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Educación

FLACSO ARGENTINA
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales

42
propuesta@flacso.org.ar
ISSN 1995- 7785
ARGENTINA

2014
Artículo
Normatividades de la vida cotidiana.
Género y sexualidad en los saberes, la política y la sociabilidad universitaria,
por Rafael Blanco,
Propuesta Educativa Número 42 – Año 23 – Nov. 2014 – Vol2 – Págs 55 a 64
Normatividades de la vida cotidiana.
Género y sexualidad en los saberes, la
política y la sociabilidad universitaria

Rafael Blanco*

El objetivo de este artículo es pro- En función del objetivo propuesto


blematizar los procesos de regu- el texto se organiza en cinco seccio-
lación social de las identidades de nes. En primer lugar se caracteriza el
género y sexualidad que se produ- problema de investigación, la pers-
cen en la experiencia estudiantil pectiva en torno a la experiencia
universitaria. Es el resultado de una estudiantil y la elección de las insti-
investigación desplegada entre tuciones en las que se llevó a cabo
2007 y 2012, para la que se realizó la investigación, Exactas (por su de-
un trabajo de entrevistas y obser- nominación coloquial) y Psicología.

Artículos
vación en las facultades de Ciencias En segundo lugar, se caracteriza el
Exactas y Naturales y de Psicología trabajo de observación y entrevistas
de la Universidad de Buenos Aires a estudiantes de estas facultades. En
(UBA). la tercera sección se presentan una
serie de escenas cotidianas en las
En la década comprendida entre el que se producen regulaciones sexo
año 2002 con la sanción de la “Ley genéricas en torno a las reglas de la
de Unión Civil” y el 2012 con la “Ley vestimenta, el habla cotidiana o la 55
de Identidad de Género”, se pro- discursividad política que indican
dujeron en Argentina procesos de los modos en que los y las estudian-
transformación de la vida pública tes se reconocen y son reconocidos
debido a la irrupción de colectivos como varones, mujeres, trans, hete-
con demandas y reivindicaciones rosexuales, lesbianas, gays y sus for-

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que interrogaron los vínculos en- mas posibles de manifestación. La
tre ciudadanía y sexualidad. Desde cuarta sección se centra en las ges-
entonces, fueron surgiendo nuevas tiones de la biografía que realizan
formas de reconocimiento estatal y los sujetos, y que confirman, reafir-
social, aunque resta saber aún los man, desestabilizan y reconfiguran
alcances de estos procesos en los las regulaciones de las identidades y
ámbitos cotidianos. Si bien la in- expresiones de género y sexualidad
vestigación educativa se orientó en en sus facultades. Finalmente, busco
este período al análisis de los víncu- ensayar una interpretación respecto
los entre escuela y regulaciones del del funcionamiento de esta norma-
género y las sexualidades, ¿pueden tividad. Es posible sostener que esta
transpolarse a la universidad, en procede delimitando umbrales di-
tanto institución educativa, los aná- ferenciales de intimidad pública, lo
lisis desarrollados para otros niveles que constituye un rasgo distintivo
de la educación? para la experiencia estudiantil en

Dr. en Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires; Lic. en


Ciencias de la Comunicación, Universidad de Buenos Aires. In-
vestigador Asistente CONICET en el Instituto de Investigaciones
Gino Germani (UBA). Miembro del Programa de Estudios sobre la
Universidad Publica (PESUP), del Grupo de Estudios sobre Sexua-
lidades (GES) y del Equipo de Estudios en Políticas y Juventudes
(EPOJU) en el IIGG. E-mail: rblanco@sociales.uba.ar

