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TRABAJO PRÁCTICO

2013

SITUACIÓN PROBLEMÁTICA.-
CASO N°1.-

Una vez estudiada la presente guía y en especial el punto 8 (¿Cómo realizar una efectiva
búsqueda de Jurisprudencia?) deberá:
a) Buscar la jurisprudencia que le asigne su tutor virtual.-
b) Transcribirla.-
c) Realizar una “nota a fallo” analizando la sentencia mencionada de acuerdo a la
doctrina y jurisprudencia aplicable.
d) AGREGAR QUE ES UNA A NOTA A FALLO.-
METODOLOGIA.-

La metodología utilizada para el desarrollo del presente informe, en primera


instancia fue la de recurrir a una lectura minuciosa, comprensiva y reflexiva, tratando
de encuadrar cada párrafo a las distintas ramas del derecho, con ello llegar a su
normativa aplicable.
Con dicho encuadre, y comprendida la situación problemática, llega la instancia
del planteamiento de las dudas, y posibles resoluciones del caso en cuestión.
Para ello debemos recurrir a las Doctrinas imperantes, Textos Legales, Jurisprudencias
y Leyes concordantes, en cuanto a reglas generales del derecho, comparaciones y
disidencias posibles, para una mejor comprensión del tema que nos aqueja.
De este modo llegamos a analizar la casuística y pretensiones deducidas
conforme a derecho y justicia.-

DESARROLLO DE INFORME.-
B.- Transcripción de Fallo.-

Voces: Abogado – Excepción de Falta de Legitimación –Representación Procesal.-


Partes: Banco Macro S.A. c/ Buteler Benjamin Fernando s/ p.v.e. - otros títulos.-
Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Córdoba.-
Sala/Juzgado: Octava.-
Fecha: 8-noviembre-2012.-

En la Ciudad de Córdoba, a los Ocho días de Noviembre de dos mil doce, se


reunió la Excma. Cámara Octava de Apelaciones en lo Civil y Comercial integrada por
los Sres. Vocales Dres. Graciela M. Junyent Bas, José Manuel Díaz Reyna y Héctor
Hugo Liendo, con la asistencia de la actuaria Dra. Silvia Ferrero de Millone con el
objeto de dictar sentencia en los autos caratulados "BANCO MACRO S.A c/
BUTELER, Benjamin Fernando - P.V.E. - OTROS TITULOS - 1681135/36 ",
traídos a este Tribunal con motivo del recurso de apelación interpuesto en contra del
fallo del Sr. Juez de Primera y Cuadragésimo Novena Nominación Civil y Comercial
por el que resolvía: SENTENCIA NUMERO: DOCE. Córdoba, siete de febrero de dos
mil doce.
I. Hacer lugar a la excepción de falta de personería interpuesta por el ejecutado y en
consecuencia rechazar la demanda ejecutiva articulada por la parte actora.-II. Imponer
las costas a la parte actora que resulta vencida (art. 130  C.P.C.).III. Regular los
honorarios profesionales de los Dres. Eduardo García Vieyra y Adriana Riera de Astini,
en conjunto y proporción, en la suma de Pesos Veintiún mil seiscientos sesenta y siete
con setenta y siete centavos ($21.667,77), y los del Dr. Carlos A. Arias Escuti en la
suma de Pesos Cinco mil cuatrocientos dieciséis con noventa y cuatro centavos
($5.416,94).-IV. No regular honorarios profesionales a los Dres. Diego F. Collino y
Carlos José Molina (art. 26  de la Ley 9459).-Protocolícese, hágase saber y dése copia.- 

El tribunal se planteó las siguientes cuestiones a resolver: 


A la Primera Cuestión: ¿Es justa la Sentencia apelada? 
A la Segunda Cuestión: ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar? 
De conformidad con el orden establecido por el sorteo para la emisión de los votos, 
A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA, la Sra. Vocal DRA. GRACIELA
JUNYENT BAS DIJo:1) El apelante expresa agravios a fs.350/355 vta., siendo
contestados por la demandada a fs.357/364 vta.- 

El Fiscal de Cámaras evacuó el traslado corrido a fs.369/370 vta.- 

El apelante luego de relatar los antecedentes de la causa, expresa en síntesis los


siguientes agravios: El agravio, relata que le causa el decisorio consiste en que se hace
lugar a la defensa de falta de personería y rechaza la demanda articulada por su parte,
incurriendo en un error in iudicando al aplicar la norma del rito para resolver la
excepción, confundiendo el concepto de representación legal o convencional con el
concepto de suficiencia de la representación procesal de la parte. Transcribe párrafos de
la sentencia para fundar la confusión en que alega incurrió el Juez. En primer lugar
señala que toda persona capaz de hecho y de derecho puede resolver su representación
en juicio a través de otros que lo representen. Es decir, concreta que puede intervenir
personalmente a juicio o delegarle esta intervención a un tercero que estará regida por
las disposiciones del mandato. Cuestión distinta, continúa, resulta la asistencia jurídica
por la cual, quien puede ser o constituirse en parte procesal debe concurrir con
patrocinio de abogado o confiriendo a éste la representación en el proceso, para lo cual
debe reunir una serie de requisitos que son regidos por las normas procesales locales de
cada provincia, que es en definitiva la norma legal que regulará efectivamente que se
encuentre debidamente tutelado el derecho de defensa de la persona mediante la
asistencia o bien mediante el apoderamiento respetándose así las incumbencias
profesionales. Arguye que lo que el legislador ha tenido en miras es la efectiva tutela de
la potestad defensiva mediante la asistencia técnica de un profesional con incumbencia
en derecho, lo que debe ser efectivamente valorado, no en cuanto al mandato, sino en
cuanto a la presentación en el proceso. En consecuencia, continúa, cuando se accede al
juicio por vía de mandato, el representante debe acreditar las facultades que se le
confieren en el instrumento que lo acuerda, aquí el análisis que se efectúa sobre la
personería debiendo el Juez controlar la regularidad del documento, sus límites y
extensiones conforme a las disposiciones del Código Civil que rigen el mandato, y
luego también que en el proceso se cumpla con el artículo 81  de la ley de rito. Así las
cosas surge de manera clara que el Juez ha incurrido en un error al confundir la figura
de la representación originada en el contrato de mandato legislada por el Código Civil,
con la representación procesal. En el caso que nos ocupa la representación legal del
banco fue acreditada mediante poder judicial instrumentada en escritura N° 116, labrada
de conformidad a lo establecido en el CC. En dicha escritura, continúa, los Sres. Ernesto
Lopez y Javier Oyola concurren en su calidad de apoderados del Banco Macro SA lo
que justifican con poder judicial otorgado a su favor. Sin embargo, el Juez manifiesta
equivocadamente que los nombrados no invocan ni acreditan su calidad de abogados.
Señala que al tratarse de un mandato judicial por sí mismo está especificando la
naturaleza de la persona habilitada para ser cabeza del mismo. Invoca lo dispuesto en el
artículo 1003  del CC. Expresa que en función de lo dispuesto por el art. 995 del CC,
este instrumento público hace plena fe mientras no sea argüido de falso. Señala que las
dos cuestiones son independientes ya que para efectuar la sustitución del mandato en la
Provincia de Bs.As. y conforme las normas del mandato es suficiente que los Sres.
Oyola y López acrediten ser apoderados del banco pero no necesariamente deben
acreditar ser abogados matriculados en la Provincia de Córdoba, ya que este es un
requisito de la ley local. Por ello, es que el requisito establecido en el art.81 CPC no
requiere verificación previa por parte del escribano para instrumentar el acto de
sustitución de facultades. Así las cosas, concreta, habiendo ambos sustituido mandato
conforme a las prescripciones de la ley de fondo a personas que además de ser abogados
a personas que están matriculados en la provincia de Córdoba, el requisito establecido
en el art. 81 CPC se encuentra cumplimentado. Afirma que el fallo del Tribunal
Superior en que el Juez basa su resolución ha resuelto una cuestión distinta a la de
autos. Señala que el fallo citado el apoderado originario era contador, luego al trabarse
la litis dicho contador sustituye el poder a un letrado matriculado. Aquí, argumenta, la
cuestión es distinta ya que no sólo las personas que inician el juicio ejecutivo revisten la
calidad de abogados de la matrícula, sino que además actúan en nombre y
representación del Banco en virtud de un poder judicial instrumentado en una escritura
pública quien conforme al art. 1003 del CC ha verificado las condiciones y requisitos
necesarios de los otorgantes del acto para hacerlo. Cita un fallo de la Cámara Novena
que transcribe. Relata que su mandante ha promovido juicio ordinario de cobro contra el
demandado en su calidad de fiador de la sociedad Vectra Agropecuaria SA, originado
en el saldo impago de una tarjeta de crédito, en el cual el accionado planteó la misma
defensa que la Cámara Quinta en lo Civil y Comercial resolviera en contra de lo
resuelto por el Juez de esta causa. Transcribe párrafos del decisorio. Ofrece prueba,
respecto de la calidad de abogados de los sustituyentes del poder. Hace reserva del caso
federal. 

