo es algo que se encue~tra
quiera hable la conciencia de uno, adquiere siempre esa forma uni- fuera de la esfera del principio de Kant. Desde el punto de vtsta
versal. de Kant, u~ o supone que la norma existe; y entonces, si uno la es-
Sólo un ser racional puede dar forma universal a su acto. Los quiva mientras espera que las demás personas vivan de acuerdo ~on
animales inferiores siguen simplemente sus inclinaciones; persiguen ella, es alcanzado por el principio de Kant. Pero cuando .no ex1ste
· fines particulares, pero no pueden dar forma universal a los actQs. la norma, el principio no ayuda a decidir. Cuando es prem~ lo~r_ar
Sólo un ser racional podría ser capaz de generalizar de tal modo. una redefinición, una readaptación, se consigue una nueva s1tuac10n
su acto y la máxima de su acto, y el ser humano tiene tal raciona- en la cual actuar;· la simple generalización del principio del acto
lidad .. Cuando actúa de cierto modo, está de acuerdo en que todos propio no resulta útil. Es en ese punto cuando se derrumba el prin~
actúen del mismo modo, en las mismas condiciones. ¿No es ésa la cipio de Kant.
afirmación que generalmente hacemos cuando nos justificamos? Lo que hace el principio de Kant es decirle a uno que un acto
Cuando una persona ha hecho algo dudoso, ¿no afirma, antes es inmoral en ciertas condiciones, pero no le dice cujl es el a(:tO
que nada, "Eso es lo que cualquiera hal:rría hecho en mi lugar"? Tal moral. El imperativo categórico de Kant supone que existe una sola
es la manera en que uno justifica su conducta, si es puesta en tela de forma de actuar. Si tal es el caso, entonces no hay más que una sola
juicio; el que debería ser una ley universal es el respaldo justificable regla que puede ser universalizada; en esas condiciones, el re~to
que uno proporciona para un acto equívoco. Esto, completamente por la ley sería el motivo para actuar de tal manera. Pero Sl se
aparte del contenido del acto, ya que uno puede estar seguro de que supone que existen formas alternativas de .actuar•. entonces no se pue-
lo que está haciendo es lo que quiere que hagan todos los demás en de utilizar la regla de Kant .como medio de determinar qué es
las mismas circunstancias. Haz al prójimo lo que quisieres que te correcto.
· hagan a ti; es decir, actúa hacía otras personas como quisieras que 4. Tanto Kant como los utilitaristas quieren universalizar, ha~
actuaran con respecto a ti en las mismas condiciones. cer universal aquello en lo cual reside la moralidad. Los utilitaris~as
3 . En general, cuando uno se aprovecha de otras personas, la dicen que debe ser el mayor bien para el mayor número; Kant d1ce
universalización del principio del acto eliminaría el valor mismo del -que la actitud del acto debe ser tal, que adopte la forma de una lt>y
propio acto. U no quiere estar en condiciones de robar cosas y a la universal. Quiero señalar esta actitud común de estas dos escuelas
vez conservarlas como propias; pero, sí todos robaran, la propiedad que .se oponen la una a la otra en otros sentidos: ambas sie~tcn
no existiría. Generalícese el principio del acto y se verá qué suce- que un acto moral tiene que tener, en alguna forma. un caracter
dería con referencia a la cosa que uno está tratando de hacer. Esta universal. Si se define la moralidad en términos del resultado del
prueba kantiana no es una prueba de sentimiento, sino una prueba acto entonces se está definiendo los resultados en términos de toda
racional que tiene en cuenta una gran cantidad de actos que recor~o­ la c~munidad; si en la actitud del acto, entonces, en términos del
cemos como morales. Es valiosa a su manen. Tratamos de decidir respeto por la ley, y la actitud deberá tomar la forma de una. ley
universal, de una regla universal. Ambas reconocen que la morabdad
si nos convertimos a nosotros mismos en e:x:cepciones o si estamos d:s-
implica universalidad, que el acto moral no es simplemente ~na
puestos a permitir que todos !Js demás actúen como lo bacem"Js
cuestión particular. Una cosa que es buena desde el punto de V1sta
nosotros.