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Rafael Blanco

esta institución en comparación con pero también como un espacio don- cia que interesó analizar las regula-
otros niveles educativos, en los que de tienen lugar procesos de sociabi- ciones sexo genéricas en la expe-
prácticas como el hostigamiento lidad y de subjetivación atravesados riencia estudiantil universitaria. Esto
aparecen como la modalidad pre- por regulaciones sexo genéricas. implicó atender al hecho de que el
ponderante de disciplinamiento de modo en el cual cada persona se
las formas de “estar” en el espacio Las investigaciones desde los estu- identifica y espera ser identificada
público. dios sobre género y sexualidades y que presenta a través de múltiples
se han desplegado en un espectro acciones (los gestos y movimientos
diversificado de temas tales como corporales, como cruzar las piernas
las representaciones de estudian- o mover las manos al hablar, ma-
1. Tematizaciones del género y tes universitarios en torno a la ho- quillarse o no hacerlo, el cuidado
sexualidad en la vida cotidiana mosexualidad, la interrupción del del pelo y el peinado, el tono de la
universitaria embarazo, los vínculos afectivos y voz, la forma de vestirse, entre otras
sexuales (Toer, 1990 y 1998; Solís acciones) se realiza dentro de un es-
La vida cotidiana en las universida- y García Solano, 2011; Sánchez pectro limitado de representaciones
des argentinas, y especialmente el Olvera, 2011); las significaciones que brinda el orden cultural impe-
modo como el paso por estas mo- en torno al género que movilizan rante. Este se caracteriza, como ma-
dula las biografías de numerosos las estéticas corporales de los estu- triz de inteligibilidad, por el binomio
jóvenes en el marco de una época diantes (Zarza Delgado, 2009) o las varón/mujer para asignación del gé-
signada por las trasformaciones experiencias docentes en el campo nero y masculino/femenino para su
de los órdenes público, privado e de las pedagogías universitarias y expresión, articulado por el impera-
íntimo, constituye un terreno de sus vínculos con la construcción tivo de coherencia. En la investiga-
reflexión poco explorado. Sin em- de heteronormatividad (Bennett, ción realizada este orden adquiere, a
bargo, atender a este fenómeno 2006). No obstante, la vida cotidia- su vez, particularidades según cada
permite profundizar en la com- na en las instituciones universita- facultad: el tipo de saber que allí se
prensión de las universidades no rias ha sido escasamente abordada produce y transmite, la historia y la
solo como instituciones de transmi- y en especial lo que hace a la espe- cultura de cada institución y las ca-
sión de conocimiento sino también cificidad del espacio universitario racterísticas de su población operan
56 como instituciones que intervienen en la producción de normatividad definiendo sus contornos.
activamente en la producción de sexo genérica. La universidad ha
subjetividades (Carli, 2012). El paso sido únicamente el “telón de fondo” La elección de Exactas y Psicología
por la universidad a menudo movi- y no el escenario, es decir, un espa- se debe principalmente a dos razo-
liza procesos de formación política, cio con reglas propias que produce nes. En primer lugar, por el conoci-
reconfigura el universo de las amis- unas actuaciones particulares. Los miento que allí se transmite. Si el
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tades, impacta sobre los lazos fami- estudios sobre género, ciencia y saber que dominó la transmisión de
liares y, también, habilita una nor- tecnología, por su parte, han pues- conocimiento acerca de la sexuali-
matividad sexo genérica particular. to de manifiesto que la estructu- dad en las instituciones educativas
En una entrevista, un estudiante de ración jerárquica y de evaluación se inscribió históricamente en las
Psicología recuerda su llegada a la perpetúa las asimetrías entre va- currículas de las áreas de Ciencias
universidad: rones y mujeres (de accesibilidad a Naturales o las horas de Biología
los puestos, salarial, en la conside- (Felitti y Queirolo, 2009), ¿qué pre-
“Los primeros recuerdos los tengo ración social, entre otros) en el sis- sencia tenían estos saberes entre
muy asociados a salir del claustro tema científico bajo el supuesto de los y las estudiantes de esta facul-
de lo que es el colegio y a tener una la neutralidad de la ciencia (Maffia, tad? ¿Tramaban de alguna forma
vida sexual un poco más abierta, 2008). Respecto de los estudios so- la vida cotidiana? ¿Qué ocurría en
punto. Más circulación de mujeres bre universidad, como afirma Carli, Psicología, siendo que la sexuali-
que te pueden gustar y que pueden si bien la pregunta por la feminiza- dad constituye una dimensión cen-
gustar de vos. Eso sí lo recuerdo, lo ción de la educación superior ha es- tral del campo psi (Gogna, Pecheny
más positivo tuvo que ver con el tado presente en la segunda mitad y Jones, 2010)? En otras palabras,
sexo y no con las primeras mate- del siglo XX para analizar la compo- la elección de ambas facultades se
rias”. sición de la matrícula universitaria, relacionó con una hipótesis inicial
“se trata ahora de ampliar y comple- que buscaba analizar la dimensión
Ese tipo de huellas en la biografía jizar la mirada del género y la sexua- performativa del conocimiento en
que deja el paso por la universidad lidad más allá del binomio hombre/ las prácticas cotidianas. Pero, a su
permite caracterizarla como un es- mujer, incursionando en una diversi- vez, constituyó el emergente de
cenario de socialización cultural en dad mayor de identidades” (2014: 9). una situación de asombro producto
el que confluyen jóvenes con trayec- de la “apertura a la sorpresa”, como
torias familiares y escolares diversas, Es en función de esta relativa vacan- nombra Rockwell (2009) a la posibi-

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Normatividades de la vida cotidiana. Género y sexualidad en los saberes, la política y la sociabilidad universitaria

lidad de producir conocimiento en Políticas de Género” pegado en dife- se inscriben y del que adquieren su
el trabajo de campo. rentes espacios comunes de la Fa- sentido.
cultad; otro afiche impreso a colores
En Exactas, en 2008 comenzaban que, sobre un pizarrón, anunciaba A partir de ambos fenómenos la in-
a realizarse las primeras reuniones la “Campaña latinoamericana por el vestigación se orientó a indagar “la
públicas de un grupo de diversidad derecho al aborto legal, libre, seguro y normalidad” de la vida cotidiana: si
sexual. En hojas tamaño A4, blan- gratuito”, firmado por la agrupación esta es el terreno de la construcción
co y negro, pegadas en distintos “Pan & Rosas”, o uno repetido nueve de sentidos que orientan nuestra
espacios de circulación del edificio veces en el descanso de una escale- sociabilidad, ¿qué sentidos son pro-
(pasillos, descansos de escalera, ra que conecta el patio central con ducidos en relación con las expre-
baños) podía leerse: “Ciclo de cine el primer piso que invitaba: “28 de siones e identidades de género y
‘Ensalada Cerebral’ y CHEN (comu- mayo. Día Internacional para la Sa- sexualidad en estos espacios univer-
nidad homosexual de exactas y na- lud Integral de la Mujer. Video-taller sitario?, ¿cómo se materializan en
turales). Proyectaremos Shortbus en por el derecho al aborto. Hall de Inde- las prácticas cotidianas de los y las
el contexto de cine LGBT (lésbico, pendencia, 19:30hs”. Lo sorpresivo se estudiantes de Psicología y Exactas?
gay, bisexual, trans). Viernes 12/09, relacionaba con la recurrencia temá- En definitiva: ¿qué sociabilidades
20hs Aula Magna del Pabellón II”. En tica de “género” y “mujer” por con- producen?
el paisaje habitual de esta facultad, traste con las otras facultades, y la
dominado por grandes letreros que estrategia de interpelación al estu-
tematizaban la insuficiencia del pre- diantado a partir de estos enclaves
supuesto universitario, el rol de la en detrimento de otros tradicionales 2. Breve nota sobre la
universidad en la sociedad o diver- de la militancia de izquierda. Si bien investigación
sos conflictos con el Estado nacional promediando la primera década del
(“¿Qué esperamos de la Educación 2000, la “agenda de género” comen- El trabajo de entrevistas y observa-
Superior? Educación para el cambio zaba a ser un tema recurrente en ción se dividió en dos etapas: una
social”, “¿Redistribución de la rique- las agrupaciones estudiantiles, esta primera aproximación a un con-
za? ¡Basta de Verso!”, “Anulación ya adquiría en Psicología -en virtud de junto mayor de unidades acadé-
de la Ley de Educación Superior”, en- su población- un énfasis diferencial micas entre mayo y noviembre de
tre otros), que interpelan a partir respecto de otras facultades (Blan- 2008 y, luego, el trabajo de campo 57
de identidades políticas reconoci- co, 2014). Como sostenía la platafor- propiamente dicho (es decir, la de-
bles por su tradición en la univer- ma impresa de una agrupación con limitación de coordenadas espacio
sidad (“Izquierda socialista”, “Nueva motivo de las elecciones estudianti- temporales de indagación), que
Izquierda”, “Unión de Juventudes por el les de 2009: “en Psico, donde el 80% tuvo lugar entre marzo de 2009 y
Socialismo”), la proyección en el aula de los estudiantes somos mujeres, noviembre de 2011. Se realizaron

