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Los Valores de Uso se refieren al valor de los servicios del ecosistema que son
empleados por el hombre con fines de consumo y de producción. Engloba a aquellos
servicios del ecosistema que están siendo utilizados en el presente de manera directa
o indirecta o que poseen un potencial para proporcionar Valores de Uso Futuros.
El activo ambiental tiene un valor estimado por el precio que le otorgan los agentes
vinculados con el mismo a través del mercado. El Valor de Uso puede ser:
Los valores de uso son aquellos valores de los servicios del ecosistema que utiliza el
hombre con propósito de consumo y producción. Abarca todos los servicios que se
están utilizando de manera directa o indirecta o aquellos que poseen el potencial
para proporcionar valores de uso futuro. Los valores de uso pueden ser de uso
indirecto y de uso directo.
Los valores de uso indirecto son aquellos provenientes de las funciones reguladoras
de los ecosistemas o las que protegen la actividad económica de forma indirecta.
Este tipo de valor no forma parte del mercado aunque este relacionado con las
actividades de producción y consumo. Algunos ejemplos de este tipo de valor son la
filtración natural de agua, los bosques que sirven de protección a las obras de
infraestructura frente a tormentas y el secuestro de carbono que ayuda a mitigar el
cambio climatico
Valor de uso indirecto (VUI)
Valor derivado de las funciones reguladoras de los ecosistemas o de aquellas que
indirectamente sostienen y protegen la actividad económica y la propiedad. Este tipo
de valor no forma parte del mercado pese a estar íntimamente conectado a las
actividades de producción y consumo.
Los Valores de Uso Indirecto se asocian a los servicios ambientales derivados de las funciones
de soporte de los ecosistemas y que pueden considerarse como requisitos naturales o insumos
intermedios para la producción de bienes y servicios finales. Un ejemplo de ello es:
Según Frankce (1997), el valor de opción se refiere al valor de mantener abierta la opción de
utilizar un recurso posteriormente. Algunos individuos pueden no estar seguros de que
utilizarán un recurso en el futuro, sin embargo, pueden estar dispuestos a pagar para
mantener la opción.
La permanencia de un ecosistema boscoso permitirá hacer efectivos usos en el futuro. Bien sea
para su conservación, protección de especies únicas del lugar o en peligro, planes turísticos,
miradores, goce de futuras generaciones, o cualquier otro que no genere daños al ecosistema,
sin mencionar el hecho de su aporte para el aprovechamiento humano. Mientras que su
reemplazo elimina esa posibilidad de manera irreversible, por ejemplo, las construcciones de
obras civiles perjudican gravemente el medio ambiente formado por la naturaleza en total
lugar, sin la posibilidad de volver a restaurar el área.
Valor de existencia (VE)
Fue inicialmente definido por Krutilla (1967) como el valor que los individuos atribuyen
a las especies, diversas y raras, a los sistemas naturales únicos, o a otros bienes
ambientales por el simple hecho de que existan. Incluso si los individuos no realizan
ningún uso activo o no reciben ningún beneficio directo o indirecto de ellos.
También se dice que es el valor que pueden tener un ecosistema, sus componentes y
atributos para un grupo de personas, que no lo utilizan directa ni indirectamente, ni
piensan hacerlo en el futuro, pero que valoran positivamente el simple hecho de que
exista en determinadas condiciones. Su degradación o desaparición, por tanto, supone
para ellas una pérdida de bienestar (Izko y Burneo, 2003). Los motivos que se han
señalado para explicar este valor son, entre otros, la filantropía, la simpatía, motivos
de herencia o de legado, el valor simbólico que puede llegar a tener un determinado
bien ambiental o recurso natural como parte de la identidad cultural de un grupo o
conjunto de personas. Otra razón importante para prestarle atención a este tipo de
valor es la creencia en el derecho a la existencia de otras formas de vida, incluyendo
por tanto a animales, plantas y/o ecosistemas (Izko y Burneo, 2003)