384
GEORGE H. MEAD
ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD
moral, tiene que ser buena para todo 1 -
mismas condiciones E . . s os ~ue se .encuentren en las sentido, el resultado está presente en el acto. U na persona que da
tanto en la doctrin~
5 S. 1 . .
ka::;:
extgenCia de umversahd~~ s~ encuentra
. na como en la de los utlhtanstas
todos los pasos necesarios pata conseguir un resultado, ve este re-
sultado en dichos pasos. Es eso lo que· hace que uno sea moral o
. 1 e tmp¡.>rativo categórico es obedecido co . .
todos convierten su acto en una 1 . mo qutere Kant, inmoral, y lo que distingue entre un hombre que realmente piensa
binación de tal . d' 'd ey umversal, y, entonces, una com- hacer lo que dice q~e hará y uno que simplemente "tiene buenas
. es In lVt uos resultará · d
sociedad compuesta de sere armomosa, e modo que una intenciones''.
sociedad moral De e . ds quKe reconocen la ley moral sería una 7. Todos nuestros impulsos son 'posibles fuentes de dicha; y en
. se mo o ant pone u t 'd
afirma que no existe 1 '. n con em o en su acto; la medida en que logran su e~presión natural, llevan a la felicidad.
como un fin . t.a contentdo, pero, al establecer al ser humano . En el acto moral, se obtendrá placer en nuestras satisfacciones; pero
en .st mtsmo y por lo t t 1 .
fin superior, introduce el ~on,ten'd an o, a a soctedad como un el fin está en los objetos, y los motivos se encuentran en los impul-
1 o.
E ste cuadro de un reino d f' sos que se dirigen hacía esos objetos. Cuando, por ejemplo, una
de la doctrina de Mi11 e ~es apenas puede ser distinguido persona se siente profundamente interesada en una actividad, en-
un f ed ' ya q~e am os establecen a la sociedad como. ronces tiene impulsos que se dirigen hacia ciertos fines, y tales im-

i,"'~~~~~.~~~:;::rl~:~~~::::::::~:~;¡,~::: ~¡'~¡,:, :::,;.~~


una organización de seres h . a ' ant lo encuentra en
pulsos se convierten en los motivos de su conducta. Distinguimos.
esos impulsos de los motivos que reconocen los utilitaristas. :Sstos re-
conocen sólo un motivo: la sensación de placer que surge cuando el
nalidad a la forma de sus a :mano~ racwnales que aplíquen la racio- deseo es S<;ltisfecho. En lugar de el}o, nosotros ponemos el impulso
de definir el fin en términ~~sd Nt:~unodde ellos está en condiciones dirigido hacia d fin mismo, y afirmamos que tales impulsos son los
E · e 0 Jeto el deseo del individuo motivos de la conducta moral.
se dir~:l:t~e~~o~:~ ~b~:;ciso u~iversalízar es. el objeto hacia el ~ual
sí se quiere triunfar H;y ~en e .cual ;~ prectso centrar la atención
La cuestión se convierte entonces en la determinación de la clase
de fines hacia los cuales debe dirigirse nuestra acción. ¿Qué clase de
ma del acto, sino ei conteni~: u;tlversa IZar, no simplemente la for- . normas podemos establecer? En primer lugar, nuestras metas deben
s· e acto.
ser metas deseables en sí, es decir, que ccmduzcan a la expresión y
1 se supone que lo que se des '11 .
un acontecimiento especial ea. es. senCl amente placer, se tiene satisfacción de los impulsos. Ahora bien, hay algunos impubos que
. , un senttmtento que se e ·
ctertas condiciones. Pero si se desea el b. . xpenmenta en conducen simplemente a la desintegración, que no son deseables en
a lo que puede darse una f . o Jeto ~msmo, se desea aquello sL Hay ciertos)mpulsos que encuentran su expresión, por ejemplo,
motivo mismo puede ser ta~rma u7tversa1; SI se desea tal objeto. el en la crueldad. ·Tomados en sí mismos, no son deseables porque los
acto abre entre el motivo y el ~or~ comd o el fin. La brecha que el resultados que acarrean son Iim1tantes, deprimentes, y nos privan de
6 E . In esea o desaparece entonces
. . . . xtste la cue~tíón de la relación entre el esfuerzo y la. conse- las relaciones sociales. También conducen, por lo que respecta a los
cucton a que se aspira, la cuestión de si el resultado es 1 . demás, a causar daño a otros individuos.