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magna de la Facultad de un film con desde hace cinco años pusimos en pie 36 entrevistas a estudiantes avan-
recurrentes escenas de sexo explícito la Secretaría de la Mujer”1. zados de las carreras de Psicología
que transcurren en un club nocturno (Facultad de Psicología) y de Biolo-
de Nueva York (llamado Shortbus), Por su singularidad o su repetición, gía, Física, Química y Ciencias de la
parecía establecer cierta disrupción ambos fenómenos permitieron Computación (Facultad de Ciencias
en el escenario cotidiano. avanzar desde la observación y el Exactas y Naturales),2 muchos de los
registro a la interrogación: ¿por qué cuales se encontraban cursando las
En cuanto a Psicología, la sorpre- allí?, ¿por qué un grupo de diversi- últimas materias, lo que posibilitó
sa estuvo dada por la presencia de dad sexual en Exactas?, ¿por qué la la recuperación retrospectiva de su
una acción sostenida por parte de problematización respecto del gé- paso por la universidad procesada
las agrupaciones estudiantiles de nero en una facultad que tematiza por la experiencia posterior y por las
realización de eventos en torno a la fuertemente la sexualidad, como expectativas e interpretaciones de
mujer y el género, como la “charla es la de Psicología? Como primeros la situación de entrevista. El número
debate: crisis capitalista, trata y vio- indicios, estos dos acontecimientos y las características de las personas
lencia hacia la mujer” organizada resultaron de interés ya que cons- entrevistadas fue definido por cri-
por la Presidencia del Centro de Es- tituían una marca distintiva en re- terios de saturación teórica, en tér-
tudiantes en el marco de la “Jornada lación con el resto de las unidades minos de Glaser y Strauss (1967), es
contra la trata” e impulsada por la académicas en las que realizaba un decir, el trabajo finalizó cuando no
comisión de mujeres de la Federa- primer trabajo exploratorio, a la vez se logró hallar ninguna nueva “infor-
ción Universitaria de Buenos Aires que una seña particular de estas mación” relevante a las ya propor-
(FUBA); el ícono de una mujer em- instituciones. El procedimiento de cionadas en otras entrevistas.
barazada con un libro bajo el brazo indagación se orientó a la descrip-
con la leyenda “Dale el sí a la cursada ción de los vínculos de estos con el Los sujetos entrevistados de am-
para embarazadas de la Secretaría de entramado más amplio en el que bas facultades cursaron y aproba-