Corrido traslado a la contraria es contestado en el escrito ya referenciado, solicitando el


rechazo del recurso por las razones que aduce a las que me remito en honor a la
brevedad. 

II.-Entrando al análisis de los agravios adelanto que el recurso debe prosperar, pasando
a exponer las razones que me llevan a expedirme en tal sentido. 

Se comparte, en tal sentido lo afirmado por el accionante en el sentido de la confusión


conceptual del tema traído en análisis. Es que lo que protege la norma local (art. 81
CPC) son las incumbencias profesionales de los letrados. Por ello, el caso en que
comparecieron a juicio letrados debidamente matriculados, tales incumbencias han sido
claramente respetadas.

Ello no obstante que este Tribunal ha sentado criterio, respecto de la aplicación del art.
81 del CPC en el sentido que la representación voluntaria de las partes que puede
efectuar delegando su intervención en un tercero que actúe en su nombre, encuentra su
regulación específica en el marco de la ley procesal adjetiva, afirmando que resulta un
requisito para poder ejercer el apoderamiento de una persona tener la calidad de título
de abogado o de procurador, con su correspondiente matriculación conforme lo dispone
el art. 1 inc. 2 de la ley 5805. ("LOPEZ, Vilma Elvira c/ ANSACO S.A.-ORDINARIO-
Expte N° 1543594/36", A.I. N de fecha...), tal doctrina corresponde analizarla respecto
de lo ocurrido en la especie.- 
Si bien no queda duda que debe aplicarse el art. 81 del C.P.C, es decir, que siendo una
representación voluntaria no puede ejercerse en forma plenamente libre, sino que
corresponde sólo para profesionales del derecho como son los abogados y procuradores,
en el caso de autos tal norma ha sido plenamente respetada. Doy razones. 

Conforme a ello se ha dicho ".También las partes o sus representantes legales pueden
actuar a través de apoderado que las representa. El mandato para actuar en juicio puede
ser otorgado tanto a abogados cuanto a procuradores matriculados y acuerdo la facultad
de actuar en nombre de otro en juicio." (Fernández Raúl en "Las partes", Teoría del
Proceso, ED, Atenea, Cba., 1.997, pág. 182). 

En este punto adquiere relevancia el art. 81 CPC. De su letra se colige con nitidez que el
llamado "ius postulandi" en la representación voluntaria ha sido reservado, en forma
exclusiva y excluyente, a favor de los abogados y procuradores matriculados. Así la
elección del mandatario no puede recaer en cualquier persona capaz, sino en
determinados profesionales especializados. En efecto, expresamente se limita la facultad
de delegar el ejercicio del derecho de postulación procesal en un grupo de personas que
reúnan dos requisitos: la posesión de título habilitante (abogado y procurador) y la
inscripción en la matrícula. Por ello, para representar voluntariamente a otro en juicio en
la Provincia de Córdoba es necesario ser abogado o procurador matriculado. En esta
línea, enseña Mosset Iturraspe que: "El encargo procesal, la delegación en tercero de la
postulación, no sólo debe recaer en persona capaz, sino, además, en determinados
profesionales especializados" (MOSSET ITURRASPE, Jorge, Mandatos, Santa Fe, ed.
Rubinzal, 1996, pág. 235). En la misma línea, se postula que: "Si el justiciable, en uso
de su facultad dispositiva, designa un mandatario judicial, la elección debe recaer en
abogado o procurador inscripto en el colegio profesional respectivo; es decir, salvo el
caso de representación legal nadie puede en los tribunales actuar en justicia a nombre de
otro sin ser abogado o procurador de la matrícula" (FENOCHIETTO, Carlos E., Código
Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Bs. As., 4° ed., Bs. As., Astrea, 1998, t. I
pág.73). 

Ahora bien, todos los requisitos relacionados han sido fielmente cumplidos en la
especie, ya que quien compareciera a juicio promoviendo la presente acción además de
ser abogado está matriculado. 
La circunstancia en que se funda el iudex para hacer lugar a la excepción no se
comparte, por varias razones. En primer lugar si la ley procesal de Bs.As. , lugar donde
se sustituyó el poder, exigiera el requisito previsto en el art. 81 de nuestro Código del
rito, era el escribano quien debía controlar la calidad de abogados de los sustituyentes
del poder, resultando claramente aplicable lo establecido en el art. 1003 del CC., por lo
que el planteo resulta claramente improcedente. Efectivamente, con anterioridad el Art.
1003, Cód. Civil, exigía no sólo expresar que se le había presentado el poder pertinente
en nombre del otorgante o algún otro instrumento público al que hiciera referencia, sino
además transcribirlo en el libro de registro junto con la escritura; .En cambio, la ley
15.875 , modificatoria del art. 1003, Cód. Civil, ha introducido un implícito y genérico
bastanteo de poderes u otros instrumentos confiados a los escribanos, por lo que quien
impugna la representación invocada le incumbe la prueba de la insuficiencia del poder
en cuya virtud se actúa. En efecto, sólo requiere la expresión de que se le han
presentado los poderes y documentos habilitantes, que anexará a su protocolo (en
original o bien en copia auténtica si fuere menester su devolución). Aquella expresión
hace plena fe, precisamente por el carácter de fedatario público del escribano, en los
términos del Art. 993, Cód. Civil, sin exigirse agregación de copias a la escritura, ni
trascripción alguna de la documentación habilitante. Es decir, resulta suficiente que el
escribano manifieste haber tenido a la vista el acta u otros instrumentos (cuyos datos se
individualizan) en cuya virtud una persona jurídica autoriza el otorgamiento del poder, o
que éste se expide por persona legitimada a tal fin. En definitiva, los documentos
habilitantes a los que se refiere dicha norma son "aquéllos donde consta el título
invocado que los legitima para actuar en nombre de otra persona." (Lambías, "Código
civil anotado", Bs.As.Abeledo-Perrot. II-B, p. 175). (C. 8va. C.C. Sent. N°148 del
20/11/01en en "Fideicomiso Suma c/ Gollan- Ejecución prendaria"). 