puede tener algo que ver con la moralidad del a ~o ~ue Según los términos de Dewey, los impulsos morales deberían ser
corporar el fin a la · . ., acto. Es prectso m- aquellos "que refuerzan y expanden, no sólo los motivos de los cua~
d propta mtencwn, a la propia actitud E d
etapa el acto se puede actuar con referencia a . n ca a les surgen directamente, sino también las otras tendencias y actitu~
corporizar esta meta en los pasos que s d . Ida. meta; y se puede des que son fuentes de dicha" 2.. Si una persona se interesa por otras
Tal es la d'f . e an mme latamente personas, descubre que el interés que tiene lleva a reforzar ese motivo
. I erencta entre tener buenas intenciones y ten.er . t
etones correctas Por su t In en- y a expandir otros. Cuanto m.ás nos interesamos por las personas,
en los primero~ pasos de~u:;t o, no se puede tener el resultado final tanto más nos sentimos interesados por la vida en general. Toda la
dicho acto en términos de la o, pedr~ .por lo menos se puede definir situación dentro de la cual se encuentra el individuo adquiere un
.
S1. se qutere s con tcwnes que uno satisface
tener éxito e · . . · nuevo interés. Similarmente, encontrar un motivo intelectual es uno
en términos de los ' s prectso. sentirse Interesado en un fin
pasos que es necesano dar para llegar a él. En ese
2 [Dewey y Tufts, Ethics (1 ~ edición), pág. 284.]
386 GEORGE H. MEA.D ESPÍRITU, PERSONA Y SOCI~DAD 387
de los más grandes privilegios que se puedan tener, porque expande 9. Si contemplamos al individuo desde el punto de vista de sus
muy ampliamente el interés. Rewnocemos tales fines como especial- impulsos, podemos ver que los deseos que se refuerzan a sí mismos,
mente importantes. o que continúan expresándose y que despiertan otros impulsos, serán
Así, contemplando la dicha desde el punto de vista de los im- buenos; en tanto que los que no se refuerzan a sí mismos conducen
pulsos mismos, poqemos establecer una norma del siguiente modo: a resultados indeseables, y los que debilitan a los otros nwtívos son
el fin debe ser tal, que refuerce el motivo, que refuerce el impulso y en sí mismos malos. Si, ahora, observamos el fin de la acción antes
amplíe otros impulsos o motivos. Tal sería la norma propuesta. que el impulso mismo, descubrimos que son buenos los fines que
Estamos libres ahora de las restricciones de los utilitaristas y conducen a la realización de la persona en cuanto ser sodál. Nuestra
los kantianos, si reconocemos que el deseo se- dirige hacia el objeto moralidad se concentra en torno a nuestra conducta social. Somos
y no hacia el placer. Tanto Kant como los utilitaristas son, funda- • seres morales en cuanto seres sociales. De un lado está la sociedad
mentalmente, hedonistas: suponen que nuestras inclinaciones se diri- que hace posihle a la persona, y del otro lado se encuentra la per-
gen hacia nuestros estados subjetivos -hacía el placer que surge sona, que hace posible a una sociedad altamet;~.te organizada. Am-
de la satisfacción. Si ese es el fin, entonces, es claro, nuestros bas se responden mutuamente en· la conducta moral.
motivos son todos subjetivos. Desde el punto de vista de Kant son · En nuestra conducta reflexiva estamos siempre reconstruyendo
malos, y desde el de los utílitaristas son iguales para todas las acciones, la sociedad inmediata a la que pertenecemos. Adoptamos ciertas acti-
y, por lo tanto, neutros. Pero desde el punto de vista actual, si. tudes definidas, que implican relación con otros. En la medida en
el objeto mismo es mejor, entonces el motivo es mejor. El motivo que tales relaciones son cambiadas, la sociedad misma es cambiada.
puede ser puesto a pmeba por el fin, en términos de si el fin refuerza Reconstruimos continuamente. Cuando se llega al problema de la
reconstrucción, hay una exigencia esencial: que todos los intereses in-
al impulso mismo.