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Rafael Blanco

ron el Ciclo Básico Común -el curso relevamientos estadísticos disponi- vínculos afectivos y sexuales en esta
anual de ingreso a la UBA- entre los bles (Censo UBA 2004 y 2001). Por institución.
años 2002 y 2005, y comenzaron su último, en el transcurso del trabajo
carrera entre los años 2003 y 2006. de campo, una minoría de estudian- Esta visibilidad, las “parejas que se
Cuando se llevó a cabo la entrevis- tes varones de ambas facultades se ven por todos lados” refiere, implí-
ta tenían entre 23 y 29 años. En su refirió a sí mismo como gay; otros y citamente, a los vínculos hetero-
mayoría, las personas entrevista- otras asumieron implícitamente una sexuales y a una de sus formas de
das que estudian en Psicología vi- identidad heterosexual. Nadie asu- producción social. Es sobre este
ven en la Ciudad de Buenos Aires, mió, tácita o manifiestamente, otra fondo de relaciones habituales que
aunque una alta proporción de es- identidad de género o de sexuali- se recortan otras formas de socia-
tudiantes reside en localidades de dad “por fuera” de la división varón/ bilidad afectiva y sexual: dada por
los cordones urbanos Oeste y Sur mujer y heterosexualidad/homose- supuesta, la heterosexualidad de
del Gran Buenos Aires. Una baja xualidad masculina. la población estudiantil se marca
proporción se desplazó de otra solo en su diferencia. El “el va-de-
provincia para realizar sus estudios suyo heterosexual”, como denomina
en la UBA, decisión en la que pesó Wittig (2006) esa operación habi-
fuertemente el prestigio familiar 3. Las instituciones. Regulaciones tual por la cual un principio eviden-
otorgado a esta institución. Fenó- sexo genéricas en la política, la te (la heterosexualidad) estructura
meno poco habitual en la FCEyN, sociabilidad y los saberes todas las relaciones humanas, se
una minoría de quienes fueron en- interrumpe a causa de una marca-
trevistados son la primera genera- Interesa describir algunas escenas ción específica: como afirma una
ción de universitarios de su familia. cotidianas en las que se regulan las estudiante, en Biología “son todas
En proporciones similares, proce- formas posibles de expresar e iden- chicas. Hay re-pocos varones y los
den de colegios de gestión estatal tificarse en términos genéricos y que hay son gays”.
y de gestión privada, muchos de sexuados a partir del trabajo de in-
ellos religiosos. En Exactas, por su dagación realizado. En primer lugar, En Psicología, el estudiante-gay y la
parte, la mayoría de las personas es posible mencionar las distintas estudiante (“mina”, “minita”, la “típica
entrevistadas proviene de colegios formas de visibilidad de los vínculos alumna”) son dos figuras arquetípi-
58 estatales, y una alta proporción, de afectivos y sexuales que imperan en cas que caracterizan en diferentes
instituciones medias dependientes las facultades. relatos a la población de la Facultad:
de la UBA: el Colegio Nacional Bue- los varones homosexuales (que
nos Aires o la Escuela Superior de En Exactas, la particularidad del son definidos de diferentes modos:
Comercio Carlos Pellegrini. En su tiempo/espacio compartido en la “gays”, “putos”, “homosexuales”) y un
mayoría viven en la Capital Federal, institución (al menos seis horas dia- tipo de feminidad estigmatizada,
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y una minoría en localidades del rias de clases, en un mismo campus identificada por su procedencia geo-
sur bonaerense. con numerosos espacios de estudio, gráfica (“generalmente del interior”) y
trabajo y ocio) facilita lo que nume- socioeconómica (entre clase media y
Los perfiles de los sujetos entrevis- rosos estudiantes denominan “la trabajadora, “tipo oficinista”, “que sale
tados fueron variando a medida teoría de la endogamia”3. Este tópico de la oficina y viene porque dice ‘sí, ay,
que avanzaba la investigación. Par- es reiterado en los relatos: vínculos estudio Psicología’”), con un carácter
ticiparon en diferentes instancias que se arman durante las horas de particular (“llora porque no llega para
del trabajo de entrevistas tanto es- estudio y preparación de un tra- el parcial”, “por notas”) e intereses
tudiantes que militaban en alguna bajo práctico, en las fiestas, en los (“busca novio acá”, “habla de chicos”,
agrupación estudiantil como así espacios de militancia o en el foro “del novio o pibe con el que está sa-
también otros que no realizaban ac- virtual. “Parejas que son compañeros liendo”, “de ropa”), se caracteriza, con
tividad alguna en este sentido o que de laboratorio, que hacen materias énfasis, por un rasgo: es “histérica”.
habían tenido alguna participación juntos”, que son “no solo compañe- Los varones homosexuales, por su
coyuntural. En concordancia con la ros de la Facultad, sino de la cursada”, parte, poseen un margen de visibi-
conformación de las características “parejas e incluso familias que son lidad (e incluso hipervisibilidad) di-
estudiantiles, la proporción de es- intra-Facultad” (como comenta una ferente del de las lesbianas, hecho
tudiantes mujeres entrevistadas fue entrevistada, “la mayoría de los pro- que actualiza tres décadas después
mayor en Psicología, mientras que fesores están casados con biólogos o el comentario de Rich acerca de las
en FCEyN la cantidad de entrevistas químicos, se mantuvo después de la profundas implicancias que asume
realizadas a varones y mujeres fue carrera”) van caracterizando en con- la intersección entre género y sexua-
equivalente. Los criterios de resi- cordancia con los trazos generales lidad: “A nadie sorprende que se infor-
dencia, institución educativa de pro- de la sociabilidad (caracterizada por me que las lesbianas permanecen más
cedencia y nivel de escolarización un entrevistado como “un consorcio” ocultas que los homosexuales mascu-
familiar se corresponden con los por la proximidad de los lazos), los linos” (1986: 23).

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Normatividades de la vida cotidiana. Género y sexualidad en los saberes, la política y la sociabilidad universitaria

Estas formas de visibilidad van a disciplinar la manifestación en el ble […] Las tres mujeres que tienen
acompañadas de toda una feno- espacio público de determinadas presencia son muy machonas. Y
menología presente en la vida co- expresiones de género (las refe- si no, son todos hombres. Los que
tidiana para clasificar, reconocer, rencias a la psicosis y la histeria en pasan por los cursos son casi todos
expresar o identificarse que actua- Psicología) o identidades sexuales hombres”.
lizan cada vez las regulaciones sexo (las apelaciones al orden natural en
genéricas. No sólo en las formas de Exactas). Como expresa un entre- La voz de esta estudiante da cuen-
tipificación entre pares, que traza vistado de Psicología que se autoi- ta de las asimetrías entre varones
la distinción entre varones y homo- dentifica gay: y mujeres (que refiere también en
sexuales, y marca para la identidad otras entrevistas a las dificultades
no heterosexual una condición de- “De la militancia de izquierda ni de estas para tomar la palabra en
gradada del género varón (“un 80% hablemos porque siempre, históri- una asamblea) y a su vez, de los im-
de la Facultad son mujeres. Un 20% camente, fueron mataputos. A eso perativos de coherencia que se na-
somos de sexo masculino. De esos, un sumale el peso que la neutralidad turalizan en la crítica a la desigual-
10% somos varones y el resto te diría y abstinencia analítica ejerce para dad entre géneros. Si para Butler,
que algo indefinido”, comenta un que todos seamos bien discretos y la exigencia de coherencia está
estudiante haciendo uso de un co- no se nos note nada (ni la putez ni presente no sólo en la producción
mentario recurrente), sino también ninguna otra cosa), por eso creo de la heterosexualidad coherente
en las clasificaciones que moviliza que nuestra facu es en ese sentido sino también en la “de la identidad
la vestimenta y estipulan un “grado de las más ‘aburridas’, más ‘política- lesbiana coherente, la identidad gay
cero”, un estilo neutro a partir del mente correctas’ y, por lo tanto de coherente y, dentro de estos mun-
cual todo corrimiento establece un las menos queer”.4 dos, la ‘marimacho’ coherente, la
sello distintivo en términos de géne- lesbiana femenina coherente” (2008:
ro o sexualidad. Junto a las formas de apropiación 173), es en esta serie que propon-
del conocimiento transmitido, este go también incluir a la identidad
Como señaló Barthes, el modo per- testimonio pone en escena otro lu- militante coherente. Esta se confi-
sonal de vestirse se encuentra en gar recurrente en la vida estudiantil gura a partir de una exigencia que
tensión más o menos conflictiva con fuertemente normativo: la militan- implica, para las mujeres, una hexis
la dimensión normativa, con la eva- cia universitaria. Si bien en la última corporal, un manejo de la voz y un 59
luación pública y anónima acerca década es posible identificar que las sentido de la oportunidad en el uso
de lo que llevamos puesto (2003). agrupaciones estudiantiles recurren de la palabra que tiene como límite
Los sentimientos de incomodidad o al género y la sexualidad –en detri- no transgredir las normas de géne-
“presión” (“Yo uso calzas, botas y una mento de o articulado con la clase o ro que organizan en esta facultad el
musculosa y me sentía “rara”; he cami- la generación– como modalidades espacio de la política, asociado a lo