Además, si bien en la alzada, ha acreditado la actora la calidad de abogados de los


sustituyentes del poder, documental que corresponde tener en cuenta. Ello en tanto el
orden y seguridad, se deben canalizar dentro de los cauces procedimentales que no cabe
burlar ni marginar; pero estos últimos son un instrumento, un medio y una forma de
llevar el litigio leal y verazmente, tanto por las partes como por el juez, para alcanzar la
solución justa y objetiva del diferendo. Cuando el formalismo pierde ese sentido
esencial del procedimiento y se maneja con un rigor excesivo, lo que es instrumental se
convierte en sustancial y el proceso extravía su verdadera razón de ser.1 

Asimismo se ha establecido que las normas regulatorias de la oportunidad de


presentación de documentos no son de orden público, de donde, si las circunstancias del
caso lo exigen, debe admitirse su agregación extemporánea (cfr. CN Fed. Civ. Com.
Sala II, Causas 818 del 30.5.83; 4505 del 15.8.86;282 del 4.12.87; etc.), tanto más si,
como lo ha señalado la Corte Suprema, del rechazo o la incorporación de tales
constancias documentales pudiera eventualmente derivarse una renuncia consciente a la
verdad jurídica objetiva respecto de un aspecto decisivo para la correcta composición
del litigio, en tanto que ello implicaría un exceso ritual manifiesto incompatible con un
adecuado servicio de justicia (cfr. Corte Suprema, in re "Colalillo, Domingo c/ Cia. de
Seguros España y Río de la Plata", reg. en Fallos 238-550 (Re. LL 85-603); in re
"Gramajo, J.R." del 29.10.81, LL 1982-B, 409). (CNac.Apel.Civil, Comercial, Federal

Sala 03, SENTENCIA 8687/94 del 09/08/1995 "La Segunda Cooperativa Limitada de
Seguros Generales c/ Cap. y/o Prop.BQ Yerupaja y otro s/Faltante y/o Avería de carga,
Transporte marítimo). 

Por ello, además de haber controlado el escribano la regularidad de la calidad de


quienes otorgaban el poder, se ha acreditado su calidad de abogados en esta sede,
haciendo plena fe el instrumento en que se apodera a quien compareciera a litigio,
siendo estos abogados matriculados en la Provincia de Córdoba, se encuentra
plenamente cumplimentado el artículo 81 del CPC.- 

En tal sentido se comparte con el apelante en el sentido que carece de identidad fáctica
la situación de autos con el caso resuelto por el Tribunal Superior de Justicia, citado por
el iudex porque en tal caso se trataba de un contador, quien fuera el apoderado.- 

Es indiscutible que la tarea del juez no se reduce a un mero procedimiento lógico, que
permita extraer el significado de la ley sin considerar ningún factor que le sea extraño;
es indiscutible que el juez no debe aplicar ciegamente la ley a los hechos, como el sello
al lacre; por el contrario, está en el deber de valorar las soluciones; y de todas las
interpretaciones posibles, debe elegir aquella que mejor se adapte a las actuales
circunstancias y que implique una solución más beneficiosa y justa.- 

El Dr. Rodolfo Rivarola en "Diccionario manual de instrucción cívica y práctica


constitucional argentina" (p.302), "la interpretación tiende a determinar no solo el
sentido de la norma, sino también su alcance, su extensión, su adaptación a los casos
concretos". Citando a Ferrinio el autor precitado continua diciendo que "la
interpretación es necesaria para toda y cualquier ley, aún la más clara y precisa, ya que
ninguna ley puede prever y enumerar a priori todos los casos a los que debe aplicarse".

En este sentido, e interpretando teleológicamente la norma citada precedentemente y el


fallo Tarjeta Naranja c/ Lescano, es menester señalar que el fin de dicho
pronunciamiento y de la asignación específica a los profesionales del derecho de la
representación judicial es la protección del ejercicio profesional del abogado, como
derecho fundamental a trabajar, amparado bajo la Constitución Nacional, y las debidas
incumbencias de los mismos. 

En ese sentido el Tribunal Superior de Justicia, en el fallo mencionado señala que "la
ratio de la norma radica también en un claro interés -también de naturaleza pública-
consistente en la defensa de las incumbencias profesionales propias de la profesión de la
abogacía...".  

También señala que ".concurre un interés público en la imposición de que los litigantes
confíen su representación voluntaria sólo a un Abogado y no a otro profesional, interés
el cual radica en el hecho innegable de que la intervención de estos profesionales facilita
el adecuado funcionamiento de los tribunales. Así, la intervención de Abogado
contribuye al mejor funcionamiento de la Administración de Justicia. Recuérdese en
esta línea que sólo los abogados (y no otros profesionales) han recibido una preparación
universitaria específica para el litigio. Por ello, considero que la administración de
justicia no podría funcionar -al menos no del modo ideal- sin los profesionales del
derecho." 

Todo ello, nos hace concluir, que el bien jurídico protegido con la restricción impuesta
legalmente por la norma adjetiva, se encuentra debidamente asegurado cuando quien
ejerce la representación es un abogado matriculado.- 

Con respecto el cuestionamiento en el sentido que la sustitución lo ha sido en la persona


del Dr. Fernando Collino

DNI 25.141.673, en tanto que quien se presenta a juicio es Diego Fernando Collino, no
se comparte, ya que la omisión de uno de los nombres de pila en el poder, ha quedado
claramente salvado mediante la escritura N° 106 en que se verificó e incorporó los
instrumentos habilitantes idóneos para su confección, por lo que el carácter de
apoderado de quien comparece a juicio ha quedado claramente acreditado. La simple
omisión del escribano a uno de los nombres de pila no puede haber creado ninguna
confusión en el demandado. Ello en tanto si en el poder figuraba el primer nombre de
pila y el N de DNI, y n o habiendo cuestionado su calidad de abogado, podría haber
verificado la identidad y nombre del letrado concurriendo al Colegio de Abogados de
Córdoba, circunstancia que le hubiera disipado cualquier duda al respecto.- 