Los impulsos serán buenos en el grado en que se refuercen a sí volucrados sean tenidos en cuenta, Uno debe actuar con referencia
mismos y amplíen y den expresión a la vez a otros impulsos.
·a todos los intereses involucrados: eso es lo que llamaríamos "un
imperativo categórico",' ·
8. Todas las cosas que valen la pena son experiencias compar-
Estamos definidamente identificados con nuestros propios ínte~
tidas. Aun cuando una persona está sola, sabe que la experiencia de
reses. Uno está constituido por sus propios intereses; y cuando éstos
que goza en la naturaleza, en el placer de la lectura de un libro,
son frustrados, se exige entonces, en cierto sentido, un sacrificio de
experiencias que se podrían considerar como puramente individuales,
esa persona estrecha. Esto conduce al desarrollo de una persona más.
sería acentuada enormemente si pudiera compartirla con otros. In-
amplia, que puede ser identificada con los intereses de los otros. Creo
cluso cuando una persona parece retirarse en sí misma para vivir
que todos sentimos que es preciso estar dispuestos a reconocer los
entre sus propias ideas, está viviendo, en realidad, con otros que han
interell'!S de los demás, au~que se opongan a los nuestrOS, perO qut
pensado lo que ella piensa. Lee libros, recuerda las exr;rie~c~as que
la persona que hace tal cosa no se está sacrificando, sino convirtién-
ha tenido, proyecta las condiciones en las cuales podna v1v1r. El
dose en una persona más amplia.
contenido tiene siempre -carácter sociaL O podrá pasar a las expe-
1O. El grupo progresa de las normas antiguas hacia otras nor·
riencias místicas de la vida religiosa -la comunión con Dios. La
mas; y lo importante desde el punto de vista de la moralidad es
concepción de la vida religiosa es ella misma una concepción social ;
que tal proceso tiene lugar por mediación del individuo, por media-
se agrupa en torno de la idea de la comunidad. ción de un nuevo tipo de individuo: uno que se concibe a sí mismo
Sólo en la medida en que uno pueda identificar con el bien co- como no se han concebido los individuos en el pasado. Como ejem-
mún su propio motivo y el fin que realmente persigue, sólo en esa plos están los de los profetas entre los hebreos y los sofistas entre
medida podrá llegar a la meta moral y, así. alcanzar la felicidad los griegos. El punto que quiero subrayar es que ese nuevo individuo
moral. Así como la naturaleza humana es esencialmente social en aparece como representante de un nuevo orden social. No aparece
carácter, así los fines morales deben ser también sociales en natu- simplemente como un individuo particular; se concibe a sí mismo
raleza. como perteneciente a otro orden social que debería ocupar. el lugar
388 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 389
~d antiguo. Es mie~bro de un orden nuevo, más elevado. Por No se pueden sentar por anticipado reglas fijas en cuanto a lo
d~p-~est~, ~ubo cambws evolutivos que ocu¡rieron sin rcacci6n in~ que debe hacerse. Se puede descubrir cuáles son los valores involu~
lVl ua.: ero los cambios morales son los que tienen lugar gracias erados en el problema y actuar racionalmente con referenCia a ellos.