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nado igual por Letras y me sentía una de interpelación en las que pre- público-masculino.
más”, comenta una estudiante de domina la imbricación de género
Física) dan cuenta de hasta qué pun- como sinónimo de mujer y sexuali- No obstante, vale decir que las hi-
to la vestimenta organiza experien- dad en tanto diversidad sexual, en pervisibilidades nombradas (un “ex-
cias en torno al género y la sexua- menor medida estas han favorecido ceso” de visibilidad respecto de la
lidad. Esto sucede ya que sobre los o propiciado una reflexividad crítica norma) no se traducen en una socia-
modos de vestir, como aprendizajes sobre las propias prácticas de mili- bilidad pública. Por el contrario, es-
diferenciales de la masculinidad y tancia (Blanco, ídem). Una estudian- tas operan de maneras subterráneas,
la feminidad, se inscriben las dife- te que participa en una agrupación mediante el establecimiento de có-
rencias de género junto a “las ma- independiente de Psicología afirma: digos restringidos de reconocimien-
neras de andar, hablar, comportarse, to; o bien invisibles como en el caso
mirar, sentarse, etcétera” que vienen “En una época eran casi todos hom- de las mujeres lesbianas, presentes
a señalar y recordar “los límites so- bres los del Centro de Estudiantes. como escrituras en los baños de las
ciales o, lo que viene a ser lo mismo, Presidentes, que yo recuerde, ya facultades, pero invisibles en otros
las clasificaciones sociales (la división hace tres períodos consecutivos que espacios de estas instituciones, o
masculino/femenino, por ejemplo), son hombres. Del Partido Obrero: -en el caso de Psicología- de las per-
naturalizarlas en forma de divisiones Manuel, Alejandro, Gabriel. Qué sonas trans como objeto recurrente
en los cuerpos” (Bourdieu, 1999: 187). raro. Qué loco, ¿no? Son casi todas de discurso.
mujeres en la Facultad y los presi-
Esta normatividad se produce tam- dentes del Centro siempre son varo-
bién en la circulación de opiniones nes. Y la única que es muy pública
que –como particularidad– tra- es machona-machona. Se parece
ducen los saberes disciplinares al más a un hombre que a una chica,
habla coloquial y, además, vienen en su forma de manejarse, es increí-

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ca a resguardo. En Psicología, una la profesión- aparece como un lugar