Asimismo niega el demandado tener ninguna relación contractual con el ejecutante;


banco Macro. Señala que los instrumentos que documentan la absorción por fusión del
Nuevo Banco del Suquía por Banco Macro no se efectúa una concreta cesión de
créditos. Tal defensa no puede ser atendida ya que se trata de una fusión por absorción
de sociedades comerciales. La Ley 19950 en su artículo 82   establece que la fusión
puede presentarse de dos maneras o formas diferentes, por un la do la fusión simple, que
es cuando dos o más sociedades se disuelven para conformar una nueva sociedad, y por
otro la fusión por absorción que se origina cuando una sociedad existente incorpora a
una o más sociedades, las cuales transfieren su patrimonio a la primera disolviéndose
por tal motivo. Los efectos que provoca este proceso jurídico se concentran en las
siguientes ideas: disolución de las sociedades fusionantes, transmisión universal del
patrimonio, ausencia de proceso de liquidación y aumento del capital social de la
sociedad absorvente. Por ello no existía necesidad de la cesión de créditos que se aduce
omitida. El traspaso generado por la fusión comprende la totalidad de los integrantes del
patrimonio de las sociedades que se disuelven, activo pasivo, contratos celebrados, los
cuales se transfieren sin modificaciones. 
En tal sentido el Tribunal Superior de Justicia ha establecido que "los efectos que
produce la fusión, el artículo 82 de la Ley de Sociedades dispone: "La nueva sociedad o
la incorporante adquiere la titularidad de los derechos y obligaciones de las sociedades
disueltas, produciéndose la transferencia total de sus respectivos patrimonios al
inscribirse en el Registro Público de Comercio el acuerdo definitivo de fusión y el
contrato o estatuto de la nueva sociedad o el aumento de capital que hubiere tenido que
efectuar la incorporante." (Conf. modificación introducida por la ley 22.903).En lo que
aquí interesa, los diáfanos términos de la norma citada ponen en evidencia que, a partir
del momento mismo en que el acuerdo definitivo de fusión y los instrumentos anejos
son inscriptos en el Registro respectivo, se produce el traspaso a la sociedad
incorporante, de todos los derechos y obligaciones que componían el patrimonio de la
entidad disuelta. Vale decir, la transferencia opera en forma global o en bloque, sin que
sea necesaria la cesión individual de cada uno de los bienes o derechos de la
absorbida .Interpretando la previsión normativa bajo análisis, doctrina especializada que
comparto ha considerado que esta figura societaria es una sucesión a título universal
pues la conjunción de patrimonios es absoluta (Confr. Cámara, H. Derecho Societario -
Estudios relacionados con las leyes 19.550  y 22.903, Ed. Depalma, Bs. As., 1985, Pág.
455; Otaegui, J.C., Fusión de Sociedades Anónimas en JA 1961 - I, Pág. 70). Buena
parte de los comercialistas añaden que esta transmisión uti universiti resulta equiparable
en sus efectos a la sucesión mortis causa (Confr. Nissen, R. A., Ley de Sociedades
Comerciales Comentada, anotada y concordada, Ed. Ábaco, Bs. As., 1985, T° 3, Pág.
117). Abona también este razonamiento la consideración del adagio latino "ubi lex non
distingit non distingere debemus" toda vez que, frente a las diáfanas disposiciones
citadas, y ante la inexistencia de una norma especial que impida a la sociedad
incorporante el acceso a la vía ejecutiva para el cobro de los títulos de crédito librados
contra la absorbida, debe -necesariamente- colegirse que la primera cuenta con tal
posibilidad por efecto de aquélla transmisión global o en bloque que no habilita
distinciones. En sentido concordante al que aquí se propone, calificada doctrina ha
sostenido que por efecto de la fusión "la propiedad o posesión de los bienes que antes
integraban el patrimonio de las sociedades disueltas, pasan a la nueva sin necesidad de
que los administradores de la incorporante contraten la cesión de cada uno de los
créditos, ni se endosen los títulos de crédito o se notifique a los deudores cedidos. Los
créditos y las deudas pasan a la sociedad resultante en las mismas condiciones, que
toma idéntica posición procesal en los juicios pendientes." (Confr. Nissen, R.A. Ley de
Sociedades Comerciales Comentada, anotada y concordada, Ed.Abaco, 1.985, Buenos
Aires, T. 3, Pág. 117/118 -énfasis agregado-)( conf. TSJ, sala Civil, Sentencia 31 de
2005). 

Siguiendo estos lineamientos, si la transmisión que involucra la fusión por absorción


tiene por objeto un todo ideal constituido por el patrimonio de la sociedad disuelta, no
cabe sino colegir que esa universalidad jurídica comprende no sólo el "derecho
sustancial al cobro" emergente de los títulos cambiarios vencidos e impagos librados a
favor de la absorbida, sino también "el derecho procesal a valerse de la acción
ejecutiva" para lograr la realización del mencionado derecho sustantivo. 

Adviértase que la hermenéutica que aquí se propone es la más compatible con el tenor
literal de la norma bajo comentario, en tanto al establecer que la fusión provoca la
"transferencia total de sus respectivos patrimonios" impone una interpretación amplia,
comprensiva no sólo de los derechos con que cuenta la sociedad, sino también de las
acciones reconocidas por la ley para lograr el amparo de esos derechos. 

Por ello corresponde acoger el recurso de apelación rechazando las defensas de falta de
personería y legitimación sustancial, con costas al vencido.- 

III.- Sentado ello y por imperio del art. 332  del CPC corresponde avocarnos a las otras
excepciones interpuestas. 

IV.- Cabe señalar que la sentencia contiene una adecuada relación de causa por la que a
ella me remito en honor a la brevedad.- 

V.- Sentado ello y entrando al análisis de la defensa de falsedad e inhabilidad de título,


se advierte que cuestiona el apelante la ejecución intentada afirmando que el
reconocimiento del contrato de fianza no resulta suficiente como título de ejecución, ya
que era indispensable acreditar la obligación principal, es decir el contrato de cuenta
corriente, cuestionando los cargos de gerente y contador del certificado de saldo
deudor. 
Resulta pertinente recordar que en el juicio ejecutivo se indaga meramente la verdad
formal, estando así limitadas las excepciones de inhabilidad y de falsedad de título a las
formas extrínsecas del título. La jurisprudencia ha dicho que ".Por vía de la defensa de
inhabilidad de título solo es dable la discusión sobre las formas extrínsecas de aquel que
sirve de base a la ejecución y si el mismo reúne los requisitos indispensables que
permitan la utilización de la vía."(TSJ S. Nº            131 08-09-1987      ).- Igualmente, el
art. 549  del C. de P.C. ha receptado estos principios diciendo que "La inhabilidad, se
limitará a los requisitos extrínsecos del título." 