a¡ la· acclOn del individuo en cuanto
.· tal · El m
. d'lVl'd uo se convterte
. en• Eso es lo que pedimos, y lo único que pedímos, a cualquiera. Cuan~
e mstrumento, el medio, de convertir el antiguo orden en un orden do censuramos la conducta de una persona: decimos que no ha tenido
nuevo. en cuenta los valores, o que, al tenerlos en cuenta, no actúa racional~
Lo qu~ está bien surge en la experiencia del individuo: éste llega mente con referencia a ellos. ]jse es el único método que una ética
para cambtar e~ orden social; es el instrumento por medio del cual . puede presentar. La ciencia no puede de-cir cuáles serán los hechos,
puede s_er cambtada la costumbre misma. El profeta se torna suma~ pero puede dar un método para encararlos, reconocer todos los he~
men~e !~portante por esa razón, puesto que representa la clase de j chos que corresponden al problema, de modo que la hipótesis sea·
conctencta en que uno decide cambiar el concepto de lo que está bien. coherente, racional. No se puede decir a una persona cuál ha de ser
Al preguntar qué está bien, nos encontramos en la misma situación la forma de su acto, como no se puede decir a un hombre de ciencia
y, de ese _modo, ayudamos al desarrollo de la conciencia moral d; cómo serán sus hechos. El acto moral debe tener en cuenta todos los
1~ co~umd~d .. ~os valores entran en conflicto entre sí en las expe~ valores involucrados, y debe ser racional-y esto es todo lo que pue-
r:enctas del mdtvtduo; la función de éste es dar expresión a los dis~ de decirse. ·
tmtos valores Y ayudar a formular normas más satisfactorias que " 12 . La única regla que una ética puede presentar es que un
las que han existido. individuo debe encarar raCionalmente todos los valores que se
11 . Cuando 11egamos a la cuestión de lo que está bien he di~ encuentran en un problema específico. Esto no significa que uno
cho que la única prueba que podemos establecer es la de si
·hemos deba extender ante sí todos los valores sociales, c~ando encára
tomado e~ cuenta todos los intereses involucrados. Es esencial que un problema. El problema mismo define los valores. Se trata de
~ean cons1derados todos los intereses de la naturaleza del hombre un problema específico, y están definidamente involucrados ~n él
mvolucrado. ]jl puede tener en <:uenta sólo los intereses que integran ciertos intereses; el individuo debe tomar en cuenta todos esos inte~
su problema. El hombre de ciencia tiene que considerar todos los reses y luego elaborar un plan de acción que los encare racional- ·
~echo~, pero considera sólo' los factores involucrados en el problema mente. ]jse es el único método que la ética puede ofrecer al individuo.
mmedtato. Un hombre de ciencia que trata de descubrir si las ca~ Es de máxima importancia el que uno defina cuáles son los intereses
racterístícas adquiridas pueden ser heredadas,· no tiene en cuenta los implicados en la situación específica. Resulta sumamente necesario
factores de la refatividad, sino solamente los factores que se aplican que uno esté en condiciones de considerarlos imparcialmente. Sentimos
a su problema. El problema moral implica ciertos intereses en con~ que las personas tienen tendencia a adoptar lo que llamamos una
flicto. Es preciso considerar todos los intereses que están involucra~ actitud egoísta en relación con tales intereses. He señalado que la
dos en el conflicto. cuestión del egoísmo es u.n .establecimiento de una persona limitada,
E~ los juicios morales tenemos que elaborar una hipótesis social. en contraposición con una persona más amplia. Nuestra· sociedad está
Y nadte puede hacerlo simplemente desde su propio punto de vista. construída con nuestros intereses sociales. Nuestras relaciones sociales
Tenemos que contemplarla desde el punto de vista de una situación constituyen la persona. Pero cuando ios intereses ínmedíatos entran
social. Presentamos la hipótesis como los profetas presentaron la en conflicto con otros que no hemps reconocido, tendemos a pasar
· · c.oncepción de una comunidad en que todos los hombres eran her~ por alto a estos últimos y a tomar en cuenta sólo los inmediatos. La
manos. Ahora bien, si preguntamos cuál es la mejor hipótesis, la dificultad reside en hacemos reconocer los otros intereses, más am~
plíos, y luego ponerlos en alguna clase de relación racional con los
única respuesta que podemos ofrecer es que tiene que tener en cuenta
más inmediatos. Existe la posibilidad de cometer errores, pero los
todos _los int.ereses involucrados. Nos sentimos tentados a pasar por
errores no son pecados.