4. Los sujetos. Gestiones de la gestión identificada se relaciona de expresión de distintos intereses,
biografía entre la confirmación y con la aspiración a encarnar un gé- valores, tomas de postura, de mani-
la desestabilización nero y una sexualidad neutra, en la festación del afecto y las emociones,
que la neutralidad implica una ex- que no son mayormente llamados
Frente a esta normatividad que presión no hiperfeminizada ni tam- a discreción. Por ello es interesante
orienta las formas de habitar la insti- poco homosexual, gay o lesbiana. advertir cómo “neutro” se funde tan-
tución, los y las estudiantes desarro- La sexualidad constituye un tópico to con la heterosexualidad, o bien
llan diferentes gestiones cotidianas recurrente en la formación de esta con una feminidad no marcada, no
que tienen por efecto desestabilizar Facultad (“cursando Psicoanálisis se exagerada, a partir de una apropia-
o confirmar la normatividad sexo trata mucho la cuestión de la sexuali- ción del saber transmitido que legi-
genérica dominante en la institu- dad”, “hablan de la importancia de la tima esta normatividad.
ción (Blanco, ibídem). sexualidad en la vida de la persona”,
“estamos re podridos de ver cosas de Tal vez el deseo de lo neutro se deba
La mirada sobre las gestiones de la sexualidad”), pero también –como a la fuerte imbricación entre psi-
biografía tiene como antecedentes fue dicho- es objeto de comentario coanálisis y sexualidad (que en sus
los trabajos de Goffman (2012) y de en la vida cotidiana, en los perfiles diferentes variantes constituye la
Certeau (1996). Para este último, los sexuados de los estudiantes arque- perspectiva dominante en la forma-
actores sociales realizan diariamen- típicos. ción de esta Facultad), imbricación
te distintas acciones con el objeto plagada de polémicas en torno a los
de salir del paso y dar sentido a los Carentes de toda discreción, los per- modos, por caso, de clasificar deter-
acontecimientos diarios. Estas ac- files de la y el estudiante (histérica minadas identidades y expresiones
ciones constituyen “maneras de ha- y homosexual, respectivamente) de género y sexualidad. Como sin-
cer” o “tácticas” que se encuentran no nombran a nadie en particular, tetiza Sáez,
tensionadas por diferentes procesos nadie se reconoce en estas figuras:
normativos, aunque no se reducen nadie encarna estas posiciones. Más “la teoría queer, desde sus inicios,
a estos. De un modo similar, para bien refieren a las polaridades entre ha realizado una crítica compleja
Goffman las personas corrientes de- las que se sitúa el justo medio, la as- a la teoría psicoanalítica; parte de
60 ben utilizar determinadas “técnicas” piración a asumir en esta facultad: esta crítica se basa en los trabajos
para sostener las situaciones socia- un lugar genérica y sexualmente iniciados en los años setenta por
les cotidianas, es decir, movilizan neutro. Entre otras posibilidades, lo el movimiento feminista y el mo-
toda una maquinaria de “producción neutro –o “deseo de lo neutro” como vimiento lesbiano, que cuestiona-
del ‘sí mismo’”. Es en este sentido que señala Barthes– es el lugar de lo in- ban desde diversas posiciones el
refiero a gestiones de la biografía, animado, del “no sujeto”, de “aquello heterocentrismo, la homofobia y el
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que en el trabajo realizado se en- a lo que le es prohibido la subjetivi- machismo existente en la obra de
cuentran presentes en el mayor o dad” (2004: 252). Lo neutro nombra Freud y Lacan” (2004: 14).
menor control sobre la vestimenta la paradoja entre una expresión de
(sustentado en el principio de dis- género (la minita) y una identidad En otras palabras, la búsqueda de un
creción, de no marcación) y la corpo- sexual (el estudiante homosexual) lugar de enunciación neutro parece-
ralidad (los movimientos, la voz, los que todo el mundo reconoce pero ría operar como un ideal regulatorio
rasgos), en el manejo de la informa- que nadie encarna. Es decir, estos (Butler, ídem) que pauta la sociabili-
ción personal en las interacciones, modelos arquetípicos nombran po- dad en esta Facultad. Así, lo neutro
entre otras, y que tienen por efecto los de identificación de los cuales como expectativa se configura en
desestabilizar o confirmar la norma- es necesario gestionar la biografía tensión y oposición con aquello que
tividad sexo genérica dominante para des-marcarse, des-identificarse aparece marcado, con aquello que
en las instituciones. “Desestabilizar” (Blanco, 2012). En la voz del entrevis- produce una discontinuidad y que
busca señalar una disrupción en el tado de la sección anterior, esta bús- las figuras arquetípicas de estudian-
orden de las expectativas, en las re- queda se debería al peso en la for- tes (la minita y el gay) vendrían a re-
glas de la interacción, que –aunque mación de la neutralidad y abstinen- cordar o advertir.
sea transitoriamente– desnaturaliza cia analítica, como actitud que debe
las formas de inteligibilidad y reco- desarrollar el/la analista respecto de Frente a la dificultad de expresión
nocimiento de las identidades y ex- los valores (religiosos, morales, so- pública, los baños de ambas faculta-
presiones de género y sexualidad en ciales o cualquier otro “ideal”), de las des son lugares de sociabilidad afec-
estos espacios. significaciones de la persona anali- tiva y sexual (de seducción, encuen-
zada y de las manifestaciones trans- tro o intercambio de experiencias)
En parte, las gestiones se dirigen ferenciales en el análisis (Laplanche principalmente no heterosexual y,
a buscar no hacer público aquello y Pontalis, 2004). Pero la experiencia además, espacio de consejería sen-
que es conveniente que permanez- estudiantil –diferente al ejercicio de timental y sexual en los de mujeres.

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Normatividades de la vida cotidiana. Género y sexualidad en los saberes, la política y la sociabilidad universitaria

Estos espacios permiten pensar su nombrar en ese marco la búsqueda de diversidad sexual en Exactas. Allí,
relaciones y sus funciones con otros de valoraciones positivas en torno el Centro de Estudiantes y los conse-
espacios de las facultades (pasillos, a las sexualidades estigmatizadas jeros que pertenecen al espacio de
aulas, bares y comedores) o situacio- (Bellucci y Rapisardi, 1999), en el su conducción han motorizado en
nes (como las fiestas o las tomas), a espacio de las facultades analizadas el órgano deliberativo de gobierno
partir de gestiones tácticas directas parece referir más bien a la necesi- de la Facultad diferentes iniciativas
o mediadas por las escrituras en las dad de reconocimiento mutuo, a y demandas de reconocimiento en
paredes. En los baños de varones de una búsqueda de acomunar, estar torno a la sexualidad. Esto implica,
ambas facultades es preponderante en común y romper el aislamiento. como modalidad de intervención,
la cuestión de la accesibilidad: es- “Chicas que kieran conocer chikas un desplazamiento de la vía norma-
crituras que vienen a mediar en las dejen mail...Revolución lésbica”, “soy tiva al terreno de las regulaciones
posibilidades de encuentro de las una chica que busca a otra chica”, en jurídico-institucionales. Acá, la voz
personas entre sí y que, a diferencia los baños de Exactas, o “Levanten las que inscribe las demandas e inicia-
de los baños de mujeres, puede ser manos les y bi de Psico”, “Pónganse tivas específicas se escinde de los
indicio del pasaje de lo secreto a lo un cartelito, me siento la única acá”, grupos y actores particulares para
discreto. Los mensajes median jus- “¿Dónde están las lesbianas en esta materializarse en el gobierno de la
tamente sobre aquello que es obje- Facultad?” en los de Psicología, son institución. Por ejemplo, el Consejo
to de regulación del orden público enunciados que ponen en escena la Directivo (CD) se ha expedido po-
(Humphreys, 1975), como la posibi- necesidad de hacer visible aquello sitivamente respecto de la sanción
lidad de encuentro. que en el espacio de las facultades de la Ley Matrimonio Igualitario, ha
permanece secreto: las mujeres les- convocado a concurrir a la “marcha
Frases encabezadas con los verbos bianas. Como sostiene Rich (1986), del orgullo” (“El CD resuelve: Adherir
“hago”, “busco”, “pago” o “quiero”, se uno de los modos en que la “hete- a la XVII Marcha del Orgullo Lésbico,
combinan con otras que comienzan rosexualidad obligatoria” se impone Gay, Bisexual, Transexual bajo las
con “soy” y que dan pie a las descrip- es haciendo invisible la posibilidad consignas Libertad e Igualdad de de-
ciones físicas que se dirigen a carac- lesbiana. Por ello, accesibilidad y vi- rechos y No a los Códigos de Faltas”),
terizar al locutor del mensaje en bus- sibilidad señalan el hecho de que si o ha sancionado a un docente por
ca de un encuentro en la Facultad. bien las prácticas e identidades no haber proferido expresiones discri-
Orientados a favorecer la accesibi- heterosexuales gozan de una me- minatorias contra estudiantes por 61
lidad, los mensajes en los baños de nor legitimidad que algunos tipos orientación sexual (y que el CD re-
varones despliegan una serie de ins- de vínculos heterosexuales (aque- chaza en tanto “opiniones que resul-
trucciones para reconocerse: ade- llos entre dos personas de edades tan injuriosas respecto de la raza, reli-
más de los datos físicos, hacen refe- similares y no mediadas por jerar- gión o género, de carácter denigrante
rencia a horarios y días de encuentro quías del tipo docente-estudiante), y hasta insultante”).