Sentado lo que antecede, estimo atinado señalar también que el art. 793  del Código de
Comercio en su tercer párrafo agregado por el Dec.-Ley 15.354/46 dispone que: "Las
constancias de los saldos deudores en cuenta corriente bancaria, otorgadas con las
firmas conjuntas del Gerente y Contador del Banco serán consideradas títulos que traen
aparejada ejecución, siguiéndose para su cobro los trámites que para el juicio ejecutivo
establezcan las leyes de procedimientos del lugar donde se ejercite la acción." Respecto
del título en ejecución, se ha sostenido que "Se trata de un beneficio concedido,
exclusivamente, a los bancos debidamente autorizados, por la autoridad de control, para
actuar en el país." "El banco emisor del certificado debe redactarlo con lenguaje claro y
conciso, propio de la solvencia técnica que hacen presumir las instituciones bancarias;
máxime que se trata de un título autónomo, completo, que trae aparejada ejecución."
"Su ejecutividad sustancial (art. 793, párr. 3°, C. Com.), contemplada además en los
códigos de procedimientos le otorga carácter de título abstracto, en tanto las alternativas
causales concernientes a la determinación de su contenido económico, sus requisitos
intrínsecos y su emisión, no cabe ventilarlos en el proceso ejecutivo. Ello, sin perjuicio
del derecho que tiene el deudor a subsanar esas cuestiones improponibles por razones de
índole procesal, mediante la deducción de la acción ordinaria en un proceso de
conocimiento (sumario u ordinario) posterior al juicio ejecutivo ya sustanciado."
(Fernández-Gomez Leo, "Tratado Teórico Práctico de Derecho Comercial", Ed.
Depalma, Año 1991, T. III-D, págs. 339/343). 

El demandado alega que el certificado carece de elementos esenciales para ser


considerado título ejecutivo puesto que pone en duda que las firmas insertas de sus
creadores como representantes del banco, desconociendo la calidad de gerente y
contador del mismo. 

En lo que hace específicamente al requisito de las firmas que debe poseer el certificado
para que pueda considerárselo título ejecutivo, la doctrina ha establecido que "El
certificado debe llevar la firma del gerente y del contador del banco acreedor, sin
necesidad de que se hallen autenticadas. En ausencia de los titulares de esos cargos
administrativos, podrá ser firmado por los reemplazantes naturales dentro de la
estructura orgánica del banco." (Fernández-Gomez Leo, "Tratado Teórico Práctico de
Derecho Comercial", T. III-D, pág. 341, parág. IV).- En esa misma línea se ha
pronunciado la jurisprudencia nacional, diciendo que "La exigencia formal es que el
certificado se halle refrendado conjuntamente por el gerente y contador del banco
emisor (Cám. C.C., II, LL, 1988-E, 35), sin necesidad de que se acredite la prueba de
los cargos desempeñados por los firmantes (LL, XXIII, 83), ni la autenticación de las
respectivas firmas que suscriben el certificado (LL, 107, 985)." Ello sólo bastaría para
rechazar sin más la defensa interpuesta, no obstante ello con la documental obrante a
fs.142 se acredita debidamente los cargos de gerente y contador de los firmantes del
certificado de saldo deudor, lo que echa por tierra el argumento esgrimido como
defensa.- 

VI.- Asimismo cuestiona el apelante la ejecutabilidad de la fianza afirmando que se ha


afianzado otro número de cuenta corriente, y que habiendo variado también la entidad
bancaria contratante no cabe simplemente traspolar y concluir que se trata de la misma
cuenta, afirmando haberse desvinculado de la entidad afianzada. 

Con respecto a tal fundamento, cabe precisar que conforme a lo informado por el perito
contador que la cuenta identificada con el N° 33510000000567-8 es la misma cuenta
que la identificada con el N°  051-16-576-8 (fs. 212). Por ello el argumento no es de
recibo. 

Conforme a ello se ha expresado: ".Es válida la fianza otorgada "para todas las
operaciones" que el afianzado realizara con determinada persona, aunque no se limitara
la garantía al importe de una suma determinada y el crédito resulte así incierto." (Cód.
Civil anotado por Salas-Trigo Represas, Ed. Depalma, Tomo I, pág. 472). 
En esa línea argumental ha establecido el Tribunal Superior de Justicia que ".De lo
expuesto se desprende que nos encontramos frente a un contrato de fianza comercial
abierta (al comprender obligaciones futuras), pactándose a más de la solidaridad la
condición de fiador liso, llano y "principal pagador".La cuestión entonces se centra a
determinar si contra el garante juegan los mismos modos de ejecución que el acreedor
ostenta contra el afianzado. El instrumento de fianza se integra indefectiblemente con el
título hábil para promover la acción contra el obligado principal, formando una unidad
con virtualidad expansiva. Resulta procedente entonces, la vía ejecutiva para reclamar el
saldo resultante de la cuenta corriente bancaria, contra los fiadores del cuentacorrentista,
siendo menester el reconocimiento previo del compromiso asumido por el
garante."(TSJ,Sent.236 del 17.12.98). (énfasis agregado)- 

En el mismo sentido se ha dicho "cuando se presta una fianza con la modalidad de


obligación solidaria-"liso llano y principal pagador"- el negocio jurídico tiene un doble
carácter: es obligación solidaria frente al acreedor y al fiador se le aplican las
disposiciones relativas a los codeudores solidarios (art. 2005  CC)." ( CNCiv Sala C, 23-
4-91 Rep. JA             1992-475      , citado por Adriana Beatriz Rejón en "Fianza", Ed.
Juris, Jurisprudencia temática civil, pág. 17). 

El reconocimiento ficto de la demandada al no haber desconocido su firma en el


contrato de fianza base de acción, dejó preparada la vía ejecutiva conforme lo
establecido por el art. 519 inc. 1)  del C.P.C. Acorde con el mencionado artículo: La vía
ejecutiva podrá prepararse solicitando que.inc.1) "El deudor reconozca su firma, cuando
el documento no trajere directamente aparejada ejecución." 

En consecuencia el objeto de la fianza estaba específicamente plasmado en el contrato,


por lo que resulta plenamente válido. Conforme a ello se ha expresado: "Es válida la
fianza otorgada "para todas las operaciones" que el afianzado realizara con determinada
persona, aunque no se limitara la garantía al importe de una suma determinada y el
crédito resulte así incierto." (Cód. Civil anotado por Salas-Trigo Represas, Ed.
Depalma, Tomo I, pág. 472). - 

Además, conforme lo dispuesto por el art. 2.006 del C.C." La fianza puede contratarse
en cualquier forma: verbalmente, por escritura publica o privada; pero si fuese negada
en juicio, sólo podrá ser probada por escrito." - 

Cabe destacar que en el contrato de fianza reconocido fictamente por el demandado, se


afianza la cuenta corriente de Vectra Agropecuaria SA:" y de todas las demás
obligaciones emergentes del contrato de cuenta corriente mencionada, ya se trate de
saldos deudores se regirán conforme a las condiciones contractuales y/o reglamentarias
vigentes para la cuenta corriente bancaria y/o utilización de descubiertos en esa cuenta
corriente, que a tal efecto podrán celebrarse entre partes, renovaciones totales o
parciales o ampliaciones de las mismas...Nos obligamos al pago de capital, ajustes
intereses compensatorios o punitorios y demás accesorios de dichas operaciones...con la
misma extensión con lo que lo ha hecho o haga el nombrado deudor y sin necesidad de
ratificación ni aviso alguno en cada caso..." fs.48, énfasis agregado).- 

Por ello, siendo el título por el que se acciona de los que traen aparejada ejecución
corresponde rechazar la defensa de inhabilidad de título y mandar llevar adelante la
ejecución en contra del demandado. 