alto cteitos mtereses contrarios a los nuestros y a poner e1 acento
13. Un hombre tiene que conservar su respeto hacia sí mis~
·.sobre aquellos con los cuales nos hemos identificado. mo, y es posible que tenga que oponerse a toda la sociedad· para
390 GEORGE H. MEAD
BIBLIOGRAFíA DE LOS ESCRITOS DE
conservarlo. Pero lo hace desde el punto de vista de lo que consi- GEORGE H. MEAD
dera una sociedad más elevada y mejor que la que existe. Ambas ORDENADOS CRONOLóGICAMENTE
cosas. son esenciales para la conducta moral: el que exista uná
organización social y el que el individuo se conserve. El método 1 . Review of K. Lasswitz, Die m9deme Energetik in ihrer B~deutung für
Erkenntnisk.ritik, en Psychological Review, l (18 94). pp. 210-13.
para tomar en cuenta todos los intereses que componen a la sociedad 2. "Herr Lasswitz on Energy and Epístemology", íbid., pp. 172-75.
por una parte y al individuo por la otra es el método de la mo- 3. Review of C. L. Morgan, An Introduction to Comparative Psycho(ogr,¡,
en Psychological Review, II (1895), pp. 399•402.
ralidad. 4. "A Theory of Emotions from the Physiologíca1 Standpoint", ibid.,
pp. 162-64.
5. "Sorne Aspects of Greek Philosophy", University of Chicago ·Record,
I (1896-97), p. 42.
6. "The Relation of Play to Edncation", ibid., pp. 140-45.
7. Review of Le Bon, Psycho/ogy of Socialism, ~n American Joumal of
Socio(ogy, V (1899), pp. 404-12.
8 . "The Working Hypothesis in Social Reform", ibi d., pp. 3 6 7-71.
9. "Suggestions toward a Theory of the Phi!osophical Disciplines", Philo-
sop/Jical Review, IX (1900), pp. 1-17.
1 O. "The Definition of the Psychical", Decennia[ Publications, University of
Chicago, Ili (19 03), 77-11 2.
1 1 . "The Basis for a Parents' Assocíatíon", Elementary Sr:hool Teacher, IV
(1903-4), pp. 337-46.
12. "Image or Sensation", Joumal of Phílosophy, I (1904). pp. 604-7.
13. "The Relations of Psychology and Philology'', Psycho/ogícal Bulletín, I
(1904), pp. 375-91.
14. Revíews of D. Draghicesco, Du role de /'indívidu dans le déterminisme
social, y Le problf!rn! du déterminisme, déterminisme bíologique et détet-
minisme social, en Psychological Bulletin, II (1905), pp. 399-405.
15. "The Teaching of Sdence in College", Science, XXIV (1906), pp. 390-97.
16. "The Imagination in Wundt's Treatment of Myth and Religion", Ps¡¡cho-
(oqica{ Bulletin, III (1906), pp. 393-99.
17. "Science in the High School", Schoo/ Review, XIV (1906). pp. 237-49,
18. "Editorial Notes", ibid., XV (1907), pp. 160. 164.
19. Review of Jane Addams, The Newer Ideal of Peace, en American Joumal
of Sociology, XIII (1907), pp. 121-28.
20. "Concerning Animal Perception", Psycho/o¡¡ical Review, XIV (1907),
·PP· 383-90.
21 . "The Relatíon of Imitation to tbe Theory of Animal Perceptíon", Psycho-
logíca{ Bufletín, IV (19 O7), pp. 21 0-11.
22. "On the Educational Sítuation in the Chicago Public Schools", Citrj Club
Bulletin, I (1907-8), pp. 131-38.
23. "Industrial Education and Trade Schocls", Elementar¡J School Teac~r.
VIII (1907-8), pp. 402-6.
24. "Polícy of the Elementary Schoo/ Teacher", ibid., pp. 281-84.
25. "The Phílosophical Basis of Ethics", Intematíonal Jouma[ of Ethics,
XVIII (1908), pp. 311-23.
26. "The Soda! Settlement: Ita Basis and Function". Universitll of Chicago
Record, XII (1908), pp. 108-10.

También podría gustarte