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(“el que quiere sexo que venga acá el el género opera fuertemente como
jueves”) o tácticas como, por ejem- un vector de diferenciación, en la Interesa señalar en esta modalidad
plo, toser fuerte. Una marca del sexo medida en que “visibilidad” y “acce- una diferencia en el modo de ges-
en espacios públicos, como destaca sibilidad” nombran gestiones dife- tión de la biografía, que pasa de
Humphreys, es la necesidad de rela- rentes y desiguales para mujeres y una gestión táctica –en el sentido
tiva privacidad, que se traduce tam- varones que se asemejan por su lu- de un cálculo realizado desde una
bién en una interacción discreta –a gar subterráneo en el espacio, pero posición débil- a una colectiva y
partir de la comunicación proxémi- se diferencian en la medida en que estratégica (de Certeau, ídem). Esto
ca y gestual o con bajo intercambio la accesibilidad presupone la visibi- es así ya que el modo de gestionar
verbal– y anónima, impersonal. El lidad (Blanco, 2014). asuntos que atañen a las expre-
mecanismo de la discreción viene a siones e identidades de género y
satisfacer la demanda de privacidad. Pero tal vez sea el terreno de las prác- sexualidad implica aquí no solo en-
Esta privacidad encuentra su fuerza ticas y discursos políticos en el que cauzar una demanda vía un trámite
en el contraste con los vínculos eró- algunas gestiones adquieren mayor formal sino también un espectro
ticos autorizados en —o no privados nitidez. El trabajo realizado permite de acciones que se desenvuelven
de— el espacio público referidos en identificar la progresiva creación de por diversos hilos de la institución.
la sección anterior. espacios especializados en las agru- De este modo, una voz particular
paciones estudiantiles y en las es- se integra al decir institucional, en
Pero los baños de mujeres dan tructuras de los centros de estudian- una facultad en la que la institución
cuenta de otra gestión de la bio- tes que problematizan el género y constituye una instancia colectiva
grafía distinta a la accesibilidad: la las identidades sexuales pero inte- de identificación. Algunas de es-
visibilidad. Si “visibilidad” constituye resa detenerse en el proceso de ins- tas acciones permiten la difusión
un término caro a los movimientos titucionalización motivada por estu- al resto de los actores (“dar amplia
de la diversidad sexual, y viene a diantes que participan de un grupo difusión por los canales institucio-

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Rafael Blanco

nales”, respecto a la convocatoria miento, de reglamentaciones ex- permite relativizar los alcances de
a la “marcha del orgullo”), las mar- plícitas, de sanciones manifiestas y estas transformaciones en la uni-
caciones de límites que señalan la regulares, sino del establecimiento versidad. Por el contrario, en esta
pertinencia de una intervención de umbrales diferenciales de ma- institución las reconfiguraciones
institucional (“utilizando una cuenta nifestación. La distribución de los entre lo público, privado e íntimo
de mail institucional, el Dr. Zelasco se marcos de inteligibilidad se despla- parece revestir una temporalidad
ha expresado acerca de la homose- za de un “menos a un más”: de las propia que mantiene rígidas estas
xualidad en términos agraviantes”), demandas por visibilidad en espa- diferencias: en otras palabras, una
el establecimiento de los horizon- cios subterráneos a la ampliación de dinámica cultural que señalaría una
tes que orientan la convivencia los márgenes del espacio público o, significativa discontinuidad entre
en la institución (“la Facultad y la expresado de un modo que busca la universidad pública y su no siem-
Universidad deben ser espacios de- poner de manifiesto estas tensio- pre distinguible “afuera”.
mocráticos y de respeto, tanto a nivel nes, a la ampliación de los márgenes
político/ideológico como a nivel de de lo que denomino, retomando la
diversidad sexual y de género”), o la formulación de Berlant (1998), inti-
tipificación de conductas para cada midad pública.
uno de los actores institucionales
(en su calidad de profesor este do- “Intimidad pública” no busca sin-
cente, “tiene derecho a pararse fren- tetizar el significado de cada uno
te a un curso, impartir conocimiento de sus términos en el otro, sino
y evaluar desempeño”, evaluación enfatizar la tensión que produce
que “no debe estar influenciada por el encuentro entre ambos. Arendt
diferencias políticas, ideológicas ni refería a lo social como un nuevo
morales por parte del docente que orden que implicaba la disolución
evalúa”), entre otros. Aquí, la po- de las fronteras entre lo privado y lo
sibilidad de procesar institucional- público, y señalaba la contigüidad
mente una serie de temas y deman- existente entre lo íntimo y lo social.
das está habilitada por un tipo de Para esta autora, la disolución de lo
62 experiencia estudiantil donde los público y lo privado en lo social (en
espacios formales no constituyen las formas modernas de sociedad)
“lo otro” sino instrumentos propios, daba lugar a un fluir constante de
modificando los márgenes de visi- una esfera a otra, una zona híbrida
bilidad y los “contornos sexuados” en la que “los intereses privados ad-
(Hiller, 2011) de la vida cotidiana en quieren significado público” (Arendt,
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esta institución. 2011: 47). Aquí la tensión expresa-