Con respecto a la invocación de la ley de defensa del consumidor, cabe destacar que el
demandado no cuestiona ninguna claúsula concreta del contrato por el firmado. Por otra
parte, la cita del fallo del TSJ, en que se hace referencia al débito de deudas de tarjetas
de crédito deviene insustancial, ya que de la pericial contable no surge ningún débito
efectuado en tal concepto. Con respecto al cuestionamiento al incumplimiento del deber
de información,, además de no precisar lo que no le fue informado, tampoco puede
prosperar ya que en el contrato de fianza firmado por el demandado, se establecen
claramente los alcances de la fianza. 

Cabe citar al respecto lo expresado por Ricardo Luis Lorenzetti, en Consumidores,


segunda edición actualizada, Ed. Rubinzal Culzoni pág. 469 y siguientes, cuando hace
referencia a lo relativo a la actividad bancaria, aclarando que se estipula que se
consideran abusivas las claúsulas que : a) Otorguen al proveedor la facultad de
modificar unilateralmente el contrato; excepto en relación a los que se hubieran
celebrado por tiempo indeterminado y que además reúnan los siguientes requisitos:1)
Los eventuales cambios se hallaren expresamente previstos en el contrato.2) El cambio
no altere el objeto del contrato. Se encuentre prevista la notificación del cambio al
usuario. De lo relacionado cabe precisar que no ha logrado acreditar el demandado
ninguna de las situaciones en las cuales pueda considerarse abusiva ninguna cláusula,
reiterando que de todos modos ninguna se ha individualizado al invocar la LDC. 

VII.-Con respecto al cuestionamiento a los intereses pactados, cabe recordar que los
jueces pueden y deben morigerar los intereses cuando los mismos resultan exorbitantes,
por ser contrarios a la moral y a las buenas costumbres, toda vez que el juzgador no
puede cohonestar la usura, ni el abuso. Tampoco puede alegarse que la circunstancia de
resultar pactados impida su morigeración, pues hasta la aplicación de la ley puede
objetarse cuando el ejercicio de los derechos que ella reconoce resultan abusivos.- 

Así lo ha sostenido la jurisprudencia manifestando que: "(.) la facultad morigeradora de


los jueces sobre las tasas de interés excesivas, abarca todos los tipos de interés, sea este
compensatorio, resarcitorio o moratorio, punitorio, que operen en este último caso como
cláusula penal. Esta facultad morigeradora se ha extendido no sólo sobre los intereses
provenientes del mutuo, sino también a otras circunstancias contractuales, en tanto su
monto no guarde con el perjuicio sufrido o importen una demasía irritante (.)" (cfme.
CCC Bell Ville, Fisco de la Provincia v. Ballario, D., AI N° 118, SJ N° 1004, 328). 

Como la morigeración puede y debe ser efectuada de oficio, no obsta que la parte
ejecutada no lo hubiera solicitado en la instancia anterior -dado que los codemandados
se han mantenido en rebeldía- "Si resulta manifiesto el exceso en la tasa de interés
convenida, se impone su corrección y morigeración por parte del órgano jurisdiccional,
aunque no se haya defendido el demandado. Las facultades de morigeración de la tasa
de interés del juez pueden ser utilizadas en cualquier etapa del juicio, toda vez que las
cláusulas contractuales como las normas jurídicas tienen que interpretarse dentro del
marco de la racionalidad como integrador del sistema jurídico" (Cámara 8ª CC Cba.
Sent. N° 71, 24-5-05 - publicada en Foro de Córdoba N°            106 - 2006      , sección
síntesis de jurisprudencia, reseña N° 27, pág. 219). 

Por lo expuesto y en virtud de los Artículos 1197, 1198, 1071 y 953 del Código Civil,
corresponde, en el caso, armonizar el principio de autonomía de la voluntad con los
cánones de buena fe, prohibición de ejercicio abusivo de los derechos, moralidad y
buenas costumbres. En efecto, cuadra aplicar los intereses que fueran pactados por las
partes -compensatorios y punitorios- hasta el límite del treinta y seis por ciento anual
(36 %), comprensivo de un veinticuatro por ciento anual (24%) en concepto de
compensatorios y del doce por ciento anual (12%) a título de punitorios. 

Por tales razones propugno revocar la sentencia de primera instancia haciendo lugar al
total de la ejecución promovida en contra del Sr. Benjamín Fernando Buteler, hasta el
completo pago de la suma reclamada con más sus intereses conforme lo establecido
precedentemente desde la fecha de la mora y hasta su pago.- 

VIII.- En cuanto a las costas, debido el resultado obtenido corresponde se impongan en


ambas instancias a la parte demandada por resultar vencida (art. 133  del Cód. Procesal).
Corresponde en consecuencia dejar sin efecto las regulaciones de honorarios de los
letrados en la anterior instancia debiendo adecuarse acorde con el sentido de este
decisorio. En cuanto a los porcentajes regulatorios del Dr. Carlos José Molina en el 38%
del punto medio de la escala del art. 36  del CA que corresponda de conformidad a las
pautas cualitativas establecidas en el art. 39 CA.- 

A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA EL SR. VOCAL DR. JOSE MANUEL


DIAZ REYNA, DIJO: Adhiero a la solución propiciada por la Sra. Vocal preopinante,
expidiéndome en igual sentido.- 

A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA EL SR. VOCAL DR. HECTOR HUGO


LIENDO, DIJO: Adhiero a la solución propiciada por la Sra. Vocal Dra. Graciela M.
Junyent Bas, expidiéndome en igual sentido. 

A LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA LA SRA. VOCAL DRA. GRACIELA


M. JUNYENT BAS, DIJO: A mi juicio corresponde 1) Revocar la sentencia recurrida
en todos sus términos, dejando sin efecto la condena en costas y regulación de
honorarios la que deberá adecuarse al resultado del presente pronunciamiento. 2)
Rechazar las excepciones de falta de legitimación, inhabilidad y falsedad de título
interpuestas. 3) Mandar llevar adelante la ejecución hasta el completo pago de la suma
reclamada con más intereses al 36% anual desde la fecha de la mora y hasta su efectivo
pago, y costas. 4) Establecer el porcentaje regulatorio del Dr. Carlos José Molina en el
38% del punto medio de la escala del art. 36 del CA que corresponda. 

Así Voto. 

A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA EL SR. VOCAL DR. JOSE MANUEL


DIAZ REYNA, DIJO: Adhiero a la solución propiciada por la Sra. Vocal preopinante,
expidiéndome en igual sentido.- 

A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA EL SR. HECTOR HUGO LIENDO,


DIJO: Adhiero a la solución propiciada por la Sra. Vocal Dra. Graciela M. Junyent Bas,
expidiéndome en igual sentido.- 

Por todo lo expuesto, SE RESUELVE: 1) Revocar la sentencia recurrida en todos sus


términos, dejando sin efecto la condena en costas y regulación de honorarios la que
deberá adecuarse al resultado del presente pronunciamiento. 2) Rechazar las
excepciones de falta de legitimación, inhabilidad y falsedad de título interpuestas. 3)
Mandar llevar adelante la ejecución hasta el completo pago de la suma reclamada con
más intereses al 36% anual desde la fecha de la mora y hasta su efectivo pago, y costas.
4) Establecer el porcentaje regulatorio del Dr. Carlos José Molina en el 38% del punto
medio de la escala del art. 36 del CA que corresponda.-Protocolícese y bajen.-

Fuente: http://www.diariojudicial.com/contenidos/2013/01/22/noticia_0004.html

C.-Nota de Fallo.-
Partiendo de la premisa y cuestión conflictiva, basamento de los
pronunciamientos de I° y II° Instancia, hacemos referencia a las Excepciones de Falta
de Legitimación y e Inhabilidad o Falsedad de Titulo.-
Tomando en consideración, la materia de juicio, las mismas han sido
interpuestas y resueltas en tiempo y forma, según los normado en los artículos 545 y
ss-CPCC.
Pero el quid de la casuística radica en que si fueron procedentes o no al progreso
de la acción, y para ello aludimos a la Representación Legal o Convencional, que es lo
invocado como fundamento de la discusión de agravio.
Ya lo estipula el Código Procesal Civil y Comercial de rito, de esta Provincia,
que toda persona posee capacidad necesaria y puede comparecer antes los tribunales por
sí o por medio de apoderado, por los que no se hacen en tal condición lo harán sus
representantes legales- articulo 79 CPCC. Como así también es el caso de una
representación voluntaria, situación que es la que nos preocupa-articulo 81 del citado.-
Sentencia de Sala V, 29 de Noviembre de 1995 (caso Ansaldo Argentina S.a. C/ Agua
y Energía Eléctrica S.e. S/Contrato Administrativo Causa: 27.392/95)/Personeria-
Representacion Voluntaria.-
Dicho esto diremos que la representación convencional invocada por la parte
Actora Banco Macro S.A, ha sido acreditada e instrumentada en legal, tiempo y forma
en marras, habilitando de este modo su representación y cumplimentando los actos
procesales pertinentes al impulso de la acción.
Respecto a las Excepciones específicamente planteadas e interpuestas al
progreso de la acción, circunstancia agraviante para parte Actora, cuestión que nos trae
a analizar, referimos a que la Falta de Legitimación se fundamenta únicamente en la
falta de capacidad civil y en la falta o insuficiencia del poder, circunstancia que ocurren
cuando el ejecutante o ejecutado es insano, menor de edad, concursado o, condenado
criminal o existieren irregularidades en la confección del poder otorgado. /Nota
Artículo 544Excepciones/Ley. 6, Ley Provincial, 2335, 21-08-1986 –Provincia de
Misiones/Julio Cesar Ruso.
No existiendo ningún cuestionamiento a este planteo, consideramos, ya que la
documentación e instrumentación de la representación, ha recorrido las vías
administrativas y legales para su habilitación y sustento para los apoderados de Banco
Macro S.A.
Respecto a la Excepción de Inhabilidad o Falsedad de Titulo, de lo cual se
cuestiona la validez de un contrato accesorio de fianza, a una obligación principal,
aducimos que la acción ejecutiva tiene por objeto cobro de una acreencia en virtud de
un título que la ley presume cierto, debiendo contener en sí mismo dos conceptos
fundamentales- suficiencia e integración. Suficiencia conteniendo todos los recaudos
que exige la ley objetiva y los requisitos de admisibilidad de la ley de rito, entre estos
últimos es indispensable haber negado la deuda. La misma es conditio sine qua non de
la admisibilidad de la excepción de inhabilidad de título. /Nota Artículo
544/Excepciones/Ley. 6, Ley Provincial, 2335, 21-08-1986 –Provincia de
Misiones/Julio Cesar Ruso.
Por lo que vemos no parece estar en tela de juicio la validez del contrato de
fianza.
Por citar autores como Lino Palacio/ Manual de Derecho Procesal Civil /Lexis Nexis/
Abeledo Perrot, 2005, página 724,…que resulta improcedente si se funda la
inhabilidad de título en circunstancias ajenas a las formas extrínsecas del mismo. Y
normas concordante artículos 51,101 y 103 del decreto –ley 5965/63 y 523 inc. 5 del
código de comercio.

Sentencia de Cámara Federal de Apelaciones de San Martín, 14 de Diciembre de


2004 (caso Recurso de Cámara Federal de Apelaciones de San Martín 3319/04
"Banco de la Nación Argentina c/San Pedro Cer 14/12/04/EXCEPCION DE
INHABILIDAD DE TITULO. Requisitos del título ejecutivo. Procedencia.-