da en la conceptualización “intimi-
dad pública” señala más bien no la
indistinción de esos órdenes, la hi-
5. Palabras finales bridación, o la configuración de un
tercer espacio, sino la situación por
Retomando la pregunta inicial, ¿cuál la cual tanto lo público como lo ín-
es entonces la especificidad de las timo conservan sus significaciones.
regulaciones sexo genéricas en el Dicho de otro modo, hay algunas
espacio universitario? Si bien esta intimidades que pueden ser públi-
normatividad se despliega en un cas: no toda manifestación de afec-
espectro heterogéneo de prácticas to ni toda afirmación en términos
y discursos referido, su unidad ra- de expresión de género o identidad
dica en el modo en que opera en el sexual es replegada al ámbito de la
espacio universitario: a partir del es- intimidad, sino que, por el contra-
tablecimiento de umbrales diferen- rio, hay algunas que revisten publi-
ciales de intimidad pública (Blanco, cidad (las “parejas que se ven por to-
ibídem). dos lados”). Si como señala Arfuch
(2013) la idea de intimidad pública
Es de esta forma como las diferentes se orienta hoy a señalar los borra-
expresiones e identidades de géne- mientos entre sus términos, una
ro y sexualidad son reguladas en la lectura de las regulaciones sexo
experiencia estudiantil universitaria: genéricas y de las gestiones de las Recibido el 11 de junio de 2014
no a partir de prácticas de hostiga- biografías de los y las estudiantes Aceptado el 5 de octubre de 2014

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Normatividades de la vida cotidiana. Género y sexualidad en los saberes, la política y la sociabilidad universitaria

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Notas
1 El Censo de Estudiantes de 2004 destaca que “se observa que la Facultad de Psicología es la que concentra la mayor partici-
pación relativa de estudiantes mujeres con 83,4% de sus estudiantes de este sexo”, lo que la aleja en más de diez puntos del
promedio general para toda la universidad. El registro censal realizado en 2011 señala valores similares: 81,7% mujeres y un
18,3% de varones.
2 Según el Censo 2004, en la FCEyN cursan 8.263 estudiantes. Las licenciaturas en Ciencias Biológicas —38,8%—, en Ciencias
de la Computación —19,0%—, en Ciencias Físicas —11,0%— y en Ciencias Químicas —10,4%— son las carreras con mayor
proporción de estudiantes. En Psicología, con 26.054 estudiantes, la Licenciatura en Psicología concentra casi la totalidad de los
estudiantes —92,3%. El Censo de Estudiantes 2011 no discrimina datos por carrera.
3 En adelante, aquellos términos y frases entrecomilladas corresponden a expresiones y categorías nativas de estudiantes en-
trevistados/as en el curso de esta investigación. Por otra parte, se indica aquellos testimonios que ameritan un comentario
detenido mediante su ubicación separada en el texto.
4 En este caso se procedió, debido al “principio de anonimato” que rige en los intercambios en los baños, a partir de una entre-
vista por correo electrónico.

Resumen Abstract
Este artículo se propone problematizar los procesos The aim of this paper is to problematize the social regu-
de regulación social de las identidades de género y lation processes of sexual and gender identities in univer-
sexualidad que se producen en la experiencia estu- sity student experience. The daily life in these institutions,
64 diantil universitaria. La vida cotidiana en estas insti- and specially the way in which the passage through them
tuciones, y especialmente el modo en que modula las modules the biography of many youngsters in the con-
biografías de numerosos jóvenes en el marco de una text of an era marked by the transformations of the pu-
época signada por las trasformaciones de los órdenes blic, private and intimate order, set up a field of reflection
público, privado e íntimo, constituye un terreno de re- not much explored in the Social Sciences and the Educa-
flexión poco explorado en las ciencias sociales y la in- tive research. Nevertheless, considering this phenome-
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vestigación educativa. Sin embargo, atender a este fe- non allows to deepen the comprehension of universities
nómeno permite profundizar en la comprensión de las as institutions responsible not only for the knowledge
universidades como instituciones encargadas no sólo transmission, but also the production of subjectivities.
de la transmisión de conocimiento sino también de la It is presented a series of practices in which specific sex-
construcción de subjetividades. Para ello, se presen- gender regulations that indicate the way students iden-
tan aquí una serie de prácticas en las que se producen tify themselves and are recognized as males, females,
regulaciones que indican los modos en que los y las trans, heterosexual, lesbians, gays and their own man-
estudiantes se reconocen y son reconocidos como va- ners and possibilities of expression are produced. Some
rones, mujeres, trans, heterosexuales, lesbianas, gays, ways of biography management that students perform
y sus formas y posibilidades de manifestación en este according to this regulation that confirms or destabili-
espacio. Se analizan también las gestiones de la bio- ze these regulations are also analyzed. This paper is the
grafía que estos realizan en función de la normativi- result of a qualitative research performed between 2007
dad sexo genérica imperante. El trabajo es el resultado and 2012 at the Sciences Faculty and Psychology Faculty,
de una investigación cualitativa realizada entre 2007 y both from the University of Buenos Aires.
2012 en las facultades de Ciencias Exactas y Naturales Given these conditions, we question the processes of on
y de Psicología (UBA). policies redefiniton at an institutional level and actors
because they are the locus through them take place the
contribution of the measure to the democratization of
education

Palabras clave Key words


Universidad - Género - Sexualidad - Normatividad so- University - Gender - Sexuality - Social normativity -
cial - Estudiantes Students

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