En lo que sigue y con respecto a lo que ha sido considerado título ejecutivo de


esta acción, invocamos a otro de los cuestionamientos,-Constancias de saldos deudores
de cuenta corriente.
El carácter “ejecutivo” del título en cuestión está expresamente reconocida en el tercer
párrafo del art. 793 del Código de Comercio, el que establece: “…Las constancias de
los saldos deudores en cuenta corriente bancaria, otorgadas con las firmas conjuntas
de gerente y contador del banco serán consideradas títulos que traen aparejada
ejecución, siguiéndose para su cobro los trámites que para el juicio ejecutivo
establezcan las leyes de procedimiento del lugar donde se ejercite la acción…”
(Párrafo agregado por D.L. 15.354/46).En concordancia con ello el inciso 5 del art.
521 del CPC, en lo pertinente, dispone: “Los títulos que traen aparejada ejecución son
los siguientes:…5)…y la constancia de saldo deudor de cuenta corriente bancaria,
cuando tuvieren fuerza ejecutiva de conformidad con las disposiciones del Código de
Comercio o ley especial…” (Textual). Por consiguiente, como regla, si la entidad
bancaria promueve el cobro de un saldo de cuenta corriente por la vía ejecutiva, el
deudor sólo podrá oponer las defensas que para este tipo de juicio establece el art. 542
del CPC y con el margen de debate “acotado” que la misma norma admite.
Concretamente, en lo que aquí interesa, si se plantea la excepción de inhabilidad de
título, el inciso 4 del art. 542 del CPC establece que “…se limitará a las formas
extrínsecas del título, sin que pueda discutirse la legitimidad de la causa…” (Textual).
La razón del legislador, obviamente, ha sido la de dotar al titular del crédito de una vía
rápida de cobro que garantice la agilidad del tráfico comercial, la que –de acuerdo a
la doctrina tradicional- se vería entorpecida con el sometimiento al juicio ordinario, ya
que en éste la discusión puede incluir aspectos causales (Morello-Sosa-Berizonce
“Códigos Procesales en lo Civil y Comercial de la Pcia. de Bs. As. y de la Nación”,
2da. Edición, Ed. Librería Editora Platense, Bs. As., 1994, t. VI-A, pág. 262 y ss.).
Lógicamente, para compensar la restricción al “derecho de defensa” que implica el
limitado marco cognoscitivo del juicio ejecutivo, el legislador procesal ha previsto la
posibilidad de promover un juicio de conocimiento posterior (art. 551 del CPC; arts.
18 de la CN; 15 de la Const. Prov. Y art. 8 del Pacto de San José de Costa Rica),). De
allí surge el carácter de simple “cosa juzgada formal” que se otorga a la sentencia del
juicio ejecutivo (argto. doct. Augusto Mario Morello “Manual de Derecho Procesal
Civil. Procesos Especiales”, Ed. Abeledo – Perrot, Bs. As., pág. 65). Del juego
armónico de las normas referidas anteriormente, podría extraerse, como primera
conclusión, que el texto de la ley posterga el debate causal para el juicio ordinario
posterior, descartando toda posibilidad de discusión sobre el punto dentro del marco
del juicio ejecutivo./ CERTIFICADO DE SALDO DEUDOR DE CUENTA
CORRIENTE-SALDOS PROVENIENTES DEL SISTEMA DE TARJETA DE
CRÉDITO INHABILIDAD DE TÍTULO.REGISTRADA BAJO EL Nº 106 (S)
Fº577/582/Expte. Nº 150.955 Juzgado Nº 13/Mar de plata/ "BANCO SANTANDER
RIO SA C/ VENUTO, JUAN Y OTRA S/ COBRO EJECUTIVO".
Por lo que en este argumento de rechazo a la excepción de inhabilidad de título,
podría haber disidencia
Otro de las cuestiones que merece análisis es sobre la ejecutabilidad de la
fianza.
La diferencia entre el total de los débitos y los créditos, constituirá el saldo de la
cuenta. De resultar éste favorable al cliente, podrá retirarlo.
Si por el contrario el saldo es deudor, se confecciona el certificado con la firma
del gerente y contador (art. 793, ap. 3º del C. Com) constituyendo título ejecutivo (art.
521 inc. 5 CPCBA, art. 523 inc. 5 CPCCN).
Repárese que el documento mencionado es conformado unilateralmente por los
bancos, ya que el cliente se limita a suscribir un contrato de cuenta corriente y luego a
operarla. Una vez cerrada la misma, con saldo deudor, las entidades financieras - serán
las únicas responsables de elaborar el instrumento a ejecutar. Esta facultad se asienta en
la presunción de legitimidad de la contabilidad bancaria y, sin lugar a dudas, procura
salvaguardar la fluidez en los ingresos y el recupero de fondos que requiere el sistema.
Sobre este aspecto, la jurisprudencia ha señalado -correctamente a nuestro modo
de ver- que la excepción de cosa juzgada procede cuando habiéndose denegado la
ejecución en virtud de haber prosperado una excepción perentoria (falsedad de título,
prescripción, pago, compensación, etc.), el actor interpone una nueva pretensión
ejecutiva fundada en el mismo título que el anterior. Sin perjuicio de ello, la defensa
aludida no tendrá asidero si se subsanaron las deficiencias formales que dieron lugar a la
inhabilidad de título en virtud de la facultad excepcional que se ha otorgado a los
bancos para extender un título ejecutivo (art. 793 del C. Com.), por lo que, al ser el
saldo deudor de cuenta corriente bancaria un documento de creación unilateral
efectuado por el propio ejecutante resulta procedente la iniciación de otro juicio, sobre
la base del nuevo título así producido./Trabajo presentado Por Silvina Cairo y Juan
Manuel Hitters/ CUENTA CORRIENTE BANCARIA: ALGUNOS ASPECTOS
SUSTANCIALES Y PROCESALES.-
En cuanto a intereses aplicables partiendo de la base que la mora se traduce en el
derecho que tiene el banco de incrementar la alícuota de interés a partir de la fecha de su
constitución, el porcentual exigible quedará integrado con la tasa de interés
compensatorio que persiste luego del cierre de la cuenta, con más la tasa del moratorio
-también llamado punitorio en la jerga bancaria- que puede adicionar con carácter
sancionatorio por el retardo incurrido, hasta el efectivo pago.
Constituyendo este último una penalidad, debe existir pacto a su respecto o una
ley en sentido material que los imponga. Se ha dicho que si no existe prueba de que se
hubiere pactado un interés punitorio para el caso de mora, ni el Código de Comercio
contiene disposición alguna que lo establezca legalmente cuando se trata de saldos
deudores de una cuenta corriente bancaria, no cabe su acogimiento (arts. 652 y 791 del
CC, art. 375 del CPCC).68 No obstante ello, yendo aún más lejos, sentado el origen
convencional de los punitorios -strisctu sensu- y teniendo en consideración que los
caracteres de literalidad, abstracción y autonomía del saldo de cuenta corriente bancaria
impiden acudir al negocio jurídico sustancial que le dio causa, se ha resuelto que no
corresponde la condena al pago de los intereses mencionados aunque haya existido
pacto expreso que los establezca.
Consideramos importante recalcar que esta doctrina sólo deviene aplicable para
el cómputo de los intereses punitorios que operen luego del cierre de la cuenta, ya que
los anteriores se encuentran incorporados al saldo deudor, y su discusión -con
fundamento o no- no es admisible en el proceso ejecutivo. Por esta misma razón,
entendemos que en este tipo de proceso, el juez solamente podrá morigerar los intereses
posteriores al cierre de la cuenta más no los anteriores toda vez que éstos podrán
discutirse únicamente en un juicio plenario.
De todos modos, habrá que hacer un adecuado balance para moderar los frutos,
ya que la persona que posee su cuenta corriente cerrada no puede estar en mejores
condiciones que aquélla que efectúa un gran esfuerzo para evitar su clausura abonando
altas tasas.
También se ha aclarado en un pronunciamiento que resulta improcedente aplicar
la tasa sobre la base de lo legislado en el art. 565 del C. Com.70/ Trabajo presentado
Por Silvina Cairo y Juan Manuel Hitters/ CUENTA CORRIENTE BANCARIA:
ALGUNOS ASPECTOS SUSTANCIALES Y PROCESALES.-
Por lo expuesto brevemente, considero que el Fallo de Cámara se ha ajustado
restrictamente a la letra de la ley, doctrinas y jurisprudencias concordantes, para una
correcta aplicación del derecho al caso concreto, mas allá de las disidencias posibles con
determinadas cuestiones que hacen a la casuística e interpretación que requiere la
misma, coincidiendo en su totalidad a la resolución acaecida, en estos autos.-

D.- La Nota a fallo consiste en una interpretación-lectura que se efectúa desde distintos
puntos de vista y alcances posibles, ya sea desde una postura académica y basándose en
doctrinas-opiniones de los distintos autores del derecho-, y jurisprudencias.
Destacando o formulando reglas de derecho que coincidan o no con el caso en
cuestión.
Es un complemento del fallo, donde se exponen aspectos doctrinarios, de fondo,
de forma, en base a los cuales se interpreta el mismo.
Siendo conveniente iniciar encuadrando el caso identificando las pretensiones, el
derecho, su relación con las doctrinas estudiadas, para concluir en una valoración
basada únicamente en lo plasmado en la sentencia.-

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